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PIEDRAS Y ENERGA:
FALSEDADES Y CONFUSIONES
Gua de frecuentes conceptos errneos, para evitar
engaos y equivocaciones
Si no hubieran tantas informaciones incorrectas sobre piedras y
energas, no sera necesario consultar un libro que centre su atencin en
lo confuso, lo falso, para tener en claro cmo han sido distorsionadas las
verdades y fabricadas tantas ideas engaosas que hace falta
desenmascarar. Porque para que el conocimiento de lo verdadero no se
tope a ciegas con lo falso sin saber identificarlo, es necesario conocer
cmo no son las cosas, con el mismo inters que el de conocer cmo son en
realidad.
El autor, a partir de sus experiencias personales y de estudios
realizados en este campo durante casi una dcada, propone esta indita
forma de aprender sobre el tema, pues considera que, ante la gran
contaminacin de falsa informacin circulante aprendida por muchos, es
necesario "desaprenderla", descontaminarse, para permitir el ingreso del
conocimiento legtimo que ese bloqueo dificulta.
Piedras y energa: falsedades y confusiones
Claudio Omar Rodrguez
1996
Foto de portada: radiacin energtica proyectada por un cristal de cuarzo, que pasa a
travs de la punta de la pirmide que lo contiene, y describe una trayectoria ondulante.
Colocado en la Hostera Tercer Milenio, de Capilla del Monte, Crdoba, Argentina.
EL AUTOR
Nacido en La Plata en 1962, incursion en la mineraloga en aos
preescolares mirando fotos en libros que haba en su casa, y juntando piedras
por ah, que fue coleccionando desde sus primeros aos escolares hasta sus
viajes a Crdoba y Bariloche entre los diez y doce aos, habiendo hecho sus
primeras clasificaciones guiadas por lecturas de bibliografa sobre el tema
alrededor de los ocho aos, aprendiendo, desde all, sobre brillo, dureza, peso
especfico, reacciones a los cidos y a la llama, y otras propiedades y
caractersticas de los minerales.
Tras un largo parntesis sin viajes a zonas con riqueza mineral, en 1985,
durante un paseo por Curitiba, capital del estado brasileo de Paran, adquiri
gatas y geodas en un comercio, con la idea de incorporarlas a su coleccin,
pero que al llegar de nuevo al pas utiliz como prueba piloto de lo que supuso
que podra ser un buen negocio, y se vendieron con tal facilidad que la idea
qued flotando.
As, en 1987, inici una serie de viajes en busca de piedras semipreciosas,
comenzando por amatistas y gatas en Ro Grande do Sul, con un primer
cargamento de unos 60 kg. que fue toda una aventura transportar, aduana
inclusive, y que en parte se fue vendiendo, lo que financi otros viajes, y en
parte est en la coleccin particular.
Viajes a Minas Gerais en busca de topacios en 1988 y de Turmalina en
1989, le abrieron el camino de la magia de los cristales de cuarzo. Siendo este
estado brasileo el productor del 60% del cuarzo del pas (segn datos de
aquellos aos) y habiendo pasado meses all, fue ideando un proyecto para la
divulgacin de informacin sobre este mineral, a travs de exposiciones,
conferencias, libros, prensa, etc.
As, a mediados de 1990, lanz el "Proyecto Quartz", con una exposicin
de piedras de Brasil que desde entonces permanece en las peceras del acuario
de la Repblica de los Nios, en Gonnet, partido de La Plata. All, en el "Da
del Nio" de 1991 (fue 4 de agosto) coloc junto con colaboradores y
aprobado por el director del predio, un cristal de unos 40 cm. de largo y ms
de 10 cm. de dimetro, de unos 7 Kg., como smbolo de la energa universal
cristalizada, y que fue arrancado de su base a los cuatro meses, quedando su
desaparicin en el misterio. Un segundo cristal, de tamao algo mayor, fue
colocado dentro de los fines del Proyecto Quartz en la plaza principal de
Capilla del Monte en Pascuas de 1992, por mediacin municipal. Otro, en
febrero de 1994 en el Balneario La Toma, al pie del Cerro Uritorco; en junio
uno de 4 kg. en Los Terrones, lugar situado detrs del cerro, y posteriormente,
otro de 6,4 kg. en el museo de arte de San Rafael, Mendoza, para ser usado
como centro de reuniones para meditacin, colocado en el interior de una
pirmide de vidrio. Daos y robos producidos a varios cristales pblicamente
expuestos, determinaron el cese de la colocacin de estas piedras en lugares
demasiado expuestos.
En la actividad de divulgacin dentro del referido proyecto cultural, en
diciembre de 1991, propuso y consigui que la Municipalidad de Joaquim
Felcio, Minas Gerais, declarara de inters municipal el estudio y divulgacin
de las propiedades energticas del cristal, especialmente en el mbito escolar,
quedando abierto por la ley municipal n 662/91, el camino para convertir a
esta ciudad productora de cristales, en un foco de conciencia sobre la parte
metafsica del mineral y en un modelo a imitar en forma expansiva para esta
conciencia que apunta a lo espiritual.
Escribi notas periodsticas y mensajes, publicados en revistas de temas
espirituales y nueva era, como "Mensajes Csmicos", dirigida por Francisco
Checci, e "Hijos del Sol". Entre los mensajes, el ms difundido es "Mensaje
de un cristal a las Naciones Unidas" que, hecho especialmente para la
Cumbre de la Tierra ("Eco 92") y distribuido en el "Forum Global" en Ro,
contina circulando desde entonces.
En 1993 inici la Campaa "Red planetaria energtica de cristal",
distribuyendo cristales con un folleto -luego grabacin- conteniendo un
ejercicio de programacin del cristal para integrarlo a una red mundial de
mentes y corazones intercambiando energa positiva.
Con parte de su rica coleccin -de las ms completas en el pas- particip
con stand de piedras en las "Expo Gema" del "Centro para el Hombre Nuevo"
(Buenos Aires), en 1991 y 1992 en los encuentros "Humanidad 2000" de
dicho centro, en 1993 en Mendoza y en Merlo, Bs. As., as como en diversos
encuentros, reuniones y ferias.
Realiz exposiciones de piedras de Brasil en Villa Gesell (Casa de la
Cultura, de la Municipalidad) en 1990; en Capilla del Monte en 1991; en
1993, de cristales y otras gemas en el "Loft de la conciencia superior" de
"Casa FOA 93", en Puerto Madero, ciudad de Buenos Aires, y de piedras de
Mendoza, en la casa de esta provincia en la Capital Federal; y de cristales de
Minas Gerais en Santa Rosa, Ro Grande do Sul, entre noviembre de 1994 y
enero de 1995.
Trajo de Brasil cristales para fines teraputicos de la Fundacin
Cosmobiofsica del Prof. Pedro Romaniuk, proveyendo tambin de piedras a
diversos gemoterapeutas del pas.
Pese a sus finalidades espirituales, cuando le discuten su parte comercial, se
autodefine como "un simple vendedor de piedras y no un mstico". Si bien
haber buscado piedras desde el calor brasileo al fro patagnico y de las
sierras verdes hasta los desiertos cuyanos y jujeos, ha sido su principal
actividad, su profesin de Licenciado en Ciencias de la Comunicacin Social
ha sido ejercida, aunque no visiblemente para los dems, a travs de todo el
referido trabajo de divulgacin en el que tambin recurri a notas radiales y
televisivas, aunque dice no interesarse en su profesin como cuestin de
imagen pblica, pues cree que ser un profesional por sobre todo, es
circunscribirse y no darle cabida a otras vocaciones que, como la mineraloga,
lo metafsico, lo csmico y lo artstico (principalmente pictrico) en su caso,
le permiten no ser slo un simple "periodista", esclavo de su oficina, sus
horarios y rutinas, y ser, en cambio, como son los "piedreros" as definidos
por el brasileo Francisco Bostrom en "El mago de los cristales": "(...) conoc
a muchas personas de esta ocupacin y al entrar en contacto con ellas, me di
cuenta de que trabajar con piedras preciosas esconda algo realmente
fascinante, an a pesar de tratarse de un trabajo muy inestable y lleno de
trampas."
"Admiraba la vida de los que trabajaban con las piedras, sin lugar de
residencia, sin horarios, sin tener que pasar todas sus vidas trabajando en
recintos cerrados, viajando de un sitio a otro, viviendo libres en un mundo
libre, sin patrias y sin fronteras.
"Me impresionaba la prdida de nocin del tiempo que se tiene en este
medio. Todas estas personas viven en un mundo aparte, desligadas de la
poltica, del ftbol o de los problemas internacionales, y se hallan totalmente
subyugadas ante la fascinacin que sobre ellas ejercen las piedras. Lo nico
que les importa es seguir descubriendo ms piedras, rodearse de ellas,
sentirlas cerca y vivir libremente gracias a ellas".
Argentina, 1996
AGRADECIMIENTO Y DEDICATORIA:
A todos los confundidos, engaados y engaadores, sin cuyas incorrectas
formas de ver las cosas, no me habra puesto a escribir al respecto.
A m mismo, por haber pasado la experiencia de ser uno de ellos, sin lo
cual no sabra lo que ahora s puedo transmitir.
FALSEDADES Y CONFUSIONES FRECUENTES
"ME PONGO LA PIEDRA Y YA EST"
Esta actitud esbozada por mucha gente, est asociada tanto al pensamiento
mgico como a la responsabilidad del propio destino, que es puesto bajo
determinacin de fuerzas externas. No puede afirmarse que tal o cual piedra es
capaz de solucionar un determinado problema fsico, mental o espiritual como
si fuera una varita mgica. Sera tomar por absoluto e infalible un poder que
no siempre puede comprobarse, porque las propiedades energticas de una
piedra pueden variar dependiendo de las influencias que reciba. Lo mismo que
la energa nuclear, las piedras pueden ser utilizadas positiva o negativamente.
No basta con adquirir o conseguir una piedra y depender de lo que ella
pueda hacer por s misma, sin hacer nada especial uno con ella. La piedra no
es un objeto mecnico de funcionamiento autnomo: es un sujeto viviente que
acta en funcin de quien lo posea. Si el poseedor la utiliza, ella acta mejor.
Utilizar, no es simplemente llevar puesta una piedra, tenerla encima y no
sentirla, no confiar en ella, y hasta a veces olvidar que existe.
La piedra debe ser ms que una sirvienta y menos que una duea para uno
mismo: no est para obedecernos ni para dirigirnos; debe ser, simplemente,
una compaera. No debe vivir para nosotros, ni se debe vivir en funcin de
ella, endiosndola como salvadora; tan slo hay que convivir, participar de
una existencia compartida junto con ella.
Aunque la encontremos o la compremos, el derecho de propiedad sobre una
piedra debe limitarse al plano social, frente a los dems, mientras que frente a
ella no cabe una actitud de posesin. Se puede tener hijos, animales como
mascotas o plantas como adorno, y se puede llegar a ejercer autoridad
posesiva sobre todo; pero que la costumbre nos haya creado la cultura de la
dominacin no significa que sentirnos dueos de otros seres vivientes sea
correcto. "Mi perro", "mi" rosal, "mi" esmeralda. Hemos constituido una
sociedad basada en pertenencias.
Sin pretender, por lo pronto, cambiar esa estructura social, lo importante
est ms all de los derechos frente a la sociedad y que nos aseguran que al
perro, al rosal o a la esmeralda puede pasar cualquiera a verlos, pero sin que
se los lleve. Eso importante, es comprender que los seres que estn bajo
nuestra responsabilidad no forman parte del circuito econmico por el cual se
manejan precios, compras y ventas; todos sos son valores creados por el
hombre que no responden a la esencia libre de los seres adquiridos y posedos.
Nada ms contundente que la muerte para demostrar que cuando nos vamos,
nada nos llevamos.
Es preciso mantener frente a "nuestra" piedra, la conciencia de que, ms all
del sentido de pertenencia ante los dems, ella debe tener beneficios que la
mantengan fuera de esos parmetros de la propiedad privada. Si logramos
comprender que, dinero de compra, adquisicin y propiedad aparte, piedra y
ser humano tan slo se han encontrado en la vida para una coexistencia
transitoria, la relacin con el mineral debe y podr ser de compaerismo.
Se habla de las piedras como "chips" de computadoras que pueden
programarse para una funcin especfica, luego borrar la programacin y
reprogramar otra cosa. Esa propiedad de apariencia mecnica puede dar lugar
a prcticas errneas, si no se acompaa el trabajo tcnico con el sentir. Se
confunde a menudo piedra con robot, y el trato con ella no pasa de la misma
frialdad con que se programa una mquina. Seguramente, la ignorancia de
frmulas tcnicas de trabajo con piedras es menos importante que el
sentimiento con que se las trate y que, por s solo, puede lograr resultados
aunque falten detalles tcnicos de uso.
Una panormica del planeta nos muestra los mltiples tipos de
comportamientos del ser humano con los minerales. En un paso por Minas
Gerais, Brasil, podemos observar millares de cristales de cuarzo tirados a la
basura y miles de habitantes pasando por las calles sobre ellos, sin que
muchos hayan escuchado algo sobre la energa y la vida de los cristales.
Mientras tanto, a miles de kilmetros, habitantes de los cinco continentes
recorren comercios en busca de algn cristal con el cual iniciar nuevas
experiencias, y muchos no lo encuentran. De los que llevan una piedra en el
cuello o en el anillo, unos son incapaces de salir a la calle sin esa proteccin;
otros, en el extremo de la indiferencia y la incredulidad, nada especial
encuentra en una gema. Todo es producto de la falta de informacin existente
sobre estos milenarios y esotricos conocimientos. Sin pretender restarle
importancia a las propiedades especficas de cada piedra para la mente y el
organismo, que ocuparan decenas de pginas, lo importante hasta aqu es
rescatar el valor espiritual de esos campos de energa materializados, que
perciben, sienten y emiten vibraciones. Slo acostumbrndonos a amar y
respetar como vivientes a esos seres, estaremos en condiciones de saber
utilizarlos para fines curativos y mentales especficos.
"HAY QUE TRATAR A LAS PIEDRAS CON CARIO"
Si bien un mineral tiene una forma de vida, distinta de la orgnica, pero vida
al fin, los besos y mimos a los cristales no deben dar lugar a ideas inadecuadas
de lo que una piedra puede "sentir". Uno de esos delirantes que desmerecen el
movimiento de la "Nueva Era", deca que cuando mimaba a uno de sus
cristales, el otro se pona celoso... Llama la atencin que este seor (Coco su
apodo) pretendiera ponerse como psiclogo de la problemtica sentimental de
los cristales, dando ctedra de cmo funciona la mentalidad y afectividad de
un mineral, a imagen y semejanza de los humanos, y que, como tantos
psiclogos, este sujeto parece "estar del coco". Por desgracia, el tipo no era el
nico delirante, sino que el tema de las "piedras celosas" tambin fue tratado
en televisin por otra discpula de tan ridcula escuela, mereciendo la burla de
Ral Portal en "PNP". Si de las piedras se puede esperar celos, por qu no
otras pasiones demostrativas de imperfeccin, desequilibrio, con lo que
recurrir a ellas no merecera confiabilidad alguna. Si el hombre recurre a ellas,
es porque no tienen, en este sentido, su imagen y semejanza.
"NO SE PUEDEN USAR JUNTAS DOS PIEDRAS DISTINTAS"
Ms que una conviccin, es una idea que muchos tienen, vaya a saber por
qu; quizs porque en la mente de muchos est la idea de competencia e
interferencia mutua por sobre la de convivencia armnica. La falta de un
sentido de convivencia social observable entre mucha gente, les har pensar
que entre minerales la cosa es parecida. Cuando alguien compra dos o ms
piedras y pregunta si se pueden usar juntas, quiz le ronda por el
subconsciente esta idea, o le est aflorando al nivel consciente.
En otros casos, sucede que una piedra es para excitacin, activacin
sangunea y anmica, y otra es para relajarse, calmarse, y es evidente que
ambas a la vez no conviene usar, sino slo la que sirva al estado que se quiera
lograr entre esos dos. Pero eso no significa que ambas piedras no puedan ser
usadas juntas fuera de esa circunstancia.
"HAY QUE LLEVARLA SIEMPRE?"
Frecuente pregunta de quien compra o recibe una piedra, y cuya respuesta
por parte de cierta clase de personas es "s". Esto significara para el agraciado
poseedor de la piedra, la desgracia de no poder prescindir de ella, siendo por
ella posedo psicolgicamente en esa enfermiza relacin de dependencia del
sujeto con relacin al objeto. Ante la pregunta de si hay que llevarla siempre,
mi respuesta habitual es "siempre que quiera o lo crea necesario".
"LOS MUEQUITOS DE DUENDES Y HADAS QUE SE VENDEN
PEGADOS A PIEDRAS, INVOCAN A ESOS ELEMENTALES"
La moda de los duendes, las hadas y otros pequeos personajes de la
naturaleza, dio lugar a la ingeniosa idea de fabricar muequitos que, pegados
sobre una piedra, supuestamente llamaran de algn modo la atencin y la
ayuda de esos seres elementales. Un cuarzo rosa con el "hada del amor",
invocara a tal "liblula"- mujer. Cierto o no, el jueguito no dejaba de caer
simptico al destinatario del producto. Como "juguete" o como smbolo, la
cosa es sana. Como puente de conexin, es tan innecesario -o intil- como
cualquier imagen de alguien santo o divino que se fabrica y vende para que la
gente encuentre en ella ayuda o proteccin, por no saber procurrsela de otro
modo.
"NO HAY QUE USAR LOS CRISTALES ENGARZADOS EN PLATA"
Haba quien deca eso y los tena engarzados en bronce. Cobre era mejor,
deca. La plata es el mejor conductor de la electricidad, y el cobre es mejor
que la plata para conducir energa, es cierto. Y el oro mejor todava. Pero eso
no significa que la plata desfavorezca, anule o disminuya la fuerza del cristal.
Con la Luna, los cristales y la plata forman un trptico vibracional armnico.
De dnde sali, entonces, la versin de no usar este metal con el cristal?
Cosas que se inventan y se dicen.
"LOS CRISTALES ENGARZADOS CON LA PUNTA PARA ABAJO,
MANDAN ENERGA PARA LOS CHAKRAS INFERIORES. LO
CORRECTO ES USARLOS CON LA PUNTA PARA ARRIBA, HACIA LA
CABEZA".
Los cristales trabajan con dos tipos de energa: la direccional y la
expansiva. La primera es la que, por el pice, es proyectada en forma puntual,
en un rayo. Tal es la aplicacin gemoteraputica sobre chakras y partes del
cuerpo, a modo de lser. La energa expansiva, en cambio, puede abarcar un
campo ms amplio, no a partir de la punta, sino de la masa del cristal. El
campo generado por el cristal sobre la persona que lo usa, no est determinado
por la posicin en que el cristal se encuentre con respecto al cuerpo. La
energa expansiva, adems, tiene dos campos de accin: local y a distancia
espacial-temporal. La amplitud energtica local est dada por la persona que
usa el cristal y el entorno de ella, sobre el cual dicha fuerza acta tambin. La
accin a distancia puede ser infinita y programable, de modo que a travs del
cristal se enve energa, en informacin, pensamientos, sentimientos, a otros
espacios y tiempos. En eso tampoco interviene el posicionamiento del cristal
con respecto al piso o al cuerpo del poseedor. Ahora bien, si hay quien tiene
problemas de sexualidad y cree que con el pensamiento proyectado mediante
el cristal con la punta para abajo se influye negativamente sobre los chakras
inferiores, sera ms meritorio limpiar la mente y cambiar la actitud, que
cambiar la forma de engarzar cristales por parte de los artesanos. Con una
mente ms clara y una actitud ms abierta a lo sexual sin reprimirlo, en vez de
limitarse a que la energa de los chakras fluye desde abajo hacia arriba y el
cristal, punta arriba, acompaara esta corriente, hara til el cristal de punta
abajo para que su mente positiva haga fluir una corriente energtica de arriba
hacia abajo. Y dejar de echarle la culpa al cristal punta para abajo por los
efectos negativos que supuestamente es l quien los produce y no la propia
mente.
"MIR COMO GIRA EL PNDULO!"
Es la expresin de muchos de los que lo usan, aunque es frecuente que los
signos de exclamacin no cuenten en la expresin, porque denotaran una
sorpresa que el pendulador no debe trasuntar, sino que, por el contrario, se
muestra totalmente seguro e inexpresivo manejando el instrumento
radiestsico, con una apariencia de experto en el asunto que transmita la
confianza necesaria al observador o cliente. He visto pndulos oscilar y girar a
partir de un casi imperceptible movimiento de la mano que los sostena y muy
a pesar de que el sujeto asegurara que se mova solo, que l no lo estaba
moviendo. Y he vendido y visto ms pndulos que personas capaces de
usarlos sin autosugestionarse y confundirse. Pndulos de cristal de roca, de
amatista, de cuarzo rosa, etc., son lanzados al mercado en tal cantidad, que
pareciera haber muchsima gente sabiendo manejarlos, lo cual no es
verificable en la prctica. De tener ciertas condiciones y facultades
radiestsicas que hay una mnima franja de la poblacin que las presenta, a
comprar la herramienta antes de saber trabajar, la consecuencia invariable es
la frustracin de comprobar que el colgante objeto no se mueve, o creer que se
est moviendo solo, cuando, sin darse cuenta, se le ha dado algn leve
impulso. El buen aprendiz debe, ante todo, evitar el autoengao.
"ME COMPRO UNA BOLA DE CRISTAL Y VEO EL FUTURO"
Ilusa suposicin de consumidores de frmulas mgicas, que todava ignoran
que ser "futurlogo de cultivo" no es lo mismo que tener condiciones
adivinatorias naturales. La fabricacin de bolas de cristal supone no slo
satisfacer la demanda de stos ltimos, -que no son muchos- sino tambin
apuntar al mucho ms promisorio mercado de los principiantes, que suponen
que el instrumento y la prctica podrn conducir a la experiencia parapsquica.
Suele no ser suficiente. Pero el principiante quiere experimentar, a ver qu
pasa, aunque no pase nada, porque en este caso, la esfera cristalina no deja de
ser un bonito objeto decorativo para la repisa o el escritorio.
Con la suposicin de que por estar en el tema de las piedras, yo podra ser uno
de esos videntes, alguien me pregunt en una reunin: "Ves tu futuro a travs
de los cristales?", a lo que respond: "Bueno, cre que a travs de los cristales
tendra un futuro de buenos negocios, pero no fue tanto".
"LAS PIRMIDES DE CUARZO PARA COLGAR FUNCIONAN IGUAL
AUNQUE NO ESTN ORIENTADAS"
Se sabe que, orientadas segn los puntos cardinales, las pirmides
funcionan correctamente. Sean de metal, de madera, de piedra, de cartn, o lo
que sea. Si no, el funcionamiento no es el mismo. Habra que experimentar,
para ver en qu medida disminuye. Quiz una pirmide colgada del cuello no
tenga nulidad de funcionamiento, pero desde ya que no va a funcionar igual
que si se la orientara. No cumple un propsito funcional, sino esttico y
simblico por sobre todo. Porque en lo energtico, no debe ser mucho ms
fuerte que una piedra del mismo tipo tallada en otra forma.
"LOS CRISTALES CON LA PUNTA ROTA NO SIRVEN"
Considerando que, si bien hay una energa que fluye por la punta, hay un
campo energtico que es expansivo a partir de la masa del cristal, esta
condenatoria afirmacin carece de fundamentacin en lo que a calificar como
intil a un cristal con punta rota se refiere. Sera ms o menos como si una
persona a la que se le amputara un brazo o una pierna, "no sirviera". Es
preferible que los cristales estn sanos y elegir stos entre los deteriorados,
pero si se tiene o se encuentra uno con roturas, por ms que no funcione como
el otro en algn aspecto, podr, s servir para otras funciones.
"AL TRABAJARLAS PIERDEN ENERGA"
Si bien las piedras en bruto son de preferencia de los que ms entienden de
cuestiones energticas, -as como las trabajadas son las preferidas por quienes
se fijan en lo esttico- el tallado o pulido no siempre afecta desfavorablemente
a las piedras. Segn Liliana Gramano, gemoterapeuta de Buenos Aires, los
diamantes, la malaquita y el lapislzuli son algunas de las piedras que
aumentan su poder al ser trabajadas.
Otras funcionan mejor en bruto; la mayora segn se dice, en especial las
cristalizadas. Y con respecto al cristal de cuarzo, al tallarlo en forma de esfera,
adquiere mayor poder adivinatorio (la famosa bola de cristal), y en forma de
pirmide, pasa a canalizar energas como slo esta forma geomtrica lo puede
hacer. Por lo tanto, la prdida de energa en el tallado o pulimento, no siempre
se produce, sino que hasta sucede lo contrario.
"LOS CRISTALES BITERMINADOS PULIDOS SIRVEN COMO
ESCUDOS ENERGTICOS DE PROTECCIN"
Que un cristal con dos puntas sea pulido respetando caras y ngulos, no le
quita su aptitud para generar un campo energtico protector. Pero si una de las
puntas no exista en el cristal en bruto y le es tallada, la distribucin molecular
en esa punta no tendr el mismo ordenamiento que en una punta natural. No
es de esperarse, por lo tanto, que funcione como el otro lo hara. De ah que la
utilidad de un cristal pulido puede existir, s, pero dependiendo de que sea un
pulimento que respete la forma natural. Y eso es casi imposible de distinguirlo
una vez que la pieza ya est elaborada. Puede haber biterminados genuinos
mezclados con inventados, pero la imposibilidad de saber cul es cul, sugiere
la recomendacin de buscar cristales en bruto, sin pulimento, y verificar que a
estos no se les haya tallado una segunda punta - no es frecuente, pero hay
quienes lo hacen - lo cual es observable por el tipo de superficie de una cara
pulida, que no presenta el mismo aspecto que una natural, pues la natural
presenta irregularidades y la pulida es lisa como un vidrio, pero con
curvaturas en los objetos reflejados, que la natural no distorsiona.
"CUANTO MS GRANDE ES EL CRISTAL, MEJOR"
La masa de un cristal emite vibraciones en su entorno, de manera que a
mayor tamao, mayor campo vibracional en el lugar donde el cristal se
encuentre. Pero la propiedad de almacenar memoria, de transmitir
informacin a distancia, de ser programado para funciones diversas, no
depende de las dimensiones de la piedra. Se puede usar tanto un cristal de
bolsillo como uno de cientos de kilos para transmitir lo que se desee a la
distancia que se desee, pues en esta funcin de antena la medida es lo de
menos. El tamao es importante slo en la energizacin ambiental local. Y en
cuanto a proteccin, los cristales biterminados de bolsillo pueden ir desde
milmetros hasta unos cuantos centmetros, sin que tal diferencia sea
sustancial. Quiz en la mente de los que creen que un cristal es mejor cuanto
ms grande, hayan races subconscientes que el psicoanlisis podra vincular
con lo flico.
"LOS CRISTALES CRECEN"
Hay mucha gente que cree que los cristales de cuarzo y otras piedras que
hoy miden, supongamos, cinco centmetros, un da medirn seis, despus
siete... y as, vaya a saber hasta dnde y hasta cundo, ya que esta gente,
partiendo del principio de que los cristales no paran de crecer, podra suponer
entonces, que podran crecer metros, kilmetros y kilmetros... Como eso ya
sera -por sentido comn- inadmisible, esta gente creer que el crecimiento es
milimtrico, lento, y que todo el tiempo del mundo no alcanzara para que las
dimensiones de crecimiento sean tan exageradas. Pero, en realidad, esta gente
no se pone a pensar ni siquiera eso; no razona si hay crecimiento continuo o si
un da se detendr . Y tampoco, en ese caso, se pondra a razonar que ese da
de finalizacin de crecimiento ya pas y hace millones de aos; que el cristal
que hoy mide cinco centmetros, meda cinco centmetros hace millones de
aos y continuar midiendo cinco centmetros por millones de aos ms hasta
el fin del mundo si lo hubiere. Pero hay gente que est convencida de que el
cristalito que tena le creci. Y le discute a uno asegurando que est ms
grande. Y le insiste en que seguir creciendo. No es mi culpa que las
estructuras moleculares que se ordenan formando cristalizaciones, tengan una
permanencia tal que no haya posibilidad de crecimiento o de disminucin de
tamao de una piedra de cuarzo. Pero que haya quienes piensen diferente, tal
vez sea por culpa de ciertas connotaciones flicas que en sus mentes se
asocien al formato alargado de los cristales y a cierta publicidad de productos
afrodisacos que prometen agrandar el tamao del miembro viril y que tendr
sus consumidores, porque hay gente que se cree cualquier cosa.
"VISTE EL CRISTAL QUE TE COMPR? NO SABS LO PURO QUE
EST!"
"Estaba impuro y se fue limpiando", dice el convencido dueo de la piedra
a la cual cree haber hecho subir de nivel evolutivo, desde que lleg a sus
manos procedente de un ser tan pobre espiritualmente como es uno, que lo
tena guardado privndolo de adquirir un mayor grado de pureza y luz.
Entonces uno, para ver si es cierto que tal fenmeno se produjo, va a ver el
cristal, y no ve cambio alguno. El cambio, aparentemente, est en la
imaginacin autocreda de quien tiene la piedra y la idealiza como a una novia
flamante, pero no le sac una foto el primer da, para que la comparacin
tenga un punto concreto de referencia ante cualquier posible divague mental.
Porque la mente humana es asombrosamente adaptable a lo que convenga,
bloqueando la memoria y fabricando supuestos cambios de cosas que siguen
como estaban, pero que en razn del olvido se las cree dinmicas. Es muy
difcil que la memoria consiga fijar "fotogrficamente" el grado de pureza o
impureza de un cristal, a tal punto que no se autoengae si un da, de pronto,
lo ve ms puro. Es mucha la gente que, en un momento dado, cree ver a su
preciado cristal ms puro que cuando estaba en otras manos, y se cree a s
misma, causante de la supuesta purificacin. Una cosa induce a la otra, y el
autoengao hace perder la percepcin de la realidad tal como es, para inventar
otra a conveniencia.
Y qu es esa impureza que hay en los cristales? en muchos casos, vista al
microscopio, resulta ser un cmulo de millares de microscpicos cristalitos.
No pueden esfumarse, "purificarse", porque son parte del cristal, como las
estrellas lo son de la galaxia. No son una sustancia extraa, sino un
microcosmos de cristales en un cristal, el cual es, en otra escala, como un
microcosmos en el universo de los cristales del planeta. Slo la imaginacin
puede hacer que esos microcristales sean menos que antes, de modo que el
cristal se vea ms puro. Porque para la imaginacin todo es posible.
"CUL ES LA PIEDRA PARA ATRAER DINERO?"
Alguna debe ser, ya que se dice que la hay; el ojo de tigre, el topacio
imperial, el cuarzo citrino, la pirita... Es decir, amarillas y doradas, esas son
las del dinero. Como corresponden al nivel de lo mental, donde se encuentra
lo laboral a nivel intelectual, como los negocios, y como el comercio
corresponde a Mercurio y ste, como Gminis, tienen las piedras amarillas
claras y Virgo (el otro mercuriano), amarillas oscuras, la cuestin del dinero
pasa por ah. El dinero, cuyo patrn es el oro, posee una determinada
vibracin, y el color amarillo y el dorado vibran en esa escala. Vestirse con
estos colores o usar las referidas piedras, supuestamente, colocara a la
persona en sintona con el circuito energtico del oro y el dinero. Pero de ah a
que esto se traduzca en ganar la lotera, encontrar un tesoro o, por lo menos,
una billetera gordita en la calle, hay una brecha que la fra estadstica nos
muestra: ni con ojo de tigre ni con plumita de cabur salieron de pobres la
mayora de los que tuvieron la esperanza. Y s lo hicieron muchos que no
recurrieron a la magia de ninguna piedra. Tambin se dice que las piedras
amarillas, as como el trabajo, favorecen el estudio, pues estimulan la claridad
mental, la inspiracin, la creatividad. Debe ser as. Pero cuando en mis ventas
de piedras me preguntaban qu hay para el estudio, mi respuesta era: "Libros".
Para atraer dinero? "Trabajo". Y para conseguir trabajo? "Los clasificados
de Clarn".
"EL CUARZO ROSA ES PARA CONSEGUIR PAREJA"
Esta idea procede de la propiedad de esta piedra para ayudar en crisis
afectivas y mejorar en el plano del corazn. Pero se confunde el concepto de
"amor impersonal", desinteresado, que esta piedra y otras rosadas estimulan,
con sexo o con enamoramientos apasionados a nivel de pareja. Unos
muchachos me preguntaron una vez, en un puesto de feria artesanal, en La
Plata, para qu es esta piedra. Respond "Para el amor". Y uno de ellos dijo:
"Entonces salimos y rompemos todas las chicas!. Ah le aclar: "Dije amor, no
sexo; para eso son stas" (piedras rojas y negras ). Y cuando algunas chicas
venan en grupito y me preguntaban qu hay para conseguir novio, les deca:
"la discoteca", o bien, "no ponerte en inaccesible".
"LAS PIEDRAS TEIDAS NO SIRVEN"
Salvo las gatas de genuino color celeste lilceo procedentes de frica, las
azules de Ro Grande do Sul, Misiones y Uruguay, son teidas (ferrocianuro
potsico y sulfato de hierro). Las verdes se tien con cido crmico, las
amarillo-verdoso con cido clorhdrico, las rojas (no todas, hay naturales) con
xido de hierro, y marrn-negro, con azcar y cido sulfrico.
Aunque la coloracin sea artificial, hay gemoterapeutas que dicen haber
logrado buenos resultados con estas gatas. Por lo tanto, la artificialidad de
ciertas coloraciones no implica imposibilidad de que, cromticamente, haya
energas utilizables. Con los citrinos procedentes del calentamiento de
amatistas y cuarzos ahumados, sucede lo mismo.
"PIEDRAS QUE SE PIERDEN: UNA PENA O UNA SUERTE?"
Cuando la cadena se pierde con su piedra, o sta se desprende de aquella, o
del anillo, o desaparece del bolsillo o de la cartera, hay quienes se lamentan, y
hay quienes piensan que por algo ser, que lleg el fin del tiempo til para uno
("cumpli su ciclo") y que uno ya no la necesita, o ella ya no lo necesita a
uno. A veces, directamente, estallan, se parten, quiz por autodestruccin, o
quiz por sobrecarga de energa. Ms aceptable es para m esto ltimo. Pero
ante la prdida de una piedra tambin el descuido entra en juego, y el descuido
puede tener una explicacin psicolgica, pues las cosas que uno pierde, a
veces estn siendo inconscientemente rechazadas, por razones que
internamente subyacen a la razn consciente. Otras veces, no hay otra razn
que la prdida de adherencia del pegamento con que la piedra est engarzada,
o que la rotura del engarce por algn golpe o friccin. Y en esta amplia gama
de posibilidades, antes de apenarse o alegrarse por el nuevo destino de la
gema perdida, hay que discernir, observar, sentir, todo lo cual no siempre es
posible, y ante lo cual no cabe otra respuesta que el "no s por qu habr
sido", en vez de autocondenarse con el "tendra que haber tenido ms
cuidado" o autojustificarse con el "cumpli su ciclo", opciones ambas que slo
valdran si verdaderamente se supiera la causa.
"NO HAY QUE USAR PIRMIDES DE CUARZO PUESTAS"
Se dice frecuentemente que la carga energtica de un cuarzo tallado en
forma de pirmide es muy fuerte, tanto que no conviene usar estas piedras
sobre el cuerpo. Tambin se dice que unos resisten esa carga y otros no. Por lo
tanto, unos pueden usar la pirmide aunque los otros no puedan. De ah que
habra que ver si el problema pasa por el objeto o por el sujeto. Porque si no es
en la emisin energtica, sino en la falta de receptividad de cierta clase de
personas donde est el problema, la cosa no vale slo para la forma piramidal,
sino que sobran testimonios de gente que siente rechazo por los ms diversos
tipos de piedras, talladas o no, y esta sensibilidad no est exenta de una
posible connotacin autosugestiva, por lo menos en una parte de los casos. Por
cierto, cuanto ms se le tema a la piedra que se est usando, creyendo que es
ella la causante de un determinado malestar, es posible que ciertas piedras
capten ese pensamiento en forma de energa negativa que ellas le devuelven a
la persona en forma de malestar fsico o emocional.
"LAS ESMERALDAS SON PIEDRAS MALDITAS"
Esta idea de legendario origen no tiene, en la actualidad, gran difusin
popular, ya que "la reina de las piedras preciosas" es muy admirada y deseada
por su singular belleza, a tal punto que si de algo da que hablar es de lo tanto
que gusta, y no de malas historias que se han ido olvidando.
En 1988, en Santa Teresinha de Gois, Brasil, fue descubierto un rico
yacimiento de esmeraldas. Era en abril, y la noticia produjo una masiva
movilizacin de buscadores, en un 80% bahianos, que levantaron en torno de
la gran excavacin una ciudad de treinta mil habitantes en slo seis meses, y
que en octubre fue declarada autnoma de Santa Teresinha, constituyndose
en un nuevo municipio, con el nombre de "Campos Verdes", al hasta medio
ao atrs despoblado lugar. Recin estuve all en julio de 1996, y mientras
recordaba aquel film "Fuego verde", con sus escenas de violencia y de codicia
en torno de las esmeraldas, notaba una rara paz en Campos Verdes, que en
absoluto coincida con aquella historia cinematogrfica y tampoco con lo que
un colombiano me contaba hace poco sobre los peligros de su tierra en los
lugares con esmeraldas. Pero a medida que iba charlando con gente que haba
vivido los aos iniciales de la fiebre de las esmeraldas en Campos Verdes, me
di cuenta de que la rara paz tena su explicacin. La realidad de aquellos
verdes aos haba sido que los crmenes, peleas y el riesgo permanente en las
calles, era la identidad de una poblacin no nacida por algn principio de
unidad, sino dividida por la codicia. No unidos por un fin comn, sino
reunidos por la finalidad individual de la prosperidad econmica, muchos
andaban con revlver encima y apretaban el gatillo por cualquier cosa, en
especial si el alcohol y cuestiones de mujeres y cabarets encendan la chispa.
Pero hoy Campos Verdes ha bajado la produccin de esmeraldas, es cada vez
ms difcil la bsqueda, hay, consecuentemente, menos dinero circulando, con
lo que todo el comercio ha mermado y dos tercios de la gente de aquella
pujante ciudad han emigrado. Casas deshabitadas se alquilan hasta en diez
dlares mensuales, cuando en los dos hoteles la diaria vale cinco. Ya no hay
cabarets y dinero en los bolsillos para cashasa y descontrol o para que alguien
quiera asaltar gente por ah; tal es la pobreza que se observa, y quien todava
pertenece a la mnima parte de la poblacin en una posicin ms desahogada,
toma sus precauciones y anda armada, pero escasean los asesinatos. Antes
haba varios por da y hasta varios por hora; ahora hay quiz varios por mes, o
al menos alguno, y a quienes vivieron los inicios, eso les parece poco y el
ambiente les parece aceptablemente tranquilo. De todos modos, el "Fuego
Verde" que ilumin de prosperidad a unos, quem las vidas de otros y
proyect sobre la fama de Campos Verdes la sombra que invariablemente
eclipsa las historias y recuerdos de todo lugar donde se extraen esmeraldas.
Alicia Gallotti, en "El poder mgico de los cristales" (1988), que fue
bestseller en Estados Unidos, dice: "Mucha gente siente aversin hacia las
perlas o los palos porque cree que son piedras "gafe", pero ninguna de ellas
posee un halo de tragedia como las esmeraldas. Analizando este curioso
fenmeno mitolgico asociado con accidentes, dramas, sangre y muerte,
algunos investigadores histricos suponen que puede deberse a su color, ya
que en los pueblos primitivos era habitual asignar al verde un poder malfico.
La presunta "mala suerte" del verde podra originarse en que, en pocas
pasadas, para obtener tejidos de color verde las telas eran sometidas a un tinte
que contena arsnico y que, por lo tanto, pudo haber producido accidentes
trgicos. Las leyendas que circulaban en el Renacimiento eran muy numerosas
respecto a este tema." Desde ya que si la idea sobre la supuesta negatividad
del verde pudiera ser la causa del problema, se tratara de una cuestin mental
y no de una accin generada por el verde en s, cuya vibracin favorece la
salud, la calma, por lo que la predisposicin a cometer hechos de sangre no
pasara por una cuestin energtica de las esmeraldas, sino por una cuestin
cultural. Gallotti concluye: "A fin de avalar la veracidad de sus ondas
negativas, abundan los relatos trgicos sobre las esmeraldas, muchos de los
cuales tienen por protagonistas a personajes conocidos, como la actriz
francesa Josette Day, que se convirti en una de las mujeres ms ricas del
mundo al casarse con el industrial belga Solvay y cuya pasin por las
esmeraldas la llev a la ruina, o la multimillonaria Brbara Hutton, apasionada
por las esmeraldas, cuya desdichada vida sentimental hizo estremecer a varias
generaciones. Desde luego, la maldicin de las esmeraldas tiene mucho ms
que ver con la supersticin que con la realidad: las personas somos las nicas
responsables de nuestros propios destinos".
LAS PIEDRAS NEGRAS ATRAEN FUERZAS NEGATIVAS"
Como, a nivel fsico, el blanco refleja y el negro absorbe (luz), y a nivel
espiritual el blanco es Yang y el negro es Yin, positivo y negativo, y como el
blanco es asociado a la pureza y el negro a lo malfico, las piedras de este
color no podan estar al margen de tan mala fama. El nix es la ms difamada
entre todas: "genera discordias y temores en quien lo lleve puesto. En realidad
es una piedra muy nefasta" (Sylvia Colombres, "Los smbolos secretos y el
poder mental", 1989).
"Las piedras preciosas negras deberan ser llevadas solamente como
adornos de luto, excepto cuando la persona en cuestin est dominada por el
signo de Capricornio" (Franz Mansfeld, "Piedras Preciosas", 1942).
"El nix negro es el amo supremo del ego: lo hace sentar cabeza y lo
estabiliza. Como que es porosa, esta piedra es, por tanto, permeable, pero no
guarda la energa. Es capaz de absorber la negatividad y, al mismo tiempo,
dejarse penetrar por vibraciones positivas. Y, sin embargo, no retiene estas
energas mucho tiempo y su accin es de corta duracin dado que se
neutraliza a s misma" (Daya Sarai Chocron, "La curacin por las piedras",
1986). Esto confirma que el nix atrae fuerzas negativas, s, pero como
pararrayos que las desva de la persona hacia donde puedan ir dirigidas. Otras
piedras negras, por el contrario, en vez de absorber, -como en la fsica pasa
con la luz-, reflejan las negatividades. Tal es el funcionamiento de la
turmalina negra y de la obsidiana negra, que son verdaderos escudos de
proteccin. Se trata de piedras compactas y vtreas, en tanto que el nix es
poroso. Eso marca la diferencia entre la cualidad de reflejar y la de absorber.
Pero en cuanto a la cuestin del negro y su sintona con vibraciones negativas,
si bien la cosa podr ser tenida en cuenta con la vestimenta, no es igual una
piedra que una campera o un sombrero. La ropa es creacin humana, no
siempre en correspondencia con las vibraciones cromticas que el cuerpo y
los chakras necesitan o reciben bien. Las piedras, en cambio, son creaciones
de la naturaleza que estn molecularmente organizadas para responder
adecuadamente a los campos energticos que acten sobre ellas. Con telas,
cueros y plsticos, no se puede pretender lo mismo.
Otra propiedad de las piedras negras es la de hacer "cable a tierra",
conectando a la persona con las realidades del mundo de la materia, para tener
los pies bien puestos en l y no divagar en cosas inconcretas. Todo exceso,
claro, llevara al materialismo. Pero eso no sera culpa de la piedra sino de
quien la usa.
"SI LAS AMATISTAS REVIERTEN LO NEGATIVO EN POSITIVO, NO
PODRN REVERTIR LO POSITIVO EN NEGATIVO?"
Si la transmutacin se operara en cualquiera de los dos sentidos con el
violeta, la pregunta tendra sentido. Pero carece de l por el sencillo motivo de
que el violeta purifica, eleva espiritualmente, no puede operar transmutacin
en sentido inverso a su esencia positiva.
"HAY QUE PONERLAS EN AGUA Y SAL"
Segn esta premisa, hay quienes no se atreven a colocarse una piedra
recibida o comprada sin descargarla, por eso de la "mala onda" impregnada.
Otros, sin que la supuesta carga negativa les importe, se colocan la piedra en
el instante. Y qu es lo aconsejable? Para no ser absolutista, siendo que lo
que me caracteriza es la relatividad de las cosas, creo que la descarga salina
previa al uso es necesaria a quien pueda ser susceptible ante las cargas
negativas y no pueda neutralizarlas mentalmente, as como el que
mentalmente pasa a generar una corriente positiva hacia la piedra contaminada
que se pone, la est limpiando de otra manera, no menos efectiva. Claro que
hay objetos fuertemente cargados de vibraciones de quienes los han usado,
como joyas, ropas, instrumentos; que pueden afectar negativamente a quien
pase a poseerlos. Con ciertos famosos tesoros, por ejemplo, era casi seguro
que algo malo le pasara a quienes los tuvieran. Tal es el caso del Diamante
Hope, tristemente clebre por el tendal de vctimas de sus supuestamente
malignos influjos, o de la Tumba de Tutankamn, cuya maldicin parece
haberse cumplido para con sus profanadores. Habra que ver si al famoso
diamante azul o a los tesoros del faran, se los habra podido descargar de sus
letales fuerzas con un simple bao salino. Pero para quienes entienden de
esoterismo, la sal barre con todo...
"NO DEJES QUE TE TOQUEN LA PIEDRA"
Recomendacin frecuentsima efectuada por personas que piensan ms en
que hay peligro de "mala onda" que en ser positivo ante eso, y tambin pensar
que el que toca la piedra puede impregnarla de buena onda si la tiene. Si uno
va a usar una piedra, el uso significa que a esa piedra se la va a hacer
funcionar positivamente y que uno no ser pasivo y que la piedra no estar
bajo posibles influencias negativas sin que se la proteja mentalmente. Si se
tiene una mente positiva y actuante, se puede dejar que toquen la piedra. Si
no, el temor a que la manoseen es una manifestacin de vulnerabilidad que
slo contribuye con la desproteccin de la piedra ante el agente negativo. La
seguridad de que toda negatividad que pueda alcanzarla ser disuelta,
neutralizada, se traduce en una fuerza capaz de preservar a la piedra. Ejercitar
esto, tambin favorece el desarrollo de una actitud ms abierta hacia la gente,
en vez de andar esquivando a personas de supuesta "mala onda". Porque la
obsesin que muchos tienen de "ser objeto de fuerzas negativas", "vctimas de
algn dao o trabajo malfico" y creerse vulnerables ante todo eso, es
debilidad, falta de fuerza o, dicho de otro modo, tener las fuerzas en sentido
negativo; pues las fuerzas negativas no slo son las externas que atacan, sino
tambin las internas que, con temores e inseguridades, crean esta actitud de
indefensin.
"AS COMO EN LA TIERRA HAY ENERGAS POSITIVAS Y
NEGATIVAS, HAY CRISTALES POSITIVOS Y NEGATIVOS"
La afirmacin es de Franck Senequier-Crozet (Director del Instituto
Superior de Parapsicologa y de Esoterismo de Pars) en marzo de 1992 en
Buenos Aires, durante un seminario de su "Geobiologa" (disciplina creada
por l mismo para designar cuestiones energticas a nivel planetario que con
este vocablo no quedan muy explcitas, pues etimolgicamente pareciera
designarse a la "vida en la tierra", es decir, una Biologa de las especies de la
tierra, o bien la tierra como ser viviente). Segn le parece, si este ser viviente
tiene dos polaridades, hay piedras de polaridad positiva y piedras de la
polaridad negativa, ya que en su formacin, intervinieron Devas, positivos
unos, negativos otros, dndole a los cristales una identidad fundamental,
positiva o negativa, segn el Deva que lo haya formado. Y dice que los
formados con carga negativa, no pueden ser limpiados. As hay cristales de
cuarzo buenos y cristales de cuarzo perjudiciales para quien tenga la desgracia
de toparse con uno de ellos sin saber. Pero claro, Senequier-Crozet, con sus
pndulos y aparatos detectores, o quien se los compre o se los arme por s
mismo si es que puede, le ensea a uno cmo manejarse en este engaoso
mundo de las energas de doble signo. Ante tan impresionante y tcnicamente
avanzado catedrtico europeo, quizs no era oportuno preguntarse si,
trasladando su concepto dualista del reino mineral a la especie humana,
habrn personas positivas y personas negativas. Hay mucha gente que cree
que esto es as. Pero toda persona tiene en su esencia la bipolaridad, y que ella
pueda manifestarse predominantemente en un polo no significa que la persona
sea eso, sino que est activada en eso. Si con los cristales puede suceder lo
mismo, que haya positivos y que haya negativos en calidad de tales segn que
fuerzas estn canalizando circunstancialmente, no significa que, en s, un
cristal sea positivo o que el otro sea negativo. En este punto, a este profesor
tan afamado, este por entonces alumno principiante y desconocido que hoy
escribe, le pone un menos (-), no de negativo -pues tiene la potencialidad (+)
de corrregirse y no seguir confundiendo y enseando mal a la gente-, sino de
reprobado.
"PONER CRISTALES DONDE VA MUCHA GENTE LOS EXPONE A
ENERGAS NEGATIVAS"
En la plaza central de Capilla del Monte, hay un cristal de cuarzo de 45 cm.
de largo, 11 de dimetro y 9,5 kg. suspendido con tres cadenas en medio de
tres caos de hierro verticales, clavados en el suelo. El cristal, en medio del
trpode, est situado a unos dos metros y medio de altura. Mucha gente se
coloca debajo, esperando recibir una "ducha energtica" de positividad. Fue
en 1992 cuando la Municipalidad lo coloc all, de esa manera y con ese
propsito, el de permitir que la gente se aproximara lo suficiente para recibir
"algo", en lugar de cercarlo para evitar que lo tocaran (gente alta o alguna
trepada). Y como yo haba sido quien obsequi con tal ejemplar de cuarzo a
Capilla del Monte, no fueron pocos los que me criticaron la idea de colocarlo
tan "expuesto". En lo que a la seguridad material se refiere, nada garantizaba
que el cristal no fuera objeto de robo o daos, porque hasta el banco ms
seguro y el poltico ms custodiado son vulnerables. Sin entrar en detalles
sobre cristales daados y robados, tanto mos como ajenos, vayamos a la
exposicin de los cristales no en el plano material, sino energtico. La
exposicin a fuerzas negativas, eso que cierta gente dice que se produce al
colocar cristales donde van personas que "los cargan negativamente".
Hay personas que prefieren atesorar estos objetos de poder, mantenindolos
fuera del alcance de "gente peligrosa", manejando muy reservadamente el
funcionamiento energtico de estas piedras. De una manera esotrica,
ocultista. Hay un famoso cristal, el de la Fundacin Argentino Brasilea, en
Buenos Aires, que es celosamente guardado en el interior de una pirmide de
madera, donde unos pocos privilegiados pueden acceder a verlo; privilegio
que me toc en suerte despus de unas cuantas visitas frustradas en ese
sentido. Dicen all que se trata de uno de los cristales "guardianes de la
Tierra"; mide como un metro de altura y unos ochenta centmetros de
dimetro, debe pesar unos 700 kilos y es de color ahumado. Habra que ver si
se justificara ponerlo a la vista del mundo, cuando pas millones de aos
funcionando sin necesidad de que lo desenterraran. Pero habra que ver si
tenerlo tan protegido y guardado hace falta. Hay quienes creen que s. Si yo
me encontrara con un hallazgo semejante, me creera un intermediario entre la
naturaleza y la comunidad humana, de manera que mi privilegio de disfrutar
algo tan especial, pueda tenerlo cuanta ms gente mejor. Pero, claro, esta
manera de pensar y sentir corresponde a mi vocacin de comunicador en la
que me profesionalic, y de descubridor, explorador, con mi espritu un poco
arqueolgico, paleontolgico, geolgico y esas cosas, adems de mi parte
artstica que me induce a expresar y mostrar. No fue mi vocacin ser un
ocultista, un esotrico, y por eso comprendo que los que s corresponden a esa
clasificacin tiendan a esconder lo que a m me gusta compartir.
Hay entonces, dos puntos de vista con respecto a qu hacer con objetos de
poder que estn para ser utilizados en beneficio de la humanidad: mantenerlos
lejos o cerca de la humanidad. Si los acercamos a la gente, corremos el riesgo
de que alguien los rompa o los robe. Corr ese riesgo y perd varias veces.
Pero hubo uno que da, o uno que rob, y miles pasaron antes, que
respetaron y apreciaron los cristales, llevndose alguna vivencia que les habr
sido de utilidad. Tengo presente al colocar un cristal, al pintar un cuadro o al
escribir un libro, que un da todo esto podr terminar y que la tierra con sus
terremotos, el agua con sus inundaciones, el aire con sus tormentas y el fuego
con sus incendios, pondrn fin a lo que desearamos que fuera permanente.
Yo no coloco cristales en lugares pblicos bajo la condicin de que el mundo
no tenga fin o que maana no le peguen un martillazo a la piedra que tanto me
cost conseguir. Lo hago para que cumpla su funcin hasta que algo interfiera,
respetando la posibilidad de tal interferencia, por cuanto en un mundo del que
las fuerzas negativas se apoderaron hace ya bastante, la interferencia es
colocar ese cristal como foco de luz; soy yo quien interfiere y son los vndalos
destructores o los ladronzuelos que ingenuamente roban un cristal sin saber el
dao inmaterial que producen, y son los que compran esa -para ellos- simple
"mercadera" robada, los que restablecen la oscuridad que uno se atrevi a
desafiar plantndole ese faro cristalino ante sus narices. Por eso, saber que el
cristal de la plaza capillense continuaba all cada vez que llegaba durante
todos estos aos, me pareca poco menos que inconcebible, porque no
concordaba con la lgica, con lo que generalmente pasa, lo que
irreversiblemente s les sucedi a otros cristales que coloqu, dos de ellos en
la zona (La Toma y Los Terrones), lo que me hace pensar en que, hasta ahora,
se le est ganando por lo menos un metro cuadrado de tierra a las fuerzas
retrgradas. Pero hay gente que piensa que ese cristal ya debe estar
contaminado de tantas personas con "mala onda" que han dejado sus cargas
all. En tal caso, las fuerzas retrgradas debern estar disfrutando de la
presencia de ese cuarzo all, y debern estar alejando a todo potencial
profanador que pueda daarlo o sustraerlo. De esta manera, tan cargado de
negatividades, las entidades malignas se valdran de l para que transmita
fuerzas nocivas para Capilla del Monte y sus visitantes que, ponindose
debajo del cristal, quedarn entonces invadidos de malas energas. A esta
suposicin se le puede agregar otro pensamiento que alguien me coment
hace ya bastante sobre el cristal en cuestin: si puede canalizar energas
positivas, tambin puede ser canalizado por seres negativos (no humanos, sino
extraterrestres o de otras dimensiones). Gente de la que piensa as, es la que
comnmente, cuando me compran piedras, manifiesta su temor a que se le
carguen y le interesa ms lo del agua y sal para descargarlas, que lo positivo
que puedan recibir o hacer con ellas. Cuando coloco un cristal, soy optimista
en que, ya que eso est ah, puede ser activado y utilizado por seres positivos
(extraterrestres o de otras dimensiones), y no me molesto en pensar como los
pesimistas que instantneamente ya lo estn imaginando en manos negativas
en cuanto lo ven.
S de la innegabilidad de un ajedrez entre los seres de ambos bandos, que
se disputarn el control de todo cristal que haya por ah. Por eso s que mi
funcin de colocar o hacer circular cristales es una suerte de trfico de armas,
cuya seguridad de posesin definitiva y uso por parte de "los buenos", no est
garantizada. Cada cristal que coloco puede transformarse en "la piedra del
escndalo". El primero, que lo coloqu en la Repblica de los Nios en 1991,
fue motivo de un verdadero escndalo policial y periodstico cuando manos
annimas que despertaron sospechas para la polmica, se hicieron presentes
una noche para advertir que la luz del cristal no va a ser permitida as noms
en la oscuridad de un mundo al que no se le permite librarse de las fuerzas que
lo quieren como est. Hubo ms cristales y ms represalias del enemigo.
Quiz el cristal de la Fundacin Argentino Brasilea est mejor donde est,
que el cristal de la plazoleta de Joaquim Felcio, Minas Gerais, que tiene rota
la punta por un mazazo que algn ignorante e inconsciente instrumento del
mal le peg, al no poder llevarse semejante "monstruito" de 200 kilos. Sin
embargo, a pesar de esa herida de guerra, esa blanco-cristalina piedra sigue
all desde hace dcadas y seguir siendo orgullo de la pequea ciudad
productora de cuarzo, bandola con su buena energa y siendo un smbolo y
un mensaje que diariamente est all transmitindose. De ese cristal sali mi
idea de los cristales en plazas y lugares pblicos. De all la idea del cristal de
la plaza capillense, cristal que proceda de esa misma ciudad. Porque todo
cristal a la vista de todos sugiere la idea de que a las verdades hay que
hacerlas patrimonio de todos. Pase lo que pase, mazazo o robos posibles. Por
el contrario, todo cristal atesorado sugiere la idea de que las verdades deben
seguir teniendo sus gures y que esparcirlas como semillas al viento supone el
riesgo de que caigan en el arenal estril. Que no lo vean, que no lo toquen, que
no se le acerquen... "porque se carga" o porque -pretexto tambin usado-
"tiene mucha energa y puede hacerte mal si no ests preparado" (forma
menos descorts o hiriente de evitar que puedan cargarlo negativamente). Pero
sin que me olvide de las personas ridas y estriles, para las que ofrendar un
cristal es dar perlas a los puercos, soy de los que piensan en la otra gente, que
justificar la siembra y los riesgos del caso. Creo en esa gente y en las buenas
ondas, ms que en la supuesta negatividad de la gente que otros creen
portadora de malas influencias para los cristales expuestos y desprotegidos.
Creo en ciertas fuerzas protectoras y limpiadoras de cargas; fuerzas de la
propia naturaleza sublime del cristal, y de los reinos elementales y
dimensiones extrahumanas que no van a descuidar algo tan til para la
canalizacin de energas positivas. No ignoro al enemigo ni subestimo su
poder, pero no guardo en la vaina la espada para no provocarlo: cada cristal
colocado es una espada que sale a relucir, y que sea el enemigo el que tenga
que vrselas con ella. Porque no se puede tomar la iniciativa de vivir, si se
prefiere no arriesgar para no perder, siempre a la sombra de la supremaca del
mal.
Un da el enemigo manda a un inconsciente agente suyo a romper la espada
o a robarla. Es la nica batalla que nos puede ganar, despus de haber perdido
las miles que le ganamos con cada persona que pas por all viviendo su
experiencia. Slo que el mal hecho una sola vez, parece superior a todo lo
bueno que hasta all pas, y no es as. Toda civilizacin y cultura de la
antigedad, que nos dejaron sabidura, desaparecieron, algunas de la noche a
la maana despus de milenios de existencia. Y no puede decirse que lo
sucedido en esos milenios fue menos fuerte e inferior a lo que puso el fin. Un
martillazo podr romper el cristal y apagarlo como foco, pero lo que l haya
iluminado en tanta gente que pas, seguir quedando, ser lo que deber
rescatarse como logro, partiendo del principio de la transitoriedad de las cosas
fsicas. Ms que preocuparme por el da en que el enemigo diga basta!,
deber ser el enemigo el que se tenga que preocupar por todo lo positivo que
un cristal generar hasta entonces. Yo tendr un tiempo y el enemigo el suyo.
Pero despus del mo y de tener que soportar que la espada le sea plantada ah,
desafiante. Que la rompa o se la lleve cuando quiera, en tanto las fuerzas del
Bien en que confo que la protegern, ya no puedan hacerlo, lo cual no es mi
problema, sino una simple cuestin csmica de lucha de fuerzas que me
trascienden. Y si no hay protecciones csmicas o astrales cuando el adversario
manda su emisario vandlico o ratero, no veo por qu lamentarme demasiado
ante la noticia de lo ocurrido.
Sin embargo, la reiteracin de estos hechos me llevaron a pensar que la
etapa de colocacin de cristales en lugares pblicos haba finalizado. Con el
xito que signific que por un tiempo el enemigo no pudiera actuar y que
miles de personas los hayan visto, sentido y guardado en la memoria, pero con
la sensacin de que se estaba tentando al ladrn, en tiempos sin inflacin, pero
con bastante delincuencia por exceso de ambicin -no exceso de pobreza
como se dice-, as que no ms cristales al alcance de la mano. Ya no son
tiempos para esculturas en las plazas o placas de bronce. La situacin obliga a
ser ms cuidadoso. A no llevar puestas cadenas de oro y no dejar estreos en
los automviles. Pero el cristal de Capilla est ah, en la plaza, como para
sacarlo y guardarlo, dada la situacin. Pero es preferible que se pierda en
combate y desaparezca un da, a tenerlo guardado en algn cuartel, esperando
condiciones ms seguras que, tal vez, nunca se logren. Espada envainada, no
sirve para ninguna guerra.
"ME ROBO UNA PIEDRA, YA QUE ES PARA LA BUENA ONDA... LO
IMPORTANTE ES TENERLA, NO COMO OBTENERLA"
Hay bastante gente que piensa as y acta en consecuencia. Y se va con la
piedra del comercio, del puestito de plaza o del stand de exposicin,
pretendiendo recibir energa positiva a partir de una accin negativa.
En lo que a la piedra se refiere, tal vez ella no entienda ni le importe lo que
pasa desde la mina y el minero, pasando por el empresario y los mayoristas y
minoristas hasta el consumidor final, sea mediante billetes, trueques o lo que
sea, incluyendo la sustraccin. La finalidad de la piedra sera como la del sol,
saliendo para todos, buenos y malos, altruistas y egostas, humanitarios y
criminales. De ah que comprar una piedra sea un gasto innecesario: ella no va
a ayudar ms o menos al poseedor segn ste la pague cara, regatee el precio o
se la lleve al bolsillo sin pagar. Por lo tanto, es recomendable abstenerse de
pasar por caja, y ahorrar lo que se podra gastar innecesariamente. Eso s,
desde ese momento pasan a jugar en contra del sustrayente, fuerzas que no son
de la piedra en cuestin, sino de la "accin y reaccin", que le pasarn la
cuenta con alguna prdida no necesariamente dineraria ni aparentemente
relacionada con el hecho, por lo que ser difcil darse cuenta de que la
desgracia o adversidad a lamentar procede de aquella accin aparentemente
leve e insignificante. Quien pudiera darse cuenta, difcilmente a partir de all
robara una piedra, o una goma de borrar al compaero o un cigarrillo del
paquete que est en la mesa.
"ME ROBO UNA PIEDRA Y... QU SE VAN A DAR CUENTA!... Y SI
SE DAN CUENTA NO VAN A SABER QUIN FUE"
Es frecuente que la memoria de los piedreros sea ms "elefantina" de lo que
el sustrayente supone, pues ocurre que la falta de una piedra le sea tan notoria
que difcilmente dure mucho su distraccin, ante lo cual el "manos rpidas"
deber tener sus piernas tambin rpidas. A veces son pescados "in fraganti".
Pero a veces pasan los das, semanas y meses. Y podrn pasar aos. Pero la
rueda del destino, irreversiblemente, conduce al piedrero al lugar donde la
piedra desaparecida se encuentra, o se cruza en cualquier calle con la piedra
que viene directamente hacia l en una cadena en el cuello de alguna persona.
O alguien le describe al piedrero cierta piedra que fulano tiene, y resulta que
la descripcin concuerda con la piedra faltante, y el fulano con el sospechoso.
Una vez, en 1989 en la Plaza Italia de La Plata, lleg un artesano uruguayo
a comprarme unas geoditas cortadas al medio. Eligi tres y faltaba otra tras un
momento de distraccin en que atenda a otra persona. Cuando not la falta y
lo dije, el uruguayo me dijo. "No vas a pensar que fui yo", mostrndome las
tres geoditas. "No, claro que no", le dije aunque pensaba lo contrario. A los
poquitos das fui a ver a Ral, otro artesano piedrero, y en su taller vi las
cuatro geoditas (!). Seran las mas o era demasiada coincidencia?. "Las trajo
el uruguayo para hacer un trabajo", me contest. Le cont lo sucedido.
"Llevtela", me dijo. No quise, pero le dije que le comentara lo sucedido
cuando fuera a buscarlas. Tard meses y meses en volver a pasar por mi
puesto. No volv a venderle una sola piedra.
Febrero de 1991. Capilla del Monte. Exposicin y venta de piedras de
Brasil. Noto la falta de un cristal pulido engarzado en plata. Lo digo. Tres
mujeres grandes salen como disparadas del local. No fui detrs de ellas.
Febrero de 1992. Feria artesanal de Capilla del Monte, en la Estacin de
trenes. Estoy en un puesto de piedras que no es el mo, del lado de atrs, con
quien lo atenda. Llega una seora y me pregunta algo sobre cristales. Justo a
m, que no era del puesto. Ella llevaba colgando del cuello un cristal
engarzado en plata. Aquel mismo cristal, cuyo engarce hecho por Mrcia en
Minas Gerais, yo no iba a confundir ni olvidar. Le pregunt por la piedra y me
dijo que se la regal una amiga. Entonces le pregunt si fue en Capilla del
Monte que se lo compr y si fue un ao atrs. Contest afirmativamente
ambas cosas. "Dgale a su amiga que estuvo con el muchacho al que le
compr el cristal", le dije remarcndole el "compr". Al da siguiente, como a
la misma hora y en el mismo lugar, apareci de nuevo. "Vos me ojeaste el
cristal", me dijo; se le haba desprendido del engarce y supuso que yo tena
que ver con eso. Estaba en lo cierto. Le dije que cuando le haba dicho aquello
de que su amiga "me compr" el cristal, no haba sido as; que no fue
exactamente as como lo consigui, y que por eso el cristal no iba con buena
energa. Le regal uno parecido, dicindole "Este s, el otro no lo use ms.
Devulvaselo a su amiga". La seora, de enojada que se me haba venido, se
fue mitad contenta conmigo y mitad con ganas de agarrarla a su amiga.
"HAY QUE SENTIR LA ENERGA; PASANDO LA MANO SE SIENTE"
Hay gente que asegura percibir la energa de las piedras con la mano. Hay
entre esa gente quien no entiende cmo es que otra gente, como yo, no percibe
absolutamente nada. Me dicen algunos que, estando yo en este tema, tengo
que percibir, aprender a sentir la energa, ejercitar esa percepcin. Si hay
gente que puede lograr eso, me parece magnfico. Pero mi incapacidad para tal
cosa est lejos de incomodarme o hacerme sentir mal. Soy un convencido de
que cada uno nace con determinadas condiciones, o limitaciones, y que eso es
segn para qu est cada uno en esta vida. Yo, como divulgador de toda esta
temtica, no puedo ni debo transmitir a la gente esta falsa idea de que es
necesario y es importante que aprenda a sentir energas de piedras con la
mano o como sea. Porque sabiendo que en los ms de los casos resultar
imposible para muchos lograr alguna percepcin, mi propuesta slo causara
una frustracin en esa gente. Por lo tanto, ese mandato dictatorial de que "hay
que sentir, hay que lograrlo", no forma parte ni de mis mandamientos para
conmigo mismo, ni de mis consejos para los dems.
Soy una de las tantas personas que han tenido poqusimas experiencias
extrasensoriales; no veo ngeles como le sucede a otros y no percibo si un
cristal est con buena energa o si est cargado negativamente, as como no
percibo ni las buenas ni las malas ondas de la gente ni de los ambientes. Esta
"inmunidad energtica" me permite, transportar cristales sin ser vulnerable a
sus cargas negativas si estn as cargados, y me permite ir a casas y otros
lugares donde vibran cosas malas, sin sentirlas ni sufrirlas, y tratar con gente
de baja condicin espiritual o mala onda circunstancial, sin que me den ganas
de vomitar o me duela la cabeza, y sin que pueda distinguirla de la gente con
buena onda, extrasensorialmente, claro, pues observando y escuchando uno
puede notar o suponer cmo son o cmo estn las personas. En este plano,
fsico, en ste es que baso mi experiencia en esta vida, hasta tanto tenga yo un
cambio, si es que se da. Y no me hace mediocre ser un imperceptivo de las
energas de los seres vivientes o de las cosas y lugares, porque no es se el
plano en el que se me asign cumplir mi funcin en la Tierra en esta vida, en
estos momentos al menos. Si alguien desea hacer viajes astrales, tratar de
sentir las energas de los cristales, ni se lo recomiendo ni se lo pretendo
inhibir; que lo haga si lo desea. Pero que no sea un imperativo tratar a toda
costa de trascender la tercera dimensin y tener experiencias energticas o de
otros planos, porque todava tenemos muchas cosas, muchos escalones
pendientes en la realidad del mundo fsico, para irnos a la cuarta dimensin o
a la que fuere y fugarnos de las responsabilidades de aqu. Sai Baba eligi
manejar ciertas fuerzas trascendentes, y la Madre Teresa nunca se supo que
obrara milagro alguno a esos niveles. Pero sin faraonismos como la opulencia
de Sai, ella demostr que sin tanta interdimensionalidad ni materializaciones y
otras aptitudes asombrosas, se puede hacer grandes cosas; aqullas que
tenemos mucho ms pendientes de cumplir que el desarrollo de aptitudes
perceptivas de energas. Muchos que dicen percibir, hablar con extraterrestres,
ver ngeles, hadas y duendes, han hecho por los dems mucho menos de lo
realizado por personas ajenas a todo eso, pero atentas a lo que est pasando en
la sociedad, en el planeta, y sin necesidad de trascender a otras realidades, son
tiles en sta.
Si realmente fuera necesario sentir y conocer a fondo los cristales, para
darles el mximo uso posible, conforme a las propiedades que poseen, y
logrramos usarlos como lo hicieron los atlantes, terminaramos con esta
civilizacin as como ellos lo hicieron autodestruyndose, al no poder
controlar las fuerzas que estaban manejando. Sabiendo qu clase de
mentalidad predomina en la humanidad, lograr un pleno uso de los cristales
nos pondra en un seguro autoexterminio. Quiz la falta de percepcin de
ciertas cosas, le siga siendo necesaria a la mente del todava demasiado
imperfecto y peligroso ser humano. Y querer manejar cristales, percibir sus
energas, o percibir telepticamente lo que piensan y sienten los dems, sea
inconveniente por un largo tiempo ms. Si estamos incomunicados
extrasensorialmente de las cosas y de las personas, salvo intuicin y
percepciones infrecuentes, debe ser porque al limitarnos se nos cuida de
daarnos. Por cierto, de las personas que han desarrollado ciertas percepciones
y poderes, hay muchas que han causado bastante dao. Y en cuanto a cristales
se refiere, son capaces de programarlos para forzar a otros a que acten a
voluntad del programador.
"LOS CRISTALES DEL URITORCO SON ESPECIALES"
Es bien sabido que en el cerro Uritorco, en Capilla del Monte, Crdoba, han
pasado muchas cosas. Y es muy comn que por all se vendan cristales de
cualquier parte, como que son del cerro. Porque por todas esas cosas en l
sucedidas, supuestamente cada piedra extrada de sus laderas carga algo
especial. No pasa lo mismo con una piedra de otro cerro, de otra regin o de
otro pas. Por eso, como del cerro Uritorco es muy poco y no muy cristalino el
material que se extrae, el negocio est en el gato por liebre de los cuarzos de
Brasil o de donde sea, para hacerlos pasar como procedentes de la montaa
sagrada.
Podr estar la intraterrena ciudad de Erks bajo el coloso de roca, y podrn
pasar las naves, los comandantes y los ngeles por entre las nubes que lo
acarician. Pero de ah a que cada piedra del cerro cargue un algo que le d
atributos superiores a los de una igual, pero de otra parte... Unos buscan las
piedras del Uritorco, otros las de Machu Pichu, otros algn fragmento de la
Gran Pirmide de Gizeh, y no falta el que rompera a mazazos el Santo
Sepulcro para traerse un trozo de roca impregnada por la energa de Jess. En
Israel, los clculos financieros de los rditos tursticos de un Santo Sepulcro
enrejado, han evitado cortarlo en pedacitos para venderlos al turismo o
rematarlos con bases a cifras siderales. Y el Uritorco est privatizado, no por
una empresa minera, por suerte.
El show de los ovnis de Jos de Zer y Nuevediario, haba empezado detrs
del cerro mgico, en un lugar desde entonces superturstico, llamado "Los
Terrones" y promocionado como "Zona de energa". Y en el camino a San
Marcos Sierra, un lugareo que un da incursion en lo mstico y las terapias
minerales, pas de la noche a la maana a ser el sacerdote de un nuevo y
afamado santuario al que todos conocen con el sugestivo nombre de "La Posta
del Silencio". Este seor, Hugo Jaime, cuando discutamos sobre el precio de
unos cristales de Brasil que me estaba comprando, me trataba de fundamentar
su regateo en que "los cuarzos de Brasil no tienen tanta energa como los de
Crdoba, porque las sierras cordobesas se formaron despus que las de Minas
Gerais, y por ser ms recientes, estn ms energizados los cristales de ac que
los de Brasil, que perdieron la energa que tenan. A estos -los mos- voy a
tener que cargarlos". Sin comentarios.
Quiz a algn brasileo se le ocurra inventar que, como los cristales de
Minas Gerais se formaron antes que los de Crdoba, son ms sabios -en
energa/informacin accumulada- por ser ms viejos. Y que la energa que
envolvi al planeta durante la formacin de los cristales en Crdoba, dej
tambin su carga en los suelos de Minas Gerais.
Capilla del Monte da para todo, y quien all viva y negocie con sus
minerales, los rodear de un aura sacratsima con la que slo se puede revestir
a lo autctono o a lo que se vende como tal y que es forneo. Pero el aura o la
carga energtica de un cristal cordobs, no hace distinciones con respecto a la
de un semejante brasileo; los cristales son puros, no son humanos. Las
distinciones las establece el hombre, no la naturaleza.
"HAY QUE USAR LA PIEDRA QUE ES DEL SIGNO DE UNO"
Esto es lo que se le hace creer a la gente, pues la mayora de las ventas de
piedras que se realizan en comercios y ferias son gracias a la astrologa, y si el
mercado es propicio para vender gemas correspondientes a los signos, es buen
negocio que la gente crea que son las del signo al que se pertenece, las que se
tienen que usar. Como de astrologa no son muchos los que saben lo
suficiente, los dems suponen que a cada signo le corresponden determinadas
influencias que unas piedras le ofrecen y otras no, y que toda influencia dada
por una piedra sobre una persona es estrictamente astral. Que son los astros
los que definen si una piedra le sirve o no a una persona nacida bajo
determinado signo zodiacal. Pero luego la persona puede informarse sobre las
propiedades intrnsecas de las piedras, al margen de lo relacionado con los
astros, y darse cuenta de que la qumica y el cromatismo son lo que determina
las funciones energticas que el mineral puede cumplir. Darse cuenta de que
tales funciones, que no tienen nada que ver con planetas ni con nativos de
signos, pueden ser aprovechadas por todas las personas, sean del signo que
fueren, en el momento y la situacin en que resulten convenientes. Si, por
ejemplo, la persona desea trabajar sobre sus chakras, o meditar, o relajarse, o
lo que sea, para cada cosa habr un tipo de piedra adecuado. Y si para algo
resultare inadecuado el uso de una piedra que justamente pudiera corresponder
al signo de uno, en ese caso su uso es inconveniente.
Liliana Gramano, autora de "La magia del poder de los cristales" (Buenos
Aires, 1991), pona como ejemplo a la perla, que para una persona del signo
de Cncer, -al cual la gema pertenece- es desfavoraable, porque acenta la
tendencia del canceriano a la melancola; y que para un ariano, una piedra roja
-color de Aries- aumenta su natural impulsividad. Qu es entonces la piedra
del signo? Yo la definira como aqulla cuya coloracin vibra en sintona con
la vibracin del planeta o astro (Sol o Luna) regente del signo; vibracin sta
que responde tambin a un cromatismo (por ejemplo, rojo en Marte, amarillo
claro en Mercurio, amarillo verdoso en el Sol). Quien ha nacido bajo las
vibraciones de un determinado astro, adquiere una "identidad" vibracional a la
que determinadas piedras son afines, lo mismo que notas musicales, nmeros,
plantas y aromas. Esa afinidad, esa vibracin en sintona con la identidad
astral de la persona, supuestamente hace bien. Habra una armona de campos
energticos actuando al unsono. Y, sin embargo, el ejemplo de la perla
canceriana y la piedra roja ariana parecen indicar que no siempre es positivo
acrecentar una tendencia energtica ampliando el campo con una gema, aroma
o lo que fuere. A veces conviene incorporar el uso de colores y gemas que
provean vibraciones diferentes, que favorezcan el desarrollo de facultades
caractersticas de otras identidades astrales. Y ya sea por simple atraccin,
gusto o tal vez intuicin, muchas veces a una persona le llama la atencin una
piedra que nada tiene que ver con su signo, y seguramente hay algo en la
gema que la persona est percibiendo como positivo para ella. A veces esto
obedece a una necesidad circunstancial y, por ejemplo, la persona con alguna
carencia o conflicto a nivel afectivo siente atraccin hacia un cuarzo rosado,
una turmalina rosa o una rodocrosita, que son las piedras de influencia a ese
nivel. En casos as, es preferible optar por el uso de lo que ms se siente o ms
gusta por alguna razn, que por la piedra del signo, a menos que justo sea esa.
El Doctor Franz Mansfeld, alemn que vivi en la Argentina y fue
corresponsal del Museo de La Plata, public "Piedras preciosas: su significado
e importancia en el sentido: cientfico, econmico, artstico y oculto"(1942)
escribi: "Es de enorme importancia saber que las piedras preciosas, como ha
sido determinado astrolgicamente, ya obran slo por sus COLORES y tienen
una influencia notable sobre los hombres. Estas piedras preciosas, atraen
fuerzas positivas y, al mismo tiempo, desvan fuerzas negativas. Tan pronto
como una persona ha llegado a conocer el color que la domina como tambin
su piedra preciosa, tendr muchas ms facilidades en su vida!!. No es ninguna
casualidad que ciertas personas en forma completamente "instintiva" prefieren
ciertos colores en sus vestidos".
Opiniones como la de Mansfeld, favorecen la continuidad del negocio de la
piedra del signo. Si le sirve a quienes crean positivo mantenerse bajo la
dominacin de un color y buscan obtener ms facilidades en su vida con una
piedra de tal correspondencia... mi planteo propone poner en duda estos
consejos.
"ELIJA LA PIEDRA DE SU SIGNO"
El cartelito comercial invita a la compra sin vueltas ni indagaciones,
colocndose como piedra sin alternativa a la que est ah, en Leo o Acuario, y
no hay otra. Mucha gente cree que cada signo tiene su piedra, una piedra,
cuando son varias por cada signo. En general, es por el color que est dada la
correspondencia, de modo que todas las piedras verdes -por ejemplo-
corresponden a Cncer, Libra y Tauro. Cncer es un signo de naturaleza
sensible y su afinidad al Reino Vegetal establece al color de la clorofila
(verde) como uno de los que le corresponden y que, al igual que el rosa, es
afn al chakra del corazn (tambin Cncer tiene piedras rosas, por esta razn,
as como blancas por la Luna). Para Tauro y Libra, el verde obedece a otra
razn: este color est en minerales de cobre, que es el metal de ambos signos.
Arbitrariamente, hay gente que se pone a colocar a las piedras en
clasificaciones astrolgicas sin ninguna lgica ni verdad de base. Al respecto,
el libro de Mansfeld seala:
"Cada joyero puede relatar casos de clientes que desean obtener la piedra
preciosa que le "corresponde", suponiendo que el joyero posee el
conocimiento pertinente. Sin embargo, este no es generalmente el caso. Para
satisfacer el deseo apremiante del pblico los joyeros hacen imprimir
LISTAS. Estas son publicaciones muy curiosas. All se dice p. ej.: El que ha
nacido en el mes de enero, debe llevar un zafiro como piedra del mes y el
hombre de febrero debe tener una amatista, etc. De qu depende, se pregunta
el pblico, que en una lista de un joyero no figuran las mismas piedras que en
la de otro joyero? Se quiere evitar que solamente 12 piedras preciosas sean
vendidas, mientras las 40 restantes no encontraran salida? La contestacin es
sta: Los joyeros para satisfacer las exigencias de sus clientes copian, en
general, los nombres de las piedras de algunas "obras" astrolgicas. Por
razones de economa no compran obras importantes, sino publicaciones
baratas. Todos los copiadores de obras de astrologa tienen la culpa de esto y
ms aun los autores de publicaciones "autnticas".
(...) Los autores no quieren confesar su IGNORANCIA en la materia y hacen disparates. El objeto principal de sus esfuerzos es ganarse el pan. No
son astrlogos serios, son escribientes de libros. Ellos copian de otros autores
y, a menudo, agregan lo que les parece conveniente. Los lectores son
engaados y se preguntan por qu las publicaciones astrolgicas difieren
justamente en la ciencia de las piedras preciosas y en la de los colores. La
cuestin es, en el fondo, muy sencilla: las equivocaciones son cometidas por
falta de conocimientos prcticos. Hay demasiada teora.
Dentro de numerosas clasificaciones de piedras de los signos que he
consultado, las que me parecieron ms convincentes en razn de cierta lgica
y fundamentacin, son la que hizo Mansfeld y la que casi medio siglo despus
encontr en una gua turstica de piedras de Minas Gerais, en 1988, extrada
del libro "Las piedras preciosas en la Economa Nacional" de Alpheu Diniz
Gonsalves. A diferencia de las disimilitudes que en general presentan las listas
que se publican, estas dos coinciden notablemente. La de Mansfeld parece
menos completa que la brasilea, pero sta agrega algunas piedras que no
parecen correctas en los signos a las que se les adjudica. Pero esto en una
mnima parte, que no desmerece la calidad del listado. Veamos ambas
clasificaciones:
SIGNO MANSFELD DINIZ GONSALVES
ARIES Rub
Espinela, rojo
palo, sin mezclas de colores
mbar, rojo
Cornalina, roja clara
Cornalina rosa
gata, ms o menos roja
Piedra de sangre de la Argentina, completamente roja Metal del Inca con hierro
Rub oriental
Rub Espinela violceo
palo sin irisacin
Rodonita
Diamante rosa
Zircn
Jaspe
TAURO Zafiro, rosa plido
Zircn, rosa plido
palo, rosa. Sin mezcla de colores.
Rosa del Inca, rosa plido
Jaspe, rosa plido
Hessonita, ms o menos roja Metal del Inca con cobre
Zafiro, tirando a rosa
Zircn, rosa claro
palo noble
Rodocrosita
Jaspe rosa
Granate
Amatista
Berilo Cuarzo rosa
GMINIS Diamante, amarillo
Crisoberilo, amarillo