Post on 12-Jul-2015
Palabras de presentación.
Un saludo cordial para cuantas personas visitan nuestra página.
Ahora que se ha cumplido un año de mi servicio como párroco, estamos en el empeño de
revitalizar y renovar este medio de comunicación. Por ello, considero que es el momento de
expresar por escrito lo que ya manifesté el día en que el Sr. Obispo me confió el cuidado pastoral
de esta querida parroquia de Ntra. Sra. del Carmen.
En las palabras de saludo-presentación le pedí al Señor sabiduría y misericordia para
cumplir mi tarea. Por encima de todo soy párroco, pastor, para utilizar la palabra del Evangelio.
Es mi vocación y la forma en que he querido realizar mi vida.
Pido sabiduría, que no es erudición ni sagacidad para salir airoso de los conflictos. El que
sabe de verdad tiene a Dios como centro de su vida, lo busca en todas sus acciones y constituye
su último horizonte. Creo que un párroco debe ayudar a buscarla como un tesoro, cosa imposible
si él mismo no la posee o, al menos, aspira a ella con todas sus fuerzas. Lo demás, la sabiduría
del mundo, es siempre secundaria.
Y pido misericordia, porque es el atributo que más admiro del Dios que se nos reveló en
Jesucristo: Dios es misericordioso: “ejerce su poder con el perdón y la misericordia”, dice una
preciosa oración. Quisiera yo poseer un corazón blando, capaz de no perder la capacidad de
ponerse en el lugar del que sufre y de sufrir con él. Un corazón parecido al de Dios.
Desde esta doble perspectiva asumí la tarea de ser coordinador de las distintas realidades
presentes y activas en nuestra parroquia, procurando que cada una pueda realizar sus funciones.
Pero, a la vez, ésta es también la casa de Dios -“Dumus Dei”, como reza en la fachada- , es decir,
un hogar con las puertas abiertas a todos sus hijos e hijas, también a quienes todavía no conocen
la bondad de Dios y andan perdidos tras otros dioses.
Conozco mis limitaciones, por ello pido al Señor, a los feligreses y a los seguidores de esta
página, indulgencia y comprensión.
Y que me reserven un rinconcito en sus oraciones.
José Palomas Agout, párroco.