VAN EYCK Y VAN DER WEYDEN:
PINTORES FLAMENCOS DEL SIGLO XV
Profesora: Dña. Pilar Corella Suárez
Las principales ciudades de los Países Bajos –Bruselas, Gante, Brujas, Amberes—
consolidaron una burguesía resultado de una intensa vida industrial y comercial. Tablas de
Brujas, retablos de Amberes, metales de Dinant, imágenes de Malinas, tapices de Bruselas y
tejidos lujosos, eran encargados, parte por los duques, nobleza y ricos burgueses de los
propios Países Bajos, y parte destinada a la exportación por toda Europa.
Este comercio era especialmente intenso con la rica Castilla, que en sus ferias de
Medina del Campo, Medina de Rioseco y Villalar, canalizaba el comercio con Flandes
Los conocidos como “primitivos flamencos” son los primeros artistas que
desarrollaron la pintura sobre tabla en la región de Flandes y los Países Bajos durante el siglo
XV. Su arte se sitúa a caballo entre la Edad Media y la Edad Moderna, presentando rasgos
propios del gótico y otros más cercanos al Renacimiento, aunque manteniendo una fuerte
personalidad.
En los últimos siglos medievales la región de los Países Bajos se convirtió en un centro
de crucial importancia artística, tanto por la calidad de su pintura como por el desarrollo
alcanzado en la producción y comercialización de la misma.
Llama poderosamente la atención de esta escuela el alto grado de perfección que
logra desde sus inicios: la pintura al óleo experimenta su primer florecimiento, al tiempo que
alcanza un enorme virtuosismo técnico y una gran complejidad compositiva y simbólica. Los
precedentes de este singular esplendor artístico proceden de la iluminación de manuscritos --
Las Muy Ricas Horas del Duque de Berry -- y del arte del tapiz.
Aunque estas manifestaciones explican, en cierta medida, el detallismo de la escuela,
su rigor y talento para el color, la falta de precedentes pictóricos en gran formato hace aún
más significativa la revolución pictórica llevada a cabo por los primitivos flamencos.
Esta escuela surge en una sociedad moderna, con una nueva mentalidad, y es
estrictamente contemporánea del primer Renacimiento italiano. Sus logros artísticos son
equiparables, por tanto, a los del Quattrocento y, por ello, se habla con frecuencia de un
Renacimiento nórdico o septentrional, que es en la actualidad la posición historiográfica
dominante.
La pintura flamenca tiene un amplio recorrido en el tiempo. El curso centrará su
interés en los artistas fundadores del estilo: El Maestro de Flémalle, Jean Van Eyck y Rogier van
der Weyden, éste último objeto de una exposición excepcional en el Museo del Prado en 2015,
a propósito de la restauración de El Calvario, obra cumbre que se custodia en el Monasterio
de El Escorial, así como otras en el Museo del Prado, que tendremos ocasión de estudiar
ampliamente.
Pintura religiosa, paisajes y retratos serán analizados a través de las obras capitales del
periodo: Retablo del Cordero Místico, Retrato del matrimonio Arnolfini, Santa Bárbara del
Museo del Prado y otras, que se cuentan entre las obras más universales e importantes de la
historia del Arte.
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