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A los y las que todo lo hacen,
Pero son expropiados de su presente.
Con la vibrante esperanza de que el futuro ser suyo,
Ser nuestro
A Hugo Lpez,
que a pesar de ser yo el peor de los aprendices de brujo,
me enseo que
la vida es algo ms que esto
A Camilo quien es saeta de humildad,
De amor eficaz y hombre nuevo,
ejemplo aun vivo de la sociedad que se construye
con el combate diario hasta las ltimas consecuencias
3
CONTENIDO
INTRODUCCIN: Retornar a la centralidad, transformada, del trabajo 8
1. CAPITALISMO Y GRAN INDUSTRIA: LA TRANSFORMACIN DE
TRABAJO 12
1.1. EL VALOR TRABAJO Y EL CAPITAL EN EL CENTRO DE LA
DISPUTA 13
1.2. LA GRAN INDUSTRIA Y EL TRABAJO 15
1.2.1. Al rugir de la maquinizacin: trabajo y valorizacin en el capitalismo
industrial moderno 24
1.2.2. Sobre la jornada de trabajo y la intensificacin de la misma en el
maquinismo 35
1.3. EL TRABAJO EN EL CAPITAL MONOPLICO: TENCIONES DE LA
POCA DE ORO, NOTAS SOBRE EL MODELO FORDISTA -
TAYLORISTA 39
1.3.1. La economa poltica del imperialismo 39
2. CAPITALISMO DEPENDIENTE LATINOAMERICANO 50
2.1. DEPENDENCIA HISTRICA LATINOAMERICANA 52
2.1.1. Del colonialismo y el latifundismo al influjo del imperialismo 52
4
2.1.2. Desarrollo desigual y combinado: Latinoamrica en la historia del
capitalismo 53
2.2. DIALCTICA DE LA DEPENDENCIA 57
2.2.1. Sper explotacin del trabajo 59
2.2.2. La industrializacin cuestionada 63
3. LA DESINDUSTRIALIZACIN EN COLOMBIA 61
3.1. EL NEOLIBERALISMO COMO RGIMEN DE ACUMULACIN QUE
MODIFICA LA RELACIN CAPITAL-TRABAJO 63
3.2. NEOLIBERALISMO, CRISIS Y DIVISIN MUNDIAL DEL TRABAJO 65
3.3. LA DESINDUSTRIALIZACIN Y LAS TRANSFORMACIONES DE LA
ECONOMA COLOMBIANA 67
3.3.1. La desindustrializacin histrica
83
3.3.1.1. De la sustitucin de importaciones a la apertura econmica 69
3.3.2. La desindustrializacin coyuntural 71
4. UN NUEVO IMPERIALISMO Y SUS TRANSFORMACIONES EN EL
MUNDO DEL TRABAJO 97
4.1. ACUMULACIN POR DESPOSESIN Y EL NEOLIBERALISMO AL
ESTILO COLOMBIANO 98
5
4.1.1. Tratados de libre comercio y derechos del capital 101
4.2. CLASE-QUE-VIVE-DEL-TRABAJO 103
4.2.1. Transformacin del trabajo material e inmaterial 107
4.2.2. El trabajo flexible y la subcontratacin, modificacin del marco
institucional de las relaciones laborales 108
BIBLIOGRAFA 113
ANEXO 1 Grficas sobre la produccin petrolera y minero energtica 117
ANEXO 2 Para maltratar a sus trabajadores, Pacific Rubiales viola la soberana
y las leyes de Colombia (primera parte) 118
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LISTA DE TABLAS
Tabla 1. Periodizacin de la industrializacin sustitutiva 87
Taba 2. Evolucin del empleo industrial en 7 grandes ciudades 1980-2000 90
Tabla3: Contenido bsico del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos
104
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LISTA DE GRAFICAS
Grfico 1. Incidencia de las horas largas: trabajadores que trabajan ms de 48
horas semanales (pases seleccionados, 2000 -2005) 31
Grfico 2 participacin de la industria en el PIB total 72
Grfico 3 Colombia: participacin sectorial dentro del PIB 93
Grfico 4 Composicin sectorial del empleo (1975-2008) 94
Grafico 5 produccin total de petrleo en Colombia 115
Grafico 6 Produccin de carbn y precios internacionales 115
Grafico 7 PIB minero/ PIB industrial (%) 115
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RESUMEN
La presente monografa versa sobre las modalidades de trabajo y explotacin
que han sido creadas en el capitalismo contemporneos, mostrndolas como
resultado histrico de la transformacin de la relacin social que implica el
capital, la produccin, la maquinizacin y el trabajo mismo. A su vez lo hace
desde un punto de enunciacin nuestro tercer mundo, recrendose la desigual
y combinada manera con la que el continente se introduce en una modalidad
especifica de articulacin al modo de produccin: el capitalismo dependiente y
la correlacionada superexplotacin del trabajo.
Discute el proceso de desindustrializacin histrica y coyuntural que vive la
formacin econmico-social colombiana. Implica por tanto la mirada de la
tendencia de larga data de destruccin de la sustitucin de importaciones y
subordinacin al patrn de acumulacin neoliberal (que tiene como pivote la
apertura econmica); as mismo se adentra en el fenmeno coyuntural de
reduccin de la industria y su participacin en las cuentas nacionales, tanto
empleo como PIB, conforme avanzan los commodities sobre todo minero
energticos. Construyendo una categora de desindustrializacin que supera la
aproximacin de la corriente que proclama la enfermedad holandesa en la
actualidad de la nacin.
Por ltimo explora como la realidad mundial y colombiana da un giro hacia el
trabajo improductivo e inmaterial, sin anular la importancia estratgica de las
labores productivas, denotado en las nuevas formas de explotacin que
amplan la clase trabajadora, llevndola a convertirse en una clase ampliada de
hombres y mujeres que-viven-del-trabajo, y se vinculan no solo a travs de la
comn valorizacin y trabajo abstracto pues aparecen novedosas variedades
que incluyen la generalizacin del trabajo intelectual abstracto y el antivalor.
Resultado las anteriores de la generalizacin de la subsuncin real al calor de
la llamada acumulacin por desposesin.
9
PALABRAS CLAVE: Trabajo, proceso de valorizacin, clase-que-vive del
trabajo, desindustrializacin y acumulacin por desposesin
10
INTRODUCCIN:
RETONAR A LA CENTRALIDAD, TRANSFORMADA, DEL TRABAJO
El trabajo y la industria han sido unos de los campos ms estudiados en las
reflexiones sociolgicas, tcnicas, econmicas y polticas referidas tanto, a las
perspectivas generales de la conformacin del tipo de sociedad en el que
vivimos, como en la mirada particular que cada uno de estos campos a
entrelazado sobre el estatus interno de las relaciones sociales all constituidas.
No por menos, los puntos de partida de la sociologa como disciplina han tenido
como impulso, desde variadas corrientes, la trasformacin societal
representada en la contradictora construccin de las sociedades modernas.
En particular la presente monografa centrar su labor en expresar, en la
primera de sus partes, desde un barrido genrico y no por ello transhistrico, el
papel de la industria y el trabajo en la sociedad capitalista. Vista sta no desde
la homogeneidad totalizadora, propia de estudios profundamente eurocntricos
o de una matriz ortodoxa dentro del marxismo, sino desde la desigualdad y
convergencia histrica de varios pueblos, naciones, culturas y modos de
produccin con las relaciones sociales que denota el capitalismo. Sin embargo,
la breve introduccin sobre la pregunta
Qu papel ha jugado el trabajo e industria modernos en la configuracin de
sociedad capitalista? Cules son sus transformaciones? Qu relacin tienen
con la desindustrializacin y reprimarizacin de la economa Colombiana?
Preguntas que no pueden ser desancladas de su sazn actual. Es decir, desde
el punto de vista que significa el debate mundial que se ha instalado en las
ciencias sociales y el pensamiento crtico sobre el estatus y papel del mundo
11
del trabajo en la actualidad; pues la profunda metamorfosis instituida all,
obligan a rebasar miradas estticas sobre el trabajo, el trabajo industrial, la
industria y la produccin de capital, la divisin mundial del trabajo y la
globalizacin y, claro est, el lugar mismo que ocupan los trabajadores y las
trabajadoras en el mundo. Estamos obligados a reconocer, al menos como
hiptesis, que el capitalismo de hoy es otro, que tiene rasgos y caractersticas
muy distintos, que no permiten compararlo con el que conocimos antes y frente
al cual se constituyen distintas respuestas. Por ello, para movernos es este
nuevo capitalismo, no nos sirven los instrumentos de todo orden que ayer se
tenan1.
Dentro de los objetivos que permitirn el desarrollo del trabajo se encuentran:
Lograr concebir desde una mirada historicista la transformacin interna y del
estatus del trabajo con respecto a los vuelcos de distintos regmenes de
acumulacin, que establecen periodizaciones de largo, mediano y corto plazo
dentro del curso del sistema
Identificar las leyes generales del capitalismo dependiente como cimiento
continental del intercambio desigual y de la modalidad de superexplotacin del
trabajo, referente al tipo de plusvalor y el tipo de labores que se ejercen en
Latinoamrica.
Lograr situar algunas perspectivas de anlisis sobre el movimiento
internacional de capitales y mercancas que convierten a Colombia en una
plataforma de importacin e inversin y no en una nacin que pueda resolver
sus problemas internos.
Resear algunas de las nuevas modalidades del trabajo que existen, como
expresiones tanto del trabajo materia como inmaterial, se trata de identifica
tambin su participacin diversa en el proceso de valorizacin y de movimiento
del capital mismo.
1 MONCAYO, VICTOR. Transformaciones del capitalismo, conocimiento, trabajo y formacin acadmica.
Trabajo y capital en el siglo XXI. Bogot: ILSA, 2010 p.44
12
1. CAPITALISMO Y GRAN INDUSTRIA: LA TRANSFORMACIN DEL
TRABAJO
Pretendo abordar el camino de hacer un breve esbozo del papel del trabajo
vinculado con la industria en la historia del capitalismo, valga decir,
introduciendo rasgos historicistas, definiendo que tampoco es mi pretensin
hacer un profundo estudio sobre el tema mencionado. Ms bien, recoger
algunos de los importantes postulados del significado que han tomado para
algunas valoraciones, fundamentalmente marxistas, sobre el tema y lo llevar a
la introduccin de algunos acpites de la discusin sobre la actualidad del
modo de produccin.
Es pues una insistencia, que sin negar la terquedad de la voluntad, no quiere
perderse en el tupido bosque de la multiplicidad de las teoras, las razones que
evocan a rescatar la centralidad del trabajo en la contempornea sociedad
capitalista. El esfuerzo quiere dudar de esencialismos, economicismos o
cualquier mirada que llevan a ubicar la teora de Marx o algunos otros
estudiosos del trabajo, como eminentes sacerdotes del evangelio en el estudio
del capital. Los argumentos adelante esbozados pretenden ser un recorrido,
algo as, como un pequeo balance sobre el por qu algunos contrariamos
aquellas perspectivas hegemnicas como el discurso neoliberal con festividad:
anunciaba en el nivel de espacio productivo, de la fabrica y de la oficina,
formas de organizar el trabajo llamadas a aumentar la productividad y
establecer nuevas relaciones laborales supuestamente ms democrticas y
enriquecedoras del trabajo, [] pero ese discurso hegemnico iba ms all,
afirmaba que la superacin del conflicto social en los lugares de trabajo estaba
anticipando, a la vez, para la sociedad en su conjunto el comienzo de una
13
poca en que el trabajo humano ya no sera central, la clase obrera se
reducira a una mnima expresin y ya no abra mas lucha de clases2
1.1 EL VALOR - TRABAJO Y EL CAPITAL EN EL CENTRO DE LA
DISPUTA
La teora del valor trabajo ha sido cuestionada desde mltiples flancos ante el
advenimiento del incremento del trabajo improductivo, la financiarizacin, las
Nuevas Tecnologas de la Informacin y Comunicacin (NTIC), e incluso, tesis
que instigan desde la particularidad con la que el conocimiento se incorpora a
la economa contempornea. Ms que un recate abrupto, se trata de encontrar
y recorrer las andadas de aseveraciones tericas sostenidas desde el sustento
que significa concebir a la forma actual de organizacin de las sociedades a
partir del centro estratgico de la generacin de ganancias, produccin
circulacin consumo de mercancas y codificacin de realidades que
combinan viejas junto con nuevas modalidades de trabajo.
La teora del valor y la conexidad que tiene ella con la perspectiva del trabajo,
es un punto de partida para iniciar las aseveraciones que ms adelante leern.
El capitalismo establece un orden de mediaciones dominante de las funciones
vitales y de reproduccin social e individual de la humanidad, alternando las
perspectivas conectadas que van: desde el hecho de la consideracin del
gnero humano como naturaleza que realiza sus necesidades elementales por
medio de la transformacin e intercambio con la propia naturaleza; pasan por la
incapacidad de supervivencia meramente individual, arguyendo una fuerte
iniciativa colectiva en la bsqueda de la preservacin y reproduccin de la
especie; hasta que se inscriben en la articulacin de sistemas de cambio
vinculados con las necesidades expeditas, que varan con el transcurso de los
2 ANTUNES, RICARDO. Los sentidos del trabajo. Buenos Aires: Ediciones Herramienta, 2005 p3.
14
tiempos, definiendo de esta manera su compenetracin con los recursos
naturales.
La subordinacin impuesta por el capitalismo obliga a la separacin de las
utilidades de los objetos que pueden subsanar, en parte, necesidades
humanas, aproximadas al valor de uso, del valor de cambio, como expresin
del proceso acumulativo del capital que subsume el trabajo en una relacin
mercantil de generacin de capital y captacin de la ganancia.
A decir de algunos, la finalidad esencial del sistema est en las coordenadas
de:
Expandir constantemente el valor de cambio, al cual todos los dems desde
las necesidades ms bsicas como las ntimas de los individuos, hasta las ms
variadas actividades de produccin materiales y culturales en las que estn
comprometidos- deben estar estrictamente subordinados. De este modo, la
completa subordinacin de las necesidades humanas a la reproduccin del
valor de cambio en el inters de la autorrealizacin expansiva del capital ha
sido la caracterstica ms notable del sistema del capital desde su origen3.
La construccin de la sociedad y la economa sometidas al valor de cambio
vara la matriz histrica respecto a las formas anteriores de organizacin
colectiva de las sociedades humanas, pues si las necesidades no aparecieran
en el centro de la mesa sino que se encuentran referidas al intercambio, que
adems se sustenta en una practica desigual, se variaba completamente la
divisin del trabajo, el sustento del mismo como praxis, e incluso la dotacin de
sentido que l tena. La estructura vertical del capital, expropiadora para las
mayoras, se identifica como un nuevo cdigo de comportamiento que
subordina al rigor de la ganancia al conjunto del trabajo social como prctica
social mayoritaria de los individuos.
Al imponerse el valor de cambio sobre el valor de uso, la mercanca se reduce
a algo comn, equivalente a otras mercancas, dotado de la capacidad de
intercambiarse durante un mecanismo donde el capital se moviliza desde la
3 MZAROS, ISTVN. Ms all del capital, hacia una teora de la transicin. Caracas: Vadell, 1999 p56.
15
produccin hasta la circulacin, con la misin de generar por etapas utilidades
intercambiables, estableciendo las coordenadas especficas de una produccin
que escaladamente se relaciona con un tipo de trabajo, a la vez que recrea una
nueva espacialidad y tipos de intercambio en un modelo de circulacin
mercantil que reproduce el metabolismo de la ganancia contradictoriamente.
Dentro de los llamados dos rostros de las mercancas el valor de cambio
resulta ser el gen dominante. Como Valor de cambio, las mercancas
representan fundamentalmente diferencia en su cantidad de tiempo de trabajo,
pues al prescindir durante el ciclo de realizacin de la mercanca del valor de
uso, las mercancas mismas solo mantienen la facultad de ser productos del
trabajo.
Qu tipo de trabajo entonces puede convertir equiparables a las mercancas?
Al prescindir del valor de uso, enjaulndolo tras del valor de cambio, las
utilidades de los productos que directamente sirven a la humanidad (no por ello
se quiere afirmar que los valores de uso tienen unvocamente el objetivo de
subsanar las necesidades bsicas de la humanidad, significa que son ms bien
un conjunto de caractersticas tiles que se expresan en un producto e
invariablemente aportan en la resolucin de alguna pulsin del hombre o la
mujer, sea esta bsica reproductiva o suntuaria) son olvidadas, dicho sea
de otra forma, no es la mera solucin de los problemas sociales que partiendo
de las determinaciones ontolgicas fundamentales, los individuos deben
reproducir (en) su existencia por funciones primarias de mediaciones,
establecidas entre ellos y en el intercambio e interaccin con la naturaleza,
dadas por la ontologa singularmente humana del trabajo, donde la
autoproduccin y la reproduccin societal se desarrollan4.
Perdindose el valor de uso y su instalacin misma se anula, prcticamente, la
actividad de trabajo concreto que produca ese valor, solo se distingue el
trabajo abstracto que puede entenderse como la aplicacin indistinta de fuerza.
La ruptura con el trabajo concreto implica un enfrentamiento directo con el
4 p. Cit. P6
16
conocimiento y especializacin que gozaba el artesanado en sus talleres e
incluso, conducir a la ruptura con la manufactura como escala productiva.
Empero, no se trata de la codificacin de modalidades en pequea escala o
individual de transformacin de la naturaleza a travs del trabajo abstracto, se
conforma por la puesta en prctica de una fuerza media de trabajo social
expresada en un tiempo de trabajo socialmente necesario, que por la
determinacin de su magnitud define los valores de las mercancas.
1.2 LA GRAN INDUSTRIA Y EL TRABAJO
Desde sus estudios primarios la revolucin industrial y la trasformacin tcnica
haban alcanzado un especial punto de atencin para Marx, pero fue en 1848,
meses antes del estallido revolucionario en Francia, cuando el sin sabor de la
sociedad capitalista tomo en la obra del pensador de Trveris, y su inseparable
compaero Federico Engels, un vuelco hacia la profundizacin de la definicin
econmica y poltica del modo de produccin imperantes.
Previamente a la ocurrencia de la llamada primavera de los pueblos5, el factor
del anlisis materialista de la historia exista, mostrndose como un arma
contra el pensamiento religioso y la concepcin idealista que lo tomaba como
punto de partida ste mismo, el grado ms elevado de aquello ser expresado
en la conflagracin terica y poltica contra el idealismo alemn. Para Marx, en
su polmica contra los hegelianos jvenes y viejos era la hora de
desenmascarar la realidad, para poder superar la lucha de las frases contra las
frases, exista un profundo hasti en el lder de la primera internacional pues ya
en su juventud repudiaba como toda la crtica filosfica alemana desde
Strauss hasta Stirner se limita a la crtica de las ideas religiosas []. El
progreso consista en incluir las ideas metafsicas, polticas, jurdicas, morales y
5 Nombre que se le dio a la generacin de mltiples levantamientos revolucionarios en Europa que se
constatan en la guerra civil en Francia o la guerra campesina alemana. Sin duda, aunque Marx y Engels consideraran a las fuerzas materiales contrapuestas en este momento como edificadoras de los dolores de muerte del capital, en realidad lo que ocurran eran los tortuosos dolores de parto del capitalismo industrial moderno, en disputa con las fuerzas vivas del antiguo rgimen.
17
de otros tipos, supuestamente imperantes, en la esfera de las ideas religiosas o
teolgicas, explicando asimismo la conciencia poltica, jurdica o moral como
conciencia religiosa o teolgica y presentando al hombre poltico, jurdico o
moral y, en ltima instancia, al hombre, como el hombre religioso. Tombase
como premisa el imperio de la religin6.
La bsqueda de la esencia humana haba indagado en el rbol de la metafsica
y de la moral, en ltimas, sustanciaba al hombre desde la religin, la respuesta
a su ser era tratada desde hiptesis profusamente metafsicas y ahistricas
llevadas en ultimas al nivel de genricos y universales. Es as como sin
contemplacin alguna, o ms bien en la fractura de toda contemplacin
filosfica anterior, Carlos Marx dar, lo que algunos tericos nombrarn como
parte del giro a la dialctica hegeliana que hace el pensamiento marxista, punto
de partida a sus aseveraciones alrededor de la concepcin de la sociedad y de
su estudio. Respondindole a Feuebach durante las primeras pginas de la
ideologa alemana, el autor de ste texto sealar algunas de sus premisas
para el punto de partida de la concepcin materialista de la historia, elaborando
como una de sus primeras categoras la diferenciacin que toma con respecto
al resto de la naturaleza las caractersticas humanas realizadoras de la
posibilidad de la produccin de sus propios medios de vida.
Podemos distinguir los hombres de los animales por la conciencia, por la
religin o por lo que se quiera. Pero los hombres mismos comienzan a ver la
diferencia entre ellos y los animales tan pronto comienzan a producir sus
medios de vida, paso este que se halla condicionado por su organizacin
corprea. Al producir sus medios de vida, el hombre produce indirectamente su
propia vida material.
El modo de producir los medios de vida de los hombres depende, ante todo, de
la naturaleza misma de los medios de vida con que se encuentran y que hay
que reproducir.
6 MARX, KARL. La Ideologa alemana. En http://www.marxists.org/espanol/m-
e/1846/ideoalemana/index.htm. 1846.
18
Este modo de produccin no debe considerarse solamente en el sentido de la
reproduccin de la existencia fsica de los individuos. Es ya, ms bien, un
determinado modo de la actividad de estos individuos, un determinado modo
de manifestar su vida, un determinado modo de vida de los mismos. Los
individuos son tal y como manifiestan su vida. Lo que son coincide, por
consiguiente, con su produccin, tanto con lo que producen como con el modo
de cmo producen. Lo que los individuos son depende, por tanto, de las
condiciones materiales de su produccin7
A partir de este concepto de produccin de sus medios propios de vida, el
alemn se acercar a las diversas formas de propiedad tomando algunos tipos
histricos de las mismas y a la divisin del trabajo. En el estadio de la
ideologa alemana se instituye como una de las bases, pues precisamente es
el punto diferenciador de la capacidad de produccin de sus propios medios de
vida y de la reproduccin o transformacin de estas condiciones las que toman
unas dimensiones de determinacin no solo en el sentido de quines y cmo
se vinculan al proceso de trabajo, sino por el hecho de la formacin del trabajo
como formulacin social y la divisin del mismo, as como sus relacin con la
naturaleza que transforma como uno de los ejes constitutivos de la
organizacin de la sociedad.
Dicho sea de otra manera al referirse al proceso de produccin de sus propios
medios de vida, Marx no se refiere a una capacidad antropologa de la
humanidad para efectuar tales procesos, por el contrario, da una mirada
histrica que definida por la produccin, es capaz de aseverar los vnculos
sociales, contradictorios que all se establecen, sostenidos en buena medida en
el desarrollo del trabajo y de la propiedad en sus distintas modalidades.
De aquella definicin si se quiere genrica y ms bien referida en la
particularidad del retorno de lo humano, con su materialidad, a la centralidad de
7 Ibd. documento web
19
la mesa, ser una de las reconocidas disputas iniciales, que harn posibles el
paso de Marx de la confrontacin con el idealismo filosfico alemn al estudio
de la economa poltica inglesa, como la escuela ms avanzada en la
sistematizacin del desarrollo de la economa y revolucin industrial capitalista
de los siglos XVIII y XIX, adems del socialismo utpico francs.
En sus escritos posteriores a 1848 la ya mencionada realidad europea va a
sealar el camino de conducir a la obra marxiana (del propio Marx), algunos
otros autores van a mencionar cmo en este punto de madures de la teora del
lder de la primera internacional se rompe en dos el pensamiento de este
celebre clsico, conducindolo al momento del llamado Marx viejo. Las
aseveraciones coinciden en pensar, sin negar el legado del joven hegeliano
que da un salto mortal en la dialctica materialista y se sumerge en el
humanismo total, que es en este punto de la trocha cuando se juntan dos
perspectivas hasta ahora distantes en el anlisis crtico social: por un lado el
anlisis estructural de la forma capitalista de organizacin de la sociedad,
teniendo a la economa en tanto examen de las relaciones sociales de
produccin, de las fuerzas productivas, de la tcnica, el trabajo y la tecnologa
etc.; y en la otra orilla se encuentra el anlisis desde la lucha de clases,
reclamando no solamente las subjetividades sociales, sino los entramados
polticos, ideolgicos y gremiales que forman las colectividades en este caso
modernas, es decir las clases sociales, que confrontadas entre s implican la
condensacin de determinar correlaciones de fuerzas normalmente expresadas
en determinadas variables de poder social, entre ellas la institucionalidad,
hegemona en el campo militar, eso s, por nombrar algunas.
Incentivados por el terremoto social que mostraba a la burguesa en las
antpodas de las antiguas fuerzas monrquicas, con especial fiereza all donde
las monarquas absolutas eran una realidad visible a travs de las figuras de
grandes y decadentes imperios, los nacientes comunistas se lanzaron al
20
anlisis y la accin, pues no fueron solo burgueses y aristcratas los
enfrentados, raramente parte del artesanado y el minsculo proletariado
industrial moderno se mand a la guerra de barricadas levantado sus propias
banderas reivindicativas. El proletariado era un prematuro bebe sediento de
derechos, advinindose ante tiempos de oscuridad y sin mayor experiencia
combativa, se convirti en frente de batalla contra la aristocracia. A la vez que
disputaba la conduccin de la sociedad francesa con la burguesa, haba
madurado al calor de ms de siglo y medio de capitalismo mercantil y
comercial. Sin sindicatos a la mano, mucho menos partidos revolucionarios, el
proletariado rpidamente se lanzara bajo el grito de guerra que resuma su
expresin como clase en s. Ya desde all, la burguesa entendi la difcil tarea
que le tocara en su nuevo rgimen, con engaos y violencia la clase obrera fue
desarmada y sus lderes proscritos; sin embargo, el ritmo del manejo de las
relaciones polticas entre las clases sociales comprendi un tumbo
abiertamente distinto a cualquier otra organizacin del poder social previa. La
conexidad conflictiva entre las relaciones econmicas y polticas en el
capitalismo lo har si bien, producto del sometimiento de las nuevas clases
dominantes a las subalternas, un tejido dinmico dependiente de negacin
permanente denotada en variables correlaciones de fuerzas, definidas desde
mltiples especialidades que convergen.
Es all donde el estudio de la produccin de las condiciones de vida y su
vinculo con la construccin de formas de trabajo son llevadas a un plano global,
entrelazadas a la imbricacin que toman en la formacin de determinada
organizacin de la sociedad. Con ello quiero resaltar la centralidad que toma el
trabajo, pues es punto de pivote, no solo para la comprensin mas all de la
particularidad de determinado periodo, sino para denotar histricamente los
rasgos particulares del tejido de cada formacin econmico social.
Para matar al padre es importante, diciendo tericamente, hacer la superacin
de la teora del trabajo de Marx y Engels, as como del marxismo clsico hay
que comprender algunas de las consideraciones sobre aquel tema.
21
La produccin no aparece separada de su carcter social sino expresada a una
relacin colectiva (relaciones sociales de produccin son llamadas en el lxico
marxiano) referida a la generacin de las condiciones materiales de la
existencia. Codificando una apropiacin de la naturaleza a travs de un acto de
negacin dialctica de la misma, que la trastoca no transmutativamente sino
por medio de un proceso complejo que requiere de fuerzas productivas como
mediacin, estas modificndose perpetuamente. Pero sin duda alguna el
secreto del capitalismo se ubica en la existencia y determinacin de la
propiedad, ocurriendo ella al interior de las relaciones sociales de produccin,
nunca separada, nunca como abstraccin.
Las consideraciones en este periodo del capital mostraban algunas de las
lneas generales perdurables dentro del modo de produccin: separacin entre
los productores directos y las condiciones materiales de produccin;
mercantilizacin de la fuerza de trabajo; la concurrencia del proceso de
valorizacin del capital, como consumo productivo de la fuerza de trabajo por el
capitalista.
Frente a la separacin entre los productores directos y las condiciones
materiales de produccin adscribiendo tambin la divisin entre la riqueza
objetiva, medios de produccin y medios de subsistencia, de una parte y el
principio subjetivo de la riqueza, la potencia del trabajo, de la otra. Es
solamente bajo esta condicin que dinero y medios de produccin y
subsistencia toman la forma social de capital8. Tal condicin toma esta divisin
que el dinero y los medios de produccin se muestran autonomizados,
diferenciados completamente de las facultades del trabajo humano y es ms,
son llevados hasta el reificacin; es decir, tienen vida propia, poder por s
mismos, ocurren entonces como una variedad de mercancas que compran
personas9. En contracara se produce la defuncin de los portadores de la
fuerza de trabajo, aquellos son etiquetados como mercanca y de esta manera
fenecidos como objetos sin vida alguna. Fetichismo de la mercanca y
8 LIBREROS, DANIEL. Financiarizacin y crisis de la globalizacin neoliberal, conocimiento, trabajo y
formacin acadmica. Trabajo y capital en el siglo XXI. Bogot: ILSA, 2010 p. 19. 9 Ibd. p. 19
22
cosificacin de la fuerza de trabajo ocurren como parangn al proceso de
separacin de los directos involucrados en la produccin con las condiciones
materiales.
Con respecto a la mercantilizacin de la fuerza de trabajo, se concita a ella
como precondicin para iniciar el tipo de productividad capitalista, pues la
propiedad privada expresa al portador de la fuerza de trabajo como dueo de la
misma, mostrndose en una simple ficcin jurdica como iguales ante el capital,
al burgus y al trabajador. La fuerza de trabajo como mercanca es adquirida
por el capitalista quien compra el valor de uso de la fuerza de trabajo, en
cuento propietario de las condiciones materiales que exige la produccin, de
condiciones que se expresan como trabajo objetivado, de all que, en el
proceso productivo, el capital aumente bajo la forma de trabajo muerto que
incorpora trabajo vivo10.
El proceso de valorizacin del capital definido por Daniel Libreros, quien recoge
postulados tanto de Mandel como del mismo Marx, es descrito de la siguiente
manera:
Como consumo productivo de la fuerza de trabajo por el capitalista, que
produce valor y plusvala, as se realice en un proceso de trabajo
concreto en el que se obtienen valores de uso que resuelven
necesidades materiales en sociedad. Ello, por cuanto la mercanca
fuerza de trabajo tiene la particularidad de que al usarla, produce un
excedente de valor al tiempo de trabajo socialmente necesario para
producirla, por lo que existe una diferencia entre lo que los trabajadores
producen y lo que reciben para su mantenimiento.
Cabe aseverar que es en aquella diferencia entre el tiempo socialmente
necesario para la produccin de bienes (equivalentes en valores para la
reproduccin social de los trabajadores) y el tiempo usado como excedente en
el proceso de produccin donde subyace la clave del valor, que no aparece
simplemente como cantidad de objetos fsicos sino como una dimensin
10
Ibd. p. 20
23
acompasadora de lo cualitativo del tiempo y el espacio de la realizacin de la
mercanca como relacin social.
Sin embargo el choque estructural entre las fuerzas productivas y los medios
de produccin, vinculadas a las disputas econmicas, polticas y culturales de
las clases sociales se denotan en la historia general del capitalismo en la
confeccin de una periodicidad compleja dando una dinmica de desarrollo
heterognea.
As, en algunas perspectivas de la historiografa crtica, como la que representa
Ricardo Snchez ngel en Colombia, algunos actores que arriesgan la
periodizacin de la historia del capitalismo, muestran que en la historia general
del capitalismo existen cuatro ciclos sistmicos de acumulacin 1) el genovs,
del siglo XV hasta el principio del siglo XVII; 2) el ciclo holands, de finales del
siglo XVI hasta finales del siglo XVIII; 3) uno britnico que va desde la segunda
mitad del siglo XVII hasta el siglo XIX y comienzos del XX y 4) un ciclo
americano que comienza a finales del siglo XIX y que ha continuado hasta la
fase actual de expansin financiera.
Adhiriendo una mirada de la historia de largo plazo referida esencialmente al
proceso econmico Snchez recoge en los ciclos sistmicos una interpretacin
terica que conduce a la comprensin de los advenimientos del capitalismo
industrial moderno, tomando como hilo conductor la llamada formula general
del capitalismo: DMD= (Dinero) (Mercanca) (Dinero prima), que no ocurre
aislado a la transicin negativa de la sociedad.
La especializacin del capitalismo en el siglo XIX hacia la industrializacin no le
dio slo esta identidad como en la formula general del capitalismo presentada
por DMD. Capital dinero (D) = liquidez, flexibilidad, libertad de eleccin. Capital
mercanca (M)= capital invertido en una combinacin particular inputoutput en
funcin de un beneficio, significa concretar, rigidez y opciones reducidas.
24
D=liquidez, libertad de eleccin expandida. Y si no hay expectativa de liquidez
en la inversin, el capitalista prefiere conservarla11.
Esta frmula, que no es un ajuste metafsico, se sigue verificando en la actual
convergencia del capital, eso s, superando las fronteras nacionales de
acumulacin en una geografa reducida, para expandirse hasta llegar a ser
parte de la conformacin de un sistema mundo. Debe tambin explicitarse que
si bien la formula general es base analtica de una realidad existente no
significa que convergentemente, en desigualdad y una periodizacin ms corta
los patrones de acumulacin no varen.
1.2.1 Al rugir de la maquinizacin: trabajo y valorizacin en el capitalismo
industrial moderno.
La tecnologa pone al descubierto el comportamiento activo del hombre con
respecto a la naturaleza, el proceso de produccin inmediato de su existencia,
y con esto, asimismo, sus relaciones sociales de vida y las representaciones
intelectuales que surgen de ellas12, en sus estudios sobre la realizacin de la
maquinaria en la gran industria Marx va a tratar el punto de inflexin de
construccin del trabajo moderno, la recodificacin del trabajo productivo y del
proceso de valorizacin. La tcnica y la tecnologa frente al humano es sin
duda alguna la expresin de la conformacin de un capitalismo que subsume
realmente al trabajo a sus formas y contenidos.
El ciclo ingls de acumulacin de capital se impulsa con la revolucin industrial,
los inventos mecnicos siguen la variable del desarrollo de las fuerzas
productivas del trabajo, no se trata de mejorar o disminuir el esfuerzo cotidiano
de las masas laboriosas sino de una tipologa de maquinaria para abaratar las
mercancas y reducir la parte de la jornada laboral que el obrero necesita para
11
SNCHEZ, RICARDO. Huelga, luchas de la clase trabajadora en Colombia, 1975-1981.Bogot: Universidad Nacional. 2009 p.63 12
MARX, KARL. Capitulo XIII Maquinaria y gran industria. El capital tomo I, volumen 2. Ciudad de Mxico DF: siglo XXI editores, 2008 p. 453.
25
s, prolongando, de esta suerte, la otra parte de la jornada de trabajo, la que el
obrero cede gratuitamente al capitalista. Es un medio para la produccin de
plusvalor13.
La maquinaria de la revolucin industrial de los siglos XVIII y XIX no tiene que
ver solamente con las internalidades del trabajo, sino tambin con la
produccin global, esto implica un proceso contradictorio de impulso de la
industria y la productividad, como medio puro para la generacin de plusvalor,
as como el establecimiento de mecanismos para la enajenacin como
estrategia que entrama al trabajo mismo. A diferencia de la manufactura el
punto de partida de la revolucin en el modo de produccin en la gran industria
no parte de la fuerza de trabajo, de su tcnica o intensificacin sino del medio
de trabajo.
Para aproximarse al problema, el inicio ser la conversin de la herramienta en
mquina. La maquinaria surgida en este momento histrico articula nuevos
componentes y un vuelco mismo de la labor industrial, los componentes
fundamentales de la misma son el mecanismo motor; el mecanismo de
transmisin y; la mquina herramienta que tambin es conocida como mquina
de trabajo.
El mecanismo motor acta como remplazo de la fuerza impulsora que aportaba
la misma humanidad, se trata de una nueva fuerza que genera su propio
impulso motriz como es el caso de la mquina de vapor, la mquina calrica, la
electromagntica, etc., o recibe el impulso de una fuerza natural.
El mecanismo de transmisin regula el movimiento, lo lleva desde el motor
hasta la mquina herramienta, si se necesita lo transforma en su direccin, en
su velocidad o hasta en su forma misma, funciona como momento distributivo
de la energa haciendo llegar la potencia generada a la potencia
transformadora.
Por ltimo se encuentra el paso ms adelantado de la maquinaria de la gran
industria, la mquina herramienta, con el impulso generado por el motor y
13
Ibd. p. 451
26
transmitido por el mecanismo inmediatamente anterior mencionado, refrendada
en su movimiento se apodera del objeto de trabajo y lo modifica con arreglo a
un fin14. La modificacin que hace variar a la mquina herramienta de
cualquiera de sus precedentes a la vez que innova re atrae y rastrea,
vinculando el papel de las herramientas y faena de los trabajadores
manufactureros. Aparentemente denota un par de diferencias que vale la pena
enunciar, solo en el esfuerzo de luego aproximarnos al camino del complejo
ocurrido en Europa durante los siglos XVIII y XIX para despus compararlo con
los rasgos que toma este proceso en el transcurso de la historia de ste modo
de produccin y en la particularidad latinoamericana.
A primera vista la mquina moderna se diferencia porque es impulsada por s
misma, en un trnsito diverso para la apropiacin hidrulica de las fuerzas
naturales a travs de vas toscas, desde el uso de caballos y molinos, hasta
efectuar avances tcnicos para la generacin de energa por medio de la
absorcin planificada de la naturaleza. Tambin la maquinaria moderna se
muestra claramente distante a su pasado por el hecho que a diferencia del
humano, no est limitada por sus extremidades para operar en un mismo
tiempo las herramientas. La mquina herramienta multiplica as la capacidad
productiva del trabajo, dejando al proletario como obrero industrial en una muy
particular interaccin con la maquinaria.
Para la concurrencia de la mquina de la revolucin industrial que describe
Marx en su momento vital fueron esenciales algunas circunstancias que no se
muestran con la primera mirada o con el sentido comn:
I) la revolucin industrial en una fase inicial se apropia del instrumento
artesanal a travs de la mquina herramienta, deja a la hombre
vigilar a la mquina, corregirla si se quiere expresar as, o
apareciendo como la fuerza motriz jugando un mero papel mecnico.
II) En segunda instancia, la mquina se adscribe pero en una
codificacin simple de la produccin, se identifica como un periodo
en donde se incorpora la unin de variados instrumentos simples que
14
Ibd. p.454
27
ahora se movilizan con un solo motor requiere la mquina a su vez
una fuerza motriz ms poderosa que la humana, aun dejando a un
lado que el hombre es el instrumento muy imperfecto en lo que se
refiere a la produccin de un movimiento uniforme y continuo15.
III) Por ltimo subyace un periodo histrico, donde se revoluciona el
conjunto del modo de produccin, es impulsado por las mquinas y la
produccin, modificando casi totalmente las fuerzas y relaciones
sociales del mismo cariz. Se avanza rompiendo con fuerza hidrulica
del periodo manufacturero16, ha nacido la era de la gran industria,
ser donde se materialice la contradiccin entre los mecanismos de
transmisin renovados y las fuerzas que los impulsaban era la hora
de pasar a una nueva fase de la motricidad.
La fuerza hidrulica no se poda aumentar a voluntad ni remediar su
escasez; a veces se ausentaba y posea una condicin puramente
local, sin embargo la invencin de la mquina de vapor y su proceso
ascendente dio un avance cualitativo con la mquina de watt, de esta
manera la potencia energtica est por entero bajo el control
humano; es mvil y un medio de locomocin; urbano y no como la
rueda hidrulica rural; permite concentrar la produccin en las
ciudades; y universal en sus aplicaciones tecnolgicas17. La
dimensin energtica, del uso de ciertos recursos naturales del
avance tcnico y tecnolgico frente a ello se convierte en unos de los
re alces del capitalismo, algunos tericos recientemente han
incorporado un anlisis genealgico del sistema a travs del uso de
ciertas energas como fuerzas motrices.
Como lo podemos ver, la autonomizacin de la fuerza humana por parte de la
mquina, establecida por desarrollos de ritmos motores, transmisiones ms
eficientes y la generacin de mquinas herramientas, es la base del ciclo
15
Ibd. p .457 16
Para expresarlo con la voz de un ejemplo, citaramos en un caso particular ya en el siglo XVII se haba intentado poner en movimiento, con una sola rueda hidrulica, dos muelas corredoras y por tanto dos juegos de muelas de molino. Pero el mayor volumen del mecanismo de transmisin entr en conflicto con la fuerza hidrulica ahora insuficiente, y es sta una de las circunstancias que dio el impulso para investigar de manera ms precisa las leyes de la friccin 17
Ibid. p. 459
28
industrial de la produccin capitalista. Que incluso renov y cre sectores
econmicos, entre ellos el lugar que juega industria a base de mquinas que
producen mquinas, e incluso factoras que no del todo estn maquinizadas
con el mismo propsito.
En la manufactura y en la industria manual, el obrero se sirve de la
herramienta; en la fbrica, sirve a la mquina. All los movimientos del
instrumento de trabajo parten de l; aqu, es l quien tiene que seguir sus
movimientos. En la manufactura, los obreros son otros tantos miembros de un
mecanismo vivo. En la fbrica, existe por encima de ellos un mecanismo
muerto, al que se les incorpora como apndices vivos18.
Ante la emancipacin de las barreras referidas a la capacidad del trabajo vivo,
sustanciado en la capacidad humana, las formas de cooperacin se re
adscriben con un panorama que salta por sobre la interacciones de las
colectividades humanas. Las herramientas ahora como instrumentos de una
mquina herramienta, equipadas por fuerzas motoras y trasmisiones ms
extensas conducen, en los albores de la industria moderna, a la cooperacin de
las maquinas en dos modalidades: I) cooperacin de muchas mquinas
similares y II) los sistemas de mquinas.
Remitindonos a ellos por medio de la construccin de la fbrica, traducida
como espacialidad centralizada de la produccin en el actual rgimen,
entendida a su vez por Marx como taller fundado en el empleo de la
maquinaria [] en donde reaparece siempre la cooperacin simple y ante todo,
por cierto (prescindimos aqu del obrero), como conglomeracin espacial de
mquinas similares que operan simultneamente19, mquinas que incluso en
el trabajo no construyen ms que rganos heterogneos del mismo mecanismo
motor.
La tensin de la maquinizacin y la gran industria hace imprescindible el control
e industrializacin de los tiempos muertos en la produccin, se refleja en la
produccin misma con la sustitucin de la mano de obra y el empleo de
18
Ibid. p.349 19
Ibid. p. 358
29
mecanismos maquinizados para el transporte o para imprimirle un ritmo
cadencioso al momento creador del ciclo econmico inmediato del capitalismo.
Por ello tambin promueve, casi que obliga, a la renovacin de los trabajadores
tratando de someterlos a una cadencia objetiva, llevndolos a asumirse como
magnitud del mismo carcter. La cuantificacin, homogenizacin por labores,
unilateralismos son expresiones de esta tendencia que se magnific con el
influjo de la administracin cientfica del trabajo, valga decir con el papel del
taylorismo y fordismo.
Las tensiones incorporadas por el maquinismo no son meras representaciones
simblicas del cambio de la actitud de una era, desentraan el paso a una
modalidad de trabajo que expresa en toda su dimensin la interaccin entre el
trabajo vivo, como fuerza constituyente, y el trabajo muerto, como fuerza
constituida, en un proceso de valorizacin alienante.
El paso del capitalismo propiamente dicho fue descrito por Marx como la
transicin de la subsuncin formal a la subsuncin real del trabajo al capital
()20.
Los contenidos y formas incorporados por el capitalismo al subsumir ralamente
al conjunto del trabajo con la perspectiva de generacin de valor viran
radicalmente del esquema y las practicas con las cuales la humanidad, haba
desarrollado sus labores apropindose y generando su propio conocimiento as
como sosteniendo un rgimen de propiedad, en algunos casos ms rgidos y
estamentales, pero que sin duda alguna no implicaban la plena desposesin de
la mayora de la humanidad.
Para comprender este proceso desde la descripcin del vuelco de la
expropiacin del conocimiento Vctor Manuel Moncayo nos da algunas
pinceladas para entender de qu se tratan las distancias entre la subsuncin
formal y la real.
20
LIBREROS, DANIEL. Financiarizacin y crisis de la globalizacin neoliberal, conocimiento, trabajo y formacin acadmica. Trabajo y capital en el siglo XXI. Bogot: ILSA, 2010 p. 17.
30
Conforme a la subsuncin formal, es importante recalcar que este tipo de
anlisis se ha rescatado en la polmica contempornea que han abierto Toni
Negri, Michel Hart, Holloway, Atilio Born, entre otros sobre la llamada crisis del
trabajo abstracto. Moncayo nos dice:
Este proceso fue formal en sus orgenes, en la medida en que el modo de
producir por parte de los sujetos no fue transformado por el capital que adquira
la fuerza laboral, es decir, bajo un esquema segn el cual ellos eran los
depositarios del saber - conocimiento que les permita realizar un hacer, una
transformacin determinada. Es un momento en el cual no se ha producido una
disociacin entre mente y manto, entre saber y hacer21. Estas formas que han
sido llamadas de transicin al capitalismo o en algunas otras formaciones
sociales, donde se han preservado, hegemnicamente como precapitalistas,
trabajo agrario, indio, esclavistas, o modalidades no mercantilizadas que
sostuvieron su curso al tiempo de formas subsumidas completamente a las
modalidades capitalistas.
Lo complejo de estas visiones es su concepcin del capitalismo como un curso
hacia el desarrollo ascendente, denotado en el avance las fuerzas productivas
y las relaciones sociales de produccin o del palpitante impulso de supuestos
modelos de desarrollismo autnomo impulsados por clases autctonas
expresadas en los estados. De esta manera las asimetras estructurales y
sperestructurales necesarias para sostener la centralidad de algunas
territorialidades conocidas como centros sistmicos, el imperialismo o la misma
dependencia quedan desconocidos. Estas visiones tanto desde la orilla
economicista, del marxismo ortodoxo, o desde miradas del impulso estatista de
la escuela cepalina hicieron carrera en Amrica Latina en la dcada de los 50s
hasta los 70s, hoy renacen como el ave fnix con los postulados del
neodesarrollismo o incluso las tesis del capitalismo andino y amaznico. En un
apartado ms adelante explicitare alguno de los criterios sobre lo mencionado.
La subsuncin real llega a su magno punto de partida:
21
MONCAYO, VICTOR. Transformaciones del capitalismo, conocimiento, trabajo y formacin acadmica. Trabajo y capital en el siglo XXI. Bogot: ILSA, 2010 p. 53.
31
Con el advenimiento del maquinismo y de la revolucin industrial que este
acontecimiento supone, se produce un inmenso salto cualitativo en el
sometimiento del trabajo al capital , que empieza un camino sin pausas hacia
formas cada vez ms claras de sometimiento o subsuncin real, es decir, de
cambio de las modalidades y formas bajo las cuales debe realizarse el trabajo
() aunque no plenamente, el saber conocimiento se desplaza de los sujetos
y los instrumentos que ellos operaban gracias a su saber hacer, al agregado
material que constituye el sistema de mquinas, que se convierte en adelante
en la unidad virtuosa, que posee la habilidad y la fuerza que antes eran del
obrero22.
Iniciada la fase ascendente de la revolucin industrial que indicaba el
maquinismo, ocurre el trastoque del trabajo, no solo por la ruptura en trminos
del conocimiento que hasta este punto se apropia la gran industria con la
incorporacin a sus maquinas de las herramientas y labores que antes
desempeaban obreros adems de artesanos. Sino el hecho de que tal
proceso de expropiacin, que no es esttico y coyuntural, por el contrario, es
permitente y dinmico, tiene como parangn el paso de parte del trabajo vivo,
ejercido por quienes venden su fuerza de trabajo, al lugar del trabajo muerto.
La maquinaria, sea incluso el gran autmata de la poca de Marx las hoy
maquinas informatizadas, al igual que cualquier otra parte de componente del
capital constante, no crea ningn valor sino que transfiere su propio valor al
producto para cuya fabricacin ella sirve23. Por lo cual las maquinas no crean
valor sino que incorporan el valor del trabajo social del que son producto a las
mercancas que contribuyen a realizar, avanzando la tecnologa y la tcnica en
la elaboracin de las mismas maquinas probablemente aumentan su
composicin de trabajo social.
Cabe reiterar como postulado que la mquina siempre ingresa totalmente al
proceso de trabajo y solo parcialmente al proceso de produccin y solo
parcialmente en el proceso de valorizacin24, en buena medida ello se muestra
22
Ibd. p. 53 23
MARX, KARL. Capitulo XIII Maquinaria y gran industria. El capital tomo I, volumen 2. Ciudad de Mxico DF: siglo XXI editores, 2008. p. 471. 24
Ibd. p. 471.
32
en el trecho existente entre la mquina con respecto a la creacin de valor y la
labor que aquella juega en la creacin de productos, al intervenir en la dinmica
del trabajo facilitando la produccin de bienes la mquina se dedica
completamente al trabajo, pero el valor que transfiere se manifiesta en la
medida del desgaste mismo de la mquina, expresando el circulo finito del
producto del trabajo social pretrito, ya objetivado. Conforme la productividad
de la factora maquinizada, por efecto de la misma, significa la reduccin del
tiempo de trabajo abstracto para la creacin de la misma por tanto reduce su
valor mismo, de la misma manera que aumenta la composicin orgnica del
capital hacia el lugar del capital constante. El desgaste es la coordenada de
participacin parcial de la mquina en el proceso de valorizacin.
La maquinizacin en referencia con la gran industria aparentemente se imbrica
en el desarrollo ascendente de las fuerzas productivas, como una escalera
ascendente, que se reproduce ideolgicamente a travs del sentido
desarrollista de la hegemona del capital. Las razones del uso de tecnologa
avanzada de la misma manera que esquemas de plusvala basados en el
aumento de la productividad, una de las caractersticas de la plusvala de la
responsabilidad, ocurre en la eleccin entre el trabajo que cuesta y el trabajo
que economiza la mquina. Se puede expresar de la siguiente manera, se trata
de la seleccin entre la diferencia (que) subsiste mientras los costos de trabajo
de la mquina, y por consiguiente la parte de valor agregada por ella al
producto, sean inferiores al valor que agregara el obrero valindose de su
herramienta25.
El viejo topo reaparece enunciado la divergencia entre pases y la desigualdad
que se establece ante la matriz argumentada del valor de la fuerza de trabajo
como una magnitud distinta a cada nacin, rama o tipo de trabajo:
El capital no paga el trabajo empleado, sino el valor de la fuerza de trabajo
empleada, para l el uso de la mquina sta limitado por la diferencia que
existe entre el valor de la misma y el valor de la fuerza de trabajo que
remplaza. Como la divisin de la jornada laboral en trabajo necesario y el
25
Ibd. p. 476.
33
plustrabajo difiere segn los pases, y difiere tambin, asimismo, segn las
pocas del mismo pas, o segn la rama de la productividad en el mismo
periodo; como, adems, el salario real del obrero ora cae por debajo del valor
de su fuerza de trabajo, ora supera dicho valor, la diferencia entre el precio de
la maquinaria y el precio de la fuerza de trabajo que debe sustituir puede variar
considerablemente, por ms que la diferencia entre la cantidad de trabajo
necesaria para la produccin de la mquina y la cantidad total del trabajo
sustituido por ella se mantenga invariable26.
La consideracin de los capitalistas siempre se connota con respecto a la
efectividad que genera en torno a la produccin y la ganancia, contrario al
sentido ideolgico del ascenso tcnico y tecnolgico permanente, no son pocas
las regiones, ramas y periodos en las cuales se toma la decisin de adscribirse
al trabajo humano por encima de la mquina, precisamente por su costo
decreciente. Empero, el modelo de trabajo que produce este esquema
normalmente se esfuerza por reducir la parte de la jornada laboral que es
necesaria para alcanzar los valores que reproducen a la clase obrera, a la vez
que cnicamente aumenta el plustrabajo. Ms adelante cuando nos adentremos
a las realidades del intercambio desigual y la superexplotacin del trabajo en
Latinoamrica hablaremos de lo anterior referido a nuestra continentalidad.
El desgate de la mquina como acto de transferencia del valor efectuado en el
proceso de produccin connota tres variables, aquella que se refiere al
desgaste por uso, otra entrelazada al desuso y la ltima concebida como el
desgaste moral. Los dos primeros hacen parte del trabajo muerto efectuado por
la maquina, pues tanto su permanente funcionamiento acelera su transferencia
del valor de la misma manera que reciente y fcticamente destruye la
cristalizacin del trabajo social del cual es expresin. En la misma lnea su
desuso se vincula a la irrealizacin del trabajo social del que es producto y
potencia al mismo tiempo, la condicin de desgaste, la cual tambin es
generada al no expresar la vocacin ontolgica de la mquina, pues ella se
deteriora al no transferir el valor. El metal, sus piezas y mecanismos motrices al
no funcionar, son aicos rodos por el polvo.
26
Ibd. p.478.
34
El desgaste moral es una compleja realidad que advierte de la historicidad de la
competencia y el desarrollo tecnolgico en la poca del capital. La mquina
pierde valor de cambio gracias a la innovacin y la entrada en el mercado de
nuevas mquinas que logran aportar en el trabajo social de una misma manera
pero con un menor valor de cambio con mquinas que lograr superar las
magnitudes de las capacidades del trabajo muerto de su competencia, que
aunque con un mayor valor aportan contundentemente a la desvalorizacin del
proceso de trabajo. Cuanto menor sea el tiempo en el que una mquina
transfiere su valor, el desgaste moral decaer, si la jornada de trabajo se
extendiese, la dialctica entre el trabajo vivo y muerto se multiplicara,
efectuando una valorizacin dinmica y acelerada.
Extender la jornada de trabajo en vez de extender el nmero de trabajadores
empleados en las fbricas y ramas de la industria fue la tctica acogida
mayoritariamente:
La explotacin de un nmero doble de obreros requiere, asimismo, tanto la
duplicacin de la parte del capital constante invertido en maquinaria y edificios
como la adelantada en materia prima, materiales auxiliares, etc. Al prolongar la
jornada laboral se ampla la escala de la produccin, mientras que se
mantiene inalterada la parte del capital inadvertido en maquinaria y edificios.
No solo pues, se acrecienta el plusvalor, sino que disminuyen las inversiones
necesarias para la obtencin del mismo27.
El maquinismo no aparece como una totalidad sino se muestra variable ante la
realidad de la bsqueda del aumento de la tasa de ganancia, acerqumonos a
otra cuestin cules son los efectos de la mquina e industria mecnica sobre
el proletariado?
En el capital, el pensador de Trveris, habla de los efectos inmediatos sobre la
clase obrera del maquinismo, l se referir a tres factores: la apropiacin de
fuerzas de trabajo subsidiarias por el capital, incorporacin de trabajo infantil y
femenino; la prolongacin de la jornada laboral; e intensificacin del trabajo.
27
Ibd. p. 493.
35
De mi parte compartir algunas de las notas sobre los ltimos dos aspectos,
pues la situacin de la incorporacin de fuerza de trabajo infantil y femenina ha
cambiado en grandes rasgos sus formas, sin erradicar nunca del todo la
sobreexplotacin que sufren as, como las luchas ejercidas para su
emancipacin parcial. En el acpite sobre la nueva morfologa de la clase que
vive del trabajo.
1.2.2 Sobre la jornada de trabajo y la intensificacin de la misma en el
maquinismo
Hemos sido insistentes en adscribir al maquinismo dentro del proceso de
valorizacin, donde juega como capital constante. Ahora trataremos de
referirnos a algunos espectros de las entraas del trabajo asalariado en el giro
dado por la produccin capitalista durante los siglos XVIII y XIX.
Las facilidades introducidas por las mquinas, aumentadas si estas actan en
formas cooperativas o exacerbadas al integrase como un gran autmata,
decrecen la cantidad de fuerza o la habilidad misma que tuviera el proletario
sobre su labor. Se trata de la construccin del trabajo abstracto exaltado lo
genrico y universal del mismo, donde pueden caber mujeres, nios y obreros
descalificados. Al requerirse menor tiempo de trabajo socialmente necesario
para la produccin ocurre un efecto de desvalorizacin de las mercancas,
modificndose los lmites y la resistencia de los poseedores de la fuerza de
trabajo en la misma jornada laboral.
Facilidad del trabajo y disminucin del tiempo en la produccin se sintetiza en
la desvalorizacin de mercancas. En un esquema que se retroalimenta del
plustrabajo nos lleva a comprender parte de la interaccin asumida entre el
trabajo vivo y el trabajo muerto con esta condicin, los limites que se
establecan como vector del trabajo obrero en los pases industrializados se
fragmentan al punto de la inhumanidad, como lo describe Engels en la
situacin de la clase obrera en Inglaterra; igualmente el proletariado se
enfrentara desde all permanentemente la mquina y la posterior
36
automatizacin como una antpoda de su fuerza de trabajo, por tanto de su
existencia misma.
Esta desvalorizacin introducida por el trabajo potenciado, en el cual la
maquina acta como pivote, efecta un cadencioso baile en el cual se aporta al
aminoramiento del valor de cambio de la fuerza de trabajo. Conjuntamente,
ocurre un mecanismo indirecto donde el global de las mercancas para
reproducir la fuerza de trabajo son abaratadas, ya sea por la mayor el mayor
uso de tecnologa en estas ramas productivas o por la renovacin de la divisin
mundial del trabajo, que incorpora a los pases de periferia en la generacin de
estas mercancas alimenticias, de vestido, etc. La llamada plusvala relativa es
el sustantivo que recorre las venas del oprobioso camino de la ganancia
generada por el aumento de la productividad del trabajo.
Describindolo a travs del tiempo de trabajo, aproximmonos a la mirada
marxiana. Resulta que el plusvalor solo nace de la parte variable del capital,
compuesta por la tasa de plusvalor: definida por la proporcin entre el trabajo
socialmente necesario para la reproduccin de la clase trabajadora y el
plustrabajo; y el nmero de obreros ocupados simultneamente en la parte del
ciclo generador de los valores de uso.
Los dos componentes del plusvalor chocan entre si dinamizados por el empleo
capitalista de la maquinaria. Retrayendo dos ideas 1) el aumento del capital
variable en su componente de fuerza de trabajo simultneamente usada,
generara el escalamiento del capital constante; 2) el trabajo potenciado por la
mquina ingresa solo parcialmente al proceso de valorizacin, el intento del
capitalismo identifica como meta disminuir la fraccin de la jornada de trabajo
con la finalidad de sostener la vida social de las masas trabajadoras y
aumentar el plustrabajo. Afrontando stas consecuencias, el capitalismo
conjuga las vas que llevan a la requisicin de la plusvala relativa con la
contradictoria ruta de la prolongacin de la jornada de trabajo.
De ah ese notable fenmeno en la historia de la industria moderna.
Consistente en que la mquina arroja por la borda todas las barreras morares y
naturales de la jornada laboral. De ah la paradoja econmica de que el medio
37
ms poderos para reducir el tiempo de trabajo (que fuere la mquina) se
trastrueque en el medio ms infalible de transformar todo el tiempo vital del
obrero y su familia en tiempo de trabajo disponible para la valorizacin del
capital28.
En la primera etapa del capital, los niveles de desposesin, de pugna por la
supervivencia del proletariado industrial moderno, llev a los trabajadores a
aceptar su condena, la de un rgimen vertical y dictatorialmente manejado en
el mismo puesto de trabajo. Al entrelazarse las andadas de la plusvala relativa
con las de la plusvala absoluta, el reclutamiento de trabajadores por parte del
capital libera una enorme cantidad de fuerza de trabajo, ejrcito de reserva de
millones el cual es poblacin obrera superflua, incapaz de imbuirse en el
mbito directo de la explotacin a la vez que se atena su combatividad por
medio de la ley del hambre y el desempleo.
El ritmo de la intensificacin del trabajo fue la razn la que se acrecent la
rebelin obrera, y si bien para el trabajo tercerizado y flexibilizado en el que
viven masas laboriosas como los ms de 15.000 hombres y mujeres vinculados
directa o indirectamente a Pacific Rubiales Energy, esto sea una nota ms bien
memorial. Valga recordar que la fuerza obrera oblig por primera vez, oblig al
estado a reducir por la fuerza la jornada laboral y a comenzar por imponer en la
fbrica, propiamente dicha, una jornada laboral de trabajo; a partir, pues, de
ese momento en que se exclua definitivamente la posibilidad de producir ms
plusvalor mediante la prolongacin de la jornada laboral29.
Esta exclusin definitiva fue una realidad parcial y nunca completada en el
mundo, sin hablar de las modalidades flexibles o del trabajo informal, la OIT en
2007 public un informe, en el cual, con base estadstica de una veintena de
pases se denotan los porcentajes de poblacin que supera las 48 horas de
trabajo:
28
Ibd. P 497 29
Ibd. p 499
38
Grfico 1. Incidencia de las horas largas: trabajadores que trabajan ms de 48
horas semanales (pases seleccionados, 2000 -2005)
Sin contar con la variable de las horas trabajadas, la grfica demuestra incluso,
que en los pases de centro de produccin capitalista como Estados Unidos,
Corea, Noruega y su potente industria telefnica y Francia, los porcentajes
superan el 20% de trabajadores que ejercen labor durante ms de 48 horas a
la semana. Aun cuando la meta internacional fijada por acuerdos de la OIT es
llegar a las 40 horas semanales. Es decir, pone en prctica la reivindicacin de
las 8 horas de trabajo. Existen realidades nacionales que sufren la divisin
mundial del trabajo pero jams la globalizacin de los derechos laborales, las
metas mundiales son desdeables para el capital a pesar de la firma para
legitimarse.
39
Naciones industriales de la periferia o simplemente con estructuras de
capitalismo dependiente sufren trabajos que se extienden en el ms del 50%
de la poblacin laboral de las 48 horas de jornada semanal. As como la
economa no se industrializo a plenitud, y ya desde el siglo XIX se pona en
coccin la receta del capitalismo como un modelo desigual entre las naciones
las jornadas de explotacin, superan en un gran nmero de naciones las
medidas internacionales y las metas que organismos de supuesta regulacin
internacional de las contradicciones capital versus trabajo fijan.
1.3 EL TRABAJO EN EL CAPITAL MONOPLICO: TENSIONES DE LA
POCA DE ORO, NOTAS SOBRE EL MODELO FORDISTA TAYLORISTA
1.3.1 La economa poltica del imperialismo
Posterior al momento de la revolucin industrial y la construccin de un
capitalismo que algunos tericos como Adam Smith denominaran como de
libre concurrencia, devino un nuevo periodo en la historia del capital.
El siglo XX iniciaba con una fase de acenso econmica vinculada a la
innovacin tecnolgica y la transformacin administrativa de las grandes
empresas, ste crecimiento haba incentivado las conquistas de ultra mar por
parte del imperio Ingls, que rpidamente fueron teniendo respuesta con
travesas del mismo carcter por parte de franceses y alemanes. Incluso el
hasta ahora subsidiario podero estadounidense se expresaba en la derrota
que le infligi al viejo colonialismo espaol ganando la guerra por la posesin
del territorio de cuba en 1898, sin dejar de mencionar al mismo Japn que
como potencia asitica controlaba grandes extensiones del territorio chino,
coreano e indochino.
A esta periodicidad del capital ya los mismos tericos contemporneos a su
realidad le llamaban imperialismo. Al viejo colonialismo se le antepuso un
modelo de potencias capitalistas que eran capaces de extender su empuje
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productivo a otras territorialidades, las reacciones no se hicieron esperar, e
inspirados por la ruptura de los acuerdos post napolenicas, los diversos
poderes de Europa se vieron forzados a demostrar sus capacidades en el
campo de batalla.
La competencia por la ganancia se enmarcaba como una tendencia objetiva del
capital, seala Lenin, al tiempo que contradeca a sus contrapartes de la social
democracia (Karl Kautsky y Eduard Berstein) sobre los caminos de resolucin
de la conflagracin mundial que viva el mundo, iniciando el sendero de la
pacificacin, solo poda ser abordado al calor de la transicin al socialismo.
El punto de partida de la connotacin econmica del principal dirigente
bolchevique le daba al imperialismo, en el seno de la principal polmica
internacional, la tesis de la sobreacumulacin de capital, sealando:
Como problema fundamental la falta de oportunidades para una inversin
rentable. En ciertas ocasiones, una demanda de consumo insuficiente puede
ser parte del problema []. Para mantener abiertas las oportunidades
rentables es, por consiguiente, tan importante el acceso a inputs (tierra,
materias primas, productos intermedios, fuerza de trabajo) ms baratos como
el acceso a nuevos mercados, de lo que se desprende la necesidad de obligar
a los territorios no capitalistas no solo a comerciar (lo que efectivamente
ayuda), sino tambin a permitir la inversin de capital en operaciones
rentables utilizando fuerza de trabajo, materias primas, tierra, etc.30
El giro centrfugo del capital tiene como parangn el punto mximo de la
ganancia que se poda lograr a partir del esquema del capitalismo industrial
moderno insertado en las territorialidades nacionales, se trata de la tendencia a
la tasa decreciente de capital expresada en determinados regmenes de
acumulacin sentados en el tiempo y confexionando una espacialidad
especifica.
Trotsky agregaba el sistema haba alcanzado a principio del siglo XX una
dimensin mundial, que desbordaba los marcos vigentes para el
30
HARVEY, DAVID. El nuevo imperialismo. Madrid: Ediciones Akal, 2009. pp 112 -113
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desenvolvimiento de las fuerzas productivas. Esa estrechez de las economas
nacionales forzaba una sucesin de expansiones externas, que terminaban en
conflictos armados31. La crisis capitalista que haba impulsado la primera
guerra mundial, era fruto de la sobre produccin de capital y la generacin de
un dinero superfluo, producto de la desconfianza de la rentabilidad en negocios
nacionales.
Solo a travs de la reorganizacin del mundo se logro la reestabilizacin del
trabajo, pues la disputa inter imperialista haba desatado una continuidad en los
esquemas de trabajo (de gestin interna) que no se perfeccionaran sino hasta
aos adelante, aunque los experimentos del fordismo taylorismo ya venan
existiendo. La clase trabajadora haba terminado tomando mayoritariamente
partido por las burguesas nacionales, sin embargo los efectos de la crisis y la
codificacin de la guerra en su etapa final condujo a rebeliones obrero-
populares y de las naciones oprimidas, teniendo como centro al viejo
continente. Las coordenadas de la rebelin van desde la revolucin rusa que
haba unificado al proletariado, el campesinado y los pueblos oprimidos que
cobijaba el zarismo, hasta la Italia agrupada tardamente, pasando por los
Balcanes y la misma Alemania.
En vez de la asociacin que pregonaba la socialdemocracia Alemana, un
partido de millones de obreros, la rivalidad fue el lenguaje de las potencias
imperialistas en este periodo.
Lenin retomando algunas posturas del economista de izquierda Hilferding y
aadiendo algo a otras caractersticas, se esforzar por definir el imperialismo
de su periodo, acentese de su periodo, en sus variables econmicas.
Primero, el desarrollo de la produccin en un grado tan elevado, creando
monopolios. Fueron dos los causes que llevaron a esta situacin, por un lado el
aumento de la produccin industrial acumulando capital tan elevadamente que
rompi con el rgimen de competencia imperante, conduciendo a la
centralizacin industrial mediante la destruccin de otras plantas. De la misma
31
TROTSKY LEN, Tres concepciones de la revolucin rusa. Resultados y perspectivas. Buenos Aires: Editorial El Yunque, 1975. P. 36.
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manera en un proceso indicado sobre todo para Inglaterra, la crisis industrial
convergente con la falta de rentabilidad del capital durante ese momento en la
potencia britnica, factor que ilumina el proteccionismo y las cargas
impuestarias que generaba el imperio britnico alrededor de su voluntad
econmica. Esta poltica provoc la inmediata reaccin de sus rivales, que
instauraron bloques semejantes en sus zonas de influencia (Francia) y
aceleraron la creacin de regiones protegidas (Alemania). Lenin consider que
este cambio consagraba el pasaje del libre-comercio al proteccionismo y
transformaba las disputas acotadas (por el liderazgo exportador), en guerras
comerciales entre duros contendientes (atrincherados en fortalezas
aduaneras)32.
Segundo, fusin del capital bancario e industrial creando el capital financiero,
dominado por la oligarqua financiera. Los banqueros transformaron el papel de
intermediarios que subsidiariamente intervenan en a la industria, comenzado a
concentrar informacin comercial e incluso capital industrial gracias a deudas
provenientes de burgueses de esa fraccin de la economa. De emprstitos, se
pas a la inversin en la industria y comercio. As se le dio nacimiento al capital
financiero que dominaba sobre el capital comercial e industrial.
A la centralizacin de la produccin establecida por conglomerados industriales
se paso a la conformacin de conglomerados econmicos, dirigidos por la
oligarqua financiera, a travs de trust o figuras asociativas de carteles que
daban un nuevo contenido al monopolismo.
El lder bolchevique resaltaba la aparicin de una oligarqua financiera que
obtena enormes lucros con la emisin de ttulos, la especulacin inmobiliaria y
el control de los paquetes accionarios. Consideraba que esta supremaca
reforzaba el carcter rentista-usurero de los estados imperiales, frente a un
conglomerado de estados-deudores sometidos. Por esta razn defina al
imperialismo como una era del capital financiero33
32
KATZ, CLAUDIO. Teora clsica del imperialismo I. http://www.rebelion.org/noticia.php?id=128564, Buenos Aires, 2011.p 8. 33
Ibd. p.8.
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Lenin asume los anlisis de Hobson aadiendo a su perspectiva sobre el
imperialismo, el papel de los exagerados dividendos que provienen de la
exportacin de mercancas al extranjero y sobretodo de las inversiones de
capital en otras territorialidades.
Tercer rasgo, la exportacin de capital que supera a la mismsima exportacin
de mercancas. Se trata de la transicin del mero giro de algunas de las
mercancas devenidas de la produccin interna en los centros capitalistas a las
inversiones financieras sobre la periferia, con aquellos giros de capital se
estimul la creacin de las primeras industrias modernas en regiones
atrasadas, como Rusia, India y Amrica latina, se impuls la construccin de
ferrocarriles y se influy determinantemente en la constitucin de la clase
trabajadora en naciones donde su formacin econmica social se combina aun
con estructuras previas al capitalismo.
Esta caracterizacin se inspir en la clasificacin expuesta por Hilferding, para
periodizar la evolucin histrica del capitalismo. De una era colonial
inicialmente mercantilista (que facilit la industrializacin europea), se haba
saltado a una expansin manufacturera de las grandes potencias (en torno a
los mercados internos). Este desenvolvimiento quedaba ahora superado por la
nueva fase de exportacin de capitales.34
Cuarto, la creacin de asociaciones mundiales de capitalistas que se reparten
contradictoriamente el mundo. El peso de los monopolios expresado en el
gigantismo de las industrias y su conduccin financiera llev a un tipo especial
de relaciones con el estado mismo. Con aquella advertida capacidad de
dominacin sobre la economa y la poltica se formaron asociaciones, tomando
la casaca de carteles, capaces de controlar los precios mediante acuerdos
entre los grandes grupos.
Quinto, terminacin del proceso de reparto territorial del mundo entre las
potencias capitalistas. Para Lenin el mundo ya haba ingresado completamente
en la onda de dominacin del capitalismo a travs de la sujecin de variadas
potencias imperialistas, lo cual no implicaba una subsuncin real en la totalidad
34
Ibd. p.9.
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de la economa de las naciones, la nica forma para alterar esta organizacin
territorial del capital era el choque blico entre potencias.
Efectivamente sta es una de las tesis ms rebatidas del lder comunista ruso,
precisamente porque el influjo del imperialismo estableca asimetras
jerrquicas en la escala de dominacin, y porque posterior a la primera guerra
mundial se constituiran nuevas territorialidades de contenido socialista o
democrticas que restaran capacidad de sujecin al conjunto del modo
capitalista de produccin.
En su gran mayora el sustento terico de Lenin seria rebatido por la
conformacin de una modalidad de capitalismo imperialista diferenciada a la
que l conoca, sin embargo su anlisis fue un contundente aporte para la
conduccin poltica de las clases subalternas en la situacin concreta que
afrontaban. La primera revolucin socialista del mundo, un movimiento material
que rebata los postulados del Capital de Marx, haba llegado entre otros
factores por el aporte terico de la dirigencia bolchevique que nunca se resigno
a la guerra de las burguesas.
Trabajo y capitalismo tardo
Posterior a la segunda posguerra, cuando finalmente el capitalismo logra un
reordenamiento entre las potencias que no conduce a una nueva mediacin
blica de escala mundial, el sistema constituye una nueva etapa. Algunos
tericos debatirn sobre su connotacin desde distintas denominaciones
capitalismo tardo, capitalismo de Estado, capitalismo monopolista de
Estado, nosotros usaremos esencialmente la perspectiva del capitalismo
tardo elaborada por Ernest Mandel -trotskista dirigente de la IV internacional
quien fuera una de las principales mentalidades econmicas del siglo XX.
El periodo es abierto por un ciclo expansivo en lo econmico, explicado por la
elevacin de la tasa de explotacin basado en la situacin subjetiva y
economa de la clase obrera internacional, quien devena de la derrota infligida
por el fascismo y la guerra inter imperialista, entre los dos destructores de gran
parte de sus niveles organizativos en un plano gremial y poltico, aniquiladora
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de sus cuadros y cercenadora de su movilizacin por medio de los
nacionalismos. El Movimiento obrero pasado por esta situacin fue presa fcil
del capital, estableciendo un pacto corporativo que limaba las contradicciones
expresadas en la lucha de clases con la figura del estado de bienestar. Las
ganancias de la clase obrera en Europa eran reducidas a pactos sociales
reivindicativos, variando su origen como escalada de confrontaciones y logros
en la lucha por el poder.
El predominio estadounidense fue el timonel del viraje, el viejo imperialismo
caracterizado por Lenin era sinnimo de confrontacin entre potencias, desde
el final de la segunda guerra mundial el caos y la devastacin europea obligo a
frenar sus rivalidades internas comenzando un proceso de unificacin regional
bajo la egida norteamericana.
El predominio estadounidense determin el viraje de la etapa. Ningn conflicto
anterior se haba zanjado con semejante preeminencia. La abrumadora
superioridad norteamericana qued consagrada con la formacin de una
alianza atlntica (OTAN), bajo el mando del Pentgono. Estados Unidos ejerci
una dominacin explcita y reafirm su autoridad con la disuasin nuclear.
Impuso la localizacin de las Naciones Unidas en Nueva York y estableci en
el Consejo de Seguridad un sistema de consultas para supervisar todos los
acontecimientos mundiales.35
Las tcticas Estadounidenses variaban sustancialmente de las ocurridas en el
pasado, ante una Europa devastada no se les impuso siquiera a los vencidos
un tratado de rendicin y entrega como el de Versalles, contrariamente se les
articulo a un tipo de subordinacin que no impeda la reconstruccin como
potencias de Francia, Alemania o Inglaterra. Se impulso el plan Marshall, la
generacin del Banco Mundial, la reorganizacin de planes de cooperacin
extrajera y reconfiguracin monetaria con el canalaje que les permiti el pacto
de Breton Woods.
La unipolaridad fue el nuevo apellido del bando capitalista, E.E.U.U ofreci el
rol de imperialismo por invitacin, cambiando el comportamiento, conformando
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KATZ, CLAUDIO. Bajo el imperio del capital. Bogot: Espacio Critico ediciones, 2011 p.40.
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niveles de cohesin bajo la cond