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Revista de Información y Debate Diciembre de 2005 Nº 19 www.revistapueblos.org Dossier: Movimientos sociales> MST: la necesidad de agilizar la reforma agraria - El camino político del ELZN - Crisis y reorganización de los movimientos piqueteros argentinos - Campaña Tierra en Mozambique: una victoria de la sociedad civil - La resistencia contra la normalización del Estado sionista Ecuador: Análisis de situación> Un país o una línea imaginaria - Algunas notas sobre la coyuntura política - Ecuador escala la guerra colombiana - El movimiento indígena ecuatoriano Miradas: Cierre de dictaduras> La Comisión de la Verdad y Reconciliación en Perú - El incumplimiento de los Acuerdos de Paz en Guatemala - Reconciliación en Sudáfrica: repaso tras diez años de la Comisión - Chile: la perpetuidad de la violencia estructural

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Revista de Información y Debate ● Diciembre de 2005 Nº 19www.revistapueblos.org

Dossier: Movimientos sociales> MST: la necesidad de agilizar la reforma agraria - El camino político del ELZN - Crisis y reorganización de los movimientos piqueteros argentinos - Campaña Tierra enMozambique: una victoria de la sociedad civil - La resistencia contra la normalización del Estado sionista

Ecuador: Análisis de situación> Un país o una línea imaginaria - Algunas notas sobre la coyuntura política - Ecuador escala la guerra colombiana - El movimiento indígena ecuatoriano

Miradas: Cierre de dictaduras> La Comisión de la Verdad y Reconciliación en Perú - El incumplimiento de los Acuerdos de Paz en Guatemala - Reconciliación en Sudáfrica: repaso tras diezaños de la Comisión - Chile: la perpetuidad de la violencia estructural

PueblosNº 19 (II época)

Diciembre de 2005Periodicidad trimestral

Fundada en 1995Segunda época ● 2002

Editada porPueblos

C/Gran Vía, 40 ● 5º ● oficina 228013 ● Madrid

CoordinadorLuis Nieto Pereira

Consejo EditorialAsociación Paz con Dignidad ● Centro de

Iniciativas para la Cooperación batá (CIC-batá)● Centro de Asesoría y Estudios Sociales

(CAES) ● Entrepueblos ● Instituto dePromoción de Estudios Sociales - Navarra

(IPES-Navarra) ● Mugarik Gabe - Euskadi ●

Aire Comunicación ● Ángeles Díez ● JaumeBotey ● Carlos Gómez Gil ● Agustín Maraver ●

Adolfo Rodríguez Gil ● Carlos Taibo

Consejo de RedacciónLuis Nieto Pereira, Juan Pablo Crespo, Carles Girbau,

Pascual Serrano, Mercedes Fernández Lagarejos,Ángela Iranzo, Aloia Álvarez FeánsCorresponsal en Centroamérica:

Luis Miranda●

(redacció[email protected])

Diseño: Amani KonanMaquetación: Manuel Ponce

Colaboración gráficaDani Sánchez, Paula Cabildo, Mauricio García, Marta

Pajuelo Anula, Enrique García, Mario Rojas,Ecologistas en Acción, Xoan García, La Jornada,

Decio Machado, Gina Montserrat, Conchi Abascal,Cidaf, Larmee, JorG.

Entidades colaboradorasJusticia i Pau de Cataluña, Instituto Galego de

Análise e Documentación Internacional, Instituto dePromoción de Estudios Sociales - Vizcaya

AgradecimientosMarta Pajuelo Anula, Cari Baena, Alicia Campos

ImpresiónJ.A. Díaz Artes Gráficas

Depósito legalM.47.658-1999

ISSN1577-4376

AdministraciónTel./Fax: 91 523 38 24

www.revistapueblos.org / [email protected]

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Derechos (copyleft)Cualquier parte de esta publicación puede ser reproducida decualquier forma siempre que se cite la fuente y el autor.

Lola Rivera estudió pintura clásica durante tres años, entre 1982 y 1985, enla Escuela de Bellas Artes de Pekín, centro en el que fue la primera alumnaespañola. Posteriormente, entre los años 1985 y 1988, amplió su formación enpintura contemporánea en Cuba y fue allí, concretamente en la Habana, dondecomenzó colaborar con el prestigioso Taller de Serigrafía René Portocarrero. Enlos últimos años, ha realizado diversas exposiciones internacionales donde hamostrado sus trabajos de pintura china tradicional, así como obras realizadas alóleo y dibujos.

Portada

Lola Rivera

Información y debate ● PUEBLOS ● Diciembre ● 2005 ● 3

SumarioEditorial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .4

OpiniónSahara Occidental: ¡30 años bastan! (Joxe Piñas) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .5

Ecuador: análisis de situaciónUn país o una línea imaginaria (Alberto Acosta) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .6Algunas notas sobre la coyuntura política (Santiago Ortiz) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .9Ecuador escala la guerra colombiana (René Báez) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .12El movimiento indígena ecuatoriano (Mènthor Sánchez) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .15

ComunicaciónTelevisión local: ¿pero de qué estamos hablando? ( Luis Miguel Martínez) . . . .18Adjudicaciones de TV local en Madrid: pluralidad entendida como impunidad (Agustín García Matilla) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .21

Entrevista“Hay un paralelismo entre los conflictos de hoy y los que provocaron la I Guerra Mundial”.Ramón Fernández Duran, experto en Europa y miembro de Ecologistas en Acción (Luis Nieto y Mercedes Fernández Lagarejos)

Dossier: Movimientos sociales(Artículos de Sergio Ferrari, Lola Sepúlveda, Luis Ortolani Saavedra, Gina Montserrat

e Hisham Bustani)

Miradas: Cierre de dictadurasLa Comisión de la Verdad y Reconciliación en Perú (Pablo Zavala Sarrio) . . .43El incumplimiento de los Acuerdos de Paz en Guatemala (Anantonia Reyes Prado) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .46Reconciliación en Sudáfrica: repaso tras diez años de la Comisión (Ferriol Sòria) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .49Chile: la perpetuidad de la violencia estructural (Carolina Damia Ordaz) . . . . .52

CooperaciónLa Misión de la ONU en la República Democrática del Congo (Luis Peral) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .54Diez tesis cuestionables sobre los microcréditos (Carlos Gómez Gil) . . . . . . . . .56Entrevista a Rafael Palacios, director de la Axencia Asturiana deCooperación al Desarrollu (Mercedes F. Lagarejos) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .59

CulturaLibros: ¿Por qué no me enseñaste cómo se vive sin ti? (Clara Elvira

Ospina Garzón) España-Marruecos desde la orilla sur (Mohamed el Arich) . . . . .60Notas sobre otras publicaciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .61Música: El imperio musical Mandinga (Enrique García) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .62Cine: Princesas. Bella y Vital (Juan Vicente Monteagudo) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .64Por qué lo llamamos “cine para adultos” cuando queremos decir “porno” (y viceversa) (Alejandro Pedregal) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .65Poesía (Felipe Juaristi) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .66

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Editorial

Editorial

Las tempestades de Francia

Quien siembra vientos, recogetempestades es un refrán apli-cable a buena parte de las si-

tuaciones de violencia social que acon-tecen y el resumen perfecto para los su-cesos ocurridos en Francia durante losúltimos meses. Su aparente esponta-neidad sólo tiene ver con una emersiónbrusca, ya que han permanecido laten-tes y alimentados durante muchos añospor el paro estructural, la exclusión, laxenofobia y el deterioro social. Es de-cir, sólo era cuestión de tiempo que lle-gasen los truenos y los relámpagos. Silos emigrantes ya parten de una situa-ción nada favorable (desarraigo socialy cultural, ilegalidad, explotación) lapresión del neoliberalismo ha logradoenquistar aún más esta situación, in-crementando la marginación y la des-igualdad, y consiguiendo que genera-ciones que ya han nacido en el país alque llegaron sus padres y abuelos sesientan extranjeros en él.

Esas generaciones son las que el mi-nistro Sarkozy tildó de chusma, términoque, según el diccionario de RAE, quie-re decir muchedumbre de gente vulgary definición que en cierta medida los re-trata porque son miles y porque son co-mo tantos otros. Resulta evidente queSarkozy no pretendía hacer una apre-ciación objetiva sobre ellos, sino insul-tarlos, pero no deja de ser significativoque el calificativo se refiera a su condi-ción de grupo numeroso, su homoge-neidad y su falta de distinción. Cabe sos-pechar que es esto último lo que le mo-lesta al ministro, más incluso que sus ac-tuaciones violentas. En el hecho de quesean pueblo y sean pobres radican susgrandes defectos.

Tampoco deja de llamar la atenciónque la tormenta haya estallado en Fran-cia, un país que aunque prisionero de la

globalización y el neoliberalismo, toda-vía mantiene parte del Estado de bien-estar forjado en otras épocas. Ante ello,sólo cabe pensar qué puede ocurrir enotros lugares donde los derechos socia-les se quieren desmantelar antes de ha-ber alcanzado cotas mediadamenteaceptables. Parece cuestión de tiempoque los mismos sucesos se repitan y conmayor virulencia.

Otra cuestión a analizar es la posi-ción que las fuerzas políticas y socialesfrancesas de izquierda han mantenidofrente a esta rebelión popular. Cabe pre-guntarse sobre su sensibilidad para re-coger unas demandas que requerían,desde hace tiempo, algo de atención, nosólo por coherencia ideológica, sino por-que habría servido para canalizar la ra-bia en forma de propuestas, de redes so-ciales que permitieran esquivar el uso dela violencia y abrieran el camino a lu-chas más eficaces. Posicionamientos deeste tipo habrían posibilitado la suma deuna parte del pueblo francés que se iden-tifica con quienes protestan, pero recha-zan cómo lo hacen. El no francés al re-feréndum de la Constitución europea esseñal de que el descontento va más alláde emigrantes y barrios marginales. Unaactuación en este sentido también ayu-daría a que ese descontento no huyerahacia posiciones de extrema derecha.

Finalmente, hay que destacar la vi-sión que ha dado una parte de la prensaespañola respecto a los sucesos en Fran-cia y que se puede calificar de “com-prensiva” con la revuelta. Son numero-sos los análisis sobre los hechos que lahan provocado y amplias las explica-ciones de sus porqués. Lo que no sabe-mos es si su reacción hubiera sido lamisma en caso de que la tempestad hu-biera estallado en cualquier barrio mar-ginal a este lado de los Pirineos.❑

Información y debate ● PUEBLOS ● Diciembre ● 2005 ● 5

Opinió

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Sahara Occidental: ¡30 años bastan!

Opinión

Joxe Piñas*

El 14 de noviembre de 1975 sefirmaron los Acuerdos Tripar-titos o de Madrid, por los que

España hacía entrega del Sahara Occi-dental y de sus habitantes a Marruecosy Mauritania. Triste acontecimiento delque se cumplen ahora 30 años.

El conflicto que sufre en la actua-lidad el pueblo saharaui no es sino unproblema de descolonización incon-clusa. En dicho proceso, la responsa-bilidad histórica, política y ética fun-damental le corresponde al Estado es-pañol en cuanto potencia colonial quefue del Sahara Occidental hasta 1976,ya que los Acuerdos Tripartitos care-cen de cualquier valor jurídico al ha-berse realizado en contra de los pactosinternacionales, en especial contra laResolución 1514 de las Naciones Uni-das. Por tanto, y de conformidad conlas Naciones Unidas, el Sahara Occi-dental es un territorio no autónomopendiente de descolonización y aunquede facto no sea así, España sigue sien-do jurídicamente la potencia adminis-tradora del territorio.

El Tribunal de La Haya puso fin acualquier aspiración jurídica de Ma-rruecos sobre el territorio al presentardictamen el 16 de Octubre de 1975 enel que no apreciaba vínculo alguno desoberanía entre el Sahara Occidental yel Reino de Marruecos. Ese mismo día,Hassan II anunció la “Marcha verde”que aprovechó para introducir 25.000soldados en territorio saharaui. Las Na-ciones Unidas han desautorizado repe-

tidas veces esta ocupación al no reco-nocer como legal ninguna adquisiciónterritorial derivada de la amenaza o deluso de la fuerza (Resolución 2625).Marruecos no es la potencia adminis-tradora del territorio, sino la potenciaocupante.

La retirada de España y la sucesi-va ocupación ilegal y militar del terri-torio por Marruecos han provocadouna cruel guerra entre saharauis y ma-rroquíes, con su secuela de pérdidasirreparables, un exilio masivo y el es-tablecimiento en las zonas ocupadas deun régimen de terror.

El último capítulo de esta historiaestá marcado por las manifestacionesy protestas que se suceden en todo elSahara Occidental y en algunas ciuda-des marroquíes desde el mes de mayo,reclamando el reestablecimiento de losderechos civiles y la aplicación del de-recho de autodeterminación, reconoci-do por la ONU. La brutal represión -detenciones arbitrarias, torturas, sa-queos, desapariciones forzadas y ase-sinatos- con la que las autoridades ma-rroquíes han respondido ha despertadola alarma entre organizaciones defen-soras de los derechos humanos en to-do el mundo, incluido Marruecos.

A pesar de estos hechos, el go-bierno de Rodríguez Zapatero no hahecho nada por evitar este genocidiodel pueblo saharaui. Al contrario, haanimado y potenciado el hecho ilegalde la ocupación mediante el estable-cimiento de relaciones políticas y eco-

nómicas privilegiadas con el régimenmarroquí, incluyendo la venta de ar-mas que han sido utilizadas directa-mente en la represión.

La legalidad internacional no es se-lectiva y la ONU debe hacer que seapliquen las resoluciones que emanande sí misma.

El auténtico estado de apartheid alque se ha visto sometida la poblaciónsaharaui durante estos últimos 30 años,en lugar de disuadir sus aspiracionessoberanistas como pueblo, ha reafir-mado su identidad nacional y diferen-ciada frente a la monarquía marroquí.Este sentimiento se ha intensificado yha emergido desde el mes de mayo enlo que ya se conoce como Intifada dela Independencia a través de manifes-taciones, sentadas, huelgas de hambrey otros actos de desobediencia civil enrechazo a la ocupación.

Frente a quienes pretenden que elpueblo saharaui renuncie a sus dere-chos y sea moneda de cambio para fa-vorecer la estabilidad de una monar-quía autárquica, se enfrenta la visiónde quienes creemos que la justicia y nola fuerza es la base para construir lapaz y que avanzar definitivamente ha-cia la realización de un referéndum deautodeterminación para el pueblo sa-haraui es la única manera de garanti-zar en el futuro la estabilidad en la re-gión del Magreb árabe.❑

*Joxe Piñas, miembro de la Plataforma CívicaPro-Referéndum en el Sahara Occidental.

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Análisis de situación

Con una proyección de algo másde 13 millones de habitantes, lapoblación de el Ecuador, con

una mayoría mestiza pero con una pre-sencia importante de pueblos y nacio-nalidades indígenas, y un pequeño sec-tor afrolatino, da lugar a una sociedadpluricultural y multiétnica. Tanto los ni-veles altos de pobreza del país como lainequitativa distribución de los ingre-sos provocan graves limitaciones y ex-clusiones en cuanto al acceso de la po-blación a niveles de bienestar social bá-sicos como educación, salud, vivienda,alimentación y empleo.

La situación económica de la ma-yoría de la población sufrió un punto dequiebre en enero de 2000, cuando, lue-go de una grave crisis, la dolarizaciónde la economía modificó sustancial-mente la situación de los amplios sec-tores medios y pobres, provocando unmayor deterioro de sus economías.

Consecuencias de la crisisdel cambio de sigloLuego de un prolongado período de es-tancamiento desde 1982, al año 1999

se le recordará por registrar la mayorcaída del PIB, que se contrajo un 30,1por ciento: de 19.710 millones de dó-lares cayó a 13.769 millones. Por suparte, el PIB por habitante se redujo encasi un 32 por ciento, al desplomarsede 1.619 a 1.109 dólares. Esta implo-

sión de la economía comenzó a fra-guarse años antes como resultado depolíticas de inspiración neoliberal, en-contrando su punto más complejo en eltorna siglo.

En este contexto, Ecuador vivióuno de los procesos de empobreci-

Un país o una línea imaginariaAlberto Acosta*

La heterogeneidad de su población,acompañada de una diversidad

geográfica muy marcada, constituyeuno de los rasgos sobresalientes de

este territorio, atravesado por la línea ecuatorial y que al igual quesus vecinos latinoamericanos, está

afectado por problemas de subdesarrollo.

1 Por cierto que la inequidad no solo se mani-fiesta en el campo económico y social, pues hayotras facetas culturales, étnicas, regionales,ecológicas y de género.

Mau

ricio

Gar

cía

Información y debate ● PUEBLOS ● Diciembre ● 2005 ● 7

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miento más acelerados en la historia deAmérica Latina: entre 1995 y 2000, elnúmero de pobres creció de 3,9 a 9,1millones y en términos porcentuales,del 34 al 71 por ciento; la pobreza ex-trema dobló su número de 2,1 a 4,5 mi-llones, con un salto relativo del 12 al 31por ciento. El ingreso por habitante delEcuador alcanzó apenas un 43 por cien-to del promedio latinoamericano. Loanterior vino acompañado de una ma-yor concentración de la riqueza: así,mientras en 1990, el 20 por ciento máspobre recibía el 4,6 por ciento de losingresos, en 2000 captaba menos de2,5 por ciento. Entre tanto, el 20 porciento más rico incrementaba su parti-cipación del 52 a más del 61 por cien-to. Esta inequidad es, sin duda alguna,una de las principales explicaciones dela pobreza.

La consecuencia lógica de esta evo-lución económica fue el cierre de em-presas, el masivo desempleo y subem-pleo, la caída de los ingresos, la reduc-ción de las inversiones sociales, la cre-ciente inseguridad ciudadana, el dete-rioro de la calidad de vida, la reducciónvertiginosa de la confianza en el país...En tales circunstancias, también se ini-ció un proceso sostenido de emigra-ción, cuya magnitud y velocidad no tie-nen precedentes. Según varias estima-ciones, de 2000 a 2005, mucho más deun millón de ecuatorianos habrían sali-do del país; hay cálculos que estable-cen que el número de ecuatorianos yecuatorianas en el exterior puede bor-dear los 3 millones2, pues es necesariorecordar que el país experimenta desdehace medio siglo una salida continua-da de habitantes de las provincias deAzuay y Cañar.

La dolarización no fue la panaceaesperada. Por el contrario, la ansiada re-ducción de la inflación, que en 2000 es-taba lejos de una hiperinflación, se de-moró casi cinco años hasta alcanzar ni-veles internacionales, con el consi-guiente deterioro del costo de vida y dela competitividad del aparato producti-vo. Las tasas de interés, que se espera-

ba que bajaran con la dolarización, semantienen en niveles elevados, aúnmás altas a las registradas en créditosen dólares en países vecinos cuyas eco-nomías no están dolarizadas. En estascondiciones, con una economía que noencuentra la senda de la reactivación,el desempleo, que en los momentosmás duros de la crisis bordeo el 17 porciento de la población activa, continúasiendo un problema; incluso habría re-cobrado una tendencia creciente en losúltimos años, al haber aumentado del 8por ciento en 2003 a cerca del 12 en elaño 2005.

Lejos de incrementarse, las res-puestas estatales al creciente déficit so-cial, las inversiones y el gasto en elcampo social en las dos últimas déca-das se han estancado o han disminuido.Las inversiones efectivas en educacióny cultura, en salud y desarrollo comu-nal, y en desarrollo productivo de laspequeñas y medianas economías cam-pesinas, representaron, en el año 2004,el 10 por ciento de los egresos presu-puestarios, mientras que el servicioefectivo de la deuda pública, sobre to-do externa, superó el 50 por ciento. Ypara cerrar este cuadro, téngase pre-sente que siendo Ecuador uno de lospaíses con mayor biodiversidad del pla-neta, ocupa los últimos puestos en losindicadores ambientales del Foro Eco-nómico Mundial.

Las tablas de salvación de la dolarizaciónLa economía vive una dualidad: por unlado, presenta cifras macroeconómicasrelativamente estables y por otro, suaparato productivo no petrolero no en-cuentra la senda de una recuperaciónsostenida, lo que se refleja en las men-cionadas elevadas cifras de desempleoy en el continuado deterioro de las con-diciones de vida de la población.

La evolución del ingreso per cápita

nos dice que éste pasó de 1.336 dólares(dólares de 2000) en 1994 a 1.455 dó-lares en 2004, año en que la economíacreció un 6,9 por ciento. El principalimpulsor del crecimiento fue la activi-dad petrolera privada, con más del 32por ciento. Los sectores de la industria,comercio y agro, que generan más dela mitad de los puestos de trabajo, cre-cieron apenas un 1,9 por ciento, o sea,a un ritmo inferior al incremento de lapoblación. De hecho, el agro se en-cuentra al borde de la recesión.

Dos recursos animan la economía:el petróleo, en este momento con pre-cios altos, y las remesas de los emi-grantes (alrededor de 1.600 millones dedólares en 2004), que constituyen el se-gundo rubro de ingresos nacionales.Otros factores externos han sido la re-cuperación de la economía de losEE.UU., en donde están más del 40 porciento de las exportaciones ecuatoria-nas, las bajas tasas de interés en el mer-cado financiero internacional, que hanaupado el endeudamiento externo pri-vado, la depreciación del dólar, queayudó a recuperar marginalmente losbajos niveles de competitividad, así co-mo el ingreso de narcodólares.

Las importaciones han aumentadorápidamente, una situación que se ex-plica, entre otros factores, por efecto dela rigidez cambiaria que abarata lascompras externas. Mientras que las ex-portaciones se incrementaron gracias ala elevación de precios del crudo, lasexportaciones no petroleras práctica-mente se han estancado, también porefecto de la pérdida de competitividadprovocada por la dolarización. En esecontexto, la balanza comercial no pe-trolera registró en 2004 el mayor défi-cit republicano, con casi 3.200 millo-nes de dólares. Un nuevo estrangula-miento externo podría estar a la vueltade la esquina, dependiendo en gran me-dida de la evolución de los precios delpetróleo.

La válvula de escape de las migracionesMás allá del impacto múltiple de lasmigraciones, con efectos complejos, es-tán dos hechos: las modificaciones que

Que casi uno de cada cuatro habitantesde Ecuador haya emigrado ha modificado

el contexto familiar de la sociedad “ “2 Un cinco por ciento de la población ecuatoria-

na vive en España.

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en la cultura ecuatoriana irán provo-cando las experiencias interculturales yla generación de ingresos cuantiosospara la economía ecuatoriana, al tiem-po que se disminuye la presión laboral.

El hecho de que casi uno de cadacuatro habitantes de Ecuador hayaemigrado ha modificado el contexto fa-miliar y social de la sociedad ecuato-riana, transformando a las familias enuna red de alianzas y de vínculos que asu vez alimentan el proceso migratorio,convertidas en auténticas “familiastransnacionales” favorecidas por la fa-cilidad de comunicación y el manteni-miento de relaciones con un valor emo-cional significativo. Hablamos de lainstauración de un tipo de relacionesafectadas por las ausencias y alimenta-das a su vez por presencias imaginadasa través de Internet o el teléfono. Lasfamilias se ven inesperadamente des-estructuradas con impactos diversos(algunos sumamente perjudiciales),particularmente entre niños y jóvenesque se quedan a cargo de familiares, yse encuentran obligadas a reestructurarnuevos modos de comportamiento ysupervivencia.

De acuerdo con el BID, “el armamás eficaz para combatir la pobreza enAmérica Latina no proviene de los go-biernos ni de la ayuda externa, sino delas remesas de los emigrantes”. Deacuerdo con investigaciones recientes,la pobreza cayó en unos ocho puntosporcentuales en los años 2001 y 2002,de los cuales al menos cinco puntos se-rían explicados por las remesas de for-ma directa y otro tramo de forma indi-recta. El monto de remesas es superioral gasto social (a la inversión extranje-ra directa, a las exportaciones de losprincipales productos agrícolas y pes-queros, a la llamada ayuda al desarro-llo). Esta inyección directa de dinero enla economía popular ha quitado presiónsobre el Estado para aplicar programassociales más intensivos y permanentes.

Además de la mencionada crisis ysus secuelas, entre las causas estructu-rales de la emigración se pueden seña-lar: la debilidad del mercado interno yla baja absorción de fuerza de trabajopor parte del sistema productivo; la au-

sencia de políticas generadoras de em-pleo; el débil desarrollo de las ciudadesintermedias y pequeñas; y la debilidadde las instituciones nacionales y de losservicios sociales. A ello se suman unacierta incertidumbre y desesperanza co-lectiva en torno a las oportunidades dedesarrollo personal, surgidas a partir dela crisis, y los imaginarios sociales entorno a las ventajas de la emigración.Otras razones podrían encontrarse enlas estrategias de supervivencia y/oacumulación desplegadas por muchaspersonas que encontraron en las mis-mas remesas una razón suficiente paraemigrar.

Pero el Ecuador vive también en losúltimos años el fenómeno contrario:una afluencia nunca antes conocida deciudadanos colombianos afectados porel conflicto armado en su país y traba-jadores peruanos, atraídos también enambos casos por los dólares. Se calcu-la que 600.000 colombianos y 300.000peruanos ocupan muchos de los em-pleos abandonados por la emigraciónecuatoriana.

El reto de ser o no ser paísDel contexto rápidamente descrito sedesprende una realidad política com-pleja. A partir de 1997, el país entró enun período de aguda inestabilidad queha significado la sucesión de siete man-datos presidenciales, con el derroca-miento de tres gobiernos constitucio-nales.3 Las sucesivas crisis han sido re-sueltas a partir de interpretacionesconstitucionales por parte del poder le-gislativo, lo que ha impedido que sequiebre el régimen democrático formalreinstaurado hace 26 años, el período

democrático más largo de la historiaecuatoriana. Sin embargo, el hecho dehaber resuelto las crisis de gobierno abase de interpretaciones de la Consti-tución, sumado a intervenciones polí-ticas orientadas a satisfacer las deman-das de los grupos oligárquicos provo-có un deterioro del Estado de Derechoy afectó a la credibilidad de la pobla-ción sobre su democracia, debilitandola gobernabilidad. Otra explicación pa-ra la emigración.

La historia reciente del Ecuador esla historia del masivo irrespeto e inclu-so sistemático desmantelamiento demuchas de sus instituciones. La mismaConstitución Política del Ecuador, ex-pedida en 1998, ha sido y es atropella-da. Por ejemplo, a pesar de que el sucresigue siendo constitucionalmente lamoneda nacional, el dólar estadouni-dense es la única moneda que circula.Para comprender mejor este desgasteinstitucional, basta con ver que prácti-camente desde diciembre del año 2004hasta la fecha no hay Corte Suprema deJusticia, ni Tribunal Constitucional, quela Fiscalía funciona con un subrogantedesde hace varios meses y que, desdehace un par de años, se registra una si-tuación similar en la Contraloría Gene-ral de la Nación. Incluso la persona re-cientemente nombrada como Defensordel Pueblo, luego de ejercer esa funciónpor encargo durante un lustro, se en-cuentra impugnada.

En paralelo con la política autorita-ria derivada de un manejo económicoconcentrador y excluyente, con prácti-cas patrimonialistas y muchas veces co-rruptas, el Ecuador se ha visto envuel-to en la lógica bélica del Plan Colom-bia. Simultáneamente se alienta inge-nua y entusiastamente la firma del Tra-tado de Libre Comercio con EE.UU.,cuya suscripción conducirá a reformasprofundas, incluso de su Constitución,a la que habrá que poner a tono con losintereses norteamericanos. Todo estopone en entredicho la existencia de es-te pequeño y maravilloso país andinoaferrado a una línea imaginaria conoci-da como Ecuador.❑

*Alberto Acosta es economista ecuatoriano.

Análisis de situaciónEntre 1995 y 2000, el número de pobrescreció de 3,9 a 9,1 millones, en términos

porcentuales, del 34 al 71 por ciento“ “3 De los siete gobernantes, dos se encuentran en

la actualidad detenidos, un tercero ya cumpliósu condena, dos más están prófugos fuera delpaís al igual que un ex vicepresidente y variosministros.

Información y debate ● PUEBLOS ● Diciembre ● 2005 ● 9

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Hay que agregar otros ruidosprovocados por el nuevo go-bierno ecuatoriano, en particu-

lar la actitud “irresponsable” del mi-nistro Correa de liquidar el FEIREP,fondo de ahorro de los recursos parapagar disciplinadamente la deuda ex-terna, así como sus proyectos “popu-listas” de reorientar el presupuesto,cambiar las reglas del negocio petrole-ro y priorizar el gasto social.

Y es que Correa puso el dedo en lallaga. A las tres décadas de la naciona-lización del petróleo por Bombita, al-guien se atrevió a asumir una conduc-ta digna en el tema petrolero. Con sufugaz paso por Finanzas recordó a losecuatorianos que tenemos riquezas yque ¡sí se pueden! adoptar medidas pa-ra resolver la pobreza de la poblaciónde manera que la gente no se vea obli-gada a tomar un barco para emigrar alextranjero.

No hay que reprocharle a Correaque sea el causante de provocar la irade Washington. Más bien hay que re-conocerle su actitud valiente y creati-va en la política económica; aunque nose puede dejar de señalar su cierta in-genuidad al pensar que desde un Mi-nisterio se puede interpelar al amo sinun gobierno que le respalde ni fuerzassociales y políticas que den sustento ycoherencia a su accionar individual.

Lo cierto es que el tibio naciona-lismo del Dr. Palacios se hizo humocuando el “imperio” habló. Así comopresionaron por la salida de Correa y

no aceptaron como Embajador delEcuador a Álvaro Pérez, otra víctimaen este juego de seguridad, quieren queel nuevo gobierno se deje de ambigüe-dades y apoye decididamente a Uribey de las espaldas a Hugo Chávez.

Ciegos y sordos Los principales frustrados con el presi-dente Palacio deben ser los abogadosque iniciaron la lucha contra la PichiCorte a finales de 2004. Al fin y al ca-bo son los defensores del Estado de De-recho los que creen que la reforma ins-titucional formal va a cambiar el país.

Algunas notas sobre la coyuntura política

Santiago Ortiz*

El gobierno norteamericano tienerazones para preocuparse respecto

del Ecuador. Se molesta de ese brote de nacionalismo del nuevo

gobierno ecuatoriano, que por unlado quiere alejarse de Colombia y

del presidente Uribe, y por otro, pretende acercarse al Chávez,

declarado peligro de la seguridadnacional de los Estados Unidos

por sus posturas “populistas radicales”.

A Julio García, que creyó en nuestro país,en su color, en su luminosidad y en su gente.

Ecuador vive un distaciamiento entre la institucionalidad estatal y la sociedad.

10 ● 2005 ● Diciembre ● PUEBLOS ● Información y debate

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Se encuentran con que el primero queno cree tal cosa es el propio presidente,que luego de lanzar el proceso de con-sulta, lo boicotea.; eso es lo que hizocuando ignoró el debate para la refor-ma política iniciado por el CONAM y,pasando por encima del vicepresiden-te, envío las preguntas al Congreso.

En realidad vivimos en un paísdonde los gobernantes, aparte de serde una mediocridad insufri-ble, son ciegos y sordos. Esincreíble como no puedendar cuenta de que el país vi-ve una profunda crisis insti-tucional que ha generado unvirtual divorcio entre la so-ciedad civil y el sistema po-lítico. Ahora ya no vivimossólo un descrédito de lospartidos, sino incluso la des-confianza contra todas lasformas de representación yautoridad, además de la pa-rálisis de algunas de las fun-ciones del Estado. Sin em-bargo, no hay nadie desde elEjecutivo o el Congreso queescuche el clamor de las ca-lles y haga algo para abrirun cauce que permita un re-encuentro con la sociedad.

A lo más, el contenidode las preguntas de Palaciomuestra que lo que quiere es confi-gurar una institucionalidad aún másalejada de la ciudadanía, en donde seelija, a través de un sistema electoralbasado en distritos, a un grupo de no-tables que conforme una cámara delSenado.

Es interesante como los sectorespolíticos no miran más que sus pro-pios intereses y no les preocupa laprofunda crisis del Estado y el siste-ma político. Como que lo hacen a pro-pósito para enfilar al país al abismo,para que se demuestre que el Ecuadores ingobernable y que se creen condi-ciones para un nuevo autoritarismo opara que desembarque más asidua-mente el infaltable procónsul acanto-nado en Miami, que no le faltarán ga-nas de dar asistencia técnica a nuestro“Estado fallido”.

Tostado, locro y seco, ¡chao!Si bien la estrategia política y militarde Bush no está alcanzando buenosresultados en la región andina, la es-trategia de libre comercio parece quesi le va a rendir frutos. Las negocia-ciones del Tratado de Libre Comer-cio (TLC) están en su fase final. To-ledo desde el Perú exclama “¿dóndefirmo?” y Palacio confirma el equipode señoritos que negocian el TLC,que día a día demuestran su incom-petencia ante el consistente equiponorteamericano. Uribe, con el 70 porciento de popularidad, probable-mente convenza sin problemas a losgremios colombianos que aún se opo-nen. Aunque haya una débil agita-ción, lo cierto es que la resistencia delos movimientos sociales al TLC hasido bastante débil.

Con ello, la decisión sobre el TLCpasó de nuestras manos, aunque nosqueda la esperanza de que nos salve lacampana. La proximidad de las elec-ciones norteamericanas o el proteccio-nismo de los sindicatos y ciertos re-presentantes demócratas pueden de-morar su aprobación en EE.UU. Estoprobablemente ocasione que no se fir-me el TLC en 2005, sino que se pos-

tergue para 2006, luego delas elecciones de EstadosUnidos.

Si eso no ocurre, pode-mos irnos despidiendo deltostado, el locro y el secocon sabor ecuatoriano. Acomer papas, maíz y arrozcon transgénicos, señores.Lo que es seguro es el enca-recimiento de la salud, eldesempleo, la migración delas decenas de miles decampesinos, la presión porinfraestructura y serviciosen las ciudades, la violenciay por cierto, las nuevas re-glas neocoloniales impues-tas en el conjunto del país.Así que con el TLC ¡chaotostado y chao soberanía!

Un movimiento que teme la autocrítica

Las estrategias utilizadas por sucesivosgobiernos ante el movimiento indíge-na no tuvieron resultado hasta la llega-da de Gutiérrez. Éste utilizó los pro-gramas asistenciales, la división orga-nizativa, el desplazamiento de los de-legados de la CONAIE de la burocra-cia estatal y se alió con los indígenasprotestantes para debilitar al movi-miento. Si bien el Pachakutik en las úl-timas elecciones logró mantener supresencia en los gobiernos locales y unsiete por ciento del electorado, pareceque el movimiento entró en un mo-mento de repliegue en 2005, hasta elpunto que en las jornadas de abril casino participaron.

Se vienen señalando varios pro-blemas en el movimiento, tanto en losocial como en el político: la diversi-ficación ocupacional, el éxodo hacia

Análisis de situación

Esmeraldas

CojimiesIbarra

Sto. Domingode los Colorados

QuevedoChone

Bahíade Caráquez

Jipijapo

Guayaquil

Sta. Elena

QUITO

Arenillas

Macará

Zamora

Baeza

Puerto Napo

Cuyabeno

NuevoRocafuerte

Tulcan

Puyo

Río

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Río Napo

Río Curaray

Río Tigre

Río Pastaza

Río Esmeraldas

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RíoChira

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OCÉANOPACÍFICO

OCÉANOPACÍFICO

I S L A S G A L Á P A G O S

COLOMBIA

PERÚ

Isabela

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Santiago

Pinzón Santa Cruz

Santa FeSan Cristóbal

EspañolaFloreana

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Marchena Tower

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Información y debate ● PUEBLOS ● Diciembre ● 2005 ● 11

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*Santiago Ortiz es profesor e investigador de laFacultad Latinoamericana de Ciencias Sociales

(FLACSO) de Ecuador.

las ciudades, la variedad organizati-va, la presencia de un fuerte movi-miento protestante, la formación deburocracias, etc.

A esto hay que sumar la falta deatención de la dirigencia a los proble-mas estructurales de la base indígena-tierra, agua, educación, empleo- y laindefinición de una agenda políticaque permita recoger el conjunto de laspropuestas de su tejido social y abrirposibilidades de alianza hacia otrossectores. Problemas como el desarro-llo del Pachakutik como organización,la falta de formulación de una agendapolítica, la relación con los mestizos,las alianzas, la prioridad de la luchasocial o electoral no se han resuelto yen general su paso por el gobierno hi-zo mella al capital simbólico que ledio una elevada legitimidad en la dé-cada anterior.

Los problemas del movimiento in-dígena no se discuten abiertamente. Lacoordinación que había antes entreCONAIE, Pachakutik, gobiernos loca-les y bloque parlamentario se ha debi-litado y emergen islotes en cada can-tón o provincia que actúan por sí y an-te sí. Se han configurado varias ten-dencias como los que no quieren par-ticipar en elecciones, ni en proyectosde desarrollo, los que asumen una ban-dera étnica y no quieren saber nada deinterculturalidad, los que quieren aliar-se con quien sea, etc.

No se puede juzgar cuál será el fu-turo, pero lo cierto es que si no se dis-cute la situación y no se enfrentan losproblemas, las tendencias señaladasapuntan a un repliegue más largo, atensiones más fuertes con la FENO-CIN y el movimiento protestante, a unapérdida de iniciativa como fuerza po-lítica y a la pérdida de su posición co-mo un referente importante del esce-nario nacional.

¿Y que pasó con los Forajidos? La maravillosa primavera que se vi-vió en Quito con el Movimiento delos Forajidos ya pasó y se comienzana evidenciar sus alcances y limitacio-nes. Si en 1997, luego del derroca-miento a Bucaram, los movimientos

sociales se lanzaron al estrellato y losparlamentos populares duraron algu-nos meses, en 2005 los movimientossociales estuvieron casi ausentes y lasasambleas no duraron semanas. Elmovimiento sólo tuvo como objetivobotar a las mafias de Gutiérrez, lo quees sin duda muy importante, pero noproponer ninguna agenda ni sostenerninguna estructura. Al fin y al cabo,fue un proceso construido en la accióncreativa de la gente, en el ejercicio di-recto de la ciudadanía y profunda-mente desconfiado en sistemas repre-sentativos o en formas de organiza-ción gremial o política.

Tal vez lo más importante de losForajidos fue demostrar una vez másque la población de Quito tiene la ca-pacidad y la creatividad para imponerlimites a la acción autoritaria de losgobernantes. Ese carácter democráti-co, esa cultura política es un capitalque no se pierde y que se acumula concada aprendizaje. Pero tal como lohan dicho varios escritores y analis-tas, se trata de un movimiento que tie-ne poder de veto a los dictócratas, pe-ro no tiene propuesta que permitaconstruir una institucionalidad dife-rente o plantear una agenda diferentede desarrollo.

Además, a diferencia de los ante-riores movimientos de 1997 y 2000,fue un movimiento quiteño. El restodel país, excepto algunas manifesta-ciones promovidas por autoridadesseccionales, estuvo ausente. Esto de-jó abierta una herida con las provin-cias que poco a poco se expresan conun resentimiento hacia la capital.También hay que tomar en cuenta queel núcleo del movimiento fue de cla-se media y aunque luego se extendióa otros sectores sociales, los pobres,en gran medida, no participaron.

Síntesis de la situaciónLas reformas neoliberales en las úl-timas dos décadas no fueron discuti-das democráticamente. Si hubieransido objeto de debate democráticoseguramente no habrían sido aproba-das. Esta es la tensión de fondo quevive nuestro país y que provoca ladistancia entre la institucionalidadestatal y la sociedad. Por ello es queperiódicamente la población se le-vanta y bota a los autócratas que seencaraman en el poder, ejercitandosu ciudadanía.

A pesar que se destituyó a Gutié-rrez y su círculo oscuro, seguimos enese desfase. Es probable que ante tan-ta ceguera, veamos nuevas irrupcio-nes en el futuro. Pero la falta de de-mocracia abre grietas en la institu-cionalidad, en donde se afirman nue-vos autoritarismos y se provocan nue-vas heridas. El Estado, la soberanía,la democracia se debilitan y ante laausencia de gobernabilidad, se cue-cen habas en Washington.

Además hay que tomar en cuentaque por nuestra (buena o mala) suer-te estamos ubicados en el centro de lafalla geológica andina que comienzaen Venezuela y llega hasta Bolivia.Hay muchas tensiones en la subrre-gión: entre la pobreza de la gente y elpetróleo, entre la diversidad biológi-ca amenazada y las multinacionales,entre la población y los gobiernos,entre la violencia militar y guerrille-ra, y la creciente intervención norte-americana...

De una cosa podemos estar segu-ros: los problemas van a seguir y pro-bablemente si todo va bien para Mrs.Baki (Ministra de Comercio Exterior)y Mr. Bush, se van a acentuar. Y anteello, al menos en el corto plazo, noaparecen respuestas desde el lado po-pular o los movimientos sociales.❑

Este artículo ha sido publicado en sep-tiembre de 2005, en el número 3 de la re-vista Entre Voces del grupo Democracia yDesarrollo Social.

Si bien la estrategia política de Bush noestá dando buenos resultados en la regiónandina, la de libre comercio parece que sí

va a rendir frutos

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12 ● 2005 ● Diciembre ● PUEBLOS ● Información y debate

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Detrás del membrete de cruza-da contra el narcotráfico, elPlan Colombia, diseñado por

el gobierno de Andrés Pastrana y ase-sores estadounidenses, y puesto envigor por el presidente Bill Clinton,oculta oscuros intereses tanto deWashington como de la oligarquía“paisa”. El objetivo geopolítico deEE. UU. pasa por consolidar su he-gemonía unipolar. De ese propósitose derivan reasegurar el control polí-tico-militar del norte de Sudamérica,establecer bases militares para apro-piarse de los recursos naturales de laAmazonía, despoblar territorios, de-bilitar la gravitación geopolítica delBrasil, y, en fin, evangelizar a los“sudacas” en el culto al mercado.

En el terreno estrictamente eco-nómico, el plan busca reforzar las co-lumnas del capital financiero norte-americano. Así, los fondos provistospara el mismo tuvieron de inmediatocomo destino la compra de helicóp-teros Blackhawks, que sólo se fabri-can en EE. UU. Y, según el NuevoHerald, las fumigaciones de los cul-tivos de coca y amapola se realizaroncon el Roundup, un agrotóxico de laMonsanto.

En tiempos de George W. Bush,el Plan Colombia fue redefinido conel sarcástico nombre de Iniciativa

Regional Andina (IRA), con el abier-to propósito de internacionalizar elconflicto e incorporarlo a la campa-ña mundial contra el terrorismo para“neutralizar” a los disidentes de laglobalización corporativa.

Factores endógenos del Plan ColombiaLa crisis cafetalera colombiana delos años 70 derivó en problemas eco-nómicos, sociales, políticos e insti-tucionales. Así, el país se convirtióen un importante productor y expor-tador de drogas al mercado estadou-nidense, fenómeno inducido por elaperturismo comercial de los gobier-nos liberales a tenor de las imposi-ciones del FMI y el Banco Mundial.

La apertura colombiana a la im-portación de bienes producidos porel agrobusiness norteamericano pro-vocó la ruina de los campesinos y losforzó al éxodo a las ciudades o a sub-sistir con cultivos no tradicionales.Esta “reconversión” de la agricultu-ra resultó en la constitución de unamatriz productiva con l00.000 fami-lias y dio paso a procesos de indus-trialización y comercialización delcáñamo, la coca y la amapola.

Además de defender su cuota enel gran pastel del narcotráfico, la oli-garquía encontró en el Plan Colom-

bia la mejor coartada para impulsarsu “reforma agraria”, consistente enexpulsar de sus asentamientos a loscampesinos y a las comunidades in-dígenas, apropiarse de sus tierras através del Ejército y los paramilita-res, e integrar latifundios para el cul-tivo de producciones congruentescon la nueva división internacionaldel trabajo promovida por el capitaltransnacional.

El debilitamiento multifacético deColombia que, incluso, le ha llevadoa la pérdida del control estatal de vas-tas extensiones de su territorio y de la

Análisis de situación

Ecuador escala la guerra colombiana

René Báez *

La aprobación por el Congreso norteamericano, a mediados del 2000, de una gigante asignación presupuestaria para el Plan Colombia, financiamiento destinado

marginalmente al Ecuador, involucró aún más a este país en la guerra civil queasuela a la hermana república desde hace medio siglo.

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Información y debate ● PUEBLOS ● Diciembre ● 2005 ● 13

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mitad de sus munici-pios, abrirá un anchocauce para el inter-vencionismo esta-dounidense que,blandiendo el mitode la “sociedad sindrogas”, ha crimina-lizado a la nación an-dina con el propósitode legitimar una gue-rra neocolonialista.

Mahuad entregala Base de Manta Las relaciones co-lombo-ecuatorianasvenían desenvol-viéndose en el mar-co de una tradiciónde respeto mutuo ysolución pacífica delas controversias. Lapolítica exterior deldemócrata cristianoJamil Mahuad, pre-sionada por la Ad-ministración Clin-ton, rompió con esatrayectoria.

Un hito crucialen la incorporacióndel Ecuador a laguerra civil colom-biana lo constituyóla cesión de la BaseAérea de Manta aEE. UU. El investi-gador Marcelo La-

rrea precisa el sentido de esa entre-ga: “La base aérea de Howard en Pa-namá, involucrada en diversas ope-raciones de intervención militar deEstados Unidos en América Latina,ha transferido y extendido sus ope-raciones al Ecuador, Aruba y El Sal-vador, a través de los llamados For-ward Operating Location (FOLs) oCentros de Operaciones Avanzadas(COA). A través de las acciones delCOA, sobre las cuales el Ecuador notiene ningún control, Manta se hatransformado en una cabeza de pla-ya de los Estados Unidos para inter-

venir militarmente en Colombia, in-volucrando al país en la violación co-tidiana a los derechos de autonomíay autodeterminación del pueblo co-lombiano”. (ADITAL. Universidadde Cuenca, agosto de 2002).

Tiempo después, Gallardo pre-tendió justificar la cesión del fortínen razón de carencias fiscales paracostear algunas instalaciones. La en-trega de la base y la conversión delpaís en “ojos y oídos” del Plan Co-lombia se convirtieron en detonantesadicionales del levantamiento popu-lar que liquidó al régimen de Mahuaden enero de 2000, durante la Revolu-ción del Arco Iris.

Noboa y la “diplomacia del sombrero”Gustavo Noboa no sólo amplió lasconcesiones del control de la Base deManta, sino que, coincidiendo conlas demandas de Washington y Bo-gotá, reforzó el blindaje de la fronte-ra norte. También anunció un PlanEcuador, preparado para regatear mi-gajas del Plan Colombia.

Tras la ruptura del diálogo entrePastrana y las FARC, la lucha arma-da subió en intensidad. Frente al nue-vo escenario, Moeller, ministro deExteriores, endureció los adjetivoscontra las guerrillas izquierdistas,descalificando aún más al Ecuadorcomo eventual mediador en la con-tienda. Postura tanto más irreflexivasi se considera que, después de Co-lombia, el Ecuador era el país quevenía arrostrando los peores impac-tos del plan, identificables en el in-cremento de los gastos militares, lacaída del comercio, el castigo a lapoblación con las fumigaciones, ladestrucción de sus cultivos de sub-sistencia, el aumento de la migracióninterna, la acogida a miles de refu-giados, la violencia ...

Gutiérrez, peón de Bush y UribeEl triunfo de Álvaro Uribe en laselecciones de 2002 preludió una es-calada de la guerra civil al quemarlas naves para una solución negocia-da y emprender una ofensiva diplo-

mática en la perspectiva sustentaruna salida militar.

A un radical programa fondo mo-netarista, Uribe ha añadido un planpolítico-militar con la declaratoriadel Estado de Conmoción y la con-secuente anulación de los derechosciviles, la creación de un ejército pa-ralelo de campesinos y paramilitares,la red del millón de informantes, laintensificación de los bombardeos depoblaciones, el establecimiento dealdeas estratégicas, el incremento delos operativos de fumigación y la in-corporación de tropas y mercenariosnorteamericanos adicionales.

La acción diplomática “uribista”también ha sido infatigable. Trasasistir al juramento presidencial deLucio Gutiérrez, Uribe pidió a la Ca-sa Blanca que liderara “un masivodespliegue naval y aéreo, similar alque moviliza en el Golfo Pérsico”.Poco después, alentó la Declaraciónde Panamá, por la cual los países delIstmo y Argentina acordaron coope-rar con el gobierno colombiano en sulucha contra los narcotraficantes yguerrilleros. El l2 de marzo de 2003reunió en Bogotá una Cumbre sobreSeguridad con la pretensión de for-zar a que Brasil, Venezuela y Ecua-dor declaran “terroristas” a lasFARC, decisión que la OEA habíanegado.

Por su parte, Lucio Gutiérrez ex-hibió la tesis de la neutralidad frenteal conflicto armado de Colombia, pe-ro una vez en el poder, condujo alEcuador a una mayor injerencia. Suvisita a EE.UU. en febrero del 2003marcó el viraje. En la ocasión, de-claró: “Debemos apoyar, todos, demanera protagónica a Álvaro Uribe”.En plena austeridad fondo moneta-rista, dispuso una descomunal alzadel presupuesto de Defensa. Otraprueba de la escalada de Ecuador enla estrategia del eje Washington-Bo-gotá se cumplió en agosto de 2003con motivo de la visita de Uribe aQuito. Éste ignoró una demanda pa-ra que delimitara las fumigaciones enNariño y Putumayo, y comprometióal país a profundizar su rol de “ojos,

venio fue anulado. A este hecho sesuman las posturas frente a la viola-ción de la soberanía perpetrada en eloperativo montado por la CIA, elFBI y la policía norteña que culminócon la captura de Simón Trinidad,dirigente de las FARC.

Sobre la puesta en marcha de una“matriz de seguridad” fronteriza, elministro de Defensa, Nelson Herre-ra, declaró no tener conocimiento al-guno, mientras que la apropiaciónpretendidamente legal de la isla Bal-tra por parte de la FAE acabó blo-queada por la presión de los mediosy un informe de la Procuraduría.

Una denuncia de la ALDHU so-bre el hundimiento a cañonazos deembarcaciones ecuatorianas en los lí-mites constitucionales de las 200 mi-llas territoriales dio pábulo a nuevossucesos indignantes. El hecho es que,pese al reconocimiento oficial de Es-tados Unidos de su responsabilidaden las exacciones, Zuquilanda requi-rió de “pruebas contundentes” antesde elevar la protesta.

En lo inmediato, el Plan colom-bo-estadounidense se ha concretadoen la movilización de entre 15.000 y18.000 efectivos con la misión deempujar hacia el sur a las FARC y elELN, así como en el “reciclamiento”de los paramilitares de las AUC.

Palacio: ¿traición al nacionalismo?La “explosión” social que el pasado20 abril dio al traste con el desgo-bierno de Lucio Gutiérrez. Esta eclo-sión policlasista, amén de un cues-tionamiento contra el neoliberalismo,tiene explicación en el malestar quegenerara su “diplomacia arrodilla-da”. Al punto que el sucesor del “dic-tócrata”, Alfredo Palacio, inició su

14 ● 2005 ● Diciembre ● PUEBLOS ● Información y debate

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oídos y yunque” contra las FARC yel ELN. Dócilmente, Gutiérrez sus-cribió las nuevas tareas. En compen-sación, el Señor de las Sombras, iden-tificación de Uribe según Newsweek,habría admitido negociar salvaguar-dias comerciales para Ecuador.

“Diplomacia arrodillada”Tras la ruptura con el movimiento in-dígena representado por la CONAIEy Pachacutik, una constelación deepisodios jalonaron la acción diplo-mática del gobierno de Gutiérrez.Entre ellos, la designación como can-ciller de Patricio Zuquilanda, a suge-rencia de la embajadora estadouni-dense Kristie Kenney, y la firma deun acuerdo con Bogotá para ceder aColombia la gestión de un puesto decontrol migratorio. En la ocasión, eltándem Gutiérrez-Zuquilanda retiróuna demanda para que se delimitasenlas fumigaciones en la zona fronteri-za a cambio de una comisión cientí-fica binacional que dictaminara so-bre los efectos de los agrotóxicos.

A ello hay que añadir el silenciodel Gobierno ante las denuncias “co-rrupción” de Bush sobre ventas de ar-mas a grupos irregulares colombia-nos, las timoratas declaraciones cuan-do la DEA encarceló a narcotrafican-tes de los cárteles de Portoviejo y Si-naloa con el objetivo de que Ecuadorse involucrara más en la guerra civilcolombiana, o la escasa respuesta aUribe cuando embistió por la supues-ta entrega de un “rocket” a los segui-dores de Marulanda, arma que habríasido utilizada en un atentado contradel dirigente empresarial Jorge Vis-bal. También destaca la contrataciónde la estadounidense Dyncorp (cono-cida por su “especialización” en gue-rra química, torturas, prostitución in-fantil) para suministrar asistencia téc-nica a la FAE. La opinión pública for-zó a rescindir el contrato.

Otro episodio fue un acuerdo conel Pentágono para que, con el pre-texto de la instalación de estacionesde acopio de materiales sanitarios, sehiciera con nuevas bases. Desatadoel escándalo en el Congreso, el con-

gestión declarando que el Plan Co-lombia era un “problema de los co-lombianos”.

La influencia inicial del naciona-lismo cristalizó en la designación co-mo canciller de Antonio Parra Gil, unprestigioso tratadista de Derecho In-ternacional. Durante su breve ges-tión, Parra emprendió acciones parareposicionar al Ecuador frente alconflicto armado colombiano.

Al anuncio de la revisión del in-constitucional acuerdo de cesión de laBase de Manta, añadió la declaratoriade neutralidad frente a la citada gue-rra civil, la impugnación del rol de“yunque” asignado a las Fuerzas Ar-madas, la renuncia a identificar a lasFARC como grupo “terrorista”, la ne-gativa a firmar la inmunidad para losdiplomáticos, tropas y mercenariosnorteamericanos por crímenes y actosde corrupción que pudiesen cometeren estas latitudes, la disposición a en-juiciar a Bogotá en tribunales interna-cionales por las fumigaciones fronte-rizas ordenadas por Uribe, etc.

Las maniobras contra del “canci-ller de la dignidad” no tardaron en lle-gar orquestadas por la gran prensa. Alas presiones de Bush Jr. y Uribe, sesumaron las acciones de los nostálgi-cos de Patricio Zuquilanda. En elfrente parlamentario, el Partido SocialCristiano encabezó la ofensiva. El re-levo de Parra por Francisco Carriónse cumplió en nombre de la “modera-ción” y el “pragmatismo”.

Purgada el ala nacionalista-boli-variana y envuelto en distintos affai-res de corrupción, con la salida de An-tonio Parra el nuevo inquilino de Ca-rondelet parece haber cedido tambiéna las presiones de EE.UU. y Colom-bia. Esto explicaría que se hayan rea-nudado en el país las operaciones po-liciales conjuntas encaminadas a lacaptura y deportación de insurgentescolombianos y que el espectro de unaguerra fratricida vuelva a asumir sustemibles formas concretas.❑

*René Báez es miembro de International Writers Association.

Análisis de situaciónLa oligarquía encontró en el Plan

Colombia la mejor coartada para expulsarde sus tierras a los campesinos

y los indígenas

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Información y debate ● PUEBLOS ● Diciembre ● 2005 ● 15

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La figura del indígena evangé-lico se sustenta en la estrate-gia del poder imperialista o

del fundamentalismo evangelista dederecha1, el cual pregona, al igualque el catolicismo conservador, laexistencia de un paraíso en el másallá y la salvación individual selec-tiva de las almas perdidas por el pe-cado generacional a través de Cris-to, que actúa mediado por siervos deDios. Para esto han retomado undiscurso bíblico y lo han traducidoa las lenguas maternas como elkichwa, shuar, etc; también hanconstruido iglesias, uniones, institu-tos, programas de radio, de televi-sión, revistas, videos, etc. y se han asen-tado en las comunidades indígenas. Ahíhan desarrollado obras de caridad comosalud, educación y ciertos proyectos dedesarrollo comunitario con el objetivode lograr la conversión de los indígenas,especialmente de los dirigentes de lascomunidades y de las organizaciones, delos padres de familia, de los maestros yluego de los niños/as. Es decir, la con-versión de las cabezas para que legiti-

El movimiento indígena ecuatorianoMènthor Sánchez*

men el proceso de conversión en la co-munidad y de varias generaciones,creando de este modo una nueva iden-tidad externa a la ya existente, la de“indígena evangélico”.

Éste personaje será el benefactor deciertas obras asistencialistas y de sendosprocesos de negación y postergación desu propia cultura, pues al propio tiempoque acepta a un nuevo Dios personal,pierde a sus dioses/as ancestrales. Delmismo modo, al tiempo que recibe unaescuela y un modelo educativo con unapedagogía externa, pierde su lengua ma-terna, su historia, su memoria y su pro-pio pensamiento.

También la práctica evangélicaimplica el fortalecimiento del indi-vidualismo por la pérdida de los la-zos comunales. Se asume un nue-vo rol que niega la participación delritual colectivo. El indígena evan-gélico es el individuo trabajador,honrado y moralista, base de la so-ciedad de consumo y no de la so-ciedad comunal; para él, son másimportantes las relaciones con losindividuos, con las cosas, con lasentelequias que con los lazos co-munales y con la realidad. La ma-yoría de conversos viven el mundode la ficción como si fuera el mun-do real; las graves contradiccionessociales no existen, sino como pro-blemas individuales y de una malarelación con Dios. Así, no se pro-fundiza en las causas reales de losproblemas sociales, sino que se losexplica como desgracias persona-les dentro del mundo de la apa-riencia cotidiana, causados por lavoluntad de su Dios. No aparecencomo producto de las contradic-ciones sociales del sistema, de susclases sociales o de los hombres, si-

no de entelequias celestiales.

La FEINEEsta ideología evangelista, fundamenta-lista y de derecha en Ecuador se ha ma-terializa en la FEINE2, una institución de

El movimiento indígena ecuatoriano ofrece distintas

expresiones tanto políticas comosociales, que buscan objetivosdivergentes. El análisis de sus

bases ideológicas y su trayectoria histórica permite

conocer mejor cuál es su situación actual.

1 Son representantes de esta tendencia las iglesias,Bautistas, Metodista, Pentecostal, Adventista, deCristo, de Dios, Presbiteriana, etc. Las MisionesHCJB, Instituto Lingüístico de Verano, Visión Mun-dial Internacional, Acción Luterana Mundial, etc.

2 FEINE o Federación Ecuatoriana de IndígenasEvangélicos, creada legalmente el 26 de No-viembre de 1980. Agrupa a las Asociaciones deIndígenas Evangélicos de las Provincias de Chim-borazo, Tungurahua, Cotopaxi, Bolívar, Pichincha,Imbabura, Azuay, Cañar, Loja, Napo, Pastaza,Orellana, Morona Santiago, parte de la Naciona-lidad Shuar y la Federación de Indígenas Evan-gélicos del Litoral- FIEL. Existen alrededor de2.116 Iglesias evangélicas en todo el país y másdel 50 por ciento se hallan en la Provincia delChimborazo. Ver. J. Guamán. Pags. 93,96, 125.

Mau

ricio

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16 ● 2005 ● Diciembre ● PUEBLOS ● Información y debate

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carácter religioso, social y apolítico, pe-ro en la práctica, según el intelectualevangelista J. Guamán, consolidada co-mo una instancia indígena de oposicióna la CONAIE y aliada a los gobiernos deturno y de derecha3, incluido el de LucioGutiérrez. La FEINE creará al AmawtaJatari4 como brazo político electoral; porello conviene analizar cuál es su estrate-gia política.

Sin duda, el objetivo es consolidar-se como un movimiento indígena polí-tico de derecha, reformista, paternalistay asistencialista. Una organización quefortalece a las élites dominantes, a la bu-rocracia estatal y que legitima a la de-mocracia burguesa para lo cual tieneque someterse a un poder político pas-toral externo-norteamericano y a cier-tos sectores de la clase burguesa, rela-cionados con los partidos políticos dederecha enquistados en el poder ( PSC,ID, PRIAN, PRE, DP, etc.). Dentro delmundo de los pueblos y nacionalidades,al enraizarse en las propias comunida-des, se ha convertido en un virus, un ins-trumento de división organizativa y derivalidad frente a las comunidades y or-ganizaciones de la CONAIE. Se havuelto una instancia de ruptura, de re-pliegue y eliminación de la cultura an-dina, es decir, contraria a los pueblos ynacionalidades que buscan una trans-formación de esta sociedad.

En el campo organizativo, si biensus bases son los indígenas evangélicosagrupados en iglesias y en asociacionesprovinciales y nacionales, se podríapensar que han seguido los mismos pa-sos de la CONAIE y han tratado de be-neficiarse con los logros de su lucha his-tórica. De este modo, se han vuelto unaorganización de base, provincial, regio-nal y nacional; luego han creado alAmawta Jatari en oposición al Pacha-kutik y hasta buscan ser reconocidos deiglesias a pueblos evangélicos, toman-do como base a los derechos colectivosde la Constitución ecuatoriana.

La FENOCINEn 1997 se crea la FENOCIN (Confe-deración Nacional de OrganizacionesCampesinas, Indígenas y Negras). Tienecomo antecedente la influencia de la Fe-deración de Trabajadores AgropecuariosFETAP (1965), de la FENOC o Federa-ción Nacional de Organizaciones Cam-pesinas (1968) y del Partido SocialistaEcuatoriano. En la realidad concreta laFENOCIN ha participado en algunos le-vantamientos indígenas y se ha enfren-tado a la política neoliberal, ha luchadopor la tierra y por una mejor distribuciónde la riqueza en aras de materializar suideal socialista. Sin embargo, en el últi-mo gobierno de Lucio Gutiérrez asumióun papel conciliador e interesado, puessu máximo dirigente, Pedro de la Cruz5,entregó simbólicamente el poder demando al ex presidente Gutiérrez paraque castigase la corrupción. Acambio, elrégimen se comprometería a entregar30.000 dólares americanos del BEDE,por intermedio de Carlos Polit6, para la

reconstrucción de la sede social de la FE-NOCIN. Con ello, esta organización que-daría políticamente anulada para enfren-tarse al gobierno de Sociedad Patriótica.Estos hechos marcaron un sismo en la or-ganización, que se vio afectada por lasacciones de un gobierno antipopular.

La CONAIELa Confederación de Nacionalidades In-dígenas del Ecuador (CONAIE) data de1986 y abarca a la Ecuarunari- RegiónSierra, a la Confeniae-Región Amazoníay a la Conaice- Región Costa; entre susprincipales objetivos está la construcciónde un Estado plurinacional y de una so-ciedad intercultural.

Entre sus logros fundamentales sehallan la creación de la Dirección deEducación Intercultural Bilingüe (1988),la creación del Codenpe, el desarrollo yaplicación de los derechos colectivos delos pueblos y nacionalidades impartidosen la Constitución (1998), el respeto a losconvenios internacionales, como el 169de la OIT, la recuperación y control delos territorios y de sus recursos naturales,el fortalecimiento de la identidad cultu-ral de los pueblos, etc.

Podríamos decir que la lucha del mo-vimiento indígena desde la década del 70al 80 se caracterizó por el planteamien-to de demandas reivindicativas como latierra, el agua y los servicios. Apartir del80, se pasa de las demandas locales a lasdemandas nacionales en beneficio de to-dos los sectores sociales explotados ymarginados.

Pero quizás las luchas más funda-mentales de la CONAIE se expresan ensus acciones por detener y combatir elmodelo neoliberal que han impulsadovarios gobiernos (Borja, Mahuad, Buca-ram, etc.) y que fueron frenados y derro-tados por el poder del pueblo en las mo-vilizaciones convocadas por la CONAIEen 1990,1994, 1997, 1999 y 2000.

Pese a sus logros políticos, el esce-nario electoral de 2002 en adelante se-ría decisivo y fatal para la CONAIE,porque empieza a enfrentarse a una se-rie de contradicciones políticas que ten-

Análisis de situación

3 Idem pags. 101, 108, 131.

4 Registrado en el 2002 ante el Tribunal Supre-mo Electoral como Movimiento Político Inde-pendiente. 5 El Universo. 29 de Julio/2004. 3A 6 El Universo. 28 de Julio/2004.

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Información y debate ● PUEBLOS ● Diciembre ● 2005 ● 17

Ecuado

r

drán honda incidencia en las bases y enla opinión general.

La corta alianza electoral entre el Pa-chakutik y los militares, legitimada porel Comité Ejecutivo de Pachakutik deaquel entonces y apoyada por un sectorde la dirigencia de la CONAIE y de susfiliales, terminaron dividiendo a la orga-nización y poniendo en cuestión el pro-yecto político original, debido a que nose cumplieron ninguno de los acuerdosfirmados entre Pachakutik y SociedadPatriótica7, como la construcción de unEstado plurinacional con un modelo dedesarrollo económicamente justo, el im-pulso a una política soberana con res-pecto al Plan Colombia, la deuda exter-na, el TLC, etc.

Luego de varios impases políticossurgidos entre las dos agrupaciones quefueron parte de la alianza, el ex presi-dente Lucio Gutiérrez terminó con estafalsa relación. A los pocos meses de lle-gar al poder, pasó a gobernar con los sec-tores de derecha, con el apoyo abierto delos EE.UU. y de los organismos finan-cieros internacionales. Entre las princi-pales acciones desatadas en contra de laCONAIE destacan la creación de orga-nizaciones paralelas al movimiento indí-gena, como FEDEPICNE; la cooptaciónde ciertas dirigencias de la CONAIE (es-pecialmente de la CONFENIAE Y CO-NAICE); la entrega de las institucionesindígenas a los evangélicos y a un ciertosector de la FENOCIN; la represión a losdirigentes de varias organizaciones; aten-tados genocidas en contra de los compa-ñeros Leonidas Iza y su familia, etc.

Interrogantes a despejarPor ello, antes y en el proceso de la alian-za han surgido muchas preguntas: ¿porqué cierto sector de la dirigencia del Pa-chakutik y de la CONAIE apoyaron laalianza con los militares sin consultar alas bases? ¿No son acaso los militares ensu mayoría serviles de la burguesía? ¿Nofueron ellos quienes reprimieron a nues-tros compañeros y causaron más de 15muertos, varios heridos y cientos de de-

tenidos en el último levantamiento?¿Noresultan beneficiados casi siempre en elPresupuesto General del Estado en con-tra de los sectores pobres? De otro lado,¿por qué cuando el gobierno de Gutié-rrez tomó medidas a favor de la burgue-sía nacional y firmó el acuerdo con elFMI, el Pachakutik y la CONAIE norompieron con él? Muchas interrogantesque deben ser aclaradas con la propia ba-se para salir de este bache político. Has-ta que eso suceda es importante:• Tener consolidado todo el movimien-

to indígena, viviendo una unidad conidentidad cultural y política. Debemosfortalecer el trabajo organizativo en ycon las bases. Tenemos que retomar elproyecto político original, pero esto

no será posible si no se evalúan conseriedad los procesos políticos.

• Delinear una estrategia política con to-dos los sectores sociales explotados(trabajadores formales e informales,migrantes, académicos, estudiantes,etc). Esta unidad no tendría que ser co-yuntural, sino de carácter histórico.

• Superar la dependencia económica,especialmente con el Banco Mundial,y contar con recursos propios para evi-tar condicionamientos políticos y eco-nómicos de la clase dominante.

• Conocer a fondo cuál es el proyecto yla estrategia política de la derecha y delos grupos de poder con respecto anuestro país, al momento electoral yal movimiento indígena.

• Lograr que las instituciones que he-mos creado como CODENPE,PRODEPINE, DINEIB, DNSPI, Pa-chakutik y los poderes locales actú-en en armonía con los procesos, enlas tareas y en las responsabilidadesen función de construir el Estadoplurinacional.

• Sería decisivo haber superado los in-tereses individuales y de grupo, es-pecialmente de algunos de los diri-gentes de las bases, de las regionalesy de la nacional, y anteponer una pro-puesta histórica colectiva de las na-cionalidades y pueblos, y de toda lasociedad.

• Empezar a enfrentar y a resolver va-rios problemas estructurales de nues-tras comunidades, como por ejemplo,la pobreza, el analfabetismo, etc.

• Si es que se decide continuar con Pa-chakutik, deberíamos haber construi-do un programa de gobierno nacionalparticipativo y debidamente consen-suado entre todas las nacionalidadesy pueblos, y con todos los sectores so-ciales explotados.

• En este programa de gobierno ten-dríamos que tener una estrategia po-lítica claramente definida que nospermita lograr la transformación delEstado capitalista uninacional al Es-tado plurinacional y a la sociedadmulticultural.❑

*Mènthor Sánchez es sociólogo y dirigente delPueblo Kitu Kara- CONAIE.

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Las luchas fundamentales de la CONAIE se expresan en sus acciones

por combatir el modelo neoliberal“ “

7 Acuerdo político firmado entre Lucio Gutiérrez deSociedad Patriótica y Virgilio Hernández de Pa-chakutik. Quito, 25 de octubre de 2002.

18 ● 2005 ● Diciembre ● PUEBLOS ● Información y debate

Comunicación

Hace poco menos de cuatroaños, en una colaboración si-milar a ésta, me refería al sec-

tor de la televisión local en España. Ylo hacía agrupando mi reflexión bajoel título “La televisión de moda”. Hoy,el título de entonces mantiene su vi-gencia, pero por nuevas razones. Si en-tonces aludía a la llegada de grandesgrupos mediáticos, al caos estructuraly a la indefinición que sufría el sector,hoy, a pesar de que el caos organizati-

vo aún se mantiene, las pruebas obje-tivas de que algo está cambiando re-sultan evidentes. Todo gira en torno alPlan Técnico Nacional de la TelevisiónDigital Local, cuyo desarrollo en lasdiferentes comunidades autónomasconstituye un verdadero reto para el fu-turo de la televisión en general.

Emisoras muy disparesDesde que se aprobó la Ley 41/1995,de 22 de diciembre, con la pretensión

Televisión local: ¿pero de qué estamos hablando?

Luis Miguel Martínez*

La nueva televisión digital local plantea nuevos desafíos a la vez queincógnitas respecto a calidad de sus

contenidos y formatos, o sobre si resultará un negocio tan jugoso como

algunos creen. Pero también surgeninterrogantes acerca de la legitimidad

de las licencias ya concedidas o del futuro de las televisiones comunitarias

que ni siquiera aparecen mencionadas en el Plan Técnico

Nacional.

ComunicaciónPueblos

Información y debate ● PUEBLOS ● Diciembre ● 2005 ● 19

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de regular el sector de la televisión lo-cal, la creación de emisoras ha ido cre-ciendo paulatinamente y sin apenas lí-mites, ya que tan sólo se ha mantenidoel de no interferir la señal de las emi-soras legales. El último estudio reali-zado por la Asociación para la Investi-gación de los Medios de Comunica-ción (AIMC) tiene una antigüedad demás de tres años y en el mismo se men-cionan casi novecientas estaciones lo-cales, es verdad que una gran parte deellas de un carácter testimonial y conmuy poca presencia de telespectado-res. Y es que bajo esta denominaciónde local se siguen agrupando una ca-terva de emisoras con unos intereses yun funcionamiento muy dispar. Así po-demos identificar emisoras con una es-tructura, una financiación y una pro-gramación absolutamente diferentes,ya sean de titularidad pública o priva-da, de contenido comercial o de servi-cio, generalistas o especializadas. To-do ello, sin olvidar las emisoras con uncomportamiento fraudulento y que ba-san su “programación” en la recepciónde llamadas telefónicas a través de laslíneas del 803 y similares. Una fórmu-la que, dicho sea de paso, proporcionaa sus promotores unos beneficios eco-nómicos millonarios.

Una nueva televisión localCon el panorama descrito, la Adminis-tración ha encarado una reforma en elsector de la televisión local que en po-cos años van a facilitar un cambiocompleto del mapa existente en la ac-tualidad. Con la implantación del PlanTécnico Nacional de la Televisión Di-gital Local se incrementa el número deemisoras hasta alcanzar un total de1.124 estaciones digitales, repartidaspor las diferentes comunidades autó-nomas de España.

El cambio, pues, resulta de granimportancia, si valoramos que de lascasi 900 emisoras locales analógicasque, supuestamente emiten en la ac-tualidad, el porcentaje de las que vana obtener licencia con el nuevo PlanDigital va a ser muy escaso. Las prue-bas para justificar esta afirmación re-sultan concluyentes; basta analizar el

resultado de las concesiones en losconcursos autonómicos que se han ce-lebrado hasta ahora. Me refiero a loocurrido en las comunidades de Bale-ares y Madrid, donde la adjudicaciónde licencia ha recaído exclusivamenteen grupos o personas afines a los pos-tulados ideológicos y políticos del Go-bierno de la comunidad respectiva.Con esta referencia, cabe pensar queen el futuro mapa audiovisual no esta-rán muchas de las televisiones de pro-ximidad que vienen emitiendo desdehace más de doce años y que no semueven en los alrededores del poderestablecido. El ejemplo de la denunciaque hace mi compañero Agustín Gar-cía Matilla en estas mismas páginas enel caso de Tele K, es suficientementerepresentativo y expresa muy a las cla-ras este peligro.

Si los respectivos concursos aúnpendientes en el resto de comunidadesautónomas consolidan esta tendenciade sólo otorgar licencias de televisiónlocal a sus afines, lo primero que cabepreguntarse es si nos tendremos quemodificar el propio término o el con-cepto de lo que significa televisión lo-cal. Es cierto que en las bases de cadauno de los concursos se habla y se de-talla de manera explícita el compromi-so y la obligación de atender a los con-tenidos más próximos a los ciudadanosdel entorno de cada emisora. Pero silas concesiones futuras mantienen lamisma tendencia y se producen losmismos “olvidos”, creo que hay razo-nes para justificar este pesimismo.

Un negocio dudosoLos buenos resultados económicos ob-tenidos por las televisiones generalis-tas españolas constituyen todo un re-ferente y seguramente el principal aci-cate para gran parte de los candidatosa conseguir una nueva emisora. Ahorabien, otra cosa puede ser lo que ocurraen el futuro, cuando después del apa-gón analógico en 2010, el sector de latelevisión se reordene. Entonces, lamultiplicación de ofertas y los nuevoscostes que supondrá la emisión en di-gital probablemente moderarán las ga-nancias millonarias de los últimos añosy el negocio será más repartido y, portanto, más moderado.

En este contexto de creciente com-petencia, de lucha por la audiencia ypor la publicidad, hay que situar tam-bién el desarrollo de la nueva televi-sión digital local. La pregunta, enton-ces, parece obvia: ¿habrá mercado su-ficiente para la supervivencia econó-mica de las 1.124 nuevas emisoras quese van a conceder, teniendo en cuenta,además, que su mantenimiento obliga-rá a unos costes bastante cuantiosos?La respuesta puede ser variada. Habrádemarcaciones donde la supervivenciade las nuevas emisoras pueda estar ase-gurada, sobre todo las que están ubica-das en torno a grandes núcleos de po-blación, aquellas que tienen posibili-dad de gestionar recursos publicitariosen dura competencia con el resto de

Desde la perspectiva de la plurali-dad informativa, el asunto resulta muypreocupante. Está muy bien que la nor-mativa y la nueva reglamentación ter-mine con la fauna de emisoras fraudu-lentas existentes de contenido casposoal que antes nos referíamos. Segura-mente ese es uno de los objetivos delPlan Técnico Nacional de la TelevisiónDigital Local, pero es que, de continuarcon la misma conducta que han man-tenido los gobiernos de Baleares y Ma-drid, también se terminará con el restode emisoras locales, algunas de ellascon un gran arraigo en su ámbito deemisión, como era el caso que men-cionábamos. En estas circunstancias,es fácil estar de acuerdo con aquellosque manifiestan que la concesión de li-cencias de televisión se ha convertidoen una moneda de cambio mediante laque se pagan favores, unas veces yahechos y otras por hacer, que tiempohabrá en el futuro.

La rentabilidad de las emisoras que se instalen en las demarcaciones más

despobladas parece bastante cuestionable“ “

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Comunicaciónmedios. Las dudas razonables surgenen las demarcaciones o provincias másdespobladas y alejadas de grandes nú-cleos de población; en estos casos, larentabilidad de las nuevas emisorasque se instalen parece mucho máscuestionable.

El coste económico es, quizá, el as-pecto más importante de la reconver-sión digital de la televisión en su con-junto. De partida, la necesidad de quecada nueva emisora tenga que contarcon un operador de múltiplex para quetransporte su señal significa un gastoen torno al cinco por ciento de sus cos-tes. A este gasto fijo hay que sumar la

existentes en la actualidad mantienenuna programación muy por debajo delo mínimamente exigible. Ante el nue-vo escenario caben algunas preguntas:¿cambiará esta tendencia con la pro-fesionalización, se modificarán estos

hábitos de emi-tir cualquiercontenido. . .?¿El nuevo mo-delo local facili-tará una televi-sión más inno-vadora, capazde apostar pornuevos forma-tos? Más aún:¿se convertiránlas más de milnuevas televi-siones localesprevistas en unelemento dina-mizador delmercado televi-sivo? ¿Serán ca-paces de influiren el desarrolloy en la progra-

mación de sus hermanas mayores, lastelevisiones profesionales? Se admi-ten apuestas.

Televisiones comunitarias y de proximidadDe la legislación citada se podría de-ducir que las administraciones tienen

definido el nuevo mapa y el carácter“profesional” que se le quiere otorgara las nuevas emisoras locales digita-les. Sin embargo, y aparte del des-equilibrio que pueden causar las ac-tuaciones partidistas de los gobiernosautónomos, en la letra impresa se ad-vierte la carencia de otro tipo de pro-yectos televisivos que también se am-paran bajo el manto de lo local. Me es-toy refiriendo a las otras televisioneslocales, a las más pequeñas aún, a lasque no tienen unos objetivos comer-ciales y que constituyen la esencia deuna comunicación local y de proximi-dad verdadera. Se trata de las televi-siones comunitarias, promovidas porgrupos o asociaciones y cuyo princi-pal objetivo es favorecer la participa-ción ciudadana y el desarrollo culturaldel entorno en el que están ubicadas.

El Plan Técnico Nacional de la Te-levisión Digital Local no menciona eldesarrollo de las emisoras de caráctercomunitario. ¿Quiere esto decir que novan a existir este tipo de pequeños me-dios, sin ánimo de lucro y que consti-tuyen toda una vanguardia de verda-dera comunicación ciudadana? ¿Si nofiguran en los planes actuales, hay po-sibilidades de que en un futuro inme-diato, al amparo de nuevas legislacio-nes, puedan desarrollarse? La clave pa-ra la creación y el mantenimiento deestas emisoras comunitarias y de pro-ximidad puede estar en la Ley Audio-visual. Y es que, una vez que quedenormalizada la situación actual, unavez que el espectro radioeléctrico estéadjudicado y las licencias otorgadas,resulta fácil aventurar que habrá hue-cos en el espectro que pueden facilitarla implantación de este tipo de emiso-ras, de verdadero servicio público, yque, además, necesitan poca potenciapara su difusión. Olvidarse de estosproyectos de comunicación local, desus posibilidades formativas y de ser-vicio a la comunidad, así como no fa-cilitar su desarrollo constituiría unerror injustificable que ningún gobier-no se debe permitir.❑

*Luis Miguel Martínez es profesor titular de Información Audiovisual de la Universidad

Complutense de Madrid.

No facilitar el desarrollo de las televisionescomunitarias constituiría un error

injustificable“ “Se puede afirmar que en la actualidad la

mayoría de las televisiones locales mantienen una programación muy por

debajo de lo exigible

“ “inversión añadida de su puesta en mar-cha y su mantenimiento posterior. Es-ta circunstancia habrán de tenerla muyen cuenta las empresas, particulares ylos ayuntamientos que aspiren a teneralguno de los nuevos canales. Si estoes así, en algunas demarcaciones sepuede dar el caso, incluso, de que no seproduzcan peticiones suficientes y que-den licencias sin cubrir.

La importancia de los contenidosNo resulta exagerado afirmar que lamayoría de las televisiones locales

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La adjudicación del concurso detelevisión digital local en Madrid tras-ciende al ámbito de lo local y muestrahasta qué punto un gobierno autonó-mico puede sentirse con legitimidadpara incumplir la ley (un mismo ad-judicatario ha recibido más de unaconcesión; se ha ampliado a posterio-ri el plazo de las concesiones, dupli-cando -de cinco a diez años- el ini-cialmente definido en el pliego decondiciones; se ha obligado a tenerque emitir a través de un operador de-signado por la comunidad... aspectostodos ellos que están en flagrante con-tradicción con la ley vigente).

Estos aspectos, ya de por sí graves,no son los únicos que pueden achacár-sele al gobierno de Esperanza Aguirre.En otros artículos de opinión se ha re-calcado con insistencia que las empre-sas concesionarias pertenecen a un cír-

La reciente adjudicaciónde televisiones locales enla Comunidad de Madrid

ha supuesto, además deuna trasgresión de la ley,un golpe a la pluralidad

informativa y a experiencias con clara

vocación de servicio público y apertura a la

participación ciudadanacomo Tele K.

Información y debate ● PUEBLOS ● Diciembre ● 2005 ● 21

Comunicación

Soy profesor uni-versitario desdehace más de 20 años, y des-

de mi primera clase he consideradoque una de mis funciones priorita-rias era enseñar a mis alumnos dePeriodismo a contribuir a la construc-ción de unos medios de comunicaciónútiles para la sociedad, capaces de re-forzar la democracia y de servir comoinstrumentos eficaces para la trans-misión de una información honestacon los lectores, telespectadores yescuchantes, y que apostara, a suvez, por la formación de una ciuda-danía crítica.

En todos estos años he enseñado,entre otros contenidos, los relaciona-dos con aquellas materias que teníanque ver con el campo de la informa-ción televisiva. No se puede hablarde información audiovisual sin re-cordar que España vivió durante almenos 30 años un monopolio televi-sivo controlado por el régimen fran-

Adjudicaciones de TV local en Madrid: pluralidad entendida como impunidad

Agustín García Matilla*

quista. Las consecuencias de esta cir-cunstancia no sólo explican el usopartidista que durante todos estosaños se ha hecho de la televisión pú-blica, sino que también sirven paracontextualizar la actitud autoritaria ysoberbia mantenida por políticos, di-rectivos de cadenas y por ciertos pro-fesionales que olvidan de manera sis-temática su obligación de servicio ala sociedad - de servicio público - almargen de que cobren su nómina concargo a un medio privado o público.Sólo basta recordar la desafiante ac-titud, las formas y el fondo con lasque el ex director de los servicios in-formativos de TVE dio cumplimien-to en octubre de 2003 a la sentenciacondenatoria contra el Ente PúblicoRTVE por manipulación informativaen la huelga del 20J. ¿Hasta dóndehabíamos llegado?

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22 ● 2005 ● Diciembre ● PUEBLOS ● Información y debate

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Comunicaciónculo afín al Gobierno regional. Este he-cho ha tratado de encubrirse por losportavoces del Gobierno regional delPP madrileño que alegaban que ese go-bierno trataba de preservar la plurali-dad informativa. Sin duda en este casoel PP ha querido interpretar de manerapeculiar la primera acepción de “plu-ralidad” que recoge el diccionario dela Real Academia Española que des-cribe el término como: “Multitud, co-pia y número grande de algunas co-sas, o el mayor número de ellas”. O loque es lo mismo “multitud” se debequerer asociar con el número de in-cumplimientos con la ley y “copia”con lo realizado en otras comunidadesautónomas donde también se han pro-ducido arbitrariedades como porejemplo Baleares, donde empresariosque nada tenían que ver con el mun-do de la comunicación se han benefi-ciado de las concesiones de televisiónlocal adjudicadas.

Tele K: un David con la hondade la buena ondaCuando en el inicio de la década de losochenta, la televisión de Cardedeu co-menzó sus emisiones, la televisión lo-cal se reivindicaba como un espaciopara la participación ciudadana, la ex-perimentación de formas de comuni-cación innovadoras y el desarrollo deuna programación alternativa a la exis-tente. Los tiempos han cambiado mu-cho y la televisión local ha pasado a serconquistada por los intereses comer-ciales y amordazada por telepredica-dores, echadores de cartas, vendedoresde electrodomésticos y otros persona-jes diversos dispuestos a aprovecharsede su potencial para hacer caja y enmuchos casos, aprovecharse de la si-tuación de alegalidad que se ha vividodurante varias décadas. La mayor par-te ha conseguido sacar el máximo par-tido de las líneas telefónicas 900, al-gunos hasta niveles escandalosos, an-te la pasividad de las diversas admi-nistraciones. La televisión local de Va-llecas, Tele K, ha sido durante todo es-te tiempo una de las más sanas excep-ciones al refrán “a río revuelto ganan-cia de pescadores”.

El argumento de la pluralidad es-grimido para justificar las adjudica-ciones otorgadas por la CAM en ple-no mes de agosto se convierte en unchiste cruel que se hace más dramá-tico cuando estas adjudicaciones re-presentan dejar fuera a experienciasque venían cumpliendo de maneraejemplar con sus obligaciones deservicio público, en algunos casos,durante más de 12 años. Este es elcaso de Tele K que ha encabezado ala Asociación de Televisiones Loca-les de Madrid, dando voz a numero-sas organizaciones sociales y permi-tiendo el acceso de la ciudadanía aun medio de comunicación que de-be cumplir los compromisos de todatelevisión de proximidad que entreotras funciones ha de poner en prác-tica el derecho de acceso que aparececonsagrado en el artículo 20 de laConstitución española. Su labor ha si-do reconocida en múltiples congresosy reuniones internacionales de televi-sión local en donde esta televisión hasido puesta como ejemplo de proximi-dad y cumplimiento de objetivos deservicio público. Tele K ha desarrolla-do en los últimos años una interesantelabor de formación profesional de jó-venes en el campo audiovisual.

Puedo acreditar que Tele K y otrastelevisiones locales de Madrid comoCanal Norte, participaron activamenteen el Seminario permanente sobre Pro-gramas Informativos y Estrategias Glo-bales de Servicio Público en la Televi-sión Local que tuve la suerte de coor-dinar y dirigir durante los cursos 96-97y 97-98, que contó con la participaciónde más de 100 alumnos de Ciencias dela Información de la Universidad Com-plutense y sirvió para reflexionar sobrela especificidad de este tipo de televi-sión y para estudiar alternativas a latelevisión convencional. En este se-

minario se formaron alumnos que,tras licenciarse, han nutrido el grupode profesionales que han desempeña-do diversas funciones en televisioneslocales que no han resultado adjudi-catarias (no podía ser menos ya quelos adjudicatarios han resultado ser,en una amplísima mayoría, empresassin experiencia en el campo de la te-levisión local).

La defensa de actitudes autoritarias en la CAMNo es anecdótico que en el mismo pe-ríodo en el que el Gobierno central de-cide acabar con el deslavazado y ana-crónico repertorio legislativo que re-gulaba el audiovisual a nivel estatal,nos encontremos con decisiones de go-biernos autonómicos que parecen tenerañoranza del pasado y prefieren actuarcon actitudes prepotentes y desprecia-tivas de los más elementales principiosdemocráticos.

La presidenta de la CAM, Espe-ranza Aguirre, no sólo avala la deci-sión que representa acabar con cien-tos de puestos de trabajo sino que dala sensación de desconocer el sentidode una televisión local que no siem-pre debería identificarse con interesescomerciales y que tiene significativosejemplos en España y en otros paísesdel mundo. Por poner el ejemplo de unpaís no precisamente socialista, la te-

Tele K ha desarrollado en los últimos añosuna interesante labor de formación

profesional de jóvenes“ “

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Manifestación

Información y debate ● PUEBLOS ● Diciembre ● 2005 ● 23

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levisión local en Estados Unidos cum-ple, entre otras cosas, con funcionesimportantes vinculadas con la forma-ción, la educación y la cultura, permi-te la participación y el acceso de la ciu-dadanía a la libre comunicación y for-ma el armazón del Public BroadcastingSystem, Sistema Público de Televi-sión. En ese sistema hay sitio para to-dos pero, muy especialmente, paraaquellas voces que no tienen lugar enla televisión comercial convencional(integrada por las grandes cadenas ge-neralistas (majors) y las poderosas ca-denas de cable) y sobre todo para aque-llas voces críticas y discrepantes im-prescindibles en cualquier democracia.

Las 30 adjudicaciones realizadaspor el Gobierno de la Comunidad sehan repartido entre sólo nueve em-presas, la mayoría nuevas en este ám-bito, y deja fuera a experiencias quehan cumplido escrupulosamente consu cometido, sin dejar de emitir enningún momento, ni viéndose empu-jadas a emitir programas repletos deadivinadores, tele-predicadores, echa-dores de cartas u otros contenidos por-nográficos en horarios infantiles quenos han acompañado en esa larga eta-pa de “alegalidad” que ha caracteri-zado a la televisión local en nuestropaís. El concurso ha sido ya impug-nado pero por encima de esta impug-nación, debe quedar claro que la for-

ma y el fondo de estas adjudica-ciones representa un grosero in-sulto contra el conjunto de la ciu-dadanía.

El sentido de una luchaLos responsables de Tele K deci-dieron actuar contra la “aparente”impunidad de la CAM que habíadecidido “utilizar” ilegalmente elcanal 40 para emitir la programa-ción de su segundo canal, La Otra.Esta emisión ilegal llevó a Tele Ka utilizar esa misma frecuencia pa-ra denunciar la actitud rayana en laprevaricación de los responsablesde la Comunidad Autónoma. Estosmismos responsables acusaron aTele K de ocupación ilegal de lafrecuencia y algunos funcionarios,

con un peculiar sentido del deber, sepasaron por el edificio en el que estáinstalada la antena de Tele K, amena-zando a los vecinos con una sanción de500.000 euros. El director de Tele Kidentificó y prohibió el acceso a suemisora al jefe de servicios de radiodi-fusión y televisión de la Comunidad deMadrid, José Ramón Álvarez de Bal-boa, a su vez miembro de la mesa decontratación que otorgaba las adjudi-caciones a las nuevas televisiones lo-cales. Este directivo de la CAM fue elresponsable de “tratar de convencer” aun grupo de vecinos, en su mayoría ju-bilados y trabajadores de Tontarrón,una de las zonas más deprimidas deVallecas, de que la antena de Tele K nodebía seguir funcionando en su edifi-cio. Los responsables de Tele K expli-caron a los vecinos lo descabellado deesta amenaza y consiguieron la adhe-sión de los amenazados. Si el sesgo delas adjudicaciones ya resulta en sí es-candaloso, no menos escandalosas sonlas formas empleadas por la CAM.

Durante los meses de septiembre yoctubre, el barrio de Vallecas se ha mo-vilizado en manifestaciones que hanpuesto en la calle a miles de manifes-tantes y en festivales solidarios que hanllenado locales hasta la bandera y hanrecordado la simpatía que sigue des-pertando en muchos esta experienciaenraizada en lo más profundo de uno

*Agustín García Matilla es profesor titular de Periodismo y Comunicación Audiovisual de la

Universidad Carlos III de Madrid y presidente dela asociación de educomunicadores Aire.

de los barrios más populares y com-prometidos de Madrid. Vallecas man-tiene esa amplia representación de unaciudadanía comprometida con la de-mocracia, participativa, activa y mili-tante. Una ciudadanía que hace suyaslas calles de su barrio y que sabe valo-rar las iniciativas que recogen el espí-ritu de un barrio imprescindible para lavida de cualquier ciudad.

Los meses de agosto, septiembrey octubre de 2005 han sido meses decontestación en la calle. A partir deahora el objetivo es demostrar que sepuede hacer una televisión aún máscomprometida con la educación, lacultura y la participación social. Enesa tarea vamos a estar presentes to-dos los que pensamos que es posibleotra televisión que experimente fór-mulas distintas de comunicación iden-tificadas con el desarrollo social, edu-cativo y cultural de una ciudad. TeleK tiene claro que es preciso trabajaren colaboración con las universida-des, las asociaciones y los colectivosciudadanos que siguen haciendo po-sibles utopías basadas en la comuni-cación del respeto, la solidaridad y latolerancia.

“La suma de todos” era el título deuno de los artículos firmados por eldirector de Tele K, en este caso el pu-blicado en el diario El País el pasa-do15 de agosto. Paco Pérez avisaba enuna de las líneas finales de su texto:“Permanezcan atentos a nuestras pan-tallas”. Ésta es una parte de la llama-da que debemos hacer a todas las per-sonas que no quieren conformarse conlas decisiones de gobiernos que secreen impunes. Atención pero tam-bién acción para, entre todos, podercontribuir a la continuidad de una ex-periencia imprescindible que debecrecer fuera de la estela de poder delos grandes grupos de comunicacióny de la tentación de poder manipula-dor de cualquier gobierno.❑

a favor de Tele K.

24 ● 2005 ● Diciembre ● PUEBLOS ● Información y debate

Entrevista

¿Cómo te inicias en el activis-mo social y político?

-Me inicio en los años 70, en el movi-miento ciudadano vecinal. En esa épo-ca dentro del movimiento había preo-cupación por la ciudad y el impacto deltransporte, temas en los que trabajé bas-tante y que estaban relacionados con laecología. Así, comencé a colaborar conAdenat (Asociación Ecologista para laDefensa de la Naturaleza). Posterior-mente el movimiento vecinal se fueagotando y dedique más esfuerzos alComité Antiotan. Cuando este movi-miento entra en crisis tras la pérdida delreferéndum, concentro mi actividad to-talmente en Adenat.

-¿Y el paso a Ecologistas en Acción?-Dentro de Adenat latían dos almas, lade un ecologismo más político social yla de uno más ambientalista. Adenat seimplicó a fondo en el movimiento an-tiotan y eso le dio un carácter más po-lítico que enlazó con la CoordinadoraEstatal Antinuclear. Apartir de la coor-dinadora, Adenat empieza a tomar pe-so específico, se crean grupos territo-

riales y nace la Fe-deración de Organi-zaciones Ecologis-tas. A mediados delos años 90, se plan-tea una convergen-cia de grupos másextensa que en 1998se materializa enEcologistas en Ac-ción, con un discur-so más amplio y po-sicionamientos polí-ticos muy diversos.

-Aparte de tus vín-culos con el movi-miento ecologista,eres un experto entemas europeos.¿De dónde nace eseinterés?-En España, Europaha sido un mito y esoha afectado mucho al posicionamientocrítico sobre el proyecto europeo. Unejemplo: cuando España ingresa en laCEE no hay ningún voto en contra en elParlamento.

Se trata del proyecto de las élites fi-nancieras, económicas y políticas paraseguir desarrollando un capitalismo cre-cientemente globalizado, pero curiosa-mente ha sido aceptado por las distintas

EntrevistaRamón Fernández Duran, experto en Europa y miembro de Ecologistas en Acción

“Hay un paralelismo entre los conflictos dehoy y los que provocaron la I Guerra Mundial”

Experto en temas europeos y del capitalismo global, exprofesor de la Universidad Carlos III y miembro de

Ecologistas en Acción, Ramón Fernández Duran lleva 30años vinculado al activismo social. Esta experiencia

junto a una percepción aguda y reflexiva de la realidad lepermiten ofrecer un certero diagnóstico de las dinámicas

económicas y políticas que acontecen en la actualidad.

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Luis Nieto y Mercedes Fernández Lagarejos*

Información y debate ● PUEBLOS ● Diciembre ● 2005 ● 25

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organizaciones políticas, sindicales ysociales españolas sin que los interesescontradictorios que podían existir lo-graran expresarse. Esto no se ha dadoen ningún país comunitario, cuyos pro-cesos de integración han resultando bas-tante más complejos y han contado conoposición. Es tremendo el peso que tie-nen el mito de Europa y para poder en-tenderlo habría que remontarse a lasguerras de religión y a como los secto-res progresistas se han vinculado condinámicas europeas: de Europa venía lamodernidad, los movimientos obrerospartían de Europa y, durante el fran-quismo, Europa representaba la refe-rencia democrática.

-Sin embargo, ese mito parece ha-berse roto de alguna manera.-Creo que ahora entramos en una si-tuación distinta. Por ejemplo, respectoa la Constitución europea, los grupospolíticos que la propugnan no crecen yel espectro que la apoya se empieza aresquebrajar. Se resquebraja a la vez elmito histórico que intenta emparentar-se con un proyecto europeo que clara-mente responde a otros intereses y to-do ello se afianza después del no fran-cés en el referéndum.

Por otra parte, ha cambiado la posi-ción de los movimientos sociales y lasorganizaciones políticas que están encontra de la globalización y que hastael momento no habían dedicado dema-siado espacio a la crítica del proyectoeuropeo y sí a cuestiones como el FMI,el Banco Mundial o la OMC. Ahora elproyecto europeo va estar muy presen-te en el Foro Social Europeo.

-Algo de lo que no cabe duda es quela Constitución intenta legitimar unaEuropa neoliberal. -Simplificando mucho, la Constitucióntienen tres objetivos. Las criticas se hancentrado precisamente en que se tratade la expresión de la Europa neoliberaly que además no es proceso democrá-tico, dos aspectos que están claros. Pe-ro han quedado más desdibujadas dosaportaciones nuevas y que suponen unsalto importante respecto a lo anterior:por una parte, la construcción de la Eu-

ropa político militar y por otra, la deuna Europa a distintas velocidades co-mandada por un centro.

Es necesaria una Europa más am-plia porque el tamaño importa en unnuevo mundo global en el que hay quecompetir con grandes bloques comoChina o Estados Unidos. A la vez, sequiere construir una Europa políticomilitar y para ello los grandes, Francia,Alemania y Gran Bretaña, lograron lle-gar a un consenso que se manifestó enla Constitución. Sin embargo, tras losno francés y holandés en el referéndum,resulta complicado legitimarlo.

-¿En qué situación nos encontramosahora?-Pienso que en un impás. Hay que vercómo se desarrolla esa Europa políticomilitar y si es más o menos atlantista,cuestión que se debe volver a articulary pactar. Francia era la más interesadaen una política militar autónoma deEE.UU., pero su postura se halla muydebilitada tras la pérdida del referén-dum. El segundo punto a consensuar eshasta dónde tiene que llegar a la am-pliación de la Unión Europea. Los sec-tores del capital pugnan por que sea ca-da vez más extensa porque así las nor-mas del mercado único se aplicarán enmás territorios. Otros elementos a dis-cutir son de qué manera se van a tomarlas decisiones en esa Europa de variasvelocidades y por qué vía se va legiti-mar todo lo anterior. Yo creo que a re-feréndum ya no se va a someter nada;se intentará imponer de forma autorita-ria o someterse sólo a aprobación par-lamentaria.

-¿Crees que es posible implantar unmodelo de gobierno autoritario enEuropa?-Ese proyecto ha sido difícil de impul-sar hasta en Estados Unidos. Ha basta-

do con que la situación en Irak se re-crudeciese o que apareciese el Katrinapara que entrara en crisis antes de lo quese pensaba. En el caso europeo resultaincluso más complicado implantar, por-que aquí no hay un gran partido demó-crata y otro republicano, sino una grandiversidad de fuerzas políticas que difi-cultan el acuerdo. Pero por otro lado,eso es lo que demandan las actuales di-námicas económicas y financieras queprecisan un desmantelamiento del mo-delo social para seguir acumulando ycreciendo. Lo demandan porque haymucho dinero creado en base al pro-yecto europeo y ese dinero necesita apo-sentarse en espacios para que no se ge-neren burbujas especulativas que pue-dan estallar. Así, resulta necesaria la pri-vatización de los recursos básicos y sec-tores controlados por el Estado, comolas pensiones, la sanidad o la educación.Y crear nuevos espacios supone ejerceruna gran presión sobre la fuerza asala-riada que ya vive una fuerte competiti-vidad y un abaratamiento del mercadolaboral. Continuar con esa presión, lacual no se puede lograr por vías demo-cráticas y requiere de una gobernabili-dad “dura”, no es fácil, sobre todo si hayuna degradación progresiva de las con-diciones de vida de la población.

-Respecto a las condiciones de vida,muchos también se quejan de que la lle-gada del euro ha disparado los precios.-Yo creo que ese debate ha estado me-nos presente en España que en otrospaíses europeos. En el caso de Holan-da, donde también se dio un alza deprecios de productos de primera nece-sidad, fue mucho más importante y susconsecuencias se mostraron en el no alreferéndum. Y es que la evolución eco-nómica de los países europeos es dis-tinta. España crece tres veces por enci-ma de la media comunitaria y hay mu-cho dinero fácil, lo que lleva a una ima-gen de falsa prosperidad impulsada so-bre todo por el sector inmobiliario. Esverdad que muchos no pueden adquiriruna vivienda por su elevado precio, pe-ro otros, como los tipos están bajos, seembarcan en la compra. Sin embargo,no hay que olvidar que España tiene un

En España, Europa ha sido un mito y esoha afectado mucho al posicionamiento

crítico sobre el proyecto europeo“ “

26 ● 2005 ● Diciembre ● PUEBLOS ● Información y debate

Entrevista

déficit de la balanza por cuenta co-rriente del siete por ciento, el mayordel mundo, y existen fortísimos des-equilibrios que por ahora no se mani-fiestan, pero que lo harán en el futuro.Pienso que los sectores más débiles dela sociedad han sido los más afectadospor la introducción del euro, pero lasfuerzas políticas y sindicales no han re-

fundación del proyecto europeo y quese apoyan en la izquierda radical proce-dente de los distintos movimientos mar-xistas. Finalmente, el tercer sector en-globa a quienes quieren la reconstruc-ción de Europa y la construcción del Es-tado nación para llegar a nuevas estruc-turas; aquí se encuentran grupos delcampo libertario. La virtualidad que hatenido la Constitución europea es queesos espacios han empezado a confluir,a debatir y a reunirse en lugares comoel Foro Social Europeo. Sin todos estossectores resulta imposible frenar el pro-yecto neoliberal. Es imprescindible suconfluencia y la reflexión para avanzarconjuntamente.

-De todas formas, una parte de iz-quierda argumenta que frente a Es-tados Unidos, hay que reforzar Eu-ropa como un polo menos agresivo ymás democrático. -Es cierto que dentro de la izquierdaantiglobalización ha calado el discur-so de que Europa es el “bueno” y losEE.UU., el “malo”. Yo soy muy críti-co con esta postura porque supone im-pulsar la Europa superpotencia. Re-cordemos que a la vez que se apruebala Convención de Salónica en 2003, seaprueba el documento Solana con unanueva estrategia de defensa que con-templa el desarrollo militar autónomode Europa, una Europa crecientemen-te agresiva e intervensionista. De he-cho, el documento amplía las posibili-dades de intervención militar a tres su-puestos, los mismos que forman partede la estrategia de defensa estadouni-dense: el desmantelamiento de armasde destrucción masiva; la lucha contrael terrorismo internacional; y la inter-vención en Estados fallidos.

El afán intervencionista del pro-yecto europeo vuelve a radicar en lasdinámicas de acumulación de capitalque implican el consumo creciente derecursos no renovables. Estos recursosestán en el exterior del espacio euro-peo y se hace imprescindible accedera ellos. Por otro lado, hasta ahora lasformas de domino “dulce” de Europase debían, entre otras cosas, a su debi-lidad en el plano político militar.

-Frente a todo ello ¿cómo ves la si-tuación de los movimientos sociales?¿Se ha producido un repliegue en lamovilización?

-Desde mi punto de vista, los mo-vimientos sociales han pasado por dis-tintas etapas dentro de la dinámica delcapitalismo global. Una primera etapa,que va de los años 80 hasta los 90, su-pone la adaptación a la crisis del mo-delo anterior y la gestación de nuevasformas de movilización que irrumpenen Seattle. Otro ciclo va del año 1999a 2001, de Seattle a Génova, momen-to en que nace el movimiento de mo-vimientos y la movilización en torno alas cumbres para deteriorar la imagende los organismos como el FMI. Des-pués, aparecen las nuevas formas degobernabilidad tras el 11 S y la luchacontra el terrorismo, una situación quecoincide con un repliegue del movi-miento global, que se vuelca más so-bre lo local. Tras el repunte en torno ala guerra en Irak, se vuelve a producirotro repliegue.

Opino que quizá ahora haya menosvisibilidad de las resistencias, pero exis-ten importantes protagonismos socia-les que están bajo la superficie; los mo-vimientos espontáneos no pueden exis-tir sin redes.

-¿Y el trabajo de estas organizacio-nes y grupos de cara al futuro?-Quizá entremos en etapas distintas.Creo que los movimientos sociales de-berían tener en cuenta tres tipos con-flictos que muestran cierto paralelismocon la situación que se dio a principiosdel siglo XX y que se materializó en laI Guerra Mundial. La izquierda no su-po ver entonces lo que se avecinaba.Estos conflictos son el creciente en-frentamiento de Europa y Estados Uni-dos; la rivalidad progresiva entre losespacios centrales y los periféricos, so-bre todo para acceder a los recursos; yel más importante, el choque de civili-zaciones. Es básico cómo nos situemosfrente a ellos para intentar prever otrosconflictos en el futuro, muchos de loscuales ya están estallando.❑

Entrevista

*Redacción Pueblos

cogido sus quejas, quizá también in-fluidos por ese clima de aparente bo-nanza económica.

-Hablando de fuerzas políticas y sin-dicales, ¿de qué manera se estructu-ran las resistencias contra la Europaneoliberal? -Encontramos tres grandes espacios.Primero están las fuerzas de la izquier-da institucional que se oponen a ese pro-yecto, plantean su reforma y un cambioen su orientación neoliberal. Otro sec-tor lo forman los que proponen la re-

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1717Especial Dossier

Los movimientos sociales, o mejor dicho, los mo-vimientos populares, representan auténticas revo-luciones en su ámbito a la vez que la viva expre-

sión de que la globalización y el neoliberalismo no tie-nen el camino totalmente allanado. Sus resistencias sonrespuestas distintas a las distintas caras de un enemigocomún que persigue su consolidación y perpetuación co-mo único sistema sobre la Tierra. Pero el dinamismo quemanifiestan muchos movimientos populares también sir-ve para acallar a quienes acusan de adocentamiento a lasociedad actual, ya que personifican no sólo el pensa-miento crítico, sino algo más complicado: la acción crí-tica y la propuesta de alternativas.

El presente dossier quiere mostrar algunos de esosmovimientos, con sus peculiaridades propias pero tam-bién con sus rasgos más universales. Al estudiarlos sedescubre el trabajo reflexivo y de organización que im-plica toda lucha eficaz. También se advierte la dificul-tad para seguir adelante en un medio hostil, que empleatodas sus armas para corromperlos y destruirlos. Perosobre todo se aprecia el arrojo de quienes no contentoscon este mundo, empeñan su tiempo en lograr otro po-sible y mejor.❑

Movimientos sociales: de la crítica a la propuesta

Redacción Pueblos

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Especial Dossier

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MST: la necesidad de agilizar la reforma agraria

Sergio Ferrari*

Para el Movimiento de Trabajadoresrurales sin Tierra de Brasil (MST),

la reforma agraria avanza muy lentamente. Esperan que se acelere

y se siguen movilizando para lograrlo. Sólo 64.000 familias hansido asentadas en los dos primerosaños de gobierno de Lula, pese a sucompromiso inicial de dar respuesta

a 400.000 familias en los cuatroaños de su período. De ellas, casi130.000 viven en campamentos al

borde de rutas y caminos, en condiciones límites de

supervivencia.

Con 172 millones de habitantesy 8,5 millones de kilómetroscuadrados de superficie, Bra-

sil, 17 veces más grande que España,se proyecta hoy como el gran gigantelatinoamericano. Y apunta a convertir-se en una potencia económica emer-gente en el plano mundial. Sin embar-go, casi 50 millones de personas vivencon menos de un dólar al día y 27 mi-llones de trabajadores (el 40 por cien-to de la población activa) están des-empleados o engrosan la economía in-formal. Adicionalmente, continúa sien-do una de las naciones más injustas encuanto a la distribución de la tierra, conel 1 por ciento de la población comopropietaria del 55 por ciento de la su-perficie cultivable.

Reforma agraria, “una lucha de todos”Radiografía “preocupante”, según Be-at “Tuto” Wehrle, teólogo suizo que vi-

ve en Brasil desde hace más de 20años. Actualmente dirige el CEDECA,organismo de apoyo a adolescentesmarginales en la periferia de San Pa-blo. Es corresponsable de la coordina-ción brasilera de voluntarios de E-

CHANGER (Intercambiar), Ong sui-za de cooperación solidaria, activa-mente implantada en Brasil y una decuyas contrapartes principales es elMovimiento de Trabajadores ruralessin Tierra (MST).

Campesino en un campamento del MST.

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Si de analizar la situación en elcampo brasilero se trata, es necesariodestacar algunos elementos esencia-les, señala, “tales como la enorme con-centración de la tierra en el país -y lainjusta distribución de la misma- y laresistencia constante de importantessectores del poder económico para quese implemente una correcta políticadistributiva, es decir, para que se agi-lice la tan esperada reforma agraria”.

Paralelamente, evalúa, en entre-vista exclusiva con Pueblos, que “esimportante comprender como ha idoevolucionando históricamente el MST,que ha pasado de su primera consig-na “Reforma Agraria, la lucha es nues-tra” a defender la idea de “ReformaAgraria, la lucha de todos”. En la ac-tualidad se define “Por un Brasil sinlatifundio”. Se trata de un procesopaulatino de cambio de sensibilidadque precisa con más claridad “la ne-cesidad de que las transformacionesagrarias en Brasil vayan de la mano delos cambios sociales profundos tam-bién en las ciudades”, insiste Wehrle.Según explica no hay que olvidar quesólo una parte pequeña de la poblaciónactiva trabaja en el campo y está orga-nizada en el MST, por lo que es fun-damental “la alianza de todos los ac-tores sociales para lograr un Brasilmás justo”.

Construir un nuevo país“Si algo marca a manera de improntanuestro enorme país es la extrema des-igualdad” enfatiza por su parte ZairaSabary Azar, dirigente nacional delMST que realizó en septiembre una vi-sita de solidaridad en algunos paíseseuropeos. “Por eso, nuestra lucha espor la tierra, cuya concentración es elmal primero y mayor de Brasil. Perotambién por la transformación de lasociedad. Y para ello necesitamos quelos trabajadores sean, en su conjunto,sujetos sociales”, concluye.

Y en ese sentido, entonces, el sis-temático trabajo organizativo y deeducación que implementa el MST,que es hoy uno de los movimientos so-ciales más importantes de todo el con-

vidades diarias, desde el canto, hastalas consignas, pasando por la discu-sión colectiva de los valores de la lu-cha, tanto entre los adultos, como en-tre los jóvenes y los niños”. La místi-ca significa también símbolos y valo-res, como la misma bandera del movi-miento, omnipresente en cada reunión,encuentro, ocupación, “con la pareja,expresando una lucha conjunta; el ma-chete, instrumento esencial de trabajoy defensa; el mapa de Brasil, expre-sión de objetivos de cambio nacional.En cuanto a los colores, predominanel blanco de la paz, el verde de la na-turaleza y el rojo de la sangre derra-mada en la lucha por la justicia en elcampo”, aclara Plomb.

El MST y los desafíos en unaetapa difícil¿Cómo se sitúa el MST en esta etapatan compleja de la vida de Brasil ycuáles son las perspectivas?, pregun-tamos a la dirigente nacional delMST, haciendo referencia a la crisisque atraviesa al Partido de los Traba-jadores y el aumento de la descon-fianza popular hacia muchos de susdirigentes. La respuesta de Zaira Sa-bary aunque firme, incluye diversosmatices: “EL MST apoya a Lula. So-mos amigos de Lula, aunque sabía-mos, desde la elección, que existiríanmuchísimas dificultades”. Recuerdaque desde el inicio mismo “situamosesta etapa en un contexto histórico ypolítico determinado. No teníamos lailusión de que Lula lograra promovertodas las reformas que se proponía.Sabíamos que las alianzas que imple-mentó para llegar al Gobierno no ibana permitírselo”.

Adicionalmente, Sabary insiste enque “creemos que Lula se descuidó unpoco. Durante este período el Partidode los Trabajadores no movilizó lasmasas en las calles para demostrar elsostén al Gobierno en la implementa-ción de las reformas. Tampoco se in-tensificó el proceso de formación po-lítica. Aun cuando era evidente que sino se recurría al apoyo popular activono podría avanzar”.

tinente latinoamericano. “Hacemostrabajo sindical, pero no somos un sin-dicato. No somos un movimiento ver-ticalista. Promovemos la participaciónactiva del conjunto. Todos se organi-zan horizontalmente. La participaciónde las mujeres es esencial. Cualquierade nosotras y nosotros podemos hacermúltiples tareas y ocupar muy diver-sas funciones”, indica Sabary. Ellamisma explica que “hoy puedo estaraquí con ustedes en una conferencia enEuropa y mañana puedo ser cocineraen una ocupación de tierras o en unamarcha, y pasado puedo estar nego-ciando en nombre del Movimiento conel presidente de la República o con elgobernador de un Estado”.

Lo esencial para el MST es “la for-mación, el estudio, la capacitación decada uno de sus miembros. Sólo eseejercicio puede asegurar la identidadnuestra en tanto trabajadores y cam-pesinos, punto de partida para consti-tuirnos en verdaderos sujetos socia-les”, señala la dirigente nacional quientambién reivindica “la autonomía delMST de cualquier partido u organiza-ción política”.

Consolidar esa identidad, implica“un proceso individual y colectivo. Enel cual, la “mística” ocupa un lugarprivilegiado en lo cotidiano”, explicaIsabelle Plomb, exvoluntaria de E-CHANGER que vivió durante tresaños en un asentamiento del MST enel Estado de San Pablo. Según Plomb,“la mística implica una serie de acti-

Nuestra lucha es por la tierra, pero también por la transformación de la

sociedad, asegura una dirigente del MST“ “Sabary: Lula se descuidó; no movilizó alas masas para demostrar el sostén del

Gobierno“ “

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Especial DossierLos tiempos políticos se aceleraron

y la crisis interna del PT en los últimosmeses “fue realmente una sorpresa pa-ra nosotros”. Y eso explica que ahora,para Zaira Sabary, el PT “esté en lascalles exigiendo una depuración de laconducción y el castigo a los respon-sables de este desastre”.

A pesar de todo esto que golpea,aunque no paraliza, a los movimien-tos sociales brasileros, la dirigente delMST va más a fondo y trata de expli-car la lógica profunda de la situaciónactual: “Es evidente que detrás de to-do hay una campaña de la extremaderecha brasilera, con el apoyo de losEstados Unidos; existe un juego po-lítico que busca desestructurar la po-sibilidad de organización popular”. Sise observa el cuadro latinoamericano,apunta Sabary, “vemos la existenciade Cuba, de la Venezuela de Chávez,de Lula, que es amigo público de Fi-del y del dirigente venezolano. Estopreocupa a Washington. Y en la ofen-siva contra el PT brasilero se proyec-ta el objetivo más estratégico de ani-quilar el proceso -en formación- demovilización que se vive en AméricaLatina”.

¿Cuál es el principal desafío delMST en la escena política brasilera?Para Zaira Sabary, “luchar, luchar yluchar”. Y es que nada va a llegar co-mo regalo. Los grandes propietariosde la tierra y muchas empresas gi-gantes (entre ellas numerosas multi-nacionales) no quieren distribuir latierra, no aceptan la reforma agraria.Y al mismo tiempo es importante, se-gún explica, “defender nuestra auto-nomía como movimiento con rela-ción al Gobierno, al Estado y a lospartidos. No dependemos de nadie,sino de nuestro propio proyecto yprograma de acción”.

En este proceso a media marcha,son pilares esenciales la recuperacióncultural, el fortalecimiento de la iden-tidad como campesinos y trabajado-res, la lucha por la reforma agraria yla alianza entre el campo y la ciudad.Una pausa, la reflexión activa y lavuelta a la tierra como punto de refe-

rencia concreto y base de apoyo detoda la construcción conceptual. Ladirigente nacional del MST precisaque a pesar de la naturaleza propiadel actual Gobierno, la situación en elcampo no es fácil y sí por momentosexplosiva y amenazante: “La violen-cia contra los sin tierra sigue exis-tiendo, impulsada por parte de gruposmilitares que responden a los latifun-distas y de algunos gobernadores dederecha en varios Estados”.

Y es justamente el tema de la vio-lencia una de las grandes líneas divi-sorias “entre el gobierno anterior deFernando Henrique Cardoso y el ac-tual de Lula. Cardoso tenía como ob-jetivo político acabar con el MST, entanto nos consideraba como la ma-yor expresión de resistencia a su po-lítica neoliberal. Lula no puede hacereso porque de hacerlo negaría su pro-pia esencia e identidad”, enfatiza.

*Sergio Ferrari es periodista. De origen argentino, reside en Suiza, trabaja para diversosmedios europeos y latinoamericanos, y colabora

con la Ong E-CHANGER.

siste en que “el MST y Vía Campesi-na, y otros movimientos socialesevaluamos que la salida a la crisis noestá sólo en la penalización necesariade quien practicó la corrupción”. Nobasta pedir a los partidos que hagansus autocríticas. La salida, reitera,“estará en la aplicación de una seriede medidas que abarquen aspectoseconómicos, políticos y sociales”.

Y la reflexión del MST es con-tundente: “En el campo económico espreciso cambiar esa política neolibe-ral que sólo beneficia a bancos ygrandes corporaciones... es precisosubordinar la política económica a losintereses del pueblo y de la socie-dad... que el Estado oriente la econo-mía para resolver prioritariamente elproblema del desempleo y de los in-gresos de todos los brasileros. Au-mentar el gasto público en educación,vivienda, saneamiento básico, salud,reforma agraria y los incentivos a unapolítica de promoción de actividadesculturales”. En cuanto a la reformaagraria, Stedile considera que “el Go-bierno está en deuda con nosotros yla sociedad” y resalta que “el Plan deReforma Agraria marcha a paso detortuga”.

Como medida estratégica, el diri-gente del MST adelanta que “es nece-sario que realicemos una amplia con-vocatoria nacional para debatir el pro-yecto para el país”, tal como fue pro-puesto durante la semana de debate so-cial de la Conferencia Nacional deObispos de Brasil. La conclusión no sedeja esperar en los ojos del MST: “Elpaís precisa un rumbo, el de un pro-yecto que recupere la soberanía popu-lar y nacional... Y esto se construye de-batiendo, aglutinando fuerzas”. Con laconvicción que cualquier otra “salidamilagrosa” (una constituyente, con re-elección o no, candidatos supraparti-darios o de izquierda) “no conducirá aninguna solución sino debatimos unproyecto...”❑

El MST es un movimiento horizontal en el que cada uno puede ocupar distintas

funciones según el momento“ “

Mirando hacia el futuroEn Brasil no hay hoy soluciones má-gicas ni componendas políticas mila-grosas, explican los principales diri-gentes del MST, anticipando salidasde futuro.

En declaraciones de prensa a undiario mexicano, Joao Pedro Stedile,miembro de la conducción nacional yuno de los dirigentes más conocidosdel movimiento, señala que “hay unacrisis política y la población no se verepresentada por los políticos y par-tidos: es una crisis ideológica. No haydebate de ideas, de proyectos, de pro-puestas para la sociedad. El neolibe-ralismo consiguió reducir y transfor-mar la política en un mero mercadode votos, controlados por expertos enmercadotecnia alquilados, que cobranfortunas por engañar al pueblo”.

Frente a este cuadro, Stedile in-

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Especial Dossier

Apartir de su salida a la luz públi-ca, muchas voces han intentadodefinir al Ejército Zapatista de

Liberación Nacional (EZLN): desde

considerarlo como un grupo guerrilleromás, poniendo toda su atención en unasarmas que ni ha entregado ni tiene in-tención de entregar, hasta llamarlo “gue-

rrilla pos-moderna”. En los últimosaños, se ha ido configurando una ten-dencia a señalar al EZLN como un “mo-vimiento social” al que, en algunos ca-sos, se le añade el adjetivo de “atípico”.Sin entrar en la discusión de los califi-cativos, podemos afirmar que el zapa-tista es un ejército que actúa en funciónde unas demandas sociales, que si bienson prioritariamente indígenas, no lo sonde modo exclusivo y que más allá de re-clamar una serie de derechos negados,enmarca las reivindicaciones en un mar-co político: el que confiere la democra-cia, la paz, la justicia y la libertad.

El 1 de enero de 1994 se hacía pú-blica la Primera Declaración de la SelvaLacandona. Con ella se daban a conocery dejaba claro quiénes eran, qué deman-das presentaban y a quiénes llamaban aluchar con ellos:

“Somos producto de 500 años deluchas: primero contra la esclavitud,en la guerra de Independencia contraEspaña encabezada por los insurgen-tes, después por evitar ser absorbidospor el expansionismo norteamericano,luego por promulgar nuestra Constitu-ción y expulsar al imperio francés denuestro suelo; después, la dictaduraporfirista nos negó la aplicación justade leyes de reforma y el pueblo se re-beló formando sus propios líderes, sur-gieron Villa y Zapata, hombres pobrescomo nosotros...

...somos los herederos de los ver-daderos forjadores de nuestra nacio-nalidad, los desposeídos somos millo-nes y llamamos a todos nuestros her-manos a que se sumen a este llamadocomo el único camino para no morir dehambre ante la ambición insaciable deuna dictadura de más de 70 años enca-bezada por una camarilla de traidoresque representan a los grupos más con-servadores y vendepatrias...

El camino político del EZLNLola Sepúlveda*

Cuando el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) surgió públicamente el 1 de enero de 1994, llevaba tras de sí un trabajo silencioso de

diez años durante los que no sólo se dotó de una gran base social indígena sino que, esa misma base social reorganizó los modos de entender la lucha

social y política de aquellos que llegaron hasta allí con una concepción clásica de las formas guerrilleras.

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Imagen de una familia zapatista.

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Especial Dossier...por lo que pedimos

tu participación decidi-da apoyando este plandel pueblo mexicano quelucha por trabajo, tierra,techo, alimentación, sa-lud, educación, indepen-dencia, libertad, democra-cia, justicia y paz...”.

Estas demandas de li-bertad, democracia y pazhicieron que esta PrimeraDeclaración, que propo-nía una prioridad políticacentrada en el rediseño dela nación mexicana, fueraescuchada. Por eso, el za-patismo trascendió rápi-damente las fronteras deChiapas y las del propioMéxico.

Los zapatistas y el poderUna de las posiciones del EZLN quemás controversias ha levantado es supostura respecto al poder. La negativade los zapatistas a ser vanguardia y co-mo tal acceder al centro del poder mis-mo ha sido entendida como un rechazoa la acción política que se contradicecon la realidad. Para ejemplo, ahí estánlas Juntas de Buen Gobierno, que ejer-cen un poder distinto del que asumimoscomo natural desde la visión occidentalde la política, haciendo realidad la pro-puesta zapatista de no ejercer el gobier-no de forma totalizadora y que queda es-tablecido en su máxima de “mandarobedeciendo”. Las Juntas de Buen Go-bierno son la propuesta más definida deuna opción de gobierno llevada adelan-te por la base social zapatista, es decir,su propia sociedad civil.

Lo que los zapatistas ponen sobre lamesa es volver del revés la vieja pro-puesta de guerrillas y partidos que con-sideran prioritario conquistar el poderdel Estado como única vía para realizarcambios sociales. Respecto a las guerri-llas, les separa la negación de vanguar-dia; respecto a los partidos, cómo se in-sertan en los sistemas políticos neolibe-rales, haciéndose parte de ellos, inten-tando avanzar en la conquista de sus pro-

pios intereses aunque queden al margenlos generales.

Apropiciar ese volteo han estado de-dicados muchos esfuerzos de los zapa-tistas desde el mismo año 1994 en queconvocaron a “nuestros hermanos de lasorganizaciones no gubernamentales, delas organizaciones campesinas e indíge-nas, trabajadores del campo y de la ciu-dad, maestros y estudiantes, amas de ca-sa y colonos, artistas e intelectuales, delos partidos independientes, mexica-nos..” a realizar una Convención Nacio-nal Democrática cuyo objetivo funda-mental era “organizar la expresión civily la defensa de la voluntad popular”. An-te esta Convención, el EZLN lleva unapostura fiel reflejo del “mandar obede-ciendo”: El EZLN tiene una concepciónde sistema y de rumbo para el país. Sumadurez política, su mayoría de edadcomo representante del sentir de unaparte de la nación está en que no quiereimponerle al país esta concepción.

Llamadas a la organización Con todos los problemas que planteauna sociedad civil, oscilante entre gran-des periodos de actividad y otros casi nu-los, el EZLN ha realizado llamadas a laorganización, no sólo social, sino tam-bién política a lo largo de estos años.

Después del intento de laConvención, se vio in-merso en un proceso denegociación con el Go-bierno cuyo eje centralfueron las reivindicacio-nes de los derechos de lospueblos indígenas. El pro-ceso estaba estructuradoen torno a varias mesas detrabajo, de las cuales sólola primera trataba especí-ficamente el tema indíge-na. Ésta fue la única en laque se firmaron acuerdos,los Acuerdos de San An-drés, aunque luego, tantoel gobierno anterior comoel actual se han negado acumplirlos. La segundamesa trataba el tema deDemocracia y Justicia y

no se alcanzaron consensos. Los zapa-tistas declararon suspendido el diálogopues consideraban que ni existía volun-tad de llegar a acuerdos ni de cumplir losfirmados.

Desde ese momento, el trabajo cen-tral del EZLN se encaminó a movilizara la población para conseguir el cumpli-miento de los Acuerdos de San Andrés,esfuerzo que culminó en la Marcha delColor de la Tierra en 2001. Pero nuncaabandonaron los intentos de impulsar yapoyar la organización de la sociedad ci-vil. Si la Comandanta Ramona viaja alDF para estar presente en el I CongresoNacional Indígena, los 1.111 zapatistasviajan hasta el Distrito Federal en 1997para apoyar la lucha por los Acuerdos deSan Andrés pero también para estar pre-sentes en el Congreso Fundacional delFrente Zapatista de Liberación Nacio-nal, el otro gran intento, tras la CND, deaglutinar los esfuerzos de lucha de la so-ciedad civil.

Aunque CND y FZLN resultaron in-fructuosos, propiciaron, así como los5.000 delegados zapatistas que recorrie-ron el país en 1999, encuentros entre lagente en el trabajo concreto, abriendo es-pacios para debatir ideas, al margen delas afiliaciones a los partidos políticos.La gran traición cometida por estos últi-

Indymedia

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Especial Dossiermos, con la aprobación en el Senado yen el Congreso mexicano de una Ley In-dígena claramente contraria a los Acuer-dos de San Andrés y favorable a lasgrandes corporaciones transnacionales,hizo que los zapatistas se replantearanno sólo su posible diálogo con el Go-bierno, sino también con las fuerzas par-lamentarias que sostienen, al tiempo, elsistema político mexicano.

Habría que destacar que si por todosfueron traicionados los Acuerdos de SanAndrés, tal vez la traición más dolorosafue la del PRD (Partido de la RevoluciónDemocrática). Desde una posición quese autodefinía como de izquierda, votóa favor de la Ley en el Senado, aunqueintentó enmendar el error cometido, yasin éxito, en el Congreso. Este partido,cuyas bases siempre estuvieron cercanasa los zapatistas, entró en poco tiempo enuna vorágine de corrupción y olvido desus principios. Esto le llevó a querer ga-nar gobiernos de los Estados a base deencabezar sus listas electorales conaquellos con los que fuera más fácil al-canzar el triunfo, según las encuestas ylas redes clientelares que manejaban. To-do ello sin importar que vinieran de fi-las políticas que se habían opuesto, y condureza, al propio partido (no olvidar losmás de 600 muertos del PRD en los añosde Salinas y Zedillo). En la televisión,en vídeos grabados clandestinamente yexhibidos de forma pública y en horarioestelar, dirigentes destacados de ese ins-tituto político recibían a manos llenas yde forma ilegal montones de fajos de bi-lletes, al más puro estilo de las películasde Hollywood. También hay que recor-dar que en Chiapas abrieron sus puertasa miembros disidentes de grupos para-militares, cuya renuncia no obedecía aproblemas ideológicos, sino al repartode los bienes que, desde hace años, reci-ben de los gobiernos en forma de apoyoa proyectos productivos. Este hecho haprovocado fuertes y violentos enfrenta-mientos entre zapatistas y perredistas.

Tiempo de silencio... y de propuestasMientras todo esto ocurría, y durante dosaños, los zapatistas estuvieron inmersos

en una larga etapa de silencio hacia elexterior, trabajando prioritariamente enreorganizar su propio territorio. Dice laSexta Declaración, emitida el pasadomes de Junio:

“Bueno, pues nosotros los zapatis-tas del EZLN nos dedicamos ese tiem-po a nuestra fuerza principal, o sea, alos pueblos que nos apoyan. Y pues al-go sí se ha mejorado la situación, o sea,que no hay quien diga que de balde fuela organización y la lucha zapatistas, si-no que, aunque nos acaben completa-mente, nuestra lucha sí sirvió de algo”.

Pero los zapatistas tienen claro quelos pueblos indios no pueden, ni debencaminar solos. Asu lado siempre ha es-tado la sociedad civil y deben andarjunto a ellos. Sigue diciendo la Sexta:

“Bueno, pues ahora les vamos a de-cir lo que queremos hacer en el mundoy en México, porque no podemos vertodo lo que pasa en nuestro planeta yquedarnos nomás callados, como si só-lo nosotros estamos donde estamos”.

Y lo que quieren hacer es una nue-va y arriesgada propuesta política que,partiendo de una época preelectoral enMéxico, ponga frente a frente dos for-mas distintas de entender la política: lade los profesionales de las institucionesque sostienen el sistema al frente de lospartidos políticos, encarando un proce-so de promesas electorales cargadas depropaganda televisiva, y “la otra cam-paña”, que se empeña en acercarse a lagente, “preguntarles cómo es su vida,su lucha, su pensamiento, de cómo es-tá nuestro país y de cómo hacemos pa-ra que no nos derroten”. “La otra cam-paña”, en la que los zapatistas se hanimplicado hasta el máximo, quiere en-contrar un acuerdo entre la gente sen-cilla para organizarse juntos en todo elpaís, poner de acuerdo sus luchas y en-contrar un programa que tenga lo que

*Lola Sepúlveda es coordinadora del Centro deDocumentación sobre el Zapatismo.

http://www.cedoz.org/

todos quieren, un programa de luchaque se cumpla.

Este es un nuevo paso del EZLN,un paso que sin olvidar la defensa delos pueblos indígenas, se abre de nue-vo a un proyecto político en el que lasociedad civil tiene el papel de prota-gonista. Frente a unos partidos que nosólo traicionaron en su día al EZLN, si-no que traicionan en lo cotidiano aquienes dicen representar, el EZLNavanza en la construcción “de algonuevo, de algo grande”. En definitiva,se trata, en México, de aglutinar a la iz-quierda real para elaborar un proyectoalternativo de nación que contenga a to-dos, que una a esa izquierda cuya carainstitucional ha desaparecido converti-da en una burocracia que sólo busca elpoder más allá de la ideología. Se tratade poner sobre la mesa la negativa aaceptar las ideas posibilistas que llamana luchar por “el centro”, como únicaopción posible, y a crear esas formas delucha política que son “de abajo a la iz-quierda” y que sólo pueden crear ymantener los de “abajo a la izquierda”.

Durante los meses de agosto y sep-tiembre tuvieron lugar diversas reunio-nes en la zona de Chiapas entre zapa-tistas, Ongs, grupos, asociaciones, par-tidos que están fuera del arco parla-mentario, grupos de barrio y vecinales,y personas individuales que aportaronsus ideas de cómo organizar y organi-zarse en esa “otra campaña”. El próxi-mo mes de enero y hasta junio del2006, el subcomandante insurgenteMarcos visitará diferentes lugares de laRepública mexicana para profundizarjuntos en dichas ideas y, entre todos,darles forma. Pero queda otra parte, laque tiene que ver con lo que ocurre fue-ra de México, donde los problemas po-drán tener otras caras, pero no son muydistintos en su fondo. Para empezar, loszapatistas han propuesto la realizaciónde un nuevo Encuentro Intercontinen-tal, cuyas formas también habrán de de-cidirse entre todos.❑

Las Juntas de Buen Gobierno hacen realidad la propuesta zapatista de

“mandar obedeciendo”“ “

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Especial Dossier

En los movimientos piqueteros seestá produciendo un profundoproceso de crisis y reorganiza-

ción. Hay algunos que se han concen-trado en la organización autónoma denuevas formas de vida y de trabajo; haymovimientos que se han transformadoen aparatos de negociación con el Go-bierno; los hay que son meras extensio-nes de los partidos de izquierda que losdirigen (sin que esto signifique que latotalidad de las bases que les respondensean militantes o tan siquiera votantes

de esos partidos). Hay en fin, movi-mientos nuevos, que surgen con la es-pontánea fuerza de la primera hora.

Bajo este confuso entrelazamientoy dispersión, subsiste un suelo que noha cambiado en lo fundamental: Argen-tina, un país básicamente agroganade-ro, que produce y exporta alimentos pa-ra 300 millones de personas y tiene el32 por ciento de su población de 37 mi-llones de habitantes bajo una delgada“línea de pobreza” (el 38,5 por ciento,si nos limitamos a los 28 principales

aglomerados urbanos, que concentranel 80 por ciento de la población).

Esta línea es trazada arbitrariamen-te por las autoridades económicas y losdibujantes de estadísticas, que suponenque una familia tipo, de cuatro personas,puede comer, pagar los servicios esen-ciales, mandar los hijos a la escuela yrenovar un poco su vestuario con elequivalente de unos 230 euros.

Algo menos de la mitad de los po-bres, un 12 por ciento de la población,se encuentran por debajo de la “línea de

Crisis y reorganización de los movimientospiqueteros argentinos

Luis Ortolani Saavedra*

Al calor de la dura privatización de YPF, Yacimientos Petrolíferos Fiscales, que dejó en el paro amiles de trabajadores argentinos, nacen los primeros movimientos piqueteros, que con el tiempo

unen a su desarrollo, crecimiento y calado social las sombras de la división y la dispersión.

DecioMachado

Policía durante una manifestación piquetera.

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Especial Dossierindigencia”, señalada por una canastaalimentaria básica equivalente a unos100 euros.

Y estas personas no sólo son des-ocupados, sino trabajadores “en negro”que tienen ingresos escasos e irregula-res, sin beneficios sociales de ningún ti-po. Muchos de ellos son beneficiariosdel llamado Plan Jefes y Jefas de HogarDesocupados, a los que se cuenta comoocupados en las estadísticas, ya que re-ciben un subsidio de 150 pesos (unos 45euros) a cambio del cual realizan algu-na contraprestación. Los beneficiariosllegaron en 2002 a 2.200.000, pero ac-tualmente son alrededor de 1.650.000.Uno de los reclamos piqueteros actualeses la universalización de estos planes atodos los desocupados; otro, la duplica-ción de su monto.

Petróleo: crisis y rebeliónYacimiento Petrolíferos Fiscales(YPF) era una empresa estatal creadapor iniciativa del general EnriqueMosconi, en 1922, durante los gobier-nos radicales. Fortalecida por el pero-nismo, llegó a contar con flota mer-cante propia y a ocupar a alrededor de85.000 trabajadores.

La brutal privatización de Menem,que benefició principalmente a la espa-ñola Repsol, dejó decenas de miles detrabajadores en las calles y ciudades delinterior, que fueran prósperos centrospetroleros, convertidas en pueblos fan-tasma. La respuesta a esta situación nose haría esperar: la rebelión de dosgrandes ex centros petroleros, CutralCó, en la provincia de Neuquen, al surdel país, y General Mosconi, en Salta,iban a ser el epicentro de las primerasexplosiones piqueteras.

En junio de 1996, la ruta 22, en lazona corillerana sur, fue cortada duran-te varios días por los piqueteros de Cu-tral Có y Plaza Huincul, como culmi-nación de todo un año de luchas, lo-grando finalmente diversas reivindica-ciones. Nacen por entonces, los llama-dos Planes Trabajar, implementados porel gobierno de Menem como trabajostransitorios para desocupados. El 9 deabril de 1997, piqueteros y docentes

neuquinos, a los que se unen alumnos ytrabajadores estatales, cortan nueva-mente la ruta 22. El 12 de ese mismomes son violentamente reprimidos por400 efectivos de la policía y la gendar-mería, provocando la muerte de TeresaRodríguez, una empleada doméstica de25 años, cuyo nombre adoptó poste-riormente uno de los más activos movi-mientos piqueteros.

Entre mayo y julio de 1997, estalla-ron numerosas puebladas en Neuquen,Salta, Jujuy y Córdoba. El movimientopiquetero comienza a crecer vertigino-samente, como expresión de la masa dedesocupados que constituye una buenaparte de la población argentina.

El conurbano del Gran Buenos Ai-res es el punto donde más se desarrollanlos movimientos, particularmente en LaMatanza, al oeste de la capital y en zo-nas del sur como Solano, Quilmes, Be-razategui, llegando hasta Avellaneda,otrora un verdadero emporio de la in-dustria argentina.

Pero en la medida que crecen, losmovimientos se dividen y también, enmuchos casos, se burocratizan. Los lí-deres piqueteros toman lista de asisten-cia a las manifestaciones y cortes de ca-lles o rutas, y distribuyen los beneficiosentre los militantes, de acuerdo a su par-ticipación. A su vez, negocian con loscaudillos locales o con el Gobierno na-cional Planes Trabajar y otros subsidios.Contribuyen a la dispersión los partidosde izquierda, que en Argentina son com-pletamente minoritarios, tanto en votoscomo en fuerza en las organizacionessindicales, pero que siguiendo una po-lítica clásica, tratan de tener cada uno suorganización piquetera propia.

Por cierto que esto no debe tomarseen forma esquemática. Hay contradic-ciones, organización y lucha, y genteque honestamente trata de construir a

partir de los movimientos nuevas for-mas de vida y de trabajo. En algunos ca-sos, el producto de los Planes es com-partido colectivamente y nacen así co-medores y huertas comunitarios, hornosde ladrillos y de pan, costureros, las mily una estrategias de supervivencia de losmás pobres que, a veces en forma inde-pendiente, a veces ligados a algún mo-vimiento, van logrando sobrevivir y lu-chando por obtener nuevas reivindica-ciones.

El segundo gobierno de Carlos Me-nem, desde 1995 a 1999, se caracteriza,entre otras cosas, por un equilibrio in-estable de las relaciones con los des-ocupados, alternando concesiones conrepresión. Los nuevos movimientos pi-queteros que surgen van adoptando losnombres de sus propios muertos, comoAníbal Verón, asesinado en la noche del9 al 10 de noviembre de 2000, en la ru-ta 34 y frente a la ciudad de GeneralMosconi.

La rebelión popular de diciembre de 2001El esquema de convertibilidad inventa-do por el exministro de Economía ar-gentino, Domingo Felipe Cavallo, porel cual un peso vale, arbitrariamente, undólar, sigue generando, inexorable-mente, deuda externa, cierre de empre-sas y desocupación.

El gobierno de la Alianza Unión Cí-vica Radical y FREPASO (Frente PaísSolidario) hace su campaña electoralmostrando las miserias de la época ypreguntando: “¿Quién quiere esto?” Apoco andar, se responderían tácitamen-te: “Nosotros”. Su política fue una con-tinuación del proyecto neoliberal y endiciembre de 2001 el país volvió a esta-llar, mientras el presidente Fernando dela Rúa abandonaba la Casa Rosada enhelicóptero.

Después de una rápida sucesión deinterinatos, se hace cargo del Gobiernoel senador bonaerense Eduardo Duhal-de, que fuera vice de Menem y luegoenemigo jurado del riojano. Una de suspolíticas fue reemplazar los Planes Tra-bajar por los Planes Jefes y Jefas de Ho-gar, a los que se pretende dar carácter

Han surgido movimientos nuevos que están siendo reprimidos y encarcelados

con el silencio de la gran prensa“ “

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Especial Dossieruniversal y con los que además se in-tenta quitar poder a los jefes piqueteros,ya que los potenciales beneficiarios sepueden anotar directamente en organis-mos oficiales, justificar su situación ycobrar luego en los bancos. Sin embar-go, muchos dirigentes piqueteros se lasarreglan para mantener las riendas desus movimientos.

¿Quiénes componen las fuerzas piqueteras?A partir del 25 de mayo de 2003, lasestrategias del nuevo presidente, Nés-tor Kirchner, producen fuertes reaco-modamientos en el seno de los movi-mientos. A fines de ese año, el soció-logo Julio Godio hace un análisis muypreciso de las fuerzas piqueteras, delcual vale la pena reproducir algunospárrafos:

“Los movimientos piqueterospueden ser divididos en dialoguistas,moderados y duros. Los dialoguistasse localizan en la Federación Tierra yVivienda (FTV), miembro de la Cen-tral de Trabajadores Argentinos(CTA), alianza entre socialcristianosy marxistas, con hegemonía de losprimeros. La FTV tiene 200.000miembros y controla a 75.000 PJH(Planes Jefes y Jefas de Hogar Des-ocupados). El líder de la FTV es LuisD’Elia, socialcristiano y actual dipu-tado en la Provincia de Buenos Aires.La FTV se identifica con el Presiden-te Kirchner (...)

(...) Los moderados se ubican en:a) la Corriente Clasista y Combativa(CCC), vinculada al maoísta partidoComunista Revolucionaria (PCR). Sulíder visible es Juan Carlos Alderete.La base social de la CCC son trabaja-dores desocupados peronistas. Tam-bién se orienta a volcar sus fuerzas enmicroemprendimientos. Pero se man-tiene a distancia del gobierno deKirchner, promueve movilizacionesparciales y limita los cortes de ruta. LaCCC cuenta con 120.000 afiliados ycontrola a 42.000 PJH. b) el Movi-miento de Trabajadores Desocupados(MTD Aníbal Verón), cuyo líder visi-ble es Juan Cruz Daffunchio. En el

MTD coexisten militantes “guevaris-tas” y cristianos de base. Son de iz-quierda, pero no tienen una ideologíadefinida. La mayoría de sus militan-tes no provienen de partidos políticos.Mantienen distancia del Gobierno, pe-ro lo mismo que la CCC, han “achi-cado” sus marchas y cortes de ruta. ElMTD tiene 30.000 militantes y con-trola a 5.000 PJH (...)

(...) Los duros están compuestospor: a) el Polo Obrero (O), vinculadoal Partido Obrero de ideología trots-kista clásica. Su líder visible es Nés-tor Pitrola, alto dirigente del PartidoObrero. El PO se define por la “insu-rrección popular”, pero participa enlas elecciones a través del PartidoObrero. Es un movimiento trotskistaclásico porque su modelo revolucio-nario es la insurrección bolcheviqueen Rusia en 1917. El PO tiene 29.000miembros y controla 23.000 PJH. b)

De la Federación de Tierras y Vi-viendas, se ha desprendido la organi-zación Barrios de Pie, que responde ala corriente política Patria Libre, quese han pasado totalmente al kirchne-rismo mediada una fundamentaciónpolítica de su líder, Humberto Tumini.Tienen numerosos cargos de alto ymedio nivel en el Ministerio de Bien-estar Social y la Cancillería. Han lle-gado a enfrentarse violentamente, enlucha callejera, con sectores duros queamenazaban actos presidenciales.

Godio omitió al Movimiento Terri-torial de Liberación, vinculado al Par-tido Comunista, que sigue una líneacambiante entre la lucha frontal y laconstrucción propia. Acaban de com-prar la mina La Brava en la provinciade Jujuy (zona cordillerana norte) y lahan reabierto para producir un raro mi-neral llamada urexita. También en laciudad de Buenos Aires emprendieronla construcción de un barrio, financia-do con un préstamo estatal.

A la vez, han surgido movimien-tos completamente nuevos, con mu-cha fuerza en el sur, particularmenteen Santa Cruz que es la provincia delpresidente, que están siendo reprimi-dos con gran virulencia, perseguidosy encarcelados con el silencio de lagran prensa. Sólo aparecen en mediosalternativos.

Last but not least, algunos movi-mientos, menos numerosos, conside-ran agotada la lucha por los planes ytrabajan sobre lo ya conseguido de ma-nera autónoma. Podemos citar, dentreellos, al MTD Solano (Gran BuenosAires), a los MTD de Allen y Cipollet-ti (Neuquen) y al MTD de GeneralMosconi (Salta).

Estos MTD y otras organizacionesde todo tipo se han reunido en enero de2004 y 2005 en rondas de intercambiode experiencias e ideas, que llaman“Enero Autónomo”. Ésta es una lasgrandes vertientes de un nuevo mode-lo de pensamiento respecto al poder yla vida cotidiana.❑

*Luis Ortolani Saavedra es periodista, coconductordel programa Hipótesis de LT 8, Radio Rosario, y ex

preso político de la dictadura argentina.

Los pobres de Argentina no sólo son desocupados, sino trabajadores “en

negro” con ingresos escasos e irregulares“ “

el Movimiento Independiente de Ju-bilados y Desocupados (MIJD). Suprincipal líder es Rául Castells, exmaoísta. Se trata de un movimientopiquetero con una difusa ideología“nacionalista populista”. Castells hasido acusado públicamente de provo-car movilizaciones violentas contra elgobierno de Kirchner, pero “coordi-nadas” con operaciones políticas delex presidente Duhalde. El MIJD tiene60.000 miembros, y controla 9.000PJH”.

Los movimientos piqueteros, engeneral, han reducido el número de susmilitantes y sus PJH, y aunque no dis-ponemos de números actualizados tanajustados como los de Godio, a gran-des rasgos, esta caracterización siguesiendo válida con algunos cambios quedebemos apuntar.

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Especial Dossier

Hoy en día existe un amplio con-senso sobre que la reducciónde la pobreza en África tiene

que pasar obligatoriamente por el cre-cimiento del producto agrario. Perotambién resulta evidente que el actualsistema económico capitalista no va asufrir una transformación estructuralen los próximos años. El sistema de re-laciones económicas desiguales e in-justas va a persistir, los campesinosafricanos seguirán vendiendo sus pro-ductos a bajos precios y no se produci-rá una inversión significativa en agri-cultura capaz de absorber a los cente-nares de millones de campesinos delcontinente africano.

En este contexto, “Tierra para to-dos” se convierte en una condición in-dispensable para la reproducción so-cial y la seguridad alimentaria de mi-llones de campesinos africanos. Latierra representa el activo principalpara cubrir las necesidades básicas dela mayoría de la población de paísescomo Mozambique y, por tanto, la

forma en que ésta es adjudicada, con-trolada y heredada constituye una delas bases más importantes de la socia-lización de las comunidades rurales.El consumo, la producción y la distri-

bución de la tierra de una familia ru-ral están directamente ligados a lasnormas consuetudinarias que definenel acceso, el control y la posesión dela misma.

Campaña Tierra en Mozambique: una victoria de la sociedad civil

Gina Montserrat*

A finales de la década de los 90, enel contexto de la posguerra y la

transición económica enMozambique, surge uno de los

mayores movimientos sociales, laCampaña Tierra, liderada por el

conocido académico y activistaJosé Negrão. Constituida por

diferentes organizaciones de lasociedad civil mozambiqueña, el

objetivo de la Campaña es ladefensa del derecho a la tierra.

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38 ● 2005 ● Diciembre ● PUEBLOS ● Información y debate

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Especial DossierModelos neoliberales: máscampesinos sin tierraEn la década de los años 90 se reini-cian nuevas políticas de ajuste estruc-tural de las economías africanas y conello surge nueva política de tierras pa-ra el continente. Según establece elBanco Mundial, la nueva política tie-ne como base el presupuesto de que latitulación individual de la tierra signi-ficaría una reducción de los costes detransacción, además de un incrementode la eficiencia económica de las em-presas y del desarrollo de un mercadode tierras. En definitiva, la tierra tieneque ser tituladapara asegurar losderechos de pro-piedad y poderlograr el acceso alcrédito, lo queposteriormentepermitiría que setransformaran enempresas.

Pero a lo largode la década delos años 90, loúnico que se evi-denció fue que laaplicación de estaclase política enel continente afri-cano implicó unaumento de lavulnerabilidad alimentaria de la pobla-ción, poniendo en riesgo la reproduc-ción social de los grupos sociales máspobres. La evidencia demostró que enlas actuales condiciones rurales africa-nas, la racionalidad individual de tipoempresarial no sólo no es exclusiva, si-no que también acarrea desventajas pa-ra los más pobres y para las mujeres je-fas de familia1.

Se verificó que no existía una co-rrelación positiva entre la tierra titula-da y el acceso al crédito, y que el mer-cado de tierras se encontraba total-mente distorsionado por la interven-

ción estatal, que marca una tendenciapara la concentración de tierras en lasfamilias que constituyen las elites en elpoder. Esta concentración también sedaba en empresas extranjeras. Todoello llegó a poner en grave riesgo la se-guridad alimentaria de los pobres.

El movimiento nace durante laposguerra mozambiqueña y el proce-so de transición de una economíacentralizada de cariz socialista haciauna economía capitalista de mercadolibre. En esta situación de posguerray transición económica se inicia, poruna parte, el retorno de muchos des-locados (desplazados por la guerra) alas tierras de origen en las zonas ru-rales; por otro lado, comienza el rea-juste estructural económico que abríanuevas perspectivas para la inversiónen las zonas rurales por la vía de lareprivatización de las exploraciones

agrícolas estata-les. Era evidentela posibilidad deque emergieranconflictos de tie-rra y por tanto lanecesidad de re-visar la Ley deTierras de 1979.Esta norma nosólo daba al Es-tado y al partidode la FRELIMO2

unas primacíasexcesivas queayudaban al des-arrollo de la co-rrupción, sinoque también esti-mulaba la espe-

culación de tierras3.A mediados de 1995, fue consti-

tuida una Comisión Interministerial deTierras, con el objetivo de diseñar unapolítica y elaborar una nueva versiónde la Ley de Tierras. El SecretariadoTécnico se transformó en el órganoejecutivo, encabezado por ConceiçãoCuadros y José Negrão, un respetadoprofesor e investigador de DesarrolloRural de la Universidad Eduardo

La tierra representa el activo principal para cubrir las necesidades básicas de

la mayoría de la población mozambiqueña“ “

En síntesis, donde se realizó la re-forma de la tierra de acuerdo a los mo-delos neoiberales en lugar de que pro-ducirse el acceso a la tierra con finesproductivos, se verificó una especula-ción del suelo, incrementándose el nú-mero de personas sin tierra que se vie-ron obligadas a alquilar la tierra a gran-des latifundistas.

La Campaña Tierra y la nueva leyEste es el contexto en el que surge laCampaña Tierra. Constituida por unabase muy amplia, incluye cerca de 200organizaciones que trabajaban a variosniveles -nacional, provincial y comu-nitario- y con diferentes filiaciones tan-to políticas como sociales y religiosas.

1 NEGRÃO, José (2002); “A indispensable terraafricana para o aumento da riqueza dos po-bres”; Instituto de investigação para o Desen-volviemtno - Cruzeiro do Sul-, Maputo.

2 Frente de Liberación de Mozambique.

3 De acuerdo con la Ley de 1979, los impuestossobre la tierra disminuían con el aumento delárea. La racionalidad de este mecanismo legalse asentaba en la orientación socialista en lacual las mayores tierras petenecían al Estadoy por este motivo debían de pagar menos.

La Campaña Tierra es uno de los movimientos sociales más sólidos de Mozambique.

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Especial DossierMondlane, que desempeñó un papelimportante y esencial en la elabora-ción de la ley y posteriormente en elliderazgo de la Campaña Tierra para ladivulgación de la nueva norma.

Durante los debates para la prepa-ración de la Ley de Tierra, distintas or-ganizaciones y personalidades públi-cas participaron en las discusiones delos anteproyectos, bajo la responsabi-lidad del Secretariado Técnico de laComisión Interministerial de Tierras,con el fin de defender los derechos co-lectivos de tierra y proteger a aquellosgrupos más vulnerables, los campesi-nos mozambiqueños4.

Es en este momento concretocuando se materializa la Campaña Tie-rra. Al principio no constituía unacampaña claramente estructurada. Setrataba fundamentalmente de sensibi-lidades que cubrían un amplio espec-tro de grupos y de intereses sociales, yque abarcaban desde iglesias, asocia-ciones, cooperativas, organizacionesno gubernamentales, académicos, po-líticos hasta elementos del sector pri-vado. Pero gracias al lideraje de JoséNegrão, se consiguió organizar lacampaña a nivel nacional, provincialy comunitario, y hacer de ella uno delos mayores movimientos cívicos deMozambique.

José Negrão estaba en contra de laidea de que el título individual fuerala única forma legal de acceso a la tie-rra. De hecho, recogió múltiplesejemplos que mostraban la ineficaciade los títulos individuales en otras zo-nas de África, y defendió los derechoscolectivos de la tierra y la necesidadde adaptar la ley a los derechos con-suetudinarios.

El proceso de formulación y ela-boración de la ley duró dos años deintensos debates y de investigacionespor parte del Gobierno, organizacio-nes de la sociedad civil, partidos po-líticos, autoridades tradicionales, sec-tor privado, instituciones académicas

nacionales y extranjeras, grupos reli-giosos, agencias de donantes y lasNaciones Unidas. Finalmente fueaprobada en el Parlamento en 1997,entrando en vigor el 1 de enero de1998. La posición de la CampañaTierra era la de defender el acceso ala tierra para todos los que la necesi-taran como condición indispensableo lo que era lo mismo: “No a los sintierra”. Otro de sus postulados estabaen reconocer el derecho consuetudi-nario tradicional de ocupación y he-rencia de las tierras para la seguridadde la posesión de ésta, siempre ycuando respetara los derechos cons-titucionales de la mujer. A ello habíaque sumar la necesidad de acabar conla especulación por parte de los lati-fundistas, así como con el alquiler detierras como condición para la segu-ridad alimentaria.

La Campaña Tierra representó ungran éxito y una gran victoria para lasociedad civil mozambiqueña en de-fensa de los más pobres, en la medi-da que la nueva ley refleja las de-mandas que se exigieron durante suproceso de elaboración. Así la Ley deTierras 19/97 establece el derecho deuso y aprovechamiento de la tierraadquirido por ocupación de personassingulares y por las comunidades lo-cales según establecen las normas yprácticas consuetudinarias. Además

también proporciona ventajas com-parativas para el sector familiar y enparticular para las mujeres, a quiénle es otorgado el derecho de controldel recurso como ciudadanas de ple-no derecho.

Más de 15.000 activistasPero la labor de la Campaña Tierra te-nía que proseguir su labor. Con laaprobación de la ley llega el momen-to para su diseminación en todo el pa-ís. Dada la carencia de información yconocimientos por parte de las comu-nidades rurales, como también la fal-ta de transparencia de las prácticas ad-ministrativas y judiciarias, se revelóla necesidad de organizarse para di-vulgarla por todos los lados del país.En dos años, cerca de 200 organiza-ciones no gubernamentales, organiza-ciones comunitarias de base, iglesias,institutos de investigación y otras ins-tituciones se sumaron a la campaña.Más de 15.000 personas fueron for-madas como activistas y 50.000 estu-vieron directamente implicados en lacampaña en 114 de los 128 distritosde Mozambique.

A pesar de la fragilidad de las de-mocracias de los Estados africanos yde la escasa consolidación de la socie-dad civil en África Subsahariana, exis-ten por todo el continente movimien-tos sociales y organizaciones que lu-chan políticamente en defensa de nue-vos modelos de desarrollo y que criti-can el actual sistema económico inter-nacional. Un ejemplo de estos movi-mientos lo representa la Campaña Tie-rra que fue y es uno de los movimien-tos sociales más sólidos que existen enMozambique, con alta capacidad delobby y de movilización social. Y todoello se debe a la labor realizada por Jo-sé Negrão. Este artículo es un peque-ño homenaje a este excepcional aca-démico y activista que luchó en defen-sa de los más pobres y que reciente-mente nos dejó.❑

Uno de los postulados de la Campaña era defender el derecho consuetudinario

tradicional de ocupación y herencia de las tierras

“ “Donde se realizó la reforma de la tierra según los modelos neoiberales, no se

produjo un acceso a la misma con finesproductivos, sino la especulación del suelo

“ “

*Gina Montserrat es investigadora del Cruzeirodo Sul (Instituto de Investigación para el

Desarrollo) en Mozambique.

4 TANNE, Christopher (2001), “Law-Making in anAfrican Context: The 1997 Mozambican LandLaw”, Maputo, Mimeo.

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Especial Dossier

Alo largo de su evolución histó-rica, el imperialismo ha logra-do imponer definiciones y es-

quemas anómalos que en esencia sir-ven a sus intereses y que ha consegui-do vender como constantes incuestio-nables, incluso entre los sectores pro-gresistas antiimperialistas. Un claroejemplo es la llamada “legitimidad in-ternacional” y la “ley internacional”que supuso el equilibrio político de laspotencias mundiales.

Entre las “normas” que el imperia-lismo ha logrado imponer destaca laentidad sionista llamada “Israel”, asícomo la fragmentación de la lucha ára-be contra el proyecto sionista/imperia-lista en la región para separar conflic-

tos locales, limitándolos a los Estadospostcoloniales sin alcance nacional ointernacional.

Históricamente, “Palestina” nuncafue una entidad independiente; fue unacontinuación de la geografía circun-dante: el Oriente árabe (Al-MashreqAl-Arabi) o Bilad Al-Sham (el país deAl-Sham). Los árabes nunca quisieronla separación impuesta por las poten-cias coloniales y afirmar que “Palesti-na” es asunto de los “palestinos” sólosirve a los intereses del imperialismo ydel sionismo.

En 1947, las Naciones Unidas (sinla autorización del pueblo árabe y sinsu representación) decidieron otorgarterritorio árabe a los sionistas, segúnestableció el Plan de Partición. En1948, sionistas llegados de todo elmundo declararon el establecimientodel Estado sionista sobre tierra áraberobada e iniciaron un ataque terroristacontra la población autóctona árabe pa-ra expulsarla de su territorio. Recu-rriendo al sarcasmo, diremos que éstafue la “Guerra de Independencia de Is-rael”; los árabes la recuerdan como Al-Nakba, la catástrofe.

En 1967 los sionistas llevaron acabo otra ofensiva, extendiendo aúnmás su territorio mediante el robo y laagresión, y logrando con ello una ma-

yor flexibilidad para crear “nuevoshechos” sobre el terreno, hechos,aceptados por el mundo, incluidos lossectores progresistas, como que “Pa-lestina” ya no forma parte del territo-rio árabe, sino que es una entidad in-dependiente, e “Israel” ya no es unaentidad colonial anómala, sino un“Estado” aceptado por las NacionesUnidas. La tierra árabe ocupada es só-lo el territorio ocupado en 1967; elresto se ha olvidado en una suerte deamnesia mundial colectiva.

La resistencia contra la normalización del Estado sionista

Hisham Bustani*

La base del movimiento anti normalización consiste en

eliminar los “hechos” fabricadospor el imperialismo, que tienen más

peso que los hechos objetivos e históricos. Por ello, es

inaceptable dar por buenas lassecreciones imperialistas

y adoptarlas como un statu quosobre el que construir el futuro, porque esta base será deforme e

inestable, e irá contra los intereses y las aspiraciones de los pueblos.

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Especial DossierNormalizar “Israel” como ejeregional de sometimiento Pese a la masiva oposición del puebloárabe, el régimen de Egipto fue el pri-mero en normalizar sus relaciones conla entidad sionista al firmar un tratadode “paz” en 1979. Este suceso marcóel comienzo de un movimiento popu-lar anti normalización en Egipto.

Tras los Acuerdos de Oslo, firma-dos por la Autoridad Nacional Pales-tina y los sionistas en 1993, el régi-men de Jordania estableció relacionescon los sionistas y cerró un acuerdode “paz” con ellos en 1994, lo quetambién avivó la enorme oposiciónpopular e impulsó el movimiento an-ti normalización jordano. Muchos Es-tados árabes como Mauritania, Ma-rruecos, Túnez, Qatar, etc. establecie-ron relaciones con la entidad sionista,aumentando la oposición popular quepropició el nacimiento de las organi-zaciones anti normalización e hizoevolucionar a las organizaciones po-pulares ya existentes hacia estas mis-mas posiciones.

El coste de la normalización En 2004, “Israel” exportó sólo a Jor-dania por valor de 133 millones dedólares. Ahora ha comenzado a infil-trarse en los mercados árabes, inclu-so en aquellos con los que no mantie-ne relaciones, mediante la “reexpor-tación” de productos de los países ára-bes que sí tienen acuerdos comercia-les con “Israel”.

Además de la infiltración comer-cial y política, “Israel” también está ex-portando a los países árabes sus indus-trias de “bajo nivel”, como la textil.Con este propósito, se establecieron enJordania y en Egipto las llamadas Zo-nas Aptas para la Industrialización(QIZ por sus siglas en inglés). Estaszonas, que mantienen acuerdos espe-ciales con el gobierno de Estados Uni-dos, exportan al mercado estadouni-dense productos libres de impuestos yde cuotas con una sola condición: queun mínimo del ocho por ciento de laproducción industrial provenga de “Is-rael”. Las fábricas emplean principal-

mente a mujeres de las zonas más de-primidas que no tienen derechos sindi-cales ni seguros sociales, y que recibenun suelo de 100 dólares mensuales. Elgobierno del país suministra el agua yla electricidad a precios “ventajosos” aestas empresas, que están exentas delpago de impuestos. Los inversorespueden sacar del país sin restriccionestodos los beneficios e incluso la totali-dad el capital invertido. Lo único queconsigue esta fórmula es que la manode obra árabe se convierta en esclavade la economía sionista mediante la do-nación de territorio, recursos e infraes-tructura árabes, y que todo el tejido so-cial árabe se someta al ciclo económi-co de su enemigo.

La contraofensivaLa lucha que está teniendo lugar en laregión árabe no se está librando por elestablecimiento de un “Estado pales-tino”; se trata de un enfrentamientoentre dos proyectos: el proyecto de li-beración árabe, que pretende recobrarla soberanía del pueblo sobre su terri-torio, sus recursos y su destino, y elproyecto imperialista sionista de he-gemonía, sometimiento, anexión y la-trocinio. El factor principal que sirveal proyecto imperialista sionista y quese interpone en el camino de la con-secución y de cualquier esfuerzo en-caminado a la liberación árabe es só-lo la entidad sionista que fue fabrica-da con esa intención. La normaliza-ción es el arma principal que apuntadirectamente contra los esfuerzos de

liberación del pueblo árabe, contra lalógica y el análisis antiimperialista, yconsigue transformarlos mediante elengaño en un discurso reconciliadocon el imperialismo.

La normalización transformó la re-gión ocupada del suroeste de “BiladAl-Sham” en una “Palestina” separa-da, luego dividida aún más por un plande Naciones Unidas y posteriormentereducida a “Cisjordania” y la “Franjade Gaza”. Ahora, “Palestina” es unaentidad de 360 kilómetros cuadradosasediada por los israelíes.

La normalización supone la trans-formación activa del Este árabe en unOriente Próximo sin identidad árabepara que “Israel” pueda “confundirse”en la región y convertirse sin ningúnobstáculo en un “eje de poder”.

Las masas árabes combaten la nor-malización, pero ha llegado el mo-mento de que los movimientos progre-sistas del norte se sumen a esta estra-tegia, adoptando una postura inflexiblecontra el sionismo y el imperialismo,y comprendiendo que no podrá alcan-zarse una paz regional o mundial si “Is-rael” no desaparece de la región árabey si además no se rechazan los contac-tos y relaciones con los “israelíes”.❑

*Hisham Bustani es miembro del Comité de Seguimiento de la Alianza de la resistencia

del Pueblo Árabe, del Comité anti Normalización del Sindicato de Asociaciones Profesionales

y del alto Comité ejecutivo por el Enfrentamiento de la Normalización y la Protección de la Patria

en Jordania.

Traducción: Cari Baena

Lecturas

BUSTANI, Hisham: “The Deleted Memory-Inventing “Palestine” and Discovering Le-

banon”, (en español e inglés)

http://www.nodo50.org/csca/agenda05/misc/bustani_2-09-05.html

BUSTANI, Hisham: “Davos in Jordan-Israel as an Axis of a US-Middle East Free Zo-

ne” (en español)

http://www.nodo50.net/csca/miscelanea/jordania-bustani_23-06-03.html

BUSTANI, Hisham: “It’s Time to Radicalize Concepts on the Arab-Zionist Struggle”

(en español)

http://www.nodo50.org/csca/miscelanea/bustani_22-09-03.html

“Yes to “Israel” on 1948-stolen Land, No to “Israel” on 1067-stolen Land!!” (en es-

pañol e inglés)

http://www.nodo50.org/csca/agenda05/palestina/bustani_10-08-05.html

42 ● 2005 ● Diciembre ● PUEBLOS ● Información y debate

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Especial Dossier

Recursos en Internet

Algunos foros sociales

www.forumsocialmundial.org Foro Social Mundial. www.fse-esf.org Foro Social Europeo. www.forosocialamericas.org Foro Social de las Américas. www.africansocialforum.org Foro Social Africano.www.fsmed.info Foro Social Mediterráneo.www.forosocialmadrid.org Foro Social Madrid.www.forumsocialdemallorca.org Foro Social de Mallorca.www.fsz.solidaragon.org Foro Social de Zaragoza.www.otramalaga.org Foro Social de Málaga.

Medios de comunicación alternativos

www.nodo50.org Espacio en la red dedicado a los movimientos so-ciales y la acción política.

www.mediosparalapaz.org Herramienta periodística para el cubri-miento del conflicto armado en Colombia.

www.sindominio.net Espacio en la red formado por distintos colectivosque apuestan por una comunicación libre y la transformación social.

www.pangea.org Portal dedicado a la solidaridad, al servicio de lasorganizaciones que luchan por la justicia social.

www.rebelion.org Periódico digital con artículos económicos, políti-cos y sociales. Organizado por temas, zonas geográficas y autores.

www.lainsignia.org Publicación en la red con artículos de reflexiónsobre derechos humanos, ecología, política, inmigración...

www.mondiplo.com Página de Le Monde Diplomatique, edición es-pañola. Este periódico se puede leer en 19 idiomas y cuenta con 24ediciones en papel.

www.diagonalperiodico.net Web del periódico Diagonal con edi-ción digital en Internet. Se pueden leer artículos de números pasa-dos en formato PDF.

www.indymedia.org Portal del colectivo de organizaciones in-dependientes que ofrecen información alternativa sobre distin-tas áreas geográficas.

www.ardibeltza.com Revista vasca de investigación y denuncia. www.combate.info Web de la revista Combate que trata sobre as-

pectos políticos de Portugal e internacionales. www.envio.org.ni Web de la revista nicaragüense Envío que abor-

da temas de Centroamérica desde un punto de vista crítico. www.mundoarabe.org Página dedicada a los países árabes con

artículos de carácter social y político, pero también con conteni-dos sobre cultura árabe.

www.fodema.com.ar Página del foro de medios alternativos con te-mas sobre pueblos indígenas, Iberoamérica, derechos humanos...

www.pensamientocritico.org Espacio dedicado a artículos de refle-xión que ofrece un catálogo de libros y publicaciones.

www.airecomun.com Web de la asociación de educomunicadores Aire.

Colectivos, movimientos, organizaciones

www.mst.org.br Web del Movimiento de trabajadores rurales SinTierra de Brasil.

www.ezln.org Página del Ejercito de Zapatista de Liberación Nacional.www.es.amnesty.org Página de Amnistía Internacional. www.stopthewall.org Web de la Campaña Popular Palestina en

contra del Muro del Apartheid. www.redcolombia.org Pagina de la red que agrupa a distintas or-

ganizaciones colombianas que trabajan en favor de los derechoshumanos.

www.viacampesina.org Web de Vía Campesina que coordina losmovimientos y las organizaciones de campesinos, de comunida-des indígenas y de trabajadores agrícolas, y defiende los interesesbásicos de estos sectores.

www.accionecologica.org Página de la organización Acción Ecoló-gica de Ecuador que cuestiona el modelo de desarrollo en el país,por ser antiecológico, inequitativo y excluyente.

www.nodo50.org/csca/ Pagina del Comité de Solidaridad con laCausa Árabe.

www.movsoc.org Web del Grupo Red de movimientos sociales.www.ecologistasenaccion.orgWeb de la organización Ecologistas en Ac-

ción con temas sobre agua, contaminación, residuos, transgénicos...www.mugarikgabe.org Página de la organización vasca Mugarik

Gabe que trabaja en el desarrollo equitativo y sostenible tanto anivel local como internacional.

www.cicbata.org Web del Centro de Iniciativas para la Cooperación.www.uam.es/centros/derecho/cpolitica/africa Página del Grupo de

Estudios Africanos (GEA) de la Universidad Autónoma de Madrid.www.mujeresenred.net Portal de género por la igualdad entre mu-

jeres y hombres. Artículos, cursos, libros. www.wib.matriz.net Página del colectivo Mujeres de Negro sur-

gido a raíz de la guerra en la ex Yugoslavia.www.etuc.org Página la Confederación Europea de Sindicatos.

Redacción Pueblos

Información y debate ● PUEBLOS ● Diciembre ● 2005 ● 43

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s

Aunque este encargo estaba refe-rido, particularmente, a la inves-tigación de los hechos produci-

dos en la “guerra interna” que enfrentó alas fuerzas armadas y policiales con losgrupos subversivos de Sendero Lumino-so y el Movimiento Túpac Amaru, susresultados pusieron en evidencia situa-ciones de violación de los derechos hu-manos que sirvieron de caldo de cultivopara la violencia que se saldó con más de69.000 muertos o desaparecidos.

Como manifestó el Dr. SalomónLerner en el informe de la Comisión dela Verdad y Reconciliación, que presi-dió, “la historia del Perú registra más deun trance difícil, penoso, de auténticapostración nacional. Pero, con seguri-dad, ninguno de ellos merece estar mar-cado tan rotundamente con el sello de lavergüenza y del deshonor como el frag-mento de historia que estamos obligadosa contar desde estas páginas. Las dos dé-cadas finales del siglo XX son -es for-zoso decirlo- una marca de horror y dedeshonra para el Estado y la sociedadperuanos”.1

Las violaciones a los derechos hu-manos mostraron algo que no se quisover desde mucho tiempo atrás por partedel Estado y la sociedad: la situación deexclusión y discriminación de amplios

sectores de la población por razonesde idioma, etnia, extracción social,económica o cultural. Decenas de mi-les de peruanos y peruanas “invisibles”sobre quienes se descargó la más ferozviolencia de la cual se tenga memoriaen el Perú.

Tras más de dos años de la entregadel Informe Final de la Comisión de laVerdad y Reconciliación (IFCVR) al go-bierno del presidente de la República yotros poderes del Estado, muy poco se haavanzado en relación a la implementa-ción de las Conclusiones y Recomenda-ciones contenidas en dicho informe.

En el IFCVR se plantea que en el Pe-rú sólo será posible alcanzar la reconci-liación y la paz mediante el ejercicio deuna justicia que juzgue y sancione a losresponsables de los hechos de violencia,si se atiende y repara a las víctimas porlos enormes daños ocasionados, y si seemprenden reformas del Estado destina-

das a garantizar que tales sucesos novuelvan a ocurrir.

El sistema de justiciaDespués de cuatro años de iniciada latransición democrática, el sistema de jus-ticia en el país poco ha avanzado, des-perdiciando los pasos que sí se dieron,como el Plan de Reforma Integral de laAdministración de Justicia, elaboradopor la Comisión Especial para la Refor-ma Integral de la Administración de Jus-ticia (CERIAJUS) para impulsar las re-formas y contribuir al fortalecimiento dela democracia tan mellada durante el go-bierno anterior

Entre los avances logrados se puedenseñalar: a) constitución de la Fiscalía Es-pecializada en Desapariciones Forzadas,Ejecuciones Extrajudiciales y Exhuma-ción de Fosas Clandestinas; b) creaciónde la Comisión Multisectorial de Alto Ni-vel, (CMAN), encargada de dar segui-

La Comisión de la Verdad y Reconciliación en Perú

Pablo Zavala Sarrio

Luego de la caída del gobierno dictatorial de Fujimori, Valentín

Paniagua, presidente del gobiernode transición, aprobó la constitución

de la Comisión de la Verdad, encargándosele la tarea de

investigar los hechos de violación delos derechos humanos ocurridos en

el período 1980 - 2000.

Cierre de dictaduras

1 Atún Willakuy. Versión Abreviada del IFCVR, Cor-poración Gráfica NAVARRETE, Lima - Perú, 2004.

Campesinos e indígenas fueron las principales víctimas de la violencia.

Con

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Cierre de dictadurasmiento a las recomendaciones de laCVR; c) creación de la Comisión Espe-cial de Reforma Integral de la Adminis-tración de Justicia; d) constitución de laComisión para un Acuerdo Nacional porla Justicia. En este último aspecto, la Co-misión llegó a consensos como el forta-lecimiento de la autonomía del Poder Ju-dicial, el acceso a la justicia, la lucha con-tra la corrupción, la modernización de la

justicia, la formación de magistrados, laenseñanza del derecho y el presupuestojudicial.

Un aspecto preocupante es el referi-do a los cambios necesarios de la CorteSuprema. Dada la alta carga procesal,hasta el año pasado la Corte Supremamantuvo un alto porcentaje de magistra-dos provisionales frente a los titulares, si-tuación que pone en riesgo una eficienteadministración de justicia.

En lo que respecta a los procesos dejudicialización investigados por la CVR,sólo uno de los 47 casos cuenta con sen-tencia y cabe señalar que de las 1.512víctimas contempladas en los 47 casos,1.148 no tienen un abogado o una insti-tución que les asista en la defensa de susderechos.

Otro tema de preocupación es la fal-ta de coordinación entre el Poder Judi-cial y el Ministerio Público, que conlle-va defectos en el manejo de los casos. A

fin de garantizar el ejercicio pleno de losderechos por parte de las víctimas y susfamiliares.

Aún subsiste el problema de la obs-trucción por parte del Ministerio de De-fensa de facilitar información sobre de-tenciones, tortura y desapariciones devíctimas en cuarteles, existencia de fo-sas, etc. Asimismo, el Ministerio del In-terior no brinda su colaboración, (que entodo caso implica una obligación legal)a fin de ejecutar los mandatos de deten-ción sobre efectivos de las fuerzas arma-das o de la policía, hechos que demues-tran la existencia de presiones de parte desectores de las primeras para mantener laimpunidad. Apesar de las decisiones delTribunal Constitucional y de la Corte Su-prema de Justicia que reiteran que el co-nocimiento de los casos de violacionesde derechos humanos es competencia delfuero civil, los órganos de justicia mili-tar han mantenido su decisión de hacer-

De 1.512 víctimas contempladas en los 47 casos, 1.148 no tienen un abogado“

esto se añade la decisión de conferircompetencia nacional a los jueces supra-provinciales de Lima para que asumanla investigación de casos ocurridos enotros departamentos del país y que poneen riesgo un adecuado desarrollo de lasinvestigaciones. En la ejecutoria de es-tos procesos no existe aún un enfoqueque tome en cuenta la interculturalidad,la dimensión psicosocial y de género a

se cargo de casos de violaciones de de-rechos humanos cometidas por miem-bros de las fuerzas armadas y de la poli-cía nacional.

Es importante indicar que, luego deuna larga espera, gracias a la gravitaciónmoral del Informe Final de la Comisiónde la Verdad y Reconciliación, así comoa las acciones de las organizaciones de de-rechos humanos, de la sociedad civil, desectores renovados de las iglesias católi-ca y protestante, así como de algunos or-ganismos del Estado, como la Defensoríadel Pueblo, y la presión internacional sehan iniciado los juicios orales contra losmilitares implicados en el denominado ca-so Colina (responsables de la masacre enuna zona denominada Barrios Altos y elasesinato de un docente y estudiantes dela universidad de La Cantuta), así como

en el juicio contra Abimael Guzmán, di-rigente máximo de Sendero Luminosojunto a sus principales colaboradores.

El panorama del respeto y garantía delos derechos humanos en cuanto a la ad-ministración de justicia aún deja muchoque desear. Aunque uno de los problemases la falta de un presupuesto, esto no ex-cluye el juicio crítico sobre los vicios delenidad, burocratismo y corrupción quetodavía arrastra.

Reparaciones a las víctimas Con relación a este aspecto, el IFCVR,señala lo siguiente: “Para la CVR la re-paración tiene profundas implicacioneséticas y políticas, y es un componente im-portante del proceso de reconciliación na-cional. Al ser las víctimas del conflicto ensu abrumadora mayoría campesinos, po-bres, indígenas, tradicionalmente discri-minados y excluidos, son ellos los que de-ben recibir atención preferente por partedel Estado”. 2

“Para la CVR, la reparación implicarevertir el clima de indiferencia con actos

Cerca de 70.000 peruanos murieron o desaparecieron entre 1980 y 2000.

2 Ibidem, pag. 464.

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Información y debate ● PUEBLOS ● Diciembre ● 2005 ● 45

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*Pablo Zavala Sarrio es

de solidaridad que contribuyan a la supe-ración de enfoques y hábitos discrimina-torios, no exentos de racismo. Aplicadoscon equidad, las reparaciones deben, asi-mismo, generar confianza cívica, resta-bleciendo las relaciones dañadas entre losciudadanos y el Estado, de modo que seconsolide la transición y gobernabilidaddemocráticas y se prevengan nuevos es-cenarios de violencia”.3

En este marco, el IFCVR presentó unPlan Integral de Reparaciones, financia-do por el Estado y por la sociedad, desti-nado a iniciar un proceso de reconoci-miento a una deuda moral y material conlas víctimas y sus familiares. El Plan pro-pone: a) las reparaciones simbólicas, elrescate de la memoria y la dignificaciónde las víctimas; b) la atención a la educa-ción y a la salud mental; y c) las repara-ciones económicas individuales y colec-tivas (programas de reconstrucción insti-tucional, desarrollo comunal, serviciosbásicos y generación de ingresos).

En este sentido se han realizado es-fuerzos. Puede señalarse la aprobacióndel Plan Integral de Reparaciones, el cualrecoge un conjunto de señalamientos con-ceptuales, así como propuestas progra-máticas planteadas en el IFCVR, queconforman el marco normativo.

La norma amplía el mandato de laComisión Multisectorial de Alto Nivel(CMAN) para el seguimiento de las ac-ciones y políticas del Estado en los ám-bitos de la paz, la reparación colectiva yla reconciliación nacional, creando elConsejo de Reparaciones que se encar-gará del Registro Único de Víctimas. Deotro lado, está la expedición que apruebala Programación Multianual 2005 - 2006para las reparaciones, priorizando a lascomunidades rurales más fuertementeafectadas.

Si bien es cierto que estos avancesson importantes a nivel normativo, es no-toria la falta de voluntad para concretaren aspectos tangibles la atención a las víc-timas y sus familiares. Una muestra deello es el monto de apenas tres millonesde dólares aprobado para el Plan de Re-paraciones, suma proveniente del crédito

suplementario del presupuesto nacional.Con dicha suma sólo se atenderán repa-raciones simbólicas y colectivas de me-nor escala en los departamentos más afec-tados, dejando de lado las reparacionesindividuales y otras de mayor enverga-dura. Algunos gobiernos regionales handado señales de voluntad política a tra-vés de instancias técnicas o planes re-gionales de reparación. Tales son los ca-sos del gobierno regional de Ayacucho,que ha creado el Consejo Regional deReparación y Reconciliación de la Re-gión, o el gobierno regional de Huánuco,que ha conformado una Comisión Re-gional Multisectorial, la cual ha aproba-do el Plan Integral de Reparaciones2005-2006. De igual modo, el gobiernode Huancavelica ha aprobado el Plan In-tegral de Reparaciones.

Reformas institucionales Apartir de las investigaciones de la CVR,el IFCVR señala la necesidad de em-prender una reforma de los poderes delEstado, particularmente, del Poder Judi-cial, las fuerzas armadas y la policía na-cional, no sólo por su comportamientodurante el período del conflicto armadointerno, sino por la necesidad de contri-buir al fortalecimiento de la instituciona-lidad democrática y la protección de losderechos humamos en el país.

En cuanto a las reformas de las fuer-zas armadas y de la policía nacional, setocan aspectos sobre sus funciones y laformación profesional que reciben. Otrosasuntos tienen que ver con la concepciónsobre la Defensa y Seguridad Nacional,la Defensa del Orden Interno y la seguri-dad ciudadana, el Servicio de Inteligen-cia y la Justicia Militar.

Respecto a la Defensa y SeguridadNacional, el actual gobierno, sin tomaren cuenta las recomendaciones formula-

das al Sector Defensa en el IFCVR ycontradiciendo su propuesta de encami-nar un proceso de control de las inver-siones en material bélico, creó un fondopermanente destinado al “repotencia-miento” de las fuerzas armadas. De otrolado, algunos sectores de éstas, contra-rios al IFCVR y sus recomendaciones,continúan sosteniendo la permanencia dela justicia militar como un ente autóno-mo del Poder Judicial, con un evidenteinterés de obstruir los procesos de judi-cialización de oficiales. Apesar de las re-soluciones del Tribunal Constitucionalexhortando al Congreso sobre la necesi-dad de adoptar medidas legislativas alrespecto, éste ha propuesto un proyectode ley para la delegación de facultades alEjecutivo, abdicando de sus responsabi-lidades y competencias.

Las fuerzas armadas, con una con-cepción particular sobre su rol frente aldesarrollo del país, amplían el espectrode sus funciones hacia el desarrollo so-cial, económico, de defensa civil, controldel orden interno, conflictividad social ycorrupción. Preocupan en particular loscuatro últimos aspectos que desnatura-lizarían su función primordial de la de-fensa de la integridad del territorio na-cional, propiciando la duplicidad de res-ponsabilidades que corresponden a otrasinstancias del Estado.

Así, se hace necesaria la adopción demedidas legislativas que definan las fun-ciones de las fuerzas armadas en el mar-co de una política nacional de seguridady de una estrategia integral de pacifica-ción, tal como lo ha señalado el IFCVR.

En cuanto a la formación profesionalen las fuerza armadas y la policía nacio-nal del Perú se ha logrado algunos avan-ces, incorporando contenidos sobre dere-chos humanos y Derecho InternacionalHumanitario, y la capacitación mediantemetodologías innovadoras. No obstante,no es fácil cambiar los modelos tradicio-nales de formación castrense y policial,en los que subsisten estructuras de orga-nización y funcionamiento violatorios delos derechos humanos.❑

El Ministerio del Interior no brinda su colaboración para ejecutar los mandatos

de detención sobre efectivos de las fuerzas armadas

“ “3 Id.

Cierre de dictaduras

46 ● 2005 ● Diciembre ● PUEBLOS ● Información y debate

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El Acuerdo Global de DerechosHumanos recogió, en sus nue-ve puntos, elementos que en su

mayoría siguen vigentes después deuna década. Respecto al compromisogeneral con los derechos humanos, semanifestó la voluntad política de ha-cerlos respetar (Compromiso 1), aun-que, sin embargo, no se cuenta con unapolítica estatal integral en esta materia.En cuanto al fortalecimiento de las ins-tancias de protección de los derechoshumanos, especialmente del Organis-mo Judicial, el procurador de los De-rechos Humanos y el Ministerio Pú-blico (C2), es claro que, pese a los di-ferentes esfuerzos y una importantecantidad de fondos de la cooperacióninternacional invertidos, el Sistema deJusticia y la Procuraduría de DerechosHumanos no han logrado fortalecersecomo la situación requiere.

Sobre compromiso en contra de laimpunidad (C3), sí se logró la modifi-cación del Código Penal para la tipifi-cación y sanción como delitos de es-pecial gravedad de las desaparicionesforzadas o involuntarias, así como delas ejecuciones sumarias o extrajudi-ciales. Sin embargo, esta medida no fa-vorece la lucha contra la impunidad delos crímenes del pasado, por la irretro-actividad de la ley, en tanto que las de-ficiencias en la administración de jus-ticia contribuyen al mantenimiento dela impunidad también respecto al pre-sente, pues la delincuencia común y elcrimen organizado cometen igualmen-te delitos de forma impune.

En cuanto al compromiso de queno existan cuerpos ilegales, ni aparatosclandestinos de seguridad (C 4.1), losesfuerzos de organizaciones de la so-

ciedad civil para la creación de la Co-misión de Investigación de CuerposIlegales y Aparatos Clandestinos deSeguridad (CICIACS) han encontradoconstante oposición y la iniciativa si-gue pendiente de discusión en el Con-greso de la República.

Por su parte, los Comités Volunta-rios de Defensa Civil (C 5.2) fuerondesmantelados, pero sus miembros

nunca perdieron el poder en las co-munidades y han encontrado los me-canismos para insertarse en espacioslocales como los Comités Comunita-rios de Desarrollo (COCODES). Elgobierno del FRG alentó su reorgani-zación al ofrecerles una compensa-ción económica por servicios presta-dos, decisión mantenida por el go-bierno actual.

El incumplimiento de los Acuerdos de Paz en Guatemala

Para examinar la situación de los derechos humanos en Guatemala, desde la firma del Acuerdo de Paz, en diciembre de 1996, conviene

remitirnos al Acuerdo Global de Derechos Humanos del 29 de marzo de 1994. Dicho acuerdo se refiere concretamente al tema, recogiendo aquellos aspectos

vinculados a la forma en que se violaron los derechos humanos en el contexto del conflicto armado.

Anantonia Reyes Prado*

Protección de los defensoresde los derechos humanosEl Compromiso 7 indica que se toma-rán medidas especiales de protecciónen beneficio de aquellas personas o en-tidades que trabajan en el campo de losderechos humanos, pero sólo entre ene-ro y septiembre de este año, la Unidadde Defensores del Movimiento Nacio-

nal por los Derechos Hu-manos (MNDH) ha regis-trado 180 ataques. Tambiénes preciso mencionar que,a fin de investigar las de-nuncias sobre actos o ame-nazas que pudieren afectara defensores/as de derechoshumanos, se ha creado den-tro del Ministerio Público,una Fiscalía de DerechosHumanos

Tras reconocer (C 8)que es un deber humanita-rio resarcir y/o asistir a lasvíctimas de violaciones alos derechos humanos, seindicó que se haría efecti-vo por medio de medidas yprogramas gubernamenta-les de carácter civil y so-cioeconómico dirigidos enforma prioritaria a quienesmás lo requirieran. Tras ca-si 10 años, el 11 de abril de2003, durante la gestión deAlfonso Portillo se creó,mediante Acuerdo Guber-nativo, el Plan Nacional deResarcimiento. Este planha enfrentado problemasburocráticos y conceptua-les (la no inclusión del de-lito de genocidio comocausa del resarcimiento),así como la falta de enten-

dimiento entre las organizaciones so-ciales, el desconcierto sobre la repara-ción económica acordada para los expatrulleros y el riesgo de que, en elcontexto de pobreza extrema en que vi-ve la población afectada por el con-flicto priorice el contenido meramenteeconómico del resarcimiento y no susotras dimensiones (psicológica, social,cultural).

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En cuanto al resarcimiento, hayque mencionar que en el ámbito delSistema Interamericano, merced a losesfuerzos de las organizaciones de de-rechos humanos, se logro en 2004 unasentencia histórica por el caso de lamasacre de Plan de Sánchez, RabinalBaja Verapaz. La Corte Interamerica-na de Derechos Humano impuso alEstado guatemalteco la obligación deindemnizar a las víctimas, lo que de-be hacerse efectivo en diciembre deeste año.

La Misión de Verificación de la ONU El AGDH también estableció la Mi-sión de Verificación de Naciones Uni-das para Guatemala (MINUGUA). Esimportante recordar que el mandato deMINUGUA incluía contribuir a forta-lecer los mecanismos constitucionalespermanentes y otras entidades guber-namentales y no gubernamentales na-cionales de protección de los derechoshumanos, con las cuales debía colabo-rar, propiciando programas de coope-ración técnica, y realizar actividades defortalecimiento institucional, ofrecien-do apoyo al Organismo Judicial y susorganismos auxiliares, al MinisterioPúblico, al procurador de los DerechosHumanos y a la Comisión Presidencialde los Derechos Humanos. Todo ellopara ayudar al perfeccionamiento yconsolidación de instancias nacionalesde protección de los derechos humanosy del debido proceso legal. Entendien-do que la sola acción de MINUGUAno lograría el cumplimiento de estosobjetivos, que requerían también devoluntad y de responsabilidad políticapor parte de las instituciones mencio-nadas. Luego de 10 años, es clara la de-bilidad en que se encuentran dichasinstituciones.

Otra parte del mandato era contri-buir al fomento de una cultura de ob-servancia de los derechos humanos encooperación con el Estado y las diver-sas instancias de la sociedad. Sin em-bargo, el cumplimiento de este objeti-vo, pese a los esfuerzos de MINUGUAy distintas organizaciones sociales, espoco significativo, dadas las dimen-

siones y características de la violencia,que es practicada no sólo por el Esta-do sino también por la sociedad y tie-ne múltiples causas en el pasado y enel presente1.

Además del Acuerdo Global de De-rechos Humanos que se refiere a los de-rechos humanos más violados en el con-texto del conflicto armado, los Acuer-dos de Paz incluyen acuerdos sustanti-vos que si bien no se expresan en tér-minos de derechos humanos, contem-plan un contenido que tiende a recono-cer y garantizar los derechos humanos.Entre ellos, el acuerdo que estableció laComisión para el Esclarecimiento His-tórico (CEH), que elaboró y entregó suinforme, Memoria del Silencio el 25 defebrero de 1999, el cual no ha sido di-vulgado por el Estado como sus mismasrecomendaciones piden.

Se puede afirmar que la mayor par-te de los esfuerzos para dar cumpli-miento a las recomendaciones de laCEH corresponden a las organizacio-nes de derechos humanos y a la Procu-raduría de Derechos Humanos, que au-naron esfuerzos para conformar la Ins-tancia Multiinstitucional, organizadapara incidir en el Estado a fin de que secree la Fundación por la Paz y la Con-cordia (Recomendación VII) y la Co-misión Nacional de Búsqueda de Ni-ñez Desaparecida (CNBND, Reco-mendación III). Las recomendacionestambién contemplaban la creación delPlan Nacional de Reparación aludidoanteriormente.

Pese a su densidad, el informe dela CEH es sólo el punto de partida pa-ra el estudio del pasado, lo que impo-ne importantes tareas en muy diversoscampos: histórico, sociológico, antro-pológico, psicosocial. También generaimportantes retos sobre el presente:¿qué hacemos con la verdad? ¿Qué ha-cemos cuando descubrimos que lascausas del conflicto permanecen intac-tas y que aquellos en cuyo nombre sehizo lo que se hizo mantienen el poderen sus diversas expresiones?

1 “Guatemaltecos, acostumbrados a la violencia.¿Por qué somos violentos?” En Prensa Libre.Guatemala, 9 de octubre de 2005. Pp. 16 y 17.

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Cierre de dictadurasExclusión, desigualdad y pobrezaLa CEH indicó que la estructura y lanaturaleza de las relaciones econó-micas, culturales y sociales en Gua-temala han sido profundamente ex-cluyentes, antagónicas y conflictivas,y que desde la independencia, seconfiguró un Estado autoritario, ex-cluyente de las mayorías y racista ensus preceptos. Este Estado sirvió pa-ra proteger los intereses de sectoresprivilegiados y el carácter antidemo-crático de la tradición política tienesus raíces en una estructura econó-mica caracterizada por la concentra-ción en pocas manos de los sectoresproductivos2

¿Cómo transitar de víctimas a su-jetos de derechos y sujetos/as socia-les cuando el presente ofrece tantascausas para seguir siendo víctima dela violencia común, de la violenciaestructural, de las catástrofes natura-les que ponen en evidencia la catás-trofe política y social? ¿Cómo dejarde ser víctimas cuando sabemos tanpoco de nuestras luchas pasadas? Elinforme de la CEH dedica escasas pá-ginas a la reconstrucción de la luchapor los derechos humanos en Guate-mala, por lo que es una tarea pen-diente recuperar críticamente estaparte de nuestra verdad.

Un estudio realizado por la organi-zación argentina Poli - Lat refiere queGuatemala obtuvo 1,6 puntos, en unaescala de 1 a 10, en cuanto a desarro-llo democrático (construido con basea un conjunto de 31 indicadores entrelos que se encuentran el gasto en edu-cación, equidad de género, capacidadpara solucionar crisis políticas y liber-tades civiles), lo que indica el acelera-do deterioro de la ya frágil democra-cia que intentan construir los Acuer-dos de Paz3.

Por otro lado, el informe del Pro-grama de Naciones Unidas para elDesarrollo (PNUD) ubica a Guatema-la entre los cuatro países más desigua-les del mundo, junto a Namibia, Re-pública Centroafricana y Brasil, puesel 20 por ciento de las personas más ri-cas percibe el 64,1 por ciento de los in-gresos en tanto que el 10 por cientomás pobre percibe el 1,7 por ciento delos ingresos totales. Guatemala ocupael lugar 117 entre 177 países; el 16 porciento sobrevive con menos de un dó-lar USA al día (pobreza extrema) y el37,4 por ciento, con dos (pobreza).Cumplir las metas del milenio, comoreducir la pobreza a la mitad y elimi-nar el hambre, llevará unos 40 años,

nisterio de Agricultura, Ganadería yAlimentación, y del Fondo de Tierraspersiguen crear condiciones para lainversión, tomando a la tierra comomercancía, y la reducción de la con-flictividad para generar gobernabili-dad, lo que afecta particularmente alas mujeres.5

De víctimas a sujetos socialesA fin de mostrar la voluntad para elcumplimiento de los Acuerdos dePaz, el Congreso de la República lasancionó en agosto de este año el De-creto No. 52 - 2005, Ley Marco delos Acuerdos de Paz que regirá losprocesos de elaboración, ejecución,monitoreo y evaluación de las accio-nes del Estado para el cumplimientode tales acuerdos, reconociendo queéstos tienen carácter de compromisosde Estado. Esta ley crea el ConsejoNacional para el Cumplimiento de losAcuerdos de Paz (CNAP), que estaráintegrado por miembros designadosde los tres organismos del Estado,partidos políticos y la sociedad, y de-termina que el Congreso de la Repú-blica asignará anualmente en el Pre-supuesto de Ingresos y Egresos de laNación el dinero necesario para sufuncionamiento.

Ante este panorama tan poco ha-lagüeño, el tema de los derechos hu-manos al igual que los Acuerdos dePaz poco o nada tienen que decir a losguatemaltecos y las guatemaltecas.Sin embargo, seguiremos apostandopor su contenido, viéndolo más allá dela dimensión jurídica para entenderlocomo una opción de vida y clave pa-ra la construcción de un verdaderopoder social; para coadyuvar a las víc-timas del pasado y del presente a re-conocerse como sujetos sociales.❑

*Anantonia Reyes Prado es antropóloga, investigadora en el campo de los derechos

humanos y miembro del Movimiento Nacional porlos Derechos Humanos (MNDH).

2 Comisión para el Esclarecimiento Histórico.“Guatemala, memoria del silencio”. Tomo V.Conclusiones y Recomendaciones. Guatema-la, 1999. Párrafos 3 y 4.

3 “Guatemala, último lugar en desarrollo demo-crático”. En El Periódico, Guatemala, 7 de oc-tubre de 2005.

4 “PNUD: brecha entre ricos y pobres frena eldesarrollo de Guatemala”. En El Periódico,Guatemala, 7 de octubre de 2005.

5 “Seguimos con la vieja receta de las institucio-nes”. En La Cuerda, año 8, No. 83. Guatema-la, octubre de 2005.

El Programa de Naciones Unidas para elDesarrollo ubica a Guatemala entre los

cuatro países más desiguales del mundo“ “pues Guatemala ha sido durante 184años una nación con un modelo agro-exportador basado en materias pri-mas, lo que requiere mano de obrabarata y poco calificada, y con unareducida industria dominada por mo-nopolios y en animadversión a pagarimpuestos. El PNUD reporta tambiénque el sector más dinámico es el dela exportación de vegetales, pero in-dica, al mismo tiempo que sólo eltres por ciento de los campesinosparticipan en este sector y que estánsiendo expulsados por los exporta-dores relacionados con el mercadonorteamericano4.

En cuanto al problema de la te-nencia de la tierra, la institucionali-dad establecida por los Acuerdos dePaz no ha sido capaz de retar el mo-delo estructural, modelo que no ge-nera avances para el campesinadoporque responde a los intereses de losterratenientes. Las políticas del Mi-

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os movimientosde liberación pedí-an justicia contra

el régimen anterior si-guiendo el precedente delos Juicios de Nürem-berg, la desaparición delas leyes de apartheid, unEstado unitario con unaeconomía mixta y la libe-ración de presos políticos. Entretanto,los todavía miembros del Gobiernoapelaban a un sistema federal dondemantendrían el derecho a veto, una eco-nomía liberal y la amnesia para pasarpágina y empezar de nuevo: el NewStart de De Klerk. El equilibrio de fuer-zas hacía imposible ninguna de las dos

opciones y se imponía la transición pac-tada. Ello propició que las negociacio-nes, esencialmente entre el Partido Na-cional (PN) y el Congreso NacionalAfricano de Mandela, se alargaran casicuatro años, desde Kempton Park a lasdos Convention for Democratic SouthAfrica (CODESA).

Las negociacionespartían del hecho que el85 por ciento de la pobla-ción, marginada y conde-nada a vivir en la miseria,llevaría las riendas políti-cas del país. De forma es-quemática podríamos de-cir que los blancos surafri-canos renunciaban al po-der político a cambio demantener el poder econó-mico, tal y como efectiva-mente se ha demostradoen los últimos 10 años.

La creación de la Comisión El proceso sudafricano hasido para muchos un ejem-plo de transición a la de-mocracia bien resuelto, de“la pigmentocracia”, quedecía Tutu, a la nueva na-ción del arco iris. Pero esnecesario recordar que lohacía en el marco de enor-mes dificultades y violen-cia (mas de 3.000 muertosentre los miembros delCNA y el movimiento In-katha de Buthelezi a prin-cipios de los 90) y con unelemento que lastraba elfuturo del país: la herenciadel apartheid y todas las

violaciones de los derechos humanoscometidas tanto para defenderlo comopara desafiarlo. Más aún, no se podíaentender la estructura económica y so-cial de Sudáfrica a medio y largo plazosin entender cuál era su origen y cuál elpunto real de partida de las futuras po-líticas del país.

Reconciliación en Sudáfrica: repaso trasdiez años de la Comisión

Ferriol Sòria*

Tras los evidentes fracasos del régimen

de apartheid para reformarse y ante elreconocido desastre

económico, el presidente De Klerk se

presentaba el 2 defebrero de 1990 en elParlamento y anun-ciaba lo impensable:

“Apreciados, el tiempode la violencia ha ter-minado..., la hora de

la reconstrucción y la reconciliación ha lle-

gado”. Nueve días después, Nelson

Mandela salía de prisión y se

legalizaban los movimientos de

oposición.

Cidaf

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Cierre de dictadurasEs en el entorno de CODESA

donde empieza a tomar cuerpo la idea(especialmente desde las filas delCNA con Kader Asmal al frente) decrear la Comisión de la Verdad y Re-conciliación de Sudáfrica (CVR)

Desde el inicio de las negocia-ciones, el PN intentó imponer unmarco que permitiera amnistiar a losresponsables de la violencia de Es-tado y en diciembre de 1993, las ne-gociaciones de CODESA llevaban ala aprobación de la Constitución in-terina con una cláusula final funda-mental para entender la creaciónposterior de la CVR surafricana.Enunciaba que “con el fin de avan-zar en la reconciliación y la recons-trucción del país, deberá atorgarseamnistía en relación con todo acto,omisión o ofensa asociada con motivospolíticos y en el curso de los conflictosdel pasado”. A su vez, explicitaba lanecesidad y voluntad de reconciliaciónde los pueblos de Sudáfrica y desde lamisma Constitución se apelaba alubuntu de las personas, un conceptoque habla de la misma esencia del serhumano como elemento de unión co-mún entre de los pueblos sudafricanos.Se abogaba pues por la constituciona-lización de la amnistía, pero no decíani cómo ni quién debía darla.

La Comisión apareció como una so-lución de compromiso y un comple-mento necesario a la Constitución inte-rina y fue planteada con suficientes in-terrogantes y garantías para que los ac-tores políticos pudieran defender antesus seguidores la validez del proceso denegociación.

En abril de 1994, con las eleccionesganadas por Mandela, se iniciaría unacalorado debate público y político queterminaría con la creación de la Promo-tion of National Unity and Reconcilia-tion Act en 1995, que regulaba la CVRsudafricana. Efectivamente, la CVRpresidida por el premio Nobel de la Paz,Desmond Tutu, es una de las claves devuelta de la transición sudafricana, pe-ro no es más que el resultado de una vo-luntad política de reconciliación y unlargo proceso de negociaciones inicia-do aquel febrero de 1990.

La cuestión de la amnistíaCon la ley concretada quedó claro queel instrumento escogido para poner enclaro el pasado solo juzgaría los hechosextremos cometidos por el régimen an-terior y dejaría en vía muerta el juicio ala normalidad del apartheid. Las gran-des violaciones de los derechos huma-nos con motivos políticos serían am-nistiadas a cambio de la verdad y la ex-plicación completa y pública de talesatrocidades. Ante la perplejidad de mu-chos, la Comisión igualaba las grandesviolaciones de derechos humanos co-metidos por el régimen y las de aque-llos que habían intentado hundirlo. LaComisión, eso sí, estaba obligada a ex-plicar el contexto en que estas grandesviolaciones se habían producido, a ofre-cer un espacio a las víctimas para su re-habilitación y reparación, y a hacer re-comendaciones que previnieran la re-petición de las violaciones descritas. Enlos dos años que duraría su mandato, laComisión debía conseguir el mutuo en-tendimiento y reconciliación entre lospueblos sudafricanos.

La Comisión se dotó de am-plios poderes, capacidad punitivay una autonomía casi completa, pe-ro, sobretodo, contaba con dos in-centivos que tenían que atraer a lagente a testimoniar: la amnistía pa-ra los responsables de ofensas y lasreparaciones para las víctimas. Pa-ra hacerlo integraba esencialmentetres comités: el de Violación deDerechos Humanos, el de Amnis-tía y el de Reparaciones y Rehabi-litación (éste sólo con capacidadpara proponer recomendaciones).

La amnistía se otorgaba a cam-bio de una exposición completa delos hechos por los que ésta se pe-día, caso de existir proporcionali-dad entre acto y objetivo, y si sepertenecía a una organización im-

plicada en el conflicto. La amnistía,muy contestada por algunas de lasvíctimas, se dio con bastante rigor aexcepción de algunas interpretacionesgenerosas de lo que se consideraba unacto motivado políticamente o en laaplicación del principio de Norgaard,referido a la proporcionalidad. Lasamnistías se concedieron con bastan-te celeridad a un 10 por ciento de las7.000 demandas presentadas. La ex-posición pública de las ofensas era laprincipal condena, pero, en la mayo-ría de casos, la reinserción a la socie-dad ha sido poco traumática. Por con-tra, las contrapartidas a las víctimashan sido comparativamente inferiores.La verdad expuesta ofreció situacio-nes de catarsis colectiva con momen-tos de extraordinaria emoción en lasvistas de la Comisión. En este contex-to, y ya desde 1995, la sociedad se or-ganizó y aparecieron grupos religiososy civiles de apoyo como el Khuluma-ni Support Group, que animaba a lasvíctimas a hablar en voz alta y a ejer-cer presión sobre la CVR y los órga-nos políticos con el fin de crear uncuerpo representativo de víctimas convoz única.

Sólo las reparaciones urgentes hanllegado, y con retraso. El presidenteMbeki afirmaba en 1999 que las re-paraciones a las víctimas deberían deser la redistribución económica, la re-

La Comisión no cierra moralmente el apartheid, pero abre la posibilidad

de un ideal de reconciliación“ “In

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construcción y el desarrollo del paísque el Gobierno estaba realizando.Como ya había dicho Mandela, el Go-bierno priorizaría los elementos de re-paración simbólicos para dedicar lasenergías monetarias a elementos “másproductivos”.

La religión, un elemento clavePensar y pedir la reconciliación en es-tas condiciones puede parecer irreve-rente. Pero no debemos olvidar la im-portancia de un factor clave en el pro-ceso: la religión. La ley que rige laCVR no dice que ésta tenga que tomarformas religiosas, pero la religión (yla ritualización de las vistas) apareciócomo un elemento añadido y funda-mental, encabezado por el esfuerzo deTutu y el apoyo de muchas iglesias.

La CVR ha visto pasar más de20.000 víctimas, así como más de7.000 responsables de violaciones dederechos humanos aparte de los re-presentantes del sector sanitario, le-gal, empresarial, químico, militar oeducativo. Ellos fueron el instrumen-to que el Estado escogió para dirigir-se al país. Durante dos años y mediola Comisión estuvo enviando mensa-jes de perdón a la sociedad y consi-guió poner al descubierto las miseriasdel apartheid. Y lo hizo explicandocon detalles cuál fue la causa de tan-tas desgracias, entrando en casa de lagente y hablándole con el mismo len-guaje espiritual conocido por todos. Yes que la importancia histórica de lareligión en Sudáfrica es básica paraentender su rol en la Comisión. Jugóun papel fundamental en la lucha con-tra el apartheid en los 80 y de igualforma, a través de la iglesia holande-sa reformada, fue el agente de legiti-mación moral de dicho sistema. Poreso, cuando la CVR oficializa y abra-za el dolor de las víctimas medianteformas religiosas que le son próximas,el proceso es más aceptado.

El informe final de la CVR se pre-sentó públicamente y se puso a dispo-sición de los ciudadanos. El texto com-plementaba la Constitución al aportarla legitimidad de la experiencia a untexto de origen puramente teórico, pe-

ro además legitimaba la voluntad y lanecesidad de la población blanca de vi-vir en el país. Auque en muchos casosse hiciera con desdén, siempre podránreferirse a la Comisión y decir “hemosexpiado nuestras culpas”.

El ascendiente moral de Mandela,el debate público y político, y el pro-ceso de la CVR llevaron a la sociedada un estadio inimaginable años atrás.Un estadio de conocimiento, de cier-

ta contrición y de convencimiento deque para construir el país todo el mun-do es necesario y hace falta un ciertoentendimiento mutuo, no ideal, pero símínimo. Parecería acertado pensar queera un proceso necesario pero no sufi-ciente y que el punto final moral delapartheid no se logrará hasta que lasdesigualdades económicas desaparez-can, no sólo ante la ley, sino en su co-tidianeidad.

La Comisión no cierra moralmen-te el apartheid, pero abre la posibili-dad de un ideal de reconciliación con-seguido a través de una verdad que es-cuece. Ahora la reconciliación con-templa la necesidad de mejora decomportamientos y sensaciones deelementos como la seguridad física, lalegitimidad de las nuevas institucio-nes, la capacidad de crear relacionespolíticas y cívicas entre diferentesgrupos, el diálogo entre razas, la re-ducción de la confrontación históricay la asunción del pasado. Las encues-tas al respecto no siempre son hala-güeñas y queda un largo camino porrecorrer. En 2001, el 77 por ciento dela población negra aprobaba la tareade la CVR, por un 36 por ciento de losblancos, un 45 por ciento de los mes-tizos y un 61 por ciento de los asiáti-cos. En 2003, el 70 por ciento de losblancos reconocían que el apartheidera un crimen contra la humanidad(encuestas recientes lo rebajan al 55)y el 77 por ciento de sudafricanos afir-maban querer pasar página y mirarhacia el futuro.

Lo cierto es que hasta ahora nin-gún país ha interpelado tanto a su po-blación como la nueva República deSudáfrica. Y lo hizo a partir de las vi-cisitudes de un cuerpo oficial, semi-judicial, que para conseguir un impo-sible pidió un acto de fe al que buenaparte de la población decidió sumar-se. Diez años son pocos, pero la deci-sión fue firme y partía de una lógicabien sintetiza por Tutu: la verdad due-le pero el olvido, mata.❑

*Ferriol Sòria es miembro del Centro de EstudisAfricanos (CEA) de Barcelona.

Bibliografia de referencia

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La amnistía se otorgaba a cambio de una exposición completa de los hechos

por los que se pedía“ “

Cierre de dictaduras

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El 11 de septiembre de 1973, Au-gusto Pinochet Ugarte dirige un-cruento golpe de Estado. Ese día

se quebró en Chile una tradición demo-crática de 40 años y se desató un periodode represión y violencia política contra losintegrantes del destituido gobierno y sussimpatizantes, que se manifestó en viola-ciones graves, masivas y sistemáticas a losderechos humanos, sin precedente en lahistoria chilena.1 Pero los derechos vulne-rados no fueron sólo el derecho a la vida,a la integridad física y psíquica, a no sersometido a torturas y/o a no ser hecho des-aparecer; la represión arrasó también conel Congreso Nacional, los partidos políti-cos, los sindicatos y los derechos de lostrabajadores, con la libertad de prensa y dereunión, intervinieron las universidades ylos actos culturales y artísticos fueron ma-yoritariamente censurados. Terror y hegemonía mercantil

Entre las razones que se esgrimen para ex-plicar el fracaso del proceso chileno, mu-chos argumentan la imposibilidad de em-prender revoluciones por la vía pacífica,ya que el sector privilegiado, al ver recor-tados sus intereses, reaccionó con la mis-ma furia que sus aliados militares. La doc-trina de Seguridad Nacional, como estra-tegia de terror para acabar con el enemi-go interno, subversivo y comunista, seconvirtió en el referente ideológico de lasfuerzas armadas y de “des orden”. La ma-quinaria represiva funcionaba de manerarápida y efectiva, como respondiendo a ra-zones externas, como si de verdades ab-solutas y, por tanto, aplicables sin escrú-pulos se tratara. Los detenidos, desapare-cidos, torturados y ejecutados fueron víc-timas de esta lógica perversa, en muchoscasos, “víctimas conscientes”2, en otros,sólo “víctimas casuales”. Durante el pe-riodo de la dictadura militar desaparecie-ron 1.193 personas, fueron ejecutadas demanera sumaria, según cifras guberna-

mentales, 2.0083, y se han reconocido ofi-cialmente 28.459 víctimas de prisión po-lítica y tortura4. La búsqueda y recuerdode los familiares lleva consigo otra bús-queda, la del ideal de sociedad que encar-naban las víctimas.

Entre los fundamentos característicosde los regímenes expresiones del fascis-mo dependiente, nos encontramos con:“Un Estado permanente, de instituciona-lizada y sistemática represión, contra el“enemigo interno”, violatorio de los dere-chos humanos. Y la utilización de dichoinstrumental represivo, fáctico y jurídico-institucional como elemento ordenador deun espacio donde se mueven librementelas fuerzas del mercado y se articulan a lacoyuntura de la economía mundial.”5

Se impuso el terror como medio parala consolidación de un proyecto socioe-conómico opuesto al que suponía el refe-rente del gobierno de Allende. Así lo de-muestra la intromisión en los asuntos in-

Chile: la perpetuidad de la violencia estructural

Carolina Damia Ordaz*Salvador Allende ganó las

elecciones en septiembre de 1970 yel gobierno constitucional, legítimo

y democrático de la UnidadPopular, junto con el anhelo

popular de que era posible emprender cambios sociales

profundos desde una posición noviolenta fueron truncados demanera sangrienta tres años

después.

1 Las violaciones a los derechos humanos produci-das en Chile con anterioridad a este periodo se ma-nifiestan de manera fundamental en la represiónsufrida por los pueblos indígenas originarios (es-pecialmente Aymaras, Mapuches y Rapa nui) des-de la llegada de los españoles en el año 1541, has-ta la actualidad, que siguen siendo pueblos exclui-dos y amenazados en la continuidad de su exis-tencia. En este sentido podemos apreciar la refle-xión de PADILLABallesteros, Elías. La memoria yel olvido. Detenidos Desaparecidos en Chile. San-tiago de Chile: Ediciones Orígenes, 1995. p.7.

2 Con la expresión “víctima consciente” pretende-mos calificar a todas aquellas personas que fue-ron hechas desaparecer por militar en un partidopolítico determinado y/o por defender un modelode sociedad basado en la justicia social; las “vícti-mas casuales” son las que fueron igualmente he-chas desaparecer, pero que no eran conscientesde las razones políticas e ideológicas que habíadetrás de aquello.

3 En: http://www.ddhh.gov.cl/DDHH_informes_ret-tig (13/10/2005).

4 En: http://wwww.gobiernodechile.cl/comision_va-lech (Nómina de Personas Reconocidas comoVíctimas en etapa de Reconsideración)(13/10/2005).

5 ROJAS, Maria Eugenia. La represión Política enChile: Los hechos. Madrid: Ideas, 1988. p. 16.

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Mirada

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ternos de Chile de EE.UU. por medio dela Doctrina de Seguridad Nacional parahacer fracasar un gobierno democráticopopular. Vista la situación económica ul-traliberal chilena a 33 años del golpe, cre-emos que la dictadura militar no ha res-pondido a otra lógica.

El Chile de hoyTras 17 años en el poder, la dictadu-ra logró afianzar su estrategia exclu-yente y hegemónica a largo plazo,tanto, que en el Chile de hoy, los pro-cesos de Verdad y Justicia, la inequi-dad en la distribución de los recur-sos, los derechos de los pueblos in-dígenas, los de las mujeres, los nulosderechos de la población penitencia-ria, los problemas medioambientalesy las políticas públicas dejan dema-siado que desear. La marginalidad dela educación y de la salud públicas,la privatización exacerbada, la des-legitimación del ámbito sindical, lacriminalización de la protesta socialsuponen el logro de la estrategia bus-cada por el golpe: la hegemonía mer-cantil como poder absoluto.

En el último periodo, el DecretoLey 2191 de autoamnistía de 19786

ha vuelto a ser tema de discusión.Clara Szczaranski, presidenta delConsejo de Defensa del Estado(CDE) hablaba en nombre del Con-sejo: “La amnistía contemplada en elDL 2.191 está plenamente vigente ydebe aplicarse por los tribunales dejusticia de conformidad a su natura-leza”. Y agregaba que este DL está“en plena concordancia con los tra-tados internacionales que ha suscri-to Chile”. Para fundamentar esta úl-tima afirmación, el CDE argumentaque, como ni el derecho internacio-nal ni sus tratados establecen penaspara los delitos de lesa humanidad,amnistiar en Chile la pena eximien-

do de su cumplimiento a los ex agen-tes y militares una vez que estén de-bidamente condenados no viola elderecho internacional.7

Uno de los errores cometidos por elpresidente Ricardo Lagos en materia dederechos humanos tuvo lugar el pasadomes de agosto cuando, haciendo uso de laprerrogativa gubernamental, concedió elindulto a Manuel Contreras Donaire, unode los autores materiales del crimen del lí-der sindicalista Tucapel Jiménez. El Go-bierno lo justificó señalando que la medi-da apunta a un escenario global y de lar-go plazo para la reconciliación del país. Lafamilia, las organizaciones de derechoshumanos y sectores políticos siguen criti-cando la decisión en la medida en que per-judica el desarrollo sano e independientede los procesos judiciales.

Tratados internacionales de Derechos HumanosOtro déficit grave de la situación actual esen materia de Tratados Internacionales deDerechos Humanos, donde Chile tienedeudas tan importantes como el propio Es-tatuto de Roma que crea la Corte Penal In-ternacional. Si bien este Tribunal solo po-drá hacerse cargo de los crímenes de gue-rra, de lesa humanidad y genocidio come-tidos con posterioridad a la entrada en vi-gor del Estatuto, julio de 1998, los fantas-mas de Londres, la detención del ex dicta-dor y del papel de la Jurisdicción Univer-sal siguen teniendo a la derecha chilena co-mo firme opositora a todo lo que huela atribunales internacionales y potencialesjuicios fuera de su soberano territorio.

Tampoco es Chile parte del Protoco-lo Facultativo de la CEDAW para la eli-minación de todas las formas de discrimi-nación contra la mujer. El protocolo, quefaculta para la presentación al Comité dela CEDAWde quejas individuales de mu-jeres que se sientan víctimas de alguno delos tipos de discriminación contempladosen la Convención, es instrumento impres-cindible vista la situación de marginaciónque experimenta la mujer chilena (tarifasen salud, derechos laborales...)

El Convenio 169 de la OIT sobre de-rechos de los pueblos indígenas no vincu-la a Chile hasta el día de hoy y en los pro-cesos judiciales seguidos contra campesi-nos mapuches por la recuperación de susterritorios ancestrales se viene aplicandola legislación antiterrorista. Rodolfo Sta-venhagen, relator de Naciones Unidas pa-ra los pueblos indígenas, llamó la atenciónante esta aberración jurídica: “Quisiera ex-presar de nuevo mi profunda preocupa-ción ante la desproporcionada acusaciónque pesa contra las autoridades tradicio-nales anteriormente citadas en compara-ción con los hechos que se les imputan deacuerdo con el código penal vigente asícomo la utilización de la legislación enmateria de lucha antiterrorista contra de-fensores del pueblo mapuche”8

La situación de violencia manifestadapor medio de las violaciones masivas y sis-temáticas a los derechos humanos en Chi-le, siguiendo la idea de Johan Galtung9, erauna de las respuestas de quienes necesita-ban nutrirse de la violencia estructural yvieron amenazado su statu quo durante elgobierno de la Unidad Popular. Era efec-tivamente el exterminio de los luchadoressociales10 que apostaban por un sistemamás justo. Estudiar las graves violacionesde los derechos humanos cometidas du-rante la dictadura chilena, sus causas ytambién consecuencias de hoy nos obligaa una clara apuesta por la indivisibilidad delos derechos humanos como requisito pa-ra su verdadera existencia y para lograr ata-car las causas estructurales de la existenciade estos procesos de barbarie.❑

*Carolina Damia Ordaz es miembro del Observatorio de Políticas Públicas y Derechos

Humanos Amancay.

6 Se trata de un decreto dictado para impedir los pro-cesamientos a los autores, cómplices o encubri-dores de todas las violaciones graves a los dere-chos humanos cometidas entre el 11 de septiem-bre de 1973 y el 10 de mayo de 1978 durante lavigencia del Estado de sitio, siempre que se trata-ra de personas que no se encontraran sometidasa proceso o condenados a la fecha de entrar ésteen vigor.

7 Extraído de citas textuales de alegatos del CDEante la Corte Suprema y actas del Consejo de De-fensa del Estado. En:www.lanacion.cl (17 octubre2005).

8 Carta con fecha 19 de Julio de 2005, de RodolfoStavenhagen dirigida al Presidente Ricardo Lagos.En: www.nodo50.org/azkintuwe ( 17 de octubre de2005)

9 GALTUNG, Johan. Sobre la paz. Barcelona; Fon-tamara, 1985, pp. 56-57.

10 Consideramos luchadores sociales a aquellas per-sonas que a lo largo de la historia se han implica-do en las luchas por insertar condiciones de vidadigna para todos los seres humanos; entendemostambién que la paz se construye sobre la necesi-dad de esas luchas, cuyo objetivo es acabar conla violencia estructural que supone la desigualdad,la asimetría de poder y la exclusión social.

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El pasado marzo, el Consejo de Se-guridad transformó el mandatoinicial de MONUC de favorecer

el desarme voluntario de los grupos ar-mados de la República Democrática delCongo (RDC) en un mandato coercitivoenmarcado en el Capítulo VII de la Car-ta de Naciones Unidas. Esa Resolución1596 obliga a MONUC a asumir dos ta-

reas: seguir apoyando el proceso de tran-sición iniciado en julio de 2003 y elimi-nar el riesgo de enfrentamientos armadosEllo significa poner fin, recurriendo in-cluso a la fuerza, a algunos de los princi-pales responsables del genocidio perpe-trado en Ruanda en 1994, los ex-FAR eInterahamwe1, al tiempo que desmovili-za a una pléyade de milicias locales. Enambos casos, se trata de grupos armadosque no han firmado los acuerdos de pazo no han mostrado intención de cumplir-los, denominados “fuerzas negativas”.

Antecedentes de MONUCEl genocidio ruandés contra la poblaciónde origen tutsi y el éxodo subsiguiente demás de un millón de personas, a través dela localidad fronteriza de Goma, puedenconsiderarse el origen del foco de tensiónque alimentó la violencia en el entoncesZaire. En esa región, miles de antiguos ge-nocidas, que escaparon amparándose enel flujo de refugiados de origen hutu, man-tienen como rehén a la población civil deorigen ruandés y a la población local. Esasituación alimenta la espiral de violenciay ofrece argumentos, además de a las“fuerzas negativas”, a quienes no deseanla paz en los Grandes Lagos para esquil-mar su riquísimo patrimonio natural. Desde su estallido en agosto de 1997, laguerra fue convirtiéndose en una mezclade intervención externa, insurgencia localy fenómenos paramilitares. La ruptura delya presidente Kabila con Ruanda y Ugan-da contribuyó a la expansión del conflic-to, a la espectacular incursión del ejércitoruandés en el territorio de la RDC y al sur-gimiento de grupos armados apoyados

por Angola o Zimbabwe, entre otros Es-tados. Ante el temor a las consecuenciasdesestabilizadoras de una partición del en-tonces Zaire, los esfuerzos para lograr lapaz condujeron a la firma del Acuerdo deLusaka en 19992. Sus objetivos eran la se-guridad de las fronteras, el control del trá-fico ilícito de armas y de la infiltración deelementos armados, la creación una mesade diálogo nacional sobre el futuro go-bierno del Congo, germen del Diálogo In-ter-Congoleño que ha permitido poner enmarcha el proceso de transición, y el des-arme de las milicias y grupos armadospresentes en la RDC.

El Acuerdo de Lusaka constituye elfundamento jurídico sobre el que se basóinicialmente la creación de MONUC en1999. Las partes beligerantes, con apoyode representantes de la sociedad civil, de-cidieron pedir a la ONU un plan de ac-ción para la aplicación del alto el fuego.Este plan debía verificar y supervisar eldesarme, la desmovilización, el reasenta-miento y la reinserción a la vida civil delos grupos armados, así como la retiradade las fuerzas extranjeras del territorio dela RDC. Pero aun cuando Lusaka preve-ía una operación coercitiva, el mandatoencomendado a MONUC por el Conse-jo de Seguridad excluyó el uso de la fuer-za hasta la primavera de 20053.

La Misión de la ONU en la RepúblicaDemocrática del Congo

Luis Peral*

MONUC es una operación gigantescaque presenta a la vez la construcción eimposición de la paz, y cuya actuación

se inscribe bajo el mando integrado.Pero la Misión carece de la

flexibilidad y de los medios para desempeñar un mandato complejo.

1 Los ex-FAR pertenecieron a las antiguas FuerzasArmadas de Ruanda, mientras que los Inter-ahamwe formaban parte de las milicias paramili-tares, de origen hutu, que contribuyeron con igualcrueldad a ejecutar las masacres en 1994.

2 Vid. texto en http://www.iss.co.za/AF/profi-les/DRCongo/cdreader/bin/2lusaka.pdf, con-sultado el 20 de agosto de 2005. El acuerdo fuesuscrito por los jefes de Estado de la RDC, Na-mibia, Ruanda, Uganda y Zimbabwe, ademásde por el ministro de Defensa de Angola, y, du-rante el mes de agosto, por el Mouvement pourla Libération du Congo (MLC, apoyado porUganda) y dos facciones escindidas del Ras-semblement Congolais pour la Démocratie -RDC.

3 Resolución 1596 del Consejo de Seguridad, de 18de abril, en relación con Resolución 1592, de 29de marzo, que extendía el mandato de MONUChasta octubre de 2005.

Dan

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chez

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En cuanto al proceso de transiciónhacia la democracia, el Diálogo Inter-Congoleño se inició en 1999, otor-gando representación política a losprincipales grupos armados y con unaparticipación simbólica de la sociedadcivil. Mientras los informes de laONU calificaban la situación en laRDC como catastrófica desde el pun-to de vista humanitario, las tropasruandesas y ugandesas ocupaban lamitad oriental del país, las milicias lo-cales -en particular los Maï-Maï- mul-tiplicaban sus acciones y se recrude-cía el enfrentamiento entre los lendu,apoyados por Uganda, y los hema,apoyados por Ruanda. El asesinato deLaurent-Desiré Kabila en 2001 y laascensión al poder de su hijo JosephKabila auspiciaron un clima políticoque permitió el final negociado de laviolencia. Pese a que se incumplieronlos acuerdos bilaterales de paz, se al-canzó un amplio consenso en SunCity, Sudáfrica, en 2002, que se con-cretó en la firma del Acuerdo Globale Incluyente sobre la transición en laRDC4. Éste estableció los criterios deformación de un Gobierno de transi-ción, el contenido esencial de la Cons-titución provisional de la RDC y losplazos para la organización de elec-ciones legislativas.

No es tarea sencilla lograr que lademocracia representativa sea el resul-tado natural de una transición basadaen el realismo político avalado por lacomunidad internacional. En virtud deél, los grupos que usaron ilegítima-mente la fuerza armada tal vez acabenconvertidos en representantes del plu-ralismo político, pero la democracia seresiente gravemente antes de haber si-do instaurada. Tal como señala un res-ponsable político europeo citado porRichard Youngs, ese reparto de poderes aceptado por la Unión Europea, pe-se a carecer de base democrática, conla esperanza de que los tres grupos be-ligerantes impulsen un proceso detransición que les permita influir más

allá de las zonas en las que veníanejerciendo el control territorial5.

Aunque MONUC ha carecido de losrecursos necesarios, el reciente incre-mento de sus medios impide justificar suineficacia. Esas carencias se pusieron demanifiesto con ocasión de la intervenciónarmada que la Unión Europea realizó enla región de Ituri en 2003 y que hizo pa-tente que MONUC no tenía capacidadpara cumplir su mandato de proteger a lapoblación civil6.

En los últimos meses, MONUC se hafortalecido, emprendiendo acciones ofen-sivas en apoyo de las fuerzas armadascongoleñas (FARDC) en Ituri, y actuan-do mediante la fuerza en los Kivus paralograr la repatriación forzosa de los últi-mos grupos de ex-FAR/Interahamwe.Además de que esta intervención logra-ría el cese de una de las amenazas a la po-blación local en la zona oriental del país,los informes de la ONU identifican la pre-sencia de antiguos genocidas ruandesesen la RDC como la fuente de la discordiaen el conjunto de la región de los Gran-des Lagos y el principal obstáculo al pro-ceso de transición en la RDC7.

Una paz duradera Desde la sociedad civil y los princi-pales centros de análisis internacio-nal no se han alzado voces que cues-tionen la necesidad de recurrir a lafuerza en la RDC para imponer la pazy proteger a la población civil. Síexisten, manifestaciones de apoyo al

propósito expresado en las recientesresoluciones del Consejo de Seguri-dad8. Todo hace prever que el proce-so de transición de la RDC podrácompletarse por lo que se refiere alreferéndum constitucional y las elec-ciones para la instauración de un go-bierno democrático antes del límiteautorizado por el Acuerdo de Lusaka(30 de junio de 2006). Pero las posi-bilidades de que la paz y la democra-cia sean duraderas en la RDC siguensiendo exiguas y dependen de que lacomunidad internacional se propon-ga detener el expolio de sus riquezasnaturales y exija al gobierno actual ya los futuros una gestión transparen-te de los ingresos por su exportación.La principal razón de la esperanza noes, sin embargo, la conciencia inter-nacional. Una vez que la respuesta dela ONU ha adquirido proporcionescasi insólitas, hemos de confiar en lanecesidad de buscar una estrategiaque permita la viabilidad del Estadocongoleño. Tal como afirmó un em-bajador europeo al que tuve la opor-tunidad de entrevistar en Kinshasa,“los Estados ricos han invertido yademasiado en MONUC como paradejar que la región vuelva a sumirseen una guerra abierta”.❑

*Luis Peral es investigador del Área de Paz ySeguridad de la Fundación para las Relaciones

Internacionales y el Diálogo Exterior (FRIDE).Esta artículo es un resumen del documento de

trabajo de “FRIDE MONUC en los GrandesLagos. Dilemas actuales de la función de mante-

nimiento de la paz” (octubre 2005).

se cifraba en 8.000 o 10.000, seguía siendo el prin-cipal impedimento de la normalización de las rela-ciones entre los dos países y un factor clave parael desarrollo del proceso de transición (“Third Spe-cial Report of the Secretary-General on the UnitedNations Organization Mission in the DemocraticRepublic of the Congo”, Doc. S/2004/650, pár. 73)

.8 El International Crisis Group pedía, en un comuni-

cado de 14 de septiembre, que la comunidad in-ternacional se ocupase de desarmar a los rebel-des del FDLR, mientras que su presidente, GarrethEvans, se dirigía a los líderes de la RDC y Ruan-da, pidiéndoles que mostrasen con claridad su de-terminación a utilizar la fuerza armada en caso deque estos grupos no adoptasen la decisión de des-movilizarse de modo inmediato (http://www.crisis-group.org/home/index.cfm?id=3662&l=4&m=1,consultado el 16 de septiembre).

“ANew Approach in the Great Lakes? Europe’s Evol-ving Conflict-Resolution Strategies”, en Journal ofContemporary African Studies, vol. 22, n. 3, Sep-tiembre de 2004, p. 317.

6 La Operación ARTEMIS fue en realidad una ope-ración francesa bajo cobertura de una acción co-mún del Consejo de la UE, de 5 de junio de 2003,que a su vez se amparaba en la Resolución 1484(2003) del Consejo de Seguridad de la ONU, demayo de 2003. Sobre esta operación, vid. en par-ticular Ulriksen, Stale; Gourlay, Catriona; Mace, Ca-triona; y Youngs, Richard: “Operation Artemis: theShape of Things to Come?” en Internacional Pea-cekeeping, vol. 11. n. 3, 2004, p. 508 y ss.

7 Ad. ex., el secretario General afirmaba en agostode 2004 que las acusaciones cruzadas entre laRDC y Ruanda, así como que ciertos elementosdel Gobierno de transición de la RDC brindasenapoyo a los ex-FAR/Interahamwe, cuyo número

4 Vid. texto enhttp://www.reliefweb.int/rw/rwb.nsf/db900SID/MHII-65G8B8?OpenDocument, consultado el 16 deagosto de 2005

Cooperación

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El endeudamiento masivo de lapoblación más pobre no puedepresentarse como la solución a la

pobreza en el mundo y mucho menoscomo una muestra de libertad y progre-so. Más bien, parece un proceso de ex-tensión de la economía bancaria y fi-nanciera entre los sectores más pobres,excluidos de la misma hasta la fecha. Di-fundir la idea de que pueden gastar in-definidamente más de lo que realmentetienen genera una falsa comprensión delas verdaderas causas de los desequili-brios sociales y económicos, y cómoabordarlos.

El discurso emergente de los micro-créditos se cimienta en la idea de que esel mercado, el mercado bancario, el quese tiene que encargar de la miseria, sien-do el mejor instrumento para reasignaróptimas condiciones de vida para los po-bres del planeta, transformando así laspolíticas de cooperación en una simpleinserción de los países en desarrollo enun liberalismo económico asimétrico queha generado tan colosales desigualdadesen el reparto de los ingresos y en el ac-ceso a los bienes públicos esenciales.

1. Los microcréditos son uno de los mejores instrumentos para combatir la pobreza El avance de la pobreza está directa-mente relacionado con los procesos de

acumulación de riqueza, amparados porel avance de una globalización injusta entérminos de oportunidades, expectativasy posibilidades. De esta forma, la po-breza tiene causas políticas muy direc-tas, tanto en el entramado institucional yfinanciero que han construido los paísesoccidentales para incrementar su posi-ción privilegiada, como en los propiospaíses en desarrollo, sometidos a gober-

nantes alejados de las necesidades de suspueblos y sometidos a las exigencias delas instituciones multinacionales y de lasgrandes potencias.

El argumento de que contra la po-breza no hay nada mejor que los crédi-tos pretende encubrir las verdaderas cau-sas de la pobreza en el mundo, convir-tiendo a los pobres en responsables últi-mos de su situación. Es un arma eficaz

Diez tesis cuestionables sobre los microcréditos

Carlos Gómez Gil*

Sin negar la validez que puedan tenerlos microcréditos, es posible

cuestionar su utilización ideológicaindiscriminada para desvirtuar

algunos de los grandes dilemas de laspolíticas de cooperación

internacional, para avalar la expansión una globalización sin

normas y para facilitar la extensiónde algunos de los pilares básicos del

neoliberalismo.

Mau

ricio

Gar

cía

Información y debate ● PUEBLOS ● Diciembre ● 2005 ● 57

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para desmantelar el compromiso políti-co y ético que tenemos los que vivimosacomodadamente hacia quienes carecende lo esencial. Al mismo tiempo, sirvepara anular las políticas de cooperacióninternacional, transformándolas en po-líticas de bancarización, convirtiendo lapobreza en deuda eterna, ya que a ma-yor número de pobres, más créditosconcedidos, con lo que aseguramos unaclientela prácticamente ilimitada paraengrasar un sistema capitalista en lospaíses pobres.

2. Garantizan a las capas másdesfavorecidas invertir en supropio desarrolloLa transformación de pobreza en deu-da se apoya en un darwinismo socialbajo el cual aquellos que estén en si-tuación más precaria lo están porqueno han querido o podido endeudarse.Es el avance de una cultura del dinero,que genera una “monetarización de lapobreza” y rompe las redes de solida-ridad tradicionales. Es la esencia delneoliberalismo, que sostiene una si-tuación imaginaria bajo la cual, todaaquella persona que quiera puedeprosperar en una economía de merca-do hecha para emprendedores. Claroque esta máxima no sirve en una so-ciedad profundamente desigual, por-que las condiciones de partida no sonlas mismas para todos, ni tampoco losmedios que se tienen al alcance.

Los microcréditos tratan de desviarla responsabilidad sobre el desarrollosocial básico de los países y la comu-nidad internacional, transfiriendo estaresponsabilidad a cada ciudadano. To-do ello resulta mucho más llamativocuando la “moda” de los microcréditosse está fomentando desde los países oc-cidentales, allí donde los mínimos vi-tales suelen estar asegurados.

3. Los microcréditos sacan de la extrema pobreza a sus solicitantesEl endeudamiento hace mucho másvulnerables a quienes menos tienen.Sin tener satisfechas unas necesidadeselementales, un crédito significa ex-ponerse aún más a las inclemencias

sociales y dedicar su vida a satisfacerlas deudas asumidas para tener al me-nos una rendija abierta de cara a unfuturo incierto, por si necesitan pedirmás dinero.

No parece que los microcréditos seorienten precisamente a los más pobreso a quienes tienen más dificultades deacceso al crédito, y los escasos estudiosexistentes ponen de manifiesto queapenas consiguen mantener las mismascondiciones de vida de sus solicitantes,en la medida que se destinan a satisfa-cer las necesidades básicas de los en-deudados. Parece por tanto que los mi-crocréditos sirven para responsabilizara sus solicitantes de su propia supervi-vencia y la de sus familias.

Ningún país, agencia de coopera-ción o IMF ha podido demostrar hastala fecha de forma empírica el impactopositivo de los microcréditos en la re-ducción de la miseria sobre amplias ca-pas de su población más pobre.

4. Son muy positivos porquesus solicitantes son fundamentalmente mujeresConvertir a las mujeres en “clientes”privilegiadas de los microcréditos esaumentar la responsabilidad que ya tie-nen e intensificar las situaciones deabuso que se mantienen sobre ellas, entanto que son las que con su esfuerzoluchan por mantener a sus familiares.Para muchas mujeres, asumir micro-créditos supone una sobrecarga en susocupaciones, elevando las tensiones enel cuidado de sus hijos y convirtiéndo-las en endeudadas simplemente paraalimentar, cuidar, alojar, educar... aellas mismas, a su descendencia, a susparejas...

En los escasos estudios existentessobre los microcréditos, dos elementosse ponen de manifiesto al analizar suimpacto sobre las mujeres. Uno des-

mantela el mito de que sean efectiva-mente gestionados por las propias mu-jeres, ya que en una proporción muyalta de casos son ellas las solicitantes,pero son los hombres quienes decidensobre su empleo y gestión (ver los da-tos procedentes del Grammeen Bank).El segundo señala que estos créditosaumentan la situación de angustia, desumisión, el esfuerzo y las jornadas detrabajo ya de por sí extremas que tie-nen las mujeres.

5. Su morosidad es bajísima, demostrando con ello que lospobres siempre paganEl argumento tiene una importante car-ga de desfachatez. Por un lado, trata deatribuir valores positivos en los pobres,no como personas, sino por su condi-ción de clientes de las entidades finan-cieras con las que asumen responsa-blemente sus deudas. Si tan buenosson, no se entiende por qué las institu-ciones financieras tradicionales los handejado siempre fuera del acceso al cré-dito. Al mismo tiempo, parece defen-derse que los pobres tienen que pagarsiempre, porque además de pobres seles exigen unos valores morales supe-riores a los del resto de la población,mientras que a los no pobres se lespermite no ser tan buenos pagadoresya que sus abundantes bienes patri-moniales les eximen de estas exigen-cias. Este principio enlaza con algunosde los argumentos más escandalososdel neoliberalismo como el de que laspérdidas tienen que socializarse y serasumidas por el Estado, mientras quelos beneficios son siempre propiedadde empresarios e inversores.

6. Convierten a los pobres enresponsables de su propio desarrolloEl desarrollo básico de las personas de-be estar asegurado por los Estados y encaso de no ser posible, por la comuni-dad internacional. Éste es un principioque orientó la Declaración Universalde los Derechos Humanos y que partede la consideración de que existen unosderechos y una dignidad inherente a to-da persona por el solo hecho de serlo.

El endeudamiento hace más vulnerables aquienes menos tienen; un crédito significa

exponerse más a las inclemencias sociales“ “

midos. Estamos ante acuerdos mun-diales de naturaleza política, que tie-nen que tener respuestas políticas encada uno de los Estados firmantes ypor parte de sus dirigentes políticos.Sostener que los microcréditos van aser la panacea para la consecución delos Objetivos del Milenio supone des-conocer el significado de este acuerdoy ofrecer excusas para su incumpli-miento, en mayor medida cuando losmicrocréditos poco pueden hacer pa-ra incidir en el avance de la educaciónbásica, la erradicación de enfermeda-des, proporcionar agua potable o aten-ción sanitaria elemental.

Reflexiones finalesSin duda, el movimiento desplegadoalrededor de los microcréditos tienela virtualidad de dirigirse hacia lossectores más vulnerables, alejados dela globalización neoliberal, introdu-ciéndoles en la bancarización a travésde un producto diseñado específica-mente para ellos. Su pretendida ca-pacidad instrumental para eliminar lapobreza parece más encaminada a va-ciar las responsabilidades políticas einstitucionales que existen en su man-tenimiento que en ofrecer transfor-maciones que mejoren el acceso abienes públicos por parte de los másdesfavorecidos.

Cierto es que el mayor éxito de losmicrocréditos se ha situado, hasta lafecha, en la articulación de propuestasalternativas que permitan proporcio-nar mecanismos financieros nuevos adisposición de los sectores más desfa-vorecidos y en los países del Sur. Sinembargo, es necesario un trabajo ma-yor en la puesta en marcha de fórmu-las solidarias, capaces realmente deapoyar a sectores alejados del accesoa la financiación sin la gravosa cargade la deuda que no pueden asumir co-mo una nueva losa.❑

El argumento de que los pobres debenser responsables de su desarrollo tras-lada esta responsabilidad a cada suje-to, haciéndole culpable de su supervi-vencia y anulando el papel que Esta-dos, gobiernos y la comunidad inter-nacional tienen. La solidaridad y res-ponsabilidad internacional se transfor-man así en individualismo y privatis-mo; en definitiva, se asciende un pel-daño más hacia la construcción de so-ciedades abandonadas a un liberalismosalvaje y depredador.

7. Elevan automáticamente la dignidad de quienes los solicitanLa dignidad humana no puede medir-se en función de los créditos que se tie-nen contraídos, sino desde la capaci-dad que las personas tienen de vivir deforma autosuficiente, teniendo garan-tizadas sus necesidades básicas y pu-diendo ejercer sus derechos más ele-mentales. Con mayor motivo si habla-mos de personas que viven de formapaupérrima, sin tener cubiertas las ne-cesidades básicas. Así las cosas, ladignidad de los pobres se elevará au-tomáticamente cuando dejen de serloy puedan elegir libremente su destino.Es como decir que los pobres dejan deserlo en tanto que son “clientes ban-carios” y que la dignidad de las perso-nas se restringe a los intercambios delmercado.

8. Los microcréditos y el acce-so a los mismos deben ser un derecho humano básicoSon otros los derechos humanos bási-cos que la comunidad internacional haido proclamando en las últimas déca-das y algunos de ellos tienen que verprecisamente con la cobertura de lasnecesidades básicas y el ejercicio desus libertades. Anteponer todos ellos ala capacidad de endeudarse es frivoli-zar sobre los derechos humanos ele-mentales, ignorar la importancia delacceso a ellos y que puedan ser garan-tizados por la comunidad internacio-nal, al tiempo que se desvía la atenciónsobre sus incumplimientos. Bajo nin-gún concepto el derecho al crédito

Cooperación

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puede considerarse a la misma alturade otras cuestiones esenciales para lasimple supervivencia de las personasy quienes así lo hacen tratan de trasla-dar la idea de que la única libertad dela humanidad está en el dinero.

9. Constituyen el mejor instrumento de la cooperacióninternacional Hasta la fecha no existe un solo estu-dio empírico que demuestre en un so-lo país una mejora sustancial en eldesarrollo de amplios grupos de la po-blación. Por otra parte, los defensoresde este argumento tratan de minusva-lorar las políticas de solidaridad mun-diales y con ello, las responsabilida-des de los países ricos en esta materia.El dato más elocuente que demuestrala inexactitud de esta afirmación esque a pesar de las tres décadas deexistencia de los microcréditos, los ni-veles de pobreza y subdesarrollo en elmundo no han disminuido ni siquieraen los países donde han tenido su má-ximo apogeo.

10. El acceso al microcréditodebe ser una de las priorida-des para alcanzar los Objetivosdel Desarrollo del MilenioA cinco años del acuerdo sobre losObjetivos del Milenio, los datos reco-gidos por la ONU son desalentadores,constatando la ausencia de voluntadpolítica y la carencia deliberada demedios económicos para abordar loscompromisos anunciados por los paí-ses ricos, mientras los volúmenes deayuda siguen descendiendo y las nue-vas prioridades en la lucha contra el te-rrorismo están desviando grandes can-tidades de recursos hacia este fin.

Ante este escenario, los microcré-ditos tienen un papel residual de caraa dar respuesta a los compromisos asu-

*Carlos Gómez Gil es doctor en Sociología y pro-fesor en el Departamento de Análisis EconómicoAplicado de la Universidad de Alicante. Este artí-

culo forma parte de un trabajo publicado por elAyuntamiento de Córdoba con el título “Los micro-

créditos en la cooperación para el desarrollo”.

Los microcréditos suponen el avance deuna cultura del dinero que rompe las redes

de solidaridad tradicionales“ “

Información y debate ● PUEBLOS ● Diciembre ● 2005 ● 59

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¿Cuál es vuestro concepto decooperación al desarrollo yqué objetivos perseguís?

-Entendemos la cooperación al desarro-llo como una herramienta para contribuira un cambio de las estructuras y relacio-nes económicas, sociales y políticas delmundo. La transformación social comoobjetivo, un mundo con unas relacionesbasadas en la igualdad y la justicia social.

-¿Cuáles son vuestras líneas deactuación?-La Axencia Asturiana de Cooperaciónal Desarrollu tiene competencias en ma-teria de cooperación al desarrollo, soli-daridad internacional y defensa y pro-moción de los derechos humanos. Ac-tuamos en lo local con visión global. En-tendemos el trabajo en red como indis-pensable y apoyamos los procesos deempoderamiento de las organizacionessociales, los movimientos sociales y lasOngs transformadoras. Entendemos laparticipación ciudadana como motorfundamental de transformación y busca-mos una participación social horizontal,que rompa la forma de actuar de anterio-res gobiernos, que no convierta a la coo-peración en un fin en sí mismo. Los ám-bitos de participación e informacióntambién tienen que ser ámbitos de deci-sión, diálogo y consenso. Sin justicia so-cial, no hay paz, y consideramos los Ob-jetivos del Milenio como un compromi-so compartido.

-¿En qué lugares y de qué maneraoperáis?-Es una realidad indiscutible que los la-zos históricos, culturales y de amistad en-

tre Asturies y América Latina nos obligana diseñar una política de actuación deacuerdo con esa responsabilidad. Desta-caría también la importante cooperaciónsolidaria y política con el pueblo saharaui,sin olvidar los Balcanes y el fortaleci-miento de la cooperación en el continen-te africano, con la apertura de importan-tes relaciones de cooperación directa.

-¿Qué campañas de sensibilización te-néis en marcha?-Las políticas de educación al desarrolloy sensibilización de la sociedad civil as-turiana son una prioridad para potenciary fortalecer su papel de crítica y denun-cia. De esta forma, en 2005 hemos des-tinado a la convocatoria de sensibiliza-ción 600.000 euros, a lo que hay que aña-dir las actuaciones directas de la Axenciaen esta materia, que nos coloca por enci-ma de 1.000.000 de euros. Tenemos im-portantes campañas: comercio justo, lu-

cha contra la violencia que padecen mu-jeres y niñas, la homofobia, campaña Po-breza Cero y Objetivos de Milenio,...

-¿Con qué presupuesto cuenta laAxencia?-Conseguimos dotar a las políticas decooperación al desarrollo de un escena-rio financiero estable e independiente delas negociaciones presupuestarias en es-ta legislatura. En el año 2004, destina-mos el 0,54 por ciento de los recursospropios lo que supuso 6.881.617 euros;en el año 2005 destinamos el 0,60 porciento (9.031.659 euros). El próximo añoalcanzaremos el 0,65 por ciento, lo quesupondrá más de 11.000.000 de euros yen 2007 habremos conseguido el 0,7 porciento. Es decir, del año 2003 al 2005 he-mos incrementado nuestros recursos un50 por ciento. Este dinero se reparte en-tre las convocatorias de Desarrollo, Sen-sibilización y Acción Humanitaria, y lasacciones de cooperación directa.

-¿Qué cambiarías de la cooperaciónque existe actualmente?-La cooperación al desarrollo que seplantea la mayoría de las veces no es laque interesa a los pueblos. Son coopera-ciones que atañen a las grandes corpora-ciones, no a la ciudadanía. Tenemos quetrabajar duramente para tender puentesde intercambio cultural e intelectual enel ámbito de la transformación social.Una cooperación al desarrollo que seafundamental no sólo para la democraciapolítica, sino también y sobre todo, parala democracia social.❑

Rafael Palacios, director de la Axencia Asturiana de Cooperación al Desarrollu

“A veces se plantea una cooperación que noatañe a la ciudadanía, sino a las grandes

corporaciones”M

ario

Roj

as

Mercedes Fernández Lagarejos*

*Redacción Pueblos.

Cultura

60 ● 2005 ● Diciembre ● PUEBLOS ● Información y debate

Cultura●L

ibros

José Manuel Martín Medem ● El Viejo Topo ● Barcelona ● 2005

¿Por qué no me enseñaste cómo se vive sin ti?

Carla Fibla García-Sala ● Icaria-Antrazyt ● Madrid ● 2005

España-Marruecos desde la orilla sur

No es fácil. Y digo que no es fácil porque quienes se han atrevido apronosticar la hora final de Castro o cómo sería el fin de siglo en LaHabana se equivocaron, fallaron en los cálculos. Por eso, probable-mente uno de los principales valores de este diario de reportero dequien fue corresponsal de Televisión Española en La Habana durantecuatro años es que no se atreve a hacer pronósticos. Yempieza con de-claraciones de principios: “Defender sin cinismo a la Cuba de Fidelno es incompatible con la sensación de que tendrías muchos proble-mas si fueras cubano”.

Todo el texto está adobado con detalles de la vida cotidiana que re-fuerzan esa idea: “El Gobierno aseguraba que cada aula de clases cuba-na tenía o tendría una computadora pero las maestras y las alumnas ado-lescentes no tenían garantizado el abastecimiento mensual de almoha-dillas sanitarias. Después de 44 años de revolución, la isla sólo produ-cía la mitad de las necesarias. Era la consecuencia de una comandanciade hombres”

Con la voz de los protagonistas,Martín Medem reconstruye esosintensos cuatro años durante loscuales ocurrieron cosas tan tras-cendentales como las alianzas conChina y Venezuela, y la absurdaofensiva contra los disidentes en laOperación Candela.

Esos protagonistas, arropados porseudónimos, son inteligentes, lúcidos,críticos y solidarios. Y hablan abierta-mente. El Caimán: “La Revolución sehunde como consecuencia de la dictadu-ra de las palabras muertas”; el 007: “Si Es-tados Unidos nos manda cinco millones deturistas, está garantizando el futuro del socialismo en Cuba”; el Resen-tido: “Me parece que Fidel Castro puede seguir hablando el resto de suvida pero ya no tiene nada qué decir. Algunos gobiernos terminan bien,otros duran toda la vida”.

Pero, sin duda, el mayor valor del libro es el retrato de la disidenciainterna. Por primera vez un libro sobre Cuba desnuda a la oposición: losgrupos apoyados por el exilio de Miami que están de acuerdo con el blo-queo de Estados Unidos, los que acuden a la Unión Europea como ins-tancia decisoria y los que creen que sólo hay una vía para resolver losproblemas de Cuba: la apertura de las libertades y las soluciones a la cu-bana. Ytiene lo que los periodistas llamamos una “chiva” (una exclusi-va): aparece el texto de la carta en la que Oswaldo Payá, promotor delProyecto Varela, respalda el golpe de Estado que sacó transitoriamentedel poder al presidente Hugo Chávez.

Martín Medem reconoce los méritos de la Revolución y elogia elhecho de que se ganó uno de los últimos rincones de la dignidad, perodesde la orilla de la solidaridad cuestiona lo que parece ser su mayor de-bilidad: el caudillismo.

Por eso, merece la pena volver al principio para escuchar al carde-nal Jaime Ortega, un testigo que, paradójicamente en una revoluciónatea, es mucho más que protagonista: “La situación en Cuba es peor delo que creen, pero mejor de lo que parece”.❑

La idoneidad del momento de aparición de este libro, que a priori po-dría resultar sospechosa, queda explicada en el contenido y el trabajopausado y reflexivo tan necesario en las tumultuosas relaciones hispa-no-marroquíes.

El libro va más allá de la explicación y análisis de la “crisis de Pe-rejil” o las desavenencias del segundo mandato de Aznar con Marrue-cos. Este volumen, que con el paso del tiempo se convertirá en un do-cumento imprescindible para analizar la que ha sido la peor crisis di-plomática de la historia reciente, profundiza en aquello que hay tras esemomento concreto, para hacer un valiente análisis de las razones que“nos separan”, como dice la autora en uno de los capítulos. Yes que enlugar de quedarse en un primer análisis de esa crisis puntual, Carla Fi-bla recurre a dieciocho opiniones escritas desde Marruecos para que deforma concisa escritores, profesores universitarios, periodistas o acti-vistas expongan sus pareceres sobre las relaciones hispano-marroquíes.

Logra así un crisol espontáneo y franco so-bre como la descolonización, el Sahara Oc-cidental, la inmigración, la diplomacia par-lamentaria o las percepciones mutuas.Todos los textos son cortos y personales.Dos características muy interesantesdesde cualquier punto de vista, peromás desde Marruecos, donde no siem-pre es fácil encontrar un espacio paradescargar intuitivamente tus refle-xiones. Éste es otro valor positivo deeste libro, la frescura de los textosdonde no sólo se aportan opinio-nes, sino también propuestas pa-

ra mejorar las relaciones.Ninguna de las opiniones se presenta como políti-

ca y aunque a priori parezca un fallo, quizá sea de agradecer a la vista delas dos intervenciones de políticos de máximo nivel que hay en el libro.Nos referimos a sendas entrevistas soporíferas a los actuales ministrosde Exteriores. Y es que tanto Mohamed Benaisa como Miguel ÁngelMoratinos compiten por ver quién es más previsible y contesta con tex-tos más faltos de contenido. Un capítulo que sirve para justificar el du-ro análisis que hace la corresponsal de La Vanguardia y la Cadena Seren Marruecos sobre la actual etapa de magníficas relaciones entre el go-bierno de Rodríguez Zapatero y el reino alauí. Carla Fibla aboga por irde nuevo un paso más allá. Si en su análisis de la “crisis de Perejil” nose conformó con la clara enemistad personal que enfrentó a Aznar y Mo-hamed VI, tampoco se conforma con la mediática “buena química” quehay entre ambos Ejecutivos en la actualidad y busca los problemas iden-tificados como estructurales y en los que se sigue sin ver claros sínto-mas de mejora, más allá del indudable avance de los fluidos canales decomunicación.

Muy interesante es también el dossier que ofrece al final del libro,sobre todo los extractos de prensa marroquí gracias a la cual el lector sepuede imaginar con mayor claridad cómo fue evolucionando la tensiónen la sociedad marroquí durante aquellos días de exabruptos, asaltos,fragatas y cabras despeñadas, que ahora recordamos con una fácil leja-nía que este libro nos ayudará a valorar en su justa medida.❑

Mohamed el ArichClara Elvira Ospina Garzón

Información y debate ● PUEBLOS ● Diciembre ● 2005 ● 61

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La empresa total Renato Curcio - Traficantes de Sueños -

Madrid - 2005

Trabajadores y trabajadoras de grandes com-pañías de comercialización y distribucióncuentan su experiencia sobre la precariedadlaboral, la empresa moderna y el control de lasfuerzas de trabajo. Las técnicas de gestión derecursos humanos, los mecanismos para des-truir las resistencias, la indefensión y el aisla-miento, así como las estrategias de supervi-vencia y la organización sindical son otros te-mas abordados en el libro, que ofrece un ma-pa de ruta para quienes quieren acercarse a larealidad laboral actual.

Comunicación en movimiento Osvaldo León, Sally Burch y Eduardo

Tamayo - ALAI - Quito - 2005

Esta nueva publicación presenta alternativasal ordenamiento neoliberal que plantean laapropiación y democratización de la comuni-cación. Así, se explican los casos de organi-zaciones como MST, ANAMURI de Chile,ATC de Nicaragua o CONAIE de Ecuador,mostrando los desafíos a los que se enfrentan,y aspectos como la formación y la informa-ción o la construcción de los propios medios.

Derechos de ciudadanía. Responsabilidad del EstadoManuel Canto Chac - Icaria - Barcelona -

2005

Por una parte, nunca antes hubo una con-ciencia tan clara de la necesidad de gobernaren el marco de los derechos humanos y porotra, nunca éstos se vieron tan amenazados.El abandono de los gobiernos de su respon-sabilidad frente a ellos o la ruptura de las ba-rreras de protección en los países menos fa-vorecidos hacen necesaria una reflexión queacometen investigadores de distintos paísesy ámbitos de trabajo.

Comercio y desigualdad internacional José Antonio Alonso y Carlos Garcimar-

tín- La Catarata - Madrid - 2005

Se espera que el comercio mejore la asig-nación productiva y amplíe las posibili-dades de crecimiento de los países. Sinembargo, los estudios revelan que el éxi-to económico no sólo es resultado de laapertura externa, sino que requiere de me-didas que promuevan las capacidadesproductivas nacionales, un objetivo quese encuentra restringido por el marconormativo de la OMC. Éstas y otras cues-tiones sobre el crecimiento económico delos países en desarrollo configuran elgrueso de las 224 páginas de la obra.

En el principio... fue la línea de comandos Neal Stephenson -Traficantes de Sueños -

Madrid- 2005

Existe el empeño por parte de los fabrican-tes de software de ocultar cómo funcionanlos ordenadores de tal forma que se viva latecnológica como algo mágico. El presenteensayo descubre como el universo de la in-formática no es lo que nos han contado, re-montándose a las primeras comunidades dehackers para conectar con el software librey acercarnos a un mundo en el que el usua-rio tiene el poder.

Los paraísos fiscales: como los centros financieros offshore socavan las democraciasJuan Hernández Vigueras - Akal - Madrid

- 2005

Este libro denuncia y explica el fenómeno delos paraísos fiscales, un producto de la glo-balización de los mercados financieros delque se ignoran muchos aspectos, como su re-lación con las bolsas y los movimientos tras-

nacionales de capitales. La obra parte de larecopilación de datos para analizar luego lasnefastas consecuencias de los paraísos fisca-les, entre ellas la delincuencia financiera o laevasión fiscal.

El anónimoMaría Ángeles Chavarría - Sepha -

España - 2005

La novela refleja la situación de muchasmujeres víctimas del moobing y la discri-minación laboral. Para ello, la autora se sir-ve de una joven periodista que reflexionasobre su propio acoso psicológico y el devarias compañeras que tratan de sobreviviren un ambiente laboral en el que nada es loque parece. Aspectos como la reivindica-ción del compañerismo y la firme creenciaen los propios derechos son algunos de lostemas tratados en la obra.

El espejismo humanitario. La especiesolidaria al descubiertoJordi Raich - Debate - Madrid - 2004

Escrito en primera persona, el libro recoge lasexperiencias del autor durante 20 años de tra-bajo en distintas organizaciones humanitariasy en una larga lista de guerras. Estas expe-riencias le sirven para reflexionar sobre los di-lemas éticos y políticos de la solidaridad, des-pojando la ayuda humanitaria de su aura desantidad con el fin de humanizarla y hacerlamás comprensible.

Consumo, luego existoJoan Torres - Icaria - Barcelona - 2005

El autor ha sido uno de los primeros teóricossobre el consumo responsable y en esta obraanaliza y constata de qué forma las técnicaspublicitarias han vampirizado todos los cam-pos de la comunicación logrando que el com-plejo comercial-publicitario se erija en un au-téntico “matrix” de nuestro tiempo.

Notas sobre otras publicaciones

Cultura

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Cultura●M

úsica

En estas sociedades existe unacasta exclusivamente dedicadaa la música: los griots o jelis,

que ejercen de cronistas, como nues-tros trovadores, y son los depositariosde la historia de todo un pueblo. Seacompañan con la kora, especie de ar-pa-laúd de sonido fino y sugerente;posteriormente, la guitarra española haacogido esta función, adoptando un es-tilo armónico similar. Los ritos y dan-zas de las múltiples étnias utilizan granvariedad de percusiones: los tamboresyembé, los igbin, verticales y altos, losbatá, de doble parche, el dum-dum otama, con unas tiras que al presionar-se cambian el tono (tambores parlan-tes) o el balafón, xilófono de maderaque solía estar a la puerta de las casaspara comunicarse.

De Mali a Senegal Sobre los años 50, la incipiente vidaciudadana acogió los ritmos caribeñosy con la explosión de las independen-cias y el orgullo nacional de los 60, secrearon orquestas que, partiendo de larumba cubana, fundían instrumentosde viento y guitarras eléctricas, piezasencantadoras en las que el solista ex-

han convertido en el cantor de todo uncontinente. A orillas del Níger, AlíFarka Touré sorprendió con su an-cestral estilo cercano al blues; fue im-pulsor de la música maliense desdeRadio Bamako. Afel Bokoum siguesu estilo. El wasoulou, canto femeni-no, brilló con la carismática FantaDamba, y luego con Oumou Sanga-ré, de voz ondulada, y NahawaDoumbia. Como intérprete de koradestaca Toumani Diabaté y de éxito

El imperio musical Mandinga

Sahel significa frontera y esta franja al sur del Sahara lo es para los tuareg y la música árabe. Desde Sudán al Atlántico y su costa meridional

se conforma la llamada África Occidental (otrora francesa). Entre los ríos Níger y Senegal florecieron reinos medievales; el más importante fue el

Imperio Mandinga que resistió sucesivas invasiones árabes aunque acabóabrazando el islamismo. Las ciudades de Tombuctú y Sanné extendían su

influencia sobre toda la zona, y es así que una tradición común ha unido apueblos como los soninké, bambara o malinké durante un largo período de

su historia.

presa anhelos melancólicos so-bre un colchón de coros y per-cusiones. En Mali, la RailBand de la Gare de Bamakoamenizaba la espera y losviajes en tren; su líder,Salif Keita, con el gui-tarra guineano KantéManfila, fundarondespués en AbidjánLes Ambasadeursdu Motel.

La tercera ciudadde aquella “movida”fue Dakar: Allí, la Or-cheste Baobab hacíapuro son cubano perocon saxo, solos de guita-rra y en lengua wolof. En Conakry, na-cen Bembeya Jazz National y LesAmazones de Guinée (mujeres-poli-cía que de noche empuñan sus guita-rras). También guineano es SekouBembeya Diabaté, guitarrista con unestilo puramente mandinga de tocar.

De Mali proceden BoubacarTraoré o Kandia Koujaté, la más fa-mosa cantante en décadas. Salif Kei-ta, que desciende de nobles, posee unapoética voz y sus bellas canciones lo

Información y debate ● PUEBLOS ● Diciembre ● 2005 ● 63

Cultur

a●Músi

ca

más reciente es la cantante RokiaTraoré y su estilo tranquilo.

Senegal polariza una gran activi-dad musical, gracias a Youssou N’-Dour que ha creado los estudios Xipipara que los músicos graben en Da-kar, no dependiendo tanto de Europa.N’Dour, con una voz aguda y meló-dica desarrolló el mbalax, estilo quemezcla diversas tradiciones y enreve-sados ritmos que obligan a bailesacrobáticos. En los 70, formó la Etoi-le de Dakar, su grupo, que aún hoy leacompaña como Super Etoile. Suscompetidores fueron Omar Pene etla Súper Diamono y más tarde la vozde goma de Baaba Maal, del nortedel país. Ismael-Lo con su armónicay guitarra es uno de los cantautoresafricanos que viviendo en Francia seconvierte en digno heredero de lachanson. La primera estrella femeni-na es Kine Lam y la influencia de lamúsica musulmana se manifiesta enla emoción de las actuaciones deCheik Lò, comprometido con la her-mandad sufí Muridiyia. En este paísproliferan los grupos de yembées, co-mo el de la isla de Goré. Gambia, in-crustada en el territorio de Senegal, hadado inmejorables tocadores de koracomo Tata Dindin o Dembo Koité.Del sur, de la zona senegalesa de Ca-samance, son los Touré Kounda, treshermanos que han triunfado en Occi-dente. En Guinea sigue cosechandoéxitos Mory Kanté, que estuvo en laRail Band, y destacan también JeliMoussa Jawara y Sekouba Bambi-no. El rap ha supuesto un revulsivo deexpresión en Dakar y entre los cien-tos de grupos que lo practican los másimportantes son P.S.B. y Daara J.

La costa y las periferiasCosta de Marfil, perla del Áfricafrancesa entre países anglófilos, re-cibe todas las tendencias. Desde los70, Abidján fue centro de la industriamusical de cassettes para toda Áfri-ca Occidental y Central. Allí graba-ron las grandes estrellas antes de ir aFrancia y existe una feria que otorgalos Premios de la Música Africanacada dos años. De sus raíces cuentan

Kabamané, Manecas Costa y NinoGalisa. En Sierra Leona, igualmen-te, están S.E. Rogie, Abdul Jay`sRokoto y Seydu, también afincadoen España.

El archipiélago de Cabo Verdefue repoblado de esclavos senegale-ses (de verde solo tiene el nombre) ylos dos tercios de su población haemigrado. La nostalgia impregna sumúsica melosa. Cesárea Évora es lareina de la morna pero no hay que ol-vidar a Teófilo Chantré, Tito Pariso el grupo Sementera. Más rítmicaes la coladeira, la funana se basa enel acordeón y es que hay más estilosque islas.

Ghana, caso aparteEn este país se desarrolla la músicamás diferenciada del área mandinga.Multitud de pueblos (ewe, aka, as-hanti,...) utilizan verdaderas familiasde tambores, como los mpalongo, einstrumentos de viento de cuerno ometal en sus fanfarrias estridentes.Pionero en independizarse, en los 50,se fragua el estilo highlife (en refe-rencia a vivir y vestir bien, a lo euro-peo) de sus nuevos urbanitas. Mez-clan sus danzas con el calypso que ha-bía entrado por Liberia y Sierra Leo-na con los maroons importados de Ja-maica; también influyen los instru-mentos de bandas militares y todocuaja en jubilosas orquestas de baile,la primera música urbana nacida enÁfrica Occidental; en ella destacanKing Bruce y George Darko. Se im-puso a otra más pobre, la palm winemusic (de “licor barato”) que se can-taba con guitarra acústica. Su artistafue Kwaa Mensah. Además, la ma-yoría cristiana hace un godspell de sa-bor local y no olvidemos que de estepaís son Ossibysa, grupo de afrorockque triunfó en Inglaterra.

Como vemos, de esta zona occi-dental vienen la mayoría de músicosafricanos que aquí conocemos, puesmuchos se han establecido en Franciay de allí nos llegan comercialmente.❑

las polifonías baoulé. Hubo clásicoscomo Aïcha Kone y Ernesto Yeyé,que creó el ziglibity; el zagazougouse basa en acordeones pero no ha si-do lo autóctono lo que más ha tras-cendido del país, sino el reggae so-cial de Alpha Blondy y Ticken JahFakoly.

Los vecinos Togo y Benin se nu-tren de percusiones yoruba: KingMensah es la estrella togolesa y en Be-nin, Nel Oliver y el afro-pop de An-gelique Kidjo. Burkina Faso posee uncrisol de étnias: los lobi son maestrosen el uso de xilófonos funerarios. En lacapital, Ougadougou, privan los esti-los mayunka y zouglou, aunque tam-bién cobra influencia el sukús y el reg-gae. Es famoso el grupo Farafina, quemezcla teatro y música, y en el sures-te, Saaba y Djiguinya promueven fes-tivales de danza.

Mamar Kasey es la figura cono-cida de Níger. No es de extrañar queen excolonias con atormentada tran-sición y guerras latentes abundenmás los cantautores, que extraen sumaterial poético de desgarradorashistorias personales. De Guinea-Bis-sau vino a España Bidinte; otros son

Algunos discos básicos

Golden Áfrique Vol. 1. Network.

Toumani Diabaté y Ballaké Sissoko, New

ancient strings. Hannibal Records.

Salif Keita, Soro. Stern’s.

Alí Farka Touré, Radio Mali. World circuit.

Kanté Manfila, Tradition. Celluloid.

Kandia Kouyaté, Kita Kan. Stern’s.

Oumou Sangaré, Worotán. World circuit.

Yousou N’dour, The guide. Sony.

Orcheste Baobab, Pirat’s choice. World

circuit.

Cheik Lô, Ne la Thiass. World circuit.

Baaba Maal, Djam Leelli. Palm Pictures.

Ismael-Lo, Iso. Barclay.

Farafina, Faso Denou. Real World.

Seydu, Freetown. Nube Negra. Cape

Vert. Anthology 1959-1992. Buda

Music.

Cesarea Évora, Miss Perfumado. Lusá-

frica. Zagazougou cup. Piranha. The

Kings of Highlife. Wrasse records.

Enrique García

Cultura

64 ● 2005 ● Diciembre ● PUEBLOS ● Información y debate

Cultura●C

ine

Fernando León de Aranoa(Madrid, 1968) es un jo-ven director cinematográ-

fico que no ha dejado de sor-prendernos, para bien, en todas ycada una de sus películas. Desdeaquella inicial ópera prima, Fa-milia, donde demostró su grantalento para la dirección de acto-res y actrices de toda gama, ca-balmente terminada desde elpunto de vista de la historia,aplaudida por crítica y público yrefrendada por importantes pre-mios como los Goya (1997),hasta su segundo largometraje,Barrio (1998), que también nossorprendió por su enfoque socialy que se llevó la Concha de Pla-ta del Festival de San Sebastián.Pero con Fernando León la cosano se queda ahí; insiste en un ci-ne serio, importante, asume lashistorias de la calle, cotidianas,las que se nos presumen cerca-nas, con las que nos identifica-mos. Por ello llegamos a su ter-cera y maravillosa película: Loslunes al sol (2002). Resulta difí-cil no rendirse a sus cualidades.El tema del paro, otro gran pro-blema social bordado en elguión, y las tremendas interpre-taciones de sus actores no pasa-ron desapercibidos al Jurado delFestival Internacional de San Sebastián, que esta vez sí le otorgóla Concha de Oro. Además consiguió ese mismo año los Goya aMejor Película, Mejor Director y Mejor Actor (Javier Bardem).

No cabe duda de que estamos ante un gran narrador, porqueademás de escribir y dirigir sus películas, Fernando escribe cuen-tos, dibuja y colabora con otros directores y guionistas.

Princesases su más reciente película y como no podía ser me-nos, León de Aranoa, fiel a su estilo tan personal, nos cuenta estahistoria de prostitución y amistad, de marginalidad, de mujeres einfortunios, desde un punto de vista audaz y, como en sus ante-riores películas, afronta el proyecto de forma socialmente com-prometida. Las protagonistas son dos meretrices, una de aquí, in-terpretada por Candela Peña, y una de allá, Micaela Nevárez ensu primer papel protagonista. Caye, española, afronta la prostitu-

ción como un trabajo cualquieraremunerado mientras que Zule-ma, dominicana, se ve en la ne-cesidad, engañada como muchasotras, de dedicarse a ella para po-der enviar dinero a su familia ysu hijo, que se quedó en su país.Circunstancias diferentes, perso-nalidades distintas, otros objeti-vos que en un principio parecenenemistarlas, pero que, gracias ala brillantez del guión, tejen deforma natural y van trabando unarelación tan maravillosa comosincera. Caye tiene “nostalgia delfuturo” y huye y odia el repre-sentado por la soledad de su ma-dre. Zulema, sin embargo, luchapor salir de esa ilegalidad tandesesperante que vive a diario.Su relación desemboca en unaestrecha y sincera comprensión,basada en el respeto mutuo y enla aceptación de lo que implica eldesafecto mundo en el que semueven, pero sueñan con que to-do puede cambiar y que algúndía puede llegar el hombre quevendrá a buscarlas a la salida deltrabajo y que las tratara como aprincesas.

Esta película alcanza un ni-vel extraordinario, sobre todo,en los diálogos, escritos desde laemoción, interpretados con sen-

timiento, estremecedoramente bellos en ocasiones. Los actoressecundarios no desmerecen, destacando las secuencias de la pe-luquería que suponen un gran aliciente a la historia. La cámarase nos muestra muy cercana a los personajes principales, cierta-mente, tomando una postura de cariño hacia ellos, pero en oca-siones dando una imagen oscura y documental, como si quisie-ra puntualizar este mundo marginal. Fernando define muy biena esas mujeres invisibles, muchas sin papeles, explotadas, do-blegadas y violentadas, así como la invisibilidad social y la hi-pocresía de una sociedad que no quiere aceptar lo que siempreha existido. Así, Princesas es una obra sencillamente valiente.❑

Dirección y guión: Fernando León de Aranoa ● Directorde fotografía: Ramiro Civita ● Música: Alfonso de Villa-longa y Manu Chao ● Interpretes: Candela Peña, Mi-

caela Nevárez, Mariana Cordero, Llum Barrera, VioletaPérez, Mónica Van Campen.

Bella y Vital

Juan Vicente Monteagudo

Princesas

Uno de los aspectos más interesan-tes del cine y de cualquier otra ma-

nifestación cultural es su capacidadpara medir los aspectos morales dela sociedad y su grado de “permisi-bilidad” o “apertura”. El llamado“cine para adultos” es uno de los

casos en los que este debate se expo-ne explícitamente.

Información y debate ● PUEBLOS ● Diciembre ● 2005 ● 65

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ine

Ha sido a partir de los noventacuando el sector documental yde ficción ha girado la mirada

hacia el “cine adulto” para reflexionar sobre esas cuestiones éti-cas, sociales y políticas que han transformado el mapa que habi-tamos. Algunas obras no han dejado más que una huella testi-monial, otras han procurado documentar los misterios de la in-dustria, otras han triunfado trasladando el debate a gran escala,como la exitosa Boogie Nights de Paul Thomas Anderson o elgran retrato que dedicó Milos Forman a Larry Flynt.

Recientemente se ha estrenado el documental Dentro de gar-ganta profunda de Fenton Bailey y Randy Barbeto sobre la pe-lícula Garganta profunda que en 1972 sacudió a las masas consexo explícito en la pantalla. La película provocó una discusiónque afectó tanto social como jurídica y políticamente, al tiempoque se presenciaba un nuevo escenario en lo que a las relacionessexuales se refiere, gracias al empuje de los movimientos femi-nistas y por la igualdad, así como al impulso que significaba eldesarrollo de medidas anticonceptivas.

De liberal a misógina Apartir de entonces y en buena medida gracias a las acciones alas que nos tienen acostumbrados los dirigentes políticos de cier-tas latitudes en materias morales, la película sirvió para polarizarlas distintas visiones de la cuestión de fondo: la difícil conjun-ción de libertades colectivas e individuales en armonía. No envano, se procesó criminalmente a los miembros de la película,llevando a la cárcel, entre otros, al actor protagonista. Sin em-bargo, a los pocos años, algunos movimientos que vieron en lapelícula una manera de reivindicación de la liberación sexual, dela igualdad en el terreno del placer de ambos géneros o una ban-dera para combatir las ideas conservadoras en las relaciones en-tendieron Garganta profunda como la primera de las manifesta-

ciones cosificadoras hacia la mujer quesignificaba el “cine para adultos”. La pe-lícula pasó a ser la encarnación más cla-ra de los demonios morales, no por cues-tiones de liberación, sino de misógina ex-presión sexista.

El calor del debate hoy en día no esel de aquellos revueltos setenta y ochen-ta, pero las posiciones siguen encona-das. Es obvio y significativo el cambiomoral que se ha producido en materiasexual e indudable que el cine ha tenidoun papel activo, aunque sería desmesu-rado pensar que ha sido motor de estos

cambios. La cultura participa de la dinámica social general-mente materializando sus valores y, en el mejor de los casos,aportando alternativas.

Sin embargo, el hecho de que el “cine para adultos” tengauna clara función social (ayer y hoy) y que su significación his-tórica pueda ser relevante en lo que a los cambios morales se re-fiere (independientemente de sus cualidades artísticas) no debedespistar el debate de hoy hacia una simplificación de la pre-gunta. Los números se imponen a los principios y ya no habla-mos de una industria que luche por un espacio en un marco le-gal, sino de una producción de más de 11.000 películas anualessólo en EE. UU. que además ocupa la mayor parte de las pági-nas de Internet (entre un 70 y un 90 por ciento).

La liberación sexual es un derecho que pertenece a los prin-cipios de cualquier humanismo con base progresista. La ética esun marco dinámico que no ha parado de transformarse a lo lar-go de la historia y cuya metamorfosis llega antes a la gente quea las leyes. Las diferentes formas de reaccionar de los especta-dores ante el cine en sus distintas épocas nos pueden servir parareflexionar sobre ello y en esto el “cine para adultos” ha tenidoy tiene un papel que hay que reconocerle. Sin embargo, ver a losautores de aquel “cine para adultos” lamentándose de que la lle-gada del vídeo acabó con la “magia” de sus reivindicaciones yluchas, resulta algo ingenuo hoy. Pensar que de eso es de lo quese habla cuando hablamos del “cine para adultos” es demasiadoingenuo y la ingenuidad es más útil para las clases poderosas quepara los sectores críticos.❑

Por qué lo llamamos “cine para adultos”cuando queremos decir “porno”

(y viceversa)

Alejandro Pedregal

Pau

la C

abild

o

Cultura

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Cultura●P

oesía

Boca del dolorcomo boca de estómago,como boca arrojandotempestades de dolor y de

[acero,como vino que se pierde en su color,como serpiente que se

[retuerceen su piel blanda y

[abandonadaal alba.

Dolor infame,dolor verdadero,dolor ácido y falso,como el sol atrapado en

[una redoma:medicina del dolor,meridiano del dolor.

Tiempo doliente,presente continuo,presente doloroso.

Ojos del dolor,abiertos y ciegos;presente que se presagia,aun sintiéndose lejano;deja su huella, su ruinasu mueca de marablandado y digeridoen nuestras entrañas.

Nunca es espacio,no hay espacio para el

[dolor;hay dolorcuando está en nosotrosdentro del dolory estamos nosotrosy somos unocon el dolor.

Es nuestro lugar en el [mundo

y es nuestro tiempo,

nuestro único y cierto [tiempo

en este dolor.

Generosidad del dolor,manos del dolor,sin estrías,raíces desgajadasde la tierra de la

[existencia,panteones floridos,alzados contra el recuerdo.

Estigmas del dolor.

Somos dolor continuo,suma y amalgama,ocasión y quebrantoen este mundo doloroso,en este dolor mundanoque se extiendepárpado a párpado,dedo a dedo,ojo a ojo.

Doler del dolor,grieta y fisura en el

[tiempo,grito desgarradoque hiere y acuciacomo la flecha que no

[somos,como el dolor que nos

[correspondeen este lugar y en este

[ahora,en esta eternidad tan

[pesada,que dura y perduraen su dolor,macerándose [dolientemente,dando vueltas sobre sícomo noria ebria,como barco herido,guiado por el diosde la razón y de la locura.

Minaren ahoa,nola urdail ahoa,nola ahoa minezko eta

[altzairuzkoekaitzak botaka,nola ardoa bere kolorean

[galduz,nola sugea okertuabere larru bigun goiz

[alban utzian.Min doilor, min benetakomin garratz, min zuri,eguzkia kristalean

[harrapatua:minaren sendagai eta[minaren sendotasun.

Denbora da, minsor,orain geldigaitz,orain mindu.

Minaren begiak, irekiak [eta itsuak,

mintzen duen oraina, [urrutiko mintzaldia;uzten ditu bere oinatzak,

[bere hondamendia,bere itsas keinu bigun,

[irentsia,barne-minetan muin egina.

Sekula ez da espazio,ez dago espaziorik

[minarentzat,mina dago guregan ,eta gu gaude eta bat gara

[minean.

Gure tokia da munduan,eta gure denbora ere bada,gure denbora bakar eta

[egiazkoa

min honetan.Minaren eskuak,izatearen lurretik [erauzitako sustraiak,hilobi loretsuak,oroimenaren aurka

[ederretsiak:minaren orbainak.

Min etengabea gara,batu eta elkartzen garenamundu mindutako

[honetan,munduko min honetan,zabaltzen baitabetazalez betazal eta

[hatzez hatz,argi distiratsua bezala.

Minaren min,zirrikitu eta sarraski,

[denboran;oihu urragarri,zauritzen eta larritzen

[gaituena,ez garen geziak bezala,hemengo hemen eta

[oraingo orainean. Dagokigun minak bezala

[diraubere mineanbetikotasun pisuzko

[honetan,eta minki gaitu beratzen,bere buruaren inguruan

[jiraka eta biraka,noria hordia, itsasontzi

[zauritua bezala:arrazoimenaren eta

[eromenarenJainkoa baitu gidari.

Dolor que se dueleen su doler

Mina minean mintzen da

Felipe Juaristi