Post on 30-Mar-2016
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travel . meet . enjoy
Trip
Islandiatierra de encantos
3/11
Esta revista pretende ser un complemen-
to en la vida de aquellos amantes de los via-
jes, los destinos exóticos y ciudades que nos
impactan con su belleza natural y sus creacio-
nes arquitectónicas.
Mes a mes presentaremos increíbles si-
tios que no pueden dejar de conocer.
Esperamos hagan de Trip una revista de
colección.
¡Viajen, conozcan y disfruten!
Editorial
CréditosMyriam Rojas Farah
editora ejecutiva
editora de arte
editora de fotografía
jefe de redacción
Revista Viajes
Traveller de Nat Geo
Revista Mucho Viaje
colaboradores
¿Dónde
termina
tu mundo?
8 Perú
20Costa Rica
12 Islandia
16Castillosde Baviera
PER
USeguir las huellas de la misteriosa civilización inca es uno de
los atractivos de este país andino de inagotables sorpresas.
No es fácil trazar la
frontera entre mito y realidad al
hablar de Perú, el país latino-
americano que más atrae a los
viajeros de todos los continen-
tes. Pero especialmente para
los españoles, enredados en las
contradicciones que suscita la
conquista de América, Perú nos
sitúa entre el rechazo ante las
tropelías cometidas contra la
población indígena y la admi-
ración por la hazaña de unos
aventureros que parecían haber
dejado el miedo y la cordura en
sus lugares de origen. El Perú de
los ricos metales y las maderas
nobles que salían por el puerto
de El Callao, el de las cumbres
inaccesibles y los abismales
desfiladeros de los Andes, el de
la intrincada selva, las ciudades
coloniales y las realizaciones
incas y el de los mercados
restallantes de colorido están
presentes en el viaje imaginario
y en el real.
Cuando, tras un montón de
horas de autobús rodando desde
Lima por la Panamericana, nos
desviamos en Pativilca hacia
el Callejón de Huaylas me hice
cargo por vez primera de las
dimensiones reales de este país.
Los 4.080 metros de altitud del
Paso de Conococha no eran sino
el aperitivo; más allá esperaba
el desfiladero por el que se abre
paso la carretera entre paredes
que cimientan las cumbres.
Abajo, el río Santa; hacia la
costa, la cordillera Negra; al este,
la cordillera Blanca con alturas
por encima de los 6.000 metros,
y, encaramados a los riscos
laterales, un rosario de pueblitos.
Recuay, cabeza de una cultura
preincaica, Yungay, donde
se ven las consecuencias del
devastador terremoto de 1970,
o Caraz, con sus construcciones
de adobe, jalonan el Callejón de
Huaylas. Y en su centro, Huaraz,
por donde pululan los montañe-
ros, ansiosos por adentrarse en
el Parque Nacional Huascarán.
El contraste entre la naturaleza
impresionante de esta franja
andina y la imagen de Lima,
aplastada entre el agobiante
tráfico y el telón plomizo de
sus nubes, resulta abrumador.
Pero la visión del Pacífico
desde el mirador de Barranco,
el barrio más agradable de la
capital, ayuda a liberarse, igual
que el Museo Arqueológico y
el Museo del Oro son funda-
mentales para adentrarse en el
intrincado mundo de las cultu-
ras precolombinas de Perú.
Si Lima fue capital del virrei-
nato de Perú, Cuzco –Cusco,
en quechua– lo era del imperio
inca. Conocer esta ciudad
portentosa y sus alrededores
justifica por sí solo el viaje has-
ta Perú. Y eso debieron pensar
Pizarro y sus acompañantes
cuando, después de atrave-
sar miles de kilómetros por
montañas escarpadas, entraron
en Cuzco el 15 de noviembre
de 1533.
Valiéndose de la alianza –pro-
bablemente una añagaza de los
conquistadores– del príncipe
inca Manco, revestidos de
armaduras, montados a caballo
y provistos de fusiles los es-
pañoles se hicieron dueños sin
dificultad de la capital incaica
que encerraba promesas de oro y
tenía la clave del mítico imperio
del Tahuantinsuyo.
En apenas un siglo, los incas,
pobladores de las montañas
del sur de Perú, habían logrado
imponerse sobre los pueblos
próximos y gobernar sobre
unos diez millones de súbditos.
Naturalmente, para conseguir
tal hazaña emplearon la fuerza,
pero para mantenerla crearon
unas infraestructuras que dejan
anonadados: una eficiente divi-
sión administrativa para contro-
lar sus extensos dominios, una
red de más de 40.000 kilómetros
de calzadas, una agricultura que
superó las duras condiciones
orográficas
Si los conquistadores hicieron
tabla rasa de esta civilización,
no pudieron, sin embargo,
acabar con las construcciones
incaicas que asombran a los
viajeros. Ciudades como Pisac,
que además de las ruinas cuenta
con uno de los más coloristas
mercados indígenas del país,
fortalezas como Ollantaytam-
bo, colgadas de las montañas
y erigidas a lo largo del valle
sagrado del río Urubamba, en-
cierran tanta grandiosidad como
misterio. ¿Cómo pudieron cortar
y subir por esas pendientes los
inmensos bloques de piedra
cuando, según se supone, los
incas no conocían el hierro ni el
acero para hendirlos, ni la rueda
para transportarlos, ni tenían
bueyes para el arrastre? ¿Qué
funciones, defensivas o sagradas
o ambas a la vez, cumplían estos
recintos?.
La mayor de las sorpresas
aguarda a algo más de cien kiló-
metros de Cuzco: Machu Picchu,
la ciudad ignorada por los
conquistadores y oculta entre la
maleza hasta su descubrimiento
por el explorador estadouni-
dense Hiram Bingham en 1911.
Machu Picchu es un inmenso
circo suspendido a 2.360 metros
de altitud y encajado bajo la
silueta de un cono rocoso, el
Wayna Picchu.
Un escenario en el que cada
construcción, cada palmo de
tierra dedicado al cultivo, cada
camino o escalera parecen con-
ducir a un punto invisible donde
confluyen los ritos, los dioses y
los ídolos, donde lo sobrenatural
es el eje en torno al que gravi-
tan las vidas. La sensación que
produce estar rodeada de huacas
–picos revestidos de poderes
sagrados para los incas– es tan
emocionante como recorrer
las casas, templos, aras para
el sacrificio, murallas, plazas y
lugares de trabajo y de ocio de
esta extraordinaria civilización
desaparecida hace 500 años.
En este santuario donde se
rendía culto al Sol estamos algo
más cerca de comprender no
sólo la impresionante capacidad
constructiva de los incas sino
también sus creencias, su con-
cepto de la belleza, su privilegia-
da relación con la naturaleza.
Si Machu Picchu representaba
el reducto sagrado, Cuzco era la
capital política y administrativa
del imperio del Tahuantinsuyo.
Aquí, los restos incaicos afloran
bajo las construcciones colonia-
les. Sobre la plaza central que,
según crónicas, era una inmensa
explanada alfombrada de arena
mezclada con virutas de oro y
plata, los españoles levantaron la
plaza de Armas. Donde estaba
el palacio del rey inca Viracocha
se erigió la catedral. Los mu-
ros ciclópeos del Coricancha,
templo dedicadoal Sol y, al
decir del inca Garcilaso de la
Vega, recubiertos en su día de
metales preciosos, sirvieron para
sustentar el convento de Santo
Domingo.
ISLA
ND
IAHielo y fuego han acuado durante siglos para configurar uno de
los paisajes más sobrecogedores del mundo, una isla en
perpetua transformación.
Cómo llegar
Iberia (www. iberia.es) ofrece
vuelos diarios desde San José
hasta Islandia, vía una ciudad
europea como Londres o Fran-
cfort, donde se conecta con
vuelos de Icelandair.
A tener en cuenta
Papeleo. Para entrar en Islandia
los europeos sólo necesitan
llevar el Documento Nacional de
Identidad en regla.
Moneda. La corona islandesa,
króna, se fracciona en aurar,
monedas de céntimo. Un euro
equivale a 84,59 ISK.
Clima. La temperatura media del
país oscila de 2 grados bajo cero
del invierno a los 11 grados del
verano.
Diferencia horaria. De mayo a
octubre, la diferencia es de dos
horas menos con respecto a Es-
paña; sólo una el resto del año.
Cómo moverse por la isla
Una forma de viajar por Islandia
es alquilar un coche; mejor
si tiene tracción en las cuatro
ruedas para recorrer caminos
del interior, permite mucha
libertad; se alquilan en agencias
de viajes y en el aeropuerto. Para
distancias mayores, hay vuelos
interiores de Air Iceland (www.
airiceland.is); su bono
Fly as you please ofrece viajes
ilimitados durante 12 días en
rutas nacionales. La red de
autocares llega a todo el país
(Destination Iceland. Tel. 354
562 3320); el «Pasaporte Circu-
lar» permite recorrer la isla. Por
mar, existen líneas regulares de
ferries.
Alojamiento
Los establecimientos de Islan-
dia ofrecen más comodidad
y funcionalidad que lujo. Hay
hoteles de dos a cuatro estrellas
de categoría (www.icehotel.is); la
cadena EDDA (www.hotels.edda.
is) es una de las más extendidas
en Islandia. Los niños disfrutan
a menudo de importantes des-
cuentos. Otra opción es elaloja-
miento en casas de huéspedes y
en granjas (Asociación Icelandic
Farm Holidays: www. farmholi-
days.is). Hay albergues, algunos
preparados para familias, que
ofrecen precios moderados,
ambientes limpios y posibilidad
de autoservicio, con cocinas bien
equipadas (www.hostel.is). Por
último, las zonas de acampada
están abiertas entre junio y
septiembre.
Gastronomía
Los productos del mar son
protagonistas. La langosta, el
famoso bacalao y el salmón, en
especial el graflax (marinado con
eneldo), son auténticas delicias.
Hay platos singulares como la
carne curada de tiburón. Tam-
bién destaca el cordero, a veces
ahumado como en el tradicional
hangikjöt. Los huevos fermenta-
dos son un típico plato del lago
Myvatn. Como postre hay que
mencionar el skyr, un yogur con
arándanos y nata. Las bebidas
alcohólicas son siempre caras.
Visitar Réikiavik
La capital de Islandia es una
ciudad de calles empinadas,
casitas de madera y fachadas de
colores. Se puede iniciar la visita
subiendo a la colina Skólavördu-
holt, coronada por una estatua
de Leifur Eríksson y la iglesia
luterana de Hallgríms; desde
su campanario se disfruta de
la mejor vista de la ciudad. En
el Museo Nacional se exponen
piezas de arte y cultura local.
Junto al céntrico lago Tjörn se
puede ver el Ayuntamiento, ca-
sas de madera del siglo XVIII y
la moderna Universidad. No hay
que perderse la experiencia de
pasar unas horas en una piscina
de agua caliente al aire libre,
como la de Arbær. Turismo de
Réikiavik. Tel. 562 3045 y www.
tourist.reykjavik.is
Una naturaleza rebelde
Las grandes extensiones de lava
solidificada, los glaciares, lagos,
cráteres y géiseres, en general
todo el paisaje islandés, propi-
cian la práctica de actividades
en contacto con la naturaleza.
Por todo el país hay agencias de
viajes que organizan estancias
que incluyen actividades como
trekkings (Icelandic Adventure:
www.adventure.is), paseos en
bicicleta y a caballo (www.ishes-
tar.is) o rutas por los glaciares
(información sobre excursiones
organizadas en Islandia en
www.re.is). La intensa actividad
geotermal de Islandia es otro
de sus atractivos naturales. Es
relativamente sencillo ver activos
géiseres y otras fumarolas que
escupe la tierra a altas tempera-
turas, así como pozos de barro
hirvientes, fuentes y piscinas
naturales. Cerca de Réikiavik
destaca la laguna Azul (www.
bluelagoon.is), muy popular
entre los propios islandeses.
La observación de la fauna en su
hábitat natural es otro aliciente
isleño. Algunas agencias organi-
zan salidas para avistar ballenas
(www.elding.is). Los ornitólogos
podrán disfrutar en muchos rin-
conces de Islandia observando la
gran variedad de aves, como los
frailecillos y las gaviotas hiper-
bórea y polar. Destaca la zona
de los fiordos de Látrabjarg, en
el oeste, donde los acantilados
están ocupados por colonias de
aves, y la zona del lago Myvatn,
con gran cantidad de especies
de ánades.
Principales visitas en la isla
Llanura de Thingvellir. En las
proximidades de esta zona se
aglutinan algunos de los fenó-
menos naturales más representa-
tivos de Islandia, como los géi-
seres más espectaculares de la
isla. Aunque la fuerza del Gran
Geysir ha comenzado ha remitir,
han surgido otras surgencias que
lanzan a la superficie su potente
chorro de agua. Aquí se ubica
también la estridente cascada de
Gullfoss y el Parque Nacional de
Pingvellir, que ocupa una zona
histórica para Islandia (se reunía
el antiguo parlamento) y es un
hito geográfico, ya que lo atra-
viesa la falla atlántica que separa
la placa continental americana
de la europea.
Península de Snæfellsnes. En el
oeste, las montañas forman fior-
dos con vertiginosos acantilados
como en Svörtuloft. Disemina-
das, aparecen pequeñas aldeas
marineras con casas de madera
como en Akranes y Grundar-
fjöröur.
Península de Vestfirdir. La zona
sobrecoge por la espectaculari-
dad de su naturaleza. El pueblo
de Isafjördur es el acceso al
paraíso ornitológico de Horns-
trandir.
Región del lago Myvatn. Alre-
dedor del lago se reflejan los
conos de la región volcánica
de Krafla. Cerca se pueden ver
fumarolas y violentos chorros de
aguas sulfurosas que arrancan
del suelo. Próximos a Akureyri,
hay pueblos marineros como
Húsavik, donde las ballenas se
refugian en verano. En la árida
tierra de Odadahraum, las aguas
del deshielo forman la catarata
de Godafoss.
Glaciar Vatnajökull. El once por
ciento del territorio islandés está
cubierto por glaciares. El de
Vatnajökull es el más grande de
Europa (8.300 km2). En el su-
roeste del mismo está el popular
Parque Nacional de Skaftafell.
CA
STIL
LOS
DE
BAV
AR
IAEn el land alemán de Baviera, al
sudeste del país, se erigen los
fantásticos palacios que proyec-
tó Luis II de Baviera —apodado
«el rey loco»—, rodeados de
idílicos y abruptos paisajes
alpinos, iglesias medievales
y bosques brumosos. Desde
Munich, la capital bávara, donde
está el principal aeropuerto de
la zona, parten a diario autoca-
res que recorren este itinerario,
uno de los más atractivos de
Centroeuropa.
El famoso castillo de Neus-
chwanstein —que fue el modelo
inspirador del castillo de La Be-
lla Durmiente, de Walt Disney—
está situado a cuatro kilómetros
de Füssen, elevado sobre un
peñasco de difícil acceso.
Para construir uno de sus
palacios más opulentos, Luis II
utilizó únicamente trabajadores
y materiales bávaros, hecho que
originó una artesanía local y, a
la larga, un importante centro
industrial.
El siguiente castillo de la ruta,
Hohenschwangau, se halla a tres
kilómetros de Füssen. Su es-
tructura refleja un estilo neogó-
tico más sobrio que el anterior,
aunque goza de una rica decora-
ción interior. Más elegante es el
palacio de Linderhof, 45 kilóme-
tros más al este, de inspiración
rococó y rodeado de espléndidos
jardines.
A lo largo de la ruta se esconden
rincones de valor monumental,
como la iglesia Wieskirche,
declarada Patrimonio de la Hu-
manidad por la Unesco (1983), y
el monasterio de Ettal, con una
famosa cervecería monástica.
compositor predilecto de rey y
al que protegió
económicamente.
La decoración interior rinde ho-
menaje a las óperas de Wagner,
Sitios majestuosos donde se mezcla el encanto y la arquitectura
Los amantes del esquí y los afi-
cionados a la naturaleza pueden
visitar la población de Garmisch-
Partenkirchen, en las laderas de
los Alpes. El castillo de Berg
es el último en la ruta por los
palacios y fortalezas inspirados
por Luis II. A una veintena de
kiómetros de la capital bávara
se encuentra este castillo, el
último en el que durmió el
monarca. Allí lo recluyeron sus
ministros, bajo la declaración de
incapacidad mental. Un día, Luis
II se marchó al lago Starnberg
acompañado por su médico para
dar un paseo en barca. Al día
siguiente, ambos aparecieron
ahogados en extrañas circuns-
tancias.
El recorrido por el sur de Ale-
mania descubre los fascinantes
palacios que mandó construir el
rey Luis II de Baviera a finales
del siglo xix. La ruta incluye
la visita a pueblos nacidos al
abrigo de los Alpes. Munich es
la capital de Baviera.
A tener en cuenta
El país se sitúa en la zona euro y
el idioma oficial es el alemán.
La mejor época para disfrutar
de este recorrido se sitúa entre
los meses de mayo y septiembre,
cuando los días son más largos y
el clima es estable y agradable,
con temperaturas de hasta 25 C.
Cómo desplazarse
La forma más cómoda para
seguir este recorrido es en
coche; en el aeropuerto de
Munich y en la misma ciudad
hay varias empresas de alquiler.
También hay agencias de viaje
que organizan excursiones en
autocar a los castillos de Luis
II. Desde Munich salen a diario
líneas de autobús y de tren hacia
los principales pueblos donde se
sitúan las residencias palaciegas.
Para viajar en ferrocarril existe
el abono Länder-Tickets, que
cubre rutas regionales a precios
reducidos. Sobre éste y otros
descuentos informa la web
www.bahn.de. Muchos hoteles
de la zona alquilan bicicletas
para realizar algunas etapas de
este viaje.
Alojamiento
Munich cuenta con una oferta
hotelera muy diversa que incluye
casas rurales, apartamentos en
zonas alpinas y balnearios en
Bad Tölz. Información sobre
estas posibilidades en: www.
alemania-turismo.com. Los
amantes de la bicicleta pueden
optar por establecimientos de la
cadena especializada Bed & Bike
(www.bettundbike.de).
La ruta de los castillos
Neuschwanstein es el castillo
más famoso de los que mandó
construir el rey Luis II. Ubicado
entre las montañas de Schwan-
gau, es de estilo neoclásico y
fue erigido en honor a Richard
Wagner. El nombre del castillo,
«nuevo cisne de piedra», ho-
menajea una de sus obras y hay
estancias decoradas con frescos
sobre sus óperas; Walt Disney
lo tomó como modelo para el
palacio de La bella durmiente. El
ascenso al castillo puede reali-
zarse en carruaje de caballos.
La mejor perspectiva se obtiene
desde el puente Marienbrücke,
situado justo enfrente. Se orga-
nizan visitas por el interior del
palacio (www.neuschwanstein.
com).
A menos de tres kilómetros está
el castillo de Hohenschwangau,
remodelado en 1832 en estilo
neogótico y utilizado por los
reyes bávaros como residencia
de verano. Existe una entrada
conjunta para visitar estos dos
castillos (www.ticket-center-
hohenschwangau.de).
Linderhof, a 45 km, es la si-
guiente parada. El palacio tiene
una clara influencia versallesca
aunque sus dimensiones son más
modestas; destaca por sus bellos
jardines. En el bosque que rodea
el palacio de Linderhof, Luis II
hizo construir una cueva toman-
do como ejemplo la gruta Azul
de Capri. En esta cavidad de
cien metros de profundidad –es
la gruta artificial más grande de
Europa– el monarca se recreaba
escuchando música de Wagner.
Herrenchiemsee es el castillo
más alejado de Munich, 140 km
al este. Fue construido sobre
una isla del lago Chiemsee, y en
su interior destacan la Galería
de los Espejos y la Escalera de
Embajadores, réplica de la que
tuvo Versalles (www.herren-
chiemsee.de) El acceso se realiza
en barcas desde Prien (www.
chiemsee.de).
Füssen y Oberammergau
La Ruta de los Castillos de Luis
II está salpicada de tradicionales
pueblos alpinos. Uno de ellos es
Füssen, situado 130 km al sur de
Munich y excelente lugar desde
el que iniciar este recorrido. De
marcado aire medieval, en su
visita destacan el castillo Alto
(siglo xiii) y la iglesia barroca de
Santo Mang. Al norte se sitúa
el lago Forggensee, donde se
practican deportes acuáticos.
Oberammergau, 48 km al este
de Füssen, destaca por sus casas
con fachadas pintadas al estilo
lüftlmalerei, típico de la región.
CO
STA
RIC
AParques de Costa Rica, viaje por la dorsal volcánica
de Centroamérica.
La espina dorsal de este
país centroamericano, destino
naturalista por excelencia, es una
sucesión de parques nacionales
cubiertos de bosque lluvioso
y coronados por volcanes hu-
meantes. San José, la capital, y
Liberia, al norte, delimitan este
emocionante viaje. El paisaje que
rodea la cumbre del Irazú, la más
alta de Costa Rica, es uno de los
más representativos del centro
del país. Con bosques lluviosos,
ríos, fuentes termales y volcanes
activos, esta región reúne la
mayor concentración de parques
naturales en el mundo.
La última erupción del volcán
Irazú ocurrió en 1963, pero en el
punto donde nace la Cordillera
Volcánica Central, que se extien-
de hasta Nicaragua, es frecuente
ver humos, fuegos y erupciones
nocturnas. San José, la capital
de Costa Rica, es un buen lugar
de partida para recorrer el cor-
dón de espacios protegidos de la
Cordillera Central.
El caminante puede rondar a
paso tranquilo por esta ciudad,
entre callejuelas de piedra, ori-
lladas por casonas del siglo XIX,
y por avenidas de arquitectura
moderna. San José tal vez sea
la ciudad más segura de Latino-
américa a pesar de que el país
carece de ejército. En la plaza de
la Cultura, el núcleo de San José,
se erige el Teatro Nacional y el
Museo del Oro, que posee una
de las más importantes coleccio-
nes precolombinas del conti-
nente. Desde la capital se toma
rumbo nordeste hacia el Parque
Nacional Volcán Irazú, a unos 50
kilómetros de distancia.
Algo más lejos se encuentra el
Parque Nacional Volcán Poás. Su
altitud modesta (2.708 metros),
la espectacularidad de su cráter
(1.500 metros de diámetro) y la
constante actividad que registra
lo han convertido en el volcán
más famoso y visitado del país.
La biodiversidad de Costa Rica
es asombrosa, pues en poco
espacio concentra una gran
variedad de fauna y flora. Es
uno de los lugares del mundo
con mayor cantidad y variedad
de aves, hasta 850 especies. El
quetzal, el pájaro sagrado de los
mayas, es la estrella de la Reser-
va Biológica de Monteverde, que
abarca casi 12.000 hectáreas.
Las pasarelas que cuelgan de los
árboles de este parque permiten
ver de cerca especies endémicas.
El viajero topa con hojas grandes
como la cabeza de un elefante,
y se encuentra ante murciélagos
blancos que duermen al abrigo
de las palmeras, mariposas con
alas como ojos, y ranas rojas,
verdes, azules o de todos esos
colores al mismo tiempo.
Aunque menos frondoso que
otros parques, el Rincón de la
Vieja, a 27 kilómetros de Liberia,
alberga varias cascadas en plena
selva. El Rincón de la Vieja cierra
por el norte el cordón montaño-
so de Costa Rica.
Costa Rica es la joya natural
de América Central. Limita al
sudeste con Panamá, al norte
con Nicaragua –donde el río San
Juan hace de frontera–, al este
con el mar Caribe y al oeste con
el océano Pacífico. Aunque el
país es pequeño –su superficie
es de 51.100 kilómetros cua-
drados– destaca por la riqueza
natural que concentra. Es el
hábitat del 6% de la biodiversi-
dad del planeta, por lo que el 25
% de su territorio está protegido
bajo diversas formas. La capital
de Costa Rica es San José.
Cuándo ir
El clima de Costa Rica es
tropical, con una temperatura
promedio de 22ºC, que asciende
considerablemente en las zonas
costeras del país. La estación
más agradable es la temporada
seca, entre finales de diciembre
y mediados de abril, aunque
también es cuando hay más
viajeros. En temporada húme-
da, de mayo a noviembre, las
temperaturas son muy altas
y algunas carreteras se hacen
intransitables, pero el paisaje
luce su verdor más exuberante.
Documentación
Para estancias turísticas en
Costa Rica, sólo se precisa el
pasaporte en regla y con una
vigencia mínima de seis meses.
Población
Costa Rica tiene una población
de 5 mil de habitantes aprox. de
los que alrededor de un millón
vive en la capital. La mayoría
son mestizos y descendientes de
españoles y un 1% de población
indígena. El 86% profesa la
religión católica. El castellano
es la lengua oficial, aunque
muchos costarricenses hablan
inglés, criollo y otros dialectos
indígenas.
Moneda
La moneda de Costa Rica es el
colón, que se divide en centa-
vos; 1 euro equivale a 467.000
colones.
Diferencia horaria
La diferencia horaria con Espa-
ña es de siete horas menos en
invierno y de ocho en verano.
Compras
Costa Rica no destaca por sus
compras como otros países veci-
nos, pero sí ofrece algunas arte-
sanías de interés como la madera
labrada ; también la cerámica
chotorega, las típicas miniaturas
de carretas decoradas a mano y
las réplicas de colgantes y joyas
de arte precolombino.
Gastronomía
Los frijoles y el maíz son la base
de la dieta local, sencilla, pero
rica en carbohidratos y proteí-
nas. Los desayunos son comple-
tos, a base de gallo pinto, una
combinación de arroz y frijoles
negros con huevos y tortilla de
maíz. Un guiso muy tradicional
es el casado, hecho con frijoles,
arroz y carne de ternera, pollo
o cerdo, así como los tamales,
cocinados con maíz, pollo, arroz
y vegetales. Más ligeras son
las ensaladas de palmitos y los
platos de pescado y marisco; los
plátanos fritos acompañan mu-
chos platos. Las frutas tropicales
son deliciosas.