04 La Batalla Del Balance Social

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 La batalla del balance social. ¿Es una palabra mágica o un instrumento real de justicia social? Rafael Guijarro. Revista USEM. Enero – Febrero de 1982.  A lo largo de cuatro días, en sesiones de mañana y tarde, cerca de doscientos empresarios, mandos intermedios y economistas han tenido ocasión de escuchar cuarenta ponencias sobre: balance social. El balance es un instrumento de sobra conocido por cualquier empresario e incluso por muchas personas que no lo son. Pero, ¿qué es eso de social? Una tormenta muy educada. Las Jornadas de Estudio sobre Economía y Sociedad gozaron desde el primer momento de un cierto afán reivindicativo. Se van a enterar estos señores de todo lo que hace mi empresa por la sociedad en su conjunto, sin costarle a la sociedad ni un duro, dirian los empresarios. Se van a enterar estos señores de lo poco que hacen sus empresas por la sociedad y de cómo se están beneficiando de ella, dirían los profesores. Entre el afán justificatorio y el afán condenatorio, moderado por un exquisito estilo de corrección académica, sin levantar nunca el tono de voz, sin tomar la palabra fuera del turno establecido por el moderador, sin pestañear ni ladearse los nudos de las impecables corbatas, impecablemente contrastadas con impecables trajes, acompañados de los inevitables "attachés", la tormenta de ideas se ciñó durante cuatro días en torno al salón de actos del Ministerio de Economía y Comercio, hasta que descargó con todo su furor. Pero luego vino a escampar, las impecables sonrisas florecieron encima de los impecables trajes, los apretones de manos subrayaron amistades y desacuerdos, y la vida continuó, como sucede casi siempre. El primer escollo surgió, como era de esperar, ante la noción de beneficio. El profesor Leonardo Polo explicó que la empresa es un lugar de integración en el que todos sus componentes trabajan con un mismo fin. "Si una parte entiende --señalé--- que sólo es beneficio lo que ella percibe, interpretará todo lo demás como gasto, pues es lo que impide que su beneficio sea mayor. El método para corregir este desenfoque es notar que el pequeño beneficio de una parte es sólo una parte del beneficio". Ganar dinero, ¡qué responsabilidad! Rafael Termes, al hablar de la responsabilidad social de la banca, señaló lo que él consideraba una conclusión evidente: "la primera y más importante responsabilidad social de la banca es ganar dinero". Termes explicó el papel de la banca como el de un simple intermediario, con responsabilidad de ofrecer incentivos suficientes para que ahorre el que tenga capacidad de ahorrar y con responsabilidad de canalizar esos recursos financieros hacia proyectos viables, "dentro de ellos, favorecer a los más rentables, es decir, a los generadores de mayor beneficio económico y social. Dilapidar estos recursos, siempre escasos, en

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La batalla del balance social.¿Es una palabra mágica o un instrumento real de justicia social?

Transcript of 04 La Batalla Del Balance Social

  • La batalla del balance social. Es una palabra mgica o un instrumento real de justicia social?

    Rafael Guijarro.

    Revista USEM. Enero Febrero de 1982.

    A lo largo de cuatro das, en sesiones de maana y tarde, cerca de doscientos

    empresarios, mandos intermedios y economistas han tenido ocasin de escuchar cuarenta ponencias sobre: balance social. El balance es un instrumento de sobra conocido por cualquier empresario e incluso por muchas personas que no lo son. Pero, qu es eso de social?

    Una tormenta muy educada.

    Las Jornadas de Estudio sobre Economa y Sociedad gozaron desde el primer momento de un cierto afn reivindicativo. Se van a enterar estos seores de todo lo que hace mi empresa por la sociedad en su conjunto, sin costarle a la sociedad ni un duro, dirian los empresarios. Se van a enterar estos seores de lo poco que hacen sus empresas por la sociedad y de cmo se estn beneficiando de ella, diran los profesores. Entre el afn justificatorio y el afn condenatorio, moderado por un exquisito estilo de correccin acadmica, sin levantar nunca el tono de voz, sin tomar la palabra fuera del turno establecido por el moderador, sin pestaear ni ladearse los nudos de las impecables corbatas, impecablemente contrastadas con impecables trajes, acompaados de los inevitables "attachs", la tormenta de ideas se ci durante cuatro das en torno al saln de actos del Ministerio de Economa y Comercio, hasta que descarg con todo su furor. Pero luego vino a escampar, las impecables sonrisas florecieron encima de los impecables trajes, los apretones de manos subrayaron amistades y desacuerdos, y la vida continu, como sucede casi siempre.

    El primer escollo surgi, como era de esperar, ante la nocin de beneficio. El

    profesor Leonardo Polo explic que la empresa es un lugar de integracin en el que todos sus componentes trabajan con un mismo fin. "Si una parte entiende --seal--- que slo es beneficio lo que ella percibe, interpretar todo lo dems como gasto, pues es lo que impide que su beneficio sea mayor. El mtodo para corregir este desenfoque es notar que el pequeo beneficio de una parte es slo una parte del beneficio".

    Ganar dinero, qu responsabilidad!

    Rafael Termes, al hablar de la responsabilidad social de la banca, seal lo que l consideraba una conclusin evidente: "la primera y ms importante responsabilidad social de la banca es ganar dinero".

    Termes explic el papel de la banca como el de un simple intermediario, con

    responsabilidad de ofrecer incentivos suficientes para que ahorre el que tenga capacidad de ahorrar y con responsabilidad de canalizar esos recursos financieros hacia proyectos viables, "dentro de ellos, favorecer a los ms rentables, es decir, a los generadores de mayor beneficio econmico y social. Dilapidar estos recursos, siempre escasos, en

  • proyectos inviables, especulativos o simplemente no productivos sera atentar contra esta responsabilidad ante la sociedad".

    Lo que denomin "otras pretendidas responsabilidades sociales", como puede ser el acudir a remediar situaciones de crisis, no consider que fueran responsabilidad de la banca. "Es el Estado el nico capaz de redistribuir".

    Que el Estado decida dejarnos en paz.

    As se planteaba el segundo punto notablemente conflictivo: el papel del Estado en la regulacin de las actividades de las empresas. Naturalmente, el mayor ataque a esta concepcin provino del profesor Schwartz, liberal empedernido que se esfuerza por demostrar, si puede, los mecanismos automticos de regulacin de la economa que produce el mercado y, si no puede, que al menos quede patente que cualquier otra cosa es peor que el mercado libre. Para el profesor Schwartz, lo peor de lo peor es la intervencin estatal y el mercado ms imperfecto el mercado poltico. "La existencia de empresas pblicas supone una tentacin permanente para el poltico, quien por vocacin desea mandar, figurar y vivir bien: por ello necesita hacer favores a su clientela, incluidos los empresarios privados en quiebra o los obreros amenazados de paro". No quiero poltica, me basta mi empresa.

    Bower aport otra idea que tendra trascendencia conforme se fueron desarrollando las Jornadas: la relacin entre responsabilidad econmica y responsabilidad poltica. No es cierto, vino a decir, que la economa circule por un carril y la poltica por otro, sin interferirse; no es cierta esa crtica de los empresarios en horas bajas: bastante hago yo con sacar mi empresa adelante, que se ocupe el Estado de lo dems, para eso pago los impuestos.

    Ante la existencia de proyectos sociales, cuyo fin directo no es el beneficio sino lo

    que podra llamarse una mejor calidad de vida, Bower seal la ineficacia mayor del Estado que la de los particulares, y que prefera que ese vaco de programas sociales lo llenara la empresa antes de que lo hiciera el gobierno. Un capitalismo con responsabilidad social trae soluciones descentralizadas que hacen ms fuerte a la sociedad frente al gobierno y frente a los particulares insolidarios. Un capitalismo irresponsable para todo lo que no sea su propio beneficio, produce vaco que es ocupado por el Estado a una velocidad an mayor que la que se pensaba como conveniente, precisamente por las necesidades de satisfacer una clientela que apuntaba Schwartz.

    Libertad, s; pero tambin para los dems.

    Entonces, Andrs Ollero, profesor de Filosofa del Derecho de la Universidad de Granada, cit a Kelsen y a Bentham. De Kelsen dijo que lo traa a colacin por ser un positivista puro y que nadie pensara que arrimaba el ascua a su sardina.

    La cita de Kelsen deca as: "El sentido ms profundo del principio democrtico

    radica en que el sujeto no reclama libertad slo para si, sino para los dems; el "yo" quiere que tambin el "t" sea libre, porque ve en l su igual. De este modo, para que

  • pueda originarse la nocin de una forma social democrtica, la idea de igualdad ha de agregarse a la de libertad, limitndola". Uno de los ejemplos ms queridos del profesor Schwartz: de nuevo entr en debate la actuacin de Sefanitro en Erandio. Schwartz explic que los vecinos de Erandio se manifestaron para obligar a que Sefanitro filtrara los humos de una fbrica de amonaco que tena en medio del pueblo. La empresa hizo cuentas y decidi que la compensaba antes quitar la empresa que reducir la contaminacin. Entonces los vecinos se manifestaron para que la empresa no desapareciera y mantuviera los puestos de trabajo. La libertad de mercado y la competencia impedan a la empresa otra decisin, claramente la libertad haba actuado con perfeccin, pero slo en un sentido: la empresa estaba condicionada por la competencia, los empleados, por el puesto de trabajo y por el ambiente. Los defensores del ambiente quedaron en minora. El resultado es que todos eran iguales, ganaban dinero trabajando en Sefanitro, pero como deca Orwell, unos.eran ms iguales que otros. Un diagnstico del siglo XVII sigue vigente

    Cmo es posible esta desigualdad en nombre de la igualdad y de la libertad? Ollero cit entonces a Bentham. "Para Bentham, la desigualdad es una enfermedad cuya correccin compete al Estado --seal Ollero--, a travs de los mecanismos legislativos''. Es una situacin de emergencia para tratar una anomala: que los hombres no sean todos iguales. La misin del Estado ser corregir --escuelas, hospitales, prisiones-- al desigual para volverlo a la sociedad tan pronto como sea posible y que ah disfrute plenamente de las delicias, de la igualdad de oportunidades y la libertad de eleccin.

    La ltima parte de la intervencin del profesor Ollero trajo extraamente el siglo

    XVII a los dems acuciantes problemas de finales del XX. "El dualismo de Bentham --libertad a cargo de los ciudadanos, igualdad encomendada al Estado-- fue en su tiempo expresin de la vitalidad de una burguesa emprendedora, ansiosa de experimentar el riesgo y la utilidad de la libertad. Hoy tal modelo sigue defendindose por una burguesa decadente". "El principal enemigo de lo social es un individualismo que busca que la intervencin estatal le libere de condicionamientos sociales, y est dispuesto a pagar el peaje oportuno antes de verse obligado a invertir productivamente su libertad".

    La pocin mgico de lo seora Orr

    Hasta qu punto sera acertado este diagnstico, lo demuestran las intervenciones con las que el organizador de las Jornadas trat de arropar esta tesis. Se sucedieron una serie de intervenciones tendentes a acallar la mala conciencia del empresario, a demostrarle que la responsabilidad social es una cosa buena y mejor que la irresponsabilidad, utilizando el argumento que mejor entienden los hombres de empresa: tener responsabilidad social da dinero. Dorothy Orr, la activa vicepresidenta de una empresa de seguros norteamericana, fue quien lo expres con menor empacho.

    La pocin mgica que la seora Orr sirvi a los asistentes consisti en identificar

    marketing con responsabilidad social. Si su empresa demuestra que se porta bien con los clientes, los proveedores, los empleados y los accionistas, aumentar su confianza en ella, acudirn antes a la suya que a la competencia para resolver sus problemas y a usted le

  • costar mucho menos dinero del que va a ganar con el aumento de la confianza de sus interlocutores sociales en su empresa. El beneficio, uno estimacin que siempre beneficio.

    Este razonamiento se repiti de formas muy variadas a lo largo de las sesiones, pero buscando siempre el objetivo comn. Sealo Juan Antonio Prez Lpez: "La responsabilidad social de la empresa implica sobre todo el realizar ms adecuadamente aquello que la empresa est llamada a hacer y sabe hacer". El profesor Cuervo Garca, de la Universidad de Oviedo: "El criterio ms utilizado para medir la eficiencia, el beneficio, no deja de ser una estimacin", seal.

    Rodrigo Keller y Jos Rodes, de la Direccin de Estudios del INI sealaron que con

    el balance social mejora la productividad de la empresa. "Los costos de la msica ambiental en las oficinas no son nada comparados a la eficacia que consiguen los trabajadores y a la impresin de que el negocio marcha bien por parte de los clientes''.

    Las virtudes de la pocin mgica crecieron conforme los panelistas presentes

    explicaron cmo actuaba el balance social en sus empresas. Uno de los fines de las Jornadas era transmitir experiencias concretas de responsabilidad social de determinadas empresas punteras en este nuevo estilo de business. Norteamericanos, ingleses, franceses, suizos, japoneses y colombianos se acercaron al micrfono para cantar las maravillas de sus empresas. Las conclusiones generales afirmaban que los xitos haban sido parciales pero que el camino se presentaba prometedor.

    El coche del director general me gusta.

    Tal vez slo una nota ensombreca ese panorama tan halageo. Los expertos confirmaban que los sindicatos se haban manifestado, en general, poco convencidos de los resultados del balance social porque no haban participado en su elaboracin. Tambin surgieron algunas voces sealando que el balance social era un instrumento radicalmente antiliberal que introduca peligrosas experiencias de cogestin porque induce a ms gente a tomar decisiones sobre los objetivos de la empresa.

    La empresa, deca Geoffrey E. Wood, del Centre for Banking and International

    Finance de Londres, debe perfeccionar los balances tradicionales y medir en trminos monetarios sus relaciones con la sociedad y con sus interlocutores.

    Pequeas nubes ensombrecedoras. Los empresarios no rinden cuentas ms que cuando no les queda otro remedio. Incluso hasta fecha muy reciente las cuentas que se presentaban ante los accionistas no coincidan con las cuentas presentadas a los sindicatos para la negociacin salarial. Bower mostr cmo la tecnoestructura analizada por Galbraith, presionando alternativamente a los accionistas y a los trabajadores, acababa por imponer sus criterios con bastante eficacia.

    La tostada del balance social.

    La tostada que se iba descubriendo consista en que las empresas que haban dedicado sus mayores afanes al balance social lo haban hecho como una estrategia de

  • marketing y de relaciones pblicas, no para repartir las responsabilidades entre los distintos interlocutores sociales de la empresa. Porque un balance es una cuenta de responsabilidades compartidas, a cada uno le toca y debe responder si no se han alcanzado los objetivos o si el ejercicio ha sido poco brillante.

    Incluso Patrice Daudier de Cassini, Director del Institut de Recherche Interbancaire

    critic el que la banca comercial hubiera estado demasiado tiempo ausente del sector de la economa social, un sector "que crece rpidamente y que representa una parte cada vez ms importante de la economa''. Con las estadsticas de la OCDE en la mano, Daudier de Cassini demostr que en la mayor parte de los pases de la organizacin, la economa social representa la mitad de la actividad global, que en los ltimos siete aos todos, excepto el reino Unido y Canad, haban acrecentado de forma significativa la parte del PIB consagrada a la economa social, y que esa tendencia no iba a disminuir.

    "Slo el crecimiento de las necesidades ha obligado a los gobiernos a acudir al sector bancario, tanto para conseguir la movilizacin del ahorro como para asegurar la financiacin". Ahora est ah todava lo que queda del sector de actividades sociales, dispuesto a que se lo lleve el ms audaz. "La vida cotidiana de cada individuo est marcada, y lo ser cada vez ms, por las relaciones con su banco, lo que plantea nuevos problemas de informacin a la clientela. La banca se ha convertido progresivamente en una especie de servicio pblico y los ciudadanos aceptan mal el no participar de alguna manera en la toma de decisiones de un sector que financia y es un sostn de la economa".

    Justicia y beneficio, seor empresario.

    Dos de los tres Catedrticos de Derecho del Trabajo que intervinieron en las Jornadas establecieron, con no poca sorpresa, que el balance social afecta para lo bueno y para lo malo a todos los componentes de la empresa. "La tesis plenamente liberal ---dira Fernando Surez-- de que el nico objetivo de quienes arriesgan su capital ponindolo al servicio de una empresa, ha de ser la obtencin de un lucro, comportara la consecuencia de que la nica responsabilidad del capital consiste en cumplir perfectamente su funcin econmica, generando los mximos beneficios pensables. Pero es justamente la preocupacin por el hecho de que un planteamiento semejante puede provocar a medio plazo la total carencia de estimacin de los ciudadanos de una actividad econmica tan materialsticamente concebida, y la inviabilidad de las empresas dedicadas a ella, lo que ha provocado la crisis total que hoy viven aquellas concepciones y la necesidad de que tambin la actividad econmica y empresarial reanuden sus vinculaciones con la tica social y hagan patente que en la empresa resultan de indispensable coordinacin los legtimos mviles del egosmo individual con las exigencias de la comunidad en que el individuo vive, se desarrolla, alcanza categora de persona". Concepto que no debe existir en los manuales del empresario, a juzgar por las escasas veces que sali a relucir. "No es vlida la contraposicin entre una esfera de libertad individual moralmente regida y un mbito social en el que imperara una mecnica necesaria.

    La dimensin social de la libertad est sometida a los imperativos de la justicia. No

    es justo el que slo quiere serlo; es justo el que realmente da a cada uno lo que le corresponde objetivamente". Se trataba una vez ms de evitar el pensar que los hechos

  • econmicos se producen porque si, como una ley cientfica que excluye la responsabilidad del que acta siguiendo los avatares de la ley.

    "La libertad proclamada pasa a ser libertad ejercida cuando se considera en su interrelacin con las libertades de los dems. En efecto: una libertad empresarial entendida como absoluta --absuelta, desligada--no slo atropella la actualizacin de otras libertades, sino que adems lleva en su interior un germen de autodestruccin".

    El Estado-Providencia? Pase, por favor

    Qu son --continuaba el profesor Llano-- en definitiva el omnipresente Estado-providencia del bienestar total y el Estado prometeico del paraso popular, sino proyecciones resultantes del intento de absolutizar una libertad exenta? Tras el generalizado estrangulamiento de la iniciativa privada, al que hoy asistimos, se esconde esa tpica reaccin dialctica que desencadena el exclusivismo de la libertad. La totalizacin de los intereses privados conduce histricamente a la totalizacin del inters pblico".

    Lo malo es que estos razonamientos tenan muy poco futuro en el aula del

    Ministerio de Economa en la que se desarrollaron las Jornadas. Al pblico le brillaban los ojos de alegra cada vez que se justificaban las actividades sociales de la empresa como algo que permitira seguir ganando dinero; si adems lo ganaba el resto de la sociedad, mejor; si no, que el Estado cuidase de los desamparados. Aqu cabra resear una de las ms brillantes intervenciones del profesor Polo. "Para Aristteles --dijo-- gobernar a hombres libres tiene inters: mandar a esclavos no lo tiene: no es ni siquiera mandar. Cuando el individuo lo espera todo del Estado provoca una mutua decepcin. Por eso los polticos tienden en esta situacin a ejercer el mando entre ellos: tienen que inventarse interlocutores".

    Hacen falta empresarios que no transfieran al Estado las responsabilidades que les

    resultan molestas. Pero eso requiere superar la empresa patrimonial que mira slo su propio beneficio. El crecimiento imparable del sector pblico no ha sido producido en los pases occidentales por unas nacionalizaciones impuestas por el gobierno, sino por el abandono de los empresarios. Y vendrn ms conforme aumente la insolidaridad de los interlocutores sociales.

    La utopa servida por el Banco de Bilbao en sus Jornadas sobre Economa y

    Sociedad ha sido establecer un marco en que los interlocutores pueden dialogar. Se ha visto, al menos, que todos han expresado sus opiniones sobre el modelo de sociedad que desean construir. Ahora, cada uno sabe dnde estn los dems. Pero, si se quiere hablar de iniciativa privada hay que hablar de libertad y eso exige, como seal el profesor Ollero, que "cuando se parte de la conviccin de que. slo la libertad puede generar efectiva solidaridad, se est afirmando a la vez dos cosas: por una parte, que la libertad encuentra su sentido en el reconocimiento de la libertad de otros a los que trata como iguales; por otra, que la dosificacin ajustada de libertad e igualdad que esto exige, es la principal tarea a acometer por la libertad misma". Y no por el Estado.

    La pocin mgico de lo seora Orr