Post on 23-Mar-2016
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Los dioses muy sabios todos ellos todo lo hicieron bien,
porque lo pensaron con pasión, con el alma, en vez de hacerlo
con la cabeza que tantos problemas encuentra en todo.
De este pensamiento creativo, surgió Asturias y con ella un
paisaje donde el vacío no existe, una vegetación magnifica
sobre una tierra sólida.
Basílica de Covadonga , fue consagrada
el 7 de septiembre de 1901 por el obispo
de Oviedo Fray Ramón Martínez Vigíl un
jesuita natural de Tiñana.
La montaña de Covadonga fue el primer
parque natural de España, creado el 22 de
julio de 1918, en el que tuvo un papel muy
destacado Pedro Pidal y Bernaldo de
Quirós, y se inauguro oficialmente por
Alfonso Xlll y su esposa Victoria Eugenia
el 8 de setiembre del mismo año.
La minería asturiana fue prácticamente en
todo el siglo pasado la mas importante de
España, llegando en los años 90 a suponer el
22% de la producción minera española.
Hoy en día no se sabe nada sobre el futuro
que tendrá una profesión que marco la vida de
una región y parte de la vida de una nación.
La historia de la minería en Asturias se
remonta a la segunda mitad del siglo
XVlll.
Fue el ministerio de marina quien decreto
en 1767 la utilización del carbón para la
fundición de cañones de los arsenales
militares.
La actividad pesquera Asturiana, se
localiza en su mayor parte en los
puertos de Avilés y Gijón y supone
el 0,10% de la producción total de la
región, que junto con la minería
llego a conformar en los años 60
del pasado siglo el primer sector
industrial de la región.
El sector industrial quizás se haya
resentido en los últimos años del
excesivo peso de la siderurgia
(ENSIDESA) y la minería. En su
conjunto Asturias aporta el 25% de
la producción española de la
industria metálica básica, también
destaca la industria alimentaría, la
química, el vidrio y la pesquera.
Con el declive industrial
y minero, en Asturias se
Cempezó a fomentar el
turismo costero, rural,
así como el gastronomito
con los platos típicos
entre otros, como la
fabada, los callos, el pote
asturiano, las cebollas
rellenas etc. y todo ello
regado con nuestra
“sidra natural”
Asturias abrazada por mar
y montaña, ha sabido
transformar las
tonalidades que adormece
la niebla, en rojos y
dorados de viveza
inigualable: manzana en
las pomaradas y sidra en
los llagares.
Dos símbolos de la
esencia y la historia de
Asturias
Por eso la sidra es el liquido de estas
tierras gigantes, duras y recias.
De estos montes vestidos siempre de
verde y de los mil matices que la lluvia
pone siempre a sus faldas y a sus
crestas.
La elaboración de la sidra en Asturias fue de
una forma artesanal, hasta bien entrado el
siglo xx, era un trabajo vinculado a las labores
agrícolas y condicionado por viejas tradiciones
y leyendas; consejos de ayer que fueron
desplazados por modernas tecnologías.
Estos avances tecnológicos se
produjeron tanto a nivel casero como a
nivel industrial, si bien es en este sector
donde mas se notó con un avance
espectacular; tanto en la cadena de
producción, como en la distribución.
Estos avances también se notaron en su
consumo, sobre todo en los últimos tiempos y en
los que se aprecia cada vez mas una exigencia
en el escanciado, quizás por la proliferación de
concursos o festivales; como el de Gijón con el
record Guimnes, ya que un buen escanciado es
el punto final para saborear una buena sidra.
Pero la sidra también tiene sus
bondades y nos da alegrías, como la
que tiene nuestro parroquiano.