Por: Roberto Jorge Saller

Blanco y Negro: ¿Maldición?

La primera quincena del año 2013 se cierra con la noticia de la muerte de Conrad Bain, quien interpretase al señor Drummond en la exitosa serie de los

80 Blanco y negro (Diff'rent Strokes).

Blanco y Negro: ¿Maldición?

Se ha dicho que Bain, un veterano actor canadiense de 89 años, fue el único protagonista de esta serie que escapó a la llamada “maldición” de Blanco y

negro. En al serie, Bain, como ya dijimos, hacía el papel del señor Drummond, padre adoptivo de Arnold y Willys y padre biológico de Kimberly.

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Fue la suerte de los actores que encarnaron a estos tres personajes lo que originó los rumores sobre la supuesta maldición.

Blanco y Negro: ¿Maldición?

Dana Plato (1964-1999), “Kimberly Drummond” en la serie. Tras el fin de Blanco y Negro tuvo una carrera poco exitosa, se casó y separó, perdió la custodia de su hijo y agudizó las adicciones al alcohol, la cocaína y otras sustancias que habrían empezado ya en sus días de fama. Rodó algunas

películas con desnudos y posó para Playboy, lo que alimentó la leyenda urbana de que se había vuelto actriz porno. El desorden de su vida se extendió a sus

finanzas y terminaría viviendo en un campamento para remolques donde moriría como consecuencia de una sobredosis de analgésicos.

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Todd Bridges (1965), “Willies Jackson” en la serie. Tras tocar fondo y tener problemas con la ley por posesión de armas, de drogas e intento de asesinato,

logró rehacer su vida y hoy dirige una fundación para la rehabilitación de jóvenes adictos. Según su propio testimonio, su adicción comenzó en la época

de Blanco y negro y grababa bajo los efectos de la droga.

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Gary Coleman (1968-2010), “Arnold Jackson” en la serie, quien declaró que “ni siquiera a su peor enemigo” le desearía que viviera los primeros 15 años que él tuvo que vivir, tuvo una carrera como actor y figura mediática poco afortunada. No está demás resaltar el hecho de que sufría padecimientos

físicos congénitos no demasiado agradables y que no debían predisponerlo a una actitud excesivamente optimista. Demandó a sus padres y a su manager

por apropiación indebida y en 1999 se declaró en bancarrota. Ejerció diversos trabajos, tuvo querellas por agresión y fue candidato a Gobernador de

California. Murió a los 42 años a causa de un accidente.

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Se habla de “maldición” y ante tan supersticiosa interpretación de los hechos caben 2 preguntas: ¿por qué la maldición no alcanzó al señor Drummond? y ¿no existen casos anteriores de niños estrellas que también fueron adultos

desafortunados?

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La razón parece bastante simple: la actuación es un trabajo y un trabajo bastante exigente, no es un juego. Y no hay por qué suponer que a los niños les agrade repetir 7 u 8 veces una misma escena. La presión del estrellato, el no poder salir tranquilo a la calle y el verse convertidos en “niños mimados”

puede generar un estrés no tan fácil de manejar.

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Ante casos como estos, los padres deberían pensarlo 2 veces antes de inscribir a sus hijos en concursos o eventos similares. Por algún extraño motivo, el

trabajo infantil en general está mal visto (aun cuando se realice en condiciones decentes y ayude al desarrollo de habilidades). Nadie parece acordarse de que

los niños estrellas también hacen trabajo infantil.

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