Navidad enseñanzas del papa francisco no. 85

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Enseñanzas del Papa Francisco. No.85

El 15 de diciembre dijo en parte de su homilía: …El consumismo en Navidad no es la verdadera alegría: “no a la alegría del consumismo que nos lleva al 24 de

diciembre a todos con ansiedad, porque pensamos: 'Ah, me falta esto.... '. “No, esta no es la gloria de Dios”.

"la alegría de la Navidad es una alegría especial que no es sólo para el día de Navidad, es para toda la vida del cristiano.

Es una alegría serena, tranquila, una alegría que acompaña siempre al cristiano.

Incluso en los momentos difíciles, esta alegría se convierte en paz.

El cristiano no pierde nunca la paz, cuando es un verdadero cristiano, incluso en los sufrimientos. Esa paz es un don del

Señor' '.

… “La alegría en la vida cristiana: “La encontramos en la oración y en dar las gracias a Dios”…

El 16 de diciembre dijo: …Los que se arrepienten de sus pecados son los que pertenecen al

“pueblo de Dios” que posee las “tres características” de “humildad, pobreza, confianza en el Señor”. No obstante, están

también los que “no han aceptado la corrección, no han confiado en el Señor”.

“Si tu corazón no es un corazón arrepentido, si no escuchas al

Señor, no aceptas las correcciones

y no confías en Él, tienes un corazón no arrepentido”.

La humildad salva al hombre y la soberbia le hace perderse. Así, la verdad está en el que acepta la corrección y confía en

Dios. Al contrario, el soberbio es también arrogante,

cerrado e impermeable a la voz de Dios.

Un ejemplo:…Este juicio “nos da esperanza”,

un santo que pensaba haberle dado todo al Señor:“Escuchaba al Señor, hacía todo según su voluntad, daba al Señor y

el Señor: ‘Pero tú todavía no me has dado una cosa’.

Y el pobre era tan bueno y dice: ‘Pero Señor, ¿qué cosa no te he dado?’

Te he dado mi vida, trabajo para los pobres, trabajo para la catequesis, trabajo aquí, trabajo allá…

‘Pero tú no me has dado algo todavía’. ¿Qué, Señor?’ ‘Tus pecados’.

Cuando nosotros seamos capaces de decir al Señor: ‘Señor, estos son mis pecados

– no son de aquel, de aquel… son los míos. Tómalos Tú y así yo estaré salvado–

cuando nosotros seremos capaces de hacer esto, nosotros seremos aquel hermoso pueblo, ‘pueblo humilde y pobre’, que confía en el

nombre del Señor. El Señor nos conceda esta gracia”.

El 17 de diciembre dijo: … “La gran misión de la familia es “hacer lugar a Jesús que viene,

recibir a Jesús en la familia, en la persona de los hijos, del marido, de la esposa,

de los abuelos, porque Jesús está allí. Recibirlo allí, para que crezca espiritualmente en esa familia”.

…Al igual que sucedió en Nazaret con la vida de Jesús, también en la de cada persona se puede

“hacer que se transforme en normal el amor y no el odio, hacer que se transforme común la mutua ayuda,

no la indiferencia o la enemistad”.

Algunos consejos a las familias cristianas: “acoger a Jesús,

escucharlo, hablar con Él, custodiarlo, protegerlo, crecer con Él; y así mejorar

el mundo”.

…”Hacer espacio

“en nuestro corazón y en nuestras jornadas al Señor”,

como lo hicieron también María y José.

Pero “no fue fácil: ¡cuántas dificultades tuvieron

que superar! No era una familia fingida,

no era una familia irreal. La familia de Nazaret nos

compromete a redescubrir la vocación y la misión de la

familia, da toda familia”.

“La encarnación del Hijo de Dios abre un nuevo inicio en la historia universal del hombre y de la mujer.

Y este nuevo inicio acaece en el seno de una familia, en Nazaret. Jesús nació en una familia.

Él podía venir espectacularmente, o como un guerrero, un emperador…

“Dios ha elegido nacer en una familia humana,

que ha formado Él mismo. La ha formado en un apartado pueblo de la periferia del Imperio Romano. No en Roma, donde estaba la ciudad capital del Imperio, no en una gran

ciudad, sino en una periferia casi invisible,

o mejor dicho, más bien de mala fama”.

“Jesús permaneció en esa periferia por más de treinta años”,

tal y como cuenta el evangelista San Lucas…

El 17 de diciembre pidió “un momento de silencio” y “un Padrenuestro para orar juntos por las víctimas de los

inhumanos ataques terroristas ocurridos en los días pasados en Australia, Pakistán y Yemen”.

“El Señor acoja en su paz a los difuntos, reconforte a los familiares y convierta los corazones de los violentos que no se detienen ni

siquiera ante los niños”.

El 18 de diciembre dijo en parte de su homilía:

…“Dios quiso salvarnos en la historia”,

“nuestra salvación no es una salvación ascética,

de laboratorio …¡es histórica!”, pues “no hay una salvación sin

historia. Y para llegar al hoy hay una larga

historia, una historia larguísima”.

“Y así, paso a paso, se hace la historia.

Dios hace la historia, también nosotros la hacemos.

Y, cuando nos equivocamos, Dios corrige la historia

y nos lleva adelante, adelante siempre caminando con

nosotros. Si no tenemos claro esto, ¡nunca comprenderemos la

Navidad! ¡Nunca comprenderemos la

Encarnación del Verbo! ¡Nunca! Es toda una historia

que camina. …También ahora el Señor nos salva en la

historia.Y camina con su pueblo”.

…Dios elige personas “para ayudar a su pueblo a ir

adelante”, como Abraham, Moisés, Elías, para quienes

también hubo algunos momentos feos,

momentos oscuros, incómodos, fastidiosos.

Personas a las que les gustaría vivir tranquilas,

pero “el Señor incomoda. ¡El Señor nos incomoda para

hacer la historia! Y tantas veces nos hace

caminar por sendas que no queremos”.

Tanto que Moisés y Elías llegan a querer morir, pero

luego confían en el Señor.

Así, “otro momento feo en la historia de la salvación”. El de José que descubre que su

prometida, María, está encinta: “él sufre, ve que las mujeres de la aldea chismeaban en el mercado,

sufre. ‘Yo no la conozco. Es una mujer de

Dios, ¿qué me ha hecho? ¡No es posible!’ .

Si la acusa la lapidan.

Él no quiere eso, aunque no entiende. Sabe que María es incapaz de

infidelidad”. “En estos momentos feos,

estos elegidos de Dios, para hacer la historia deben tomar el

problema sobre sus espaldas, sin entender”. Así “el Señor hace la

historia”.

…“Hacer historia con su pueblo significa para Dios caminar y poner a prueba a sus elegidos”. Pero al final los salva,

“recordemos siempre, con confianza aún en los momentos más feos,

aun en los momentos de la enfermedad, cuando nos demos cuenta de que debemos pedir la extrema unción, porque no hay

más salida sino la de decir:

‘¡Señor, la historia no ha comenzado conmigo y no terminará conmigo!

Tú sigue adelante, yo estoy a disposición’. Y así ponernos en las manos del Señor ¿Qué nos enseñan pues los elegidos por

Dios?”.

“Que Dios camina con nosotros,

que Dios hace historia, que Dios nos pone a prueba y que Dios nos salva en los

momentos más feos, porque es nuestro Padre.

Y según Pablo es nuestro Papá.

Que el Señor nos haga comprender este misterio de su caminar con su

pueblo en la historia, de su poner a prueba a sus elegidos y la grandeza de

corazón de sus elegidos, que toman sobre sí los dolores,

los problemas, también la apariencia de pecadores

para l levar adelante la historia”.

El 19 de diciembre dijo: …Cuando la humanidad está extenuada, ya no puede caminar,

viene la gracia y viene el Hijo, y viene la Salvación. Y aquella creación agotada deja lugar a la nueva Creación…”.

“Esta ‘segunda’ Creación cuando la Tierra está agotada es el mensaje de hoy”. Nosotros esperamos a Aquel que “es capaz de recrear todas las cosas, de hacer nuevas las cosas. Esperamos la novedad de Dios”. Es

Navidad, “la novedad de Dios que vuelve a hacer, de modo maravilloso la Creación, y todas las cosas”.

El 19 de diciembre dijo: … “el Nacimiento y el árbol de Navidad, son

signos navideños siempre sugestivos y amados por

nuestras familias cristianas: recuerdan el misterio de la

encarnación, el Hijo unigénito de Dios que se

hizo hombre para salvarnos

y la luz que Jesús trajo al mundo con su nacimiento”.

…“Son una invitación a la unidad, a la concordia y a la paz;

una invitación a hacer sitio, en nuestra vida personal y social,

a Dios que no viene con arrogancia a imponer su potencia,

sino que nos ofrece su amor omnipotente a través de la frágil

figura de un Niño. El Belén y el Árbol traen,

por lo tanto, un mensaje de luz, de esperanza y de amor' '.

' 'El Mesías se hizo hombre y vino entre nosotros para disipar las

tinieblas del error y del pecado, trayendo a la humanidad su luz

divina. El mismo Jesús dirá:

' 'Yo soy la luz del mundo, el que me sigue no camina entre

tinieblas, s ino que tendrá la luz de la

vida' ' . Sigamos a esta Luz verdadera

para no extraviarnos y para dar, a nuestra vez, luz y calor a todos los que atraviesan momentos de

dificultad y oscuridad interior' ' .

El 20 de diciembre dijo: …“Muchas formas de pobreza de las que por desgracia está herido nuestro mundo; y revelan la miseria más peligrosa,

causa de todas las demás: la lejanía de Dios”

… “Es el Señor el que “señala la diferencia entre la

l ibertad del bien y la esclavitud del mal”

que puede lograr “obras buenas y traer alegría íntima,

capaz de irradiarla también sobre aquellos que nos son

cercanos”.

Es por ello que la presencia del Señor alarga los horizontes, cura los pensamientos y las emociones y nos da la fuerza necesaria para

superar dificultades y pruebas.“Allí donde está el Señor Jesús hay resurrección y vida”.

“Esta es la miseria ciega de considerar como propósito de la propia existencia la riqueza material, la búsqueda

del poder y del placer y de esclavizar la vida del prójimo para

conseguir estos objetivos”.

“La fe abre la puerta de la caridad haciéndonos que deseemos imitar a

Jesús” y “nos da el coraje para actuar con el

ejemplo del Buen Samaritano”.

El 21 de diciembre dijo al presidir hoy el rezo del Ángelus: …“Ante todo” la fe de María, “consiste en escuchar la Palabra de Dios para abandonarse a esta Palabra con plena disponibilidad de

mente y de corazón”.

“Al responder al Ángel María dijo:

‘Yo soy la sierva del Señor, que se cumpla en mí lo que has

dicho’. En su ‘sí’ l leno de fe, María no sabe por cuáles caminos deberá

aventurarse, cuáles dolores deberá padecer, cuáles riesgos

afrontar. Pero es consciente que es el

Señor quien pide y ella se fía totalmente de Él, se abandona a

su amor. Ésta es la fe de María”.

“otro aspecto es la capacidad de la Madre de Cristo de

reconocer el tiempo de Dios. María es aquella que ha hecho posible la encarnación del Hijo de Dios, ‘revelando un misterio

que fue guardado en secreto desde la eternidad’”.

María, “ha hecho posible la encarnación del Verbo gracias precisamente a su ‘sí’

humilde y valiente. María nos enseña a comprender el

momento favorable en que Jesús pasa por nuestra vida y pide una respuesta rápida y

generosa”.

“Y Jesús pasa. En efecto, el misterio del nacimiento de Jesús en Belén, que se produjo históricamente hace ya más de dos mil años, se produce como evento espiritual, en el

‘hoy’ de la Liturgia”.

“el Verbo, que encontró morada en el seno virginal de María,

en la celebración de la Navidad viene a llamar nuevamente al corazón de cada cristiano. Pasa y llama. Cada uno de

nosotros está llamado a responder, como María, con un ‘sí’ personal y sincero, poniéndose plenamente a disposición de

Dios y de su misericordia, de su amor”.

“Eh, cuántas veces Jesús pasa por nuestra vida. Y cuántas veces nos

envía un ángel. Y cuántas veces no nos damos cuenta,

porque estamos tan ocupados e inmersos en nuestros pensamientos,

en nuestros asuntos e incluso, en estos días, en nuestra preparación de la Navidad, que no nos damos

cuenta que Él pasa y llama a la puerta de nuestro

corazón pidiendo acogida, pidiendo un ‘sí’, como el de

María”.

“un santo decía: ‘Tengo temor de que el Señor pase’.

¿Saben por qué tenía temor? Temor de no darse cuenta y dejarlo pasar”.

“Cuando nosotros sentimos en nuestro corazón:

…sentir ganas de ser mejor, las ganas de permanecer más cerca de los demás, de Dios”.

“Si tú sientes esto, detente. Allí está el Señor.

Y ve a rezar, tal vez a la Confesión. …Pero acuérdate bien, si tú sientes esas ganas de mejorar,

es Él quien llama. No lo dejes pasar”.

“En el misterio de la Navidad, junto a María está la

silenciosa presencia de San José, tal como es representada en todo pesebre…”.

“El ejemplo de María y de José es para todos nosotros una invitación a recibir acoger, con total apertura del alma a

Jesús, que por amor se ha hecho nuestro hermano”.

“Viene a traer al mundo el don de la paz:

‘En la tierra, paz a los hombres que él ama’,

como anunciaron a coro los ángeles a los pastores. El don precioso de la

Navidad es la paz, y Cristo es nuestra paz verdadera. Y Cristo llama a nuestros corazones para darnos la paz. La paz del alma.

Abramos las puertas a Cristo”.

“Nos encomendamos a la intercesión de nuestra Madre y de San José, para vivir una Navidad verdaderamente cristiana, l ibres de toda mundanidad, dispuestos a acoger al Salvador,

el Dios-con-nosotros”.

“Les deseo a todos una Navidad de esperanza, con las puertas abiertas al Señor,

una Navidad de alegría y de fraternidad”.

“No se olviden por favor, de rezar por mí…¡Hasta pronto!”.

 En twitter dijo:

¡Qué importante es aprender a escuchar! El diálogo entre esposos es esencial para que una familia viva

en paz.

El Señor lo ha dicho claramente: No se puede servir a dos amos.

O Dios o las riquezas.

Para que Jesús sea el centro de nuestra vida, es necesario ponernos en su presencia ante el Sagrario.

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