Un ministerio con propósitoSIEMA DIVISIÓN INTERAMERICANA LETICIA DE LOS SANTOS
Dios no escoge para que sean sus representantes
entre los hombres, a ángeles que nunca
cayeron, sino a seres humanos, a hombres de
pasiones semejantes a las de aquellos a quienes
tratan de salvar. Cristo se humanó a fin de alcanzar a
la humanidad. Se necesitaba a un Salvador a la vez divino humano para traer salvación al mundo. Y a los hombres y mujeres
ha sido confiado el sagrado cometido de dar a conocer “las inescrutables riquezas
de Cristo” (Los Hechos de los Apóstoles, pág. 109).
El escoge a los seres humanos, a los hombres rodeados de flaquezas, como instrumentos para realizar sus designios. El
inestimable tesoro se coloca en vasos de barro. (Los Hechos de los Apóstoles, pág. 266).
Esposa de pastor: ¿Carga o privilegio?
1. Estar en el lugar de trabajo de nuestro marido.
2. Se nos quiere ver como la compañía imprescindible del pastor en todas las actividades desde bautismo hasta funerales.
3. Lo mismo en reuniones eclesiásticas que sociales.
4. En los cultos entre semana y todo el sábado.
5. Visitas a enfermos, en actividades de Dorcas
6. Ministerio de la Mujer, con los niños, preparar los estudios bíblicos, dirigir los bando de oración.
7. Dirigiendo las alabanzas, tanto mejor si toca algún instrumento, ser miembro del coro.
8. Pintar, lavar, planchar, ser portero y tener a resguardo todos los objetos olvidados por la feligresía de manera incondicional.
Algunas esposas de ministros toman dos posturas extremas:
“Al que contrataron fue a él, no a mi”
Y otras en su afán de cumplir los estereotipos se involucran que se le puede ver, por pequeña que sea,
en cualquier actividad y reunión de la iglesia
El resultado de ambos extremos repercute tarde o temprano en perjuicio del ministerio pastoral
“Dios podría haber encomendado a los
ángeles del cielo el mensaje del
evangelio y toda la obra del servicio por
amor a los demás. Podría haber
empleado otros medios para llevar a
cabo su propósito. Pero en su amor
infinito quiso hacernos colaboradores
suyos, con Cristo y con los ángeles, para
que compartiéramos la bendición, el
gozo y la elevación, espiritual que
resultan del servicio abnegado”
(CC. p. 117)
Los hombres son en las manos de Dios
instrumentos de los que él se vale para
realizar sus fines de gracia y
misericordia. Cada cual tiene su papel
que desempeñar; a cada cual le ha
sido concedida cierta medida de luz,
adecuada a las necesidades de su
tiempo, y suficiente para permitirle
cumplir la obra que Dios le asignó
(El Conflicto de los Siglos, pág. 391).
• A veces estamos tan enfocadas en preguntarnos “¿Será que debo hacer como dicen?”
• “¿Debo hacer eso porque los demás lo esperan de mí?”
• Nuestra pregunta siempre debe ser
“¿Qué quiere DIOS que yo haga en la iglesia?”
Dios espera que le
sirvamos y que
trabajemos para Él, no
por ser esposas de
pastores sino por ser
Sus hijas. Como
creyentes es nuestra
responsabilidad trabajar
para El.
Dos factores a considerar respecto a este trabajo para Dios
Nuestro servicio debe ser de acuerdo con
nuestros dones
El tiempo o etapa que vive la esposa de pastor
Debemos ver el hecho de estar casadas con un pastor con nuevos ojos. Debemos considerarlo como una oportunidad privilegiada de trabajar
para Dios
Tenemos la oportunidad de
ministrar a quien lo necesite según
sea el caso. A veces tendremos la
oportunidad de alentar a los de
poco ánimo; muchas otras,
sostendremos a los débiles y para
con todos debemos practicar la
paciencia. Como esposa de pastor
encontrarás múltiples
oportunidades para ministrar. “Los
que participan en labores de amor
por sus prójimos son los que más se
acercan a su Creador”
(CC. p.117).
Como esposas de pastores al ministrar no recibiremos un salario, pero sí la bendición de participar en la empresa más
importante de nuestro Dios, la Iglesia.
“La iglesia es la agencia elegida por Dios para salvar a los seres humanos. Su misión es llevar el evangelio al mundo” (CC. p. 119)
Bendiciones de un Ministerio con propósito:
• Se sentirá su influencia.
• Sentirás un deseo de trabajar para Dios.
• Inspirarás amor, ternura y compasión.
• Nace en el corazón un vivo deseo de dar a conocer a los demás cuán precioso amigo encontró en el Señor Jesús.
• El esfuerzo por hacer bien a otros se tornará en bendiciones para nosotros mismos.
• Los que participan en labores de amor por sus prójimos son los que más se acercan a su Creador.
• Experimentarás la necesidad de una experiencia más profunda y de un conocimiento más amplio de las cosas divinas.
• La oposición y las pruebas te llevarán a leer las Escrituras y a orar
• Alcanzarás un carácter firme y una afabilidad como la de Cristo.
• No estarás ocioso, no habrá depresión en tu vida.
• Estará dispuesta a hacer cualquier sacrificio
“Todo aquel que lleva el nombre de Cristo debe obrar de tal modo que
otros, viendo sus buenas obras, sean inducidos a glorificar a su Creador y Redentor” (CC.p.121)
“Cuando tenemos el amor de Dios en el corazón, eso se pondrá de
manifiesto en nuestra vida. El suave perfume de Cristo nos rodeará y
nuestra influencia elevará y beneficiará a otros” (CC.p.112).
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