15.-El Sistema Colectivista

7
TEMA 15 EL SISTEMA COLECTIVISTA MARXISTA 1.-El sistema colectivista marxista Dentro de los sistemas colectivistas, nos fijaremos en el sistemas colectivista marxista que se instauró en la URSS desde 1917 hasta 1989. El fundamento ideológico del mismo es la ideología marxista que ya vimos. Según Marx, la historia está sometida a un lento proceso evolutivo que irá dando lugar a la sociedad comunista, cumbre definitiva de todo el proceso. Se inspira para ello en Hegel, quien afirmaba que el espíritu, esto es, el orden del conocimiento, de la ciencia, de las ideas, es lo que hace que las civilizaciones se sucedan. Para él no es el orden de las ideas, sino los modos de producción los que hacen avanzar la historia. De ese modo, la historia es una sucesión dialéctica de modos de producción donde cada uno de ellos (tesis) genera su propia contradicción (antítesis) a la que no puede hacer frente y por la que perece dando lugar a un nuevo modo de producción (síntesis). De este modo, habremos ido pasando y estamos llamados a pasar por las siguientes etapas: sociedad primitiva, sociedad esclavista, sociedad feudal, sociedad capitalista, sociedad socialista (transitoria, con férreo dominio del Estado) y la sociedad comunista (donde desaparecerá el Estado para ser la colectividad la que todo lo rija, formada por un hombre nuevo: los trabajadores se organizarán “sobre la base de una asociación libre de productores iguales, enviando toda la maquinaria del Estado al lugar que entonces le ha de corresponder: al museo de antigüedades, junto a la rueca y al hacha de bronce”). La sociedad capitalista, dominante en su momento, caerá por sus propias contradicciones internas. Marx buscará precisamente esa crítica que visibilice sus efectos y contradicciones para favorecer su caída. El elemento fundamental de la doctrina 1

description

Tema 15 Moral socialFacultad teología Burgos

Transcript of 15.-El Sistema Colectivista

Page 1: 15.-El Sistema Colectivista

TEMA 15

EL SISTEMA COLECTIVISTA MARXISTA

1.-El sistema colectivista marxistaDentro de los sistemas colectivistas, nos fijaremos en el sistemas colectivista

marxista que se instauró en la URSS desde 1917 hasta 1989. El fundamento ideológico del mismo es la ideología marxista que ya vimos. Según Marx, la historia está sometida a un lento proceso evolutivo que irá dando lugar a la sociedad comunista, cumbre definitiva de todo el proceso. Se inspira para ello en Hegel, quien afirmaba que el espíritu, esto es, el orden del conocimiento, de la ciencia, de las ideas, es lo que hace que las civilizaciones se sucedan. Para él no es el orden de las ideas, sino los modos de producción los que hacen avanzar la historia. De ese modo, la historia es una sucesión dialéctica de modos de producción donde cada uno de ellos (tesis) genera su propia contradicción (antítesis) a la que no puede hacer frente y por la que perece dando lugar a un nuevo modo de producción (síntesis). De este modo, habremos ido pasando y estamos llamados a pasar por las siguientes etapas: sociedad primitiva, sociedad esclavista, sociedad feudal, sociedad capitalista, sociedad socialista (transitoria, con férreo dominio del Estado) y la sociedad comunista (donde desaparecerá el Estado para ser la colectividad la que todo lo rija, formada por un hombre nuevo: los trabajadores se organizarán “sobre la base de una asociación libre de productores iguales, enviando toda la maquinaria del Estado al lugar que entonces le ha de corresponder: al museo de antigüedades, junto a la rueca y al hacha de bronce”). La sociedad capitalista, dominante en su momento, caerá por sus propias contradicciones internas. Marx buscará precisamente esa crítica que visibilice sus efectos y contradicciones para favorecer su caída. El elemento fundamental de la doctrina socialista es su concepción de la propiedad privada. Para él, la propiedad era la causa de las alienaciones que padece el hombre pues sigue siendo el instrumento de dominio de unas clases frente a otras. Su pretensión es la supresión de la propiedad privada, en un primer momento de los medios de producción y, en el ideal, también de los bienes de consumo (así se logrará el ideal de justicia, a cada cual se le pide según su capacidad y se le da según su necesidad). La estatalización de los mismos será una etapa transitoria hacia esa meta que tampoco se detiene a describir.

Desde estas ideas se edifica el sistema colectivista que se encarna en la Unión Soviética como consecuencia de la Revolución de 1917. Desde luego que no era este el escenario planteado por Marx, pero pronto adquiere un éxito notable al ser adoptado por un tercio de la humanidad. Hoy, sin embargo, a consecuencia de la caída del muro, atraviesa una crisis profunda, y su peso es insignificante.

¿Cuáles son los elementos fundamentales? Siguiendo el esquema de la lección anterior podemos decir:

-la técnica: coincide con el capitalismo en suponer un progreso de la ciencia y de la técnica, caracterizado por grandes concentraciones de capital y una división del

1

Page 2: 15.-El Sistema Colectivista

trabajo muy acentuada, organizada científica y racionalmente. Sin embargo, adquirió un menor desarrollo que en el mundo occidental.

-la forma: fundamentalmente tiene que ver con el desarrollo del nuevo concepto de propiedad. Para ello:

+los medios de producción son de propiedad estatal: las propiedades pasan a manos del Estado que la controla.

+economía dirigida, planificada y centralizada: existe una autoridad que dictamina y decide qué hay que producir, cómo producirlo, quién ha de producirlo y cuándo debe producirse. En la URSS se establecieron los famosos planes “quinquenales” (desde 1929) en los que se determinaban todos estos aspectos.

-el espíritu: la “utopía” de un mundo más justo donde se instale el “nuevo hombre” es la que mueve al sistema. Su intención, por tanto, es la búsqueda de un sistema alternativo al capitalista donde se instale la auténtica justicia e igualdad entre todos los que componen la colectividad. Su base es que el mero interés individualista es incapaz de conseguir un bien común, por lo que el interés privado se tiene que sustituir por la cooperación. La colectividad adquiere un peso fundamental. Junto a ello, suprime la libertad, no siendo consciente de que el ser humano no solo tiene necesidades materiales…

2.-Juicio crítico al sistema colectivistaEl colectivismo ha fracasado como sistema económico. Y ello se debe a

múltiples razones de índole económico y ético. Juan Pablo II afirmó que los factores decisivos para su caída fueron: la violación de los derechos del trabajador (CA 23), la ineficacia del sistema económico (CA 24) y su error antropológico (CA 13). Analicemos algunas de ellas:

-el colectivismo no fue capaz de crear un modelo alternativo al capitalismo, sino que se limitó a implantar un capitalismo de Estado. El traspaso de la propiedad de los medios de producción de manos de los empresarios al Estado no supuso en la práctica elementos novedosos que derivaran en una situación de mayor justicia social. Se mantiene la explotación, la conflictividad y la alienación, como analiza Juan Pablo II. El aparato del partido supuso una camarilla de beneficiados frente a la masa del pueblo.

-el colectivismo ha funcionado económicamente peor que el capitalismo: su ineficacia económica ha sido evidente. Aunque en los comienzos fue capaz de generar riqueza, sus capacidades se estancaron con el transcurso de los años. Los intentos de una economía planificada hicieron excesivamente rígida la economía, que se vio incapaz de responder a las alteraciones constantes con las que hoy se mueve la economía mundial. Un sistema planificado se manifiesta lento y rígido ante las necesidades económicas. En gran parte, su ineficacia es debida a la imposibilidad de conocer el costo real de las cosas de cara a su planificación posterior. Aunque se articuló en torno al “valor del trabajo”, se hace muy difícil su medición.

-pero la crítica principal que se debe hacer al colectivismo es fundamentalmente ética. Y si la comparamos con el capitalismo, cae en el mismo error antropológico.

2

Page 3: 15.-El Sistema Colectivista

+En el colectivismo, el peso fundamental lo tiene la sociedad frente a la persona. Los aspectos sociales y comunitarios tienen tal prevalencia que quedan anuladas la dimensión personal e individual. De esta manera, se reclama a esta la renuncia a su libertad personal en aras del bien colectivo. Pero esa limitación de la libertad provoca inmediatamente la desincentivación de los individuos en cuanto a su creatividad y esfuerzo. Y, sobre todo, la persona pasa a ser no un fin, sino un objeto de la vida social llamada a cumplir con las expectativas. Podríamos decir que es “despersonalizada” para arrancarla lo más genuino de la condición humana, su libertad, y de esta manera pasar el control sobre sí y sobre su futuro a fuerzas ajenas a ella misma. El “deber” como fundamento ético es radicalmente anulado.

Así lo afirmaba ya Juan Pablo II: “se trata de un derecho importante (el de iniciativa económica) no sólo para el individuo en particular, sino además para el bien común. La experiencia nos demuestra que la negación de tal derecho o su limitación en nombre de una pretendida igualdad de todos en la sociedad reduce o, sin más, destruye de hecho el espíritu de iniciativa, es decir, la subjetividad creativa del ciudadano. En consecuencia, surge, de este modo, no sólo una verdadera igualdad, sino una “nivelación descendente”. En lugar de la iniciativa creadora, nace la pasividad, la dependencia y la sumisión al aparato burocrático (…). Es necesario recalcar, además, que ningún grupo social, por ejemplo un partido, tiene derecho a usurpar el papel de único guía, porque ello supone la destrucción de la verdadera subjetividad de la sociedad y de las personas-ciudadanos, como ocurre en todo totalitarismo. En esta situación el hombre, el pueblo, se convierte en “objeto”, no obstante todas las declaraciones contrarias y las promesas verbales” (SRS 15).

Y es que el colectivismo, en definitiva, se convirtió en una dictadura con la consiguiente represión de todo tipo de libertades. El Partido es el instrumento adoptado para ese proceso evolutivo de la historia y está llamado a buscar los intereses de la colectividad; por eso se le dota de fuertes poderes. Tiene, por tanto, una raíz violenta en sus formas.

+Junto a ello, y en este error antropológico, habría que situar también su profundo materialismo que imposibilita la apertura hacia Dios y la trascendencia. El marxismo es un humanismo terreno que aspira a bienes temporales y finitos y encierra al hombre en sus propios límites. Por eso, es incapaz de quedar redimido y sanada en s interior. No percibió que la sola transformación de las estructuras, cuando no va acompañada de una sanación del hombre que las construye, aboca a este a permanecer en la misma situación. Por eso, Juan Pablo II afirma que “el vacío espiritual provocado por el ateísmo” (CA 24) es la causa fundamental del sistema económico.

Benedicto XVI resume perfectamente las pretensiones del marxismo y su juicio crítico en los siguientes términos: “pero con su victoria se puso de manifiesto también el error fundamental de Marx. Él indicó con exactitud cómo lograr el cambio total de la situación. Pero no nos dijo cómo se debería proceder después. Suponía simplemente que, con la expropiación de la clase dominante, con la caída del poder político y con la socialización de los medios de producción, se establecería la Nueva Jerusalén. En

3

Page 4: 15.-El Sistema Colectivista

efecto, entonces se anularían todas las contradicciones, por fin el hombre y el mundo habrían visto claramente en sí mismos. Entonces todo podría proceder por sí mismo por el recto camino, porque todo pertenecería a todos y todos querrían lo mejor unos para otros. Así, tras el éxito de la revolución, Lenin pudo percatarse de que en los escritos del maestro no había ninguna indicación sobre cómo proceder. Había hablado ciertamente de la fase intermedia de la dictadura del proletariado como de una necesidad que, sin embargo, en un segundo momento se habría demostrado caduca por sí misma. Esta « fase intermedia » la conocemos muy bien y también sabemos cuál ha sido su desarrollo posterior: en lugar de alumbrar un mundo sano, ha dejado tras de sí una destrucción desoladora. El error de Marx no consiste sólo en no haber ideado los ordenamientos necesarios para el nuevo mundo; en éste, en efecto, ya no habría necesidad de ellos. Que no diga nada de eso es una consecuencia lógica de su planteamiento. Su error está más al fondo. Ha olvidado que el hombre es siempre hombre. Ha olvidado al hombre y ha olvidado su libertad. Ha olvidado que la libertad es siempre libertad, incluso para el mal. Creyó que, una vez solucionada la economía, todo quedaría solucionado. Su verdadero error es el materialismo: en efecto, el hombre no es sólo el producto de condiciones económicas y no es posible curarlo sólo desde fuera, creando condiciones económicas favorables” (SS 21).

3.-Hacia una alternativaNo es tarea de la Iglesia hacer propuestas alternativas a los sistemas económicos,

pues su tarea no se sitúa en el ámbito de la técnica sino de la ética. Corresponde los economistas plantear dichas propuestas. En la hora presente, y con respecto a esta cuestión, tenemos que constatar que vivimos un “vacío de ideas”, como ha dicho Pablo VI y se ha encargado de recordar Benedicto XVI (CV 53). Precisamente por ello es más importante que nunca incentivar y animar todo tipo de propuestas y alternativas.

En efecto, hoy no existe una alternativa clara al sistema capitalista en sus diversas formas (economía social de mercado o neoliberalismo). Este último se impone a través del silenciamiento de otras alternativas con su maquinaria de “pensamiento único”. Una tercera vía se hace hoy especialmente difícil y, por eso, más necesaria. El pensamiento cristiano, tiene un carácter proyectual, es decir, iluminador y animador de proyectos concretos, también en el campo económico. Sin concretar las formas precisas, mantiene una serie de valores que, con imaginación y empeño, debieran dar luz a otras formas de organizar la economía que posibiliten su humanización: la función social de la propiedad, el bien común como motor de la actividad económica, la cogestión en el funcionamiento, la dignidad de la persona… Desde ahí la profundización en alternativas de economía social y la animación de prácticas concretas que, aún dentro del sistema, se hacen en CV: fondos de inversión éticos (CV 45), microcréditos (CV 45), economía civil y de comunión (CV 46), comercio justo…

Para profundizar:+E. ALBURQUERQUE, Moral Social Cristiana. Camino de liberación y de justicia (Los sistemas económicos, 262-279).

4

Page 5: 15.-El Sistema Colectivista

+J.SOLS LUCIA, Cinco lecciones de pensamiento social cristiano, Trotta, Madrid 2013 (de la antinomia capitalismo/socialismo a la economía social de mercado 71-86)+A. GALINDO, Moral Socioeconómica (el colectivismo 459-469)

5