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Dios es la substancia de lo que amamos.
La relacin entre San Agustn y Nicols Gmez Dvila
Olga Lucia Cortes Romero
El pensamiento gomezdaviliano siempre ser un enigma para su lector. Un escolio es la punta
del iceberg donde el lector debe sumergirse en aguas profundas para ver la magnitud que lo
precede. Es por esto que nos alejaremos de la sistematizacin del pensamiento del bogotano,
para adntranos en el ncleo de un solo escolio: Dios es la substancia de lo que amamos
(Gmez Dvila, Escolios a un texto implcito. Seleccin, 2001, pg. 16)
Don Nicols tendr dos temas que se destacan en su pensamiento, Dios y la religin, y el amor
y el erotismo. Vemos que Gmez Dvila se remitir a Dios de forma particular durante sus
escritos, a pesar de considerar su patria el catolicismo siempre tendr una postura puntillosa y
critica frente a la religin, la creencia y Dios. Adems las nociones erticas y romnticas sern
una herramienta ms para expresar sus ideas enigmticas que atraen al lector curioso. Por
otra parte no olvidemos que sus escolios presuponen un texto, por lo que en las ideas suelta
que el escolio proporciona podemos buscar un autor, un libro, un personaje o toda una
tradicin. As pues, si tenemos en cuenta la forma de escribir de Gmez Dvila, debemos decir
que el problema alrededor de este escolio va ms all de una estimacin romntica del amor o
una relacin meramente religiosa con Dios.
Por lo anterior para llegar a la base del iceberg del escolio nos remitiremos a San Agustn
presumiendo que Don Nicols ley y entendi el pensamiento agustiniano1. El paralelo entre
ambos pensamientos ser la pregunta por el amor y la creacin, por lo que nos sumergiremos
en el escolio a travs de la pregunta por el amor creador. Para esto explicaremos cual es la
nocin de amor creador en San Agustn para luego, analizar la relacin entre el pensamiento
agustiniano y la obra gomezdaviliana.
1 Esta presuncin se basa en que Don Nicols cita literalmente en un escolio a San Agustn "La nica definicin de virtud que no vuelve atractivo el vicio es la San Agustn: Virtus non es nisi diligere quod diligendum est. Y con todo que sea la nica cita explicita al santo, las alusiones al pensamiento agustiniano son bastantes en Nicols Gmez Dvila.
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El amor creador en San Agustn2
En la tradicin judeocristiana la creacin es un elemento fundamental para la cosmovisin que
se profesa. San Agustn como Padre de la Iglesia defendi de manera enftica la transmisin de
una interpretacin correcta de la creacin de Dios. La siguiente exposicin se basara en la
exhaustiva investigacin que realiza el P. Rodolfo de Roux, S.J. en torno a la concepcin de
creacin agustiniana y su relacin con la nocin de amor (bonitas).
El acto de creacin de Dios debe contar con libertad absoluta y mostrar la trascendencia divina
y la bondad infinita por los que se caracterizan los actos divinos. Sin estos elementos la
creacin de Dios se vera restringida y se opondra a la concepcin de Dios de la tradicin. Es
por esto que San Agustn afirmara que la voluntad divina3 es la nica causa de la creacin, idea
que se opone a la explicacin de la creacin como ex nihilo y a la concepcin de la creacin
como una compensacin o cambio (quid pro quo). La voluntad de divina se caracteriza por ser
soberana, independiente y ante todo libre. San Agustn al afirmar que ni fue imposible para
Dios crear las naturalezas que quiso ni tampoco lo ser el cambiar lo que l quiera de las
creadas (Civ, 21, 8,5) expresa la naturaleza omnipotente del acto de creacin.
Dentro de esta explicacin de la creacin existe el problema de la relacin del creador con la
creatura. Si el acto de creacin se ubicada en una dimensin exclusivamente causal, como una
potencia que causa una actualidad, se crea un abismo insalvable entre la Voluntad Divina y ser
creado. Es aqu donde encontramos el amor de Dios hacia la creatura. Dos son ciertamente
los motivos por los que ama Dios a su creatura, el de la existencia y el de su permanencia en
ella. (Gen.Litt, 1, 8,14). La Voluntad de Dios no slo es la causa de que la creatura exista, sino
adems de que la creatura permanezca en ese ser. Es all donde el amor configura como la
creatura se conserva en el ser. Y debemos que el amor de Dios se proyecta en sus obras, no
por necesidad, sino por bondad (Gen.Litt, 1, 5,11).
Existimos en tanto Dios, por su voluntad y su amor, nos crea. Dios es la substancia de lo que
amamos en la medida que la creacin es producto del acto de amor puro de Dios. Es
imposible desmentir que este escolio gomezdaviliano se refiere implcitamente a la concepcin
del amor creador de San Agustn.
2 Ttulo tomado del artculo del Padre Rodolfo de Roux,S.J. (El Amor Creador segn San Agustn, 1962)
3 La voluntad de Dios es la causa de la existencia del cielo y de la tierra, y por lo mismo la voluntad de Dios es mayor que el cielo y la tierra. Por tanto, el que interroga el por qu quiso Dios hacer el cielo y la tierra, busca una causa mayor que la voluntad de Dios, y yo le dir que nada ms grande se puede encontrar (Gen. Man, 1, 2,4).
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La substancia del amor en Nicols Gmez Dvila
Dios no es objeto de mi razn, ni de mi sensibilidad, sino de mi ser.
Dios existe para m en el mismo acto en que existo.
(Gmez Dvila, Escolios a un texto implcito. Seleccin, 2001, pg. 48)
Ms all de ser una doctrina religiosa, el pensamiento gomezdaviliano acerca del problema de
Dios es una bsqueda por la existencia y el sentido del hombre. El Dios de Don Nicols es el un
el Dios creador de la tradicin judeocristiana. Y al igual que para San Agustn, la creacin4 y la
relacin de Dios con nosotros es un problema para Colacho. As pues en los escolios
gomezdavilianos la pregunta por la existencia reaparece junto con otras cuestiones como
sensualidad, el erotismo, la creencia y por supuesto el amor.
El amor que, en general, presenta Don Nicols puede referirse en gran medida al amor terrenal
entre hombres pero del mismo modo identificamos una lnea donde la divinidad es una
elemento fundamental en el amor, no slo terrenal sino divino. Las relaciones entre los
hombres estn conectadas con la relacin del hombre con Dios. Cuando afirmamos que Dios
es la substancia de lo que amamos, no slo se nos presenta la relacin del hombre que ama
con lo que o a quien ama, sino tambin como el hombre comprende y asume la voluntad de
Dios como causa nica del acto de creacin. Don Nicols dir que amar es comprender la
razn que tuvo Dios para crear a lo que amamos (Gmez Dvila, Escolios a un texto implcito.
Seleccin, 2001, pg. 35).
La correspondencia que existe entre el amor terrenal y el amor de Dios que se expresa en
formulas como: Amar es ver a un ser como Dios lo ve (Gmez Dvila, 2003, pg. 350)no slo
ser una mera relacin filial sino que el amor de Dios se presentara como una puerta de
acceso a la realidad, realidad en la que el hombre encuentra lo que ama. En palabras de Don
Nicols: Las cosas adquieren su significado cuando las columbramos en su situacin divina
tales como son para Dios. Es decir, como son en realidad; porque la realidad no es ms que la
referencia de las cosas a Dios (Gmez Dvila, 2003, pg. 53)
El amor es un punto central en donde convergen el modo como la creatura accede a la
realidad, pero adems el modo como el mismo entiende su existencia en la realidad. Diremos
pues que el amor tambin se define como el intento de entrar en la impenetrabilidad del ser5,
4 El hombre se vive a s mismo como angustia o como creatura (Gmez Dvila, Escolios a un texto
implcito. Seleccin, 2001, pg. 30)
5 Amar es rondar sin descanso en torno de la impenetrabilidad de un ser (Gmez Dvila, 2007, pg. 24)
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ser que puede concretarse por medio de la dependencia no slo causal, sino de amor entre
Dios y el ser que es el hombre6. La existencia del hombre depende de la existencia de Dios7, no
porque Dios necesite de nuestra existencia para ser Dios8 sino que nosotros necesitamos de l
para existir, su voluntad es la causa primera de nuestro ser y quien nos conservamos
existiendo. Y es precisamente en la existencia del hombre donde reside el amor de Dios, con lo
que comprender como Don Nicols dir que todo ser es una estatua trunca, a la que solo el
amor devuelve sus curvas mutiladas (Gmez Dvila, 2007, pg. 24). Ya por el amor de Dios,
que le otorga el ser del ser y lo conserva en el ser9, encontramos las determinaciones del
mismo ser.
Teniendo en cuenta la anterior, Dios es la substancia de lo que amamos porque el acto de
creacin por el cual se crea lo que amamos se da gracias a la voluntad de Dios que se
determina por el amor de la bondad divina. En otras palabras porque lo que amamos debe ser
creacin de Dios, porque nosotros mismos somos substancia de Dios en tanto creaturas
amadas, porque en el amor podemos ver las cosas como son en realidad y porque el amor
humano est determinado por el amor divino.
En resumen las categoras y los temas agustinianos se encuentran explcitamente en la obra de
Nicols Gmez Dvila. San Agustn debi ser un estmulo importante para la creacin de varios
escolios. A pesar de que en esta oportunidad slo hayamos encontrado una pequea
concordancia entre ambos pensamientos, se abre la posibilidad de encontrar otros puntos de
unin entre Gmez Dvila y San Agustn ya que ambos estn ubicados en una tradicin
judeocristiana, adems comparten preocupaciones similares, y utilizan mtodos cercanos
como es meditacin o la confesin. Adems debemos recordar que Don Colacho se considera
un campesino medieval indignado, por lo que en su obra podremos encontrar, sin duda
alguna, una estrecha relacin con el pensamiento y forma de vida medieval.
6 Depender de Dios es el ser del ser (2001, pg. 100)
7 Dios existe para m en el mismo acto en que existo (2001, pg. 48)
8 Lo importante no es que el hombre crea en la existencia de Dios, lo importante es que Dios exista
(2001, pg. 230), Si creemos en Dios no debemos decir: Creo en Dios, sino: Dios cree en m, (2001, pg. 94) Lo difcil no es creer en Dios, sino creer que le importemos (2001, pg. 135) 9 Dos son ciertamente los motivos por los que ama Dios a su creatura, el de la existencia y el de su
permanencia en ella. (Gen.Litt, 1, 8,14)
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Bibliografa
Arendt, H. (2001). El concepto de amor en San Agustn. (A. S. Haro, Trad.) Madrid: Ediciones
Encuentro .
de Roux, R. E. (1962). El Amor Creador segn San Agustn. Ecclesiastica Xaveriana, XII, 3-41.
Federacin Agustiniana Espaola, & Biblioteca de Autores Cristianos. (Mayo de 2015). San
Agustn:Obras Completas. Obtenido de www.augustinus.it:
http://www.augustinus.it/spagnolo/index2.htm
Gmez Dvila, N. (2001). Escolios a un texto implcito. Seleccin. Bogot: Villegas Editores.
Gmez Dvila, N. (2003). Notas. Bogot: Villegas Editores.
Gmez Dvila, N. (2007). Escolios Escogidos. (J. Arana, Ed.) Sevilla: Los papeles del sitio.
Serrano, J. M. (Diciembre de 2013). La sombra y la Nada: En torno a un Escolio de Nicols
Gmez Dvila. Pensamiento y Cultura, 16-2, 72-99.