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Artículo sobre música de Daniel H.K.

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  • El Cagadero del Diablo Nmero 3, Junio 2009 http://cagaderodiablo.webcindario.com De por qu debemos quemar la msica Daniel H. Kan

    La msica no puede tener historia y eso est claro. La msica siempre es la

    misma y es siempre repeticin. La msica es lo contrario de Satans. Eso salta a la vista

    hasta para ese paliducho despeinado de Einstein. No hace falta referencias, basta con

    escuchar a Mozart para darse cuenta que Dios existe.

    Las danzas africanas necesitan de la msica para hacer recordar a los hombres

    cmo fue que dios hizo el mundo y la primera mujer. La msica es cifra y ritmo

    (economa y orden). Hay quienes creen que hay una msica de las esferas, como si los

    orbes celestes, al girar, siguiesen la batuta de un maestro, la partitura de un Dios. Hay

    estpidos o malintencionados que pretenden decir que los tomos hacen msica.

    Msica es todo aquello en donde Dios se deja ver. Se podra pensar que es el

    hombre y no Dios el que le da orden al movimiento elptico del sol, encontrando el

    ritmo adecuado con que la tierra gira en la elipse orbital pero eso no es ms que una

    verdad parcial. Kepler no estaba del todo equivocado cuando intent hacer una partitura

    que explicara la armona del mundo. Sin embargo lo que quiero poner en juego sobre la

    msica no es la verdad que refiere, sino el ndice poltico que toda armona lleva

    consigo, y muy independientemente si sta se d o no, la cuestin sigue siendo la

    misma: porque hay msica, Dios existe. Si el hombre percibe el orden (al emocionarse

    al escuchar a Albinoni o a Shubert) es porque el hombre tiene en s mismo una porcin

    de Dios. Los griegos lo saban y nunca se les ocurri algo as como una razn sin

    trascendencia. Slo a partir de un momento particularmente chusco y ridculo de la

    historia (que podra fijarse alrededor del s. XVI y XVII) se ha pretendido hacer una

    racionalidad atea. Y por ah anda gente creyendo que lo contrario de Dios es la

    afabretber

  • El Cagadero del Diablo Nmero 3, Junio 2009 http://cagaderodiablo.webcindario.com Ciencia! La revolucin cientfica de la Ilustracin no es ms que una reforma teolgica

    y la secularizacin de un Estado que ha conseguido consagrarse a base de la fuerza y la

    mentira!

    Sea como sea, no intentamos reivindicar ninguna verdad. De ser as, andaramos

    en una bsqueda de algo ms armonioso que la msica, sino de descubrir, ese germen

    poltico, ese germen divino del que debemos liberarnos a toda costa.

    Las races de esta concepcin estn bastante arraigadas: la msica no es algo que

    pueda ser salvado.

    La msica es al nmero, lo que el humo es al fuego. Signo y smbolo. Ineludible

    paridad. Todos los fsicos, desde Tales de Mileto hasta Stephen Hawkings han estado en

    busca de una armona, de una resonancia secreta que revele de golpe toda la verdad que

    tiene que decirnos el mundo. Como divertidos cretinos van por ah haciendo analogas,

    igualdades, equivalencias, relaciones de causalidad y continuidad cuando un pjaro

    emite sonidos, a eso le llaman canto. Y hasta se ha llegado a afirmar que los conciertos

    de piano de Mozart, tendran que haber existido antes de que se formara el universo. La

    fascinacin por la msica no se explica sino por la matemtica.

    La matemtica: esa mentira sistematizada sobre la que erguimos hasta nuestros

    sistemas polticos. No hay falsedad ms grande y peligrosa! O por lo menos, no hay

    verdad (si acaso siguen acostumbrados a creer que 2+2 puede ser igual a 4)

    polticamente ms ignominiosa, conservadora y antirrevolucionaria que creer que los

    canarios hacen msica. Porque si hasta las criaturas irracionales vienen al mundo con

    esa impronta divina que es la capacidad de hacer msica, cmo va a ser que no hay

    orden en el mundo? Y como va a ser ese orden sino el orden de la economa y la paz

    (dinero y prisiones, nmeros y geometra, crecimiento y continuidad, etc.)?

    Sin embargo, la naturaleza es lo contrario del ritmo.

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    Las estaciones, las eras glaciales, terremotos y los sonidos que emiten las bestias

    al eyacular en las vaginas, no tienen ritmo ni obedecen a Dios, ni a ningn orden, ni

    fsico, ni qumico, ni biolgico, ni musical. Cualquiera que diga lo contrario miente: y

    lo que es peor, procura esparcir la mentira para la subyugacin poltica. La soberana

    absoluta de la explosin de un volcn es clara y prstina para las bestias.

    San Agustn lo saba perfectamente cuando en el De msica, asegura que los

    sentidos (cmo el odo) pueden dejarse engaar por el sonido de los pjaros y creer que

    ah esta la msica, pero al no haber ni nmero ni orden ah, no puede haber tampoco ni

    msica ni la divina arte a la que esta nos lleva. El obispo de Hipona sigue una lnea

    claramente marcada desde el neoplatonismo que nos gua hasta Pitgoras degollando

    bueyes en honor del teorema del tringulo rectngulo.

    Es hora de que nos dejemos de tanta metafsica y nos centremos en la cuestin

    de la msica en s. Como hemos visto, no todo sonido es msica; as existen msicos

    que no tocan msica, o que por lo menos no reproducen en su totalidad el esquema

    teolgico sobre los sonidos.

    Primero estn el jazz y las bandas que operan bajo el lema de la improvisacin.

    Al alejarse de las partituras (smbolo por excelencia de la reproduccin terica de la

    mismidad musical) se alejan, en cierta medida, de lo que podra haber de Dios (o de

    nmero) en la msica. La improvisacin es lo contrario de la msica, su trasgresin ms

    evidente.

    Sin embargo, aunque opere relativamente fuera de un plan normalizado, no es

    menos cierto que la meloda en un solo de saxofn, p. e., anda siempre entre tonos y

    siempre vuelve, cual prdiga hija, al Uno-Padre-Tema que marca todas las pautas de

    una determinada pieza. Y esto sin decir que todo solo, obedece a una escala y se cie a

  • El Cagadero del Diablo Nmero 3, Junio 2009 http://cagaderodiablo.webcindario.com ella y camina junto a ella: y en las escalas, de determinado tono y variacin de nota, est

    siempre el germen que reparte las cosas con orden, las delimita y las hace ellas mismas,

    es decir, est Dios. Por ello aunque gracias a la nmada sinfona que el jazz recrea

    consigue deshacerse de algunos lazos que lo unen a ese poder divino, no consigue del

    todo, crear una verdadera contra-msica, sino simplemente suavizar la aparicin de la

    jerarqua divina.

    Por otro lado estn los supuestos ritmos transgresores del Heavy Metal. Y

    aunque la variacin en los gneros del Metal es sumamente amplia, tomar, como

    muestras representativas que intentan abarcar lo ms amplio del gnero que se puede

    concebir en un texto como ste.

    Por un lado el Heavy Metal clsico, representado mayormente por la N.W.B.H.M

    (New wave of Brtish Heavy Metal) y encuentra en Black Sabbath, Iron Maiden y Judas

    Priest su forma ms redonda y perfecta.

    Sin ms rodeos hay que decir que lo nico que hacen es transportar todos los

    esquemas meldicos y rtmicos de una misa latina a una contemporaneidad decadente y

    enfermiza. Por ms que los temas de las canciones, sus letras e iconografas intenten dar

    un aire transgresor, la meloda no puede hacer sino recordarnos la msica de las esferas.

    Obviamente no es tan sencillo disociar el gnero de su componente teolgico.

    Para ello deberamos, ante todo, reconocer 2 movimientos de las guitarras (cuya

    preeminencia en rodar de la meloda es indiscutible en el gnero) que se distinguen

    claramente:

    1) el riff y 2) el solo. El riff es la repeticin meldica que hace la cancin

    hermana del movimiento geomtrico de los astros keplerianos y la matemtica redondez

  • El Cagadero del Diablo Nmero 3, Junio 2009 http://cagaderodiablo.webcindario.com del crculo. Es repeticin y placer del odo, es lo que hace subir y bajar la cabeza como

    siervos resignados o lectores del Corn.1

    El solo es despunte meldico y transgresin. Si acaso haya sido el Rock n Roll

    (Chuck Berry, Richie Valens, etc.) quien invent el solo de guitarra, sin lugar a dudas

    fueron Glen Tipton y K.K. Downing (de Judas Priest) quienes lo transformaron en la

    norma que recorri toda la forma elemental de hacer metal. El solo es lo opuesto al riff,

    y por ello su ajuste complementario y necesario. Por ms que en un solo de guitarra el

    tiempo y la meloda se opongan al movimiento soberano de la guitarra lder (al riff y al

    acorde), no es ms que la consumacin del movimiento perfecto de la teologa divina.

    El solo est siempre perfectamente acoplado al riff y es de echo la confirmacin

    meldica que reafirma su lugar de supremo ordenador de la msica. Esa es la razn

    elemental por la cual el solo nunca est situado al final de la cancin, sino en el medio.

    Necesita siempre otorgar un espacio ms en donde la msica (encarnada en el riff)

    recupere su poder teolgico y no abandonarla al desorden de la revolucionara

    intervencin del solo.2

    Distinguiendo otro gnero del Metal, sera quizs lo que ms se acercara a una

    contra-msica, es el Black y Death Metal.

    Ninguno de ellos es msica y no se tiene que ser demasiado experto en darse

    cuenta de ello. La batera programada, la voz distorsionada e ininteligible, la meloda

    absolutamente ausente. Sonidos apenas distinguibles de la esttica radial que inunda el

    espacio. No hay msica ah, o por lo menos hay una msica metafsica, una contra-

    msica.

    1 Consltese la referencia a riffs clsicos tales como el inicio de Smoke on the water de Deep Purple, Breaking the Law de Judas Priest o Iron Man de Black Sabbath. 2 Los ejemplos son innumerables: una seleccin podra ser Hallowed Be Thy Name de Iron Maiden, despus del solo de guitarra, la reentrada del riff es simple y sencillamente avasalladora. Otros ejemplos en Screaming for Vengance o Painkiller de Judas Priest

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    Sigue siendo, en efecto, teolgica en la medida en que requiere una tcnica que

    imita al arte y la ciencia (es decir, una de las tantas formas del rostro de Dios), sigue

    siendo msica en la medida en que se rodea de toda la parafernalia que se genera

    alrededor de un Uno (Dios) tal como los fanticos, la mstica, la idea de virtuosismo,

    etc. Aunque ciertamente, se acerque con gran eficacia a la parodia de Dios.

    Sea como sea, toda esta argumentacin no es sino para darnos cuenta de qu

    manera el poder de convocacin de la msica, no es sino el poder de Dios que se hace

    carne en los odos. La msica que desinhibe en las discotecas. El bacalao (o trance) que

    es la forma ms radical de repeticin y de mimetismo teolgico que no esconde ni

    disimula su parentesco con las danzas rituales de los pueblos africanos.

    Desde el primer retumbo del tambor, hasta las discogrficas que hacen dinero a

    raudales, pasando por las rapsodias homricas y las sinfonas neoclsicas; lo que hay

    siempre por lo bajo es el poder de Dios, del Uno que convoca a la multiplicidad a

    fundirse en un abrazo mstico con el ritmo con que palpitan los corazones, gira la tierra

    o crecen los rboles. Ese abrazo mstico que quiere disfrazarse de apreciacin esttica,

    no es sino la contienda poltica primaria de la supresin del otro, es decir, de la

    erradicacin de la multiplicidad en la aceptacin del canon normativo.

    Por ello es imperativo, para el sano desarrollo de nuestros nios, que se suprima

    toda la msica. Que se incendien en grandes hogueras todas las grabaciones que se

    hayan hecho hasta el da de hoy3. Igualmente se habrn de quemar todos los

    instrumentos musicales y prohibir cualquier ejercicio vocal armnico en pblico, desde

    el simple tarareo, hasta el canto en cualquier registro. Se incendiaran, seguidamente,

    3 Thomas Alva Eddison conden a la msica a repetirse infinitamente, ser ella misma nica e idntica; perfeccionando lo que los tericos griegos y los escritores de paritura haban siempre querido: una msica que se toca a s misma, siempre igual e invariable.

  • El Cagadero del Diablo Nmero 3, Junio 2009 http://cagaderodiablo.webcindario.com todas las fbricas de produccin de reproductores de cualquier tipo de formato de

    grabacin.

    En las escuelas y casas se darn lecciones gratuitas de disociacin del ritmo. Se

    enseara a los hombres a no construir falsas asociaciones, no nicamente entre sonidos,

    sino tambin entre puntos, acciones, enunciados, palabras, etc. Se educar para que los

    hombres teman de la msica tal y como lo que es: el principal enemigo de la soberana

    humana y el lugar primero por donde la voz de Dios, el corruptor, se escurre hacia

    nosotros.

    Los siguientes nombres debern ser borrados de la faz de la tierra y todas sus

    obras quemadas y anatemiazadas:

    1. Homero

    2. Orfeo

    3. Pndaro

    4. Pitgoras

    5. Platn

    6. Filolao de Tarento (o Crotona)

    7. Ptolomeo

    8. Plotino

    9. San Agustn

    10. Boecio

    11. Coprnico

    12. Johannes Kepler

    13. Tomaso Giovanni Albinoni

    14. Antonio Lucio Vivaldi

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    15. Johann Sebastian Bach

    16. Johannes Chrysostomus Wolfgangus Theophilus Mozart

    17. Ludwig van Beethoven

    18. Johann Nepomuk Maezel4

    19. Thomas Alva Edison

    20. Niccol Paganini

    21. Elvis Aaron Presley

    22. Los Beatles

    23. James Marshall Hendrix

    24. Miles Dewey Davis

    25. ABBA

    26. Michael Joseph Jackson

    4 Maezel: msico e inventor que en 1769 invent una orquesta mecnica que llamo Panharmonicon que poda tocar cualquier partitura. Presentada en la corte de Viena ante el barn Wolfgang von Templen y a la que en 1813 Beethoven compusiera su sinfona de la batalla de Vitoria. (cf. E.A. Poe, El jugador de Ajedrez de Maezel en Ensayos y crticas.)