Transformación de Paris durante el Segundo Imperio

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TRANSFORMACIÓN DE PARÍS DURANTE EL SEGUNDO IMPERIO

Autora: Natalia Fernández

Son una serie de modernizaciones que vivió Paris entre 1852 – 1870, llevadas a cabo por Napoleón III y el barón Haussmann. Los trabajos se realizaron en toda la ciudad, tanto en el corazón de Paris, como en barrios periféricos: calles y bulevares, restauración de fachadas, remodelación de espacios verdes, mobiliario urbano, creación de un alcantarillado y trabajos de conservación en monumentos públicos.

A mediados del siglo XIX, el centro de Paris tenía la misma estructura que en la Edad Media: callejuelas minúsculas, serpenteantes, que dificultaban la circulación, casas que se amontonaban en condiciones insalubres.

La ocupación del casco histórico por el proletariado y expansión hacia la periferia de los burgueses ricos, permitió que en los levantamientos populares de 1830 y 1848, el centro de la ciudad estuviera en manos de insurrectos, favorecidos por las callejuelas estrechas, la carencia de servicios, infraestructuras, áreas verdes, etc.

Es en la ciudad donde se evidencian las grandes contradicciones económicas, la lucha de clases y los valores culturales de los grupos humanos que habitan en ella.

Tras la Revolución Francesa, en 1794, una “comisión de artistas” propuso un plan de remodelación que incluía nuevas calles en la ciudad de París. Napoleón I acondiciona una calle monumental a lo largo del Jardín de las Tullerias: la rue Rivoli

En 1830 el prefecto Rambuteau comprueba los problemas de circulación y de higiene que hay en los viejos barrios superpoblados: hace falta “hacer circular el aire y los hombres”. Traza la primera gran abertura en el centro de Paris, pero el poder de la administración es limitado por las normas de expropiación.

Años más tarde, Napoleón III quiere modernizar París. En Londres vio un país transformado por la Revolución Industrial y una gran capital con grandes parques y redes de saneamiento. Retoma las ideas de Rambuteau.

Sensible a las cuestiones sociales, quiere mejorar las condiciones de las clases pobres: la densidad de población en ciertos barrios es muy elevada y las condiciones higiénicas muy precarias. Pero no se prevé una solución para reubicar a las familias desalojadas por las grandes obras, que se ven obligadas a desplazarse a los barrios de la periferia.

Napoleón III encuentra a un hombre capaz de dirigir operaciones a gran escala: Haussman, hombre riguroso, organizado y de acción; lo nombra prefecto del Sena en 1853. Ambos hombres formarán un equipo eficaz. El emperador sostendrá al prefecto contra sus adversarios hasta 1870.

El poder de Napoleón III, la capacidad de Haussmann, el nivel de los técnicos y la existencia de dos leyes: la ley de expropiación de 1840 y la sanitaria de 1850, permiten realizar un programa urbanístico en un período de tiempo corto: dos décadas. Así, el nuevo París se convierte en el modelo reconocido por todas las demás ciudades del mundo, desde mediados del siglo XIX en adelante.

Los cambios fueron posibles gracias a la mejora en la técnica y por la adaptación de las leyes, permitiendo la expropiación forzosa, cuando el Derecho liberal tradicional concebía la propiedad privada como un derecho ilimitado. Haussmann eliminó muchas calles antiguas, derribó casas de apartamentos. Las reemplazó con anchos bulevares, flanqueados por árboles y creó extensos jardines por los que París es hoy en día famoso.

El Estado expropia a los propietarios de los terrenos afectados por los planos de renovación. Después, destruye los edificios y construye nuevos con todos sus equipos: agua, gas, desagües.

Haussmann, recurre a préstamos masivos para encontrar el dinero necesario para estas operaciones, de 50 a 80 millones de francos al año. El Estado recupera el dinero prestado revendiendo los terrenos en forma de lotes separados, a promotores que deben construir nuevos edificios, conformándose un pliego de condiciones preciso.

El nuevo plan de la ciudad dificultaba revueltas como las de 1830 y 1848, porque impedía la colocación de barricadas y facilitaría la labor de las fuerzas del orden a través del rápido desplazamiento por las calles y la colocación estratégica de edificios oficiales como los cuarteles, donde pudieran circular batallones en formación y la artillería, si fuera necesario. Fueron reformas puestas al servicio de regímenes políticos conservadores

Creó anchas avenidas unidas con las principales estaciones de tren, de modo que las tropas de provincias pudieran estar operativas en un corto periodo de tiempo.

En primer lugar, logró desplazar a las masas obreras del centro de la ciudad hacia los barrios de la periferia. La clase que más sufrió en el pasado las condiciones de vida medievales del antiguo París, se exilió a los suburbios por la “haussmannización”, ya que los barrios bajos fueron “limpiados” y sustituidos por apartamentos para la burguesía.

Crea una normativa respecto al ancho de las calles y su relación con la altura de cada edificio, permitiendo que a todos los edificios llegue luz natural en algún momento del día, logrando permitir la circulación del aire por las calles y casas, donde el hacinamiento, era la norma. La importancia de estas medidas, se refleja en la disminución de la mortalidad por enfermedades como cólera y peste.

Aunque la transformación de París actuó en frentes muy diversos, los bulevares son el emblema de la reforma de Haussmann. Estas grandes vías, con la característica arquitectura, lograron proyectar internacionalmente una nueva imagen de la capital francesa con una identidad muy poderosa

Los bulevares debían tener construcciones aledañas de altura similar, con la misma cantidad de pisos. Cada uno de estos pisos tenía características distintas y tenían mayor o menor costo, siendo las buhardillas los pisos más económicos y de peor calidad, generalmente ocupados por estudiantes o artistas

El «haussmannianismo» no solo traza calles y crea equipamientos adecuados Interviene también en el aspecto estético de los inmuebles privados. El Reglamento de urbanismo de París y las servidumbres impuestas por los poderes públicos favorecen la evolución clásica del edificio parisino hacia la fachada típica del Paris “haussmaniano

-Piso bajo y entresuelo -El segundo piso noble con uno o dos balcones-El tercer y cuarto piso en el mismo estilo pero con marcos menos ricos de ventana-El quinto piso con balcón fluente, sin decoraciones;-Techos a 45 grados.

La fachada se organiza alrededor de líneas horizontales fuertes que a menudo continúan de un edificio otro: balcón, cornisa, la alineación perfecciona fachadas sin retiradas ni salientes importantes. El modelo de la calle Rivoli se extiende al conjunto de las nuevas calles parisinas, uniformizando ciertos barrios.

Sobre la fachada, se usa la piedra de sillería en forma de gruesos bloques.

Las calles producen un efecto monumental que dispensa a los edificios de recurrir a la decoración: esculturas o moldeados proliferaran sólo hacia el fin de siglo

Además de conseguir sus objetivos de mejoras sanitarias y de comunicación, la renovación sirvió para finalidades políticas. Por ello la obra de Haussmann fue aplaudida especialmente por las clases ricas, mientras que parte del pueblo parisino sintió que las obras de Haussmann destruían sus raíces y conexiones

Divide la ciudad en 20 barrios administrativos para atender cada distrito con servicios propios: comisarías, parques, mataderos, mercados, etc, que se numeraron siguiendo una espiral que comenzaba en el centro histórico e iba girando en el sentido de las agujas del reloj. Posteriormente, cada arrondisement se dividiría a su vez en cuatro quartiers (barrios), resultando 80 en total.

Dentro del plan Haussmann, un caso significativo es la Ópera de París. Como edificio es el más representativo de esa arquitectura historicista pero su elemento urbanístico tam bién lo es de la ciudad burguesa. La ópera es el lugar donde los burgueses se exponen a la ciudad, por eso está levantada sobre unas grandes escaleras y el edificio se sitúa al fondo de una gran avenida. La vista es genial y la ópera se convirtió, junto a esa gran avenida, en todo un símbolo bur gués.

En el interior del edificio el espacio teatral es mínimo, lo que predomina son las estancias y salones donde se exhiben los burgueses.

El edificio es de Garnier (1875) realizado en un estilo ecléctico, entre Neoclásico y Neobarroco, con elementos italianos clásicos y decoraciones barrocas. Sensación de fastuosidad y grandeza.

París antes y después de Haussmann

El plan Haussmann además de una altura uniforme de los edificios, incluyó elementos de referencia como el Arc de Triomphe y el Gran palacio de la Ópera. La obra en paseos y jardines fue responsabilidad del ingeniero civil Jean-Charles-Adolphe Alphand

Otro de los puntos del Plan de Hausmann fue la transformación de las estaciones de ferrocarril, que formaban parte de la ciudad, concebidas a una escala mayor, estatal, y en relación con los grandes bulevares. Las estaciones del París del XIX se convirtieron en puntos focales de la ciudad, y en "símbolos de modernidad."

Se estableció una red de grandes arterias que rompieron la estructura medieval, creando paseos sombreados por árboles, los grandes bulevares, perfectos para descongestionar el tráfico, conectarse con el resto del territorio a través de las grandes estaciones ferroviarias y servir de salón urbano donde la burguesía pudiera exhibirse, tal y como nos muestran los cuadros impresionistas

Calle de París en un día de lluviaGustave Caillebotte

Las murallas que aún existían se derribaron, creando una ronda circular en torno a la ciudad que conectaba además las nuevas estaciones de ferrocarril y las salidas naturales de la ciudad.Se crearon dos grandes zonas verdes en su exterior: el Bois de Boulogne y el Bois de Vicennes

Integración de jardines en la ciudad, como adorno, prefiriendo los modelos barrocos franceses para el centro de la ciudad (setos geométricamente recortados, árboles plantados en largas perspectivas, fuentes y esculturas) y los modelos románticos o paisajísticos ingleses, para crear zonas de esparcimiento en la periferia

Por primera vez, el mobiliario urbano: kioscos, bancos, farolas… fue considerado parte del proyecto, como elemento de una importancia fundamental en el paisaje urbano. Se le dio especial importancia a las farolas, siendo París la primera ciudad europea en poseer alumbrado público.

El plan de reforma destruyó parte de la historia de la ciudad, volviéndola homogénea e igual a sí misma, una especie de nueva ciudad que sustituyó a la que habían generado los siglos y que sólo aparece en pequeños lugares

FIN