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La Verdad Bíblica Acerca de... Hablar en Lenguas "Cesarán las lenguas" (1 Corintios 13:8-10). LOS NUEVE DONES DEL ESPIRITU: Uno de los muchos problemas que había en la iglesia de Corinto, acerca de lo cual los ancianos escribieron al apóstol Pablo pidiéndole guía, era el abuso que algunos hacían de los dones espirituales, especialmente del don de lenguas. El abuso (mal uso) de los dones espirituales estaba creando soberbia, independencia y desunión, entre los hermanos en Cristo, en vez de humildad, interdependencia y unidad, para lo cual se proveyeron los dones espirituales. De modo que el apóstol dedica gran parte de los tres capítulos completos al tema de los dones espirituales en general, y al don de hablar en una lengua desconocida (idioma extranjero) en particular (1 Corintios 12 al 14). 1. "La palabra de sabiduría"--- consejo sabio para los inexpertos e inmaduros. 2. "La palabra de ciencia"--- conocer las respuestas a problemas difíciles y prácticos. 3. "La fe"--- sobresaliente confianza en Dios para vencer los peligros, preocupaciones y tribulaciones de la vida. 4. "El don de sanidad"--- poderes curativos milagrosos para sanar a los enfermos. 5. "El hacer milagros"--- la capacidad de realizar milagros para convencer a los incrédulos acerca del poder de Dios para ayudar y salvar. 6. "La profecía"--- la capacidad de explicar con precisión el significado de la palabra y voluntad de Dios.

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La Verdad Bblica Acerca de... Hablar en Lenguas

"Cesarn las lenguas" (1 Corintios 13:8-10).

LOS NUEVE DONES DEL ESPIRITU:Uno de los muchos problemas que haba en la iglesia de Corinto, acerca de lo cual los ancianos escribieron al apstol Pablo pidindole gua, era el abuso que algunos hacan de los dones espirituales, especialmente del don de lenguas.El abuso (mal uso) de los dones espirituales estaba creando soberbia, independencia y desunin, entre los hermanos en Cristo, en vez de humildad, interdependencia y unidad, para lo cual se proveyeron los dones espirituales. De modo que el apstol dedica gran parte de los tres captulos completos al tema de los dones espirituales en general, y al don de hablar en una lengua desconocida (idioma extranjero) en particular (1 Corintios 12 al 14).1. "La palabra de sabidura"--- consejo sabio para los inexpertos e inmaduros.2. "La palabra de ciencia"--- conocer las respuestas a problemas difciles y prcticos.3. "La fe"--- sobresaliente confianza en Dios para vencer los peligros, preocupaciones y tribulaciones de la vida.4. "El don de sanidad"--- poderes curativos milagrosos para sanar a los enfermos.5. "El hacer milagros"--- la capacidad de realizar milagros para convencer a los incrdulos acerca del poder de Dios para ayudar y salvar.6. "La profeca"--- la capacidad de explicar con precisin el significado de la palabra y voluntad de Dios.7. "El discernimiento de espritus"--- la capacidad de detectar a los falsos maestros de entre los verdaderos.8. "Diversos gneros de lenguas"--- el poder de hablar sin tener un previo conocimiento, en los muchos y diferentes idiomas no griegos que haba en ese tiempo.9. "La interpretacin de lenguas"--- el poder de traducir cada uno de esos muchos idiomas a la lengua comn de la poca, es decir, al griego.

CMO Y POR MEDIO DE QUINESSE DIERON LOS DONES ESPIRITUALESSlo los apstoles de nuestro Seor Jesucristo podan impartir los 'dones espirituales', lo cual hacan por medio de la imposicin de manos sobre el receptor (Hechos 8:14-18). Los 'dones' no se daban a todo aquel que crea, sino slo a aquellos especialmente escogidos por los apstoles inspirados, de modo que el peligro de un mal uso poda reducirse al mnimo (1 Corintios 12:28-30).La expresin "cada uno" que aparece en los versculos 7 y 11, no se refiere a CADA UNO DE LOS CREYENTES, sino a CADA persona que recibi un don.v. 7 - "Pero a CADA uno le es dada la manifestacin del Espritu para provecho".v. 11 - "Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espritu, repartiendo a CADA uno en particular como l quiere".LA IGLESIA NACIENTENECESITABA LOS DONES ESPIRITUALES:Los creyentes de Corinto eran conversos recientes tanto del judasmo como del paganismo. Todo aquel que cree en Cristo por primera vez es un beb espiritual y necesita mucho tiempo y ayuda espiritual para crecer hasta la madurez. Esa ayuda era proporcionada a los creyentes del primer siglo (y tan slo a ellos) por hermanos dotados del Espritu, los cuales ministraban a sus necesidades cuando as se requera. Pablo alude a esta etapa de 'beb' en la fe en 1 Corintios 13:11, donde probablemente tambin est diciendo que aquel que posee un 'don espiritual' nunca debera considerarse a s mismo mayor o ms maduro que sus hermanos que no tienen dones. Ms bien, debera considerarse a s mismo inferior y menos maduro hasta que, aunque poseyendo un don espiritual, creciera hasta llegar al ms grande don disponible para todos por la fe y la esperanza en Dios y en su palabra. Ese es el don del AMOR, piadoso, que se sacrifica a s mismo, y que da servicio a otros.EL DON DEL AMORLos 'dones espirituales' eran para el bien colectivo (1 Corintios 12:7); tenan por objeto crear interdependencia (12:12-26), y eran muy inferiores al don ms grande, el del AMOR (12:31 hasta el captulo 13). El amor, el don ms grande para el gnero humano, viene por medio de las bendiciones de Dios al entender, creer y vivir su amor en Cristo, un amor por el cual el Padre "de tal manera am Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unignito, para que todo aquel que en l cree, no se pierda, mas tenga vida eterna" (Juan 3:16). Todos deberan buscar el amor porque todos lo necesitan; se ofrece a todos y es posible para todos. El amor es un don continuo que nunca debera cesar, a diferencia de los 'dones espirituales', los cuales slo eran dones temporales. Dios es amor, y todo aquel que copia el amor de Dios por otros, lo conoce a l y a su amado Hijo y su incesante amor por todos.CUANDO Y POR QUE CESARON LOS 'DONES':El apstol Pablo claramente predijo que "mas cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabar" (1 Corintios 13:10). "Lo que es en parte" se refiere a los 'dones espirituales', que haban sido dados individualmente a hermanos especficos solamente, no a todos. El contexto muestra que "lo perfecto" es el conocimiento maduro de la fe, esperanza y amor (vs. 11-13). Este conocimiento se lograra cuando el Nuevo testamento, que en gran medida no estaba escrito en aquel tiempo, estuviese completo, y cuando la gente lo leyera y lo estudiara. La disponibilidad del conocimiento bblico ocurri poco despus de que el ltimo libro, el Apocalipsis, le fue comunicado al ltimo apstol sobreviviente, Juan, en la isla de Patmos, alrededor de los aos 96 y 97 de nuestra era (Apocalipsis 1:9). Poco despus, cuando muri Juan, ces el poder para impartir los 'dones espirituales', y la Biblia, maravillosamente habilitada para llevar a los creyentes a la madurez de la fe, esperanza y amor, qued completa (o 'perfecta') y disponible para todos (2 Timoteo 3:14-17).EN EL PRESENTE NO ESTAN DISPONIBLESLOS DONES ESPIRITUALES MILAGROSOS:Se desprende, entonces, que cuando muri el ltimo receptor de los 'dones espirituales', alrededor del ao 150 de nuestra era, entonces cesaron, dejaron de ser, se acabaron, terminaron los 'dones espirituales', tal como predijo el apstol Pablo (1 Corintios 13:8-10).Sin embargo, cuando venga Cristo a restaurar el reino a Israel, se darn los 'dones espirituales' a sus santos resucitados, aprobados y glorificados (Hechos 1:3, 6; 1 Corintios 15:20-28; Joel 2:27-32; Isaas 32:15). Hasta que venga ese da haramos bien en buscar los dones de la fe, esperanza, y especialmente el AMOR (1 Corintios 13:13 & 14:1).

1 Corintios 12Reina-Valera 1960 (RVR1960)Dones espirituales12No quiero, hermanos, que ignoris acerca de los dones espirituales.2Sabis que cuando erais gentiles, se os extraviaba llevndoos, como se os llevaba, a los dolos mudos.3Por tanto, os hago saber que nadie que hable por el Espritu de Dios llama anatema a Jess; y nadie puede llamar a Jess Seor, sino por el Espritu Santo.4Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espritu es el mismo.5Y hay diversidad de ministerios, pero el Seor es el mismo.6Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo.7Pero a cada uno le es dada la manifestacin del Espritu para provecho.8Porque a ste es dada por el Espritu palabra de sabidura; a otro, palabra de ciencia segn el mismo Espritu;9a otro, fe por el mismo Espritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espritu.10A otro, el hacer milagros; a otro, profeca; a otro, discernimiento de espritus; a otro, diversos gneros de lenguas; y a otro, interpretacin de lenguas.11Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espritu, repartiendo a cada uno en particular como l quiere.12Porque as como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, as tambin Cristo.13Porque por un solo Espritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espritu.14Adems, el cuerpo no es un solo miembro, sino muchos.15Si dijere el pie: Porque no soy mano, no soy del cuerpo, por eso no ser del cuerpo?16Y si dijere la oreja: Porque no soy ojo, no soy del cuerpo, por eso no ser del cuerpo?17Si todo el cuerpo fuese ojo, dnde estara el odo? Si todo fuese odo, dnde estara el olfato?18Mas ahora Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como l quiso.19Porque si todos fueran un solo miembro, dnde estara el cuerpo?20Pero ahora son muchos los miembros, pero el cuerpo es uno solo.21Ni el ojo puede decir a la mano: No te necesito, ni tampoco la cabeza a los pies: No tengo necesidad de vosotros.22Antes bien los miembros del cuerpo que parecen ms dbiles, son los ms necesarios;23y a aquellos del cuerpo que nos parecen menos dignos, a stos vestimos ms dignamente; y los que en nosotros son menos decorosos, se tratan con ms decoro.24Porque los que en nosotros son ms decorosos, no tienen necesidad; pero Dios orden el cuerpo, dando ms abundante honor al que le faltaba,25para que no haya desavenencia en el cuerpo, sino que los miembros todos se preocupen los unos por los otros.26De manera que si un miembro padece, todos los miembros se duelen con l, y si un miembro recibe honra, todos los miembros con l se gozan.27Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular.28Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apstoles, luego profetas, lo tercero maestros,luego los que hacen milagros, despus los que sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas.29Son todos apstoles? son todos profetas? todos maestros? hacen todos milagros?30Tienen todos dones de sanidad? hablan todos lenguas? interpretan todos?31Procurad, pues, los dones mejores. Mas yo os muestro un camino aun ms excelente.

1 Corintios 13Reina-Valera 1960 (RVR1960)La preeminencia del amor13Si yo hablase lenguas humanas y anglicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o cmbalo que retie.2Y si tuviese profeca, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes,y no tengo amor, nada soy.3Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve.4El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece;5no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor;6no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad.7Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.8El amor nunca deja de ser; pero las profecas se acabarn, y cesarn las lenguas, y la ciencia acabar.9Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos;10mas cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabar.11Cuando yo era nio, hablaba como nio, pensaba como nio, juzgaba como nio; mas cuando ya fui hombre, dej lo que era de nio.12Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conocer como fui conocido.13Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.

2 Timoteo 32 Timoteo 3Reina-Valera 1960 (RVR1960)Carcter de los hombres en los postreros das3Tambin debes saber esto: que en los postreros das vendrn tiempos peligrosos.2Porque habr hombres amadores de s mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impos,3sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno,4traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites ms que de Dios,5que tendrn apariencia de piedad, pero negarn la eficacia de ella; a stos evita.6Porque de stos son los que se meten en las casas y llevan cautivas a las mujercillas cargadas de pecados, arrastradas por diversas concupiscencias.7Estas siempre estn aprendiendo, y nunca pueden llegar al conocimiento de la verdad.8Y de la manera que Janes y Jambres resistieron a Moiss,as tambin stos resisten a la verdad; hombres corruptos de entendimiento, rprobos en cuanto a la fe.9Mas no irn ms adelante; porque su insensatez ser manifiesta a todos, como tambin lo fue la de aqullos.10Pero t has seguido mi doctrina, conducta, propsito, fe, longanimidad, amor, paciencia,11persecuciones, padecimientos, como los que me sobrevinieron en Antioqua,en Iconio,en Listra;persecuciones que he sufrido, y de todas me ha librado el Seor.12Y tambin todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jess padecern persecucin;13mas los malos hombres y los engaadores irn de mal en peor, engaando y siendo engaados.14Pero persiste t en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quin has aprendido;15y que desde la niez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvacin por la fe que es en Cristo Jess.16Toda la Escritura es inspirada por Dios, y til para ensear, para redarg:uir, para corregir, para instruir en justicia,17a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.

Apocalipsis 1Apocalipsis 1Reina-Valera 1960 (RVR1960)La revelacin de Jesucristo1La revelacin de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declar envindola por medio de su ngel a su siervo Juan,2que ha dado testimonio de la palabra de Dios, y del testimonio de Jesucristo, y de todas las cosas que ha visto.3Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profeca, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo est cerca.Salutaciones a las siete iglesias4Juan, a las siete iglesias que estn en Asia: Gracia y paz a vosotros, del que es y que era y que ha de venir,y de los siete espritus que estn delante de su trono;5y de Jesucristo el testigo fiel, el primognito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra.Al que nos am, y nos lav de nuestros pecados con su sangre,6y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre;a l sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amn.7He aqu que viene con las nubes,y todo ojo le ver, y los que le traspasaron;y todos los linajes de la tierra harn lamentacin por l.S, amn.8Yo soy el Alfa y la Omega,principio y fin, dice el Seor, el que es y que era y que ha de venir,el Todopoderoso.Una visin del Hijo del Hombre9Yo Juan, vuestro hermano, y copartcipe vuestro en la tribulacin, en el reino y en la paciencia de Jesucristo, estaba en la isla llamada Patmos, por causa de la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo.10Yo estaba en el Espritu en el da del Seor, y o detrs de m una gran voz como de trompeta,11que deca: Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el ltimo. Escribe en un libro lo que ves, y envalo a las siete iglesias que estn en Asia: a Efeso, Esmirna, Prgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea.12Y me volv para ver la voz que hablaba conmigo; y vuelto, vi siete candeleros de oro,13y en medio de los siete candeleros, a uno semejante al Hijo del Hombre,vestido de una ropa que llegaba hasta los pies, y ceido por el pecho con un cinto de oro.14Su cabeza y sus cabellos eran blancos como blanca lana, como nieve;sus ojos como llama de fuego;15y sus pies semejantes al bronce bruido,refulgente como en un horno; y su voz como estruendo de muchas aguas.16Tena en su diestra siete estrellas; de su boca sala una espada aguda de dos filos; y su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza.17Cuando le vi, ca como muerto a sus pies. Y l puso su diestra sobre m, dicindome: No temas; yo soy el primero y el ltimo;18y el que vivo, y estuve muerto; mas he aqu que vivo por los siglos de los siglos, amn. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades.19Escribe las cosas que has visto, y las que son, y las que han de ser despus de estas.20El misterio de las siete estrellas que has visto en mi diestra, y de los siete candeleros de oro: las siete estrellas son los ngeles de las siete iglesias, y los siete candeleros que has visto, son las siete iglesias.

Hechos 1Hechos 1Reina-Valera 1960 (RVR1960)La promesa del Espritu Santo1En el primer tratado, oh Tefilo,habl acerca de todas las cosas que Jess comenz a hacer y a ensear,2hasta el da en que fue recibido arriba, despus de haber dado mandamientos por el Espritu Santo a los apstoles que haba escogido;3a quienes tambin, despus de haber padecido, se present vivo con muchas pruebas indubitables, aparecindoseles durante cuarenta das y hablndoles acerca del reino de Dios.4Y estando juntos, les mand que no se fueran de Jerusaln, sino que esperasen la promesa del Padre,la cual, les dijo, osteis de m.5Porque Juan ciertamente bautiz con agua, mas vosotros seris bautizados con el Espritu Santodentro de no muchos das.La ascensin6Entonces los que se haban reunido le preguntaron, diciendo: Seor, restaurars el reino a Israel en este tiempo?7Y les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad;8pero recibiris poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espritu Santo, y me seris testigos en Jerusaln, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo ltimo de la tierra.9Y habiendo dicho estas cosas, vindolo ellos, fue alzado, y le recibi una nube que le ocult de sus ojos.10Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que l se iba, he aqu se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas,11los cuales tambin les dijeron: Varones galileos, por qu estis mirando al cielo? Este mismo Jess, que ha sido tomado de vosotros al cielo, as vendr como le habis visto ir al cielo.Eleccin del sucesor de Judas12Entonces volvieron a Jerusaln desde el monte que se llama del Olivar, el cual est cerca de Jerusaln, camino de un da de reposo.[a]13Y entrados, subieron al aposento alto, donde moraban Pedro y Jacobo, Juan, Andrs, Felipe, Toms, Bartolom, Mateo, Jacobo hijo de Alfeo, Simn el Zelote y Judas hermano de Jacobo.14Todos stos perseveraban unnimes en oracin y ruego, con las mujeres, y con Mara la madre de Jess, y con sus hermanos.15En aquellos das Pedro se levant en medio de los hermanos (y los reunidos eran como ciento veinte en nmero), y dijo:16Varones hermanos, era necesario que se cumpliese la Escritura en que el Espritu Santo habl antes por boca de David acerca de Judas, que fue gua de los que prendieron a Jess,17y era contado con nosotros, y tena parte en este ministerio.18Este, pues, con el salario de su iniquidad adquiri un campo, y cayendo de cabeza, se revent por la mitad, y todas sus entraas se derramaron.19Y fue notorio a todos los habitantes de Jerusaln, de tal manera que aquel campo se llama en su propia lengua, Acldama, que quiere decir, Campo de sangre.20Porque est escrito en el libro de los Salmos:Sea hecha desierta su habitacin,Y no haya quien more en ella;m y:Tome otro su oficio.m21Es necesario, pues, que de estos hombres que han estado juntos con nosotros todo el tiempo que el Seor Jess entraba y sala entre nosotros,22comenzando desde el bautismo de Juanhasta el da en que de entre nosotros fue recibido arriba,uno sea hecho testigo con nosotros, de su resurreccin.23Y sealaron a dos: a Jos, llamado Barsabs, que tena por sobrenombre Justo, y a Matas.24Y orando, dijeron: T, Seor, que conoces los corazones de todos, muestra cul de estos dos has escogido,25para que tome la parte de este ministerio y apostolado, de que cay Judas por transgresin, para irse a su propio lugar.26Y les echaron suertes, y la suerte cay sobre Matas; y fue contado con los once apstoles.

Hechos 6Hechos 6Reina-Valera 1960 (RVR1960)Eleccin de siete diconos6En aquellos das, como creciera el nmero de los discpulos, hubo murmuracin de los griegos contra los hebreos, de que las viudas de aqullos eran desatendidas en la distribucin diaria.2Entonces los doce convocaron a la multitud de los discpulos, y dijeron: No es justo que nosotros dejemos la palabra de Dios, para servir a las mesas.3Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del Espritu Santo y de sabidura, a quienes encarguemos de este trabajo.4Y nosotros persistiremos en la oracin y en el ministerio de la palabra.5Agrad la propuesta a toda la multitud; y eligieron a Esteban, varn lleno de fe y del Espritu Santo, a Felipe, a Prcoro, a Nicanor, a Timn, a Parmenas, y a Nicols proslito de Antioqua;6a los cuales presentaron ante los apstoles, quienes, orando, les impusieron las manos.7Y creca la palabra del Seor, y el nmero de los discpulos se multiplicaba grandemente en Jerusaln; tambin muchos de los sacerdotes obedecan a la fe.Arresto de Esteban8Y Esteban, lleno de gracia y de poder, haca grandes prodigios y seales entre el pueblo.9Entonces se levantaron unos de la sinagoga llamada de los libertos, y de los de Cirene, de Alejandra, de Cilicia y de Asia, disputando con Esteban.10Pero no podan resistir a la sabidura y al Espritu con que hablaba.11Entonces sobornaron a unos para que dijesen que le haban odo hablar palabras blasfemas contra Moiss y contra Dios.12Y soliviantaron al pueblo, a los ancianos y a los escribas; y arremetiendo, le arrebataron, y le trajeron al concilio.13Y pusieron testigos falsos que decan: Este hombre no cesa de hablar palabras blasfemas contra este lugar santo y contra la ley;14pues le hemos odo decir que ese Jess de Nazaret destruir este lugar, y cambiar las costumbres que nos dio Moiss.15Entonces todos los que estaban sentados en el concilio, al fijar los ojos en l, vieron su rostro como el rostro de un ngel.

1 Corintios 151 Corintios 15Reina-Valera 1960 (RVR1960)La resurreccin de los muertos15Adems os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual tambin recibisteis, en el cual tambin perseveris;2por el cual asimismo, si retenis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no cresteis en vano.3Porque primeramente os he enseado lo que asimismo recib: Que Cristo muri por nuestros pecados, conforme a las Escrituras;4y que fue sepultado, y que resucit al tercer da, conforme a las Escrituras;5y que apareci a Cefas,y despus a los doce.6Despus apareci a ms de quinientos hermanos a la vez, de los cuales muchos viven an, y otros ya duermen.7Despus apareci a Jacobo; despus a todos los apstoles;8y al ltimo de todos, como a un abortivo, me apareci a m.9Porque yo soy el ms pequeo de los apstoles, que no soy digno de ser llamado apstol, porque persegu a la iglesia de Dios.10Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado ms que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo.11Porque o sea yo o sean ellos, as predicamos, y as habis credo.12Pero si se predica de Cristo que resucit de los muertos, cmo dicen algunos entre vosotros que no hay resurreccin de muertos?13Porque si no hay resurreccin de muertos, tampoco Cristo resucit.14Y si Cristo no resucit, vana es entonces nuestra predicacin, vana es tambin vuestra fe.15Y somos hallados falsos testigos de Dios; porque hemos testificado de Dios que l resucit a Cristo, al cual no resucit, si en verdad los muertos no resucitan.16Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucit;17y si Cristo no resucit, vuestra fe es vana; an estis en vuestros pecados.18Entonces tambin los que durmieron en Cristo perecieron.19Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, somos los ms dignos de conmiseracin de todos los hombres.20Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho.21Porque por cuanto la muerte entr por un hombre, tambin por un hombre la resurreccin de los muertos.22Porque as como en Adn todos mueren, tambin en Cristo todos sern vivificados.23Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida.24Luego el fin, cuando entregue el reino al Dios y Padre, cuando haya suprimido todo dominio, toda autoridad y potencia.25Porque preciso es que l reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies.26Y el postrer enemigo que ser destruido es la muerte.27Porque todas las cosas las sujet debajo de sus pies.Y cuando dice que todas las cosas han sido sujetadas a l, claramente se excepta aquel que sujet a l todas las cosas.28Pero luego que todas las cosas le estn sujetas, entonces tambin el Hijo mismo se sujetar al que le sujet a l todas las cosas, para que Dios sea todo en todos.29De otro modo, qu harn los que se bautizan por los muertos, si en ninguna manera los muertos resucitan? Por qu, pues, se bautizan por los muertos?30Y por qu nosotros peligramos a toda hora?31Os aseguro, hermanos, por la gloria que de vosotros tengo en nuestro Seor Jesucristo, que cada da muero.32Si como hombre batall en Efeso contra fieras, qu me aprovecha? Si los muertos no resucitan, comamos y bebamos, porque maana moriremos.33No erris; las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres.34Velad debidamente, y no pequis; porque algunos no conocen a Dios; para verg:uenza vuestra lo digo.35Pero dir alguno: Cmo resucitarn los muertos? Con qu cuerpo vendrn?36Necio, lo que t siembras no se vivifica, si no muere antes.37Y lo que siembras no es el cuerpo que ha de salir, sino el grano desnudo, ya sea de trigo o de otro grano;38pero Dios le da el cuerpo como l quiso, y a cada semilla su propio cuerpo.39No toda carne es la misma carne, sino que una carne es la de los hombres, otra carne la de las bestias, otra la de los peces, y otra la de las aves.40Y hay cuerpos celestiales, y cuerpos terrenales; pero una es la gloria de los celestiales, y otra la de los terrenales.41Una es la gloria del sol, otra la gloria de la luna, y otra la gloria de las estrellas, pues una estrella es diferente de otra en gloria.42As tambin es la resurreccin de los muertos. Se siembra en corrupcin, resucitar en incorrupcin.43Se siembra en deshonra, resucitar en gloria; se siembra en debilidad, resucitar en poder.44Se siembra cuerpo animal, resucitar cuerpo espiritual. Hay cuerpo animal, y hay cuerpo espiritual.45As tambin est escrito: Fue hecho el primer hombre Adn alma viviente;el postrer Adn, espritu vivificante.46Mas lo espiritual no es primero, sino lo animal; luego lo espiritual.47El primer hombre es de la tierra, terrenal; el segundo hombre, que es el Seor, es del cielo.48Cual el terrenal, tales tambin los terrenales; y cual el celestial, tales tambin los celestiales.49Y as como hemos trado la imagen del terrenal, traeremos tambin la imagen del celestial.50Pero esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupcin hereda la incorrupcin.51He aqu, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados,52en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocar la trompeta, y los muertos sern resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados.53Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupcin, y esto mortal se vista de inmortalidad.54Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupcin, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplir la palabra que est escrita: Sorbida es la muerte en victoria.55Dnde est, oh muerte, tu aguijn? Dnde, oh sepulcro, tu victoria?56ya que el aguijn de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la ley.57Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Seor Jesucristo.58As que, hermanos mos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Seor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Seor no es en vano.

Joel 2-

Joel 2Reina-Valera 1960 (RVR1960)2Tocad trompeta en Sion, y dad alarma en mi santo monte; tiemblen todos los moradores de la tierra, porque viene el da de Jehov, porque est cercano.2Da de tinieblas y de oscuridad, da de nube y de sombra; como sobre los montes se extiende el alba, as vendr un pueblo grande y fuerte; semejante a l no lo hubo jams, ni despus de l lo habr en aos de muchas generaciones.3Delante de l consumir fuego, tras de l abrasar llama; como el huerto del Edn ser la tierra delante de l, y detrs de l como desierto asolado; ni tampoco habr quien de l escape.4Su aspecto, como aspecto de caballos, y como gente de a caballo corrern.5Como estruendo de carros saltarn sobre las cumbres de los montes; como sonido de llama de fuego que consume hojarascas, como pueblo fuerte dispuesto para la batalla.6Delante de l temern los pueblos; se pondrn plidos todos los semblantes.7Como valientes corrern, como hombres de guerra subirn el muro; cada cual marchar por su camino, y no torcer su rumbo.8Ninguno estrechar a su compaero, cada uno ir por su carrera; y aun cayendo sobre la espada no se herirn.9Irn por la ciudad, corrern por el muro, subirn por las casas, entrarn por las ventanas a manera de ladrones.10Delante de l temblar la tierra, se estremecern los cielos; el sol y la luna se oscurecern, y las estrellas retraern su resplandor.11Y Jehov dar su orden delante de su ejrcito; porque muy grande es su campamento; fuerte es el que ejecuta su orden; porque grande es el da de Jehov, y muy terrible; quin podr soportarlo?La misericordia de Jehov12Por eso pues, ahora, dice Jehov, convertos a m con todo vuestro corazn, con ayuno y lloro y lamento.13Rasgad vuestro corazn, y no vuestros vestidos, y convertos a Jehov vuestro Dios; porque misericordioso es y clemente, tardo para la ira y grande en misericordia, y que se duele del castigo.14Quin sabe si volver y se arrepentir y dejar bendicin tras de l, esto es, ofrenda y libacin para Jehov vuestro Dios?15Tocad trompeta en Sion, proclamad ayuno, convocad asamblea.16Reunid al pueblo, santificad la reunin, juntad a los ancianos, congregad a los nios y a los que maman, salga de su cmara el novio, y de su tlamo la novia.17Entre la entrada y el altar lloren los sacerdotes ministros de Jehov, y digan: Perdona, oh Jehov, a tu pueblo, y no entregues al oprobio tu heredad, para que las naciones se enseoreen de ella. Por qu han de decir entre los pueblos: Dnde est su Dios?18Y Jehov, solcito por su tierra, perdonar a su pueblo.19Responder Jehov, y dir a su pueblo: He aqu yo os envo pan, mosto y aceite, y seris saciados de ellos; y nunca ms os pondr en oprobio entre las naciones.20Y har alejar de vosotros al del norte, y lo echar en tierra seca y desierta; su faz ser hacia el mar oriental, y su fin al mar occidental; y exhalar su hedor, y subir su pudricin, porque hizo grandes cosas.21Tierra, no temas; algrate y gzate, porque Jehov har grandes cosas.22Animales del campo, no temis; porque los pastos del desierto reverdecern, porque los rboles llevarn su fruto, la higuera y la vid darn sus frutos.23Vosotros tambin, hijos de Sion, alegraos y gozaos en Jehov vuestro Dios; porque os ha dado la primera lluvia a su tiempo, y har descender sobre vosotros lluvia temprana y tarda como al principio.24Las eras se llenarn de trigo, y los lagares rebosarn de vino y aceite.25Y os restituir los aos que comi la oruga, el saltn, el revoltn y la langosta, mi gran ejrcito que envi contra vosotros.26Comeris hasta saciaros, y alabaris el nombre de Jehov vuestro Dios, el cual hizo maravillas con vosotros; y nunca jams ser mi pueblo avergonzado.27Y conoceris que en medio de Israel estoy yo, y que yo soy Jehov vuestro Dios, y no hay otro; y mi pueblo nunca jams ser avergonzado.Derramamiento del Espritu de Dios28Y despus de esto derramar mi Espritu sobre toda carne, y profetizarn vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soarn sueos, y vuestros jvenes vern visiones.29Y tambin sobre los siervos y sobre las siervas derramar mi Espritu en aquellos das.30Y dar prodigios en el cielo y en la tierra, sangre, y fuego, y columnas de humo.31El sol se convertir en tinieblas, y la luna en sangre,antes que venga el da grande y espantoso de Jehov.32Y todo aquel que invocare el nombre de Jehov ser salvo;porque en el monte de Sion y en Jerusaln habr salvacin, como ha dicho Jehov, y entre el remanente al cual l habr llamado.

Isaas 32Isaas 32Reina-Valera 1960 (RVR1960)El Rey justo32He aqu que para justicia reinar un rey, y prncipes presidirn en juicio.2Y ser aquel varn como escondedero contra el viento, y como refugio contra el turbin; como arroyos de aguas en tierra de sequedad, como sombra de gran peasco en tierra calurosa.3No se ofuscarn entonces los ojos de los que ven, y los odos de los oyentes oirn atentos.4Y el corazn de los necios entender para saber, y la lengua de los tartamudos hablar rpida y claramente.5El ruin nunca ms ser llamado generoso, ni el tramposo ser llamado esplndido.6Porque el ruin hablar ruindades, y su corazn fabricar iniquidad, para cometer impiedad y para hablar escarnio contra Jehov, dejando vaca el alma hambrienta, y quitando la bebida al sediento.7Las armas del tramposo son malas; trama intrigas inicuas para enredar a los simples con palabras mentirosas, y para hablar en juicio contra el pobre.8Pero el generoso pensar generosidades, y por generosidades ser exaltado.Advertencia a las mujeres de Jerusaln9Mujeres indolentes, levantaos, od mi voz; hijas confiadas, escuchad mi razn.10De aqu a algo ms de un ao tendris espanto, oh confiadas; porque la vendimia faltar, y la cosecha no vendr.11Temblad, oh indolentes; turbaos, oh confiadas; despojaos, desnudaos, ceid los lomos con cilicio.12Golpendose el pecho lamentarn por los campos deleitosos, por la vid frtil.13Sobre la tierra de mi pueblo subirn espinos y cardos, y aun sobre todas las casas en que hay alegra en la ciudad de alegra.14Porque los palacios quedarn desiertos, la multitud de la ciudad cesar; las torres y fortalezas se volvern cuevas para siempre, donde descansen asnos monteses, y ganados hagan majada;15hasta que sobre nosotros sea derramado el Espritu de lo alto, y el desierto se convierta en campo frtil, y el campo frtil sea estimado por bosque.16Y habitar el juicio en el desierto, y en el campo frtil morar la justicia.17Y el efecto de la justicia ser paz; y la labor de la justicia, reposo y seguridad para siempre.18Y mi pueblo habitar en morada de paz, en habitaciones seguras, y en recreos de reposo.19Y cuando caiga granizo, caer en los montes; y la ciudad ser del todo abatida.20Dichosos vosotros los que sembris junto a todas las aguas, y dejis libres al buey y al asno.