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Pontificia Universidad Javeriana
Facultad de Estudios Ambientales y Rurales
Maestría en Conservación y Uso de Biodiversidad
EXPLORANDO LA INCIDENCIA DEL CAPITAL SOCIAL Y DE
LAS INSTITUCIONES INFORMALES EN LAS DINÁMICAS
SOCIOECOLÓGICAS DE UNA COMUNIDAD PESQUERA
CONTINENTAL.
EL CASO DE LA PESQUERÍA DEL BOCACHICO (Prochilodus
magdalenae) EN LA CIÉNAGA EL LLANITO,
BARRANCABERMEJA, SANTANDER, COLOMBIA
Trabajo para optar al título de Magister en Conservación y Uso de
Biodiversidad
Autor: J. Mauricio López Sánchez
Director: César Ortiz Guerrero
Bogotá, 2016
Título
Explorando la incidencia del Capital Social y de las Instituciones Informales en las
dinámicas socioecológicas de una comunidad pesquera continental. El caso de la
pesquería del Bocachico (Prochilodus magdalenae) en la ciénaga El Llanito,
Barrancabermeja, Santander, Colombia.
Pregunta general
¿Podría el flujo de Capital Social y el rol de las instituciones informales incidir en el
declive de la pesquería del bocachico en la Ciénaga El Llanito?
Preguntas específicas
¿Cuáles son las características del Sistema socioecológico de la pesquería del bocachico
en la Ciénaga El Llanito?
¿Cuáles son las características del Capital Social y de las Instituciones Informales
alrededor del sistema socioecológico de la pesquería del bocachico en la Ciénaga El
Llanito?
¿Cuáles son las características de los procesos de interacción social (redes) en el sistema
socioecológico de la pesquería del bocachico en la Ciénaga El Llanito?
Objetivo general
Explorar la incidencia del Capital Social y de las Instituciones Informales en las
dinámicas socioecológicas de la pesquería del bocachico en la Ciénaga de El Llanito.
Objetivos específicos
Describir el Sistema Socioecológico de la pesquería del bocachico en la Ciénaga El
Llanito.
Caracterizar el Capital Social y las Instituciones Informales en el sistema
socioecológico de la pesquería del bocachico en la Ciénaga El Llanito.
Analizar las redes sociales de confianza – desconfianza – liderazgo, asociadas a la
pesquería del bocachico en la Ciénaga El Llanito.
El documento que se presenta a continuación está escrito en formato de artículo
científico, siguiendo los lineamientos de publicación exigidos por la revista The Journal
of Peasant Studies.
1
The Journal of Peasant Studies, 2016
Explorando la incidencia del Capital Social y de las Instituciones
Informales en las dinámicas socioecológicas de una comunidad
pesquera continental. El caso de la pesquería del Bocachico
(Prochilodus magdalenae) en la ciénaga El Llanito, Barrancabermeja,
Santander, Colombia
J. Mauricio López-Sánchez
Universidad Javeriana, Bogotá, Colombia. Transversal 4 No 42-00. Edificio Rafael
Arboleda, S. J. Piso 8
05 de agosto de 2016
Resumen: La literatura sobre el análisis del deterioro de las pesquerías enfatiza
solo en uno de sus componentes estructurales, es decir, en la descripción de sus
características biofísicas, o de sus particularidades sociales. Por esta razón, en
este artículo se aborda una perspectiva integrada que posibilite avanzar en el
conocimiento de las pesquerías continentales como sistemas socioecológicos. A
través del Análisis de Redes Sociales, este artículo profundiza en el papel que
juegan el capital social y las instituciones informales en los cambios de la
pesquería del bocachico, aquellos ocurridos entre 1960 y 2015 en la ciénaga de El
Llanito, Magdalena Medio, Colombia.
Palabras clave: sistemas socioecológicos, pesquería continental, capital social,
instituciones informales, redes sociales.
Abstract: Literature on the analysis of the decline of fisheries only emphasizes
one of its structural components, either in the description of biophysical or in its
social characteristics. Thus, this article aims to address the issue with a holistic
approach that makes it possible to advance in the knowledge of inland fisheries
as socio-ecological systems. Through the social networks analysis this article
delves into the role that social capital and informal institutions play in the
changes of bocachico fisheries; those that occurred between 1960 and 2015 in the
El Llanito flood plain, Middle Magdalena Basin, Colombia.
Key words: socio-ecological systems, continental fishery, social capital,
informal institutions, social networks.
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1. Introducción
Las pesquerías entendidas como un recurso de uso común, han venido presentando un
declive a nivel mundial y algunas de las razones identificadas y comúnmente asociadas
a su deterioro, se centran en su naturaleza de acceso abierto (Gordon, 1991; Wilson,
Yan & Wilson, 2007; Ostrom, 2009); en la dinámica de comando y control (Holling &
Meffe, 1996); en la sobrecapacidad de la industria pesquera (Constanza et al., 1998;
Jensen, 2002; Salayo et al., 2008); en la generación de incentivos equivocados para los
pescadores (Beddington, 2007); en la insuficiente capacidad de vigilancia y control
(Mahon, 1997; Coleman, et al., 1997); en la alta complejidad e incertidumbre de las
poblaciones de peces (Scheffer et al., 2005; Kolding & Zwieten 2011), en el manejo de
la pesca basado en modelos como la captura máxima sustentable (Larkin, 1977)
realizados para pesquerías monoespecíficas y de zonas templadas (Kolding & Zwieten
2011); al mal uso de artes de pesca y comercialización desordenada (Zárate, 1986),
entre otras. Estos aspectos se combinan entre sí y en el contexto de pesquerías
específicas inciden de manera diferenciada en su sobreexplotación (FAO, 2014), así
como en el deterioro de los ecosistemas en que se encuentran (Restrepo-Ángel, 2005).
En los últimos 30 años, a la institucionalidad formal le ha costado comprender
una de las grandes complejidades que enfrenta la explotación y conservación de los
recursos pesqueros: la realidad de sus usuarios locales. Inspiradas en el diagnóstico
reduccionista de la «tragedia de los comunes» (Hardin, 1968), donde el destino
inevitable de los recursos de libre acceso es ser sobreexplotados como consecuencia de
la búsqueda del máximo beneficio individual y la desconsideración de los costos
sociales, gran parte de las políticas y regulaciones se enmarcan en un continuum que va
desde la protección condescendiente de las autoridades hasta el sometimiento de los
pescadores a la ley, ignorando sus particularidades sociales, económicas y culturales;
3
conduciendo a soluciones, que en su mayoría profundizan los problemas o generan
nuevas dificultades (Castilla, 1994; Schurman, 1996; Ibarra, Reid & Thorpe, 2000;
Marín & Gelcich, 2012).
Recientemente, el reto de explicar el declive de los recursos pesqueros, se
aborda a través del análisis de las pesquerías como sistemas socioecológicos (Basurto &
Ostrom, 2009; Basurto, Gelcich & Ostrom, 2013; Nayak, 2014; Nayak, Oliveira &
Berkes, 2014), buscando comprender entre otros aspectos, los distintos flujos de capital
social entre los actores participantes y el papel de las instituciones informales (Pretty &
Ward, 2001; Grafton, 2005; Gutiérrez et al., 2011). En esta discusión, se ha identificado
al capital social, como un factor crítico en el desempeño de organizaciones y actores
locales sobre el manejo de recursos naturales renovables (Grafton, 2005; Gutiérrez,
Hilborn & Defeo, 2011; Marín & Gelcich, 2012; Marín et al., 2012), y a las
instituciones como un factor determinante tanto para el acceso a las pesquerías, como
para la toma de decisiones (Jentoft, 2004; Nunan, 2006; de la Torre-Castro &
Lindström, 2010; Chuenpagdee & Song, 2012; Nunan, Hara & Oniango, 2015).
Tradicionalmente se ha indicado que el capital social es adquirido o construido
como un bien social que, en virtud de las conexiones de los actores y del acceso a los
recursos, se encuentra embebido en la estructura social (Lin, 2008) y se entiende como
el conjunto de normas, instituciones y organizaciones que promueven la confianza y la
cooperación entre personas, comunidades y sociedad (Durston, 1999). En este campo se
considera que las relaciones estables de confianza y cooperación pueden producir bienes
públicos (North, 1990), facilitar la constitución de actores sociales o incluso de
sociedades civiles saludables (Putnam, 1993), y permitir la inversión en relaciones
sociales con expectativas de acceso y movilización de recursos (Lin, 1999).
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Se sugiere entonces, que el capital social tiene un efecto positivo sobre la
capacidad de los individuos a organizarse efectivamente (Coleman, 1990; Fukuyama,
1995), viabilizando la acción colectiva (Uphoff & Wijayaratna, 2000; Ostrom & Anh,
2007; Bodin & Crona, 2008; Dahal & Adhikari, 2008) y por lo tanto el funcionamiento
de sistemas de gobernanza. Trimble (2013), afirma que el interés inicial por los estudios
de capital social en el manejo ambiental y de recursos naturales está relacionado con el
descubrimiento de casos exitosos de manejo comunitario de recursos (Pretty & Ward,
2001; Pretty, 2003, Sanginga et al., 2007) y con la capacidad de resolución de conflictos
(Sanginga et al., 2007; Bodin & Crona, 2008).
En el contexto de las pesquerías, el capital social puede entenderse como un
factor que incide en su regulación y gobernanza (Grafton, 2005; Sekhar, 2007), así
como de la óptica institucional (North, 1990) para el uso de recursos comunes.
No obstante, han sido analizados en menor proporción los efectos negativos del
capital social, tales como la profundización de la desigualdad (Grootaset, 1998), la
restricción de la libertad individual y la iniciativa empresarial (Portes & Landolt, 1996),
así como la generación de asignaciones subóptimas de los recursos (Stiglitz, 2000. En:
Vargas, 2000).
Las instituciones, a su vez, son consideradas como el centro del manejo y
gobierno de los recursos naturales (Agrawal, 2001; Agrawal & Gibson, 1999; Cleaver,
2012; Ostrom, 1990), pues influencian la toma de decisiones y el tipo de prácticas que
son aceptadas (Nunan, Hara & Onyango, 2015). Estas son entonces estructuras
cognoscitivas, normativas y regulativas, que suministran estabilidad y significado al
comportamiento social (Scott, 1995) y que permiten la integración de normas de
coordinación y cooperación (Putnam, 2000) en el proceso de administración de recursos
naturales. Es decir, la producción e intercambio de bienes provenientes de la
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biodiversidad se encuentran arraigadas, entre otros aspectos, en conjuntos de normas y
relaciones sociales (Jentoft, McCay & Wilson, 1998; Berkes, Colding & Folke, 2000;
Berkes, 2003; Pretty, 2003: En Marín & Gelcich, 2012).
Mientras algunas investigaciones anteriores han explorado las interacciones
positivas entre el capital social y las instituciones formales e informales en el contexto
del manejo de los humedales (Sultana & Thompson 2008; Ahmed et al., 2008; Khan &
Haque, 2010; Mamun, 2010; Rahman et al., 2012), los efectos de las interacciones
negativas y sus resultados en pesquerías no han sido claramente identificados.
El propósito de este trabajo es explicar el declive de la pesquería del bocachico
en la ciénaga de El Llanito, en función de los cambios en el capital social y su
influencia en la configuración de instituciones informales, aspectos importantes en la
identificación de nuevas perspectivas para el uso y conservación manejo de los recursos
pesqueros continentales.
2. Métodos
2.1. Área de estudio
La ciénaga El Llanito (fig. 1), ubicada en el corregimiento del mismo nombre, en
jurisdicción del municipio de Barrancabermeja, departamento de Santander 1,
023,957.315 E y 1, 285,120.532 N (Barón, 2015), posee un área de 917,17 ha, y una
profundidad media de 1.4m (Castellanos et al; 2011).
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Figura 1. Ubicación Ciénaga de El Llanito (Elaboración propia)
Hace parte de un complejo de humedales en la región del Magdalena Medio,
perteneciente a la cuenca baja del río Sogamoso y que ha sido regulada por la
construcción de la represa San Silvestre y fragmentada por la construcción del embalse
Topocoro (Central Hidroeléctrica del río Sogamoso). Adicionalmente, este territorio
posee una amplia riqueza en petróleo, siendo uno de los principales campos de
exploración y explotación de Colombia, lo cual ha generado relaciones de conflicto
entre la empresa petrolera y la comunidad de pescadores. Además, es una zona en
donde el crecimiento económico es generado por prácticas como la ganadería extensiva,
el cultivo de palma africana y la minería, así como los impactos causados por los
procesos de urbanización y la extensión de infraestructura vial, que han generado
efectos como la deforestación, la pérdida de conectividad de los sistemas ecológicos
terrestres y acuáticos, la contaminación, y la remoción de lechos y suelos, entre otros
(Garzón & Gutiérrez, 2013).
7
Es considerado un ecosistema estratégico por ser la principal fuente de sustento
alimenticio, turístico y económico para la población del corregimiento (Alcaldía de
Barrancabermeja, 2012). Cuenta con 240 pescadores, aunque los activos son 114, los
cuales mayoritariamente, pertenecen a la Asociación de Pescadores y Acuicultores del
Llanito-APALL, con aproximadamente seiscientos cincuenta (650) asociados (ISAGEN
& Fundación Humedales 2015).
El corregimiento El Llanito cuenta con 1.037 viviendas y un estimado de 4.193
habitantes, de los cuales el 53% corresponde a hombres y el 47% a mujeres. Sólo el 3%
de las viviendas cuentan con alcantarillado (el resto vierte directamente a la ciénaga) y
el 6% con acueducto domiciliario. En cuanto al servicio de recolección de basuras, éste
tiene una cobertura sólo del 25% del corregimiento. Aproximadamente el 25% de los
hogares están directamente involucrados en la extracción de pesca, mientras que el resto
han tenido que volcar sus esfuerzos hacia otras actividades productivas (SISBEN,
2010).
2.2. Enfoque metodológico
Esta investigación es un estudio de caso (Yin, 1994) realizada entre septiembre y
diciembre de 20151. Se realizó una caracterización del SSE alrededor de la pesquería
del bocachico, se adaptando el marco de análisis propuesto por Ostrom (2009) y
McGinnis & Ostrom (2013) (Fig.2). Las variables (tabla 1), fueron organizadas en
subtemas: Sistema de Recursos, Unidades de Recurso, Sistema de Gobernanza, Actores,
1 Desde febrero del 2014, se tuvo relacionamientos con la comunidad de pescadores de El
Llanito, en el marco de la formulación del Plan de Ordenación Pesquera del bajo
Sogamoso y la ciénaga del Llanito (Convenio 47/225: ISAGEN-ASOPESAMM,
CDPMM-Fundación Humedales).
2 Las capacheras son una modalidad colectiva de pesca. Consiste básicamente en que uno o
varios grupos de pescadores se ponen de acuerdo para realizar un número determinado de
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Interacciones y Resultados. Se efectuó un taller donde se utilizaron técnicas de
diagnóstico rural participativo (línea de tiempo), con el fin de identificar las etapas de
evolución del SSE.
Figura 2. Principales subsistemas en marco de análisis del SSE. Adaptado de:
Ostrom, 2009; McGinnins & Ostrom, 2013
Tabla 1. Variables analizadas
Variable de Primer Nivel Variables de Segundo Nivel
Sistemas del Recurso (RS) RS1 – Sector
RS2 – Claridad de los límites del sistema
RS3 – Tamaño del sistema de recurso
RS4 – Capacidad humana construida
RS5 – Productividad del sistema
RS6 – Propiedades de equilibrio
RS7 – Previsibilidad de las dinámicas del sistema
RS8 – Características de almacenamiento
RS9 – Localización
Sistemas de Gobernanza
(GS) GS1 – Organizaciones gubernamentales
GS2 – Organizaciones no gubernamentales
GS3 – Estructura de red
GS4 – Sistema de derechos de propiedad
GS5 – Reglas operacionales
GS8 – Monitoreo y procesos sancionatorios
Unidades del Recurso (RU) RU1 – Movilidad de las unidades de recurso
RU2 – Tasa de crecimiento
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RU4 – Valor económico
RU7 – Distribución espacial y temporal
Actores (A) A1 – Número de actores relevantes
A2 – Atributos socioeconómicos
A3 – Historia o experiencias pasadas
A5 – Liderazgo local
A6 – Normas (Confianza-reciprocidad/Capital Social
A8 – Importancia del recurso (dependencia)
A9 – Tecnologías disponibles
Interacciones (I) I1 – Extracción
I2 – Intercambio de información
I3 – Procesos de deliberación
I4 – Conflictos
I5 – Actividades de inversión
I6 – Actividades de presión (lobby)
Resultados (O) O1 – Medidas de desempeño social
O2 – Medidas de desempeño ecológico
Se efectuaron 22 entrevistas semi-estructuradas, dirigidas a cinco grupos: líderes
de organizaciones de pescadores (APALL y Asociación de Pescadores Artesanales y
Agricultores del Magdalena Medio-ASOPESAMM), funcionarios de la AUNAP y de la
administración municipal (Secretaría de Ambiente y UMATA), académicos y miembros
de organizaciones no gubernamentales (ONG). Los principales temas tratados en las
entrevistas fueron: (i) los cambios que se han presentado en la pesquería del bocachico;
(ii) las causas de esos cambios; (iii) los efectos de la transformación del SSE sobre la
comunidad de pescadores (iv); las normas locales (instituciones informales) y formales
para el uso del bocachico y (v) las relaciones sociales entre los pescadores (confianza y
liderazgo). Todas las entrevistas fueron grabadas en audio y transcritas, posteriormente,
organizadas y clasificadas utilizando el software de análisis de datos cualitativos
asistido por ordenador (CAQDAS), NVivo 10® (Saldaña, 2009).
A su vez, se realizaron encuestas (anexo b) a una muestra de 76 pescadores
activos de bocachico. La muestra se calculó con base al número actual de pescadores
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activos en la ciénaga, con un margen de error 10% y 95% de confianza; información
que fue empleada como insumo para evaluar el capital social a nivel de la comunidad de
pescadores. Se cuantificaron las principales características estructurales de las redes
sociales ARS (Borgatti et al., 1998; Bodin & Crona, 2008; Ramírez-Sánchez &
Pinkerton, 2009) y se evaluó la influencia de pescadores en la comunidad (liderazgo).
Se realizó una aproximación a la estructura de las redes sociales mediante el análisis de
tres medidas de centralidad: rango (degree) que es el número de lazos directos de un
actor o nodo; grado de intermediación (betweenness) que indica la frecuencia con que
aparece un nodo en el tramo más corto (o geodésico) que conecta a otros dos; y cercanía
(closeness) que indica la cercanía de un nodo respecto del resto de la red. (Ramírez-
Sánchez & Pinkerton, 2009). Este se realizó con el software UCINET versión 6 para
Windows® (Borgatti, Everett & Freeman, 2002).
Las relaciones de confianza fueron abordadas en términos de su valencia a
través de las siguientes preguntas: ¿qué grado de confianza siente respecto de las
siguientes instituciones en lo que a la pesquería del bocachico se refiere?, a partir de una
escala tipo Likert con las categorías de „mucha confianza‟, „suficiente‟, „poca‟ o „nada‟
(Marín & Berkes, 2010; Marín & Gelcich, 2012). Se presentó a los encuestados un
listado con los actores que hacen parte del SSE de la pesquería del bocachico y se
proporcionó la posibilidad de agregar otros no incluidos. La síntesis de la metodología
es presentada en el anexo c.
3. Resultados
En esta sección se proporcionan los resultados de la siguiente manera: primero se
presenta la caracterización del SSE de la pesquería del bocachico en la ciénaga de El
Llanito, seguido de los aspectos relacionados al capital social a través del ARS. Por
último se aborda el entorno institucional informal alrededor de la pesquería del
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bocachico.
3.1. El sistema socioecológico de la pesquería del bocachico en la ciénaga
del Llanito
El caso de estudio se centra en una actividad económica rural a pequeña escala
relacionada con un recurso natural de propiedad común (RUC), la pesquería del
bocachico. Esta actividad se realiza de manera artesanal con embarcaciones de madera y
en su mayoría (68%) propulsadas a remo, donde la infraestructura asociada es muy
precaria, sólo el 40% de los pescadores usa hielo para conservar las capturas y el
producto se comercializa fresco. Como una estrategia para propiciar la reproducción de
las especies, los pescadores han construido refugios artificiales, consistentes en guaduas
(Guadua angustifolia) entrelazadas y aseguradas con alambres de púas y material
vegetal flotante (Eichhornia crassipes).
El sistema está bien delimitado, la ciénaga aportó 207,03 ton durante el primer
semestre del 2008, correspondiente al 26% del total de las capturas para la cuenca del
Magdalena, siendo el segundo lugar de pesca después del río Magdalena (CCI, 2008).
En cuanto a las capturas totales para el periodo 2014-2015 los desembarcos ascendieron
a 42 toneladas, de las cuales el 73% corresponde al bocachico (ISAGEN & Fundación
Humedales, 2015).
Por otra parte, el proceso de organización formal de los pescadores de la
comunidad del Llanito tuvo sus orígenes en torno a la actividad propiamente dicha, a
través de dos procesos de organización colectiva, tal es el caso de las capacheras 2
y los
2 Las capacheras son una modalidad colectiva de pesca. Consiste básicamente en que uno o
varios grupos de pescadores se ponen de acuerdo para realizar un número determinado de
faenas de capturas, en las cuales se apoyan mutuamente y se reparten el producto de la
pesca entre todos de manera equitativa (López, 2002).
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corrales3. Actualmente existe la forma de pesca organizada de los corrales, pero debido
a la escasez del bocachico, esta práctica es menos frecuente.
A partir de 1960 cuando en el marco de la reforma agraria se actualizó la
normatividad cooperativa, aparecieron con fuerza en el panorama nacional las primeras
cooperativas de pesca, centradas en fortalecer la comercialización de la producción
pesquera y eran financiadas principalmente por los Cuerpos de Paz de los Estados
Unidos. Entre ellas se encontraba la Cooperativa de El Llanito, que fue una de las
pioneras del cooperativismo pesquero en la región del Magdalena Medio (Fundación
Alma, 2011: 22. En: Acuña, 2014). Con la salida de los Cuerpos de Paz muchas de las
cooperativas que se formaron en este proceso, como la de El Llanito, desaparecieron
(Acuña, 2014; Valencia, 1995).
Hacia la década de los 80, surge en la región del Magdalena Medio un nuevo
interés por organizar al subsector pesquero, esta vez por parte de los grupos al margen
de la ley con el objetivo de controlar esta zona estratégica dentro del conflicto armado.
En este contexto surgieron los comités de pesca: organizaciones locales de carácter
informal que fueron promovidos por la guerrilla de las FARC y desde ellos se planteó el
propósito de proteger el recurso pesquero (ASOPESAMM et al., 2008. En: Acuña,
2014). En 1986 estos comités empiezan un proceso de legalización, pasando a
convertirse en asociaciones de pescadores con el acompañamiento de entidades como el
Servicio Nacional de Aprendizaje – SENA- y la Cámara de Comercio de
Barrancabermeja, quienes asumieron un rol de capacitación y asesoría legal enmarcado
3 El corral es una forma colectiva de pesca con atarraya, en la que varios pescadores se ponen de
acuerdo para pescar juntos en una ciénaga. Consiste en que el grupo de canoas se
organizan en forma de U y a la voz de mando de quienes se encuentran en las puntas de la
formación empiezan a cerrar las canoas hasta formar un círculo y finalmente todas tiran las
atarrayas a la vez al interior del círculo (Acuña, 2014).
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dentro del Programa de Capacitación para la Participación Campesina (ASOPESAMM
et al., 2008). En este periodo se conformaron varias de las asociaciones locales de la
región, proceso que también estuvo marcado por el declive de la producción pesquera y
el recrudecimiento del conflicto armado (Acuña, 2014).
En 1990 ocurrió uno de los eventos que marcaron la conformación de APALL,
la muerte de una gran cantidad de peces (cifras sin precisar) debido al derrame de 250
barriles de crudo, que se esparcieron por la ciénaga de El Llanito (APALL &
Corporación Bioambiental, 2002). Ante este evento, los pescadores decidieron
interponer una acción legal, pero para ello se tuvo que establecer un comité de
pescadores en el marco de una organización social legalmente constituida (Acuña,
2014). APALL, fue conformada en 1992.
3.2. Etapas de evolución del SSE de la pesquería del bocachico
Un grupo de 25 pescadores realizó una línea de tiempo, señalando los eventos históricos
trascendentales de la pesquería del bocachico en la ciénaga. El resultado de dicho
ejercicio es presentado en la tabla 2.
Tabla 2. Línea de tiempo
Año Evento
1960
120 personas (40 casas)
Compradores de Bucaramanga, Barranquilla y La Dorada
Pesca en modalidad de corrales
Atarraya de 4 puntas (4.5 cm de abertura de malla)
Bocachicos de 25 cm
40 canoas/día (sin motor)-80 pescadores/día
Pesca ordenada
1965
Contaminación por derrames de petróleo
Mortandad de peces
Reforestación con eucalipto (esp. Exótica) en las riberas de la ciénaga
INDERENA como autoridad ambiental
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1970
Compradores locales
Contratos por 30.000 bocachicos/día
Primer motor en la ciénaga (25 HP)
Desviación natural del caño San Silvestre (afluente principal de la ciénaga)
Construcción de la Represa San Silvestre (acueducto de Barrancabermeja)
Derrame de petróleo
Pesca desordenada
Uso de atarraya arenquera (2-3 puntas-entre 2.5 y 3.5 cm de ojo de malla)
1980
12 a 15 corrales/día.
Aproximadamente 300 pescadores
Aumenta el número de motores (más de 10)
1985 Mortandad de peces (aguas residuales ingresadas por el caño El Rosario).
1990
Ingreso del trasmallo a la ciénaga.
Derrame de petróleo.
Conformación de APALL.
Siembra de tilapia (Oreochromis niloticus) en la ciénaga por la autoridad
pesquera.
1995
Acciones de grupos armados ilegales.
Conformación de patrullas de vigilancia y control anti-trasmallo (APALL).
Reducción del ojo de malla del trasmallo (bocachiquero – 4 puntas = 4.5 cm).
Pescadores unían más de 10 trasmallos en la ciénaga (5.000 m aprox.).
Empiezan ganaderos a usurparle terreno a la ciénaga.
2000
Disminuye la producción de tilapia en la ciénaga (sobrepesca).
Uso del trasmallo en la boca de los caños (impide ingreso de bocachico a la
ciénaga).
2005 5 a 10 corrales por día
2009
Asesinato de Luis Arango (presidente APALL).
Reducción del tiempo de duración de subienda y bajanza (migraciones de
bocachico).
2010
Construcción de la Central Hidroeléctrica del Sogamoso.
Incremento del número de trasmallos en la ciénaga.
Bocachicos extraídos inferiores a 18 cm de longitud total.
Robo de motores.
Aumenta el número de búfalos.
Aumenta la sedimentación.
2015
Reducción de la velocidad de flujo del caño San Silvestre.
Aumenta la claridad de las aguas y aumenta su temperatura
El bocachico no ingresa a la ciénaga.
3.3. Unidades de Recurso (RU)
Las unidades de bocachico (anexo d), son altamente móviles, es una especie de
migración mediana (Zapata & Usma, 2013). Las distancias de migración en búsqueda
de áreas de reproducción se ha estimado en cerca de 410 km (Jiménez-Segura, 2007), se
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concentra en sitios reconocidos por los pescadores, donde se presenta mayor
disponibilidad de alimento y la temperatura del agua es menor. Para el caso de la
ciénaga de El Llanito, su época de reproducción coincide con el incremento de las aguas
(marzo-abril y septiembre-octubre) (Isagen & Fundación Humedales, 2015). El recurso
está disponible durante todo el año. En cuanto al valor de las unidades de recurso, está
asociado a ingresos económicos (80%) y a los aportes que hace a la seguridad
alimentaria (20%) (Isagen & Fundación Humedales, 2015).
3.4. Sistema de Gobernanza (GS)
En el SSE la autoridad principal es la AUNAP, seguida por APALL como actor central
en el territorio. La interacción de la AUNAP con los pescadores es limitada y la
percepción de confianza es baja. APALL influye directamente en la actividad pesquera
y se encarga de canalizar todos los procesos, incluidas capacitaciones y otorgamiento de
plazas de trabajo temporal. Asimismo, interactúa con ASOPESAMM, quienes son una
organización de segundo nivel que agrupa asociaciones de 15 municipios del
Magdalena Medio y que posee parte de su centro de operaciones en El Llanito. La
interacción actualmente se evidencia por la creación de la „Mesa de Pesca‟, un escenario
de concertación propiciado por ISAGEN a partir del 2012, en donde se discuten asuntos
relacionados con la recuperación del subsector pesquero local, como compensación a
los impactos ambientales generados por la construcción de la hidroeléctrica. Éste es
acompañado técnicamente por el Centro de Estudios Regionales del Magdalena Medio-
CER-. Además a nivel local, existe la Junta de Acción Comunal, así como cinco
asociaciones de desempleados y una asociación de afrodescendientes. En este SSE,
también hacen parte los pescadores que no pertenecen a ninguna organización social,
pero que desarrollan su actividad en la ciénaga.
16
Dentro de los actores del sector público que participan en esta estructura de
gobernanza está la alcaldía, entidad que a través de la UMATA provee recursos
económicos para la implementación de proyectos productivos (piscicultura), que pese a
los esfuerzos no han logrado trascender y convertirse en alternativas sostenibles por sí
solas; a nivel regional se presenta una relación importante con CORMAGDALENA. La
autoridad ambiental es la Corporación Autónoma de Santander – CAS, cuya gestión no
es reconocida por los pescadores. De igual manera, poseen vínculos con la Corporación
de Desarrollo y Paz del Magdalena Medio-CDPMM- quien desde hace más de 20 años
trabaja en aspectos relacionados con la protección de los derechos humanos, el
desarrollo de la región y la organización gremial.
A nivel nacional existe vínculo, aunque no es muy relevante, con la Agencia
Nacional de Licencias Ambientales-ANLA, quien además de emitir las licencias
requeridas por las empresas del sector productivo que están asentadas en la región, vela
por el acatamiento de sus planes de manejo ambiental. En cuanto a los actores que
pertenecen al sector privado, se identificaron cinco ONG y un conjunto de comerciantes
que interactúan con los pescadores de manera directa e indirecta a través de la relación
oferta-demanda de servicios derivados de la pesca y algunas actividades esporádicas
asociadas al turismo.
Adicionalmente, convenios entre la AUNAP y la Universidad de Magdalena
están dirigidos a la optimización en la toma de información biológico-pesquera,
involucrando a los pescadores y otros miembros de la comunidad. En cuanto a las reglas
utilizadas para el uso del recurso, las que predominan son las impuestas por la autoridad
pesquera, relacionadas a la prohibición del uso del trasmallo y a la extracción de
individuos, para el caso del bocachico con una talla mínima de 25 cm. Existe una clara
separación de dos grupos de pescadores: los que cumplen con las normas institucionales
17
formales y son tenidos en cuenta por APALL en todos los procesos mencionados, y
aquellos que usan el trasmallo como aparejo de pesca, razón por la que son excluidos de
estos procesos. Dentro de la normatividad, lo referente a la abertura del ojo de malla de
las atarrayas no se cumple por parte de ninguno de los grupos.
Por otro lado, APALL ha afrontado la pérdida de uno de sus líderes más
importantes: Luis Arango, defensor de la pesca y de la ciénaga, quien se desempeñaba
como su representante legal en el momento que fue asesinado por grupos armados
ilegales. En 2008 y bajo su liderazgo, la comunidad de pescadores, inició procesos
informales para la celebración de un acuerdo entre los pescadores de la ciénaga y del
bajo río Sogamoso, a fin de erradicar el uso del trasmallo, establecer una veda del
bocachico concertada entre pescadores y autoridades, realizar las faenas exclusivamente
diurnas, cumplir con las tallas mínimas de captura y establecer zonas de pesca y de
protección. Pese a que se logró formalizar el acuerdo entre los pescadores, no se contó
con el apoyo institucional formal; la iniciativa buscaba dicho apoyo para ejercer
actividades de vigilancia y control. La pérdida de este líder marcó un hito en la
conformación organizacional de los pescadores de El Llanito.
Entre 2000 y 2010, grupos armados ilegales fueron determinantes en el
establecimiento de reglas para el aprovechamiento del recurso pesquero, suplantando el
papel de la autoridad pesquera y ambiental. Actualmente su presencia ha disminuido;
sin embargo durante el tiempo que estuvieron activos, afectaron el patrón de relaciones
sociales entre pescadores, incentivaron el uso del trasmallo con el fin de obtener
beneficios económicos y mantuvieron un nivel limitado de gobernabilidad sobre los
recursos pesqueros. Además propiciaron que terratenientes usurparan espacio a la
ciénaga con el fin de aumentar el hato ganadero y los cultivos de palma, con sus
18
consecuentes efectos sobre el humedal y el recurso pesquero. Esta situación orientó el
SSE de la pesquería del bocachico hacia una trayectoria que reforzó su declive.
Asimismo, en el sistema de gobernanza participan otros actores de carácter
mixto como el centro urbano de Barrancabermeja, que demanda servicios ambientales
relacionados con la pesca. De acuerdo a su naturaleza, estos actores desempeñan
diferentes funciones en la estructura de gobernanza e interactúan entre sí a través de
redes que posibilitan el flujo e intercambio de diversas formas de capital, recursos y
servicios ambientales, económicos, culturales y políticos (Ortiz et al., 2014: 17).
En resumen, el sistema de gobernanza puede entenderse como el nexo entre los
arreglos legales, sociales, económicos, políticos y culturales que están siendo usados en
la actualidad por un conjunto de instituciones públicas, privadas y mixtas para la
administración y gestión de los recursos pesqueros en el contexto del SSE analizado
(Ortiz et al., 2014).
3.5. Actores
Debido a la forma como fue concebido el corregimiento El Llanito alrededor de la pesca
del bocachico, la gran mayoría de sus habitantes tiene una estrecha relación con dicha
actividad. Debido a la disminución progresiva del recurso durante las dos últimas
décadas, muchos pescadores han tenido que dedicarse a otras actividades. Sólo el 47,5%
es pescador permanente, el resto se dedica a la pesca de forma ocasional, alternándola
con la agricultura, jornaleo, ganadería y construcción. En la tabla 3, se presentan
aspectos socioeconómicos generales de los pescadores de la ciénaga de El Llanito.
19
Tabla 3. Aspectos socioeconómicos generales de los pescadores de El Llanito
Ítem % Ítem %
Edad Años de vivir en El Llanito
≤20 0 ≤10 4
21-30 13 11-20 11
31-40 23 ≥21 85
41-50 31 Años dedicados a la pesca
≥51 34 ≤10 7
Escolaridad 11-15 14
Ninguna 6 16-20 8
Primaria 52 21-25 8
Secundaria 42 26-30 17
Estudios superiores 0 ≥30 45
Ingresos diario promedio* Acceso a embarcación
≤10.000 pesos 28 Propia 52
11.000-20.000 45 Alquilada 35
21.000-30.000 18 Prestada 13
≥31.000 9 Acceso a Motor
Asociado a APALL Propio 32
Si 94 Canalete 68
No 6
3.6. Interacciones (I)
Una interacción evidente es el agotamiento del bocachico y la opinión pesimista
frente a su posible recuperación. Pese a que una de las percepciones que se tienen como
causante del deterioro es la desunión de los pescadores, contrasta con el hecho de que el
94% de los que fueron encuestados pertenece a la Asociación. De la misma forma se
evidencia un amplio intercambio de información entre ellos, por ejemplo, es
ampliamente compartido el conocimiento sobre las mejores zonas de pesca y existe el
préstamo o alquiler de embarcaciones; sin embargo la forma en que suceden estas
formas de relacionamiento podría estar desencadenando flujos de capital social
negativo, aspecto que se explora en la siguiente sección. Por otro lado, la inversión en
proyectos alternativos como la piscicultura, es importante para mantener una fuente de
ingresos estable. No obstante los bajos rendimientos económicos de estos
20
emprendimientos desestimulan la participación. Los espacios de deliberación están
determinados por intereses económicos, íntimamente ligados al empleo temporal, no
necesariamente vinculados con el subsector pesquero. El cabildeo en la comunidad se
hace por medio del representante legal de APALL con emisarios de ASOPESAMM,
ISAGEN, ECOPETROL, CORMAGDALENA y Alcaldía principalmente. La
participación de las ONG es mínima. La deliberación está mediada por intereses
particulares y se presenta un escenario conflictivo entre los pescadores y la autoridad
pesquera por el incumplimiento de las normas, especialmente referentes al uso del
trasmallo y a la extracción de ejemplares por debajo de la talla mínima legal.
De igual manera se presenta una afectación sobre la cantidad de agua en la
ciénaga debido al incremento de la sedimentación (producto de fenómenos a escalas
mayores), además de la regulación a causa de la represa San Silvestre. El impacto de las
represas se evidencia en especies migratorias, como el bocachico que se moviliza aguas
arriba para desovar y cuyas larvas dependen del flujo continuo del río para alcanzar sus
lugares de crecimiento en las ciénagas y áreas inundables (Ferguson et al., 2011; Ziv et
al., 2012).
3.7. Resultados (O)
En esta sección se presentan los resultados de la configuración del SSE, partiendo de las
medidas de desempeño social y ecológico identificadas. El flujo de capital social
negativo, los bajos niveles de confianza en las autoridades pesquera y ambiental, la
percepción negativa del liderazgo en la comunidad de pescadores y hacia las
instituciones formales, son en términos generales los resultados más relevantes.
En cuanto a las medidas de desempeño social se pudo identificar que el
paternalismo y proteccionismo de las empresas del sector productivo y algunas del
sector público han impedido que los pescadores sean autónomos y autosuficientes;
21
debido a la baja confianza entre los pescadores y sus líderes así como en las
instituciones formales, aunado a la poca credibilidad de éstos frente a la inversión de los
recursos y a la instrumentalización de los procesos, que en gran medida carecen de
monitoreos y de acompañamiento técnico. Estas situaciones desencadenan
desmotivación y deterioro de los relacionamientos; aspectos inversos a la confianza y
directamente vinculados a la generación de relaciones de corrupción (López & Santos,
2009). De igual manera los recursos agenciados a través de las directivas de APALL
(información, capacitación, proyectos productivos, entre otros), no se distribuyen de
manera equitativa entre los pescadores y gran parte de ellos quedan excluidos.
Una de las particularidades de APALL es su número de socios, según
información directa del representante legal, asciende a 650, cifra que resulta elevada
comparada con los 240 pescadores que existen en la ciénaga. La naturaleza de la
Asociación ha ido cambiando en la medida en que el deterioro de la pesquería avanza.
Esta forma de adaptación se orienta cada vez más hacia la gestión de recursos de apoyo
para los habitantes del corregimiento y no exclusivamente para los pescadores, por lo
cual la organización posee más características de bolsa de empleo, que de impulsora
para el mejoramiento de la actividad pesquera, lo cual disminuye sensiblemente su
capacidad de gestión para la recuperación de la pesquería.
Por otro lado, el relevo generacional es muy bajo. El 83% de los pescadores
entrevistados considera que a los jóvenes no les interesa hacer relevo, ni participar en
APALL; asimismo el 76% manifestó que son los jóvenes los que usan artes ilegales.
En lo referente al liderazgo, se identificó una situación de desgaste, el 55%
considera que no existe un pescador que reúna las cualidades para desempeñar ese rol
dentro de la comunidad y se percibe que dicho liderazgo no ha conseguido una
22
autonomía; al contrario ha afianzado las relaciones de dependencia ante las instituciones
formales.
En relación a las medidas de desempeño ecológico, se evidenció la ambigüedad
en la que la institucionalidad formal impone medidas de control, por ejemplo, la talla
mínima de captura, mientras la norma hace referencia a talla (cm), los pescadores
sienten mayor familiaridad con el peso (libra), esto indica que las posiciones de los
actores muestran discrepancias. Además, se identificó una falta de atención de la
autoridad pesquera frente a los requerimientos de la comunidad de pescadores en cuanto
a la necesidad de establecer un periodo de veda concertado (dinámico) para el
bocachico, que permita proteger la especie en los momentos críticos de su reproducción.
3.8. Capital social
El capital social es reconocido como todo lo que fluye a través de los relacionamientos
entre los actores sociales, como confianza, liderazgo, reciprocidad, comunicación
información, recursos físicos, humanos, normas, entre otros (Bourdieu, 1986; Coleman,
1988; Putnam, 1993, Lin, 1999). Para este estudio, se aplica la definición de capital
social, entendido como el contenido de ciertas relaciones sociales, el cual es adquirido
como un bien social en virtud de las conexiones que tengan los actores, así como del
acceso a los recursos (Lin, 2008). Específicamente, para el SSE de la pesquería del
bocachico en la ciénaga de El Llanito, el capital social se analiza a partir de los vínculos
de confianza y liderazgo, a través del ARS.
Las redes sociales entre los pescadores
El 76% de los pescadores realiza su actividad con un compañero, el 13% con dos y el
11% pesca sólo; es en esos momentos de pesca, donde se establecen vínculos de
comunicación, confianza y reciprocidad. Por otra parte, analizando los datos de la red
23
obtenida (fig. 3), se encontró que los 76 encuestados reportaron 110 vínculos,
relacionados con la discusión de asuntos importantes o el intercambio de información
(sitios de pesca y comercialización, precios y cumplimiento de normas), lo que
corresponde a un promedio de 1.44 vínculos por pescador, este resultado podría
considerarse bajo (Bodin & Crona, 2008). La densidad de la red obtenida muestra una
baja conectividad entre los pescadores (1.9%).
Figura 3. Red social entre Pescadores
Analizando las medidas de centralidad de la red, se encuentra que dos nodos
(P40 y P33-nodos de color rojo), poseen el 32% de las conexiones (21% y 11%,
respectivamente), lo que refleja la influencia que tienen estos dos actores en la
comunidad; justamente uno de ellos es el representante legal de APALL, organización
que en un periodo de 23 años ha contado sólo con cuatro presidentes, uno de ellos lo fue
en dos oportunidades. Tales actores influyen a los demás y poseen mayor acceso, a la
información, capital financiero y capital social. Por su parte, siete pescadores se
encuentran completamente aislados y 19 poseen un solo vínculo (25% de la red).
Ambos individuos (P40 y P33), fueron considerados informantes clave en este estudio y
24
además de la encuesta, participaron en la entrevista semiestructurada. El rango
promedio de la red fue de 2,658 y los valores oscilan entre 0 y 16 vínculos.
En cuanto al grado de intermediación, el análisis de la red permitió determinar
que en la comunidad existen cinco pescadores puente (P26, P24, P12, P11 y P20, en
color verde), donde si alguna de esas relaciones se rompiese, la comunidad quedaría
aislada. P73 es el individuo de la red que cuenta con un grado de cercanía mayor, por lo
tanto tiene una amplia capacidad para acceder al resto de los nodos de la red y al igual
que en la primera medida de centralidad analizada (rango), P40 también posee un grado
de cercanía muy importante con el resto de la red. El individuo P73, pese a no haber
aparecido en ninguno de los análisis anteriores, posee un grado de cercanía mayor que
el resto. Al observar la figura 3, se evidencia que P73 conoce a P40 y P33, los dos
individuos con mayor grado de cercanía de toda la red.
La red social entre actores institucionales
La red social de los actores institucionales (fig. 4), presenta una densidad del
56% (alta) y en cuanto a las medidas de centralidad, se encuentra que ningún nodo
supera el 6% de influencia sobre la red (oscilan entre el 3% y 6%). Se pudo identificar
que tres de ellos (APALL, ALCALDÍA y SENA), podrían ser considerados los actores
centrales de la red, poseen un grado de entrada de 25, 26 y 24 y grado normalizado del
86%, 90% y 83%, respectivamente. El grado de intermediación es bajo, los tres nodos
nombrados anteriormente, poseen una influencia entre el 5% y el 6%, también se
encontró que la media de todas las relaciones posibles de esta red fue de 16,3;
permitiendo inferir que no existe una dependencia significativa entre actores para
establecer vínculos. Podría suponerse que el capital social fluye individualmente,
partiendo de los intereses de cada actor. Por otra parte, si alguno de los actores (anexo
d), se excluyera de la red, su estructura se mantendría.
25
Figura 4. Red de actores institucionales formales
Esta red aproxima hacia una interpretación de la deficiencia institucional que
tiene el manejo del recurso pesquero en la comunidad de El Llanito. Por un lado, la
AUNAP no es determinante en la red (densidad de 3.4%) y al analizar los actores con
más alto grado de centralidad, entre ellos APALL, se evidencia que la densidad es baja
(4.9%), lo que quiere decir que estas relaciones no están afianzadas por completo.
Adicionalmente, de acuerdo a los resultados del análisis de encuestas y entrevistas, la
confianza que existe por parte de los pescadores hacia la institucionalidad formal es
muy baja, considerándola como un actor débil.
Confianza
De acuerdo con Durston (2001), la confianza constituye un componente fundamental
del contenido de las relaciones y de las instituciones sociales del capital social y
proporciona mayores beneficios para aquellos que la poseen.
Se pudo obtener información acerca de la percepción de los relacionamientos de
confianza al interior del SSE. Se obtuvieron dos redes, una de confianza y otra de
desconfianza (ambas pescadores-instituciones), las cuales son mostradas en las figuras
26
5a y 5b. La red de confianza (fig. 5a), posee una densidad de 37% y consta de 490
relaciones. Se presentan los pescadores (color rojo) y las instituciones formales (en
azul). Los vínculos responden a la existencia de confianza. La variable grado de
confianza de las relaciones fue dicotomizada, generándose una variable relaciones de
confianza (uniendo „mucha‟ y „suficiente‟) y otra relaciones de desconfianza („poca‟ y
„nada‟).
Figura 5a. Red de Confianza
Figura 5b. Red de Desconfianza
27
En la red de confianza se observa que existe un nodo (P64), que está
completamente aislado, este pescador no confía en ninguno de los actores presentes en
la red. Levi (1998) y Rothstein (1998), hacen hincapié en que la confianza se crea desde
arriba: las instituciones políticas que son percibidas como justas y razonablemente
eficientes, incrementan la probabilidad de que los ciudadanos afiancen su capacidad de
cooperación, y en este caso la percepción de los pescadores es contraria y como
resultado se presenta una relación de desconfianza.
Al igual que en el caso anterior, se construyó una red de desconfianza (fig. 5b).
Se encontró que esta red es mucho más densa que la anterior, alcanza una densidad del
63% y consta de 1394 vínculos. Este resultado es un acercamiento para comprender que
cuando existe desconfianza, el capital social que fluye en el sistema será negativo,
partiendo de la definición de Putnam (2000), en cuanto a que la confianza es una
medida de asociación y cooperación, íntimamente relacionada con el desempeño
institucional.
Liderazgo
El sentido de esta categoría consiste en analizar la relación entre la forma actual del
liderazgo al interior de la comunidad de pescadores, el flujo de capital social negativo y
el deterioro del SSE. Para el caso de estudio, en un inicio el liderazgo ha sido
desarrollado o impulsado debido a problemas ambientales ocasionados por la industria
petrolera y posteriormente, fortalecido para hacer frente a la hidroeléctrica. Es decir es
un liderazgo que busca capturar las rentas ofrecidas por el sector público y privado
como respuesta a la mitigación de impactos ambientales.
En una etapa intermedia (tabla 2), el liderazgo fue determinante para buscar la
erradicación del trasmallo a través de la acción colectiva, no obstante, ese objetivo se ha
ido diluyendo con el tiempo. El liderazgo ha tenido sus momentos importantes para el
28
manejo del recurso pesquero, pero éste ha sido ampliamente influenciado por capital
financiero, tanto estatal como privado, promoviendo al interior de la organización un
flujo de capital social condicionado a intereses particulares. La recuperación de la
ciénaga y el mejoramiento del estado de la pesquería, han implicado conflictos de
intereses económicos al interior de la comunidad, lo que desvirtúa el verdadero objeto
de las intervenciones y promueve relacionamientos clientelistas. Durston (2001: 44),
afirma que en América Latina, el clientelismo se manifiesta principalmente en la forma
de cadenas de agentes (brokers) políticos, que manejan relaciones desiguales y
paternalistas con sus clientelas gracias al monopolio de la información y el control de la
dispensación de beneficios. En El Llanito el clientelismo es una forma de capital social
que compromete la autonomía de APALL.
El 55% de los individuos encuestados considera que „ninguna‟ persona tiene las
condiciones para ser un buen líder. Otro aspecto que quería identificarse, era la
conformación de la red social al interior de los individuos considerados como líderes
(fig. 6), el resultado es una red con una densidad muy baja 2.2%, en donde no existen
relaciones entre estos pescadores.
Figura 6. Red social entre el grupo indicado como lideres
Al ordenarse a los pescadores líderes por su centralidad dentro de la red, se evidencia
que no existen diferencias, excepto los nodos JM y AP, así como JA y FM, que tienen
29
un vínculo entre sí, los otros 6 nodos están sueltos, es decir su intermediación es 0. Este
resultado provee otra aproximación acerca de las posibles causas del deterioro de la
pesquería y de la erosión de la estructura social, explicada desde el flujo de capital
social: la carencia de vínculos de confianza, reciprocidad, comunicación entre otros, no
permite que se generen arreglos institucionales que serían la base del liderazgo positivo,
por ende es imposible, que se establezcan, conozcan y se internalicen normas de
conducta en pro del bien social que busquen la solución a los problemas y conflictos y
aliente la aplicación de sanciones a los transgresores (Durston, 2001). Asimismo, se
imposibilita la legitimación de los líderes e impide su reemplazo en caso de que su
conducta haya estado guiada por intereses particulares.
3.9. Instituciones Informales
El análisis de las instituciones informales para el estudio de caso, se relaciona con lo
planteado por Nunan, Hara & Onyango (2015), en que éstas pueden ser difíciles de
identificar y comprender, además pueden cambiar con el tiempo. De acuerdo a la
información obtenida, se plantea que la comunidad de pescadores ha sufrido cambios
substanciales en relación a las estrategias locales de manejo de los recursos pesqueros.
Entre 1990 y 2005, los pescadores miembros de APALL, realizaban vigilancia y control
en la ciénaga y afluentes, independientes de la autoridad competente y con el fin de
controlar el uso del trasmallo.
Un aspecto que llama la atención, es que los líderes de APALL siempre han
buscado que la autoridad pesquera y la fuerza pública sean los que controlen lo
relacionado a la pesquería (soluciones convencionales), consideran que sin la
institucionalidad formal la sostenibilidad del recurso seguirá estando comprometida. La
institucionalidad informal, ha ido transformándose hacia otra forma de manejo del
recurso pesquero, con una alta influencia de las instituciones formales.
30
Esta comunidad ha sido impactada negativamente por diferentes perturbaciones
ambientales y sociales, pero de igual manera, ha recibido atención por parte de
instituciones formales públicas y privadas que en su búsqueda de soluciones prontas, no
han sabido direccionar los esfuerzos para obtener resultados duraderos. Existe un
historial de proyectos fallidos, que han diezmado la confianza, y aun no se registra una
experiencia exitosa que frene el deterioro de la pesquería y afiance la estructura social.
La falta de relevo generacional, el poco interés de los pescadores por revertir la
situación actual del bocachico, el paternalismo por parte de las instituciones públicas y
privadas, el clientelismo político, la desconfianza entre pescadores e instituciones
formales, la falta de oportunidades para diversificar la actividad pesquera, la debilidad
institucional, la generación de incentivos equivocados para los pescadores, las malas
prácticas pesqueras, la dificultad de ingreso para iniciativas externas positivas, la falta
de dinámicas de cambio y la corrupción son, entre otros, el conjunto central de aspectos
que inciden de manera simultánea y complejizan el panorama de deterioro de la
pesquería del bocachico en la ciénaga de El Llanito.
Dicho deterioro ha propiciado que la actividad sea cada día menos atractiva para
la población joven, situación que se refleja en la edad promedio de los pescadores (43
años) sin registro de individuos menores de 25 años. Ello expone a la comunidad, por
un lado a la falta de jóvenes que asuman roles de liderazgo en la organización y por el
otro, a que los líderes actuales (cercanos a la tercera edad), no quieran dejar sus
funciones en manos de las siguientes generaciones, para evitar enfrentarse a la carencia
de incentivos, de alternativas de ingresos, o a cambios en la posición social. Esta última
situación, ha sido fomentada por las relaciones paternalistas establecidas entre los
líderes y las instituciones formales, configurando sistemas mutuamente dependientes y
31
con altos niveles de inequidad en cuanto a la distribución de beneficios hacia la
comunidad.
Al indagar a los pescadores sobre la interacción con instituciones por fuera del
entorno local que les permitan ampliar las dimensiones sociales y económicas, el 53%
considera que no existen posibilidades de tales relacionamientos, el 25% indicó que
existen posibilidades a una escala media y sólo el 22% restante manifestó que existen
amplias posibilidades. El 53% que no considera viable la interacción con agentes
externos, lo justificó en la inexistencia de un líder de confianza que realice la
intermediación.
Las relaciones externas a la comunidad se basan casi de manera exclusiva en los
vínculos entre APALL y las ONG con presencia local, las cuales en gran medida son
financiadas por las empresas del sector productivo y público, basando su acción en
proyectos cortos y no en procesos duraderos. El flujo de capital social y financiero gira
en torno a los mismos actores, volviendo impermeable la red de interacciones.
4. Discusión
Se presentan algunas reflexiones sobre la incidencia del capital social y de las
instituciones informales en los cambios del SSE de la pesquería del bocachico en la
ciénaga de El Llanito. Se discute cómo los resultados obtenidos a partir del ARS pueden
aportar un ángulo diferente de interpretación del deterioro de una pesquería,
balanceando los conceptos de capital social (positivo y negativo) y de institucionalidad
(formal e informal), vislumbrando el papel de la sociedad en dicho deterioro.
32
El capital social
Analizando la red social de pescadores
De acuerdo con Portes (1998), la premisa central del capital social común a todas las
definiciones es que la inversión de las personas y colectivos en relaciones sociales se
verá retribuida en otras formas de capital y en el consecuente aumento en sus
oportunidades y capacidades para lograr sus metas. Esta hipótesis se ha hecho extensiva
también al ámbito del manejo de los recursos naturales y la sustentabilidad ambiental
(Pretty & Ward, 2001; Ballet, Sirven & Requiers-Desjardins, 2007. En Marín &
Gelcich, 2012). En consecuencia, mayores niveles de capital social (conectividad)
estarían asociados a un mejor desempeño en el manejo de sistemas socioecológicos
(Marín & Gelcich, 2012).
No obstante, la institucionalidad formal ha permeado al SSE con el ingreso de
capital de carácter financiero que no ha sido canalizado apropiadamente a través de la
organización de pescadores trayendo consecuencias negativas que contribuyen a que el
deterioro del sistema se mantenga, generando efectos adversos. Es por ello que se
considera que el papel del capital social en la comunidad de pescadores de El Llanito,
debe analizarse de una forma balanceada (positiva/negativa), pues la comprensión de
sus patrones todavía es incompleta (Bebbington, 1999), aún más cuando éste, en sus
diversas formas y representado por redes sociales, juega un papel determinante en el
manejo de la pesca y es determinante en la configuración de los niveles de cooperación
dentro de la comunidad. Asimismo, el nivel de confianza entre los pescadores y la
organización tiene un importante impacto en la pesca (Sekhar, 2007).
Según Durston (2001), la ausencia de confianza, responde a una experiencia
acumulada y partiendo ello, es difícil que fluya capital social positivo. Por consiguiente,
si los flujos de capital social negativo estimulan la desconfianza entre los actores que
33
participan en el SSE, se dificulta la construcción de acciones colectivas que atiendan de
manera estructural e integrada la problemática que enfrenta esta pesquería. El capital
social negativo promueve que la estructura social de la comunidad, sea cada vez más
conservadora, desestimulando cambios que puedan mejorar la situación de deterioro y
generando un flujo de capital social endógeno. En este sentido, las obligaciones de
reciprocidad derivadas de las relaciones de confianza entretejidas en las redes sociales
(Bourdieu, 1986; Coleman, 1990; Gambetta, 2000) se ven comprometidas.
En este trabajo, se pudo evidenciar la existencia de bajos niveles de confianza,
falta de cooperación desinteresada, pérdida de intereses comunes, escasez de líderes
aceptados por el colectivo y carencia de relevo generacional. Situaciones que han
generado sinergias con otros aspectos (por ejemplo ambientales) que impulsan el
deterioro de la pesquería del bocachico y el debilitamiento de la estructura social. Esto
último se pudo constatar a través de la construcción de la red social, la cual presentó una
densidad baja (1.9%) y poca capacidad de intermediación. Es decir, a nivel de
individuos, la comunidad de El Llanito carece de cohesión, lo cual repercute en la
estabilidad del capital social. Coleman (1990), señala que la estabilidad del capital
social depende de la firmeza de las estrategias y de las relaciones individuales; las
disrupciones de la organización social o de las relaciones sociales pueden ser altamente
destructivas del capital social.
Analizando la red social entre APALL y los demás actores
El deterioro de la pesquería no es una situación propia de Colombia, evidentemente es
un escenario generalizado a nivel mundial y con mayor relevancia en los países con
economías en vías de desarrollo. En términos generales, la debilidad institucional
relacionada con la administración o manejo de los recursos pesqueros, posee parte de
incidencia en la situación actual.
34
En el marco de la participación, las empresas (ISAGEN, ECOPETROL, entre
otras), intervinieron al interior de la comunidad de El Llanito, incidiendo en la
formalización legal de APALL, donde lo importante era contar con todos los
documentos que los acreditaran como pescadores „organizados‟, y por medio de dicha
organización, canalizar los recursos económicos destinados al mejoramiento tanto del
humedal como de los recursos pesqueros.
Esa situación se tradujo en el inicio de una relación “paternalista y clientelista”
en donde debido a la magnitud de los impactos ocasionados, se destinaron importantes
recursos económicos que mejoraron temporalmente y superficialmente, entre otras, la
situación de empleo, vivienda, educación, pero el objetivo inicial que era recomponer la
actividad pesquera basada principalmente en el bocachico, no se ha cumplido a
cabalidad. Tales relacionamientos entre APALL y otras instituciones formales
(públicas, privadas o mixtas) generan una relación estratégica de intercambio que
beneficia principalmente a los funcionarios y representantes legales de la organización.
El clientelismo provoca ineficiencias en el efecto distributivo de las políticas públicas
ya que gracias al lobby selectivo de los políticos se asignan recursos públicos en forma
preferencial a grupos o individuos que no necesariamente deberían ser focalizados por
las políticas públicas (Lohmann, 1996). También provoca un acceso desigual a recursos,
pues al tratarse de un intercambio particularizado sólo participarán en él quienes
entreguen apoyo político a sus benefactores (Schedler, 2004. En: García, 2011). Desde
esta perspectiva, es posible calificar al clientelismo como problemático y también se
puede advertir el despliegue del “lado oscuro” del capital social (Portes & Landolt,
1996; García, 2011; Portes, 2014).
La relación de dependencia entre APALL y las empresas con obligaciones en la
zona se mantiene, las inversiones continúan, el número de pescadores disminuye, los
35
asociados de APALL aumentan y la producción de bocachico ha llegado a su histórico
más bajo. Observando la red social entre APALL y los demás actores con incidencia en
el SSE, se evidencia su alta densidad (56%), ello coincide con lo planteado por Burt
(1992), quien indica que esa alta densidad de red anteriormente era sinónimo de
bienestar, en la práctica es lo contrario, redes densas a veces inhiben prácticas
innovadoras y nuevas ideas.
Contrario a Putnam (2000); Coleman (1990); Bodin & Crona, 2008, quienes
plantean que los bajos niveles de fragmentación de la red son argumentos que permiten
mejorar el capital social tejiendo juntos sociedades mediante la generación de
confianza, los resultados encontrados para la comunidad de El Llanito, que posee una
red social poco fragmentada y que quizás si coincide con el elevado flujo de capital
social, contrasta con la connotación negativa de dicho capital y con el bajo nivel de
confianza entre los pescadores. En otras palabras, si el flujo de capital social fuese
positivo en esta comunidad, la percepción de confianza, al igual que el liderazgo así
como el trasfondo de la situación de deterioro del recurso pesquero y de la estructura
social no serían tan evidentes. Coleman (1988) considera que la confianza es el sustento
de las relaciones de reciprocidad en que se basa el capital social, de ahí el carácter que
reviste éste como recurso inmerso en las relaciones sociales, del que se pueden obtener
beneficios individuales.
El capital social y la existencia de instituciones formales e informales por si
solas no propician la acción colectiva para el desarrollo sostenible de la pesquería
estudiada. Los hallazgos de este trabajo permiten inferir que los esfuerzos dirigidos a
mejorar o detener el deterioro de una pesquería, deben tomar en consideración varios
aspectos del capital social; analizarlo desde una óptica balanceada y no dar por asentado
que la densidad de las redes sociales son sinónimo de expresiones positivas de capital
36
social, sino que esa misma densidad genera aislamientos, incapacidad de innovar y de
afrontar cambios relacionados a la dinámica social y al manejo de los recursos
pesqueros. Algunos estudios empíricos han señalado que altos niveles de capital social
(en su dimensión de enraizamiento) pueden ser positivos en la medida en que dan a los
individuos apoyo y acceso a recursos necesarios para el bienestar, al tiempo que
reducen los costes de transacción; pero también han señalado que pueden ser negativos
si restringen las posibilidades de autonomía individual, favorecen el free-ridding
(oportunismo) sobre los recursos de la comunidad o promueven el nepotismo y el
tráfico de influencias en las instituciones locales (Moyano, 2009: 4). Los impactos
negativos del capital social se manifiestan en grupos sociales poderosos que no rinden
cuentas a la ciudadanía, practican la corrupción y el amiguismo (cronyism) (Narayan,
1999. En Durston, 2001).
Por otra parte, las características de la falta de liderazgo encontradas tales como
la desconexión del resto de la comunidad (flujo de capital social reducido) o el hecho de
que una elevada proporción (55%) no reconozca a alguien con las aptitudes de líder,
sugieren que los cambios que se requieren al interior de la comunidad son estructurales
y necesitan tiempo, y en ese sentido las inversiones deben apuntar hacia un
fortalecimiento organizativo real, de lo contrario el manejo de los recursos pesqueros a
través de APALL no será relevante. En ese orden de ideas, otro aspecto que debe
considerarse es que la exclusión de pescadores y en su lugar la vinculación de personas
ajenas a la actividad, aumenta la desconfianza hacia la organización. Según Durston
(2001), ciertos grupos que están en situación ventajosa suelen hacer uso del capital
social y del Estado para excluir a otros sectores. Esta situación apunta hacia el carácter
esencialmente ambivalente de la relación entre los organismos públicos de desarrollo
rural y las comunidades pobres.
37
A través del uso de métodos basados en características estructurales de las redes
sociales comunitarias, se pudo hallar respuestas al problema de investigación. Este
enfoque, permitirá que los resultados obtenidos contribuyan a una interpretación
balanceada de la incidencia de las instituciones informales y del capital social sobre la
conservación y uso de la biodiversidad y contribuya a la toma de decisiones de una
manera más crítica y consiente.
Instituciones informales
El capital social fluye de acuerdo a la naturaleza de las instituciones informales que crea
el grupo social, es decir, esas instituciones son las que regulan la magnitud y el tipo de
esos flujos (positivo y negativo). Las instituciones informales además de tener gran
estabilidad, pueden compenetrar a las instituciones formales, alterando sus lógicas pero
asegurando su estabilidad y eficacia (Durston, 2001: 18). La mayoría de los estudios
que proporcionan evidencia empírica acerca de la importancia de las instituciones, se
centran en las formales. Esto contrasta fuertemente con el reconocimiento teórico de
que las decisiones humanas son moldeadas por ambas instituciones: formales e
informales (North, 1993).
En el SSE analizado, los relacionamientos entre los miembros de APALL y los
pescadores no asociados, presentan cierto grado de conflicto. Primeramente, a causa del
uso del trasmallo y en segunda instancia, por los beneficios obtenidos de los programas
y proyectos, derivados de las obligaciones socioambientales de las empresas del sector
productivo. Las diferencias surgen de los derechos de participar de los beneficios
(empleo temporal e insumos relacionados con la actividad pesquera), ya que el impacto
en la ciénaga y en el recurso pesquero es generalizado, todos independientemente de su
filiación organizacional, sufren las consecuencias del estado actual de la pesquería. Esas
38
diferencias impiden reconocer el papel de la sociedad en el deterioro, ya que se
atribuyen culpas entre sí y se libran de responsabilidades.
En las pesquerías, existen diferentes relaciones que dan origen a instituciones
informales, basadas en estructuras de poder, que para el caso de El Llanito están
representadas por los „pescadores mayores‟. De acuerdo a una de las entrevistas
realizada a un líder local, en la década de 1970, existían arreglos institucionales entre
los pescadores, relacionados a una forma relativa de cuota de extracción, que estaba
condicionada por la demanda. Una vez se cumplían los compromisos adquiridos, todos
los pescadores dejaban la actividad con finalidad comercial, estableciendo de esa forma
límites de esfuerzo, y horarios de pesca y suspensión de pesca los domingos (control de
acceso). Esos arreglos institucionales informales, eran fuertemente respetados por los
pescadores, quizás por los altos rendimientos pesqueros de la época y por la cohesión
comunitaria basada en términos de parentesco familiar, procedencia o amistad. Según
Prell et al. (2010), las personas que comparten vínculos sociales son más propensas a
compartir puntos de vista similares.
Los arreglos institucionales informales llevados a cabo por los pescadores de El
Llanito, fueron ignorados por la institucionalidad formal. Las normas informales
creadas por la comunidad para el aprovechamiento del bocachico, consideraban artes y
métodos de pesca, áreas de restricción y horarios, además de mecanismos rectores
basados en normas tácitas, cuyo incumplimiento exponía al infractor al desprestigio
social. Actualmente tales arreglos o acuerdos informales no se respetan y las
consecuencias son evidentes, traducidas en el deterioro del SSE. Las instituciones no
sólo conectan el pasado con el presente y el futuro, sino que proporcionan una clave
para explicar la senda del cambio histórico (North, 1993: 17). El manejo de los recursos
pesqueros en el SSE estudiado, podría hacerse de manera sostenible si los pescadores
39
tuviesen mayor participación en el diseño de las instituciones formales e informales que
dominan los relacionamientos entre los diferentes actores que hacen parte del sistema.
Las regulaciones formales, a pesar de su importancia, son insuficientes para
promover un manejo óptimo de los recursos naturales si no están respaldados por
normas e instituciones culturales-cognitivas (de la Torre-Castro & Lindström, 2010). En
otras palabras si la comunidad de El Llanito carece de instituciones informales
apropiadas y que regulen el comportamiento de los actores, el capital social muy
difícilmente promoverá la acción colectiva para el aprovechamiento sostenible del
bocachico. Adicionalmente, la capacidad de intervención de la institucionalidad formal
es muy baja, lo que provoca dudas sobre la legitimidad de las relaciones entre
instituciones formales e informales.
De acuerdo a lo identificado en la comunidad de El Llanito, se pudo conocer que
anteriormente trabajaron juntos para aprovechar de una manera sostenible el recurso
pesquero, podría entonces argumentarse que si bien habían desarrollado un capital
social eficiente que con el paso del tiempo y los cambios sociales, ambientales y
económicos, perdió la acción colectiva y se transformó hacia relacionamientos
negativos.
Sinergias entre capital social negativo e instituciones informales en el SSE de la
pesquería del bocachico: ¿deterioro o colapso?
La capacidad adaptativa en un SSE significa que las actividades humanas se ajustan a
las características y dinámicas de los ecosistemas con los que se relacionan, de manera
que estos no produzcan transformaciones que lleven a estados prolongados de
sufrimiento humano (Anderies et al., 2004). Por esa razón es necesario entender la
sustentabilidad de un sistema como la resiliencia socioecológica del mismo, es decir una
alta resiliencia socioecológica es sinónimo de sustentabilidad y a su vez, una escasa
40
supone una limitada sustentabilidad para el sistema (Berkes et al., 2003). Sobre esta
última perspectiva parece haber un consenso creciente (Holling 1996, 2001; Perrings,
1998; Levin et al., 1998; Berkes et al., 2003; Fiksel, 2003, 2006; Folke, 2006; Norberg
& Cumming, 2008. En: Salas-Zapata et al., 2012).
Los SSE pueden tener varios umbrales a partir de los cuales una perturbación
puede desencadenar cambios en sus atributos esenciales. Esto se denomina cambio de
régimen (Walker et al. 2006). Así, si su capacidad adaptativa es escasa, la perturbación
llevará a un cambio de propiedades esenciales y a la transformación del sistema en uno
diferente. En el caso del SSE de la pesquería del bocachico, el hecho de haber pasado de
producir cerca de 600 ton/año a menos de 35 ton/año, podría considerarse una transición
crítica y de cambio de régimen, pues los estados de equilibrio, donde se soportaba una
pesquería eficiente desde el punto de vista ecológico, social y económico, han pasado a
ser gobernados por otras condiciones dando como resultado un SSE con otra identidad y
en riesgo de desaparecer.
De ser así, el SSE de la pesquería del bocachico en la ciénaga de El Llanito, se
mantiene porque se soporta en un andamiaje social que ha favorecido el flujo de capital
social negativo, que a su vez ha impedido que esfuerzos bien intencionados en búsqueda
de la conservación y recuperación del recurso pesquero prosperen. Adicionalmente, lo
que se mantiene es un flujo de capital social negativo, mediado por instituciones
informales como el clientelismo, que orientan hacia el control y la manipulación de la
comunidad de pescadores. En esta relación, se beneficia APALL, quienes consientes o
inconscientemente usufructúan todas las formas de capital social negativo, al igual que
las instituciones formales que deben mostrar resultados de gestión. Dicho capital social
negativo desincentiva la iniciativa individual (Woolcock, 1998)
41
Pese al deterioro de la pesquería, existe un 6% de los pescadores que no se
encuentran en APALL y que aun requieren de los recursos pesqueros; es el remanente
del SSE, quienes se encuentran en un grado extremo de marginalidad ecológica y socio-
política. Estos pescadores merecen especial atención porque poseen una alta dificultad
para acceder a otros niveles dentro del SSE y su participación en los procesos de toma
de decisiones es nula.
El trabajo realizado por Ostrom (2007), donde se documenta lo sucedido con la
pesquería de la langosta de Maine, en la cual los „Bandidos Vagabundos‟ (Roving
Bandits) ignoran las reglas colectivas, agotan las reservas locales y luego pasan a otras,
sirve para ilustrar otra perspectiva del oportunismo, pues en el caso del SSE de la
pesquería del bocachico, los recursos que están destinados a revertir la situación de
deterioro, se extravían por medio de flujos de capital social negativo, mediados por
instituciones informales y acaparado por actores sociales a quienes interesa que el
deterioro de la pesquería se mantenga, lo que podría ser considerado otra clase de
Roving Bandidts.
El clientelismo y la corrupción, como instituciones informales, incentivan el
flujo de capital social negativo y es a partir de esos relacionamientos perversos que se
gesta el interés en que el declive se mantenga con el fin de continuar usufructuando las
rentas que provienen de los sectores productivos. Tales dinámicas institucionales
informales, que estimulan flujos de capital social negativo, mantienen una relación
mediada por el declive de la pesquería, pero no por el interés en la conservación.
5. Conclusiones
En este documento se describieron los principales roles que cumplen el capital social y
las instituciones informales en los cambios que se han presentado en el SSE de la
pesquería del bocachico en la ciénaga de El Llanito. El abordaje del capital social a
42
través del ARS, sugiere diversos aspectos que contribuyen a la interpretación de los
SSE.
Es importante resaltar que las dinámicas que giran en torno al liderazgo en la
comunidad estudiada, es una forma de capital social negativo, ya que en lugar de influir
en el mejoramiento de la pesquería, está generando dinámicas clientelistas afectadas por
instituciones informales como la corrupción, intereses particulares, falta de
comunicación, desconfianza, falta de relevo generacional, entre otros, que acrecientan el
deterioro del SSE de la pesquería.
Los actores institucionales formales y demás actores que forman parte de las
dinámicas institucionales informales alrededor del SSE de la pesquería del bocachico,
mantienen una relación mediada por el declive de la pesquería y no por el interés en la
conservación; ello contribuye a la marginalización e invisibilización de un pequeño
grupo de pescadores, que han sido excluidos. Según Portes (2014), este es el lado
oscuro del capital social.
Los factores identificados y descritos deben ser considerados por los tomadores
de decisiones para canalizar de una manera más efectiva los capitales que ingresan al
sistema y potenciarlos hacia el mejoramiento de la situación actual. De igual manera,
estos aspectos deben ser considerados por las empresas y los entes territoriales como un
insumo para los procesos de planificación de inversiones en relación a los recursos
pesqueros. Aunque en este ejercicio se describieron aspectos relacionados a los flujos de
capital social e instituciones informales como factores que influyen en el SSE de la
pesquería del bocachico, es necesario avanzar en la identificación y análisis de otras
dinámicas que generan Capital social negativo en comunidades de pescadores.
La metodología propuesta probó ser una herramienta útil no solamente para
identificar y caracterizar el SSE (evolución y estado actual), sino que igualmente facilitó
43
la profundización en la comprensión de las causas subyacentes del deterioro del SSE de
una pesquería continental.
Agradecimientos
Esta investigación ha sido financiada en el marco del Convenio 47/225: Formulación
participativa del plan de ordenación pesquera en el bajo río Sogamoso, ISAGEN-
ASOPESAMM-CDPMM-Fundación Humedales. Los autores agradecen el apoyo de los
diferentes funcionarios institucionales que participaron de las entrevistas y muy especialmente a
los pescadores y habitantes de la Ciénaga de El Llanito.
En memoria de Luis Alberto Arango Crespo.
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Pp. 305-311. En: Lasso, C. A., E. Agudelo Córdoba, L. F. Jiménez- Segura, H.
Ramírez-Gil, M. Morales-Betancourt, R. E. Ajiaco-Martínez, F. de P. Gutiérrez,
J. S. Usma Oviedo, S. E. Muñoz Torres, A. I. Sanabria Ochoa (Eds.) I. Catálogo
de los Recursos Pesqueros Continentales de Colombia. Serie Editorial Recursos
Hidrobiológicos y Pesqueros continentales de Colombia. Instituto de
Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt (IAvH). Bogotá,
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56
ANEXOS DEL TRABAJO DE GRADO
Anexo A. Lineamientos de publicación exigida por la revista The Journal of
Peasant Studies.
Manuscript preparation
1. General guidelines
Manuscripts are accepted in English. Any consistent spelling and punctuation
styles may be used. Please use single quotation marks, except where „a quotation
is “within” a quotation‟. Long quotations of 40 words or more should be
indented without quotation marks. A typical manuscript will not exceed 10000
words including tables, references, captions, footnotes and endnotes.
Manuscripts that greatly exceed this will be critically reviewed with respect to
length. Authors should include a word count with their manuscript.
Grassroots Voices pieces are generally shorter, about 3000 words, and include
commentaries, interviews, field mission reports, event analyses and movement
profiles.
Manuscripts should be compiled in the following order: title page (including
Acknowledgements as well as Funding and grant-awarding bodies); abstract;
keywords; main text; acknowledgements; references; appendices (as
appropriate); table(s) with caption(s) (on individual pages); figure caption(s) (as
a list).
Abstracts of 100 words are required for all manuscripts submitted.
Each manuscript should have 4 to 6 keywords.
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visible to anyone who might be looking for it. Please consult our guidance here.
57
Section headings should be concise.
All authors of a manuscript should include their full names, affiliations, postal
addresses, telephone numbers and email addresses on the cover page of the
manuscript. One author should be identified as the corresponding author. Please
give the affiliation where the research was conducted. If any of the named co-
authors moves affiliation during the peer review process, the new affiliation can
be given as a footnote. Please note that no changes to affiliation can be made
after the manuscript is accepted. Please note that the email address of the
corresponding author will normally be displayed in the article PDF (depending
on the journal style) and the online article.
All persons who have a reasonable claim to authorship must be named in the
manuscript as co-authors; the corresponding author must be authorized by all co-
authors to act as an agent on their behalf in all matters pertaining to publication
of the manuscript, and the order of names should be agreed by all authors.
Biographical notes on contributors are required for this journal.
Please supply all details required by any funding and grant-awarding bodies as
an Acknowledgement on the title page of the manuscript, in a separate
paragraph, as follows:
For single agency grants: "This work was supported by the [Funding Agency]
under Grant [number xxxx]."
For multiple agency grants: "This work was supported by the [Funding Agency
1] under Grant [number xxxx]; [Funding Agency 2] under Grant [number xxxx];
and [Funding Agency 3] under Grant [number xxxx]."
58
Authors must also incorporate a Disclosure Statement which will acknowledge
any financial interest or benefit they have arising from the direct applications of
their research.
For all manuscripts non-discriminatory language is mandatory. Sexist or racist
terms must not be used.
Authors must adhere to SI units. Units are not italicised.
When using a word which is or is asserted to be a proprietary term or trade
mark, authors must use the symbol ® or TM.
Authors must not embed equations or image files within their manuscript
2. Style guidelines
Description of the Journal‟s article style.
Description of the Journal‟s reference style.
Notes for book reviewers are available here.
An EndNote output style is available for this journal.
Guide to using mathematical scripts and equations.
Word templates are available for this journal. If you are not able to use the
template via the links or if you have any other template queries, please contact
3. Figures
Please provide the highest quality figure format possible. Please be sure that all
imported scanned material is scanned at the appropriate resolution: 1200 dpi for
line art, 600 dpi for grayscale and 300 dpi for color.
Figures must be saved separate to text. Please do not embed figures in the
manuscript file.
59
Files should be saved as one of the following formats: TIFF (tagged image file
format), PostScript or EPS (encapsulated PostScript), and should contain all the
necessary font information and the source file of the application (e.g.
CorelDraw/Mac, CorelDraw/PC).
All figures must be numbered in the order in which they appear in the
manuscript (e.g. Figure 1, Figure 2). In multi-part figures, each part should be
labelled (e.g. Figure 1(a), Figure 1(b)).
Figure captions must be saved separately, as part of the file containing the
complete text of the manuscript, and numbered correspondingly.
The filename for a graphic should be descriptive of the graphic, e.g. Figure1,
Figure2a.
Please discriminate clearly between tables (which contain only text) and figures.
Maps, charts, graphs, photographs and diagrams are all figures, and should be
labelled as such, and numbered sequentially in the text.
4. Publication charges
Submission fee
There is no submission fee for The Journal of Peasant Studies.
Page charges
There are no page charges for The Journal of Peasant Studies.
Colour charges
Colour figures will be reproduced in colour in the online edition of the journal free of
charge. If it is necessary for the figures to be reproduced in colour in the print version, a
charge will apply. Charges for colour figures in print are £250 per figure ($395 US
Dollars; $385 Australian Dollars; 315 Euros). For more than 4 colour figures, figures 5
60
and above will be charged at £50 per figure ($80 US Dollars; $75 Australian Dollars; 63
Euros). Depending on your location, these charges may be subject to Value Added Tax.
Anexo B. Formato encuesta
Encuesta No. __________
Fecha (dd/mm/aa): _____/______/_2015__ Encuestador:
___________________________________
En este momento estamos realizando un proyecto en el que tratamos de identificar y analizar los factores
que inciden en el deterioro de los recursos pesqueros continentales y de qué manera esta situación afecta
a las comunidades de pescadores en la Ciénaga El Llanito. Nos sería de gran ayuda conocer su
percepción a través de esta encuesta. ¡Muchas gracias!
1. Edad ___ años 2. Género: Masculino ____ Femenino ____ 3. ¿En dónde nació?:
__________________
4. ¿Cuál es el grado de educación más alto de educación que Ud. haya
completado?:
a. Ninguno ____ b. Algo de primaria
____
c. Básica primaria ____ d. Algo de secundaria
____
e. Básica secundaria
____
f. Técnico ____ g. Universitario ____
5. ¿Cuántos años lleva viviendo en este lugar?:
a. Menos de 1 ____ b. Entre 1 y 3 ____ c. Entre 3 y 5 ____ d. Entre 5 y 10 ____
e. Entre 10 y 15
____
f. Entre 15 y 20 ____ g. Más de 20 ____
6. ¿Cuántas personas componen su hogar? _____
7. ¿Cuántas horas a la semana dedica a la pesca? _____
8. ¿Cuántas personas de su familia se dedican a la actividad pesquera? ______
9. La embarcación que emplea es:
a. Propia ____ b. Alquilada ____ ¿Quién se la alquila? ______________________
c. Prestada ____ ¿Quién se la presta? ________________________________
d. Otra _____ ¿Cuál? ___________________________________________
10. El motor que emplea es:
a. Propio ____ b. Alquilado ____ ¿Quién se la alquila? ______________________
c. Prestado ____ ¿Quién se la presta? ________________________________
d. Otro _____ ¿Cuál? ___________________________________________
11. Los aparejos que emplea son:
a. Propios ____ b. Alquilados ____ ¿Quién se los alquila? ____________________
c. Prestados ____ ¿Quién se los presta? ________________________________
d. Otro _____ ¿Cuál? ___________________________________________
61
12. ¿A cuál o cuáles actividades económicas se dedica aparte de la
pesca? (Marque máx. 2)
a. Ninguna ____ b. Labores del hogar ____ c. Agricultura (cultivos Propios) __
d. Jornaleo en finca ___ e. Comercio ____ f. Palmicultura (jornaleo)___
g. Contratista de
empresa ____
h. Ganadería (animales
propios) ____
i. Otra ____ ¿Cuál?
__________________
13. ¿Cuántos años lleva como pescador?
a. Menos de 1 ____ b. Entre 1 y 3 ____ c. Entre 3 y 5 ____
d. Entre 5 y 10____ e. Entre 10 y 15 ____ f. Entre 15 y 20 ____
g. Entre 20 y 25 ____ h. Entre 25 y 30 ____ i. Más de 30 ____
14. En los años que lleva como pescador, Ud. ha notado que el número de personas que viven
alrededor de la Ciénaga El Llanito ha:
a. Disminuido ____ b. Aumentado ____ c. Es igual ___
15. ¿Cuándo Ud. empezó a pescar, cuál era el número aproximado de pescadores permanentes
que había en la Ciénaga El Llanito?:
a. Menos de 20 ____ b. Entre 20 y 40
____
c. Entre 40 y 60 ____ d. Entre 60 y 80 ____
e. Entre 80 y 100
____
f. Entre 100 y 120
____
g. Más de 120 ____
16. ¿Actualmente cuál es el número aproximado de pescadores permanentes en la Ciénaga El
Llanito?:
a. Menos de 20 ____ b. Entre 20 y 40
____
c. Entre 40 y 60 ____ d. Entre 60 y 80 ____
e. Entre 80 y 100
____
f. Entre 100 y 120
____
g. Más de 120 ____
17. Cuándo Ud. empezó a pescar, ¿Cuál era la especie más abundante?
______________________________________
18. Cuándo Ud. empezó a pescar, ¿Cuál era la especie de mayor comercio?
___________________________________
19. ¿Cuál era el aparejo de pesca más utilizado anteriormente?
_________________________________________
20. ¿Cuál es el aparejo de pesca más utilizado actualmente?
___________________________________________
21. ¿Se usa todo el año? SI _____ NO _____ ¿De qué depende su
uso?______________________________________________________________________
22. En términos generales Ud. cree que el bocachico actualmente es más o menos rentable que
antes?
a. Más rentable ____ b. Menos rentable _____ c. Igual de rentable _____
23. ¿Cuáles son los principales motivos para estos cambio? (si los hay)
62
_____________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________
24. Considera Ud. que los volúmenes (cantidades) de bocachico, han:
a. Aumentado ____ b. Disminuido _____ c. Siguen igual _____
25. ¿Cuál es el mejor mes para la pesca del bocachico?
________________ ¿Por qué?____________________________________________________
26. En cuanto a las tallas (tamaño) del bocachico, hoy lo pesca:
a. Más grande ____ b. Más pequeño _____ c. De igual tamaño _____
27. ¿De cuántos centímetros (cm) pesca Ud. el bocachico?
a. Entre 10 y 20 ____ b. Entre 15 y 20 ____ c. Entre 20 y 25 ____ d. Mayor a 25 ____
¿A cuántas libras equivale? ________
28. Si considera que la pesca del bocachico ha disminuido, cuáles de los siguientes aspectos
podrían ser los principales responsables de dicha disminución: (indique máximo 3)
a. Normas insuficientes ____ b. El uso del trasmallo ____ c. No respetar las tallas
mínimas ____
d. El aumento de
pescadores___
e. La desorganización de los
pescadores ____
f. El poco apoyo de la
AUNAP____
g. Poca vigilancia y control
____
h. Otra ____ ¿Cuál? _______________________________
29. La incidencia (culpa) que tienen los comerciantes en la disminución del bocachico es:
a. Alta ____ b. Media ____ c. Baja ____ d. No tienen ____
30. Si Ud. saca 10 bocachicos, ¿cuántos lleva para su consumo y de su familia? _____________
31. ¿Pertenece a alguna asociación?
a. No____ b. Si ____ Nombre _______________________
32. ¿Estar asociado ayuda a mejorar las condiciones de la actividad pesquera
a. Si____ b. No ____ Por qué _______________________
33. ¿Cuál es el mejor sitio de pesca en la ciénaga para pescar (incluyendo el caño San
Silvestre)? _________________ ¿Por qué?________________________________________
34. ¿Con quién o quienes comparte esa información? _______________________________
¿Por cuál (es) razón (es)?____________________________________________________
35. ¿Cualquier pescador puede realizar su actividad en dicho lugar? Sí ______ No ________
¿De qué o quién depende? _______________________________
36. ¿Acuden a este lugar muchos de sus compañeros de pesca? Sí_____ No ______
Si su respuesta es sí ¿podría darme sus nombres? Mencione máximo cinco
No. Nombre
1
2
3
4
5
63
37. ¿Cuántas personas conforman su grupo de pesca? a. Pesca solo _____
b. 1 más _____ ¿Con quién? ___________________
c. 2 más______ ¿Con quiénes?_____________________________________________
d. 3 o más _____ ¿Con quiénes?_____________________________________________
38. ¿Con cuáles compañeros de pesca tiene mayor comunicación? Mencione cinco
No. Nombre
1
2
3
4
5
39. ¿Con quiénes coopera o ha colaborado para buscar alternativas para el mejoramiento de la
actividad pesquera en la ciénaga El Llanito? a. Con ninguno _________
b. Nombre c. Tipo de relación d. Acuerdos
40. ¿A quién considera que es un buen líder en su comunidad?
______________________________________________
41. ¿A quién le vende el pescado?
a. Comerciante local
_____
Nombre
________________
b. Comerciante foráneo
___
Nombre
_____________
c. Restaurante _____ Nombre
_________________
c. Turista ______ d. Otro
_____________
42. Cuando decide adelantar alguna iniciativa o estrategia individual o en grupo relacionada con
el mejoramiento de las condiciones actuales de la pesca en la ciénaga ¿a quién busca para
obtener apoyo, ayuda o algún recurso que necesita y no posee?
Persona / Organización / Institución Clase de recurso o ayuda
43. Considerando a las instituciones, organizaciones, empresas, que están vinculadas al
subsector pesquero. ¿Ud. cree que si estuviera en una situación en la que necesita de ayuda o de
apoyo, algunas de ellas se lo prestarían? Marque con una X, teniendo en cuenta que 0 significa
que la mayoría no le prestaría apoyo y 10 que la mayoría le ayudaría:
La mayoría NO le ayudaría
La mayoría SI le ayudaría
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
44. En caso de presentarse un conflicto fuerte entre algunos pescadores de la ciénaga el Llanito,
¿Ud. cree que la mayoría de los pescadores buscaría la manera de ayudar a solucionarlo, incluso
si no los afecta directamente?
64
La mayoría NO buscaría la manera
La mayoría SI buscaría la manera
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
45. ¿Cómo cree que es el nivel de confianza entre las instituciones, organizaciones y empresas
que están relacionadas con la actividad pesquera en la ciénaga El Llanito? 0 significa que NO
hay confianza y 10 que existe mucha confianza entre los diferentes actores.
NO hay confianza entre los actores
Mucha confianza entre actores
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
46. Si las cosas siguen como están ahora ¿Cree que es posible que se acabe el bocachico algún
día? Sí _____ No _____
¿En cuánto tiempo? _________ años.
Anexo C. Síntesis de la metodología
65
Anexo D. Marco teórico
i. El Bocachico
Según Valderrama et al. (2011), esta especie posee aletas con radios blandos sin espinas
o radios duros; mandíbulas sin dientes, labios con dientes, boca terminal pequeña,
espina pre-dorsal punzante, escamas rugosas al tacto, coloración plateada con aletas
matizadas en amarillo-rojizo. Alcanza hasta 60 cm de Longitud Estándar (LE), sin
embargo el promedio de su tamaño actual en la captura es inferior a 23 cm LE. Es una
especie de crecimiento moderado, a los 25 cm LE posee una edad relativa entre 1-1,5
años. Para la cuenca del Magdalena se ha demostrado que existe una relación directa
entre la magnitud de los pulsos de inundación y la tasa de crecimiento (Valderrama &
Petrere, 1994). Habita principalmente las planicies inundables y durante los periodos de
aguas bajas se concentra en los cauces de los ríos. Jiménez et al. (2009) afirman que es
una especie dominante dentro de la asociación en ciénagas de la cuenca media del río
Magdalena. En cuanto a la categoría nacional de amenaza, se encuentra en estado
vulnerable (VU) (A2c, d) (Mojica et al., 2012). La mayoría de los estudios sobre esta
especie han estado enfocados en aspectos biológicos, ecológicos, o pesqueros
(Valderrama & Petrere, 1994; Maldonado-Ocampo et al., 2008; Valderrama & Solano,
2004; Fundación Humedales, 2010; Jaramillo-Villa & Jiménez-Segura, 2008;
Valderrama et al., 2011; Valderrama et al., 2014). Pese a su importancia, no se conocen
estudios que la analicen desde la perspectiva de los sistemas socioecológicos y a la luz
de los arreglos institucionales. Es un recurso pesquero sujeto a un uso colectivo y bajo
derecho de propiedad común que se caracteriza por presentar una alta sustractibilidad y
una baja excluibilidad (Cárdenas et al., 2003). Por otra parte, diferentes empresas del
sector productivo Nacional (ISAGEN, ECOPETROL) y del sector público
(CORMAGDALENA, AUNAP, INCODER), bien sea por su misión institucional, o
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responsabilidad social empresarial, han destinado cuantiosas inversiones económicas y
de capital humano para propiciar la recuperación del bocachico. Por ejemplo, más de
$3.000 de pesos fueron invertidos entre 2006 y 2008 por ECOPETROL para recuperar
hábitats en el Magdalena Medio y más de 19 millones de alevinos fueron sembrados por
ISAGEN en la ciénaga de El Llanito y el bajo Sogamoso. Sin embargo, no se ha logrado
que la especie se recupere, como se pude observar a través de las cifras disponibles
sobre desembarcos pesqueros (figuras a y 1), ni tampoco ha impedido la erosión
simultánea de la estructura social que administra la pesquería. De manera paralela, se
discute sobre la alteración genética de las poblaciones silvestres que al entrar en
contacto con los ejemplares provenientes de empresas piscícolas, pone en riesgo la
conservación de la especie, desencadenando un fenómeno conocido como cuello de
botella (ver: Aguirre-Pabón, Narváez & Castro, 2013; Orozco & Narváez, 2014).
Figura a. Desembarcos de bocachico (2001–2013) en la cuenca Magdalena-Cauca.
Fuente: SEPEC, 2014.
Figura b: Desembarcos de bocachico (2007–2013) en la ciénaga de El Llanito.
Fuentes: CCI-MDRA, 2007-2009; SEPEC, 2013.
0
5000
10000
15000
ton
0
100
200
300
400
2008 2009 2010 2011
ton
67
ii. Marco normativo e institucional para la pesquería del bocachico
En América Latina, el estado institucional del sector pesquero está dominado por
estructuras rígidas, diseñadas desde una perspectiva de arriba hacia abajo (top down).
Las reglas institucionales determinan la disponibilidad y la viabilidad de explotación de
los recursos para los diversos actores y para cada nivel del proceso de toma de
decisiones, constituyen las reglas del juego que pueden significar oportunidades u
obstáculos (Knoepfel et al., 2007).
En Colombia, la institucionalidad formal de la pesca ha tenido cambios desde el inicio
de sus funciones. En 1990 se estableció la Ley 13 con el fin de „regular el manejo
integral y la explotación racional de los recursos pesqueros y de la acuicultura con el fin
de asegurar su aprovechamiento sostenido‟ y reglamentada en el decreto 2256 de 1991.
En este mismo decreto se le otorga al Ministerio de Ambiente-MA-, definir los
volúmenes y especies de pesca y en jurisdicción del Ministerio de Agricultura y
Desarrollo Rural-MADR- se crea el INPA con el fin de ordenar, investigar y fomentar
la actividad pesquera del país (Roldán, 2013).
En la Ley 13 de 1990 se crea duplicidad en la reglamentación al otorgarle funciones al
MA para la regulación de recursos hidrobiológicos, mientras que al MADR se le
otorgan funciones para la regulación de recursos pesqueros, dicha duplicidad se puede
considerar como un espacio de riesgo que favorece la intromisión de intereses
particulares en el manejo del subsector (Roldán, 2013). En el 2003, se liquida el INPA y
se hace una transferencia de funciones a la subgerencia de pesca y acuicultura de
INCODER y en el mismo año, el ICA asume parte de las funciones que tenía el INPA.
En el 2007 se reordena el INCODER y se trasladan las funciones pesqueras al ICA. Sin
embargo, en el 2009 se declara la inexequibilidad de la Ley 1152 de 2007 y se modifica
el INCODER para reasumir funciones. Desde el 2003, la institucionalidad pública para
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este subsector ha enfrentado cambios que se relacionan con la pérdida de autonomía
política y de especificidad técnica. A partir del decreto 4181 de 2011 se estableció la
AUNAP, entidad adscrita al MADR, con el fin de „ejercer la autoridad, adelantando
procesos de planificación, investigación, ordenamiento, fomento, regulación, registro,
información, inspección, vigilancia y control de las actividades de pesca y acuicultura,
aplicando las sanciones a que haya lugar, dentro de una política de fomento y desarrollo
sostenible‟ (Roldán, 2013). De igual manera la institucionalidad formal involucra a las
Corporaciones Autónomas Regionales y a los entes territoriales, al Instituto de
Investigación de Recursos Biológicos „Alexander von Humboldt‟ encargado a nivel
nacional de la investigación básica y aplicada de los recursos hidrobiológicos
continentales y a CORMAGDALENA (Ley 161 de 1994), que sin tener el carácter de
Autoridad Ambiental, sí tiene funciones en materia de recursos naturales renovables,
incluidos los ictiológicos y pesqueros (Gutiérrez-Bonilla, Barreto & Mancilla, 2011).
Como puede evidenciarse el entramado institucional formal que regula la pesquería en
Colombia es bastante complejo y en su conformación el tratamiento y articulación de la
institucionalidad informal ha sido ausente.
Anexo E.
Actores de la institucionalidad formal
APALL Gobernación de Santander
JAC Alcaldía de Barrancabermeja
ASOPESAMM Palmeros
AUNAP Ganaderos
ECOPETROL Armada Nacional
ISAGEN Policía Nacional
ANLA SENA
CAS Universidades
CORMAGDALENA CDPMM
INCODER Asociaciones de desempleados
Comerciantes