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7/25/2019 La Espiral Incesante Entrevista a Gastn Baquero
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7/25/2019 La Espiral Incesante Entrevista a Gastn Baquero
2/6
al
universo, y reducir el fabuloso escenario
que se nos ofrece con el viv ir, en una mins
cula y torpe autobiografa constante. El nar
cisismo
de
los viejos es, quizs, una impo
sic in de la naturaleza, de la fisiologa, pero
intelectualmente es lo ms dctestabl e (y lo
ms frecuente) que
quepa
imaginar.
De aqu viene mi rechazo a las preguntas
de tipo personal en una entrevista que se supo
ne centrar su inters
en
lo literario. Hablar
de uno mismo es una prueba de mala edu
cac in, una falta de respeto a las estrellas
Todas las vidas humanas son, ms o menos,
iguales, montonas y
ll
enas de serv idum
bres aje nas a la inteligencia. Lo que impor
ta, o debe importar, es la creacin, el esfuer
zo attstico, la bsqueda
de
una clave o llave
para abrir las puertas de lo misterioso, de
lo
extrao. Valery en
se que
a las dimen
siones conocidas hay que aadir una cuar
ta dimensin: lo Extrao.
2.- Desde
Poemas y Saul sobre la espa-
da hasta Magias e
Illvencion
es Qu
momentos de esa evolucin considera de
especial importancia?
Nunca he pensado en mi evolucin cre
adora . Supongo
que
existe.
que
se ha pro
ducido,
como
se produce el desarrollo fsi
co de la
ni
ez a la vetustez. Puesto a pen
sar en esto, creo, como t
odo
fatalista, que
en realidad escribimos siempre el mismo
poema, con ropaje ms o menos distinto. Lo
que
de
Vivaldi dijo Stravinsky,
que
no haba
escrito se iscientos
conc
iertos, s
in
o seis-
c ientas veces el mismo co ncierto, es apli
cable
a
todo y
a todo e l
mundo.
porqu e
sie
mpre llevamos encima nuestra biografa
comp
leta, y no podemos,
jams,
salirnos
de ella.
Nadie
puede saltar fuera
de
su
sombra . Hay matices de co mpla
ce
ncia o
regodeo en el yo (esto es lo
que
hace inso
portables a los romnticos), y
se
da, en los
que llamo genios, la gran batalla c readora,
la lucha contra la imposicin del
yo
y de la
biografa sob re las ideas y sobre la estti
ca. Por eso es Goelhe un c ls ico, no un
romn
t
co. Goethe, co
mo
Bach, como Mozart,
co
mo Haydn, no llora sus penas meramen
te humanas y corrientes. Goelhe no es
un
hombre
vu
lgar.
Volviendo a la
id
ea de evolucin,
que
pre
fiero llamar proceso de aprendizaje de l
oficio
y
perfeccionamiento , o de bsque
da de perfeccionar, de mejorar , no puedo
juzgar. No s s i los poemas del ao Tal son
mejores o peores que los de l ao ms Cual.
42 T
C >
Gastn aquero
Cu
nd o es un
poema mejor que otro?
Mejoren qu y para qu? Eso de el mejor
es
cuestin
de
gustos p
ersona
les. H
ab
lan
do
otra vez
de
mi, digo que
co
n
ozco
per
sonas que
co
nsideran
Discurso de la rosa
el Villa/ha lo mejor
que
he escrito, y ta m
bin conozco personas que Wn tonto j uicio
lo
aplican
a
Saul sobre Sil espada
o a
Octubre.
En esto
de
la evol ucin yo
me
encuentro,
desde hace tiempo, demasiado estancado
en lo mismo, en la repeticin
de
una frmula.
Parece inevitable que lleguemos a un
momen
to en el que ya no asimilamos nada lluevo.
no aprendemos nada, y nos volvemos repe
titivos y montonos. Es por eso por lo que
l
eer por
largo tiempo un libro
de
poesa, sea
de quien sea. acaba por aburrir y hasta
por
irritar.
Q
ui n
aguanta
dos horas de l
ec
tura de Whitman, o media hora de Jorge Gui
l
n, o tres horas de Rilke?
Escribo poco, y publico menos, porque hace
tiempo que me siento atrapado, encarce la
do por e l ofic io del seor Baquero. En c
in
cuenta o ms aos de poesa no he
evo
lu
cionado nada. Esto
me
enfurece, ha
go
cul
pable a mi ineptitud natural, a
in
cu ltura, o
a falta de imaginacin, de esta repeticin tan
molesta
y
tan visible
en
mis poemas.
Se
cambia
un
poco
el traje. el adorno, pero el
maniqu, el esqueleto, es el mismo. Veo que
en e l fondo. Palabras escritas en la arena
etc., es el mismo poema que Memorial de
UIl testigo
o que
Manuela Saenz baila con
Garibaldi el rigodn de la despedida.
Estoy
metido en un agujero, en una prisin, de la
que
no puedo, o no s escapar. Esto lo veo
como
una humillaci n
de
la naturaleza a la
inteligencia. Una victoria de la fisiologa sobre
la esttica.
He llegado a pensar (en eso estoy sumer
gido ahora) que hay una estrecha relacin
bioqumica, trfica, (no estrfica),
entre
lo
que se
ingiere -se incorpora, deca L
ezama-
y lo que se escrib
e
Es posible
ll
egar a cons
truir un poema de acuerdo con la cantidad
de
carb
ohidratos. o de protenas y amino
cidos, etc., que se haya incorporado al orga
nismo. As,
si
usted se
come un
plato
de
alca
chof
as, le sale
un
poema distinto al
que
le
sa ldra con un plato de langostas o de beren
j enas. Esto, que produce ri sa en el primer
momento, porque parece una simple broma,
una
boutade es
mucho ms serio
de
lo
que
parece. porque en el fondo todo es qumi
ca. y nuestro
organismo
(i nclu ye ndo la
mente, por supuesto) no es ms que un labo
ratorio donde las reacc iones quedan fuera
7/25/2019 La Espiral Incesante Entrevista a Gastn Baquero
3/6
i teratura
de nuestro control. No
e
$uea lo mismo
cuando se come carne que cuando se come
pescado. Los antiguos desc ubrieron esto.
sin conocer las causas. Moctezuma toma
ba grandes jcaras de chocolate cuando se
di
spo na a hacer el amor
1
gran escala,
al
por muyor; In ciencia ha descubierto hace
poco que en el chocolate hay un cido
que es e l
mi
smo producido por e l cerebro
cuando tiene alguna exc itacin o inci
lac in sexual. Y los romanos descubrie
ron u observaron la accin del flor en la
dentadura, sin conocer exac tamente el
flor. y acostumbraban a e
nj
uagarse
la
boca por las maanas con orines de espa
ol, porque comprendieronque los ros de
Espaa contenan algn elemento que pro
tega los diente
s:
era el flor.
Hay una alquimia del poema,
y
quizs
ha
sta de la misma Poesa. Alquimia nalu
ral. no cultural.
Es
muy posible que en mis
poemas prevalezca una dosis de azcares
que me los vuelve m
s
sentimentales y dul
zon
es
de lo que yo quisiem. A menudo COITO
el
ri
esgo del ternurismo.
y
la huella de eso
esta en mi abuso de los hipocorsticos o
diminutivos. A veces llego a lo ono y a
lo tagoriano. pero ya, a
mi
edad. me con
suelo pensando que no es que yo sea cursi.
es que la alimentacin que recib desde nio
era enormemente cur
si
e impropia para el
desarrollo de
la
inteligencia. Mallann,
es
toy
seguro devoraba gra nd es cantidades de
ostras. Verlaine
ll
evaba los bols
ill
os
ll
e
nos de cerezas.
3.-Usted estuvo vinculado con Jos
Lezama Lima a la llamada Gelleraci1l
de Orgelles. No ha habido, sin embar
go
, uniformidad de criterios respecto a
su coherencia como grupo por parte de
los
que vivieron de cerca este hito de la
cultura cubana. Mientras Rodrguez
Feo asegura que Orgelles era un movi
miento y
no
slo una revista,
Mara
Zambrano habl de una unidad de
aliento ms que grupo . Es ms, en
el
seno de la revista convivan posiciones
estticas radicalmente opuestas. Qu
nos puede decir de esto?
Se.ha
ll
egado a mitificar de tal modo la
obm de Lezama y la significac in de la
revista
Orgenes
que alguna vez he com
parado este caso con el de las interpreta
ciones del Quijote. La revista y el llama
do grupo Orgenes
di
eron tanto que hablar
a impulsos
de
dos hecho
s:
el de la popu
laridad o moda de Cuba por la revo lucin
del 59,
y
el desconoc
im
iento casi abso
lu
-
1 que hay en
Hi
spanoamrica, en Espa
a, en todas partes, de la trayectoria y
conten
id
o de la litemtura cubana a travs
de los tiempos.
La actual
id
ad inlernaciona I de C
ub
a
atrajo
In
atenc in de muchos escritores
notables
ha
cia aquel pas.
Como
no
se
tena. ni se tiene. la menor
id
ea de lo que
era Cuba culluralmente, personas como Julio
Cortzar. representativo compl
elO
de esa
actitud descubridora , echaron a rodar
la
leyenda de una
is
lade tan pujante y extra-
ordinaria aparicin en el escena
ri
o de la
hi storia, que ya ofreca, como una
de
la
s
face tas de esa novedad, la presencia de un
poeta
como
Lezama.
na
c
id
o en 1914 y
poeta en activo desde 1936.
Como
Cortlar, y tanlO s otros, no
se
haban tomado jams la molestia de inte
resarse por lo que no fuera Pars (lleg a
decir el argentino que l nico
lu
gar del
mundo donde poda escribir era la capi
tal de Francia), al tropezarse con Lezama
y su obra, dedujeron inmediatamente que
eso era producto de la revolucin.
Esa confusin ha contribuido mu cho a
que se v
in
cule
la
obra de Lezama y
su
revis
ta
Orgenes
con una filosofa de la
hi
sto
ria cubana, y se le
d
a la revista un papel
de protagonismo y una trascend enc
ia
que
desbordan
la
realidad. Porque Orgel/es
fue
una revista ms en la larga serie de revis
tas poticas
y
literarias que los cubanos
vienen produciendo sin cesar desde prin
cipios del siglo XIX. Si se conociera siquie
ra medianamente e l proceso literario cuba
no. se admitira el hecho tal como lo se
a
lo: una continuidad. no
un
milagro ex
nihil
o.
Lo que
no
resta mrito alguno a
-
gel/es.
que fue. con loda probabilidad.
la
mejor de las revistas de su gnero inten
tadas en Cuba: y lo fue por la sencilla
razn de que nac i y fue vivificada siem
pre por
un
poeta singular, Lezama.
un
artisla absol
ut
ame
nt
e atpico en l
as
letras
cuba
na
s e
p n o
Lez.lma era una personalidad cent rpe
ta. un imn que atraa hacia l con fuerza
irresislible. Por su hermet ism
o,
fascinaba
hasta lo paralizante.
Ni
nguno de los que
fuimos arraslrados a girar en derredor de
su ncleo, acercados pero no adenlrados
en surbita. tela nada que ver con un movi
miento promovido por un profela. ni nada
que ve r con
la
adhesin a una doclrina
es
t
tica, o relig iosa, o socio-poltica de carc
ter
co
lectivo o unificador. No
co
nstitua
mos un grupo. porque ramos demasiado
N
43
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4/6
44
heterogneos y desiguales. Fu imos
in
vitados
a colaborar en las revistas inspiradas por
Lezama -VerbulI/ Espuela de Plata y Or
genes- no porque fusemos
af in
es a la est
tica
y
a la teora literaria
de
Lezama, sino
porque
l
ech
un
a mirada en derredor
y
no
e conrro nada mejor pam echarlemml y darle
cuerpo, ent idad de portavoces, a unas publ
i-
caciones en las cua les todos resultbamos
ajenos, postizos, y fuera de lugar, si se com
paraba lo de cada un o de nosotros con lo de
Lczam
a.
El tena la voz principal, voz so
li
ta ria,
li
bre del coro que aparentemente le
acompaab
a.
No
exista la men
or
coherenc ia entre noso
tros; no estbamos articulados en
un grupo
organizado adrede como ta l grupo. El azar
nos reuni, nos llev a la cercana de un hom
bre
pe rt
eneciente a otro mu
nd
o, a otro len
guaje, a otra sensibilidad, y, sobre todo, a
otra mirad
a.
Obviamente, la revista dirig
id
a por un ser
as, era, al mismo tiempo, una revista ms en
la contin ua apari cin de revistas en cada
generac in, pero una revista radical mente
d
isti nt
a a lo habitual: ni notas de compr
om
iso,
ni colabor
ac iones no aceptadas por el direc
tor, ni coqueteos con este o aquel grupo de
presin, ya cultural, ya social, ya po
lJ
tico.
La
palabra compromiso no estaba en el d icci
o-
nario de Lezam
a.
Si era necesario, por ejem
plo, ace
pt
ar un a ayuda econ6mica de la Direc
cin Oficial de C
ul
tura, no se abr
a
n jams
sus pginas a los escritores o funcionarios de
aque l Departamento. Se nos acusaba de e
li
tistas, de soberbios, de engredos
y
cre
d
os.
Nos describan como olmpicos y exquisi
tos , con todo lo que de peyora
ti
vo y malig
no puede poner la mala
int
enci6nen elempleo
de estas palabras. Se Ueg a difundir que
constitu amos una especie de log ia, de capi-
ll a catlica-apost
li
ca-romana, donde o
fi
ciaba para nosotros en exclusiva
mi
sas excep
cio nales el Padre Ange l Gazte lu. (A este
poeta lleg a perj ud icarle, en su condicin
de cura, la pertenenc ia al supuesto grupo.
Fu i una vez a pedirle al cardenal un ascen
so para l, con un ca
mbi
o de parroquia, y me
dijo el prelado, con
la
cautela de quien teme
abrirse an te un presunto cmplice del reco
mendado: No s, no s; me dicen que hace
unas poesas
mu
y raras, y parece que
es
t en
un gru po muy mode
rn
o, es verdad? . Le ped
prestada la verba a Castelar y arroj a la cabe
za cardenalicia toneladas de argumentos;
giraban sobre este eje: S, s, Em inencia, su
poesa no es cOITiente, pero es tota lm ente
rel
ig
iosa: el padre nunca falta a la fe ).
i ter tur
Lo cierto es que no nos reunamos
ja
ms,
no
ce
lebrbamos ten idas ni conc ilibul os
secretos, y las relac iones se decantaban entre
noso tros como se deca ntan en cualq uier
medio: cada cual se reuna ms con qu ienes
si
mpatizaba ms, y p
un
to.
Todos esos trascendental ismos que nos
endilgan me suenan a puro ejercicio de crip
to loga casera, para pasar el rato y dar
se
ai res de
Fi
lsofos Metafsicos de la Metahi s
toria los opinantes. Por el hecho de ser cuba
nos, coetneos y afines en lo de amar la
lit
eratura y halla
rn
os imbuidos del amor y
del respeto que mereca nu estro pasado cul
tural, coincidamos en sentir
las
races, la v
ibra-
ci n del a
lm
a de
nu
estra tierra, y cada
un
o
enfren taba, desde su personal visin, la pro
blemtica general que todo pas co
nti
en
e.
Los
viejos p
robl
emas
y
las viejas ilusiones de C
ub
a
y del cubano, reaparecan con naturalidad
en nosotros, como reaparecen siempre ante
cada nueva generacin u hornad
a.
Pero es
demostra
bl
e que nuestros temas -eso que
los rec in
ll
egados prese ntan como innova
ciones del grupo- estn presentes en la litera
tura cubana, con sus cambiantes ropajes,
naturalmente, desde los pri meros
ti
empos de
nu estra
li
teratura. La preocupacin po r el des
tino de la isla en su entorn o geogrfico y geo
poltico, aparece ya en Ramn
Ve
jez Herre
ra, nacido en 1808 y muerto en 1886, qui en
trat poti ca y patticamente el tema de la
catstrofe
geo
lgica que di nacimiento o
independencia a la isla de Cuba, al separar
la de la masa continental de Norteamr ica,
concretamente de La
Fl
orida.
Y en lo personal, tengo motivos para son
rer cuando algui en sea la mi manejo de lo
intemporal y mi tuteo con los grand es
personajes como razn de poesa c
ul
turalista,
porque desde ni o o rec itar las de liciosas
loc uras de Zequ eira: C i
ce
r6n y Preste
Juan/Archiduques de Jud ea,lRieron con
Du
lc in
eaIPor ce los de Tamorlan .
O
bien:
Viendo la Reina de Hunqra/Que tan mal
iba la danza,/Quiso emplear a Sancho Panza/
En su gran secretaria/Herctito se reaJDe ve
rl
o
tan haragn/Y entonces el padre Adn/Des
pach con Amaltea/Ejrcitos de GuineaIPara
el siti o de Amsterdam . Y por qu ha de
admirarse nadie de que yo me sienta presente
en tantos sitios
y
ante tantas personas y
ti
em
pos, si de muchacho oa canturrear a los
pordioseros: Yo soy aquel que a JosulLos
santos leos le diera ?
Nosotros tenemos races. Tenemos or
ge nes. Eso qu iso dec i
r,
y dijo, e
llwl
o de
la
rev ista.
1
.
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Gastn aquero
Obsrvese que en las s
endas
denomi
naciones o baut izos de las sucesivas revis
tas , se
pa
s de Verbum una pedantera.
juvenil en latn, a
Espuela de Plata
para
indicar el aguijn , la puya
qu
e hace andar
al
buey;
el
inc itatus. q ue deca Leza ma.
Finalmente
se
pas
de
la espuela bien
templada, afilada
como
el espoln de un
ga
llo
de pelea
a
Orgenes
que bien
pud
o
llamarse tambin Races de no hallarse
4 tan malgastada
esa
be
ll
a palabra.
1 .
1
1/,
/
4.- A travs de sus
Palabras escritas
en la arella
por 1 ill ocellte, la propia
Mara Zambrano, en uno de sus art
cu l
os
publicados en Orgenes lleg a
definir la poesa cubana del momento
como poesa
de
la
contrd-angustia,
Q u
opina
de e ll
o?
Sobre la definicin
que
diera de nu es
Ir
a poesa Mara Zumbrano, no, llamn
dola " poe sa
de de
la
co
ntra
-a
ngusti
a
,
s610 cabe dec ir que acert61a
gra
n M ara.
pero no se si se refera a una angustia de l
momento, a un a prot
es
ta
por
este o
aque
l
epi sodio de nu
estra
vida polti
ca
o de
nuestra vida persona l. La angust ia, y por
ende la
co
ntra-a ngustia en la poesa cuba
na, es de todos los tiempos. Con tra-angus
tia hu bo e n Hered ia, y en
Ze
nea, y en la
Zambrano, y luego e n
Casa
l yen c uantos
v
in
ieron
de
spus,
amra
n
se
Poveda o
Agustn Acosta, Martnez Villena o Emi
li
o Ballagas.
Por
otra parte. la poesa uni
versal est llena de
cO
lllra
-a
ngustias: de
Villon a Quevedo, de Garcilaso a
Csar
Vallejo, y as hasta el infin ito
5.-
La
llama d a Ge neracin d e
Orge
es
fue en
rea lid
ad la
qu e i
mpu
so
ent re los c
ub
a nos la expres in nueva y
el es
pritu
de
mod
e rnidad ?
En cuanto a esa pregunta slo puedo decir
-para no dejarme llevar por los infinitos
sarcasmos
qu
e me dicta la c lera-
qu
e ya
habl del desconocimiento total
que
hay
e n Espaa, en Canarias, y e n Tumbuct,
sob re la lrayecto
ri
a de la li t
era
tura cuba
na. Basta con menci
onar
la Revista de
Avance la ob ra de Mariano Brull y de
R
eg
ino Bolilla, la aparicin
de
Tr6pico
de
Eu
ge
nio Florit , ese octogenari o jovenc
simo que sigue, en J990, dndonos a la
perfeccin
un
o de los lon
as
esencial
es de
la
poeSa cubana de lodos los tie mpos: la
bsqueda del c ielo , la exploracin del
ca min o que
co
ndu ce a regr
esa
r sano y
salvo al Paraso. (Dijo Gabriela Mistral que
entr
e las tablas
de
las carabelas de
Coln
,
iba el poema Martirio de San Sebasrin
de Florit).
6.-La poca de
Orgenes
fue
de
gran
pesimismo nacional segn se ha sea.
lado desde diversas fuen
tes.
Ustedes
se
creyeron
ob li
gados
a levantar el mito de
la insul aridad? La
te
nde ncia hacia la
un i
versa
li
dad de la cultu ra
pasaba por
la
bsqueda del paisaje cu ba no?
C reo
que
ya no necesito explicar
que
nosotros no levantamos ningn mito, s ino
que
proseguimos, a nuestro
modo
, la vieja
ta r
ea
, la
eterna condena de
Ssifo , ms
que de Prometeo,
que
los humanos
no
slo los
cubano
s ) tienen ante s
desde
que nacen hasta mucho despus de muertos.
Por el hecho de ser
cubanos coetneos
y
afines en lo de amar
la
literatura
y
hallarnos
imbuidos
del
amor
y del
respeto que mereca
nuestro
pasado
cultural coincidamos
en
sentir
las races la
vibracin del alma de
nuestra tierra y cada
uno
enfrentaba
desde
su
personal
visin la
problemtica general
que todo pas
contiene.
7. - Us ted funda en La Habana
la
Revista Clavileiio en
una
poca d e
esp lendor para las lelras cubanas. Si
mis informaciones son cierta
s
nuestro
paisano Jos
Prez Vidal
publica en
ella
El
arca{smo del Romall
ce
ro e
ll
Cana
rias en 1951. Tambin el
modernista
F lix
Duarte estuvo
vinculado
al
Dia
rio de la Marilla
del
que usted
fue
redactorjefe. Qu
canarios
ha
cono
cido durante su
trayectoria literaria y
periodstica?
Sob
re Clavilel10 me limito a decir que,
en mi
co
ncepto, se ha exagerado y des
mesurado
su va l
or
,
porque
en realidad
dur muy poco. Hi cimos -A lberto Baeza
Flores y el
que
habla- muy poco en rela
cin co
n lo
que
obligaba la lradic in lite
raria
c uban a. Tengo
un
recuerdo muy
nebuloso, muy borroso, de ese momen
tode
Clavileio
y apenas si evoco con cier
ta nos talgia por leerlo de nuevo, el poema
Islas de Hilda Doolitle , referido, co mo se
sabe, a las islas griegas, no a las antilla
na
s.
Ese tema de las islas
es
un poco ret
rico,por no decir artific ial y artificioso.
Todo
es
is
la", enseaba
Ju an Ramn:
Austra
lia
es
una isla, y la
ti
erra es isla;
y otra isla es la luna".
8.-
C
u l
es su
opinin
sob
re el
esta
do ac
tu
a l
de
la litera
tu
ra
cu
bana? Y
le
la ac t
ua l
poesa
e n len
gua espao
la?
Para esta pregunta final digo, con la
mayor objetividad, que el mome
nt
o o eSla
do actual de nuestras letras
ti
ene la misma
e ntidad y vigo r
que
luvo siempre. Van
desapareciendo las "estre
as", Lezama, Car
pentie
r
Lin o Novas Ca lvo, y est ex tin
guindose do lorosamente la voz de Enri
que
Labrador Ruiz. uno de los
ge
nu
inos
precursores de la nu eva novela hi spano
americana (lase nada ms Trailerde sue-
110s ,
pero an viven y producen Eugenio
Florit , Lydia
Cab
rera, la
Gra
n Orisha
de
Cuba, Dulce Mara Loynaz , fina y bri
Uante como una espada. De la IImnada gene
rac in
de
O {gelles
quedamo
s va
rios
-
Justo Rodrguez Sm ltos, Cintio Vitler y Fina,
Angel
Gaztelu.
Eliseo
Diego
Julin
Orbon
la msica, Alfredo L
oza
no , la
escu
ltura
, quedamos, ms o menos agarrotados por
la escleros is de todas las venas y los vasos
co
municantes, pero seguim
os
dando vuel
tas por aqu
f.
Pero 10
qu
e
es
importante para m, lo
que
me alegra en extre m
o,
es
co
noce r la
N O
45
7/25/2019 La Espiral Incesante Entrevista a Gastn Baquero
6/6
abundancia de poetas que hay dentro y
fue
ra
deCuba. No me at evo amencionar
a algunos de los que considero ms
logrados, porque con la vejez me he
vue
lt
o
mu
y precavido Y s a qu altu
ra
pu
eden
ll
egar las maldiciones de los
olvidados u omitidos. En el estudio del
pr
ofesor Gr
af
sobre "Metodologa de
la psicolog
ia
de
lo
s poetas" , ledo en pre
sencia de Freud, Rank, Adler, Steke
1
y
otros maestros, se examina muy bien lo
delodio de los poetas; resulta que es
al
go
treme
nd o.
iSolavaya . Deca Nietzsche,
otro poeta que bien bai aba en lo de
odia
r
que "los poetas quieren ten
er
un
pblico , aunque sea de
rinocero
ntes . Me
he permitido agrega rle al gran Federi
co: Y quieren adems ser elogiados en
alta voz has ta por los mudos" . De modo
qu
e no me saco de la manga
un
a
li
sta
de nombres que vengo haciendo desde
hace mucho tiempo y dnd ome cada
vez mayores alegras los y las poetas de
cualquier sitio o
lu
gar do
nd
e vivan y escri-
ban. Pero si quiero, precisamente por
ha lla
rm
e lejos de C
ub
a, subrayar la pre
sencia de toda una legin de nu evos
poetas en la isla, y mencionar el li bro
de
un
o de
e
ll
o
s,
Albeno Acosta
El ngel
y la mem
ia
es
un
be
ll
o libro, del cual
envi fotocopia a Eugeni o
Fl
orit. Renun
cio a dar ms deta
ll
es, ms elogios del
libro, pero me permi
to
asegurar a quien
pueda interesar", dentro o fuera de Cuba,
que slo me mueve a reco mendar la
lectura de este libro el amor a la poesa.
Son tan tri stes y brbaros los tiempos
que vivimos, que ste espontneo elo
gio a
un
libro escrito en Cuba pu ede
aca
rr
ea
rm
e, en cie
rt
os
rc
ul
os
s
mi -
troglodticos del exilio, la acusacin de
trai dor a la pa
tri
a. Y s tamb
i
n que esta
mencin, hecha al o
bj
eto de enviar
un
a
se
al
de amistad y de aprecio a los poe
t
as
que vi
ve
n y trabajan en Cuba, puede
signi
fi
car para e l a
ut
or de
El ngel
la
memori el comienzo de
un
horrible via
cru
cis,con
cam
pos de concentraciny
te
rror
incluidos. Pero aseguro "a quien pu eda
inte
resar"
qu
e
mi ni
ca
relaci
nconel
aut
or
fu
e, y es, la lectura de sus poema
s.
Sobre mi opinin en tomo a la ac tu al
poes a en lengua espaola. s610 me aven-
turo a decl arar que la veo en
un
a etapa
magnfica, sobre todo por la calidad del
promedio genera
l.
_No todos los poetas
son
Humb
erto Daz S3IlUeVa,
mi
poeta ni Oi ga Orozco, pero hay en todos
los pases
un
a alta ca lidad,
un sa
ber
h er de r ter
ge
neral,
qu
e no exis-
ta
en otros
ti
empos, cuando la escena esta
ba oc
up
ada por c
in
co o seis nombres
es telares, y el resto era, ramos, " la
masa". Pero de Colombia y de Chile hay
que esperar mucho, como de Per y de
Venezue la . No sabemos, o yo no lo s
por lo menos, si ya estn ah, dispersos
por la geografa ame cana (sin seguir
olvidando el Brasil), los nu evos Hui
dobros, los nu evos Vallejos, los nu evos
Lezamas, los relevos de Csar Moro, de
Jos Goros
ti
za, de Gangotena, de Chu
macero
...
y
adnd e han ido a parar el
peru ano Rodo
lf
o Henestroza y la cuba
na Isel Ri vero?
Lapoesa en lengua espaola,
di
go para
terminar, goza de bu ena salud. Pero en
obediencia a la rea lidad econmica,
social, poltica y cultural de los pases
hi spanoamericanos y de Espaa, se est
a la espera de
un
gran destino, de
un
futu
ra que se pres
ag
ia mar
av
illoso. El
futu-
ro, digo, un lejano, muy lejano futuro.
Po
rqu
e no
par
ece estar cer
ca
nu
es
tr
o
turno de protagoni stas en el escena
ri
o
ce
ntral del mund
o.
Cuand o se es com
parsa en cultura, en economa y en pol
tica, se es compar
sa
ta
mbi
n en poesa.
Una nota brev sima sobre lo que se
me pregunt de
Ca
na
ri
as. Los vnc
ul
os
nu estros, gente de isl
a
co n los que all
ll
amamo s isleos
,
son
mu
y fuerte s
en lo espiritual, a
un
que db
il
es en lo mate
ri
al. Canarias est presente, y muy viva,
en las races, en toda la vieja
m
sica del
campo cubano y en otras ma
ni fe
stacio
nes de la vida diaria. El gaj iro es en
rea
lid
ad
un
cana
o que naci y vivi en
lo que alguien, con razn, ll am " la
mayo r de
la
s Islas Canarias".
Adems de la
m
sica y de la ag
ri
c
ul
tura, Ca
naria
s,
poticamente, es para
nosotros dos nombres, dos claves: Sil
vestre de Balboa y Troya de Quesada,
de
Gr
an Canaria primer poeta impor
tante en
la
s letras cubanas (que
ll
en
de hadas y de hamadrinadas su
Espejo
de Paciencia ,
y Leonor Prez, de Tene
ri
fe , madre de Jos Mart. Dos
fu
entes,
dos manantiales.
Gastn Baquero ( 19 18- 1997) es
un
o de los a
ut
ores ms s ignifica
ti
vos
de la poesa cu
bana
de este sigl
o.
A
ut
or
de
libros como
Sal sobre la
espada
(1942),
Memo
ri
al de un testi -
go (1966), Mag ias e
in
venciones
(1984) y
Poemas invisibles 1991 ,
res idira en Madrid desde
195 9
hasta
el ao de su mu ene. Su ob ra potica
y e nsay ist
ca fu
e reco pilada e n
1995
por Alfonso Ort ega Ca rmon a y
Alfredo Pr
ez
Al encart, con el ttulo
Gastn Baquero: Poesa Prosa .
En
1998
la editorial Betani a public el
libro
cole
cti
vo ntr
e
vi
sts
a
stn
Baque
ro
.