Post on 16-Mar-2016
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Mª Soledad García Villalta
Virginia Gallego Pérez
Mercedes Gutiérrez Fernández
Pablo Salinas Moreno
EDUCACIÓN Y
SOCIEDAD (SOCIOLOGÍA)
PRÁCTICA Nº2: CURRÍCULUM OCULTO
• Describir DETALLADAMENTE qué quiere enseñar el material y cómo lo
enseña.
El material elegido consta de 5 piezas con forma de cubo, pero con una de las caras
descubiertas. Además en la cara de arriba y en la de abajo tienen un borde diferente de
manera que permita encajar unas encima de otras, en forma de “torre”, o introducir la
más pequeña dentro de la más grande. Cada pieza es de un tamaño y color diferente, y a
su vez en una de las caras tienen un número que va desde el 1, en la más pequeña, hasta
el 5, en la más grande.
La pieza más pequeña es de color verde (1), la que siguiente es azul (2), después va la
naranja (3), luego la amarilla (4) y por último la más grande es de color rojo (5).
Como hemos dicho anteriormente estas piezas nos permiten hacer torres poniéndolas
bocabajo y encajando unas encima de las otras, desde la mayor hasta la pequeña. Si por
el contrario las colocamos con la cara descubierta hacia arriba, podemos encajar unas
dentro de otras, sin hacer torre, de manera que se quedan todas recogidas dentro de la
mayor.
Con este material podemos trabajar la motricidad fina al tener que encajar las piezas de
manera que no se caigan. A la vez podemos trabajar algunos colores, así como los
números del 1 al 5.
Podemos utilizarlo también para realizar seriaciones (de grande a pequeño y viceversa),
como contenedores para jugar con agua, arena..., para trabajar las diferencias entre
piezas (una es más grande que la otra, una es amarilla y la otra verde...).
Si colocamos las piezas en una fila horizontal en lugar de hacer la torre vertical, nos
permite trabajar la serie numérica ascendente y descendente desde el 1 hasta el 5.
• Qué está enseñando que no está de forma explícita (currículum oculto).
Enseña la importancia del número uno frente a los demás. Es decir, cuando enseñas a
contar a alguien que no tiene ese concepto (bibliografía de esa metodología) la primera
pieza que colocas es la número uno (en este caso correspondería con la pieza roja), pero
en este juego esa pieza corresponde al número 5, y así sucesivamente hasta llegar a la
última que correspondería al número 5, pero en este caso es el número 1. Por lo que
introduce de forma automática en la mentalidad del niño el concepto que tenemos en
esta sociedad del número 1, un concepto que está directamente relacionado con la élite,
con lo mejor, con sobresalir del resto y, en definitiva, quedar por encima de todo lo
demás. Del mismo modo si nos fijamos en el 5, podremos observar que queda
prácticamente en un segundo o tercer plano, ya que al estar el 1 en lo más alto no te
paras a pensar qué número será es que esté debajo del todo; e igualmente podemos
extrapolarlo a la sociedad, donde en cualquier competición, ya sea deportiva o en la vida
profesional o personal, cualquier situación que se base en el orden de una lista, un
quinto puesto pasa totalmente desapercibido. Estamos acostumbrados a reconocer
únicamente a los tres primeros y olvidarnos del resto de participantes, y es una forma
estúpida de entender la competición y, sobre todo, hipócrita, ya que desde pequeños
decimos y escuchamos que lo importante es participar, pero luego todos sabemos que a
la sociedad lo único que le importa es ganar.
• Qué cambiaría en el material para darle un sentido diferente.
El principal cambio sería el orden de numeración de los cubos, siendo el más grande y
por lo tanto el que quedaría debajo el número 1, y el más pequeño y alto en la torre el 5.
De esta forma, además de eliminar el factor que comentábamos anteriormente, ayudaría
al niño a la hora de comenzar la torre por orden numérico, es decir, comenzar por el 1 y
terminar por el 5, como luego tendrá que hacer en infinidad de situaciones de la vida
cotidiana.
Si las piezas fuesen únicamente de dos colores y todas del mismo tamaño podríamos
utilizarlas para formar series por colores (azul, rojo, azul, rojo...) o de dos tamaños
únicamente (grande, pequeño, grande, pequeño...).
Otra modificación podría ser, dependiendo de la edad a la que vaya dirigido, quitar los
números y sustituirlos por dibujos en los laterales de alimentos habituales en esa edad,
de tal forma que al formar la torre se pueda ver una especie de pirámide alimenticia,
para que los niños aprendan a diferenciar qué alimentos son más sanos que otros.