El mito de las estaciones (Hades y Perséfone)

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El mito de las estaciones (Hades y Perséfone). Mª Victoria Carpena Muñoz. Perséfone, en la mitología griega, era la hija de Zeus (padre de los Dioses) y Deméter (diosa de la fecundidad de la tierra y la agricultura). Deméter (Demetra). Zeus (Júpiter). - PowerPoint PPT Presentation

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El mito de las estaciones (Hades y Perséfone)

Mª Victoria Carpena Muñoz

Perséfone, en la mitología griega, era la hija de Zeus (padre de los Dioses) y Deméter (diosa de la fecundidad de la tierra y la agricultura).

Zeus (Júpiter)Deméter (Demetra)

Vivía en un bosque lejano, en cuyos lindes se abría la espesura, rodeada de otras ninfas como ella,

hijas de dioses o de dios y mortal. Con ellas jugabay se crió, siempre bajo la vigilancia de su madre,

que era toda ternura con su pequeña hija.

Nuestra Perséfone creció feliz

entre juegos, risas, cantos y bailes.

Pero no todo podía ser hermoso

y resultó que un día en que Hades,

señor de los infiernos, estaba paseando por los

límites de sus terrenos, se acercó

demasiado a esa espesura en la

que acababa el bosque, La vio,

teniendo todo lo que él no tenía, esa gracia, esa

vitalidad...

y se enamoró,

insistiendo en casarse con ella.

Hay dos versiones a partir de este punto, la primera que hades la rapto,

de este rapto hay muchas obras, a continuación Incluyo una selección.

La segunda versión es que Ares acabó urdiendo un plan por el

que su amada bajaría a su reino, ya que él no podía

abandonarlo. Y fue así que encantó una de esas flores que tanto le gustaban a Perséfone, y cuando ella se acercó un día que recogía flores para hacer

una diadema, la flor encantada la engulló haciéndola

descender al hogar de Hades.

Fueron días muy duros para Perséfone, que vio desaparecer todo aquello que amaba: las flores, el verdor del césped, las gotas de rocío con las que lavaba su cara al salir el sol... Al principio se mostró reticente incluso a entablar ninguna conversación con Hades, y se escondió en su mundo de recuerdos, pero según pasaban los días el enfado y la negación dieron paso a una resignación triste.

Hades había ya dispuesto todo para su boda, y llegado el día, Perséfone, ya sin lágrimas por todo lo que había llorado, dio el "sí, quiero", a su raptor. Algunos dicen que debería haber aguantado más... pero a veces la desesperanza es el peor de nuestros enemigos.

Mientras tanto, Deméter buscaba a su hija desesperadamente. Durante 9 días y 9 noches recorrió cada rincón de la tierra buscándola, hasta que el décimo día, el Sol, que todo lo ve, decidió contarle lo que había visto,

la joven recogiendo flores y la tierra engulléndola.

Deméter enfureció y dejó la tierra, que sin su presencia se quedó estéril y vacía, nada crecía ya en ella.

Marchó a hablar con Zeus para que le exigiese a Hades que devolviera a la muchacha.

Pero cuando Zeus iba a tomar cartas en el asunto era demasiado tarde y ya Perséfone

se había casado con Hades, comiendo perlas de una granada en el pequeño banquete

que hubo tras la boda, sin saber que la granada es la fruta del inframundo,

que la retendría allí para siempre.

Pero todo esto no arredró a Deméter, que acabó bajando por su propio pie al mismo Infierno, tras cruzar la laguna Estigia, y sin temer al perro Cancerbero, fiel seguidor de Hades y guardián de las puertas infernales. Y allí, frente a frente con Hades, repitió su intención de recuperar a su hija y de permanecer en el infierno hasta que ella regresara a la tierra con ella.

Viendo Zeus que la tierra agonizaba sin Deméter en ella, que las flores se negaban a crecer, los pastos amarilleabany hasta los animales dejaban de tener crías, se puso esta vez de parte de Deméter, y así acabaron llegando a un acuerdo con Hades.

Perséfone pasaría medio año con él en el mundo de los muertos, y el otro medio con su madre, bajo el sol, y esta solución intermedia fue la que finalmente aceptaron todos, llegando Perséfone a reinar junto a Hades la mitad del año en que vivían juntos.

Es por esto por lo que la mitad del año, todo florece y llega la primavera,

personificada en Perséfone,

y la otra mitad, aquella en que vuelve al hogar de Hades, llega el frío, las lluvias y las nieves, ya que ella ha marchado y su madre la extraña y llora, regando los campos con nieve y hielo.

Y así es como nosotros, los humanos, tan lejos de dioses, diosas y héroes,

acabamos recibiendo las consecuencias de sus actos,

siendo esta vez la secuencia de estaciones lo que nos llega de toda esta historia.