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N o 6738 Lunes 24 de mayo de 2010 Serie de disertaciones del Presidente de la SGI APRENDAMOS DE LOS ESCRITOS DE NICHIREN DAISHONIN: LAS ENSEÑANZAS PARA LOGRAR LA VICTORIA <NUEVA SERIE> [13] Sobre la práctica de las enseñanzas del Buda – Parte 1 de 3 Trabajar por el kosen-rufu basados en la inseparabilidad de maestro y discípulo es el factor clave para asegurar nuestra ‘paz y seguridad en esta existencia’ Al examinar [el Sutra del loto], vemos que los que nazcan en esta tierra y crean en dicho sutra [y lo practiquen] cuando este sea propagado en el Último Día de la Ley, serán objeto de odios y de envidias más graves que los que hubo en los tiempos de El Que Así Llega. [...] Cuando uno decide ser discípulo o seguidor laico del devoto que practica el verdadero Sutra del loto de acuerdo con las enseñanzas del Buda, se expone a enfrentar tres clases de enemigos. Por lo tanto, desde el mismo día en que escuchen [y adopten la fe en] este sutra, prepárense totalmente para afrontar las grandes persecuciones de tres clases de adversarios que, con toda seguridad, serán más terribles ahora, tras la muerte del Buda. Mis discípulos ya habían escuchado esta advertencia, pero, así y todo, cuando tuvimos que hacer frente a hostilidades pequeñas y grandes, algunos se sintieron tan aterrorizados y sorprendidos que abandonaron la fe. ¿Acaso no se lo advertí de antemano? He venido enseñándoles, día y noche, las palabras

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No 6738

Lunes 24 de mayo de 2010

Serie de disertaciones del Presidente de la SGI

APRENDAMOS DE LOS ESCRITOS DE NICHIREN DAISHONIN:LAS ENSEÑANZAS PARA LOGRAR LA VICTORIA

<NUEVA SERIE>

[13] Sobre la práctica de las enseñanzas del Buda – Parte 1 de 3

Trabajar por el kosen-rufu basados en la inseparabilidad de maestro y discípulo es el factor clave para asegurar nuestra ‘paz y seguridad en esta existencia’

Al examinar [el Sutra del loto], vemos que los que nazcan en esta tierra y crean en dicho sutra [y lo practiquen] cuando este sea propagado en el Último Día de la Ley, serán objeto de odios y de envidias más graves que los que hubo en los tiempos de El Que Así Llega. [...]

Cuando uno decide ser discípulo o seguidor laico del devoto que practi-ca el verdadero Sutra del loto de acuerdo con las enseñanzas del Buda, se expone a enfrentar tres clases de enemigos. Por lo tanto, desde el mismo día en que escuchen [y adopten la fe en] este sutra, prepárense totalmente para afrontar las grandes persecuciones de tres clases de adversarios que, con toda seguridad, serán más terribles ahora, tras la muerte del Buda. Mis discípulos ya habían escuchado esta advertencia, pero, así y todo, cuando tuvimos que hacer frente a hostilidades pequeñas y grandes, algunos se sintieron tan aterrorizados y sorprendidos que abandonaron la fe. ¿Acaso no se lo advertí de antemano? He venido enseñándoles, día y noche, las palabras textuales del sutra que dicen: «Puesto que el odio y los celos ha-cia este sutra abundan incluso durante la vida de El Que Así Llega, ¡cuán-to peor será después de su muerte!» [...].

¡Realmente, es una época nefasta para vivir en esta tierra! Sin embargo, el Buda me ha encomendado nacer en esta era, y me es imposible contra-decir el deseo del Rey del Dharma. Así, como dicta el sutra, he iniciado la batalla entre las enseñanzas provisionales y la verdadera. Vestido con la armadura de la resistencia y blandiendo la espada de la enseñanza prodi-giosa, he izado el estandarte de los cinco caracteres de Myoho-renge-kyo,

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corazón de los ocho volúmenes del Sutra del loto. Entonces, tensando el arco de la declaración del Buda que dice «todavía no he revelado la ver-dad», y calzando la flecha de «descartar honestamente las enseñanzas pro-visionales», he subido al carruaje tirado por el gran buey blanco y he de-rribado las puertas de las enseñanzas provisionales. Primero ataqué a una y, luego, a otra, hasta refutar a los oponentes de las ocho y de las diez es-cuelas, como Nembutsu, Palabra Verdadera, Zen y Preceptos. Algunos huyeron al instante, otros retrocedieron e incluso hubo quienes, una vez cautivos, decidieron ser mis discípulos. Yo sigo repeliendo sus ataques y venciéndolos, pero existen legiones de contrincantes que se oponen al úni-co Rey del Dharma y al puñado de personas que lo siguen. De modo que la batalla prosigue hasta el día de hoy.

[El gran maestro T’ien-t’ai señaló:] «El Sutra del loto es la enseñanza del shakubuku, la refutación de las doctrinas provisionales». Fiel a la letra de esta declaración de oro, por fin hasta el último de los creyentes de las enseñanzas y escuelas provisionales será vencido y se unirá a las filas del Rey del Dharma. Llegará el tiempo en que toda la población abandonará las diversas clases de vehículos y adoptará el vehículo único de la Budei-dad, y la Ley Mística florecerá en toda la tierra. Cuando todas las personas entonen Nam-myoho-renge-kyo, el viento dejará de azotar y doblegar las ramas, y la lluvia ya no romperá los terrones del suelo con violencia. En-tonces, el mundo será como lo fue en tiempos de Fu Hsi y de Shen Nung. En su actual existencia, la gente se verá libre de desastres e infortunios, y aprenderá el arte de la longevidad. Comprendan que llegará la época de revelar la verdad de que tanto la persona como la Ley son eternas e impe-recederas. No puede haber la menor duda acerca de lo que promete el su-tra: «paz y seguridad en esta existencia».1

Disertación

El ideograma chino con que se escribe myo, de myoho (‘Ley Mística’), tiene el significado de “abrir”, al igual que el ideograma chino con que se escribe el número 8. Se ha levantado el telón del año en que la Soka Gakkai celebra su octogésimo aniversario. En el 2010, todo se abrirá. O, mejor dicho, es el año en que tendremos que abrir el camino hacia la victoria en todas las áreas.

¡Abran el camino con una oración basada en el compromiso compartido por el maestro y el discípulo!

¡Abran el camino con el coraje de arremeter enérgica e intrépidamente! ¡Abran el camino con la sabiduría de percibir la verdad esencial en medio de las

circunstancias cambiantes!

1 Los escritos de Nichiren Daishonin (END), Tokio: Soka Gakkai, 2008, págs. 412-413.

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¡Abran el camino con acciones que revelen seguridad y confianza en ustedes mismos!

Desde la época de su fundador y primer presidente, Tsunesaburo Makiguchi, la Soka Gakkai ha crecido y se ha desarrollado explorando nuevas fronteras del kosen-rufu, siempre manteniendo una relación directa con Nichiren Daishonin y basada en sus escritos, el Gosho. Esto ha sido y será por siempre el punto primordial de la Soka Gakkai. Este espíritu fundacional, que también encierra la clave de la victoria absoluta, se pone de manifiesto en el escrito Sobre la práctica de las enseñanzas del Buda, que estudiaremos durante las tres próximas entregas.

El título de este texto, en forma literal, se podría traducir como “Practicar tal como enseña el Buda”. Aquí, “tal como enseña el Buda” también puede interpretarse como “tal como expone el maestro”. El Daishonin dio a sus discípulos un ejemplo de lo que significa leer la enseñanza correcta del Sutra del loto con la propia vida, y practicar tal como enseña el Buda. Libró una lucha de palabras para “refutar lo erróneo y revelar lo verdadero”, enarbolando el estandarte de la iluminación universal.2 Y lo hizo en el Último Día de la Ley, una “época de conflicto”3 en que las personas pierden de vista la enseñanza correcta del Buda y se dejan ganar por la confusión en las ideas y en el rumbo de la vida, creando como consecuencia un entorno de conflictos incesantes. La gran lucha de refutación —o shakubuku— librada por el Daishonin provocó ataques de los tres enemigos poderosos,4 tal como había predicho el sutra. Sin embargo, el Daishonin demostró la veracidad del Sutra del loto a través de confrontar estas funciones destructivas y de triunfar sobre ellas.

Para nosotros, los que vivimos en la época contemporánea, practicar tal como enseña el Buda significa practicar de acuerdo con las enseñanzas de Nichiren Daishonin.

El último capítulo de la obra Kachi Ron (Teoría del valor), escrita por el señor Makiguchi, concluye con las siguientes palabras, que incluyen este célebre párrafo de Sobre la práctica de las enseñanzas del Buda:

2 Referencia al hecho de que el Sutra del loto abrió el camino para la iluminación de todas las personas, mientras que las enseñanzas provisionales anteriores al Sutra del loto habían negado la posibilidad de la iluminación en esta existencia a las personas de los dos vehículos (los que escuchan la voz y los que toman conciencia de la causa), a las mujeres y a las malas personas.

3 Época de conflicto: Período de disputas y de confrontación. Referencia a una descripción del quinto período de quinientos años que aparece en el Sutra de la gran compilación, que dice que en esta época correspondiente al Último Día de la Ley diversas escuelas budistas rivales se enfrentarán interminablemente, y la enseñanza correcta de Shakyamuni se perderá de vista y se extraviará.

4 Tres enemigos poderosos: Tres clases de personas arrogantes que persiguen a los que propagan el Sutra del loto en la época malvada posterior a la muerte del Buda. Se los describe en la estrofa de veinte versos del capítulo “Aliento a la devoción” (13o) del Sutra del loto. El gran maestro Miao-lo de la China los tipificó en tres categorías: 1) laicos arrogantes; 2) sacerdotes arrogantes; 3) falsos venerables arrogantes.

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Sólo será posible crear una verdadera Tierra de la Luz Tranquila5 que haga posible la felicidad insuperable de todas las personas cuando se difunda ampliamente la enseñanza correcta del budismo, que esclarece la naturaleza fundamental de la existencia humana.

Como escribe el Daishonin: “[El gran maestro T’ien-t’ai señaló:] ‘El Sutra del loto es la enseñanza del shakubuku, la refutación de las doctrinas provisionales’.6 No puede haber la menor duda acerca de lo que promete el sutra: ‘paz y seguridad en esta existencia’”.7

Crear una Tierra de la Luz Tranquila que hiciera realidad la promesa del sutra sobre la verdadera “paz y seguridad en esta existencia” fue el ardiente deseo del fundador de la Soka Gakkai, y fue también la conclusión de su tratado sobre el valor. El señor Makiguchi dio la vida en aras de la lucha por concretar este ideal ya que rehusó transigir ante la persecución injusta que le infligieron las autoridades militares del Japón en tiempos de guerra. Él practicó exactamente de acuerdo con las enseñanzas del Daishonin.

Josei Toda, el segundo presidente de la Soka Gakkai, trazó dos grandes círculos en rojo al lado del título Sobre la práctica de las enseñanzas del Buda, en su ejemplar del Gosho, para destacar la especial importancia de este escrito. Yo, su fiel y leal discípulo, también leí esta obra infinidad de veces, grabando en mi vida el espíritu de refutar lo erróneo en el mundo del Budismo que mostró el Daishonin con su ejemplo.

Recuerdo con afecto haber estudiado Sobre la práctica de las enseñanzas del Buda con mis compañeros miembros, en mi apartamento, cuando era responsable del primer cuerpo de la División Juvenil Masculina. Muchos años después, volví a explicar este escrito para un grupo de representantes de la División de Estudiantes de Enseñanza Media. Nada me produce tanta alegría como estudiar los escritos del Daishonin y ponerlos en práctica junto a los jóvenes que asumirán la responsabilidad del futuro. Espero que los actuales miembros de la División de Jóvenes estudien seriamente la sublime filosofía de Nichiren Daishonin y que, a través de este desafío, fortalezcan su convicción en la fe y cultiven su capacidad de dialogar con elocuencia sobre su práctica budista.

Sobre la práctica de las enseñanzas del Buda esboza de qué manera los discípulos genuinos se esfuerzan por hacer realidad los nobles ideales del budismo, sin temer a las dificultades, tal como les enseña su mentor. Es un importante escrito que —cabe afirmar— contiene la esencia de la inseparabilidad de maestro y discípulo. Grabémoslo firmemente en nuestro corazón, para el desarrollo continuo del kosen-

5 Tierra de la Luz Tranquila: También llamada “Tierra de la Luz Eternamente Tranquila”. Tierra de Buda, donde no hay impurezas ni rige la transitoriedad. En muchos sutras, el mundo saha donde habitan los seres humanos se describe como una tierra impura, colmada de sufrimientos y de ilusiones, mientras que la tierra de Buda se describe como un lugar puro, donde no hay padecimientos ni ignorancia, separado del mundo saha real. Con todo, el Sutra del loto revela que el mundo saha es la tierra de Buda o “Tierra de la Luz Tranquila”, y explica que la naturaleza de una tierra o lugar físico está determinada por la mente o corazón de sus habitantes.

6 T’IEN-T’AI: Profundo significado del “Sutra del loto”. 7 MAKIGUCHI, Tsunesaburo: Kachi Ron (La teoría del valor), edit. por Josei Toda, Tokio: Daisanbunmei-

sha, 1979, pág. 192-193.

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rufu y para la victoria absoluta de la SGI durante el eterno futuro del Último Día de la Ley.

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Al examinar [el Sutra del loto], vemos que los que nazcan en esta tierra [del Japón] y crean en dicho sutra [y lo practiquen] cuando este sea propa-gado en el Último Día de la Ley, serán objeto de odios y de envidias más graves que los que hubo en los tiempos de El Que Así Llega.8

Los desafíos de propagar la Ley Mística en el Último Día

Este escrito, fechado en mayo de 1273, fue redactado en Ichinosawa, isla de Sado, durante el exilio de Nichiren Daishonin. Como indica la carta adjunta al final, está dirigido a todos sus seguidores, y lleva esta instrucción: “Conserven esta carta en su poder en todo momento y léanla constantemente”.9 En esta misiva, el Daishonin alienta a sus discípulos a seguir su ejemplo y practicar el Sutra del loto tal como enseña el Buda, y a mantener la fe con diligencia.

En la época del Daishonin, el exilio a Sado equivalía a la pena de muerte; la mayoría de los condenados al destierro en esa isla inclemente jamás regresaban con vida. La vida del Daishonin peligró constantemente durante toda su estadía en dicho lugar. En Sobre la profecía del Buda, fechado un mes después (en el mes intercalar de mayo de 1273), escribe: “Mis posibilidades de sobrevivir este año o, incluso, este mes son de una en diez mil”.10

Sin arredrar ante las privaciones e inclemencias inconcebibles que debió afrontar, el Daishonin proclamó su lucha como Buda del Último Día de la Ley, para disipar la oscuridad que rodeaba a la humanidad con la luz de la iluminación universal. Un año antes, en febrero de 1272, había escrito La apertura de los ojos, que revela el objeto de devoción desde el punto de vista de la Persona.11 A esto siguió, un mes antes, El objeto de devoción para observar la vida, que revela dicho objeto desde el punto de vista de la Ley.12 Estos dos tratados capitales le permitieron al Daishonin establecer el marco doctrinal de su enseñanza para la iluminación de todas las personas a lo largo del futuro distante.

El resto, a partir de entonces, quedaba en manos de sus discípulos. Sabía que todo dependería de aquellas personas que tuvieran genuino compromiso con la

8 END, pág. 412.9 Ib., pág. 417.10 Ib., pág. 423.11 El objeto de devoción desde el punto de vista de la Persona: El Daishonin esclarece que él es el Buda del

Último Día de la Ley, poseedor de las tres virtudes de soberano, maestro y padre, quien guiará a la iluminación a todos los habitantes del Último Día.

12 El objeto de devoción desde el punto de vista de la Ley: El Daishonin revela que Nam-myoho-renge-kyo es la Ley fundamental para el logro de la Budeidad que deben respetar y venerar todas las personas del Último Día.

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enseñanza correcta. Si esos discípulos se ponían en acción, el kosen-rufu podría lograrse sin falta. Esta convicción del Daishonin se transmite con enorme vitalidad en Sobre la práctica de las enseñanzas del Buda y en Sobre la profecía del Buda.

Podría decirse que estos dos escritos constituyen las palabras perdurables de orientación del Daishonin a todos sus discípulos. Sobre la práctica de las enseñanzas del Buda representa un apasionado alegato a sus discípulos, donde el Daishonin los exhorta a consagrarse a la Ley con empeño y dedicación altruista. Les dice que ése es el momento de ponerse de pie y emprender la práctica del shakubuku; es decir, el esfuerzo por refutar las enseñanzas erróneas que prevalecían en el mundo budista de esa época.

En cambio, Sobre la profecía del Buda insta a hacer realidad el ideal de la transmisión hacia el oeste de la enseñanza budista correcta, y a propagarla en forma universal en todo el mundo durante el futuro distante.

En otras palabras, la grandiosa visión de un budismo del pueblo expuesto por Nichiren Daishonin, una enseñanza para la iluminación de todos los seres humanos, sólo podrá lograrse cuando haya genuinos discípulos; es decir, discípulos que luchen por el kosen-rufu “como Nichiren” o “con el mismo espíritu que Nichiren”. Por eso, el Daishonin seriamente invita a sus discípulos a asumir la noble tarea de promover el kosen-rufu en el Último Día con la postura de no escatimar la vida.

En el inicio de esta carta, el Daishonin escribe: “Los que nazcan en esta tierra y crean en dicho sutra cuando este sea propagado en el Último Día de la Ley, serán objeto de odios y de envidias más graves que los que hubo en los tiempos de El Que Así Llega”.13 Esto se basa en el pasaje del Sutra del loto que afirma: “Puesto que el odio y los celos hacia este sutra abundan incluso durante la vida de El Que Así Llega, ¡cuánto peor será después de su muerte”.14

El propósito con que el Daishonin expresa esta declaración es profundizar en sus seguidores la conciencia de que su misión es propagar la Ley Mística en esta época, y prepararlos para la oposición que esta iniciativa habrá de despertar en el transcurso.

Los cobardes o faltos de determinación, los que temen a las adversidades, no pueden sostener la monumental labor del kosen-rufu.

Los verdaderos discípulos son los que se ponen de pie con el mismo compromiso ardiente que el Daishonin, dispuestos a guiar a las personas a la iluminación, y los que poseen la intrépida fuerza de enfrentar obstáculos de lleno, con dedicación abnegada y altruista. La alegría de luchar junto a nuestro mentor, compartiendo su mismo objetivo, es también una fuente de fortaleza ilimitada que nos ayuda a superar toda suerte de obstáculos. 13 END, pág. 412.14 Nota de los Editores del SGI Newsletter: A partir del 2010, todas las citas del Sutra del loto se extraerán

de la obra The Lotus Sutra and Its Opening and Closing Sutras (El Sutra del loto y sus sutras de inicio y de cierre), trad. por Burton Watson, Tokio: Soka Gakkai, 2009. Para abreviar, en lo sucesivo se mencionará sólo el título, el capítulo y el número de página. Durante un breve lapso, además, se seguirá incluyendo entre corchetes el número de capítulo y de página correspondiente a la obra anterior, The Lotus Sutra (Sutra del loto), trad. por Burton Watson, Tokio: Editorial de la Universidad de Columbia, 1993). Con respecto a la cita de la referencia, corresponde a El Sutra del loto y sus sutras de inicio y de cierre, cap. 10, pág. 203 [Sutra del loto, cap. 21, pág. 164].

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En el pasaje siguiente, el Daishonin explica por qué los practicantes del Sutra del loto están destinados a encontrar en la malvada época del Último Día una oposición mucho más intensa que en el propio tiempo de Shakyamuni. Entre ambos períodos hay diferencias significativas. Ante todo, la persona que expuso la Ley en la época de Shakyamuni fue el Buda, mientras que el individuo que lo hace en el Último Día es “un practicante común”. Asimismo, los discípulos de la época de Shakyamuni eran “grandes bodhisattvas y hartas”,15 mientras que los discípulos del Último Día “provienen de la población sujeta a la maldad y manchada por los tres venenos”.16 Aun en la época en que el Buda predicaba la Ley y sus enseñanzas eran practicadas por discípulos sobresalientes, había muchos que sentían celos y envidia de él y de su comunidad de creyentes. El Daishonin observa que es natural, entonces, que surja mayor hostilidad y mayor resentimiento en el Último Día, cuando la Ley es expuesta por un maestro que se presenta visiblemente como una persona común y cuyos discípulos son practicantes inmersos en los tres venenos del odio, la codicia y la estupidez.

Por lo tanto, observa: “La gente se aparta del buen maestro y se relaciona con mentores perversos”.17 Aun cuando algunas personas tengan la fortuna de conocer al buen maestro Nichiren Daishonin, su incapacidad de distinguir correctamente el bien del mal y lo verdadero de lo falso las lleva a distanciarse de él, y a adoptar, en cambio, mentores distorsionados. Esa es la penosa realidad del Último Día.

***

Lo que es más, cuando uno decide ser discípulo o seguidor laico del de-voto que practica el verdadero Sutra del loto de acuerdo con las enseñan-zas del Buda, se expone a enfrentar tres clases de enemigos [poderosos]. Por lo tanto, desde el mismo día en que escuchen [y adopten la fe en] este sutra, prepárense totalmente para afrontar las grandes persecuciones de tres clases de adversarios que, con toda seguridad, serán más terribles aho-ra, tras la muerte del Buda. Mis discípulos ya habían escuchado esta ad-vertencia, pero, así y todo, cuando tuvimos que hacer frente a hostilidades pequeñas y grandes, algunos se sintieron tan aterrorizados y sorprendidos que abandonaron la fe. ¿Acaso no se lo advertí de antemano? He venido enseñándoles, día y noche, las palabras textuales del sutra que dicen: «Puesto que el odio y los celos hacia este sutra abundan incluso durante la

15 Arhat: Aquel que ha llegado al más elevado de los cuatro niveles que pueden alcanzar los que escuchan la voz, mediante la práctica de las enseñanzas del Hinayana; es decir, es el nivel más alto de iluminación que contempla el Hinayana.

16 Tres venenos: Codicia, odio y estupidez. Males fundamentales inherentes a la vida, que dan origen al sufrimiento humano. En el Tratado sobre la gran perfección de la sabiduría, de Nagarjuna, se los considera la fuente de todas las ilusiones y deseos mundanos. Se los llama así porque contaminan la vida de la gente y le impiden inclinar su mente y sus sentimientos hacia la bondad. Con respecto a la cita, véase END, pág. 412.

17 Ib.

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vida de El Que Así Llega, ¡cuánto peor será después de su muerte!».18

“¡No teman, pase lo que pase!”

Este pasaje de Sobre la práctica de las enseñanzas del Buda se ha convertido en un inolvidable punto de referencia para mí. Poco después de mi trascendental primer encuentro con el señor Toda, y de haber emprendido el camino de la fe como miembro de la Soka Gakkai, aprendí de memoria esta frase y la grabé en lo más hondo de mi pecho.

El Daishonin claramente indica que aquellos que practiquen tal como enseña el Buda se exponen a ser atacados por los tres enemigos poderosos y a enfrentar persecuciones aun más graves que las que ocurrían en tiempos de Shakyamuni. Yo acepté esta advertencia y decidí dedicarme al kosen-rufu con la postura de un revolucionario dispuesto a dar la vida por dicha causa, si eso llegara a ser necesario. Era discípulo del señor Toda, un gran líder del kosen-rufu que había ido a la cárcel en nombre de sus creencias y que estaba librando una lucha espiritual de enorme heroísmo. Sabía que si jugaba mi suerte al lado de un maestro así, casi con seguridad tendría que enfrentar persecuciones de gran magnitud en el futuro. Pero yo juré fervientemente que, cuando llegaran esas horas, me mantendría imperturbable, sin el menor asomo de temor.

Desde luego, el budismo no es una enseñanza que glorifica el martirio. El verdadero significado de la “dedicación altruista a propagar la Ley” y de “esforzarse con la postura de no escatimar la vida” está en consagrarse sin interrupción en bien del kosen-rufu mientras vivimos nuestra existencia al máximo, para hacer realidad la visión de nuestro mentor y para perpetuar la Ley.

En este pasaje, el Daishonin refuta la debilidad interior de esos discípulos que cometen la necedad de dejarse ganar por su miedo y su cobardía, y, en nombre de estas consideraciones, abandonan la fe cuando comienzan a aparecer las persecuciones, grandes o pequeñas.

El señor Toda era increíblemente estricto cuando disertaba sobre este pasaje. Recuerdo una vez que estudiamos este escrito en una pequeña sala de su empresa, en el barrio tokiota de Ichigaya. Habló con gran pasión, tratando de imbuir en sus valientes discípulos el riguroso camino que implicaba practicar el budismo de Nichiren Daishonin. “¡No teman, pase lo que pase! ¡Jamás retrocedan un solo paso!”, dijo ese día. Su orientación era tan estricta, precisamente porque él había heredado fielmente la postura de fe del Daishonin.

Recuerdo que sus palabras me conmovieron, me sacudieron poderosamente… Por primera vez descubría el rigor y el compromiso de la fe genuina, y entendía que el verdadero propósito de las actividades de Gakkai concordaba de manera precisa con las enseñanzas del Daishonin.

18 El Sutra del loto y sus sutras de inicio y de cierre, cap. 10, pág. 203 [Sutra del loto, cap. 10, pág. 164]. El fragmento del Gosho corresponde a Sobre la práctica de las enseñanzas del Buda, en END, pág. 412.

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Al final de este pasaje de Sobre la práctica de las enseñanzas del Buda, el Daishonin afirma que él ha venido advirtiendo de esto a sus seguidores, día y noche: “Puesto que el odio y los celos hacia este sutra abundan incluso durante la vida de El Que Así Llega, ¡cuánto peor será después de su muerte”. Pero esta reiterada advertencia citando el sutra sólo obedece al deseo de que sus discípulos permanezcan imperturbables ante la persecución.

En cuanto a los tres enemigos poderosos, son manifestaciones de la función que llamamos “Rey Demonio del Sexto Cielo” o “demonio celestial”,19 que es el más temible de los tres obstáculos y los cuatro demonios.20 Desde su punto de vista como mentor que libraba una lucha inclemente contra el ataque de estos tres tipos de enemigos, el Daishonin constantemente advertía a sus seguidores que tendrían que enfrentar obstáculos mucho peores que los que acaecían en la época de Shakyamuni. Así y todo, algunos de ellos se entregaron al temor y dejaron de practicar. Esta remisión llegó hasta tal punto, que el propio Daishonin mencionó “las novecientas noventa y nueve personas de cada mil que abandonaron la fe [cuando fue arrestado]”.21

Que los discípulos triunfen sobre las funciones destructivas o sean vencidos por ellas tendrá un impacto decisivo en la propagación de la Ley Mística durante el Último Día. Nada es tan doloroso para un maestro como ver que sus discípulos se entregan y sucumben a tales obstáculos.

En La apertura de los ojos, el Daishonin también escribe:

Aunque mis discípulos y yo encontremos toda clase de dificultades, si no albergamos dudas en nuestro corazón manifestaremos la Budeidad en forma natural. No duden tan sólo porque el cielo no les brinde su protección; no se desalienten tan sólo porque en esta existencia su vida no sea cómoda y segura. Es lo que he venido enseñando a mis discípulos día y noche, y sin embargo, han comenzado a albergar dudas y a abandonar la fe. Cuando llega el momento crucial, los necios tienden a olvidar sus promesas.22

Este pasaje describe cuán fácil les resulta a las personas perder el valor cuando realmente hace frente a la persecución y las dificultades. Cuando surgen las

19 Rey Demonio del Sexto Cielo: También conocido como Rey Demonio o demonio celestial. Soberano de las funciones demoníacas, que habita en el sexto cielo del mundo del deseo, el más alto de todos. También se lo llama “El Que Goza Manipulando a Su Voluntad el Producto de las Cosas Conjuradas por Otros”, el rey que utiliza a su placer el fruto del esfuerzo ajeno. Asistido por incontables funciones subsidiarias, obstruye la práctica budista y disfruta consumiendo la vitalidad de otros seres. Este Rey Demonio personifica la tendencia negativa a imponer la propia voluntad sobre los demás a cualquier costo.

20 Tres obstáculos y cuatro demonios: Diversas obstrucciones e impedimentos que se interponen en la práctica budista de los creyentes. Los tres obstáculos son: 1) el obstáculo de los deseos mundanos; 2) el obstáculo del karma; 3) el obstáculo de la retribución. Los cuatro demonios son: 1) el impedimento de los cinco componentes; 2) el impedimento de los deseos mundanos; 3) el impedimento de la muerte; 4) el impedimento del Rey Demonio.

21 Véase END, pág. 491.22 Ib., pág. 300.

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persecuciones o la adversidad, ese es el “momento crucial”, el momento en que nuestra fe es puesta a prueba.

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¡Realmente, es una época nefasta para vivir en esta tierra! Sin embargo, el Buda me ha encomendado nacer [aquí] en esta era, y me es imposible contradecir el deseo del Rey del Dharma [es decir, el Buda]. Así, como dicta el sutra [del Loto], he iniciado la batalla entre las enseñanzas provi-sionales y la verdadera. Vestido con la armadura de la resistencia y blan-diendo la espada de la enseñanza prodigiosa [de la Ley Mística], he izado el estandarte de los cinco caracteres de Myoho-renge-kyo, corazón de los ocho volúmenes del Sutra del loto. Entonces, tensando el arco de la decla-ración del Buda que dice ‘todavía no he revelado la verdad’,23 y calzando la flecha de ‘descartar honestamente las enseñanzas provisionales’,24 he subido al carruaje tirado por el gran buey blanco25 y he derribado las puer-tas de las enseñanzas provisionales. Primero ataqué a una y, luego, a otra, hasta refutar a los oponentes de las ocho y de las diez escuelas, 26 como Nembutsu [Tierra Pura], Palabra Verdadera, Zen y Preceptos. Algunos huyeron al instante, otros retrocedieron e incluso hubo quienes, una vez cautivos, decidieron ser mis discípulos. Yo sigo repeliendo sus ataques y venciéndolos, pero existen legiones de contrincantes que se oponen al úni-co Rey del Dharma y al puñado de personas que lo siguen. De modo que la batalla prosigue hasta el día de hoy.27

La verdadera naturaleza de la “batalla entre las enseñanzas provisionales y la enseñanza verdadera”

23 Verso del Sutra de los infinitos significados. “En estos más de cuarenta años, todavía no he revelado la verdad” (véase El Sutra del loto y sus sutras de inicio y de cierre, pág. 15), dice Shakyamuni, y con ello indica que todas las enseñanzas expuestas por él durante las cuatro décadas anteriores habían sido medios hábiles o conducentes, y que hasta ese momento aún no había enunciado la verdad.

24 Nichiren Daishonin cita, aquí, la frase «descartando honestamente los medios hábiles», del capítulo segundo del Sutra del loto, con una ligera variación en el texto. (Véase ib., cap. 2, pág. 79 o Sutra del loto, cap. 2, pág. 44). Con estas palabras, Shakyamuni también indica que las doctrinas expuestas en los cuarenta años precedentes eran de naturaleza provisional, y que, por tal razón, debían descartarse.

25 El «carruaje tirado por un gran buey blanco» simboliza el vehículo supremo de la Budeidad, descrito en la parábola de los tres carros y la casa en llamas, que aparece en el capítulo «Parábolas y semejanzas» del Sutra del loto.

26 Ocho o diez escuelas: Las “ocho escuelas” son las ocho principales corrientes del budismo japonés que se encontraban bien establecidas durante el período Kamakura (1185-1333). A saber: Tesoro del Análisis del Dharma, Establecimiento de la Verdad, Preceptos, Características del Dharma, Tres Tratados, Guirnalda de Flores, Tendai y Palabra Verdadera. Si se suman dos escuelas más que surgieron a comienzos del período Kamakura —la escuela Nembutsu o Tierra Pura, y la escuela Zen— se obtienen las “diez escuelas”, término colectivo muy empleado en las obras budistas del Japón.

27 END, pág. 413.

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En este pasaje, el Daishonin declara que ha puesto en marcha la “batalla” entre las enseñanzas provisionales y la enseñanza verdadera.28 También responde la pregunta que hacían muchos en la sociedad de esa época: por qué aquellos que practican el Sutra del loto tal como enseña el Buda deben enfrentar la feroz oposición de los tres enemigos poderosos, aun cuando el sutra les promete “paz y seguridad en esta existencia”. En este escrito, el Daishonin aborda la pregunta desde tres puntos de vista distintos.

En primer lugar, cita los ejemplos de practicantes budistas de la antigüedad, como Shakyamuni, el bodhisattva Jamás Despreciar (que representa a Shakyamuni en una existencia anterior),29 el sacerdote chino Chu Tao-sheng,30 el maestro del Tripitaka Fa-tao,31 el venerable Aryasimha,32 el gran maestro T’ien-t’ai de la China,33 y el gran maestro Dengyo del Japón,34 entre otros. Aunque todos ellos fueron devotos del Sutra del loto que practicaron de acuerdo con las enseñanzas del Buda —observa el Daishonin—, se vieron expuestos a una dura persecución.35

28 Las enseñanzas provisionales son aquellas que el buda Shakyamuni expuso como medios conducentes, para guiar a la personas hacia la doctrina verdadera. Según lo expuesto por T’ien-t’ai, en esta categoría entran todas las enseñanzas anteriores al Sutra del loto. Las enseñanzas provisionales revelan sólo aspectos parciales de la verdad con respecto a la cual se iluminó el Buda. En cambio, la enseñanza verdadera es aquella en la cual el buda Shakyamuni reveló su iluminación en forma directa, exponiendo en su totalidad la verdad hacia la cual se había esclarecido. T’ien-t’ai definió que la enseñanza verdadera era el Sutra del loto.

29 Bodhisattva Jamás Despreciar: Bodhisattva descrito en el capítulo homónimo (20o) del Sutra del loto. Este practicante, que era Shakyamuni en una existencia anterior, se inclinaba en reverencia ante cada persona que encontraba. Sin embargo, la respuesta de las personas arrogantes era atacarlo con palos y varas, y apedrearlo. El sutra explica que su práctica de respetar la naturaleza de Buda en cada persona fue la causa que le permitió lograr la Budeidad.

30 Chu Tao-sheng (m. 434): También conocido como Tao-sheng. Discípulo de Kumarajiva, en la China. Sostuvo que todas las personas poseían la naturaleza de Buda y que aun los icchantikas, o personas de incredulidad incorregible, podían lograr la Budeidad. Los sacerdotes más veteranos lo atacaron por sus ideas y lo expulsaron de la orden sacerdotal; entonces, se retiró a una montaña en Su-chou (en la actual provincia china de Suzhou).

31 Fa-tao (1086-1147): Sacerdote que refutó al emperador Hui-tsung de la China durante la dinastía Sung, cuando este decidió apoyar el taoísmo e intentó reprimir la práctica budista. A raíz de esta audacia, fue marcado en el rostro y desterrado.

32 Aryasimha (s. f.): Último de los veintitrés o veinticuatro sucesores del Buda, que vivió en la India central durante el siglo VI. Cuando Aryasimha se encontraba propagando el budismo en Cachemira, en la antigua India, el rey Mirakutsu, hostil a estas enseñanzas, destruyó muchos templos y stupas budistas, y ejecutó a numerosos monjes. Aryasimha se contó entre los sacerdotes decapitados por el monarca.

33 T´ien-t´ai (538-597): También conocido como Chih-i. Fundador de la escuela T’ien-t’ai de budismo chino. Se lo suele llamar “gran maestro T’ien-t’ai”. Sus conferencias fueron compiladas en textos como Profundo significado del “Sutra del loto”, Gran concentración e introspección, y Palabras y frases del “Sutra del loto”. Propagó el Sutra del loto en la China y estableció la doctrina de los tres mil estados contenidos en cada instante de la vida.

34 Dengyo (767-822): También conocido como Saicho. Fundador de la escuela Tendai (T’ien-t’ai) en el Japón. A menudo se lo llama “gran maestro Dengyo”. Refutó los errores de las seis escuelas de Nara —las escuelas budistas establecidas en esa época—, proclamó la validez del Sutra del loto y se dedicó a fundar un centro de ordenación del Mahayana en el monte Hiei.

35 En Sobre la práctica de las enseñanzas del Buda, el Daishonin escribe: “El buda Shakyamuni enfrentó nueve grandes pruebas a causa del Sutra del loto. El bodhisattva Jamás Despreciar, de manera similar, fue atacado con palos, lajas y piedras. Chu Tao-sheng fue expulsado a una montaña en Su-chou; Fa-tao, maestro del Tripitaka, fue azotado en pleno rostro, y el honorable Aryasimha fue decapitado. El gran maestro T’ien-t’ai sufrió la oposición de las tres escuelas del sur y las siete escuelas del norte [de la China], y el gran maestro Dengyo fue odiado por las seis escuelas [de Nara]. El Buda y estos bodhisattvas y grandes venerables fueron todos devotos del Sutra del loto y, sin embargo, tuvieron que enfrentar grandes persecuciones”. Véase ib., págs. 412-413.

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En segundo lugar, el Daishonin explica que quien es el verdadero devoto del Sutra del loto en el Último Día emprende la “batalla entre las enseñanzas provisionales y la enseñanza verdadera”, de acuerdo con la voluntad del Buda, e inicia amplias actividades para propagar la Ley Mística. Esto se encuentra en el pasaje que estamos estudiando en esta entrega.

En tercer lugar, el Daishonin declara que un devoto genuino del Sutra del loto en el Último Día de la Ley aspira a concretar una sociedad realmente ideal, corporificando el principio de que “tanto la persona como la Ley son eternas e imperecederas”.36 Asimismo, esclarece que esa sociedad ideal será la que concuerde perfectamente con la descripción del Sutra del loto en cuanto a la “paz y seguridad en esta existencia”.

El fragmento que estamos considerando ahora, y que expone el segundo punto de vista, aclara la esencia de la propia lucha que libró el Daishonin como devoto del sutra. Indica que, lejos de esperar que lleguen las adversidades con actitud pasiva, ha emprendido activamente la “batalla entre las enseñanzas provisionales y la verdadera”.

El Último Día queda resumido en la frase: “Esta es la época de conflicto en la cual se pierde la Ley pura”.37 En otras palabras, el Último Día es el período en que el budismo cae en franca declinación y en que se expone al riesgo de perecer. Se instala la confusión en los criterios para diferenciar la enseñanza correcta del Buda, y las escuelas rivales provocan constantes disputas y confrontaciones sobre la validez de las diversas enseñanzas que propugnan. Además de esta confusión y este desorden en lo concerniente al budismo, también el pueblo vive en el desorden y la inestabilidad, y como resultado de ello, la sociedad y la tierra peligran.

En una época así, cuando la Ley está a punto de desaparecer en la sociedad, los devotos del Sutra del loto inician el desafío de rebatir los errores doctrinales del budismo y esclarecer la enseñanza correcta, para impedir que se pierda para siempre. También proclaman el ideal de establecer la enseñanza correcta para asegurar la paz en la tierra, librar al pueblo del sufrimiento y detener la decadencia del país.

A esto se refiere la expresión “practicar como enseña el Buda”. En el Sutra del loto, Shakyamuni se dirige a sus discípulos bodhisattvas y los exhorta a iniciar esta lucha después de su muerte. Por eso, el Daishonin alude al “deseo del Rey del Dharma” y a lo que el Buda le ha “encomendado”.38

En el Sutra del loto, Shakyamuni señala que, en el conjunto de enseñanzas que él ha predicado, están las que expuso a título provisional (enseñanzas provisionales, o de los tres vehículos) y la que contiene su verdadero propósito (el vehículo único o la enseñanza verdadera).39 A continuación, indica que, después de su muerte, sus discípulos deben honestamente descartar las enseñanzas preparatorias y propagar sólo el vehículo único del Sutra del loto. Por ende, emprender la “batalla entre las 36 Véase ib, pág. 413.37 Ib.38 Ib.39 Los tres vehículos son las enseñanzas expuestas para los discípulos que escuchan la voz, para los que

toman conciencia de la causa y para los bodhisattvas. El vehículo único de la Budeidad denota la enseñanza que permite a todas las personas lograr la iluminación, y corresponde al Sutra del loto.

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enseñanzas provisionales y la verdadera”, para trazar una clara distinción entre ambas, es deber de los devotos del Sutra del loto, que aparecen en el Último Día, cuando la Ley corre el riesgo de desaparecer. El propósito de esta contienda es únicamente impedir que perezca la enseñanza correcta.

Quienes esclarecen las diferencias entre las enseñanzas provisionales y la enseñanza verdadera en el Último Día, cuando las doctrinas del Buda se encuentran en total estado de desorden, sin falta provocarán hostilidad y resentimiento en las escuelas budistas establecidas, cuya autoridad religiosa se basa en la supuesta supremacía de los distintos sutras provisionales. Sin falta, su iniciativa será correspondida con un alud de críticas, incomprensión y persecuciones. Así pues, los que libren esa “batalla” deberán hacerlo con la conciencia de que esta es una “época nefasta”, y ponerse la “armadura de la resistencia”, para poder sobrellevar el feroz ataque que, inevitablemente, recaerá sobre ellos.

El arma más poderosa en esta “batalla” es justamente el Sutra del loto, en que el buda hace una clara distinción entre las enseñanzas provisionales y la enseñanza verdadera. De aquí que el Daishonin use la expresión “la espada de la enseñanza prodigiosa”. Nada puede rebatir o refutar el error tan incisivamente como las propias palabras del Buda. La práctica del shakubuku, la refutación de las enseñanzas budistas erróneas, es en última instancia una contienda inspirada en el amor compasivo, y que se libra con la fuerza de la razón. Si esa confrontación se llegase a librar con cualquiera otra herramienta que no sea la razón —si, por ejemplo, recurriera a la autoridad, el poder o la fuerza bruta—, no sería una batalla de ideas comandada por el Buda. Recurrir a estos medios equivaldría a negar el mismísimo budismo, e indicaría la declinación más deplorable de la Ley, en el Último Día.

El “estandarte de los cinco caracteres de Myoho-renge-kyo, corazón de los ocho volúmenes del Sutra del loto”, se refiere al daimoku de Nam-myoho-renge-kyo, que es la esencia de dicho sutra. Es el estandarte de las fuerzas que defienden la enseñanza correcta. Es el “estandarte de la propagación del Sutra del loto”,40 izado por los practicantes que proclaman ampliamente la Ley Mística, una enseñanza de iluminación universal, y refutan el error que sume a las personas en el sufrimiento.

Los “cinco caracteres de Myoho-renge-kyo” son el nombre de la naturaleza de Buda en todos los seres vivos,41 y entonar Nam-myoho-renge-kyo es la práctica que hace posible que nosotros y los demás manifestemos esta naturaleza de Buda desde nuestro interior. Esto significa que cada uno de nosotros tiene el poder de desplegar en su vida el estandarte de la victoria. En definitiva, la “batalla entre las enseñanzas provisionales y la enseñanza verdadera” es una lucha por la victoria humana, en la cual aspiramos a superar todos los sufrimientos y desventuras, y a abrir el camino 40 END, pág. 872.41 En Conversación entre un venerable y un hombre no iluminado, el Daishonin escribe: “Nam-myoho-

renge-kyo es la naturaleza de Buda que existe en todos los seres vivientes. La naturaleza de Buda es la naturaleza del Dharma, y esta última es la iluminación [...]. Esa naturaleza de Buda que poseen todos los seres responde al nombre de Myoho-renge-kyo. Por lo tanto, si usted recita las palabras del daimoku una sola vez, estará llamando y congregando a su alrededor la naturaleza de Buda de todos los seres vivos. En ese momento, se manifestarán y se harán visibles los tres cuerpos de la naturaleza del Dharma que hay en su interior —el cuerpo del Dharma, el cuerpo de la recompensa y el cuerpo manifiesto—. A esto se le llama lograr la Budeidad”. Véase END, págs. 136-137.

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hacia la dicha absoluta de todos, mediante la seria y sincera práctica del daimoku basada en la firme fe en la Ley Mística.

El devoto que enarbola el “estandarte de los cinco caracteres de Myoho-renge-kyo” puede derribar las funciones demoníacas o destructivas empleando “el arco y la flecha” de las palabras del Buda: “Todavía no he revelado la verdad”, y “honestamente descartando las enseñanzas provisionales”.42

A la vez, el “carruaje tirado por el gran buey blanco” denota el vehículo único del Sutra del loto, que puede transportar a la iluminación a todas las personas. Es un vehículo de magnífico tamaño y ornamento, que imparte paz espiritual a todos los que viajen en él. Puede dirigirse a cualquier destino sin limitaciones, en total libertad, para liberar del sufrimiento a los seres.43

El Daishonin afirma: “He subido al carruaje tirado por el gran buey blanco y he derribado las puertas de las enseñanzas provisionales. Primero ataqué a una y, luego, a otra, hasta refutar a los oponentes de las ocho y de las diez escuelas. [...] De modo que la batalla prosigue hasta el día de hoy”.44 Este pasaje transmite el dinamismo y el ilimitado vigor del Daishonin. En él, vibran la pasión y la energía ilimitada de luchar sin desmayo en bien del kosen-rufu. Las palabras del Daishonin tienen el propósito de arrasar con todas las dudas de los que se preguntan por qué aquellos que practican el Sutra del loto tal como enseña el Buda no gozan de “paz y seguridad en esta existencia” [porque trabajar sinceramente por el kosen-rufu constituye en sí mismo una existencia pacífica y segura]. Las actividades que venimos realizando los miembros de la SGI, desde los días fundacionales de nuestro movimiento, reflejan el mismo vigor y la misma fortaleza que aquí nos transmite el Daishonin.

El señor Toda decía acerca de este fragmento: “No debemos dejar pasar ningún error pernicioso. Tenemos que estar a la ofensiva con este tipo de distorsiones, seguir avanzando y refutarlos en forma exhaustiva”. El señor Toda era un líder dedicado a guiar a todas las personas a la felicidad genuina y duradera. También fue un gran combatiente, decidido a refutar lo erróneo y revelar lo verdadero en el plano del budismo. Siempre latía en él esta postura de rectificación, de confrontar las distorsiones doctrinales y refutar los errores en este terreno. El espíritu de Gakkai es, precisamente, el compromiso activo de refutar y enmendar el error en el plano de las enseñanzas budistas. Y también es la actitud primordial de la División de Jóvenes.

En este pasaje, el Daishonin también habla de repeler los ataques de los enemigos y de vencerlos. En especial, quiero que nuestros miembros de la División de Jóvenes emulen este espíritu y posean la determinación inquebrantable de seguir luchando, hasta que queden erradicadas todas las raíces del mal que ocasionan sufrimiento y aflicciones al pueblo. Para lograr el kosen-rufu, debemos vencer la negatividad o naturaleza demoníaca que anida y prolifera en el corazón humano.

42 Véanse las notas al pie 23 y 24, respectivamente.43 El Daishonin escribe: “Estos grandes carruajes tirados por bueyes blancos pueden volar a voluntad por el

cielo de la naturaleza esencial de los fenómenos”. Véase The Writings of Nichiren Daishonin, vol. 2, pág. 976.

44 END, pág. 413.

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Al término de este pasaje, el Daishonin expresa: “Existen legiones de contrincantes que se oponen al único Rey del Dharma y al puñado de personas que lo siguen. De modo que la batalla prosigue hasta el día de hoy”.45 Los tres primeros presidentes de la Soka Gakkai, relacionados por profundos lazos de maestro y discípulo, siempre actuaron con la determinación invencible de seguir luchando por el kosen-rufu. En una época atravesada por la ideología imperialista del Japón militar, el señor Makiguchi se puso de pie por sí solo, valientemente, para revivir el budismo del Daishonin en los tiempos contemporáneos. El señor Toda también se levantó solo en un Japón devastado por la derrota bélica, a reconstruir la Soka Gakkai y lograr su objetivo: llevar la membrecía de la organización a setecientas cincuenta mil familias. Y yo, el tercer presidente, me puse de pie por mí mismo como discípulo del señor Toda, y emprendí una travesía histórica en pos del kosen-rufu mundial.

El kosen-rufu es una lucha perpetua entre las fuerzas de la Budeidad y las fuerzas destructivas. Es tal como dice este escrito: “La batalla prosigue hasta el día de hoy”. El verdadero esplendor de la Budeidad refulge en esta postura de desafío permanente. Es algo que ejemplifican con elocuencia todos aquellos cuya práctica concuerda con la enseñanza del Buda.

***

[El gran maestro T’ien-t’ai señaló:] «El Sutra del loto es la enseñanza del shakubuku, la refutación de las doctrinas provisionales». Fiel a la letra de esta declaración de oro, por fin hasta el último de los creyentes de las enseñanzas y escuelas provisionales será vencido y se unirá a las filas del Rey del Dharma. Llegará el tiempo en que toda la población abandonará las diversas clases de vehículos [es decir, los tres vehículos] y adoptará el vehículo único de la Budeidad, y la Ley Mística florecerá en toda la tierra. Cuando todas las personas entonen Nam-myoho-renge-kyo, el viento deja-rá de azotar y doblegar las ramas, y la lluvia ya no romperá los terrones del suelo con violencia. Entonces, el mundo será como lo fue en tiempos de Fu Hsi y de Shen Nung.46 En su actual existencia, la gente se verá libre de desastres e infortunios, y aprenderá el arte de la longevidad. Compren-dan que llegará la época de revelar la verdad de que tanto la persona como la Ley son eternas e imperecederas.47

Diálogo tenaz y resplandor de la naturaleza humana

45 END, pág. 413.46 Fu Hsi y Shen Nung fueron reyes legendarios de la antigua China que gobernaron sociedades ideales. Se

afirma que durante los reinados de estos monarcas, la población vivió gozando de paz espiritual, abundaron las cosechas y no hubo desastres.

47 El Sutra del loto y sus sutras de inicio y de cierre, cap. 5, pág. 136 [Sutra del loto, cap. 5, pág. 99]. Con respecto al fragmento del gosho, véase END, pág. 413.

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Este pasaje esclarece que la promesa del Sutra del loto de “paz y seguridad en esta existencia” es certera y veraz, tanto desde el punto de vista de la razón, como de la intención del Buda.

“El Sutra del loto es la enseñanza del shakubuku, la refutación de las doctrinas provisionales”. Es un conocido pasaje de Profundo significado del “Sutra del loto”, de T’ien-t’ai. Significa que el shakubuku, en el contexto del Sutra del loto, se refiere a rebatir las doctrinas de las enseñanzas provisionales.

En el Sutra del loto, el propio Shakyamuni refuta tales enseñanzas, de modo que en la batalla entre lo provisional y lo verdadero, los que escogen lo primero son refutados nada menos que por el Buda. Si son sinceros discípulos, en cuanto adviertan este hecho se sentirán inspirados a seguir la verdadera intención del Buda.

En el pasaje antes mencionado, se dice que todos los creyentes de las enseñanzas provisionales que lleguen a captar correctamente la intención del Buda “se unirán a las filas del Rey del Dharma”; por su parte, se describe la integración de todas las enseñanzas provisionales en el Sutra del loto diciendo que “todos los vehículos […] están contenidos en el vehículo único de la Budeidad”.48

“La época en que toda la población abandonará las diversas clases de vehículos y adoptará el vehículo único de la Budeidad, y la Ley Mística florecerá en toda la tierra” indica el período en que la Ley Mística, la Ley suprema para lograr la Budeidad con respecto a la cual se iluminó el Buda, es aceptada y proclamada como la enseñanza correcta del budismo. Es la época en que se pone fin a la incredulidad y los actos contra la Ley, y el budismo basado en esta suprema ley de la vida llega a prosperar y a florecer.

El Daishonin no dice aquí que una escuela budista logrará predominar o imponerse a las demás escuelas, aunque cuando observa que las “ocho o diez escuelas”49 de la época evidenciaban un estado de desorden doctrinal y que disputaban interminablemente, que es uno de los rasgos que definen la “época de conflicto”.

Lo que quiere decir es que la Ley Mística —esencia suprema de la iluminación del Buda, que es a su vez la fuente original de la cual derivan todas las escuelas budistas— llegará a funcionar como principio rector primordial de la sociedad, sin oposición o impedimento. Las palabras “Cuando todas las personas entonen Nam-myoho-renge-kyo…” describen el establecimiento de un marco espiritual de apoyo al kosen-rufu. Se refiere a una situación en la cual los habitantes aceptan de buen grado la enseñanza correcta cuando la escuchan, sin atacarla u oponerse a ella. Es una época en que los beneficios de esta enseñanza —la Ley para la iluminación de todas las personas, que el Buda demostró con su vida y enseñó a otros— se propagarán ampliamente entre la

48 “Todos los vehículos” indica los tres vehículos: el de los que escuchan la voz (estado de Aprendizaje), el de los que toman conciencia de la causa (Comprensión Intuitiva) y el de los bodhisattvas (estado de Bodhisattva). El “vehículo único del Buda” es el Sutra del loto, la enseñanza que permite a todas las personas lograr el estado de Budeidad. El capítulo “Medios hábiles” (2o) del Sutra del loto explica: “En las tierras de Buda de las diez direcciones / solo existe la Ley del vehículo único; / no hay dos, no hay tres, / salvo cuando el Buda predica de este modo / como medio conducente”. Véase El Sutra del loto y sus sutras de inicio y de cierre, cap. 2, pág. 69 [Sutra del loto, cap. 2, pág. 35].

49 Véase la nota al pie No 26.

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población. Y también significa “establecer la enseñanza correcta” en el contexto de “establecer la enseñanza correcta para asegurar la paz en la tierra”.

El señor Makiguchi hablaba del “bien mayor”, como un aspecto del valor espiritual que se lograría mediante la propagación de la Ley Mística. Por su parte, el señor Toda exponía la “revolución humana” para toda la humanidad. Heredero de este legado, yo he dado un paso más, recalcando la “dignidad suprema de la vida” como valor espiritual que toda la humanidad debía compartir y aspirar a lograr.

El kosen-rufu es la más difícil de todas las empresas. Y lo es, porque implica la transformación interior de la vida humana. La fe en la Ley Mística es una fuerza de motivación interna. Los esfuerzos tenaces en la comunicación de vida a vida y en el diálogo interpersonal son indispensables para nutrir esa fe en cada persona, dándole a cada uno confianza en su posibilidad de cambiar interiormente.

El Daishonin dice que “toda la población abandonará las diversas clases de vehículos y adoptará el vehículo único de la Budeidad”.50 La Ley no se propaga por medio de la coerción. En tal sentido, el ideal descrito en este párrafo sólo se logrará cuando obtenga amplia aceptación popular el humanismo contenido en el budismo de Nichiren Daishonin, cuando éste sea la corriente filosófica de la sociedad y cuando se establezca como un valor compartido por el género humano. El kosen-rufu no se logra sin un diálogo tenaz y sin el humanismo resplandeciente de los que propagan la Ley.

En tal sentido, el gran movimiento de diálogo construido por la SGI, en base al humanismo budista, podría llamarse un “milagro de la época contemporánea”. Somos la única organización que está llevando a cabo el deseo del Buda en el mundo moderno y practicando fielmente el budismo del Daishonin, tal como este enseñó. Como resultado de ello, hemos podido triunfar sobre incontables adversidades, y promover el kosen-rufu con vitalidad.

La red humanística de la SGI, basada en el budismo del Daishonin, ha crecido tanto que hoy abarca ciento noventa y dos países y territorios del mundo. En el Japón y en otros lugares del mundo, se están construyendo muchos nuevos edificios de la SGI; en incontables localidades está aumentando a paso creciente la cantidad de líderes y de amigos que participan en actividades de nuestra organización. Todo esto se debe a la confianza que han cosechado los miembros de cada país, mediante su incansable esfuerzo por invitar al diálogo a los demás y forjar lazos de amistad en sus vecindarios y lugares de residencia. Estos actos representan la convicción del Daishonin en que “la Ley Mística florecerá”. El Daishonin declara que cuando la Ley Mística prevalezca ampliamente, se logrará sin falta una época de “paz y seguridad en esta existencia”.

Luego, ofrece una imagen de lo que será el mundo cuando se logre el kosen-rufu. Escribe al respecto: “El viento dejará de azotar y doblegar las ramas, y la lluvia ya no romperá los terrones del suelo con violencia”.51 Cuando creemos en la Ley Mística, que proporciona la base filosófica fundamental para establecer la dignidad de la vida, y entonamos Nam-myoho-renge-kyo, aun cuando los vendavales o las lluvias

50 Véase ib., pág. 413.51 Ib.

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torrenciales causen estragos, podremos transformar positivamente cualquier consecuencia negativa, de acuerdo con el principio de “transformar el veneno en remedio”. La paz, la prosperidad y la felicidad reinarán sobre la tierra, como en las épocas ideales de los legendarios monarcas chinos Fu Hsi y Shen Nung.

El Daishonin también afirma: “Llegará la época de revelar la verdad de que tanto la persona como la Ley son eternas e imperecederas”.52 El principio según el cual la “Ley es eterna e imperecedera” significa que las funciones de la Ley Mística, que abarcan, sustentan y dan origen a todos los fenómenos, no declinan ni dejan de operar en ningún momento. En un nivel, esto podría querer decir que todas las cosas se armonizan y funcionan para crear valor en medio de la diversidad. El principio de que “la persona es eterna e imperecedera”, por otro lado, no quiere decir que no vayamos a envejecer o a morir, sino que a través de la fe en la Ley Mística podemos establecer un estado de vida imbuido de las cuatro nobles virtudes: eternidad, felicidad, verdadera identidad y pureza. Hablamos de un estado de vida en el cual no somos vencidos ni afectados negativamente por los sufrimientos de la vejez y de la muerte. Como esclareció Shakyamuni, dichos sufrimientos derivan de la ilusión o la ignorancia sobre la verdadera naturaleza de la vida. En una época en que el poder de la Ley Mística se manifiesta libremente, las personas pueden adquirir convicción en ella y disipar así la oscuridad o la ignorancia.

De ese modo, la lucha por el kosen-rufu que llevan a cabo los que practican correctamente las enseñanzas del Buda dará origen a una sociedad ideal, en la cual todos podrán gozar de “paz y seguridad en esta existencia”.

Con todo, este objetivo centrado en la paz y la seguridad no se encuentra sólo en alguna forma ideal de sociedad que se podrá construir en un futuro distante.

En realidad, describe el estado de vida de los que practican fielmente la enseñanza correcta del Sutra del loto, con el propósito de construir su propia felicidad y la de sus semejantes, y hacer realidad una tierra segura y pacífica.

Esto se ve claramente en los pasajes precedentes, que describen la propia lucha del Daishonin.

Su postura dinámica de luchar por el kosen-rufu sin dejarse intimidar por ninguna adversidad es un espléndido ejemplo de auténtica “paz y seguridad en esta existencia”. Este es el verdadero significado de dicho concepto en el budismo de Nichiren Daishonin.

Cuando nos esforzamos en nuestra práctica budista, se activa nuestra Budeidad con enorme potencia. Nuestra vida comienza a vibrar de suprema alegría. No hay ninguna dimensión trágica ni de autosacrificio en la postura de “dedicación altruista” o de “no escatimar la vida”, tal como se la expone en el budismo de Nichiren Daishonin. Cuando nos desafiamos enérgicamente, siempre brota una alegría vibrante en lo profundo de nuestro ser.

El Daishonin concluye Sobre la práctica de las enseñanzas del Buda con las palabras: “¡Cómo poder describir una dicha semejante!”.53 Y en el pasaje final de La

52 END, pág. 413.53 Ib., pág. 417.

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apertura de los ojos —un escrito en que emprende un análisis mucho más detallado aún sobre la práctica tal como enseña el Buda—, expresa su inmenso júbilo interior diciendo: “Por lo que hice, fui condenado al exilio, pero este es un sufrimiento menor, limitado a mi existencia actual, y del que no vale la pena lamentarme. En mis existencias futuras, disfrutaré de una inmensa felicidad, y este pensamiento me colma de profunda alegría”.54

La lucha por el kosen-rufu es una sucesión de adversidades. Sin embargo, estos esfuerzos son los que nos permiten manifestar el estado de Budeidad, que viene acompañado de un alborozo indescriptible. Los que trabajan con alma y vida por el kosen-rufu siempre disfrutan de esta profunda sensación de plenitud y de honda satisfacción. No hay mayor “paz y seguridad en esta existencia” que la que se encuentra en el estado de vida de los que entienden, en forma cabal, que “los grandes obstáculos conducen a la iluminación”, como afirma el principio budista.

Un constante compromiso a luchar por el kosen-rufu, tal como enseña el Daishonin, firmemente asentado en el Gosho, es la clave para lograr una vida de esperanza y de felicidad duraderas.

(Traducción del artículo publicado en la edición de enero de 2010 del Daibyakurenge, revista mensual de estudio de la Soka Gakkai.)

54 END, pág. 304.

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