El MAESTRO DE IZGREV Capítulo 1º - OMRAAM · hacia un más claro desarrollo del tema principal....

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El MAESTRO DE IZGREV

Capítulo 1º A MODO DE INTRODUCCION

La consideración de los más importantes sucesos de la vida humana --tanto los históricos y aun aquellos que pertenecen al lejano pasado y que la tradición y el arte testimonian-, permiten al hombre no sólo obtener una mayor comprensión de su importancia dentro del proceso mismo, sino extraer de las relaciones entre el pasado y el presente aquello que le permita lograr su propio mejoramiento. Vemos que los hechos que constituyen, finalmente, el inabarcable tesoro de la experiencia humana se vinculan entre sí de tal manera, que en todo acaecer es posible captar la incidencia de un suceso anterior y el efecto previsible. Porque un hecho no puede producirse aisladamente, sino que es parte de una cadena de hechos dentro del constante ondular que significa el apogeo y decadencia de la cultura de la humanidad. Tan así es, que si tratamos de abarcar el conocimiento de grandes civilizaciones como ser la egipcia, griega o romana, algunos acontecimientos -particularmente aquellos que corresponden a la actividad intelectual, artística o religiosa- nos remontarían a otros acecidos con anterioridad en la India o Persia y aun comprobaríamos su influencia posterior en algunos caracteres de la Europa del Renacimiento; pues, por más grande que haya sido una cultura dada no es más que un paso en el avance cíclico de la vida total.

Gracias a esta observación podemos comprobar que, si bien es innegable el importantísimo papel que desempeñaron las grandes civilizaciones en favor de la cultura universal, pequeños pueblos también representaron, en tal sentido, un rol de considerable alcance. Sirva como ejemplo de esta aseveración el aporte tracio a la cultura helénica y, aun, a la Bulgaria de nuestros días. Se ha tomado este ejemplo, precisamente, a causa de que en este capítulo se incluye un breve análisis de ciertas etapas de la historia religiosa búlgara como punto de partida hacia un más claro desarrollo del tema principal. Al pretender estudiar el avance evolutivo de un pueblo nos encontramos, las más veces, con que lo religioso ha regido o, al menos, ha influenciado a otros aspectos de la cultura; sobre todo en cuanto se refiere a la política y el arte. En el caso que nos ocupa, podemos

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afirmar que lo religioso guió todos los pasos de la historia búlgara hasta el momento mismo de la negación de lo religioso, en fuerza de su actual concepción política. Ahora bien; apartando la idea de lo que en la actualidad conocemos geográficamente por Bulgaria y considerándola comprendida en la unidad balcánica de otros tiempos, veremos que muchos siglos antes de la era cristiana ya había cruzado por grandes etapas de desarrollo místico. La tradición, así como los mitos y leyendas, suelen cubrir con un velo las grandes verdades de la vida espiritual de un pueblo y es preciso prestarles atención a fin de cubrir los muchos interrogantes o vacíos de la historia. Por consiguiente, al hacer el análisis de la vida religiosa búlgara debemos recurrir al hilo de Ariadna que nos remonte tanto más allá de la época en que Bulgaria existiera como el país que es hoy; pues, lejos de los anales históricos, una nutrida información tradicional otorga significación real a lo que muchas veces fue tildado de leyenda, mostrándonos que desde muy antiguo los Balcanes fueron la cuna de importantísimos movimientos culturales y espirituales.

El viajero que transite por Bulgaria podrá maravillarse de la imponencia majestuosa de sus montes, la fertilidad de sus valles, la belleza de sus bosques, la diafanidad de sus lagos y el perfume incomparable de sus rosas; pero lo que más despertará su asombro habrá de ser, sin duda, los muchos monasterios y antiquísimos templos que observará en el corazón mismo de las montañas. La presencia de alguno de estos templos corrobora la afirmación sustentada por la tradición, permitiendo el resurgimiento de un Orfeo real; no ya el hijo de Calíope y Apolo - al menos, en cuanto a su existencia física se refiere- sino al hijo del rey Eagro de Tracia (Thrakia), que trece siglos antes de Cristo fundara el movimiento religioso y filosófico más importante de los Balcanes.

Orfeo es el punto de partida para el estudio de la vida mística de toda la Península. Por eso, es preciso que nos remontemos tanto más allá del cristianismo, ya que esta religión adquirió en ese punto geográfico, merced a las influencias órficas, características extraordinarias. Más aún, puede decirse que Orfeo preparó al mundo europeo para el recibimiento de Cristo, puesto que ha sido uno de sus más poderosos precursores. No hay más que profundizar un poco en la filosofía de Pitágoras y P1atón para comprobar cuál ha sido la fuente de donde manó su más pura mística y, al mismo tiempo, apreciar el poderoso influjo de esa mística sobre Roma, que más adelante fuera el marco para el desenvolvimiento de la cristiandad. Hagamos una brevísima retrospección a los tiempos de Orfeo, a fin de poder cotejar, después, algunos aspectos de la vida órfica reflejados en posteriores movimientos místicos búlgaros:

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La Tracia septentrional fue el escenario donde se desarrollaron las primeras comunidades órficas y se construyeron los templos para el culto solar. Estos templos se caracterizaban por sus amplias terrazas abiertas, construidos en lugares muy altos y casi inaccesibles de las montañas, desde donde podía recibirse la primera luz del alba. La recepción del alba constituía un solemne ritual integrado por himnos y danzas sagradas. Quizá debido a ello Orfeo fue considerado en la mitología el hijo de Apolo y de la musa; aunque es probable que también se lo llamara el "hijo de Apolo" en virtud de su alto grado sacerdotal. Aún se conservan en las abruptas y boscosas mesetas que corresponden actualmente a los montes de Ríla (sudeste de Bulgaria) los restos del templo que otrora fuera consagrado a Apolo o Helios, el Altísimo.

Amantes de la naturaleza, los órficos vivían en los bosques que circundaban los templos o en las grutas de las montañas llevando una vida de rígido ascetismo y purificación. Se alimentaban con hierbas y frutos y se abstenían de alimentación carnívora en una suprema demostración de respeto por la vida. Merced a esta disciplina se les permitiría vivir en comunidad junto al Maestro, pudiendo vestir entonces la túnica blanca que los distinguía como pertenecientes a la familia sacerdotal y entregarse a los rituales superiores. En los grados más altos del sacerdocio debían cumplir difíciles exámenes, los que culminaban con el descenso al Hades, paso hacia el reino de la muerte, consistente en una especie de trance que permitía al aspirante pasar por una experiencia similar a la de la muerte física. Mediante este examen lograba familiarizarse con otros planos superiores de existencia lo que le permitía afirmar en su conciencia que a la muerte sobreviene la verdadera manifestación de la vida espiritual. Si pasaba exitosamente esta última prueba, que más que de la muerte podría denominarse de la inmortalidad, se le entregaba el phorminx, la lira de siete cuerdas, símbolo del séptuple misterio de la Iniciación.

Las tablillas de oro que se conservan en la actualidad y que encierran la literatura sagrada de los órficos tienen un sorprendente paralelismo con el Libro de los Muertos del antiguo ritual iniciático egipcio. Tal cosa se comprende si se tiene en cuenta que Orfeo fue educado en Egipto y que llevó los Misterios de Memphis a Tracia para derramar la luz de su sabiduría hacia todo el mundo balcánico influenciado, sobre todo, a los helenos, quienes consideraron a Tracia la patria de las musas y la cuna de la luz y la inmortalidad. Prueba de esta influencia la tenemos, especialmente, en los himnos netamente órficos existentes en algunos trozos de la Ilíada y La Odisea y en los Versos Dorados de Pitágoras. La luz de Orfeo brilla desde entonces en el genio creador de toda criatura

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humana. Es difícil encontrar un órfico que no sea un artista o, al menos que no precie el arte en toda su magnitud, así como también es difícil que un artista genial no tenga algo de órfico.

Orfeo fue el primer avatar de occidente reconocido como un verdadero enviado divino. Sus enseñanzas consisten en un supremo ideal de amor y fraternidad, en profundos principios tendientes al desenvolvimiento interior y al desarrollo de mejores condiciones de vida y altísima moral. Enseñó a sus discípulos a cantar los himnos a la Divinidad, representada en cada uno de sus atributos por los dioses secundarios del nutrido panteón precristiano, detrás de cuyos nombres residía el verdadero espíritu de la Deidad única e indivisible que proclamó como el Gran Hacedor, el Altísimo, simbolizado en la luz de Helios o Apolo, el dios solar, padre de los dioses.

Mucho podría decirse de Orfeo; mas como parte de la introducción al tema que se ha de desarrollar en la presente obra, lo dicho es suficiente. Sólo podría agregarse, en tal sentido, que tras aquel período de esplendor los himnos órficos parecieron enmudecer durante mucho tiempo en la patria de las musas. Las hordas bárbaras que irrumpieron sobre toda la Península la sumieron en gran oscuridad. No obstante, el divino mensaje de Orfeo no se ha perdido pues celosos guardianes se hicieron cargo de su custodia y, cada tanto, una ráfaga celeste hace vibrar las cuerdas del arpa enmudecida. Vibraron en las voces de los santos de los primeros años del cristianismo en Bulgaria; en la voz de Boián, el místico príncipe rebelde y en las voces de los fieles bogomílos, también vibró en la voz y la pluma de Paisi, el monje santo del Renacimiento búlgaro; y aun cuando, por última vez, el Maestro Danoff -el sabio Maestro de Izgrev- volvió a arrancar del sagrado phorminx de los iniciados un himno magnífico de alabanzas al Altísimo y a toda la creación.

Tratemos de percibir el eco de los sagrados sones mediante la reverente semblanza de esos excelsos espíritus que dedicaron su vida al más alto ideal de amor y servicio, puesto que, aunque hayan actuado en tan reducido medio, lograron trascender los límites geográficos y aún los límites del tiempo para infundirse en el divino e inabarcable plan que, desde siempre, significa el impulso para el avance cultural y espiritual de la humanidad. Lamentablemente no es posible entrar en detalles, por más tentador que esto resulte. Sólo mencionaremos, un poco al pasar en este breve bosquejo de la vida religiosa de Bulgaria, a quienes fueron sus protagonistas más destacados. Lo fundamental, más que el relato mismo, habrá de consistir en las conclusiones que de él puedan

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extraerse; y para alcanzar este propósito, habremos de argüir sobre los comienzos de la historia búlgara.

BREVE ANALISIS DE LA VIDA RELIGIOSA BULGARA

Procedentes de las estepas asiáticas, feroces cabalgadas cruzaron las majestuosas montañas de los Balcanes descendiendo por sus vertientes hacia los fértiles y templados valles del sur. La sed del saqueo y la conquista los hacía avanzar continuamente dejando a su paso la más tremenda desolación. Pero no todas las invasiones convergentes en la indefensa Península fueron igualmente crueles. Hubo una, la' eslava, que conquistó no por la violencia sino por el trabajo y el amor. Empujado ante el avance de los bárbaros, este pueblo de labriegos y pastores penetró pacíficamente, extendiéndose por toda la Europa oriental. Mansos, de profundos ojos azules y largos cabellos rubios, los eslavos contrastaron con las otras razas invasoras no sólo- por su fisonomía sino por sus costumbres y creencias. Poseían una sencilla religión de adoración a la, naturaleza y a los genios de los elementos. La muerte no despertaba su temor porque creían en otra vida, continuación de la terrena y el culto más sagrado para ellos era la organización de la familia y la comunidad en que vivían. Más adelante, a principios de la Era Cristiana, entre las grandes agrupaciones étnicas que se desplazaban desde el Asia Central llegaron los búlgaros. Robustos, sobrios, valientes guerreros, poseían todo aquel carácter que faltaba a los eslavos, no obstante lo cual, al fusionarse con éstos y entrar a formar parte de la comunidad balcánica, asimilaron sus costumbres y adoptaron su lenguaje. A fines del siglo VII se fundó el primer Estado búlgaro en la zona comprendida entre el Danubio y la cadena balcánica y abarcaba todas las tribus eslavas que poblaban esa región. Rápidamente, gracias al sentido de organización y tenacidad del búlgaro y al espíritu idealista y laborioso del eslavo, se desarrolló en la Península una nueva y poderosa cultura que se superpuso a las antiguas tradiciones heredadas de los tracios. Mas la importancia adquirida por la incipiente Bulgaria despertó los temores del Imperio bizantino que vio en ello el mayor impedimento para extender su poderío hacia el centro peninsular. Tras cruentas luchas sostenidas durante muchos años, en virtud de su ímpetu guerrero los búlgaros vencieron a Bizancio. Así lograron su máxima expansión a

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principios del siglo IX al conquistar toda la Tracia, Macedonia, y gran parte de Grecia. Justamente a estas luchas se debe la introducción del cristianismo en Bulgaria. La idea fue llevada por los prisioneros griegos, y asimilada rápidamente por aquel sector de la población en el que predominaba el elemento eslavo, sensible siempre a la exaltación espiritual. No ocurrió lo mismo con el sector de terratenientes que constituía la nobleza búlgara, de marcada característica turánica, el que se opuso a la nueva fe temiendo que infundiera en sus siervos el sentido de dignidad inherente a todo ser humano y preconizado por los cristianos. Una misión de gran trascendencia fue desarrollada entonces por los monjes santos Cirilo y Metodio al crear el alfabeto eslavo, permitiendo con ello la difusión de las Sagradas Escrituras mediante traducciones efectuadas del idioma griego. De esta manera fue consolidado el cristianismo en todo el ámbito de los Balcanes.

Luego de la escisión religiosa que marcó definitivamente la separación formal entre el mundo de oriente y occidente, cuando todo hacía pensar en la declinación de la cristiandad, el zar Boris I de Bulgaria instituye la Iglesia Ortodoxa en el país y recibe el bautismo cristiano en el año 864. A fin de evangelizar a la población, el zar encomienda a doscientos monjes eruditos, discípulos de San Cirilo y San Metodio, que recorran el país. Uno de estos monjes, San Clemente, fue designado obispos y a él se debe la aparición de un importantísimo movimiento cultural. Además de su acción como religioso -que alcanzó la creación de templos y monasterios donde podían formarse nuevos sacerdotes y la divulgación por toda Bulgaria de la liturgia en lengua eslava en vez de griega- San Clemente fundó junto al lago de Ojrida un centro intelectual en el que miles de colaboradores suyos dedicaron gran parte de su vida a la traducción en eslavo de las más grandes obras filosóficas y religiosas de la antigüedad. Otro centro semejante al de Ojrida fue fundado en Preslav, capital del reino, por el monje Naúm. La vida monástica atrajo al soberano quien, cansado quizá de maniobrar con diplomacia entre Bizancio y Roma -que constantemente trataban de influir en el nuevo Estado cristiano- y también de apagar las continuas rebeliones de los feudales que se oponían al nuevo credo, en el año 889 buscó la paz de su espíritu atribulado en el monasterio de San Panteleimón. Sucedió a Boris su hijo mayor, Vladimiro. Lejos de seguir la política y los principios de su padre, el nuevo zar, dejándose influenciar por los feudales, emprendió una violenta persecución contra los cristianos al par que imponía el paganismo turánico. Enterado Boris, debió abandonar por un tiempo su vida conventual y reasumir el poder.

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El tercer hijo de Boris, su dilecto, de nombre Simeón, era dueño de una vastísima cultura. Había estudiado en la Universidad de Constantinopla, donde se había destacado por su extraordinaria inteligencia. Al egresar se había hecho monje uniéndose a la escuela de Naúm para poder dedicarse a la literatura y filosofía. Allí fue reclamado por su padre para ser entronizado zar del Imperio Búlgaro. Así, Simeón I fue el más grande zar que conoció Bulgaria en el transcurso de toda su larga historia. No faltaron las luchas en el comienzo de su reinado, tras lo cual restableció una pacificación que duró treinta años, en cuyo lapso pudo continuar dedicándose a la traducción de notables obras literarias, filosóficas y religiosas, llegando a traducir los treinta y cinco discursos de San Juan Crisóstomo recopilados bajo el título de "Stotostrui" (Ola Dorada) y dirigió la compilación de las obras más admirables poseedores del saber de su tiempo. Esta fue, sin duda, la época de oro de Bulgaria, en la que el arte, la filosofía, en fin, todas las expresiones de la cultura, alcanzaron su máximo esplendor.

En la biblioteca del palacio de Preslav, donde miles de volúmenes colmaban los ricos anaqueles, el joven príncipe Boián -el segundo de los cuatro hijos de Simeón- pasaba largas horas absorto en la lectura de sus libros favoritos. Solía sumirse en profunda meditación con el alma colmada de gratitud hacia el Altísimo por haberle concedido beber en tan rica fuente de sabiduría. En la biblioteca se sentía junto a Dios, junto a sus sabios maestros que le hablaban tan magníficamente a través de sus lecturas, y se entregaba a ello con místico deleite. Había heredado de su padre y de su abuelo una inteligencia extraordinaria. Desde muy niño había aprendido a leer en eslavo, griego y árabe, lo que le permitía asimilar una profunda y variada literatura. Era lo que podría llamarse un ser sobrenatural. Influenciado por la filosofía de Mani, pensador babilonio del siglo III cuyas ideas, basadas en el dualismo, se habían extendido por toda el Asia y los Balcanes, y también por las doctrinas expuestas por Constantino o Silván de Siria, fundador de la escuela pauliciana (pavlikiani), Boián vislumbró su misión como portador del cristianismo y decidió prepararse para su alta empresa. Debía primero realizar sus estudios superiores; pero antes de ingresar a la célebre universidad de Bagdad -bien llamada entonces el hogar de la sabiduría- donde estudió varias ciencias, visitó Alejandría a fin de recibir conocimientos herméticos de los sabios sacerdotes egipcios.

Treinta años de paz resultó un período demasiado extenso para Bulgaria en una época de luchas y avalanchas de conquista. Un día el zar Simeón, presa de febril ansiedad, lanzó sus ejércitos en pos de un estado que comprendiese toda la Península Balcánica. En tal momento Boián retornó a su patria como verdadero

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iluminado, a pesar de su juventud, y la encontró sumida en terribles guerras. Rogó a su padre que cesaran las contiendas, pero el monarca se negó a retroceder en su intento de expansión. Así fue que los búlgaros vencieron a los serbios logrando alcanzar las costas del Adriático y ocuparon Grecia hasta veinte kilómetros de Salónica. Su mayor ambición era ocupar el trono del Bajo Imperio. Entonces Boián, como guiado por extraña inspiración, predijo el futuro destino de Bulgaria y advirtió al zar que si hacía la guerra a Bizancio no entraría a Constantinopla ni tampoco volvería a Preslav. Quizá sintiera el soberano, en lo profundo de su ser, cernirse la sombra de tal predicción; mas los nobles presionaban junto a él y Constantinopla era la joya más preciada para su corona.

Boián dejó el palacio. La vida principesca no era para él. Sentía en su alma que había llegado la hora para comenzar su gran obra y se lanzó a predicar la verdad de Cristo entre su pueblo. Alentaba a los pobres y afligidos, curaba a los enfermos y la gente se agolpaba a su alrededor para escuchar sus inspiradas palabras plenas de amor y comprensión. Pronto se formó un grupo grande de seguidores y discípulos entre quienes se encontraban su hermano menor, el príncipe Juan y un joven pope de nombre Bogomil. Mientras tanto, el zar Simeón sitiaba con sus tropas Constantinopla y cuando, creyendo suya la victoria, dio el paso decisivo, su corazón vaciló y un colapso tronchó su vida. La soldadesca, turbada ante tal acontecimiento, pierde el orden de la estrategia y es vencida. Así, la profecía de Boián se había cumplido.

La nobleza y el alto clero reprobaban las actividades disidentes de los miembros de la casa real -Boián y Juan- en tanto que propiciaban la coronación de Pedro, el tercer hijo del desaparecido zar. Mas una vez entronizado éste, recrudecieron las intrigas en torno a la conducta de Boián y un grupo de boyardos prepara una conspiración para darle muerte. Advertido el príncipe por sus fieles huye del país y se dirige a Rusia donde introduce el cristianismo. Al enterarse el pueblo sobre el complot expresó de mil maneras su descontento iniciando una campaña para destronar a Pedro y coronar a Juan. Entonces Pedro hace capturar a su inocente hermano a quien hace torturar y enclaustrar. Algunos simpatizantes del joven príncipe lograron liberarlo favoreciendo su huida hacia los montes de Rila donde pudo ocultarse en una gruta. Allí, quien habría de convertirse con el tiempo en San Juan de Rila (S. Juan Rilski) pasó el resto de su vida predicando la doctrina de Cristo entre los humildes montañeses que acudían a él para escuchar sus palabras plenas de sabiduría y bondad.

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La obra de Boián fue continuada por el pope Bogomil. A él se debe la organización, en el año 927, del movimiento religioso que se denominó de los bogomilos y que luego se extendiera por toda Europa con distintos nombres: patarenos, cátaros, albigenses; inspirando a Huss en su célebre movimiento de Bohemia y proyectándose, incluso, al Renacimiento europeo, puesto que sus más geniales propulsores, Dante y el gran Leonardo, se identificaron con tales ideas. El bogomilismo fue creado, en principio, corno expresión de un verdadero ideal cristiano y luego, como reacción al estado social reinante y a la vida cortesana y del alto clero que se iba corrompiendo cada vez más debido a la introducción de pomposos elementos bizantinos, lo que no condecía con la sencilla y humilde religión predicada por el gran Nazareno. El pueblo, cansado de tantas luchas estériles que sólo beneficiaban a la aristocracia y favorecían el continuo enriquecimiento de la iglesia y los palacios, fue encendido fácilmente por una doctrina en la que imperaban la justicia y la igualdad de derechos entre todos los hijos de Dios. Gracias a ello se vieron elevados los valores humanos y un nuevo impulso creció en el alma de los eslavos. El movimiento interno estableció congregaciones secretas, de corte netamente místico, en las que los aspirantes a su ingreso eran iniciados solemnemente. Juraban mantener los más altos principios de moral, penetraban a una vida de extremo ascetismo y castidad, no comían carne ni bebían vino y afirmaban que una gran parte de la historia de Cristo debía ser interpretada alegóricamente; no aceptaban otro templo que no fuera la naturaleza misma, en oposición a la pomposidad de la liturgia oficial y al desmedido lujo de los altares; se sentían hombres libres y se negaban a obedecer y a mandar. Era un movimiento democrático y fraternal en que hombres y mujeres vivían corno hermanos, respetándose mutuamente en comunidades semejantes a las órficas; además desechaban la violencia y creían en la inmortalidad del alma y la reencarnación. Ante el avance de tales ideas que hacían peligrar el poder eclesiástico y aun el mismo poder real, el zar Pedro -influenciado por su cuñado, el patriarca de Constantinopla- condenó al bogomilismo por herejía y ordenó la matanza en masa de los bogomilos en todo el país.

Cuando la religión desvirtúa sus propios principios para amoldarlos a las conveniencias del estado y la política o aun a las exigencias de su misma estabilidad y supremacía, suele recurrir a cosas tan inverosímiles como lo son la excomunión y el suplicio de los que de alguna forma se atreven a expresar su disidencia. Así la herejía no fue más que un despiadado recurso para eliminar a quienes pensaron por sí mismos, se rebeló contra la injusticia y los privilegios o

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desecharon abiertamente irracionales dogmas. La inmolación de los mártires generalmente constituye el hito que marca el comienzo de la decadencia de una cultura y Bulgaria vería muy pronto cernirse sobre ella la infalible ley del "karma". Los momentos más brillantes de la historia no logran revelamos el verdadero carácter de un pueblo pues, justamente, ese carácter lo hallaremos templándose en los momentos menos felices de su historia, no por ello carentes de importancia. El hombre se encuentra a sí mismo, descubre sus reales valores cuando se ve frente a la adversidad. Es entonces cuando su propia rebeldía ante el dolor lo llevará a buscar las causas que produjeron, corno efecto, su pesar; y entonces comienza a hacer la historia de sus propios actos para que el futuro no le juegue la misma partida. En términos más amplios, ¿no es esa, acaso, la verdadera finalidad de la historia? Mientras el pasado permanece desconocido la vida se revela corno un enigma, el hombre no alcanza a comprender que se ha creado a sí mismo y ve surgir los sucesos de su vida corno procediendo de un destino ciego y cruel. Sólo cuando alcanza a comprender que las leyes que gobiernan la vida determinan las condiciones para la realización de acciones pero no las acciones mismas; y que cada acción provoca en quien la produjo un efecto de su misma índole, buena o mala, sabrá que el destino no es más que la consecuencia de sus acciones pasadas y que le es dable forjar un futuro luminoso con solo proponerse mejorar su presente accionar.

Volviendo a nuestro relato, podrá advertirse cuán dolorosamente se pagan las irremisibles deudas; pues tras la matanza de los bogomilos una tremenda ola de oscuridad se abatió sobre Bulgaria. El caos imperante fue aprovechado por el Bajo Imperio que vio llegado el momento para ganar la partida largamente codiciada y atacó una y otra vez, hasta que en 966 ocupó totalmente el país ejerciendo su hegemonía política y religiosa durante 168 años. Y eso no es todo. A mediados del siglo XIV los turcos penetraron en la Península Balcánica. En 1393 ocuparon la capital de Bulgaria, pese a la heroica resistencia que allí mantuvo el patriarca Eutimio con los patriotas defensores de la fortaleza de la ciudad. La tiranía otomana, que durante casi cinco siglos dominó el país, ahogó su cultura a punto tal, que el eslavismo pareció haberse extinguido por completo. Los niños cristianos más robustos fueron arrebatados de sus hogares y educados por los turcos con la mayor severidad, formando con el tiempo las fuerzas turcas de jenízaros, célebres por su crueldad y arrojo, en las que el búlgaro, sin recordar su procedencia, idioma ni religión de sus mayores, tomaba parte, inconscientemente, en la persecución de sus propios hermanos de raza. Los turcos, que habían adoptado la religión musulmana debido a su contacto con los

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árabes, le dieron a ésta características tan fanáticas que los llevó a considerar inferiores y despreciables a quienes profesaran otra religión, especialmente el cristianismo, por lo cual ni siquiera trataron de convertir a los búlgaros a la religión del Islam. No obstante, muchos nobles y terratenientes que nunca habían sido sinceros cristianos, queriendo congraciarse con los turcos, adoptaron el islamismo formando el grupo de "pomatzí", conversos. Sin embargo de eso, el patriarca de Bizancio llegó a pactar con el emperador turco, Mohamed II, la autoridad de la Iglesia en la Península, logrando crear en Ojrida un patriarcado greco búlgaro en el que ejercieron su dominio los eclesiásticos griegos, no sin pagar por ello sus buenos tributos al sultán. De esa manera, el cristianismo puro y sencillo de los eslavos se vio dominado y perseguido; por un lado, por los mahometanos y, por el otro, por los fanariotas.

La cultura búlgara, con sus tradiciones y valores históricos, tendía a desaparecer. En las escuelas se impartía la enseñanza en idioma griego con marcados elementos turcos, habiendo sido vedado el alfabeto cirilino. Incluso en las iglesias la liturgia eslava había sido prohibida. Pero, felizmente, la luz siempre traspone las más densas tinieblas como un rayo de la Divina Gracia. Aún limitada, una activa vida cultural se desarrollaba secretamente en los monasterios búlgaros del Monte Athos, en Calcídica, especialmente en el de Jilandar, donde se habían ocultado los viejos manuscritos eslavos que encerraban un incalculable tesoro, fruta de centenares de años de recopilaciones históricas y religiosas. Desde allí, un místico iniciado, el santo monje Paisi, logró encender la chispa de la perdida nacionalidad en el alma de los búlgaros tras haber escrito un libro titulado "Historia Eslavo-búlgara de los Zares, del Pueblo y de los Santos de Bulgaria", Esta obra fue difundida clandestinamente por todo el país entre los eslavos y de ella derivó un poderoso movimiento literario que fuera continuado, más adelante, por el historiador y poeta Rakovski, propulsor idílico del levantamiento contra los turcos y el dominio musulmán. Los monjes abandonaron los monasterios para recorrer toda Bulgaria predicando la fe perdida y enseñando el antiguo idioma nacional, en tanto que luchaban por conseguir una iglesia independiente de la griega. No eran momentos para permanecer en los claustros. Un febril empuje interior los instaba a la acción, mezcla de mística y patriotismo, como si en realidad hubieran sido llamados por designio divino para la gran misión de despertar a su patria sojuzgada. Tan activa y compacta fue la obra de los religiosos eslavos que, finalmente, en 1870 el sultán accedió a reconocer el exarcado independiente de Bulgaria cesando, de ese modo, el clero griego en su hegemonía. Ello provocó, como era de prever, la excomunión en masa del exarca

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y de todos los ortodoxos búlgaros por parte de la Iglesia griega; acto que, por consiguiente, no logró disminuir en lo más mínimo el entusiasmo de éstos ni amilanarlos para el logro de otra nueva conquista. La chispa de la nacionalidad ya había sido encendida y el pueblo era consciente de sus legítimos derechos de libertad. Por toda Bulgaria comenzaron entonces a formarse comités secretos en los que grupos de jóvenes idealista s, encabezados por el intrépido Vasil Levski, planeaban la forma de liberar a su patria del yugo otomano, logrando luego la formación de una verdadera organización emancipadora.

Entre aquellos incansables luchadores religiosos de la liberación y el renacimiento de Bulgaria se hallaba el joven pope Konstantin Danovski. Su ideal había sido la vida monástica, pero no llegó a realizarlo en virtud de un curioso acontecimiento que cambió el curso de su aspiración. Sucedió que cuando se dirigía hacia Calcídica para ingresar al Monasterio de Athos se detuvo en Salónica para orar en la iglesia de San Demetrio. En medio de sus oraciones fue sorprendido por extraño estremecimiento: ante él se había materializado repentinamente un ser sobrenatural, envuelto en un halo de suave luminosidad. Ese fue el momento más trascendental de su vida. Se sintió invadido por la sagrada luz y oyó una voz que le decía: "Piensas que en el Santo Monte (Athos) recibirás lo que deseas, pero tú no has de ser monje" y tras decir tales palabras desapareció. Un anciano monje que oficiaba en ese momento y que también había contemplado la aparición, al ver que Danovski permanecía inmóvil en medio de su asombro, le dijo: "No temas, incognoscible s son los caminos de Dios. ¡Vuélvete!" Entonces volvió a Bulgaria, se ordenó de sacerdote y formó hogar.

EL MAESTRO El 11 de julio de 1864 fue, sin duda, un día muy feliz para el pope

Danovski y las campanas de la pequeña iglesia de Nícolaevka habrán doblado a júbilo, no sólo porque ese día la ortodoxia eslava celebrada el día de San Pedro, sino porque su hogar había sido bendecido con la llegada de un hijo. El niño fue bautizado con el nombre del santo y sus padres supieron brindarle ese ambiente propicio, indispensable para la formación de los hombres ejemplares. Danovski fue uno de esos sacerdotes en quienes la plena conciencia de sus deberes como miembro de la Iglesia no significó un impedimento para abarcar otras actividades tendientes a la emancipación de Bulgaria y, entre ellas, la que más ocupó su afán fue la propagación del acervo histórico y cultural de su patria. El pequeño Pedro

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fue creciendo en ese lima de idealismo acentuándose en él, desde temprana edad, una poderosa vocación por la enseñanza y una profunda devoción. Poco asiduo a los juegos infantiles, su único solaz consistía n el estudio del violín, instrumento que habría de ser su querido compañero de toda la vida. Realizó estudios secundarios en Varna y es de suponer que, con carácter tan, excepcional, el viaje diario desde la Villa Nícolaevka a la ciudad por las verdes colinas del valle danubiano habrá sido para él constante motivo de arrobamiento. En la actualidad, Varna es una moderna ciudad veraniega que se yergue junto a las serenas costas del Mar Negro; pero ¡qué encanto habrá tenido antaño con sus torreones y fortificaciones cargadas de historia y poesía! Al egresar del colegio el joven Pedro se dedicó a la docencia en una escuela de Villa Jotanza, justo en la época de la reconstrucción de Bulgaria luego de los tremendos deterioros que había dejado en ella la guerra que en 1878 desmoronó el poderío otomano. Había renacido el gran Estado del zar Simeón: del Danubio a la Tracia y del Mar Negro a Ojrida, pero esto sólo en relación con su configuración geográfica. Faltaba el esplendor cultural de aquella edad de oro y tremendamente ardua habrá sido, sin duda, la acción restauradora de los educadores de aquel tiempo. Pero al joven maestro le estaba reservada una misión más delicada aún y debía prepararse para cumplirla.

En agosto de 1888 el maestro Pedro Danoff abandonó la docencia para viajar a América del Norte donde estudió medicina, filosofía y teología. Es sabido que durante su permanencia en América se vinculó con sectores del más alto espiritualismo de esa época, aunque no es posible precisar cuáles, en virtud del silencio que siempre guardó sobre el particular. Lo cierto es que ante él aparecieron, perfectamente delineados, cuatro caminos. Los cuatro lo llevaban de regreso a Bulgaria. ¿Ejercería allí la medicina?, ¿se dedicaría a la filosofía o, quizá, a la religión?, ¿seguiría, acaso, el cuarto camino, aquel que le fuera descubierto en los círculos de esoterismo que frecuentó? Sí, efectivamente, el cuarto camino atrajo hacia sí el rumbo definitivo de su vida; pues habría de ser, por siempre, Danoff, el Maestro.

Todo aquel cúmulo de conocimientos obtenidos en su andar por los campos de la ciencia y la religión no fueron, sin embargo, desechados ni olvidados. Su principio dominante fue servir y para el logro de tal fin hubo de utilizar todas las herramientas a su alcance, científicas o espirituales. Tanto es así, que al regresar a su país lo primero que hizo fue editar su primer libro titulado "Ciencia y Educación", en el que condensó los preceptos más salientes de su concepción intelectual y espiritual. Luego de esta labor pasó varios años en

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completo retiro. Nada se sabe, de cierto, sobre el lugar elegido para ello, aunque algunos detalles de su vida posterior permiten suponer que durante ese lapso hubo de vincularse con la ciencia espiritual de la India. A partir de aquel entonces fue muy conocido con el nombre de Bienza Donó. Además, su dominio del sánscrito y la frecuente presencia de hindúes junto a él, favorecen tal tesitura.

Había comenzado el siglo XX. Desde su liberación del yugo otomano, Bulgaria había tenido brevísimos períodos de paz, los que apenas le permitían restablecer las profundas heridas provocadas por tantas contiendas. Fácilmente imaginable resulta el cuadro de angustiosa desolación que por doquier se presentaba en el país. Pero en los momentos más críticos de la historia siempre aparece un ser excepcional como obedeciendo a un mandato de la Divina clemencia. En los primeros meses de 1900 el Maestro abandona su místico retiro para comenzar una obra de verdadera reconstrucción moral y espiritual sobre el sufrido pueblo búlgaro; obra que estaría destinada a trascender, muy lejos, los límites del pequeño país balcánico, en los momentos de mayor decadencia que, en ese orden, habría de vivir más adelante el mundo entero. Tanto tiempo de meditación le había permitido vislumbrar la vastedad de su misión y se lanzó al trabajo con sagrado fervor. Así fue predicando las grandes verdades del cristianismo por todo el ámbito de su país, el que recorrió varias veces durante doce años consecutivos. ¡Qué extraño sacudimiento interior habrá sentido quien lo vio entonces y le oyó decir, con la fuerza de su juventud y de su idealismo, los grandes principios del espíritu! ¡Y con cuánta emoción hoy nos es dado imaginar la grandeza de aquellos momentos! Su primer mensaje espiritual fue pronunciado ante los búlgaros para todos los hombres de la tierra, a fin de convocarlos para el servicio de una nueva vida, cuyo advenimiento anunció con estas palabras, entre otras:

"Todos los hombres y pueblos que constituyen la flor de las nuevas generaciones están convocados para participar en esta vida. Se acerca el tiempo en el que se manifestará este Reino; por eso, preparaos. Para cumplir este propósito creed solamente en la Gran Inteligencia que trabaja y entonces os esperará un porvenir brillante. La verdad emana de la Eterna Luz para iluminar las mentes y acunar se en los corazones. La verdad elevará las almas de aquellos que están llamados a construir el germen de la nueva humanidad.

"El Gran Mensajero Celestial, Guía de la Salvación, llegará para cambiar, con la enorme fuerza de su espíritu la apariencia de este mundo. El tiempo se acerca. La verdad triunfará y reinará con todo su esplendor”

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La nueva vida y los tres principios fundamentales sobre los que se asienta esta vida: amor, sabiduría y verdad, fueron el tema dominante de todas las enseñanzas expuestas por el Maestro. Sírvanos como ejemplo el siguiente fragmento de una plática que pronunció ante sus discípulos en abril de 1923, inspirada en una cita evangélica que dice: "Y cierto hombre principal le preguntó, diciendo: Buen Maestro, ¿haciendo qué cosa heredaré la vida eterna?" (Lucas 18:18):

"El problema de la vida es claro, se puede resolver fácilmente; pero, la mente humana está ocupada con cosas de poca importancia que obstaculizan su solución. Si un búlgaro trata de resolver este problema, encontrará el obstáculo en la palabra búlgaro; si lo hace un sacerdote, encontrará el obstáculo en la palabra sacerdote; si es un filósofo, el obstáculo estará en su filosofía. Eso indica que el mundo está lleno de limitaciones y los hombres se empeñan en vivir en ellas sin resolver los problemas. Así como se observa la vida humana, ¿se percibe correcta o incorrectamente? No se percibe correctamente porque se observa la vida común; pero de vida eterna ni siquiera se hace mención. ¿Cuál es la vida común? La temporal. Uno vive 20 ó 30 años; de pronto escucha que un tren ha descarrilado y se accidentaron docenas de personas; en otro lugar, una inundación arrasó con hombres, casas y ganado; inesperadamente se detiene su corazón y su vida concluye. ¿Dónde va su vida? Decís que la vida del hombre se fusiona con la vida total. ¿Y qué significa la vida total? He aquí otro problema sin resolver. Y no sólo es preciso decir algo, sino que lo que se dice debe ser claro y ha de obedecer a las leyes de la lógica. Yo tengo una lógica especial, argumentos especiales, y con ello quiero demostraras la verdad en cinco minutos. Construyo un puente sobre un ancho río muy profundo. Veréis que si invito a un filósofo a pasar por él no se decidirá a hacerla y habrá de pedirme que le demuestre matemáticamente la resistencia del puente. Si yo comienzo a demostrarle la resistencia del puente mediante cálculos matemáticos vaya perder mucho tiempo; entonces le diré: Yo tengo aquí un elefante y lo haré pasar primero a él por el puente; si no vacila y pasa resueltamente, es porque el puente es fuerte. Si existiese la más pequeña inseguridad sobre la resistencia del puente el elefante no daría un solo paso sobre él; si pasa, pueden seguirle miles de filósofos con su equipaje y su carruaje. El puente es fuerte, el elefante es el mejor testimonio para ello. Esa es una solución profunda de la cuestión.

"¿Qué es la vida? El elefante os responderá. ¿Se puede confiar en la vida? Si el elefante pasa tranquilamente por el puente podréis confiar en la vida. Yo me refiero a la vida del individuo, en especial; porque hay vida en la célula, en los

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órganos y en los sistemas. Entonces, para testimoniar la vida en sus múltiples manifestaciones se necesitan condiciones especiales. Nosotros estamos en la cuarta categoría, en la vida del individuo. Se dice que esta vida proviene del amor. ¿Qué significa el amor? La vida total. La vida manifestada, es decir, la vida del individuo, es la semilla del amor. Sembrad esta semilla en la tierra para que podáis comprender la vida. Esta semilla crecerá, florecerá y dará fruto. Por el fruto proveniente de la semilla conoceréis la vida en sus fases. Para que la vida crezca, se desarrolle y sea comprendida, son necesarias ciertas condiciones. Hay quienes dicen que una de esas condiciones es creer en Dios. ¿Acaso, desde hace 8000 años los hombres viven sin fe? Otros dicen que hay que crear el Estado. ¿Y hasta ahora habéis vivido sin Estado? Se oye decir que es preciso crear sociedades. ¿Hasta ahora no existieron sociedades? Algunos opinan que hay que formar hogares, constituir familias. ¿Hasta ahora habéis vivido sin hogar? Otros opinan que nos debemos educar. ¿Y hasta ahora hemos vivido sin educación? Desde hace 8.000 años fueron apareciendo muchos sistemas filosóficos y educativos, pero ninguno satisfizo lo que exige la vida. ¿Por qué?, pues porque en todos los sistemas aparecidos hasta el presente siempre hubo algo limitado, incomprensible y que no pudo ser demostrado. Cada sistema filosófico abarca los problemas desde su particular punto de vista, pero el problema debe ser aclarado desde el punto de vista de toda la humanidad. Debe estudiarse como si fuera un gran organismo, porque la humanidad es eso, un gran organismo. Los Estados son sus sistemas; las sociedades, los órganos de esos sistemas y los individuos son sus células. El hombre se ha separado del gran organismo y piensa que puede resolver los problemas de la vida por sí mismo. No, el hombre debe ejercer su misión como parte del organismo total. ¿Qué pasaría con el organismo si cada una de sus células quisiera vivir independientemente? Se descompondría. Por eso el hombre, como célula que es del gran organismo, debe conocer cuál es su lugar y su trabajo en él y no separarse.

"Este hombre importante que mencionan las Escrituras quería entrar en esas condiciones especiales de la vida que permiten comprender su sustancia y obtener la inmortalidad. ¿Puede ser agradable para el hombre que ha vivido feliz, que ha jugado y se ha divertido, advertir de pronto que le tiemblan las piernas y las fuerzas lo abandonan? ¿No pensará en su juventud? ¿Por qué ya no puede ver la vida con los ojos del joven o del niño? Ello obedece a determinadas causas, las que se ocultan tras la común comprensión y educación de la gente. Desde que el niño comienza sus estudios la madre le dice: “Estudia hijo mío porque la vida es difícil; vendrá la vejez y después la muerte”. Entonces el chico desde muy

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temprano comienza a pensar en la vejez y en el dinero que ha de ganar para asegurarse. Según vuestra opinión, la vejez es vida de inactividad, es decir, de una clase especial de pereza. Por su parte, el viejo siempre habla de su juventud: cómo fue cuando era joven, cuánto bailó, cómo amó a las muchachas. ¿Y qué comprendió de su juventud, qué de su vejez?, ¿qué encontró en el baile? Encontró a su amada, luego se casó con ella pero no halló el amor. De haberlo encontrado, hubiera hallado la vida. Si los hombres al envejecer no se alegran, eso demuestra que no hallaron la vida. Y a Cristo le preguntaron: ¿haciendo qué cosa heredaré la vida eterna?

"También la religión, como forma, declina paulatinamente; pero su principio no varía. Muchos no comprenden qué es religión. Habéis aprendido de la física qué es el aparejo. Sabéis, también, que con su ayuda se pueden levantar grandes pesos. El aparejo, como si fuera un individuo, desciende, levanta el peso y sube nuevamente. Eso lo hace muchas veces durante el día. El principio está arriba, abajo las formas. El aparejo baja y al subir levanta las formas. Tú dices que tus principios no te permiten moverte; los principios no se mueven pero tú, como si fueras el gancho de estos principios, prestarás tu ayuda; bajarás y subirás. Tal cosa es la religión, gancho que lleva a los individuos. El cristianismo exige que nos ayudemos; por ello, te moverás, ayudarás a quien ha caído y lo elevarás hacia condiciones más favorables. ¿Puedes hacer esto? Sólo con una palabra yo puedo lograr que un hombre sea feliz. Le diré: ¡Ten fe! Es importante cómo se dice esta palabra, pues se ha de tener tal fe como es la sed del sediento frente a una jarra de agua. Yo doy la jarra al sediento y le digo: ¡Bebe de mi agua! Cada palabra se debe decir con convicción y plena conciencia y cuanto se diga debe corresponder a la verdad. La vida se trasmite con vida. Nosotros, a pesar de que vivimos en la tierra, estamos inmersos en la divina y eterna vida. Si no respetamos las leyes y las condiciones de esta vida, ella nos echará fuera de sí. Después de todo esto preguntáis si existe la vida después de la muerte. En el sentido literal de esta palabra, después de la muerte no hay vida. La muerte está fuera de la vida; es algo circunstancial. Por muerte de un hombre yo entiendo que se han cortado las condiciones de la vida. En realidad ¿es posible esto? Si os pudiereis vincular con la fuente universal de la gran vida, aun si os encontrarais en el lecho de muerte la vida fluiría nuevamente en vosotros. Por eso es necesaria una fe más poderosa que las grandes perturbaciones que rompen el equilibrio del organismo humano; porque aquello que quiebra el equilibrio en el hombre es la incredulidad.

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"Ahora os voy a exponer algo muy importante mediante un cuento: Hace miles de años vivía en Egipto un famoso pintor extremadamente pobre. Su nombre era Bar-Edín-Bu. Un día, mientras paseaba por el bosque, conoció a la hija del faraón, Isis Shemrija, una de las más bellas doncellas del país, y se enamoró de ella. Entonces decidió pintar un cuadro que figurara el sol naciente para obsequiárselo. En aquel tiempo los egipcios reverenciaban al sol. Para pintar el cuadro el pobre pintor necesitaba un lienzo; pero como no tenía dinero para comprarlo, fue a visitar a un famoso tejedor llamado Zeen-Bu a quien dijo: 'Por favor, ¿me puedes prestar un lienzo grande? quiero pintar el cuadro del sol naciente; cuando sea rico te lo pagaré'. El tejedor pensó un momento y luego le entregó el lienzo pensando para sí que él sería el primero en pedir el cuadro cuando estuviese listo. El pintor agradeció por el lienzo y partió. Mas se encontró con nuevas dificultades, pues no tenía pinceles ni colores. Entonces fue a visitar a un gran elaborador de pinturas, mucho mejores que las actuales, y le dijo: 'Deseo pintar el cuadro del sol naciente, pero no tengo pinceles ni colores; si me haces el favor de cederme lo que necesito, cuando tenga dinero te gratificaré'. El comerciante, llamado Meel-Bu, le dijo: 'Te haré el favor, pero el cuadro será mío'. Feliz por haber logrado lo que deseaba, el pintor se marchó, dispuesto a comenzar su trabajo; pero aún le faltaba el marco para el lienzo. Así fue a ver a otro comerciante, llamado Budra-Hu, y le dijo: 'Te ruego que me hagas un lindo marco para el cuadro del sol naciente que habré de pintar. Cuando lo tenga listo, te agradeceré el favor'. El comerciante le entregó el marco, pensando, como los demás, que el cuadro sería suyo. Con todo cuanto necesitaba el pintor se dedicó con amor a su trabajo y después de cierto tiempo el cuadro quedó concluido. Por todo Egipto se habló del famoso pintor Edín-Bu y se decía que había pintado el cuadro del sol naciente como ninguno hasta entonces lo había pintado. Y siendo así, apareció el tejedor reclamando el cuadro porque él había cedido el lienzo. Después apareció el comerciante de pinceles y pinturas pidiendo el cuadro, pues las pinturas y pinceles le pertenecían. Finalmente, llegó el comerciante de marcos diciendo que él había hecho el marco con la condición de obtener el cuadro. El pintor se sintió anonadado, sin saber cómo resolver el problema. Cada uno tenía derechos al cuadro y sus reclamos eran irrefutables. ¿Y qué prueba tenía el pintor sobre su pertenencia? Tres hombres reclamaban el cuadro; ¿a quién pertenecía, en realidad? Ahora os pregunto: ¿dónde está la vida? ¿Está en el lienzo? No, allí no está, pues el lienzo es sólo una condición. ¿Está en los pinceles y pinturas, entonces? No, pues también son condiciones. ¿Está en el marco? No, el marco es otra condición. ¿Cómo podrá demostrarse que el pintor ha participado en el cuadro? El lienzo es mudo, testigo pasivo del trabajo del pintor. Los pinceles, las

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pinturas y el marco también son testigos pasivos. La única prueba sobre la participación del pintor radica en que las pinturas están en el lienzo y no en la caja como las entregó el comerciante. Además, están dispuestas armónicamente en la obra; ese es el trabajo del pintor. Aparte de esto, como el cuadro había sido expuesto en una de las grandes salas de Egipto y había sido iluminado de una manera muy especial a fin de que todos pudieran verlo y admirar el maravilloso efecto que producía la luz, apareció un cuarto pretendiente de la obra, de nombre Osiris, quien dijo al pintor: 'Si yo no hubiera iluminado el cuadro nadie lo hubiese visto'. Así, todos dijeron que de no haber sido por ellos el cuadro no existiría. ¿A quién corresponde el cuadro? A la hija del faraón. El tejedor, el comerciante de pinturas y pinceles, el de marcos y quien iluminó el salón, todos son súbditos del faraón. Todo cuanto se produce en su reino le pertenece a él y a su hija, Isis Shemrija. Ahora vosotros decís: 'La vida es nuestra'. Vosotros sois el pintor que pinta la vida sobre el lienzo. ¿Qué es el lienzo? Es el corazón humano. ¿Qué son las pinturas? Es la mente humana. ¿Qué es el marco? Es el cuerpo humano. ¿Y el pintor? Es el alma humana que trabaja. ¿Quién es Osiris? El espíritu humano que ilumina el camino del mismo hombre. Y todo esto compone la vida total y pertenece al amor. ¿A qué amor? No al limitado amor humano, sino al ilimitado amor divino que todo lo abarca en sí mismo y da sentido a la vida. Cuando el amor divino impere en el mundo los hombres se sentirán libres y felices. Este es el amor que genera la vida. Entonces el miedo estará fuera de vosotros. ¿Por qué habréis de temer? ¿Qué es lo que teméis? ¿Acaso le teméis a la vida? ¿Cómo podéis temer si creéis en Dios? Vuestra fe en Dios demuestra que estáis vinculados con la vida total; y si es así, ¿quién no llegará en vuestra ayuda? Esto puede ser probado por todos vosotros.

"Existe una Providencia que procura por los más pequeños seres. Si al hombre actual se le dijera que aun los más pequeños seres manifiestan cierta inteligencia, diría que son sólo coincidencias. ¿Puede explicarse la coincidencia mediante las leyes de la razón? Que las coincidencias y las casualidades no se puedan explicar, eso no significa que no obedezcan a algo. Son manifestaciones de un mundo más elevado que se reflejan en el nuestro. Las llamamos casualidades porque son cosas que no suceden frecuentemente y no se someten a las leyes generales conocidas, pero eso no indica que no se sometan a ciertas leyes, pues son otras las leyes que dirigen las casualidades. Los sabios demuestran que las más pequeñas partículas de la materia, los electrones, obedecen a una grandiosa e inteligente ley. Sin embargo de eso, difícilmente se puede convencer al hombre que hay una Providencia Divina en el mundo. La

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mayoría de los hombres suelen decir: 'Si yo solo no arreglara mi vida, ¡pobre de mí si cuento con una Providencia!' En parte es así. El hombre arregla su vida un 25 %; cuanto le circunda, como ser: el hogar, los amigos, la sociedad, inciden en el arreglo otro 25 %, y a cargo de la Naturaleza Inteligente está el otro 50 %. Pero existen también otras fuerzas externas que ayudan al hombre. El factor general reside en las fuerzas de la vida eterna, mediante las cuales se manifiesta la Gran Inteligencia.

"Vamos a tomar una esfera perfectamente lisa y pasaremos nuestros dedos sobre ella. No sentiremos nada porque toda su superficie es igual. Decís que esta esfera no tiene nada de particular. Pero, tomamos otra esfera con algunas partes salientes y al pasar nuestros dedos sobre ella sentiremos sus prominencias y diremos que tiene algo de particular. ¿Cuándo manifiesta el hombre su individualidad? La manifiesta cuando sale de las condiciones generales': de la vida. Más entonces tropieza con ciertas dificultades. ¿Por qué sobreviene la dificultad? Porque salió de la corriente general de la vida y ahora no queda más remedio que entrar en ella. ¿Qué obtiene el hombre en las condiciones generales? Imaginad un pimpollo que permanece como tal en la planta sin desarrollarse; es decir, no llega a florecer y a dar fruto. Así la vida no tiene sentido. En consecuencia, tiene sentido el individualizarse si es posible florecer y dar fruto. Es peligroso que el hombre permanezca como un pimpollo y se separe de las condiciones de la vida eterna. La fe es necesaria; sin ella el hombre está condenado a muerte. Dices que tienes fe. Yo puedo probar la fe de cada uno. Tú dices que crees en mí, crees que soy un hombre absolutamente honrado. ¿Cómo me tratarías si durante cada visita que te hiciera sacara de tu caja varias monedas de oro? ¿Hasta cuándo habrías de tolerarme y hasta cuándo creerías en mí? Si a pesar de que yo tomara tu oro, tú no pierdes la confianza en mí, verdad es que tienes fe. Quien tiene fe no vacila, no se detiene ante nada; pero investigará qué pasaría con él si se le quitara su riqueza. Si ve que su vida podría mejorar, dirá que esto es para bien; en cambio, si ve que podría empeorar, dirá que esto no es justicia. Y Dios obra de la misma manera. Tú tienes varios hijos, llega Dios y te lleva uno de los mejores; entonces lloras, sufres y, finalmente, te consuelas. Pero no pasa mucho tiempo y se muere tu segundo hijo; entonces protestas contra el destino, pero nada te ayuda. Te queda el consuelo de tu mujer, pero un día ella también parte para el otro mundo. Descorazonado, desesperado, te preguntas qué sentido tiene la vida. ¡Hay que apoyarse sólo en Dios! ¡He aquí el sentido de la vida! Con tu amor a Dios, al Uno, tú te liberas. ¿Qué libertad esperas si estás sirviendo a muchos amos? La libertad es un proceso interno, por ello servirás a

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Dios, a la Ley Superior, conscientemente y con amor. Quien no comprende esta ley piensa que separándose de su hogar, de sus padres, esposa e hijos servirá a Dios. Quiere ser dueño de sí mismo; mas para esto no hay por qué huir de las condiciones. Si cumples las leyes de la vida eterna, tú serás dueño de ti mismo. De este modo, obteniendo la fe viva, el hombre cambia radicalmente. Su mirada se aclara, flexibiliza los músculos del rosto y algo especial irradiará de él. Se apiadará de los sufrimientos humanos, será delicado y servicial con todos. Así, si tenéis esta fe el amor os visitará. No lloréis por los sufrimientos de los hombres, sino ayudadles.

"La vida se manifiesta de adentro hacia afuera, o sea, del centro a la periferia. ¿Cómo se conocen sus manifestaciones? Por la expansión. Quien lleva vida en sí mismo constantemente se expande. Por consiguiente, para que se manifieste la vida, es necesario ampliar las regiones de manifestación. Todo el universo ha sido creado sólo para un hombre. Y si alguien me preguntara para quién se ha creado la tierra y el cielo, yo respondería que fueron creados para mí, pero a condición de que comprenda las leyes que gobiernan el mundo. ¿Para quién se ha hecho el mejor violín? Para el virtuoso violinista, porque él toca bien y complace a los hombres con .su ejecución. Si dices que no puedes trabajar, no puedes tocar un instrumento musical, no puedes resolver los problemas, entonces estás en un camino equivocado. Piensas tranquilamente que si tú no resuelves los problemas tus hijos los van a, resolver. Tus hijos los van a resolver tanto como tú. Lo que pueden hacer los padres, tanto harán los hijos. Digo lo mismo respecto de mí. Si reconozco que tengo un origen divino debo resolver solo los problemas, no los debo dejar para que los resuelvan otros. En Dios todos los problemas son claros y están resueltos. Vosotros queréis resolver los problemas de la vida, pero buscáis su solución en los libros. No, la solución radica en el divino Principio, buscadlo en vosotros mismos y fuera de vosotros. Diréis que el hombre debe crecer, eso es verdad; y por los libros puede crecer. Pero, ¿adónde se dirige? Cuando el hombre crece debe dirigirse hacia el sol, primer manantial de vida y energía; después buscará el suelo para aprovechar la .humedad y los alimentos nutritivos.

"¿Cómo puede el hombre organizar su vida? Todos quieren vivir bien, todos quieren encontrar el sentido de la vida. Este problema se puede resolver con pocas palabras. El sentido de la vida consiste en la comunión con Dios, porque Dios es la vida. No hablo de aquel Dios en quien los hombres creen. Yo hablo de ese Dios ante quien debes Ilegal' con las manos limpias; con la mente luminosa, libre de cualquier error; con el corazón inmaculado, libre del más

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pequeño sentimiento impuro. Irás a este Dios como una virgen, libre de todo vicio. Esta pureza se debe alcanzar en un momento. ¿Qué es lo que deseas más; tener un buen amigo o una caja llena de dinero?, ¿tener una virtud o una caja llena de oro? Una virtud vale más que todo el oro del mundo. Entonces, si tienes un buen amigo, cuídalo como las pupilas de tus ojos. Quien no tiene por lo menos un amigo en la vida es el hombre más infeliz del mundo.

"Cristo habló a los hombres hace dos mil años. ¿Dónde está ahora Cristo? El se dirigió al Señor diciendo: 'Padre, estas ovejas son vuestras; vos me las habéis dado y yo procuro que ninguna de ellas perezca'. Esto significa: la vida que me habéis dado es vuestra, yo cuido de no perderla. Hay quien dice que Cristo dejó las ovejas que Dios puso a su cuidado para que otros las llevasen a pacer y se fue al cielo. ¿Puede ser verdad esto? Cristo tiene una opinión muy especial de los pastores que dejan sus ovejas al cuidado de otros. El dijo a sus discípulos: 'Id y predicad el Verbo, yo estaré con vosotros hasta el fin del siglo'. Y luego también dijo: 'En los últimos días todos volveremos a vivir y oiréis Su voz'. Si Cristo os habla y vosotros dudáis de su palabra, mi elefante os demostrará la verdad. ¿Cómo os lo va a demostrar? Lo haréis pasar por el puente; si no cae al agua, es porque el puente es fuerte. Consecuentemente, si la enseñanza que se os predica otorga sentido a vuestra vida, os da salud, inteligencia, luz, libertad, ¡seguidla! Esa es la enseñanza que cada alma busca; ella enseña cuál es la verdadera vida del hombre. ¿Cuál es, entonces, la verdadera vida? Es aquella vida que despierta a los hombres y si están cargados los libera de su carga. Encuentro a hombres sumamente cargados y por la gran carga que llevan se adormecen. La verdadera vida descarga a los hombres.

"La nueva vida requiere hombres con un nuevo ideal, con nuevas aspiraciones y correctas relaciones. Tended vuestra mano a los sufrientes, a las almas que aún no han despertado. No penséis solamente en comer y beber porque eso no resuelve los problemas. Mantened la armonía entre vosotros; eso puede hacerla cada hombre y cada pueblo. Es necesaria la armonía entre la familia, la sociedad y los pueblos. Teniendo armonía no queda más que comenzar a sembrar y así obtendréis una abundante cosecha. Sin armonía nada puede alcanzarse. ¿Por qué hay hambre en el mundo? Porque no hay armonía. El odio, el antagonismo, la envidia entre los hombres, la prevalencia entre los estados, todo eso es la causa del hambre, la escasez y la mortalidad. Los estados luchan entre sí para alcanzar el primer lugar. Si se trata del primer lugar, hay un Estado sobre todos los demás; es el Estado Divino. Hay un Reino en la tierra: el Reino Divino y su justicia. Cristo dijo: 'Buscad primero al Reino de Dios y su Justicia. En este Reino no hay

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matanzas ni prisiones y quien recibe sus principios se libertará. A los hombres libres se les dará la tierra; ellos la heredarán. Que sigan existiendo los partidos, que se desarrollen las religiones, pero un Espíritu debe dominar entre ellos y un solo principio guiará a toda la humanidad. La futura cultura servirá a este principio. ¿Cuál es este principio? ¿Creer en Dios? La fe aún no ha sido comprendida; yo tengo en cuenta otro principio, el del amor. No existe otra palabra más poderosa que ésta. Entonces, debemos hacemos seguidores de la nueva religión, la religión del amor. Si encuentras a un hombre hambriento y llevas en tu bolsa pan, detenlo y dile: 'Hermano, siéntate a mi lado, vamos a dividir el pan; de este modo los dos tendremos las bolsas vacías; luego encontraré a otro que dividirá el pan conmigo', El mundo se arreglará cuando los hombres abran sus bolsas llenas para compartir sus dones. El mundo aún no se ha arreglado porque los hombres siguen manteniéndose en aquella enseñanza que dice que el hombre para el hombre es un lobo. La nueva cultura borrará esa enseñanza y dirá que el hombre para el hombre es un hermano. ¡Así se debe pensar y sentir!

"A este hombre importante de las Escrituras que quería heredar la vida eterna Cristo le mostró primero la ley de Moisés y después le dijo: 'Vende todo cuanto tienes y dalo a los pobres'. Cuando los pobres escuchan este versículo se dirigen a los ricos diciendo: ¿Escucháis lo que se habla? Y los ricos miran de costado pensando que si ellos reparten su riqueza los pobres no sabrán aprovechada inteligentemente. Lo importante es si el rico puede resolver este problema con amor. ¿Podría repartir su riqueza sin que le tiemble el corazón? He aquí como yo entiendo esta cuestión. Cuando el rico da su riqueza al pobre, éste no debe aceptada; el rico insistirá y el pobre seguirá rechazándola. Esa es la solución correcta. De lo contrario, el rico no da, el pobre pide y esa es una solución equivocada. La riqueza de los hombres actuales no es de ellos, sino que ha sido acumulada mediante el trabajo de miles y millones de seres que han prestado su energía para ello y, en consecuencia, tienen derecho a su parte en esta riqueza. ¿Cómo se atreven los ricos a aprovechar la energía y el trabajo de millones de generaciones sin su consentimiento? Los animales a los que le quitaron la piel dirán: 'Señor, este comerciante se ha enriquecido con nuestras pieles'. Los predicadores replicarán que los animales fueron, creados para beneficio del hombre y, además, suelen agregar que las iglesias necesitan de los hombres ricos. Mas no es así, generalmente los pobres dan más que los ricos. Ahora vosotros estáis pensando quién os va a cuidar en la vejez. Eso no es importante. Lo importante es cómo podréis aprovechar la vida eterna. Si tú eres

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pobre, sé valiente para morir de hambre en tu cama o para caer en el estado del último pobre sin decir ninguna palabra contra el Señor. Por más frío que haga afuera, si tú llevas tu pobreza con amor y paciencia y recibes tu destino sin protestar no sentirás frío. Cuando la fe es fuerte, el frío no es tal; podéis hacer la prueba. Si tuvieses fe, durante el más intenso frío vuestro cuerpo sentirá tibieza. Quien tiene fe, así fuera el último pordiosero, verá que de algún lado acudirán amigos que le ayudarán. ¡Agradeced por todo y creed que las mayores dificultades tendrán buen fin! Sabéis que Dios no os va a abandonar.

"La nueva cultura exige algunas cosas de los hombres; como ser, que acaben con su neurastenia, que permanezcan alegres en su tristeza, que sean nobles en su pobreza. Cuando no tengáis nada en el bolsillo creed que sois ricos. Alguien puede decir que eso es tentación. No lo es. ¿Qué riqueza más grande que la de saber que nadie os persigue ni os envidia? Pablo dice que nuestra riqueza no es de la tierra, pues la mayor riqueza está en la vida eterna. En relación con ella, ojo no ha visto ni oído ha escuchado lo que Dios ha preparado para aquellos que lo aman. Por eso os deseo que probéis al Señor viviente del amor. No lo busquéis en la iglesia. Si lo queréis hallar buscad lo fuera de la iglesia, así como buscáis el aire puro fuera de las ciudades. El aire puro está en la montaña. Cristo dijo: 'Viene el tiempo cuando ni en este monte, ni tampoco en Jerusalén, adoraréis al Padre. Tiempo empero viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y verdad' (Juan 4:2123). Esto es lo que exige la nueva vida inteligente.

"Los nuevos descubrimientos científicos afirman que todo obedece a leyes. Nada es casual. Así, nadie ha nacido ni ha muerto cuando no era el tiempo para ello. Hay causas para cada cosa que sucede. Si tienes hijos o no, esto también obedece a causas determinadas. No hablo de fatalismo, sino de determinación consciente de los sucesos. De esta manera, la nueva vida trae nuevas condiciones. Entonces hay que entrar en las nuevas condiciones. Vosotros ya habéis entrado, tenéis esas condiciones; por lo tanto, comenzad a trabajar sobre vosotros mismos. ¿Tenéis temor, dudas, sospechas? ¡Apartad esto de vosotros! ¿Sois envidiosos? ¡Apartad la envidia! ¿Sois malvados? ¡Apartad la maldad! ¿Sois mentirosos? ¡Apartad la mentira! ¿Queréis ser ricos? ¡Apartad este deseo! ¡Liberaos de todo lo negativo y preparaos para brotar como la semilla brota de la tierra! ¿Qué pasará con esta semilla si antes de que brote la envuelvo con una hoja de oro, plata o estaño? ¿Acaso germinará? Y si la siembro en polvo de cemento, ¿germinará? Así vosotros, envueltos como la semilla en medio de muchas envolturas, ¿creéis que podéis panera s en contacto con la nueva vida divina?

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Todas las envolturas, ya sean de oro, plata o estaño deben caer y lo único que debe quedar es la semilla de la vida, la que ha de ser sembrada en el suelo divino. Cuando el divino amor, la divina sabiduría y la divina verdad comiencen a actuar la semilla germinará y en vosotros aparecerá una vislumbre que os hará decir: '¡Ahora todo puedo hacerla por Dios!'. Una cosa quiero de vosotros: Recibid la semilla de la vida que hoy se ha sembrado en vosotros. ¿Ha sido sembrada, en verdad, esta semilla? ¡Claro que sí! Esta mañana yo he sembrado esta semilla y si aún filosofáis mi elefante llegará para resolver el problema. Si el elefante pasa por el puente, es porque el puente es fuerte. Si germina la semilla no debéis escarbar pensando que es una semilla como las demás. Tenéis que esperar que se desarrolle, florezca y fructifique y cuando podáis saborear su fruto recibiréis aquellos elementos necesarios para la curación de todos vuestros dolores. ¡Cuántos problemas perturban hoy vuestras mentes! Jóvenes y viejos estáis obligados a resolver vuestros problemas mediante el gran amor divino. Frente a vosotros se descubre un gran futuro. La tierra entra en nuevas condiciones que vosotros no podéis imaginar. Y la luna que veis también comienza a cambiar. Después de un tiempo aparecerá una nueva luna. Los astrónomos actuales aún no advierten este cambio, pero vendrán nuevos astrónomos que vivirán en la luna y en la tierra. Dicen las Escrituras que serán creados un nuevo cielo y una nueva tierra, un nuevo sol y una nueva luna. ¡Lo nuevo llega al mundo! Nuevas condiciones, nueva vida. ¡Estad preparados para recibir las nuevas condiciones! ¡Entonces conoceréis a Dios como hasta ahora no lo habéis conocido!".

El lector habrá observado en esta plática -y podrá observarlo en otras cuyos fragmentos se insertarán en esta obra- que el Maestro Danoff acostumbraba utilizar alegorías, metáforas y cuentos de gran significación para la exposición de sus conceptos más profundos. Con ello permitía que sus discípulos discurrieran libremente a fin de que cada uno descubriese el sentido real oculto tras las mismas y pudiera extraer el mejor aprovecha35 miento de la enseñanza. Muchas veces el tema parece cortarse bruscamente para dar paso a otro tema circunstancial. De propósito dejaba sin decir aquello que sus discípulos debían hallar de por sí y en veces posteriores aclaraba los conceptos cuando lo creía oportuno o advertía que sus palabras no habían sido interpretadas debidamente. De esta manera, el discípulo se veía precisado a meditar profundamente sobre las pláticas que había escuchado.

Cuando el Maestro aparecía sobre el improvisado estrado o tras la mesa del conferencista muy pocos fueron los que pudieron sustraerse a la atracción de su palabra y aun de su figura extraordinaria. Tenía una voz suave, agradable, de baja

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tonalidad. Su oratoria era llana, carente de sofisterías o afectación y acompañaba su hablar con tranquilos movimientos de las manos, expresivas como su palabra. Rara vez exponía sobre un tema predeterminado; .generalmente aparecía con un volumen de la Biblia en su mano y tomaba luego un versículo al azar sobre el que improvisaba su plática.

En 1904 el Maestro se instaló en Sofía. Los hermanos de la capital habían adquirido para él una pequeña casita con patio y jardín. El ambiente era modesto pero el Maestro poseía esa rara cualidad, digna muestra de su jerarquía espiritual, de transformar todo aquello que estuviese en contacto con su aura maravillosa dándole una especial luminosidad y radiación de su propia paz interior. Así, quien se acercaba a su morada habría de sentirse, sin duda, invadido por un sagrado sentimiento de sosiego y devoción. "En la expresión externa más humilde, el contenido interno más rico", decía a sus discípulos que hubieran deseado ofrecerle algo mejor.

Cuando no viajaba por el país, daba sus pláticas en una de sus habitaciones, la que al resultar insuficiente por la gran cantidad de oyentes en tan reducido espacio, le obligaba a abrir las ventanas para que pudieran escucharlo los que se aglomeraban en el patio y jardín. Todo tiempo era propicio para sus entusiastas discípulos: ni las lluvias, ni las bajas temperaturas que a veces alcanzaban los quince o veinte grados bajo cero, lograban disminuir tan asidua concurrencia. Las pláticas comenzaban y concluían con una oración. Luego se hacía silencio y todos se sumían en profunda concentración. En esos momentos se sentían invadidos por serena beatitud al influjo de la nueva vida que se descubría ante ellos; vida que tantas veces habían presentido y anhelado y que entonces se les ofrecía como néctar de eternidad.

Algunos hermanos de los primeros años de la Fraternidad fijaron en cartas, memorias y biografías la más fiel descripción sobre la figura, personalidad y actividad del Maestro. De todos esos relatos nos detendremos sólo en dos; el primero de ellos dice así:

"Durante la semana se desplegaba una intensa actividad en la pequeña casita. Ininterrumpidamente llegaban al Maestro visitantes con toda clase de problemas. Los hombres han perturbado su vivir y generalmente se encuentran en una situación sin salida; pero el Maestro sabe cómo ayudar, consciente de que cada uno tiene el deber de hallar por sí mismo la solución de sus problemas. Cierta vez un hermano que había sufrido mucho exclamó: 'Maestro, ¿por qué Dios me castiga así?', a lo que el Maestro respondió: 'Dios no castiga, sólo

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enseña'. A él no le preocupaban las faltas de la gente; fijaba su atención en aquello noble y bueno de cada uno y si alguna vez reparaba en alguna falta era para ofrecer su ayuda en la rectificación de esa falta. Consolaba a los afligidos, infundía fe en los incrédulos, guiaba a los desesperanzados, impulsaba a los débiles y ofrecía métodos para evitar o calmar los sufrimientos. En todo momento se golpeaba a su puerta. Paciente, escuchaba las lamentaciones de todos aquellos que recurrían a él con su carga de tristezas, sus enfermedades y conflictos. Poseía la habilidad de disipar las nubes, enviando un rayo de luz a los que perdieron el camino. Toda esa difícil tarea, que tanta paciencia requería, era cumplida con inagotable fortaleza y, sobre todo, con infinito amor. A veces el hombre siente la necesidad de descubrir su alma, de expresar su dolor y pocos son quienes tienen disposición para saber escuchar.

"EI Maestro curaba por medio de la palabra, a veces con una sola mirada, un toque o un pensamiento. Refiriéndose a las enfermedades solía decir: 'Son el medio educativo por el cual la naturaleza equilibra las fuerzas del organismo. El enfermo sumergido en el divino amor puede curarse instantáneamente'. Recomendaba medios curativos naturales: alimentos sencillos, agua, aire y luz, así como la elevación del pensamiento y del sentimiento, oraciones y ayunos. Sostenía que lo más curativo para el cuerpo eran los rayos del sol tomados con amor. Ayudaba de tal forma que todo parecía proceder de una manera natural. Nunca hablaba de la ayuda que brindaba. Sabía que todo bien sólo es obra de Dios. Sobre esta Fuerza Inteligente del cosmos que ayuda pero que siempre permanece oculta decía: 'Tanto quien ha hecho bien como quien lo ha recibido, deben dar gracias a Dios'. Trabajaba sin recibir recompensa y predicaba que todos los discípulos lo hiciéramos así. Decía: 'Trabajad con amor, liberaos del egoísmo. Si dais cabida al más pequeño sentimiento de egoísmo en la labor, éste corroerá vuestros sentimientos como el gusano corroe las delicadas raíces. Cada trabajo debe ser hecho con sagrado fervor y virtual desinterés'.

"El Maestro vivía una vida natural, sin excentricidades y sus relaciones con los demás eran siempre cordiales. Ante él, las preguntas se tornaban sencillas y claras. Su mirada irradiaba la eterna sabiduría de los grandes; por momentos, a través de ella fluía la alegría solar de un elevado mundo, así como en otros, transparentaba la tristeza de toda la humanidad. No se advertía en ella tendencia escrutadora ni violencia y cada uno de nosotros sentía deseos de confiarse a él y descubrir su alma. Siempre era sensible y solícito con todos. Muchas veces advertía la necesidad de alguien que no se atrevía a pedirle ayuda y no obstante le prestaba su apoyo material y espiritual. Nunca se refería a sí mismo, no se

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revelaba frente a nosotros en toda su grandeza ni tampoco intentó resaltar sus múltiples conocimientos y poder. Cuando hacía grandes cosas adquiría un aspecto singular, como si no hubiese hecho nada de importancia.

"Sobre el carácter del Maestro puede decirse que su temperamento era alegre; hacía que todos riéramos por momentos y él mismo reía con nosotros. Su humor era claro y limpio como el brillante rayo que tiembla sobre las gotas de rocío. En todas las condiciones de la vida semejaba una alborozada fuente de cristalinas aguas. Exteriorizaba una profunda paz interior, aun en los peores momentos y su equilibrio no se alteraba nunca. Siempre nos decía: 'Por más difícil que sea el camino se lo puede hollar si está iluminado' "

El segundo relato es una anécdota sobre el primer encuentro de un hermano con el Maestro, y dice así:

"Era un día de verano; diáfana paz reinaba sobre la tierra. Un pequeño senderillo entre las viñas de la vieja ciudad plena de luz me llevó, como por casualidad, frente a la casa donde se hospedaba el Maestro. El primer sentimiento que experimenté cuando lo vi fue la viva sensación de haberlo visto antes, resultándome conocido y cercano. Este sentimiento se apoderó de mí tenazmente, despertando profundos y extraños recuerdos. Con angustiosa tensión traté de comprender y dominar esta impresión. Luego, como si una presa se desvaneciera y las aguas por mucho tiempo contenidas desbordaran caudalosamente, he comprendido.

"El Maestro estaba de pie junto a mí, tranquilo y silencioso. Entonces, un sentimiento de bienaventuranza comenzó a invadirme con la alegría de quien en remotos tiempos perdió algo sagrado y hoy nuevamente lo recupera. Los recuerdos confusos se disiparon y sólo un resplandeciente gozo vibró en mi alma. El Maestro sonrió y me tendió la mano. Yo tomé y besé con arrobamiento la mano que me ha guiado durante todos los días de mi vida. Este sentimiento jamás podrá apartarse de mí. Pasado el tiempo, muchas cosas se han esclarecido; se delinearon cuadros e imágenes. Lo indescifrable se tornó comprensible y el sentimiento de bienaventuranza que reinó en mí desde el instante del encuentro resplandecerá para siempre en mi alma como fuego encendido por la invisible mano de Dios. En el primer encuentro permanecimos silenciosos. El hablar de las almas no puede reemplazarse con las palabras del lenguaje humano. Cuando intentaba hablar al Maestro, sentía que algo, lo más importante, lo esencial, quedaba sin decir. Es insuficiente cuanto referente al Maestro pueda expresarse.

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Cierto es que a veces el Grande, el Infinito, toma imagen de hombre y vive entre los hombres. Esos son días felices e inolvidables para las almas humanas."

No obstante la clara imagen descripta por sus discípulos, no todos quienes se acercaron al Maestro supieron ver en él al ser extraordinario que era; pues no le faltaron tenaces oposiciones y constantes intentos para entorpecer su obra. Ciertos religiosos no pudieron resignarse a que un teólogo hijo de sacerdote y enseñado en tan buenas doctrinas se hubiera apartado de la Iglesia para predicar un cristianismo que, según ellos, era tan "poco ortodoxo". Los científicos tampoco podían admitir que siendo médico utilizara medios curativos naturales y aun hubo filósofos que criticaron duramente sus exposiciones tan sencillas y "poco académicas". Pero, a esta resistencia provocada por la incomprensión, la intolerancia, el fanatismo y la arrogancia el Maestro supo responder con su silencio, paciencia y comprensión, ya que los más encarnizados antagonismos no lograron nunca vencer su serenidad y fortaleza espiritual. Sólo una vez, al darse cuenta que entre el grupo de discípulos y adictos que le rodeaban para escucharle se habían infiltrado algunas personas contrarias a la doctrina, pudo notarse cierto dejo de amarga ironía en la plática que pronunció y que fuera improvisada sobre la frase evangélica que dice: "En vano me rinden culto, enseñando doctrinas que son preceptos de los hombres" (Mateo 15:9), cuyo fragmento dice así:

"Lo que hoy hablaré no está dirigido a vosotros, sino a los más eruditos, superiores y nobles hombres que quieren servir a Dios. Así que si yo digo algo desagradable, tened en cuenta que eso no es para vosotros, porque vosotros sois sólo huéspedes, invitados para escuchar lo que yo habré de decir a los inteligentes.

"A diferencia de los demás predicadores de Bulgaria, yo sé a quién sirvo y sé que mi enseñanza es divina. Yo no estoy defendiendo esta enseñanza, no he venido para eso, pues habrá quien la va a defender. Quien se enfrenta conmigo, se encontrará con Dios. ¿En qué consiste la diferencia entre lo humano y lo divino? La enseñanza humana limita.

"Hubo un tiempo en el que los bueyes y los caballos tenían inteligencia semejante a la de los hombres de hoy y podían conversar entre ellos. Cierta vez, el buey le dijo al caballo: -Dime, por favor, ¿por qué mi dueño constantemente me pone el yugo y me hace trabajar? ¿Cuáles son las causas de todo esto?

-No sé; pero dime tú, ¿por qué mi dueño me monta y además me pone encima los arneses? ¿Por qué actúan así conmigo?

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-No sé, tenemos que pedir a los hombres eruditos que estudien la psicología de nuestros amos.

-Por favor -dijo un burro que había escuchado la conversación-; ténganme en cuenta y pregunten por qué me pegan tanto por atrás y a veces por la cabeza, y también por qué me monta mi dueño y sus pequeños. ¿Qué mal he hecho? ¿Por qué esta injusticia?

"Ahora vosotros debéis interpretar esta alegoría y analizarla en relación con vosotros. Hay hombres que son motivo de habladurías no sólo en boca de incultos sino, muchas veces, en boca de eruditos y religiosos. Suele darse tal contrasentido.

"¿En qué se diferencia la enseñanza humana de la divina? En que la humana limita y lleva a la muerte. Si no creéis en esto, preguntadlo a todos los animales domésticos que sirven al hombre. ¿Existe algún buey a quien le ha ido bien junto al hombre? Han vivido tantos miles de años junto a los humanos que se han entorpecido. En un tiempo fueron inteligentes, pero perdieron su inteligencia por las enseñanzas de los hombres. Los inteligentes replicarán que así lo ha creado Dios. Los teólogos, que aún no han visto el rostro del Señor, dicen que así lo escribió Moisés o que así no lo escribió. ¿Dónde está el original que escribió Moisés? ¿Estáis seguros sobre lo que escribió Moisés? No hay por qué ir tan lejos. Ahora mismo podríamos verificar la verdad. Tenemos tales documentos y testimonios a los que no podrán oponerse los más gruesos cráneos eruditos. Sólo en cinco minutos podrán convencerse, pues para esto no se necesita gran filosofía. Imaginad que estáis leyendo un libro en un cuarto con la luz encendida; vosotros no disponéis de la llave de luz. Entonces, yo doy vuelta a la llave y vosotros no podéis leer. Vuelvo a dar vuelta a la llave y se hace la luz; así vosotros volvéis a ser eruditos, nuevamente estáis leyendo. Otra vez doy vuelta a la llave y os tornáis ignorantes. El ser erudito o ignorante se debe a dos estados; unos pasan por eruditos y otros, por ignorantes; unos tienen luz, son eruditos; los otros no la tienen, son ignorantes. No os equivoquéis. Si vuestra enseñanza se basa en el libro, vosotros debierais leer en él aun sin luz. Si podéis leer en la oscuridad sois eruditos; si esperáis la luz sois ignorantes. Entonces, al mismo tiempo podéis ser eruditos o ignorantes. En la enseñanza divina sucede lo contrario. Allí hay libertad, crecimiento, expansión e inmortalidad.

"A mí me extraña lo innoble de los corazones y mentes de los hombres actuales. ¡Hace tanto que estoy examinando las mentes y los corazones de los que pasan por religiosos! Son capaces de interpretar torcidamente la más ingenua

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acción. Existen ciertas coincidencias. Por ejemplo, tú vas por un camino, te detienes y te asomas a un determinado lugar donde ves a un hombre muerto. Quieres continuar tu camino pero te alcanza un policía y te interroga: '¿Quién mató a este hombre?', y sin más, te lleva preso. He aquí una coincidencia. Como tú fuiste la primera persona que apresaron en el lugar del crimen te toman por culpable. ¿Cómo demostrarás tu inocencia? Frecuentemente vosotros capturáis a quien no ha cometido el crimen y le preguntáis: '¿Qué piensa ahora?'. 'Espere' -os dice-, 'yo todavía no he comenzado a pensar ¿cree que puedo pensar en la oscuridad? Si yo comenzara a pensar, la cuestión estaría terminada'.

"Según la cita bíblica, no podemos servir a Dios con enseñanzas y preceptos humanos. En esta comprensión hay dos extremos. Quedaos tranquilos que estas palabras no son para vosotros; yo os considero oyentes de otro planeta. Vosotros sois seres nobles. Según mi opinión, noble es quien reconoce su bien y su mal como hechos y conoce su vida. Por ejemplo, un pintor pinta un cuadro y ve sus errores; no es para que los demás lo critiquen. El dice a sus críticos: 'Aquí está mi error'. En cambio, aquel pintor que no reconoce sus errores no acepta las críticas y piensa que no hay nada equivocado en su obra; dice que los ojos salieron así porque la luz no era completa y se disculpa ante cada observación. El mal músico también se disculpa diciendo que las cuerdas de su instrumento se aflojan por la humedad. El buen músico, por el contrario, tiene una cualidad que a los demás les falta; pasa su aura a través de su violín y las cuerdas no desafinan en ninguna circunstancia. No es como el mal músico que es incapaz de pasar su alma a través del instrumento. Yo pregunto a los eruditos si sus almas pasan a través de sus cuerpos, de tal manera, que cuando ellos cumplen su oficio en la tierra no cambian sus cuerdas manteniendo correctamente sus cuerpos en equilibrio. Seguramente los eruditos se disculparán diciendo que aún la ciencia no ha descubierto tal cosa. Un filósofo dice que el hombre para el hombre es un lobo; otro dice que el hombre para el hombre es un hermano y que no hay ser más noble que el hombre. ¿Cuál de estas doctrinas es la más correcta? La palabra 'hombre', en un principio, no significaba lobo. Si el hombre es un lobo ello indica una degeneración. Si el hombre es un hermano, eso indica una evolución de su estado, pues otro elemento afluye en su alma.

"Hace algunos días, un amigo me dijo que ciertos eruditos pensaban reunirse para juzgar mi enseñanza. Si es así, ellos se equivocan, pues no existe la enseñanza del señor Danoff. Si hablan en contra de la enseñanza de Danoff, se asemejarán a don Quijote. Hay una enseñanza divina; es la gran enseñanza de la vida que yo conozco desde tiempo inmemorial. Cada enseñanza se debe poner a

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prueba. Veremos qué ha dicho Cristo, qué han dicho los Apóstoles, qué han dicho los Padres santos. Vamos a poner cada enseñanza a prueba para conocer la verdad. Cristo dijo: 'Según el Padre me ha dicho, así hablo' Vemos que Cristo no expuso su enseñanza. La enseñanza divina se conoce por un elemento que penetra en el alma portando alegría, paz, luz y todos los impulsos nobles. Si analizáis la enseñanza humana veréis que provoca divisiones, polarización, odio, envidia. En la enseñanza humana los hombres son perturbados por pequeñeces, como ser, quien ocupará el primer lugar; si no logran el primer lugar o la atención que pretenden, comienzan las ofensas y hablan de injusticia y otras cosas. Que en ese momento muere de hambre una pobre viuda dejando huérfanos desnutridos y desnudos, esa es cosa de segunda importancia. Yo pregunto: ¿Qué es lo sustancial? ¿Son sustanciales esas cosas ante Dios? ¿Qué es lo que comprende la vida religiosa, acaso tan sólo citar los versículos de las Escrituras? No, el alma debe entrar en una nueva fase. Yo considero noble a quien después de haber cometido una hilera de desaciertos sabe cómo los puede enmendar. Quien ha sabido corregir su vida vale mucho más que aquel que nunca ha pecado. Muchos cristianos se apoyan en la iglesia, en su Maestro, para que les presten ayuda. Pero hay una cosa con la que no podrán contar. Podrán glorificar al Señor tres veces al día, más eso no los podrá ayudar. ¡Deben vivir una vida divina!

"Hay dos principios básicos que vosotros debéis aplicar. Cristo dijo que si sus palabras penetraban en nosotros, El y su Padre llegarían para construir algo nuevo en nuestras vidas y así habría de revelarse. ¿En qué consiste esta revelación? En aquella interna palabra, en aquel sagrado amor que otorga sentido a la vida. Cada uno quiere ser amado; ¿cómo? Si llegarais a mí pidiéndome que os alimente, yo podría haceros la mejor comida; más si vuestros estómagos están enfermos el alimento os caerá mal y no os será provechoso. La primera condición sería que vuestros estómagos estuviesen sanos. El alimento que yo puedo daros está preparado de acuerdo con todas las exigencias de la ciencia divina.

"Las enseñanzas, actuales no es que sean naturalmente falsas, pero carecen de método para aplicar lo divino. Si preguntáis a los caudillos búlgaros o a cualquier caudillo de otro país cuáles son los métodos con los que se puede elevar a un pueblo, todos dirán, por ejemplo, que es necesario dar una buena educación a los jóvenes. Pero, ¿cuáles son los métodos de educación? Unos dirán que la libertad se debe limitar. En este caso, están en un camino equivocado. Otros sostendrán que hay que darles libertad completa; mas esto tampoco da resultado. Unos podrán aplicar la ley de Moisés, otros la enseñanza de Cristo, pero las cosas no andarán. Muy natural, pues la enseñanza de Cristo se ha tergiversado y no hay

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métodos para su aplicación. Hablamos de amor, pero no lo practicamos. De esto no tiene la culpa tan sólo la iglesia; todos los creyentes deben aplicar en su vida las enseñanzas de Cristo. Sólo un alma que haya probado la veracidad de esta enseñanza la podrá aplicar. Al citar los versículos de los Evangelios, vosotros decís que debéis pensar sobre ellos. Pero, ¿sabéis cuál es la ley del pensamiento? Un solo hombre nunca podrá crear un pensamiento. Solamente entre dos seres inteligentes se puede formar un pensamiento. Alguien dice: Yo pienso. ¿Y dónde está tu compañero? No está. Por consiguiente no piensas. Cuando se dice que pensamos inteligentemente, se comprende que sólo entre Dios y nosotros se puede crear tal pensamiento. Vosotros preguntáis cómo debéis vincularos con Dios. Pero, ¡¿cómo?! ¿Hombres eruditos no conocen lo más sencillo, vincularse con Dios? ¡Tales son los eruditos de hoy!

"En la antigüedad había un jardinero que plantó muchos frutales y logró cosechar excelente fruta. Quería demostrar su gratitud a su señor y decidió llevarle una bandeja repleta de las mejores y más dulces cerezas. Por el camino comenzó a sentir calor y fue comiéndose las cerezas de a una, hasta que sólo le quedó la última para llevar a su señor. 'Sírvase' -le dijo-, 'esta es la fruta del jardín'. '¿Y cómo se come esto?' -preguntó el señor-o 'Así' -dijo el jardinero, y se comió última la cereza. Así demostró a su señor cómo se comía la fruta. Y así los eruditos preguntan cómo pueden vincularse con Dios. Aquí tenéis, frente a vosotros, la cereza. Me preguntáis cómo se come. Esta es cosa muy sencilla, no necesita demostración.

"Ya estamos en el último período de una época. Una vez por siempre debemos liquidar con la mentira y el engaño. Hubo un tiempo en que Dios era tolerante con nosotros, así como se es con los niños, porque otros nos guiaban; pero ahora ya somos adultos. La luz ha cambiado, no tenemos quien nos lleve. Vuestro lugar será ocupado por otros pequeños niños y vosotros seréis los hermanos adultos de los insectos y los pájaros, los niños que vendrán. Los eruditos dirán que esto no está escrito en sus libros. ¿Y qué es lo que está escrito en sus libros? Si analizamos el cerebro humano de acuerdo con el actual conocimiento, podrían escribirse 90 libros como las Sagradas Escrituras. Luego de esto, lo que quede por saberse dará lugar para escribir 900 libros más. ¿Y qué pondremos en este vacío? Se comprende que está previsto para otras cosas. Estamos apenas en el principio del gran Libro Divino. Desde ahora comenzaremos a estudiar la ley de la inmortalidad del alma. Aprenderemos de qué manera nos podemos liberar de nuestras fallas mentales y sentimentales; qué es necesario para obtener mentes y corazones puros, para tener hombres con

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estabilidad de carácter y voluntad de diamante, para tener una sociedad compenetrada del amor al prójimo. ¡Expulsad de vuestras almas toda duda! Muchas veces os he dicho que el bien que puedo obtener no es para mí. Cada hombre es como un manantial que no puede detener la vida en sí mismo. No penséis que podréis detenerlo. De cada vida que ha pasado por vosotros, lo inútil saldrá afuera y permanecerá la necesaria pureza. La vida de los hombres se entreteje correctamente, pero aquellos que obstaculizan esta ley caen en controversias de las que provienen todos los sufrimientos.

"En la gran escuela de la naturaleza, la que llamamos 'oculta', se aplican diferentes métodos, los que son confiados a los alumnos dignos. Advierto que leéis poco; muchos aprenden tan sólo lo que se lee en los diarios. Preguntad a aquellos que se creen eruditos si han leído a determinado autor y os dirán que esas cosas no las necesitan. Ni siquiera han leído la Biblia, ni estudiado sus partes más importantes, así como tampoco han tomado notas científicas. Yo quisiera que en todos vosotros naciera el deseo de leer, para luego aplicar lo que se lee. Leer y aplicar son dos cosas sustanciales. Vosotros estáis repitiendo lo que yo he dicho, pero yo expongo lo que dice la Naturaleza viva. Debéis trabajar sobre vosotros mismos. Yo no quiero decir que no trabajáis, pero debéis contar con vosotros. Algunos han dejado la universidad hace 20 años y no han tratado luego ni siquiera de enterarse sobre los progresos de las investigaciones científicas. Debéis estar actualizados. Todo el mundo sigue un movimiento y es importante saber qué es lo que pasa ahora a fin de hacer el vínculo necesario entre el pasado, el presente y el porvenir.

"Ahora, allí donde creéis ver una marcada contradicción entre los eruditos, la enseñanza nueva y vosotros, yo no encuentro tal contradicción. Mal y bien son dos necesidades en el mundo. La vida está bien así corno se va desenvolviendo; la falla reside en que la vida no es aprovechada como se debe. Hay quienes vienen a la Fraternidad y luego dicen que no somos corno ellos esperaban que fuésemos. Bien, ¿y ellos cómo son? ¿Qué es lo que trajeron? Tú eres un crítico, pero antes de criticar debes penetrar en la nueva enseñanza y probarla en ti mismo. Debes vincularte con Dios y, recién entonces, puedes decir: He aquí la nueva enseñanza. Cada uno debe hacer su propia experiencia, nadie tiene derecho a criticar hasta tanto no termine su experimentación y compruebe sus resultados. Entonces dirá: He aquí lo que yo he hecho. Todos tenéis grandes deseos y sois de los apurados. Os daré un ejemplo: Cierta vez, un rico inglés fue a Alemania para estudiar filosofía. Llegó hasta un profesor y se produjo el siguiente diálogo:

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-Señor, yo soy inglés y no me gusta prolongar mi tiempo. ¿Cuánto dura aquí el curso de filosofía?

-Cuatro años.

-Yo quisiera terminar el curso en seis meses. ¿Puede ser?

-Cuando el Señor quiere hacer un roble -respondió muy disgustado el profesor- emplea en ello 100 años. Si quiere hacer un zapallo, lo hace en seis meses. Usted quiere un curso que sólo dure seis meses; bien, de tal curso saldrá solamente un zapallo.

“¡Trabajo! ¡Trabajo se exige, y leer seriamente! Hoy podéis errar una, dos, cien veces; podéis tener una, dos, cien inconveniencias. Y esto lo debéis vencer. Tornaréis primero una inconveniencia y la venceréis. Muchos temen al diablo, más no debéis temer; habréis de entrar en lucha con él. Tú sobre el diablo, él debajo; él encima de ti y tú debajo, hasta que puedas quedarte tú encima de él. El te habrá roto las costillas y tú le habrás roto los cuernos. Tus costillas no tienen importancia; pero si has logrado romperle los cuernos al diablo, eres ya un hombre de carácter. Héroe es aquel que está listo para luchar, pero cuando a los hombres se les habla de sufrimientos se les erizan los cabellos. ¡Lucharéis hasta el fin! Vienen sufrimientos, pero ellos han de ser exámenes para nosotros. Decís que tenéis miedo. Cuando el hombre no puede vencer es cuando sufre, pues al vencer siente gran satisfacción. Entonces, en la vida hay que luchar para vencer todas las dificultades. Si no tenéis éxito, seguiréis luchando hasta que la lucha concluya con la gran victoria final. Os digo: ¡Debéis vincularas con Dios! ¡Sosteneos en este vínculo! Así corno el embrión ligado a su madre se desarrolla, se transforma y alcanza su configuración final, lo mismo ocurre cuando el hombre se vincula con Dios. El creará vuestros cuerpos y os llevará a buen fin. Entonces veréis Su rostro. La divina enseñanza es enseñanza de luz, de libertad, de amor. La enseñanza humana es limitación y sobre ello ya tenemos muchas experiencias.

"¡Todas las enseñanzas humanas deben quedar atrás! Ahora os debéis ocupar en cumplir la gran enseñanza de Dios. Todos debemos tener sólo un pensamiento: respetar el pensamiento divino y aplicarlo en nuestra vida. ¡Esa es la enseñanza que ahora llega al mundo!"

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LAS CONGREGACIONES DE HERMANOS

Una de las más antiguas costumbres de la Gran Fraternidad Blanca es la Congregación de Hermanos, en la que se produce el encuentro de las Jerarquías Cósmicas con los Maestros e Iniciados que trabajan entre los hombres. A su vez, éstos convocan a sus discípulos a las congregaciones que, en los días que cada uno precisa, se realizan bajo su dirección en los lugares de trabajo de cada movimiento místico en particular. La fecha elegida para estos encuentros místicos obedece siempre a determinadas condiciones astrales y el Maestro Danoff, miembro de la Gran Fraternidad Blanca, eligió para ello los días del plenilunio de agosto de cada año, ya que en ese tiempo actúan sobre el punto geográfico que eligió para su acción ciertas fuerzas que pueden ser utilizadas inteligentemente para el desenvolvimiento espiritual del grupo.

Las dos primeras congregaciones convocadas por el Maestro se llevaron a cabo en Burgás, ciudad que se alza junto a las serenas y cálidas costas del golfo del mismo nombre, sobre el Mar Negro. Luego, en los años siguientes, se realizaron en Varna y en 1910 se trasladaron a Tirnovo, la antigua capital del reino búlgaro. De rarísima belleza, Tirnovo se yergue en el corazón mismo del país, engarzada en las gradas rocosas de Stara Planina (Vieja Montaña o Balcán propiamente dicho). El río Iantra se abre paso serpenteando entre profundos cañones escalonados desde gran altura, al pie de un enorme anfiteatro natural donde se edificaron las primeras hileras de casas, tan típicas con sus paredes de piedra, sus techos de lajas encimadas y sus balcones de madera tallada. Esta ciudad, de milenaria trayectoria histórica, está rodeada de fortalezas antiquísimas y entre ellas se destaca la que el rey Asen II hizo construir en el año 1230 para contener el avance de las fuerzas enemigas que avanzaban hacia la ciudad, así como también es célebre la famosa Torre de Balduino que se elevara en época de las Cruzadas. Pero Tirnovo no sólo se distingue por sus bellezas y conmovedoras reminiscencias históricas, sino que aún vibra en ese lugar la luz que en el pasado encendieron los bogomilos. Junto a ese lugar de singular encanto, en las afueras de la ciudad y entre viñedos perfumados, la Fraternidad asentó el campamento para las congregaciones.

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Desde distintos puntos llegaban los congregantes, Unos armaban sus carpas en el campamento de la Fraternidad, mientras que los demás lograban alquilar alguna habitación en las casitas de los viñadores. Una gran idea, un fuego sagrado encendido en las profundidades del alma reunía a todos esos hombres y mujeres en una gran familia. "La Fraternidad" -cito palabras del Maestro- "es expresión del amor a Dios. Cada enseñanza impartida por la Gran Fraternidad Blanca como base de la vida humana es imperecedera. La hermandad es una condición ineludible para el advenimiento del amor entre todos los hombres de la tierra."

El primer día de la Congregación todos los hermanos se levantaban antes de que rayara el alba y se concentraban en el lugar elegido, ubicado siempre en espacios abiertos y altos. Sus blancas figuras se destacaban en la semipenumbra del amanecer. Con la impaciente ansiedad que es de suponer aguardaban el momento sagrado, con los ojos dirigidos al cielo, mirando como el oriente iba adquiriendo rosados matices mientras el disco plateado de la luna se deslizaba por el poniente. Había un momento de recogimiento cuando, entre las colinas del horizonte, aparecía el resplandeciente astro del día. En ese preciso momento el Maestro pronunciaba sus palabras de bienvenida a todos los hermanos y adeptos que, visible o invisiblemente, asistían a la reunión:

"¡Yo os saludo y os doy la bienvenida en el nombre del amor! ¡Os saludo en el nombre de Dios, que está entre nosotros! ¡Os saludo en el nombre de todos nuestros hermanos que asisten en espíritu, alma y cuerpo! Al pronunciar la palabra cuerpo, quiero significar con ello la inteligencia que nos guía; en dicho sentido, 'cuerpo' es la expresión de la voluntad divina. Donde hay cuerpo, hay voluntad. Así os digo, sed bienvenidos para recibir el amor, para lograr la libertad. Dejad ahora de lado todo espíritu crítico, toda vieja filosofía. Un profeta dijo al Señor "Probadme y veréis que soy bueno'. Nosotros podremos dar tal prueba ante Dios si sentimos amor. La oración que pronunciemos será eficaz si la decimos con amor, porque el hombre no podría pronunciar su oración si el Espíritu no reside en su corazón; el Espíritu Divino es quien pronuncia la oración. Cada oración es un acto creador, pues crea condiciones para el crecimiento del alma. Si alguien me preguntara por qué debemos orar, le diría: porque la oración es una necesidad para nuestro crecimiento. Quien quiera crecer debe tener amor. El Espíritu dice: Donde hay amor hay libertad y el miedo allí no existe. Donde falta el amor no puede haber libertad. Por eso, para ser libres debemos tener a Dios en nosotros. Entonces llegará una nueva revelaci6n acompañada de nueva luz.

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"Este cielo que veis, ¿qué cosas os dice? Por él habla Dios. En el poniente está la luna llena; ella es el emblema de Cristo. Por el oriente sale el sol, que es el emblema del Espíritu Divino. Tenemos las dos condiciones, la luna y el sol que se están mirando; o sea, Cristo en el mundo material y el Espíritu en el mundo angélico, trabajando juntos para la creaci6n de la humanidad. Si escucháramos la voz de Dios no habría nada imposible en este mundo. Así, las palabras de San Pablo: 'Todo lo puedo con Cristo', son una gran verdad. Todo se logra con aquel Cristo que es la manifestación del amor divino. Con este amor tratemos de abarcar a todas las criaturas de Dios en todo el planeta y tratemos de sentir las cosas como Dios las siente. Así comenzaréis a comprender a Dios.

"Ahora dejemos que Dios actúe sobre todos nuestros hermanos. Durante todo el tiempo que se prolongue nuestro encuentro debemos sentimos felices. Quiero .que los pensamientos que se intercambien sean claros y fraternales; nada de retórica, que todo sea natural, así como Dios lo ha creado. Cada movimiento de nuestras manos, cada movimiento de nuestros ojos, que esté en concordancia con la primera Divina Armonía. Si así pensamos y sentimos, si todos nos alegramos, los ángeles actuarán con nosotros y con nuestros hermanos. Entonces Dios vivirá entre nosotros y se nos abrirán los ojos. Sólo aquel que ama tiene los ojos abiertos. Cuando dejemos que Dios llegue a nosotros, entonces lo veremos.

"Nuevamente os saludo y os doy la bienvenida en nombre del amor Divino, nuestro Señor, Rey del mundo."

Finalizado el saludo del Maestro, todos pronunciaban a coro "La Buena Oración" y, con el alma henchida de místico fervor, se sumían luego en profunda meditación dejando que el Espíritu Divino actuara en las almas inundándolas de luz y beatífica paz. A media mañana el Maestro pronunciaba una o dos conferencias. Las palabras fluían de sus labios como mágico torrente de sabiduría, mientras iba descorriendo uno a uno los velos que ocultan los arcanos de la naturaleza. Las leyes de la vida eran reveladas con toda claridad, produciendo esa alquimia espiritual que descubre los errores del pasado, muestra las posibilidades del presente para su modificación y traza el camino de un futuro glorioso. El conocimiento del camino que recorre el alma hacia Dios, ese es el conocimiento pleno de la vida, contenido en las sagradas enseñanzas de la Gran Fraternidad.

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La figura del Maestro, de pie sobre una tarima, parecía envuelta en un nimbo sobrenatural. Los hermanos recibían su mensaje abriendo sus corazones a la nueva corriente vital que se les trasmitía. Habían olvidado sus viejas amarguras, sus desilusiones, sus dudas y temores, para sumergirse en la radiante luz de este momento sublime. No hay palabras para describir la embriaguez vivificante del discípulo en comunión con las sagradas fuerzas que fluían hacia él. En esos días de continua exaltación espiritual el discípulo es capaz de ver lo que hasta entonces no veía. Sus percepciones son distintas, más sutiles, y le permiten comprender aun aquello que el Maestro no pronuncia. Sagrado misterio de escuchar en el silencio aquello que no puede revelarse al oído común. El Verbo se trasmite con el corazón y se recibe por el corazón.

Después de haber asistido a una Congregación ya nadie podría dudar de la autenticidad del Maestro como tal y como Miembro de la Gran Fraternidad Blanca." Cuando un Iniciado de Jerarquía reencarna para cumplir determinada misión sobre la humanidad, no todos quienes a él se vinculan son capaces de reconocer su nivel. Mientras unos no advierten nada sobrenatural, ya sea porque son espiritualmente rezagados o porque en ellos el divino sentimiento permanece en su letargo, otros sí, en cambio, descubren algo sobrenatural en él, pero su apatía no les deja abrir los ojos plenamente. Sólo unos pocos lo reconocen como auténtico Maestro. Ven que todo en su personalidad, así como en sus acciones obedece a un orden extraordinario. Los que le han reconocido, son aquellos que recibieron porque supieron pedir y traspusieron el pórtico porque supieron golpear. Los que se transformaron en discípulos pudieron reconocerlo porque obedecieron la prevención de Cristo que dice: "Por sus frutos los conoceréis". Cuando un Maestro espiritual obra cristianamente en todos los momentos de su vida, sin ninguna excepción, y puede decir: "Haced lo que yo digo y cuanto hago", es porque pertenece a la Gran Fraternidad Blanca.

Un Maestro es un ser libre. No necesita hacer vida de anacoreta ni vivir recluido en un claustro para conectarse con Dios; esos son para él estados trascendidos porque él vive en Dios. No necesita huir del mundo porque vino voluntariamente para trabajar en él. Es libre, porque puede desligarse de los vínculos del tiempo y trasponer los límites del espacio. Es libre, porque siendo absolutamente dueño de su cuerpo puede dejarlo cuando así cree que debe ser. Además, un auténtico Maestro, conocedor de las más profundas leyes de la naturaleza, es capaz de manejar su energía a voluntad, logrando aquellos resultados sobrenaturales, llamados milagros, tales como el trasladarse en un instante a grandes distancias y aparecer al mismo tiempo en varios lugares; hacer

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curaciones, tranquilizar a los desesperados y levantar a los caídos. Y, con todo ello, también es capaz de mantenerse en la más profunda humildad. Así era el Maestro Danoff. Sus discípulos pudieron apreciar, en muchas oportunidades, la inabarcable gama de sus poderes y conocimientos. Aun cuando creyó conveniente des encarnar, avisó que se iría y así se fue, naturalmente, sin haber estado nunca enfermo y en el pleno control de sus mejores energías, pese a sus ochenta años, en aquel 27 de diciembre de 1944.

Volvamos a las congregaciones. Es de recordar la celebrada en el año 1920 en Tirnovo, cuando mostró a sus discípulos un maravilloso cuadro de materia sutil. Quienes pudieron verlo, no lo han olvidado porque su imagen les quedó grabada en el alma. En esa oportunidad, el Maestro había dado una conferencia ilustrada con cuatro cuadros pintados en varios colores que representaban determinadas figuras geométricas como símbolos utilizados para desarrollar el tema sobre la ley del auto control. Finalizada la misma, dijo a sus discípulos: "Ahora os vaya mostrar un cuadro viviente. Debéis observarlo desde la puerta; no entraréis porque las emanaciones de vuestros cuerpos podrían destruir las vibraciones de su luz". Luego hizo pasar a sus discípulos de a dos por vez frente a la habitación donde había proyectado mentalmente el cuadro, ordenándoles que sólo podrían permanecer allí dos minutos. Luego que hubieron pasado todos, agregó: "Esta imagen que habéis visto se llama la Imagen de las Doce Virtudes. La luz que irradia fue producida de una manera común, pero su energía es energía oculta, se transforma según ciertas leyes. Su vibración es muy alta, por eso no se advierte su movimiento. Esta luz en un tiempo ardía en vosotros. Ya recordaréis esto. Las siete luces, son los siete Espíritus que están junto al Trono de Dios: son las siete llamas divinas del alma. Procurad que permanezca en vuestra mente esta grata pureza y luminosidad del cuadro vivo. Cuando la luz en el hombre llegue al estado de no vibrar, será agradable. Cuando en vosotros surja esta luz, ya no vacilaréis. Este cuadro está unido con los cuatro campos del cosmos". Y acotó muy quedo: "Este cuadro está unido con el Paraíso. Su luz templa el alma, eleva al hombre".

Las congregaciones cambiaban de aspecto al llegar la tarde. Los discípulos tenían unas horas libres después del almuerzo, las que eran aprovechadas para reunirse en grupos y comentar los sucesos de la mañana y, también, para preparar las preguntas que harían al Maestro en la reunión vespertina. Luego volvían a congregarse y el Maestro satisfacía todos los interrogantes. Al llegar la noche, todo era calma. El murmullo de las últimas conversaciones cesaba en el silencio que se volcaba sobre el campamento. Todos esos hombres y mujeres entregados

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al descanso habían venido unos de cerca, otros de lejos, para recibir una nueva comprensión de la vida, un renovado impulso. Sedientos de luz, se disponían a trabajar para la cultura del amor. Forjadores de un más alto destino para la doliente humanidad de hoy, dirigían sus ojos al futuro con clara conciencia de las dificultades que es preciso resistir para el triunfo del bien sobre la tierra.

IZGREV Sofía, la bella capital de Bulgaria, está ubicada en medio de un profundo

valle rodeado de los magníficos montes de Stara Planina. Miles de años antes de que fuera la antiquísima Sérdica, capital de la Dacia en época de los romanos, el valle de Sofía era un lago de gran extensión, cuyas aguas se retiraron luego hacia el cañón del río Isker, dejando en pos de sí gruesas capas de arena Y' arcilla que con el tiempo se transformaron en suelo apto para la vida humana. De ahí la exuberancia del paisaje que circunda la ciudad en el que predominan los bellísimos bosques de característica alpina que se elevan hasta gran altura por las montañas, y las fértiles colinas cubiertas de sembradíos. Linda con la capital el Vítusha, un imponente cono volcánico de 2.290 metros de altura, convertido en parque nacional por la riqueza de sus bosques de coníferos de gran variedad y los hermosos rápidos que descienden por sus laderas en ruidosas cascadas sobre lechos de granito. En tales escenarios, lejos de la ciudad bulliciosa, el Maestro y sus discípulos solían hacer largas excursiones, antes de que apuntara el alba, ávidos del aire puro y diáfano de la campiña y el vivificante aroma de los pinares. Respirando a pulmón lleno con el alma henchida de gozoso arrobamiento o contemplando absortos la más pequeña flor silvestre, un terso musgo, un insecto o un corpulento árbol, los hermanos bebían de la sublime fuente de sabiduría que emana de la madre naturaleza, mientras el Maestro trasmitía con su palabra la divina enseñanza que él llamaba "enseñanza demostrativa", esa enseñanza irrefutable que se exalta y revive en la conciencia que se funde en la vida universal. Porque esas excursiones no eran simples paseos, mas significaban algo así cama el deber de asistir a un oficio religioso en el sagrado santuario de la naturaleza y recibir Como belleza la verdad de Dios.

A unos tres kilómetros al este de Sofía, luego de atravesar extenso bosque por la cuesta de una colina bastante pronunciada, se alzaba una pequeña pradera solitaria desde donde se abarcaba un panorama de admirable grandiosidad. Las excursiones a ese lugar habían sido muy frecuentes y en ellas fue gestándose la

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idea de adquirir esas tierras para la formación de una fraternidad. Y allí nació Izgrev, creada con el esfuerzo común de los hermanos quienes cooperaron con dinero y con trabajo para convertir en realidad el sueño largamente acariciado.

"Izgrev", según la traducción del idioma búlgaro, quiere decir "Alba". Es el mágico momento en el que aparecen en el firmamento los primeros rayos del astro del día; pero, ese nombre posee, a la vez, una significación muy especial para la fraternidad: es el despertar del aspirante, el instante de la realización espiritual, el sagrado hallazgo de un nuevo sol que alborea en el alma con inefable luz.

Con gran entusiasmo los hermanos se organizaron para trabajar la tierra adquirida; más tropezaron con un inconveniente: en Izgrev no se hallaba agua. Pero el Maestro había dicho: "Por donde me encuentre en la montaña, si tengo amor hallaré un manantial y saciaré mi sed. El Amor Divino hace milagros. Donde hay amor no puede haber sedientos". Y no se descorazonaron. Muy cerca de allí fue descubierto un arroyuelo que dejaba escurrir un débil hilo de agua por un cauce semioculto entre densa vegetación. El hallazgo fue toda una fiesta para la Fraternidad. Siguiendo el curso del arroyuelo fue fácil encontrar la vertiente al pie de una colina. Como si se tratara de un sagrado ritual, Maestro y discípulos se dedicaron entonces a la bella tarea de limpiar la fuente y cuanto la rodeaba. Retiraron la hojarasca seca que durante años se había cumulado en su barroso lecho y lo cubrieron con piedras, a manera de filtro natural. Construyeron luego un pequeño embalse a cielo abierto para que el agua recibiera el sol y hacia él desviaron la vertiente.

Así como el alba es interpretada en la enseñanza oculta como símbolo de iniciación, otras expresiones de la naturaleza también fueron utilizadas por el Maestro como símbolos relacionados con la vida del aspirante en el sendero espiritual; y el manantial, que simboliza el corazón y el divino amor, fue el más valioso y vívido, entre todos. Por eso, mientras cumplían con tan noble tarea, aconsejó a sus discípulos: "Cuando limpiéis la fuente, pensad en vuestro propio corazón". Cuando el Maestro se hallaba junto a un manantial, hablaba siempre del amor, como aquella vez que dijo: "Es interesante. Habéis estado en el manantial pero no bebisteis de él sino de vuestro cántaro. ¿Es mejor el agua del cántaro? ¿Pensáis que vuestros cántaros son mejores que los cántaros divinos? El manantial es un cántaro divino que constantemente fluye; pero el cántaro humano es preciso cuidado para que no se vierta de una vez. De esto extraigo la siguiente conclusión: es divino cuanto no se interrumpe; y es humano lo que se interrumpe.

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Por ejemplo, tú amas a alguien, pero un día la persona amada te ofende. Inmediatamente tu amor se corta. Entonces dices: En un tiempo amé pero ya no amo a nadie. Para saber distinguir el amor ve al manantial y observa cómo actúa. Aunque trates de ofenderlo, ininterrumpidamente manará. Haz lo mismo con un hombre y verás que si hoy te da agua, mañana te la negará. Porque el manantial humano a veces fluye y otras se seca. Tú lloras ante un seco manantial y dices: ¡Se ha secado el divino manantial! No, si se ha secado, no es manantial divino. Luego dices: "Mi corazón está vacío. No, tu corazón no está vacío, se ha secado tu cántaro".

El amor es la base de la convivencia fraternal. Izgrev no tuvo otro estatuto ni reglamento que no fuera la ley del divino amor. El Maestro había dicho: "Como hermanos, debéis desarrollar en vosotros el sentimiento de la admiración que se expresa en el respeto mutuo. Quien ha desarrollado en sí el amor de Dios sabe desarrollar el sentimiento de admiración. Sólo lo bello en el hombre se ama. Cuando digo que Dios ama aun al pecador, ama lo bueno que en él reside. Cada uno debe ser como el artista que ve siempre lo bello. Para que no os enlodéis, no os detengáis sobre la impureza humana. El pintor pinta al hombre con su mejor ropaje; haced vosotros lo mismo. Al crear la imagen del hombre en vuestra alma, vestid le con sus mejores ropas. Todo cuanto vemos constantemente nos recuerda el amor divino. Tened siempre un corazón agradecido porque andáis por un mundo donde todo está previsto. Hay que agradecer por todo cuanto brinda la naturaleza inteligente; por todos los pensamientos y sentimientos luminosos, por todas las estrellas que vemos, el sol, el viento, la lluvia, las nubes. Así solamente os capacitaréis para resistir las poderosas vibraciones del amor que despertará en vosotros. Quien se haya acercado al manantial del amor siempre ha recibido algo de él. Para purificar vuestra vida, debe pasar por ella una fuerte corriente del divino amor. Dejadla correr a través de vosotros para que os prepare a recibir la nueva vida. El amor es fuerte corriente que arrastra consigo toda impureza. La pureza es un rasgo característico del amor y un escudo protector del hombre. Que toda vuestra vida sea manifestación de este infinito e ilimitado amor que actúa en el cosmos. Que todos vuestros pensamientos, sentimientos y acciones sean su demostración. Recibir el amor divino es la realización de la voluntad de Dios; es la puerta angosta, el sendero estrecho por el que todos deben pasar. Alguien puede pensar que su amor es pequeño. No importa; por más pequeño que sea debe manifestarlo. No se debe cerrar el corazón a Dios ni al prójimo. Cuando esperamos lo divino debemos ser como las flores que aguardan el sol. Abrid el corazón a la luz del día y floreced. Sed como los manantiales que fluyen

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constantemente y dad como dan ellos. Cuidad el amor como un don sagrado. Si os amáis, Dios será con vosotros. ¡Amor! ¡Ese es el principio de la nueva vida! Amar es poner la piedra fundamental del venerado edificio. Amar quiere decir construir en el alma un santuario donde Dios habitará. Fuera del amor no existe la vida. Fuera del amor no puede existir ninguna iglesia, ni fraternidad, ni sociedad. Lo único que puede unir a la humanidad es el amor. Cuando todos los hombres se amen, el gran Principio Inteligente se establecerá en la tierra".

Así, con ese amor con el que se proyecta un templo, se proyectó Izgrev, pero sin adustez ni sobria arquitectura. Se construyeron algunas casas y alegres cabañas de madera o mimbre trenzado recubierto de adobe, separadas entre sí por parquecillos arbolados. También la vivienda para el Maestro, un gran salón para conferencias y conciertos, el observatorio astronómico, un saloncillo para la oración y otro para reuniones circunstanciales y comedor. Todo se llevó a cabo en virtud de ciertas leyes las que, al par que obedecían a determinadas reglas estéticas, poseían una gran significación en relación con la enseñanza oculta. Por ejemplo, el salón de conferencias tenía siete ventanas orientadas al este. El siete es un número sagrado, de gran sentido místico: se vincula con los siete colores del espectro, como emanaciones de las siete Jerarquías Espirituales; con los siete días de la semana, las siete notas musicales, los siete planos de existencia, las siete fuerzas del universo, los siete sentidos del superhombre, y mucho más. Al mismo tiempo, la orientación de las ventanas hacia el este permite que penetren por ella los primeros rayos del sol.

En Izgrev la actividad comenzaba cuando brillaban en el cielo todavía las últimas estrellas de la aurora. En esa hora de sosiego, cuando la fresca brisa que atraviesa el bosque llega saturada de resinas perfumadas y gorjeos, podía verse a los hermanos en el campo de ejercicios concentrados en la práctica de respiración.

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METODOS PARA UNA BUENA RESPIRACION

El Maestro dio métodos prácticos para lograr una mejor armonización con

las fuerzas sutiles de la naturaleza y obtener, de ese modo, eficaces resultados sobre el desarrollo integral del discípulo. Uno de esos métodos consiste en la realización de una serie de ejercicios respiratorios que permiten asimilar esa poderosa corriente vital capaz de trasmitirse mediante el aire. Pues una buena respiración no depende solamente de la cantidad de oxígeno, que es posible recibir, sino de la energía pránica, que se absorbe con él.

La horizontalidad de los rayos solares permite un mayor flujo de fuerzas vitales por lo cual las primeras horas de la mañana y las últimas de la tarde resultan las más favorables para los ejercicios de respiración. Especialmente es eficaz el alba, porque a ello se agregan otras condiciones: los rayos del sol naciente disipan las tinieblas y favorecen las acciones de quienes trabajan en la luz.

El común de la gente respira rápida y superficialmente, "como si la persiguieran los enemigos", decía el Maestro. Esta forma de respirar impide la total renovación del aire en los pulmones, restándole a estos órganos la vitalidad necesaria. Mas la respiración superficial no sólo se refleja en la salud sino, también, en el estado psíquico, impidiendo el desarrollo normal de la mente, el sentimiento y la voluntad.

Para la obtención de los mejores resultados en materia de respiración, es preciso tener en cuenta algunos puntos importantes. La respiración debe ser profunda y rítmica, realizada mediante siete movimientos suaves, continuos y uniformes. Tres de estos movimientos corresponden a la inhalación, uno a la retención y tres a la espiración, efectuados de la siguiente manera:

1. Se empieza a inhalar el aire lentamente llenando la parte inferior de los pulmones. Esto se obtiene haciendo descender el diafragma a fin de que pueda ejercer una leve presión sobre los órganos abdominales, empujando la pared frontal del abdomen.

2. Continuar la inhalación llenando la parte media de los pulmones. Debe sentirse cómo se expanden las costillas inferiores y el esternón, ensanchando la parte anterior del tórax.

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3. La inhalación se completa al llenar la parte alta de los pulmones adelantando la parte superior del pecho, incluyendo las costillas superiores sin levantar los hombros. En este movimiento la parte inferior del abdomen se contrae ligeramente dando apoyo a los pulmones para que pueda penetrar el aire a la parte superior de los mismos.

4. Se retiene el aire sin provocar tensión, el mayor tiempo posible.

5. Se comienza a espirar muy lentamente, manteniendo el pecho en posición firme y el abdomen contraído.

6. A. medida que se expele el aire se va aflojando, de a poco, el abdomen.

7. Cuando el aire ha sido expulsado completamente, se afloja el pecho y el abdomen.

Para facilitar este tipo de respiración, es preciso liberarse de ropas ajustadas y todo lo que oprima el abdomen, pecho y cuello, obstaculizando su expansión.

En la espiración corriente no es posible expulsar todo el aire de los pulmones; mas en la respiración profunda, si bien tampoco es posible vaciarlos totalmente, al menos sí es posible lograr la penetración de mucha mayor cantidad de aire puro. El aire aspirado mediante estos ejercicios tiene tiempo de penetrar hasta los extremos de los pulmones, mezclarse con el aire que contienen y expulsar gran parte de éste con sus residuos inútiles. Por consiguiente, el intercambio se logra con los mejores resultados.

Los ejercicios de respiración profunda y rítmica no pueden dañar de ningún modo en casos normales. Existen otros ejercicios ocultos de respiración, los que sólo pueden ser practicados por determinadas personas y, generalmente, bajo la dirección directa y personal del maestro.

Veamos ahora algunos conceptos vertidos por el Maestro Danoff en materia de respiración:

"El hombre debe lograr una correcta relación hacia todo cuanto haga. Respirando metódicamente podrá relacionarse conscientemente con el aire. -¿Cuántas respiraciones se hacen por minuto? Pocos pueden responder a esta pregunta. El hombre común, que desconoce los métodos para una buena respiración, hace unas veinte respiraciones por minuto. Quien se interese por esto, podrá calcular cuántas respiraciones se efectúan por hora, por veinticuatro

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horas y por ciento sesenta y cinco días. Entonces comprobará cuántas energías se gastan para el mantenimiento humano. Si observamos la respiración del hombre y la de los animales veremos que difieren en el tiempo. Cuando el hombre pierde su tiempo de respiración y cae en el tiempo de respiración del animal, recibe algo de animalidad. Por ello, si se respira como los animales no es posible obtener luminosos y elevados pensamientos. Nunca se podrá pensar como hombre si se respira como animal.

"Para conocer el tiempo de la respiración humana, debe observarse la respiración del hombre común, la del talentoso, el genio y el santo. La respiración es la medida que determina el grado de desarrollo de una persona.

"La respiración metódica depende de la cantidad de aire recibido y el tiempo de su detención. El hombre será tanto más fuerte, cuanto mayor sea el tiempo que logre detener el aire en sus pulmones. Si alguien quisiera conocer qué fuerza tiene, qua controle por reloj el tiempo de la detención, pues de esto depende el éxito de cuanto emprenda. Los adeptos pueden detener el aire hasta media hora; mas es preciso comenzar de a poco y continuar los ejercicios hasta lograr el resultado deseado. Puede comenzarse por veinte segundos e ir aumentando paulatinamente el tiempo de detención. Aun quien nunca hubiera hecho este ejercicio y tiene dificultad para hacerla, puede comenzar por dos o tres segundos aumentando un segundo por día hasta alcanzar treinta. Tan pronto obtenga este resultado se evitará muchas indisposiciones y enfermedades, pues puede considerarse sano sólo quien en un minuto logre hacer tres respiraciones completas.

"Es preciso auto educarse para respirar lo más lentamente posible durante la respiración corriente, fuera de los ejercicios. Diez respiraciones por minuto hasta cierto punto es saludable; mas si se quiere progresar deben reducirse a cinco y tratar de llegar a tres. Con mucha práctica se logra una respiración por minuto; pero, en la cuenta de las respiraciones no hay que hacer un salto grande. Paulatinamente, y no en forma brusca.

"El aire debe ser aspirado y espirado por la nariz. Dios sopló la vida por la nariz. Quien respira por las fosas nasales sufre menos de resfrías, anginas y enfermedades del pecho. Además la respiración nasal posee enorme importancia en relación con el desarrollo mental y espiritual. Vemos que quienes respiran por la boca se atrasan en su desarrollo mental; por lo tanto, si se tiene tal costumbre es preciso liberarse de ella mediante ejercicios de tenaz voluntad; y si existiesen

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otras causas que obligan a respirar por la boca, como ser, resfrías, alergias, etc., habría que tratarlas para hacer posible la respiración nasal."

El cuerpo irradia ciertas corrientes electromagnéticas, las que son fácilmente percibidas por el clarividente. Se ha comprobado que los rayos emitidos por los ojos, orejas, nariz y dedos, son más largos que los demás rayos del cuerpo, denotando distinto color y carácter según estos órganos sean derechos o izquierdos. En relación con la respiración, la fosa nasal izquierda es más sensible a la recepción de corrientes negativas o magnéticas que fluyen hacia el corazón, pues se vinculan con el mundo solar.

A veces el hombre siente su mente como embotada; eso quiere decir que hay un mayor flujo de corrientes hacia el corazón, provocando un reflujo en la mente. Otras veces puede ocurrir a la inversa, hay flujo en la mente y reflujo en el corazón. Cuando este fenómeno es unilateral, es posible lograr un equilibrio regulando las mencionadas corrientes mediante ejercicios de respiración alternada; o sea, se aspira por una de las fosas nasales y se espira por la otra, según se trate de reforzar las corrientes que fluyen hacia la mente o hacia el corazón. Mas vayamos a lo que el Maestro dijo sobre el particular:

"Cuando se está nervioso, irritado, es aconsejable realizar los siguientes ejercicios: Oprimir con el dedo pulgar derecho la fosa derecha y aspirar por la izquierda, contando mentalmente hasta siete; luego detener el aire contando hasta diez y, finalmente, oprimir la fosa izquierda y espirar el aire por la derecha, lenta y rítmicamente, contando hasta nueve. Además de calmar la excitación nerviosa, este ejercicio refuerza la memoria; es especial para estudiantes en épocas de examen. Otro ejercicio es: a la mañana y antes de medio día se aspirará por la fosa izquierda y se espirará por la derecha; y a la noche, se aspirará por la derecha y se espirará por la izquierda. Esto se hará siete veces por la mañana, siete al medio día y siete por la noche, sumando veintiuna en el día. Si este ejercicio se hace correctamente, se sentirá un sentimiento especialmente agradable y muy buen ánimo de espíritu.

"Cuando se sufran perturbaciones internas o malestar se puede hacer el siguiente ejercicio, durante treinta días, tratando de establecer comunicación con la Conciencia Divina: Aspirar el aire por la fosa izquierda al tiempo que se pronuncia mentalmente la frase 'Sólo el amor de Dios es amor'. Después de haber detenido el aire cierto tiempo en los pulmones, se espirará por la fosa derecha recitando mentalmente la misma fórmula. Esto se hará tres veces durante el día, a la mañana, tarde y noche, de tres a diez respiraciones por vez.

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"Cuando se hagan ejercicios de respiración será preciso estar tranquilo, libre de toda preocupación. Tú dices que las condiciones externas son malas, que hay mucho viento; pues deja que el viento sople, ello tiene su porqué, ve afuera y respira. Debes saber que el gran Principio Inteligente está en el aire. No permitas que penetre en tu mente un pensamiento impuro, ni en tu corazón sentimientos innobles. Antes de acostarte por la noche haz ejercicios respiratorios durante quince minutos y agradece a la gran Inteligencia que te ha protegido durante el día. Así tendrás un sueño reparador. Durante los ejercicios mantendrás en tu mente las mejores imágenes; piensa en los árboles que florecen, en los ríos en las cristalinas fuentes. Imprime en tu conciencia la belleza de todo cuanto veas; puede ser una planta o una determinada roca en la montaña. Estos cuadros provocarán en ti buenos pensamientos, sentimientos y acciones. Si mantienes en tu mente cuadros negativos la respiración no dará buenos resultados, pues al recibir el aire te envenenarás a ti mismo. Tú sueles preocuparte por insignificancias y ello evita la obtención del prana.

"No puede respirar correctamente quien no sabe pensar correctamente y es incapaz de concentrar su pensamiento profundamente en sí mismo para encontrar a Dios y decir: 'Gracias, Señor, que habéis penetrado en mí'. Si es capaz de hacer esto, podrá recibir el aire juntamente con los dones divinos. Al expeler el aire también debe decir: 'Gracias, Señor, que habéis dejado vuestra bendición en mí'. Cada día, al hacer vuestro ejercicio os conectaréis con Dios, conversaréis con Él y le agradeceréis por cuanto os ha dado. Si os duele una pierna, respirad pensando en ella y agradeced que Dios os ha visitado. No debéis dejar de respirar profundamente invocando a Dios.

"La fe, la esperanza, el amor y el conocimiento, son el escudo protector del hombre contra las fuerzas negativas de la naturaleza. Si el hombre no posee tal escudo habrá de convertirse en juguete de esas fuerzas. Si los pensamientos, sentimientos y acciones no son correctos, al hacer el ejercicio respiratorio sólo se recibirá lo superficial del aire pero no se aprovechará racionalmente el prana. Esta es una de las leyes básicas de la respiración.

"Solo quien respira profunda y conscientemente puede llamarse verdadero hombre. Si no logra una respiración correcta, cuanto haga le resultará más difícil. A la vez, para alcanzar una buena respiración, debe lograr una mejor comprensión de la vida y recibir las nuevas ideas que renovarán la humanidad y elevarán su cultura. El hombre debe vivir para un alto ideal y si llega a tomar

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conciencia sobre el arte de respirar correctamente, será dueño de su cuerpo, podrá manejarlo libremente y el cuerpo le obedecerá.

"Mediante los ejercicios de respiración podéis comprobar si vuestro pensamiento es recto o no. Introducid un pensamiento en vuestra conciencia y comenzad a respirar profundamente. Si vuestra respiración no es rítmica y el corazón no pulsa regularmente, el pensamiento no es bueno. Como la respiración correcta ofrece condiciones para el pensamiento recto, cuando el hombre piensa de tal modo es cuando se eleva sobre el animal y comienza a vivir no sólo para sí mismo sino también para su prójimo.

"Respirad conscientemente y con amor. Hay una ley que no os permite utilizar aquello que no amáis. Para que podáis aplicar los métodos de respiración debéis tener en vosotros, por lo menos, un punto de apoyo. Cuando os encontréis en una situación difícil debéis preguntar si tenéis como punto de apoyo el pensamiento divino. ¿Qué diferencia hay entre el pensamiento divino y el pensamiento humano? Difieren en intensidad, amplitud y contenido. Para hallar la diferencia precisa debéis reconocer esos divinos pensamientos que tuvisteis en aquel estado de pureza cuando llegasteis al alma humana. Reconocer un divino pensamiento significa escalar la cima más alta y recibirlo desde allí. Si penetrara en vosotros un divino pensamiento, su luz iluminaría vuestras almas eternamente. Lo divino es poderoso y quien vive en ello siempre es fuerte.

"La respiración comprende un proceso doble: fisiológico y psíquico. El propósito final de la respiración como proceso psíquico es la purificación del pensamiento. La energía divina se sirve de la respiración para Ilegal' a la mente y alojarse luego en el corazón.

"Fuerzas inteligentes respaldan todos los procesos naturales. Esas fuerzas son el amor que emana del corazón cósmico y en este amor estamos sumergidos. Toda la naturaleza es expresión de la inteligencia y del amor; por consiguiente, el aire también lo es. El Principio Inteligente nos regala con el aire valiosas fuerzas para nuestra elevación. Esta idea mantenida durante la respiración debe despertar en vosotros un sagrado sentimiento de gratitud, reverencia y devoción. ¡Eso es respirar con amor!

"Durante la respiración debemos tomar conciencia que el aire es la manifestación del amor de la Madre Cósmica hacia sus hijos. El Sol Cósmico ha preparado las mejores condiciones para sus hijos y los guía con delicada y amorosa mano hacia las regiones de la luz, la libertad y la alegría. Si esta idea

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penetra vivamente en la conciencia durante la respiración, ¡eso es respirar con amor!

"Entonces, la respiración se torna una acción sagrada, pues es el diálogo entre el hombre y Dios. Así resulta un poderoso factor para la elevación física y espiritual de la humanidad. Esa respiración se convierte en una llave mágica para los grandes logros en la región del espíritu. ¡Tal es el nuevo método para una buena respiración!"

LAS PLÁTICAS DOMINICALES

Todos los domingos llegaban a Izgrev los hermanos que vivían en Sofía o

en otras ciudades cercanas para recibir las enseñanzas del Maestro y pasar el día junto a los hermanos que vivían en la villa. Los de la capital llegaban al amanecer para los ejercicios de respiración y meditación y los de más lejos procuraban estar antes de las diez, porque a esa hora comenzaba la plática dominical.

El Maestro proclamaba la exactitud como una gran virtud; cuando determinaba una hora era absolutamente puntual. "Prometer poco, pero cumplir siempre", era una de sus reglas de conducta. No le gustaban, tampoco, las postergaciones; cuando proyectaba algo y llegaba el tiempo de su realización, enseguida comenzaba su trabajo y por más pequeño que este fuese obtenía para él la mayor importancia, colocándolo siempre al servicio de la vida superior. Conociendo esos rasgos característicos del Maestro, todos los discípulos, a la hora indicada, ocupaban sus asientos con el mayor silencio y nadie entraba al salón una vez comenzada la conferencia.

Con ágiles pasos el Maestro subía la plataforma y se sentaba frente a una pequeña mesa. Después de "la buena oración", que se recitaba en conjunto, comenzaba la plática, improvisada generalmente sobre algún versículo de las Sagradas Escrituras, tomado al azar, o bien sobre temas ocasionales surgidos tras alguna pregunta o inquietud de los discípulos. No eran ajenos a los temas que exponía los problemas de la vida personal y los acontecimientos de la época, los que eran enfocados a la luz de la Sagrada Enseñanza. Su pensamiento abarcó, muchas veces, el pasado; extrajo de él los resultados del presente y señaló los

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caminos que se abren ante la humanidad para un futuro promisorio, tras la rectificación de errores milenario s que entorpecen su desarrollo espiritual.

El 16 de noviembre de 1924 el Maestro pronunció su memorable plática sobre Sodoma y Gomorra, en la que expuso con virtual claridad el enigma de la naturaleza humana en su constante pugna con el dolor y la necesidad de que el hombre despierte su conciencia para descubrir su propia responsabilidad frente a los sucesos de su vida y de la sociedad en la que debe actuar. Esa vez, tomó el sexto versículo del capítulo dos, de la segunda epístola general de San Pedro, que dice: "Y sí tornó en cenizas las ciudades de Sodoma y Gomorra, y las condenó con destrucción, poniéndolas para escarmiento de los que después hubiesen de vivir impíamente". Sírvanos como ejemplo una transcripción muy abreviada de la plática original:

"Cada acontecimiento tiene sus causas y consecuencias. La destrucción de Sodoma y Gomorra es la consecuencia de una causa. Frecuentemente los predicadores toman este versículo para asustar un poco a los hombres, así como el policía asusta con su palo, el soldado con su fusil, el legislador con sus leyes y el juez con su poder. Ahora, lo importante es saber de dónde proviene el mal en este mundo, cómo ha penetrado en el hombre y por qué éste se inclina unas veces hacia el mal y otras hacia el bien. Frecuentemente la humanidad se empecina en transitar por el camino del mal; siente su influencia, sufre sus consecuencias, pero nadie sabe qué cosa es el mal. Muchos dicen que cuanto acontece en la vida humana proviene de Dios. ¿Cómo es posible que todo provenga de Dios? Esa es una interpretación equivocada. Es como cuando se dice que Fulano se ha hecho una casa de cinco pisos. ¿Eso puede ser verdad? ¿Qué significa tal cosa tomada al pie de la letra? Significa que Fulano ha llevado las piedras, las vigas y él solo se construyó toda la casa. En realidad, ¿puede ser eso posible cuando ni siquiera tiene el menor concepto de cómo se construye? Cuando dicen que todo proviene de Dios, es tan cierto como que Fulano se hizo una casa.

"El mal es una consecuencia de la vida. Las guerras actuales, las luchas económicas, todo eso existe por doquier en la sociedad y en cada hogar. El antagonismo existe entre dos personas y en el interior del hombre. Debe tenerse una correcta comprensión sobre aquellas fuerzas de la naturaleza viva que producen los sufrimientos y las destrucciones en la vida. Dice Pedro en este capítulo que Dios precipitó a los ángeles al abismo limitándolos por sus pecados. Entonces, los pecados ocurrieron primero arriba, donde están las causas; las consecuencias ocurrieron en Sodoma y Gomorra.

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"Ciertas filosofías actuales y algunos creyentes están equivocados si para animar a los hombres se les dice que sus pecados serán perdonados. La cristiandad perdona los pecados diciendo que Dios perdona. Sí, eso es verdad. Dios perdona los pecados; pero, ¿a quién? Cuando alguien delinque lo apresan de inmediato; los estados tienen sus leyes según las cuales se determina el tiempo de prisión que corresponde; pero, resulta que esta justicia del mundo no parece tan correcta. Por eso frecuentemente se apela a la justicia divina. ¿.Por qué siempre se apela a esta superior justicia? Porque el mal y el bien habitaron en el hombre desde la aparición de la vida sobre la tierra. Cada hombre que delinque piensa sólo en su bien desde su punto de vista individual. La base de todos los pecados en el mundo consiste en que el hombre quiere satisfacer sus necesidades. La manifestación del bien es un proceso a la inversa. Tú haces bien; ¿Por qué? Porque quieres que los demás vivan bien, así como bien quieres vivir tú. Pero el bien y el mal son fuerzas conscientes en la naturaleza y no fuerzas mecánicas. Imaginad una fábrica en la que están en movimiento miles de engranajes. ¿Saben ellos quién los maneja?, no. ¿A ellos les interesa, acaso, si la mano de aquel obrero permanece sana o se lastima? Tampoco esto les interesa. En el hombre que manipula con esos engranajes puede manifestarse una conciencia discontinua. Por ejemplo, este hombre detiene una máquina, pone su mano entre los engranajes y aprieta el botón de marcha. La máquina funciona y los engranajes destrozan su, mano. ¿Quién tiene la culpa de esto, el engranaje o el hombre? Claro que el hombre. Pregunto yo ahora a los hombres de nuestro tiempo, a los que manejan pistolas, armas automáticas, balas de doble explosión... ¿Quién es culpable de las consecuencias que esto ocasiona? ¿Por .qué los hombres inventaron esas armas? Dicen que para defenderse. ¿De quién? Primeramente, los hombres' inventaron esas armas para defenderse de las fieras: de los osos y de los lobos; pero ahora vemos que las usan contra los demás hombres. Esos cañones gigantescos, esas granadas, esos gases venenos... ¿Contra quiénes se usan? ¿Contra las fieras? No. Vemos que todos los grandes inventos bélicos se usan contra los hombres. Los pueblos se han dividido, se han declarado uno contrario del otro y, a pesar de todo, quieren elevarse. De esta manera cada pueblo tiene una comprensión egoísta y así permanece en el camino del mal. Los pueblos aún no han llegado a la comprensión que cada uno solamente podrá elevarse si reconoce la libertad de los otros pueblos. Esas ciudades de Sodoma y Gomorra comprendían la vida de la misma manera; ellas también tuvieron sus conceptos y comprensiones individualistas. Entre ellas existía tal corrupción, tan inaudita violencia, por lo que justamente fueron aniquiladas. La conclusión de

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todo esto es que la civilización actual, que anda también por el camino del individualismo, sufrirá las mismas consecuencias.

"Mientras escucháis esta plática os preguntaréis por qué hay que amenazar así. Y yo pregunto: ¿Qué argumentos tienen los hombres para acrecentar el armamentismo? ¿En qué ley divina se basa esto? ¡Y todos quieren arreglar el mundo! ¿Esta es la mejor manera de arreglarlo? Si un cirujano opera a un enfermo y logra mejorar su estado, eso está bien; pero, si su pericia consiste en cortar hoy una pierna, mañana un brazo... ¿eso es curación? Luego dirán que ha surgido una complicación y con esto se lavan las manos, tratando de salvar su responsabilidad. Los hombres cometen sus errores y luego, como el cirujano del ejemplo, tratan de salvar su responsabilidad diciendo que tal es la voluntad de Dios. También los ocultistas, cuando se equivocan, suelen decir que tal es la ley del karma. Bueno, yo creo que pudo haber surgido una complicación; también, que pudo haberse cumplido la voluntad de Dios y que tal pudo haber sido el karma; pero, los problemas quedan sin ser resueltos. Algunos dicen: '¡Bueno es el Señor! Después de algunos miles de años cuando la 67 tierra haya dado algunas vueltas alrededor del sol, los hombres mejorarán'. Y los búlgaros replican: 'Bueno, hermano, después que la tierra haya dado tantas vueltas de aquí a miles de años, será bueno para quienes vivan entonces; pero, ¿no hay para nosotros alguna posibilidad de que la tierra gire de otra manera?' Sólo un profano puede decir que el mal se debe a una complicación, o que tal es la voluntad de Dios o que eso es el karma; pero así no puede pensar un hombre inteligente que quiere dar sentido a su vida. Para cambiar nuestra vida es preciso darle un nuevo enfoque. El orden actual no se puede cambiar así como pensamos. Para que el hombre pueda cambiar ese orden que existe desde hace miles de años, debe disponer de fuerzas inteligentes. ¿Pensáis que vosotros podéis deshacer esa cuerda que se ha formado durante tantos años? Para ello necesitaríais largo tiempo. Además sería necesario comenzar el camino a la inversa, ya que esos hilos están en vuestra mente, en vuestras comprensiones.

"Ahora os vaya contar algo sobre un gran Maestro de la antigüedad llamado Eshabora, quien puso a prueba a su discípulo más querido, de nombre Benam. Luego de haberle enseñado a éste, durante muchos años, el conocimiento oculto, el conocimiento de las virtudes y del mal, o sea, cómo es preciso vivir para entrar en el Reino de Dios, debió someterlo a examen. Eshabora poseía una espada capaz de destruir todo aquello hacia lo cual dirigía su afilada punta. Las piedras se despedazaban, se separaban las aguas, morían las fieras. Un día dijo a su discípulo:

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-Yo quiero ponerte a prueba para ver si eres virtuoso -diciendo esto, puso en la punta de su espada un poderoso veneno y continuó: -Tú sabes que si ocultas el más pequeño mal pensamiento perderás esta vida y tendrás que comenzar de nuevo. Si, en cambio, no tienes ningún mal pensamiento, pasará un gran milagro en tu vida. Ahora díme, ¿eres puro?

-Soy puro.

-¿Eres bueno?

-Soy bueno.

-¿Está tu corazón pleno de amor?

-Sí, pleno está.

-¿Eres inteligente?

-Soy inteligente.

-¿Has cumplido todo cuanto te he predicado?

-Lo he cumplido.

-¿Amas la verdad?

-La amo, sobre todo.

-Bueno" ahora he de clavarte mi espada. Si mueres, eso demostrará que has mentido; pero, si permaneces con vida, será porque has dicho la verdad.

"El Maestro Eshabora dirigió su espada hacia su discípulo y tocó su cuerpo. La espada se convirtió instantáneamente en purísima luz y Benam permaneció con vida. ¿Qué significa la espada de Eshabora? Es la palabra divina que penetra en el hombre. Si esta palabra penetra en vuestra mente, en vuestro corazón Y en vuestra alma, se transformará en luz, permaneceréis con vida y ello demostrará que vuestro corazón está pleno de amor, que vuestra mente está plena de sabiduría y que vuestra alma está plena de verdad. Así, todos vosotros que transitáis por este camino, debéis resistir todos los exámenes. Si en las condiciones actuales no podéis resistir el sufrimiento, un examen, ¿cómo se arreglará el mundo? ¡El mundo exige héroes!

"Hay quienes dicen no saber dónde está Dios, pero nosotros sabemos dónde está. Donde hay amor, sabiduría y verdad, allí está Dios. Los hombres

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actuales con su incredulidad han perdido a Dios de sus mentes y dicen que no existe. Ellos se vanaglorian de su incredulidad, pero donde toca la espada de Eshabora todo se destruirá. ¿Por qué? Pues para demostrar que hay una mentira con la que nada se construye; para demostrar que hay una maldad en la que nada crece; para demostrar que hay una hipocresía con la que nadie puede vivir. ¡Y así vendrá el día del gran examen! Llegará el Maestro con su espada y si en vosotros anida la mentira y el mal perderéis vuestra vida, pero, si sois tan puros como decís, estáis en buen camino. ¡No debe haber mentira en vosotros! Debéis tener plena conciencia de vuestros pecados para poder echarlos fuera y decir: 'En mí hay cosas impuras y las debo limpiar'. Nada de ocultamientos; eso no es nobleza. No debéis ocultar vuestros pecados, sino ser valientes y corregidos.

"Vuestro estado actual va a cambiar. Llegará un estado de vida donde no habrá más muerte. Entonces viviréis en la luz y no será necesario estudiar de esta manera vieja. Aquel será el día del examen de Eshabora. Cuando os pregunte: '¿Habéis vivido tan honradamente como Dios lo exige?', si respondéis afirmativamente, os pondrá a prueba y por el resultado se verá hasta qué grado pudisteis recibir la verdad. Y así, será buen alumno quien haya podido pasar el gran examen.

"Vosotros decís: '¡Ojalá que Dios no sea tan exigente con nosotros!'. Bueno, no hay por qué no serlo. Dios tiene su plan y nosotros debemos cumplir Su voluntad. Ya habrá determinado para cada uno, según sus fuerzas, la manera de cooperar con este plan y todos debéis cumplir la voluntad de Dios y recibir el bien."

Otra plática al estilo de la anterior es la que pronunció en Izgrevel6 de enero de 1928 (víspera de la Navidad ortodoxa), y que fue titulada "El Camino de los Héroes". De ella se ha extraído el siguiente fragmento:

"Por los caminos hechos fácilmente se camina; mas por el camino que ahora se está trazando sólo los héroes podrán andar.

"Nosotros hemos venido a la tierra para estudiar en sus actuales condiciones. Aún los hombres no están suficientemente desarrollados para vivir en el cielo; más deben prepararse para volver al primer lugar de donde han salido. En la eternidad nada se repite, no hay dos momentos iguales en la naturaleza; por lo tanto, nadie podrá volver al lugar de donde ha salido mientras no obtenga algo. Si en las condiciones actuales alguien quisiera volver al cielo tal como ha salido, sería muy desdichado. De acuerdo con la misma ley, si un enfermo quisiera gozar

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de la naturaleza, por más cálidamente que ilumine el sol, por más armonioso que sea el canto de los pájaros, por más alegremente que salten los manantiales, no podría ser feliz; habrá algo que lo perturbará, pues para comprender la belleza y la grandeza de la naturaleza debe liberarse antes de su estado enfermizo. Entonces para que el hombre pueda entrar en la vida espiritual debe estar 'sano' porque esta vida es muy intensa. La palabra 'sano' comprende santidad. Sólo el santo es sano plenamente. El pecador lastimosamente pierde su energía y, en consecuencia, se priva de su salud. Eso le impide resolver correctamente los problemas de la vida. Por ejemplo, cuando os encontráis frente a ciertos exámenes no debéis preguntar por qué os los han dado, sino cómo salir de ellos exitosamente. La investigación del porqué de cierto examen constituye uno de los más difíciles problemas de la vida. No os ocupéis de ello, pues ha de ser el último de los 'problemas que debéis resolver. Vamos a suponer que vosotros habéis tomado un camino equivocado. ¿Qué debéis hacer ahora? Primeramente debéis buscar la manera de salir de él y después preguntaréis cuál es el recto camino. No tiene sentido preguntar para qué y por qué habéis entrado en tal camino equivocado. Este no es el momento para tales preguntas; lo primero y más importante que debéis hacer es buscar el corto camino hacia el cielo, que os llevará al camino correcto. Muchos de vosotros preguntáis por qué habéis venido a la tierra. Yo os digo: vosotros ya habéis venido y ahora no hay por qué preguntar. Debéis resolver el siguiente problema: cómo pasar vuestra vida en la tierra y cómo arreglaras con el bien y con el mal. ¿Podéis pasar vuestra vida así como Dios lo exige? Este es el pensamiento fundamental que os debe ocupar. Si resolvéis este problema correctamente os fortaleceréis. Vivir correctamente y en armonía con la Naturaleza Inteligente, tal es la filosofía interna de la vida.

"Frecuentemente vosotros no podéis distinguir la diferencia existente entre ciertos estados vuestros y, en consecuencia, eso os provoca sufrimiento. Por ejemplo, algo desde adentro os molesta y dice: 'No te quedes tan manso, levanta la mano, golpea con el pie, eleva el tono de tu voz, vuélvete amenazante', y otra voz más suave os dice: 'Deja eso de lado, no te inquietes'. Yo pregunto de dónde provienen esos dos estados en el hombre, ya que tanto uno como otro no le pertenecen. Otra pregunta: ¿La causa de la presión en una caldera está en el fuego o en el vapor? La misma causa opera en el hombre. El agua y el fuego están cerca pero no congenian; el agua no tolera al fuego cerca. Mas el fuego se enamoró de ella, la quiere tomar para obligarla a que lo ame, pero ella no lo quiere, busca salir y liberarse de él. Entonces el fuego le dice: 'Mientras estés aquí te daré una lección y te obligaré a terminar un trabajo. De la misma manera, alguno de

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vosotros se encuentra en el estado del agua. ¿Qué debéis hacer? Abrir la llave y salir. Luego diréis: 'Otra vez no vuelvo a entrar en esta caldera'. ¿Pensáis que el estado del fuego es agradable? Cuando se apaga dice: 'Todo ha terminado para mí, he dado toda mi energía, me he apagado y convertido en ceniza". El estado del agua es mucho mejor, pues se convierte en vapor Y se eleva al espacio. El fuego sigue lamentándose: 'Enamorarse, eso quiere decir perder la fuerza y convertirse en ceniza para que a uno lo echen fuera'. Yo, digo: Sí, ese es el amor de la ceniza. El fuego y el agua son sustancias de diferente categoría. El fuego que deja ceniza ocupa un lugar inferior al del agua; pero, el fuego que no se convierte en ceniza, ocupa un lugar más elevado, pues hay muchas categorías de fuegos. Eso que los hombres llaman sensualidad es fuego que deja ceniza. Cuando hablamos del amor divino, comprendemos que es fuego que no deja ceniza, pues en las manifestaciones de este amor hay armonía absoluta. Cuando el aguase encuentra bajo la acción de este fuego no quiere escaparse y entonces la caldera no estalla. En este caso, el agua es portadora de la vida. Sobre esta agua, precisamente, Cristo dijo que es el manantial vivo. Esta agua mana sólo bajo la influencia del divino calor. El calor es portador del divino amor; por eso, cuando el hombre se acerca al manantial y contempla cómo mana el agua, se apodera de él un sentimiento muy elevado. Por lo tanto, el pensamiento debe ser como un manantial que ininterrumpidamente mana, que no se filtra en la tierra; pues en el hombre hay pensamientos que se hunden en la tierra, así como los hay que se elevan y manan como el puro manantial.

"Es bueno que probemos el fruto de nuestros pensamientos y sentimientos y una vez convencidos de su calidad, los extendamos a los demás para que ellos también puedan probarlo. Primeramente debes probar en ti mismo lo bello que Dios te ha dado; detén parte de esta abundancia para ti y el resto envíalo al mundo. Muchos de nuestros pensamientos son el fruto de pensamientos de seres superiores. Cuando alguna semilla de esos frutos cae en nuestra mente, corazón y alma, por sí misma se desarrolla y constituirá nuestra gran riqueza. Son ideas divinas que penetran en nosotros. Si cada día penetrara en vuestra alma un precioso y pequeño pensamiento, en diez años vuestra vida cambiaría radicalmente.

"Hoy todos los hombres, religiosos o mundanos, buscan los dones externos; pero debéis saber que los dones llegarán cuando esta vida haya concluido. La felicidad que buscáis corresponde a lo material de la vida, que comprende dones materiales en la tierra. Mas no busquéis la felicidad en la tierra, buscad la bienaventuranza. Bienaventurado es aquel que constantemente se

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perfecciona y, por lo tanto, nunca envejece. La bienaventuranza es un proceso del alma que constantemente se acrecienta; en ello se oculta la eterna juventud. La felicidad de la tierra puede perderse en cualquier momento; por eso se dice que en la tierra no se puede ser feliz. La felicidad sólo puede ser alcanzada relativamente, pero la bienaventuranza es alcanzable en su totalidad. Todo hombre creyente debe aspirar, en todo momento, a la bienaventuranza. Ella es lo bueno de la vida. Cristo dijo que bienaventurados serán los misericordiosos, los pacificadores, los creyentes, los mansos.

"El amor y el bien tienen sus opuestos. Dios creó al mismo tiempo el paraíso y el infierno y los habitantes de uno y otro actúan libremente por propia decisión; mas sus pensamientos, sentimientos y acciones están controlados y se armonizan y se aprovechan inteligentemente. Si me comprendéis, hallaréis también el sentido de la frase evangélica 'Todo actúa para el bien de quienes aman a Dios'. No temáis al mal que os pueda acontecer en la vida. Si os llegan sufrimientos, para vuestro bien serán. Aun si perdierais vuestra fe, si os irritarais, también sería para vuestro bien pues esos estados son pasajeros y de ellos podríais aprender algo. Si creéis haber perdido la fe, es ese un sentimiento falso, todo cuanto el hombre pierde lo puede volver a encontrar; pero, si permite que se adueñe de él el pensamiento de que lo perdido no se puede volver a encontrar, es porque transita un camino equivocado. Alguien dice que perdió la vida. No, la vida no se puede perder. El ha salido de Dios y a Dios volverá. Todo lo bello va, a volver a Dios. Mas debéis saber que estáis rodeados de muchos seres inteligentes que procuran por los hombres y ellos son testigos de todo cuanto sucede en el mundo. ¿Pensáis que todos esos seres que os aman están durmiendo? ¿Acaso la madre que ama a su hijo puede dormir cuando el niño no está bien? Seguramente que no; pues ha de vigilar constantemente. De la misma manera vigilan los seres que os aman. Debéis mantener en vuestra mente pensamientos positivos. Frecuentemente interrumpís vuestro vínculo con el mundo invisible, con aquellos seres que os aman, y luego os desencantáis de la vida.

"En mis observaciones he visto naturalezas fuertes; pero cuando llegan grandes exámenes y caen, yo digo: Cuando el hombre comienza a bajar, que baje hasta el fondo y no hasta la mitad. No irá más abajo que hasta el fondo. Si hacéis la prueba, hacedla hasta el fin. ¡Diréis que eso es terrible! No, cuando la conciencia está despierta, de tal prueba pueden aprenderse muchas cosas; pero esto ya no es caer, sino bajar. Por eso digo que si bajáis, hacedlo hasta el fondo. El primer pensamiento que debéis tener constantemente en la mente es que la

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mano divina sostiene a cada alma; por eso, nunca podréis huir de lo que Dios ha pensado.

"Hay quien dice que la vida es vacía. No, la vida tiene plenitud en sí misma, pero esta plenitud se puede obtener cuando existe un vínculo con el Todo. Si lográis este vínculo entraréis en la vida nueva. Hablando de la vida, yo no me refiero solamente a su faz externa. Si comprendéis la vida en su totalidad sabréis que en cualquier condición que os encontrareis Dios siempre os podrá ayudar extrayéndoos de tales condiciones y dándoos conocimiento .Y sabiduría. Si os apoyáis en Dios, por donde os encontréis convertirá las peores condiciones en buena y todo será para vuestro bien. Tened fe en que Dios os llevará hacia el camino correcto, pues no habrá alma que permanezca en la oscuridad. Dice la Biblia: 'He oído que toda la creación glorifica a Dios'. Finalmente, cuando Dios establezca la paz entre los hombres y los saque de las malas condiciones en que se encuentran, ellos lo glorificarán. Vosotros sufriréis pero luego llegarán las alegrías y probaréis el divino amor, la sabiduría, la verdad, la justicia y la caridad. El os dará cuanto tiene y os ayudará en vuestras empresas. El es el único que os puede sacar de vuestras difíciles condiciones para guiaras por el camino nuevo. Ahora, mantened este bello, pensamiento: la existencia del vínculo con Dios. Y encontrándoos unos con otros sabed que contáis con ese vínculo y ello os ayudará a transformar todos nuestros estados negativos. Procurad conocer esos estados y estudiad las corrientes y los pensamientos que constantemente penetran en vosotros; luego, aprovechad tal experiencia.

"Frecuentemente decimos: Yo puedo. Y a pesar de esto, vemos que no podemos. Cuando un 'trabajo debe ser realizado por tres hombres y uno solo dice que lo puede hacer, se equivoca. Por eso, cuando os encontréis en una difícil situación emplead la siguiente valiosa fórmula: '¡Señor, vos todo lo podéis! Vuestro Espíritu, que habéis enviado para guiarme, mediante vos todo lo puede. Y yo, mediante vuestro Espíritu, todo lo puedo'. Así es. Cuando Dios lo puede todo y el Espíritu que emana de El todo lo puede, yo también, mediante el Espíritu que me guía lo podré todo. Si dices que todo lo puedes sin tener en cuenta a Dios y a su Espíritu, estás equivocado. Moisés solo una vez se permitió decir: '¿No puedo yo sacar agua de esta roca?' Era un gran profeta, mas sólo por esas palabras que dirigió a los judíos sin glorificar a Dios, se separ6 del Todo y no pudo entrar en la tierra, de Canaán. Ahora bien; si Moisés no pudo entrar en la tierra de Canaán, ¡cuanto más difícil será tal cosa para un hombre común! Por ello, frente a cualquier condición que os encontréis, diréis: 'Señor, vos todo lo podéis; vuestro Espíritu que habéis enviado para guiarme, mediante vos, todo lo

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puede; y yo, mediante vuestro Espíritu, todo lo puedo'. Pronunciad esta fórmula una, dos, tres veces, hasta vencer. Es bueno cuando el hombre logra vencer. Es malo cuándo pierde la presencia del Espíritu, cuando pierde el sentido de la vida, cuando debilita. Entonces, todo cuanto le rodea se le presenta hostil, todos los hombres le parecen malos y busca la manera de huir. Mas con huir el trabajo no se hace, así no se resuelven los problemas. ¡Dejad de lado la idea de huir y decías: Por más difícil que sea este trabajo, yo lo terminaré con Dios y con el Espíritu que me guía! Así, no dejéis de emplear esta f6rmula en las condiciones más difíciles de la vida."

LOS ALMUERZOS FRATERNALES

Finalizada la plática dominical, todos se reunían para almorzar. Si el

tiempo era bueno, en vez de comer en el comedor se disponía de largas mesas a la sombra de los añosos árboles del parque. Algunas hermanas se ocupaban, voluntariamente, en la preparación de la comida; otras tendían las, mesas... en fin, siempre había alguien bien dispuesto para los quehaceres; y todo se hacía con el mayor esmero y la más amplia alegría de servir.

Izgrev nunca fue una comunidad rígida. Sus miembros vivían en completa libertad y podían elegir sus tareas habituales dentro o fuera de la Fraternidad. Cada uno era dueño de sus bienes y el que nada poseía siempre era ayudado por los demás. En aquellos almuerzos fraternales, quien tenía dinero pagaba su comida y también la del hermano que no podía pagarla. Esto se hacía sin ostentaci6n, pues el beneficiado nunca sabía quién pagaba por él.

Antes de comenzar a comer se pronunciaba, quedamente, una breve oración compuesta por una sola frase repetida tres veces: "El amor de Dios nos trae la vida plena y abundante". Esta oración era dicha mientras se colocaban las manos sobre la falda con las palmas hacia arriba, en actitud de recibir. Luego empezaban a comer conscientemente; es decir, sabiendo aprovechar las energías del alimento en especial disposición mental para ello. El comer significaba una acción sagrada en la Fraternidad. No era preciso permanecer adustos sino, por el contrario, este acto se ejecutaba con la mayor naturalidad y cordialidad. Simplemente, se trataba de cumplir aquel precepto del Maestro que decía: "Cuando uno se alimenta debe sentir gratitud y amor para aprovechar

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completamente los dones divinos contenidos en el alimento". Muchos preferían comer en silencio, pero no era indispensable hacerla así; claro está que si se hablaba, la conversación giraba esencialmente sobre temas que armonizaban con el precepto señalado. ¡Nada de hablar de cosas oscuras y tristes! La dicha es el bocado más dulce y más digerible.

El Maestro se alimentaba frugalmente. Su manjar preferido era la fruta porque la consideraba proveniente de un elevado mundo. Muchas veces tomaba una, grande y en sazón, y la besaba reflejando sagrada gratitud, poniéndola luego como tema sobre el que exponía maravillosos métodos para una más correcta alimentación. La fruta es un alimento ideal. Para los naturistas figura en el primer lugar en la tabla de valores alimentarios. Desde un nivel más alto, es de citar una frase del Maestro que dice: "La fruta limpia tanto el cuerpo como los pensamientos y los sentimientos". Al igual que las hortalizas, las frutas concentran en sus jugos una gran cantidad de energía pránica provocada por la acción directa de los rayos del sol.

Los hermanos se alimentaban con frutas, hortalizas, legumbres y cereales; algunos agregaban lácteos; pero, sin excepción, ninguno comía carne. Un elevado principio de respeto a la vida es el motivo principal de tal disciplina. El mandamiento cristiano "no matarás" era aplicado en toda su magnífica grandeza. El hombre no debe matar. Nuestros hermanos menores, como llamaba el Maestro a los animales, también tienen derecho a la vida. Además, otros motivos sustentan este sistema de alimentación, en relación con la higiene física, mental y espiritual.

Haciendo un análisis desde el punto de vista del ocultismo, ninguna partícula puede ser asimilada por el organismo si no ha sido vencida por el espíritu. Los diferentes reinos expresan su vida mediante distintos vehículos y, por consiguiente, es diversa su conciencia. El mineral sólo tiene un cuerpo denso y su conciencia es similar a la del trance profundo. Resultaría muy cómodo tomar alimentos del reino mineral por cuanto sus partículas permanecerían en el cuerpo mucho tiempo, evitándose la necesidad de comer tan a menudo; pero, el organismo humano vibra con tal intensidad, que no puede asimilar las sustancias minerales directamente. El nitrógeno que el aire contiene es un elemento reparador de los desgastes orgánicos y lo estamos aspirando continuamente; pero no es posible asimilarlo hasta tanto las precipitaciones atmosféricas no lleven sus compuestos a la tierra y sean transformados por las plantas en proteínas vegetales. Las plantas tienen un cuerpo denso y otro cuerpo vital, lo que les

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permite realizar este trabajo, siendo su conciencia un sueño profundo sin ensueño; de estar manera, resulta fácil vencer las partículas vegetales y mantenerlas en sujeción largo tiempo; de ahí el poder sustentador de los vegetales. En los animales, en cambio, hay células individualizadas y, como además de un cuerpo denso y otro vital, también estos tienen un cuerpo de deseos, es fácil comprender que al comer carne resultará mucho más difícil vencer estas células. Las partículas del animal no permanecen mucho tiempo sujetas, motivo por el cual la dieta carnívora exige mayores cantidades de alimento y comidas más frecuentes, que la dieta vegetal y frugívora. Si en vez de comer carne de animales herbívoros se comiera carne de animales carnívoros, se sufriría una continua ansiedad por comer, puesto que las células de estos animales, mucho más individualizadas, tratarían de obtener su libertad más pronto. Que esto es así, lo demuestra el caso del lobo, el buitre y el caníbal, entre otros, cuya hambre es insaciable. Aparte de esto, es sabido que la sangre venosa contiene ácido carbónico y otras sustancias nocivas se 'expelen mediante la transpiración saturando de venenos la carne que se ingiere, minando de toxinas el organismo humano. Al mismo tiempo, que la dieta carnívora estimula la agresividad, no es una novedad. No hay más que ver las bestias de presa para darse cuenta de esta vedad. En contraposición, es de admirar la mansedumbre del vacuno, el elefante y el caballo, gracias a los efectos de la comida herbácea. Las frutas, así como los cereales y los vegetales, son de descomposición muy lenta y cada partícula contiene una enorme cantidad de éter que los mantiene frescos durante mucho tiempo; no ocurre lo mismo con la carne, de rápida descomposición, ya que el éter desaparece con la vida del animal. Los peligros de enfermedades infecciosas provocadas por alimentación vegetal y frugívora resultan imposibles, siempre que el hombre no contamine sus huertos con abonos o insecticidas nocivos. Estos alimentos, en general, son antisépticos en alto grado, especialmente las frutas cítricas y, sobre todo, el ananá.

La humanidad tiene una terrible deuda con el reino animal. Son muy pocos los hombres que aman realmente a los animales y menos aún, los que se convierten conscientemente en sus instructores para favorecer su evolución; en cambio, en su gran mayoría, tan pronto como ven dinero en su carne o en su piel los alimentan y estimulan su procreación para acrecentar su negocio, perdiendo totalmente su noción del respecto por la vida. Pero, la buena ley siempre opera para corregir los abusos; a su debido tiempo relegará el hábito de comer carne de animales así como ha relegado el canibalismo al montón de las cosas ya superadas. El ser humano, en su primera etapa de desarrollo, en edades pasadas,

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era como una bestia de presa; sin embargo ha evolucionado y ese instinto va decreciendo al par que aumenta el afán de creatividad. Al respecto, el Maestro dijo: "Ahora estamos en una edad en la que el servicio y la abnegación producirán el crecimiento espiritual de la humanidad. La evolución dará paso a una sabiduría mayor a la concebida hasta ahora; pero antes de que se nos pueda confiar tal sabiduría, será preciso que nos volvamos tan inofensivos como palomas".

Quien quiera recibir la Luz Divina debe sentir el más grande amor hacia todo lo creado. "Una de las cualidades del amor" -dijo el Maestro- "es la buena relación que crea hacia todos los seres vivientes. Si la araña no tiene buen comportamiento, eso es perdonable; no es perdonable al hombre, a quien le han sido dados sentimientos puros, no valorar aquello que reside en las demás criaturas. Cada uno debe esforzarse en cultivar la virtud de saber valorar hasta la más pequeña cosa. Al desarrollar tal virtud se acrecienta la conducta interior; de lo contrario, se crearán conflictos con la Divina Voluntad."

Dios reina en todas las cosas y es preciso actuar frente a ellas como si se estuviera frente al mismo Dios. De ahí el precepto vertido por el Maestro y que cada discípulo repite en el diario accionar de su vida:

"Comed el pan con amor y pensad que Dios está en el pan.

Bebed el agua con amor y pensad que Dios está en el agua.

Respirad el aire con amor y pensad que Dios está en el aire.

Recibid la luz con amor y pensad que Dios está en la luz.

El amor es Dios y El es omnipresente.

El pan, el agua, el aire y la luz, son conductores de la vida."

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LA ESCUELA DE OCULTISMO

En el año 1922 se fundó en Izgrev la Escuela de Ocultismo, acontecimiento

que marcó, sin duda, un nuevo período de crecimiento espiritual en la vida de la Fraternidad. Las congregaciones anuales y las pláticas dominicales significaron una introducción a la formación de la Escuela, ya que al finalizar aquellas reuniones era interminable la lluvia de preguntas que se le formulaban al Maestro. Especialmente los jóvenes le rodeaban demostrando profundo interés por la ampliación de los temas que se exponían en las pláticas. El Maestro siempre estuvo dispuesto a dialogar con ellos, pero pensó que las respuestas a todos esos interrogantes podrían canalizarse, más ordenadamente, mediante clases especiales.

No todos los hermanos poseían el mismo grado de desarrollo. Los más adelantados captaban las enseñanzas en toda su magnitud; eran los que llegaron a Izgrev con el alma sedienta de luz y sabiduría, mientras que los demás sólo deseaban el sosiego que la hostilidad del mundo les negaba y la comprensión que les permitiera mitigar los sinsabores de sus atribuladas almas. La Escuela no podía, por lo tanto, ser para todos. El Maestro, dueño de una psicología incomparable, logró que cada hermano adquiriera conciencia de su verdadera ubicación en la vida, libre de celos o rivalidad frente a los más aventajados. Esta diferencia de nivel intelectual y espiritual hizo que se crearan dos escuelas: la Escuela para Jóvenes y la Escuela General, a la que también podían asistir los jóvenes. Aparte de esto, continuaron exponiéndose las plásticas dominicales con asistencia libre. Las clases de la Escuela de Ocultismo se realizaban antes del alba; las generales, los miércoles y para los jóvenes los viernes. A pesar de la hora tan temprana, asistían a las clases muchos discípulos de la ciudad, los que debían atravesar en plena noche el boscoso camino que conduce a Izgrev; es decir, más de tres kilómetros de cuesta a pie, aun en pleno invierno con lluvia o nieve, sin que por ello decreciera el sagrado anhelo de sus almas.

La Escuela de la Gran Fraternidad Blanca Cósmica es la Escuela Madre de las que se crean en distintos puntos de la tierra, organizadas por fraternidades u órdenes conectadas a ella y que siguen una determinada línea de enseñanza para el desenvolvimiento integral del ser. Estas enseñanzas son secretas y solamente pueden recibidas quienes sean escogidos por el maestro o instructor de cada

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movimiento místico en particular; por ello son llamadas escuelas de ocultismo o escuelas esotéricas.

El Maestro Danoff dirigió la Escuela durante 22 años consecutivos con amor y paciencia ilimitados. A fin de que cada discípulo tuviera conciencia de la importancia y significación de la Escuela, dijo una vez: "Uno de los propósitos de la Escuela de la Vida -la Escuela de la Fraternidad Blanca, o así llamada, Escuela Divina- es poner en práctica todo lo estudiado. En ella la teoría y la práctica corren paralelamente. Aquí se enseña no sólo el camino de la verdad, sino también los métodos para su aplicación". Y más adelante agregó: "Así como se ha creado el mundo es una gran escuela. Vosotros queréis ser alumnos de la Escuela Oculta; sabed que ya estáis en ella, en la vida. En esta escuela estudiaréis y pasaréis vuestros exámenes. No olvidéis que el conocimiento se obtiene por la ley del amor. El conocimiento obtenido sin amor no es útil para el discípulo. La Escuela Divina responde, a muchos interrogantes; cómo vivir, cómo mejorar la forma de vida, cómo desarrollar la mente, cómo limpiar el corazón, cómo desplegar las fuerzas del alma. Para todo ello hay una respuesta satisfactoria y métodos de trabajo. Primeramente se estudia al hombre tal como es en su fase actual, con las mismas fuerzas que se desarrollan en su organismo y actúan en su mente y corazón a través de su voluntad. Una vez estudiado el hombre en esta etapa se pasa a un estudio más amplio. El discípulo debe ser intrépido y decidido porque el estudio del ser humano es algo muy difícil". Y para que meditaran sus discípulos les reveló el sentido de la Escala Cósmica de la Realidad, resumida en la siguiente fórmula:

"La materia es energía condensada.

La energía es luz condensada.

La luz es pensamiento condensado.

El pensamiento es amor condensado.

El amor es espíritu condensado.

El espíritu es la primera manifestación de Dios.

Dios es la manifestación de lo Absoluto y de lo No Manifestado.

El espíritu y la materia son los dos polos de la existencia".

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Luego, refiriéndose a la ciencia, dijo: "La ciencia actual es sólo una introducción a la gran Ciencia: Divina. Si no lográis obtener el conocimiento de la ciencia, ¿cómo podréis obtener el conocimiento divino? Una es la sabiduría y una es la luz; pero el conocimiento no viene tan sólo desde un punto ni la luz nos llega a través de una sola ventana".

Desde el momento en que el aspirante se transforma en discípulo comienza para él una vida de intensos estudios y grandes trabajos. Se prepara para recibir y manifestar el amor, el bien y el conocimiento; esta etapa en el idioma de los místicos se llama floración y fecundación. En este grado del aprendizaje ya es capaz de ayudar a sus más pequeños hermanos y colaborar con el maestro en la gran obra que realiza. Uno de los problemas primeros del discípulo es conocerse a sí mismo; conocer las potencias que le son dadas, dominarlas, enfocarlas y regularlas, determinando sus correctas relaciones con la naturaleza, utilizando sus posibilidades y estableciendo vínculos con el Invisible Mundo Inteligente que dirige la vida. Los conceptos utilizados son activos y crecen a la par que él.

A través, de un trabajo en conjunto se acrecientan los fraternales vínculos entre el maestro y sus discípulos. El reconocimiento del maestro es un proceso puramente interno; éste llega como una manifestación interior del hombre, por lo cual, el discípulo lo conoce en su alma. Maestro y discípulo son los más altos estados de la vida consciente. El hombre ha recorrido largo camino para llegar a la condición de discípulo; hay muchas etapas que superar para llegar a este estado de despertar del alma frente a la idea de lo eterno. Ese es el momento más trascendental de su existencia, que marca una nueva dirección en su camino y una etapa más alta. A partir de entonces comenzará a ascender guiado por el creciente impulso que lo acerca, cada vez más, al Eterno Manantial de la vida. Así puede ir venciendo los obstáculos internos y externos y un nuevo flujo de sabiduría habrá de darle fuerzas para ello. Sólo es posible conectarse con el Eterno Principio a través de tres condiciones indispensables: el amor, la sabiduría y la verdad. Cuando se desarrollen esos tres principios, es posible auto determinarse frente a la Realidad Absoluta. Cuando crece el amor, se obtiene vida y calor; cuando se aplica el conocimiento, se adquiere luz y cuando se es poseedor de la verdad, se es dueño de la completa libertad. Esos son los vivos canales por los cuales las fuerzas que de Dios emanan pasan a través del alma humana para luego retornar a Él; esos son los vínculos conscientes con la Gran Realidad.

El camino del discípulo debe ser limpio y luminoso para que pueda experimentar un constante proceso de despertar. La primera condición para el

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adelanto es la pureza, pues en ella la Vida Inteligente logra manifestarse. Sólo el diamante noble refleja la luz perfecta. La vida pura es aquella corriente de fuerza que mana del Primer Manantial y afluye al alma. Sólo el puro puede cruzar el umbral del sagrado conocimiento. Por eso el Maestro Danoff recomendaba insistentemente a sus discípulos: "Cuida la pureza de tu corazón; cuida la pureza de tu mente; piensa frecuentemente sobre la verdad, el amor, la sabiduría, la justicia y la virtud; y así como lo pienses penetrarán en ti. Sin pureza no se puede alcanzar el conocimiento. Todos los seres elevados viven en absoluta pureza; por eso se ha dicho: Sólo los puros de corazón verán a Dios; y aún más, sed puros porque mediante la pureza obtendréis la luz necesaria para no tropezar en la vida".

Otra de las cualidades del discípulo es la obediencia de las leyes inteligentes y las fuerzas de la naturaleza. Esa virtud refuerza su carácter y acrecienta su fe en las leyes sobre las que Dios actúa. Esas leyes están escritas en el alma del discípulo; debe saber extraerlas y aplicarlas en su vida, demostrando hasta qué grado aprecia lo que la eterna verdad postula. Aquel que transita por el grandioso camino de la luz podrá demostrar, con humildad y dignidad, cuánto de bueno reside en su interior.

Humildad. Esta es la llave con la que el discípulo abre las puertas de la vida superior. Sobre esta cualidad indispensable en el discípulo dijo el Maestro: "Ahora todos queréis ser alumnos. Lo primero que se exige de vosotros es la humildad. Caminar con la cabeza gacha, eso no es humildad. La humildad comprende ese estado del alma en el que es posible recibir lo grande y lo divino que da sentido a la vida. Todos los Maestros han pasado por el camino de la humildad. Si el gran Maestro, Cristo, ha dicho que tiene corazón humilde, cuanto más vosotros, que queréis ser alumnos de la Fraternidad Blanca, debéis obtener la humildad. La humildad del discípulo se conoce por su conducta, por sus relaciones hacia sus hermanos. Aparte de la humildad son necesarias para el discípulo cuatro cualidades más: absoluta honradez, bondad, inteligencia y nobleza. Cada uno de vosotros se debe esforzar para cultivar en sí mismo esas cualidades. La virtud hace al hombre resistente; el bien es cualidad moral que pertenece al mundo divino y la honradez es cualidad del yo humano. La mente del discípulo debe ser flexible y capaz de resolver todos los problemas que se le presenten".

El intrépido pasa por la Escuela Divina con los ojos abiertos. Por eso, una de las reglas principales del discípulo es "Sin miedo y sin oscuridad, con amor y

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luz". El sabe que el miedo es el principal obstáculo en el camino ascendente y que las fuerzas adversas actúan en la oscuridad y hacen presa del que flaquea en su conducta. Trabajando con amor al servicio de las potencias de la luz es como se hace la gran obra sobre sí mismo y sobre la humanidad. Esto tiene también relación con otra regla del discípulo que dice: "Por más pequeña que sea tu fuerza, empléala para tu crecimiento. Sed como el grano de trigo que puesto en condiciones favorables crece y fructifica abundantemente".

Permanentemente el discípulo es puesto a prueba; no sólo en la Escuela sino en su vida interna y en su vida de relación. Se le examina para ver cuánto es capaz de amar, para comprobar el grado de su conocimiento y la aplicación de éste, para verificar la templanza de su carácter, su fuerza de voluntad, su serenidad, su comprensión, su caridad, su valentía, su sentimiento, su sobriedad, su modestia; en fin, se descubren las virtudes y las debilidades y se lo induce a acrecentar las primeras y a superar las últimas. Tanto el maestro como la vida toman exámenes que nunca exceden las fuerzas del examinado y las posibilidades de su aprobación. '

-En la vida hay dificultades ¿y aquí también las tendremos?

-dijo un discípulo refiriéndose a la Escuela.

-Sí -respondió el Maestro -pero ahora entenderás el sentido de esas dificultades.

Y hablando en otra oportunidad sobre las pruebas de la escuela de la vida, dijo: "Todos lograréis la bendición de Dios que os regocijará y otorgará sentido a vuestra vida. Si os llega algún examen no os inquietéis; eso no es más que una envoltura externa. En ella se oculta la divina bendición. Dios ha conservado lo bello para el final. Cada uno de vosotros obtendrá un bien especial. Debéis orar y prepararas para recibir este bien y aprovechado. No forcéis las condiciones. Sabed que el bien que anhelan vuestras almas se os dará a su tiempo. Algo se exige, sin embargo, para ello: el despertar de la conciencia. No debéis inquietaras por nada. ¿Para qué vienen los exámenes? Para que hagáis una elección entre el bien y el mal, entre la vida y la muerte. De todos vuestros exámenes debe quedar una sola palabra: paciencia Si habéis sido impacientes aprenderéis a ser pacientes. Si habéis sido crueles, debéis ser caritativos. Hablad de las cosas positivas en la vida y no de las negativas. No es necesario que digáis lo que habéis sido, sino lo que ahora sois. Si alguna vez os ha gustado beber vino, decid que ahora os gusta beber agua pura. A Dios no le agrada que os lamentéis, pero

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debéis decir: 'Señor, enseñadme a ser paciente, a obtener caridad; decidme cómo debo amar'. Y cuando obtengáis todo eso debéis decir: 'Señor, os agradezco que me habéis enseñado a tener paciencia, a ser caritativo, honrado, sobrio'. Recuerda que siempre debéis agradecer por cuanto habéis obtenido".

En oportunidad de hallarse uno de los discípulos tremendamente agobiado por su fracaso en una prueba, el Maestro le dijo: "Toma tus exámenes bien. Ten fe; la fe es expresión del amor. Si has caído, levántate de nuevo. El caído no tiene otro amigo más que Dios; por lo tanto, en los más tremendos exámenes debes saber que no estás solo ni abandonado. Dios ha elevado miles de almas caídas que se han apoyado en El. La fuerza del alma se conoce por los exámenes que aprueba. Sé valiente, y si te sientes desfallecer, levántate tantas veces como veces caigas prosiguiendo el camino ascendente hacia la verdad que te llama. La luz, la paz y el amor habrán de protegerte guiándote hacia la victoria". Luego, dirigiéndose hacia todos los discípulos agregó: "Aplicad el fuego viviente del amor, la luz viviente de la sabiduría, la fuerza viviente de la verdad. ¡El amor del que mana la vida es verdadero amor! ¡La sabiduría de la que surge la luz, es verdadera sabiduría! ¡La verdad de la que proviene la libertad es la auténtica verdad! ¡Así reina el Espíritu! Las grandes ideas viven en las almas buenas; los pensamientos luminosos, en las mentes puras; los deseos elevados, en los corazones nobles. ¡Dios es la luz que madura los frutos de la virtud! He aquí las palabras de la vida: El discípulo que estudia gozará del amor de su Maestro. ¡Bienaventurados los que tienen amor porque de ellos será la vida plena! ¡Bienaventurados los que obtienen la sabiduría, porque permanecerán en la luz! ¡Bienaventurados los que viven en la verdad, porque de ellos caerán las cadenas de las limitaciones! ¡Este es el eterno postulado del Espíritu! ¡Que el amor sea con vosotros! El amor, portador de alegría, inteligencia y paciencia. ¡Que el amor del Santo Espíritu os ilumine! ¡Alegraos espiritualmente: el sol de la vida ilumina siempre de la misma manera! ¡Que mi paz sea con vosotros, los portadores de la divina pureza! ¡Que mi luz y amor permanezcan en vosotros, discípulos de la vida!"

A la Escuela para Jóvenes el Maestro la llamaba: la escuela de la eterna juventud, de la divina delicadeza y pureza. A estos discípulos les dijo cierta vez: "Yo quisiera que permanecierais siempre como niños, pero no mentalmente sino en vuestras almas, plenas de delicadeza. ¿Sabéis qué sutil es el alma humana? En ella no existe torpeza; su bondad pertenece a los atributos de Dios. Ella procede del Aliento Divino. El alma no se puede corromper, permanecerá pura siempre. Ninguna fuerza es capaz de oscurecer su pureza, quedará eternamente como

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piedra preciosa del Reino celestial. Tened siempre presente este pensamiento: Mi alma es pura; y no os descorazonéis".

Las pláticas que el Maestro pronunció para los jóvenes significaron de continuo un impulso indispensable en los primeros pasos del discípulo por las gradas que lo conducen a la vida superior y a la transformación de sí mismo. Un ejemplo de ello es la que se titula, precisamente, "Los Primeros Pasos", cuyo fragmento se transcribe a continuación:

"Cuando el hombre penetra en la nueva vida debe dar lugar a lo divino en sí mismo. Eso quiere decir que se debe transformar; no en parte, sino totalmente. Cambiará sus comprensiones, conceptos y miras de la vida. Los hombres de lo nuevo sentirán amor hacia todos los seres. Hoy aún están esperando que se manifieste Dios para poder verlo claramente y no dudar más. Si esto ocurriera y los hombres no reciben su amor; si Dios viene y los hombres no pueden dar el primer paso, ¿qué podrán obtener de ello? Alguien puede decir: 'Yo he dado el primer paso'. Pero si has hecho un paso adelante y dos atrás, ¿qué has ganado? Si hoy te decides a vivir bien y mañana te niegas a hacerla porque lo encuentras tonto o prefieres vivir como los demás, ¿eso no es lo mismo que dar un paso adelante y dos atrás? ¿De esta manera se puede arreglar el mundo? ¿Qué obtienen los hombres que viven solamente para los placeres?

"Muchos dicen que Dios es eterno, es infinito. Lo dicen sin comprenderlo. ¿Qué es la infinidad? ¿Has probado la infinidad? Con lo finito no se puede medir lo infinito. Esa es sólo una interpretación mecánica. La eternidad no se puede determinar, no se puede abarcar; sólo se comprende. ¿Qué es la eternidad? Es el primer paso en la vida. Si hago el primer paso, ya estoy en la eternidad. Eso quiere decir que tengo ya todas las posibilidades; no puedo ni debo pensar en el fin de las cosas. ¿De qué fin hablará el hombre si no conoce el principio? Cada hombre que no conoce el principio tampoco conoce a Dios. ¿Cómo preguntas qué es la eternidad si aún no has dado el primer paso? Haz el primer paso y comprenderás que estás en la eternidad. La eternidad oculta en sí todas las posibilidades en las que el alma humana puede crecer y desarrollarse. Esas posibilidades ya están contenidas en el alma.

"Todo lo manifestado, todo cuanto Dios ha creado pertenece a la eternidad. Dios se manifiesta en ella; mas nosotros, los seres pensantes' de todas las categorías, nos manifestamos en el tiempo y en el espacio. Entonces, como el hombre se manifiesta en el tiempo y en el espacio, para trabajar en el mundo debe tener un estímulo, debe vincularse con la Divina Conciencia.

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"En su etapa actual el hombre vive una continua lucha interna. Frecuentemente su subconsciencia y su superconsciencia se interponen en su conciencia y como la divina conciencia, que abarca la sub conciencia y la superconsciencia, quiere liberarse de la conciencia, se produce en él un estado tal, que no le permite conocerse a sí mismo. Esta lucha continuará hasta tanto no logre vincularse con la divina conciencia; entonces, todos sus conflictos desaparecerán. Si no se vincula con la divina conciencia no podrá realizar sus nobles deseos y toda su vida estará colmada de desilusiones. Por lo tanto, cuando alguien dice que vive, es que ha podido armonizar su conciencia con la divina conciencia y ha logrado, gracias a ello, todos sus más elevados y nobles deseos. Diréis que en un lejano futuro esto podrá ser alcanzado. No se trata de un lejano futuro. Quien se vincula con la divina conciencia, al instante podrá alcanzar sus buenos y bellos deseos y pensamientos; penetrará en la vida eterna y comprenderá su profundo sentido.

"Alguien puede decir: 'Yo tengo una comprensión particular de Dios; otra comprensión no necesito'. Pero eso no puede ser un proceso pasado y único. Ese es un proceso continuo. Cada día se obtienen nuevos conocimientos sobre Dios y no hay un solo camino para conocerlo y detenerse allí. Porque en la eternidad cada paso es un paso nuevo hacia la comprensión. Cuando deis el primer paso, daréis el segundo y el tercero. Preguntáis hasta cuándo seguirá esto. Justamente, en ello reside la belleza, dar un nuevo paso cada día y tener una mejor comprensión. El hombre debiera agradecer que cada día pueda penetrar en una nueva fase de comprensión sobre aquello que la Primera Causa ha creado. Muchos, al dar el primer paso se detienen y dicen: 'Ya he comprendido, no tengo más nada que comprender puesto que el filósofo tal ya lo ha dicho todo'. Así puede hablar sólo el arrogante, pero no quien no quiere que su corazón se seque, su mente se apague y su fuerza debilite.

"Todos los hombres se deben alegrar. ¿Por qué? Porque está dicho en las Escrituras que Dios retira lo viejo y crea lo nuevo. Alguien puede preguntar: ¿Por qué Dios debe eliminar el mundo viejo y crear uno nuevo? Porque en Dios todo es cambio, todo se renueva constantemente. Está dicho que el viejo cielo y la vieja tierra pasarán y se crearán un nuevo cielo y una nueva tierra. Eso quiere decir que todas las comprensiones erróneas desaparecerán y llegará lo nuevo en el mundo. Lo nuevo con sus bellas formas reemplazará por completo a lo viejo. ¿Qué mejor que esto, que todas vuestras viejas comprensiones e inconveniencias se aniquilen junto al mundo viejo? Si queréis dar sentido a vuestra vida id hacia el Grande por lo menos un minuto cada día. Si vais hacia El, El llegará a

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vosotros. ¡Alegraos que Dios viva en esta tierra! Si os vinculáis con la Primera Causa, la tierra será un paraíso; de lo contrario, será un infierno. Si estáis en el cielo, con el Grande, viviréis en bienaventuranza. Si estáis en el cielo sin Él, será como estar en el desierto y diréis que no vale la pena vivir en el cielo. La vida de la tierra es vida de constantes cambios. Si sois felices, Dios está en vosotros. Si sois bienaventurados, vivís en el cielo; o dicho con otras palabras, si sois felices, Dios está en la tierra, a vuestro lado; si sois bienaventurados estaréis en el cielo junto a Dios. Entonces, Dios cada día nos visita para ver cómo trabajamos. Si es así, debemos alegrarnos que nos hayan mandado a la tierra para trabajar y que Dios nos visite; y cuando Dios se retira, también nos debemos alegrar porque en su próxima visita nos ha de encontrar trabajando. ¡Dios trabaja y nosotros debemos trabajar!

"Tales deben ser las nuevas comprensiones de la vida. Todos deben trabajar constantemente. Vuestros corazones deben estar plenos de amor y debéis sentir lo divino en vosotros. Hay quienes dicen: 'Me he cansado de vivir en esta tierra y quiero partir para aquél mundo'. El hombre puede ir diez veces por día al cielo y nuevamente volver a la tierra. Si quiere quedarse en el cielo, este hombre no es capaz de comprender la vida; y si alguien deseara permanecer siempre en la tierra, es porque tampoco comprende la vida. La vida celestial será comprendida, sólo entonces, cuando del cielo se vuelva a la tierra. La vida terrestre también será comprendida cuando de la tierra se pueda ir al cielo y luego se retorne. Quien quiera permanecer sólo en el cielo o sólo en la tierra es un ser sin aspiraciones. Muchos se preguntan por qué debemos vivir en esta tierra donde sólo hay sufrimientos y martirios. El sufrimiento existe allí donde se ha producido un corte entre la conciencia humana y la conciencia divina; y alegría hay allí donde se restablece el vínculo entre estas dos conciencias. Vida eterna es ver y conocer al único y verdadero Dios. Eso de leer diferentes tratados filosóficos y debatir sobre la vida de los ángeles sin vivir como ellos, no es más que una distracción. Todo cuanto os estoy hablando es una realidad. Yo hablo lo que conozco positivamente, lo que he probado, lo que he vivido. No se trata de especulaciones sino de cosas reales que descansan en la experiencia.

"La mayoría de los tratados filosóficos están escritos en forma demasiado compleja, incomprensible para muchos. Algunos entre ellos podrán hablar de lo Eterno, de lo Absoluto, pero esto puede ser incomprensible para el autor tanto como para sus lectores. Es preciso que cada idea que se exponga a la humanidad sea clara y comprensible. Comprender una idea, quiere decir, dar el primer paso hacia ella. Si se da el primer paso, la idea se aclarará y podrá ser comprobada.

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"Hay quienes dicen que algún día seremos semejantes a Dios. ¿Y después no tendréis necesidad de crecer y desarrollaras? Si fuera así, el Perfecto, el Absoluto, no necesitaría desarrollarse. Yo pregunto: ¿Dios, que es perfecto y absoluto en sus manifestaciones por qué constantemente crea mundos? ¿Qué necesidad tiene de ellos? Yo no os voy a explicar esas cosas, pero digo: Atributo de Dios, como Ser perfecto y absoluto, es que nunca permanece inactivo. Para Dios es imposible la inactividad; constantemente crea. El Gran Principio de la vida se destaca por su continua creación. Si Dios, según el concepto de los hombres, detuviera, por un minuto su creatividad, se detendría todo el progreso del cosmos. Una vez puestos frente al proceso creador del Gran Principio, iremos constantemente hacia El y volveremos capaces de utilizar las favorables condiciones para nuestro crecimiento y desarrollo. Sólo de esta manera podremos sentir constantemente Su presencia.

"Los hombres actuales quieren ser fuertes, ricos y felices. Ese deseo es correcto, pero no es posible alcanzarlo con las viejas comprensiones de la vida. Con las nuevas comprensiones puede ser alcanzado, porque habrá de sentirse la presencia de lo Divino. A veces os sentís como si estuvierais solos, abandonados a vuestro destino. Eso no os debe descorazonar, pues comprende la ilusión de vuestra conciencia ordinaria. Lo Divino está presente por doquier, pero vosotros no lo veis, no tenéis conciencia de vuestro vínculo. Es un error decir que Dios no está entre vosotros. Tened cuidado de alimentar tal error. Si efectivamente estuvierais abandonados, de vosotros no hubiera quedado ni el rastro. No temáis. Id hacia Dios cada día y luego volved a la tierra para trabajar.

"¡Resistid los sufrimientos que vienen! Si cayereis en grave situación, en gran desesperación, efectuad el vínculo con la conciencia divina. Si esto hacéis, vuestra grave situación y vuestra desesperación desaparecerán al instante. Las Escrituras dicen: 'Llamadme en días tristes; buscadme hasta que esté cerca de vosotros'. Eso quiere decir que entre el alma y Dios nada debe interponerse.

"No debéis fanatizaros con vuestras creencias y comprensiones. Debéis, en cambio, tener algo bien determinado en vuestra mente. Sed poderosos y fuertes pero con humildad. Si alguien llega a vosotros y os dice que no entendéis nada de filosofía, responded: 'Sí, tienes razón, no entiendo nada; ahora no puedo ocuparme de filosofía porque estoy estudiando algo muy importante: cómo vivir correctamente. Y cuando aprenda a vivir y me quede tiempo libre, lo usaré para estudiar todas las doctrinas filosóficas actuales. Cuando obtenga la necesaria luz, guiado por ella comprenderé todas las filosofías correctamente. Pero si las

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estudiara hoy, con la pequeña luz que tengo, más me obstaculizarían que serme útiles pudieran'.

"Me preguntáis cómo podréis liberaras del desaliento y la desesperanza. Para liberaras de esos estados os daré la siguiente fórmula: la esperanza cura el desaliento; la fe cura la desesperanza; el amor cura la incredulidad. Dicho con otras palabras, el amor sostiene la fe; la fe sostiene la esperanza, la esperanza sostiene la vida. Si tenéis esperanza, sostendréis vuestra vida. Si tenéis fe, sostendréis vuestra esperanza. Si tenéis amor, sostendréis vuestra fe. ¡Ese es el vínculo interno de la vida! ¡Todas esas condiciones deben actuar conjuntamente!"

Otra plática que, como la anterior, impulsa al aspirante y le facilita los métodos para que pueda vincularse con los superiores mundos de existencia, es la titulada: "Lo Espiritual en el Hombre", cuyo es el fragmento que se transcribe seguidamente:

"Habéis leído las Escrituras y hay quien dice que ha leído demasiado. Mas lo importante no está en el mucho leer sino en lo que se memoriza y aplica. El sentido del alimento no está en comer mucho sino en lo que se asimila; del mismo modo, el sentido del estudio no está en estudiar demasiado sino en lo que se puede detener en la mente y aplicar en la vida. Frecuentemente hay quienes al escuchar que se les predica una enseñanza determinada dicen: 'Nosotros conocemos esas cosas y más conocimientos no necesitamos'. Pero no es así. El material que alcanza para hacer una choza no es suficiente para hacer un palacio. La dimensión de una choza será igual a la de sus conocimientos. Debido a esta estrechez en el hombre, nace cierto descontento. La privación de espacio y amplitud exterior se debe a la estrechez interna. Las ideas amplias en el hombre dependen del grado de su desarrollo.

"Hay una comprensión general que descansa sobre cierta superstición, sobre cierta ignorancia. Según ella alguien dice: 'Yo estoy muy perturbado pero no es nada, mis asuntos se van a arreglar'. Este hombre piensa que sus asuntos se van a arreglar por sí solos. Es verdad que los asuntos pueden arreglarse por sí solos; pero, ¿cuándo pasará esto? ¿Qué hará hasta tanto no llegue tal momento? Eso es lo mismo que decir que la primavera llegará. Sí, la primavera llegará; pero, ¿qué harás hasta tanto no llegue? La certeza de que la primavera llegará no incide en lo más mínimo para que llegue antes. Tales verdades no mejoran la situación. Efectivamente, cuando llegue la primavera sus asuntos se arreglarán, pero ahora es difícil. Este hombre dirá: '¿Pero, acaso, yo no digo la verdad?'. Sí,

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dice la verdad, pero ella pertenece al futuro y no al momento; la dice ahora, pero en el presente tal verdad no puede ser útil.

"Hoy la conciencia humana ha llegado al estado de expresar y comprender la verdad de tres maneras. Por ejemplo, llega alguien a ti y te dice: 'El año pasado te he prestado 1.000 levas'. Esa es la primera manera de expresar la verdad. ¿Qué utilidad tiene el hecho de que alguien en el pasado te ha prestado tal dinero? En aquél entonces tú gastaste ese dinero y ya lo has olvidado. Después viene a ti otro hombre y dice: 'En el futuro, cuando llegue la primavera, te prestaré 1.000 levas'. Esa es la segunda manera de decir la verdad. ¿De qué te servirá ello si tú, justamente hoy, necesitas ese dinero? Pero llega otro, saca de su bolsillo el dinero y te dice: '¡Toma ahora mismo las 1.000 levas!". Esa es la tercera manera de expresar la verdad. ¿Qué momento es el más importante? El momento actual en el que se alcanza algo; ese es el más importante en la vida del hombre.

"Esos tres momentos los vemos en el proceso de la comprensión. Alguien dice que ha comprendido. Esa acción pertenece al pasado. Otro dice que comprenderá. Esta acción pertenece al futuro. Finalmente, el tercero dice que comprende. La acción sucede ahora. Entonces, el momento actual en la comprensión, así como en el dar, en el estudio, en la comida y en otros tantos procesos, es el más importante. Vale más el esfuerzo que hoy hacéis que el esfuerzo que alguna vez pudisteis haber hecho o el que haréis en el futuro. Contad con las condiciones actuales y de ellas recibiréis sus frutos. Todos sabéis que el verbo tiene tres tiempos básicos: presente, pasado y futuro, lo que determina tres épocas de la humanidad; la pasada, la actual y la futura. Esos tres tiempos, esas tres épocas, están unidas entre sí, pero la realidad de la vida reside en la época presente.

"Ahora, hablándoos de la verdad os daré un ejemplo para explicar las causas de ciertos sufrimientos y dificultades que os aquejan: Tú has pasado tres días sin comer, nadie se acuerda de ti, de ningún lado llega una ayuda. ¿Qué harás, entonces? Te encierras en tu aposento con llave para que nadie te moleste y comienzas a pedirle a; Dios que te ayude. En el Mundo Invisible se escucha tu oración y se le dice al pan: "Ve a visitar a ese hombre que te llama'. Emprendió su viaje el pan y al llegar a tu puerta golpea, quiere que le abras; pero tú, sin interrumpir tu oración preguntas: '¿Quién está allí?'. No hay por qué preguntar; levántate, abre la puerta y deja que el pan penetre en tu aposento. El pan golpeará tres veces a tu puerta y si no le abres se volverá. Tú continúas rezando y dices: '¡Cosa extraña!, ¿por qué no ha llegado ninguna respuesta a mi oración?'. No

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llega porque no te levantas para abrirle la puerta al pan que está esperando afuera. No hay necesidad de prolongar tanto la oración. Detente un instante y .espera la respuesta. Se debe establecer el silencio para escuchar los golpes que desde afuera está dando el pan. El hombre debe estar alerta para levantarse al primer golpe y abrir de inmediato su puerta. Así se hará servidor del pan y éste, por su parte, buscará la manera de ayudarle. Pero tú estás sentado en tu silla, muy cómodo y al oír que golpean dices: '¡Entre!'. ¿Cómo entrará el pan si tú has cerrado con llave tu puerta? Entonces, cuando las bendiciones divinas llegan al mundo tú te levantarás, abrirás tu puerta y las invitarás a entrar. Cada hombre tiene tres puertas por las cuales hace pasar a sus visitas. La primera es para las visitas del mundo material; la segunda, para las del mundo espiritual, y la tercera, para las del mundo divino, o sea, para los más elevados seres.

"Alguien dice: 'Yo he pensado mucho sobre este asunto, pero de él no he sacado nada en limpio'. El que mucho piensa se parece a aquél que mucho reza. No hay por qué rezar mucho ni pensar mucho. Si rezas mucho, si sientes mucho, si piensas mucho y no abres la puerta al enviado del Mundo Divino que golpea para ayudarte, tus asuntos quedarán sin solución. Tú dices que no puedes abrir porque estás haciendo un trabajo importante, estás rezando. ¿La oración es un trabajo? ¿Pensar es un trabajo? ¿Sentir es un trabajo? El hombre siempre tiene que hacer un análisis interno de todas las ideas que operan en su conciencia para poder aprovecharlas. Si no hace tal análisis no tendrá correctas comprensiones y sus asuntos no se arreglarán.

"Hoy difícilmente se comprenden ciertas cosas. Encontraréis hombres que han terminado estudios superiores en varias facultades y son capaces de resolver muchos problemas complicados sin poder entender lo más elemental en la vida. Frecuentemente tropiezan con alguna verdad que los niños comprenden pero ellos no logran comprender. Por ejemplo, algunos eruditos no pueden comprender por qué se debe rezar. La oración es un acto del corazón y no de la mente. Ella pertenece a un mundo especial; pero, como los eruditos viven en un mundo completamente distinto, se les debe traducir el significado de la oración para que, recién entonces, puedan comprenderla. El erudito dice: 'Rezar a Dios comprende pedirle algo; entonces, ¿por qué yo debo ocupar a Dios con mis asuntos?'. Tiene razón el erudito, pero sólo en un aspecto que aclararé con esta pregunta: ¿Debe el hombre rico rogar al panadero que le dé pan? No, él le entregará dinero a su sirviente y lo mandará a comprar tanto pan como necesita. En la oración hay un estado natural espontáneo, divino; si el hombre llega a este estado, debe rezar.

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"A veces el hombre no debe rezar, no debe molestar la Conciencia Divina, pues no debe pedir cosas que mañana le traerán desilusiones y desgracias. Después Dios no prestará atención a sus llantos y lamentaciones. ¿Debe interesarle al río que entra en el océano si Dios advierte lo que él hace? ¿Qué trabajo hace el río? El dice que ha mandado mucha agua al océano. Tiene razón el río, pero ¿por qué no dice cuánta agua ha tomado él? Si hiciera un balance comprobaría cuánta agua ha tomado y cuánta ha dado. Las mismas relaciones de tomar y dar existen entre los hombres. Un pobre dice: 'Yo he rezado'. -¿A quién? -'Al banquero'. -¿Para qué? -'Para que me preste algunos miles, prometiéndole que en el más breve tiempo se los devolveré'. El ruega y toma el dinero pero luego no va más a lo del banquero, sino que éste va hacia él para rogarle. Esperó uno, dos, tres meses, no le fue devuelto su dinero. ASÍ, la oración tiene dos fases: en una, rogamos para obtener algo; y en la otra, ruega aquel que nos ha dado para que le paguemos nuestra deuda. De esta manera, quien no entiende los vínculos internos en la vida dice: 'He tomado, tomaré, tomo; he dado, daré, doy; he vivido, viviré, vivo'. Si habla de esa manera sobre ciertas acciones sin comprender su hondo sentido se encontrará en el estado que ilustra el refrán: 'He llegado como ternero y me voy como buey'. Para que se realicen nuestros pensamientos, sentimientos y acciones se exige una comprensión correcta de la vida y de la naturaleza. Entonces, los esfuerzos que hacemos tendrán buenos resultados. Si trabajamos de acuerdo con las leyes de la Naturaleza Inteligente podremos construir correctamente; si no lo hacemos así, entonces, sobrevendrá una hilera de contrariedades dentro y fuera de nosotros.

"El que reza debe saber cómo rezar y a quién rezar. Hay quien reza, pero él mismo no cree que su oración será oída. ¿Por qué? Porque no conoce el carácter de aquel a quien pide. Primeramente se debe ir a quien acostumbra pedir dinero al banquero y se le preguntará si tal banquero es un hombre bueno, justo y honrado. Después de haber reunido referencias suficientes, se le podrá ver para pedirle un préstamo porque se puede confiar en los datos reunidos. Eso asegura que la caja del banquero está llena y se puede contar con el dinero. Seguramente que el banquero comprenderá la situación del que pide, abrirá su caja, sacará algunas monedas de oro y las contará bien; luego tomará un pagaré, lo llenará, determinará la fecha de la devolución y lo ofrecerá para su firma. La acción del hombre que pide así es inteligente; pues ha estudiado el carácter del banquero. Ahora hay otro caso: veo a un hombre de pie que reza al Señor y le pregunto:

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-¿Dónde está el Señor?

-No lo sé.

-¿Lo has visto?

-No lo he visto.

-Entonces, ¿cómo rezas a un Dios que no has visto ni sabes dónde está?

-Yo, sé que debo rezar; pero dónde está El, no lo sé.

"Estoy de acuerdo con que el hombre debe rezar, también que puede pedir un préstamo; pero, ¿qué sentido tiene rezar varias veces al día frente a una caja vacía sin recibir nada? Tal es la oración de quien pide dinero al banquero que no conoce. Después de esto, el pobre dirá que no vale la pena rezar. También estoy de acuerdo con esto. Dejad de rezar ante las cajas vacías; rezad ante las cajas llenas del buen banquero. Sólo de esta manera recibiréis. Todos los hombres deben llegar a una iluminación, a una comprensión interna. Para alcanzar esto deben trabajar sobre sí mismos y orar con su conciencia despierta y profunda comprensión sobre lo que se pide. Alguien puede decir que hace sus oraciones tanto en su casa como en la iglesia, y yo le digo que si su oración es sólo una fórmula, ni en su casa ni en la iglesia serán recibidas sus preces. No es importante dónde se reza, sino cómo se reza.

"La verdadera y profunda oración comprende un solo momento muy breve. Ese momento habrá de prolongarse largo tiempo; es como un rayo divino que pasa Y se aleja, pero deja su estela, la que perdurará por años, siglos y milenios, según la intensidad con que se ha emitido. Este rayo divino que parte del alma de cada hombre debe pasar a través de las almas de todos los seres de los más pequeños a los más grandes que viven sobre el rostro terrestre. Terminado este círculo, el rayo volverá a su punto de origen. Hasta tanto no termine su gira, es preciso mantener la fuerza de este rayo con constantes oraciones. A veces, la respuesta se recibe de inmediato; no obstante, la naturaleza le obliga a seguir orando. Mas la oración debe ser breve, pura, clara e intensa. Así, la oración tiene otra faz positiva, pues comprende la trasmisión correcta de pensamientos, sentimientos y acciones. Quien reza de esta manera ha comprendido el sentido de la vida, así como el vínculo interno que existe entre todos los hombres de la tierra. ¿Sabéis cuándo ha nacido el pensamiento que pasa en este instante por vuestra mente? Diréis que ha nacido en este momento. Mas, no es así. Si supierais que es la oración en su más profundo sentido, sabríais que cada

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pensamiento que pasa en este instante por vuestra mente ha nacido antes que vosotros. Así como vuestros pensamientos pasan por las mentes de todos los hombres, del mismo modo los pensamientos de esos hombres pasan por vuestra, mente. A veces, por ella pasan grandes y elevados pensamientos emitidos por elevados e inteligentes seres del Mundo Invisible. Si tenéis conciencia de esto o no, es indiferente. Pero sabed que esa es una profunda filosofía y sagrada ciencia que todos los hombres deben probar y verificar. Alguien dirá que esto puede ser una suposición, pero no es así. Cuando yo hablo de un manantial es porque estuve junto a él; he bebido de sus aguas, lo he investigado y lo conozco; he llenado mi cántaro con el agua del manantial. Muchos hoy permanecen sentados, esperando que todo se les entregue preparado. Esto no puede ser. Debéis levantaras para ir al manantial con vuestro cántaro y llenarlo con su agua pura y cristalina.

"La verdadera oración debe dejar en la mente, por lo menos, un pensamiento positivo; en el corazón, por lo menos, un sentimiento positivo y en el alma, por lo menos, un pequeño impulso hacia una elevada y noble acción. Si la oración logra dejar esos tres resultados, ya está realizada, ha terminado todo el círculo completo. Una oración realizada significa que ha dejado en el hombre aquel capital que él espera. Cuando Dios no responde inmediatamente a vuestra oración, la causa de esto consiste en que no ha pasado todavía a través de las mentes de todos los hombres, es decir, no ha terminado el círculo completo en su movimiento. Al pasar la oración a través de las mentes de todos los hombres, ellos tienen el derecho de decidir si se debe conceder lo que se pide o no. Entonces, se efectúa una especie de plebiscito. Todos los hombres votan; unos a favor y otros en contra de vosotros; y de la mayoría de los votos, depende la respuesta a vuestra oración.". Si la mayoría no ha votado a favor de vosotros, entonces debéis trabajar sobre vosotros mismos y orar hasta recibir una respuesta positiva. De esta manera, vuestra oración ya se ha realizado.

"La naturaleza se sirve de la misma ley en el proceso de la digestión. Si el alimento no se mastica bien, tampoco se digerirá bien en el estómago. Si en el estómago no se puede digerir bien, no podrá ser aprovechado correctamente por los pulmones. Si los pulmones no lo aprovechan correctamente, el cerebro no los podrá recibir y elaborar como se debe. El alimento recibido de esta manera no resulta útil. En tal sentido, la digestión es un proceso interno importante. No es suficiente que el hombre se harte pensando que el proceso ha terminado. Debe, en cambio, ser consciente del proceso completo.

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"El hombre inteligente no debe cargarse más de lo que es capaz de llevar. El manantial representa una medida natural. Alguien dice:

-¿Cómo debo hacer mi trabajo?

-Como el manantial.

-¿Cómo debo cargarme?

-Como el manantial.

-¿Dónde tengo que verter el agua?

-En el mar más amplio.

-¿Por dónde debo pasar?

-Por donde quieras; pero vierte tu agua en el mar más amplio.

-¿Siempre debo seguir un camino derecho?

-Derecho o sinuoso, procura llegar a tiempo a verterte en el mar. El hombre puede alcanzar todo lo que desea pero los esfuerzos que haga deben producir no sólo un resultado externo sino, también, un resultado interno.

"Hoy nos encontramos frente a una nueva época que exige hombres de conciencia despierta. Os vaya explicar con un ejemplo qué es lo que se necesita para el despertar de la conciencia. Imaginad que tenéis algunos niños durmiendo. Mientras duermen no piden nada porque nada los inquieta. Estos niños representan a los hombres cuya conciencia no ha despertado. Si los niños se despiertan, de inmediato se dirigirán a su madre pidiendo a los gritos que les dé pan. Pero, resulta que el pan no está listo. ¿Es conveniente que los niños despierten cuando el pan aún no está preparado? Es mucho mejor que duerman un poco más hasta tanto el pan se prepare. Una vez listo el pan, se los podrá despertar; de lo contrario, serán muy molestos. Alguien dice: 'Ya es tiempo para que mi conciencia se despierte'. Y yo pregunto: ¿Pedirás pan cuando se despierte tu conciencia? ¿Y está listo el pan? Si no lo tienes, es mejor que tu conciencia duerma un poco más hasta que el pan esté preparado. Eso significa que cuando nuestra conciencia despierte debemos contar con el alimento necesario para ella; de lo contrario, sufriremos.

"De esta manera, debéis cuidar en vuestra vida dos importantes disposiciones: primero, si golpea el pan a vuestra puerta, interrumpid vuestra

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oración, levantaos e invitadlo a pasar para comenzar a servirle; segundo, observad la vida del manantial y actuad como él. Esa es la enseñanza de la Fraternidad Blanca Cósmica. Desde hace miles de años los Hermanos Blancos son como hoy los conocemos. Ellos nacen con almas listas, no se forman en la tierra. Muchos dicen: 'Nosotros, los hermanos blancos...' Vosotros todavía no sois hermanos blancos. Mucho tiempo os falta hasta que seáis Hermanos Blancos. Alguien querrá ver a un Hermano Blanco. ¿Sabéis qué produciría en vosotros el encuentro con un Hermano Blanco? Imaginad que vuestro estómago es algo débil y delicado e ingerís una bien preparada 'bánitza' con muchas nueces, manteca y azúcar. El desequilibrio provocado en vuestro estómago por un alimento tan fuerte será semejante al que produciría en el hombre común el encuentro con esos Hermanos. Para quienes están preparados, un encuentro así es una gran felicidad. Os daré un ejemplo para que os deis cuenta que el hombre que no está preparado, es incapaz de aprovechar inteligentemente los grandes dones divinos:

"Un rico y honesto matrimonio tenía un hijo único, muy mimado. Todos lo llamaban 'el niño mimado' porque cuanto deseaba se le concedía. No lo mandaban a la escuela ni lo dejaban estar junto a extraños. El padre era un gran erudito y filósofo y, además, se lo conocía como un brillante mago. Al morir, dejó a su mujer una gran herencia: dinero y algunos objetos mágicos, entre ellos un anillo, una varita, un vaso y un monedero. En su testamento recomendó a su mujer que aprovechara el dinero cuando lo necesitase pero que retuviera los objetos mágicos para difíciles días en su vida. Mientras el hijo fue niño permaneció junto a su madre pero, pasada la adolescencia, quiso recorrer el mundo para vivir un poco. La madre prestó su acuerdo y lo preparó para el viaje a la vez que le entregó dinero para que no pasara privaciones. Llegó el joven a un reino vecino y entró en una posada para pasar la noche. Desde su lecho escuchó que en el cuarto contiguo alguien hablaba de la bella hija del rey diciendo que quien quisiera verla solamente desde lejos, debía pagar por ello un monedero lleno de oro; mas para verla de cerca y hablar con ella debía entregar una bolsa repleta de oro. Al oír esto, el joven deseó ver a la bella princesa, decidiéndose a hacerla al día siguiente. Se levantó temprano, puso en su faja el monedero lleno de oro y partió hacia el palacio. Allí dijo a los servidores que quería ver a la princesa y entregó el oro que llevaba para tal fin. Entonces lo acompañaron hasta una sala desde donde, a través de un pequeño orificio, podía ver a la princesa. Se dobló delante del orificio pero sólo pudo verle los ojos y la boca. Volvió a la posada, pero en él crecía intensamente el deseo de poder contemplar de cerca a la princesa y hablar con ella. Pero el dinero que tenía no era suficiente para cumplir

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tal propósito. Por lo tanto, con el objeto de conseguir más dinero volvió a casa de su madre argumentando que necesitaba fondos para emprender un gran negocio. 'Hijo' -dijo la mujer-, 'dinero no tengo; pero tu padre me ha dejado en su herencia un monedero mágico que al ser apretado tiene la virtud de despedir monedas de oro.' El muchacho tomó el monedero y volvió al reino de la bella princesa. En la posada comenzó a apretar el monedero hasta que logró llenar una bolsa de oro y con ella fue al palacio. Los servidores, entonces, lo condujeron hasta donde estaba la princesa, sumergida en suntuosidad. Cuando vio entrar al joven le extrañó mucho cómo era posible que con tan poca edad poseyera tanto oro y le preguntó:

-¿Eres tú algún príncipe?

-No, no soy príncipe.

-Entonces, ¿cómo tienes tanto oro?

-Simplemente, poseo un monedero mágico que al ser apretado despide monedas de oro.

-¡Dame ese monedero! -le ordenó la princesa y él se lo dio pensando que sólo quería observarlo; pero ella lo retuvo para sí y dio órdenes para que el muchacho fuese echado de palacio. El joven del cuento logró ver a la bella princesa pero perdió el monedero mágico y, del mismo modo, los demás objetos mágicos heredados -de su padre.

"¿Qué ganaríais vosotros si vierais a la princesa y perdierais el monedero mágico? Mientras el hombre haga tales cosas, siempre perderá su monedero. El camino por el que hoy transitáis exige hombres de mentalidad despierta, que sepan reconocer a los Hermanos Blancos. Si uno de esos Hermanos os entregara, un monedero mágico, seguro habrá de ser que iríais a ver a la princesa. En este cuento, la madre simboliza un Hermano Blanco y la princesa también. El dinero simboliza la inteligencia humana. Entonces, para ver a un Hermano Blanco debéis tener correctos pensamientos, deseos y acciones. Si tenéis esas cualidades él dejará algo elevado y bello en vuestra alma. De lo contrario, producirá en vosotros resultados inversos; tomará vuestro monedero y os echará. Esa es la causa por la que algunos hombres no pueden hallar la verdad. Es mucho mejor para determinados hombres, con el estado de conciencia que poseen, que no conozcan la vedad. Si llegaran a conocerla, podría ocasionarles grandes sufrimientos.

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"Al exponer este cuento no quiero decir que no se deba aspirar a la verdad. Por el contrario, se debe trabajar para lograrla. Algún día el hombre hallará la verdad que lo libertará. Por ahora aún no es libre. De esto derivan sus exámenes. La vida física no puede desarrollarse sin exámenes. Si no comprendéis así las cosas tendréis una idea equivocada de Dios y de ese orden en el cual actúa. De esta manera, cada falso pensamiento sobre Dios habrá de reflejarse perjudicialmente sobre quien lo emite. La causa de esto no reside en Dios pero sí en los falsos pensamientos relacionados con El. Nada malo, nada impuro puede ir a Dios. Del mismo modo, los buenos y puros pensamientos que dirigís a Dios volverán a vosotros y sentiréis su acción benéfica. Así como pensamos de Dios en cuanto a sus atributos, esos mismos atributos serán logrados por nosotros. Por eso, sois libres de pensar bien o mal, pero no os libraréis de las consecuencias de vuestro pensamiento. Sabiendo esto, no es cuestión de obrar por temor. ¿Qué engrendra el miedo? Más miedo. ¿Qué engendra el amor? Más amor. Cada uno debe trabajar sobre sí mismo. Si tú no trabajas sobre ti mismo, otros trabajarán sobre ti. Si no estudias, te convertirás en enseñanza demostrativa para los demás. Todos los seres en el mundo, de los más pequeños a los más grandes, tienen la misión de hacer un trabajo para el advenimiento del Reino Divino sobre la tierra. El Apóstol Pablo dijo: '¡Pobre de mí si no predico!' Eso significa que si el hombre no ara y no siembra andará hambriento. Si no construye su casa, está expuesto a las inclemencias de la naturaleza. El hombre debe edificar una casa para el mundo físico, otra para el mundo mental y la tercera, para el espiritual. Si edifica moradas para los tres mundos, se podrá salvar de todos los sufrimientos que puedan acaecerle.

"Alguien asegura que el Señor arreglará sus asuntos. Acaso, cuando tú edificas tu casa ¿no arreglas con ello tus asuntos? Pero no es el hecho de tener una casa, sino que ella debe obedecer a todas las reglas de la higiene y de la construcción. ¿Qué utilidad podría prestarte si fuera débil y te amenazara con derrumbarse; o si fuera angosta, oscura y húmeda? Eso no sería una casa sino prisión. Si el hombre es capaz de edificar bien su casa en el mundo físico, la podrá edificar bien en los mundos mental y espiritual. Ello demuestra que entre esos tres mundos existen ciertas relaciones. Muchos piensan que no vale la pena edificar una casa. No vale la pena edificar casas para alquilar pero si tú haces una casa, habrá de ser para que tú vivas en ella. Sería motivo de risa si un sastre supiera hacer buena ropa para los demás sin poderla hacer para sí mismo.

"Ahora vosotros diréis: '¡Ah, si yo tuviera un monedero mágico, cuántas cosas haría!' ¿Y qué haríais? Bueno, iríais a ver a la princesa que os lo quitará y

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luego os echará. Es un gran arte el poder detener para uno mismo lo bello que se obtiene. Si la princesa os quita el monedero, quedaréis a mitad de camino, llenos de privaciones y dificultades. ¿Qué haréis, entonces? Lo mismo que hizo el niño mimado. Seguiré con el cuento:

"Después de haber sido echado de palacio, el joven se vio precisado a partir hacia una solitaria isla, lejos de los hombres y lejos de su madre, de quien había tomado todo cuanto tenía. En esta isla había muchos manzanos e higueras. Entonces, sucedió que al probar una manzana comenzaron a crecerle cuernos en la frente; pero luego, felizmente, al comer los higos le desaparecieron los cuernos. Esto le sugirió la idea de venganza. Llenó dos grandes cestos con los, frutos de la isla, uno con manzanas y otro con higos, y se embarcó para el reino vecino. Al llegar, se alojó en la casa de una anciana donde dejó el cesto de higos y salió por la ciudad para vender manzanas. Así llegó hasta el palacio y vendió en él los más rojos y grandes frutos, como no los había en todo el reino. Las manzanas fueron servidas a la familia real y a la nobleza y a todos, sin excepción, les crecieron los cuernos. Entonces el rey ordenó que se buscara al vendedor de la fruta, pero todo fue inútil, no, se lo pudo hallar por ningún lado. El rey ya no sabía qué hacer. Comenzó a llamar a los mejores médicos, pero ninguno encontró la forma de vencer tan extraño mal, por lo que perdían sus cabezas. Finalmente, el rey prometió dar a su hija en matrimonio y la mitad de su reino a quien fuera capaz de librar de cuernos a la gente. Mientras tanto, el hijo mimado se había dejado crecer una larga barba y al enterarse de la propuesta real se presentó ante el monarca como gran sabio y mago, asegurándole que él curaría el terrible mal. Los que oyeron tal afirmación se miraron entre sí y murmuraban: '¡Pobre hombre; seguramente se ha cansado de la vida porque su cabeza habrá de acompañar a las demás!' Pero el sabio continuaba asegurando que él poseía el arte de hacer caer los cuernos; más dijo que para que tal cosa pudiera ser posible debía contar con ciertos objetos. En primer lugar, pidió un monedero. Al oír tal petición, el monarca hizo traer los más bellos monederos; unos de fino cuero y otros de ricas telas adornados con piedras preciosas. Pero el mago los rechazaba diciendo que esos no le servían. Entonces el rey recordó que su hija poseía un monedero muy extraño y se lo pidió. La princesa se negó a cederlo, por lo que el rey se vio precisado a ordenarle que lo entregara al mago. Así el monedero mágico volvió a manos de su dueño, quien no conforme con eso pidió el anillo, el vaso y la varita que la princesa le había quitado; más aún, le dijo al rey que esos objetos no serían devueltos pues sólo de esa manera el remedio podría actuar. Después, repartió parte de los higos entre el rey, la reina y los nobles, a quienes de inmediato se les

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cayeron los cuernos ni bien probaron la fruta. Cuando le llegó el turno a la princesa, el sabio dijo al rey: 'Vuestra hija tiene muchos pecados. Para que actúe el remedio debe previamente confesarse'. Así lo hizo la princesa y sus cuernos desaparecieron. Como lo habéis escuchado, el hijo mimado tuvo que perderlo todo para llegar a ser un hombre inteligente y sabio.

"Vosotros tenéis que aprovechar inteligentemente el tiempo para recuperar los objetos perdidos. Para ello se exige comprensión correcta y vínculos correctos. Yo os deseo que tengáis un bello estado interno de paz. Tratad, entonces, de conservar todo lo bello que tengáis. No penséis que es fácil penetrar en el Reino Divino; ese es un serio problema. Si entráis sin estar preparados, saldréis fuera. Todos deben trabajar .sobre sí mismos. La vida de la tierra debe reformarse radicalmente y se transformará. Por eso se exige trabajadores inteligentes. Todos los que deseen ser trabajadores deben aprovechar el momento actual porque este es el más importante. Lo que habéis hecho en el pasado, es un hecho concluido; lo que haréis' en el futuro, eso es lindo, pero el momento actual es el más importante. Lo que hagáis hoy habrá de crear las condiciones para la futura ciencia.

"El deseo de vuestros hermanos adelantados es que tengáis comprensiones correctas sobre la naturaleza viva y entréis en contacto con ella. Si obtenéis esta comprensión, captaréis el profundo sentido de los fenómenos de la naturaleza; entonces, por donde paséis, cada lugar obtendrá vida para vosotros. Si no os comunicáis con la naturaleza viviente permaneceréis ciegos ante su belleza.

"Volviendo a la oración, os-repito que es un acto necesario para el hombre espiritual. Mientras se sienta vergüenza de rezar no se podrá conocer el sentido de la oración. Hasta tanto alguien se pregunte por qué debe rezar, este ser continuará en un camino equivocado. El primer momento de la vida verdadera y del despertar de la conciencia comienza con la oración. Después de ello se manifiesta el pensamiento, el sentimiento y, finalmente, la acción. Sólo el hombre puede rezar; eso indica que la oración es propia de seres conscientes. No hay cosa más bella que la oración del hombre cuya conciencia ha despertado. Son tres las regiones de las que el hombre extrae sus riquezas: la sabiduría se manifiesta en el pensamiento; el amor, en los sentimientos y la verdad, en las acciones. Si no rezamos correctamente no alcanzaremos nada. Comprendiendo el profundo sentido de la oración, sabremos que Dios piensa, siente y actúa a través de nosotros. Eso es lo que llamamos inspiración. Entonces, el hombre debe rezar para que se manifiesten y trabajen por medio de él los divinos pensamientos,

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sentimientos y acciones. Así se ha de comprender la frase de Cristo 'Yo soy el camino, la verdad y la vida'. Para encontrar este camino necesitamos luz y sabiduría; para alcanzar la verdad necesitamos bellas acciones y, finalmente, para llegar a la vida, necesitamos puros y elevados sentimientos y deseos. Si obtenemos todo ello, lograremos una ciencia positiva, divina, con la que podremos trabajar."

El trabajo que realiza el aspirante a la vida superior se desenvuelve en medio de la tan agitada y contradictoria vida de relación. El mundo personal es la antesala del mundo espiritual y allí es examinado constantemente, aun en las más simples manifestaciones de sí mismo. Las aspiraciones que lo mueven a diario deben corresponder a las mayores aspiraciones de su alma. Esa es una ley que el discípulo no puede ignorar ni eludir. Tales principios fueron expuestos por el Maestro en muchas de sus pláticas, pero más claramente en la titulada "El Alto Ideal". De ella se ha extraído el siguiente fragmento:

"Los hombres con alto ideal son los hijos amados de la naturaleza. Ella los llama por su nombre y les habla cariñosamente. En cambio, los hombres sin alto ideal ni siquiera están inscriptos en su registro y permanecen olvidados en sus oscuros subterráneos hasta mejores tiempos. Cuando alguien se siente abandonado de Dios, cuando ni la naturaleza ni nadie le prestan atención, eso se debe a la falta de un alto ideal en él; la causa de su desgracia está en él mismo, tal es la ley. Cada uno puede corregir su propia vida, puede liberarse de sus desgracias y sufrimientos y aun puede salir de los subterráneos olvidados de la naturaleza si crea en sí mismo un alto ideal. Emergerá de las profundidades arrastrándose como un caracol, mas logrará llegar a la superficie donde será iluminado por los rayos del sol. Entonces la naturaleza dirá: 'He aquí a uno de mis niños resucitados'. "¿Qué significa la muerte y qué la resurrección? La muerte tiene relación con los niños olvidados en los subterráneos de la naturaleza, es decir, con los hombres sin alto ideal. La resurrección, por el contrario, tiene relación con los niños que son capaces de abandonar los profundos subterráneos del mundo natural, es decir, con los que son capaces de crear en ellos un alto ideal. Para salir de tales subterráneos se exige voluntad y fe inquebrantables. Frecuentemente tropezamos con personas que suelen decir: 'Yo como cualquier cosa, no hago elección de los alimentos, visto de cualquier manera sin interesarme por los colores y la calidad de mi ropa... ', etc. Quien así habla, seguramente se jacta de ser humilde y conformista, mas no es así; se trata de una persona que carece de alto ideal. La naturaleza ha creado gran variedad de alimentos y tú debes comer lo mejor. De cuanto ella te ofrezca, tú elegirás lo más

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puro, lo que mejor actúe sobre tu organismo. ¡[Eso es ser un hombre con alto ideal!

"Continuamente la naturaleza examina a sus niños para saber cuál de ellos tiene alto ideal. Para saber qué se oculta en los pliegues del alma humana, para conocer la mente y el corazón del hombre y qué ideales lo mueven, ella le permite penetrar en su huerto donde abundan diferentes frutos de variada calidad y presta atención a lo que elige. Si el hombre elige los más bellos frutos de la naturaleza, escribirá en su libro: '¡He aquí a uno de mis niños inteligentes con alto ideal! ¡Este será un hombre!' Más si ve que tiene pereza de subir al árbol y corta los frutos de las ramas más bajas, se formará una opinión muy especial de él y escribirá: ¡De este niño no saldrá un hombre!' Eso significa que no tiene alto ideal. Entonces, ¿qué debe hacer? Subirá al árbol y cortará los frutos en sazón. Quizá sienta miedo y la altura le cause vértigos; mas aunque le cueste la vida debe subir. Entonces la naturaleza escribirá en su libro: '¡Atrevido es este niño, llegará a ser un hombre!' Pero otro levanta su mano hacia las ramas altas, se detiene, mira las ramas más bajas o la tierra donde han caído algunos frutos y recoge de éstos. Sobre este caso la naturaleza escribirá: '¡He aquí a, uno de mis olvidados niños en los profundos subterráneos; de él no saldrá nada!'

"No olvidéis nunca que la naturaleza fija de continuo su atención en las aspiraciones internas del hombre y registra en su libro todo lo que observa. Si sobre vosotros ha escrito algo bueno o algo que no os favorece, la causa de tal resultado está en vosotros, pues ella anota los hechos así como son en realidad; ni los aumenta ni los disminuye y sus conclusiones son exactas. Los resultados dependen de vuestra propia elección.

"Una joven egipcia virtuosa e inteligente de nombre Eltamar, hija de aldeanos muy pobres, llevaba en su alma un alto ideal. Cierta vez, su maestro le preguntó: '¿Te casarás, Eltamar, o permanecerás soltera?', y ella respondió: 'Maestro, yo tengo un alto ideal y a él ajustaré mi vida. Si me casara, sólo podría hacerlo con el príncipe; de lo contrario, permaneceré soltera'. Quizá vosotros encontréis tonta esta elección, más no es así. Eltamar realmente tenía un alto ideal. ¿En qué consiste la aplicación de un alto ideal en la vida? Si tenéis algún credo o seguís alguna enseñanza; si habéis fijado alguna imagen en vuestra conciencia, ello habrá de corresponder al alto ideal. Vuestro espíritu debe ser poderoso, debe ser hijo de la verdad. ¿Y quién es el hijo de la verdad? Es el príncipe, el ideal de cada alma.

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"Si salís temprano para recibir el sol, debéis hacerla antes de que el astro haga su aparición en el horizonte. Recibid el primer rayo del sol naciente porque es el más poderoso; es el príncipe, el hijo de la verdad. Este rayo oculta en sí toda la fuerza del sol. Si no recibís el primer rayo, la aurora se habrá perdido para, vosotros. Si alguien dijera que puede recibir el sol en cualquier momento, la naturaleza escribirá de él: '¡No llegará a ser un hombre!' Del mismo modo, cuando escaléis la montaña y busquéis agua para beber, debéis buscar el más puro manantial. Os inclinaréis ante él y sorberéis de vuestra mano con un alto ideal encendido en vuestra alma. Así la naturaleza podrá escribir que de vosotros se puede esperar algo.

"Luego que hubiereis bebido en la montaña del más puro manantial no os apresuréis por bajar. Elegid e11ugar más bello y meditad en él. Contemplad los bellos panoramas y grabad profundamente en vuestra alma las impresiones del cuadro vivo que se hubiere abierto ante vosotros. Al descender, llevaréis esas imágenes en la conciencia, porque las altas cimas de la montaña y los puros manantiales son vivos y os dejarán eternos recuerdos. ¡Aplicad en vuestra vida el más alto ideal! Si queréis leer, buscad los libros de los mejores escritores. Si visitáis una exposición de arte, que sea del artista más genial. Alguien preguntará por qué no se deben mirar cuadros comunes. Pues no los miraréis porque tales cuadros los tenéis ante los ojos de continuo. Es suficiente que observéis a vuestro derredor para tener cuadros ordinarios; más si hacéis la elección de los cuadros según el alto ideal, un solo cuadro será suficiente. Guardaréis la misma ley para elegir un amigo o a vuestra pareja, pues para ello debéis guiaras por un alto ideal, pues quien retrocede en su ideal se torna la causa de sus propias desgracias y sufrimientos.

"Ahora nos estamos refiriendo a lo ideal en la vida, a los principios que es preciso aplicar diariamente; y alguien pensará que su ideal no es correcto y que no lo llevará a buen fin. Si tu ideal no es correcto, ¡corrígelo! El momento que sigue está en tus manos, elige otro ideal. Así llegarás al ideal de tu alma, a ese ideal eterno que conduce al hombre por el camino del amor. Si hoy dejas perder el primer rayo de sol, mañana lo podrás recibir; pero si mañana lo pierdes, vuestro día está perdido. Si hoy recibes el primer rayo, mañana lo podrás recibir. Sólo así podrás mejorar tu vida. El pensamiento más luminoso, el sentimiento más elevado y la acción más bella contienen en sí el primer rayo de sol que penetrará en el alma. ¿Cómo se puede rectificar la vida de un hombre? Si toma la falta más pequeña y la falta más grande y las mantiene en su conciencia hasta que logre dominarlas. Algunos fracasan en sus exámenes y rápidamente se

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desalientan. Abandonan la batalla y retroceden en su ideal. ¿Es que acaso el hombre ha venido a la tierra tan sólo para comer y beber? La tierra es una escuela ya ella se viene para aprender, para que cada uno examine su carácter, para que cada uno aprenda a conocer su mente y corazón; con otras palabras, para que cada uno aprenda a conocerse a sí mismo.

"Hay hombres adinerados cuyo ideal es comer y beber, pero carecen absolutamente de alto ideal en cuanto a su vida mental y moral. Estos hombres viven en medio del engaño y el robo como si esto fuese lo más natural. Sus ideales se limitan al mundo material, pero hacia el mundo espiritual no tienen ningún ideal que los impulse. Sobre tales hombres la naturaleza escribe: '¡De ellos no saldrá nada!'. Si alguien dice que puede amar a cualquiera, no dice la verdad. Hasta ahora no he encontrado a un hombre que pueda amar de ese modo. Esas son sólo palabras, pero no corresponden a la verdad. El amor es examinado en la vida. Cuando decís 'amor' debéis sentir su contenido y sentido. Quien siente amor puede transformar su vida en un solo momento. Preguntas: '¿A quién debo amar?' A Dios. Primeramente amaréis a Dios, después a vuestro prójimo y, finalmente, a vosotros mismos. ¡Esa es la gran verdad de la vida! Quien no sabe amar a Dios no será un hombre. Si queréis comprobar la veracidad de mis palabras, analizad la historia del desarrollo humano y buscad a un hombre que haya negado su amor a Dios, y se hubiere hecho grande. Los grandes hombres, los genios, los santos y los maestros de la humanidad fueron hombres que amaron a Dios. Alguien puede preguntar si el amor a Dios nos puede hacer olvidar el amor a los hombres y nuestra relación hacia ellos. No, de ningún modo olvidaremos por ello a los hombres, sino que introduciremos en sus vidas un alto ideal. Si todos aspiran al primer rayo de sol, al amor divino, el mundo actual podría desarrollarse correctamente y el hombre podría alegrarse de poseer salud, fuerza y riqueza.

"Muchos suelen decir de sí mismos que son capaces de amar a todos los hombres, a toda la humanidad. Amar al hombre significa conocer a todos los hombres. Mas sólo conoce a su prójimo quien es capaz de corregir sus faltas. Entonces, si amáis a todos los hombres es porque os sentís capacitados de corregir sus vidas. ¿Es esto realidad? Decís que amáis a la humanidad y no podéis tolerar a vuestros cónyuges y no comprendéis a vuestros hijos. Es imposible conocer a alguien y amarlo sin comprenderlo. De esto se infiere que vuestra afirmación carece de verdad. ¿Cuándo podréis conocer al hombre? Cuando améis a Dios. El amor a Dios lleva al conocimiento del prójimo y de vosotros mismos.

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"Cualquiera sea la forma que empleéis para hablar al hombre sobre el amor, él lo mezclará con sus sentimientos y sus propósitos. Seguramente os dirá: 'Yo conozco el amor, mi corazón arde de amor'. Más debéis saber que eso que arde y se quema no es amor. Esos son los rayos de la luz negra que traen muerte y descomposición, son los rayos que manchan y confunden el alma humana. ¿Pensáis que el gran Creador del cosmos puede dejarse engañar por el amor de los hombres? ¿Pensáis que las manifestaciones de la viva e inteligente naturaleza pueden mezclarse con las manifestaciones humanas? Dios conoce lo suyo, lo divino, por doquier se encuentre. El Dios del eterno bien ama en el bien y la verdad. Las Escrituras dicen que amaréis la verdad en el hombre. Lo más elevado, lo más puro y lo más bello en el hombre es la verdad.

"Alguien quiere saber si el Mundo Inteligente se interesa por su vida ordinaria. Los hombres pueden interesarse por cosas ordinarias, pero no los Seres Inteligentes. Si eres el primer servidor de un rico amo y otros diez servidores te sirven, ¿debe tu amo ocuparse de ti? El sabe que los demás servidores tienen en cuenta tus necesidades y las van a satisfacer; así, uno de ellos limpiará tus ropas, otro limpiará tus zapatos y el tercero ordenará tu cuarto. Preguntas si tu dueño se alegra de tus zapatos bien lustrados. Tu dueño no presta atención a tus zapatos, a él le interesa aquel servidor que los ha lustrado. Si este servidor se ha dejado guiar por un alto ideal y ha lustrado los zapatos de su prójimo de la mejor manera posible, seguramente llamará la atención de su señor, quien dirá: '¡Con este hombre se puede contar!' ¿Cómo debéis aplicar el alto ideal en vuestra vida? Por ejemplo, si una señora quiere hacer una camisa a su marido y al ir en busca de la tela se conforma con la primera que llega a sus manos y la, cose así nomás, eso indica que carece de un alto ideal. Si tuviera alto ideal recorrería varias tiendas hasta conseguir la mejor tela y cosería la camisa de acuerdo con las reglas del arte en materia de costura. Y su marido debe actuar de la misma manera cuando quiere obsequiar a su esposa. Así se debe proceder en el matrimonio. Entonces la naturaleza escribirá; '¡He aquí una pareja que sabe hacer la mejor elección!' También entre amigos debe existir el alto ideal. Por ejemplo, si quieres obsequiar un libro, elegirás el de mejor contenido, el que al ser leído eleve y deje un recuerdo imperecedero en el alma de su lector. Luego querrás, seguramente, escribir algún pensamiento para recuerdo de tu amigo. ¿Qué harás, entonces? Si copias el pensamiento de otro o escribes cualquier cosa, no eres un hombre con alto ideal. Escribirás un pensamiento experimentado, que haya sido vivido por ti, extraído de lo más profundo de tu alma.

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"Hay quien dice amar a determinada persona. ¿Por qué la ama? La ama porque tiene bellos ojos o porque es bella su boca o su nariz. Mas el amor no puede ser provocado por ninguna causa externa. Amar por las cualidades externas de una persona indica muy bajo ideal. Amar significa haber encontrado en el ser amado un rasgo en su carácter que lo destaca de los demás. Este es un rasgo inmutable con el que se puede contar; no está ni en los ojos, ni en la boca, ni en la nariz; está en un lugar más alto, en la cima de su vida. Cuando encuentres este buen rasgo en tu amigo, también lo obtendrás en ti mismo como un don sagrado y entonces la naturaleza nuevamente escribirá que de ti saldrá un gran hombre.

"Lo que llevéis dentro y fuera de vosotros debe corresponder al alto ideal. Vuestro anhelo debe enfocarse hacia lo más grande, puro y bello, esa es la verdad que debéis poner en vuestras almas, corazones y mentes. Hablar a los hombres del alto ideal significa seguir la corriente del gran río de la vida. ¿Adónde va este río? Esta vez yo 'os hablo del alto ideal expresado mediante lo más grande, bello y puro, lo más bueno en el mundo. Ese es el primer rayo que sale del Divino Principio. Si captáis este rayo os tornaréis verdaderos discípulos y hombres. Vosotros sois de los que comprenden la verdad como alto ideal del alma. Si os retrasáis y no recibís el primer rayo permaneceréis en el estado de los niños olvidados en lo profundo de la naturaleza. Esos subterráneos no son para los niños divinos; para estos niños, justamente, fue creado el mundo.

"Cada hombre expresa lo que vive en él. El hombre que posee alto ideal en todo' habla de él; si ama, hablará del amor; si es veraz, hablará de la verdad y si es sabio, hablará de la sabiduría. Entonces, así como el que ama habla del amor, el miedoso habla del temor. ¿Quién saca más ventaja? Indudablemente, el que habla del amor. El que es inteligente habla con tino y el tonto sólo dice tonterías. El inteligente construye y el necio destruye; uno crea y otro imita. ¿Quién de los dos gana? Gana sólo el inteligente.

"Hoy se exige de vosotros seguir el camino de los seres elevados, de los Hermanos Blancos, de los alumnos de la Fraternidad Cósmica porque ellos son los que llevan en sus almas el alto ideal y actúan de acuerdo con las exigencias de este ideal. Cuando alguno de estos grandes seres decide vivir entre los hombres, lo hace entre quienes aspiran a un alto ideal. El maestro se presenta al discípulo cuya alma vibre en armonía con él y dirá: '¡He aquí un discípulo con alto ideal!'

"Sólo unas pocas palabras expresan el significado del alto ideal: lo más elevado, lo más bello, lo más justo, lo más veraz. Introducid en vuestras almas un alto ideal y veréis cómo mejorará vuestra vida. Eso es preciso aplicado. Si decís

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que tenéis el corazón vacío sabréis que no tenéis amor. Para obtener el amor debéis levantaras cada mañana para recibir el primer rayo del sol. Si así lo hiciereis ya habréis abierto vuestro corazón al amor. El primer rayo comprende el primer pensamiento y el primer sentimiento que pasan a través de vuestra mente y corazón. Cuando salís del sueño anotad el primer sentimiento. En esto la naturaleza es muy exigente y presta gran atención a vuestro despertar para saber cómo es vuestro primer pensamiento y el primer sentimiento que movió vuestro corazón infantil. Si ella comprueba que tú, como hijo de la vida, ya al salir del sueño pensáis ante todo en Dios, en el amor que invade vuestra alma y os sentís plenos de gratitud por todos los dones que recibís, escribirá: "¡Estos niños llegarán a ser hombres!"

MUSICA y PANEURITMIA

Las sombras de la noche se disipaban y en la penumbra del pre amanecer

comenzaban a perfilarse, con un halo violáceo, los altos pinares. Los ruiseñores dejaban escuchar los últimos gorjeos de su larga serenata y tras la gasa que cubría los cristales de las ventanas se encendían, una a una, las luces de las cabañas de Izgrev.

"Sal de la vida del eterno ocaso, penetra en la vida de la eterna aurora. Deja las cadenas de la muerte y ve hacia la vida liberada. Sal del abismo oscuro de la indiferencia y descubre la alegría del amor." Esas breves frases que el Maestro había pronunciado cierta vez, parecían repetirse siempre como un suave toque de despertar. Era la hora de comenzar el ritmo de un nuevo día, aunque el ígneo disco solar no había asomado todavía tras el horizonte; y allá lejos la ciudad, adormilada aún, permanecía sumergida en la grisácea bruma del profundo valle.

Los hermanos se fueron concentrando en el salón y luego oraron de pie, frente al oriente. Las siete ventanas estaban abiertas y al filtrarse por ellas el primer rayo de sol, el Maestro tomó su violín y vibraron en sus cuerdas las notas de una sublime melodía. Después, como lo hacía habitualmente pronunció su plática; esta vez, entre otras cosas, dijo:

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"No se puede ser discípulo sin ser musical. Todos debéis estudiar la música como ciencia y como arte. Esa es una cláusula para la formación del carácter, pues cuanto más musical sea un hombre tanto más perfecto será su carácter.

"La música ayuda a desarrollar los valores interiores del ser. Se es musical, no sólo porque se cante o ejecute algún instrumento, sino porque la música se siente internamente. De esta manera otorga amplitud al alma; al espíritu, fuerza y poder; al corazón, suavidad y calor; a la mente, luz y libertad. Mas son pocos los hombres realmente musicales. La mayoría sólo se ocupa de su faz técnica, pero la música tiene muchas facetas, su carácter es muy complejo. La técnica representa sólo una de sus facetas. La música es especialmente importante como medio educacional; esa es su faz científica.

"Además la música es un escudo para el discípulo, que lo ayuda a defenderse de las condiciones adversas internas y externas, a la vez que guarda su equilibrio y lo preserva de la tentación.

"Por donde quiera que vayáis, si el canto os acompaña os veréis libres de peligros, eso es indudable. Hoy se exige, más que nunca, que el hombre cante correctamente y con amor. Así se establecerá la paz y la alegría sobre la tierra, porque el mal retrocede ante la música y el amor."

Después de la plática los discípulos se despidieron del Maestro, pues las obligaciones cotidianas también reclamaban su importancia. Con un impulso nuevo, como si sus habilidades se acrecentaran de pronto y el trabajo que les esperaba no fuera otra cosa más que la prolongación de su rezo matutino, un medio de servir y expresar el amor que el Maestro predicaba, los hermanos emprendieron el diario viaje a la ciudad donde los esperaba la fábrica, la oficina, el estudio u otros quehaceres. Al tomar el serpenteado camino bordeado de bosques que desciende desde Izgrev, comenzaron a cantar y la naturaleza respondió a ese canto espontáneo y sincero, carente de ajustes técnicos, pero pleno de sentido y emoción; el susurro del viento, el zumbido de las abejas, el aletea y trinar de las aves y aun el perfume de las flores silvestres, todo comprendía una grandiosa y conmovedora polifonía. Entonces, recordaron otra frase del Maestro pronunciada esa mañana: "Cuando despierta la conciencia comienzan a desarrollarse en el hombre habilidades que le dan más fino discernimiento y lo capacitan para distinguir más profundamente los colores y los sonidos y comienza a captar la grandiosa sinfonía que colma el universo".

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Desde esa vez los hermanos tomaron la costumbre de reunirse diariamente para cantar. Algunos sabían hacerla muy bien y guiaban a los demás en lo que hace a la entonación, impostación y armonización coral. Comenzaron por estudiar un extenso repertorio integrado por cánticos de la liturgia ortodoxa, significando con ello la afinación mística de la vida que llevaban, compenetrada de un profundo espíritu de oración. El Maestro alentó esta iniciativa y pudo luego utilizar la incipiente aptitud como punto de partida para un trabajo nuevo.

Para el Maestro la expresión musical fue el claro idioma en el que tradujo las más altas verdades de su enseñanza, por lo que ante la espontánea inquietud de sus discípulos vio llegado el momento de dar a conocer su propia creación musical, la que, además de poseer el mismo carácter místico de la que solía interpretar el coro, permitía una más clara orientación dentro de la nueva corriente espiritual que se establecía en Izgrev. Así, un día, finalizado el acostumbrado concierto coral, el Maestro se sentó al piano y comenzó a cantar una bellísima página que expresaba el momento más trascendental del alma al lograr su comunión con Dios. Después de un momento de asombro los hermanos rodearon al Maestro. Unos lloraban, otros se sentían transportados; nunca le habían oído cantar. ¡Qué voz magnífica! Luego, un poco atropelladamente por el entusiasmo, todos hablaban a la vez:

-¿Qué obra es ésta, Maestro?

-¿Quién es el autor?

-¿Cómo se titula?

-¡Oh, quisiéramos aprender a cantar tan bella obra!

"Alma Doliente" es el título de la primera de sus canciones que el Maestro dio a conocer a sus discípulos. Luego les descubrió otras, como ser: "Despierta", "Levántate", "La Caridad", "Despierta el Alba Maravillosa", "Gota de Rocío", "A la Flor Blanca", "Somos los Ruiseñores del Bosque", etc., y también algunos himnos como los titulados: "Avancemos Intrépidamente", "El Espíritu Divino", "El Himno del Alma Grande", "Mahar Benu Abá" y "Venir Benir", los últimos con letra en sánscrito. También dio música al texto del primer capítulo del Evangelio de San Juan y compuso "Los Siete Días de la Creación", pieza integrada por siete cánticos en la tonalidad de do mayor.

Sería imposible detallar la vastísima producción musical del Maestro, pues aparte de las canciones, himnos y piezas sagradas, puso en música muchos de los

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preceptos que rigen la vida del discípulo, por ejemplo, "Piensa correctamente", "La riqueza mayor es fuerza y salud", "En todas las condiciones de la vida" y "Yo puedo amar para ser bueno", todas páginas breves de gran belleza y significación.

"Lo que distingue a las canciones que os he dado es la pureza de sus tonos. Ellos liberan al hombre de todos sus conflictos y de los malos hábitos heredados. Estudiad la música conscientemente para penetrar en su profundo sentido. Escuchando una canción popular búlgara, quien es capaz de recibir los tonos como colores podrá conocer cuáles fueron las condiciones en las que ha vivido el búlgaro, cómo ha pensado y cómo ha resuelto sus contrariedades. Toda la naturaleza está construida mediante los tonos de la música." Estos son pensamientos expresados por el Maestro. Talla importancia que le daba a los tonos. Más cuando do de ellos hablaba se refería no s6lo a un grado de la escala sino a un estado de la vida, un grado en el despertar de la conciencia, un logro en el camino del discipulado. Los grados de la escala corresponden a determinados estados anímicos y alegóricamente los expresaba de la siguiente forma:

Do - Principio, tensión, una semilla sembrada. El rojo, color de la vida.

Re - Movimiento, dirección determinada, brote. Color anaranjado, la individualidad.

Mi - Primer paso, logros y crecimiento; es el primer tercio, el hombre se auto determina.

Fa - Fortalecimiento, armonización entre las fuerzas de la mente, el corazón y la voluntad. Capacitación para el trabajo en la vida consciente. Color verde, crecimiento.

Sol- La vida del corazón, floración, manifestación de los buenos pensamientos. La belleza. Color azul claro, que significa la aspiración espiritual.

La - Desarrollo, madurez, recepción de los dones de la vida.

Si - Un fruto maduro, un resultado terminado, la buena vida, gratitud.

Esos son grados en la vida consciente por los cuales el hombre pasa en su camino ascendente. El Maestro dijo: 'La música y el canto significan un despertar y la manifestación del amor en el alma". Así comprendidos, los tonos tienen otro sentido y en las canciones que compuso vemos que cada una de ellas comienza con el tono que corresponde al contenido.

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La música no es un proceso externo y mecánico; es la vida interna. Cuando el Maestro se refiere al pasaje de una gama a otra, debe interpretar se el paso de un estado a otro. Musicalidad es la manifestación armónica de todas las ideas elevadas de la mente y de todos los sentimientos nobles del corazón. La vida inteligente se manifiesta según las leyes de la música. Esta es la nueva filosofía que el Maestro enseñaba. El hombre musical introduce algo especial en cuanto hace, piensa y siente, así como en cada tono que toma en la canción que canta o en el instrumento que ejecuta. "Mirad musicalmente todo cuanto acontece en la vida" -dijo el Maestro- "y poneos en armonía con el Principio Inteligente. En Dios vivimos y nos movemos y en este movimiento hay armonía."

Muchas fueron las pláticas pronunciadas por el Maestro sobre la música. Sírvanos de ejemplo el siguiente fragmento de la que fuera titulada "Dinámica en la vida":

"La música tiene su faz externa y su faz interna, o sea, su faz dinámica. Vosotros cantáis y tocáis instrumentos musicales pero expresáis la faz externa, pues cuando cantáis y tocáis estáis pensando qué dirá la gente de vosotros. Cuando se canta o ejecuta un instrumento se deben producir fuerzas dinámicas. Un buen cantante o un buen músico son los que producen fuerzas dinámicas en ellos mismos y en sus oyentes. Cada tono debe poseer esa fuerza. Muchos se han dedicado a la música como medio de sostén; eso no es malo, pero yo deseo que todos se hagan verdaderos músicos capaces de llegar a la faz interna de la vida, es decir, a la faz dinámica. Muchas veces, al escuchar la interpretación de un virtuoso se admira su técnica pero su música no conmueve al alma porque expresa sólo la faz externa; no puede despertar fuerzas dinámicas. El verdadero músico es aquel que logra transformar a los hombres" (Es de recordar lo que decía Beethoven, que su música había sido compuesta con el propósito de crear al hombre nuevo).

"La música puede afinar externamente a un hombre pero también lo puede transformar internamente a fin de que manifieste el bien en sí mismo. Entonces, cuando escuchéis música no os fijéis solamente en la parte externa de la ejecución, sino que debéis observar lo que esa música despierta en vosotros.

"De cada dedo de un músico debe salir energía capaz de trasmitirse a los oyentes. Si no trasmite energía, por más suaves o fuertes que sean los tonos que arranque de sus dedos, esta ejecución será externa y privada de dinámica. Los buenos maestros músicos tienen conciencia de la importancia de la música en la vida. En el caso de un violinista, enseñará a sus alumnos cómo tomar el arco y el

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violín, pues hay una manera especial de tomarlos. Hay virtuosos que en cada posición producen tonos con una fuerza específica; es decir que siete posiciones son siete fuerzas dinámicas diferentes. Una misma pieza musical ejecutada en diferentes posiciones contiene diferentes fuerzas dinámicas. 'Quien no entiende dirá que está tocando lo mismo, pero aquel que es capaz de captar los detalles dirá que si bien la pieza es la misma, las fuerzas que se ocultan en las distintas posiciones son diferentes.

"¿Cuál es la cualidad predominante de un músico? La musicalidad. Si encuentro a un músico, sin que me hable sabré si es un músico porque la música fluirá de sus pensamientos, sentimientos y acciones; de su mente, corazón y voluntad. La música fluirá de él como el agua de un manantial.

"Cuando hablo de la vida dinámica me refiero a la vida interior del hombre; es decir, de la vida divina. Esta fuerza opera en todos los hombres procurando corregir su vida exterior. Los hombres actuales son infelices, se sienten descontentos de la vida, pero ello pertenece a la faz externa, a la faz humana de la vida. El miedo, la duda, la sospecha, las enfermedades, la avaricia, el orgullo y la vanidad también pertenecen a la faz externa, a la faz humana de la vida. Si te irritas, eso no es malo, pero hazlo musicalmente, como lo hace el músico golpeando con su arco a fin de expresar signos dinámicos. Claro que esa es una expresión de la música, pero no de la dinámica. Alguien habla frente a un auditorio, enfatiza sobre ciertas palabras acentuando más fuertemente algunas sílabas. Dicen que eso es dinámica del discurso, pero en realidad, eso es clavar clavos en las mentes de los hombres, no tiene nada que ver con la dinámica. Alguien dice: 'Yo soy talentoso, puedo hacer milagros', pero todavía no sabe qué es ser talentoso. Apenas ahora se estudia la significación del hombre ordinario, del talentoso, del genial y del santo. Al estudiar esto vuestra vida obtendrá otro sentido. Preguntáis qué podéis hacer vosotros. Muchas cosas podéis hacer. Dios ha creado el mundo y necesita hombres que puedan expresar dinámicamente lo que Él ha hecho. Vosotros queréis crear algo nuevo, pero está dicho en las. Escrituras que nada nuevo hay bajo el sol. Eso significa que todo cuanto anheláis ya ha sido creado. Lo que se pide de vosotros es que expreséis lo creado de una manera nueva y dinámica.

"Las cosas negativas obstaculizan la manifestación de la gran vida, frenan el desarrollo de los talentos y habilidades. Generalmente los hombres andan por el camino de sus deseos, pensando egoístamente, sólo para sí. Esos deseos no tienen dinámica, son pasajeros. Ello significa el menos, o sea, la vida ordinaria, la

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vida humana en la que el hombre nace y muere. ¿Qué nos da esta vida? Nada especial, solamente 'un menos'. Pero el hombre debe esperar lo positivo en la vida, lo que permanezca en él en todas las condiciones en que se encuentre. Esa es la segunda línea, la perpendicular, la línea vertical de la cruz. Cuando la línea perpendicular cruza el menos (-) se convierte en más (+). Esta línea es el Rayo de la Vida. El menos es el suelo y el más el Rayo que proviene del Mundo Divino. El más es la ley que penetra en todo y se manifiesta como fuerza interna. Entonces, el más y el menos se convierten en una misma cosa.

"EI hombre necesita una nueva conciencia, una nueva comprensión. Por nueva conciencia debe comprenderse aquello en lo cual se desarrollan fuerzas dinámicas. Quien no alcanza la nueva comprensión se decepcionará de Dios y dirá que no hay armonía en el mundo. Mas para tener armonía se deben cumplir las leyes· y las reglas de la vida. Tales reglas y leyes existen en la música y los números. ¿Cómo podríais restar y sumar si no conocierais las reglas de la aritmética? ¿Y cómo podréis vivir bien si no conocéis las leyes de la buena vida?

"Frecuentemente queréis darle a las cosas una expresión especial, pero esperáis que os visite el Espíritu para que os ayude. Preguntáis por qué el Espíritu os ha olvidado. Pero El viene todos los días, golpea a vuestra puerta, mas vosotros estáis durmiendo y no lo oís. Después despertáis del sueño y lo esperáis, pero El ya se ha ido a otro lugar. ¿Cuándo volverá? Después que hayáis pasado por grandes sufrimientos y recién cuando os tranquilicéis y os dejéis de protestar porque sufrís, el Espíritu nuevamente os visitará. Entonces alboreará el sol de vuestra vida, floreceréis bajo los rayos de la Luz Divina y diréis: '¡Gracias que he pasado por grandes sufrimientos para comprender la gran verdad de la vida!'."

Las primeras luces de la aurora auguraban un día radiante y el Maestro propuso una excursión a la montaña. Entonces, rápidamente, se organizó todo y al rato estaban listas las mochilas con lo necesario para pasar el día., los víveres y los infaltables acordeones, violines y guitarras.

El Maestro encabezó la alegre caravana y comenzaron la ascensión al Vítusha por los floridos senderillos del parque nacional. De pronto se detuvieron junto al paso de un arroyo que serpenteaba burbujeante sobre un lecho de coloridos guijarros. Hicieron silencio. Nítidamente el arroyuelo dejó escuchar su cristalino tintineo; un sonido breve, otro más prolongado, un silencio intermitente, una nota y otra:... ¡Oh, el milagro del canto! El maestro los instó a permutar el orden de las piedras con el propósito de obtener nuevas melodías. En esa tarea pasaron momentos gratísimos tratando de captar el mensaje de la

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naturaleza no sólo con el oído sino con toda el alma. Así visitaron varios arroyos; unos, profundos y graves, con su garganta de roca granítica, otros, casi a ras de tierra, borbotando entre piedras multicolores y mimbrecillos acuáticos.

Al llegar al vivaque todos se hallaban impacientes por escuchar la palabra del Maestro, quien dijo:

"Los ejercicios ocultos se extraen de la naturaleza; tienen el ritmo, la pureza y el encanto del sinuoso arroyuelo cantando entre las piedras por la montaña. La música de la naturaleza despierta el sentido musical en el hombre y lo impulsa a cantar y tocar instrumentos musicales; y mediante la música logra expresar sus sentimientos religiosos o mundanos; los creyentes expresan su fe y los mundanos sus aflicciones y alegrías.

"Tenemos tres clases de música: mecánica, orgánica y psíquica. La primera sólo expresa el movimiento; la segunda, organiza la materia viva y restablece su ritmo vital y, por último, la tercera despierta las fuerzas recónditas del alma. La música oculta, que une las cualidades de estas tres formas, apenas ha penetrado en este mundo; por eso es conocida por una minoría. Muy pocos músicos han alcanzado sus límites.

"La música oculta es el ejercicio principal como método de educación y en noble cimiento del carácter humano, como medio de creación de un ambiente musical en el que se haga posible la enunciación de las fuerzas superiores del alma. En la Ciencia Oculta la música se aplica como poderoso sistema para la proyección de los más altos pensamientos y sentimientos del mundo superior al inferior. Para el estudio de esa música se requiere un oído delicado y una gran concentración. Ante todo, el hombre debe liberarse de todos los prejuicios y tradiciones en materia musical. Así como la respiración es necesaria para la vida física, lo es la música para purificar los sentimientos. Entre el sentimiento musical y la condición intelectual hay cierta comunicación. Por consiguiente, cuanto más musical sea el hombre, tanto más desarrollada será su predisposición para saber pensar, pues el sentido musical ayuda a desarrollar los talentos. La más genial expresión de la inteligencia es la música, porque ella es luz, es perfección. Poseer sentido musical no comprende necesariamente que se deba ser un músico virtuoso o cantante; pero sí se debe amar la música de manera que ella infunda en el alma sus impresiones y se fije en sus pensamientos, sentimientos y acciones.

"Hoy se queja la humanidad porque sus deseos no se realizan: ¿Por qué es esto?, pues porque sus pensamientos y deseos carecen de la influencia de la

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música. Para los alumnos de ocultismo, por ejemplo, la música es uno de los métodos más importantes para su trabajo, porque les ayuda a obtener y sustentar las energías y los protege de las condiciones desfavorables, a la vez que les permite conservar su equilibrio, especialmente en los espacios astrales donde se producen tantos cambios. Mediante la música se aprende a domar las fieras. Cuando una suave voz en la profundidad del alma musita una ilimitada melodía, esta situación musical tranquiliza el corazón y la mente, dando una nueva dirección a los sentimientos y pensamientos. El hombre debe cantar y tocar algún instrumento musical para ponerse en contacto con la conciencia de la naturaleza, en comunicación con el Mundo Inteligente. De ese modo, recibirá la armonía de las esferas superiores y podrá trasmitida a los demás. La buena música eleva sus ondas y atrae la atención de los seres elevados del Mundo Espiritual, los que son sumamente musicales, y ellos se interesarán por nosotros y vendrán a participar de nuestras buenas labores.

"EI canto debe ser un interminable proceso en la vida humana. Cuando se canta siempre se recibe algo, porque el canto es fuerza. Cada tono tiene vibraciones especiales que corresponden a, ciertas fuerzas naturales y si se toma bien ese tono, gradualmente quien lo emite se engrandecerá. El cuerpo humano es un instrumento musical muy complejo, que requiere constante afinación. Tiene una llave especial que determina los tonos de cada órgano. Mediante ciertos ejercicios ocultos compuestos en sus correspondientes gamas, se puede influenciar sobre los órganos del cuerpo. La música de la Sexta Raza curará; ella vivificará toda la naturaleza humana. En la nueva cultura el hombre podrá percibir la música que emiten las flores y que penetra toda la naturaleza. La música tiene el gran propósito de inflamar el sagrado fuego del amor en el alma y cuando este fuego arde, el hombre es capaz de realizar los mejores actos: estudiar, trabajar y crear."

Ya el sol se iba poniendo tras la cima del Vítusha y emprendieron el regreso. Las ricas imágenes de un día tan espléndido elaboran en el alma su rico contenido de viva emoción y profundo conocimiento. Mientras descendían volvieron a contemplar un momento el arroyuelo de cristalina voz.

-Hasta la próxima excursión, arroyuelo.

-Hasta entone s, hermano. Cuando vuelvas habré de ofrecerte más bellas canciones.

-¿Más bellas aún?

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-Sí, porque tú podrás apreciadas cada vez mejor.

El ascenso por las escarpadas pendientes de Rila resultaba bastante fatigoso, en oposición al placer que provocaba la contemplación de sus bellezas incomparables: los bosques naturales de altas coníferas y avellanos, sus caudalosos ríos transparentes, su gran variedad de flores silvestres y sus lagos encantados. Al llegar a una planicie junto a la cálida ladera sur de la montaña, alguien propuso hacer un descanso. Las mochilas pesaban demasiado y faltaba largo trecho para llegar al campamento. Era hermoso contemplar tan bello panorama y departir con el Maestro sobre temas elevados.

"Cuadros inolvidables pueden ser percibidos cuando se vive en la luz", dijo, mientras su mirada se hundía en la lejanía. Después de una pausa, continuó: "El camino, la verdad y la vida son los tres tonos básicos de la armonía, ideal cósmico sobre el que se construye la vida inteligente. La Divina Armonía creó la belleza en toda la naturaleza. De ella extrae inspiración y fuerza cada ser viviente. Los luminosos pensamientos, los nobles deseos y las buenas acciones son la expresión de esta Armonía en el hombre y sobre esa base se apoya su vida, salud y felicidad. ¡Armonía con la que el amor introduce vida! ¡Armonía con la que la sabiduría introduce luz! ¡Armonía con la que la verdad introduce fuerza! ¡Esas son las cosas más deseadas del alma humana!"

Todos escuchaban atentos las palabras del Maestro. Un tenue vapor se alzaba desde la hondonada esfumando las lejanas cimas de la cadena de Pirín. Muy abajo, el valle parecía vibrar tras el juego parpadeante de los rayos del sol y por un desfiladero un joven pastorcillo perseguía sus cabras que se encaramaban sobre los peñascos. El momento era sublime. Un poco apartada del conjunto, una joven hermana trataba de esconder sus lágrimas, sumida en secreta pesadumbre; no veía el paisaje y su alma permanecía cerrada a la palabra del Maestro, quien, de pronto, reparó en ella interrumpiendo su alocución. Hubo un momento de silencio. Entonces, el Maestro tomó su violín y comenzó a tocar una suave y encantadora melodía. Después, con firme voz, cantó una canción que comenzaba con la frase: "¡Alégrate, anímate, las preocupaciones de la vida son inútil carga!" De a poco todas las voces se sumaron a la del Maestro. La belleza del canto se esparció por la montaña y el eco la devolvió multiplicada. La joven miró asombrada cuanto le rodeaba como si de pronto un mundo nuevo se abriera ante sus ojos. Enjugó su llanto y comenzó a cantar con todos. Se había producido el gran milagro de su despertar. Ese es el resultado del canto oculto. Tiene la virtud

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de eliminar el desaliento, dando frescura y alegría al alma; eleva el espíritu e infunde esperanzas en lo bueno y lo bello de la vida.

De esta manera, el Maestro creaba sus canciones inmediatamente al momento oportuno, como espontánea respuesta de una necesidad, como solución a un problema, como método para salir de un estado de abatimiento, como ejercicio para convertir un estado negativo en positivo y para aprovechar las fuerzas negativas en un trabajo creador. A veces tomaba una sola palabra, la cantaba de diferentes maneras y mediante el canto descubría su contenido, pleno de sabiduría. Así, por medio de esa única palabra y su especial entonación introducía a quienes le escuchaban en un estado muy especial, indescriptible. Las palabras que empleaba podían pertenecer al habla corriente, como ser "bondad", "inspiración", o bien pertenecer al sánscrito como son las palabras "vehadí" y "aúm", verdaderos mantras de increíble poder.

Algunas de sus canciones están salpicadas de ciertas disonancias puestas sabiamente en la melodía. Cierta vez le preguntaron el porqué de ello y respondió: "En la música oculta se dejan ciertas disonancias significando el equilibrio entre fuerzas opuestas. En la vida también hay disonancias. El mal, desde el punto de vista musical, es una disonancia, pero necesaria como puente hacia la nueva armonía". Del mismo modo, obedeciendo a tal concepto, se encuentran entre la nutrida creación del Maestro obras plenas de vibrante alegría, así como también las hay de sombría tonalidad. Entre las primeras podrían citarse "Allá lejos conozco un lugar maravilloso", "Florecían los capullos", "Bella es la vida de nuestra alma", y entre las segundas, "En el desierto de la vida", "La tristeza y el peregrino", "La tempestad", "Tierra de promisión", etc. Las últimas creaciones citadas, construidas a modo de áreas de concierto, reflejan una nueva relación hacia los sufrimientos, otra manera superior de ver el llano de la vida. Por ejemplo, sobre la última de las obras mencionadas el Maestro indica que cuando las pruebas del camino se ganan y se comprenden, le es posible al hombre penetrar en la tierra prometida y alcanzar la verdadera felicidad.

"Cuando alcances la constante luz que no se apaga, cuando llegues a la perpetua fuerza, en el Reino Divino donde podrás servir. ¡Esa es la tierra prometida!"

El parque de Izgrev se hallaba saturado de música y alegría. Era un día de fiesta. Espontáneamente un grupo de hermanos decidió interpretar algunas canciones y danzas folklóricas. El Maestro nunca se opuso a todo cuanto fuera sano esparcimiento. Además, tampoco había sido indiferente a los valores de la

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danza y la canción autóctonas, las que llegó a estudiar profundamente en sus extensas giras por el país, recopilando, a la vez, temas de precioso contenido histórico y tradicional. Gracias a ello pudo impregnarse del eterno simbolismo de la imagen telúrica, estudiar la psicología del pueblo búlgaro y hallar sus arquetipos.

Al caer la tarde, la brisa se tornó muy fresca y todos se dirigieron al salón. La conversación giraba en torno al tema de la música y la danza. "Muchos temas que antiguamente integraban las danzas sagradas, con el tiempo se han convertido en música de joró", dijo el Maestro. Sin duda, tal afirmación habrá causado extrañeza en sus discípulos porque al joró, baile campesino de ritmo tan raudo, no le queda ni una pizca de sagrado. Entonces el Maestro explicó algunos pasos, traduciendo su importancia e interpretando luego algunas melodías al piano que demostraron la diferencia entre los puros motivos de la antigüedad y los que se fueron introduciendo después, tras la influencia de numerosas invasiones y vuelcos culturales. "Muchas de las canciones y danzas populares provienen de antiguas escuelas ocultas y significaron sabios métodos para la ayuda del hombre en la solución de los problemas de la vida" -continuó diciendo-; "al pueblo, así como hoy se hace con los niños, se le daba ciertos conocimientos mediante danzas y canciones que la tradición ha conservado hasta nuestros días, aunque bastante desfiguradas. Los estados y los acontecimientos por los que ha pasado el pueblo se reflejan en su canción popular, cargada de tristeza, incredulidad y desesperanza, lo que ha tergiversado el auténtico ritmo y su significado melódico. De esta manera se ha perdido la benéfica influencia que la antigua música tenía sobre el hombre."

El Maestro siguió haciendo demostraciones musicales interpretando, a la vez, algunos motivos que había restaurado y purificado. Entonces, manifestó su deseo de que los hermanos que así lo quisieran, trataran de acompañar la música con movimientos. Varios de sus discípulos, guiados por un sentimiento interior, expresaron el ritmo del que resultó una riquísima variedad de movimientos. Así nació la Paneuritmia.

¿Qué es Paneuritmia? El Maestro expuso las bases de esta disciplina en una plática que luego sirvió de introducción al libro que contiene los 28 ejercicios que la integran. Dice así:

"El buen observador puede captar, en medio de la agitada y multifacética vida actual, aquellos signos que le hablen de las fuerzas impulsaras del presente y le permitan juzgar sobre las tendencias y dirección del desarrollo, pues sólo quien

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logre penetrar en esos signos podrá evaluar los profundos procesos que se efectúan en la sociedad y el aspecto del futuro cercano. Tales signos están contenidos en la Paneuritmia.

"Etimológicamente, esta palabra está formada por tres elementos griegos: 'Pan', que significa todo, general, cósmico; 'eu', superior, aquello de lo cual todo procede, o sea, la sustancia, lo real en el mundo, y 'ritmia' o ritmo, realización correcta de movimientos y toda otra expresión externa. 'Paneuritmia', entonces, es el ritmo que reina en toda la naturaleza como principio activo de la creación; es el ritmo superior cósmico.

"En la sagrada hora del alba, cuando todo vibra de alegría, en un marco de flores y árboles se forma el círculo viviente de la Paneuritmia. ¿Quiénes pueden formar este círculo? Todos los que quieran conectarse con un mundo de poesía, libertad y creación.

"Siete son los principios fundamentales de la Paneuritmia:

"Principio de Inteligencia: Todo os mente, todo en el mundo es inteligencia.

"Principio de Correspondencia: En todas las cosas existe una semejanza. La filosofía hermética lo expresa con la frase 'Como es arriba, así es abajo'. Por ejemplo, hay correspondencia entre idea, tono, forma, movimiento, color, número; la hay también entre los elementos químicos, en los fenómenos relativos al nacimiento y muerte y en los diferentes ámbitos de la vida; en los flujos y reflujos del mar, en las cuatro estaciones del año y en la vida interna del hombre.

"Principio de las Vibraciones: Todo es movimiento, no hay nada inmóvil. Las vibraciones de la materia, de la energía, de la mente y aun las del espíritu, se distinguen por su frecuencia. Las vibraciones van aumentando de frecuencia desde la materia hasta el espíritu. Hay infinidad de grados de vibraciones. Los fenómenos de la naturaleza se pueden estudiar de diferentes modos, entre otros, por sus vibraciones; por ejemplo, se estudian las vibraciones de la luz, del sonido, de la electricidad, del magnetismo, de la materia en sus formas y estados, en los diferentes organismos, etcétera.

"Principio de Polaridad o Dualidad: Todo en la naturaleza es dual, polarizado. Esa es la ley básica del cosmos. Ejemplo de ello es lo masculino y lo femenino, lo positivo y lo negativo; la electricidad, la tierra, el organismo humano, las plantas, el huevo, el cristal, el imán, etcétera.

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"Principio del Ritmo: Otra ley básica y general en la naturaleza es el ritmo o periodicidad. Hay ritmo en las vibraciones de la luz, en las estaciones del año, en los días y noches, en el nacimiento y la muerte, en el flujo y reflujo, en los movimientos de la tierra, en la aparición periódica de los cometas, en la vida humana, en el proceso histórico, etcétera.

"Principio de Causas y Efectos: Todo en el cosmos tiene sus causas inteligentes.

"Principio de Unidad y Parentesco: Todas las cosas en la naturaleza son afines porque en su base reside la unidad.

"Del segundo principio se desprende que existe un vínculo entre tono y movimiento. Si analizamos un tono ¿no es movimiento? Este finísimo sentido sobre el vínculo existente entre tono y movimiento reside en la naturaleza de todo hombre. Es suficiente que uno siga sus impulsos y de una manera natural podrá armonizar las palabras con la música y el movimiento. Si observamos a una persona sensible al tono o al ritmo, veremos cómo inconscientemente mueve sus manos o sus pies. Hay niños con desarrollado sentido del tono o el ritmo que al escuchar música comienzan a efectuar movimientos que, en cierto modo, corresponden a. las palabras o a la música. Podrán tener tan sólo 3 ó 4 años de edad, pero captarán intuitivamente el vínculo entre música y movimiento. En tales momentos hay fuerzas cósmicas que actúan en ellos y por ellos se expresan las eternas leyes que reinan en la naturaleza.

"Que alguien pruebe expresar una canción con movimientos y verá la acción que esto ejerce sobre él. Entonces las palabras y los tonos revivirán, obtendrán otra vida, empezarán a descubrir una profunda significación, un nuevo contenido que hasta entonces no había advertido; y este hombre se convertirá en otro. Las palabras, los tonos y los movimientos así combinados ejercerán una acción mágica sobre su cuerpo, sus pensamientos, sus sentimientos y su voluntad, transformando su naturaleza y renovando sus energías físicas y espirituales. A partir de ese momento, comenzará a desarrollar la comprensión de sí mismo, de los demás y de la naturaleza; será como si las estrellas, las piedras, las hierbas, las flores, los insectos y el hombre les hablaran descubriéndoles su sentido oculto.

"Los movimientos de la Paneuritmia son extraídos de la naturaleza. Por ello sus fuerzas son poderosas y renovadoras. Las leyes de los movimientos paneurítmicos se basan en el profundo conocimiento de las fuerzas que actúan en el organismo humano y en todo el cosmos. Por otra parte, la combinación entre

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música, palabras e ideas no se libra al azar, sino que se basa en el Principio de Correspondencia; es decir, que los movimientos se vinculan estrechamente con las ideas y la música. Sólo cuando los movimientos corresponden a las palabras y a la música se alcanza la acción renovadora en el ser humano.

"La Paneuritmia existe en todo el cosmos. La tierra y los demás planetas, el sol y los demás cuerpos celestes, se mueven de acuerdo con la misma ley de la Paneuritmia. La tierra tiene más de diez clases de movimientos. Si los pudiéramos imaginar y combinar, veríamos qué bella es la forma resultante de su movimiento. Eso influye en la vida del planeta, en las formas manifestadas y en los procesos que vemos alrededor de nosotros. Hay armonía y ritmo en toda la creación. Del movimiento de los cuerpos celestes se esparce la armonía de las esferas, una música que colma el espacio cósmico.

"También el movimiento de la luz es Paneuritmia. La física ha descubierto que la luz proveniente del sol llega rítmicamente como una pulsación, tal como el palpitar del corazón humano. Y el movimiento de las ondas luminosas etéreas es Paneuritmia. Los rayos rojos, anaranjados, amarillos, etc. de la luz solar tienen sus movimientos y su música que componen la gran armonía que penetra todo el universo.

"En la Paneuritmia participan los brazos, las piernas y todo el cuerpo se pone en movimiento y en posiciones que corresponden a las palabras y a los tonos. En ella se ponen en acción toda clase de líneas geométricas: rectas, curvas, onduladas y mixtas. Hay movimientos fuertes, suaves y luminosos. En los movimientos suaves dominan las líneas curvas; en los fuertes, las rectas, y en los luminosos se combinan ambas. Hay movimientos eléctricos y magnéticos y los hay también fríos y cálidos.

"Hay tres grados de movimientos: mecánicos, orgánicos y psíquicos. Los mecánicos son aquellos en los que la inteligencia actúa desde afuera y no desde adentro; los orgánicos son aquellos en los que la vida interior participa pero no como un pensamiento claro ni conscientemente, y los psíquicos son los que se vinculan con determinado pensamiento. En Paneuritmia no hay movimiento sin sentido y sin acción positiva; ellos se miden con un determinado propósito, a fin de alcanzar el mayor resultado. Cada línea de movimiento corresponde estrictamente a ciertas fuerzas del organismo humano y de la conciencia, cuya actividad es estimulada. De esta forma se fortalecen y regulan las fuerzas físicas, mentales y espirituales. Por eso puede decirse que la Paneuritmia es la ciencia de los movimientos armónicos vinculados con los pensamientos y sentimientos

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humanos. Quien la practique debe pensar, sentir y moverse conjuntamente. Si los movimientos, los pensamientos y sentimientos no se vinculan entre sí, si los últimos no están presentes o no participan, entonces estos movimientos serán mecánicos y carecerán de la acción renovadora y refrescante sobre el cuerpo, mente y espíritu.

"Es muy importante la siguiente ley: Todo tiene un ritmo, un pulso en la vida del Organismo Cósmico. El hombre es parte del Todo, es como una pequeña pieza en la gran construcción. El ritmo, el pulso del Todo se trasmite a las partes. Por ejemplo, el ritmo cardíaco se vincula con el pulso de la vida solar; por consiguiente, cuando el hombre se vincula con el Todo su organismo marcha bien porque el Ritmo Cósmico, el pulso de la vida se infunde en su corazón, en su circulación sanguínea, en su respiración, en la acción de todos sus órganos, logrando que todos, trabajen correctamente. Así el hombre es sano, crea y edifica en el gran escenario de la vida. El ritmo, el pulso de la naturaleza se trasmite del mismo modo que la acción de un complicado mecanismo se trasmite a cada pieza que actúa como parte de él.

"¿Cuándo el hombre está en armonía con el Todo, con este Organismo Cósmico para recibir su ritmo, su pulso? Cuando es bueno, justo e inteligente. Cuando a través de él fluye el amor, porque la inteligencia y el amor son principios básicos que reinan en la naturaleza; son manantiales de los que surgen las fuerzas motoras de todas las demás fuerzas de la naturaleza. Cuando el hombre armoniza con el Todo, entonces el ritmo, las líneas de la Paneuritmia Cósmica, sr infunden en él y se expresan por él.

"De lo antedicho surge la siguiente ley: El hombre puede hacer bellos y suaves movimientos paneurítmicos cuando siente y actúa bien. La Paneuritmia afina al hombre, organiza y armoniza sus fuerzas internas, las coordina y enfoca hacia la Vida Inteligente. Representa la Ley Superior que se debe aplicar para la autoeducación y la educación de los individuos y la sociedad.

"En las escuelas místicas antiguas las canciones se cantaban acompañadas de movimientos. Entonces ya se sabía qué fuerzas poderosas se despiertan merced a la combinación entre palabra, música y movimiento. La pronunciación de ciertas frases elevadas era acompañada con música y movimientos especiales, los que accionaban poderosamente sobre quienes las pronunciaban. En aquellas escuelas la Paneuritmia fue un método de educación para los discípulos. Existen escuelas místicas no sólo aquí en la tierra, sino en otros planetas cuyos moradores practican la Paneuritmia. La naturaleza no es un organismo muerto; por doquier

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en ella hay vida y seres inteligentes que pueblan todo el universo. Independientemente de esto, existe alrededor de nosotros un mundo de seres con superior inteligencia, tengamos o no conciencia de ello. Estamos rodeados de sus pensamientos, de sus fuerzas y de su vida. Alguno de estos seres han terminado hace mucho tiempo su evolución humana y otros ahora la están terminando. La humanidad transita por el luminoso camino trazado por ellos, es decir, la humanidad anda detrás de ellos por el camino de la ascensión y la iluminación, pues posee un grado inferior al de ellos en la gran escala de la evolución. Ellos son servidores en el gran laboratorio de la naturaleza. Son las fuerzas inteligentes que trabajan en el Estado Cósmico, en el cual reina la armonía, la superior belleza, el orden extraordinario, la precisión y la inteligencia. Nosotros debemos vinculamos con su mundo para que ellos puedan trasmitir sus ideas y estímulos, su fuerza y su luz. En los momentos de inspiración y claridad, cuando logramos destellos de las grandes ideas, somos receptivos de los dones de este mundo, recibimos algo de sus pensamientos luminosos, de sus ideas elevadas. Justamente, mediante la Paneuritmia es posible lograr esto. Ya sabemos que cuando un radioescucha sintoniza su antena con una radioemisora capta los pensamientos y la música que de ella se trasmiten mediante el éter. Con los armoniosos movimientos de la Paneuritmia nos capacitamos para captar los pensamientos de aquellas almas adelantadas y entramos en contacto con un mundo de superior inteligencia. Así como la radio es un medio de intercambio entre los pueblos, también la Paneuritmia es una condición para recibir los pensamientos de las almas geniales.

"La Paneuritmia actúa de varias maneras sobre el hombre: lo pone en contacto con esos seres de superior inteligencia; despierta las fuerzas latentes en el hombre, así como sus talentos y habilidades. Debemos saber que la naturaleza humana oculta en sí grandes fuerzas y habilidades que se hallan en el comienzo de su despertar y floración. El hombre no ha manifestado aún lo que oculta en las profundidades de su ser. La Gran Inteligencia, lo Divino, trabaja en todos los reinos de la naturaleza desde afuera; sólo en el hombre trabaja desde su interior, ya que lo bello en él es, precisamente, la revelación de lo divino. Cuando el hombre piensa y actúa bien, manifiesta este Principio que está en él. Lo divino trabaja en el hombre, independientemente de si éste lo cree o no. La Paneuritmia despierta la divina naturaleza en el hombre. Las ideas, la música y los movimientos de la Paneuritmia penetran en todo el organismo humano haciéndolo receptivo de las fuerzas creadoras de la vida que colman el universo. Los movimientos paneurítmicos encuentran su resonancia en la naturaleza; su

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respuesta es este impulso, la luz de la mente, el corazón y la voluntad del hombre, la alegría que lo invade y el idealismo que fluye de él. Mediante la Paneuritmia se establece un diálogo con las fuerzas creadoras de la naturaleza, las que le hablan en su propio idioma. Este es un método real, concreto- y bello que favorece la renovación física y el fortalecimiento y ennoblecimiento de la mente, los sentimientos y la voluntad. Durante esos movimientos el hombre obtiene comprensión sobre aquel ritmo que penetra el cosmos, sobre la eterna música que construye y crea todos los procesos de la naturaleza. Más dejemos que la práctica nos hable de la acción de cada movimiento paneurítmico. Ella nos demostrará que cada movimiento despierta, también, un nuevo manantial de rejuvenecimiento que vierte en el cuerpo su armonía, su ritmo, su música y sus ideas, formando cuerpos sanos, fuertes, erguidos y bellos y no sólo otorgan belleza al cuerpo sino a la vida interior, en el mundo de los pensamientos, sentimientos y acciones.

"Hemos dicho que en las antiguas escuelas místicas la Paneuritmia fue aplicada como método educativo; pero aquí debemos tener en cuenta lo siguiente: En aquel entonces el hombre se encontraba en el período de involución; o sea, en el período de descenso desde el mundo espiritual al material. Y ahora, en cambio, está en el período de evolución, en la época de la ascensión. En el período de involución el hombre se mueve desde el centro a la periferia y en el período de evolución sucede lo contrario. Durante la involución aró y sembró y en la evolución habrá de cosechar los frutos.

"La historia no es otra cosa que la manifestación del espíritu humano. La cultura cambia según las épocas, según el desarrollo de la humanidad. Por ejemplo, en la arquitectura de cada época se expresan las fuerzas que trabajan en la misma. Lo mismo ocurre con la poesía y con las demás expresiones de la vida cultural de la humanidad y también con la Paneuritmia. Esta tuvo anteriormente, como se dijo, un carácter involucionado, por eso los ejercicios rítmicos de las antiguas escuelas místicas no son adecuados para el estado de elevación de la humanidad actual. La Paneuritmia contemporánea es de carácter evolutivo, es distinta y acciona de diferente modo, corresponde al desarrollo humano de la época actual y se vincula con las nuevas fuerzas que se están despertando en el hombre.

"Viene una nueva época que será la primavera cósmica. La tierra y todo el sistema solar están entrando en nuevas regiones favorables para el despertar de lo bello latente en la naturaleza humana. Debemos saber que el espacio es vivo,

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compenetrado de fuerzas y es importante saber a través de qué espacios cósmicos se mueve el sistema solar. Viene una cultura solar. Simbólicamente dicho, los hielos y las nieves se derretirán, se abrirán los capullos y llegarán los pájaros migratorio s del cálido sur; ello traerá nuevos elementos en la vida.

"Como hoy nos encontramos frente al nacimiento de la Sexta Raza, la Paneuritmia se coloca sobre una nueva base. Ella es la expresión de la nueva cultura que viene. Las ideas de la Sexta Raza están incluidas en su música y movimientos despertando en quien la realiza las ideas y las fuerzas de la nueva cultura que va esparciéndose por el mundo. Los participantes del círculo viviente de la Paneuritmia despiertan esas fuerzas en ellos; aparte de esto, se transforman en centros de radioemisión e irradian esas ideas y nuevas fuerzas a todas las demás almas que se encuentran en consonancia con ellas. Por medio de esos movimientos el círculo: viviente emite un magnífico llamado al mundo para su renovación y elevación.

"Mediante la Paneuritmia el hombre construye y crea nuevos valores en sí mismo y en la vida. La Quinta Raza es la raza del conocimiento objetivo, del estudio externo de la naturaleza; es la raza de la mente. La Sexta Raza es la raza del amor; el número seis se vincula con el amor. Esas fuerzas, esas ideas que contiene la Paneuritmia serán una realidad en la Sexta Raza y desde ahora va preparando el mundo para su advenimiento.

"La Paneuritmia tiene aún formas superiores a las conocidas hasta hoy, las que se revelarán en el futuro desarrollo de la humanidad. La Paneuritmia es lo nuevo que se debe introducir en la cultura, Hará un importante papel en la educación. Sobre todo, con ella los niños se templarán físicamente y, además, serán impulsados hacia una vida plena de creaciones e idealismo. Todas las ideas que contiene la Paneuritmia se vivificarán en la próxima generación; las nobles semillas en su alma brotarán y se activarán. La aplicación de la Paneuritmia en las escuelas y entre los adultos dará un gran impulso para la introducción de nuevos valores en la sociedad, habrá mejores posibilidades, se abrirán nuevos horizontes. De esta manera se dará un importante paso para la comprensión de lo nuevo que va despertando como bella autora en las almas.

"La Paneuritmia no se puede estudiar sólo leyendo libros sobre ella. Para eso se necesitan escuelas y cursos. Esto debe existir en cada ciudad y en cada pueblo. Deben estudiarse científicamente sus leyes y principios y también debe llevarse todo eso a la práctica. Es muy necesaria hoy la formación de esos cursos en las escuelas y en la sociedad, a fin de infundir nuevas corrientes refrescantes

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en la actual cultura. Para que la Paneuritmia tenga poderosa acción es preciso un despertar de la conciencia. Los ejercicios deben ser una actividad consciente y quienes participan podrán sentir las ideas que cada movimiento provoca y, a la vez, un sagrado sentimiento. La mente debe estar totalmente concentrada para que el círculo vivo de la Paneuritmia actúe como radio-receptor y trasmisor de las grandes fuerzas cósmicas. Mediante esos movimientos acordes con el ritmo de la música los participantes entran en contacto con las sagradas y cristalinas fuentes de la naturaleza creando y construyendo el gran futuro que se acerca.

"En esta época hay fuerzas alborales y crepusculares. Las primeras se parecen al recién nacido, delicado y débil, pero que a él pertenece el futuro. En la época en que vivimos debemos captar esas fuerzas alboréales y saber qué es lo que puede impulsar y facilitar su manifestación en la vida. La Paneuritmia está en armonía con las fuerzas alborales en el hombre y en la vida; ella las contiene, las despierta y las activa.

"Esas fuerzas alborales son: "El bien: Es una inamovible roca, una base poderosa sobre la que se construye toda vida inteligente. Lo realizado sobre el bien es indestructible. Lo que se destruye, eso no es bien. El bien vincula al hombre con un inagotable manantial de fuerzas. La fuerza del bien hace al hombre fuerte como una roca ante cualquier obstáculo o dificultad para que logre resistido todo y vencer.

"La justicia: Es la bella distribución de la luz, el calor, la fuerza y los dones que tan generosamente nos da la naturaleza. Cada ser que llega a la tierra tiene derecho a la vida, al sol y a todos los dones. La justicia es una condición indispensable para el correcto crecimiento y floración. Sólo donde hay justicia el crecimiento y el progreso se desenvuelven naturalmente.

"La inteligencia: Es el uso adecuado de la luz, del calor, de la fuerza y de todos los dones. Sólo donde reina la inteligencia hay frutos; con otras palabras, donde ella se manifiesta los resultados son benéficos y durables. La inteligencia penetra la Gran Sabiduría, el Gran Conocimiento que descubre las fuerzas, las leyes y los métodos de trabajo. Ello implica la profunda comprensión de la naturaleza, del hombre mismo y de su camino. La inteligencia es expresión armónica entre el amor y la sabiduría.

"La armonía: Cuando todas las cuerdas de un instrumento musical se afinan armónicamente, se pueden ejecutar en él bellas melodías. Sólo así el virtuoso genial puede expresar por él sus fuerzas, poder y capacidad. También

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cuando los instrumentos de una orquesta se combinan armónicamente, el director puede levantar su batuta expresando una gran idea que ilumina e inspira. Todos los seres constituyen una gran orquesta cósmica y cuando entre ellos hay armonía, entonces el Gran Director extraerá de ella la música de la Vida Inteligente, expresando su grandeza, la belleza de su pensamiento y amor.

"La fraternidad: Se acerca una cultura de fraternidad entre los pueblos, los que se sentirán como miembros de una gran familia. Entonces los pueblos más fuertes ayudarán a los más débiles sin dominarlos. Todos los pueblos son órganos de un gran organismo cósmico y así como cada órgano tiene su lugar y su misión, lo tiene cada pueblo. Esta idea alborea en la conciencia de la humanidad en la época actual.

"La libertad: Es la eliminación de todos los obstáculos y limitaciones que impiden la manifestación de lo divino en la naturaleza humana, con toda su belleza, fulgor y amplitud. La libertad es la revelación de los grandes tesoros que se ocultan en el alma; es la destrucción de todas las cadenas, de todos los conceptos erróneos y permite penetrar en las regiones y posibilidades inabarcables que contiene el espíritu en sí. La libertad es aquello ante lo cual se abren las más bellas perspectivas para la realización y la ascensión.

"El amor cósmico: La conciencia humana en su desarrollo se convierte en amor. El amor cósmico abarca todas las fuerzas mencionadas anteriormente y las contiene en sí mismo. Esas fuerzas son su expresión. El amor cósmico hoy nace en la conciencia humana como nueva vislumbre de lo sustancial en la vida. Es la salida de la muerte y la entrada en la vida; es la salida de la vida de las sombras y la entrada en la vida de la gran realidad; es la llegada a los manantiales de la vida misma; es aquello que establece la paz entre todas las contradicciones y vence las mayores dificultades. Es la resurrección. Sólo quien tiene su cuerpo, mente y corazón puros comprenderá qué es la felicidad humana, qué cosa es el amor cósmico. Cuando el hombre penetre en el reino de la pureza fluirán en su corazón las corrientes vivificantes del amor cósmico.

"La Paneuritmia, entonces, es la expresión plástica y musical de esas fuerzas alborantes. De esta manera, ella colabora para que esas fuerzas se acrecienten en las almas y prepara el camino para la nueva y bella vida que viene; la vida del bien, de la justicia, de la inteligencia, de la armonía, de la fraternidad, de la libertad y del amor cósmico."

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Muchos de los movimientos realizados por los hermanos aquel día festivo entraron a formar parte de los ricos elementos de la Paneuritmia. Durante un tiempo y hasta hora muy avanzada, los músicos de la Fraternidad se reunieron con el Maestro en el jardín iluminado o en el salón, junto al piano, ensayando y anotando melodías que luego se convertirían en nuevos ejercicios paneurítmicos. Era conmovedor, entonces, escuchar en el silencio de la noche el violín del Maestro, guiado por incontenible creación.

Aparte de los ejercicios contenidos en la Paneuritmia, otros similares fueron introducidos por el Maestro para completar el trabajo tendiente al desarrollo de la vida espiritual de los discípulos. Entre esos ejercicios, los más significativos son "El Pentagrama" y "Los Rayos Solares". El primero comprende una serie de movimientos volitivos de profundo simbolismo. La naturaleza espiritual del hombre está representada por la estrella de cinco puntas, los cinco principios básicos: amor, sabiduría, verdad, justicia, virtud. El logro de esos atributos es el ideal más caro y mediante la formación de líneas pentagonales en el ejercicio el discípulo se prepara para la suprema conquista en su camino ascendente. La música que lo integra es enérgica, con ritmo de marcha triunfal y pasos majestuosos con amplios movimientos de los brazos en pleno círculo. El segundo ejercicio, "Los Rayos 'Solares", está compuesto sobre una coreografía más complicada, basada en motivos de danzas y canciones tradicionales. Se interpreta mediante grupos ordenados en forma de doce rayos. Los participantes miran hacia el centro, en parejas situadas una tras la otra. Si son muchos los participantes se forma un círculo de parejas alrededor de los rayos. Los doce rayos se acercan al centro para luego alejarse y llegar hasta el círculo exterior. Esos movimientos simbolizan el proceso cósmico. Cuando los rayos se acercan al centro, reciben una poderosa corriente vital; en su alejamiento, la trasmiten. El círculo cerrado de las parejas que rodean a los rayos significa la vida personal, la vida de las limitaciones en la cual la conciencia permanece dormida y se anda a tientas en la oscuridad. Pero hay momentos en los que todos se toman de la mano y cantan un himno brillante, simbolizando con ello el momento en que el hombre abandona el círculo cerrado de la personalidad y penetra en la vida consciente.

Estos ejercicios y los que contiene la Paneuritmia tienen la virtud de preparar al individuo para una mejor captación de las fuerzas que impulsan la época presente hacia esferas de superior nivel espiritual. El Maestro enunció, a través de muchas de sus pláticas, el advenimiento de una nueva raza, la Raza Sexta, la Raza del Amor y la Fraternidad Universal. Afirmó, también, que la tierra y todo el sistema solar están entrando en nuevas regiones cósmicas de más

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sutil vibración y esta preparación que conceden los ejercicios comprende, precisamente la afinación de las cualidades internas y aun físicas que permitirán el desarrollo de la vida en las nuevas condiciones. Por eso, en definitiva, esta práctica allana el camino a la nueva cultura que ya deja vislumbrar los primeros destellos de su luz.

FIN DE CAPITULO 1º

EL MAESTRO DE IZGREV

INDICE CAPITULO 1º

A modo de introducción. ……………………… 01

Breve análisis de la vida religiosa Búlgara……. 05

El Maestro……………………………………. 12

Las congregaciones de hermanos. …………… 36

Izgrev………………………………………… 41

Métodos para una buena respiración…………. 45

Las pláticas dominicales …………………….. 51

Los almuerzos fraternales……………………. 61

La escuela de Ocultismo…………………….. 65

La música y la Paneuritmia …………………. 93

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CAPITULO 2º

JUNTO A LOS SIETE LAGOS DE RILA

LA VIDA EN LA MONTAÑA Bulgaria es un país extraordinariamente bello. Casi todo su pequeño

territorio está formado por cadenas de altas montañas cubiertas de bosques. El sistema de Stara Planina (Vieja Montaña, denominado Balcán por los turcos), se extiende a todo lo largo del país desde Yugoeslavia hasta las rocosas costas de Eminé, sobre el Mar Negro, dividiéndolo en dos partes llamadas Misia, la del norte y Tracia, la del sur. Al norte de esta cordillera se encuentra el valle del Danubio con sus ríos que descienden de los montes entre cañones de gran belleza, formando una intrincada red hidrográfica. Hacia el sur, y al amparo de las altas laderas que lo protegen de los fríos vientos del norte, continúa el célebre valle de las rosas donde se cultivan estas flores, las más perfumadas del mundo. Paralelamente a Stara Planina, y en el centro mismo del país, se extiende la cadena del Sredna Gorá (Monte del Centro) y algo más al sur, después de una vasta llanura por donde corre el río Maritza, se eleva el sistema de Rila, que prosigue hacia el este con los Montes Rodopes y hacia el sur, con los de Pirín.

Rila es parte del macizo Tracio-Macedonio y contiene las más altas cumbres del sudeste europeo. Está formado por montañas muy antiguas, de característica alpina, ricas en cristales y mármoles, bosques de pinos y praderías. Rila, en el idioma turco, quiere decir "abundante agua", y es así por sus ríos torrentosos entre los que se destaca el Rilska Recá (Río de Rila) con su afluente el Ilina, sus siete lagos escalonados y sus abundantes cascadas y arroyuelos. Entre los picos de Rila, el Músala es el más alto y majestuoso, con sus 2.221 mts. Su nombre significa "Montaña Divina", llamándoselo también "La Montaña de Orfeo", pues la tradición afirma que allí se elevó,' en remotísima época, el templo órfico, y así es Bulgaria. No hay lugar en toda la extensión del país desde donde no puedan admirarse

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hermosos panoramas. El Maestro Danoff condujo a sus discípulos a la inagotable fuente de conocimientos e inspiración que fluye de las mágicas entrañas de la naturaleza; por eso necesitó un lugar así para su trabajo, pleno de bellezas y de reminiscencias sagradas. Porque allí, en ese ambiente de singular encanto, perduran aún los vibrantes acordes del arpa pulsada por el místico cantor de Tracia, los purísimos destellos del primitivo cristianismo y el ideal de fraternidad y templanza de los bogomilos, esos sacrificados héroes inspiradores del Renacimiento europeo.

El aspirante a la vida espiritual escala una montaña no por el mero hecho de escalarla, sino porque el ascenso comprende un movimiento interior, análogo al físico, que le permite liberarse de sus limitaciones, escuchar la voz de la naturaleza que le descubre sus misterios y ver ante sí la magnificencia de un mundo que de otro modo es imposible contemplar. Cuanto más alto sea posible llegar, mayor habrá de ser la extensión que abarcar pueda la mirada; y si el alma es la que ve, no habrá entonces muralla capaz de detener su alcance ni horizonte que no se diluya en el espacio sin tiempo y sin medida.

El Maestro decía que las montañas semejan potentes acumuladores de energías y el hombre debe servir de transformador. Detrás de las rocas, del agua, de la vegetación, de toda esa materia que se observa y se admira, existen otras fuerzas elevadas que se vinculan con el interior del ser. Al entrar conscientemente en contacto con las energías constructoras de la naturaleza, es posible renovarse física y espiritualmente logrando luego trasuntar en el continuo accionar de la existencia la luz, la paz, la fuerza, el conocimiento y todo aquello que se ha sido capaz de obtener en la montaña.

Por lo general, la gente va a las montañas para gozar de sus bellezas, por deporte o, simplemente, por diversión. Pero, el cambiante colorido de sus laderas, según sean las horas del día o las estaciones del año, las cimas nevadas... en fin, toda esa majestuosidad indescriptible, termina por cautivarle y hay quienes logran ponerse en armonía con la montaña. Entonces ella puede hablarles allí, en la profundidad de su corazón, operando en ellos, casi inadvertidamente, un extraño proceso de transformación. Bajo la influencia de los altos picos el egoísmo enmudece su voz y se va manifestando lo mejor del ser humano. El alma despierta

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ante lo Grande produciendo un estremecimiento incomprensible; el sentimiento se exalta y acuden a la mente ideas de libertad y expansión, al tiempo que una fuerza misteriosa invade y eleva todo el ser. Es que la montaña es el símbolo del alma que alcanzó su plenitud.

Lástima que esta experiencia maravillosa sea, muchas veces, demasiado fugaz. Pocos llevan con ellos las riquezas que se les ha prodigado, y el instante vivido se confunde con todo ese cúmulo de sensaciones inconscientes que vagan en la naturaleza humana. Esa experiencia pertenece al alma y el hombre, en los llanos de la vida, suele divorciarse de ella. Si así no fuera, ¡qué distinta sería la humanidad! Felices de quienes puedan tomar conciencia de esto y al volver de las cimas hacer de esa transformación experimentada un punto de partida para una nueva vida, tan pura y tan vasta como la montaña, tan pura y tan vasta como su alma.

Cierto día el Maestro instó a sus discípulos a que admiraran las bellezas del paisaje y en esa contemplación permanecieron largo tiempo en silencio, el que sólo era interrumpido por el cencerro de un cabestro que, a la cabeza del rebaño, ascendía por los peñascos conducido por un pastor montañés hacia una elevada pradera. Luego, la voz del Maestro detuvo el éxtasis y dijo: "Vosotros habéis venido a la montaña y el pastor ha llevado muy alto a su rebaño. Meditad un poco sobre vuestra vida física y elevadla más alto aún de lo que ahora está. El hombre debe comenzar por lo visible e ir, paulatinamente, a lo invisible; es decir, desde el mundo material hacia el mundo espiritual. Sin lo material, lo espiritual permanecería sin ser comprendido. Siempre se necesita un objeto material que actúe sobre la mente y el corazón. Al haber llegado aquí os beneficiáis del aire, del agua, de las energías que se ocultan en las mismas cimas. Aquí admiráis la belleza de la naturaleza y empezáis a pensar en Aquél que ha creado el universo. Vosotros queréis ver a Dios fuera de vosotros, en algún otro mundo. Eso es imposible. Si no lo veis en la tierra por ningún otro lado lo veréis. Lo que veis en la tierra lo veréis en el cielo; lo que no veis en la tierra, en el cielo no lo veréis. ¡Agradeced a la montaña, al aire, al agua, por los dones que os han dado! ¡Agradeced por la energía que habéis obtenido aquí! Ahora debéis aprovechar inteligentemente cuanto habéis logrado. ¡Sólo el luminoso camino de la sabiduría nos guía hacia la verdad! ¡En la verdad reside la vida!"

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La vida en las montañas comenzó para la Fraternidad con las excursiones al Vítusha. Esos viajes significaron, como ya se dijo, un acto sagrado y un medio para poner en práctica muchas de las enseñanzas impartidas por el Maestro.

En el Vítusha, un poco más allá de la franja que comprende el parque nacional, existe otra franja con árboles aislados y pequeños arbustos que se insertan en las grandes prominencias rocosas. Allí se encuentra un peñasco muy bello que el Maestro bautizó con el nombre de "El-Shadai" (El Eterno, el Infinito), tras el cual se extiende una pequeña nava cubierta de musgos y tiernas hierbas, donde se asentó el campamento de la Fraternidad. Junto a Él-Shadai el Maestro dio a sus discípulos una serie de reglas prácticas para vivir en la montaña y armonizar con la naturaleza, a fin de que pudieran aprovechar inteligentemente lo mejor que ella ofrece para el mejoramiento físico y espiritual.

Una de las recomendaciones dadas para la protección física es la de no beber nunca agua fría en la montaña. Frecuentemente la fatiga y el acaloramiento que producen los ascensos inclinan a beber el agua de los deshielos, lo que produce serias alteraciones. Pronto los hermanos se acostumbraron a beber agua caliente comprobando de inmediato la eficacia de esta práctica. En el equipo del discípulo nunca faltaba un recipiente para calentar el agua.

Un ejercicio de verano muy eficaz para refrescar el cuerpo y liberarse de las toxinas acumuladas en el organismo era caminar por las pendientes vistiendo un abrigo y transportando dos cubos llenos de agua hasta provocar abundante sudor; luego se lava el cuerpo con agua calentada al sol y se visten ropas limpias y livianas. Finalmente se deben beber dos vasos de agua caliente. Este ejercicio era indispensable realizado, al menos, durante los primeros diez días de estada en la montaña; pero siempre después de un escalamiento y ni bien se acampaba, era necesario lavarse el cuerpo y mudarse las ropas mojadas por el sudor.

Cuando se siente desgaste o cansancio se recomienda un paseo por la ribera de un río o arroyo caudaloso, siguiendo la dirección contraria a su corriente. Este ejercicio aumenta la energía, renueva y da frescura, a la vez que mejora paulatinamente la salud. Durante este ejercicio se infunden en quienes lo realizan radiaciones electromagnéticas provenientes de la

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corriente del agua, las que se expanden a gran distancia por ambas márgenes del río o arroyo que se remonte. Los enfermos o débiles deben efectuar este ejercicio durante cuarenta días para fortalecerse.

Además, otro ejercicio para superar el agotamiento físico o el desaliento es hallar la energía y la paz en los bosques donde haya grandes pinos o robles. Se elegirá un árbol bello y corpulento y se pasarán unos cinco o diez minutos en meditación apoyando la espalda en el tronco. El árbol le dará lo que necesita para cambiar su estado. Al respecto el Maestro dijo: "Los árboles os aman. Si pensáis que no son seres inteligentes, sabed que si bien externamente no son más que árboles, sobre ellos trabajan seres de superior inteligencia con quienes podréis entrar en contacto y los árboles os trasmitirán su magnetismo vital".

Algunas piedras tienen la virtud de curar muchas enfermedades. Es bueno para ello elegir las piedras magnéticas; éstas son redondeadas y no deben tener grietas ni puntas agudas. Para curar, la piedra debió primero haber estado expuesta al sol del este, pues al absorber la primera luz del día la puede elaborar trasmitiendo luego poderosa energía a quien se siente en ella. En cambio, si la piedra está fría, si raramente recibe el sol de la mañana, extrae energía y perjudica.

El hombre hace un constante intercambio en la montaña con la naturaleza y cuanto más consciente sea de ello mejores serán los resultados que obtendrá. Y este intercambio también comprende adoptar cierta actitud de respeto y veneración por ella. Sobre este aspecto, el Maestro pronunció cierta vez una breve alocución sobre la pureza con importantes recomendaciones referentes al comportamiento del discípulo en la montaña. Dice así:

"Cuidad como un deber sagrado la pureza de la montaña. Cada trocito de papel, residuos de alimentos, el estiércol del ganado que ha pasado por aquí, todo eso se debe eliminar. Sólo en medio de la pureza podremos escuchar la voz de la montaña. Os pido que mantengáis el orden y no tiréis desperdicios por ningún lado. La pureza externa y la pureza interna marchan juntas; una depende de la otra. Debéis tener pureza no sólo en el cuerpo, sino también en la mente y el corazón y también en cuanto os rodea. El hombre debe purificar sus deseos y distinguir cuáles de ellos

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poseen una naturaleza inferior y cuáles pertenecen a lo humano y divino, a fin de desechar totalmente los primeros.

"Si queréis aprovechar bien las condiciones de la montaña, por tres veces en el día debéis lavar vuestras piernas hasta las rodillas. Debéis andar con cuidado cuando caminéis por mal camino para no tropezar; la naturaleza no quiere que os inquietéis cuando transitáis por ella. Es preciso, por lo menos, una semana para que ella pueda liberaras de todas vuestras preocupaciones e influir en vosotros. Por doquier podéis ver cómo se manifiesta Dios en cada cosa. Si así no observáis la naturaleza, ¿qué entenderéis de ella? La vida tiene sus contrariedades, pero son externas; en lo profundo las contrariedades no existen, así como en el mar las olas están en la superficie mientras que en el fondo todo es calma.

"Al llegar a la montaña debéis tener una buena disposición hacia ella. Quien piense en el cielo no caerá; pero sí caerá quien piense en la tierra. Cuando subís a las cimas debéis orar y al bajar, también. En la montaña debéis tener puros pensamientos. Los lugares montañosos encierran grandes peligros. Aquí la atmósfera es tan sensible que si hacéis algo negativo sufriréis por ello. Agradeced a la montaña por todo lo que os da, porque si sois agradecidos se abrirá a vosotros y os hablará. La nueva relación hacia la naturaleza se vuelve imprescindible para la elevación de la humanidad. Para que nos podamos vincular con las fuerzas inteligentes de la naturaleza debemos tener plena conciencia de su presencia en ella y elevarnos al plano donde estas fuerzas actúan."

EL CAMPAMENTO DE VERANO EN RILA Posteriormente, la vida en la montaña se organizó de tal manera que

fue posible efectuar, aparte de las excursiones al Vítusha, otras a las distantes montañas de Rila. El viaje entonces se efectuaba siempre de verano y era organizado de la mejor manera con bastante antelación. Se procuraban los equipos, el carro que los transporte hasta el pié de la montaña, en fin, todo lo indispensable para pasar unas buenas vacaciones.

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En el valle se contaba con buenos pastores que ofrecían sus caballos para llevar los bultos más pesados y así comenzaba la expedición.

El ascenso por los pendientes senderillos que faldean los bosques dura varias horas. Los insustituibles caballos avanzan con sorprendente agilidad a través de la escarpa, dejando escuchar el rítmico sonido de sus cascos sobre las piedras que cubren el sendero. Ni bien se penetra con irresistible arrobamiento a ese reino encantado de Rila, reciben a los viajeros las sagradas armonías de la montaña con su trinar de aves, el susurro dulce y cadencioso de los pinos balanceando su lánguido ramaje y el fragor de las cascadas y los ríos que se despeñan por los acantilados de granito entre nubes de espuma iridiscente.

Habitualmente el Maestro avanzaba al frente de un pequeño grupo, deteniéndose cada tanto para aguardar a los grupos que subían más lentamente. Algunos hermanos, buenos alpinistas, procuraban por aquellos que tenían mayor dificultad en los difíciles ascensos. Al llegar a las primeras estribaciones, ya se iban descubriendo magníficos paisajes; hacia abajo, los profundos valles y dirigiendo hacia arriba la mirada, el bosque que decrece para que puedan admirarse las desnudas laderas marmoladas y las nevadas crestas; arriba, el cielo azul, diáfano, sin nubes y, por doquier, el hálito del Creador. A partir de allí la cuesta se hacía más empinada, para luego descender hasta alcanzar las escalonadas vegas de los lagos.

Cuando por primera vez se estableció en Rila el campamento veraniego de la Fraternidad, en el año 1929, los hermanos pidieron al Maestro que se les diera nombre a los lagos y a las cimas más cercanas. Así fue que el primer lago, por servir siempre de escala para el descanso, se llamó "Maharsí" (El gran descanso) y se lo asemejó a la vida física que sirve de escala para una vida superior. El segundo lago recibió el nombre "El-bur" (Dios es el fuerte); también se lo llamó el lago de los exámenes, pues junto a él se asentó el campamento estable y se realizaron muchos trabajos en relación con la vida espiritual. El tercer lago se llamó "Balder Darú (Aquel que otorga los dones) y junto a él se realizaron los ejercicios de Paneuritmia. El cuarto lago, por estar dividido en dos, fue llamado "Los gemelos"; se trata de un lago interior cercado por altos peñascales que enmarcan un lugar de apacible silencio, donde se hacían los ejercicios de meditación y contemplación. El quinto lago fue llamado "Mahabur" (El Grande y Fuerte); se encuentra en la terraza más alta de la montaña y

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permanece iluminado todo el día por hallarse en el centro de un amplio valle de altura desde donde se abarcan grandes lejanías. Más allá, sorprende un lago más bello aún que los anteriores y por su forma se lo llamó "El corazón"; es profundo, límpido y sereno y suele adueñarse fácilmente del alma contemplativa. Al escalar la última pendiente se encuentra el séptimo lago, llamado "Shemhaa" (La cabeza) o "Lago de la sabiduría". Las cimas más cercanas al campamento se llamaron "Cima de la Oración" y "Cima de la Meditación".

Sobre la Cima de la Oración el Maestro pronunció cierta vez un mejorable saludo que dice así: "¡Salud a las Mentes Luminosas, las Almas Perfectas, los Corazones Nobles! ¡Salud, a todos los que piensan, a los que conocemos y nos conocen en el Mundo de lo Real e Inmutable! El suelo es resistente, el árbol que se yergue y crece es paciente, el agua que mana del manantial es pura, la brisa que sopla es fresca, la luz que ilumina es potente y vivaz y el hombre que piensa es inteligente y feliz porque en él la vida, el conocimiento, la luz, la libertad y el amor se confunden en perfecta plenitud".

Junto a los lagos y cimas de Rila los hermanos vivieron con el Maestro momentos inolvidables. Allí pudieron también poner en práctica muchas de las enseñanzas, sobre todo aquellas que se refieren a la naturaleza y el comportamiento que se debe observar en su seno. Así, hicieron muchos ejercicios de colaboración con ella, a fin de conservar su pureza y favorecer la exaltación de sus bellezas haciéndolas, al mismo tiempo, accesibles al hombre que en ella vive. Esos ejercicios consistían en procurar la limpieza de los arroyos y riberas, escalonar las pendientes más pronunciadas, liberar de piedras peligrosas los caminos, hacer senderillos, puentes y atajos. Tampoco faltaron algunas obras de arte con las que el discípulo expresó su ideal y sentido estético. Un ejemplo de ello es "Las manos que dan". En relación con esta obra, sucedió que un día, mientras estaban los hermanos junto a uno de los extremos del lago Elbur, donde un arroyo desemboca, comenzaron a lavar las piedras de los alrededores, pues esa tarea significaba un ejercicio para el desarrollo de la delicadeza. Entonces observaron, de pronto, que debajo de una enorme roca había un lodazal. Bien podría tratarse de una pequeña marisma debido a su cercanía con el arroyo, pero el Maestro aseguró que era una llama, un terreno pantanoso en el que se detiene el agua de un manantial, y efectivamente,

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con gran alborozo de todos, apareció una surgente. La aparición de un manantial es siempre un motivo de alegría pues se lo considera una bendición de la naturaleza y para demostrar su gratitud los hermanos convinieron en la realización de un trabajo que concluyó por ser una verdadera obra de arte. Comenzaron a trasladar hasta el lugar las más hermosas piedras de los alrededores, en su mayoría de blanco cuarzo lechoso, con las que construyeron una hermosa fuente en forma de ancla reclinada. El ancla simboliza el vínculo del alma con Dios. De ese modo, el agua que surgía debajo de la roca podía deslizarse sobre un cuérrago de piedras, abierto a pleno sol, para luego verterse entre dos manos esculpidas en la misma piedra a modo de gárgola. En la roca, sobre el manantial, se grabó luego la siguiente inscripción inspirada por el Maestro:

"Hermanos y Hermanas,

Padres y Madres,

Maestros y Alumnos,

Amos y Criados;

Todos vosotros, servidores de la vida,

¡Abrid vuestro corazón al BIEN y sed como esta fuente!"

Alrededor de dicha inscripción se grabaron también signos de profundo simbolismo oculto, entre los que figura nuevamente el ancla. Luego el cauce del arroyo fue desviado a fin de que, formando un pequeño meandro, deslizara sus aguas por algunas piedras para saltar en espumosa cascada sobre el lago.

Otra vez, la construcción de puentecillos ocasionó momentos divertidos que, pese a ello, sirvieron al Maestro par sus sabias reflexiones. Sobre esto hay una anécdota muy graciosa publicada por algunos discípulos y es una verdadera lástima que la traducción le reste el encanto que posee en el idioma original. Sucedió que un día, cansados de dar tantos rodeos para llegar al campamento -debido a un pequeño río que continuamente salía de su lecho formando un lodazal sobre el camino- sin pensarlo más, tomaron las pocas herramientas que tenían y pusieron manos a la obra. El río debía ser mejorado y habría que construir un puente. Así fue que en medio día, con el esfuerzo de todos, se había solucionado el

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problema. Ese era un lugar bastante transitado por turistas y aun por los rebaños que pacían en las praderías, por lo que la obra resultaba sumamente necesaria. En adelante el pastor podría nevar su rebaño por el puente sin exponerlo por el vado y los turistas gozarían de sus paseos sin enlodarse. Concluida la tarea permanecieron un momento contemplando los resultados. ¡Cuántas pesadas lajas debieron transportar! ¡Y cuántas paladas de tierra y cieno!

-Maestro, ¿con qué nombre bautizaremos el puente? -preguntó una hermana.

-Lo bautizaremos con el nombre de puente de "budalite" (en turco budalite significa "los tontos") -respondió el Maestro, ocasionando con esta respuesta el asombro general.

-¿Por qué puente de los tontos? -preguntaron.

-Porque todo el que pase por aquí querrá saber cuánto habrán pagado a quienes hicieron este trabajo y al enterarse que lo hicieron gratuitamente pensarán que son "budalí" (tontos).

Los hermanos permanecieron un instante consternados pero de inmediato, al ver cierta expresión en el rostro del Maestro, comprendieron que les estaba jugando una broma. Entonces, haciendo un interesante juego de palabras, el Maestro continuó:

-Vamos a interpretar mejor esta palabra. "Budalá" (tonto), separada en "bud" (en búlgaro significa "despierto") y "Allah", o sea, "Dios" en el idioma de los turcos, se escucha "Bud-Allah", lo que quiere decir: "Dios ha despertado en vosotros". Así es. El nuevo trabajo se hará sin dinero, por amor. Eso es lo nuevo que ha de venir al mundo y eso resolverá todos los problemas que hoy inquietan a la humanidad. Desde el extremo inferior del lago Elbur donde se asentó el campamento, la terraza montañosa baja bruscamente hacia la estribación en que se encuentra el lago Maharsí, Allí se decidió construir un refugio que hiciera las veces de cocina y todos se entregaron a la tarea con excelente disposición, pese a las dificultades que deberían sortear. El Maestro también participaba do los trabajos infundiendo al mismo tiempo entusiasmo y amor ante el esfuerzo que, según su afirmación, significaba una enseñanza demostrativa, o sea, el cumplimiento práctico de las grandes afirmaciones espirituales.

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En el lugar había abundante cantidad de piedras, depositadas por los antiguos glaciares, que servirían para la edificación de las paredes. El granito blanco se talla fácilmente lo que haría más llevadera la labor. Por otra parte, la distribución del trabajo se había organizado bien. Cada uno realizaba su parte en la obra de acuerdo con sus posibilidades y conocimientos sin necesidad de que nadie le impusiera lo que debía hacer. Además, se trazó sobre el lugar la disposición del refugio; la parte posterior estaría orientada hacia el norte y tendría una forma un poco arqueada para evitar los cantos agudos en las piedras, mientras que la entrada miraría hacia el lago permitiendo, al mismo tiempo, que penetre en su interior el cálido viento del sur. Todo se llevaba a cabo sin tropiezos, mientras el son de los martillos y los picos servían de fondo a las canciones imprimiendo ritmo y alegría en el trabajo.

Las dificultades se presentaron cuando debieron comenzar el techo. Los bosques estaban muy lejos, sobre los ribazos inferiores del macizo. A la altura en que se hallaba el campamento sólo había débiles arbustos aislados de madera fibrosa y retorcida; pero, algo más allá del extremo opuesto del lago, inmediatamente después de una profunda hondonada, se hallaba un bosque quemado cuyos troncos se mantenían erguidos aún. Hacia allá partió una expedición en procura de la madera indispensable para la construcción de vigas. Al hachar los árboles pudieron comprobar que no estaban tan deteriorados por el fuego, el que sólo había carbonizado las cortezas. Los hermanos debieron emplear todo su ingenio para lograr que los troncos sin ramaje no rodaran por el precipicio al ser volteados; pero lo peor era cómo transportarlos a través de la escarpa sin caminos. Con gran esfuerzo y con movimientos muy bien medidos, cada diez hombres lograron levantar un solo tronco sobre uno de sus hombros y con la debida inclinación del cuerpo, indispensable a la subida; fueron escalando la abrupta pendiente. Finalmente, después de soberana fatiga, las vigas estuvieron puestas en su sitio.

La próxima dificultad consistía en bajar las lajas que cubrirían el maderamen, las que podían encontrarse en las más altas estribaciones de la montaña donde se hallaban los tres últimos lagos. No era posible usar otro material, pues el lugar donde se construiría el refugio era muy castigado por fuertes vientos y las lajas constituirían un techo bien resistente y pesado, a la vez que bello, ya que la obra sería edificada a la manera de las

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antiguas viviendas aldeanas. Por eso todos, incluyendo al Maestro, sin titubear ascendieron hasta los más lejanos lagos en procura de las lajas. Arriba prepararon el material; felizmente las lajas de Rila se descaman fácilmente pudiéndoseles dar el espesor deseado; no obstante, descender con ellas resultaba bastante engorroso. Algunos hermanos prepararon soportes especiales para poder transportar las placas más pesadas y al fin pudieron ser colocadas sobre las vigas a dos aguas. Luego se edificó el fogón y se hicieron algunas comodidades para guardar los enseres de cocina y las provisiones. Y así quedó construido el refugio. Las peripecias quedaron atrás. Este es un símbolo más de colaboración mutua y sentido comunitario.

Muy cerca de la pendiente oriental del lago Mahabur, también fue descubierto un manantial y semejante al trabajo que hicieron con el hallado junto al lago Elbur, aquí se construyó una fuente cuyas piedras fueron ordenadas en forma de corazón. El agua que de allí mana se desliza sobre un lecho cubierto de hermosos guijarros para volcarse luego en el lago, ya filtrada y purificada por el sol, desde una gárgola de piedra tallada.

Una mañana, después de la acostumbrada limpieza de la fuente, todos se sentaron sobre el césped para descansar y cambiar ideas sobre el trabajo. Entonces el Maestro dijo:

"Habéis limpiado la fuente. Hay una ley que dice: Lo que hacéis afuera también lo hacéis para vuestro interior. Cuando limpiáis la fuente dentro de vosotros se abre un límpido manantial, Arreglando las cosas exteriores se ordenarán vuestros pensamientos; por otra parte, lo que hacéis en vuestro derredor, habrá de reflejarse en toda la humanidad. Al limpiar aquí las fuentes ayudáis a la elevación de este pueblo y dais un nuevo impulso a su vida; porque después de la limpieza el agua comienza a deslizarse fácilmente y la alegría que ella irradia en su movimiento se trasmite al hombre. Si alguien llegara ahora a la fuente ya purificada, la alegría invadirá su alma. Muchos seres se sienten desesperados y pesimistas, eso es porque a su alrededor hay manantiales que deben limpiarse. Las surgentes son muy buenas como método para la transformación de las energías y de los estados tristes. De ellas mana una fuerza inteligente que actúa sobre el hombre y lo equilibra.

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"Un día de estos lo dedicaremos al campamento y haremos varios senderos necesarios. Cuando alguien llegue aquí se dará cuenta que sobre el lugar trabajaron con nuevas ideas. Porque en cada trabajo se imprime la idea; por ejemplo, quienes pasen por los puentes que hacéis habrán de recibirlas. Trabajad de tal modo como si Dios fuera a llegar de visita. Todos debéis alegraras porque el día de hoy contiene todas las bendiciones divinas.

"Sabed que aquí, junto a estos lagos, debéis cumplir una misión. Aquellos que os han traído aquí os la han asignado. Estos lugares son para meditar y orar. Se ha dicho que para orar hay que penetrar en el secreto aposento; ese es el lugar de la verdad dentro del hombre, ese es un lugar sagrado, una región a la que si el hombre no penetra la oración no podrá ser escuchada. Ese lugar oculto alguna vez lo encontraréis de día, al salir el sol o al ponerse; y alguna vez lo encontraréis a media noche. Sólo allí veréis cumplidos vuestros anhelos. Muchos de vuestros fracasos se deben a que descuidáis esta regla.

"La oración es el método más importante para el crecimiento, pero muy pocos saben orar. La oración no es 'un acto externo, no es solamente pronunciar palabras, sino que es algo profundo, interno. El hombre debe permanecer en constante comunión con el pensamiento de Dios y no permitir que se corte. Si correctamente se penetra en la región sagrada, se tendrá armonía en los pensamientos, sentimientos y voluntad y una gran alegría interior será la señal de un desarrollo correcto. De esta manera os vincularéis con el mundo de los seres adelantados. Si comenzáis a orar, cada puerta se abrirá ante vosotros y si oráis por la mañana, al levantaras, sabed que las puertas de la vida permanecerán abiertas durante todo el día.

"La oración es un proceso divino. La fórmula 'El amor de Dios nos trae la vida plena' es una de las más breves oraciones. Si pensáis en Dios y en los seres elevados os vincularéis con sus pensamientos y sentimientos. Aprended a orar sobre lo más importante. Hay que saber qué es lo que se pide a Dios. Lo más inteligente: es pedir el aprender a cumplir la divina voluntad porque cumpliéndola todo lo tendréis: conocimiento, amor, fuerza y todas las mejores condiciones. Las Escrituras dicen: 'Que se haga la voluntad del Padre'. Ese es el único camino por el cual podemos pasar. Cuando nuestros deseos se oponen a los grandes principios no podremos

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tener éxito; en cambio, cuando están en armonía con ellos, el éxito es seguro.

"Si no nos vinculamos con Dios no habrá ciencia posible. Sólo Aquel que todo lo ha creado nos puede enseñar. Orad a Dios para entrar en Su trabajo, para tener participación en él. Es necesaria una completa concentración para orar. La concentración y la contemplación son buenas prácticas porque constituyen un proceso de la voluntad. No es posible pensar si se está en continuo movimiento. Cuando empecéis a orar debéis olvidar todo lo demás frente a lo Grande en que pensáis.

"La verdadera oración está contenida en el amor. Mediante la verdadera oración vosotros enviáis vuestro amor y gratitud a Dios. Cristo dijo que lo que pidáis en su nombre os será otorgado. ¿A qué nombre se refería? Lo que se pide en nombre del bien y del amor será otorgado. En un lugar tranquilo donde no haya nadie haréis un vínculo interno con Dios y después iréis a los hombres. Debéis tener esta comprensión; de lo contrario nada alcanzaréis. Las relaciones con Dios deben ser correctas.

"No es fácil salir del charco de la vida ordinaria en que se está sumergido y dirigirse por el camino de la ascensión, por el camino del despertar, por el camino que conduce a los divinos principios. Ese es un problema muy complicado; no es tan fácil como parece a primera vista. Para que el hombre pueda resistir todas las contrariedades propias del ambiente debe tener poderosa fe y orar para obtener la ayuda de Dios y de los seres adelantados, El decaimiento se debe a las influencias circundantes. El único remedio es retraerse profundamente en sí mismo y sumirse en oración y contemplación, cerrando todas las puertas del mundo exterior mientras dure ese momento. El manantial no irá detrás de ti. Por donde vayas volverás a él y te limpiarás porque al andar por el mundo te has enlodado.

"Hemos venido a la montaña y aquí hemos hecho nuestra campamento. Tenemos el propósito de establecer un vínculo entre el Mundo Divino y el físico. Si alguien piensa que en la montaña no hay nadie, se equivoca. Hemos venido a la montaña para alegramos de las obras divinas, para encontramos con Dios y conversar con Él. Aquí hemos venido para descubrir una gran riqueza. En Rila hay lugares que contienen aquel néctar, aquella primerísima fuerza, el elixir vital. Pisando esos lugares os

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rejuveneceréis. Algún día podréis andar por esos lugares. Una excursión tiene sentido hasta tanto se vea a Dios en la naturaleza. En la montaña se puede obtener la pureza y al bajar al llano todo cuanto habéis tomado de la montaña lo debéis elaborar para que haga su trabajo. En la montaña el hombre tiene mayores posibilidades que en la ciudad para hallar la verdad. Nosotros hemos venido para entender cuál es la Voluntad Divina y cumplirla. Cada viaje a la montaña tiene como propósito entrar en contacto con las fuerzas de la naturaleza viva y hallar el ennoblecimiento del ser para retornar renovado físicamente y con nuevos pensamientos en la conciencia. La excursión es un viaje a un mundo superior; quien quiera ser bueno debe subir a las cimas de la montaña. Si subimos a la montaña para saber qué es lo que Dios pide de nosotras, esta subida tiene sentido; y si bajamos al valle para llevar a los demás lo que hemos tomado de ella, ese descenso también tiene sentido. Nuestras ideas aquí son fuertes porque estamos en lo alto. Son pocos los que pueden vivir tan alto como nosotros. Aquí aun los montañeses no han podido hacer sus viviendas, ellos bajan para dormir. Desde aquí mandaremos nuestros buenos pensamientos a todos los hombres del mundo. Emitiendo nuestro pensamiento desde la montaña seremos como radioemisoras y aquellos seres que comprendan las leyes de la naturaleza los van a transmitir de estación a estación. Nada se pierde. Estos lugares son ideales para la; oración y la contemplación, para el trabajo místico y también para el trabajo externo capaz de hablar de estas cosas a quienes vienen por aquí.

"El mundo hoy pasa por un cernidor. Aquellos que están preparados serán puestos a un lado y los otros caerán; su elevación se hará más tarde. Hoy tenéis que pasar el tiempo haciendo excursiones espirituales, leyendo y meditando. Id a la cima a meditar. Aquí en Rila solamente obtendrá resultados aquél que efectivamente se pueda sumergir en la vida de la montaña. Este es un lugar para manifestar el amor. El hombre puede encontrar lo Grande y lo Bello en el mundo, sólo en lugares altos. En tal sentido, diariamente se debe subir a las cimas más altas. Físicamente se puede estar en la llanura, pero mental y espiritualmente por los lugares elevados."

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MARAVILLOSAS EXPERIENCIAS EN EL MUSALA

Fue un día como pocos aquel que pasaron en la Cima de la Meditación. La radiante luz permitía abarcar un amplio panorama en el que podían descubrirse como dibujadas tenuemente en el horizonte las más lejanas cimas. La cadena de los Rupi con sus inasequibles cumbres parecía más imponente y más cercana; algo más allá, el Músala, y, por último, como planos superpuestos, la muralla de crestas azuladas de los Rodopes. Los hermanos llamaban a esos días magníficos "Fiestas de la Naturaleza" porque, efectivamente, todo vibraba de alegría y luminosidad indescriptible y el alma sedienta se disponía a recibir las revelaciones más anheladas. Sentados sobre la hierba de una pequeña meseta, rodeando al Maestro, contemplaban el cautivante mundo de la montaña. De pronto, señalando el espléndido paisaje, el Maestro comenzó a hablar:

"Todas estas formas están hechas por otros seres y ahora vosotros las aprovecháis. En ellas se ha trabajado durante miríadas de años. Eso es para aquel que entiende. El Señor ha puesto cada piedra en su lugar. ¡Cuántos seres han trabajado durante tanto tiempo para construir este panorama que vemos! Esos seres inteligentes han trabajado de acuerdo con un gran plan. La formación de estas montañas comprende una historia completa. ¡Qué sabiduría sé oculta en este libro sagrado! Cuando el hombre viene a la tierra debe llegar a saber que todo descansa sobre una ley. Quienes han trabajado para construir este ambiente, lo han hecho para hombres despiertos; el viento sopla para' ellos, los ríos corren para ellos, el sol ilumina para ellos. Los seres que han trabajado esta tierra han terminado su evolución. En cada forma han dejado sus ideas, por eso nosotros sentimos un placer especial cuando penetramos en la naturaleza. Al ponemos en contacto con las piedras, las flores, los lagos, nos vinculamos con las ideas de esos seres adelantados y aun con ellos, mismos. La tierra todavía no ha terminado su desarrollo y aún trabajan y seguirán trabajando esos seres perfectos.

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"Nuestro deber en el futuro habrá de ser continuar ese trabajo, porque nosotros seguimos tras la huella de esos seres. ¡Cuántos trabajadores hay aquí! En este momento hay millones de esos seres trabajando. Si alguien nos escuchara hablar de esta manera, pensaría que todo esto es un cuento de las mil y una noches. Los Rupi son inaccesibles. Allí habitan seres elevados. Alguien podrá pensar que cuando vaya a esas cimas podrá seguir viviendo groseramente manteniendo pensamientos ordinarios; pero esos lugares son sólo para quienes piensan en Dios. Cuando Moisés llegó frente a la zarza ardiente oyó una voz que le instaba, a sacarse los zapatos porque pisaba un lugar sagrado. Así Moisés aprendió que los lugares sagrados existen. Y aquí también hay lugares sagrados, pero se vuelven muy peligrosos. Si vais allí sin estar preparados, pueden sucederos cosas lamentables. Esos lugares son impenetrables; pero si alguien lograra llegar, debe estar bien templado. Es mejor que esos lugares estén tan alejados. Un ser adelantado, aunque se encuentre a millones de kilómetros de distancia, puede estar junto a vosotros en un instante. El hombre no debe inquietarse por ello, sino que debe trabajar. La vida es un grandioso trabajo en el que todos participan. Mientras cada uno trabaje, participa de ese modo en el trabajo de la naturaleza. Los lugares más puros son los polos, luego algunas cimas de los Himalayas y en América hay lugares sagrados que no han sido aún pisados por pie humano. Estas montañas a nuestro alrededor son como un libro cerrado. Aquí podríais leer el pasado, saber qué plantas y animales hubo, así como también podríais predecir el futuro. ¡Cuántas cosas están escritas en este libro hermético! ¡Cuántas riquezas contiene! Si ahora se os 'abrieran los ojos' veríais ante vosotros un mundo distinto.

"Esta mañana, durante la plática en la Cima de la Oración, asistieron muchos amigos del Mundo Invisible. Llegaron a vosotros pero no les habéis conocido. Los seres que viven aquí tienen sus centros en los que no ha pisado pie humano; esos lugares son invisibles, permanecen desconocidos y se vinculan con otros centros más superiores todavía.

"Aquí se puede introducir cultura porque el terreno es favorable. En Egipto, para introducir cultura, se vieron precisados a construir las pirámides. Sobre ellas descansa la cultura egipcia; fueron creadas porque no disponían de altas cimas y de esta manera lograron obtener transformadores de las energías cósmicas que llegan a la tierra. Esas

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energías transformadas son distribuidas luego por doquier. Hay lugares especiales en los que se pueden obtener energías especiales.

"Al contemplar esas rocas leo en ellas cómo han vivido los hombres en épocas pasadas. ¡Qué extrañas historias! ¡Qué epopeyas religiosas se vivieron aquí! ¡Cuántos adeptos han pasado por estos lugares! Este macizo entre el Olimpo, Shar y Rila ha sido muy grande, con una altura de diez mil metros. Todo este macizo comprendía el Olimpo, morada de los dioses. El Músala tuvo una altura de hasta ocho mil metros. La falta de sedimentos indica que nunca ha estado sumergido bajo agua. En lejanos tiempos los Balcanes tuvieron clima tropical. El macizo Rila-Rodope fue un centro de fuerzas inteligentes que han trabajado mucho. Aquí ha existido la Logia de la Fraternidad Blanca Cósmica desde la antigüedad más remota. Algunas montañas han perdido su altura y después de muchos miles de años se convertirán en valles y llanuras; en cambio, surgirán nuevas montañas y el suelo que ahora está debajo del agua emergerá. Ya se está preparando un nuevo continente para la Raza venidera. Después de un tiempo el descenso cesará y habrá de comenzar una nueva elevación."

Se había organizado un viaje al Músala. La noche anterior a la salida nadie se acostó pues debían alcanzar la cima antes del alba. Cuando todo estaba listo para la partida pudieron observar, a través de la vaga luz nocturna, que espesos cúmulos de nubes iban cubriendo el cielo haciendo suponer que el tiempo empeoraría. No obstante, el Maestro confirmó a sus discípulos que, tal como lo habían proyectado, alcanzarían la cima de la montaña sagrada.

El Maestro, como de costumbre, iba al frente del grupo que avanzaba lentame1te por los empinados senderillos. Mas la noche se fue tornando tremendamente oscura y heladas ráfagas comenzaron a castigar los rostros. De pronto, el bosque se sacudió estremecido por el fulgor de los relámpagos y el retumbar del trueno. La lluvia se lanzó a raudales y, como si eso fuera poco, comenzó a granizar y no había dónde guarecerse.

El senderillo se había vuelto muy pesado; las botas chapoteaban y resbalaban entre el barro y los pedruscos que se desprendían de las laderas y las linternas no alcanzaban casi a iluminarlo tras la espesa cortina de agua que seguía cayendo pertinazmente.

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-Maestro, ¡no podemos seguir así bajo esta tempestad! -dijo un azorado discípulo.

-Sí, Maestro, es mejor que volvamos porque podemos enfermar -añadió otro, con visible temor. A lo que el Maestro respondió:

-Tenéis razón, vosotros debéis volver. Si tenéis miedo de enfermaros, seguro será que enfermaréis.

Quizá sin comprender lo que el Maestro quiso decir, unos cuantos retrocedieron. En otra oportunidad el Maestro había dicho: "La lluvia difícilmente puede apagar el fuego fuerte pero fácilmente apaga el fuego débil". Y entonces esa frase recobraba vigencia. La mayoría de los discípulos, en cambio, se decidieron llegar hasta la cima, seguros de que contaban con la protección de su Maestro. Y al fin llegaron. La experiencia fue recibida con el corazón colmado de gratitud, así como la Divina Enseñanza indicaba que se hiciera. No obstante, en la cima la lluvia se había convertido en nieve y el viento castigaba con mayor rigor. Los pies se habían entumecido por el frío y la caminata y no había lugar donde sentarse a descansar. El soberbio espectáculo que se hubiera admirado en ese amanecer, de haber sido mejor tiempo, permanecía oculto tras la tempestad. Entonces pronunciaron una breve oración y meditaron un instante, tras lo cual emprendieron el regreso.

Al llegar junto a los lagos del río Bistritza, en las primeras estribaciones de la montaña, la lluvia y el viento comenzaron a menguar y resolvieron acampar allí. Fue entonces cuando el Maestro pronunció su memorable plática sobre el Pequeño Tallo, que dice así:

"Cada tallo que brota de la tierra verá los rayos del sol. Podéis preguntar por qué estamos debajo de esta lluvia. Esta es una enseñanza demostrativa. Cuando el campo está sembrado, la lluvia es una bendición; de lo contrario, la lluvia significa una desgracia. Cuando el campo está sembrado y llueve el trigo crecerá y cuando no lo está, por la lluvia crecerán las malezas. Pues cuando en vuestra vida llegue la Divina Bendición y no hubiereis sembrado nada, crecerán cardos y espinillos y las desgracias vendrán una tras otra, así como la sombra corre detrás de la rueda. No os engañéis a vosotros mismos. La vida no comprende las manifestaciones exteriores. Lo exterior no trae el bien; el bien es algo interno. El hombre debe ser bueno en su corazón. Si el hombre no puede

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amar la vida que Dios ha puesto en él, si no puede valorar su alma y si la pureza como substancia es incomprensible para él, ¿cómo puede enseñar a los demás? Son extraños los hombres cuando quieren saber mucho, ser inteligentes y geniales para asombrar al mundo. Dios en todos ha puesto una mente; ¿por qué unos son ignorantes y otros no lo son? Porque unos han trabajado con su mente y otros no. Aquel a quien Dios le ha dado una mente y no la hizo trabajar anda por el camino ancho y resbaloso. De tal hombre decimos que no, es inteligente. Nosotros hemos venido a la tierra para estudiar. Se debe comprender que la tierra es sagrada; la humanidad con sus vicios la ha mancillado. Cuando no se comprende qué es la, tierra, suele decirse que es impura y se le atribuye el pecado, cuando en realidad en ella se cometen toda clase de crímenes. Más ella constantemente nos da todo lo valioso que posee, el trigo y las frutas. Las bendiciones que ella recibe de lo alto nos las ofrece y, a pesar de ello, muchos escupen sobre su suelo; ¿por qué?, ¿de qué es culpable la tierra? Muchos escupen sobre la tierra e impregnan su saliva de todo lo malo que se ha acumulado en su mente y corazón, transformándola en un jugo venenoso que se lanza fuera de sí en los estados de ira o irritación.

"¿Por qué habéis subido al Músala? ¿Por qué os han recibido los relámpagos, la lluvia y la nieve? ¡Ese es el idioma del cielo! Dios me dice: 'Dile a esos hombres que si cumplen mi voluntad yo derramaré toda clase de bendiciones sobre ellos. Si están contigo y escalan las alturas deben ser puros. Si tienen deseos y pensamientos flojos, si guardan el más pequeño egoísmo, no me podrán servir'. Vosotros sois mejores que los demás, pero en comparación con los ángeles, que cumplen la voluntad divina sois débiles y no le podéis servir. ¡Es muy bello poder manifestar los talentos que Dios ha puesto en el' alma! ¡Bello es hacer lo que Dios pide de nosotros! Os preguntaréis cómo es que Dios me habló así. Cómo me habló Dios, eso no es importante; pero debéis saber que en un sentido directo o figurado, esas son cosas que Dios dice.

"Muchos de vosotros habéis dejado vuestras virtudes sin manifestar; es decir, vuestras semillas no han germinado en vuestro campo. Yo hablo sólo de las virtudes. Vuestras faltas se deben a las virtudes semidesarrolladas. En la vida todos estamos unidos porque los pecados de uno son los pecados de todos y las virtudes de uno son las virtudes de todos. ¿Qué son los pecados? Los pecados aparecen como consecuencia de

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la retención de los dones divinos. El hombre debe servir de conductor de la bondad divina; por eso, si el justo no cumple con su deber, si no llega a tiempo cuando Dios lo llama, todos sufrirán porque están unidos con su vida. Si uno no quiere cumplir la voluntad divina, habrá de encontrarse quien la cumpla. En Dios siempre existen otras posibilidades. En cierto caso, tú que eres llamado a ser portador del bien divino debes abrir tu corazón y tu alma para que la bondad de Dios pase a través de ti y pueda llegar a todos los hombres. Dios quiere que su bondad pase por todas las almas. No debes pensar que eres un ser pequeño y poco desarrollado, que no vales nada, que no puedes hacer grandes cosas. Eso es no tener comprensión. Verdad es que grandes cosas quizá no hagas, pero al menos podrás hacer pequeñas cosas; con terminadas, eso es suficiente. Debes decir: Ahora yo abriré mi corazón y mi mente para que el bien divino se manifieste. Esa es la voluntad de Dios, que manda el bien para todos como los rayos del sol. ¿Pensáis que si alguien clava los postigos de su ventana podrá recibir los rayos solares? Si las ventanas están clavadas por fuera, yo las abriré; pero, si están clavadas por dentro, eso sería, lo malo.

"Se dice que los hombres no son buenos. ¿Qué filosofía hay en esto? Yo hago esta interpretación: Desde hace miles de años los hombres han cerrado sus almas; en ellas han acumulado demasiada energía y al no poder usarla inteligentemente, la usan para crear desgracias en ellos mismos y en los demás. ¿Qué debemos hacer? Hay que aprovechar esas energías así como ahora aprovechamos la leña que estamos quemando.

"Hoy hemos escalado el Músala, eso es bueno, pero sólo significa una hazaña externa. Algunos han vuelto sobre sus pasos; eso indica que no todos están listos. Si aquel que escala el Músa1a tiene muchas virtudes y al mismo tiempo un gran defecto, paralizará su actividad hacia el bien y también su aspiración hacia Dios. Entonces ese defecto debe convertirse en virtud para que no sea un obstáculo para él mismo y para los demás. Yo he dicho que el hombre puede tener defectos, pero ¿cuándo? Cuando está en su etapa de desarrollo. Si llega al punto de servir a Dios, debe ser perfecto. Cuando hablo del servicio a Dios, comprendo aquel sagrado momento de nuestra alma cuando a Él nos acercamos con toda nuestra pureza y perfección; con pureza y santidad en los pensamientos, deseos y acciones. Sólo con la perfección del espíritu y la pureza del alma es posible entender qué es lo que Dios pide de nosotros en un momento dado.

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"Os pregunto cómo llevaréis la nueva enseñanza al mundo. Vuestras almas deben estar abiertas. Si vais a Dios con vuestras faltas y con los mismos deseos que tienen los hombres del mundo, ¿qué bendición les llevaréis? Si al predicar la Palabra Divina esperase que me paguen por ello para vestirme con lindos y modernos trajes, ¿pensáis que Dios estaría contento de mí? ¿Acaso el ama de casa se viste de fiesta para hacer los quehaceres? Las ropas nuevas sirven para casos especiales; como ser, para presentamos ante Dios debemos vestir las ropas más puras, que no tengan ni una sola mancha.

"Recordad esto: Cuando el campo está sembrado, la lluvia significa una bendición. ¿Por qué llueve hoy? Porque el hombre tiene grandes faltas y mucho egoísmo. ¿Entonces, es malo el hombre? No, no es malo, es bueno, pero sólo para sí mismo. Es mejor aún de lo que debe, pero para sí mismo. Seamos buenos. ¿Hacia quién? Si se trata de ser buenos para nosotros, ya lo somos; lo importante es ser bueno para Dios. El bien debe manifestarse en tres direcciones: hacia uno mismo, hacia el prójimo y hacia Dios. El hombre ha estudiado el arte de ser bueno para sí y también para su prójimo; pero ahora debe estudiar el arte de ser bueno para Dios. Eso es lo importante que se exige de vosotros. La pequeña abejita que vuela a grandes distancias para juntar el polen y elaborar la miel es buena para ella y para su prójimo, pero aún no ha comprendido la gran ley, ser buena para Dios. Si tú quieres tomar un poco de miel, enseguida te clavará el aguijón, nada quiere dar a Dios. Para sí misma todo lo ha ordenado muy bien; su casita es limpia, ella es muy trabajadora, pero no conoce la ley. Y nosotros somos como las abejas. Si Dios nos pide la cosa más pequeña, le mostramos el aguijón. Entonces, desde ahora estudiaréis la ley de ser buenos para Dios. Así vuestra vida obtendrá sentido, la naturaleza viviente os hablará y todos ganaréis en experiencias. Si estudiáis la gran Ciencia Divina, adelantaréis en vuestro desarrollo."

Luego de esto, el Maestro cortó un tallito de hierba que crecía entre el césped y continuó: "Creceréis hacia arriba, como esta hierbecita. Un día ella os encontrará frente a Dios y dirá: 'Yo puedo atestiguar a favor de estos hombres, que un día se les ha hablado de Dios y de la gran Ciencia Divina'. Esta hierbecita puede hablar; por eso, vosotros abriréis vuestro corazón y haréis una purificación; habréis de arrepentiros y cualquier falta que hayáis cometido la corregiréis. Abriréis el libro de vuestra vida y haréis una

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profunda revisión de las buenas y malas acciones cometidas. Enmendaréis los pecados y si, a pesar de vuestro esfuerzos y preocupación, no podéis comprenderlos y corregirlos, los corregiremos nosotros. Si el discípulo no ve bien y no puede corregirse, el Maestro lo puede corregir.

"¿Qué llevaréis con vosotros al volver a la ciudad? Corregid vuestras faltas; amad como Dios os ama; trabajad en el campo divino y trazad un badén por donde vaya la divina bendición hasta la ciudad. Eso se hará, pero vuestro campo debe estar sembrado. ¿Quién abrirá los postigos de vuestras ventanas? Esta mañana los abrí yo, y no sólo los postigos sino también los techos de vuestras casas y he destruido los gruesos muros. Si miráis a vuestro alrededor veréis que no hay postigos, ni techos, ni muros, esa es la luz, esa es la libertad.

"Hoy os daré un recuerdo; una hierbecita, un pequeño tallo que os servirá como emblema porque al mirarlo diréis: 'Yo debo estudiar la ley del crecimiento'. Cada hierbecita oculta esta fórmula: 'La gran Ciencia de la Vida es servir a Dios'."

El Maestro arrancó un manojo de frescos tallos y los repartió entre sus discípulos.

-¿Podemos llevar a otros de estos tallos? -preguntó un hermano.

-Sí, pero con la condición de que prometan servir a Dios. -respondió el Maestro, prosiguiendo luego su plática:

"Si no tenéis en vosotros la idea del servicio de Dios, la hierbecita carecerá de importancia. Si servís a Dios debéis sembrar algo. En el futuro, cuando os sentéis sobre el césped habréis de tener la idea de servir a Dios porque la hierba os hablará de ello. La idea básica de esta plática es servir a Dios. Empezamos con la más difícil ciencia, la divina, la que nos descubrirá todo aquello que anhela nuestra alma y nuestro espíritu aspira. Los puentes más fuertes se construyen sobre los grandes ríos, porque por ellos han de pasar pesadas cargas. Cuanto más fuerte sea el puente, tantas más cargas podrán transportarse por él. Cuando un hombre es sano, fuerte y sabio, Dios le da trabajos más pesados, de mayor responsabilidad. Habrá quien no quiere ser puente. Debéis convertir os en puentes entre Dios y los hombres y por vuestras espaldas pasarán los ángeles. Cada ángel que pase os dejará una bendición. Nosotros habremos de ser puentes no para lo

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humano sino para lo divino. La palabra 'puente' significa un vínculo, un eslabón entre lo divino y lo humano. Vuestra conciencia del servicio de Dios debe asistir a cada acción, por más pequeña que esta sea. No debéis decir que tal cosa es difícil y que para ello es preciso tener grandes condiciones. Si vais a la fuente, ¿llevaréis agua?, si 'vais a una huerta, ¿llevaréis hortalizas? En cambio, si vais al desierto os proveeréis de agua.

"Debéis decir: 'Yo puedo servir a Dios en todo tiempo y condición'. Os convertiréis en verdaderos servidores cuando podáis vencer todos los obstáculos en vuestra vida. Hoy hemos superado un obstáculo. Escalamos el Músala con lluvia, nieve y granizo. Quien se entere de esto pensará que es rara nuestra mente. ¡Cómo pudimos escalar el Músala con semejante tempestad, tan temprano, en plena oscuridad! Dirán que somos tontos. Pero nosotros pensamos de otra manera sobre esta cuestión. Con buen tiempo, cualquiera puede subir al Músala, lo importante es subir con mal tiempo. Si os preguntan qué importancia puede tener subir a la montaña con tal tiempo, responderéis que se trata de una enseñanza demostrativa. Yo quisiera que pudierais retener en vuestra mente esta excursión como algo excepcional para vosotros.

"Mucho tiempo debe trabajar el arado divino sobre vosotros para que recibáis la luz. Al mundo llegará tal sacudida que no quedarán techos sobre vuestras cabezas. ¿De qué techos estoy hablando? De las cadenas que limitan a los hombres. Cuando esas cadenas desaparezcan y se abran los postigos de vuestras ventanas, llegará Dios y vosotros seréis libres. Vuestras almas se abrirán para lo Grande en el mundo y entonces os alegraréis. Solamente así conoceréis a Dios. Vuestros oídos se abrirán a Su Palabra y también vuestras mentes. Sólo así seréis hermanos entre vosotros. Yo no me refiero a la hermandad que desaparece en cuatro generaciones y no deja rastros tras de sí. Yo hablo de aquella hermandad que no desaparece. ¡Esa es fraternidad!

"¡Que la divina bendición sea con vosotros!

¡Que el divino amor sea con todos vosotros!

¡Que perdure este amor por siempre!"

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Los hermanos expresaron su deseo de tener la plática de ese día, la que había sido tomada taquigráficamente por una discípula, a lo que el Maestro respondió:

-Eso ya está, se hace lo que queráis.

-¿A quién podemos dada? -preguntó un discípulo.

-A quienes se ocupen de la Divina Ciencia. -respondió el Maestro y luego continuó:

"El pequeño tallo que os he dado no se perderá y habrá de hablaras siempre. Esta plática no se ha podido pronunciar en la cima del Músala porque vuestros pies se habían enfriado demasiado. Aquí, abajo, pudo darse. Ha sido muy bueno que hayáis tenido la suficiente intrepidez para subir con tan mal tiempo. Eso demuestra que también en lo Divino habréis de superar las dificultades y todos los obstáculos. Vuestra hazaña me alegra. Desde el punto de vista de la Divina Ley quien da, siempre recibe. Lo importante es que la mente y el corazón permanezcan abiertos."

La lluvia había cesado. Las nubes se separaban para dar paso a los rayos del sol, que cama haces blanquecinos parecían sumergirse en las aguas del lago cercano, mientras el iris plasmaba sus colores sobre las laderas de Rila.

-¡Mirad! -dijo el Maestro. -¡Ya la cima se ha iluminado! ¡Volvamos a subir para ver el sol!

EXTRANJEROS EN RILA El centro espiritual de Izgrev fue tomando carácter internacional.

Algunos discípulos viajaron a otros países llevando el mensaje del Maestro y sus ideas despertaron interés en Francia, Norte América, Yugoslavia, Letonia, Estonia, Finlandia, Suecia, Suiza e Italia. Así fue que muchos extranjeros comenzaron a visitar la Fraternidad atraídos por la nueva enseñanza. Algunos de estos extranjeros comenzaron a participar de las Congregaciones a partir del año 1932; otros llegaron a Izgrev atraídos por la forma de vida que allí se desarrollaba, uniéndose luego a los grupos de discípulos que durante el verano acompañaban al Maestro en el

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campamento de Rila. Entre todas esas visitas fue memorable la efectuada por un numeroso grupo de profesores y estudiantes universitarios franceses en el año 1939, quienes desearon, compartir con los hermanos búlgaros la vida en la montaña.

La paz serena de las altas cimas; la luminosa mansedumbre de los lagos, las palabras de amor y de verdad; la vida sana, activa; el pensamiento puro y elevado; la caridad, la comprensión, la amistad sin restricciones, el espíritu libre... ¡Qué lejos estaba todo del sofocante hálito de guerra que amenazante se cernía sobre el mundo! Sí, aquello había quedado atrás. La angustia, el miedo, las banderías, los antagonismos, las intrigas, las maniobras bélicas y todo cuanto preceder pudiera a la gran hecatombe, parecía lejano, ajeno, inconcebible.

El Maestro pronunciaba su plática como de costumbre, al despuntar el día; siempre con el mismo tono suave, sin gravedad ni efectos; retóricas, con la palabra simple y veraz del sabio. Después se abrían las conversaciones; surgían preguntas, unas veces ávidas y profundas; otras, sencillas, un poco circunstanciales. La situación mundial no interfería en ese ambiente pleno de sosiego y si alguien preguntaba, como lo hizo uno de los visitantes: "¿Qué puede decimos sobre los acontecimientos políticos actuales y la acción de los movimientos espiritualistas?", el Maestro respondía con frases tales como esta: "Las corrientes políticas y espiritualista s son solamente mensajeras de lo divino que viene. Son medios auxiliares. Cualquier cosa que sucediere habrá de convertirse en bien". Habrá de convertirse en bien... sí, así habría de ser. Detrás de esta breve frase quedaba todo dicho; el dolor, el gran maestro, haría su obra. Cristo le había mostrado a la humanidad un espléndido camino, el camino del amor, pero la humanidad eligió el camino del dolor. Bueno, por este camino también se llega; mucho más lentamente, pero se llega.

Generalmente después de las pláticas las conversaciones consistían en referencias de la vida mística de los discípulos, anécdotas y relatos de índole espiritual. Es de mencionar, como ejemplo, la experiencia de una hermana francesa relatada por ella misma y que dio origen al siguiente diálogo con el Maestro:

-Sedienta de encontrar el sentido de la vida, recorrí muchas sociedades de las que luego debí apartarme con desilusión. Un día,

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completamente desesperanzada, fui al jardín y me detuve frente a una flor. Medité largo rato pensando que en ella se ocultaba todo el secreto de la Creación. En ese momento, de súbito obtuvo una vislumbre interior que me hizo comprender que yo era la vida, que estaba en la flor, en el árbol, en todo. Me sentí de inmediato fuera del tiempo; no existían ni el pasado ni el futuro, sino el eterno presente. Me sentí inmersa en la unidad de la vida. Entonces una intensa alegría interior despertó en mí. Deseaba, poder abrazar a todo el que encontraba a mi paso y decirle que todos somos la vida. Mi estado duró una o dos horas. Al día siguiente sólo quedaba el recuerdo, aunque la alegría permaneció en mí algunos días. En aquel momento de la experiencia sentí que ya no podría sufrir; que es imposible que el sufrimiento se acerque a mí. Al volver a mi conciencia ordinaria sabía, sin embargo, que yo era la creación de Dios. Ahora, cuando miro a una flor, a un animal, a un hombre, pienso que son distintas expresiones de una misma cosa. Ahora yo sé qué es la vida una, pero no conozco los métodos para vivir mejor y estudiar.

-Cada divino pensamiento que se asienta en la conciencia traza el camino y prepara las condiciones ayudando a la realización de esto que deseas. Primero debes recibir aquellos pensamientos y sentimientos que no provocan perturbaciones y aquellas acciones que pueden ser aplicadas en la vida actual. Pensamientos y sentimientos determinan la acción. Cuando te encuentres frente a una gran dificultad vincúlate mentalmente con los hombres buenos de todo el mundo. Entonces el trabajo que deseas realizar se cumplirá más fácilmente. La dificultad consiste en que quienes se encuentran en un estado difícil piensan que en la tierra no hay hombres buenos; pero los hombres buenos pueden ayudarte. ¿Acaso, cuando un hombre pretende levantar un peso superior a sus fuerzas no llama a otro para que le ayude? Cuando te encuentres en dificultades, piensa en los hombres buenos e inteligentes. Esa es una regla práctica. El hombre debe trabajar con sus ideas así como trabaja el jardinero: primero se cultivan y luego, cuando crezcan y den sus frutos, se aplicarán. Quien desee trabajar en el jardín divino debe orar y se le darán las condiciones.

-Yo tengo firme fe en la existencia de Dios y de los seres superiores y también tengo fe en la fuerza de la oración.

-Todas las riquezas espirituales florecerán paulatinamente en tu alma. La semilla de una flor no tiene néctar, pero cuando se planta y florece

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contendrá el valioso néctar que libarán las abejas. El alma es cama esta semilla; cuando florezca habrán de descubrirse todas sus riquezas.

-Entre los grupos que visité encontré algunos en los que se trabajaba con el pensamiento para obtener beneficios personales, y en ellos me sentía muy limitada, como perdida...

-Puedes sembrar una semilla a una profundidad de dos o tres centímetros de la superficie y ella brotará; pero, si la semilla se planta a dos metros de profundidad no podrá brotar. Lo mismo ocurre cuando, el hombre alimenta su vida personal, hundiéndose cada vez más en la materia densa; es, como la semilla que se encuentra a gran profundidad, incapaz de manifestarse. No hay que preocuparse por lo externo. Si te preocupas te desmagnetizarás y te verás imposibilitada para trabajar. Aunque te encuentres en un estado difícil debes permanecer serena y fortalecer la fe en aquellas leyes que actúan en la naturaleza inteligente. Cuando empieces a trabajar sobre la vida interna se te descubrirán otras cosas. La nueva vida es semejante a la semilla que paulatinamente crece, y entonces, obtendrás conocimientos que de otro modo no se pueden obtener. Cuando se manifieste la nueva vida, habrás de resolver todas tus dificultades. Debes valerte de la intuición, escúchala siempre. Cuando lleguen a tu conciencia estados negativos, no les debes prestar atención porque ellos están fuera del ser y son pasajeros.

Después de este diálogo, otros hermanos extranjeros continuaron haciendo preguntas al Maestro:

-¿Qué podría hacer, Maestro, para reforzar mi voluntad?

-dijo uno de ellos.

-Aprende a respirar profundamente -aconsejó el Maestro, y luego agregó: Los sufrimientos también sirven para reforzar la voluntad. Es bueno saber resistir las cosas desagradables pensando que pueden sernos útiles, aunque no se sepa cuál será III utilidad que podrán tener. Si quieres permanecer en el punto más alto de vuestra conciencia, quiere decir que desearías que el sol permaneciera por siempre en el zenit, pero el sol se pondrá y luego alboreará nuevamente.

-¿Es necesario pasar por el camino de los sufrimientos? -preguntó otro hermano y varios otros de la vasta rueda manifestaron su deseo de que

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el Maestro se refiriera al tema. Entonces el Maestro, dirigiéndose a todos, dijo:

-El sufrimiento es el primer indicio de que la bendita mano de Dios trabaja sobre la humanidad y corrige sus errores. Ellos han construido la grandeza humana; son necesarios hasta tanto no se establezca una completa comunión interna con el amor, con Dios. Sufriendo el hombre comienza a pensar y a construir. Decís que este camino es malo. No, este camino no es malo, sino difícil sólo en su comienzo. Cuanto más os internáis, tanto más bello y liviano se torna. Cuando Cristo se enfrentó con terribles sufrimientos exclamó: "¡Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu!" Eso nos enseña que aun en el momento más difícil conservaba su fe y amor. También dijo: "Se me ha dado todo el poder, así en la tierra como en el cielo", después de haber bebido un trago muy amargo. ¡Grande y poderoso es el Hombre del amor, así en la tierra como en el cielo!

"Los sufrimientos significan el camino hacia la liberación. Ellos extirpan el mal del corazón. No toméis las dificultades de la vida como castigo; ellas son la mano que os bendice. No veáis las privaciones de la vida como castigo; ellas son un estímulo para la elevación. No veáis las desgracias de la vida como castigo; ellas son el bálsamo curativo en la mano que os eleva. Mediante el sufrimiento el hombre entiende qué cosa es servir al gran Amor que todo lo ha creado en el mundo. "En el Mundo Divino el sufrimiento es considerado un estímulo que libera al hombre de un estado inferior para introducido en un estado superior. Cuanto más se aceleran los sufrimientos, tanto más, cercano está el amor. Desde hace dos mil años los sufrimientos de la humanidad se aceleran más y más, porque la tierra ha entrado en una nueva fase. ¡Se aproxima la época del amor! Sólo en el amor comprenderéis el sentido de la vida y todas las contrariedades en ella desaparecerán. No es posible conocer la vida sin amor. ¡La vida divina la podemos gustar aun en esta tierra!

"Para obtener la felicidad se necesita muy poco. Es necesario tan sólo un poco de fuego. El fuego es el amor. Cada contacto con la realidad se llama felicidad; cada contacto con lo ilusorio de la vida se llama desgracia. Más no es posible permanecer constantemente en contacto con la realidad.

"El camino que nos lleva a la obtención de la felicidad es la virtud. La mayor posibilidad para cultivar la virtud es el divino amor. Y así, el

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amor favorece el camino para alcanzar la felicidad mediante la virtud. Por el amor, por Dios en nosotros, debemos estar dispuestos a todo; el propósito está adentro, afuera están las condiciones, la felicidad está dentro de nosotros. Somos fuertes porque llevamos el propósito y donde está el propósito se realizan las condiciones. Donde el propósito no existe, las condiciones permanecen sin manifestarse y de ello deriva el sufrimiento."

-¿Cuál debiera ser mi más grande propósito?

-Trabajar para alcanzar las nuevas ideas.

-¿Cómo debo afinar mi vida en concordancia con la Conciencia Cósmica?

-Primeramente es preciso tener pureza de pensamientos. El hombre debe estudiar las leyes del pensamiento, del sentimiento y de las acciones. La vida pura es necesaria para el místico. No permitáis en vosotros la entrada de pensamientos negativos; ellos habrán de venir, pero vosotros no los debéis aceptar.

-¿Cómo debemos hablar a los demás para transmitirles las nuevas ideas? -Lo que recibáis de Dios debéis transmitido a los demás y no sólo transmitido sino demostrado. Debéis comenzar con la aplicación de la ley del amor. Hay quienes comenzaron aplicando la justicia y quienes han construido grandes sistemas aplicando la sabiduría; pero lo que no comienza con el amor tiende a fracasar porque el amor es la base de todo y sin una base no se puede edificar. El Apóstol Pablo dijo que a todos invitaba a recibir el amor como nueva base de la vida. En Europa Occidental donde trabajáis con hombres de tendencia intelectiva debéis vestir el amor con formas de intelectualidad. El intelectual exige pensamientos claros y aplicables. Vuestras ideas serán probadas, por ello deberán ser rectas y veraces. Hablaréis sólo de aquello que creéis y amáis firmemente. El conocimiento actual está contenido en estuches más valiosos que el conocimiento mismo. Nuestro conocimiento, en cambio, está contenido en estuches muy sencillos, de muy poco valor en comparación con el conocimiento que contienen. No es necesario discutir sobre cuál enseñanza es la más correcta. Todas las enseñanzas deben ser aplicadas en la vida y aquella que otorgue mejores resultados, esa será la enseñanza verdadera, la enseñanza divina.

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-Es que la gente quiere saber a qué iglesia pertenecemos, cuál es nuestra religión y nuestra idea de Dios.

-La salvación de la humanidad se oculta en aquella gran religión que une a todas las religiones como partes de un todo. Esta religión, nuestra religión, es el amor. El amor que une a todos los hombres, los pacifica y resuelve todos sus antagonismos, introduciendo en ellos la verdadera felicidad. Quien conoce el amor habla solamente de la Grandeza de Dios. Si el amor no une, ¿cómo puede hacerse la voluntad divina? La iglesia debe estar en vuestras almas y allí debéis servir a Dios. En ese templo debéis hacer los sacrificios y las alabanzas.

-Maestro, en Francia se encontraron documentos en los cuales se dice que los bogomilos creían en la reencarnación. ¿Qué nos dice sobre esto?

-Ha llegado el tiempo de que se hable más abiertamente sobre los bogomilos, En cuanto a su creencia en la reencarnación os diré que esa idea es muy útil como método de auto-perfeccionamiento. La reencarnación significa que se vuelve a nacer para reivindicarse del pasado y elaborar el porvenir. Si ayer se ha trabajado, hoy también se debe trabajar; aunque algunos religiosos piensan que es el Padre quien debe trabajar y que todo lo tiene previsto para vivir; mas Cristo también vino a la tierra para ayudar a trabajar. Y Cristo también ha de volver, pero esta vez, en vuestras almas.

La pregunta había sido respondida y antes de que surgieran otras, continuó:

"La organización del mundo se debe a la Gran Fraternidad Blanca Cósmica y todas las religiones son métodos que ella emplea y fueron creadas por los miembros que la integran. En sus archivos se conservan todos los secretos, nada se ha omitido. La Fraternidad Blanca es aquella gran Sociedad del Mundo Divino que se vincula directamente con Dios y con Cristo. Al finalizar este siglo los grandes Iniciados volverán a la tierra, aunque ahora ya están trabajando en ella, pero no en cuerpo físico.

"La enseñanza de la Fraternidad Blanca es inmutable. Su base es como roca indestructible. En esta enseñanza están registrados y conservados los hechos y principios existentes desde la creación del mundo y un día, cuando os desarrolléis suficientemente, seréis capaces de ver ante

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vosotros, como cuadros vivientes, toda la: historia y las etapas por las que habéis pasado hasta alcanzar vuestra fase actual. Para los discípulos de la Gran Fraternidad Blanca, los Maestros descubrirán los archivos del cosmos. Ellos son los guardianes del libro de la vida y vosotros habréis de leer en él. ¡No hay bien más grande que este! Vuestra mayor aspiración habrá de ser lograr este arte. Un día agradeceréis el haber tomado este camino. Cuanto más temprano comencéis a transitar por él, tanto mejor será; y si más tarde lo empezáis, más tarde llegaréis.

"Si sois fieles a la ley del amor alcanzaréis el conocimiento. Ahora yo voy a inscribir a aquellos aspirantes que quieran ser discípulos del primer curso que comprende el amor, y los Hermanos Blancos les harán un lugar en la Gran Escuela. La Hermandad Blanca transita por el camino del amor. Cuando entréis en este camino veréis que no hay otro mejor.

"En un tiempo los bogomilos trabajaron en este camino, pero corno, los búlgaros no estaban preparados los persiguieron. Esa es la causa de la esclavitud de Bulgaria bajo el yugo turco. Después de la liberación de este país, volvieron. Ellos son los actuales alumnos de la Fraternidad Blanca. Los bogomilos en sus reencarnaciones han trabajado en Egipto, Asiria, Babilonia, Persia y Grecia. En la época de Cristo estuvieron en Palestina, para luego volver a Grecia y de Grecia ir a Roma. Estos hermanos se dividieron en tres ramas después de haber vivido largo tiempo en Egipto. La primera rama, llamada egipcia, de Egipto pasó a Persia y luego a Grecia. La segunda rama, llamada Palestina, de Egipto pasó a Palestina y en la época de Cristo pasó a Roma para trabajar más tarde en Inglaterra y Alemania. La tercera rama es, la llamada Bogomila. Esta rama de Egipto pasó a la India, de allí a Arabia, Siria, Asia Menor y Bulgaria. Los alumnos de la Gran Fraternidad Blanca Cósmica en la época actual representan el conjunto de las tres ramas. En Bulgaria en la actualidad hay representantes de las tres ramas. Aquellos que guían las- tres ramas son Grandes Iniciados. Primeramente se manifestó la primera rama, luego la segunda y, por último, la tercera. En Grecia se llamaron órficos; en Palestina, esenios; en Egipto, herméticos; en Persia, mazdeistas. Estos últimos pertenecieron a la primera rama y esta primera rama es la que anteriormente edificó las pirámides en Egipto. En la India, las tres ramas han dejado mayor ciencia filosófica, mientras que en Egipto han dejado mayor cantidad de material científico.

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"La primera rama tuvo el propósito de preparar las condiciones para el advenimiento de la cristiandad, desarrollando la conciencia de la humanidad en este sentido. La segunda rama, en cambio, debió introducir la cristiandad en el mundo y divulgarla mientras que la tercera rama tuvo por misión realizar la enseñanza divina, el cristianismo. Los bogomilos no tuvieron éxito en Bulgaria debido a la persecución por parte de los círculos reaccionarios, pero dieron un poderoso impulso a la cultura europea. Los rosacruces son ramificaciones de la tercera rama, la bogomila y tienen como propósito preparar a la humanidad para la llegada de la nueva cultura. Mas el nombre original de los bogomilos fue otro. El nombre de bogomilos se lo dieron en Bulgaria. Más adelante os daré - su verdadero nombre.

"Hay que escribir un libro en el que debe introducirse la idea de las consecuencias kármicas diciendo cómo los búlgaros cayeron bajo la esclavitud otomana por las persecuciones que les hicieron a los bogomilos. El bogomilo más destacado fue Boián, el Mago; el .pope Bogomil fue su predicador. La fraternidad checa en Bohemia, los cuáqueros en Inglaterra, los iluminati y muchos otros movimientos proceden del bogomilismo. La Reforma también se expresó en el espíritu bogomilista. Los bogomilos no fueron un elemento estático; de Bulgaria fueron a Francia, luego a Inglaterra y muchos otros países. Después del descubrimiento de América también han estado allí, porque fueron muy intrépidos. Yo os estoy exponiendo estos datos sobre los bogomilos. Alguien podrá decir que demuestre esto que digo históricamente, a lo que podría responder que si alguien puede, refute esto históricamente."

Los hermanos habían escuchado las revelaciones del Maestro con el corazón conmovido. Algunos búlgaros, al recordar la trágica historia de los bogomilos, dejaron deslizar de sus ojos las lágrimas, mientras renacía en sus almas un extraño fuego, un llamado lejano y vigoroso, un impulso renovador. Fue realmente emocionante ese súbito encuentro con el pasado que regresaba como el eco tantas veces repetido de una vivencia real, que no era ajena a ninguno de ellos. Entonces estaban nuevamente reunidos y unidos por el mismo ideal, por un eterno ideal de servicio y amor, de paz, de libertad y fraternidad, allí junto a los sagrados lagos y cimas de Rila.

Ya el sol se había ocultado detrás de las montañas y un halo de oro vivo remarcaba el contorno de las altas crestas. A lo lejos, los profundos valles se cubrían de sombras y el silencio del anochecer sólo era

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interrumpido por el monótono campanilleo del padrillo atrayendo a la majada hacia la umbría para descansar. Sobre el sereno manto de las aguas del lago comenzaban a reflejarse débilmente las luces parpadeantes de las primeras estrellas, mientras la luna, que parecía emerger tímidamente desde la hondonada, coronaba el nocturnal paisaje con la magia de su tenue luminosidad plateada. Entonces, junto al Elbur, en un improvisado brasero de piedras, comenzaba a crepitar el fuego de la noche. El suave aroma de resinas que se desprendía de las ramas secas al arder saturaba el ambiente y penetraba muy hondo, imprimiendo en el alma las sublimes vivencias de esas horas de encanto y recogimiento que se pasan junto al fuego en la montaña.

Lejos del campamento, sobre una pequeña ladería protegida por altos peñascales, se hallaba, solitaria, la carpa del Maestro. Las piedras de cuarzo y las jaspeadas ágatas multicolores que sus discípulos le ofrendaran para adornar la entrada de su vivienda, permutaban sus destellos con los de la luna; juego de luces que podía admirarse a la distancia, desde donde aguardaban los hermanos. De pronto, otra luz se sumó al juego. Era el Maestro que con su linterna iluminaba, uno a uno al descender, los setenta y dos escalones de lajas incrustadas en la escarpada falda para sumarse al grupo.

Faltaban pocos días para el comienzo del otoño y ya debían dejar la montaña. Cada uno retornaría a su hogar; el Maestro y el grupo de discípulos que habitaban en Izgrev volverían a la villa sobre las boscosas colinas de Sofía, y los extranjeros emprenderían el regreso a la patria. Como es de suponer, la idea de abandonar la montaña después de haber pasado en ella una larga temporada plena de alternativas felices y valiosas experiencias, provocaba en todos cierta sensación de abatimiento y a la vez, por qué negarlo, preocupación por lo que hallarían al regresar.

Hasta el lejano y solitario retiro había llegado, inevitablemente, el eco de la situación mundial. La guerra era inminente. Por eso, esa noche permanecieron todos en silenciosa contemplación, tratando de imprimir en sus mentes las queridas imágenes que podrían revivir, después, durante las duras pruebas que habrían de pasar. Y en esas reflexiones sintieron renacer en ellos la esperanza Y la serenidad; porque si bien desconocía cada uno el papel que desempeñaría durante el conflicto, cualquiera que fuese,

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permanecerían espiritualmente siempre allí, sobre las cumbres; y en los llanos, físicamente, heraldos de la paz y servidores de la humanidad.

Ya habían levantado el campamento y antes de dejar la montaña se reunieron una vez más para orar y escuchar la palabra del Maestro, quien después de la oración dijo:

"Habéis rezado el 'Padre Nuestro'. En esta oración se habla del perdón. ¿Cómo perdonar al enemigo? Tened en cuenta esto: Si hay alguien a quien no amáis, pensad que su ángel lo ama y por el amor que su ángel siente por él y por ti hacedle un bien y amadlo. Sabed que cada hombre significa una posibilidad para que podáis conocer a Dios, porque en Dios viven todos los seres. La dificultad radica en que los hombres no son conscientes de esta unidad.

"Debéis saber que todo cuanto sucede encierra un bien. Vosotros habéis escalado alguna vez el Monte Blanco en vuestro país. En ese ascenso pudisteis haber pedido la vida, pero no os habéis lamentado por ello. El esfuerzo de subir al Monte Blanco a pesar del gran peligro se ha convertido en bien. Así también todos vuestros exámenes en la vida serán como si escalaseis el Monte Blanco, porque los grandes exámenes son como escalamientos de altas montañas en la vida espiritual. Agradeced que hayáis descendido del Monte Blanco. Cuando os sucedan esas cosas desagradables, tratad de hallar en ellas algo bueno. Miradlas como mira el escultor una rústica piedra pensando cómo sacar de ella algo hermoso.

"En el futuro, el bienestar será para aquellos pueblos que transitan por el camino del amor inteligente, del derecho inteligente y del bien inteligente. Cada pueblo en el mundo tiene su guía y está llamado a cumplir la divina voluntad. Sería suficiente que los pueblos fueran fieles a esta guía para que la armonía imperara sobre la tierra.

"La humanidad se debe preparar para los grandes exámenes que vienen. Los sufrimientos que habrán de padecer serán como los dolores del alumbramiento; mas en virtud de estos dolores una nueva conciencia nacerá. Pero hasta tanto no nazca esta conciencia en la humanidad, grandes serán los sufrimientos.

"La salvación comienza con la ley del amor. Quien puede creer en el amor bajará la carga de su espalda y se liberará de los sufrimientos. El

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mundo contiene todas las condiciones para la felicidad pero los hombres se desvían de este camino.

"Cualquier cosa que sucediere, apoyaos en Dios. No esperéis mejores tiempos para vuestro trabajo. Un tiempo especial no llegará nunca. ¡Comenzad a trabajar ahora, en cualquier condición! ¡No perdáis vuestro tiempo! El amor os va a ayudar a vencer las grandes dificultades en vuestra vida y el sol alboreará para vosotros.

"Según una leyenda, cuando a Salomón lo llevaron al infierno los espíritus infernales lo sorprendieron midiendo el largo y el ancho del lugar y le preguntaron qué estaba haciendo, a lo cual él respondió: 'Estoy midiendo el lugar donde habré de edificar el templo de Dios'. Y entonces lo echaron del infierno.

Así, cuando os encontréis en el infierno, tratad de edificar el templo de Dios, haced planes divinos y el infierno se alejará de vosotros. Recordad esto: Quienes reviven en sí mismos el amor, la sabiduría y la verdad formarán un todo. Llegará el día en que la profecía habrá de cumplirse, y entonces será un solo rebaño con un solo pastor'."

Tras las palabras del Maestro, todos se sintieron vivamente conmovidos. Entonces los hermanos franceses quisieron expresar su gratitud por cuanto habían recibido de la Fraternidad, pronunciando sencillos Y breves discursos improvisados a manera de despedida. Uno de ellos con voz emocionada dijo:

"Hace unos años, uno de vosotros fue a Francia llevando un mensaje que pocos tuvimos la feliz ocasión de escuchar. Luego de haber visto Izgrev y Rila comprobamos la realidad de sus palabras. Hoy quiero prometer aquí, en Rila, la colaboración de nuestro grupo en la gran obra que se realiza sobre el mundo. Queremos ayudar dando lo mejor de nosotros, subrayando la acción con el ejemplo de nuestras vidas. Vosotros nos habéis preguntado cuál ha sido la impresión más fuertemente recibida al llegar aquí. A esto respondo: lo que más nos llamó la atención no fue el Maestro, como habíais pensado, porque aun en París le conocíamos a través de sus libros y sus pláticas; hemos sentido su amor, su sabiduría, su belleza y grandeza. Pero sí nos llamó la atención y nos ha conmovido el ver la gran cantidad de hermanos dignos de llamarse discípulos del Maestro. Ya el primer día de nuestra llegada, al trasponer la entrada de Izgrev, hemos visto

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en los ojos de muchos de vosotros el destello de una luz; la luz de quienes viven una vida distinta de los demás. Después, al trataros más, hemos sentido la irradiación de esa vida, el calor fraternal que nos han prodigado. Luego nos trajeron a Rila y encontramos al Maestro junto al pequeño lago. Ese momento ha de quedar indeleblemente fijo en nuestra mente y corazón. Entre este lago y la ladera donde cada mañana recibimos la aurora, cerca, de su carpa 'nos recibió el Maestro y nos dirigió palabras: plenas de amor. En ese instante hemos recibido un nuevo bautismo. En la profundidad de nuestro ser conservaremos el recuerdo de ese bautismo como algo realmente sagrado. Ahora nos sentimos más fuertes para crear en Francia un movimiento que se relacione con la Gran Fraternidad Blanca. Nos sentimos más capaces para servir al Todo."

A estas palabras le siguieron otras, pronunciadas por un hermano de Lyon:

"Por mi parte digo que desde que he llegado a Bulgaria, primero en Izgrev y ahora en Rila, junto a vos Maestro y todos los hermanos búlgaros, sentí tantos buenos pensamientos, palabras y alegría espiritual, que ya me siento habitante del cielo. Recuerdo mi infancia cuando tenía libres los días para la alegría, los juegos y los estudios en el seno de la naturaleza y respiraba sus aromas y vibraba con ella sin limitaciones ni temor. Más tarde debí someterme a reglas convencionales y antinaturales y guardar secretamente en mi alma el anhelo por este paraíso sobre la tierra. Hoy, en este lugar, veo que mi anhelo se ha tornado realidad. A mi regreso diré a mis familiares y amigos que aquí encontré mi patria, el país del amor, de la luz y de la dicha y les entregaré, con el corazón abierto, todas las riquezas inapreciables que he recibido.

"Maestro, ¡cuánto os agradezco vuestras bendiciones y la fuerza, que habéis infundido en mí! También quiero expresar mi gratitud a todos los hermanos búlgaros que durante cuarenta años cumplieron el trabajo más difícil para la formaci6n de la Fraternidad:”

Finalmente, hablo un profesor de la Facultad de Historia y Filología de la Universidad de Toulouse, en su nombre y en el del grupo de alumnos que le acompañaban:

"La expresi6n de viva fraternidad que se nos dio como ejemplo conmovedor en esta atm6sfera plena de paz y belleza, en este ambiente

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circundado de lagos y montañas; vuestra presencia, Maestro y vuestras sabias palabras, sacudieron y transformaron nuestro ser. Estamos frente a los cimientos de una nueva vida, Deseamos, ser mejores y más receptivos de la sabiduría y del amor divino. Queremos irradiar una luz más pura y poderosa. En la gran lecci6n que hemos aprendido tiene un rol esencial la música, los himnos y la Paneuritmia. Esto nos ayudará en el mayor cumplimiento de nuestra misión, ya que en nuestros agitados y mecanizados países, en nuestras ciudades, la música y la Paneuritmia serán el mejor medio para reforzar el espíritu y unir las almas. Nos proponemos estudiar todo esto lo mejor posible y después divulgarlo para que cada uno de nosotros pueda hacer en su ciudad un hogar vivo, una pequeña Izgrev, una pequeña Rila muy pequeña en el comienzo, pero profunda y eternamente unida a la gran Izgrev y a la gran Rila.

"Aquí prometemos frente a vos, Maestro, frente a vosotros, hermanos búlgaros, y frente a la grandiosa y pura naturaleza que vosotros habéis convertido en manantial de amor, ser sinceros servidores de lo divino. Hubiéramos necesitado mucho tiempo y paciencia para realizar la obra; pero como lo divino se ha manifestado en nosotros, puesto que vos, Maestro, nos habéis tendido la mano, creemos que podremos ascender por el camino de la vida espiritual, así como hoy ascendimos con vosotros hasta el lago de la Pureza.

"Hoy nos hemos emocionado pensando en la despedida. Percibimos los grandes cambios que se operarán en nuestras vidas cuando estemos lejos de aquí. Las palabras son impotentes para expresar lo que nuestras almas han experimentado junto a vosotros, a quienes consideramos nuestra verdadera familia. Nuestra estadía en Bulgaria fue muy corta pero, a pesar de ello, nuestra satisfacción es muy grande porque una nueva vida ha comenzado para nosotros. A la luz de la verdad descubrimos lo que es la auténtica fraternidad. Este descubrimiento es la mejor lección que podemos llevar. Sabemos ahora que la fraternidad es la poderosa fuerza de la nueva cultura que viene.

"Volveremos a Francia dentro de la general preocupación por la guerra y seremos los pregoneros de la paz. Nos esforzaremos hasta convertirnos en trabajadores de la luz. Empezamos la labor confiadamente, sin esperar que otros la comiencen. Cualesquiera sean los tiempos

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efectuaremos nuestra obra creadora y constructiva. Para ello será suficiente recordar los días pasados aquí, para obtener coraje y fe.

"Maestro, con toda nuestra alma, nosotros los franceses os rogamos nos guiéis hacia la luz de la verdad para poder tener éxito en nuestra nueva vida y ser desde ahora verdaderos trabajadores de lo divino sobre la tierra para el bien de la humanidad."

Después de estas palabras, todos guardaron silencio; algunos enjugaban sus lágrimas, y entonces se escuch6 la voz del Maestro que con tono de infinita ternura dijo:

"¡La proeza del amor es lo más grande de la vida! Solamente por este camino las almas humanas se pueden liberar de sus limitaciones. A vosotros os invito para servir al amor, sin violencia y sin sufrimientos:”

FIN CAPITULO 2

INDICE CAPITULO 2º

La vida en la montaña ………………. 01

El campamento de verano en Rila …… 05

Maravillosas experiencias en el Musala.. 16

Extranjeros en Rila ……………………. 24