Ibuprofen o

Post on 19-Dec-2015

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Las personas que toman medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE) (excepto ácido acetilsalicílico, aspirin), como el ibuprofeno, pueden tener mayor riesgo de ataques cardíacos o accidentes cerebrovasculares que quienes no los toman. Estos eventos pueden ocurrir sin advertencia y causar la muerte. El riesgo puede ser mayor para quienes toman los AINE por mucho tiempo. Dígale a su médico si usted o alguien de su familia tiene o ha tenido enfermedad cardíaca, ataque al corazón, o accidente cerebrovascular, si fuma y si tiene o ha tenido colesterol alto, presión arterial alta o diabetes. Solicite asistencia médica de emergencia si presenta cualquiera de estos síntomas: dolor en el pecho, falta de aire, debilidad en una parte o lado del cuerpo, o dificultad para hablar.

Si va a someterse a un injerto de derivación de la arteria coronaria (CABG, por sus siglas en inglés; un tipo de cirugía cardíaca), no debe tomar ibuprofeno ni poco antes ni poco después de la cirugía.

Los AINE, como el ibuprofeno, pueden causar úlceras, sangrado o perforaciones en el estómago o el intestino. Estos problemas pueden surgir en cualquier momento durante el tratamiento, presentarse sin síntomas de advertencia e incluso causar la muerte. El riesgo puede ser mayor en las personas que toman AINE por mucho tiempo, que tienen edad avanzada, que están en mal estado de salud o que consumen tres o más bebidas alcohólicas al día mientras toman ibuprofeno. Dígale a su médico si toma cualquiera de estos medicamentos: anticoagulantes ('diluyentes de la sangre') como warfarina (Coumadin); ácido acetilsalicílico (aspirin); otros AINE, como ketoprofeno (Orudis KT, Actron) y naproxeno (Aleve, Naprosyn); o esteroides orales como dexametasona (Decadron, Dexone), metilprednisolona (Medrol) y prednisona (Deltasone). Dígale también a su médico si tiene o ha tenido úlceras, sangrado estomacal o intestinal u otros trastornos hemorrágicos. Si tiene cualquiera de estos síntomas, deje de tomar ibuprofeno y llame a su médico: dolor de estómago, acidez estomacal, vómito de una sustancia sanguinolenta o semejante a granos de café, sangre en las heces o heces negras y con aspecto de alquitrán.

No falte a ninguna cita, ni con su médico ni con el laboratorio. El médico vigilará de cerca sus síntomas y probablemente ordene ciertas pruebas para ver cómo responde su organismo al ibuprofeno. No olvide decirle a su médico cómo se siente, de modo que pueda recetarle la cantidad correcta de medicamento para tratar su afección con el mínimo riesgo de efectos secundarios graves.

Su médico o su farmacéutico le entregará la hoja del fabricante con información para el paciente (Guía del medicamento) al iniciar el tratamiento con ibuprofeno recetado y cada vez que vuelva a surtir la receta. Lea detenidamente esa información y pídale a su médico o a su farmacéutico que le aclare todas las dudas. Para conseguir la Guía del medicamento, también puede visitar el sitio de Internet del fabricante, o bien, el de la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés): (http://www.fda.gov/Drugs/DrugSafety/ucm085729.htm).

Fue lanzado como un tratamiento para la artritis reumatoide en el Reino Unido en 1969 y en

los Estados Unidos en 1974.

Como anécdota, el Dr. Adams probó incialmente este medicamento durante una resaca.

Está incluido en el listado de la Organización Mundial de la Salud de medicamentos

indispensables.

 

Frecuentemente usado para• Dolor leve o moderado (cefalea, dolor dental, dolor muscular, dolor tras cirugía, molestias de

la menstruación).

• Fiebre.

• Cuadros inflamatorios, como los que se presentan en artritis, artritis reumatoide (AR) y artritis

gotosa.

• Inflamación no reumática (bursitis, sinovitis, capsulitis, esguince u otros tipos de lesiones

inflamatorias de origen traumático o deportivo).

• Dismenorrea.

• Tratar acné debido a sus propiedades antiinflamatorias.

 

Posibles efectos secundarios• náuseas.

• pérdida del apetito.

• aumento de peso inexplicable.

• ampollas.

• sarpullido.

• dolor de espalda.

• comezón.

• urticaria.

• fiebre.

• hinchazón de los ojos, la cara, los labios, la lengua, la garganta, los brazos, las manos, los

pies, los tobillos o las pantorrillas.

• dificultad para respirar o tragar.

• ronquera.

• dolor en la parte superior derecha del abdomen.

• coloración amarillenta en la piel o los ojos.

• síntomas parecidos a los de la gripe.

• palidez.

• cansancio excesivo.

• visión borrosa, cambios en el color de la visión u otros problemas de la visión.

• latidos del corazón rápidos.

• orina turbia, descolorida o sanguinolenta.

• dificultad o dolor al orinar.

• ojos enrojecidos o doloridos.

Diversos estudios indican que un consumo en cantidades excesivas o consumo en exceso (en

las dosis recomendadas apenas supone riesgos) aumenta las probabilidades de sufrir

problemas cardiacos, gastrointestinales, daños en el intestino delgado y derrame cerebral.

La Organización de Naciones Unidas (ONU) ha alertado en los países industrializados del uso

excesivo que se está haciendo de este tipo de fármacos (AINE). Y un estudio publicado en la

revista médica Británica The Lancet sugiere reducir la prescripción de estos fármacos (en

especial a las personas que puedan presentar factores de riesgo como un colesterol elevado o

presión arterial alta o con antecedentes familiares con patologías cardiovasculares ) y

ofrecerlos sólo en los casos estrictamente necesarios.