MILAGROS DE JESUS N 6 "LA MULTIPLICACION DE LOS PANES"

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Enseñanzas sobre los milagros de Jesús.

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Este milagro aparece en los cuatro

evangelios, igual que la resurrección de

Jesús, esto nos hace ver lo importante de

esta señal.

Los primeros cuatro versículos presentan

el espacio, el tiempo y los personajes,

para darnos a conocer las razones del

obrar de Jesús.

Lugar: al otro lado del mar de

Galilea el de Tiberias.

Personajes: Una gran multitud y

sus discípulos.

Tiempo: Estaba cerca a la Pascua,

la fiesta de los judíos

Dios es soberano. El

dispone cuándo, con

quién y cómo obra su

voluntad.

Juan 6: 1-15

Después de esto, Jesús fue al otro lado del

mar de Galilea, el de Tiberias. 2Y le seguía

gran multitud, porque veían las señales que

hacía en los enfermos. 3

Entonces subió Jesús

a un monte, y se sentó allí con sus discípulos. 4Y estaba cerca la pascua, la fiesta de los

judíos. 5

Cuando alzó Jesús los ojos, y vio que

había venido a él gran multitud, dijo a Felipe:

¿De dónde compraremos pan para que coman

éstos? 6

Pero esto decía para probarle; porque

él sabía lo que había de hacer. 7Felipe le

respondió: Doscientos denarios de pan no

bastarían para que cada uno de ellos tomase

un poco.

8

Uno de sus discípulos, Andrés, hermano de Simón Pedro,

le dijo: 9

Aquí está un muchacho, que tiene cinco panes de

cebada y dos pececillos; mas ¿qué es esto para tantos? 10

Entonces Jesús dijo: Haced recostar la gente. Y había

mucha hierba en aquel lugar; y se recostaron como en

número de cinco mil varones. 11

Y tomó Jesús aquellos

panes, y habiendo dado gracias, los repartió entre los

discípulos, y los discípulos entre los que estaban

recostados; asimismo de los peces, cuanto querían. 12

Y

cuando se hubieron saciado, dijo a sus discípulos:

Recoged los pedazos que sobraron, para que no se pierda

nada. 13

Recogieron, pues, y llenaron doce cestas de

pedazos, que de los cinco panes de cebada sobraron a los

que habían comido. 14

Aquellos hombres entonces, viendo

la señal que Jesús había hecho, dijeron: Este

verdaderamente es el profeta que había de venir al mundo. 15

Pero entendiendo Jesús que iban a venir para

apoderarse de él y hacerle rey, volvió a retirarse al monte

él solo.

El discípulo Juan señala que el

milagro se realiza cuando estaba

cercano el día de la Pascua.

En la Pascua se comía pan sin

levadura, y les recordaba su

caminar por el desierto, y cómo

Dios los sustentaba con el maná.

Este milagro al producirse antes

que la fiesta de los judíos, nos

ilustra la enseñanza de que Cristo

es el Pan de Vida, y no el pan sin

levadura que comían en la fiesta

de la Pascua.

Juan siempre menciona las fiestas

judías y quiere mostrar la forma en que

Jesús es la respuesta a aquello que las

fiestas representan, con el propósito de

que dejen los ritos y la religiosidad;

dando un especial énfasis a lo que

representa Jesús, con quien debemos

tener una relación profunda y estrecha.

Jesús vio que vino a EL una gran

multitud y quiso alimentarlos.

El hombre siempre tiene hambre

porque a raíz del pecado hay un

vacío en el corazón de cada

persona y que solamente puede

ser llenado por El.

En el corazón del hombre hay un

hambre por una relación correcta con

Dios y solo podrá ser satisfecha por

medio de nuestro Señor Jesucristo.

JESUS SIEMPRE SERA LA RESPUESTA

A NUESTROS DESEOS MAS

PROFUNDOS.

• Jesús estaba cansado y agotado

de la presión de enfrentar a la

multitud día tras día.

• Buscó refugio al otro lado del lago

en la cima de la montaña.

• Necesitaba tiempo para estar con

su Padre y sus discípulos (era el

tiempo de la Pascua)

La imagen es Jesús sentado en la

montaña, alzando sus ojos,

descansando en sus rodillas y

viendo una gran multitud que lo

seguía.

Jesús quería satisfacer las

necesidades de los hombres,

incluso de la minúscula necesidad

de perderse una comida.

La multitud estaba cansada,

hambrienta y estaban en una

región montañosa, donde no había

posibilidad de encontrar comida.

La multitud estaba tan

desesperada por seguir a Jesús

que simplemente se olvidó de

comer

Jesús siente compasión

por quienes

desesperadamente lo

buscan y postergan sus

necesidades por estar con

EL.

Jesús le pregunta a Felipe: ¿ de

dónde compraremos pan para que

esta gente coma? Vs. 5.

Felipe responde: ni con el salario

de ocho meses podríamos

comprar suficiente pan para dar

de comer a cada uno (NVI).

Dada la multitud de gente tal vez

el calculo fue correcto y su

respuesta fue acertada, pero fue

una mala contestación, porque

dejó fuera a Jesús de su cálculo

matemático.

No debemos dejar a Dios

fuera de nuestros

cálculos.

No hay nada que Dios no

pueda solucionar.

Tan igual como Felipe muchas veces

queremos enfrentar los problemas,

según nuestra perspectiva y

nuestras fuerzas:

Vemos sólo los recursos disponibles

Destacamos la imposibilidad de la

situación.

Nos desesperamos por los pocos

recursos.

Nos hundimos en la desesperanza.

Cristo tenía que enseñarle a sus

discípulos que una fe pesimista no

ve a Dios ni al poder de Dios.

La fe verdadera profesa la

creencia de que Cristo tiene poder

de satisfacer todas las

necesidades de los hombres.

La verdadera fe se

centra en el poder de

Dios, no en lo grande

del problema.

Jesús quería enseñar a sus

discípulos que no hay problema

tan grande que no pueda

solucionarlo.

2. NO HAY PERSONA TAN PEQUEÑA

PARA NO SER USADA

Los versos 8 y 9 se refieren que un

muchacho tenía cinco panes de

cebada y dos pececillos

(evidentemente era su provisión

personal).

El pan de cebada era la comida

ordinaria de los pobre, era más

barato que el pan de trigo, y era del

grano que se cosechaba primero.

Los pescados eran secos o

preservados para comer con pan.

Los pescados eran como una

golosina para que entre mejor el

pan.

La cantidad era escasa y el que lo

traía era un jovencito, sin embargo

Jesús hizo un gran milagro; el

desenvolvimiento de los hechos nos

enseñan cómo debemos obrar para

ver señales:

a. Entregar todo a Jesús.

El muchacho tenía hambre pero

entregó todo lo que tenía a

Jesús. No se reservó nada.

EL es el TODO y quiere

todo de ti, no una

parte.

b. Jesús recibe lo que se le

entrega.

Cuando entregamos algo a Jesús

EL lo recibe.

EL te pide lo que tienes no lo que

no tienes.

Cuando se lo entregas recién

llega ese milagro.

El muchacho entregó a Jesús los

panes y los peces.

Jesús tenía algo, una provisión, un

don, un sacrificio, un recurso -

aunque pequeño – lo que el

muchacho le había dado y confió

plenamente en El y lo colocó a sus

pies para que lo usara como

quisiera.

El confió en el poder de Jesús.

Para recibir primero

tienes que dar.

Primero se siembra

luego se cosecha.

c. Utilizados por Jesús

Dios siempre quiere utilizarnos

Jesús utilizó al muchacho que no

tenía mayor capacidad

intelectual, experiencia,

conocimiento, etc.

Jesús también utilizó a sus

discípulos para que repartiesen

los alimentos.

Dios no hace acepción

de personas.

A todos utiliza.

3. NO HAY UN HAMBRE TAN PROFUNDA

COMO PARA NO SER SATISFECHA

Jesús realizó dos

multiplicaciones de los

panes con diferentes

características; los cuales

tienen enseñanzas para

nosotros.

Este milagro lo hizo con cinco panes. El

número 5 es simbólico para los judíos

pues representaba el Pentateuco (es

decir, los cinco primeros libros de la

Biblia), que contenían la Ley de Moisés,

y que eran el alimento de su alma.

Jesús, al multiplicar los 5 panes, y

como dice la Escritura, “al quedar

saciados”, les dice: que Él es el

nuevo alimento que reemplaza la

antigua Ley.

Cristo dio la provisión (el nuevo

pan) a los discípulos. No para

consumirlos, sino para

distribuirlos.

Los discípulos distribuyeron el

alimento y dieron de comer a la

gente.

Fueron una parte vital dentro de

los planes del Señor.

Así también nosotros habiendo

recibido el pan de vida (Cristo)

debemos repartirlo a las personas

que tengan hambre de EL.

Jesús había alimentado y sanado

a mucha gente. Había satisfecho

sus necesidades de salud y

comida.

Por tanto querían coronarlo como

rey de sus vidas.

No querían volver a estar

enfermos y a tener hambre, no

mientras vivieran.

Vieron en Jesús la posibilidad de un

Mesías terrenal, humano, que podía

proveer:

Alimento para su hambre.

Sanidad para su enfermedad.

Liberación de sus pruebas.

Consuelo para sus tristezas.

Paz para sus inquietudes

Victoria sobre sus enemigos, etc.

Jesús puede ayudar a cualquier

persona en toda situación.

El problema de la gente es su

deseo de una satisfacción terrenal

y humana; piensan en términos de

lo físico, lo material y no en lo

espiritual.

La preocupación del Señor es

básicamente espiritual: fuerza y

bendiciones espirituales las que

duran por siempre.

Esa es la razón por las que los

hombres abandonan a Jesús (vs.

14 y 15).

Jesús exige la negación del yo y la

separación del mundo.