UNA MIRADA HACIA LO
DIFERENTE
Reflexión de salud desde la antropología.
Elaborado por: Natalia Aguilar Rowe
2013
UCR – Escuela de Antropología
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Natalia Aguilar Rowe
Licenciada en Terapia Física de la Universidad Santa Paula, Costa Rica. Bachiller en
Antropología de la Universidad de Costa Rica. Interés sobre los temas de discapacidad
en el mundo y en Costa Rica. Nacida en Costa Rica, en la ciudad de San José. Ha
trabajado como asistente en la Universidad de Costa Rica y ha hecho trabajo voluntario
en proyectos sobre discapacidad.
Abstracto
Vemos pues, que la salud y la enfermedad se han visto como dos entes separados,
donde uno es antagónico con el otro y más aun no se toman en cuenta tantos otros
aspectos intrínsecos del ser humano, como lo es el medio ambiente, su cultura y su
contexto. Constituir una base cultural en donde se humanicen las políticas de salud de
las personas con discapacidad es el ideal para que estas políticas sean equitativas.
Reconocer la discapacidad como una característica diferente y no como un problema,
es uno de los tantos retos que enfrenta la sociedad. Sumado a esto, las reformas
políticas que se han tenido que llevar a cabo para romper con el paradigma anterior
excluyente. Se hace necesario, pues, (re) construir el imaginario de discapacidad que
marcó, y aun marca, el asistencialismo y la discriminación hacia las personas con
discapacidad.
Abstract
Thus we see that health and disease are seen as two separate entities, one being
antagonistic to the other and even more do not take into account many other intrinsic
aspects of human beings, such as the environment, culture and context. Constitute a
cultural base where humanize health policies for people with disabilities is the ideal for
these policies becomes fair. Recognize disability as a different characteristic and not as
a problem, is one of many challenges facing society. Added to this, the political reforms
that have had made to break this previous exclusive paradigm. It is therefore necessary
to (re) construct the imaginary marked disability, and even brand, welfarism and
discrimination towards people with disabilities.
Abstrato
Assim, vemos que a saúde e a doença são vistos como duas entidades separadas,
sendo um antagonista para o outro e ainda mais não levam em conta muitos outros
aspectos intrínsecos dos seres humanos, tais como o ambiente, a cultura e o contexto.
Constituem uma base cultural onde humanizar as políticas de saúde para as pessoas
com deficiencia, é o ideal para que essas políticas sejam justas. Reconhecer a
deficiência como uma característica diferente e não como um problema, é um dos
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muitos desafios que a sociedade enfrenta. Somado a isso, as reformas políticas que
tiveram de fazer para quebrar o paradigma anterior exclusivo. É, portanto, necessário
(re) construir o imaginário marcado da deficiência, e até mesmo a marca, o
assistencialismo e a discriminação contra as pessoas com deficiência.
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“El derecho a tener oportunidades nos hace capaces”
Ernesto Sábato
Una mirada hacia lo diferente…
En algún momento ha hecho un alto en su camino y ha mirado a su
alrededor… ¿Qué puede ver en esta “gran” ciudad de San José? Pues la
respuesta es simple: personas caminando como yo, como usted, como
cualquier otro. Le exhorto a que mire con atención, ¿qué más puede ver?
Si, es difícil dar una respuesta que abarque lo que uno no experimenta
día con día. Observar gente como usted y como yo podría ser una
respuesta simplista, sin embargo, si sacamos el lente antropológico
descubrimos un centenar de personas diferentes a nuestro alrededor.
Mirando más detenidamente, ¿Cuáles son esas diferencias? Usted me
dirá: Son altos, bajos, flacos, gordos, extranjeros, locales, hombres,
mujeres, niños y niñas, oficinistas, chanceros, indigentes y personas con
discapacidad. ¡Muy bien! que buen antropólogo. Y, ¿cómo se ven esas
personas de reojo? ¿Cómo los mira usted? Se ha preguntado, ¿Cómo se
miran ellos con respecto a usted?
Ya que estamos en este ambiente tan antropológico, propongámonos
visitar un parque concurrido o mejor una plaza, podría ser la Plaza de la
Cultura. Si excelente, la Plaza de la Cultura, todo un ícono de la
diversidad. Siéntase a observar, quizás en un pollo de esos que dan hacia
la avenida central, ¡cuánta gente!, ¡cuánta gente con discapacidad
también! Mientras más miras, más oscuro se vuelve el panorama,
¿verdad? Ves situaciones que no son parte de tu vida, no tienes que vivir
el desprecio, la lástima o el miedo de algunas personas porque tienes una
discapacidad ya sea física o cognitiva y, aunado a esto, convivir con las
vicisitudes que me presenta el paisaje urbano poco apto para su libre
desplazamiento.
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Sin embargo, yo no quiero discutir sobre el “panorama oscuro” que
sentimos nosotros del “otro”. Por el contrario, el tema que me dispuso a
realizar este ensayo es ¿cómo se afronta desde la salud el tema de
discapacidad? La cual será abordada desde la perspectiva de la
antropología de la salud. Para entender esta pregunta a profundidad, uno
tiene que pensar en la raíz del meollo. Sin querer ser pretenciosa,
propongo que ésta radica en la significación errónea que se le ha
asignado a la discapacidad y cómo ésta es interiorizada en la sociedad.
De ahí convergen otras interrogantes de interés y que se relacionan con
la temática. Primero, ¿quién diseña las políticas de salud para personas
con discapacidad? Y Segundo, ¿Quién o quiénes diseñan estas políticas
y de qué forma son intervenidas las mismas?
En Costa Rica, mucho se ha discutido, pero poco se ha ejecutado, el
pensar un abordaje médico integral hacia las personas con discapacidad.
A lo sumo se han hecho adaptaciones para suplir las necesidades que
contempla una ley1 que vela por los derechos de las personas con
discapacidad en Costa Rica.
Por lo anterior, es de interés antropológico hacer una discusión en torno
al tema salud en la discapacidad, y lo que éste representa en la sociedad.
Debemos recordar que los sistemas de salud fueron hechos para el
beneficio de todas y todos. Es deber de todas las naciones ofrecer calidad
de vida, y más ampliamente, dignidad a todas las personas en las que en
ella moran.
En este tenor, se hace imprescindible mencionar algunos aspectos
pertinentes al tema, como los son el concepto de salud – enfermedad,
discapacidad, equidad y poder.
1 Ley 7600: Su principio fundamental es servir de instrumento a las personas con discapacidad para que alcancen
su máximo desarrollo, su plena participación social, así como el ejercicio de los derechos y deberes establecidos en el sistema jurídico costarricense. Tomado de: Ley de Igualdad de Oportunidades para las personas con discapacidad y su reglamento. Editorial Investigaciones Jurídicas S.A. San José, Costa Rica. 2002.
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En un primer apartado, se estará discutiendo lo que se entiende por el
binomio salud – enfermedad, equidad y cómo estos se reflejan en la
sociedad. El segundo apartado, es más una reflexión de las concepciones
que se dicen de la discapacidad desde la cultura, aunado a la importancia
de nuevos modelos de construcción de espacios inclusivos y equitativos
de la (re) construcción del imaginario discapacidad.
¿Salud para los sanos o para los enfermos?
Planteamientos de salud – enfermedad hay un infinito, sin embargo, el
que se plantea a continuación es bastante significativo para el tema
abordado.
“…Hasta hoy, las categorías utilizadas para hablar de la salud y
sobre todo para medirla, son elaboradas por las ciencias de la
vida. Se ha visto que empíricamente, la salud es siempre
apreciada por indicadores de mortalidad como la esperanza de
vida, y de morbilidad, con la idea de que la salud es un continuum
que va, sin cesuras, del estado más completo de salud y
bienestar hasta la muerte, pasando por los diferentes estadios de
la enfermedad y las pérdidas de capacidades funcionales que les
están asociadas…” (Contandriopoulos, 2000:13)
Vemos pues, que la salud y la enfermedad se han visto como dos entes
separados, donde uno es antagónico con el otro y más aun no se toman
en cuenta tantos otros aspectos intrínsecos del ser humano, como lo es el
medio ambiente, su cultura y su contexto. Es a partir de esta lógica como
el tema de discapacidad también ha sido abordado. Se ha visto sólo la
condición médica pero no la condición de ser humano en su totalidad. Tan
es así que la sociedad mira diferente a aquel o aquella que no se
encuentra “normal”.
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Profundizando más encontramos que el tema de Biopoder, término
acuñado por Foucault, está presente en este son. La sociedad
normalizadora nos ha hecho creer que debemos ser iguales y sanos para
poder ser eficientes y productivos en la lógica capitalista. Es una medida
de control para regular la producción de esta perspectiva de desarrollo,
entendiendo que las personas con discapacidad no caben dentro de esta
esfera.
Siguiendo a Contandriopoulos (2006) tenemos que “las representaciones
de la salud y de la enfermedad dependen de la posición ocupada en la
sociedad y en particular de la relación que una persona tiene con el
campo médico”. Es decir, entendemos la salud y la enfermedad de
distinta forma de acuerdo a los procesos culturales y a los procesos
biomédicos que imperan en la sociedad. Es así como se ha posicionado
el concepto de discapacidad y el abordaje que se le ha dado al mismo.
En este punto llegamos a la interrogante de ¿Cómo son diseñadas y
pensadas las políticas de salud para personas con discapacidad? Me
atrevería a decir que, la mayoría de las veces, estas son diseñadas por
personas sin ninguna discapacidad aparente, dentro de una lógica
capitalista – discriminatoria y fuera de un marco social y de contexto. De
aquí se desprende el tema de equidad en salud, ¿serán estos diseñados
dentro de la lógica de equidad? Si partimos de lo anterior, evidentemente
no se ha logrado. Las políticas para personas con discapacidad se
encuentran distantes si pensamos la salud en relación con otras
características que no sean las hegemónicas y las que imperan
actualmente.
A lo anterior Benach y Muntaner (2005) nos confirman que “entender que
las desigualdades en la salud no son sino el espejo de las desigualdades
sociales generadas por un sistema económico y social como es la
globalización neoliberal capitalista, que a su vez se rige por la
enormemente desigual distribución del poder político y económico”. Es
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decir, debemos entender que la diversidad existe en la cotidianidad del
ser humano, así pues, la discapacidad es una de ellas. No obstante, es
injusto que sea abordada diferente. Hecho que nos remonta de nuevo al
tema de equidad, más allá a referirnos de igualdad se trata que todos y
todas podamos gozar de salud en todos los ámbitos que esta engloba,
dejando atrás el paradigma que entiende que la salud no la elige quien
quiere sino quien puede.
Por tanto, como profesionales de ciencias sociales, considero de vital
pertinencia el desarrollarnos en el campo de la salud, para así transformar
estos tabúes en medidas claras e inclusivas para las personas con
discapacidad.
¿Discapacidad o desigualdad?
En todas las épocas y culturas se han generado prejuicios sociales que
atentan a la dignidad del ser humano. No importa cuál es su origen o cuál
etnia representan, todos los grupos sociales en todas las épocas han
manifestado actitudes y prácticas discriminatorias en torno a la
discapacidad. Muchas veces estas separaciones han sido legitimadas por
discursos ya sean de corte religioso, ideológicos o políticos, tan es así
que muchos de los actos segregadores aun se recrean y son parte de la
cotidianidad social. A lo anterior Castellón nos comenta:
“…las asimetrías sociales e interpersonales siguen
manifestándose a causa de las distintas visiones sociales y
culturales que se tienen en torno a las deshabilidades físicas y
mentales, pero también alrededor del color de piel, la vestimenta,
la lengua, la medicina y otras formas locales de organización
social y cultural…” (Castellón, s.f.: 433)
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De la forma como se ha estigmatizado la discapacidad así se ha querido
abordar la misma. Siempre desde una mirada asistencialista y de lastima
en el peor de los casos. Lo curioso del caso es que quienes hacen la
diferencia son las personas que no tienen ninguna discapacidad, porque
como lo hemos visto anteriormente corresponde a una lógica de pensar
siempre en “homo”, es decir todos iguales.
Tomando como referencia un estudio que se llevó a cabo en Estados
Unidos acerca de la percepción que tienen jóvenes con alguna
discapacidad sobre sí mismos podemos ver:
“…Some adolescents may not perceive themselves as different at
all, even though diagnosed with a specific disability…” (Daley, T y
Weisner, T, 2003:30)
Así es, las personas con discapacidad tienen algo diferente pero esta
característica no los hace ser diferentes al resto, es decir, deben de gozar
de todos los derechos que tenemos todos y todas de una forma integral.
Por tanto, se hace necesario incorporar esa cultura en las políticas de
salud y en los protocolos de atención de discapacidades, de forma que
haya una comunicación participativa entre los planes institucionales
biomédicos y las necesidades de la comunidad. Pero aun más, generar
en la población una comprensión integral e intercultural de lo que significa
la discapacidad.
Constituir una base cultural en donde se humanicen las políticas de salud
de las personas con discapacidad es el ideal para que estas políticas
sean equitativas. Cecilia Escobar en su ensayo antropología médica: una
visión cultural de la salud nos comenta:
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“…Se hace cada vez más evidente que el campo de la salud
humana es un campo simbólico en el cual teorías profanas y
expertas comparten algunos símbolos y signos, y se diferencian
en otros. La cultura es un fenómeno de representación
simbólicamente eficaz de la experiencia humana, maleable como
los discursos que la constituyen, todos ellos símbolos que
generan otros símbolos. Interlocutores que generan otros
interlocutores…” (Escobar, s.f.)
Escobar nos trae una esperanza para todos y todas aquellas personas
que se ven segregadas, estigmatizadas o violentadas día con día por el
hecho de tener una discapacidad física o cognitiva. Es posible cambiar
este “slogan” de querer meter a todos en el mismo envase, porque si,
habemos personas diferentes, con pensamientos diferentes, con
intenciones diferentes pero con necesidades iguales y derechos iguales.
Consideraciones Finales
¿Por qué la discapacidad es un tema pertinente en la Antropología de la
Salud? Pues sencillo, porque es un asunto de equidad. Así como se
estudian los procesos relacionados con la salud, la enfermedad y cambios
sociales en torno a la salud; el tema de discapacidad forma parte de
procesos sociales que cambian la forma de pensar de “ser” sano o
enfermo.
Como ya se ha dicho, el concepto de bienestar debe ser para el disfrute
de todos y todas; y, para que esto sea posible debe existir una
consonancia entre equidad y accesibilidad. Por tanto, es necesario hablar
de reformas en el concepto de discapacidad y su adecuación para poder
satisfacer las expectativas y necesidades del conjunto de ciudadanos.
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Reconocer la discapacidad como una característica diferente y no como
un problema, es uno de los tantos retos que enfrenta la sociedad.
Sumado a esto, las reformas políticas que se han tenido que llevar a cabo
para romper con el paradigma anterior excluyente. Se hace necesario,
pues, (re) construir el imaginario de discapacidad que marcó, y aun
marca, el asistencialismo y la discriminación hacia las personas con
discapacidad. Imaginario que se ve reflejado en la forma como nos
referimos y vemos a las personas con discapacidad.
No está demás hacer hincapié en desarrollar un análisis exhaustivo
desde un enfoque de políticas públicas que contribuya a establecer las
necesidades de las demandas de todas las personas. Análisis que debe
tener el sello de un profesional en Antropología, entre otros, para
garantizar un enfoque social integrador y generando oportunidades para
su pleno desarrollo.
Bibliografía Consultada
Benach, J. y Muntaner, C. (2005) Aprender a Mirar la Salud: ¿Cómo la
desigualdad social daña nuestra salud? Editorial: Instituto de Altos
Estudios en Salud Pública. Maracay, Venezuela.
Castellón, I. (s.f.) Imaginario rural en torno de las discapacidades.
Proyecto Willaqkuna, Bolivia. En: Salud e interculturalidad en América
Latina. Antropología de la salud y crítica intercultural. Ediciones Abya –
Yala.
Contandriopoulos, A. (2000) La Salud entre las Ciencias de la Vida y las
Ciencias Sociales. En: Cuadernos Médico Sociales, 77: 19-33.
Contandriopoulos, A. (2006) Elementos para una “Topografía” del
Concepto de Salud. En: Ruptures: Revista Interdisciplinaria de la Salud,
11(1): 86-99.
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Daley, T y Weisner, T. (2003). “I speak a different dialect”: Teen
explanatory models of difference and disability. En: Medical Anthropology
Quarterly 17 (1): 25-48. American Anthropological Association.
Escobar , C. (s.f.) Antropología Médica: Una visión cultural de la
salud. Universidad Tecnológica de Pereira. Tomado de:
http://promocionsalud.ucaldas.edu.co/downloads/Revista%208_6.pdf.
Consultado el 6 de julio 2012.
Sen, Amartya. (2001) ¿Por qué la Equidad en Salud? En: III Conferencia
Internacional sobre Economía de la Salud. York, Reino Unido.
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