UBA – 2015

Facultad de Derecho y Ciencias Sociales

Universidad de Buenos Aires

Comisión 026

Derecho y Justicia

en la época de la Confederación Argentina

Trabajo Práctico N 10

Alumnas: Martha Ines Miravete Cicero - e.mail: martham.cicero@gmail.com DNI: 17106.771

Derecho y Justicia

en la época de la Confederación Argentina

Trabajo Práctico N 10

Consigna:

Del trabajo de Juan Bautista Alberdi La República Argentina, 37 años después de

su Revolución de Mayo analizar: 1) ¿Hay una crítica a Juan Manuel de Rosas?; 2) ¿Se

habla de una Constitución?; 3) ¿Qué opina del partido unitario?  

http://olazapallero.blogspot.com.ar/2014/03/la-republica-argentina-

37-anos-despues.html

INTRODUCCIÓN

En todo trabajo práctico realizado, es muy importante el análisis del contexto sociológico

histórico para la comprensión de las políticas de gobierno de ese momento, en nuestro

país.

1) ¿Hay una crítica a Juan Manuel de Rosas?

Si, se habla de que era un general argentino, de la zona del Plata, y se habla de la

República Argentina.

“Hablar de la espectabilidad de Rosas, es hablar de la espectabilidad del país que

representa”.

A Rosas se lo ubica en el contexto histórico posterior a Liniers (unos cuarenta años); de

Moreno, Belgrano y San Martín, (unos treinta años) y de Rivadavia (unos veinte). Se

enroló en la Compañía de Niños del Regimiento de Migueletes, participó durante 1807 de

los conflictos armados contra Inglaterra y Francia coaligadas; donde fue distinguido por

su valor.

Pero no solo se destacó por su intervención en las luchas en nuestra tierra, sino también

en la política, en 1828 ya era representante de los propietarios rurales; de postura

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conservadora fue formado dentro de la corriente federalista, surgida desde el partido

unitario.

A diferencia de otros que conformaron la Generación del 37, grupo de jóvenes

intelectuales (algunos de ellos fueron entre otros Domingo Faustino Sarmiento - se exilió

en Chile durante el primer gobierno de Rosas-, Juan María Gutiérrez, Esteban Echeverría

y Juan Bautista Alberdi); su pensamiento político se fundamentó en las obras literarias

influenciadas por el Romanticismo inglés y francés, estos jóvenes se consideraban

«hijos» de la Revolución de Mayo y uno de sus hechos reconocidos en la época fue la

fundación del Salón Literario, desde el cual dieron origen a la resistencia contra Rosas;

mientras más crecía la imagen y el poder de Rosas más aparecían obras opositoras a su

pensamiento y es así que se establece un paralelo comparativo de dos partidos en los que

se divide el poder político en el país de la época.

“… No en vano se le llama desde hoy hombre de América. Lo es en verdad, porque

es un tipo político que se hará ver alrededor de América como producto lógico de

lo que en Buenos Aires lo produjo y existe en los Estados hermanos…”

2) ¿Se habla de una Constitución?

Se ve a “La Constitución” como una herramienta poderosa de pacificación y orden

interior, pero en ese momento, no existía una ley que reglamentara el gobierno interior de

la República Argentina y el ejercicio de las garantías privadas.

“…La ley escrita es inmutable como la fe…Quien dice tener el poder, dice

tener la piedra fundamental del edificio político. Ese poder necesita una ley,

porque no la tiene. Se objeta que con ella es imposible el hecho de su

existencia. Désela en tal caso tan despótico como se quiera: pero dese una

ley. Sin esa ley de subordinación interior, la República Argentina podrá

tener un exterior muy bello; pero no será por dentro sino un panteón de

vivos…”

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3) ¿Qué opina del Partido Unitario?  

“…Según la prensa de Rosas, la mitad más culta de la República Argentina es

igual a las hordas meridionales de Pehuenches y Pampas; se compone de los salvajes

unitarios (como quien dice los salvajes progresistas, siendo la unidad el término más

adelantado, la idea más alta de la ciencia política). Los unitarios, por su parte, han

visto muchas veces en sus rivales a los caribes del Orinoco…”

En este documento se aprecian las diferencias entre Federales y Unitarios respecto

de la centralización de la República, al respecto, “Los Unitarios” derivaban del

centralismo y consideraban que la Nación preexistía a las provincias; fueron un grupo

integrado en su mayoría por la élite de Buenos Aires. En 1824, durante el Congreso

Constituyente se rebeló la disputa por el poder, sucediéndose varias luchas regionales y

finalmente desembocando en la guerra de 1828-31. Estas rebeliones y guerras que se

sucedieron en el seno de la Confederación no se inspiraban en las ideas unitarias, pero era

muy necesaria la unificación nacional, la que se produce luego de la derrota de Rosas a

manos del ejército de la coalición en Caseros (3 de Febrero de 1852), donde Rosas luego

del combate partió hacia su exilio en Inglaterra. Como consecuencia de ello, un Congreso

Constituyente de todas las provincias representadas, reunido en 1853, redactó una

Constitución Nacional que proclamaba a la Confederación Argentina como una

República Federal.

Conclusión:

No podemos ignorar que un partido, representaba y fomentaba el centralismo

(Unitario) y el otro la representatividad y participación del interior (Federal); pero las

urgencias eran muchas y la principal era la organización nacional, imposible de lograrse

sin la existencia de una Constitución. La lucha de Unitarios y Federales no fue solo una

lucha interna. Se jugaba también la política de dominación inglesa en el Río de La Plata.

San Martín lo supo desde el principio y con motivo del ataque militar de Francia en 1839,

le dice en carta a Rosas (10 de junio de 1839)

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“... Lo que no puedo concebir es el que haya americanos que por un indigno

espíritu de partido se unan al extranjero para humillar a su patria y

reducirla a una condición peor que la que sufríamos en tiempos de la

dominación española: una tal felonía ni el sepulcro la puede hacer

desaparecer...”.

Ante la segunda intervención imperialista de Francia e Inglaterra, San Martín en carta del

10 de abril de 1845 le dice a Guido:

“¡Qué me dice Ud. de la intervención que se anuncia de la Inglaterra,

Francia y el Brasil, en nuestra contienda con la Banda Oriental!...ella se

prolongará por un tiempo indefinido y por consiguiente perjudicial a los

intereses de los beligerantes y neutrales...”.

La batalla de Caseros, no fue solamente el fin de un gobierno, o de una “tiranía”, no fue

una batalla de lucha interna, fue el quiebre de la resistencia al imperio inglés; el punto de

inflexión para la imposición del liberalismo fomentada y sostenida por “el Unitarismo”,

cuyos máximos representantes internos, intelectuales, militares y religiosos, procedían de

la trascendente generación del 37.

Después de Caseros, y especialmente después de Pavón, la influencia británica tuvo un

decidido avance en las relaciones internas argentinas y en su comercio exterior. (Ferns,

H.S. Gran Bretaña y Argentina en el siglo XIX). Urquiza fue “comprado” por el Brasil

para que traicionara a su Patria en ese 1852 —cosa que atestigua el mismo Sarmiento,

quien escribe el 13 de Octubre de 1852 a Urquiza desde Chile y le enrostra:

“Yo he permanecido dos meses en la corte de Brasil, en el comercio casi

íntimo de los hombres de estado de aquella nación, y conozco todos los

detalles, general, y los pactos y transacciones por los cuales entró S. E. en

la liga contra Rosas. Todo esto, no conocido hoy del público, es ya del

dominio de la Historia y está archivado en los ministerios de Relaciones

Exteriores del Brasil y del Uruguay.” (...) “Se me caía la cara de vergüenza

al oírle a aquel Enviado (Honorio Hermeto Carneiro Leão, o Indobregavel)

referir la irritante escena, y los comentarios: "¡Sí, los millones con que

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hemos tenido que comprarlo para derrocar a Rosas! Todavía después de

entrar a Buenos Aires quería que le diese los cien mil duros mensuales,

mientras oscurecía el brillo de nuestras armas en Monte Caseros para

atribuirse él solo los honores de la victoria." (Domingo Faustino Sarmiento,

Carta de Yungay, 13.10.1852).

Es por eso que, más allá que pueda opinar sobre el Partido Unitario, en ese momento,

nuestro país y su constitución como República, no es un hecho aislado e intrascendente

porque esos hechos, como también los pensamientos que se visibilizaban desde nuestros

próceres y las guerras que ocurrieron intestinas e invasivas, precipitaron la declaratoria de

nuestra Primera Constitución Nacional, y eso se debió a las diferentes posturas que en ese

momento había, como así también los distintos referentes que desde sus estrategias

dieron posibilidad a la confluencia de diferentes ideas y corrientes políticas en ella.

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