Periódico 156 CCC

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21 de Marzo de 2011 Año XI - Número 156 Colaboración ¡No a los indultos de Piñera y la derecha! Pág. 4 El proceso revolucionario en el Magreb y los pueblos árabes en la encrucijada Pág. 4

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21 de Marzo de 2011 Año XI - Número 156

Colaboración

¡No a los indultos de Piñera y la derecha! Pág. 4

El proceso revolucionario en el Magreb y los pueblos árabes en la encrucijada Pág. 4

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El Chile de Piñera condena a la miseria

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El lunes 21 de marzo, el presidente yan-qui, Barack Obama, arribará al país. El objetivo de su gira –que incluye a Brasil y El Salvador- es estre-char lazos con gobiernos afines para mantener el dominio imperialista en Latinoamérica. La cena lujosa que prepara el gobierno en La Moneda, las conversaciones de “cooperación energética” en medio de la polémica por la energía nuclear des-atada por el terremoto en Japón y la visita de la señora Obama junto a Cecilia Morel a un liceo de Renca, son parte de la intensa agenda que desple-garán el amo imperialista y su lacayo chileno Sebas-tián Piñera. Pero ese enorme espectáculo, del cual intensamente busca hacerse parte también la Con-certación –que a través de J. A. Gómez (PRSD) gestiona un encuentro con la comitiva norteameri-cana-, no oculta las tensiones políticas y sociales que comienzan a desarrollarse en el país. A un año de la asunción de Piñera en el gobierno, la miseria social ha crecido. El terremoto creó medio millón de nuevos pobres. La reconstrucción no ha sido realizada y las “poblaciones callampa” proliferan. La “inflación de los pobres”, producto de las alzas de los alimentos, la luz, el agua y el transporte –que para colmo se verá potenciada por la sequía que se anuncia para este año- golpea los bolsillos de los trabajadores y los sectores populares. Todo esto alimenta un inicial descontento pasivo con el go-bierno –reflejado en la caída de éste en las encues-tas-, que podría activarse sorpresivamente, como ocurrió en Magallanes. O que podría detonar pro-cesos de huelga y luchas salariales. Las huelgas to-davía permanecen aisladas y dispersas entre sí. Es el caso de los trabajadores de Ekono que luchan mientras redactamos estas líneas. Existen, además, factores políticos que ali-mentan el debilitamiento del gobierno. La cohesión interna de la derecha cruje. A las incertidumbres abiertas por el caso Van Risselberghe –que podrían conducir a una acusación constitucional de la Con-certación apoyada incluso por algunos parlamenta-

rios RN- se suman las incertidumbres en La Flori-da. Luego de la renuncia del PS Jorge Gajardo a la alcaldía –un verdadero regalo concertacionista a la derecha-, el oficialismo sigue sin conseguir el quó-rum para elevar a Rodolfo Carter a la condición de edil. Las disputas entre el “clan” Sabat (RN) y el “clan” Labbé (UDI) dificultan un acuerdo. Todo esto mientras Hernán Larraín renuncia, sin avisarle a nadie, a su condición de jefe de la bancada de los senadores de la UDI, molesto por el trato a su esposa, Magdalena Matte, lo que revela que las tensiones por la intendenta de Concepción están lejos de cesar. Pero de todos modos, con peleas y todo, la derecha, cuando se trata de defender su tradición reaccionaria, golpea como un solo puño. Todos han defendido que los indultos que ha pro-puesto el gobierno, haciendo demagogia sobre la crisis carcelaria, no deben distinguir entre civiles y militares. También actúan unidos cuando se trata de engañar al pueblo trabajador. Lo vimos con el enorme montaje ante el terremoto de Japón. Otro factor que contribuye al debilita-miento del gobierno es el temor de éste a encon-trar resistencia, luego del proceso de masas en Magallanes. La ministra Matthei lo sabe y por eso busca el dialoguismo con la CUT y anuncia que no hará reformas que cuenten con el suficiente con-senso. A nivel internacional, los procesos en los países árabes y el norte de África, vuelven a poner la acción de las masas en el centro de la escena. Eso obliga, con mayor razón, a las clases dominan-tes a integrarla en sus cálculos. La derecha, de algún modo, por todo esto, busca actuar preventi-vamente y ensaya una “agenda social”, que incluye el “posnatal” –que es en buena medida una farsa-, lo que llaman el “ingreso ético familiar” y el 7% de los jubilados. Quieren ganar credibilidad entre las masas para que éstas no se activen. Todo esto mientras fortalecen el aparato represivo del estado y realizan gestos desproporcionados, como la de-tención por la PDI de dos jóvenes de la UPLA por pegar propaganda para una manifestación contra

Obama. La Concertación, que ha sido una pieza clave para la “gobernabilidad derechista –por ejem-plo con la aprobación de la reforma educativa de Lavín, que flexibiliza el trabajo docente-, sigue con sus gestos de “buena crianza”. Todo indica que no se ha decidido a perfilarse como una oposición dura. No llevan hasta el final la línea de actuar en las calles que para el aniversario del terremoto se insinuó con el impulso a marchas en las regiones afectadas –paralelamente a los actos oficiales de Piñera-. Sólo buscan mecanismos disciplinarios para aunar sus votaciones en el congreso durante este año. Guido Girardi, una de las figuras “duras” de la oposición, durante la reciente gira de Piñera en Europa y Oriente Medio, sólo dio señales de unidad con la derecha. A un año de asumidos los parlamentarios del PC, ya han mostrado que su camino es una búsqueda constante de acuerdos con la Concerta-ción o al menos con algunos sectores de la misma. No han transformado sus escaños parlamentarios en instrumentos para la acción independiente de la clase obrera y los pobres. Por ejemplo ahora, con el debate por los indultos, se reunió con Fuenteal-ba y planteó satisfacción con las explicaciones mentirosas de éste, de que no estaba por indultar a los criminales de la dictadura. ¿Le podemos creer a Fuentealba? El PC, en vez de confiar en las fuer-zas de la clase trabajadora y los oprimidos, confía en la Concertación y sectores de la misma y en la acción en los pasillos del parlamento desligada de la acción de las masas y los métodos propios de la clase obrera. Ante la venida de Obama plantea una convocatoria “por la paz mundial”, como si fuese posible en el capitalismo…Hace falta una alternati-va. Hay que expulsar al imperialismo de América Latina y el Caribe. Pelear por aumentos salariales de acuerdo a la “inflación de los pobres”, crear comités de control de precios desde los sindicatos y organizaciones populares. Luchar por el juicio y el castigo para los represores de ayer y hoy. Y por una política independiente de toda variante patro-nal. Esta es la pelea del PTR – Clase contra Clase.

Por: Nicolás Miranda Crisis política de la dere-cha y de la Concertación El ahora ex alcalde Jorge Gajardo renunció a la alcaldía de La Florida expli-cando que era por razones de salud. Casi inmediatamen-te, aparecieron las razones políticas reales: una enorme tensión al interior del PS con uno de los dirigentes históri-cos de la zona, el diputado Carlos Montes. Por varios motivos: animadversiones personales entre ambos; que Jorge Gajardo declaraba que-rer avanzar a formas más participativas de administra-ción municipal que se verían obstaculizadas por los diri-gentes tradicionales de la zona; y por los puestos que había que repartirse entre unos y otros. Además, se mencionaron problemas con-fusos con fondos de la comu-na. Primera crisis de la Con-certación. Inmediatamente, la derecha

postuló a su concejal UDI Rodolfo Carter. RN no lo aceptaba: Carter fue parte del comando del ex candida-to a diputado Rodrigo Álva-rez, que tras perder, fue pre-miado con la subsecretaria del Ministerio de Economía, pero que antes, durante la campaña, rompió la propa-ganda de su compañera de lista de derecha la RN Lily Pérez. Además también hay situaciones confusas de pla-tas. Y además, el personal-mente tiene problemas de deudas millonarias que apare-cen en DICOM. Primera cri-sis de la derecha. ¿Cómo resolverlo? C omo s i e m p r e : l a s “convicciones políticas” de los representantes de los partidos patronales de la Concertación y la derecha,

como sabemos, siempre mi-ran los intereses propios y los de sus jefes los patrones: así, es fácil cambiar de cami-seta. En este caso, fue la con-cejala ahora ex PPD Inés Ga-llardo, que renunció al PPD, se reunió en la casa de Car-ter, y anunció que votaría por él. Segunda crisis de la Con-certación. No alcanzaba: RN quería a un concejal propio. Debió intervenir hasta la mis-ma Moneda: el Ministro del Interior Hinzpeter pidió a sus pares de RN que votaran por el UDI (y en solo tres meses, los RN debieron ceder ante la UDI en varias ocasiones: antes fue con el caso, aún no cerrado, Jacqueline van Rys-selberghe. Aunque en la UDI no todo está bien: el senador

UDI Hernán Larraín renunció a su jefatura de los senadores de la derecha, y se cuestiona al Presidente de ese partido Coloma, y se está llamando a intervenir más activamente a Longueira). Segunda crisis de la derecha. Y mientras en la Concertación discutían el vuelco de Inés Gallardo, en la comuna de Carahue, se mu-rió el alcalde UDI, y fue elegi-do el concejal PRSD con vo-tos de los concejales de la derecha. La Concertación se criticó nuevamente, ahora al PRSD, que respondió que fue así porque los concejales DC no respetaron el acuerdo previo de votar por el con-certacionista más votado (este concejal del PRSD), sino que quería votar por un con-

cejal DC. Tercera crisis de la Concertación. A todo esto, ¿qué estábamos discutiendo? ¡Ah! , sí el voto de La Florida. Pero parece haber quedado en un segundo plano eso, ¿no? Autoritarismo de la de-mocracia concertacionis-ta- derechista Gajardo había gana-do la alcaldía con el 52% de los votos. Pero esto no le importó a nadie. Los repre-sentantes de los partidos patronales de la Concerta-ción y la derecha designan a dedo a los futuros represen-tantes. Como en este caso. Lo justifican con un tema legal: que al quedar vacante el puesto de alcalde, debe ser designado de entre los con-cejales. Pero vemos en lo que termina: aunque perdió la derecha la alcaldía, se la van a dar por secretaria. ¿Critica esto la Concertación? No, solamente cuestiona a Carter por sus problemas de DICO-

Alcaldía de La Florida:

autoritarismo y crisis política El alcalde de la Concertación en La Florida, el ahora ex PS Jorge Gajardo, renunció a la alcaldía. In-mediatamente se abrió una situación y una discusión que muestran de cuerpo entero lo que es la

democracia concertacionista-derechista.

Por: Juan ValenzuelaPor: Juan ValenzuelaPor: Juan ValenzuelaPor: Juan Valenzuela

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Los precios por el cielo, los sueldos por el suelo El aumento de precios y la “inflación de los pobres”

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Por: NicolPor: NicolPor: NicolPor: Nicolás Mirandas Mirandas Mirandas Miranda Los precios de las cosas suben permanentemente. Suben los alimentos. Sube el Transantiago. Sube la bencina, y con la bencina vuel-ven a subir los alimentos y el Transantiago. Además, los precios de los servicios básicos (luz, gas, agua) son los más caros de Latino-

américa, y subieron el triple de lo que lo hizo la inflación en los últimos años. A pesar de esto, el Gobierno de Piñera informa que la inflación es baja (y sobre esa base negocia los aumentos de sueldos de los

trabajadores del sector público). ¿Cómo es posible que se hable de baja inflación si todos los precios suben?

M. ¡Nada de tamaña práctica anti-democrática que ni si-quiera respeta el mínimo derecho al voto! Pero están acostumbrados: si sacan un parlamentario para Ministro, designan a dedo a un sustitu-to. Los Intendentes, como van Rysselberghe, mandan las regiones como si fueran pe-queños fundos propios, y no hay modo que el pueblo pue-da intervenir de algún modo, ni siquiera con su voto. Pasa lo mismo con los CORES. Por no mencionar que las listas de parlamentarios son casi asignaciones de cargos

parlamentarios por el sistema binominal que asegura un puesto para cada coalición. Todos funcionarios designados a dedo. ¿Se puede seguir diciendo, como dice la Concertación, que son “enclaves autoritarios” here-dados de la dictadura? Lo son, sí, lo hizo Pinochet. Y lo administró la Concertación. ¿Se puede seguir diciendo, como dice la derecha, que ese sistema asegura la estabi-lidad política? Cada vez que se abre una situación así, hace crisis en los partidos. Y, por supuesto, aumenta el

rechazo de la población. Aun-que sea pasivo. Sólo por el momento. La democracia con-certacionista pinochetista es autoritaria. Una democracia sólo en beneficio de los pa-trones. Una democracia para ricos. Y para los puestos que se reparten entre sus políti-cos patronales de la Concer-tación y la derecha. ¿Y las crisis políticas que se les abren? Son por el reparto de puestos, de espa-cios de poder para asegurar la maquinaria electoral. Así, lejos de las necesidades re-

ales del pueblo trabajador. Cada vez más en el aire. Por eso, cuando irrumpe Magalla-nes, apenas pueden apagar mal el incendio. Cenizas que-dan. Esta democracia concertacio-nista- pinochetista no sirve. Tenemos que luchar por una Asamblea Constituyente Li-bre y Soberana, basada en la movilización del pueblo tra-bajador organizados en Co-mités Constituyentes de ba-se, que discuta terminar con el sistema binominal, estas estructuras autoritarias, y esta democracia concertacio-

nista pinochetista. Así como todo lo que afecta al pueblo trabajador: desde la mercanti-lización de la educación, la salud y la vivienda, hasta la privatización y entrega de nuestras riquezas naturales como el cobre y el agua a los monopolios imperialistas. ¿Resolverá esto los proble-mas que aquejan al pueblo trabajador? No, debe ser un paso en la lucha por una Re-pública de Trabajadores, ba-sada en sus organismos de democracia directa de la cla-se trabajadora y todos los explotados y oprimidos.

para elaborar los alimentos a negocios más rentables como el biocombustible. Pero no sólo de eso se trata.

Precios descontrolados, y control de los sueldos Los precios de las cosas au-mentan incesantemente, des-controladamente. El año pa-sado, en los primeros meses, los precios aumentaron fuer-temente: transporte: 23%, bencina: 75%; cigarrillos: 15%; pan: 15%; alimentos elabora-dos: 20%; leche: 15%. Este año el Transantiago volvió a aumentar. Y en estos días la bencina se disparó. Los patrones, sus políticos de la derecha en el Gobierno y la Concertación, los econo-mistas patronales, nos dicen que nada se puede hacer porque “es el mercado”. Que no se puede intervenir de ningún modo, que es algo que no se puede controlar. ¿Pero es verdad esto que nos dicen? Los aumentos diferentes en-tre el promedio de la infla-ción, más bajo, y la más alta inflación de los pobres, se debe también a las políticas de los patrones y sus repre-sentantes de la derecha en el Gobierno y la Concertación. Hay una fundamentalmente, hay un precio que sí mantie-nen controlado: ellos mantie-nen controlados los precios del trabajo: con bajos salarios para los trabajadores, que permiten mantener bajo el promedio general de la infla-ción.

Una “inflación para to-dos”, y la “inflación de los pobres” En el recién terminado año 2010, la inflación fue del 3%. Pero se trata de un promedio general. Porque si se conside-ra la “inflación de los po-bres”, es decir, de los pro-ductos básicos que consume el pueblo trabajador, la infla-ción es del doble: 6,3%. Para este año 2011, se espera una inflación de 5%, y la “inflación de los pobres” del 10%. ¿Pero se puede hablar de una “inflación de los pobres? Sí, porque de los sueldos más bajos del pueblo trabajador, se destina el 66% a los ali-mentos y transporte. En cam-bio, los patrones y gerentes destinan a estos productos apenas una muy pequeña parte de sus ingresos. Además, entre 2006-2009 los precios de los alimentos su-bieron en 32,4%, mientras que los precios del resto de los bienes, sólo lo hicieron en 6,4%”. Parte de los aumentos de los precios se explican por las crisis políticas y económicas del capitalismo a nivel inter-nacional: problemas naturales y económicos como las sequ-ías y la baja en la producción de las materias primas para la elaboración de los alimentos, crisis políticas como las de Libia que aumentan el precio del petróleo. También se debe a las decisiones de los capitalistas, como por ejem-plo destinar parte de la pro-ducción de materias primas

Salarios de hambre ¿Qué es lo único que no aumenta? La reciente encues-ta CASEN que se debatió en el año 2010 mostró que el aumento de los ingresos del 10% más pobre de la pobla-ción ha sido durante los últi-mos años de solo un 1%, mientras que el aumento de los ingresos del 10% más rico de la población ha sido de un 9%, mostrando cómo se va incrementando cada vez más la diferencia entre ricos y pobres que genera la socie-dad capitalista en chile. Es decir, sube el costo de la vida, suben los ingresos de los capitalistas, pero no sub-en los salarios. Y también lo que aumenta es la distancia entre los ingresos más altos y los más bajos: Los ingresos promedio del 10% más rico llegan a casi los 3 millones de pesos, mien-tras que los ingresos pro-medio del 10% más pobre es de apenas 66 mil pesos. Otra muestra más de las desigualdades del Chile patronal. Entonces, podemos ver que los patrones y sus representantes de la derecha en el Gobierno y la Concer-tación sí ejercen un con-trol de precios: el precio del trabajo, los salarios que mantienen bajos, mientras que, por contraste, sus ga-nancias y sus ingresos se ele-van sin cesar (aún en mo-mentos de crisis económica).

Hace falta otra política para enfrentar los aumentos de la inflación de los productos que consume el pueblo traba-jador.

Control de precios y au-mento de sueldos Es necesario implementar una política de control de precios para evitar el aumen-to de los precios de los pro-ductos de consumo del pue-blo trabajador. Hay que ter-minar con el negocio de la industria alimenticia y los supermercados, del transpor-te público, de los servicios básicos, de la salud y de la educación: hay que ponerlos bajo control de los trabajado-res, y formar Comisiones de Control de los Precios de las organiza-

ciones de los trabajadores y los consumidores. Es necesa-rio un aumento generalizado de sueldos, con un sueldo mínimo de $360.000, y que se aumente automáticamente de acuerdo a la inflación de los pobres. Y luchar para poner en pie una Asamblea Obrera y Po-pular, tomando el ejemplo de Magallanes, pero sin ningún patrón, basada en delegados elegidos en asambleas por lugares de trabajo, de estudio y población, que sean revoca-bles y actúen con mandato de sus asambleas. Esta lucha necesita que luche-mos por construir un gran partido de la Izquierda Obre-ra y Socialista, como el que lucha por construir el Partido de Trabajadores Revolucio-narios- Clase contra Clase, PTR-CcC.

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Las potencias imperialistas se aprestan a intervenir militarmen-te sobre Libia En el momento que cerramos esta nota, las potencias imperialistas lidera-das por EEUU, Francia, Gran Bretaña, los aliados árabes agrupados en la Liga Árabe y las monarquías pro-imperialistas como la de Arabia Saudí agrupados en el Consejo de Coopera-ción del Golfo, reunidas en París para planificar el ataque contra Libia, han dado luz verde para el ataque militar a Libia. Esto, luego de que el día de ayer una resolución de la ONU permitiera utilizar “todas las medidas necesarias” para “proteger a la población civil”, empezando por la utilización de una zona de exclusión aérea, que necesa-riamente conlleva el ataque áereo para dejar sin capacidad de respuesta al sis-tema de defensa libio. El cinismo imperialista de realizar una intervención militar con la excusa de “proteger a la población” en la guerra civil desatada en Libia, raya en la ver-güenza. Es de notar que en los mismos momentos en que se discutía la resolu-ción en la ONU, los protegidos aliados árabes y del Golfo, de EEUU, mantie-nen a la población bajo el fuego de la represión, como la monarquía petrole-ra de Arabia Saudí había desplegado en Bahréin 2.000 militares para sofocar las protestas populares que han tendido a masificarse y tomar un curso más radi-calizado la última semana. No solo contamos con decenas de muertos y cientos de heridos, sino además, prima la violencia estatal con métodos de guerra civil contra la población y se ha puesto en pie el estado de emergencia y el toque de queda. O en Yemen, país apoyado por el imperialismo nortea-mericano, donde el día de ayer la re-presión cobró más de 40 muertos. O en Siria, donde el día de ayer y hoy van 2 muertos por la represión del régi-men contra las protestas. Y en el pro-pio Arabia Saudí que lidera a los países del Golfo en la operación contra Libia -y que tiene estratégico neurálgico al ser el principal exportador de petróleo en el mundo- donde el régimen se ha endurecido desatando una fuerte mili-tarización del país para cortar el des-contento masivo que tiende a conver-tirse en grandes rebeliones como mostró Túnez, Egipto y Libia. Marrue-cos -que el día de ayer se sumó a la operación imperialista- ha desatado furiosamente la represión y la violencia contra los levantamientos. Y todo re-cubierto con medidas de “apertura democrática” o medidas sociales para mitigar la miseria de la población. ¡El propio Sarkozy había propuesto ayuda “militar” a Ben Alí en Túnez antes de ser derrocado por el levantamiento revolucionario! Objetivos imperialistas y fuerzas contrarrevolucionarias

El proceso revolucionario en el Magreb y los pueblos árabes en la encrucijada

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Cárcel común a todos los milicos responsables de violaciones a los derechos humanos

ción 26 de julio de 2007). Y ahora también los quie-ren indultar… Mientras la vocera de gobierno Ena Von Baer pedía un gran acuer-do nacio-nal para el impu lsar el indulto, la UDI y RN salie-ron, como no, a respal-dar la pro-puesta del go-bierno, pidiendo su aplicación expresa a los militares; para los diputados María Angélica Cristi y Jorge Ulloa el indulto debe “ser aplicables a todos sin excepción. Tengo la idea de que aquí se está rompiendo el principio de igualdad ante la ley” (El mostrador, 8 de mar-zo de 2011). Andrés Allamand, Minis-tro de Defensa y el diputado RN Cardemil también pidieron el apoyo a la medida. La concertación se opuso, al igual que las agrupaciones de dere-chos humanos, lo que sumado a las críticas y la posibilidad de seguir ca-yendo en las encuestas, hizo que go-bierno oscilara entre decir que ex-cluiría a quiénes cometieron críme-nes de lesa humanidad a que no pod-ían hacer distinción entre civiles y militares. Lo cierto es que, según el ministro de justicia Felipe Bulnes, si bien el indulto “no está pensando para ellos (militares) pero, eventual-mente, los alcanza”. (The Clinic N° 385, jueves 17 de marzo de 2011). Así que la impunidad la quieren impo-ner igual; para la UDI “es lamentable lo que ha ocurrido y esperamos que el Gobierno recapacite y de una vez por todas le dé una oportunidad a quienes, por defender la Patria, están hoy en día condenados” (El mostra-dor, 8 de marzo de 2011). Algo simi-lar solicitó Juan Emilio Cheyre y el actual comandante en jefe, Juan Mi-guel Fuentealba apeló también a la igualdad ante la ley de los militares. Lorena Pizarro, dirigenta de la agrupación de familiares de deteni-dos desaparecidos condenó la posibi-lidad de los indultos. El PC, que pri-mero pidió la renuncia de Fuentealba, luego de reunirse con él para “pedirle explicaciones” planteó que “hemos entendido su explicación y nos ha explicado con bastante riguro-sidad que él es también una persona

que no está por indultar o favorecer a aquellos que violaron los derechos humanos. “Nos ha dejado satisfechos con esa explicación, nos ha dejado conformes con esta larga conversa-ción que hemos tenido y creemos que las fuerzas armadas –particularmente el Ejército- debe ser parte del sentir de todos los chilenos y chilenas” (Página del PC, 14 de mar-zo de 2011http://www.pcchile.cl/idex.phpoption=com_content&task=view&id=2649&Itemid=2). El PC una vez más actúa como sostén del régimen de la democracia para ricos, incluso para aceptar las explicaciones de los militares y apoyarlos, no nos extraña por eso que en el terremoto hayan planteando que los militares deber-ían haber salido antes a “ayudar”. La Concertación más allá de sus críticas al proyecto, es tan res-ponsable como la derecha de la polí-tica de impunidad que impulsaron desde la transición en adelante, lo que permitió que Pinochet muriera libre, que cientos de militares nunca fueran procesados ni condenados, que las fuerzas armadas sean una de las instituciones más legitimadas, que se siga reprimiendo y torturando, que se criminalice a los pobres, etc. Desde el PTR decimos: ningún indul-to para los violadores a los derechos humanos. Por el contrario, hay que avanzar en procesar, condenar y encarcelar en cárceles comunes a todos los milicos genocidas. Ninguna confianza en las instituciones de la democracia para ricos. No a las polí-ticas de impunidad

Por: Natalia Cruces Piñera abrió el debate, en su gira por España, sobre la posibili-dad de impulsar una ley de indulto por “razones humanitarias” a presos mayores de 80 años o por razones de salud, aclarando que no había que distinguir entre “ser civil o militar. Son todos seres humanos y por tan-to, todos sujetos de razones huma-nitarias” (Diario Financiero, jueves 10 de marzo de 2011), reabriendo la discusión (y un viejo anhelo de la derecha) sobre la libertad a los res-ponsables de las torturas, asesinatos y desaparición de miles de personas en nuestro país durante la dictadura militar. En Chile hay más de cin-cuenta y cinco mil personas encar-celadas, siendo uno de los países con mayores tasas de presos de América Latina; hace apenas tres meses el incendio en la cárcel de San Miguel dejó en evidencia las terribles y precarias condiciones de vida en las cárceles, donde el hacinamiento y la falta de condiciones de higiene, de vida, de salud o seguridad cobró la vida de ochenta y tres personas, entre ellos vendedores ambulantes sin trabajo que fueron detenidos por la política de mano dura y criminali-zación de la pobreza que impulsan la derecha y la Concertación. Pero mientras las poblacio-nes pobres están militarizadas, mien-tras la región de la Araucanía es un verdadero estado de sitio ocupado por los militares, mientras los mapu-che son constantemente hostigados y encarcelan decenas de años a sus dirigentes, mientras los carabineros torturan a pobladores y los amena-zan con ser nuevos detenidos des-aparecidos, mientras los presos co-munes viven en terribles condicio-nes de salubridad y seguridad, los pocos militares que están presos por violaciones a los derechos humanos -los que torturaban con saña, que asesinaron a los militantes obreros, de izquierda, a jóvenes y mujeres, que hacían desaparecer los cuerpos o los lanzaban al mar- viven en la cárcel de lujo de Punta Peuco donde tienen televisores, celulares y computadores en sus celdas, contan-do con “una sala de living, ubicada en el módulo reservado para ex uniformados del Ejército, sin perjui-cio de calefacción eléctrica al inter-ior de las habitaciones, las cuales lucen el adorno de una residencia particular acomodada. Asimismo, una sala de comedor con muebles de estilo y un patio sembrado de césped con toldos y juegos” (La na-

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Detrás de la intervención militar en Libia no está el apoyo a “revoluciones democráticas” ni medidas “humanitarias” -¿nos olvidamos de los bombardeos contra la población civil el 2003 en Irak?- , sino: cortar que el alza-miento insurreccional en Libia acabe con el régimen de Gadafi e instauure un gobierno que no se someta a las decisiones imperialistas; y por otro lado, cortar militarmente el proceso revolucionario que se ha expandido al Golfo Pérsico, buscando una estabiliza-ción contrarrevolucionaria en la región. Por eso desde un comienzo se apresta-ron a apoyar a los sectores pro-imperialistas que hipócritamente enca-bezan las fuerzas rebeldes en libias, como el ex ministro de Justicia de Ga-dafi, pasado al bando insurreccional cuando veía venir su caída, y por eso apoyan la represión sangriente en el Golfo. O los “notables” que piden a gritos la intervención imperialista. En la última semana, tras la recomposi-ción de las fuerzas reaccionarias de Gadafi -sectores del ejército, la seguri-dad nacional, las tribus leales y los mer-cenarios africanos- y la ofensiva en los

últimos días sobre ciudades como Mis-rata, Brega y Ras Lanuf recuperando sectores importantes para avanzar hacia Bengasi, la capital rebelde, era posible la caída de los rebeldes y una salida contrarrevolucionaria sangrienta -como prometió Gadafi contra los mili-cianos rebeldes- con el “rey” Gadafi a la ofensiva. Esto ha hecho que la línea imperialista, reaccionaria, aparezca como “humanitaria” y por lo que muestran medios noticiarios interna-cionales, haya recibido el apoyo de la población de la insurrecta Bengasi. In-tentan con esto, poner a un nuevo gobierno pro-imperialista en el país. Las fuerzas imperialistas se juegan una carta arriesgada para sofocar los levan-tamientos revolucionarios y su expan-sión y para mantener los dominios estratégicos en el mercado petrolero. Son la fuerza contrarrevolucionaria de primer orden. En el caso de Europa, que mantuvieron un control colonial sobre países como Túnez, Egipto, Ar-gelia hasta mediados de los 50´ y 60´ cuando estalló tardíamente el proceso de “independencia”, y en las últimas décadas han avanzado en el afianza-miento de sus empresas en las áreas

estratégicas de estos países (como la francesa TOTAL y la italiana ENI en las refinerías libia), y en el caso de EEUU, para mantener importantes intereses estratégicos y geopolíticos en la región ante la caída de uno de sus principales aliados y enclaves como Mubarak en Egipto, el mantenimiento de las monar-quías petroleras del Golfo (en Bahréin se encuentra la sede de la V flota nor-teamericana) y el mismo Estado sionis-ta de Israel para intentar controlar la región como han hecho con la guerra de Irán, Afganistán y Pakistán. La “primeravera de los pueblos” ha despertado enormes energías revolu-cionarias de las masas árabes y ha des-estabilizado a los imperialismos y sus intereses estratégicos. Pero ello no nos puede hacer perder la brújula, como ha hecho con el conjun-to de la izquierda, que, o apoyan la intervención imperialista como una ayuda “solidaria” (como ocurre con la izquierda en Europa) o como el cha-vismo o Fidel Castro, que escandalosa-mente apoyan incondicionalmente al reaccionario y sanguinario Gadafi que en los últimos años abrió la economía

nacional a las potencias imperialistas, se hizo “amigo de ellas” -que ahora lo han abandonado- y ha intentado apagar con sangre y fuego la rebelión popular que estalló en su país producto de los le-vantamientos revolucionarios en Túnez, Egipto y otros países del Ma-greb. Rechazamos y llamamos a la moviliza-ción internacional contra la interven-ción imperialista en Libia. ¡Abajo el imperialismo! Es el pueblo libio el que puede y debe derrotar a la monarquía de Gadafi sin ninguna intervención im-perialista, contra los propios agentes pro-imperialistas en su terreno e insta-lando un gobierno de los explotados y los oprimidos, contra todos los inter-eses imperialistas. Son los explotados y oprimidos árabes que intentan des-hacerse de las monarquías y las dicta-duras, el proletariado de las potencias imperialistas y los trabajadores del mundo entero los únicos aliados del pueblo libio.

¡Fuera el imperialismo de Libia y Medio Oriente! ¡Vivan los

levantamientos revolucionarios! ¡Abajo Gadafi! ¡Por una Federación de Repúblicas Socialistas del Magreb

El proceso revolucionario en el Magreb y los pueblos árabes en la encrucijada

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Página 6 Clase contra DEBATE DEBATE DEBATE DEBATE DEDEDEDE LALALALA MUJERMUJERMUJERMUJER

MovimientoMovimientoMovimientoMovimiento ObreroObreroObreroObrero Por: Por: Por: Por: Erick CamposErick CamposErick CamposErick Campos

El pasado 8 de marzo, estuvo marcado por debates políticos y estratégicos que muestran las distintas alternati-vas para las mujeres. Es sabido que esta fecha es la primera movilización del año, una movili-zación con tradición obrera que conmemora la lucha de trabaja-doras asesinadas por la patronal, conmemoración que es levanta-da por primera vez en 1910 por Clara Zetkin, militante socialista de la II Internacional. Este año la conmemoración estuvo acompa-ñada de mayor debate político respecto a distintas problemáti-cas de la mujer, como también de lucha política por demostrar quiénes son una real alternativa para las mujeres trabajadoras, pobres y estudiantes. Por un lado, el gobier-no de derechista puso como tema nacional su proyecto de extensión del postnatal, con el fin de obtener créditos después de la abrupta caída en las en-cuestas desatada por las movili-zaciones de Magallanes que lo-graron frenar el ataque de alza de gas, las declaraciones de Van Risselberghe quien explícitamen-te planteó utilizar el terremoto para reparar viviendas que no tenían daños estructurales, y el descontento debido a las alzas en servicios básicos (transporte, luz, agua, pan, etc.). La política hacia la mujer, en el contexto del 8 de marzo, vino a ponerle paños fríos al gobierno, con la figura de Carolina Schmidt (Ministra del Sernam). La dere-cha levanta su concesión enga-ñosa, pues las mujeres en Chile, sobre todo los sectores de me-nores ingresos, utilizan el fuero maternal con licencias, pues en los hechos el acceso a salas cu-nas y salud de calidad es inalcan-zable, además omite que solo el 20% de las mujeres tiene contra-

to estable, es decir solo el 20% de las mujeres que trabaja tendría acceso a este derecho. Luego del gran aviso de exten-sión del postnatal a 6 meses, nuevamente la derecha muestra sus verdaderas intenciones: ma-yores sanciones a las licencias médicas de las trabajadoras- madres con Matthei (UDI- Mi-nistra del Trabajo) ofreciendo incluso cárcel a las madres, y reducción del fuero maternal. Por otro lado, los par-tidos de la Concertación que durante el 2010 demostraron no ser una oposición a la dere-cha. Recordemos que su omi-sión en la votación parlamenta-ria por Andrade (PS), significó un aumento miserable a los tra-bajadores del sector público, o su votación a favor de la refor-ma privatizadora de la educación de Joaquín Lavín. En su intento por mostrarse como oposición, se adueñan de la marcha del 8 de marzo, a través de los diri-gentes de la CUT (Concertación –PC) y llaman al inicio de una oposición política, donde glorifi-can la supuesta labor de la Con-certación hacia los temas de la mujer. Evidentemente, esa pre-ocupación no fue tal, no sólo se demostró con sus 20 años de gobiernos que flexibilizaron el trabajo femenino, que no avan-zaron en derechos sexuales y reproductivos, que ni siquiera recuperaron el derecho al abor-to terapéutico, arrebatado por la dictadura, sólo ofrecieron medidas parches para engañar a las trabajadoras y mujeres. Por eso, no es raro que su marcha fuera reducida y apagada. Con un discurso aparentemente fo-goso, pero con un contenido inconcluso de parte de María Rozas (DC) vicepresidenta del departamento de la mujer de la CUT, quien planteo mayor co-

bertura para el postnatal, pero que durante años jamás quiso ponerse a la cabeza de enfrentar estos temas. El movimiento feminis-ta, por su lado, sigue en la mis-ma disyuntiva de antaño, refor-mismo (confianza en la institu-cionalidad sostenida para los ricos y empresarios y reformas parciales dentro del régimen de la democracia para r i -cos) o autonomismo de sus or-ganizaciones hacia los partidos políticos. Esta vez, con la organi-zación en la Coordinadora del 8 de marzo, quedó latente esta disyuntiva, muchas veces falso conflicto, pues la puerta siempre queda abierta a la unión de estas dos corrientes. Las feministas de partidos políticos patronales de la Concertación y el Partido Comunista intentaron canalizar las pocas fuerzas del movimien-to feminista y plegarlo al discur-so junto a la Concertación, que se hará oposición a la derecha. Sin embargo, feministas con tendencias más autonomistas, pero sobre todo defraudadas por las políticas nefastas de la Concertación hacia la mu-jer, decidieron hacer una crítica a la Concertación, pero esto sin cerrar la posibilidad de hacer una plataforma en común junto con mujeres de la Concertación, las mismas que levantan las ban-deras del neoliberalismo, la pri-vatización y la flexibilización laboral. Desde Pan y Rosas planteamos una alternativa revo-lucionaria. Participamos en la Coordinadora del 8 de marzo, y marchamos bajo la consigna “sin la derecha ni la Concertación, porque están al servicio de los empresarios”. Dimos una lucha importante para demostrar por qué el movimiento feminista debe dejar en claro qué son la

Derecha y la Concertación para las mujeres trabajadoras, pobres y estu-diantes, por todo ello, junto con otras organizaciones logramos que la Concer-tación se retirara, lo que provocó tam-bién la retirada de la representante de la mujer del Partido Comunista de la Coordinadora 8 de marzo. Luego de esto varías feministas quedaron descon-certadas, dejando en evidencia que el autonomismo y el reformismo no son más que posiciones momentáneas: de fondo tienen confianza en que la demo-cracia para ricos de este país podrá solucionar las problemáticas de la mujer si se demanda más, pero resguardan la autonomía de organizarse per-se, sin importar cual es la política a levantar. Desde Pan y Rosas pensamos que la democracia para ricos jamás so-lucionará los problemas de la mujer. La discriminación y opresión que vivimos en el trabajo, estudio, población, hogar, está arraigada en las bases del capitalis-mo, por lo que la única forma de una real emancipación de la mujer es con la revolución obrera y socialista. Desde hoy hay que discutir y llevar a delante la lucha por todas las conquistas de dere-chos de las mujeres, sin ninguna con-fianza en los partidos patronales (como también es la Concertación). Llamamos a creer en nuestras propias fuerzas, levantando comisiones de mujeres en cada lugar de trabajo, estudio y pobla-ción, llamamos a dar vida a las secretar-ías de la mujer y de género en nuestras federaciones y organismos de trabaja-dores, que dejen de ser sólo pantallas. Marcha 8 de marzo: día interna-cional de la mujer trabajadora Dos marchas se hicieron visi-bles en esta conmemoración. Por un lado la convocada por los dirigentes de la CUT más la Concertación y el Juntos Podemos Más (PC) desde Plaza Italia hasta el Paseo Bulnes. Convocó a 600 personas, en su mayoría dirigentes sin-dicales y de federaciones estudiantiles. Como Pan y Rosas rechazamos la con-vocatoria a confiar en la Concertación, esta nefasta “oposición a la derecha” solo llevará a nuevos fracasos a las tra-bajadoras y trabajadores. Hoy se re-actualiza la demanda de recuperar la CUT con una política de independencia de clase al servicio de la clase trabaja-dora. La marcha de la Coordinadora 8 de marzo, desde Estación Central hasta Plaza Los Héroes, a decir de la prensa convocó a 3.000 personas, con diversas organizaciones feministas histó-ricas, trabajadoras, pobladoras y estu-diantiles. Como Pan y Rosas marcha-mos con una gran columna con más de 150 personas, con gritos como “llegamos las feministas de la clase obra anticapitalista, contra el machismo y el patriarcado vamos a luchar”, banderas y carteles que denuncian la precarización laboral femenina, la discriminación por condición sexual, etc. En el acto logra-mos leer nuestra declaración “Sin la Derecha ni la Concertación: por los derechos de las mujeres trabajadoras, pobres y estudiantes”.

Ahora ata-can a nuestras com-pañeras de clase. Como muchas veces he escuchado, las mujeres trabajado-ras son doblemente explotadas en Chile y en todo el mundo. La situa-ción laboral de nuestras compañe-ras en nuestros lugares de trabajo cada vez es más precaria. Y ahora está el tema del postnatal que en un principio fue una promesa de gobier-no del derechista Piñera para su pri-mer año de gobier-no, que es una de las demandas más sentidas de nuestras compañeras que durante 20 años de Concertación ni siquiera con una mujer como Bache-let se concretó. En el primer año de gobierno Piñera no aplicó esa promesa y ahora que su po-pularidad entre la población trabajado-ra y pobre había tenido una baja y su apoyo es del 42%, y el rechazo es del 49%, como sale en las encuestas, por ejemplo por el tema de la reconstrucción a un año de gobier-no donde las casas reconstruidas son un poco más de 1.500, cuando las que se necesita re-construcción son unas 200.000. El 28 de febrero lanzó la propuesta para lue-go llevarla al con-greso para que se votara justo unos días antes del 8 de marzo, “día interna-cional de la mujer trabajadora”. En el proyecto propo-ne extender el postnatal de 3 a 6 meses y con un sub-sidio por el Estado, y donde las patrona-les no ponen ningún peso a las mujeres que trabajan, al final nosotros mismos

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Clase contra Clase Página 7 DEBATE DEBATE DEBATE DEBATE CONCONCONCON LALALALA IZQUIERDAIZQUIERDAIZQUIERDAIZQUIERDA

Necesitamos un Partido Revolucionario de los Trabajadores,

para terminar con la explotación capitalista y el abuso patronal ta, huelgas generales y movili-zaciones de masas. Aunque América Latina está algo re-trasada, nadie afirmaría que los años que se vienen son de profunda estabilidad. En Chile lo vimos con el levantamiento en Magallanes contra la medi-da neoliberal de Piñera, y actualmente los efectos de la crisis están golpeando con los enormes aumentos de benci-nas y alimentos, la “inflación de los pobres” (ver nota en este mismo número) que está detonando descontento aun-que no se expresen activa-mente. Se está reactuali-zando lo que Lenin seña-laba como “época de crisis, guerras y revoluciones” que se manifestó agudamente gran parte del siglo XX y de donde surgió la misma Revolución Rusa encabezada por Lenin y Trotsky. Todos estos aconte-cimientos, vuelven a reac-tualizar la perspectiva de la revolución. ¿Un partido revoluciona-rio aliado con partidos

capitalistas? El mismo Tellier dice que “tenemos que prepararnos en Chile”, y muestra objetiva-mente la profunda miseria social de millones revelada en los últimos datos de la CA-SEN, “por la aplicación del modelo neoliberal” donde “desde el punto de vista social se ha retrocedido”. Pero ¿por qué se ha retrocedido? El propio Marx nos enseñaba que la radicalidad era atacar el problema de raíz, y que la raíz es el hombre mismo: perso-nas de carne y hueso, clases sociales agrupadas en partidos políticos. ¿Quién aplicó el modelo neoliberal que produ-jo ese retroceso desde el punto de vista social, y avan-zaron en la continuidad del modelo de la dictadura? Fue la Concertación, partidos neoliberales como la DC y el PS (tras su giro “renovador” en los 80) que gobernaron durante 20 años, junto con la derecha. Los mismos partidos que hoy se pelean con Piñera para tener más cupos para ir a la cena de gala con Obama, el gobernante del mismo im-perialismo norteamericano que orquestó el Golpe en Chile, que saquea las riquezas naturales como el cobre, que mantiene ocupación de paí-

ses, dominación semicolonial e interviene militarmente para mantener su dominio. Tellier y el PC plan-tean que e l part ido “revolucionario” tiene que ir hacia las tareas de “alianzas amplias”, un “gobierno de nue-vo tipo”. ¿Con quiénes? Con la Concertación. Preparan un partido que “tome las deman-das sociales”, pero para llevar al movimiento obrero y las masas tras alianzas con parti-dos patronales llamados “progresistas”, que en verdad son falsos “amigos del pue-blo”, partidos neoliberales y pro-imperialistas. Un partido revolu-cionario se prerara para la revolución social, ¡sobretodo cuando, aunque incipiente-mente, se empieza a replante-ar la perspectiva de la revolu-ción! Tellier señala justamen-te que los acontecimientos en el norte de África si no tienen una dirección, “puede aprove-charse por los que siempre se han aprovechado del pueblo”. Esas son las “transiciones democráticas” que quiere el imperialismo, como hizo en Chile justamente, verdaderas contrarrevoluciones de-mocráticas asentando las polí-ticas de la dictadura. Pero lo hizo porque habían partidos que encabezaron esa política: la DC, el PS y la Concerta-ción. Un partido revolu-cionario no es el que realiza alianzas con los partidos capi-talistas, sino el que lucha para enfrentar a esos mismos par-tidos de la burguesía reaccio-naria y “progresista” que han profundizado los ataques con-tra los trabajadores y el pue-blo pobre, la obra neoliberal de la dictadura y del imperia-lismo, con una política de clase e independiente de toda variante patronal, por la una alianza revolucionaria con el conjunto de los sectores oprimidos, los pobladores, los estudiantes, los mapuche, las mujeres trabajadores y po-bres con sus propios organis-mos de auto-organización lo más masivamente, como fue-ron los Cordones Industriales que emergieron como orga-nismos de frente único de masas y organizaban la alianza con los pobladores, en la perspectiva de una República de los Trabajadores y por la revolución socialista interna-cional.

Se reactualiza la época de crisis, guerras y

revoluciones En su último Con-greso, el PC ha planteado su consigna y estrategia para el período: “Una mayoría social para un gobierno de nuevo tipo”. En El Siglo n° 1549, reproducen el discurso de Guillermo Tellier en el home-naje a la muerte de Gladys Marín, planteando que el nue-vo desafío lanzado en su últi-mo congreso es la “conquista de un gobierno de nuevo tipo con un programa diferente de lo que ha existido hasta hoy” y que, buscando fortalecer a la izquierda para estas tareas, realizarán una conferencia para discutir “el tema de parti-do”. Salta a la vista que Tellier asegura que “el PC de Chile va a reafirmar y perfeccionar su carácter revolucionario de acuerdo a la época que estamos viviendo”. Pero, ¿en qué época estamos viviendo? Él mismo nombra los acontecimientos en el mundo y particularmente en el norte de África, donde “esos pueblos se levantan” sin deternse a pensar en este tema central. A nivel mundial esta-mos viviendo momentos de grandes acontecimientos, como nunca en 30 años de neoliberalismo y restauración burguesa: en el norte de Áfri-ca y en Medio Oriente esta-llan levantamientos revolucio-narios, las masas se quitan a dictadores sanguinarios y empiezan a acelerar la histo-ria, como han hecho en Túnez, Egipto e intentan en Libia. Las potencias imperialis-tas van a desatar una guerra en Libia para proteger sus intereses estratégicos y cer-cenar los procesos revolucio-narios que se han expandido al sector de los grandes paí-ses petroleros, el Golfo Pérsi-co. Vivimos una crisis mundial histórica, con bancarrotas fiscales que amenazan nueva-mente Europa y con ajuste contra las masas trabajadores como incluso ahora empiezan a hacer en Estados Unidos. Los precios mundiales se in-flaman y provocan miseria social que han sido detonan-tes de los grandes levanta-mientos. En Europa los ajus-tes encendieron el año pasa-do y están encendiendo nue-vamente procesos de revuel-

nos subsidiamos nuestras vidas vendiendo nuestra fuerza laboral. Evelyn Matthei ministra del trabajo que fue una de las mayores defensoras de Augusto Pinochet, se mostró en acuerdo con la propuesta de su presidente pero declaro que habría mano dura si no se cumple los 6 meses, las persecuciones a nuestras com-pañeras por presentar licencias falsas para poder estar más tiem-po con este fuero maternal van hacer fiscalizadas incluso van perder su trabajo, solo por el hecho de ser mujeres y quedar embarazadas. Además de este recorte del uso de las licencias, hay otros ataques encubiertos, por ejemplo: hasta hoy, al ser madre, se da un "fuero maternal" de 2 años, que empieza desde el momento del embarazo. A partir de ahora, será de solo 1 año, y sólo al momento de volver de la licencia (o sea, te podr-ían despedir antes de darte la licencia); se da licencia al padre, optativa a partir del tercer mes, pero se paga esa licencia según el sueldo de la madre (que siempre es menor que el del varón). Hoy, si una temporera o trabajadora a plazo fijo, queda embara-zada y se le da fuero, para desaforarla (y así poder despedirla), se debe pedir autorización judicial. A partir de ahora, el fuero se extiende hasta el fin de la obra o faena, pero eso significa que no se debe pedir autorización judicial (lo que desprotege mas, aun-que relativamente, porque hasta ahora, ¡mas encima!, el costo del trámite judicial es a cargo de la mujer). Además, no se va al fondo de los problemas de nues-tras compañeras donde cada vez están siendo más precarizadas: el 49% de las jefas de hogar está bajo la línea de la pobreza, so-lo el 20% tiene contrato estable, en los hechos, el salario de las mujeres sigue siendo entre 15% y 30% menor que el de los hombres por el mismo trabajo y ahora van ser perseguidas por las patronales y el gobierno. ¿La ministra del trabajo vela por los intereses de los trabajadores, o de los empresarios? ¿Pero de qué forma nosotros podemos defendernos de estos ataques que presentan como si fuera un gran beneficio? Nosotros debemos organizarnos y luchar desde los organismos de los trabajadores como la CUT, hacer un llamado a las direc-ciones de ahí mismo como a Arturo Martínez, dirigente nacional de la central única de trabajadores militante del PS, el mismo que pertenece a la Concertación que profundizo el neoliberalis-mo, la flexibilidad laboral y la sub contratación. Por el tema del post natal las declaraciones del representante de los trabajado-res fueron las siguiente: “Me parece que cuando llegue al parla-mento este es un proyecto que puede mejorarse. No quiero estar en contra del gobierno, no quiero politizar el tema porque me parece que es bastante serio, pero espero que el gobierno esté dispuesto a mejóralo y a escuchar las propuestas que poda-mos hacer” (diario financiero, 2/3/2011) Una vez más se lavan las manos los dirigentes oficiales del movimiento obrero, aman-tes del dialogo social y de vender al pueblo trabajador. Nosotros no debemos confiar en ningún aparato patronal ni en sus gobier-nos de derecha ni de la Concertación; debemos confiar en nues-tras propias fuerzas. Si Arturo Martínez no quiere polemizar y lo que quiere es sentarse a conversar en una mesa con los patro-nes, nosotros decimos que nos debemos organizar y desplazar a los dirigentes que dialogan con nuestros explotadores, para ganar nosotros. Queremos una CUT clasista y revolucionaria que lleve las demandas del pueblo trabajador al lado de nuestras compañeras. No queremos dejar pasar ningún ataque más. ¿Hasta cuando seguimos aguantando estas miserias, a un gobierno que aumenta el costo de nuestras vidas sube todo, el Transantiago, los alimentos, la bencina, etc.? ¿Y nuestros suel-dos, cuándo? Juegan con nuestras vidas. Por eso y por mucho más, decimos: ¡Basta de trabajo precario! ¡Por un postnatal de 6 meses, universal y sin flexibiliza-ción, o sea más igualitario y que se decida por nosotros mis-mos! ¡El postnatal es un derecho, no un beneficio que nos otor-gan! ¡También exigimos seguridad social, pensiones y salarios dignos, justos y en igualdad con los hombres para todas las mu-jeres sin excepción! Para que nunca más la patronal y sus políticos abusen de nuestras compañeras, unidos y confiando solo en nuestras fuerzas, frenemos a la derecha, ahora.

Proyecto de postnatal de la derecha:

Los patrones y sus político precarizando como siempre

Por: Pablo TorresPor: Pablo TorresPor: Pablo TorresPor: Pablo Torres

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¡Fuera Obama de America Latina, Centro América y el Caribe!

Argentina Partido de Trabajadores Socialista (PTS)

México Liga de Trabajadores Socialista - Contra Corriente

(LTS-CC) Bolivia

Liga Obrera Revolucionaria-Cuarta Internacional ( LOR-CI) Venezuela

Liga de Trabajadores Socialita (LTS) Costa Rica

Liga Revolucionaria Socialista (LRS) Brasil

Liga Estrategia Revolucionaria - Cuarta Internacio-nal (LER-QI)

Estado Español Clase contra Clase

Europa FT-Europa

WW

W.F

T-C

I.O

RG

Ante la gira de Obama

WWW.CLASECONTRACLASE.CL

[email protected]

to a las tropas de la ONU y EEUU. No es casual que en Centroamérica visita El Sal-vador, dirigido por Mauricio Funes del reciclado Frente Farabundo Martí de Libera-ción Nacional, y que ahora juega una carta más estable para el dominio en Centro-américa como hizo con el golpe en honduras el 2009 y en una región donde mantie-ne bases militares. Por otra parte, rechazamos el criminal bloqueo de décadas contra Cuba para ahogarla econó-micamente. ¡Viva los levantamientos

revolucionario en el Norte de África y Medio

Oriente! Debemos rechazar con la movilización obrera, campe-sina y popular la venida de Obama y del imperialismo y

levantar en alto la solidaridad con los levantamientos revo-lucionarios en Túnez, Egipto, Libia, Marruecos, Bahrein, Arabia Saudita, y otros paí-ses de la región del Magreb así como la lucha del pueblo palestino contra la ocupación del Estado sionista y pro-imperialista de Israel. Recha-zamos cualquier intento de intervención imperialista en Libia como discuten actual-mente en la ONU y la OTAN así como rechazamos cualquier injerencia en Amé-rica Latina. Sólo la moviliza-ción obrera, campesina y popular puede derrotar al imperialismo norteamerica-no, no los Chávez o Evo Morales que han mostrado que su “anti-imperialismo” sólo ha quedado en discurso, como con la participación boliviana en las tropas de

ocupación en Haití o la ac-ción de Chávez buscando la negociación con los golpistas en Honduras, y ahora con Fidel Castro que apoyan al gobierno reaccionario y pro-imperialista de Gadafi en Libia. Sólo una alternativa independiente de cualquier variante patronal puede im-poner hasta el final la lucha anti-imperialista. Nos hacemos parte y llama-m o s a s u m a r s e a la concentración de la Unión Bicentenaria de los Pueblos para repudiar la visita de Obama el día Lunes 21 de Marzo en el Par-que Almagro, a las 16:00 hrs. para levantar en alto la lucha anti-imperialista.

Este fin de semana inicia la gira de Obama hacia Améri-ca Latina y Centroamérica, empezando por Brasil, pa-sando a Chile y finalizando en El Salvador. Lejos de re-presentar un cambio, Obama es otro sello del dominio imperialista: ha continuado con las tropas en Irak y ha aumentado la ocupación en Afganistán y Pakistán; no ha cerrado la brutal cárcel de Guantánamo como prome-tió. Mantiene el bloque cri-minal contra Cuba. Apoyó el golpe en Honduras y sentó nuevas bases militares en Colombia. Ha destinado más tropas a la ocupación en Haití, y así sucesivamen-te. Esta visita intenta buscar mayores lazos para la pene-t r a c i ó n i m p e r i a l i s -ta, aumentando saqueo de sus monopolios de nuestras riquezas naturales y la explo-tación de nuestras clases trabajadoras y pueblos ex-plotados y oprimidos, con un discurso “progresista” que intenta recomponer el dete-rioro de la hegemonía nor-teamericana, que sufrió gran-des embates en la región producto de las rebeliones de masas a los inicios del siglo XXI y ahora sufre un duro golpe con los levanta-mientos revolucionarios en el Norte de África y el Me-dio Oriente. No es casual que en vez de visitar México y Colombia, que fueron los mejores aliados de la política reaccionaria de los gobier-nos de Bush, ahora sea Brasil y Chile, que se muestran como “regímenes más esta-

bles” en la región y con una política exterior de “centro”, al no poder ocupar sin más la política de agresión impe-rialista de Bush. EEUU ya no puede jugar el mismo rol que jugó con el reaccionario “Consenso de Washington” en los años 90´ que pretendía imponer las reglas en América Latina. Los procesos de rebelión popu-lar y campesina en Bolivia, Venezuela, Ecuador y Argen-tina a inicios de siglo hicie-ron retroceder al imperialis-mo norteamericano y pusie-ron en crisis el dominio neo-liberal. A esto se sumaron los desastres en Irak, Afga-nistán y Pakistán y la crisis económica mundial que han elevado la decadencia nor-teamericana en el mundo. En el caso de Brasil, es un actor que viene teniendo mayor peso económico y en la polí-tica regional e internacional, y un interlocutor obligado para la relación de EEUU con América Latina. El pro-pio gobierno de Lula y ahora Dilma pretenden un reparto de poder más equilibrado en el mundo sin cuestionar la política imperialista, así co-mo hicieron dirigiendo las tropas de la ONU para so-meter al pueblo Haitiano con las tropas de la Minustah. En el caso de Chile, Piñera se quiere mostrar directamente como un aliado seguro y con total subordinación para la nueva estrategia del imperia-lismo en la región, y fue el propio gobierno de Bachelet que participó en la ocupa-ción del pueblo haitiano jun-