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Tejos centenarios en el norte palentino [P2] Interior de la Tejeda de Tosande, en el Parque Natural de Fuentes Carrionas. :: JAVIER PRIETO GALLEGO La Tejeda de Tosande GPS GUÍA PARA SALIR Terror doméstico CINE Juan Carlos Fresnadillo presenta ‘Intruders’, un filme de suspense protagonizado por Clive Owen y Pilar López de Ayala [P8] El vino casero se abre camino en Zamora COMER El Ayuntamiento de Villar del Buey convoca con éxito un concurso de pequeños cosecheros [P4] Viernes, 07.10.11

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Elvinocasero seabrecamino enZamora Tejoscentenarios enelnortepalentino [P2] ElAyuntamiento deVillardelBuey convocaconéxitoun concursodepequeños cosecheros [P4] JuanCarlosFresnadillo presenta‘Intruders’, unfilmedesuspense protagonizadopor CliveOwenyPilar LópezdeAyala [P8] COMER CINE InteriordelaTejedadeTosande,enelParqueNaturaldeFuentesCarrionas. :: JAVIERPRIETOGALLEGO Viernes, 07.10.11

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Tejos centenariosen el norte palentino [P2]

Interior de la Tejeda de Tosande, en el Parque Natural de Fuentes Carrionas. :: JAVIER PRIETO GALLEGO

La Tejedade Tosande

GPSGUÍA PARA SALIR

Terrordoméstico

CINE

Juan Carlos Fresnadillopresenta ‘Intruders’,un filme de suspenseprotagonizado porClive Owen y PilarLópez de Ayala [P8]

El vino caserose abre caminoen Zamora

COMER

El Ayuntamientode Villar del Bueyconvoca con éxito unconcurso de pequeñoscosecheros [P4]

Viernes,07.10.11

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Según la Biblia, Matusaléncontaba 969 años cuando pal-mó. Más o menos la edad dealguno de los ejemplares detejo que perviven en la lade-ra septentrional de peña Ora-cada, una umbría llena de mis-terio y seres vivos antiquísi-mos hasta la que alcanza unasenda señalizada del parquenatural Fuentes Carrionas yFuente Cobre-Montaña Pa-lentina. La singularidad deeste rincón mágico estribatanto en la concentracióncomo en la longevidad de unárbol cada vez más escaso, decrecimiento lento y testaru-do como el solo: el tejo. ‘Taxusbaccata’ para ser exactos.

En realidad, se trata de ungrupo de supervivientes,como una especie de náufra-gos del tiempo que se hubie-ran agarrado con uñas y dien-tes a una balsa perdida en mi-tad del inmenso océano yviajaran sin rumbo caminode la eternidad. Solo para re-sistir. Solo para perdurar. Yahí están, anclados al suelocalizo del hayedo por unasraíces que parecen los tentá-culos del calamar gigantecontra el que luchaba el ca-pitán Nemo.

Y eso mientras sus tron-cos retorcidos y gruesos, hin-chados como por una miste-riosa fuerza interior, amena-zan con atraparte en cual-quier descuido, en prender-te por la espalda para lanzar-te de rama en rama hastaencestar en el oscuro aguje-ro que muchos de ellos tie-nen abierto en sus troncos.Porque los troncos del tejo,aunque esto no aparezca enla guías de botánica, ni en lospaneles informativos quepespuntean la senda, guar-dan todos los secretos delmundo. Incluso hay quiendice que esos agujeros negrosson las puertas que, a través

de sus troncos huecos, con-ducen a mundos jamás ima-ginados. Mucho más extra-ños que el más lejano de losplanetas. Otros dicen queesos agujeros del tronco sonlas bocas que cobran vida alcaer la noche, como en loscuentos de Walt Disney o enlos mundos del Hobbit.

Tal vez por eso un silenciosepulcral envuelve este rin-cón del bosque. Un silenciodenso y pesado, como si unaley invisible y cruel impidie-ra aquí el canto de los pája-ros, el vuelo de las moscas ohasta el susurro del viento.Tal vez este sea el aviso másevidente de que los tejos sonárboles sagrados y su longe-vidad un hecho venerableque merece todo el respetodel mundo.

FronteraEl valle de Tosande es uncuenco verde abierto entrelas paredes calizas de la Sie-rra de la Peña, la última de lasestribaciones meridionalesde la Montaña Palentina an-tes de desvanecerse –tam-bién como por arte de magia–y dar paso a las inmediatasllanuras cerealistas que se ex-tienden de ahí hacia el sur,hasta convertirse en la in-mensidad de la Tierra deCampos. Este cuenco verde,regado por el arroyo del mis-mo nombre, ha sido, desdesiempre, un valioso recursonatural que los habitantes dela montaña –y los de la cer-cana localidad de Dehesa deMontejo en particular– hancuidado con mimo a lo largode generaciones.

Los pastos verdes que seabren en su fondo han sidoel sustento imprescindibledel ganado. En especial de va-cas, pero también de los re-baños de merinas trashu-mantes que los alquilabanpara alimentarse durante losveranos, antes de emprenderel regreso hacia el sur al lle-gar el otoño. De la misma for-ma, los bosques que cubrenlas laderas de ambas vertien-tes proporcionaban la made-ra necesaria para los usos queexige la vida en la montaña:leña para la calentarse y co-cinar, herramientas para tra-bajar y material para cons-truir. La especial ubicación

Más viejosque MatusalénLa Tejeda de Tosande, tejosmonumentales en la Montaña Palentina

JAVIERPRIETO

RUTAS CON ENCANTOLA TEJEDADE TOSANDE

Tejos centenarios de la Tejeda de Tosande.

Un visitante camina entre los árboles de tronco grueso que dan nombre al paraje. :: FOTOGRAFÍAS DE JAVIER PRIETO

PLANES Viernes 7.10.11EL NORTE DE CASTILLAGPS2

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del valle, abierto en sentidoeste-oeste, propicia la com-binación de hábitats tan dis-tintos como complementa-rios, con predominio de unamasa forestal de cariz medi-terráneo en las solanas, conpresencia del encinar y el ro-bledal, y de carácter atlánti-co en las umbrías, donde hanprosperado magníficos haye-dos, en uno de lo cuales, elHayedo Mayor, se localiza elrodal de los centenarios tejos.

La forma de llegar hasta éles tan sencilla como dejarsellevar por la señalización delparque. El arranque hay quebuscarlo en el aparcamientosituado junto al kilómetro 2de la carretera CL-626, entreCervera de Pisuerga y Can-toral de la Peña. Ahí se tomala pista agrícola que ensegui-

da desciende para colarse pordebajo de la línea del ferro-carril de La Robla y continúaen descenso hasta alcanzarel curso del arroyo de Tosan-de. El cauce de este arroyo,normalmente seco aunqueevidente, será el hilo a re-montar hasta alcanzar lascampas del mismo nombre.

En estos primeros kilóme-tros el sendero, tras pasar jun-to a las escombreras de unamina y un abrevadero con unagua de intragable sabor fe-rruginoso, se adentra por unaestrecha garganta obra de lafuerza erosiva del arroyo entiempos pasados. Tras la gar-ganta, el sendero alcanza unapista que llega desde la carre-tera y una cancela para el ga-nado. Del otro lado, arropadopor la masa de robles y enci-

nas, el camino continúa ensuave ascenso hasta alcanzar,a cuatro kilómetros del inicio,el fondo herboso del valle.

Casi al principio de la cam-pa, a la altura de otro abreva-dero y con la vista de una ca-baña al fondo, el paseo cam-bia de rumbo para encarar lasubida por el hayedo que seve hacia la izquierda.Por su interior discurre el úl-timo kilómetro antes de al-canzar el rodal de tejos, al quese llega tras una dura remon-tada en la que prestan alien-to los bancos de madera plan-tados a uno y otro lado del ca-mino, acondicionado tam-bién con escalones para ha-cer más llevadero el tránsitopor las empinadas laderas delbosque.

Uno de los motivos por los

que el ‘Taxus baccata’ es unaespecie en regresión, al me-nos en la península Ibérica,es la dificultad que entrañasu sistema de reproducción.

Camino señalizadoPor eso, los gestores del par-que han acotado las sendaspor las que debe transitarquien visite la tejeda y traza-do una serie de pasarelas quediscurren junto a algunos delos ejemplares más especta-culares y longevos del rodal,formado por cerca de 800ejemplares. El valor de su ma-dera, que destaca por unagran dureza y elasticidad, esotra de las causas de la esca-sez de estos árboles en la ac-tualidad, al haberse esquil-mado en otro tiempo bos-ques enteros en aras al apro-vechamiento maderero.

Según la época del año, elpaseo termina al salir del bos-que, en un mirador desde elque se contempla la siluetadel pico Curavacas, o se pro-sigue a través de otro haye-do colindante mientras sedesciende hacia la vega delarroyo de Tosande. En invier-no, para preservar la tranqui-lidad del ecosistema de estehayedo, es preciso regresarpor donde se ha subido.

El aprovechamiento cine-gético de este valioso entor-no natural exige, además, ce-rrar el acceso a los visitantesde la tejeda durante las bati-das de caza que tienen lugardos o tres veces al año, en eltranscurso del otoño y el in-vierno. Por lo que siempre esconveniente ponerse en con-tacto con la Casa del Parqueantes de emprender el paseo.� [email protected] Paso por debajo de la vía del tren de vía estrecha.

�En marcha. Hasta el ini-cio de la senda, junto a Can-toral de la Peña, puede lle-garse desde Guardo por laCL-626 o desde Cervera dePisuerga por la CL-624.

�El paseo. Todo el paseoestá balizado con señaliza-ción de Pequeño Recorrido.Dependiendo de la épocadel año puede realizarse eltrazado circular o, duranteel otoño y el invierno, el li-neal regresando entoncespor el mismo camino. Entrela ida y la vuelta son unos 10km que pueden realizarseen unas tres horas. Duranteel otoño y el invierno la sen-da está cerrada en el trans-curso de las batidas de caza.

�Información. Casa delParque Natural de FuentesCarrionas y Fuente Cobre –Montaña Palentina, tel.979 87 06 88.

�Dormir. Tel. informacióninstitucional: 902 20 30 30.Web: www.castillayleones-vida.com.

GUÍA

Monte de Hayedo Mayor.

Pastos del valle de Tosande.

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