Post on 04-Aug-2015
interviú
con la música aotra parte
Por J. M. AMILIBIA. Fotos: GERMÁN GALLEGO
Todavía le duele el cuerpo por la paliza que leprí^inaron diez o doce Jóvenes de la extrema derecha en plena Gran Vía, sin que nadie hiciera nada para impedirlo, sin que nadie levantara una mano ni lanzara un grito.
Paco de Lucia, el genial guitarrista, fue brutalmente agredido ante la indiferencia de cientos de personas, como cuentan los cronistas que suele ocurrir en Nueva York.
Ahora, cuando ya ha pasado tado, cuando Paco tiene serena la mirada y tranquila la palabra, cuando acaba de recibir un disco de oro por su grabación "Fuente y caudal", charlamos un rato.
—Me he hecho a la atenía —me dice Paco—<fe que me ha atropellado un coche. Mira, son unos fanáticos, unos locos. Y no puedo sentir hacia ellos ni tan siquiera odio, porque están locos. Pero no se puede vivir en un clima así. Es denigrante que un grupo de diez locos puedan imponer la violencia en plena calle sin que nadie haga nada...
CERCA DE LA IZQUIERDA Pide un "whisky". Habla con
las manos cogidas. La mdena rubia larga, los ojos daros, la voz suave y el tono comedido.- Hace algún tiempo Id en alguna parte, en una entrevista que se le hacía, que Paco estaba más cerca de la izquierda que de cualquier otra postura-.
—Trato de alejarme de los extremos, del fanatismo. Estoy de acuerdo con la izquierda en tanto que está en contra de la derecha, de una derecha que ya es ridicula... Yo quiero un socialismo que iguale a las gentes del país, pero no solamente económicamente, si-
"Mecasllo t^n ITMCO: ya no puedo con los pr^ut-cfcM̂ los ortodoxos del flamenco^ te tratBclón, los tópicos, los purismos estéticos e Inmovlllstas...".
no cutturaJmente también, que a mí me parece esto lo más importante, lo de la cultura, que de lo contrario no vamos a ninguna parte.
—¿Te han llamado de algún partido?
—No me han llamado de ninguno. No pienso apuntarme a ningún partido. Soy liberal. Soy liberal ante todo, y pienso que el socialismo está muy hiau Y si no me apunto a ningún partido es porque no me gustaría tener que llamar camarada a un señor que esté ideológicamente conmigo, pero humanamente, no.
—Te han negado d teatro Real para dar un conderto. ¿Crees que ha sido pcfr tu postura política?
—No lo sé... Me imagino que sí. Pienso que todavía queda en el teatro Real parte de ese reducto de la extrema derecha que se ha quedado con un dos y pico por ciento en las votaciones. Sí, es un porcenteye btyo, pero que va a dar mucha guerra. Me ha sentado fatal que me negartm el teatro. Parecía que habíamos conseguido algo, y resulta que estamos igual, pese a la democracia y todo eso... El Real e^á en manos de careta. No. no me esperaba una negativa,-sobre todo recordando que cuando actué allí me aplaudieron durante veinte minutos, que llené el teatro de gente viva, joven.
VIAJE A LA LIBERTAD ^
Se toca el dedo, d que le quedó mal después de la piíliza. Y me mira como didendo: "¿Qué quie-
interviú "Es Indignante que un grupo de diez locos pueda Imponer la violencia en plena calle sin que nadie haga na
da".
res que te diga? No entiendo nada...". El caso es que Paco se marcha a los Estados Unidos. Mientras algunos vuelven, uno, Paco, se va.
—¿Influye en tu decisión de marcharte todo esto que ha pasado?
—Sí, contribuye. Me voy por la atmósfera que se respira, que para mí se ha hecho ya irrespirable... Están los prejuicios, los or todoxos del flamenco, la tradición, los tópicos... Todo eso choca conmigo. Necesito aire fresco. Necesito trabajar sin trabas, sin purismos estáticos e inmovilistas. Los ortodoxos no han dejado de meterse conmigo desde que subí... He ido mucho a los Estados Unidos, me he ido haciendo a la idea de quedarme allí. Durante las primeras semanas sufres una especie de "shock" cultural; luego te encuentras muy bien: sé que puedo
sical decisivo, y a mí me interesa mucho todo eso. La raíz flamenca no me la va a quitar nadie, pero tengo mucho que ver y aprender en técnicas, sonidos, ritmos...
Un chupito de "whisky" y la mirada perdida en el aire... Me dice que le han propuesto formar un grupo y dar conciertos, que le han ofrecido trabajo con el grupo Santana, y que eso es muy interesante, porque hay que aprender, hay que ver, hay que airearse...
—¿Y no te da pena irte, Paco? —Cuando estoy fuera quiero
más a España. Pero la verdad es que se me ha quedado pequeño este país. No, no es que esté mal a todos los niveles. Me refiero a la evolución artística. Ya sabes, los puristas quieren que siga tocando lo mismo de siempre, que haga música de archivo, sin experimentar ni improvisar... El pueblo sí que ha estado conmigo, pero los intelectuales están un tanto des-
"Soy liberal y pienso que el socialismo está
muy bien".
decir y hacer lo que quiera, que no pasa nada. Aquí estoy siempre crispado, pensando en qué pensarán, si hago bien o hago mal, si molestaré, si tendré que pedir perdón por triunfar... Tengo ganas de meterme de lleno en el "jazz", que me parece un movimiento mu-
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humanizados en general. De lodos modos, pienso volver de vez en cuando... Mira, quiero aprender, quiero dar algunos conciertos y luego vivir, ver Brasil, ver la India, vivir, vivir... Aquí tengo que estar siempre mostrando y demostrando lo que soy. Y tengo
más necesidad de aprender que de mostrar. Además, llega un momento, cuando te muestras mucho, que te lo llegas a creer, y eso es negativo para un artista... Yo sólo quiero divertirme con mi música, sin tener la sensación de tener que trabajar con ella, de ser un esclavo de ella. Estoy en contra de hacer vida de estrella. Últimamente me ocurría algo muy triste: que con tantos compromisos no tenía tiempo de tocar la guitarra... Y aunque tocara para mí solo, me parecía que era para el público. Yo necesito tocar sin sentirme obligado a hacerlo, pero no todos los días y pensando en la gente... Yo quiero el pino, la taberna, la guitarra, los cuatro amigos... El invento comercial me
"Me han negado el teatro Real porque está en manos de carcas".
mata... En Estados Unidos ya se ha superado esto. Bob Dylan, por ejemplo, da un número de conciertos al año y luego desaparece... Así se puede crear.
Se irá allá por febrero. Y le gustaría irse casado con su novia, Casilda Várela. "Igual lo hago este mes, o el que viene, no sé...". El "whisky" se ha acabado y Paco remata:
—Quiero dar conciertos y vivir, no vivir para dar conciertos...