to semanario no anhelamos

más que sea fiel eco de las

aspiraciones de nuestro pue-

blo, defensor decidido de sus

intereses, crónica de s u vida.

-..__- He . ~cqüi - el_temu- ~-nuestrt~ ------- ~

programa: PRO-MONC3_- ~

VAR.

Nuestra juventud, nues-

tras fuerzas, nuestros opti-

mismos, nuestra voluntad,

todas estas ener_gí~ _ ínén un

punto de convergencia: Mo-

nóvar.

¡Sa 1 ve, Mo,-~óvar, ciudtzd

levantina, toda luz, toda azul( ,~ i

~~

Excine. ~r_ ~ JesE_Iï?artínez Ruiz, ilustre.hi#º_~de ~D~Vàr•

`~ ~. ~~•' ~f~

~~o i ~ Múm. 1

ANUNCIOS.

comunicados y avisos,

.precios convencionales ....~

Se publica los domingos

.1 o.0000

@aoórar II F~6r. l~11

~ , suscR~Pc dtni Monwar un mFs o•40 p's. Fue; a trimestre. 1 25 ~,

~ r:~c;o a~ r rc ► r,~r,c„ —

aooaooa00000a ~~oc.aoco Número suelio: 10 cts.

--~ ► • Semanario literario y de vida tocat •►--

_- .___~ _ ._~ ____-~~_s~. .~

• R~ < < ~ ~ ~o~v~vA -s---

Al fundar nuestro mode-s- r

SA1.UD0

A las dignísimas auturidactes

ie esta ciudad, ofrece Los PL'L-

;Los en su plrimer día de vida, el

testimonio del mayor respeto. No

► udiendo ostentar como lema,

~~~t~o que no sea un ferviente amor

t nuestra querida Ciudad, celebra-

~-emc ►s que en nuestra I ► c ► bre hoja

:emai~al, nc, quepan sino elegit •S

nerecido~.

Para «El Sc~mbradur~ y «E1

~roni~ta» un prc~fundl, agradeci-

nient~ ~ I ►o~ sus gai~lntes frases de

tiento y arni~tad; amistad, que dr

udo ~ l ► razón de •seamt ► ~ no ver

ronca in ~~ r, .: rll~~lt •, s ;

~. n~_tuel t e, t•n bien de los Sagra-

---- ..

los intereses yac se dependen.

Ioda La corres~vná(.cncia di~í~ase a P~

"~. Giaco" ~

GERENTE DE LOS PUEBLOS

~roN~ v<<~ l~~

Ido tratanlc ► s cic t► c[~.i a•a~ el

valor li'erar io de• «.~z~ orín»; n ► c -

nos, mucho meno~ prc't~•r,dentu5

yue nue~lra; gar:,hateadas {car-

tillas sean (ante, u~l poema sin-

tiínico de lo;l a «:\zurra». lli la

censura ni el elogio tt n(li ían

~,t;,l► ilidacl alJ;un;l ~ alta nuestra

peyuelirz literaria, ~• nuestra nlo-

_--_(il',4_t,l_ ~r'1l.Lllllil..

\'ra el lector ('n nuestros cs-

~~rítos relativos al autor de Cas-

!!!!cr sum~~ras ol;s~rvaciulies de

unos lectures llu «:\zorín~. .\a-

da nlás. Ouódase la censura y

el elogio para los crític~o5 ,le

nuestros días en► peilaclos ert due

nl ► eSlt'o clu(•rtd0 «.~zorin» seal

hr~~• e l nli~lno de hace diez,

yurt~l'C, VCititC i1f11►1; dllC sl,l Yln

ya cíeulasiaJu lo r~,~lui [~.~r n: el

par:,guas rojo, el nlvncículo, rl

rostro inmutable; en fin, yue se

acerc:,n al autor dr: las G,ttrnsas •

i~rl}~resiunes I,aí•lanrenl:lriás sin

s~l>er vér por p► inlera vc,z.

«Azorín» es cJe tos l .:erra, sle los Stendhal, cuya'obra no es pa-

ralela a la compresión contemporánea.

Sí, la obra azorinesca es nluy leida

—li~ucho por vanidad pella( tesca, poco

por amor—; pero apenas comprendida.

Pío 13aroja, que como «t-izorín», pertene

ce a ese grupo tramado hay generaci~~n

de r8g8, también es de los que más lec-

tures tiene; pero también, en general,

mal interpretado.

llejeluc» que el tiempo vaya solidi-

hcan~lo tus valores. Y, mientras, veamos

cómo «~\zorín» can sencillez, preci~i~~n,

claridad, ataraxia y meditación escribe ~

las bellas páginas de «La Voluntad»•

~lntoniu ~\zorín»-«Confesiones de un

Pequeño Filósofo»-«l.os Pueblos»-«Es-

paria»-«C;~tilla»-«Lecturas Españolas»...

Paisans•, rrtr-a.t~, crrtt, !m►nbres, cirictarte:;

interiores, de.~•eo üe justicia y bit~resiar.pa-

r-a España. Este y-s -«;lzzsrtn~► : «maravl=

(loso estilista»-«Xettius»; este es «Azo-

rín»; Kartista maravillosuy-Ortega yGas-

set; este es «Azorín~: muy clásico, muy

moderno, m uq español.

L. Gmco

Monóvar >io febrero Ig[~.

~ 0 0

Pa~r~a ~ ~umanidad -- ~ _-- _

Ll ejeml ► lu que nos otee, e la guerra presente r., de un naciona-lismo reHetivo y fecundo. (_:amo los púebl.r ,s beliáerantes se han re-cogido sobre sí mismos y~hatl het~lio apelaciún a todas sus energías, de-be España pensar en ~í misma, inten-sificar sus fuerza, hacer que los gérmeneti creados pur la historia adquieran plano de~envulvin~iento. ~u odi~•mo~ al extranjero; nu ~,os nrr~u~ mos ~l la comunicación con el mundo. E'ero, tras largo abati-miento, cumc•ncemos a ver lo que la tradic.~ón, el arte, el suelo quie-ren que seamos. Trabajemos por-que las carac•terí~ticas nacionales ad uieran relieve y ~~igor. Amemos nuestra tierra, nuestro paraje. No nus avergonct•mc~~ nunca de haber nacida donde hemos n~tc•ido. Siem-pre habrá en n oest r:l I nat eia algo que no h. , 'irá en lag l ► t ~ a~ patrias. Y si sentimos ~•se amo( a la patria Dativa—fundi .c~rl liti amor a la llumanicl:+ci— liahremc ►: ~idc ► hom-bres yha~remos cuml>liciu nuestro deber de c•iurlaciaríua.

AZORÍN Madrid 6 l~~•I~rerc, Iy1~.

N~~t;~vo semanario

• Monóvar • • • A zo~ri n - - - _

C.'n nuevo 5entanario en lti~o-

nevar; una gl•an alegría para los due tenc•nlos afcic~nes literarias y~que,-en ► oti a eje pue~hlecito co-n~o a un:, .Cc1sa ínt.i,u:~ y familiar,

c.on l.C► a un oLjett.►__prrriosísin~o,

como a la j:,ula de oro de nues-

tras ilusiones.

('asarán los ai► oi, añosºtt-

mos cada vt•z nlás ~ I rincón pro-

vinciano; con visit:ls de golon-

drina iremos todos los veranos

en busca de un corazón senti-

mental Par;( í•ornlar uli flido y

luego huir en busca de otras

tierras guiados loor la estela am-

biciosa del ideal..: 1- cuando nas

~'eame,s viejos y achacosas, cuan" -

cío necesitemos calc,r para el

cuerPn, :,iïvio liar:, los senti- -

mientos }• tranquilid:.d para el

pensar,. volveremos al puebleci

to queridfl, a dormir bajo el tin-

tineo conventual de las hroncí-

neas campanas; esr•uc~har~nros el ctt, cx

clel cuclillo y conlent:~ren~c~s con los

anlráOS de nue; r.. irt:,nci;l —,fue como

nosotros sc .:,p.,~•ar•án ~~c~n fi,erte caya-

da—I;~s efr,m~~rides ~iániñc,rtivas de los

fechos sociales, de'antc ele la iglesia que

recibe de pleno Ia•vivificante luz del sol...

t'or iiri ¡~aïál ~~ ~b fenórtte~~ó de amnesia

.remos I ►erdiendo la memc,ria y no olvi-

daremos jamás nuestros hechos de niño, cl día yue sentimos fundirse ftuestro

ideal en una mujercita rosa, clavel, viole-

ta, tulipán,—día de grandes indecisiones

estéticas y de grandes torturas esp'ti-

tuales.

Viviremos alejados del pueblecito

pero no lo olvidaremos...

Cone el poeta U. Joaquín llegaremos

al pueblo, ciegos, viejos, achacosos;... y re¢ordancio a I;~s (.ola, a las Carmen, a

las Conchrta, rc•íremos :.un con todo el

temblor yac h;~n puesto los a,ios en nues-

tro ser...

«Los Pueblos»; Ite aquí, ton tstt títu-

lo, la expresión de una novela, de una

exposición sintética de muchos pueblos

vistos y analizados por «Azoren». 1'or un

tropa, ;unto con «l,os Pueblos»,está gra-

, • _.~ . __._... ..rds+..w.k.h:H.

.ï

~~.

x

. . . , +ic ~ . :-l. N.t

Por otra parte, adem~ís cie pintar con una martitría insuperable la vida monó-

tona y siempre i~r.ral de lós pueblos es-pañoles, «I,a Voluntad» c<,litic~ne la últi•

ma curiusidacl de un romántico amar de Azorín. ',;Vo es extrañó qué t~orín haya est:+ceo c•nanlorado? ~No es más extrar3o aún qu,~ .\zorín nos c~uenle sus amores? ~Conocis por suti I.I~rus alguna aventura amorosa de Azaríu? Cc,nfe~emcs yue lo que sigue es curiosísintc~, ,•c latido poi• Jo• sé Martínez 1Zuiz: <cLSta luatiana Azorín está furioso. 1?s indudable que con toda su ~ imp~sfü~ad, con tecla su indiferencia,

Azorín siente por •)ustina una pasión que pudríamos Ilam:~r frenética».

Y , finalmente, como I~rc►che cie plata

que cierre la insigniGc~ncia de la presen-te glosa, cc,piemos el c;shc~zo de la vulun-tad• que Azorín .nos regala en ttna cie !as páginas de su libro: «1?sta Iluminada es

amiga intima )' vc eina de Justina; es una

muchacha inteligente, vivaz, autoritaria,

t

.. I~.l ]lumbre, ;es ele. doruk• nace u ~c hacc~~

~I►► n► í~~,u•, dirá,- auncluc ar{;u~'o—

~lue eG muy sti~~o • Martí»,.•i Ruiz, idos jo`í :.

1'rru .;ilclrán lo~ ck~ 1•cra~l C(Hl 511 teCla

clando al fin I.1 nutu at;uda en un ~;ritu dc• cluc• F~ su~•o el c-ruditc►

dc :~hc,ríu.

1•;It cuas ri~•alidadPs

ele ciudades.

luz hc►mbt•rs intervc•nclt ín.

~• c•n amor santo ~~ prolijo

~~~ur hu hilo

amlu►s pueblos le tcndr.íll.

hl~ \1:11.I1.I.~\o (~. Snttl.~~o

~. a a

~ .-

!I

I

Ln~ PUEBLOS

#cado el nombre del que podernos llamar losas, c:on sus diabóliças extremidades, perserverancia parecida,• Azorín le Llama i~uperativa. ~á~► Ia rescreltan~ente y• su nuestro literato... l~ué gran encanto, que la inyecta un frío terxor, y lanzando un voluntad. • clrer•lto todo, joven y fuerte, vibra de emoción más pura nos hubiese causado ténue gemido, quedo muerta. -- energía, cada vez que pone su empc ño en x ver el nombre del autor en vea del título El tremendo drama de esta pobre Es también digno df! elogio el intere- • algo. Iluminada es un genial ejenrl~lar d'e de una de sus valiosísimas obrad a~ujºr que Azorín, en el• capít•ulo de role- santísimo ii-br© porque señala un cambio .una vc~~untad espontánea y libre; sus csj~-

Pero de hecho el nombre de K Azo - réncia nos pinta con su vigor° y sobrio- radical en la novela española contempo- servaciones serán decisivas y sus gustes, `~ .~ ríe» que es todo un símbolo no desapa- dad habituales, más que imagen consta• ránea. La aparta de la senda trillada por órdenes», r

rece de nosotros... Si la humildad de los table en estos tiempos que corremos, • tal donde discur,- ieron triunfantes Pereda y A. D~otv•ru>to :grandes hombres rehusa aveces, de lo vez sea el espejismo de unas costumbres Galdós, Valera }• Alarcón, Coloma y — que pueden creer homenaje, la gratitud que ya murieron con los arios. Ido han Rlasco Ibáñez. «La Voluntad» corc,na

A de los estudiosos, de los que se han pasado tantos sin embargo para que, hoy con una cúpula maravillosa el palacio ~~e donáe es ~ r / {Z~Í-~~i r`:t' -- identificado con la manera de pensàr• de por lroy, podarnos dejar• sigtrier•a de ~en- , prficer de la Itovela psicológica ya inicia- -~'~" .los humildes filósofos, no debe decaer, ~ trever algún atisbo de estas ancianas, cu- da en [?sparia por «Silverio Lanza» («I~Ti ~ r.os usos q.,t `~"aE t•r~r":

ros otro, que de Dlond►•ar; . sino reverenciar con el trabajo al que to- yo espíritu se ve perennemente n~ac<~ra- ~ en la vida ni en la muerte».- ~Arturla»).. ríos primeros, razúH lle~aa! roan como normativo de sus apetencias do por la visión terrible de la muerte; ni ~ y continuadá por el demiurgò de «Ca- ~ ;r~~ro a los ocres, des ,ovr;~; de trabajó... Si los políticos y los gue- para que, con exhumar los todavía no' mino de perfección», «El mundo es an- ~ t1stedes, l~,ersonas list.Is, rreros tienen estatuas con suntuosos pe- muy lejanos tiempos de nuestras abuelas, •• sí», étc-, y, el autor de «La Voluntad». periodistas dentales, formemos nosotros amplias es- hayamos de quedarnos sin la imagen real ~ -«Antc►nio Azorín»-«Confesiones de un c.,n magín,

tatuas i•deolcí reas ue bien la merécen fr~► nca ue ermita discernir cuánta us- e ueño filcísrlf~» etc. "" e~at•añr", que mis poi,artos g• ► q Y q P J P q ~ los t~eclanos los que enriqueciendo la mente, nos han tono, cuánta maestría )' cuán inestimables Las ramas t•rondosaa de la novela, armen /cr rl~• ,Sa,r ~~r«rrtín... hecho pensar }' sentir, han enriquecido tesnl-os de observación avalor~ln al 1,ello emati_v~ º se'.ntims~ntal,_~í~:_rt-uta- -a - -~

íiuestra consciencia y han modeladó cuadro que Martínez Ruiz nos presenta. de amhien:c, boro sin análisis abonas de F'or~lue en Los F'tJlsl+r.os, ahot•a, nuestro carácter... Honda es la simpatía que yo reservo la psiquis de los persc~najcs, iban desga' sin de'_mcu•.1 -

«Azorín» es para nosotros aquel es- para estas mueres. Para estas mujeres jándo~c drl ~ínc~,l crol buen gusto ~• ca- se• aíra, critor valiente, que sabe manejar la dis• que con precipitación digna de la mayor yendo lenta y eslripitosamente en ct vio- yue el c scritot• distinguido creta ironía, exponer conceptos y hacer loanza, sólo ansían —temerosas de una jc~ pantccín de la inachtalidací. ~- Azorín, tia "a~`dO - • R

' sintiendo sal ~rtar cl insecto de la~renoca- c•n 1íc►nc,var... ¡claro ewt~íT... el baño matizados de la estetica para to• hora que pronto sonará,— correr, con I • l _ da su labor. Nosotros estamos ~It .a^`~•- ~ rmientorr apergamina- ción de una estí-tica gaslacla, escriltiú --~ `._-. _ - - ~

►

,-~ - 's," _~ Aía. til el autor hreenrinc•nte .~ . 1~ éda~ ..en que- ed ~l~ecilr~r~-ser s e os, l~ls negras cuentas de «[.a ~'c► lur~tacl».

justamente propuso triunfar siendo discreto concep• uri rosario, y cor. un la}' S~riori por cada — ~ ocluí nació, • Lista, analizador profundo y viniendo a suspiró que exhalan, pesar todas las ho_ C)tr~ galarflcín meritísinto de esta en 1•ccla, al pie del Castillc►, precisar con su acribología, todos los tra- ras, todos los minutos de este mezquino • ohr•a casi cletinitiva, ~• nlás meritísimo deci~iyuillo~

- nírn para los lectores de Monóvar, fino- en Cal,tsanz se educó-

bajos mediocres d~ muchos literatos... quino opérese cíe su existencia, en ~ses-

~C' al nombrar «Los Pueblos» sentí- toste bisbiseo de férvidas le ariás. s°, Yecla, pueblos esencialmente- agríes- ~ . —' ~ -

P g Si su nombre escl7recielo roes or «Azorín» todo zl culto ue me- ,~• las, son las ensel3anzas que encierra, pe- i P q Csto, admirado Azorín, va es alga _ y apellido rece un buen literato y un pequelio f lú• excílico en nuestro meclic,. Las viejt•cit~ls

r u du` no quieren óste~s al,rovechar, pa- l

, ,c>n de Ac ut, ra Ic►s a~ricu ► torc s acc,nloelados que des- fí c ese•, c ue el sobrenombre soto... de hoy suelen, sí, ir mu}• cíe n~añanitsl a ] • l

J G~xcln v TF.RUi; ~`" "" cuidan su hacienda, entregándola en rna- ino ~►, asomUrc) • la igl€sia, y a~tln de tic•z en cuanclt,- a la - - nos mercenarias que más miraran a su ~•~ ,uirr r~~~•l~iirn... ¡e5 dr allí! • novena. Pero temerosas de que la casa — -

medro particular que al rttedro del amo A Z O R Í N propia semeje un anticipo de su tumba, • ticti niego que será ~•uc•str,►. a quien sl`rven. ticuie~rdci, tu czrrrv te• s.~err, en jovial camaraderí,l, ronaregarse las _ ;pero cy nue~tr,►, ~' ~' ~ P ~ p y

parece ser el lenta de que se sirve nues-

J más coetáneas ara entre untada sise f)ic►s!... tro ad.rtirado autor para desarropar una 1're;;unt~ m►►sle de dónde... puntada de calceta, desgranar en su boca serie de consideraciones atinadísintas. ~•, ;► tc seguro rc•spc~nd►• hundida y en sus eneros mondas, el Erro _ ~ c l t,c. c•; a la ~•ez dP lo• c). a! esbozo de una carcajada.

Lo que, después de todo, también

tiene sus encantos,

J CORBI CF.xn~(

La novela psicológica «La Voluntad» es la obra más impor-

tante de Azorín y uno de los libros de

verdadero mFrito literario y 3e indiscuti-

ble seniicio común escritos por la gerte-

ración del ct~,. Este libro es tal yue se

del,c rrc.omendar a lodos los arr,igos, y

a todos los enemigos también, para croe

k

aprendan a poseer esa perserverancia en ~ el Ic~gro de un anhelo digne: ttn bello ~ ideal; una carrera provechosa; una for•tu-

na honrada. Esa perserverancia que tu-~~ vieron los yeclanos para edificar ert ~le-

no siglo XIX In que orrta~~mxltitredcs rea-. lloaren ere remotas ceirtrerias; es decir, un

templo grandioso. Y a esa perserveran-eia que tanto enaltece a Yecla, o a otra

<.

~

~ 1~

—. ~----

~(~tré desde cuándo soy fErvido entu-

siasta de Azorín?

I_a pregunta, pardiez, es inocente co-

mo una tórtola, y más, mucho más sen-

cilla que una codorniz. Lo diré: Desde

queteí la Primera parte de «Antonio Azo-

rínN en su capítulo IX. Llena todo este

capítulo, la terrible, la honda tragedia de

una pobre vieja que se levanta con el al-d.~a suspirando un lay Señor!; que se ex-

trentece, «que se pone pálida y cierra los

ojos cuando alguien dice en su presencia:

:~ caramba!, yo creía que se había usted

muerto»...; que se~ acuesta todas las no-

ches, luego de rezar un poco ante el cua-

dro de la Divina Pastara, pensando, pen-

sando siempre «que esta_ noche acaso sea

ta última de su vida»; «que se recoge en

su asiento, toda arrugadita, toda temblo

rosa, y llora como una niña» al sir .unos

cantos terribles, unos responsos que por

ala calle va entonando una comitiva fúne-

~re; y que, por fin, una araña que desde

cl . fondo tenebroso de un espejo parece

Purgar el silencio de la noche con sus fi-

~ r~+Ye:~t.:._.+.

. .. . R. . :. ~, .

L.n5 PUEBLOS t.

-_. ---.1 -.-..._ ~ .._ ..'..

los gustos y para tocl~s las tendencias:

popular, simpático y amigo de todos,

c~ue juguetea entre las niñas y se .pone

serio entre los viejos; un periódico l~tr-

milde yrebelde al mismo tiempo; un pt-

riódico-orna de una población... Orien-

tarlo con acierto, estar atento a las exi-

gencias que pide la vida local en sus di-

ferentc-s manifestaciones, ytocar afinada-

mente el clarín de la Oportunidad. Abrir

la puesta de par en par y estar en ella

un hombre digno, L► ucno, incicpendiente,

sensato e imparcial, con la c:+chaza que .

reclama una esmerada educación, el gus- ~'

to artístico de un temperamentos exqui-

sito y la rectitud -de un rebelde. Algo

-más indicaríamo scbre este problema o

asunto por haberlo meditada v ocurrido

algunas cosillas en nuestras andanzas de

periodistas: n~as quién nos quita el te-

mor de caer cn-~et ridícutúi' ~ ~`---- --

1,a aparición de Los Prrar.os franca y

sinceramente nos regoçija. ¡Vemos un

criterio, unos rasgos de distinción y unas

gotas de cultura! Además sentimos an-

sias de que se engrose, con periódicos

de altos miras y fines, esa institución de-

nominada—Ctiár~-i?stado. - ---

,

-.~~~►~.~ ----

0

Aniversario larriano

Pasado mañana, ~ 3 de Febrero,, cúm-

plese el octagésimo aniversario de la

muerte de- Maria{i~~osé de Larra, «FI-

cr<ARo~.

_- «¿Dón3e Ïestá España:++, preguntaba

~rigustiado Larra, en 1835, viajando por

las campiñas secas y desiertas». Han

transcurrido ochenta y dos años. jEsto

es Espariai', preguntaría hoy «El pobre-

c:ito hablador» ante esta algarabía de los

foGia.c y los ftliczs frente a la crisis en - --__

que se halla ñuestra agricultura, indos- I

fria y comercio, a causa del ConRicto'

Europeo. -

De periodismo _ Desde el año 1886 en que se fundó

r~ElÍérmómetro», hasta la aparición de

Los PUEBLOS, han visto la luz en nuestra

ciudad diez y seis periódicos. Hoy con-

tamos con tres. Podríamos hacer una pe-

queña historia dedos periódicos que he-

mos segui:io su marcha, y hasta nos me-

teríamos a anali_~r-los que no hemos co-

nocido si tuviéramos las colecciones, ya

que hemos sidoTós désrg~aTos pará -1'ia—

blar de tal asunto en este primer• nírmero

que se trata de rendir un modestísimo

homenaje de admiración a nuestro ilustre

paisano «Azorín»; pero apara quéï' En sus

distintas épocas, habr á habido, y en la ac-

tual existe, ese poderoso tribunal del que

_estamos todos pendienses de su fallo: el

público. `

.Hay periodistas y periodistas, y pe-

riódicos y periódicos,'Nuncá icemos er~~r=

do que fuese suficiente emborronar unas

cuartillas para adquirir el título de perio-

~ista; ni publicar una hoja impresa en

forrila de periódico, para tomar parte en

~el estadio de la VERDADERA PREN-

SA. ICuántos no han deshonrado la cla-

se!—¡¡Descalificados!! —

El periodista; o el periódico, lo mis-

mo da, (sabido que el periodista es alma,

nervio, vida del periódico), debe lograr

una personalidad. Esto es ante todo y

.sobre todo. Sin conseguirlo pierde la

eficacia: sus censuras van a parar al va-

cío y de sus piropos nadie hace caso; es

más, lo censurado produce hilaridad y

nos sabe mal ver nuestro nombre estam-

podo en sus columnas, aunque venga

con su correspondiente sou~zjero. Citaría-

mos un sin fin de casos si no creyésemos

:a todos convencidos.

jQue el periódico juzgado por- el pú-

blico pueda juzgar al público y sus -ac-

tos.:.! Con qué impaciencia esperamos el

juicio de un periodico•carácter en cual-

quier acontecimiento.

I_a antes dicho, en lo que afecta para

- obter el respeta y la alta estimaci~n _de

las personas. I )espués... Nasotras hamos

soñado en un periódica ideal, para todos

Han regresado de su viaje a Falencia

!os señores D. Paulino \~erdú y U. )osé

daría 1~avarro.

Anteayer se celerbró el bautizo de la

hijifá - deti' joven Secretario de nuestro

~\yuntamiento, clon (~)ueréni~ñ Alfonso.

Se le impuso cl nombre de su madre,

U.a ,~-Iatilcle Albert, y fueron padrinos la

distinguida Sita. [sabel rllfor ►so }' D. Vi-

cente Albert, tíos de la monina 1~latildi-

ta. Nuestra n ►ás cordial felicitación.

1'or encontrarse enfermo el joven es-

tudiante I). Demetrio Pérez, ha salido

par.+ ~Iaclrid en clunde cursa sus estudios,

U.° [)e,an+p;rrados 13rotcíns y I). fosé

Pérez, p.~clrc~s del distinguido joven. Ce-

Itl,raremos su l~ront~ restablecimiento.

los inútiles temporales declarados Gtiles

en Ía últirna r-evisi~n.

Entre ellos van nuestros queridos

amigos D. Perfecto I3lanes }~ I). Silvestre

Martínez, a quienes deseamos mucha,.,

suerte }' verlas pronta entre nosotros.

Por concesión especial.de la Autori-

cfad, podrán lioy domingo, y a diferen-

cia de como viene sucediendo en años

anteriores, asistir máscaras a las bailes

del "I~eatro ~~ rifé Gorrilla. L;atiéndese,

sin en ► bargo, subsistente, el mandato de

ir con el rostro descúbierto~or _la_ vía -

pública.

Confiamos que el buen sentido del

lector cabrá subsanar las erratas que en

este priruer nírmero de nuestro semana-

rio se han deslizado dada la prenuncia

de tiempo con que se ha co:,feccionadC.

Ha salido para :\tirante a pasar una

temporada al lacto de sus parientes, la be-

lla señorita Dolores Rico.

Ayer relrrescí de sus posesiones d.' «El I'aración» nuestro querido amigo

D. Salvador I-íernández.

Pur conducto fidedigno, nos entera-

mos que el súbdito G•ancés, conocido

paisano nuestro, tasé Andrieux, pasará •

unas días entre nosotros, después de ha-

ber permanecido erl el frente de \~ er-

clun~ desde que comenrcí la terrible t,ue--

rra eu%ea,- Reciba' nt~estrª _. bienvenida.

'CIh. AIAxcF.t. Vru~L.—I41UiVOVAR

bidón de torio comercio con las nacio- programa de hailables. lA ver si va a pe-

nes centrales como Alemania con sus der ser;

nli,teriosos strhmar finos. Yero el perjui-

~aa ~ ~ ao©aaaaoc~o Nuestras visitas

.~..~

Dado nuestro lema 1'ro-\[onóvar, des-

de. el próximo número comenzaremos a

informar a nuestros lectores de nuestras

visitas: Asilo de ancianos pobres, locue-

las Nacionales, Colegio de la Uivina Pas-

tora, Correccional, y de cuantas fábricas

y talleres, por insignificantes, por peque-

ños que sean, hay en Monóvar. ¡1~rabaje-

mos todos por el renacimiento monovP-

ro! Pueblos grandes, España grande...

oo©oaaaaooaoDo

DEL AMBIENTE

Par:+ salvar a la patria espariola, e~

necesario conservarla en sr, neutralidací,

esclareciendo las nebulosidades que, ha

oçasionado este laberíntico ir y venir de

notas diplomáticas, y juzgar por cricc•rio

propio nuestra situación actual sin due

nos, importe, coma norma a seguir, lo

que otras naciones neutrales hagan o de-

jen por hacer. España resulta perjudica-

da grandemente en ste vida económica }'

en su desarrollo de riqueza con motivo

de la guèrra eurapea; y el perjuicio se la

causan lo misma Ínglaterra por la pmhi-

Nas comu++ican efe Alicante que el

genial escritor }- fogoso conferenciante

r.ugenio I~Toel autor ele «1'an v -loros»,

<<r11ma de 5anta~, «Castillos en Iapaña»,

«1\;c~rvius de la haza», etc:.. tiene el pro-

pósita de visitar nuestra Ciudad- con el

fin de dar una conferencia. I~To eludamos

que A~lenóvar acudirá a oir a este gran

Noel que sacrifica su palabra, su pluma,

y su juventud en aras de la Nueva Es-

paña.

Ayer marcharon a Alicante para ser

destinados a Cuerpo, Íes {reclutas de

t9t6, los aplazados de años anteriores y

cro sena mayor—fino olvrden esto los Teatro.—Aquí ya no hay prisa por lectores! —si España se determinase a in- ir a dormir. Y el programa es indefinido, . terve Zir con Jas armas, puesto que se de- como la serie de los números. (¡Ejem!. mamaría la sangre de sus hijos. Y com'

_ Com_ o verán rrstés_ qo es incompatible ser pensacióu a ese perjuicio, no existe'en un modesto rez~i.cte~o y a la vez candidato expansifin territorial, ni en riqueza co- ala Academia de Ciencias).

'r ÍetizaC el ~xi~o o $I frasascl de# ----- ----- __~.. ~-~-~~,

referido semanario sería tina pretensión

absurda y e l pueblo notaría apasiona- N 0 miento; sólo podemos decir que sale con

una gratísima aureola y era esperarlo in-

tranquilamente por el que ha de ser ~en-

tenciado y ha de sentenciar: el pública.

Vtcr:v•rF 1'F.~~•r.~rio

- Gine. — I,as proyecciones del Jueves . _ - _ _ ,. fueron :Iel agrado del público.

Desde «La moneda rota» que existe

verdadera pasión por la monísima Lucile

y el Conde Hugo, artistas que dominan

el gesto, siendo por ello elogiadísimos

en cuantas «films» actúan.

1-, nstecl, lector, ,~esinrzc/e el buen hu-

mor de esta rrrole~crcicr de revistero. 1 Y<r

l'Ira ~laol

~~I.~KOI.Í~ M AL(1

f.I teatro Ilene, el púhlira interesa -ic► '

por «La hija del Circo», la taquilla con

_.~-1_Kno_c}ueda localidades» }• haustina...

¡sati,fechísin► o! Chóquela, don Faustino,

eso son películas; lo de-má,, una de~irri~-

crrucicr.

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