Post on 21-Jul-2015
Ética y Moral
Por que estudiar ética?
El terreno de la ética es responder a una pregunta, básicamente.
Para qué? Nuestra conducta tiene una
coherencia: nuestros actos, por muy aislados e inconexos , reflejan un orientación común. Un para qué
Esa orientación, estos para qué? Constituyen el terreno de la ética.
La ética, por tanto, orienta la conducta humana desde los valores que nos interesa hacer realidad en cada momento. En la ética de cada uno está formulado qué es lo que cada persona aspira ser.
Ildefonso Camacho
Talvez sea más fácil empezar diciendo que no es la éticaLa ética no es algo exclusivamente
dependiente de la religión La ética no puede reducirse a un
conjunto de normasLa ética no puede reducirse a un
conjunto de prohibicionesLa ética no es algo que pertenece
sólo a la vida privada de cada uno.
Toda persona, al margen de sus creencias religiosas, tiene una ética, en la medida en que se comporta de acuerdo con unos valores.
El ser humano es, por su propia naturaleza, sujeto
ético.
El carácter personal de la
ética es irrenunciable.
Por eso no es admisible
entender la ética como un
puro conjunto de normas
que se nos imponen desde
la autoridad exterior a
nosotros, sea religiosa o no.
Frente a una ética de la prohibición, nosotros
optamos por una ética de los valores.
La ética abarca todos los ámbitos de la existencia, no solo la vida privada.
La ética se extiende también al campo
profesional y empresarial, a pesar de que muchas veces nos resistimos a
aceptarlo.
Por lo tanto podemos concluir que la ética es:HumanaPersonal De valores Totalizante
La ética entonces pone en juego la persona, con todo lo que tiene de más específico: su libertad y responsabilidad.
La libertad es condición indispensable para que haya ética. Pero la libertad en ejercicio , es decir, la libertad que se traduce en decisiones.
La decisión está presente en todos los ámbitos de la existencia.
Siempre nos encontramos con la necesidad de decidir.
¿Con qué criterios y en función de que valores decidimos?
La ética implica siempre el ejercicio de la libertad humana: pero no una libertad caprichosa, sino orientada por unos valores que constituyen un cierto ideal personal con el que se identifica cada sujeto.