16 Bilbao L La feria ya está aquí - Erein argitaletxeamiedo a envejecer, por primera vez he...

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16 Bilbao mujeres, uno de los grandes te- mas de las sociedades europeas. Ese “meter el dedo” en los pro- blemas actuales es lo que apasio- na a la escritora del género ne- gro. “Creo que es el que descri- be mejor la sociedad en la que vivimos y nos permite saber más sobre cosas que habitualmente no vemos”. No vemos, prosigue, porque preferimos no hacerlo, seguramente. “Creemos que aquí no existe la trata porque miramos para otro lado y solo con eso ya se puede mantener en pie”. Una autora que ha preferido cambiar “las calles del barrio bil- baino en el que en un vistazo ya ves de todo, todo tipo de perso- najes” por las campas “donde como mucho hay rencillas veci- nales” ha supuesto un esfuerzo extra de imaginación. A partir de ahora, asegura, Touré irá por las grandes ciudades de la Euro- pa occidental. “París, Madrid, Lisboa, Marsella... Marsella me interesa mucho”, avanza. Ese es un buen escenario de crímenes, con tanto extranjero bajando y subiendo de los bar- cos, tanto barrio rojo, tanto ne- gocio y negociete, tanta amalga- ma cultural. Pero Noelia Loren- zo Pino sigue desarrollando los suyos –literarios, se entiende– en Irún, su localidad. Ahí están los ertzainas Eider y Jon Ander resolviendo casos. Van por el tercero, en la misma colección que el de Arretxe. En Corazones negros se enfrentan a la trata de construir su novela negra sin po- ner el foco en las entrañas de la sociedad contemporánea, sino en los lazos familiares, es Aran- tza Portabales. Lumen, su edito- rial, ya la vende como “la nueva dama de la novela negra espa- ñola”. Ella prefiere no pensar en eso y explica que Belleza roja es el resultado de escribir como leía a los 13 o 15 años: disfrutando, di- virtiéndose. “Luego le pides a la literatura que te muestre el sen- tido de la vida, al menos yo leo así, pero la novela es otra cosa”. Aquí, en principio, se trata de desvelar quién ha podido matar a la joven Xiana Alén, una ni- ña bien con un gran talento artístico –como su tía y su abuela–, hija de una pareja de la alta sociedad gallega. Pero por el camino, lo que termina siendo más impor- tante es el porqué. “Todos los personajes tienen sus de- monios internos y lo que los hace atractivos no es su senti- do caritativo, sino sus lados oscuros”, explica Portaba- les. La estructura de la nove- la es claramente “agathach- ristina”. “Es un homenaje explí- cito a Agatha Christie, sin duda. Pero la voz es mía”. El aire de la gran dama –y muy prolífica– del género se da porque el asesina- to ocurre en un espacio cerrado y solo una de seis personas pue- de ser la culpable. Y así es como, durante la lectura, “se van vien- do todas las redes que unen a los personajes, parto de los estereo- tipos para ir destruyéndolos y el libro se convierte en una espe- cie de atlas de geografía huma- na”. Lectura extra, que estará en los stands aunque la escritora no esté en la feria: el Premio de No- vela Fernando Lara que acaba de ganar Ángela Becerra. Algún día, hoy parte de la historia real de Betsabé Espinal, la trabajado- ra que en 1920 lideró en Colom- bia una de las primeras huelgas femeninas de la historia. Elena Sierra La Feria del Libro de Bilbao levanta y baja persianas en El Arenal entre el 30 de mayo y el 9 de junio ibros, libros, libros. Lle- ga esta temporada del año y llegan libros, li- bros, libros. Y, lo mejor, con ellos llegan quienes los escri- ben, porque toca feria y toca presentar, participar en mesas, recoger premios, firmar ejem- plares, estar con los lectores. La Feria del Libro de Bilbao levan- ta y baja persianas en El Arenal entre el 30 de mayo y el 9 de ju- nio, y entre las propuestas que trae hay nombres como John Banville, que acaba de publicar Los lobos de Praga (Alfaguara) y recibe en la Villa el Atea Saria –en euskera, otorgado a Miren Agur Meabe–; Patricio Pron y su Premio Alfaguara Mañana ten- dremos otros nombres, Manuel Ja- bois y Malaherba (de la misma editorial), Federico Moccia y Mil noches sin ti (Planeta), Elisa Levi y Por qué lloran las ciudades (Temas de Hoy), Fiona Barton y La madre (Planeta), Miren Amu- riza y Basa (Elkar), Elia Barceló y El eco de la piel (Roca Editorial), José Javier Abasolo y El juramen- to de Whitechapel (Erein)... Libros, libros, libros. Son mu- chos, sí, pero no tantos como los que aparecen y desaparecen entre las páginas de la última novela de Félix G. Modroño, el de La ciudad de los ojos grises. En La fuente de los siete valles (Erein), hay un homenaje muy explícito a la sed de conoci- miento y a los libros como depo- sitarios, durante siglos, de gran- des lecciones de vida y de herra- mientas para poder vivirla. El narrador de esta historia –del que el autor confiesa que es más álter ego de sí mismo que cual- quiera de sus personajes ante- riores– tiene en los libros “su ra- zón de ser, su única razón de existir. Incluso cuando se le tambalea la fe, puede contar con los libros. Ni con el amor, ni con otra cosa”. Son las lec- turas, el conocimiento, las que lo salvaron de su infancia pobre y huérfana y a lo largo de su existencia se ha especia- lizado en la búsqueda de vo- lúmenes desaparecidos. Co- mo de San Millán de la Cogo- lla, “más que un templo ar- quitectónico, un templo del conocimiento”, se sacaron durante las desamortizacio- nes del siglo XIX miles de tí- tulos, su trabajo ahora es recu- perarlos. Y por el camino se le cruza un librito misterioso en el que, dicen, está escrita la receta del elixir de la eterna juven- tud... “El libro trata sobre el miedo a envejecer, por primera vez he sentido eso en los últimos tiempos”, explica Modroño. El Touré al que Jon Arretxe le ha dibujado ya durante seis en- tregas un “destino dramático” ya no siente ni miedo, sino har- tazgo absoluto de una vida “de mierda” en la que nunca puede darse un descanso. Así que, aco- sado por la poli que últimamen- te quiere convertirlo en su ma- tón del barrio de San Francisco, pone pies en polvorosa y se mar- cha al campo. A un pueblito na- varro. Sin móvil. Con la espe- ranza de aquí no va a pasar na- da. Y pasa, claro. Y vuelve a las andadas. No digas nada (Erein) es la novela negra que más le ha costado escribir a su autor (“y la más delgada”, se ríe) porque L La feria ya está aquí

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mujeres, uno de los grandes te-mas de las sociedades europeas.Ese “meter el dedo” en los pro-blemas actuales es lo que apasio-na a la escritora del género ne-gro. “Creo que es el que descri-be mejor la sociedad en la quevivimos y nos permite saber mássobre cosas que habitualmenteno vemos”. No vemos, prosigue,porque preferimos no hacerlo,seguramente. “Creemos queaquí no existe la trata porquemiramos para otro lado y solocon eso ya se puede manteneren pie”.

Una autora que ha preferido

cambiar “las calles del barrio bil-baino en el que en un vistazo yaves de todo, todo tipo de perso-najes” por las campas “dondecomo mucho hay rencillas veci-nales” ha supuesto un esfuerzoextra de imaginación. A partirde ahora, asegura, Touré irá porlas grandes ciudades de la Euro-pa occidental. “París, Madrid,Lisboa, Marsella... Marsella meinteresa mucho”, avanza.

Ese es un buen escenario decrímenes, con tanto extranjerobajando y subiendo de los bar-cos, tanto barrio rojo, tanto ne-gocio y negociete, tanta amalga-ma cultural. Pero Noelia Loren-zo Pino sigue desarrollando lossuyos –literarios, se entiende–en Irún, su localidad. Ahí estánlos ertzainas Eider y Jon Anderresolviendo casos. Van por eltercero, en la misma colecciónque el de Arretxe. En Corazonesnegros se enfrentan a la trata de

construir su novela negra sin po-ner el foco en las entrañas de lasociedad contemporánea, sinoen los lazos familiares, es Aran-tza Portabales. Lumen, su edito-rial, ya la vende como “la nuevadama de la novela negra espa-ñola”. Ella prefiere no pensar eneso y explica que Belleza roja es elresultado de escribir como leía alos 13 o 15 años: disfrutando, di-virtiéndose. “Luego le pides a laliteratura que te muestre el sen-tido de la vida, al menos yo leoasí, pero la novela es otra cosa”.Aquí, en principio, se trata dedesvelar quién ha podido matar

a la joven Xiana Alén, una ni-ña bien con un gran talentoartístico –como su tía y suabuela–, hija de una parejade la alta sociedad gallega.Pero por el camino, lo quetermina siendo más impor-tante es el porqué. “Todoslos personajes tienen sus de-monios internos y lo que loshace atractivos no es su senti-do caritativo, sino sus ladososcuros”, explica Portaba-les. La estructura de la nove-la es claramente “agathach-

ristina”. “Es un homenaje explí-cito a Agatha Christie, sin duda.Pero la voz es mía”. El aire de lagran dama –y muy prolífica– delgénero se da porque el asesina-to ocurre en un espacio cerradoy solo una de seis personas pue-de ser la culpable. Y así es como,durante la lectura, “se van vien-do todas las redes que unen a lospersonajes, parto de los estereo-tipos para ir destruyéndolos y ellibro se convierte en una espe-cie de atlas de geografía huma-na”.

Lectura extra, que estará enlos stands aunque la escritora noesté en la feria: el Premio de No-vela Fernando Lara que acabade ganar Ángela Becerra. Algúndía, hoy parte de la historia realde Betsabé Espinal, la trabajado-ra que en 1920 lideró en Colom-bia una de las primeras huelgasfemeninas de la historia.

Elena Sierra

La Feria del Libro de Bilbaolevanta y baja persianas en El Arenal entre el 30 de mayo y el 9 de junio“

ibros, libros, libros. Lle-ga esta temporada delaño y llegan libros, li-

bros, libros. Y, lo mejor, conellos llegan quienes los escri-ben, porque toca feria y tocapresentar, participar en mesas,recoger premios, firmar ejem-plares, estar con los lectores. LaFeria del Libro de Bilbao levan-ta y baja persianas en El Arenalentre el 30 de mayo y el 9 de ju-nio, y entre las propuestas quetrae hay nombres como JohnBanville, que acaba de publicarLos lobos de Praga (Alfaguara) yrecibe en la Villa el Atea Saria–en euskera, otorgado a MirenAgur Meabe–; Patricio Pron y suPremio Alfaguara Mañana ten-dremos otros nombres, Manuel Ja-bois y Malaherba (de la mismaeditorial), Federico Moccia yMil noches sin ti (Planeta), ElisaLevi y Por qué lloran las ciudades(Temas de Hoy), Fiona Barton yLa madre (Planeta), Miren Amu-riza y Basa (Elkar), Elia Barcelóy El eco de la piel (Roca Editorial),José Javier Abasolo y El juramen-to de Whitechapel (Erein)...

Libros, libros, libros. Son mu-chos, sí, pero no tantos comolos que aparecen y desaparecenentre las páginas de la últimanovela de Félix G. Modroño, elde La ciudad de los ojos grises. EnLa fuente de los siete valles(Erein), hay un homenaje muyexplícito a la sed de conoci-miento y a los libros como depo-sitarios, durante siglos, de gran-des lecciones de vida y de herra-mientas para poder vivirla. Elnarrador de esta historia –delque el autor confiesa que es másálter ego de sí mismo que cual-quiera de sus personajes ante-riores– tiene en los libros “su ra-zón de ser, su única razón deexistir. Incluso cuando se letambalea la fe, puede contarcon los libros. Ni con el amor,ni con otra cosa”. Son las lec-turas, el conocimiento, lasque lo salvaron de su infanciapobre y huérfana y a lo largode su existencia se ha especia-lizado en la búsqueda de vo-lúmenes desaparecidos. Co-mo de San Millán de la Cogo-lla, “más que un templo ar-quitectónico, un templo delconocimiento”, se sacarondurante las desamortizacio-nes del siglo XIX miles de tí-tulos, su trabajo ahora es recu-perarlos. Y por el camino se lecruza un librito misterioso en elque, dicen, está escrita la recetadel elixir de la eterna juven-tud... “El libro trata sobre elmiedo a envejecer, por primeravez he sentido eso en los últimostiempos”, explica Modroño.

El Touré al que Jon Arretxe leha dibujado ya durante seis en-tregas un “destino dramático”ya no siente ni miedo, sino har-tazgo absoluto de una vida “demierda” en la que nunca puededarse un descanso. Así que, aco-sado por la poli que últimamen-te quiere convertirlo en su ma-tón del barrio de San Francisco,pone pies en polvorosa y se mar-cha al campo. A un pueblito na-varro. Sin móvil. Con la espe-ranza de aquí no va a pasar na-da. Y pasa, claro. Y vuelve a lasandadas. No digas nada (Erein)es la novela negra que más le hacostado escribir a su autor (“y lamás delgada”, se ríe) porque

L La feria ya está aquí