Post on 28-Nov-2015
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TÍTULO DE LA CHARLA:
DE LA CONCIENCIA FONOLÓGICA A LA ADQUISICIÓN DEL PRINCIPIO ALFABÉTICO:
ESTRATEGIAS Y ELABORACIÓN DE MATERIALES
1. LA CONCIENCIA FONOLÓGICA:
Si nos acercamos a la definición de la conciencia fonológica encontraremos
diversas concepciones. A continuación realizamos una recopilación de los autores más
resaltantes que han desarrollado este tema, y finalmente nos aproximaremos a la
definición que orientará el trabajo práctico de este taller.
Según Sylvia Defior Citoler (1996), la conciencia fonológica es la HABILIDAD
que permite aprehender la ESTRUCTURA FONOLÓGICA DE LAS PALABRAS y utilizar
la información fonológica en el procesamiento del lenguaje oral y escrito”.
Según Jiménez Y Ortiz (2001), se considera como una HABILIDAD
metalingüística definida como la capacidad de reflexionar y manipular los aspectos
estructurales del lenguaje hablado.
Para CLEMENTE Y DOMINGUEZ (1999), se resume como la capacidad de
manipular explícitamente los fonemas del habla.
Cada una de estas definiciones nos aproxima a comprender que la conciencia
fonológica se desarrolla primordialmente de manera auditiva y se encuentra relacionada
al desarrollo del lenguaje oral.
Es así, que llegamos a la definición que orientará el trabajo práctico tanto en la
formulación de actividades y realización de materiales.
Se entiende a la conciencia fonológica como la manipulación de los segmentos
del habla, a través de la manipulación ANALÍTICA (separación) y SINTÉTICA (unión) de
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palabras, silabas y fonemas, de esta manera el niño toma conciencia de que las
palabras están conformadas por segmentos que se relacionan a sonidos y
posteriormente los vinculará a la grafía correspondiente, dando inicio al lenguaje escrito.
2. IMPORTANCIA DE LA CONCIENCIA FONOLÓGICA
Diversas investigaciones indican que los niños que poseen habilidades
fonológicas realizan mejor las tareas de lectura que los niños que no poseen esta
competencia, asimismo, se establece una relación bidireccional y recíproca entre la
conciencia fonológica y la adquisición de la lectoescritura. A partir de estudios
correlacionales, se conoce también que lectores retrasados presentan dificultades en
tareas fonológicas a diferencia de los lectores con éxito.
La conciencia fonológica es importante porque es el MEJOR PREDICTOR para
el aprendizaje de la lectoescritura, esto quiere decir, que si un niño puede manipular los
segmentos del habla y ser consciente de que uniendo, separando, identificando o
sustituyendo silabas y/o fonemas puede formar palabras nuevas, cortas, reales o
imaginarias, habrá desarrollado las habilidades necesarias para aprender a leer sin
dificultades y posee las herramientas para ser un buen lector.
3.- EL ROL DEL EDUCADOR EN LA ENSEÑANZA DE LA CONCIENCIA
FONOLÓGICA
El desarrollo de la conciencia fonológica se da a través de la mediación del
educador, bajo una relación asimétrica que implica de parte del mediador superior, un
conocimiento y experticia teórico-práctica de los componentes y los niveles involucrados
en la conciencia fonológica.
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Es decir, la mediación del educador le aportará las claves para que el niño vaya
estableciendo asociaciones dinámicas entre ellos, en esta interacción “el niño utiliza de
hecho signos cuyo control voluntario aún no puede ejercer”, pero gracias a la
intervención del educador pronto podrá internalizarlos y apropiarse de ellos, siendo
consciente y participe de la manipulación de cada uno de los segmentos del habla.
4.- ORIENTACIONES METODOLÓGICAS
El aprendizaje de la lectura y escritura exige un esfuerzo metalingüístico, debido
a que nuestro sistema de escritura representa la estructura fonológica del habla. Por
ello, es necesario que los niños accedan primero al código fonológico para que les
resulte más fácil establecer una relación entre los fonemas y las letras (Alegría, 1985).
Como lo señala el autor antes mencionado, es importante que los niños desarrollen la
conciencia fonológica antes del aprendizaje de la lectoescritura, pero también cabe
señalar que la conciencia fonológica se continúa desarrollando durante el aprendizaje
de la lectura y escritura. Al desarrollarla antes y durante el aprendizaje de la
lectoescritura, estamos facilitando el acceso a procesos de codificación y decodificación
de los símbolos gráficos. Además, supone también un trabajo preventivo de posibles
trastornos de aprendizaje posteriores.
La conciencia fonológica requiere de una enseñanza formal, gradual y
progresiva. Su enseñanza formal se puede iniciar desde los 3 años de edad y
continuarla hasta los 7 años.
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La enseñanza de la conciencia fonológica debe tener en cuenta las siguientes
recomendaciones:
Debe tener carácter lúdico que permita un grado de motivación y
atención en los alumnos. Los niños deben jugar con las palabras,
generando una disposición adecuada para aprender.
Se debe utilizar un enfoque de enseñanza multisensorial donde el
niño perciba las unidades del lenguaje oral a través de los canales
auditivo, visual y táctil.
Usar diferentes tipos de actividades para el desarrollo de la
conciencia fonológica tales como: segmentar, identificar, omitir,
suprimir, sintetizar, sustituir las estructuras del habla (palabra, sílaba
y fonema).
Las sesiones deben tener una duración de 15 a 20 minutos diarios.
El niño debe realizar actividades corporales para percibir e identificar
de manera concreta las unidades de lenguaje oral: palabras, sílabas y
fonemas.
Después de que el niño perciba con su cuerpo las unidades del
lenguaje, se debe utilizar material manipulativo, por ejemplo: chapas,
gemas, pallares, letras de plástico, etc. para representar las
palabras, sílabas y fonemas.
Luego de haber utilizado el material manipulativo, se recomienda
suprimir progresivamente los materiales concretos de apoyo a
medida que los niños vayan dominando las tareas, de tal manera que
las actividades sólo se hagan de manera oral.
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Evitar la utilización de un vocabulario técnico (sílaba, fonema) sobre
todo con los niños pequeños. Usar palabras como: trocitos o trozos.
Realizar corrección inmediata ante el error.
5.- NIVELES DE LA CONCIENCIA FONOLÓGICA
La conciencia fonológica en un sentido amplio tendría los siguientes niveles:
A- Conciencia léxica, se define como la habilidad para identificar las palabras que
componen las frases. El desarrollo adecuado de esta habilidad permitirá que el niño sea
consciente de la palabra como unidad, evitando las uniones, fragmentaciones,
omisiones, adiciones y sustituciones que pueden presentarse como errores en la
escritura de una frase.
A continuación se presentan dos actividades que desarrollan la conciencia léxica en los
niños:
El niño escucha oraciones de diversas estructuras y las separa utilizando partes
del cuerpo tales como palmadas o saltos, también puede usar una pelota dando
un rebote por cada palabra escuchada.
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Segmentación léxica con imágenes:
Leer las oraciones.
Luego, pedirle al niño que repita la oración, paralelamente se da una palmada por
cada palabra emitida.
Dar la siguiente indicación: “cuenta las palmadas que se dio, cada palmada es una
palabra ¿Cuántas palabras hay?”. “Ahora coloca debajo de cada dibujo fichas, tiras
de papel, rayas por cada palabra”.
A- Conciencia silábica, se define como la habilidad para segmentar y manejar las sílabas
que componen una palabra. Con el desarrollo de la conciencia silábica, el niño se
encamina al desarrollo de la conciencia fonémica, puesto que la sílaba es más fácil de
manipular que el fonema.
A continuación algunas actividades que desarrollan la conciencia silábica:
El niño separa en sílabas la palabra caracol, colocando una ficha o botón por
cada sílaba. Usar de apoyo la imagen de un caracol.
Renato barre
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Se le pregunta: Si le quitamos el último trocito/ sílaba ¿Qué nos queda?
La maestra dice piña mostrando la figura. Luego le pregunta al niño: ¿Qué
palabra se forma si al final aumento la sílaba ta?
C. Conciencia fonémica, es la habilidad para segmentar y manejar las unidades más
pequeñas del habla que son los fonemas. Como señala Jiménez (1995), esta habilidad
supone ser capaz de segmentar, comparar, y manipular estos segmentos abstractos del
habla. El desarrollo de esta habilidad es necesaria e importante, como hemos señalado,
pues nuestro sistema de escritura se basa en la correspondencia entre esta unidad y el
grafema. La enseñanza de esta habilidad unida a la reglas de conversión grafema-
fonema debe formar parte integral de la enseñanza de la lectoescritura.
A continuación algunas actividades:
El niño separa en fonemas la palabra rosa, colocando una letra por casa sonido.
R O S A
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Se le pregunta: Si le quitamos el último sonido ¿Qué dice?
Si le quitamos el primer sonido ¿Qué dice?
Si le quitamos el sonido “s” ¿Qué dice?
Jugar con el monstruo “ COME SONIDOS”
La instrucción en el conocimiento fonológico es más eficaz cuando a los niños se les
enseña también cómo usar las letras para representar fonemas”. (Foorman,Chen,
Carlson, Moats, Francis 2003)