Post on 29-Jul-2016
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POEMAA ras del sueño
Pág. 4
LITERATURA
Chope PiestaPág. 3
TURISMO
Pág. 2
JUVENTUDEl color como inspiración, la pintura como libertad... Pág. 1
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S U P L E M E N T O
Trinidad, martes 02 de mayo de 2016 • Año 1 • Nº 23
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MANUEL ANDERSON:
Manuel Jesús Anderson Vargas, tiene 15 años y está en 4to. de secundaria del colegio La Salle.
A simple vista parece algo tímido, tal vez distante, pero supongo que es cuando esboza una tibia sonrisa que nos damos cuenta, que no es distancia, sino quietud.
Y es que como diría un poeta, “los pintores son otra cosa”, efectivamente Manuel tiene una prolijidad en todos sus actos, como habla, como se expresa, como ríe, y esta prolijidad le da siempre un aire de quietud que denota un talento artístico siempre en ebullición.
“Dibujo y pinto cuando se me viene una idea a la cabeza, creo que la inspiración es una búsqueda constante, no es solo que te llega de un momento a otro. Hay que buscarla (…) la pintura para mí, es mi forma artística de expresarme”, declaró Manuel.
El joven pintor tomó este arte como un mecanismo de expresión, casi un ejercicio de libertad, y volvió al color su voz, su canto, su manera de contar y de expresarse.
“Me siento totalmente libre, en un dibujo puedo expresar lo que quiera, pero tengo que estar inspirado para hacerlo bien. Me encanta el color, y con color me refiero a mi forma de pintar, el color para
mí es como mi forma de expresar lo que veo en las cosas. Como por ejemplo no pinto las hojas verdes, sería muy obvio, las pinto con colores encendidos porque es mi forma de verlas”, relató Manuel Jesús.
La prolijidad de este joven se nota en su manejo casi obsesivo del arte, de la inspiración, pues como él mismo relata, cuando le llega una idea, cuando le llega la inspiración, no se detiene hasta plasmarla totalmente en un lienzo.
“A veces no duermo pintando, a veces duermo muy tarde, 3 ó 4 de la mañana, cuando termino, soy de las personas que empiezo algo y lo termino, no me gusta dejar a medias mis obras”, afirmó el joven pintor.
El talento que demuestra actualmente lo llevó a estar entre los finalistas seleccionados del Premio Eduardo Abaroa 2016, con una pintura de colores exaltados que tiene como tema, la histórica población de Cachuela Esperanza.
Actualmente Manuel, quien pinta casi desde sus dos años de vida -desde que tengo memoria, relata él- tiene más de 100 lienzos acuñados, demostración de la prolijidad con el que este talentoso pintor encara el arte que lo apasiona.
El color como inspiración, la pintura como libertad...
Nueva Bethania; Un pedacito de tranquilidad
FOTO: "COLORES Y SOMBRAS DE CACHUELA, CUADRO PRESELECCIONADO PARA EL PREMIO EDUARDO AVAROA"
TurismoTrinidad, mayo de 2016
2.
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S U P L E M E N T O
Nueva Bethania:
La Palabra del BeniAv. Nicolás Suárez Nº 693 • Telf.: 3-4620808 Fax: 3-4621190 • E-mail: lpalabra@entelnet.bo
www. lapalabradelbeni.com.bo • facebook .com/lapalabradelbeni
Gerente General Cynthia A. Vargas Melgar
Encargado Suplemento CulturalRicardo Gutierrez Angulo • Cel. 75008139
Diseño y DigramaciónEditorial Tiempos del Beni S.R.L.
Encargado de PublicidadFernándo Tipuni Melgar • Cel. 72846746
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S U P L E M E N T O
El aire de carretera, ese que el asfalto levanta cuando la temperatura se eleva, impregna todos los lugares cercanos al centro de la comunidad, el sol brilla y aunque parezca
inclemente, solamente abraza al viajero que entra y camina por las calles de tierra de la comunidad Nueva Bethania, a dos horas de Trinidad y una de San Pablo, Nueva Bethania se alza impacible, como esperando ver pasar las horas mirando al cielo.
La comunidad cuenta con 35 familias asentadas alrededor de su módulo escolar, un tinglado sobre la carretra y frente a él, una pequeña pensión, Don Omar, propietario de esta recibe al viajero con amabilidad y prestancia.
A lo lejos dentro de los límites una fosa que inicalmente fue construida para cría de peces, hoy es un pequeño cuerpo de agua, que parece tan real como un arroyo, y cuyas aguas invitan a nadar cuando el sol de medio día se poza sobre la cima del cielo.
Un pedacito de tranquilidad en medio de la carretera
Un árbol de naranjo en la explanada vacía -calles adentro de la carretera- invita al viajero a sacar una y comerla, suculenta, pareciera ser el mismo árbol que alguna vez, según la biblia tentó a Adán y Eva, claro, ese era de manzanas, este es de naranjas.
Los limones más suculentos, grandes y vistosos, son lo que pueden encontrarse en esta comunidad campesina, que tiene en la producción de arroz, su apuesta productiva.
La comunidad fue fundada allá por el año de 1978, y actualmente es un pedacito de descanso y armonia, en medio de la carrtera que une Beni con Santa Cruz.
Tal vez viajero, no sea mala idea parar un poco, detenerse sobre el camino y admirar la belleza de una región que a cada paso, nos cuenta una historia, después de todo, como decía un poeta, “el mundo crece con tu alma y tu alma, crece con el mundo”.
3.
Trinidad, mayo de 2016POESÍASen facilito
S U P L E M E N T O
DeseosLetra y Música Oscar Velarde Vejarano
En tu boca sedienta bebíel almíbar que guardas, mujer,y en tus ojos muy negros yo ví
despertar la pasión en ardiente querer.
El perfume de todo tu serembrujó mi jardín de ilusióny en tus senos blancos brotó
la flor más bonita que ansioso bebí.
El armiño de tu piely tu risa angelical
son tesoros divinos que guardoen mi cofre se sueños, mujer.
No quisiera despertarde este sueño tan feliz
porque en ellos también tú me dicesque naciste, nomás para mí.
Yo jamás viviréseparado de ti
porque siempre estaréenraizado a tu amor.
Mi canción te diráde mi loca pasióny mis versos serán
las caricias que te hagan soñar.
Chope PiestaLetra y Música Carmelo Guzmán
Cuando pa´ el Beni nos vamos los doscuando pa´ el Beni nos vamos los dos
entre palmeras yo te cantaré
Por el Mamoré, Por el Mamoréen mi canoita yo te arrullaréen mi canoita yo te arrullaré
Es precioso cuando nace el solcon su aroma embriagador
brisa que viene con suavidadanunciando ya el amanecer
Con chovena y taquirari esnuestra fiesta alegre en el poblau,
con chovena y taquirari esnuestra fiesta alegre en el poblau
Bailaremos hasta darle fina este carnaval
bailaremos hasta darle fina este carnaval
Raza CambaLetra y Música José Enrique Villar
Mi tierra tiene el verdede las pampas y el cañaveral
también todo el misterio de la selva y el gomal
Soy camba y orgullosode mi raza singular
hermano de las palmasde las garzas y el chontal.
Vivo siempre la pasión con la fuerza de un turbión
soy torrente arrolladorsoy canción y soy amor.
Llevo el oriente en las venasla pampa en el almay el sol en la piel,
dígole al viento mis penasno tengo cadenas que amarren mi ser.
La selva y los macheteslas canoas y el turbión
los toros, el bajío,las semillas y el tezón.
Demuestran elocuentesepopeyas de valor
que bajo un sol ardientevan forjando mi nación.
Pampa y monte es mi herenciasoy varón conquistador
llevo sangre de peóndomador de la adversidad.
Tierra de tigres y de pumas,de garzas y lagunas,
de ríos y sol,eres la miel en tutumay del camba la cuna,nostalgia y pasión.
4.
LiteraturaTrinidad, mayo de 2016en facilito
S U P L E M E N T O
A ras del sueño (Fragmento)
Por: Mario Benedetti
Sólo una temporada provisoria, Tatuaje de incontables tradiciones, Oscuro mausoleo donde empieza
A existir el futuro, a hacerse piedra.
Nada aquí, nada allá. Son las palabras Del mago lejanísimo y borroso.
Sin embargo, la infancia se empecina, Comienza a levantar sus inventarios, A echar sus amplias redes para luego.
Es una isla limpia y sobre todo Fugaz, es un venero de primicias Que se van lentamente resecando.
Queda atrás como un rápido paisaje Del que persistirán sólo unas nubes,
Un biombo, dos juguetes, tres racimos, O apenas un olor, una ceniza.
Con luces queda atrás, a la intemperie, Yacente y aplazada para nunca, Sola con su aptitud irresistible
Y un pudor incorpóreo, agazapado. Para nunca aplazada, fabulosa
Infancia entre sus redes extinguida.
Por algo queda atrás. Esa entrañable Cede paso al fervor, al pasmo, al fruto, El azar hinca el diente en otra bruma, Somos los moribundos que nacemos A la carne, a la sangre, al entusiasmo, Nos burlamos del sol, de la penumbra,
Manejamos la gloria como un lápiz Y en las vírgenes tapias dibujamos El amor y su viejo colmo, el odio, El grito que nos pone la vergüenza
En las manos mucho antes que en la boca.
El celaje se enciende. Somos niebla Bajo el cielo compacto, insolidario, El asombro hace cuentas y no puede
Mantenernos serenos, apacibles, Somos el invasor protagonista
Que hace trizas el tiempo, que hace ruido Pueril, que hace palabras, que hace pactos,
Somos tan poderosos, tan eternos, Que cerramos el puño y el verano
Comienza a sollozar entre los árboles.
Mejor dicho: creemos que solloza. El verano es un vaho, por lo tanto
No tiene ojos ni párpados ni lágrimas, En sus tardes de atmósfera más tenue Es calor, es calor, y en las mañanas De aire pesado, corporal, viscoso, Es calor, es calor. Con eso basta.
De todos modos cambia a las muchachas,
Las ilumina, las ondula, y luego Las respira y suspira como acordes,
Las envuelve en amor, las hace carne, Les pinta brazos con venitas tenues En colores y luz complementarios,
Les abre escotes para que alguien vierta Cualquier mirada, ese poderhabiente.
La vida, qué región esplendorosa.
¿Quién escruta la muerte, quién la tienta? A la horca con él. ¿Quién piensa en esa
Imposible quietud cuando es la hora Para cada uno de morder su fruta,
De usar su espejo, de gritar su grito, De escupir a los cielos, de ir subiendo
De dos en dos todas las escaleras?
La muerte no se apura, sin embargo, Ni se aplaca. Tampoco se impacienta. Hay tantas muertes como negaciones.
La muerte que desgarra, la que expulsa, La que embruja, la que arde, la que agota, La que enluta el amor, la que excrementa, La que siega, la que usa, la que ablanda,
La muerte de arenal, la de pantano, La de abismo, la de agua, la de almohada.
Hay tantas muertes como teologías,
Pero todas se juntan en la espera. Esa que acecha es una muerte sola.
Escarnecida, rencorosa, hueca, Su insomnio enloquecido se desploma
Sobre todos los sueños, su delirio Se parece bastante a la cordura.
Muerte esbelta y rompiente, qué increíble Sirena para el Mar de los Suicidas.
No canta, pero indica, marca, alude, Exhibe sus voraces argumentos,
Sus afiches turísticos, explica Por qué es tan milagrosa su inminencia,
Por qué es tan atractivo su desastre, Por qué tan confortable su vacío.
No canta, pero es como si cantara. Su demagogia negra usa palomas,
Telegramas y rezos y suspiros, Sonatas para piano, arpas de herrumbre,
Vitrinas del amor momificado, Relojes de lujuria que amontonan
Segundos y segundos y otras prórrogas.
No canta, pero es como si cantara, Su espanto vendaval silba en la espiga,
Su pregunta repica en el silencio, Su loco desparpajo exuda un réquiem Que es prado y es follaje y es almena.
Hay que volverse sordo y mudo y ciego,
Sordo de amor, de amor enmudecido, Ciego de amor. Olfato, gusto y tacto Quedan para alejar la muerte y para
Hundirse en la mujer, en esa ola Que es tiempo y lengua y brazos y latido,
Esa mujer descanso, mujer césped, Que es llanto y rostro y siembra y apetito,
Esa mujer cosecha, mujer signo, Que es paz y aliento y cábala y jadeo.
Hay que amar con horror para salvarse, Amanecer cuando los mansos dientes
Muerden, para salvarse, o por lo menos Para creerse a salvo, que es bastante.
Hay que amar sentenciado y sin urgencia, Para salvarse, para guarecerse
De esa muerte que llueve hielo o fuego.