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CORRESPONSABILIDAD PARROQUIAL Junio 2014 La Eucaristía, más que un rito, es el gesto supremo de corresponsabilidad y amor. El último encuentro de Jesús con los discípulos se desarrolla en el am- biente solemne de la tradicional celebración de la Pascua judía. El con- traste es muy grande. Por un lado, los discípulos, que se sienten insegu- ros y no entienden nada de lo que sucede. Por otro lado, Jesús tranquilo y señor de la situación, que preside la cena y realiza el gesto de partir el pan, invitando a los amigos a tomar su cuerpo y su sangre. Él hace aquello por lo que siempre oró: dar su vida a fin de que sus ami- gos pudiesen vivir. Y este es el sentido profundo de la Eucaristía: apren- der de Jesús a partirse, a distribuirse, a darse, sin miedo de las fuerzas que amenazan la vida. Porque la vida es más fuerte que la muerte. La fe en la resurrección anula el poder de la muerte. Terminada la cena, saliendo con sus amigos hacia Getsemaní, Jesús anuncia que todos lo abandonarán: ¡Huirán o se dispersarán!. Pero ya les avisa: “¡Después de la resurrección os precederé en Galilea!”. ¡Ellos rompen las relaciones con Jesús, pero Jesús no las rompe con ellos! Él continúa esperándolos en Galilea, en el mismo lugar donde tres años antes los había llamado por primera vez. O sea, la certeza de la presencia de Jesús en la vida del discípulo ¡es más fuerte que el abando- no y la fuga! Y es que Jesús continúa llamando siempre. Y el regreso es siempre posible. Y este anuncio para los cristianos de los años setenta del siglo I es también para todos nosotros. Antes del gesto de amor San Marcos habla de la traición de Judas (Mc 14,17-21) y, después del gesto de Jesús, habla del anuncio de la nega- ción de Pedro y de la huida de los discípulos (Mc 14,26-31). De este modo pone el acento en el amor incondicional de Jesús, que supera la traición, la negación y la fuga de los amigos. ¡Es la revelación del amor gratuito del Padre! El evangelio de Juan, en vez de describir el rito de la Eucaristía, des- cribe cómo Jesús se arrodilla para cumplir el servicio más común en aquel tiempo: lavar los pies. Al término de aquel servicio, Jesús no dice: Haced esto en memoria mía” (como en la institución de la Eucaristía en Lc 22,19; 1Cor 11,24), sino que dice: “Haced lo que yo he hecho(Jn 13,15). En vez de ordenar que se repita el rito, el evangelio de Juan pide actitudes de vida corresponsable que mantenga viva la memoria del don sin límite que Jesús hace de sí mismo. Los cristianos de la co- munidad de Juan sentían la necesidad de insistir más en el significado de la Eucaristía como servicio, que del rito en sí. MES DE JUNIO MES DEL SAGRADO CORAZÓN ORACIÓN DE CORRESPONSABILIDAD para el mes de Junio Amado Padre celestial, al dedicar este mes de junio al Sagrado Corazón de Jesús, te pedimos que nos concedas corazones compasivos; enriquecidos con tu amor, abrazados por tu compasión. Corazones generosos: que nunca consideren el coste; que busquen servir y no ser servidos. Corazones que amen la paz: que promuevan la verdad y trabajen por la justicia, que transformen el odio y la ira, y busquen la unidad y la reconciliación. Corazones corresponsables: que estén llenos de gratitud, anhelantes de compartir, y de restituirte lo recibido. Corazones llenos de tu Espíritu: abiertos a la conversión, llenos de esperanza, e inflamados con tu Palabra. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor. Amén

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Boletín de Corresponsabilidad Junio 2014

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CORRESPONSABILIDAD PARROQUIAL Junio 2014

La Eucaristía, más que un rito, es el gesto supremo de corresponsabilidad y amor.El último encuentro de Jesús con los discípulos se desarrolla en el am-biente solemne de la tradicional celebración de la Pascua judía. El con-traste es muy grande. Por un lado, los discípulos, que se sienten insegu-ros y no entienden nada de lo que sucede. Por otro lado, Jesús tranquilo y señor de la situación, que preside la cena y realiza el gesto de partir el pan, invitando a los amigos a tomar su cuerpo y su sangre.

Él hace aquello por lo que siempre oró: dar su vida a fin de que sus ami-gos pudiesen vivir. Y este es el sentido profundo de la Eucaristía: apren-der de Jesús a partirse, a distribuirse, a darse, sin miedo de las fuerzas que amenazan la vida. Porque la vida es más fuerte que la muerte. La fe en la resurrección anula el poder de la muerte.

Terminada la cena, saliendo con sus amigos hacia Getsemaní, Jesús anuncia que todos lo abandonarán: ¡Huirán o se dispersarán!. Pero ya les avisa: “¡Después de la resurrección os precederé en Galilea!”. ¡Ellos rompen las relaciones con Jesús, pero Jesús no las rompe con ellos! Él continúa esperándolos en Galilea, en el mismo lugar donde tres años antes los había llamado por primera vez. O sea, la certeza de la presencia de Jesús en la vida del discípulo ¡es más fuerte que el abando-no y la fuga! Y es que Jesús continúa llamando siempre. Y el regreso es siempre posible. Y este anuncio para los cristianos de los años setenta del siglo I es también para todos nosotros.

Antes del gesto de amor San Marcos habla de la traición de Judas (Mc 14,17-21) y, después del gesto de Jesús, habla del anuncio de la nega-ción de Pedro y de la huida de los discípulos (Mc 14,26-31). De este modo pone el acento en el amor incondicional de Jesús, que supera la traición, la negación y la fuga de los amigos. ¡Es la revelación del amor gratuito del Padre!

El evangelio de Juan, en vez de describir el rito de la Eucaristía, des-cribe cómo Jesús se arrodilla para cumplir el servicio más común en aquel tiempo: lavar los pies. Al término de aquel servicio, Jesús no dice: “Haced esto en memoria mía” (como en la institución de la Eucaristía en Lc 22,19; 1Cor 11,24), sino que dice: “Haced lo que yo he hecho” (Jn 13,15). En vez de ordenar que se repita el rito, el evangelio de Juan pide actitudes de vida corresponsable que mantenga viva la memoria del don sin límite que Jesús hace de sí mismo. Los cristianos de la co-munidad de Juan sentían la necesidad de insistir más en el significado de la Eucaristía como servicio, que del rito en sí.

MES DE JUNIO MES DEL SAGRADO CORAZÓN

ORACIÓN DE CORRESPONSABILIDAD

para el mes de Junio

Amado Padre celestial, al dedicar este mes de junio

al Sagrado Corazón de Jesús,te pedimos que nos concedas

corazones compasivos;enriquecidos con tu amor,

abrazados por tu compasión.

Corazones generosos: que nunca consideren el coste;

que busquen serviry no ser servidos.

Corazones que amen la paz:que promuevan la verdad y trabajen por la justicia,

que transformen el odio y la ira, y busquen la unidad y la reconciliación.

Corazones corresponsables:que estén llenos de gratitud,

anhelantes de compartir, y de restituirte lo recibido.

Corazones llenos de tu Espíritu:abiertos a la conversión,

llenos de esperanza, e inflamados con tu Palabra.

Te lo pedimospor Jesucristo, nuestro Señor.

Amén

Santo del mes de Junio

San Bernardo de ClaravalNació al año 1091, en la Bor-goña y murió en Claraval en 1153. Entró en la Orden del Císter desde muy joven. Fun-dó el monasterio de Claraval, del que fue abad du-rante 40 años. A partir de este monasterio im-pulsó uns refor-ma de la Orden de San Benito, a la que se adhi-rieron 163 mo-nasterios, gran parte fundados

por él mismo, en Francia, Alemania, Suecia, Inglate-rra, Irlanda, España, Portugal, Suiza e Italia.Fue hombre de gran relieve en la Edad Media. Com-binó su amor al estudio con una vida intensamente activa. Era un gran orador, con un gran poder de con-vicción. Fue el responsable de predicar la segunda Cruzada. Se distinguía su oratoria y su trato por la extrema dulzura. De ahí que la Iglesia, al proclamar-le Doctor, le añadió el apelativo de Melífluo, que era el apelativo con que se le conocía.Mostró en sus hechos a cuánto puede llegar la activi-dad humana impulsada por un ideal. La humildad, la abnegación y la caridad de un hombre tan poderoso en influyente, era la admiración de cuantos le trata-ban. Sus obras, encaminadas la mayor parte a impulsar y sostener la rectitud de costumbres en le Iglesia, son de un estilo simple y candoroso, pero lleno de firme-za. No temió a los poderosos ni aduló a los reyes, con quienes tenía trato asiduo. Hubo de tomar partido y mediar en el conflicto del antipapa Anacleto, que ha-bía sido entronizado tras la expulsión a Francia del papa legítimo, Inocencio II. Sus obras han sido tra-ducidas a muchas lenguas.

“Acuérdate oh Madre Santa, que jamás se oyó decir, que alguno a Ti haya acudi-do, sin tu auxilio recibir”.

LA CORRESPONSABILIDAD SE INICIA EN NOSOTROS

Mi madre acostumbraba decir: “la Caridad empieza en casa”. Teniendo a bien, desde mi perspectiva, esto es la corresponsabilidad y ésta necesita empezar con nosotros. el obispo Helder Camara, de brasil, dijo una vez, “Her- manas y hermanos, observen como viven. sus vidas pue- den ser el único evangelio que sus prójimos lleguen a leer”. Todos somos testigos en cada momento del día.La corresponsabilidad está formada de muchos peque- ños pasos, no de grandes gestos. es tan simple como decir “gracias” a dios cada vez que nosotros compartimos los alimentos o incluso antes del primer sorbo de nuestra taza de café por las mañanas. piense por un momento en cuán-ta gente colaboró con su trabajo para que usted disfrute esta simple taza de café, empezando por los agricultores y obreros que cultivan el grano en algún lugar lejano.Todos nosotros acostumbramos a dar gracias antes de to- mar los alimentos, pero ¿con qué frecuencia damos gra- cias por otras cosas durante el día? Por ejemplo, ¿Cuándo fue la última vez que usted oró mientras llenaba el tanque de su auto con gasolina? Sin contar el decir “Oh, mi Dios como una oración, nosotros damos gracias cuando toma-mos los alimentos. ¿Por qué no dar gracias cuando llena-mos el tanque de nuestro auto con gasolina? Piense en el milagro del petróleo; los millones de años que requiere su formación y el esfuerzo necesario para recuperarlo y destilarlo en el proceso de obtención de la gasolina, qué simple es para nosotros deslizar nuestra tarjeta de crédito y en unos cuantos minutos estar de nuevo en camino, gra-cias a los esfuerzos de mucha gente y a la generosidad de Dios. Así que la próxima vez, y cada vez que ponga gaso-lina a su automóvil, diga una breve oración: “bendícenos, oh Señor, y estos Tus dones, los cuales estamos por recibir de tu bondad”.Si nosotros esparcimos constantemente estas pequeñas se-millas de corresponsabilidad, algo maravilloso germinará.(Agradecemos a Jim Harper, Coordinador de Correspon- sabilidad en la Comunidad Católica de Santa Mónica, en Santa Mónica, California, por el siguiente extracto de uno de los artículos de su boletín “90 Segundos de Corresponsabilidad”).

EXPRESIONES DE CORRESPONSABILIDAD Junio 2014

Somos discípulos de Jesucristo por el Sacramento del Bautismo. Por tanto la pregunta no es si soy o no soy discípulo, sino más bien, ¿qué clase de discípu-lo soy y qué clase de discípulo quiero ser?

San Pablo nos recuerda que los Buenos servidores no tienen miedo a compartir las buenas nuevas de Jesucristo y vivir el mensaje del Evangelio. Se es-fuerzan por vivir el Evangelio sea cómodo o no, sea conveniente o no, si exige gran sacrificio o no. Los buenos servidores siempre tratan de ser discípulos.

Nuestro objetivo es ser una parroquia corresponsable, una comunidad de discípulos notablemente compro-metidos con la oración, el ministerio y el apoyo fi-nanciero. Nuestra parroquia está aquí para ayudarle a crecer en el entendimiento de lo que significa ser un discípulo de Jesucristo completo y proporcionar-le oportunidades para poner sus dones al servicio de

la construc-ción del Rei-no de Dios.

Confiamos en que puede cre-cer y prosperar en nuesra Pa-rroquia. El Se-ñor nos bendi-ce cuando nos esforzamos a conocerlo me-jor. Permite que la Luz del Señor pue-da brillar en tu corazón.

¡Oh Corazón amantísimo de Jesús!, coronado por la Santa Cruz, árbol frondoso que se nutre con tu Sangre Preciosísima!;

en unión de todos los Santos y almas fervorosas que en todos los tiempos y lugares te han amado, te adoro, te amo con todo

mi corazón; y para darte una prueba más patente de mi afecto, renuevo y te ofrezco las promesas que hice en el santo Bautismo, prefiriendo tu gracia y tu amor a todas las riquezas de la tierra.

Dame, en cambio, Señor, los verdaderos tesoros y riquezas ce-lestiales, que son las virtudes de tu divino Corazón que, como

flores olorosas brotan al pie de tu Cruz, rociadas y regadas con tu preciosa Sangre. Amén.

01.06.2014_La Ascensión del SeñorEl tema del «Bautismo en el Espíritu Santo» está vinculado a través de las lecturas al envío de los discípulos al mundo. La promesa del Espíritu Santo es un gran regalo para nosotros. El Espíritu Santo nos fortalece hacia la corresponsabilidad, que va de la mano con la evangelización como individuos y como comunión parroquial. Acoger a los feligreses y a los recién llegados en la Misa, o invitar a aquellos que no asisten a la celebración Eucarística, son formas de evangelización. Demostrar nuestra fe cómo vivimos nuestras vidas es otra forma de encaminar gente hacia el Señor. Las maneras de evangelización con la guía del Espíritu Santo son ilimitadas.08.06.2014_PentecostésLas lecturas se centran en el don de Dios del Espíritu Santo y en la gracia y fortaleza que trajo a los apósto-les y a la Iglesia. San Pablo transmite esto al presente enfatizando que todos los dones espirituales, formas de servicio, y trabajos vienen del mismo Dios, a través de Cristo, y el Espíritu Santo. Nosotros, como cristia-nos corresponsables, agradecemos que cada miembro del Cuerpo de Cristo, a través de la gracia de Dios, es bendecido abundantemente con talentos que pueden ser utilizados para construir la comunidad parroquial. ¿Qué don especial le podemos ofrecer a la Iglesia co-rrespondiendo a las bendiciones que hemos recibido?15.06.2014_Solemnidad de la Santísima TrinidadEn la segunda lectura de hoy, el llamado final de San Pablo es un llamado a la unidad. Dios creó esa unidad. Los buenos corresponsables, quienes comparten la vida de Cristo en la Eucaristía, pertenecen el uno al otro, así como Dios se regocija en la unidad de tres personas, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Nosotros somos una íntima parte de la

relación divina de Dios, de la “familia” de Dios. San Pablo sostiene que nosotros tenemos que actuar de esta manera. En la Iglesia hay una relación familiar, sin embargo, hay abundante espacio para la variedad. Los Cristianos corresponsables usan la variedad de sus dones únicos para vivir una fe Trinitaria, en unidad, promoviendo la paz y la justicia de Cristo. ¿Cómo promovemos nosotros la unidad en nuestra parroquia?22.06.2014_Solemnidad del Corpus ChristiEntre los apremiantes temas Eucarísticos proclamados en las lecturas de hoy, está la noción de “participación” como la encontrada en la carta de San Pablo a los Corintios. Los buenos corresponsables son parte de la familia Eucarística: amorosos, acogedores, serviciales. Una parte importante de vivir como corresponsable proviene de las muchas maneras en las que podemos participar en la vida de la Iglesia. Sin importar cuánto tiempo tenemos para dar, sin importar nuestras habilidades o intereses, sin importar cuál es nuestro nivel de compromiso, hay una manera de participar como buen corresponsable para enriquecer nuestras vidas, y construir el Cuerpo de Cristo.29.06.2014_Solemnidad del San Pedro y San PabloSan Pedro y San Pablo son ejemplo de quienes siguie-ron libremente al Señor. Pedro dejó su hogar y sus redes de pesca. Pablo dejó su hogar y la autoridad le-gal. Dejar lo que es confortable, familiar y cotidiano para seguir a Jesucristo no es fácil. Y para los cristia-nos corresponsables, es una larga jornada y un de safío espiritual. La corresponsabilidad cristiana pide tomar decisiones día a día, para alejarse de los comporta-mientos habituales y comodidades familiares, para seguir a Jesús incluso a lugares que nosotros no ha-bíamos ido. ¿De qué te puedes privar hoy para seguir las huellas de Jesús como lo hicieron Pedro y Pablo?

Para el fin de semana del 31 de octubre/ 1º de noviembre de 2009 Solemnidad de Todos los Santos

En el Evangelio de hoy Jesús inicia el “Sermón en la Montaña,” con las “Bienaventuranzas.” Muchos comentaristas Cristianos creen que estos pequeños mensajes de consuelo y esperanza hablan de la esencia de vivir una vida en Cristo. Pero, ¿qué significa para el Cristiano corresponsable ser pobre en espíritu, tener hambre de justicia, ser humilde, limpio de corazón, o ser un conciliador de paz? Abrazar la corresponsabilidad Cristiana es vivir las Bienaventuranzas, y tornar al revés las expectativas de la sociedad; vivir con valores diferentes, y disponer otros estándares. ¿Qué podemos hacer hoy para ser buenos corresponsables de las Bienaventuranzas?

Para el fin de semana del 7/8 de noviembre de 2009Trigésimo Segundo Domingo del Tiempo Ordinario

Jesús habla a sus discípulos acerca de la pobre viuda que depositó dos sencillas monedas de cobre en el cofre del templo. Él ilustra con esta narración, la enseñanza sobre la corresponsabilidad. A pesar de su pobreza, la pobre viuda en el Evangelio de hoy no rechaza su generosidad para Dios. Aún en su desesperada vida, empobrecida, ella contribuye a una institución terrenal para dar gloria y alabanza a Dios. Lo más importante no es el valor monetario, sino el amor, la confianza y la gratitud expresados a través de la donación. De la misma manera el Evangelio nos hace persuasivas preguntas de corresponsabilidad: ¿qué valoramos nosotros? ¿En qué, o en quién ponemos nuestra confianza? ¿Cómo reflejan nuestra generosidad hacia Dios, las contribuciones que hacemos a nuestra comunidad de fe?

Para el fin de semana del 14/15 de noviembre de 2009Trigésimo Tercer Domingo del Tiempo Ordinario

¿Cómo viviría su día, si supiera que este es su último día de vida en la tierra? Indudablemente, este no sería un día normal. El punto de la lectura del Evangelio de hoy es que el final

UN MOMENTO DE CORRESPONSABILIDAD

del tiempo es siempre inminente. El buen corresponsable permanece piadosamente en alerta, listo para dar cuentas, y vivir cada día en conocimiento del juicio y la salvación por venir. ¿Cómo ejercitamos diariamente la corresponsabilidad en nuestras vidas? ¿Estamos preparados para entregar cuentas? ¿Cómo permitiremos a Cristo trabajar en nosotros, y a través de nosotros, en la preparación para la reconciliación de los cielos y la tierra?

Para el fin de semana del 21/22 de noviembre de 2009Solemnidad de Cristo Rey

La lectura del Evangelio de hoy registra, posiblemente el intercambio de información más importante en toda la literatura, el diálogo entre Jesús y Pilatos. Pilatos asume la conversación en términos terrenales, “rey” político; Jesús, por el contrario, sugiere a Pilatos que él es ese “testimonio verdadero” de un reino totalmente trascendente, aquel que es anunciado por Daniel y la lectura del Libro de las Revelaciones. Esta semana, al aproximarse, la estación de Adviento, podría ser un buen momento para reflexionar acerca de cómo entendemos nuestro rol como corresponsables de este reino trascendente y cómo podemos servir mejor a Cristo para traer este nuevo reino.

Para el fin de semana de 28/29 de noviembre de 2009 Primer Domingo de Adviento

En la segunda lectura de hoy, San Pablo ofrece una profunda bendición a los Tesalonicenses. Él impulsa a la comunidad a continuar mostrando amorosa preocupación por sus miembros y a cuidar de las necesidades de otros. Nosotros atestiguamos por primera vez la espiritualidad de la corresponsabilidad en el trabajo, en una comunidad del Nuevo Testamento que está poniendo la Eucaristía en acción. Prevalece en ella un espíritu de Adviento que transforma y llena con anticipación la venida del Señor Jesús. ¿Qué estamos haciendo para promover este espíritu de corresponsabilidad en nuestras vidas personales y en nuestra comunidad de fe?

Le recomendamos encarecidamente explorar el Foro del ICSC en el sitio www.catholicstewardship.org en el área de “miembros” donde los socios pueden compartir ideas y preguntas. La sección de Corresponsabilidad Parroquial es revisada diariamente por miembros del Comité de Educación y Servicios de Corresponsabilidad Parroquial.

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“Yo soy

el pande vida”Mt 28, 20