Blanca Esther Payén Torres
Como Administrar Pequeñas y Medianas Empresas
Rodríguez Valencia, Joaquín
Editorial ECAFSA, 1996.
Pág. 72-79
Para poder definir lo que es una pequeña y una mediana empresa se deben tomar
en cuenta los siguientes rasgos:
- Un capital social repartido entre unos cuantos socios
- Una autonomía real de financiamiento y gestión
- Un nivel de desarrollo dimensional
Tomando en cuenta las rasgos mencionados anteriormente, una definición de la
Asociación de Empresas Pequeñas (SBA) sobre la empresa pequeña es: “Aquella
que posee el dueño en plena libertad, manejada autónomamente y que no es
dominante en la rama en que opera”.
La definición de la Secretaria de Hacienda y Crédito Público nos dice que las
pequeñas y medianas empresas son “aquellas empresas cuyos ingresos
acumulables en el ejercicio inmediato anterior no sean superiores a 20 millones de
pesos, pero tampoco inferiores a millón y medio de pesos”.
Para poder clasificar una empresa como pequeña o mediana se deben tomar en
cuenta los siguientes criterios de magnitud:
- El medio ambiente. La clasificación depende del contexto en el que esté
asentada la empresa, es decir, que nivel de desarrollo se tenga en el lugar en
donde opera, pues puede considerarse una empresa mediana en México pero
una pequeña empresa en Canadá, por ejemplo.
- El giro. La magnitud de una empresa se encuentra condicionada ala actividad
que explote.
- El mercado que domina. Se establece la magnitud de la empresa según la
zona o número de clientes que abastece, no importando en si el tamaño de la
planta, capital, personal, etc.
- El financiamiento. La magnitud de la empresa directamente del capital con el
que cuenta.
- La producción. Una empresa se considera pequeña, mediana o grande de
acuerdo con el volumen de productos que fabrique.
Según el autor A. Reyes Ponce, hay dos criterios para determinar el tamaño de la
empresa, y que son: la cantidad de personal ocupado y la complejidad de la
organización de la empresa. Con estos criterios se concluye que la pequeña
empresa como característica, es la que cuenta con un número aproximado de 40 a
50 trabajadores, los cuales se reparten en tres tipos de responsabilidades: a) el
destinado a la producción de bienes o servicios, b) el encargado de la distribución,
colocación o ventas y c) el encargado de las funciones de finanzas y control.
Las pequeñas y medianas empresas se desarrollan, generalmente, en ciertas
ramas de actividad económica, pues hay ramas que por su naturaleza requieren la
creación de empresas de mayor tamaño.
Otros criterios para clasificar a la pequeña y a la mediana empresa son:
- Los de orden cualitativo. Estos atienden principalmente, al grado de
tecnología, de mecanización y de organización que utilice la empresa; a la
calificación de la mano de obra y al tipo de mercado al que concurre.
- Los de orden cuantitativo. Se refiere, principalmente al monto de la
inversión o del capital con que cuente la empresa, al número de personal
que ocupe y a la magnitud o volumen de su producción.
En la actualidad no existe un criterio mundialmente aceptado.
Son las condiciones económicas y sociales de cada país las que determinan el
criterio que se debe tomar en cuenta para dar configuración a las empresas
pequeñas y medianas.
Administración de Pequeñas y Medianas Empresas en México
Rodríguez Valencia, Joaquín
Editorial Económico Administrativo, 2002
La empresa pequeña y mediana en México
Podemos afirmar que en cualquier estructura industrial actual existe la pequeña y la mediana empresa, por lo que juegan un papel muy importante en varias esferas:
- Importancia económica. En México a partir del comienzo de la vida independiente, el fenómeno de la industrialización alcanzó un alto nivel de importancia para el desarrollo económico del país. Después de la Revolución Mexicana y con el crecimiento del mercado interno, así también se fueron consolidando un gran número de pequeñas y medianas empresas, las cuales son las que más logran desarrollarse a partir de ese momento, las cuales anteriormente podrían considerarse incipientes. La importancia de la pequeña y mediana industria no solo puede medirse por el número de establecimientos, también por el capital invertido que representan, el valor de su producción, el valor agregado, las materias primas que consumen, la formación de capital fijo, los empleos que genera y la capacidad de compra que dan a la población trabajadora mediante los sueldos y salarios.
- Importancia social. La pequeña y mediana industria incorpora fuerza de trabajo al sector manufacturero, la cual procede del agro mexicano, contribuyendo por una parte, a incrementar a un rango social distinto al sector de los desocupados o semidesocupados, debido a la capacidad de compra que les proporciona la industria, mediante sus salarios y por los bienes que adquieren con él. También contribuyen a crear y capacitar la mano de obra que por la estructura educacional, característica de los países en desarrollo, no habría encontrado los elementos para la capacitación. La pequeña y mediana industria contribuye a elevar el nivel de ingresos de la población al crear un mecanismo redistributivo de la propiedad entre parientes y amigos que son quienes forjan una idea e inician una actividad industrial en pequeña escala. Por lo que estas empresas son un mecanismo de captación de pequeños ahorros para hacerlos productivos, mismos que de otra forma permanecerían ociosos.
La pequeña y mediana empresa en los objetivos nacionales
En México los esfuerzos están dirigidos al establecimiento de una estructura económica dinámica y creciente, la cual de las herramientas para hacer conexiones de tal manera que los beneficios obtenidos de ese proceso sirvan para sacar de la marginación y la pobreza a gran parte de la población, cuya función ha sido más de aportación, que de receptor.
Para lograrlo es necesario crear conciencia y responsabilidad social en uno de los factores de cambio: los empresarios de la pequeña y mediana empresa, pues son
acusados de carecer de un espíritu nacionalista, lo cual es necesario para lograr un acelerado desarrollo.
La función asignada a este importante sector secundario de la economía comprende aceptar un solo reto y varias responsabilidades: producir, ser eficientes, generar empleos, participar en el desarrollo regional, promover mayores y mejores niveles de calificación de la fuerza laboral, así como contribuir a la independencia tanto económica como social del país, sustituyendo importaciones a la vez que se produzcan bienes competitivos para los mercados internacionales.
La función de la pequeña y mediana empresa en el desarrollo:
a) Llenar huecos en la producción b) Crear y fortalecer una clase empresarial c) Proporcionar mayor número de empleos
No obstante que la pequeña y mediana empresa poseen una posición importante para generar empleos en el país, se enfrentan a una serie de problemas que obstaculizan su desarrollo. Esto determina condiciones de desventaja en su competencia con las grandes empresas y sobre todo con las empresas transnacionales, las principales causas de esta situación son las siguientes:
- Falta de estudios de preinversión que comprendan un análisis de las principales variables como: mercado, tecnología, costos, localización y financiamiento.
- Asistencia crediticia no oportuna y poco ágil - Escasez de mano de obra calificada que eleva los costos y retarda de manera parcial la productividad, lo cual se suma a una mala supervisión, repercute en la mala calidad de los productos.
- Concentración industrial, que limita el aprovechamiento de las ventajas ofrecidas por la zona industrial del país.
- Escasez de bienes de capital, pues el país no cuenta con los recursos, ni con la tecnología para generarlos.
- Escasez de recursos económicos, que provoca limitación en la expansión del mercado.
- Las pequeñas y medianas empresas no tienen poder de decisión dentro de las asociaciones industriales.
- Dependencia productiva - Inflación - La incapacidad para administrar
Blanca Esther Payén Torres
Políticas Públicas Sectoriales
Relatoría de la Conferencia: Hacia una tercera generación de Políticas Públicas
Las políticas habitacionales deben guiarse hacia una política de renovación
humana, en donde el estudio del diagnostico de la situación, debe basarse en un
trabajo de campo, el cual se desarrollara a partir de un estudio de caso profundo
dirigido a unos pocas familias que habitan dentro del lugar en donde se identificó
se encuentra el problema al cual se quiere dar solución. Por lo que al elaborar una
política pública habitacional se debe pensar en la dinámica familiar, es deicr, en lo
que en realidad necesitan las personas.
Se ve el estado físico del lugar en donde habitan, es decir, su entorno para con
ello, darse una idea de lo que son sus necesidades.
En esta conferencia se presentaron los estudios de caso de tres ciudades: Ciudad
de México, Monterrey y Bogotá, en las cuales se identificaron los primeros
suburbios, en los cuales se presenta la problemática de la no regularización y de
la precariedad de la vivienda, eligiendo para su estudio algunas viviendas que se
consideran casos típicos a partir de encontrar las colonias, basándose en las
estadísticas y los censos. A pesar de que son casos típicos, cada familia tiene
condiciones diferentes.
La investigación de campo se basa específicamente en un estudio antropológico y
arquitectónico de la familia y del lugar en donde residen.
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