Post on 20-Aug-2015
ESCUNI – Escuela Universitaria de Magisterio
LOS ESPACIOS EN
MUSICOTERAPIA
Joel Yucra
Sara Serena
Silvia Pérez
Natalia González
TERCERO H, 2011
Música en Educación Especial Liesbeth Martens
AULAS Y ESPACIOS
El Aula es una excelente instancia para
difundir la Musicoterapia, insertándola en las salas
de clase con el fin de que los alumnos beneficiados
puedan crecer en el conocimiento de sí mismo y la
relación con otros identificando fortalezas y
debilidades, pudiendo el musicoterapeuta averiguar
por medio de actividades musicales las
problemáticas de niños y jóvenes, brindando por
medio de la Musicoterapia un espacio para
canalizar, expresar sentimientos y emociones, que
permitirán mejorar la calidad de vida de sus
beneficiarios.
La inserción de ésta disciplina en las salas de
clase permitirá que esté al servicio de las personas
de manera masiva, dando pie para que comience a
formar parte de nuestra cultura, así como también
podrá aportar a recopilar parte de nuestra cultura
musical identificando formas sonoro-corporo
musicales.
ZONAS DE ENCUENTRO; CREAR UN CLIMA
La sala donde se ha de trabajar la
musicoterapia debe cumplir unas condiciones tanto
ambientales como espaciales:
Ha de tener unas dimensiones adecuadas,
conviene que sea amplia, pero no excesivamente, ya
que los niños puede que no sean capaces de
orientarse, ni dominar el espacio.
Debe contar con suficientes y variados
instrumentos, incluyendo instrumentos construidos
por el propio grupo, y todo tipo de objetos sonoros
caseros (cotidiáfonos). Se destinará un lugar para
poderlos organizar y guardar cuando no se utilicen.
También debe tener juguetes sonoros y musicales
variados.
La iluminación y el control deben ser
importantes, ya que, para muchos juegos y
ejercicios es preferible que se desarrollen en
ambientes controlados de luz.
El equipo de música debe ser de buena
calidad, y sus altavoces deben estar correctamente
distribuidos en el espacio. La acústica representa un
papel importante en el desarrollo de los resultados.
Debe evitarse el eco y la reverberación.
La temperatura ambiente será cómoda, y el
suelo debe estar adecuado para estar en él sin
zapatos (aislado del frío y de la humedad).
Debe estar insonorizada para evitar que los
ruidos y sonidos exteriores perturben el desarrollo
de las diferentes actividades.
Crear un clima adecuado es posibilitar el
surgimiento de la espontaneidad. Crear un clima es
alentar formas no verbales para abrir puertas de lo
vivencial y lo experiencial. Crear un clima es crear
confianza, elemento indispensable para un nivel de
entrega. Es jugar-creando, es crear-jugando, es
creer en el juego. Jugando la mente está más
abierta.