Post on 18-Jul-2015
ESCUELA ACADÉMICO PROFESIONAL DE PSICOLOGÍA
Psic. Gustavo J. Proleón Ponce
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Se pueden diferenciar dos grandes grupos de factores de
la criminalidad:
Los estructurales o macrosociales.
Los microsociales.
FACTORES ESTRUCTURALES DEL DELITO Y LA
CONDUCTA ANTISOCIAL.-
En esta perspectiva el análisis criminológico y sociológico
parte del tipo de sociedad, de las particularidades socio
económicas de dicha realidad.
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En esta perspectiva el análisis criminológico y sociológico
parte del:
Tipo de sociedad.
Particularidades socio económicas de dicha realidad.
Ella es la que caracteriza a la super estructura y ésta
condiciona los fenómenos microsociales (relaciones
sociales).
Estructura social.- Población con una organización, vive y
se desarrolla en un medio ambiente.
Super estructura.- Elementos de la vida social; formas
jurídicas, política, arte, filosofía, religión.
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No pretendemos explicar el crimen y la conducta
antisocial, sólo poniendo énfasis en:
Ciertos aspectos sociales aislados.
Crisis de valores.
Problemas de familia.
Barrios delincuentes.
Medios de comunicación alienantes.
Tales factores son importantes en el proceso del
condicionamiento del crimen y el comportamiento
antisocial del individuo;
Ellos están íntimamente relacionados con el tipo de
estructura socio económica.
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Dichas condiciones estructurales o
macrosociales, con sus propias
características y que se vinculan con
la super estructura, generan una
multiplicidad de hechos
microsociales, según las clases
sociales interrelacionadas, algunas
de las cuales serán conductas
desviadas.
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La superestructura es denominado por los
antropólogos sociales como «cultura inmaterial»,
tiene importancia fundamental en la conducta del
ser humano.
El hombre encuentra en cada sociedad:
Costumbres,
Reglas sociales,
Normas jurídicas,
Concepciones religiosas,
Que le ofrecen un modelo de comportamiento
social al cual debe ceñirse, lo que está en función
de la base o estructura socioeconómica vigente.
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En tal contexto macrosocial (estructural y
superestructural), ocurren múltiples acciones
microsociales, tales como:
Interrelaciones familiares.
Sociales.
Laborales.
Educacionales.
Recreacionales, etc.
Que son calificadas de «normales» o «desviadas».
En consecuencia, toda acción social o conducta
microsocial desviada de lo convencional, será
objeto de una sanción formal o informal.
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FACTORES MICROSOCIALES DEL DELITO.-
La microsociología es el estudio de lo que hacen y piensan
las personas y como interactúan con los demás en su vida
diaria.
Por lo tanto, este enfoque se focaliza en los símbolos que las
personas utilizan en las interacciones cara a cara
(comunicación con palabras, lenguaje corporal y emociones).
Entre los aspectos sociales considerados como
CRIMINÓGENOS están los relativos a:
La familia problema,
Los medios de comunicación alienantes,
La dificultad económica,
Problemas de escolarización.
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LA FAMILIA PROBLEMA
El entorno familiar, puede tener un
papel influyente en el condicionamiento
delictivo y antisocial, sobretodo de los
menores.
En el medio familiar ocurren diversas
relaciones «microsociales» que tienen
un carácter modelador en el sentido de
transmitir valores, actitudes, conductas,
etc.
En las relaciones intrafamiliares
también se intercambian vivencias, con
afecto, indiferencia, violencias, etc.
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El hogar es una agencia de socialización, un centro
de educación informal y transmisión de valores.
Tiene connotación económica y está ligada a las
condiciones estructurales de la sociedad vigente.
Si la familia tiene características negativas para la
adecuada formación de sus miembros,
especialmente de los menores, se producirá un
proceso de socialización inadecuado, que puede
favorecer conductas desviadas o delictivas.
Pero, no toda familia «problema» condiciona a sus
integrantes a la criminalidad o la conducta antisocial.
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En función de la diversidad de «problemas»
que puede caracterizar a una familia
negativa, podemos considerar las siguientes
variantes:
A. Familia incompleta.- Llamada también
hogar desecho, incompleto o
desintegrado que puede ser
consecuencia del abandono por parte de
uno de los padres o por el divorcio o el
fallecimiento de uno de los progenitores.
Este tipo de hogar es considerado como
un posible factor criminógeno. Pero,
tenemos otro grupo compuesto por
hogares de madres solteras, que tienen
hijos sin haber formado parte de un hogar
formal o de hecho.
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La ausencia de uno de los progenitores, sobretodo
del padre, origina determinados desequilibrios en el
hogar, ya sea de tipo económico o por carencia de
orientación y supervisión de los hijos.
Un hogar incompleto provoca en ciertos casos
conflictos emocionales en los hijos.
Los estudios de GORDON ROSE (1954), en
Inglaterra, halló que la mitad de los jóvenes
encarcelados procedían de hogares
permanentemente deshechos por muerte de padres,
separación o divorcio.
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GITTINS, halló en Inglaterra
que en 100 menores
destinados a reformatorios,
la mitad de ellos - uno o
ambos padres habían
fallecido, abandonado el
hogar o estaban en
divorcio.
B. Familia numerosa y promiscua.- Se
trata de familias con escasos recursos
económicos y con un número grande de
hijos, lo que origina también fenómenos
de hacinamiento y promiscuidad, propios
de familia numerosa.
Según FERGUSON (1952), halló que de
familias numerosas provenía un mayor
número de menores antisociales.
MARIANO RUIZ FUNES, decía que la
promiscuidad en el hogar es un factor
criminógeno.
La promiscuidad produce sobre todo
delitos sexuales, por ejem. Incesto.
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C. Familia «Delincuente».-
Llamado también «Hogar maleante»,
se trata de una familia presidida por
una actividad delincuencial.
Se puede apreciar que algunos
grupos familiares de zonas
marginales, se dedican a la
microcomercialización de drogas,
involucrándose a menores.
Algunas familias se dedican a la
receptación, que es una actividad
ilegal.
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C. Familia «Desonesta».-
Caracterizada porque uno o ambos
progenitores u otro miembro del
grupo familiar, se dedican a la
prostitución, la falsa mendicidad u
otra conducta inadecuada como el
vagabundeo, los juegos al azar, etc.
Éstas conductas propician un
desajuste con su medio ambiente,
un desprecio por los demás y que
facilita el quebrantar las normas de
una sociedad, siendo un riesgo
criminógeno.
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D. Familia habituada al consumo
de alcohol y/o drogas.-
El uso habitual de drogas y/o alcohol,
bien sea por alguno de los padres o
ambos progenitores u otros adultos
del hogar, puede extenderse a los
hijos.
En el caso de dependencia a las
drogas repercute negativamente en
los menores, además que carecen de
modelos adecuados, guiándose por
paradigmas inadecuados, que
podrían introyectar tales conductas
inadecuadas.
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La pobreza origina insatisfacción por una serie de
necesidades, ya sean alimenticias, de vivienda decorosa,
recreación sana, etc.
Ante estas carencias pueden optar por alguna forma de
conducta delictiva.
La pobreza puede condicionar la promiscuidad familiar.
Según datos estadísticos de las Naciones Unidas, señala
que más del 70% de las infracciones cometidas por
menores mujeres están relacionadas con la prostitución.
Un porcentaje similar en menores varones consiste en
atentados contra la propiedad.
POBREZA Y CRIMINALIDAD
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MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y DELINCUENCIA
A cobrado importancia el
impacto e influencia de los
medios de comunicación
masiva en nuestra sociedad,
sobre todo por la temática o
contenido de violencia, sexo,
incitación al consumismo que
jugarían un papel negativo en
la socialización de la
población.
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ESCOLARIDAD DEFICIENTE Y DELINCUENCIA
El fenómeno observado por muchos
delincuentes, presentan un retraso o
ausencia de escolaridad;
Aunado a una condición social y
económica precaria;
Las actitudes de los maestros incluso
es negativa ante éstos menores;
El ambiente familiar generalmente no
es estimulante y pueden provocar
ausentismo escolar (novillos),
indisciplina, deserción escolar.
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Medidas inadecuadas que se
aplican a los escolares
problema.
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MEDIO SOCIAL URBANO MARGINAL Y LA
CRIMINALIDAD
Aquellos grupos que se caracterizan
por actividades desviadas o delictivas,
es probable que tales formas de
conducta repercutirán en sus miembros
integrantes.
Según Mariano Ruiz Funes, debe
estimarse como ambientes
específicamente criminógenos a las
zonas urbano marginales o los barrios
pobres, factores que desencadenan
actividades delictivas precoces y
también la criminalidad adulta.
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Es evidente que la migración del
campo a la ciudad y la formación
de barrios marginales, están
condicionadas a diversos
factores:
Bajo nivel de vida en las
provincias.
Centralismo.
Desarrollo económico con
desigualdades.
Crecimiento demográfico
acelerado.
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También se observa formas de
conducta desviada en jóvenes y
adultos provenientes de mejor
status económico, tales como:
Consumo de droga.
Delitos de violencia sexual.
Homicidios.
Delitos de cuello blanco
(peculado, fraudes).
Delitos, que por el poder
económico e influencias, son
ocultados o minimizados.
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Además del medio social
inadecuado, hay que
considerar:
El grado de moral.
Los valores.
Características de
personalidad. Connotaciones
culturales, estructurales de
índole socio económico.
Las condiciones externas
juegan un papel importante en
la conducta delictiva y
antisocial.