11. Identidad. No Hay Razones Para Dudar Ser Longo. Salomon Cuesta

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, IDENTIDAD iNo HAY RAZONES PARA DUDAR SER LONGO! "No hoy razones (.) para dudor de 10 efici encio de ciertas poxtko: magicos . Pero 01 mismo tiempo se observa que /0 eficacio de fa magio implica /0 creencia en 10 magio , y que es to se presenta en tres aspectos camplem en tar ios , ' En primer lugar, 10 eficaeia del heehiee ro en 10 ereencia de sus teenicas; lu ego 10 del en f ermo que aquel cuida a de 10 vi et ima que persigue, en el pod er d el heeh ieero mismo; finalmente, 10 can fian za y las exigencias de 10 op i ni6n col eaiva, que forman 0 coda ins tante uno espe ci e de campo de grovitaci6n en cuyo sene se d efinen y se si tuan las rela Ci ones entre el brujo y aquellos qu e el heehiza ex Claude £i!! vr- Stro uss Ant rop%gia e Sf !Uc M al 8 96 Par SalomO n Cuesta Antr op6l 0g0 DOLOR E IRONIA E n Ecuador,el problema de la "identidad nacional" ha sido un tema rec urr ente y gravitante en el quehacer de las Cien- etas Sociales. Desde una 6ptica almidonada- mente academica, han pr opuesto vias labe- rfnticas para encontrar, descubrir (redescu- brir), construir 0 simplemente asum ir "la identidad". Han side esfu erz os aislados, algu- nos con pr et ensiones enciclopedicas, poco creibles e inaprehensibles para ser asumidas por los act or es, esquematicamente fUtiles pa- ra es tr uc turar signos efid en tes y otras ex - tr emadamente dogmaticas, homogenizantes par exceso 0 par defecto de argumentos, in- tolerantes y ex cluyentes. James Baldwin, escrttor negro, en las no- tas aurobiograflcas que presentan su obra "Not es of a Native Son", hace una rerlexlon profundamente ir6nica y dolorosa, que puede inse rt arse en un casu patetico de "cr isis de identtdad", 0, quiza, de "genesis de la idenri- dad". El se mira como una especie de "bas- tar do" de la cultura de o cctden te. Su pasado no es Europa, sino que con profunda ver- giienza encue ntra que es el Africa, acompa- nada de toda la envoltura de humillad6n y subordinad6n que ha Implicadn el colonialis- me, esclavismo y haber sido victimas de constaote ex clusi6n. Con un terrible sentimi ent o de Irustra- cton, Baldwin expresa que las obras de Bach, Shakespe ar e, Rembrand t, ent re o lros

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,IDENTIDAD

iNo HAY RAZONESPARA DUDAR SERLONGO!"No hoy razones (.) para dudor de 10 eficiencio de ciertas poxtko:magicos. Pero 01 mismo tiempo se observa que /0 eficacio de fa magioimplica /0 creencia en 10 magio, y que esto se presenta en tres aspectoscamplementarios,' En primer lugar, 10 eficaeia del heehieero en 10 ereenciade sus teenicas; luego 10 del enfermo que aquel cuida a de 10 vietima quepersigue, en el poder del heehieero mismo; finalmente, 10 canfianza y lasexigencias de 10 opini6n coleaiva, que forman 0 coda instante uno especiede campo de grovitaci6n en cuyo sene se definen y se situan lasrelaCiones entre el brujo y aquellos que el heehiza ex

Claude £i!!vr-StroussAntrop%gia eSf!UcM al

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Par SalomOn CuestaAntrop6l0g0

DOLOR E IRONIA

En Ecuador, el problema de la "identidadnacional" ha sido un tema recurrente ygravitante en el quehacer de las Cien­

etas Sociales. Desde una 6ptica almidonada­mente academica, han propuesto vias labe­rfnticas para encontrar, descubrir (redesc u­brir ), construir 0 simp lemente asumir "laident idad". Han side esfuerzos aislados, algu­nos con pretensiones enciclopedicas, pococreibles e inaprehensibles para ser asumidaspor los actores, esq uematicamente fUtiles pa­ra estructurar signos efid entes y otras ex­tremadamente dogmaticas, homogenizantes

par exceso 0 par defecto de argumentos, in­tolerantes y excluyentes.

James Baldwin, escrtto r neg ro, en las no­tas aurobiograflcas que presentan su obra"Notes of a Native Son", hace una rerlexlonprofundamente ir6nica y dolorosa, que puedeinsertarse en un casu patetico de "crisis deidenttdad", 0 , quiza, de "genesis de la idenri­dad". El se mira como una especie de "bas­tardo" de la cultura de o cctdente. Su pasadono es Europa, sino que con pro funda ver­giienza encuentra que es el Afr ica, acom pa­nada de toda la envoltura de humillad6n ysubordinad6n que ha Implicadn el colonialis­me, esclavismo y haber sido victimas deconstaote exclusi6n.

Con un terrible sentimiento de Irustra­cton, Baldwin expresa que las obras de Bach,Shakespeare, Rembrandt, entre olros

landrade
ICONOS, Revista de Ciencias Sociales No. 5 FLACSO-Ecuador Agosto 1998 p. 96-104
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pintores y escnrores Que han cons­truidc la hegemonia de 10 occidental enel mundo, incluidos sus monumentossimb6licos y emblematicos, no eransus creaciones, no contenfan "su btsto-

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ria", no era su herencia; no obstante, notenia ot ra.

En el texto se califica como un "en­trometido" e "inepto" en aquel hor izon­te simb6lico (blanco y eurocenm-

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exalter 0 desprec iar.El texto Longos t rata de interpretar 10 que

es ser ecuatoriano (generico) y da algunosejemplos de ecuatorianos (la diversidad).Esta ultima secci6n quiza es la mas debil yfuerte , a l mismo tiempo, pues tiene un mar­cado sesgo de un ambiente quiteno. No obs­tante, en ella se encuent ran elementos crtd­cos del comportamienro social, simbdlico, po­litico, econcmtco de los ecuatorianos y de al-

gunas de sus insntu­ciones. Tambien a nal­iza como estas erbuasinteraccionan entres i. Propone un ensayepara ente nder a laculture como una for­rna de ccmpcrtamien­to, la que acoge uncomplejo sistema deadscr ipciones y auto­adscr fpciones (sim­bchcas, econ6micas ypolit ica s) .

EI texrc propene "10longo" como una cate­gorfa que adscribe yauto -ad scr ibe deter­minadas pertenenciasindividuates y cotecn-

vas; "10 longo" como un comportamiento con­creto que atraviesa hor izontal, vertical ytransversalmente a los distintos niveles so­cioeconomicos, academicos, etnlcos, politicos,simb6licos, economicos, etc. Presenta la coti­dianeidad de los ecuaronanos -ligada con sen­timientos de miedo, dolor, Irustracion, impo­tencia, ira, odic, auto deslrucci6n, etc.. expre­sada en la forma de percibir a instituciones(formales e informales) y a sf mismos .

Segundo Moreno Yanez la ca lifica comouna obra de Antropologia ecuarcriana y, co­mo tal, proporciona elementos que hab lan ytratan de "la identidad ecuatortana", y mani­fiestan las distintas maneras de asumirla, 50­bre todo en 10 referente a "que rer ser 10 queno se puede ser". En la misma obra esra pre­sente un choque entre la seducci6n de 10 uni­versal (condici6n inasible a pesar de Ia luchacontra a ta vismos "raciales y cu lturales"), elpasado (que no fue 0 no pudo se r) y el presen­te (profundamente hostil).

ACir maciones depr imentes como "no tene­mas identidad" "no somas nada" "par suer-, ,te, yo no soy como los demas'', "nada de 10

Lo>;'Iongo;;>sa toma com$'!,D(<t<funa categorfa que~adscribe yautoadscribe

determinadas perteneciasindividuales y colectivas,como un comportamientoque atraviesa los distintosniveles etnlccs, poifticos,

socio-economlcos

co). Mientras se sentfa atrapado Wen 13 ju n­gla y la tribu'', por otro lado, estaba ohligadoa introduclrse y asimilar "siglos de historiade bla ncos"; un individuo desubicado en cual­quier esquema posible. (Coal salida, que res­puesta a este sentimiento? El odic y el temora1 "hombre blanco", acornpaaade del despre­cio bacia 10 negro, porque ellos (entre loscuales se incluia) no pudieron crear un Rem­brandt, y todos aquellos signos y sfmbolos se­ductc res de la culturadominantemente "uni­versal".

Este sentimientoubicuo, par un Iado, yal mismo tiempo enco­nado, se express en elcomporta mtenta delecuatoriano, atrapadoentre el pasado glorio­so de imperios anti­guoe, e xage raciones,alteraciones y Ianta­s ias de grandeza de lospueblos ve rnaculos ,sin embargo, somen­dos por la no menos es­pectacular ca pacidadde lucha, tenacidad delos pueblos "civiliaa-dos" provenientes de ultra mar ; son los ele­mentos que constituyen el sentimiento fun­dante de la "a xtcmanca identidad" de los dis­nnros ecuatcrtanos. Dependiendo de los mo­mentos de desarrollo vita l de los individuos yde su apariencia Ienotfpica, unos superlanvi­zan uno u otro as pecto, en un constante duelode identidades.

A prop6sito de 10 mencionado, la publica­ci6n del Iibro "Longos: una critica reflexivee irreverente a 10 que somes", se integra a es­ta discusi6n, al descr ibir en sus pagina s e staubicuidad del ecuatoriano y su dolorosa sen­saci6n de Crustraci6n, condensada en su his­toria mitica ccntemporanea, y en 10 que se al­canze a mirar a nivel de prognosis . Incluyedescripciones de un espect ro de personajesde aquel mundo europeo y norteamericano decaracter supracultural, interpreta per files yhazafia s de aquellos prohombres emblemati­cos, simb6Iicos y cuasi dtoses que han cons­truido valiente y seminalmente, 10 que orgu­llosamente se puede llamar la "civilizacicnoccidental", Ia misma que es rererenre queacerca 0 aleja ello que, en Ecuador, se quiere

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que me rodea 10 considero como mio (refl·nenaose at Ecuador)", etc. expresan ese sen­timiento. Una mezcla de orguljc, desprecie ydesubicaci6n se e xpresa en un universe signi­co mamnestc en procesos discursivos que es­tan configurando 10 que se denomina "identi­dad", Signos eficientes de auto adscripci6n yde adscripciOn son los que estan censtruyen­do y deconstruyendo la cultuca. Entunces , ca­be preguntarse i C6mo se expresa la identi­dad como hecho cotidiano ? (Que induce a es­te tipo de comportamiento?

INDDLENTES

Enock, un ingles residente en Ecuador aprincipios de este siglo -1904-1914- extrae dela Enciclopedia Britfinica come se categorizaal mestizo del Ecuador: "indolentes, fgnoran­res y nada progresistas", aunque continua ydice: "C...) esto debe considerarse como unaexagerada y acerba apredaci6n de ellos ." EImismo Enock haec una defensa del mestizo.Pone como a tenuantes las constricciones delmedic ambiente (friO, altura, selva y aisfa­miente ), y defectosde su historia (aun­que no sena la cua­let). Como vente­jas para el "mesti­ZtJM presente : M(••• )

las tradiciones desus tiempos prt­mitivos y el nota­ble gobiemo in­dsico anterior aIa conquista es­panola, a 10 quese ha ai'ladido e lacicate del de­seo de progreso,que les ha llega­do con la san­gre his pamcaque corre porsus venas'' .

Esta des-cripc i6n da tade 1914. Nue­ve decadesdespu es. deII na u ot ramanera, pe r­siste. 'tantopersiste , que

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un director de periOdico de -ctrcutaclon na­cionalM

, en una exposiciOn en Cancilleria parapropone r nuevas practica s y estrategias de lapoUtica exterior eaaatoriana en el proximo sl­gjo, con un anAlisis basados en profundas re­nexiones sabre Ia globalidad,13 macro eccoo­mla nacional, los posibles escenanos en losque se desarrollaria Ia economla y polltica in­ternacional de los siguientes diu afios, con­c1uy6 con 13 rrase desesperanzdora, pero llenade proyecciones de cambia: "e l proble ma delEcuador son los eaaatorianos".

Este comentaria Cue aplaudido, no 10 sufi­cientemente bien ponderado y 31 dia siguien­te editarializado. Quiza desde 13 scnsncacionde su analisis haya tenidc razen , perc suargumento radica en et desprecio que sestenre tener que partidpar en un sistema po­Utica que, supuestamente, les oprime (y del

cual son aetiva mente partfci­pes y gestcres), ponti fican 10anglo, lo sajon, 10 ge rmano,lofranco, lo nip6n, ultima mentetodo 10 sino, incluso (velada­mente) las mas abyec-

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tas dictaduras y al mismo tiempo son na­cionalistas a ultranza. A pesar de ello, no soncapaces de proponer una salida alternativacon un cufto 0 adaptaciones articuladas a unarealldad especffica. Para el case, son los 1am­pitios que se dejan crecer 1a barba porque lesda verguenza de su fenotipo y tienen miedode ser originales para que no les digan queactuen con el atavismo de Ia raza, y que des­precian las posibilidades de la modernidad.

Esa relation de "doble vmculo" del ecuato­riano con respecto a sf mismo, a 10 que es suidentidad y a los referentes, signos y sunbo­los que la legitiman, es una practica comnnque envuelve al comportamiento individual,grupal e institucional. En general, las pract i­cas culturales y la proyecci6n de estas en losescenarios sociates concretes son anomicas(al mas esrno Durkheimniano), defonnadas yreiteradamente deCormantes.

Este caracrer anemtco del Ecuador -zrec­tor comun de sus distintos rasgos culturales ?o lelemento de cohesion economica, social,polftica?- integra a individuos, sociedad e ins­tituciones (esratales, mecanismos de inter ­mediacmn, iglesias y religiosidades, polit i­cos, Connas de seeder y ejecutar el poder,etc.) de manera simunanee como momentos

de un mismo ins­tante. Escenario endonde la teorte so­ciol6gica no tienerespuesta y quedesde el plano delcom po r ta m ie ntocultural, se cons­truye una imagendeformada del am­biente que produceindiv iduos deter­mados. Actoresan6m icos que sedese nvuelven ena mbientes defer­mados, constitu­yendo espantosossistemas funciona­les a pesar de 10s6rdido de suscomponentes.

Iniciar esta sec­cion con una cita deEnock tuvc un do­

ble prop6sito: por un lado, el lector reconoce­ra los niveles de exclusion y el sesgo etnocen­t r ice de la descr ipci6n, 10 que puede provocarhasta indignacicn. Por ct rc lado, a pesar delactual contexte temporal y a la distancia delas decades, Ia descripcjon provoca un ciertoreconocimiento de tal condici6n, 10 que impli­ca diversas est rategias para alejarse 10 maspronto posible de esa descripci6n.

Los alejamientos, en el plano individual, sedan por distintas vias, van desde Ia exaltaci6ndel fe notipo (blanco), la vindicaci6n de su as­pecto exterior mediante la exaltaci6n de su nl­vel socioecon6mico, Ia reminiscencia de com­plejas clas ificaciones dinastica s 0, en el casede ambitos academtcos y cientfficos, median­te complicadas interpretaciones de un proee­so hist6rico, social y polftico que Uev6 a l in­gles a proferir semejante descripci6n.

Finalmente, las distintas vias de alejamien­to caen en el "sentimiento" de inferioridadmas 0 menos explfcito que 10 mestizo repre­senta En otro sen tido, se puede encont raruna defensa exacerbada a las condiciones su­per iores y potenciales logros a obtener de 10mestizo, como un ente que cuando sajga de suetapa liminal, ecloctonara en el ecuatorianogenerico, que homogeneizara la nacionalidad

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del cine y la television, incluso de sde el que­hacer periodfstico, e ntre ctras act ivi da descreativas, tambien se ha intentado dar unarespuesta a 10 que es la "identidad", y quizacon mas acierto que aquellas enunciadas apartir de la rerlexion academica y ctenttri­ca , pues estas (con ma yor 0 menor exito)sintetizan inmediata y concretamente losdistintos comportamientos de los ecuatoria­nos, reproducen y proyectan imaginarios,los cua les son procesados eficientementepor los receptores, sin necesida d de caer enerurampes retortcos.

La capacidad para dar nuevas a lternativa sligadas a la dinamica de la realidad de sde lasCiend as Sociales, ha sido lenta y alejada delas ve rdaderas dinamicas sociales. Los mode­los epistemol6gicos no explican de sufidentemanera la relad6n de los individuos e institu-

clones con la realidad,e incluso las metodolo­gfas y tecnicas de in­sercton en 10 t radido­nalmente llamado -ob­jato de estudio" tienensu limitantes. Sin em­bargo, en la mismfsi­rna practica social, losp rocesos di scursivosy la creacton de senti­dos se torna mas efec­tiva, pues log'ran, porser mas vivenciaies,captar e incorporarelementos que inte ­gran la realidad, nocomo un hecho abstru­

so, sino como una practice concreta, que estafuera de la academia 0 de la s construccionespuristas que intentan deslegitimar aquellaspractices, por conside rar las fuera de un r i­gor normativo revelado como verdad.

Culinaria, mitos,lengua-habla, tradiciones,s icologfa, r eligiosidad, dia lectos (idiolectos),cineticas, proxemicas , sexualidades, patoio­gfas mentales, etc., que en conj unto constru­yen y deconst ruyen el horizonte s imb6lico endonde se expresan los distlntos particuiaris­mos y singularismos que c1asifican a l ecuato­riano, desde las distintas adscr ipdones y au­to-adscripciones (locales, re gionales, nacio­nales e mtemacionejes), son vistos desdeesta optica con la peslon y desparpajo queproporciona asumi r 10 cotidiano, quiza,si n mayores pretensiones que la des-

La capacidad para darnuevas alternativas

ligadas a la dlnamicade la realidad desde las

ciencias sociales, haside lenta y alejada de

las verdaderasdinarnicas sociales

e,k

y cultura ecuatoriana. Posicion que niegaIa existencia de diversidades, y que si esteslas hay, se dan amcamente en la capa cornea,a part ir de distmtas etapas de desar rollo, y seanularan mediante formulacione s legales qu esedeberen regir par 10 positive y reguladas yautoregu ladas par las mismas para represarposibles arrestos e intentos de desmembra­ci6n del conceptc unitario desprendido de ta­les normativas . El concepto de heterogenei­dad 0 diversldad es sin6nimo de dilucion, elespacio para 10 dist into empata con un crite­ria de subversion.

En 10 micro, la via de homogeneizaci6n queem estrechamente ligada a l miedo de aceptar10 que se es y al desprecio para 10 que se es, semanifiestaen Ia exclusion y represi6n de la50­ciedad y sus instituciones hacia las diversasautoadscripciones a los dis tintos genercs mu­sicales, en como se mani-fiestan las distintas iden­tidades sexuales, en laforma de estigmatizarprofesiones, en el prejui­cio para ejercer la libresexualidad (incluso la he­terosexual), en el dere­cho para decidir sobre elpropio cuerpo, en Ia tor­rna y manera que un indi­viduo considerado "nor­mal" tiene que adminis­trar sus sentidos; en fin,en el derecho que los in­dividuos tienen para sen­tir 0 disentir.

Los mecanismos, quevan desde 10 macro a 10 micro y viceversa,para intentar desenbarazarse del sentnntentode odio, negaclcn y desprecio hacia sf, que co­loca al Ecuador en 10 que, erreneamente, des­de la academia se dio en Hamer "Pals en cier­nes". Posici6n que ha visto a la cultura nacto­nal, 0 mejor a la "identidad", como una ente­lequia, en la que espacio y t iempo son untcasy estaticas , r edudendo a los actcres a condi­ciones de "hipolina je"; nntca salida para undesgaste de paradigmas interpretativos de larealidad, al que se 10 considera como un he­cho dado.

Desde la s arte s plasricas, la literatura, lafotografia, e l teatro, la danza, la industria

ACERCAMIENTOS CREAnvos

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cripci6n 0 con los sentimientos mas cares Yma s despreciables que, sin embargo, asumen10 vivencial, los sentidos que se expresan sinmayor reftexion.

En el case de 18 danza, su mensaje puedeser complejo, no facilmente aprehensible, y apesar de elle, gracias a todos los recursossensoriales que dispone el genera, infierenevcluciones simMlicas desprendidas de ca­minatas, amores, caricaturas y preciosismoscotidianos. Cabe pensar en los ulttmos traba­[os de Kleber Viera, tan cotidiano que pareceautobiografico; 0 en las forzadas evolucionesde los grupos folkl6ricos 0 incluso en el san­juan de ultima hora que se baila a l rematar lafiesta familiar.

En la pintura, no se debe dejar de recordera los maest ros como Gua-yasamfn (independiente­mente de las simpatias 0

antipatfas) ; ilustra una epo­ca polftica y social, no sola­mente del Ecuador sino delmundo, desde una opricamuy ecuatoriana; en esaguisa se induye Kingman,la escasa obra de Cifuenteso los delirios de Reascos. EIt rabajo de color de Betan­court desprendido de lapercepciones que solo conIa iluminaci6n zenital de es­ra lat itud equinoccia l sepueden encontrar; el subje­tivismo de Car ranza; lasa lucinaciones de Zapata,Patino; la irreverencia de Stornaiolo 0 Agui­rre y asi, sucesivamente, se pueden mencjo­nar al resto de pintores que logran plasmaren colores, formas, abstraccmnes, exagera­clones de 10 diar io, productos de varies matri­ces socio culturales que expresan una identi­dad y varias identidades a la vee.

Se menciona algunos pintores de exito (noestan todos) que han contribuido a coostrutruna imagen desde el a rte a par tir de una pers­pectiva intuitiva, que proyecta el conocimien­to de una realldad cotectiva

Desde la fotografi"a , la descripci6n de 10diario con una vision cast etnografica de Die­go Cifuentes, Eduardo Quintana 0 la vis i6n deecuator iano cosmopolita de Enrique Che­diack, la senslbilidad cast dojcrosa Vivian Bi­bliovicz. 0 la iniciativa del Salon del Desn udoel cual presenta un colage de teratologias,miedos y frustraciones de 10 que es ese Ecua-

dor desnudo, pacato, mojigato y de se xuali­dad reprlmida.

Desde la dramaturgia;- se tiene un ejemploespectacular en "IA marujtta se ha muertocon leucemia" de Luis Campos. En la come,dia esta el trabajo de Pequi Andino, guicnis­ta de Ia ser ie Dejemonos de vainas; la burdacaricature de l mono y del se rrano que se en­cuentra en Moti y Pescado (Nt en vivo ni endirec to) ; el costumbrismo simpl6n de Miche­lena no carente de hastfu, ira , dolor y rebel­dfa. En el despliegue de los actores (unosmejores que otros), se asumen dimensionesproxemicas, ctnettcas y dia lectales que scla­mente aquf en Ecuador se puede encont rar :quienes no actuan, sino que interpretan enlas tablas su cotidiane idad con algunas va-

r iaciones de Iibreto.Uno de los factores co­

munes de los dramatur­gos , poetas, guicnistas di­reetores antes menciona­dos , es la descripci6n deun Ecuador diverso: blan­cos, ind ios, mest izos y has­ra gringos; se rranos y cos­renee: indios, cholos, mo­nos y montubios; quitefios,guayaquilenos y cuenca­nos ; norteiios y surenos; nibuenos ni malos . Contras­tee que denotan un pais di­ve rso, no homogeneo, po­seedor de partic ularida ­des y singularidades, y nopor ello deja de ser identi·

ficado e identifica ble desde el interior y el ex­terior.

En 10 que se re fie re a la indus tria del cine,en los ulnmos tiempos, a pesar del discutiblenive! de los realizadores, no se puede dejar demencionar el trabajo de Sensaciones de Cor­dero, y IA Tigra y Entre Marx y una mujerdesnuda de Luzuriaga, e induso tiene que serdestacado las cursis y rosas miniseries pro­ducidas para televis i6n, algunas con preten­stones de thriller, denuncia etnica, s icodra­mas a 10 mejicano (o venezclano), comediamusical con acrores enanos, erc., pero que deuna u otra forma se basan en 10 que es y re­presenta el Ecuador que esta presenre y queno se 10 ve, per ser demasiado cbvto.

En esra seccien tampoco se puede dejar demencionar los programas de mayor sintoniaen el pais como Laferta de la alegria, Thdos abailar, Chispazos , etc . en donde el concepto

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basico es divertir a la mayorta de televiden­tes. lQuienes son la mayorfa de televidentes?Los ecuatorianos de niveles socioeconcmicosmedics, bajos y miserables: las gordas, lascholas,las indias, los lampifios , y todos a quie­nes, POI' pertenecer a esos grupos, se les con­funde con delincuentes, quienes quieren per­derse en 1a fantasia de una hora diaria.

Toda1a produccien nacionalesta inserta enesta dimensi6n significativa, dependiendodel grupo meta a l eual se intente llegar; puesel peblicista, como el cientista social, se ba­san en los e lementos que Identifican a los in­dividuos para llegar a ellos . Los primeros conmayor efect lvidad, en muchos cesos dejandoa un lade las repercus iones de l procesof lossegundos, a pesar de contemplar las var ia­bles de rigor metodol6gico y cientffico, en ge­nera l, se pierden en abstracciones de carac­ter ontolegicc, pues ellos mismos estan atra­pados en la Iascinacien de 10 que son y en eldesprecio de sf mismos al no alcanzar a deco­dificar la crfptica marna de su origen.

OLVIOAR SENTIDOS

En una lfnea muy especifica la musrca.Aquella que funge como le itmotiv de las "ca­tarsis alcoMlicas", la banda sonora de las au­to-destrucciones hepaticas, la cual se cons­truye en espacios sacralizados de la ca ntina yla rockola con sacerdotes y sacerdotisas invi­sibles que pontifican una rea lidad de dolornietzscheano, de violencia y odio instintivoen contra de la realidad y de aquello que larecuerda; no obstante la aparente evasion,son mecanismos que permiten enfrentar larealidad dolorosa, frust ranre, laceran te, seg­mentada , excluyente, asimetrica, en sintesisEcuador. Realidad que se presenta ancmica,rergiversada y que para poderla soporrar (0bien lIevarla) es necesario anula r algunossentidos -los mas vufnerables-.

Evasion sistematica que se reproduce entodos los planes y niveles de comportamientodel ecuatoriano. Expresiones que reconocenclaramente la cotidiana brega de negar 10 vis­to, 10 crcc, 10 palpado, 10 gustado, 10 olido yaquello intuido. Es decir, so pretexto de un ra­cionalismo de formado y deformante, de 10 quese concihe como real idad, se intenta ser 10 queno se pue de ser y se despoja de todo el univer­so creador, la a jternativa poietica que podriaconstruir sentidos alternativos que logren des­retar al ecuatoriano de una madre monstruosa

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que se a limenta de sus propia prole, para po­der generar mas leche y dar de lacrar a los so­brevivientes , relaci6n enfermiza, obsesiva ,perennemente deprimente, enparedada entreel querer y el no poder ser.

En fin, expresiones cotidianas captadaspar los distintos sent idos , procesa das cotect t­va e individua lmente, donde la casualidad yla intuicinn juegan papeles fun damentales enla construccion y deconstruccton de sentidosinternos y externos . Intemos como aquellosque constituyen y deconsnruyen los imagina­rios individuales y colectivos, el idios Irenteal alter en un proceso diakigfco, empirico, en

constante inte raccion y cambio, p roceso nopercibido, actuado espontaneamente por losactores y dotada de elementos alternarlvosque proporcionan a los individuos de reperto­nos socialas para hacer frente a las conti n­gencias . Los sentidos extemos aquellos quepermiten presionar y da r respuestas al Esta­do y on-as inst ituciones.

HI CULPABLES HI IHOCENTES

En esras lfneas se ha e xpuesto que la iden­tidad existe en el Ecuador, pero que desde laAcademia los estue raos por decodificarla , in-

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terpretarla y proyectarla han side desajen­tadores, su busqeeda no ha insistido en los as­pectos s unbdlico-vivenciales de 10 cot idiano,que explicarlan las instituciones, las formasde percibi rlas, aprehenderlas y las posiblesvias de sal ir de la anomia en la eual se desa­rrollan.

Desde la practice social, aquella vivenciat iene su propia dintimica dd ormada como elsistema que la contiene es deformado;noobs­tante, la practica da alternat ivas de cohesionsocial, construye mitos laieos, construye lasmodas culturales , en definitiva dtseaa los ob­jetos que 13 constituyen y constiruye a los ob­jetos que condicionan su estancamlento.

le ual es ta salida al entrampamiento, a Ianegacion de una realidad que no se a lcanza acomprender, por ser viva precisamente; y laexclusion , que configura un sistema de vic­lencia, que existe tanto para el excJuido comopara el que excluye; violencia que se expresaen el habla, en el hecho concreto de compar­tir espacios, slmbolos, en la absurda salidadel exclusivismo que persigue alejarse annmas de esa matriz que avergiienza pero queen reaJidad les acerca mas a la misma?

Esta actitud demencial atraviesa todo elespectro sociocultural del Ecuador en mayoro menor medid; no se trata de una confronta­cion de buenos contra malos, de mal contrabien, es la violencia ejercida por todos. Para­frasea odo a Girard: Nada se parece mas a unhombre excluido que otro hombre excluido .

En este sistema de violencia no hay vtctt­mas ni verdugos, ni buenos ni malos, no setrata de un sistema maniqueo de interpreta­cion de la realidad. Cuando se plantea un sis­tema de violencia nadie es culpable ni inocen­te. pues aunque se pueda identiricar en el

tiempo y en el espacio cuando, como, donde Of

por que se mtcto ta agresion, en la cotidianei­dad la vfctima se vuelve victimario y vicever­sa.

Girard menciona: "La relacicn ent re la vic­tima actual y vrcnma potencial no puede serdefinida en termtnos de culpabilidad ni deinocencia. No hay nada que 'expiar'. La ecce­dad intenta guiar hacia una vlctima 'sacrifi·cable' , una violencia que amenaza con herir asus propios miembros, los que ella pretendeproteger a cualquier precio".

En la introduccicn se presentd el hastlo,rrustracton y resent imiento que Baldwin te­nia para sf mismo. La manera como el ebordae intenta supera r esa posicion liminal entre 10que es y Ie averguenza, es asumir crfticamen­te el papel de su grupo de rererencta dentrode su sociedad, no buscar culpables, sino asu.mir una responsabilldad compartida. Desdesu posici6n de negro, asume un papel de crt­tica y autocrftica de su condici6n "con algo deambigiiedad e ironia", expresando su reali­dad con amargura pero sin ca rece r de graciay profunda ce rga de esperanza.

La autocritica es tremendamente peligrosapara los distintos acrores, pues cuestiona elstatus quo y obhga a irnplementar practicasalternatives que se vue lven afuncionales a 10que se conside ra Ia "norma"; esa autocrmceencuentra una oposici6n brutal y una stste­manca resisrencia que frustra cualquier ini­ciativa. 'Iodos saben que estan mal, perc elque quiere cambiar se encuent ra tambienmal, un ctas tco ejemplo que i1 ustra la "trege­dia del bien comen".