Virginia Hernández IzquierdoEstefania García ZambranoDavid Hernández González

Yeray Hernández

En la mitología griega Hades alude tanto al antiguo inframundo griego como al dios de éste. En los antiguos mitos griegos, el reino de Hades es la neblinosa y sombría morada de los muertos (también llamada Érebo), a la que iban todos los mortales. La filosofía griega posterior introdujo la idea de que los mortales eran juzgados tras su muerte y se los recompensaba o maldecía.

El Hades se sistematiza y se le atribuyen varias secciones:

- El palacio de Erebo:es el lugar de paso que cruzaban las sombras a partir del momento de la muerte. Al Erebo iban las almas de la gente normal y corriente. Se convertían en meras sombras que anhelaban únicamente ser recordadas en vida y que se les hiciesen sacrificios de sangre.

- El infierno de los malvados: devorados por el remordimiento, sometidos al río glacial de los lagos helados, así como a los vapores ardientes de las llamas.

-El Tártaro: es el lugar más profundo, es la prisión de los titanes hijos de Gea y también de los humanos malévolos, los peores crminales como Tántalo, así como todos aquellos desafortunados que hubiesen sido castigados por los dioses, un lugar oscuro y funesto, habitado por formas y sombras incorpóreas.

Los Campos Elíseos, o a veces mencionados como las Llanuras Eliseanas, eran el lugar sagrado donde las sombras de los hombres virtuosos y los guerreros heroicos llevaban una existencia dichosa y feliz, en medio de paisajes verdes y floridos. Era la antítesis del Tártaro y a menudo se ha asociado con el Cielo cristiano.

El río Aqueronte o Aquerón: está situado en el Epiro, región noroccidental de Grecia. Aqueronte puede traducirse como ‘río de la tragedia’ y se creía que era una bifurcación del río del inframundo Aqueronte, por el que en la mitología griega, Caronte porteaba las almas de los recién fallecidos hasta el Hades. Se cuenta que en sus aguas todo se hundía salvo la barca de Caronte, que accedía a pasar las almas de los difuntos a cambio del óbolos o monedas de ceniza que se ponían a los muertos en los ojos para pagarle. Hay 4 rios más que llegaban al Hades: Cocyto, Lethe, Styx y Phlegethon.

-Las puertas del Hades: era el lugar al que Caronte conducía a las almas que habían pagado el peaje. Estas puertas estaban custodiadas por Cerbero, también llamado Cancerbero, el perro de tres cabezas.

-Valle de los lamentos: es el lugar por el que las almas cruzaban el Erebo. -Planicie del Juicio: las almas llegaban aquí escoltados por Cerbero. Aquí es donde se realiza el juicios de las sombras, realizados por los tres jueces, Minos, Radamantis y Éaco, escogidos por su sabiduría y por la vida ejemplar que habían llevado.

En medio de la oscuridad del mundo inferior, se ubica también la morada de Caronte y el palacio de Hades y Perséfone. Éste nunca fue descrito de verdad, excepto para decir que está formado por innumerables puertas y estancias, provisto de colosales columnas, oscuro y tenebroso, repleto de espectros, situado en medio de un paisaje aterrador.

Frente al palacio se encontraban dos lagunas: -Mnemósine, cuyas aguas al serbebidas hacían recordar todo y alcanzar la omniscencia, ubicada bajo la sombra de un álamo blanco. -Leteo, que estaba debajo de un ciprés blanco y era concurrido por aquellos que querían olvidar. Era el árbol de Hades.

Si son juzgados como no bondadosos, ni como malvados, las almas son enviadas de nuevo son enviados de nuevo por el ramal principal del Estigia (tras hacerles beber de las aguas de Leteo) y llevados hasta las praderas de los Asfódelos, un lugar chato, gris y nubuloso con árboles de ramas inclinadas hacia el suelo, un lugar plagado de murciélagos, era el lugar más frecuentado, donde la noche y el día no eran más que un eterno crepúsculo. Los condenados se pasaban la eternidad dando vueltas sin objetivos.