Post on 07-Oct-2018
La sostenibilidad en las playas turísticas de Colombia
Netty Huertas
Universidad Tecnológica de Bolívar – Universidad de Girona
nhuertas@unitecnologica.edu.co
Tania Jiménez
Universidad Tecnológica de Bolívar – Universidad Autónoma de Madrid
tjimenez@unitecnologica.edu.co
Temática: Desarrollo, gobernanza y turismo
Resumen
La importancia ambiental y económica de los destinos de litoral, ha venido aumentando y en la
actualidad es la forma privilegiada para el desarrollo turístico y el flujo de turistas internacionales.
En Colombia son reconocidas las playas de San Andrés, el Parque Tayrona y La Guajira por
considerarse como las más bonitas del país, no obstante de acuerdo con el número de turistas,
son las playas de Cartagena las que más visitas reciben, entretanto Las Aguadas -ubicada en el
Parque Nacional Natural Utría- es la primera playa nacional en certificar el cumplimiento de
requisitos mínimos de calidad y sostenibilidad para implementar en áreas protegidas, ¿cuáles son
las diferencias entre ellas para que esto suceda? Es la pregunta que se pretende responder con
este trabajo.
El objetivo de este documento es evaluar los requisitos de sostenibilidad de los destinos turísticos
de playa de cuatro departamentos: Bolívar, La Guajira, San Andrés, y Chocó, (escogiendo una
playa que representa a cada uno de los departamentos), utilizando como herramienta
metodológica los lineamientos de la NTS- TS 001-2 que busca la certificación de los destinos
turísticos de playa. Consiguientemente este estudio determinará los desafíos que tiene el país en
materia de turismo sostenible en las zonas costeras.
La principal conclusión es que el turismo de sol y playa, normalmente identificado como turismo
masivo, puede causar graves impactos, especialmente ambientales, por ello la tarea en Colombia
será empezar a trabajar de manera rigurosa en los procesos conducentes a la certificación de
playas, incluso adhiriéndose a certificaciones internacionales como las Banderas Azules; labor
en la que ha de participar, tanto, el gobierno, como los pobladores y también autoridades
internacionales en pos de la preservación de la calidad medioambiental de las zonas costeras,
su desarrollo de forma sostenible y su permanencia en el tiempo. Para ello, antes se debe iniciar
con un arduo proceso de concientización en los individuos, las empresas y las comunidades para
cuidar de los recursos naturales y las fuentes hídricas para las futuras generaciones.
Palabras clave: turismo de sol y playa, turismo sostenible, certificación turística, banderas
azules
Introducción
El modelo turístico tradicional de sol y playa ha empezado a revaluarse; cada día los turistas
tienen exigencias ambientales más altas, al tiempo que buscan un mayor atractivo paisajístico;
razón por la cual han surgido certificaciones de calidad turística que evalúan diferentes aspectos
(económicos, socio-culturales y medioambientales) en la prestación de servicios, en la seguridad
y en la atención al bañista. De esto son conscientes las entidades oficiales, consecuentemente
el gobierno nacional en su Plan Sectorial de Turismo 2011 – 2014 denominado “Turismo: factor
de prosperidad para Colombia” advierte la calidad como un objetivo a conseguir en cada uno de
los servicios turísticos ofertados, y en el Plan Nacional de Desarrollo 2010-2014: “Prosperidad
para todos”, se define la importancia del turismo de sol y playa para el crecimiento de la nación;
en tal sentido existe una amplia preocupación por el impulso de un turismo de sol y playa de
calidad.
La siguiente disertación constituye el resultado de una primera revisión para la evaluación de los
requisitos de sostenibilidad (de acuerdo con la NTS- TS 001-2) de los destinos turísticos de playa
de cuatro departamentos colombianos: Bolívar, La Guajira, San Andrés, y Chocó, con el fin de
determinar los retos del turismo en las zonas costeras. Con esta finalidad se utilizó como
metodología una amplia revisión de fuentes secundarias, además del proceso de observación-
participante, producto de las experiencias turísticas de las autoras, lo que significa que este es
un estudio de corte cualitativo que hace uso de métodos etnográficos para la recolección de
información.
Este documento realizado especialmente para el Congreso Internacional de Investigación en
Turismo tiene como propósito evidenciar los hallazgos de este proceso académico de evaluación
en su primera etapa de análisis exploratorio; para ello se ha organizado iniciando con una visión
teórica sobre el turismo, en particular el turismo sostenible y de los destinos de sol y playa.
Posteriormente, se especifica la normatividad para certificar playas a nivel internacional y
nacional, haciendo especial énfasis en la norma colombiana para destinos turísticos de playa
(NTS –TS 001- 2); luego se analizan los casos de 4 departamentos colombianos que están
ubicados en las costas colombianas, tres de ellos de la Región Caribe y uno del Pacifico; para
finalmente - de acuerdo con el análisis de toda la información previa - concluir sobre los desafíos
que tienen los destinos de litoral de Colombia para desarrollar el turismo de sol y playa de forma
sostenible.
1. Metodología
1.1. Pregunta de investigación
Este trabajo de investigación pretende dar respuesta a las siguientes preguntas: ¿Cuáles son las
normas existentes, para un proceso de certificación de playas, que den indicio sobre la calidad
del turismo desarrollado? ¿Cuáles son las principales playas de los departamentos en estudio?
¿Cuáles son las características de estos destinos de sol y playa? ¿Cuáles son las diferencias
entre los destinos estudiados? ¿Podrían ser certificados de acuerdo con la norma colombiana
para destinos turísticos de playa (NTS –TS 001- 2)?.
No obstante lo anterior, la pregunta más importante a responder en el trabajo es: ¿Cuáles son
los desafíos que enfrentan las zonas costeras del país para que el turismo de sol y playa sea
desarrollado de forma sostenible?
1.2. Objetivos
El objetivo general de este trabajo de investigación consiste en determinar los desafíos de los
destinos de litoral en Colombia para que el turismo de sol y playa cumpla con unos estándares
mínimos de calidad y puedan ser certificados como sostenibles.
Los objetivos específicos son:
- Construir un marco teórico para los tópicos abordados en el documento como son turismo
sostenible, destinos de sol y playa, certificaciones y requisitos de sostenibilidad para
dichos destinos.
- Realizar un análisis exploratorio para la evaluación de los requisitos de sostenibilidad de los
destinos turísticos de playa de cuatro departamentos de Colombia: Bolívar, La Guajira,
San Andrés, y Chocó.
1.3. Metodología
Para la recopilación de la información se acudió a la revisión bibliográfica a través de fuentes
secundarias; de la misma forma se utilizaron observaciones realizadas a través del proceso de
observación-participante, gracias a la oportunidad que han tenido las autoras de visitar algunas
de las playas de los departamentos analizados. Para el proceso de evaluación de los casos,
inicialmente se propuso el análisis a través de los requisitos de sostenibilidad contemplados en
la norma colombiana para destinos turísticos de playa (NTS –TS 001- 2); sin embargo debido a
la gran cantidad de variables a evaluar fue necesario realizar un análisis diferente, de corte
cualitativo e histórico del desarrollo del turismo, en las zonas a examinar. Así, el trabajo tiene un
enfoque descriptivo – analítico con el ánimo de finalizar con propuestas para enfrentar los
desafíos con miras al desarrollo de un verdadero turismo sostenible en los destinos de litoral
colombiano.
2. Turismo, sostenibilidad y desarrollo local
El turismo es concebido como una actividad cuyos resultados (positivos o negativos) tienen un
impacto de alcance multidimensional. La relación entre demanda y oferta turística, involucra
diversos mercados (artesanal, restaurantes, comercios, hoteles, patrimonio cultural, parques y
santuarios naturales, entre otros), constituyéndose en una oportunidad para el estímulo de la
competitividad del territorio.
Efectivamente, son abundantes los trabajos que explican la incidencia del turismo en el
crecimiento económico, encontrándose en la literatura, experiencias exitosas de su contribución
al desarrollo local de una comunidad (Cazes, 1996) (Brida, Pereyra, Such, & Zapata, 2008).
Ahora bien, de forma paralela a estos resultados positivos, desde los años setenta se ha
empezado a estudiar con especial énfasis, las evidencias de los efectos del turismo en los
aspectos socio-culturales, económicos y ambientales; muchos de esos análisis arrojaron
resultados desalentadores, como el de Turner & Ash, 1975 (Rojas , 2005) (Anderek, Valentine,
Knopf, & Vogt, 2005) (Santana, 1997). Debido a ello, los gobernantes -en todo el mundo- han
ido percatándose de la importancia de conjugar el servicio turístico y el crecimiento económico
que genera, con los criterios de sostenibilidad.
La actividad turística, entonces, no sólo es una fuente de ingresos sino un motor de progreso para
la población, ya sea en entornos rurales, urbanos o de sol y playa. Ahora bien, para procurar que
este servicio continúe impactando positivamente el territorio, se debe incluir dentro de las
políticas, planes y los programas turísticos, principios sostenibles tal y como lo expresa la
Organización Mundial del Turismo, que en 1998 avanzó en el concepto del turismo sostenible al
concebirlo como “aquel que conduce a la gestión de todos los recursos de tal forma que permita
satisfacer todas las necesidades económicas, sociales y estéticas, manteniendo la integridad
cultural, los procesos ecológicos esenciales, la diversidad biológica y los sistemas que apoyan la
vida” (Bien, 2006)
2.1. Una visión multidimensional
Para que resulte sostenible el desarrollo turístico - al igual que en cualquier otro mercado de
bienes o servicios que involucre el desarrollo local - se incluyen varios aspectos, como por
ejemplo: Comercio justo (los agentes del mercado ofrecen bienes y servicios bajo precios no
sujetos a distorsiones por causa de la manipulación o acuerdos entre oferentes); toma de
conciencia ecológica (las personas reconocen la importancia de mitigar el impacto a los
ecosistemas por el consumo de los recursos de la naturaleza); reconocimiento del valor de los
activos culturales del territorio (los demandantes y oferentes procuran la preservación y cuidado
del patrimonio, tradiciones culturales, e identidad de sus habitantes); inclusión productiva (la
comunidad local participa activamente como agente oferente de los recursos que posee el ámbito
local) convirtiéndose en un mercado sujeto al sentido de responsabilidad social.
Como bien lo resume Melara (2009) el concepto de turismo sostenible,
Se trata de un diseño estratégico, que incorpora: las fronteras marginales de ganancias de los
consumidores, la responsabilidad corporativa en equilibrio con sus beneficios económicos y los
márgenes ecológicos y social cultural.
Es decir se busca armonizar: el nivel de beneficios a los visitantes (atractividad del destino turístico
y sus productos para que retornen los turistas); la responsabilidad corporativa (que acepta
regulaciones, políticas, principios); que toma en cuenta los impactos ecológicos (agotamiento agua,
suelo y aire y las transformaciones materiales y simbólicas del paisaje) y la aceptabilidad social
(respuestas emocionales y la imagen pública). (Melara, pág. 9)
En otras palabras, la sostenibilidad de los destinos turísticos requiere un proceso de planeación
e integración de diferentes actores (turistas, empresas locales, comunidad e instituciones
gubernamentales del orden local y nacional) para que en conjunto y con una visión
multidimensional puedan entender las dinámicas socioculturales, económicas, ambientales e
incluso políticas que el turismo puede implicar.
2.2. El destino de sol y playa
Tradicionalmente se ha considerado a la playa como uno de los activos medioambientales más
importantes de las zonas costeras, pues atesora una gran riqueza biológica, a la vez que suele
considerarse como pilar fundamental de la actividad turística en muchos países (Yepes, 1999).
El incremento del turismo hacia los destinos de sol y playa a lo largo del tiempo, ha ocasionado
graves detrimentos al ecosistema local, gracias al denominado modelo fordista de desarrollo
turístico. Hoy día, preocupados porque las zonas costeras sean sostenibles se propone la
existencia de un plan - desde su base - que prepare adecuadamente tanto a la comunidad como
al territorio; este último en términos de su infraestructura, adecuación del terreno, recursos
naturales disponibles, delimitación de espacios adecuados para el uso y disfrute, restricción de
espacios para la contemplación del paisaje únicamente. En concreto, se definen los límites de la
localidad, de acuerdo con sus características y al igual que en cualquier práctica turística se
requiere la planificación de diversos aspectos, tales como la oferta de los activos ambientales (el
uso de espacio y recursos naturales) y culturales del territorio; la infraestructura y logística
(alojamiento, transporte y alimentación básica), pero también de seguridad humana (mitigación
de riesgos a la salud y bienestar de las personas); este último de competencia en mayor medida
de la institución pública local (Jiménez, 2014).
La afluencia masiva de turistas a las playas puede causar una gran vulnerabilidad en estas áreas;
por lo tanto, si se quiere proteger el recurso natural, la administración pública local está obligada
a establecer regulaciones y controles para el uso, conservación y preservación de las zonas
costeras. Dentro de estas medidas de control de la actividad turística caben políticas basadas en
la disuasión al turista y también (Melara, 2009) el ordenamiento de las actividades turísticas y
económicas,
“la regulación de la presión sobre el territorio a través de un proceso de ordenamiento de las
actividades turísticas y económicas, lo que implica tener conocimiento de la capacidad de carga
turística (físico-ambiental, económica, social y política). El cálculo de la capacidad de carga supone
en muchos atractivos turísticos, el punto de partida para el control del flujo de visitantes y para
orientar la gestión hacia la sostenibilidad” (Melara, 2009, pág. 11).
Así las cosas, la reglamentación se ha de centrar en el uso adecuado de los recursos - ya sean
naturales o humanos-; en la preservación de las manifestaciones culturales y de los sitios
naturales, y finalmente, en el cuidado de la infraestructura, todo ello en cumplimiento de los
criterios de sostenibilidad. Para lograr estos objetivos, la regulación se basa en procesos de
certificación y acreditación que buscan el establecimiento de: requerimientos mínimos;
estándares y tarifas; defensa del consumidor; garantía de calidad y garantía de seguridad (Rojas
, 2005). Una certificación es el patrón de referencia para estimar la calidad del litoral, es la
herramienta que le permite saber a las empresas, instituciones, comunidades locales y a los
demandantes del mercado turístico, que el recurso costero contiene las características para
satisfacer sus necesidades multidimensionales y conllevar al desarrollo local.
3. Certificaciones Internacionales para destinos de sol y playa
Varias instituciones, organizaciones y expertos han desarrollado programas de certificación cuyo
fin es medir -de la mejor forma- la mayoría de los aspectos que inciden en el proceso de
elaboración, distribución, consumo y disposición de residuos de un producto (o servicio) turístico.
Los criterios que se analizan son diversos: van desde la calidad, pasando por aspectos
socioculturales y económicos, hasta aspectos relativos a la preservación de la seguridad y el
bienestar de las personas. La importancia de estas mediciones, surge a partir de los resultados
obtenidos, pues con ellos se establecen planes de mejora bajo el fundamento de la recompensa
(tangible o intangible) por efectuar los cambios necesarios.
3.1. Europa
Si bien es cierto que la historia de la certificación no es reciente, si lo es la evaluación de los
aspectos ecológicos ligados a la promoción del turismo, la cual tuvo una de sus primeras
apariciones en la década de los ochenta. “La certificación ambiental de servicios turísticos
empezó en Europa con la Campaña de Bandera Azul para las playas de Dinamarca, en 1987
(ahora a nivel global)” (Bien, 2006).
La campaña Bandera Azul promueve el desarrollo sostenible de las zonas litorales, procurando
el apoyo entre el sector turístico y el ambiental; comprende requisitos que se integran en cuatro
ámbitos: calidad de las aguas, seguridad y servicios, gestión ambiental e información y educación
ambiental. Así, el ondear la Bandera Azul significa que la playa cumple con garantías tanto a nivel
ambiental (condiciones higiénicas, sanitarias y ambientales), seguridad y bienestar para sus
usuarios y calidad de los servicios, que son exigidos por la legislación vigente. A pesar del
reconocimiento de la Bandera Azul a nivel mundial, se puede considerar como un instrumento
para playas urbanizadas y muy concurridas, que cumplen con los requisitos exigidos “pero sin un
compromiso de contribución a la mejora continua de su estado natural y del medio ambiente en
general” (Fraguell, Martí, & Pintó, 2012).
Por lo anterior, en los últimos años, verbigracia municipios españoles han optado por nuevas
certificaciones alternativas buscando una acreditación que pueda ser usada como herramienta
de gestión adaptable a las complejidades de manejo y singularidades de sus playas, al tiempo
que permite la innovación y diferenciación en términos de sostenibilidad ambiental del turismo.
Estos nuevos Sistemas de Gestión Ambiental (SGA), como son el Reglamento europeo EMAS
(Eco‐Management and Audit Scheme) y la norma internacional ISO 14001, además de ser
adecuados a las necesidades de la gestión integrada de playas, también identifican los principales
impactos y elaboran proyectos de mejora continua del comportamiento ambiental de los servicios
e instalaciones de uso público. Sin embargo, sus beneficios son poco percibidos por el turista al
punto que no se convierten en un estandarte de promoción turística; por ello los municipios con
litorales muy urbanizados y profundamente transformados prefieren combinar ambas
certificaciones (la bandera azul y los SGA), complementando los beneficios que les aportan una
y otra.
Cada día se eleva la conciencia por la problemática asociada al incremento descontrolado de la
demanda de servicios turísticos, lo cual ha impulsado el desarrollo de programas de certificación
para los diferentes tipos de turismo. Estos SGA nacen cuando se convierten en relevantes los
nuevos conceptos de sostenibilidad, competitividad, ecología, evaluación de impactos, y se
integran en el discurso de las políticas de gestión turística; produciendo la crisis del turismo de
masas (mediados de los 80), gracias a la conciencia de que el turismo ejerce presión sobre
algunos recursos frágiles como las playas.
3.2. América Latina
Las certificaciones para el destino de sol y playa en la región de América Latina tienen como fin
el Manejo Integrado Costero (MIC) en el cual se integran los intereses de los diferentes actores
en un territorio, creándose un espacio para la concertación y la coordinación de los sectores
involucrados; en tal sentido su enfoque se encuentra estrechamente ligado con los objetivos de
Desarrollo Sostenible, en el que no solo se evalúan las dimensiones económica y ambiental, sino
también el mejoramiento de las características socio – culturales del territorio y la oportunidad
para la participación libre de los actores intervinientes.
El estudio de Zielinski & Díaz (2014) revela datos preocupantes para Latinoamérica, relacionados
con los aspectos socio-culturales: el principal resultado fue que prácticamente esta variable es
inexistente en los Esquemas de Certificación de Playas Turísticas (ECP). El trabajo de estos
autores buscaba analizar el grado de cumplimiento de los objetivos socio-culturales y de
participación por parte de los ECP en Latinoamérica; para lo cual en la primera etapa
establecieron los objetivos específicos del MIC en la dimensión socio-cultural y de participación
(objeto de dicho estudio) – basándose en la revisión de diversos autores. En particular, dichos
objetivos fueron:
Realizar monitoreo de las condiciones sociales de la zona costera
Asegurar la participación de todas las partes interesadas, en especial organizaciones
no gubernamentales (ONGs) y organizaciones basadas en la comunidad (OBCs)
Asegurar niveles adecuados de formación de los profesionales a cargo del MIC
Incrementar la conciencia pública sobre la sostenibilidad ambiental y sociocultural
del litoral
Mantener una dinámica equitativa de la población
Mantener la integridad cultural
Posteriormente, en una segunda etapa, Zielinski & Díaz convirtieron los objetivos en condiciones
de cumplimiento aplicadas a playas; una vez realizada la conversión, compararon las condiciones
de cumplimiento y requerimientos con los ECP de América Latina (Anexo 1). Fruto de este
proceso de investigación se demuestra que en los ECP de esta región, los objetivos socio-
culturales están ausentes; la participación de la comunidad es muy débil, sin dejar de lado que
en la mayoría de las certificaciones no se incluye la capacitación ambiental y profesional para
personal que trabaja en la playa, como requisito clave para la mejora continua de los territorios y
la productividad del personal.
Finalmente, el estudio destaca entre sus hallazgos: i) la reciente aplicación de los ECP en
América Latina. Uruguay fue el primer lugar en utilizar su certificación Playa Natural en el 2003;
ii) las entidades promotoras de las certificaciones han sido las ONG ambientales y los institutos
de normalización, no las entidades públicas, como cabría esperarse; iii) la amplia diversidad de
categorías en la que se agrupan los requisitos a evaluar. (Botero, Zielinsky, & Noguera, 2012)
4. Requisitos de sostenibilidad para destinos turísticos de playa en Colombia
En el año 2005, la Universidad Externado de Colombia firmó un convenio con el Instituto
Colombiano de Normas Técnicas (ICONTEC) para crear la Unidad Sectorial de Normalización en
Turismo Sostenible (USNTS). Según lo consignado en el documento de Reunión de Alcaldes de
Municipios Costeros del Caribe, en septiembre de 2012, la Misión de la USNTS es el diseño y
difusión de las normas técnicas y criterios de sostenibilidad para prestadores de servicios
turísticos y destinos turísticos de Colombia.
En este esfuerzo conjunto por lograr el mejoramiento de la calidad en términos ambientales; en
materia de las condiciones de vida de la población local y en relación con el servicio a los
visitantes, ya son varias las Normas Técnicas Sectoriales que se han publicado (MINCIT, 2012),
entre las que se destacan los Requisitos de Sostenibilidad para establecimientos de alojamiento
y hospedaje (NTS TS 002), para agencia de viajes (NTS TS 003), para establecimientos
gastronómicos (NTS TS 004), para empresas de transporte automotor especializado, empresas
operadoras de chivas y otros vehículos automotores que presten servicio de transporte turístico
(NTS TS 005), para destinos turísticos (NTS TS 001 - 1) y para destinos turísticos de playa (NTS
TS 001 - 2), norma de especial interés para este trabajo. (MINCIT, 2012)
La NTS – TS 001-2 establece los requisitos de sostenibilidad para los destinos turísticos de playa,
cuyo resultado se logró con la participación de diversas entidades organizadas en el comité
técnico establecido para este fin (Comité técnico de sostenibilidad no. 211). Los requisitos se
integran en siete áreas: legales, organizacionales (sistema de gestión), territoriales, ambientales,
socio-culturales, económicos y de seguridad. (Anexo 2), las cuales a su vez se dividen en 40
componentes. La premisa es que el destino turístico debe cumplir con el 100% de los requisitos
establecidos, si desea certificarse.
5. Análisis de casos: Bolívar, La Guajira, San Andrés, y Chocó
Colombia cuenta con una línea de costa de 3.882 kilómetros (Caribe insular 52 km, Caribe
continental 1642 km y Pacífico 2.188 km), en la cual se ubican playas con gran diversidad
biológica y sus ecosistemas asociados (manglares, arrecifes coralinos, entre otros) de valor
paisajístico significativo que suponen una ventaja competitiva y se convierten en grandes
atractivos para los turistas nacionales y extranjeros que en cada temporada turística las visitan
(MINCIT, 2011)
Los destinos de sol y playa con mayor circulación de turistas en Colombia son Cartagena, San
Andrés isla y en menor medida, La Guajira y el Chocó. Sin embargo, esta actividad turística ha
carecido de procesos de planeación y de manejo ambiental de ecosistemas extremadamente
dinámicos como son las playas. Los principales destinos turísticos (localizados en el litoral Caribe)
surgieron a finales de los sesenta gracias a que la industria de la construcción privilegió la
edificación de hoteles e inmuebles de propiedad horizontal muy cercanos a la línea de costa; con
ello proliferaron comercios, restaurantes y demás mercados que usufructuaron los bienes de uso
público, y en algunos casos terminaron con su apropiación de forma indebida. Lo más grave ha
sido el inadecuado o carente tratamiento de vertimiento de residuos que ha traído como
consecuencia la degradación de la playa y los recursos naturales que le circundan.
En particular los 4 departamentos de análisis de este trabajo disfrutan de una variada oferta de
playas para el turismo (Tabla 1); Bolívar, La Guajira y San Andrés se ubican en el litoral Caribe
colombiano y tan solo el departamento del Chocó también posee playas en el Pacífico; las cuales
tienen diferencias con respecto a las localizadas en el Caribe, por ejemplo, el clima lluvioso (hasta
4.000 mm/anuales), el comportamiento de las corrientes y marea con carreras de hasta 5,5
metros - afectando la costa, especialmente las playas -, donde se llevan a cabo actividades eco-
turísticas (más que turismo de sol y playa), pues en esta zona se presentan los procesos de
reproducción y nacimiento de ballenas jorobadas, principalmente en destinos como Bahía Solano
y Nuquí. Así, las principales actividades son el avistamiento de ballenas, de tortugas y las
caminatas ecológicas, organizadas en su mayoría por la comunidad nativa. (MINCIT, 2011)
Tabla 1. Playas en la zona de estudio
DEPARTAMENTO PLAYA TURÍSTICA
Bolívar Galerazamba y Santa Catalina de Alejandría. Cartagena D.T.C.H: Bocagrande, Castillogrande, Marbella, La Boquilla, Manzanillo, Playa linda (Tierrabomba), Playa Blanca (Barú). Parque Nacional Natural Corales Islas del Rosario y San Bernardo: Islas del Rosario, Islas de San Bernardo, Isla Fuerte, Múcura
La Guajira Bahía de Riohacha, Cabo de la Vela, Pilón de Azúcar, Playa del Ojo de Agua, Playa de Pusheo, La Isla (Bahía Hondita), Mayapo
San Andrés, Providencia y Santa Catalina
San Andrés: San Luis, Bahía Sardina, North End, Islotes Acuario, Haynes Cay, Johnny Cay, Cayo Bolívar. Providencia: Bahía de Agua Dulce, Manzanillo, Playas del Suroeste, Islote Cayo Cangrejo.
Chocó En la Costa Caribe: Capurganá, Sapzurro, Triganá, Cabo Tiburón, Acandí y Playona.
En la Costa Pacífica: Ensenada de Utría, Arusí, Cabo Corrientes y Tribugá.
Bahía Solano: Playas El Almejal, Potes, Paridera, Flores y Punta Huina. Nuquí: Playas del sur, Guachalito, Coquí.
Fuente: Elaboración propia con los datos del MINCIT (2011)
Por otra parte, en el litoral Caribe las aguas son transparentes y cálidas gracias al clima tropical
húmedo (con sol la mayor parte del año), los sedimentos son de una tonalidad clara, la
biodiversidad se asocia a los arrecifes de origen coralino (concentrándose en el archipiélago de
San Andrés, Providencia y Santa Catalina cerca del 80%, donde además se observan los
arrecifes más complejos y más desarrollados), favoreciendo la práctica de deportes náuticos
como natación, buceo, snorkeling y surfing. Lo anterior sumado a entornos histórico-culturales,
la ubicación fuera de zonas de influencia de huracanes y la conectividad con importantes núcleos
urbanos han propiciado el desarrollo turístico del producto de “sol y playa”.
Pese lo anterior, varios motivos restringen la competitividad de estas playas turísticas: la falta de
ordenamiento y planificación de las playas por la falta de coordinación de los entes institucionales
que se encargan de la gestión de las playas; unido a invasión de zonas marino-costeras tanto por
personas como por complejos turísticos; el comercio informal fusionado con la falta de
conocimiento para la prestación de un servicio adecuado y de calidad; exceso de turistas que
superan la capacidad de carga y que traen consigo el uso inadecuado de la playa y problemas
de seguridad; además de problemas ambientales como procesos de erosión de las playas (por
ejemplo las playas de Crespo, Bocagrande y Castillogrande en Cartagena, y San Luis y Sprat
Bay en San Andrés) y el inadecuado manejo de residuos sólidos -en algunos de los municipios-
logrando altas concentraciones de contaminantes orgánicos, inorgánicos y microbiológicos en las
aguas de baño (debido a vertimientos domésticos e industriales).
Tourism Consultig realizó un estudio sobre el perfil del turista en las principales ciudades emisoras
de turismo en Colombia1, y una de los apartados a evaluar fue sobre la preferencia de los destinos
nacionales; algunos de los resultados son de interés para este trabajo (Unión Temporal Turismo
Bolinorsagua, 2012):
- Los destinos de sol y playa concentran la mayor parte del turismo nacional, siendo
Cartagena (26.1%) el principal destino. San Andrés representa el 9.6%. (pág. 286)
- San Andrés ocupa el primer lugar (18,5%) de los destinos que los turistas nacionales
desearían visitar en los siguientes 5 años: seguido de Cartagena (13,9%); mientras que
La Guajira estuvo en los últimos niveles de recordación (6.2%) (pág. 290), y Chocó ni
siquiera fue mencionado.
- Para los destinos potenciales, se indagó sobre palabras de asociación que describiera
dicho destino (Tabla 2), destaca el reconocimiento de San Andrés y Cartagena como
destinos de sol y playa, mientras que La Guajira es más reconocida como destino cultural;
1 Para el estudio se realizaron en total 1.050 encuestas, en las principales ciudades emisoras de turismo en Colombia: Bogotá (22.6%), Medellín (21.2%), Barranquilla (17.7%), Bucaramanga (17.6%) y Cali (29.9%)
en los aspectos negativos, la inseguridad fue nombrada en todos los destinos. (págs.
292-293)
Tabla 2. Palabras de asociación para los destinos con mayor potencial
Destino Asociación positiva Asociación negativa
San Andrés Mar Bonito Cultura
Playa Isla
Riesgo Costoso
Inseguridad Aislado
Cartagena Mar Bonito Turismo
Playa Historia
Pobreza Playas sucias
Inseguridad Prostitución
La Guajira Cultura Desierto Indígenas
Paisaje Bonito
Transporte Costoso
Inseguridad Acceso
Chocó NA NA
Fuente: Elaboración propia con los datos de (Unión Temporal Turismo Bolinorsagua, 2012)
A continuación se hará una breve valuación histórica recorriendo cada uno de los departamentos
de interés en este trabajo, para lo cual se analizarán de acuerdo al nivel de preferencia de los
turistas nacionales.
Cuando la Isla de San Andrés fue declarada puerto libre (en el año 1953) se impulsó el comercio,
y con ello se fomentó una oferta turística para satisfacer las necesidades de una demanda
inclinada hacia las compras. Este modelo de puerto libre produjo efectos positivos en lo
económico, pero también trajo consigo efectos negativos: la superpoblación en la isla; el
crecimiento urbanístico sin organización; el deterioro medio ambiental, por las mayores
demandas en materia de servicios públicos (energía, suministro de agua potable y alcantarillado),
afectando negativamente la sostenibilidad de los recursos naturales, principalmente del agua
subterránea; las ventas ambulantes como una amenaza para la conservación del espacio público;
todo ello aunado a debilidades como la falta de consolidación de la vocación turística del destino
y la débil articulación para el posicionamiento del destino en el mercado internacional, han traído
problemas para la sostenibilidad del territorio. Hoy, gracias a la apertura económica, el modelo
turístico de compras decayó, por tanto fue necesario fomentar otras fuentes alternativas basadas
en el potencial existente tales como la cultura, el ecoturismo y el turismo náutico, buscando
convertirse en un destino turístico de mayor calidad con unos atractivos diferenciales, en el que
la implementación del Plan Maestro de Turismo (2002) y el Plan de Ordenamiento Territorial,
junto con la voluntad del Gobierno, gremios y la comunidad en general han logrado dar un giro,
alcanzando la recuperación de espacios públicos y la construcción y mantenimiento de
infraestructuras públicas turísticas. Sin embargo, aún faltan tareas que acometer debido a que
las condiciones de insularidad, la ubicación geográfica, el ser islas oceánicas pequeñas y las
condiciones socio-económicas del territorio, incrementan su vulnerabilidad. El Archipiélago
presenta unas condiciones de vulnerabilidad importante ante el cambio climático, por recurso
hídrico, ascenso el nivel del mar y mayor intensidad y extensión de fenómenos erosivos en las
líneas de costa. Además posee zonas de riesgo identificadas en el POT desde el 2003, con
familias que requerirían ser reubicadas en zonas seguras (Aproximadamente 259 familias del Cliff
y School House entre otras de Sound Bay y Back Road) (Gobernación de San Andrés,
Providencia y Santa Catalina , 2012).
El centro histórico de Cartagena de Indias, se certificó bajo la norma NTS-001 como destino
turístico sostenible, proceso liderado por la Corporación de Turismo, en el que participaron
instituciones públicas y privadas, organizados en mesas de trabajo constituidas en función de las
dimensiones del desarrollo sostenible: Ambiental, Social y Económica (Alcaldía de Cartagena de
Indias, 2013). La ciudad es reconocida por su industria turística generadora de riqueza para
pobres y ricos, sin embargo, existen escenarios naturales como las playas, los cuerpos de agua
internos (laguna de San Lázaro, laguna del Cabrero, ciénaga de las Quintas y ciénaga de la
Virgen) en estado de abandono y con una creciente e indebida ocupación del espacio público
para actividades económicas formales e informales. Dentro de la jurisdicción del Distrito Turístico
y Cultural de Cartagena de Indias se encuentra el Parque Nacional Natural Los Corales del
Rosario y de San Bernardo, con gran importancia ecológica por los diferentes ecosistemas
marinos y costeros que presentan una alta productividad natural y diversidad biológica. No
obstante esto, existen varias problemáticas que se deben solucionar para que las playas sean
un destino sostenible: el turismo se ha desarrollado de forma desordenada ejerciendo presión
sobre los recursos naturales; existencia de gran número de pobladores quienes demandan
recursos del área protegida para subsistencia; falta mayor compromiso y presencia de las
autoridades competentes; aporte continuo de sedimentos procedentes del Canal del Dique y el
Rio Sinú sobre los ecosistemas marinos, - especialmente los arrecifes coralinos- más los
impactos del ascenso del nivel del mar (erosión costera y el retroceso de las playas) afectan el
sistema de humedales costeros; por último y no por ello menos importante, la deficiente
formación y capacitación del recurso humano al servicio del turismo, la alta informalidad del sector
turístico del departamento y la falta de acciones de preservación del patrimonio cultural y natural,
base para el turismo. (Gobernación de Bolívar, 2012)
En el departamento de La Guajira el turismo se ha incrementado en los últimos años; sin
embargo, por falta de planificación de esta actividad, ya empiezan a verse los impactos negativos
que puede generarse cuando no se maneja adecuadamente, razón por la cual en el 2012 se
trabajó el Plan De Desarrollo Turístico de La Guajira. La playa más reconocida es el Cabo de la
Vela, cuya población se estructura de manera lineal sobre la playa, lugar desértico de particular
belleza, y poca densidad poblacional. Los indígenas Wayuu allí localizados con el gobierno
nacional realizan planes que permiten la práctica del ecoturismo para preservar su belleza natural,
además ofrecen sus rancherías como opción de vivienda, prestan el servicio de restaurantes, de
tiendas de artesanías, y productos varios; este territorio cuenta además de la playa, con atractivos
turísticos como el Pilón de Azúcar, el Cerro Pantú, el Parque eólico, Ojo de Agua, El Morro y El
Faro. Sin embargo, presenta falencias en los servicios públicos: la electricidad funciona de 6 de
la tarde a 6 de la mañana; el agua llega a través de camiones; no hay servicio de alcantarillado;
sólo algunas compañías de celulares tienen cobertura. Tampoco hay servicio de socorristas, ni
avisos de información acerca del estado del mar, algunos de los prestadores presenta fallas en
el servicio al cliente, debido a la poca capacitación que se tiene al respecto y los planes de
expansión de la actividad minera están transformando el territorio, generando un impacto
ambiental negativo sobre los ecosistemas, lo que empeora por la poca sensibilidad y compromiso
de los actores con la preservación y la sostenibilidad ambiental, sumado a la desarticulación
institucional en algunos sectores. (Unión Temporal Turismo Bolinorsagua, 2012)
A pesar de que Chocó no fue considerado como destino potencial para los colombianos y quizás
gracias a ello, es allí donde se encuentra la primera Playa certificada en Turismo Sostenible del
país: Las Aguadas en el Parque Nacional Natural Utría garantizando parámetros de
sostenibilidad ambiental, sociocultural y económica. Esta playa “fue sometida a una extensa lista
de verificación en temáticas como planes de manejo ambiental y ordenamiento eco-turístico,
estrategia de sostenibilidad, información y sensibilización para visitantes y turistas, así como la
medición de su satisfacción, en temas ambientales, el monitoreo de calidad del agua del mar y la
arena, además del control de los residuos, entre otros” (Huertas, 2014). Llegar allí significó un
trabajo arduo durante varios años, no solo de autoridades locales y nacionales, sino también del
involucramiento de la comunidad (tanto en la planificación e implementación de actividades
turísticas, como en temas fundamentales de capacitación), además de la conservación y
preservación de la riqueza natural y cultural del territorio, lo que se ha logrado gracias a que
afortunadamente no es un destino donde se desarrolla un turismo masivo que se ofrece el
producto de sol y playa, sino más bien es un destino para los eco-turistas preocupados por el
cuidado del medio ambiente.
A manera de corolario, estos 4 casos muestran diferencias en su desarrollo, en la forma de
estructurar el destino, dejando en evidencia que alrededor del uso y aprovechamiento de las
playas turísticas, se ha conformado una actividad económica importante; algunos han
conformado pequeñas organizaciones empresariales; otros se han organizado y fomentado el
desarrollo de grandes complejos turísticos, y muchos otros han aprovechado para realizar
actividades informales que se desarrollan de forma empírica, sin el conocimiento de niveles
adecuados de prestación de servicios turísticos ni implementación de buenas prácticas en
materia de calidad. De la forma como se aborden y la estrategia que se implemente puede
terminar afectando positiva o negativamente la calidad del destino.
6. Desafíos del turismo en las zonas costeras
Luego del recorrido por las playas turísticas, y más como un estudio exploratorio por los
departamentos seleccionados de Colombia, se observa que existen varios desafíos para que los
destinos de litoral sean considerados sostenibles, entre ellos se pueden mencionar:
- Como primera medida la necesidad del involucramiento de las Instituciones de Educación
Superior para el fortalecimiento de las redes de investigación tanto para la gestión
ambiental de las playas como para el monitoreo de las diferentes variables de los requisitos
ambientales establecidas en la norma.
- La necesidad de un trabajo interinstitucional (Ministerio de Medio Ambiente, Vivienda y
Desarrollo Territorial, Ministerio de Educación, Ministerio de Comercio, Industria y
Turismo) para la cualificación de los prestadores de servicios turísticos y el desarrollo de
una conciencia ambiental en busca de la preservación del medio ambiente en las zonas
marino-costeras, labor a realizarse con los turistas y las comunidades locales.
- Unido a lo anterior, la participación de las comunidades es fundamental para verdaderos
procesos de desarrollo turístico sostenible. Son ellas las que pueden validar la construcción
de los Planes de Ordenamiento Territorial, colaborar en la implementación de destinos
turísticos sostenibles y el fortalecimiento de los productos turísticos de playa. En otras
palabras, se requiere un trabajo conjunto de los diversos actores.
- Las playas de Colombia poseen ventajas comparativas gracias a la posición geográfica, a
la tibieza de sus aguas y a su posición privilegiada en términos de biodiversidad; lo que
significa que se debe pensar en un Plan Nacional de Playas de tal forma que se impulse
la certificación de todas las playas.
- La capacidad de carga es un tema esencial para la certificación de las playas turísticas,
por tanto se debe iniciar por la realización de estudios que sirvan para determinar la
capacidad de carga de los diferentes destinos de litoral.
La gestión de las playas turísticas y la operación de unidades productivas deben tener como
propósito no solo estimular la oferta del servicio y atraer la demanda, sino también mitigar los
impactos negativos en el ecosistema, buscar la mejora continua en la calidad del servicio y el
producto turístico ofrecido; y por supuesto, lograr una mayor eficiencia en el desempeño
económico. En los cuatro estudios de casos, se hace necesario observar el impacto
multidimensional (económico, social, ambiental y cultural) del turismo, tanto en las comunidades
locales (como oferente y demandante de la actividad), como en el turista (como agente
demandante) y en los demás (empresas, asociaciones, entre otros) oferentes de productos y
servicios.
Conclusiones
El turismo de sol y playa ha sido la forma privilegiada para el crecimiento y desarrollo del turismo.
Con los nuevos lineamientos del desarrollo sostenible, que buscan mitigar los impactos negativos
que ha traído el turismo de masas, han surgido nuevas certificaciones y acreditaciones para
involucrar las dimensiones del desarrollo (económicas, socio- culturales y ambientales), además
de velar por la seguridad e integridad de los bañistas. No obstante, de acuerdo con el trabajo
realizado por Zielinski y Díaz (2014), las variables socio-culturales deben ser incluidas en mayor
medida en las certificaciones de playas para Latinoamérica.
En Colombia, Las Aguadas -ubicada en el Parque Nacional Natural Utría- fue la primera playa
nacional en certificar el cumplimiento de requisitos mínimos de calidad y sostenibilidad para
implementar en áreas protegidas, sin embargo este destino no goza de reconocimiento por parte
de los destinos más importantes a nivel nacional; factor que paradójicamente ha contribuido en
la sostenibilidad del destino, pues gracias a que no es un destino tan “reconocido”, por tanto no
es tan “visitado”, permitiendo que su riqueza ambiental y cultural se preserve. Otro factor que ha
sido transcendental para el otorgamiento de este sello, ha sido la participación activa de las
comunidades en el desarrollo turístico de los municipios de Nuquí y Bahía Solano.
Aunque son varios los desafíos impuestos para el desarrollo del turismo en las zonas costeras,
vale la pena destacar la vinculación entre gobierno, pobladores y autoridades nacionales e
internacionales, para realizar un verdadero trabajo conjunto de los diversos actores, entre los
cuales la academia juega un papel fundamental para el desarrollo de investigaciones y redes que
impulsen un turismo sostenible en las playas del país.
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Anexo 3. Cumplimiento de los objetivos MIC por parte de los ECP Latinoamericanos
ASPECTO DE CONFORMIDAD DEL OBJETIVO MIC
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1. Se monitorea las condiciones sociales, haciendo ajustes rutinarios en el sistema de gestión.
2. El organismo de administración (Órgano Gestor) de la playa garantiza la libre y voluntaria participación de los diferentes actores que hacen presencia en la playa.
3. Se asegura el cumplimiento de los acuerdos que hagan las partes interesadas en la gestión de la playa.
4. Los intervinientes tienen garantizada la representatividad en el órgano Gestor, según las diferentes actividades presentes en la playa.
5. El personal que trabaja en la playa está capacitado para desarrollar su labor con idoneidad
1 1
6. Existe un programa interno de capacitación en aspectos ligados a la gestión de playa
1 0.5 0.5
7. Se tiene en cuenta la arquitectura tradicional para la construcción de la infraestructura
1
8. Toda la información escrita en la playa está también en el idioma(s) nativo hablado en la zona de influencia
9. En la toma de decisiones se respeta la propiedad y valor tradicional del territorio
1
10. En el caso de las playas de uso compartido se mantiene el derecho de acceso a los recursos costeros y marinos por las comunidades asentadas en la zona
1
11. Se proponen estrategias para limitar la emigración forzada de comunidades indígenas y locales, y fomentar su involucración en las actividades económicas de la playa
12. Los recursos del patrimonio cultural/histórico costero (arquitectura, artes tradicionales, comida, artes de pesca, etc.) están identificados y protegidos
1
13. La información sobre la problemática ambiental en playas está disponible al público en la playa.
1 1 1 1 1 1 1 1
14. Se realizan periódicamente actos mediáticos que cubran temas costeros
1 1 1 1 1 1 1
15. En las actividades de divulgación se incluye información sobre manejo integrado costero, gestión integrada de playas y las certificaciones (costos/beneficios)
16. Las oportunidades de recreación son libres, así como el acceso a la playa
1 1 1 1 1 1
17. Existen accesos para las personas con movilidad reducida 1 1 1 1 1 1 1
18. La playa tiene un impacto positivo sobre el estatus económico de los residentes de la zona
1 1
19. La playa cuenta con una política clara y estrategias específicas para fomentar la responsabilidad social empresarial
Número total de Objetivos cumplidos (X de 20 aspectos)
4
4
1
4
4
4
8.5
6
5.5
Porcentaje del cumplimiento de los aspectos (x aspectos / 20 x 100%)
30.6
12.5
19.4
34.7
24.3
15.3
50.0
26.4
32.6
Fuente: Tomado de (Zielinski & Díaz, 2014, pág. 164)
Anexo 4. Requisitos de Sostenibilidad para los destinos turísticos de playa
REQUISITO COMPONENTES
Requisitos legales Diseño, implementación y mantenimiento de procedimiento documentado para identificar, tener acceso y evaluar periódicamente el cumplimiento de la legislación que le sea aplicable. SI incluye comunidad étnica se debe realizar el proceso de consulta previa (Convenio 169 OIT).
Sistema de gestión para la sostenibilidad
a. Líder de sostenibilidad y definición de responsables b. Política de sostenibilidad c. Programas de gestión para la sostenibilidad d. Información y sensibilización e. Documentación f. Mejora Continua g. Capacitación y entrenamiento
Delimitación territorial del destino turístico de playa
a. Zona de servicios turísticos. b. Zona del sistema de enlace y articulación del espacio público. c. Zona de transición. d. Zona de reposo. e. Zona activa. f. Zona de bañista g. Zona para deportes náuticos. h. Zona para tránsito de embarcaciones.
Requisitos ambientales
a. Calidad de agua de mar. b. Vertimientos c. Calidad del material constitutivo de la playa. d. Manejo de residuos sólidos. e. Manejo y conservación de ecosistemas marino – costeros. f. Uso eficiente del agua. g. Uso eficiente de la energía. h. Otros impactos ambientales.
Requisitos socioculturales
a. Sensibilización e información. b. Organización de vendedores ambulantes. c. Prevención de riesgos sociales. d. Promoción del patrimonio cultural local. e. Comunidades indígenas, negras y raizales. f. Número de turistas.
Requisitos económicos
a. Imagen y promoción. b. Manipulación y manejo higiénico de alimentos. c. Satisfacción del turista. d. Generación de empleo y desarrollo de la capacidad empresarial. e. Capacitación
Seguridad a. Seguridad turística b. Plan de seguridad turística c. Señalización de la playa d. Plan de emergencias y contingencias e. Prevención y atención de desastres
Fuente: Elaboración propia con los datos contenidos en la NTS – TS 001 – 2