Post on 27-Jan-2016
Nuestro padre
Joaquín Rosselló i
Ferrà
Hará 100 años que nos dejó el P. Joaquín Rosselló y, sin embargo, sigue presente entre
nosotros como un padre entre sus hijos.
Queremos recordarlo como patriarca de nuestra fe, en la línea de los padres y madres del Pueblo de Dios, en el itinerario de nuestro
seguimiento de Jesús de Nazaret.
Como ellos, es un hombre de las montañas. De monte en monte podemos seguir las pistas
de su viaje espiritual.
Sube a la montaña,sube a la montaña,sube a la montañay verás al Señor.
Oye la llamada de su voz, no vuelvas la espalda
al redentor.Sube y sigue al Señor.
El te invitará a ser pobre.El te invitará a ser limpio,
a vivir, a morir, por un mundo mejor.
Todo aquel que sube llega,todo aquel que busca encuentra
la verdad que Jesús en el monte enseñó.
MONTE DE RANDA: LLAMADA A LA SOLEDAD
MONTE DE RANDA:
LLAMADA A LA SOLEDAD
“Agua para su cabeza y una fuente de lágrimas
para sus ojos, clamaban los antiguos profetas…
Adentrarse en el desierto, enterrarse en
una cueva suplicaban al Señor, cuando
presenciaban tantas prevaricaciones…
Verdaderamente yo no soy Isaías, ni Jeremías,
ni ninguno de los profetas. Puedo decir con San Pablo: Nadie
más pecador que yo (1 Tim 1,15).
Sin embargo, viendo la gran corrupción que invade las clases sociales, y que todos tienen un corazón duro;
escuchando la Palabra de Dios, he pedido frecuentemente, como los antiguos profetas, agua para
mi cabeza y una fuente de lágrimas para mis ojos. Hace mucho que rogaba al Señor poder retirarme al
desierto, un pequeño cobijo sobre un monte”
(Introducción de sus sermones)
El P. Joaquín sintió durante toda su vida una
fuerte llamada a la soledad. La esquivó como
pudo.
Fue a consultarlo hasta el mítico monte Carmelo, y siguió retrasando
la decisión.
Unos ocho años después, finalmente, el 19 de abril de 1890
lo dejó todo para retirarse a San Honorato
de Randa.
“El sacrificio fue muy costoso; pero por sus
resultados me convencí que resistir por más tiempo la voluntad de Dios, hubiera sido poner
obstáculos a las disposiciones de la
Divina Providencia”
“Por fe obedeció Abrahán a la
llamada de salir hacia el país que
había de recibir en herencia;
y salió sin saber
adónde iba…
Pues esperaba la ciudad construida
sobre cimientos cuyo arquitecto y
constructor es Dios”
Hebreos 11, 8.10
TABOR: MONTE DE LA CONTEMPLACIÓN
San Honorato fue el desierto
“donde Dios se comunica al alma”.
El obispo Cervera y el P. Joaquín lo
llamaron el monte
Tabor, el lugar del encuentro
místico y de la experiencia espiritual.
“Paso mis horas de oración y estudio, y en todas partes y por doquier vuelva la vista, no veo más que a
Dios, no oigo otra cosa que la voz de Dios, que en el fondo de mi alma me dice:
Ámame que yo te he amado y te amo… Ámame que son muy pocos, hoy día,
los que me aman…
Ámame que tengo
sed de amor, y no sé ya
a dónde acudir
para que se me la apague”
(Carta 12.8.1890)
San Honorato fue el lugar del pacto,
donde Dios le cambió el nombre.
Allá, un 17 agosto 1890,
le hizo Fundador
de un edificio espiritual,
Padre de un pueblo de
misioneros y misioneras.
“Por fe también Sara, aun pasada la edad, recibió vigor para concebir,
pues pensó que era fiel el que lo prometía. Así, de uno solo, a los efectos ya muerto,
se engendró una multitud como las estrellas del cielo” Heb 11,11-12
LLUC: DE CAMPAMENTO EN CAMPAMENTO
“Mientras vivimos en este mundo no
somos sino peregrinos,
y en calidad de tales, no hay que
fijarse en nada, sino en Dios…
El que piense hallar en este mundo las delicias del Tabor como San Pedro,
se engaña”
(Notas autobiográficas)
El prelado le pidió que volviera a dejarlo todo
y que la pequeña Congregación se hiciera cargo de Lluc,
un santuario mariano, lleno de problemas y
bullicio.
La obediencia fue muy costosa, pero
en abril de 1891 subieron a Lluc,
mientras el P. Joaquín repetía animoso: ¡Al
sacrificio, al sacrificio!
Lluc fue su gólgota y su calvario,
el lugar donde se sometió,
aprendiendo siempre
a obedecer durante diez
largos años.
“Con esa fe murieron todos ésos sin haber recibido lo prometido,
aunque viéndolo y saludándolo de lejos y confesándose peregrinos y forasteros en la tierra”
Heb 11,13
A los pies de la Virgen Morena se hizo grande el granito de mostaza
sembrado en San Honorato
LA REAL: MONTE MORIA: DIOS PROVEERÁ
Con el pelo blanco y las piernas débiles, el P. Joaquín envejecía
en el monasterio de La Real, como un patriarca
rodeado de hijos. Pero todavía le faltaba la prueba de fuego.
Hacia el 8 diciembre de 1909 le pidieron que
sacrificara su obra para unirse a la orden teatina.
“Absorto, suspenso y admirado escuchaba, sin osar desplegar
sus labios, pues le ponía en temor y sobresalto aquella
traza para él tan no pensada.
Mas en oyendo nombrar la autoridad del papa, el cardenal, involucrados en la proposición, pensando si sería precepto que debía acatar, por el camino de la naturaleza se abrió camino
su virtud, y con ademán señorial y respetuoso, quitando
el bonete de su cabeza, exclamó con rendimiento: “Voluntad de Dios será”.
Sin dudar un instante, ofreció lo que más
quería: la Congregación nacida de su ancianidad.
La Iglesia era primero.
El esfuerzo de la obediencia le provocó
otro ataque de diabetes, y entregó su alma el
20 de diciembre de 1909, con toda la confianza puesta en el Señor.
“Por fe sometido a prueba Abrahán, ofreció a Isaac, su hijo único...
pues pensó que Dios tiene poder para resucitar de la muerte”
Heb 11,19
“Todo esto les sucedía a ellos como figura, y se
escribió para advertirnos a los que
hemos alcanzado la
etapa final” 1 Cor 10,11.
Así todos quienes llamamos
nuestro padre al P. Joaquín
Rosselló caminaremos, como
él, el mismo itinerario de fe de la descendencia de
Abrahán.