El Ego Docente

Post on 19-Jan-2016

20 views 0 download

Transcript of El Ego Docente

1

CENTRO DE ALTOS ESTUDIOS PEDAGÓGICOS Y EDUCATIVOS DE S.L.P.

DOCTORADO EN CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN

Mtra. Alma Reyna Monter Guerrero Grupo A

EL EGO DOCENTE, PUNTO CIEGO DE LA TAREA PROFESIONAL DEL MAESTRO.

AGUSTÍN DE LA HERRÁNTarea 1

SEMINARIO DE EDUCACIÓN PERMANENTE

EL EGO DOCENTE, PUNTO CIEGO DE LA TAREA

PROFESIONAL DEL MAESTRO.

Agustín De La Herrán

INTRODUCCIÓN.

Dicen los expertos, que el ego vino y fue hecho por la costumbre de almacenar los datos no importantes del pasado para usarlos en varias formas: 1- como guía de interpretación. 2- Como autoimagen que gobierna emociones y sentimiento 3- Como elección y elector de qué se tiene que hacer y qué no.

Si se lee bien, se notará que las tres propuestas perpetúan los hechos sufridos o disfrutados, impidiendo que nuevas experiencias sean vistas por el ser en sus originales propuestas.

No se escribe con el ser, tampoco se lee con el ser. Inducir, deducir, juzgar, apreciar despreciar, no son funciones del ser. Luego son del ego.

De ahí que se dice: El ego no modifica al ego, puede adquirir y sumar información, produciendo, si trata de reformarse con las nuevas informaciones, peores consecuencias que si se quedara en la situación anterior.

El ego nace con nosotros cuando venimos al mundo. Cuando somos niños, a través del cariño, del amor, del cuidado, sentimos que somos buenos, valiosos, que tenemos alguna importancia. Nace un ego, un “centro”. Pero este centro es un centro reflejado. No es nuestro verdadero ser. No sabemos quiénes somos, simplemente sabemos lo que los otros piensan de nosotros. Y este es el ego: un reflejo de la opinión de los demás.

Si cuando somos niños nadie piensa que somos útiles, nadie nos aprecia, nadie nos sonríe, entonces también nace un ego. Un ego enfermo, triste, rechazado, como una herida, sintiéndose inferior, sin valor. Esto también es el ego. Esto también es un reflejo. Primero es la madre la que crea nuestro mundo. Después otros se le suman a la madre y así irá creciendo el mundo del niño.

Y cuanto más crecemos, más complejo se vuelve el ego, porque las opiniones de muchos más son reflejadas.

2

El ego es un fenómeno acumulativo; es el subproducto de vivir con otros, es una necesidad social. Y todo el mundo refleja. Iremos a la escuela y el maestro reflejará quiénes somos. Seremos amigos de nuestros compañeros y ellos también nos reflejaran quienes somos.

A la sociedad no le interesa que lleguemos a conocernos a nosotros mismos.

La sociedad crea un ego, porque el ego puede ser controlado y manipulado. Nadie ha escuchado jamás que la sociedad pueda controlar al SER: eso no es posible. Luego poco a poco nos convencemos de que ese ego que la sociedad nos da, es lo que somos.

El ego siempre es sacudido; siempre está en busca de alimento, que alguien lo aprecie, que le den atención. Si nos quieren, estamos felices, si nos desprecian creemos que no valemos nada.

Obtenemos la idea de quienes somos por los demás. No es una experiencia directa. Vivimos con ese centro falso sin saber que llevamos nuestro verdadero SER dentro nuestro. Intenten comprender esto tan profundamente como puedan, porque el ego debe ser controlado. De lo contrario, nunca seremos capaces de alcanzar el SER. Porque nos hemos vuelto adictos a ese centro falso y no podemos salir de él, nos hemos convertido en prisioneros.

DESARROLLO

“Libérate de la necesidad de que tu ego siempre tenga la razón”

Iniciar con la frase anterior es el paradigma que aun no podemos

desentrañar las personas y mucho menos los docentes, si quisiéramos

encontrar algunas excusas, podemos mencionar que la misma

sociedad nos ha exigido mantener esta postura, era necesario saber y

saber de todo; sin embargo se nos olvidó poner en práctica la

búsqueda de ese saber que discurra a la par de la ontología.

M. Almendro (1995), menciona que el ego estaría formado por aspectos concretos de la [propia] programación negativa. Constituiría la envoltura, el molde negativo, lo que actúa en la ignorancia interna desde una posición de soberbia y eventualmente de endiosamiento ilusorio, que se manifiesta burdamente o en las más finas e hipócritas de las expresiones, incluso desde el subconsciente. Se refiere a los

3

procesos de pensamiento por sí y para sí, incluso utilizando la energía o la capacidad del otro. Se ceba en la autoimagen, es lo que separa al ser de lo(s) que le rodea(n). En sus aspectos cotidianos, nos introduce en una atmósfera de falta de perspectiva de universalidad, inundándonos de trivialidad. Y también nos conduce a otorgar relevancia a actitudes poco importantes o inconsistentes, como la complacencia de ser elegido o el sentirse herido, aludido, rebajado, etc., por la rigidez que genera.De lo anterior se deduce que este ego, en poco o nada coincide con el ego del Psicoanálisis1, al que sí conviene fortalecer, por la autoestima (imagen valorada del autoconcepto o yo como objeto). Así pues, no entendemos el término o el concepto de ego como personalidad o como entidad evolutiva que "surge en el proceso de la experiencia y de la actividad sociales" (G.H. Mead, 1982; R. Usher, e I. Bryant, 1992), sino como la parte más inmadura de ésta, el llamado por algunos autores yo inferior.

CONCLUSIONES

Darse cuenta, implica tomar conciencia y los siguientes indicadores nos dan la pauta a detectar y desmenuzar nuestro ego (independientemente de las aseveraciones arriba expuestas) ubicar posturas, situaciones y acciones que nos posibiliten revertir procederes:

Sentirse intranquilo, cuando se experimenta cierta ansiedad, muy posiblemente se está a merced de tu ego. Algunos ejemplos:

- Discusiones y peleas: La raíz de este comportamiento es la necesidad de ganar, la necesidad de demostrar que uno tiene la razón, ego puro moviéndose en sus linderos de oscuridad. Todo pleito, toda discusión, favorece la conciencia de separación e incrementa un estado de ansiedad que puede volverse crónico si no se hace algo para salir de ahí. 

- Competencias y comparaciones: Cada vez que te compares con alguien para medir tu propio valor, estás a merced de tu ego, tu yo falso. El ego siempre te estará bombardeando con la ansiedad de necesitar ganar, con sus palabras a tu oído como: ” …Tú eres más guapo que ella o él, tú eres más inteligente que esa otra persona, tú eres más espiritual que ese o esa otra. Éstas son clásicas frases del ego queriéndote arrebatar la paz que en verdad buscas.

- Lucha y persecución: El ego ha existido desde siempre. Por eso, cada vez que vayas luchando por perseguir ornatos de éxito, símbolos de éxito, imagen de

4

éxito, te estarás sumergiendo más y más en el lado oscuro de tu ser, en tu yo falso. El ego no quiere verte satisfecho nunca, porque entonces ahí podrías conocer la paz y encontrarte con tu armonía interior

- Preocupación por ganar: Cuanto más te preocupes, menos paz puedes experimentar. El ego parece que está programado para sembrar preocupaciones en nosotros. Es gran parte de su papel. Te tratará de persuadir con ideas tales como la posibilidad de perder tu empleo, sufrir un accidente, enfermarte, perder a tu pareja, etc. Pronto, cuando decidas estar del lado de la luz, verás cómo las preocupaciones se desvanecen y te sorprenderá darte cuenta de que muchas de las cosas que te preocupan, nunca llegan a suceder. Sin embargo, el ego insistirá en que te preocupes por el futuro, siempre. El ego crece con este tipo de pensamientos centrados en la preocupación.

- Necesitar que la gente se fije en ti: Si diario te arreglas no por el gusto de sentirte bien contigo mismo(a) sino por la necesidad de que la gente se fije en ti, estás a merced del ego. La inseguridad en uno mismo crece gracias al ego.

- Necesidad de reconocimiento por alguien en específico: Cada vez que anhelas, que necesitas, que alguien te reconozca algo, ésa fue la mayor garantía para conferirle poder sobre tus emociones a esa otra persona. El ego quiere que le aplaudan, que lo alaben, el ego tiene la plena certeza de que merece el reconocimiento en virtud de que ganó. Y el ego vuelve a ganar favoreciendo la separación. Esta actitud genera una gran ansiedad que nunca termina porque, aunque sea merecida la reprimenda, en el fondo permanecerá el deseo de recibir el reconocimiento, pero ahora la otra persona lastimada menos lo podrá dar. Se cierra el Círculo vicioso y aumenta la ansiedad y la separación.

- Alegrarse por los problemas de los demás: Si te alegras cada vez que te enteras que los demás tienen problemas, en especial aquellos que juzgas como tus enemigos, estás a plena merced del ego. Ésta es una de las maneras más eficientes que tiene el ego para hacemos sentir desconectados de los demás y favorecer la conciencia de separación. Ocuparse e invertir tiempo hablando de las desdichas de los demás es una de las maneras más debilitantes para tu ser, tanto mental como físico. El ego con su necesidad de ganar, se regocija hablando de las derrotas de los demás, y es que lo ve como parte de su triunfo

5

REFERENCIAS

Simón , V. M. (2001). El ego, la conciencia y las emociones: un modelo interactivo. Psicothema, 13(2) 205-213. Recuperado de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=72721305

6