+ Lectura del santo evangelio según san Lucas 23, 35-43...Santiago Alberione. Ap 22, 1-7 – Sal 94...

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Lectura del segundo libro de 2Samuel 5,1-3 En aquellos días, todas las tribus de Israel fueron a Hebrón a ver a David y le dijeron: «Hueso tuyo y carne tuya somos; ya hace tiempo, cuando todavía Saúl era nuestro rey, eras tú quien dirigías las entradas y salidas de Israel. Además el Señor te ha prometido: “Tú serás el pastor de mi pueblo Israel, tú serás el jefe de Israel.”» Todos los ancianos de Israel fueron a Hebrón a ver al rey, y el rey David hizo con ellos un pacto en Hebrón, en presencia del Señor, y ellos ungieron a David como rey de Israel. Palabra de Dios. Salmo responsorial: Salmo 121 R/. VAMOS ALEGRES A LA CASA DEL SEÑOR. ¡Qué alegría cuando me dijeron: «Vamos a la casa del Señor»! Ya están pisando nuestros pies tus umbrales, Jerusalén. R/. Allá suben las tribus, las tribus del Señor, según la costumbre de Israel, a celebrar el nombre del Señor; en ella están los tribunales de justicia, en el palacio de David. R/. Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Colosenses 1, 12-20 Hermanos: Damos gracias a Dios Padre, que nos ha hecho capaces de compartir la herencia del pueblo santo en la luz. Él nos ha sacado del dominio de las tinieblas, y nos ha trasladado al reino de su Hijo querido, por cuya sangre hemos recibido la redención, el perdón de los pecados. Él es imagen de Dios invisible, primogénito de toda criatura; porque por medio de él fueron creadas todas las cosas: celestes y terrestres, visibles e invisibles, Tronos, Dominaciones, Principados, Potestades; todo fue creado por él y para él. Él es anterior a todo, y todo se mantiene en él. Él es también la cabeza del cuerpo: de la Iglesia. Él es el principio, el primogénito de entre los muertos, y así es el primero en todo. Porque en él quiso Dios que residiera toda la plenitud. Y por él quiso reconciliar consigo todos los seres: los del cielo y los de la tierra, haciendo la paz por la sangre de su cruz. Palabra de Dios. Aleluya Mc 11, 9b-l0a Bendito el que viene en nombre del Señor. Bendito el reino que llega, el de nuestro padre David. + Lectura del santo evangelio según san Lucas 23, 35-43 En aquel tiempo, los magistrados hacían muecas a Jesús, diciendo: «A otros ha salvado; que se salve a si mismo, si él es el Mesías de Dios, el Elegido.» Se burlaban de él también los soldados, que se acercaban y le ofrecían vinagre diciendo: «Si eres tú el rey de los judíos, sálvate a ti mismo.» Había también por encima de él un letrero: «Éste es el rey de los judíos.» Uno de los malhechores crucificados lo insultaba, diciendo: « ¿No eres tú el Mesías? Sálvate a ti mismo y a nosotros.» Pero el otro, respondiéndole e increpándolo le decía: « ¿Ni siquiera temes tú a Dios, estando en la misma condena? Nosotros, en verdad, lo estamos justamente, porque recibimos el justo pago de lo que hicimos; en cambio, éste no ha hecho nada malo». Y decía: «Jesús, acuérdate de mi cuando llegues a tu reino.» Jesús le dijo: “En verdad te digo: hoy estarás conmigo en el paraíso.» Palabra del Señor. Este último domingo del presente ciclo litúrgico está dedicado a Jesús de Naza- ret como Rey del Universo y da paso al Adviento. Este camino nos servirá de preparación para la espera jubilosa del Señor Jesús. Hemos asistido al despliegue, a lo largo de estos últimos doce meses, de la Palabra de Jesús: meditando su vida, saboreando sus hechos y contemplando sus milagros. ¿Somos conscientes de a quién seguimos y por qué le seguimos? Después de estas vivencias con dos palabras lo podemos resumir y transmitir: ¡Cristo es nuestro Rey! Las lecturas de hoy nos pueden ayudar a descubrir que el auténtico y único reino es el que proclamó tantas veces Jesús, y que Él mismo vivió: el amor a todos sin distinción, el servicio, la misericordia, el perdón y el compromiso de anunciar la Buena Noticia. Cristo es el verdadero Dios que no pasa. Es el de ayer, el de hoy y el de mañana. Es el personaje más importante en toda la historia de la humanidad. Es el único capaz de llenar de veras los deseos más profundos de nuestro corazón. Cristo pasó por el mundo haciendo el bien. Nada ni nadie pudo impedirle amar a los hombres, incluso a sus enemigos. Por eso en la cruz, clavado de pies y manos, pedía perdón para sus verdugos y los disculpaba. Sabemos que, mientras Jesús vivió nuestra vida mortal, no resultó fácil reconocerle como rey. No se parecía a los reyes de este mundo. Era demasiado pobre, demasiado sencillo, demasiado cariñoso y cercano a los más desgraciados de la vida. Un rey que establece su reino de vida, justicia y paz a base de su propia vida. Él había venido a inaugurar el reino de la verdad, de la justicia y del amor, un reino donde la muerte sería vencida. El relato de la crucifixión, proclamado en la fiesta de Cristo Rey, nos recuerda a los seguidores de Jesús que su reino no es un reino de gloria y de poder, sino de servicio, amor y entrega total para rescatar al ser humano del mal, el pecado y la muerte. Habituados a proclamar la "victoria de la Cruz", corremos el riesgo de olvidar que el Crucificado nada tiene que ver con un falso triunfalismo que vacía de contenido el gesto más sublime de servicio humilde de Dios hacia sus criaturas. La Cruz no es una especie de trofeo que mostramos a otros con orgullo, sino el símbolo del Amor crucificado de Dios que nos invita a seguir su ejemplo. Cantamos, adoramos y besamos la Cruz de Cristo porque en lo más hondo de nuestro ser sentimos la necesidad de dar gracias a Dios por su amor insondable, pero sin olvidar que lo primero que nos pide Jesús de manera insistente no es besar la Cruz sino cargar con ella. Y esto consiste sencillamente en seguir sus pasos de manera responsable y comprometida, sabiendo que ese camino nos llevará tarde o temprano a compartir su destino doloroso. No nos está permitido acercarnos al misterio de la Cruz de manera pasiva, sin intención alguna de cargar con ella. Por eso, hemos de cuidar mucho no distraernos del seguimiento fiel al Crucificado. Es precisamente al besar la Cruz cuando hemos de escuchar la llamada de Jesús: «Si alguno viene detrás de mí... que cargue con su cruz y me siga». Para los seguidores de Jesús, reivindicar la Cruz es acercarse servicialmente a los crucificados; introducir justicia donde se abusa de los indefensos; reclamar compasión donde sólo hay indiferencia ante los que sufren. Esto nos traerá conflictos, rechazo y sufrimiento. Será nuestra manera humilde de cargar con la Cruz de Cristo. El teólogo católico Johann Baptista Metz viene insistiendo en el peligro de que la imagen del Crucificado nos esté ocultando el rostro de quienes viven hoy crucificados. En el cristianismo de los países del bienestar está ocurriendo, según él, un fenómeno muy grave: "La Cruz ya no intranquiliza a nadie, no tiene ningún aguijón; ha perdido la tensión del seguimiento a Jesús, no llama a ninguna responsabilidad, sino que descarga de ella". ¿No hemos de revisar todos cuál es nuestra verdadera actitud ante el Crucificado? ¿No hemos de acercarnos a él de manera más responsable y comprometida? Que su Espíritu nos dé fortaleza y nos ayude a dar testimonio de la verdad ante el mundo. ¡Dichosos quienes le acogen como REY y SEÑOR!

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Page 1: + Lectura del santo evangelio según san Lucas 23, 35-43...Santiago Alberione. Ap 22, 1-7 – Sal 94 – Lucas 21, 34-36 COMIENZA EL TIEMPO DE ADVIENTO El perdón es, en definitiva,

Lectura del segundo libro de 2Samuel 5,1-3 En aquellos días, todas las tribus de Israel fueron a Hebrón a ver a David y le dijeron: «Hueso tuyo y carne tuya somos; ya hace tiempo, cuando todavía Saúl era nuestro rey, eras tú quien dirigías las entradas y salidas de Israel. Además el Señor te ha prometido: “Tú serás el pastor de mi pueblo Israel, tú serás el jefe de Israel.”» Todos los ancianos de Israel fueron a Hebrón a ver al rey, y el rey David hizo con ellos un pacto en Hebrón, en presencia del Señor, y ellos ungieron a David como rey de Israel. Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 121

R/. VAMOS ALEGRES A LA CASA DEL SEÑOR.

¡Qué alegría cuando me dijeron: «Vamos a la casa del Señor»! Ya están pisando nuestros pies tus umbrales, Jerusalén. R/. Allá suben las tribus, las tribus del Señor, según la costumbre de Israel, a celebrar el nombre del Señor; en ella están los tribunales de justicia, en el palacio de David. R/.

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Colosenses 1, 12-20 Hermanos: Damos gracias a Dios Padre, que nos ha hecho capaces de compartir la herencia del pueblo santo en la luz. Él nos ha sacado del dominio de las tinieblas, y nos ha trasladado al reino de su Hijo querido, por cuya sangre hemos recibido la redención, el perdón de los pecados. Él es imagen de Dios invisible, primogénito de toda criatura; porque por medio de él fueron creadas todas las cosas: celestes y terrestres, visibles e invisibles, Tronos, Dominaciones, Principados, Potestades; todo fue creado por él y para él. Él es anterior a todo, y todo se mantiene en él. Él es también la cabeza del cuerpo: de la Iglesia. Él es el principio, el primogénito de entre los muertos, y así es el primero en todo. Porque en él quiso Dios que residiera toda la plenitud. Y por él quiso reconciliar consigo todos los seres: los del cielo y los de la tierra, haciendo la paz por la sangre de su cruz. Palabra de Dios.

Aleluya Mc 11, 9b-l0a Bendito el que viene en nombre del Señor.

Bendito el reino que llega, el de nuestro padre David.

+ Lectura del santo evangelio según san Lucas 23, 35-43 En aquel tiempo, los magistrados hacían muecas a Jesús, diciendo: «A otros ha salvado; que se salve a si mismo, si él es el Mesías de Dios, el Elegido.» Se burlaban de él también los soldados, que se acercaban y le ofrecían vinagre diciendo: «Si eres tú el rey de los judíos, sálvate a ti mismo.» Había también por encima de él un letrero: «Éste es el rey de los judíos.» Uno de los malhechores crucificados lo insultaba, diciendo: « ¿No eres tú el Mesías? Sálvate a ti mismo y a nosotros.» Pero el otro, respondiéndole e increpándolo le decía: « ¿Ni siquiera temes tú a Dios, estando en la misma condena? Nosotros, en verdad, lo estamos justamente, porque recibimos el justo pago de lo que hicimos; en cambio, éste no ha hecho nada malo». Y decía: «Jesús, acuérdate de mi cuando llegues a tu reino.» Jesús le dijo: “En verdad te digo: hoy estarás conmigo en el paraíso.» Palabra del Señor.

Este último domingo del presente ciclo litúrgico está dedicado a Jesús de Naza- ret como Rey del Universo y da paso al Adviento. Este camino nos servirá de preparación para la espera jubilosa del Señor Jesús. Hemos asistido al despliegue, a lo largo de estos últimos doce meses, de la Palabra de Jesús: meditando su vida, saboreando sus hechos y contemplando sus milagros. ¿Somos conscientes de a quién seguimos y por qué le seguimos? Después de estas vivencias con dos palabras lo podemos resumir y transmitir: ¡Cristo es nuestro Rey! Las lecturas de hoy nos pueden ayudar a descubrir que el auténtico y único reino es el que proclamó tantas veces Jesús, y que Él mismo vivió: el amor a todos sin distinción, el servicio, la misericordia, el perdón y el compromiso de anunciar la Buena Noticia.

Cristo es el verdadero Dios que no pasa. Es el de ayer, el de hoy y el de mañana. Es el personaje más importante en toda la historia de la humanidad. Es el único capaz de llenar de veras los deseos más profundos de nuestro corazón. Cristo pasó por el mundo haciendo el bien. Nada ni nadie pudo impedirle amar a los hombres, incluso a sus enemigos. Por eso en la cruz, clavado de pies y manos, pedía perdón para sus verdugos y los disculpaba. Sabemos que, mientras Jesús vivió nuestra vida mortal, no resultó fácil reconocerle como rey. No se parecía a los reyes de este mundo. Era demasiado pobre, demasiado sencillo, demasiado cariñoso y cercano a los más desgraciados de la vida. Un rey que establece su reino de vida, justicia y paz a base de su propia vida. Él había venido a inaugurar el reino de la verdad, de la justicia y del amor, un reino donde la muerte sería vencida. El relato de la crucifixión, proclamado en la fiesta de Cristo Rey, nos recuerda a los seguidores de Jesús que su reino no es un reino de gloria y de poder, sino de servicio, amor y entrega total para rescatar al ser humano del mal, el pecado y la muerte. Habituados a proclamar la "victoria de la Cruz", corremos el riesgo de olvidar que el Crucificado nada tiene que ver con un falso triunfalismo que vacía de contenido el gesto más sublime de servicio humilde de Dios hacia sus criaturas. La Cruz no es una especie de trofeo que mostramos a otros con orgullo, sino el símbolo del Amor crucificado de Dios que nos invita a seguir su ejemplo. Cantamos, adoramos y besamos la Cruz de Cristo porque en lo más hondo de nuestro ser sentimos la necesidad de dar gracias a Dios por su amor insondable, pero sin olvidar que lo primero que nos pide Jesús de manera insistente no es besar la Cruz sino cargar con ella. Y esto consiste sencillamente en seguir sus pasos de manera responsable y comprometida, sabiendo que ese camino nos llevará tarde o temprano a compartir su destino doloroso. No nos está permitido acercarnos al misterio de la Cruz de manera pasiva, sin intención alguna de cargar con ella. Por eso, hemos de cuidar mucho no distraernos del seguimiento fiel al Crucificado. Es precisamente al besar la Cruz cuando hemos de escuchar la llamada de Jesús: «Si alguno viene detrás de mí... que cargue con su cruz y me siga». Para los seguidores de Jesús, reivindicar la Cruz es acercarse servicialmente a los crucificados; introducir justicia donde se abusa de los indefensos; reclamar compasión donde sólo hay indiferencia ante los que sufren. Esto nos traerá conflictos, rechazo y sufrimiento. Será nuestra manera humilde de cargar con la Cruz de Cristo. El teólogo católico Johann Baptista Metz viene insistiendo en el peligro de que la imagen del Crucificado nos esté ocultando el rostro de quienes viven hoy crucificados. En el cristianismo de los países del bienestar está ocurriendo, según él, un fenómeno muy grave: "La Cruz ya no intranquiliza a nadie, no tiene ningún aguijón; ha perdido la tensión del seguimiento a Jesús, no llama a ninguna responsabilidad, sino que descarga de ella". ¿No hemos de revisar todos cuál es nuestra verdadera actitud ante el Crucificado? ¿No hemos de acercarnos a él de manera más responsable y comprometida? Que su Espíritu nos dé fortaleza y nos ayude a dar testimonio de la verdad ante el mundo.

¡Dichosos quienes le acogen como REY y SEÑOR!

Page 2: + Lectura del santo evangelio según san Lucas 23, 35-43...Santiago Alberione. Ap 22, 1-7 – Sal 94 – Lucas 21, 34-36 COMIENZA EL TIEMPO DE ADVIENTO El perdón es, en definitiva,

1.- En la muerte de Jesús extraña el misterio del silencio de Dios. Dios calla. Pero tampoco deja de extrañar el silencio de los hombres. ¿Dónde está la voz de los hombres dando cara por Jesús? ¿Por qué calla Dios? ¿Y por qué callaron los hombres?

2.- Muchos se quejan del silencio de Dios, cuando tantos inocentes viven la crucifixión de la carencia de todo. Y ¿dónde está tu voz de protesta o de esperanza? Tu silencio ¿no tendrá mucho de culpabilidad y complicidad?

3.- El silencio de Dios no es impotencia de Dios. Tampoco asentimiento de Dios. Es respeto a tu libertad. Su omnipotencia no reemplazatu responsabilidad.

4.- ¿No será tu silencio el silencio que hace callar hoy a Dios? Cuando tú callas ante la injusticia, Dios calla, se queda sin voz, porque desde la muerte de Jesús, Dios habla a través de los hombres.

5.- El silencio de Dios es el silencio de la espera. Él hablará. Pero ¿cuándo? Tal vez no hable hasta cuando todas tus posibilidades humanas se hayan agotado. ¿No será tarde? La Pascua nunca es tarde.

6.- El silencio de Dios en la Muerte de Jesús es el nuevo rostro de Dios. Desde entonces, Dios ya no puede ser interpelado para pedirle que haga por nosotros lo que nosotros estamos llamados a hacer. Ya nadie podrá culpar a Dios de lo que tú haces.

7.- Dios habla a través de la Palabra y del silencio. Por la Palabra nos dice lo que debemos hacer y cómo debemos hacerlo. Cuando calla, nos está preguntando si lo hemos hecho. Por eso no basta interpretar sus palabras. Hay que interpretar también sus silencios.

UN NUEVO CAMINAR… LLAMADOS A SER COMUNIDAD Iniciamos un nuevo ciclo litúrgico. Vél nos abrimos a una nueva oportunidad. Se nos entrega un nuevo reloj lleno de tiempo, de días, de horas, minutoresponsables. Que lo aprovechemos o no depende sólo de nosotros. La vida es un regalo y una responsabilidad. Estamos llamados a vivir los valores del Reino y a anunciarlo con gestos y palabras, haciendo presente en la vida de la gente su fuerza humanizadora y salvadora. El tiempo de Adviento-Navidad nos ayudaráa despertarnos del sueño y salir del letarque produce en nosotros la rutina y elsancio, a fin de poner en movimiento nuestras capacidades para preparar mino al Señor, que nos llama a ser comunidad.

En la muerte de Jesús extraña el misterio del silencio de Dios. Dios o deja de extrañar el silencio de los hombres. ¿Dónde

está la voz de los hombres dando cara por Jesús? ¿Por qué calla Dios?

Muchos se quejan del silencio de Dios, cuando tantos inocentes viven cia de todo. Y ¿dónde está tu voz de protesta o de

esperanza? Tu silencio ¿no tendrá mucho de culpabilidad y complicidad?

El silencio de Dios no es impotencia de Dios. Tampoco asentimiento de Dios. Es respeto a tu libertad. Su omnipotencia no reemplazará jamás

¿No será tu silencio el silencio que hace callar hoy a Dios? Cuando tú callas ante la injusticia, Dios calla, se queda sin voz, porque desde la muerte de Jesús, Dios habla a través de los hombres.

el silencio de la espera. Él hablará. Pero ¿cuándo? Tal vez no hable hasta cuando todas tus posibilidades humanas se hayan agotado. ¿No será tarde? La Pascua nunca es tarde.

El silencio de Dios en la Muerte de Jesús es el nuevo rostro de Dios. ntonces, Dios ya no puede ser interpelado para pedirle que haga

por nosotros lo que nosotros estamos llamados a hacer. Ya nadie podrá

Dios habla a través de la Palabra y del silencio. Por la Palabra nos emos hacer y cómo debemos hacerlo. Cuando calla, nos

está preguntando si lo hemos hecho. Por eso no basta interpretar sus palabras. Hay que interpretar también sus silencios.

Juan Jáuregui

UN NUEVO CAMINAR… LLAMADOS A SER COMUNIDAD

. Viviremos la alegría de estrenar. Con una nueva oportunidad. Se nos entrega un nuevo reloj

lleno de tiempo, de días, de horas, minutos y segundos del que somos responsables. Que lo aprovechemos o no depende sólo de nosotros.

La vida es un regalo y una responsabilidad. valores del

Reino y a anunciarlo con gestos y palabras, de la gente

su fuerza humanizadora y salvadora.

Navidad nos ayudará a despertarnos del sueño y salir del letargo que produce en nosotros la rutina y el can- sancio, a fin de poner en movimiento todas

reparar el ca- ama a ser comunidad.

(De Cáritas Adviento-Navidad 2016)

Día 21 – Presentación de la Virgen . Nª Sra. de la Piedad, Gelasio I.

Ap 14, 1-3. 4b-5 – Sal 23 – Lucas 21, 1-4 Día 22 – Cecilia , Salvador Lili, Filemón, Marcos, Mauro, Rogerio.

Ap 14, 14-19 – Sal 95 – Lucas 21, 5-11 Día 23 – Clemente I, Columbano , Lucrecia, Sisinio, Bto. Miguel Agustín Pro.

Ap 15, 1-4 – Sal 97 – Lucas 21, 12-19

Día 24 – Andrés Dung-Lac y comps. Acisclo y Victoria, Alfonso Rodríguez, Gregorio de Tours, Hugo. Ap 18, 1-2. 21-23; 19, 1-3.9a – Sal 99 – Lucas 21, 20

Día 25 – Catalina de Alejandría , Gonzalo, García.

Ap 20, 1-4. 11-21, 2 – Sal 83 – Lucas 21, 29 Día 26 – Leonardo de Porto Mauric io, Conrado, Silvestre, Bto. Santiago Alberione.

Ap 22, 1-7 – Sal 94 – Lucas 21, 34-36

COMIENZA EL TIEMPO DE ADVIENTO

El perdón es, en definitiva, una fuerza que resucita a una vida nueva e infunde el valor para mirar el futuro con esperanza.P. Francisco. Misericordiae vultus

Domingo, 20 : Eucaristía 11:00h Entrega de los EVANGELIOS niños y niñas que este año harán la PRIMERA COMUNIÓN. Lunes, 21: 19:30h. Curso “ PERSONAJES DE LA BIBLIA Martes, 22: 18:00h. Equipo de CÁRITAS Interparroquial Miércoles, 23: 20:00h. Oración R. Carismática Jueves, 24: DIA DE LAS PERSONAS SIN HOGAR 19:30h: Oración e spec ial de la Jornada

17:00 y 18:00h. Catequesis. 20:00h. Oración de la comunidad

Viernes, 25: 17:00 y 18:00h. Catequesis. Domingo, 27 : PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO Eucaristías: 11:00 y 12:30h .

12:00h. Catequesis

Operación KILO, ABIERTAA la venta lotería de Navidad con fines solidarios

Nº 52565

Magnánimoescogiendo todo cuanto sube hacia arriba, no lo que se arrastra hacia abajo.Magnánimoviendo en él no una carga que se me impone, sino la misión que Tú me confías.Magnánimoverdadero centinela tuyo ante mi cruz, verdadero Cireneo para las cruces de los demás.Magnánimoperdonando sus pequeñeces, pero no cediendo en nada a sus máximas.Magnánimoleal con todos, más sacrificado por los humpor los pequeños, celoso por arrastrar hacia Ti a todos los que me aman.Magnánimojamás replegado sobre mí, siempre apoyado en Ti.MagnánimoOh Cristo Rey: consciente de vivir para servirte, dichoso de morir, para perder

. Nª Sra. de la Piedad, Gelasio I.

Mauro, Rogerio.

, Lucrecia, Sisinio, Bto. Miguel Agustín Pro.

Acisclo y Victoria, Alfonso Rodríguez,

Lucas 21, 20-28

Lucas 21, 29-33

io, Conrado, Silvestre,

COMIENZA EL TIEMPO DE ADVIENTO

El perdón es, en definitiva, una fuerza que resucita a una vida nueva e infunde el valor para mirar el futuro con esperanza.

EVANGELIOS a los la PRIMERA COMUNIÓN.

PERSONAJES DE LA BIBLIA ”

Interparroquial

DIA DE LAS PERSONAS SIN HOGAR ial de la Jornada

Operación KILO, ABIERTA con fines solidarios Las Matas. Madrid

SOLEMNIDAD DE

Dame un corazón abierto ymagnánimo para contigo.

Magnánimo en mi vida: escogiendo todo cuanto sube hacia arriba, no lo que se arrastra hacia abajo. Magnánimo en mi trabajo: viendo en él no una carga que se me impone, sino la misión que Tú me confías. Magnánimo en el sufrimiento: verdadero centinela tuyo ante mi cruz, verdadero Cireneo para las cruces de los demás. Magnánimo con el mundo: perdonando sus pequeñeces, pero no cediendo en nada a sus máximas. Magnánimo con los hombres: leal con todos, más sacrificado por los humildes y por los pequeños, celoso por arrastrar hacia Ti a todos los que me aman. Magnánimo conmigo mismo: jamás replegado sobre mí, siempre apoyado en Ti.Magnánimo contigo: Oh Cristo Rey: consciente de vivir para servirte, dichoso de morir, para perderme en Ti.

J.Leoz

Las Matas. Madrid - Año XIII - nº 852 - Domingo XXX IV - T.O. SOLEMNIDAD DE JESUCRISTO, REY DEL UNIVERSO

20 de noviembre de 2016

http://www.sanjoselasmatas.es

Dame un corazón abierto y magnánimo para contigo.

viendo en él no una carga que se me impone, sino la

perdonando sus pequeñeces, pero no cediendo en

ildes y

jamás replegado sobre mí, siempre apoyado en Ti.

J.Leoz

T.O. – Ciclo C DEL UNIVERSO

ttp://www.sanjoselasmatas.es