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Hablar mal está de moda.

Aquiles Nazoa expresa en un poema, y sin perder lo humorístico en el plantea, el

lenguaje y habla que muchas veces se usó, o se usa, en Caracas Venezuela. Usando formas

retoricas, Nazoa nos lleva a lo que, en pocas palabras, se puede definir como el habla

informal, señala que este habla suele ser corto y puede llegar a verse como una manera de

hablar floja, usando expresiones, frases mochas y cayendo, muchas veces, en la mayoría de

los vicios del lenguaje, como barbarismo, impropiedad, idiotismo, redundancia,

vulgarismo, dequeísmo y hasta en neologismo, entre otros que las personas Venezolanas

usan por su flojera al hablar. Bien se ha podido conocer que el lenguaje en Venezuela está

conformado por distintas aportaciones, como las provenientes del latín vulgar y el sustrato

indígena, pero esto no se ha usado para justificar la manera en las que las personas se

expresan.

Usando metáforas, Nazoa llega a explicar esta vez que una persona puede perder

constantemente el control de lo que habla, un ejemplo podría ser cuando se expresa “Si

usted me viene con curvas…” estudiando el habla caraqueño y estudiando la palabra

“curvas” se puede decir que esta metáfora busca esquivar o evadir algo en específico.

Muchas veces para explicar algo, suele usarse mucho lo que es la redundancia al

colocar ejemplos. Esto se debe a que el mismo Venezolano se da cuenta de que su manera

de dar a entender algo no suele ser la correcta, entendiendo así lo que expresa Nazoa “¡Qué

formas tan pintorescas son nuestras formas de hablar! Para decirnos dos cosas, que en

cualquier otro lugar se dicen directamente con dos palabras no más”.

¿Está mal usar ejemplos al hablar? En el trabajo de campo “El habla de los

adolescentes venezolanos” de Morillo Melina, se logra ver con estudios realizados que

mayormente los adolescentes quieren hablar de una manera sofisticada, y logrando así caer

muchas veces en el extranjerismo, siempre suelen llevar su habla más lejos y comparándolo

con el de otros países, sin darse cuenta que la manera de hablar varía mucho según su

origen. Un vil ejemplo en lo que caen mayormente los adolescentes es el “Chau” queriendo

decir “Chao” según el estudio realizado se puede ver que esta composición sintagmática

proviene del vocablo italiano “ciao” y la abreviatura del pronombre “you” otros ejemplos

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pueden ser “okis” para decir “okay” termino de origen inglés, o “Amix” para decir

“amigas”.

El tipo de palabras que puede llegar a manejar un venezolano muchas veces puede

resultar grotesco, o puede llegar hacer ofensivo, todo depende de las palabras que use y con

qué personas las use. Las costumbres del habla influyen mucho en cuanto a la cultura que

se tiene en las personas, en Venezuela la manera de insultar no es la misma que se tiene en

otros países o que se tiene en el mismo tipo de personas. Actualmente los jóvenes suelen

usar palabras ofensivas queriendo así estar a la moda del habla actual, por así decirlo, ya

que simplemente este se deja llevar por lo que hacen los demás o porque sencillamente esto

pertenece a lo que se podría denominar como el habla venezolano, así lo señala Nazoa

cuando hace referencia a “cien mil mentadas de madre y el resto, ni hablar, ¡ni hablar!

De esta forma, Rita Jiménez estudiante de la Universidad Pedagógica Experimental

Libertador, realizo un artículo sobre el Habla caraqueño según La visión de Nazoa donde

finalizo diciendo que “El producto lingüístico final de un hablante caraqueño, al decir del

poeta es un enredo de palabras. Hasta aquí Nazoa interpreta que el habla oral venezolana

como un pintoresco enredo de palabras ¿Puede afirmarse con esto que Nazoa cuestiona o

rechaza esta variedad? ¿O solo la caracteriza de este modo? Por ahora, se está

convencido de que estos datos son insuficientes para emitir aseveraciones categóricas,

sobre todo si se considera que se está trabajando con una obra salpicada de humor”.

Es difícil tener la personalidad suficiente para usar bien una expresión cuando la

mayoría de la gente cree que está mal. Como si no fuese poco el Venezolano no solo tiene

la flojera de hablar correctamente, sino que también tiene la mentalidad tan cerrada como

para aceptar que se está expresándose o hablando de manera incorrecta. Al Venezolano

sencillamente no hay quien le lleve la contraria y este es uno de los errores garrafales del

ciudadano venezolano, a los que se puede usar la célebre frase de “El que no sirve para

servir no sirve para vivir”.