07 Elevacion Y Pecado

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7. LA ELEVACIÓN SOBRENATURAL Y EL PECADO

ORIGINAL

La elevación sobrenatural

Dios ha querido destinar al hombre a un fin último sobrenatural: la participación en la vida íntima de la Santísima Trinidad como hijos adoptivos (Ef 1,3-5).

Es un fin gratuito, que no exigía la naturaleza (aunque fuera conveniente) y que es inalcanzable para las fuerzas naturales.

La elevación sobrenatural

Para eso, el hombre no sólo fue creado bueno, sino en “estado de santidad y justicia original” (CEC, 374-375).

“La gracia de la santidad original era una «participación de la vida divina» (CEC, 375).

La elevación sobrenatural

Dones concedidos a Adán .

Naturales :

InteligenciaVoluntadlibertad , etc.

La elevación sobrenatural

Dones concedidos a Adán :

Sobrenaturales :Gracia Virtudes Filiación Divina Gloria

La elevación sobrenatural

Dones concedidos a Adán :

Preter-naturales: INTEGRIDAD contra desordenINMORTALIDAD contra muerteINMUNIDAD contra dolorCIENCIA contra ignorancia

La elevación sobrenatural

Todas las dimensiones de la vida humana estaban fortalecidas (CEC, 376).

“Mientras permaneciese en la intimidad divina, el hombre no debía ni morir ni sufrir” (CEC, 376).

Estaba íntegro y ordenado por estar libre de la triple concupiscencia, que lo somete a los placeres de los sentidos, a la apetencia de los bienes terrenos y a la afirmación de sí contra la razón (CEC, 377).

La elevación sobrenatural

Fue colocado por Dios en el paraíso “para que trabajara” (Gn 2,15), colaborando con Dios en el perfeccionamiento de la creación visible (CEC, 378).

La armonía interior de la persona humana, la armonía entre el hombre y la mujer, y, por último, la armonía entre la primera pareja y toda la creación constituía el estado llamado "justicia original“ (CEC, 376).

El pecado original

Los dones no quitan la libertad; nuestros primeros padres podían rebelarse, como de hecho lo hicieron.

•El hombre, tentado por el diablo, perdió confianza en la bondad paternal de Dios y desobedeció al mandamiento que le había dado, abusando de su libertad (Gn 3, 1-11). En esto consistió el primer pecado (cf. Rm 5, 19) y en esto consiste también todo pecado (cf. CEC, 396-397).

El pecado original

El diablo y los otros demonios son ángeles que por soberbia se rebelaron contra Dios y fueron arrojados del cielo (Ap 12,9). El diablo es “padre de la mentira” (Jn 8,44), y con engaños trata de alejar al hombre de Dios, como hizo para tentar a Eva: “serán como dioses” (Gn 3,5; CEC, 391-395).

El pecado original

Empiezan a mirar a Dios con miedo y recelo (CEC, 399).Pierden los dones sobrenaturales y preternaturales.La naturaleza queda herida (no esencialmente corrompida) (CEC, 400).

el “padre de la mentira” dice: serán comodioses

El pecado original

La muerte hace su entrada en la historia de la humanidad (CEC, 400).Quedan sometidos a la ignorancia e inclinados al pecado (CEC, 405).Habían recibido dones para transmitir, y en su lugar transmiten el pecado.

El pecado original

Aunque propio de cada uno, el pecado original no es una falta personal. El Bautismo borra el pecado original y devuelve el hombre a Dios, pero las consecuencias para la naturaleza, debilitada e inclinada al mal, persisten en el hombre y lo llaman al combate espiritual (CEC, 405).

El pecado original

El diablo adquirió un cierto dominio sobre el hombre, aunque éste permanezca libre... Ignorar que el hombre posee una naturaleza herida, inclinada al mal, da lugar a graves errores en la educación, la política, la acción social y las costumbres. (CEC, 407).

Promesa del redentor

Tras la caída, el hombre no fue abandonado por Dios. Al contrario, Dios lo llama (cf Gn 3, 9) y le anuncia de modo misterioso la victoria sobre el mal y el levantamiento de su caída (cf Gn 3, 15).¿Por qué Dios no impidió que el primer hombre pecara? "La gracia de Cristo nos ha dado bienes mejores que los que nos quitó la envidia del demonio (S. León Magno, serm. 73, 4).

Promesa del redentor

De hecho, la naturaleza humana ha sido destinada a un fin más alto después del pecado (S. Tomás de Aquino, s. th. 3, 1, 3, ad 3). “Donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia” (Rm 5, 20). “Feliz culpa que mereció tal y Redentor!” (Pregón pascual) (CEC, 412).

Por la Redención hemos sido hechos de nuevo partícipes de la vida de la Trinidad. Por eso la elevación es, de hecho, una “nueva creación en Cristo” (2Co 5,17; Ga 6,15).

Promesa del redentor

La persona por la filiación divinaLa naturaleza por la gracia

Esta nueva creación en Cristo comporta la divinización de todo el ser humano:

las potencias o facultades del alma por las virtudes infusas y los dones del Espíritu Santo

Pecadores llamados a ser hijos de Dios

Vivir vida sobrenatural es vivir la misma vida de Dios presente en el alma.

La Santísima Trinidad está presente en el alma en gracia.

Es una presencia de Dios infinitamente superior a la que se da en todas las cosas.

Pecadores llamados a ser hijos de Dios

“Cualquiera que me ama, observará mi doctrina, y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada dentro de él” (Jn 14, 23). “¿No saben que son templo de Dios y que el Espíritu Santo habita en ustedes? (1Co 3, 16).

(CEC, 409)(CEC, 409)

Pecadores llamados a ser hijos de Dios

Humildad y no extrañarnos de nuestra debilidad.

Confianza en Dios que siempre nos da su gracia para vencer las tentaciones.

Distinguir lo que es natural de lo que es consecuencia del pecado original (no todo lo “espontáneo” es bueno.

Pecadores llamados a ser hijos de Dios

Lucha interior

Mantenerse en estado de gracia: lucha contra el pecado y confesión .

Procurar que la gracia crezca: oración, sacramentos, dirección espiritual...

Fomentar las virtudes humanas: la gracia se apoya en la naturaleza.

Pecadores llamados a ser hijos de Dios

Agradecimiento, adoración y humildad ante Dios, a quien todo debemos (Cf. CEC, 2628)

Lucha interior para comportar-nos como buenos hijos.

Seguridad y confianza en Dios, que es Padre misericordioso.

Consideración frecuente de nuestra filiación divina.

Contrición por nuestros pecados.

Pecadores llamados a ser hijos de Dios

La dignidad del hombre reside en que es imagen de Dios. La dignidad de esta imagen se refleja en las potencias espirituales del alma (entendimiento y voluntad), en la conciencia moral y sobre todo en la grandeza de la libertad (cf. CEC, 1705). No es algo, sino alguien.

Pecadores llamados a ser hijos de Dios

la lucha interior no es un paseo triunfal...

es comenzar y recomenzar, viviendo la vidainterior como un deporte sobrenatural.