Amelia Márquez de Pérez
tad de arquitectura, trabajan a la par del hombre y
nadie se sorprende por eso.
Yo estaba estudiando agronomía y estuve embaraza-
da durante el primero, el tercer y el quinto año de mi
carrera. Me fue de lo más bien. Mis compañeros de
clase me ayudaban y me cuidaban.
Estos testimonios correspondieron a diferentes contextos y
épocas . Por ejemplo los primeros testimonios de segregación
ocurrieron en Panamá, durante la década del 50, mientras
que para la misma época, hubo una positiva experiencia de
la entrevistada que estudió en Argentina . Durante los setenta,
la Ingeniera que estudió en Brasil confrontó experiencias ne-
gativas, mientras que la que estudió agronomía en Panamá
se sintió apoyada.Las mujeres que estudiaron carreras típicas para mujeres
no hallaron ninguna barrera durante sus tiempos de estudio.
Esta muestra de mujeres concordó en que en los ambientes
universitarios la situación ha cambiado dramáticamente du-
rante los últimos veinte años . Al presente, las mujeres son más
aceptadas en carreras anteriormente dominadas por la pre-
sencia de los varones, pero todavía hay un largo camino que
recorrer . Marta resumió el pensamiento de las participantes al
declarar : "No existe ninguna diferencia entre hombres y muje-
resen relación a la capacidad para realizar cualquier trabajo
humano" .
9
MUJERES EJECUTIVAS PANAMEÑAS : LA CARA OCULTA DEL TRIUNFO
Los mentores jugaron un papel importante al ofrecer apo-
yo a las participantes, especialmente cuando estas tuvieron
que enfrentarse a situaciones de segregación o de rechazo.Con excepción de Andrea, todas las participantes recono-
cieron haber tenido algún mentor . De estos hubo más muje-
res que hombres, pero con una diferencia no significativa . Los
mentores ofrecieron además del apoyo emocional, orienta-
ción profesional ; ayudaron a las participantes a fijar metas
académicas para estudios de postgrado o para el ejercicio
profesional . Un gran número de ellos y ellas fueron modelos
profesionales para las participantes durante sus estudios de
licenciatura.
EL INGRESO AL MERCADO LABORAL
Otra de las prácticas segregacionistas más importantes
están relacionadas con la consecución del primer empleo
profesional . A este respecto, nuestras profesionales tuvieron
experiencias diferentes . Alicia explicó que ella confrontó mu-
chas dificultades cuando buscaba empleo, a pesar de con-
tar con altas calificaciones durante su carrera . En esos años
(la década del cincuenta), pocas mujeres tenían un grado
profesional . En consecuencia, muy pocas mujeres podían
acceder a posiciones en campos profesionales dominados
por los varones, La aceptación de la mujer como competido-
ra era algo inadmisible y los hombres tenían el poder para
ejercer el "control patriarcal" (concepto introducido por Hart-
mann (1976) y sus seguidores) impunemente .
Amelia Márquez de Pérez
Yo tenía 27 años cuando me gradúe . Estaba en una
etapa crucial de mi vida . Todo el mundo me decía
que yo tenía que trabajar en el sector público porque
en el sector privado no había ninguna posibilidad para
mi, porser mujer . Yo estaba muy consciente de que mi
familia era pobre y que era un abuso de mi parte que
me siguieran manteniendo. Mi padre me había apo-
yado a pesar de nuestra pobreza, para que yo alcan-
zara mis metas profesionales . Yo no podía depender
de mi padre más y tuve que tomar una decisión . Yo no
pude ser una abogada litigante, ya que mi éxito de-
pendería de mis relaciones sociales y en esos años, la
sociedad panameña era muy, pero muy cerrada (én-
fasis especial en el tono de voz) . El campo básico en el
que una mujer abogada podía ingresar era el sector
público. Yo no tuve otra alternativa.
Aún cuando las mujeres abogadas encontraban oportu-
nidades de trabajo en el sector público, ellas tuvieron que
enfrentar y vencer una gran resistencia de sus colegas varo-
nes. Lo participante citada arriba, tuvo que ser persistente y
ejercer presión para conseguir su primer trabajo . Su testimo-
nio lo escogimos pues es relevante para apreciar la presencia
de la cultura androcentrista y el uso de estrategias de control
patriarcal, particularmente estrategias de demarcación (Witz,
1986), pero también porque nos permite observar cómo la
estructura de clase, refuerza tanto el control patriarcal como
la discriminación, restringiendo diferenciadamente oportuni-
G 1 ,—
MUJERES EJECU11VAS PANAMEÑAS : LA CARA OCULTA DEL TRIUNFO
dades de trabajo según las diferentes clases sociales . Cuando
la clase social se une con la segregación y discriminación de
género, las barreras que enfrenta la mujer profesional de ori-
gen pobre se incrementan en intensidad . En este caso, nues-
tra participante provenía de una familia trabajadora de bajos
ingresos . Por lo tanto, sus padres y su familia no podían pro-
veerle a ella la clase de relaciones socioeconómicas que ella
necesitaba para ser una abogada litigante . Ambas clases de
poder (androcentrista y económico) se combinaron para man-
tener a la mujer en el lugar asignado tradicionalmente, sin
consideración de sus derechos, sus sueños, gustos y preferen-
cias. Las rígidas circunstancias que rodearon a nuestra partici-
pante han cambiado en los últimos veinte años y las mujeres
abogadas tienen hoy día mucha más aceptación . Sin embar-
go, el control androcéntrico ha sido tan fuerte en esta discipli-
na que la escuela de Derecho contaba proporcionalmentecon el número de mujeres más reducido en la Universidad de
Panamá al momento de redactar este informe.
Pocimore y Spencer (1986: p . 6) encontraron, a través de
un estudio cualitativo con mujeres abogadas, que estrategias
muy sutiles que denominaron de "preferencia y control" eran
aplicadas con el objeto de que, una vez la mujer entraba al
campo profesional, su lugar en la profesión fuera determina-
do en forma tal que los hombres mantuvieran el acceso a lasposiciones o actividades más lucrativas, asegurando su poder
dentro del campo profesional . Para ello, las mujeres eran
orientadas en formas muy sutiles hacia aquellas actividades
mayormente ligadas con su papel tradicional, de modo que
NX
Amelia Márquez de Pérez
no se convirtiesen en fuertes competidoras . La sutileza consis-
tía en persuadir alas mujeres a creer que ellas eran las indica-
das para trabajar en campos de contenido social tales como
el derecho civil, derecho familiar o de menores y similares . Por
lo tanto, si las mujeres podían sentir que estas áreas de leyes
eran su propio y natural espacio, no había razón para que
entrara en arenas más competitivas en las que ellas podían
estar arriesgando su "seguridad y estabilidad" . En conse-
cuencia, muchas mujeres abogadas han sentido que ellas
están en el lugar correcto cuando ellas trabajan en el gobier-
no y en relación a temas sociales . Muy pocas han analizado,
como nuestra participante, las diferencias entre sus expectati-
vas reales y lo que el mercado laboral con sesgo de género,
les permite hacer.
Witz (1986) concuerda con Pocimore y Spencer al recono-
cer que los hombres han demarcado el espacio que ellos
asignan a la mujer . Witz (1986) ha explicado que las estrate-
glos de control patriarcal de cierre compacto están destina-
dasa lograr que los hombres fortalezcan su dominio, limitando
recursos y oportunidades a las mujeres para que éstas no
tengan acceso a las mismas posiciones y actividades . Las
prácticas de exclusión o segregación que se emplean tienen
como propósito convertir a las mujeres en una "clase de
Inelegibles" . Por ejemplo, la exclusión de las mujeres de las
actividades litigantes, haciéndolas optar por posiciones den-
tro del órgano judicial, ilustra una forma como tales estrate-
gias de exclusión y demarcación han sido opera clona ¡izadas.
En su estudio Witz (1986 : p . 17) afirmó que: "las mujeres son
G3MI
MUERES EJECUTIVAS PANAMEÑAS : LA CARA OCULTA DEL TRIUNFO
restringidas en su acceso a los recursos que incrementarían
sus habilidades y conocimiento, así como sus oportunidades
de legitimar su práctica . De esta forma, los hombres aseguran
su ventaja competitiva sobre las mujeres en muchas áreas del
empleo remunerado'.
En contraste, las nécesidades de una mano de obra
altamente calificada pareciera estar facilitando el ingreso de
la mujer a nuevas ocupaciones del mercado laboral . Los
resultados de este estudio revelan que esto ocurrió en situa-
ciones coyunturales en las que no había suficientes hombres
calificados para una determinada especialización y, por el
contrario, sí había mujeres . Al no tener el control sobre el
campo profesional, la contratación de mujeres se hizo expe-
dita . Por ejemplo, una de nuestras participantes fue contrata-
da con sólo una llamada telefónica . Su especialidad era
requerida en un proyecto de carácter nacional y había esca-
sez de recurso humano para las tareas específicas que de-
mandaba tal proyecto.
PRÁCTICAS DISCRIMINATORIAS
A través de las entrevistas se logró identificar una serie de
prácticas discriminatorias que trascendían el aspecto salarial.
Por ello, se reemplazó el concepto de discriminación salarial
por el de prácticas discriminatorias para poder Incluir otras
modalidades . Para las participantes fue más fácil identificar
Amena Márquez de Pérez
Cuadro 2
PRÁCTICAS DISCRIMINATORIAS EXPERIMENTADAS
POR LAS PARTICIPANTES
lugar
Evidencia
En la Universidad • Las prócticas discriminatorlos fueron sentidas por las mujeres que incursionaronen carreras tipificadas cano mscullnos. Estas prácticas fueron abiertas o sutiles,pero todas ellas tuvieron el propósito de Intimidar a las mujeres, para que ellasabandonaran sus carreras . Las prácflcas dLScriminatorlas son inconstitucionalespero Benen un fuerte trasfondo cultural . Ellas cona ituyen una práctica presente enla estructura Informl que se Idenflflcó por ejemplo a través del hostigamiento delprofesor —varón— hacia la estudiante mujer—, de las comentarlos tendentes adescalificar a la mujer, de amenazas a las estudiantes en reuniones privadas sintestigos, de la creación de un ambiente de preslonaz psicológicas, El papel de losmentores fue crucial dentro de la hostilidad del ambiente porque amortiguaron yneutrallzaron el Impacto de las presiones psicológicas.• Nuestras entrevistadas resistieron, pero ellas reconocen que otras mujeres nopudieron hacerlo . De allí que, por mucho fiempo, la relación entre estudiantesmtilculadas y estudiantes graduadas del sexo femenino, mostrara una brechaconsiderable, debldo a la deserción femenina.• Las mujeres en las careras en las que predominaban los hombres experimenta-ron la presión psicológica de ser excelentes estudiantes a fin de probar que ellaseran capaces.• Las mujeres en las careras consideradas tradicionalmente caos propias paramujeres no recibieron ninguna manifestación de discriminación, durante sus esta-alta Por el contrario, a ellas se les ofrecieron tanto becas atractivas caosseguridad en el acceso a posiciones de trabajo.
En el lugar de trabajo • El género constituyó un factor determinante en las oportunidades de trabajo y enlas pro mociona, más que ¡asaltas calificaciones yiftulas . Laobtenclóndelpilmerha bajo fue sumamente djficll para las mujeres que estudiaron carreras considerados cona masculinas, o menos que su profeslón fuese regulada por la ley• Las mujeres egresadas de carreras tradicionales, no encontraron ninguna formade discriminación al momento de ingresar a la fuerza laboral, Sin embargo,experimentaron prácticas dlsctlminatorlas Interocupaclonales como son : salariosmás bojos en sus carreras que los de las carreras 91pICaS de honbres, exclusión delas promociones institucionales, a pesar de sus méritos, por el hecho deser mujeres,y peor aún si eran mujeres cosadas, pues se consideraba que ellas ya contabancon el Ingreso del cónyuge.• Las muleles de la muestra trabajaron más fuerte que los hombres y Ilbraron unalucha pala que sus méritos fuesen reconocidos por supervisores y compañeras detrabajo. No obstante, los participantes reconocieron que enfrentar las prácticasdLV:riminntorlas ara nt fánll nora altos cama nrofeslonoles . oue nora otros mnia-
MUJERES EJECUTIVAS PANAMEÑAS : LA CARA OCULTA DEL TRIUNFO
res cuyas ocupaciones tienen un statru Inferlor y en las que la segregación y ladiscriminación parecen ser arayores.• Algunas mujeres afirmaron que la dwilminaclón contra las mujeres podio tenerorigen en el hecha de que los hombres con concepciones de género tradlcionales, temen a las mujeres Inteligentes y preporodas.• Las mujeres que fueron víctimas de¡ abuso masculino, endurecieron su carácter.algunas experiencias fueron frustrantes, pero ellas nunca aceptaron ser derrota-das,• Las mujer% encontraron mejores oportunidades para ser promovidas en elgobierno, que en el sector privado, a pesar de las prácticos discriminatoriasexistentes. Las participantes estuvieron de acuerdo en que una vez alcanzaronaltas posiciones, la d4scrlminación contra ellas decrecló, sus méritos han sidoreconocidos, pero el precio y el costo ~lona¡ ha sido demasiado alto.
Fuente
Entrevistas de mujeres panameñas en posiciones de liderazgo . Panamá, 1975.
las prácticas dlscrlminatorias que las de segregación, En el
cuadro 2 se resumen los resultados en el ámbito de la universi-
dad y en el de trabajo.
EL ÁMBITO UNIVERSITARIO
Durante los estudios universitarios, la línea divisoria entre
prácticas segregacionistas y discriminatorias fue muy tenue y
se manifestó en la resistencia y exclusión de mujeres en el
proceso de selección y en las presiones psicológicas durante
Amelia Márquez de Pérez
la carrera por parte tanto de profesores como de estudiantes.
Como resultado del efecto conjunto de las prácticas
segregacionistas y discriminatorias, la relación de mujeres a
hombres mostró un alto predominio de los hombres en aque-
Ilasocupaciones de mayor prestigio y salario aunque extricta-
mente la brecha se ha reducido en comparación con la que
existía veinte años atrás.
EL ÁMBITO LABORAL
Las prácticas discriminatorias se manifestaron en tres as-
pectos: las oportunidades de trabajo, el proceso de contrata-
ción o nombramiento y las oportunidades de promoción o
ascenso, Para el momento en que nuestras participantes
comenzaron a trabajar (finales de la década del 50 hasta
finales de la década de los 70), las oportunidades de trabajo
para profesionales eran más atractivas en el gobierno que en
la empresa privada . Por lo tanto, el ser destituida del gobierno
en aquellos tiempos y aún ahora, significaba una seria reduc-
ción de las oportunidades de contratación de las mujeres.
Margarita y Osiris, sin embargo, consideraron que el tra-
bajar en el gobierno así como el trabajo asalariado, creaba
otra clase de dependencia para las mujeres. Desde la pers-
pectiva de ellas, la práctica privada o el ejercicio indepen-
diente, proporcionaban mejores condiciones para la Inde-
pendencia de las mujeres. Ambas profesionales manifestaron
MUJERES EJECUTIVAS PANAMEÑAS : LA CARA OCULTA DEL TRIUNFO
haber sentido los más bajos niveles de discriminación, según
ellas, por el ejercicio privado independiente que habían teni-do en sus respectivas carreras . El análisis del contexto que
rodeó a ambas mujeres reveló el hecho de que, por una
parte, sus disciplinas tenían una tradición de práctica inde-
pendiente y, por la otra, ellas no iniciaron sus carreras profesio-
nales desde cero . Por el contrario, ellas recibieron un fuerte
apoyo familiar y el acceso a una cadena de relaciones, dado
el prestigio de parientes dentro de la misma profesión, o debi-
do a la existencia de una infraestructura consolidada como
una firma familiar . Esto no quiere decir que nuestras partici-
pantes no hubiesen alcanzado logros por ellas mismas o que
ellas no hubiesen enfrentado prácticas discriminatorias . Lo
que marcó la diferencia fue que ellas comenzaron desde una
base diferente a la de aquellas profesionales cuyas familias
más pobres no pudieron procurarles ni relaciones, ni infraes-tructura alguna.
Muchas de las carreras tradicionalmente consideradas
como propias para la mujer no proveen un fácil acceso a la
práctica independiente, como para arriesgar la condición deasalariada . Todo lo contrario, un gran número de las Hamo-das ocupaciones femeninas v.g . magisterio y enfermería cons-
tituyen campos que dependen primariamente del gobierno o
del sector privado, debido al alto costo de sus infraestructurasy servicios. Para ser exitosa en la práctica privada, las mujeres
profesionales necesitarían tener acceso a una red de clientes
potenciales con capacidad de pago, de otra forma sería
imposible hacer frente a los costos administrativos . De acuer-
Amelia Márquez de Pérez
do con Alicia, cuando una mujer proviene de una familia muy
pobre y no tiene acceso a esa red poderosa de relaciones,
como en su caso, es muy difícil, aunque no imposible conver-
tirse en una profesional independiente, tan pronto una se
gradúa y culmina su carrera universitaria . Para las mujeresmás pobres, insertarse en la práctica privada tomó muchos
años de esfuerzo y a veces, tal independencia no fue posible
por las características de la carrera en sí o por la reducción de
su demanda en el mercado laboral.
Las participantes en este estudio coincidieron en afirmar
que el género era más determinante en la consecución de un
trabajo o de un ascenso que las altas calificaciones, la expe-riencia extensa o los altos grados académicos . Esta afirma-ción la sustentaron en sus experiencias.
Algunas de ellas experimentaron dificultades severas yprocesos dilatados de contratación y ascenso . Los testimo-nios fueron expresados con un componente emocional muy
fuerte que indicaba el impacto de estas dificultades en susvidas . Una de las participantes afirmó que la promoción de
una mujer tomaba un tiempo tres veces más largo que la deun hombre . "Algo que yo puedo garantizar—yo puedo defini-
tivamente demostrar— es que las mujeres tienen que trabajar
de tres a diez veces más que el hombre a fin de alcanzar oacercarse a la misma posición" . Otro testimonio subrayó que
"las mujeres siempre tenemos que pelear, que luchar . Lo queellas consiguen es el resultado de esfuerzos muy duros . Paralos hombres, siempre es más fácil" .
MUJERES EJECUTIVAS PANAMEÑAS : LA CARA OCULTA DEL TRIUNFO
Amenazas y Persecuciones
Las vivencias de las profesionales investigadas mostraron
una diversidad de amenazas . Las experiencias más simples
fueron las siguientes : rechazo de los varones ante el hecho de
tener una jefa o supervisora ; resistencia de clientes varones
para lidiar con mujeres profesionales en vez de hombres den-
tro de una misma compañía; predominio de la opinión mas-
culina a pesar de que las argumentaciones de las profesiona-
les mujeres tuvieran suficiente peso ; mayor frecuencia en la
asignación de los hombres a las posiciones de supervisión o
jefaturas, coordinaciones o posiciones gerenciales. Las expe-
riencias más duras estuvieron cerca de la violación carnal,
cubriendo desde el hostigamiento sexual hasta la invasión del
dormitorio . En este último caso, quedó la sospecha de que laparticipante haya sido violada, dada la cargo emocional
que expresó al mencionar la experiencia . No obstante, no se
le instó a precisar sobre el particular, respetando su límite de
privacidad . Ella informó que un hombre fue pagado por su
jefe primero para que le robaran toda su ropa interior y más
adelante, el mismo hombre fue pagado para que invadiera
su dormitorio amenazándola con un machete . El propósito
de estas abusivas actividades fue forzar su renuncia del cargo
que ocupaba . Ella apenas contaba con 23 años y éste fue suprimer trabajo. Aunque nuestra participante sobrevivió a
estos ataques, se hizo evidente durante la entrevista que fue
emocionalmente afectada por los mismos.
n
Amelia Márquez de Pérez
Los despidos constituyeron otra amenaza que se convirtió
en castigo . Los despidos fueron utilizados como un medio de
persecución cuando las mujeres se mantuvieron firmes a sus
principios y no aceptaron órdenes que ellas consideraban
Injustas . Prácticamente, más de la mitad de las participantes
experimentó esta clase de amenazas y persecuciones . Las
profesionales de este estudio, encararon diferentes tipos depresiones con el propósito de forzarlas a renunciar, o ellas
simplemente fueron destituidas cuando se negaron a com-
blarsus principios . El factor político estuvo presente en varios
casos, aún en algunos en los que la participante no era una
activista política y a sus espaldas se negociaba el cargo que
desempeñaba . Algunos casos ilustrativos fueron:
Alicia fue destituida por rehusar a hacer algo que ella
juzgó incorrecto cuando ejercía en el juzgado civil.
. Margarita fue presionada a retirarse o jubilarse antes de lo
que ella había planeado, porque era considerada una
persona subversiva.
• Las cuentas de banco de Sally fueron confiscadas por el
gobierno de turno, por razones políticas, sin que mediara
un proceso legal y sin consideración de que su esposo
estaba enfermo de gravedad y su pronóstico era fatal.
Sus cuentas le fueron reintegradas después de que su
esposo murió.Antonieta fue obligada a renunciar, debido a las presiones
políticas recibidas por su jefe, quien se encontraba en el
más alto nivel político . Su posición fue negociada y ella
fue la "cabra del sacrificio" .
MUJERES EJECUTIVAS PANAMEÑAS : LA CARA OCULTA DEL TRIUNFO
• Beatriz fue perseguida al punto de que ella tuvo que bus-
car refugio en otro país, en diferentes ocasiones.
• Andrea tuvo que enfrentar una conspiración masculina
contra ella en medio de su severa enfermedad . Los hom-
bres envueltos en la conspiración querían su posición en
un organismo internacional.
Estas experiencias fueron muy duras para estas mujeres
en posiciones de liderazgo y ocurrieron en regímenes políticos
diferentes, en el nivel nacional y en el internacional . Resultó
asombroso observar como estos patrones se repitieron con los
mismos rasgos en muchas mujeres profesionales, indepen-
dientemente de la edad, la época, el partido político en el
poder, o la disciplina profesional.
Es evidente que el grupo seleccionado para este estudio,
mostró poseer una fuerte personalidad, capacidad para asu-
mir riesgos y superar estas dificultades . La afirmación formula-
da por Alicia apuntó a las consecuencias de esta clase deexperiencias: "ser el objeto de tales presiones endurece elcarácter de una . Como resultado, la femineidad y sensibili-
dad típica de la mujer tiene muchas veces que ocultarse" . Laexplicación de Alicia parece confirmar el análisis feminista
que establece que las mujeres en las más altas posiciones son
presionadas a adoptar la dureza de los hombres a fin de
sobrevivir en ese medio y ser aceptadas en la "esfera mascu-lina" . Estas experiencias negativas tuvieron un costo emocio-
nal muy alto en las profesionales que las experimentaron y en
reacción a esta situación, una nueva corriente del pensa-
miento feminista ha emergido, principalmente en España,
''' .Q 777 it' •'
Amelia Márquez de Pérez
con el propósito de enaltecer las "características femeninas"
Incluyendo el trabajo de la mujer en el hogar (Borderías, et.
al ., 1992) . Adicionalmente, todas las participantes sin excep-
ción, coincidieron en que las mujeres han sido y son sujetos de
las más altas exigencias en sus vidas profesionales y en sus
trabajos con el propósito de mostrar eficiencia y capacidad.
La Discriminación Basada en el Género
Andrea informó su frustración cuando ella fue sujeto de
una discriminación salarial . Ella era la única mujer en un grupo
de directores a nivel nacional en un ministerio . Ella fue, tam-
bién, la única directora cuyo salario no fue mejorado . El
ministro de su cartera le expresó como razón que ella era
casada y contaba con el ingreso de su esposo . Por lo tanto,
ella no necesitaba un aumento salarial como el que reque-
rían sus compañeros de trabajo porque ellos como hombres,
eran los sostenedores del hogar . Antonieta vivió una expe-
riencia similar a la de Andrea pero con otro supervisor y en
otra organización.
En la teoría clásica de economía laboral se espera que lo
mujer deje el trabajo debido a las responsabilidades familiares
y este hecho es utilizado para justificar la racionalidad del
empleador que se traduce en más bajos salarios para las
mujeres (Goldin, 1992; Polacheck, 1977) . La vida laboral de las
mujeres profesionales en Panamá, ha mostrado un patrón
diferente al establecido en la teoría . Ellas permanecen en la
MUJERES EJECUTIVAS PANAMEÑAS : LA CARA OCULTA DEL TRIUNFO
fuerza de trabajo con altos grados de productividad . Los
casos de Andrea y Antonieta ilustran que se ha acuñado un
nuevo argumento, en vista de que no es posible mantener el
paradigma de que los salarios más bajos de la mujer se deben
a que ella abandona la fuerza laboral o se mantiene intermi-
tente en la misma . Este argumento consiste en que la mujer
casada no necesita igual ingreso que sus compañeros varo-
nes porque su esposo ya tiene un ingreso . Es un argumentodiferente pero con un resultado similar : discriminación salarial
basada en el género . Parece ridículo en los umbrales del siglo
XXI, pero es totalmente real . A las mujeres se les sigue conside-
rando, en muchos casos, como amas de casa y no como
trabajadoras con méritos iguales o superiores a los de sus
compañeros de trabajo . Antonieta fue enfática al afirmar
que las mujeres deben ser pagadas de conformidad con su
educación, experiencia y destrezas y no de acuerdo a su
estado civil.
Melinda, cuya profesión era predominantemente femeni-
na (enfermería), apuntó hacia otra clase de discriminación
salarial . El salario ofrecido por el lado de la demanda, o sea
los empleadores, para las ocupaciones consideradas "feme-
ninas" no correspondía a la clase y la dificultad del adiestra-
miento que trabajadoras, como las enfermeras, habían recibi-
do, ni tampoco se correspondía con los riesgos a los cuales
ellas estaban expuestas . Esencialmente, los salarios en las
carreras predominantemente "femeninas" han sido estable-
cidos de acuerdo con el hecho de que se trata de profesio-
nes compuestas primariamente por mujeres . Esto constituye
Amelia Márquez de Pérez
un caso de discriminación interocupacional, ya que, en con-
traste, las carreras " masculinas " , tales como la ingeniería o la
arquitectura, con demandas o requisitos similares en adiestra-
miento, son pagadas con salarios mucho más altos,
Las participantes coincidieron en que las promocionespara los mujeres tomaban períodos más largos que para los
hombres, aunque las mujeres tuvieran mejores credenciales.
Patricia muy emocionada manifestó : "Cualquier idiota, sólo
porque es un hombre, es ascendido como un regalo o un
premio ; sin embargo, las mujeres tenemos que luchar 'muy
duro para conseguir un ascenso o una promoción".
Discriminación en la Posición Actual
Las profesionales investigadas concordaron en que ellas
no han sentido discriminación o segregación en sus actuales
posiciones . Sin embargo, eso no quiere decir que ellas no
tengan que enfrentarse todavía a situaciones esporádicas
producto de envidias, intrigas u hostigamiento . Como Patricia
señalara anteriormente, las mujeres profesionales que han
alcanzado posiciones de liderazgo en sus respectivas discipli-
nas, han pagado un alto costo para llegar a las mismas . El
testimonio de una de las participantes resume esta conclusión
en los siguientes términos : "Yo he tenido que pagar con san-
gre lo que yo he conseguido y aún ahora, en el campo
profesional (no en el trabajo), estoy pagando con mi honor
pues he sido calumniada por hombres mediocres" .
MUJERES EJECUTIVAS PANAMEÑAS : LA CARA OCULTA DEL TRIUNFO
De conformidad con el criterio de la mayoría de las parti-
cipantes en este estudio, ellas como mujeres profesionales
sintieron las prácticas segregacionistas y discriminatorias cuan-
do ocupaban posiciones de más bajo nivel que las posiciones
actuales. Aclararon que las prácticas discriminatorias habían
persistido pero con una sensible disminución de su intensidad.
Añadieron que como mujeres profesionales habían tenido
que enfrentar "fuerzas negativas muy fuertes y poderosas"pero que ellas estuvieron mejor preparadas para hacerlo pues
eran más agresivas y, por su preparación, sabían como lu-
char. Sus batallas, algunas veces, podían ser mucho más
fuertes que las que libraban otras mujeres trabajadoras en
ocupaciones no profesionales . Una de las participantes de
raza negra, Sabrina, resaltó el hecho de que ella había tenido
que enfrentar tres tipos de discriminación ; como mujer, como
negra y como persona pobre . Ella venía de una familia muy
pobre y de una de las provincias más pobres de la República.
Su decisión de progresar y salir adelante profesionalmente
había sido su fuerza y estímulo.
Las participantes de este estudio fueron preguntadas si
ellas consideraban que las mujeres profesionales constituían
una élite . Sus respuestas fueron muy cautelosas, reconocien-
do diferencias entre las profesionales y las no profesionales,
pero sólo dos contestaron afirmativamente . Una explicación
posible podría ser que el concepto de elite tuvo para algunas
un significado de exclusividad, provocando aprehensiones en
algunas de ellas. Sabrina, quien dio una de las respuestas
positivas hizo la siguiente distinción . Ella advirtió que ser una
Amelia Márquez de Pérez
profesional, no necesariamente significa estar en una élite.
Según su criterio, muchas mujeres profesionales han asumido
una posición de subordinación ante los hombres, aún tenien-
do mejores credenciales . En su opinión las mujeres profesio-
nales sólo forman una élite cuando ellas muestran la actitud
de mantener una posición independiente, están culturalmen-
te preparadas para enfrentar el androcentrismo, están anuen-
tes a correr riesgos y pueden demostrar dominio de su campo
profesional . Ella añadió que esas mujeres en posiciones ge-
renciales, quienes lucen muy bien vestidas y elegantes, pero
que se han dejado subordinar por relaciones tradicionales de
género en el trabajo, no podrían formar parte de esa élite.
Del argumento de Sobrina es posible concluir que no
todas las mujeres en altas posiciones gerenciales han incre-
mentado su conciencia de género y por ello, pueden ser
presas de la subordinación cultural, especialmente si ésta se
proyecta por medios sutiles . También de su argumento se
desprende el hecho de que las actitudes y la autoestima, más
que el desempeño de una posición gerencia[ son los factores
que hacen la diferencia en si una mujer es o no parte de una
élite, definida en los términos en que ella lo hizo.
Las respuestas de las participantes nos llevaron a identifi-
car algunos patrones interesantes en el comportamiento de
las prácticas segregacionistas y discriminatorias . Las mujeres
encontraron más difícil ingresar e igualar las posiciones de los
MUJERES EJECUTIVAS PANAMEÑAS : LA CARA OCULTA DEL TRIUNFO
hombres cuando las ocupaciones habían tenido una tradi-
ción histórica de ser ocupaciones predominantemente mas-
culinas, En estos casos, el predominio de los hombres en el
trabajo, al ser obvio, facilitaba la aplicación de estrategias de
control patriarcal (Witz, 1986) a fin de excluir a las mujeres o al
menos demarcar su participación . Una vez los hombres al-
canzaban las posiciones principales, intentaban mantener su
poder y protegerse entre ellos mismos . El caso de las aboga-
das ilustró la aplicación de prácticas de exclusión durante los
años de estudios universitarios en la carrera de leyes, durante
el proceso de inserción al mercado laboral y finalmente, de
demarcación de su participación cuando ya no fue posible
evitar su incorporación dentro de la ocupación.Las mujeres que ingresaron fácilmente al mercado labo-
ral fueron aquellas cuyas carreras estaban dentro del grupode alta tecnología o eran relativamente recientes y en las que
ellas eran zapadoras al mismo nivel que los hombres. En estos
casos, ni los hombres ni las mujeres predominaban y el merca-
do laboral enfocaba principalmente la capacidad profesio-
nal, en vez de criterios de género . Desafortunadamente,
estas ocupaciones constituyen aún una minoría y por lo tanto,
ellas son una solución para un limitado número de mujeres.
Sin embargo, es importante estar consciente de este compor-
tamiento a fin de proporcionar una adecuada orientación
profesional a las mujeres desde la escuela secundaria.
Entre estas dos posibilidades, se pudo identificar un tercer
camino que parcialmente controla la segregación de ocu-
paciones y la discriminación salarial . Se trata de aquellas
F7 7
Amella Márquez de Pérez
profesiones que son reguladas por la ley y cuyos rangos y
salarios responden a una escala . En estos casos, los requeri-
mientos de la posición, las funciones y el monto salarial son
prefijados, así como los requisitos para los nombramientos y
promociones . De esta manera la selección se efectúa de
acuerdo a variables " meritocráticas " como son la prepara-
ción académica y la experiencia profesional, sin discriminar
por sexo . La igualdad es garantizada por la ley, pero aplica-
ble sólo en el sector público v .g . médicos y educadores uni-
versitarios.
Tanto en los casos de alta tecnología, profesiones nuevas
o profesiones reguladas por la ley, los ingresos de hombres y
mujeres tienden a nivelarse y la segregación horizontal tiende
a desaparecer. Los patrones señalados solamente nos ofre-
cen una descripción de lo que puede suceder al momento
de ingresar a los niveles básicos de las ocupaciones . No dejaentrever con precisión lo que sucedería en los procesos de
promoción, ni acerca de la distribución de la autoridad y
poder organizacional en estos casos de excepción, ni el peso
que tendrían los criterios basados en el género con posteriori-
dad al ingreso . El hecho de que las mujeres encuentren
comparativamente más dificultades que los hombres en ser
promovidas sugiere la necesidad de ampliar estudios específi-cos de las otras clases de segregación, mencionadas al inicio
de este capítulo y profundizar en el análisis de la aplicación
de estrategias de control patriarcal.
Considerando el asunto salarial, se espera que las mujeres
en ocupaciones consideradas como predominantemente fe-
MUJERES EJECUTIVAS PANAMEÑAS : LA CARA OCULTA DEL TRIUNFO
meninas perciban Ingresos más bajos . Sin embargo, este
estudio encontró que los salarios son equiparados a los de los
hombres cuando las mujeres de estas ocupaciones tienen
acceso a posiciones de alta gerencia en la estructura guber-
namental, Las que no logran dichas posiciones continúan
con salarios más bajos en comparación con las ocupaciones
consideradas como predominantemente masculinas.
La discriminación antes del trabajo (Phelps, 1977) fue iden-
tificada en los años de estudios universitarios y la discrimina-
ción en el trabajo fue identificada en diferentes momentos:
en la contratación o nombramiento, en el acceso a oportuni-
dades de promoción, en los salarios diferenciales y en la
resistencia a aceptar a las mujeres como jefes, en posiciones
de liderazgo organizacional . Las prácticas discriminatorias,
por razones de género, incluyeron "castigos" expresados en
destituciones y ataques sexuales, así como persecuciones
económicas y políticas . Todas las participantes experimenta-
ron un cierto grado de discriminación y la mayoría de ellas
tuvieron que "pagar un precio" por haber sido consistentes
con sus ideas y valores.La clase de retos que estas mujeres en posiciones de
liderazgo tuvieron que enfrentar reveló la existencia de perso-
nalidades fuertes que fueron forjadas desde la niñez, en el
seno familiar . En próximos capítulos, se discutirá la conexión
entre familia y trabajo y las auto-percepciones de las partici-
pantes .
CAPITULO III
EXPERIENCIAS FAMILIARES
«La costurera Óleo sobre lino, 0 .90 x 1 .20 m. Olga Sinclair, 1992 .
Amelia Márquez de Pérez
EXPERIENCIAS FAMILIARES
esde la perspectiva feminista, la desigualdad de géne-
ro en la fuerza laboral es una extrapolación de la
ideología de domesticidad y subordinación de la mu-
jer, prevaleciente en la familia (Griecco y Whip, 1986 : p . 17).
Por lo tanto, el análisis sobre las experiencias familiares de las
mujeres en posiciones ejecutivas fue un componente indis-
pensable de esta investigación cualitativa . El estado civil de
las participantes nos reveló que eran casadas o habían esta-
do casadas. Sólo dos eran solteras . A excepción de una que
se casó a los diecinueve años, las participantes contrajeron
nupcias entre los 23 y los 31 años . Estas edades sugieren que
ellas comenzaron su vida profesional antes de formar sus nue-
vas familias .
3 q
MUJERES EJECUTIVAS PANAMEÑAS . LA CARA OCULTA DEL TRIUNFO
EL SIGNIFICADO ATRIBUIDO Al TRABAJO
En nuestra sociedad panameña, el trabajo de la mujer
parece haber ganado aceptación después de muchas bata-
llas. Sin embargo, la idea de que el lugar correcto de la mujer
es el hogar aún predomina . Las actitudes de las mujeres
hacia el trabajo fuera del hogar dependerá del significado
que éste tenga para ellas, es decir, si lo consideran parte
integral de sus vidas o simplemente una actividad para com-
plementar el ingreso familiar . Por tal razón, se solicitó a las
participantes presentar sus puntos de vista, así como sus senti-
mientos sobre la participación laboral de la mujer, a partir de
sus propias experiencias . También se les solicitó su opinión en
torno a la aceptación del trabajo de la mujer en la sociedad
panameña para determinar si ellas consideraban que existía
apoyo u oposición al mismo.
Es obvio que hombres y mujeres trabajan debido a nece-
sidades económicas. Sin embargo, para los propósitos de
este estudio, se establecieron dos categorías conceptuales
que sistematizan el trasfondo cultural presente en las opinio-
nes de las participantes, el trabajo como medio de obtener
ingreso suplementario para el hogar y el trabajo como mediode autorealización de la mujer . Las respuestas de las mujeresejecutivas investigadas que adujeron que el trabajo de la
mujer se debía sólo a razones económicas encajaron con la
concepción tradicional de considerar el ingreso de la mujer
como un suplemento adicional para la familia . En contraste,
las mujeres que explicaron el trabajo como el resultado de
Amelia Marquez de Pérez
intereses profesionales, sin negar, por supuesto, las necesida-
des económicas y como una actividad integrada o sus vidas,
a su realización como personas y profesionales, cayeron en la
segunda categoría . La mayoría de las participantes se con-
gregó en este segundo grupo . Es más, al ser preguntadas
acerca de la decisión que tomarían si pudieran retroceder en
el tiempo y escoger entre mantenerse en el hogar o trabajar
fuera del mismo, la respuesta fue contundente : trabajar fuera
del hogar.
La significación que para ellas tuvo el trabajo fuera del
hogar se aprecia en respuestas como las siguientes : Alcira
indicó que "trabajar es parte de la salud física y mental de
una persona" . Para ella trabajar es una actividad "saluda-
ble" . Pilar comentó riendo : "¡Trabajar! Yo tomé la decisión de
trabajar desde que yo era una niña . Fue el ejemplo que yo vi
en mi familia . Yo tuve una madre trabajadora" . Marta consi-
deró que era totalmente irracional que una estudiara una
larga y difícil carrera profesional para luego convertirse sólo
en un ama de casa . Brígida reconoció que ella escogería
trabajar de nuevo porque el trabajo le aseguraba su indepen-
dencia económica . Melinda fue más allá, afirmando que el
"trabajar era un diploma, una garantía para la mujer".Con respecto a la aceptación del trabajo de la mujer por
parte de la sociedad panameña, las mujeres cuyas profesio-
nes estaban dentro del grupo tipificado como propias para los
hombres, coincidieron en afirmar que había una enorme dife-
rencia entre e¡ presente y veinte años atrás ya que e¡ trabajo
de la mujer actualmente es mucho más aceptado . Sin embar-
MUJERES EJECUTIVAS PANAMEÑAS : LA CARA OCULTA DEL TRIUNFO
go, algunas participantes como Osiris expresaron reservas al
afirmar que "hay aceptación del trabajo en el caso de las
mujeres profesionales, no para las trabajadoras de más bajacalificación . Ellas no cuentan con una educación de alto nivel
académico y en consecuencia, son subestimadas en oficinas,
bancos, etcétera" . Brígida manifestó : "Sí, el trabajo de la
mujer es más aceptado en el presente, pero tal aceptación no
se fundamenta en el derecho que la mujer tiene a trabajar,
sino en las necesidades económicas de la familia " . Melissa
añadió : "las mujeres aún tienen prohibidas muchas oportuni-
dades, especialmente en los niveles políticos".
La importancia otorgada al trabajo por las participantes
de este estudio fue consistente con el patrón presente en la
sociedad panameña que indica que la mujer profesional se
mantiene en forma continua en la actividad laboral . A dife-rencia de otras sociedades, incluyendo aquellas de países
desarrollados, las mujeres profesionales no suelen dejar sus
trabajos por las tareas de crianza y cuidado de los hijos . Ellassólo interrumpen su carrera laboral cuando hacen uso de
licencias ya sea por maternidad o por estudios fuera del país.
Pareciera que este patrón se mantiene en carreras institucio-
nalizadas y posiciones burocráticas de organizaciones perte-
necientes al sector moderno de la economía panameña que,
además ofrecen a la mujer un grado mayor de estabilidad
laboral . No obstante, no se puede generalizar este hecho a
toda la fuerza laboral femenina, pues muchas veces los bajos
ingresos, que se reciben en posiciones de menos calificación
desincentivan los deseos de trabajar .
Amelia Márquez de Pérez
RELACIONES DE PAREJA
Un punto clave en esta investigación fue la interacción
entre el trabajo y el hogar para observar si afectaba o habíaafectado las relaciones de pareja.
En 1974, un estudio dirigido por la Dra . Elsa Griselda Val-
dés, basado en una muestra de 2,300 familias de la región
metropolitana destacó el surgimiento de cambios interesan-
tes en las relaciones de pareja . Un nuevo modelo de relacio-
nes horizontales fue identificado en las parejas jóvenes de la
clase media . Los hallazgos de ese estudio nos motivaron a
explorar la naturaleza de las relaciones de pareja con el
propósito de observar cuán cerca o lejos estaban las partici-
pantes de los roles tradicionales del hombre y la mujer en el
hogar. Esta exploración resultó muy útil para observar, ade-
más, cómo las parejas construían sus relaciones de género y
cómo esta construcción afectaba las relaciones de pareja.
Algunas participantes indicaron que sus matrimonios les
habían ayudado y estimulado a alcanzar sus metas profesio-
nales. Otras hablaron sobre las difíciles experiencias y cómo
habían bregado con ellas.
Annette ha vivido con su esposo por más de treinta años.
Ella estaba consciente de su conducta machista . Sin embar-
go, ella explicó que había logrado un acuerdo con él . Éstasfueron sus palabras:
Mi marido ha sido un hombre tradicional . Él es supermachista, pero al momento que él supo que no podía
MUJERES EJECUTIVAS PANAMEÑAS : LA CARA OCULTA DEL TRIUNFO
forzarme a hacerlo que yo no quería hacer (sonriendo
hizo una pausa), entonces. . . hicimos un acuerdo táci-
to. Yo sé que él mantiene la misma estructura de
pensamiento, pero él ha tratado de responder a mis
necesidades como persona.
La mayoría de las mujeres investigadas para este estudio
parecieron no tener problemas en sus matrimonios . En mu-
chos de estos casos, los hombres tenían un status profesional
más alto o al menos equivalente al de sus esposas . En con-
traste, en aquellos casos en los que se reportaron dificultades
en la relación marital, usualmente, los esposos devengaban
ingresos menores que sus esposas.
Otro aspecto investigado fue el relativo al impacto que
tenían en el hogar y en la relación de pareja los compromisos
derivados de sus altas posiciones tales como viajes al exterior,
reuniones en las noches o en los fines de semana y un horario
de trabajo impredecible . Las experiencias a este respecto
mostraron diferencias . Margarita, por ejemplo, manifestó que
cuando su esposo estaba vivo, acostumbraba acompañarla
a reuniones y compromisos que se celebraban durante la
noche, sin embargo, cuando él no quería ir, ella asistía sola.
Berta y Pilar, por el contrario, coincidieron en declarar que sus
compromisos profesionales afectaron negativamente a sus
familias . Berta manifestó:
Sí. Mi primer matrimonio fue afectado . Después de
quince (15) años de matrimonio, nosotros nos divorcia-
Amelia Márquez de Pérez
mos. Con mi nuevo esposo es diferente . Yo he apren-dido a ser cuidadosa en compartir e intercambiar con
la familia. Si yo tengo que viajar, mi esposo viene
conmigo. He aprendido a negociar con mis hijos cuan-
do yo tengo que viajar sola. Una tiene que aprender a
compartir. De otra forma, tu matrimonio se verá afec-
tado.
Pilar ofreció una explicación muy interesante:
Cuando el esposo tiene problemas internos no resuel-
tos, surge la envidia y /o competencia en la relación de
pareja, porque él no ha madurado lo suficiente . Si el
esposo fuese emocionalmente maduro, sería un hom-
bre espiritual, que se valora a sí mismo y a los otros.
Entonces sería capaz de ver nuestras demandas del
trabajo solamente como eso, como demandas, y no
como una razón para romper nuestro amor . Los hom-
bres (en esta sociedad), no han sido educados paracompartir sino para dar órdenes.
Andrea y Adela tuvieron experiencias diferentes . Ellas
tenían que viajar al menos una vez al mes, permaneciendofuera alrededor de una semana o más . Sus esposos asumíanla responsabilidad total por el hogar y el cuidado de los niños.
Ambos eran empresarios y tenían horarios flexibles que les
permitían lidiar con su negocio y las demandas de su familia
cuando sus esposas estaban fuera del país, por compromisos
MUJERES EJECUTIVAS PANAMEÑAS : LA CARA OCULTA DEL TRIUNFO
de trabajo . En casos como estos, se establecía una relación
igualitaria, en la que uno ayudaba al otro y se alternaban los
roles.
CRIANZA Y CUIDADO DE LOS HIJOS
En la cultura androcentrista, la crianza y el cuidado de los
hijos son responsabilidad casi exclusiva de la madre . Por lo
tanto, muchas mujeres han asimilado el mensaje cultural al
punto de que ellas tienen sentimientos de culpa cuando
trabajan fuera del hogar. Algunas participantes con hijos
experimentaron estos sentimientos y explicaron cómo brega-
ron con los mismos.
Margarita en un tono muy emotivo dijo:
Oh, sí! Fue muy difícil para mí regresar a mi trabajo,
pero yo no podía hacer otra cosa, y mi esposo me
ayudó y me animó. El me decía: Bueno, Margarita, los
meses de estar en casa han terminado. Tú tienes que ir
a tu trabajo y tendrás que acostumbrarte a ver el niño
parte del tiempo, no todo el día.
Con respecto a sus sentimientos de culpa, Brígida manifestó:
Algunas veces . . . por las exigencias de trabajo . . . ycuan-
do tú recibes información de la escuela de tu hijo seña-
lando que tiene problemas en la escuela porque su
Amelia Márquez de Pérez
mamá está fuera del hogar. . . algunas veces, tú te pre-
guntas a tí misma si la decisión de trabajar fue correcta.
Pero cuando tú añades las cosas positivas, tú concluyes
que estuvo bien que tú trabajaras fuera del hogar.
Antonieta explicó que ella había sentido sentimientos de
culpa cuando sus hijos estuvieron enfermos . "Esos momentos
fueron los momentos más críticos de mi vida laboral" . Sin
embargo, otras participantes como Melinda y Sobrina infor-
maron que ellas no habían tenido sentimientos de culpa portrabajar fuera del hogar . Sabrina clarificó sus sentimientos al
manifestar que:
Yo no tuve sentimientos de culpabilidad pero sí de
impotencia ante la forma como la organización lo
absorbe a una, Por ejemplo : cuando yo sabía que
tenía que comprar algo que mi hijo necesitaba en la
escuela y yo no podía dedicar tiempo a buscar ese
algo debido al horario inflexible y los compromisos de
trabajo . Yo me sentía impotente.
Sobrina introdujo la discusión sobre el tema de la flexibili-
dad de horarios y de lugar de trabajo y realzó la necesidad que
tienen las mujeres con hijos, de encontrar mayores oportunida-
des de trabajo a tiempo parcial . Ella apuntó que las mujeres
profesionales no necesitaban estar ocho horas por día en el
lugar de trabajo ya que ellas podían trabajar sobre la base de
tareas. Sobrina, al igual que otras participantes, recalcó el
hecho de que aún si ellas podían pagar servicio doméstico,
MUJERES EJECUTIVAS PANAMEÑAS : LA CARA OCULTA DEL TRIUNFO
algunos asuntos relacionados con los niños eran indelegables.
Antonieta estuvo de acuerdo al indicar que ella fue muy cuida-
dosa con sus hijos y nunca permitió que una empleada domés-
tica bañara sus bebés o les preparara sus alimentos, a pesar de
que ella trabajaba tiempo completo . Adicionalmente, Sobrina
propuso que las empleadas domésticas fuesen consideradas
asistentes profesionales y no sirvientas, "ellas hacen posible el
cumplimiento de nuestros deberes profesionales".
Alicia informó que ella se había sentido culpable durante
los primeros años de su primer hijo . Sin embargo, cuando él
estaba cerca de los siete años, ella decidió llevarlo junto con
ella a sus actividades tanto en la comunidad como en su
organización. De esa manera, podían estar juntos y su hijo se
enteraba lo que su madre hacía cuando estaba fuera del
hogar.La impresión general que queda después de haber entre-
vistado a este grupo de mujeres profesionales y extraer algu-
nos de sus comentarios más relevantes es que el patrón cultu-
ral se mantuvo y ellas fueron las responsables principales de la
crianza y el cuidado de sus hijos, aunque en algunos casos
contaron con el apoyo de sus esposos. Estos últimos compar-
tieron el rol de atender los hijos casi siempre cuando los niños
fueron más grandecitos, no durante los primeros años de vida.
Probablemente el énfasis dado por la cultura panameña a la
protección de la maternidad y de los recién nacidos, como
algo inseparable, explique este comportamiento encontrado
en las mujeres profesionales con hijos que fueron selecciona-
das para esta investigación.
IQ 9
Amelia Márquez de Pérez
TRABAJO DE LA MUJER Y PROBLEMAS FAMILIARES
Inculpar a la mujer por los problemas diversos que con-
fronta la familia presente ha sido una característica de la
cultura androcentrista hasta el punto que políticos famosos
han reflejado estas concepciones sesgadas en sus declara-ciones. Un caso ilustrativo fue el de Gorbachev durante el
período de la Perestroika, quien recomendó en su libro que las
mujeres permanecieran en sus hogares y se dedicaran al
cuidado de sus hijos. Por otra parte, existe una polémicauniversal y polarizada entre los grupos de mujeres en relación
a los derechos de la mujer y a los derechos del niño . Comoresultado, la maternidad y el trabajo parecieran estar en
conflicto, en lugar de ser complementarios. Con respecto a
este controvertido contexto, las participantes opinaron sobreel contenido del párrafo siguiente:
Algunas personas afirman que los problemas familiares dela sociedad de hoy como son lo inestabilidad familiar, los
divorcios, la maternidad adolescente, la violencia doméstica,y otros similares se deben al hecho de que la mujer ha salido atrabajar fuera del hogar. Otras personas afirman que el traba-
jo de la mujer ha contribuido a crear una generación de
hombres y mujeres más maduros e independientes . ¿Cuálessu opinión?
Todas las mujeres se mostraron de acuerdo con la segun-
da afirmación en el sentido de que el trabajo de la mujerhabía contribuido a levantar hijos más independientes . Mclin-
da afirmó además, que la independencia ayudaba a los hijos
MUJERES EJECUTIVAS PANAMEÑAS : LA CARA OCULTA DEL TRIUNFO
a aprender cómo tomar sus propias decisiones y a encontrar
mayores oportunidades y capacidades para su propio desa-
rrollo . Ella añadió que los problemas como los mencionados,
dependían de los valores cimentados en la familia y no del
trabajo de la mujer . Adicionalmente, Anastasia manifestó
que "una madre debiera enseñar a los hijos a ser indepen-
dientes. Yo enseñé a mis hijos desde la más tierna infancia a
usar índices y enciclopedias y los dejaba que hicieran sus
tareas solos . Yo estoy satisfecha con la productividad que mis
hijos tuvieron durante los años de escuela".
Un buen punto para la reflexión fue expuesto por Soledad:
Nuestra cultura no respeta la posibilidad de escoger y
no se espera que las mujeres tomen sus propias decisio-nes. Algunas mujeres estarían mejor si sólo fuesen profe-sionales, pero la sociedad las forza a casarse . El con-flicto emerge porque ellas hacen algo que les fue im-puesto por la sociedad. (Por lo tanto, los problemasfamiliares) surgen como consecuencia de la imposibili-dad de balancear las responsabilidades familiares ylaborales.Éste no es un argumento solamente válido para lasmujeres. Es también aplicable a los hombres . Hayhombres para los cuales es mucho más fácil ser un
ejecutivo que un padre.
MUJERES TRABAJADORAS Y AMAS DE CASA
En este apartado se estudia cómo estas mujeres ejecuti-
vas conciliaron el doble rol de trabajadoras y amas de casa,
Ni~ 9
Amelia Márquez de Pérez
La dualidad de roles de la mujer ha sido uno de los temas más
discutidos en Latinoamérica . Los investigadores han identifi-
cado roles duales o inclusive triples para las mujeres, como
una fuente de ansiedad y de presiones que podrían llegar a
afectar la salud mental. Sin embargo, las mujeres se aliviarían
si ellas pudieran contar con esposos de mente abierta que
compartieran con ellas las tareas domésticas.
Las participantes tuvieron diferentes respuestas a este
tema . Para algunas de ellas, bregar con ambas responsabili-
dades no fue un problema en lo absoluto . Margarita, por
ejemplo, manifestó que : "Yo he sido una persona disciplinada
yhe tenido tiempo para todo: mi trabajo, mi casa, mi esposo,
mis hijos y también para fiestas".
Sin embargo, otras profesionales entrevistadas utilizaron fuer-
tes calificativos para caracterizar la interacción entre sus rolesde trabajadoras y amas de casa : "terrible", "es un dolor de
cabeza", "muy difícir . Melinda expresó sus sentimiento al indi-
car : "Yo siento que yo abandoné mi hogar, mis compromisos
familiares. Yo soy soltera pero tengo una hija adolescente en
una etapa muy difícil de su vida. Entonces, yo tengo que ver
como integro mis asuntos familiares con mi agenda de trabajo" .
Aunque para Melinda el bregar con ambos roles le produce
insatisfacciones, hizo claro que ella preferiría trabajar como su
primera prioridad, en vez de quedarse como ama de casa.
Del análisis de las respuestas de las mujeres profesionales
95 .—y
MUJERES EJECUTIVAS PANAMEÑAS : LA CARA OCULTA DEL TRIUNFO
investigadas es posible arribar a algunas conclusiones . En el
mundo real no es fácil separar el modelo feminista o el de los
derechos de la mujer del modelo tradicional . Independiente-
mente de sus contradicciones, ellos están entrelazados en las
experiencias de vida de este grupo de mujeres profesionales
activas. Un ejemplo que ilustra lo antes dicho es el hecho de
que estas mujeres aun trabajando fuera del hogar mantuvie-
ron su rol tradicional en el mismo, al ser las responsables prima-rias tanto del cuidado de los niños como del manejo delhogar . Por lo tanto, ellas vivieron la presión derivada de una
sobrecargo de responsabilidades, a menos que contaran con
otra clase de apoyo tales como parientes o empleadas do-
mésticas. A pesar de los sentimientos de culpa iniciales por no
quedarse en el hogar con sus hijos e hijas, ellas consideraron el
trabajar como sinónimo de independencia y como su primera
p rioridad . Las mujeres investigadas lidiaron con las contradic-
ciones descritas, mostrando una disciplina muy fuerte y volun-
tad para avanzar en sus carreras profesionales . Este grupo de
mujeres corresponde a lo que algunos estudiosos del tema
denominan como mujeres de carrera.
Una observación más minuciosa de las respuestas com-
paradas entre sí permite concluir que estas mujeres construye-
ron las relaciones de género en diferentes vías . Algunas de
ellas estuvieron más cerca de los patrones tradicionales que
otras. El rol jugado por los esposos fue también importante.
Aquellos esposos que asumieron un rol de compañero estu-
vieron más dispuestos a mantener relaciones de pareja iguali-
tarias u horizontales que aquéllos que intentaron subordinar a
N9
Amelia Márquez de Pérez
la mujer estableciendo relaciones de pareja verticales o jerár-quicas y que culminaron en fracasos matrimoniales.
El status ocupacional del marido y de la mujer también
jugó un importante papel en la construcción de las relaciones
de género en la familia de estas activas mujeres profesionales.Smit et al . (1996: p . 1) afirma que "la ocupación y el ingreso
del esposo produce un efecto de techo o un efecto de
facilitador en los logros ocupacionales de la mujer" . Por su
utilidad, sintetizamos a continuación tres paradigmas existen-
tes en la literatura especializada, que han sido extraídos de
investigaciones sobre la construcción de las relaciones de
género en la pareja (Smit et al ., 1996 : p. 102):
Primer Paradigma : Marido y mujer pueden realzar los logros
de uno y otro al compartir sus recursos económicos,
sociales y culturales. La restricción para las mujeres
puede provenir del hecho de que el marido tiene
una carrera más exitosa y un mayor ingreso . Estasituación contribuye a que mantenga su rol de soste-
nedor del hogar.
Segundo paradigma : La carrera del marido puede ser con-siderada menos exitosa cuando su esposa tiene una
ocupación más baja en comparación con él . Porejemplo, él es un gerente importante y ella es una
recepcionista. Sin embargo, cuando las esposas con
un nivel ocupacional más bajo permanecen en el
hogar como ama de casa, la sociedad te otorga un
mejor status a la carrera del marido . Este paradigma
7
MUJERES EJECU â VAS PANAMEÑAS . LA CARA OCULTA DEL TRIUNFO
está sumamente enraizado en la asignación cultural
del rol de proveedor del hogar al hombre,
Tercer paradigma : El status ocupacional de la carrera de
la esposa es muy alto en comparación con el del
esposo . En estos casos "el marido puede sentir que su
identidad como el principal proveedor de la familia
está amenazada" . La esposa puede frenar sus posi-
bilidades de desarrollo, o incluso retroceder en el
nivel alcanzado como mecanismo para enfrentar las
presiones. Pocos casos logran funcionar exitosamen-
te dentro de este paradigma y un gran número de
ellos termina en divorcio.
Smit et al . (1996 : p . 102) citando los hallazgos de Philliber y
Hiller's (1983) indica que el matrimonio tiene mayores probabi-
lidades de terminar en divorcio cuando los logros profesiona-
les u ocupacionales de la esposa exceden a los del marido.Por lo tanto, en muchos casos y para evitar un divorcio "la
mujer está más anuente a cambiar su ocupación por otra que
sea más compatible con la de su esposo", Los hallazgos de la
investigación no informan sobre los efectos psicológicos pro-
ducto de las frustraciones de la esposa cuando ella ha tenido
que ceder y realizar estos cambios que afectan sus expectati-
vas y planes de desarrollo profesional.
El primero y el tercer paradigma pudieron ser observados
en algunos de los casos típicos de esta investigación . El primer
paradigma fue enteramente aplicable a los casos de Anasta-
sia, Adela, Andrea, Antonieta, Marta y Margarita . Sus esposos
R9
Amelia Márquez de Pérez
tenían un status profesional e ingresos similares o más altosque sus esposas . Estas parejas habían establecido relaciones
horizontales y sus familias parecían estar bien integradas . Es-tas mujeres destacaron la colaboración que ellas recibían de
sus esposos en el cuidado del hogar y de los niños, aunque
ellas retenían la responsabilidad primaria.
En estos casos, el trabajo de la mujer era considerado
como una actividad natural dentro de la vida familiar y lo que
marcaba la diferencia era la disposición de los esposos a
colaborar con sus esposas en las responsabilidades familiares.
Este cambio del esquema tradicional de los roles del hombre
indica un avance en dirección hacia la igualdad de géneroen el hogar . Sin embargo, la posibilidad de compartir com-
pletamente las responsabilidades familiares es afectada por
la existencia del servicio doméstico, el cual al asumir muchas
de las funciones del rol de ama de casa, releva al hombre de
algunas de sus funciones como esposo y padre . Cuando nohay la posibilidad de pagar servicio doméstico dos alternati-vas emergen : o la mujer se sobrecarga con ambos roles de
trabajadora y ama de casa o los esposos comparten todas lasresponsabilidades . Este grupo de mujeres no mostró ansiedadsobre el tener que compartir ambos roles, como trabajadora y
como ama de casa . Ellas manifestaron que resolvieron elproblema con organización y disciplina.
Siempre que la relación de pareja fue horizontal el rol de
ama de casa se tornó irrelevante . Si bien es cierto fue asumi-do primariamente por las mujeres, los esposos las reemplaza-
ron cuando fue necesario y sin ningún trauma . En estos
MUJERES EJECUTIVAS PANAMEÑAS : LA CARA OCULTA DEL TRIUNFO
hogares, la satisfacción en el trabajo fue la prioridad principal
y el sostenimiento del hogar fue una actividad compartidapor ambos.
En los hogares con relaciones de género más igualitarias,
las mujeres investigadas y sus esposos trabajaban en lo que les
gustaba . Por lo tanto, la transmisión de energías positivas
entre el trabajo y la familia tuvo un saludable efecto en
mantener una satisfactoria relación entre marido y mujer.
Cuando surgía una frustración o crisis en el lugar de trabajo, la
familia se convertía en el sistema de apoyo . Algunos ejemplos
fueron la forma como Anastasia y su esposo emocionalmente
se apoyaron entre sí cuando ambos fueron destituidos de sus
respectivos trabajos por cambios políticos . Otro ejemplo fue
el apoyo que Adela recibió de su esposo cuando ella tuvo
que enfrentar momentos difíciles en su trabajo, debido a una
conspiración de la cual salió airosa, así como cuando tuvo
que enfrentar graves problemas de salud en la familia.
El tercer paradigma pudo ser observado en los casos de
Perla, Patricia, Bárbara y Beatriz . A las presiones de los espo-
sos, quienes no se resignaban a aceptar la superioridad de
status y los ingresos más altos de sus esposas, se unieron expe-
riencias conflictivas en el trabajo de amenazas, persecucio-nes y discriminación . Fueron períodos muy difíciles de agresio-
nes psicológicas en el hogar y conflictos laborales . De no
haber tenido una alta autoestima y fortaleza de carácter,
nuestras participantes no hubiesen podido sobrevivir estas
experiencias. Aún así, algunas de ellas quedaron con profun-
das huellas, producto de la frustración . Sus matrimonios fraca-
~L o.
Amelia Márquez de Pérez
saron y, las que restablecieron relaciones de pareja, en sumayoría, evitaron casarse nuevamente . Una de ellas, se casódos veces e indicó que los celos y envidia profesional de los
esposos socavaron sus relaciones de pareja.
La experiencia de Perla, por ejemplo, iluminó el hecho de
que el rol de proveedor del hogar está tan enraizado en la
conciencia de los hombres que es muy difícil para ellos funcio-
nar en una relación donde ellos no imponen las reglas del
juego . Los maridos, en casos como éste, al no ser los principa-
les proveedores del hogar enfrentan conflictos internos y en-
cuentran que sus esposas no responden a las expectativas de
mujeres subordinadas a los maridos . Cuando los hombres no
son capaces de adaptarse a una situación qué difiere de sus
patrones culturales y no están tampoco anuentes a estable-
cer relaciones horizontales, la relación de pareja inevitable-
mente se deteriora.
Las entrevistas de este estudio revelaron que cuando la
mujer percibía mayores ingresos que el hombre era objeto de
terribles presiones, a menos que la pareja hubiese establecido
relaciones de carácter horizontal, o sea de igualdad . Silvia
compartió sus observaciones sobre mujeres profesionales que
trabajaban en actividades financieras y bancarias, cuyas res-
ponsabilidades incluían trabajos fuera de la jornada regular y
la asistencia a reuniones en días libres o fines de semana . En
aquellos casos en los que los esposos ganaban salarios más
bajos que sus esposas, estos las presionaban con exigencias
que entraban en conflicto con sus actividades laborales . P.
ej . : demandaban que llegaran temprano a la casa, con las
MUJERES EJECUTIVAS PANAMEÑAS : LA CARA OCULTA DEL TRIUNFO
consiguientes recriminaciones, a sabiendas de que ellas no
podían hacerlo ; les exigían el cumplimiento de tareas domés-
ticas que ellas no podían realizar fácilmente por falta de
tiempo . Esta situación generaba conflictos entre la pareja y
un gran estado de ansiedad en la mujer . La no aceptación
por parte del marido de un status profesional más alto de la
esposa, colocaba a ésta entre las presiones de un trabajo
exigente y las responsabilidades domésticas asfixiantes . Silvia
se preguntaba a sí misma por qué estas mujeres no se divor-
ciaban en vez de soportar una situación tan injusta, si ellas no
dependían económicamente de sus esposos. Quizá la pre-
gunta debió ser replanteada en los siguientes términos : Cuál
era la concepción de género del marido y la esposa y cómo
esa concepción influía en la visión que ella como mujer tenía
de sus roles y de sus derechos.
En Panamá, la población de mujeres profesionales solte-
ras está creciendo . La edad promedio para el matrimonio en
la mujer panameña se ha elevado de 23 a 28 años en los
últimos treinta años . Por lo tanto, es de esperarse que las
mujeres hayan completado una carrera universitaria y que
hayan comenzado a ejercerla, antes de casarse . Dependien-
do de la ocupación, algunas mujeres pueden lograr mejores
posiciones e ingresos que sus parejas potenciales . Las pregun-
tas que surgen derivadas de esta situación son : ¿cuál será el
futuro de los matrimonios de las jóvenes profesionales que
ganan más que sus esposos? ¿Ocurrirá lo que Vaughan y
Housekneckt (1987) afirman en el sentido de que "las esposas
que tienen mayor educación que sus esposos tienden a subu-
' ;;Q 10
Amelia Márquez de Pérez
tilizar su educación" (Smit et al . 1996: p . 103)? . ¿Cómo estas
parejas con diferentes status ocupacionales y salarios cons-
truirán sus relaciones de género? ¿Serán sus relaciones dia-
metralmente opuestas a los roles tradicionales del hombre y la
mujer? El análisis de los casos estudiados nos ha llevado a
identificar dos clases de actitudes en los maridos con ingresos
más bajos que sus esposas o con status académicos inferiores
al de la esposa . Por una parte, hallamos los esposos orgullosos
del éxito de sus esposas, quienes las apoyan en sus logros
cooperando con ellas en las tareas domésticas y el cuidado
de los hijos . Por la otra, están los maridos que no aceptan la
superioridad profesional y salarial de las esposas y ante sus
logros asumen el papel del "castigador" tratando de imponer
sus decisiones, teniendo relaciones extramatrimoniales y ejer-
ciendo violencia tanto física como psicológica en contra de
sus esposas con el fin de subordinarlas.
El caso de Berta terminó en divorcio . Ella alcanzó impor-
tantes posiciones desde muy joven sobrepasando profesio-
nalmente a su marido . Ella fue " castigada " con la infidelidad
frecuente de su esposo . A pesar del divorcio, la situación
pareció dejar en ella sentimientos de culpa . Durante la entre-
vista ella se refirió a que no repetiría los mismos errores que en
su matrimonio anterior, dejando entrever que ella tenía res-
ponsabilidad por su divorcio, dadas sus múltiples responsabili-
dades de trabajo . La respuesta de Berta indicó que, a pesar
de su alta posición, ella parecía estar atada al modelo tradi-
cional de considerar el hogar como el lugar correcto para la
mujer . Una pregunta que emergió fue ¿hasta qué punto Berta
1 -1
MUJERES EJECUTIVAS PANAMEÑAS : LA CARA OCULTA DEL TRIUNFO
y mujeres como ella están lidiando con estos conflictos inter-
nos? ¿Cómo estas contradicciones entre lo que creen y lo
que hacen les afectará psicológicamente?
El trabajo de la mujer fuera del hogar ha sido mayormen-
te aceptado por la sociedad panameña primariamente por-
que contribuye a satisfacer las necesidades familiares y no
necesariamente porque es un derecho de la mujer . Esto
quizá explica las presiones que han recibido algunas de nues-
tras entrevistadas, como también explica que aún existen
áreas vedadas y sumamente controladas como el acceso a
la participación política a los más altos niveles que se ha
mantenido alrededor del siete (7) por ciento (Moreno de
Rivera, et al. 1992) . Aunque las participantes reconocieron
una mayor aceptación del trabajo de la mujer, manifestaron
sus reservas en términos de un reconocimiento generalizado.
Ellas opinan que el nivel ocupacional y salarial influye y que las
mujeres en ocupaciones no calificadas no son valoradas de
la misma manera que las mujeres profesionales . El estudio
cuantitativo sobre la fuerza laboral femenina confirmó la exis-
tencia de una élite de mujeres profesionales con altos salarios
en contraste con el grueso de la fuerza laboral femenina con
salarios bajos pero además, comprobó estadísticamente que
en el grueso de la fuerza laboral femenina, el ser profesional
no establecía mayor diferencia salarial (Márquez de Pérez,
Amelia Márquez de Pérez
Las relaciones de género como construcción social son
aprendidas pero pueden ser modificadas . En la relación de
pareja cada uno tiende a reproducir el modelo de género
que ha "introyectado" . Cuando existen coincidencias y un
mismo modelo es asumido por la pareja, la relación de géne-
ro se ajusta al mismo . Puede ser tradicional o no tradicional.
No parece haber formas rígidas para construir un modelo
propio, ni tampoco para redefinirlo a través de las etapas por
las que transita un matrimonio . Otro hallazgo de esta investi-
gación es que el modelo asumido por la pareja no necesaria-
mente es consistente con la conducta de la mujer en la fuerza
de trabajo. En esta investigación hemos encontrado mujeres
en posiciones altas y conflictivas, capaces de asumir riesgos
en su desarrollo profesional, pero sumamente conservadoras
en sus roles como amas de casa y madres de familia . Hemos
encontrado también mujeres en posiciones gerenciales cuyo
comportamiento de pareja dentro del hogar es más consis-
tente con un nuevo tipo de relación horizontal . La crisis sobre-
viene no sólo cuando la mujer alcanza un mayor status profe-
sional que el hombre, sino cuando el marido y la mujer no
comparten la misma concepción de igualdad a nivel de la
familia y por esa causa surgen los conflictos de poder que
erosionan la relación de pareja.
Finalmente, en las interacciones entre trabajo y familia,
ha resultado alentador encontrar en las familias de un signifi-
cativo número de las profesionales investigadas un paradig-
ma diferente basado en relaciones horizontales entre marido
y mujer, en vez de la tradicional subordinación .
0
MUJERES EJECUTIVAS PANAMEÑAS : LA CARA OCULTA DEL MUNFO
Este paradigma requiere de mayor difusión entre las pare-
jas jóvenes, pues la igualdad en el hogar es una condición
que reforzará el alcanzar la igualdad en el trabajo . Queda
demostrado que aunque los cambios son profundos y toman
tiempo, no obstante son posibles . Por lo tanto, el androcentris-
mo como construcción cultural también puede ser transfor-
mado .
CAPITULO IV
PERCEPCIÓN DE SI MISMAS Y OPINIONES
SOBRE TEMAS CONTROVERTIDOS
«Dama de Rosa» . Óleo sobre lino, 0 .90 x 1 .20 m . Olga Sinclair, 1992 .
Amelia Márquez de Pérez
PERCEPCIÓN DE SI MISMAS YOPINIONES SOBRE TEMAS
CONTROVERTIDOS
n los capítulos precedentes hemos podido constatar, a
través de las experiencias de vida de las participantes,
que estas mujeres han enfrentado y superado diferen-
tes clases de dificultades derivadas de la cultura androcentris-ta . En este capítulo se analizan las percepciones que este
grupo de mujeres profesionales tiene de sí mismas al examinar
cómo ellas definen sus características personales y cómo ellas
describen sus interacciones con otros. También se discutirá
quiénes fueron las personas que tuvieron la mayor influencia
en ellas y las situaciones más críticas con las que han tenido
que bregar . Como mujeres en posiciones de liderazgo, ellas
han generado opiniones y sus puntos de vista han influido
organizaciones y niveles gerenciales . Por lo tanto, es también
interesante explorar sus posiciones en relación a asuntos con-
lo, A i
MUJERES EJECUTIVAS PANAMEÑAS . LA CARA OCULTA DEL TRNNrO
trovertidos que afectan la participación de la mujer en la
sociedad . En este capítulo, además, se examinan las opinio-
nes y posiciones del grupo investigado sobre la segregación
ocupacional y la discriminación salarial, su apreciación sobre
cómo las organizaciones femeninas debieran enfrentar los
asuntos relativos a la discriminación y la segregación, su defi-
nición de feminismo y su posición ante la participación políti-
ca de la mujer.
Dos instrumentos fueron aplicados en esta parte de la
investigación . Primero, la guía de la entrevista que aseguraba
que cada participante fuese abordada sobre la misma serie
de temas, y segundo, un cuestionario sobre autopercepción
que complementó la guía de la entrevista y facilitó las com-
paraciones en base a una escala.
CUALIDADES Y LIMITACIONES
El grupo de mujeres entrevistadas identificó las cualida-
des que mejor describen sus personalidades. Con ellas se
construyó una lista de características, clasificadas en tres gru-
pos para ofrecer al lector o lectora un perfil de las mujeres
líderes. Como se observará en la Cuadro 3, el primer grupo
corresponde a las cualidades relativas al conocimiento y la
racionalidad, el segundo a las actitudes y el tercero a la
interacción social.
En el cuadro puede identificarse el sesgo de género des-
de la perspectiva femenina. El objetivo formulado de contri-
'111
Amelia Márquez de Pérez
Cuadro 3 : Perfil de las Mujeres Líderes
Objetivo de las Mujeres Líderes' . Gabatazpoi el bien cornún
Capacidades yCaracterísticas HabilidadesAnalíticas Actitudes Inferacclonales
Agudeza de Observación Optimismo y Pensamiento Fuerte PersonalidadGeneración de Buenas Ideas Positiva Ser DiligenteAnallsis y resolución de Franqueza Capacidad deproblemas Mente abierta al cambio absorber trabajoObjetividad en el analias Flexibilidad Capacidad de lucharde situaciones Persistencla Capacidad de
escuchar a otrosReconocimiento de que el Aceptación de otrasser humano es perfectible, Establecimiento deno perfecto alianzasPaciencia Habllidod paraTolerancia compartir elCreatividad conocimiento
Fuente', Entrevistas o Mujeres Panameñas en Posiciones de Liderazgo, 1995 .
buir o de trabajar por el bien común evidencia la orientación
genérica femenina, que es priorizada por las mujeres cuando
realizan acciones colectivas y que ha podido establecerse en
otros estudios similares, como el de Carol Hardy-Fanta (1993)
sobre las mujeres líderes de origen hispano en los Estados
Unidos y el de Ethel Kline (1984) acerca de la participación
política de la mujer.
Carol Hardy-Fanta (1993 : p . 13) encontró que "las mujeres
centran su actividad en la participación, en vez del poder y
en relacionar a la gente y organizarla para resolver proble-
mas, más que en el logro de cambios" . En otras palabras, las
mujeres tienden a enfocar más el proceso que el logro del
D14 :~
MUJERES EJECUTIVAS PANAMEÑAS : LA CARA OCULTA DEL TRIUNFO
objetivo per se . Esta misma autora también halló que las
mujeres estaban más interesadas en la solución de problemas
comunes que en realzar su imagen como líderes o anteponer
sus intereses personales . Hardy-Fanta (1993 : p . 189) destacó
que en las mujeres políticas emergía como punto central la
habilidad de conectar los problemas de la vida diaria con las
políticas institucionales, levantándose contra la opresión de
cualquier naturaleza . La autora añadía que esta característi-
ca diferenciaba a las mujeres de los hombres políticos quienes
centraban su accionar en asegurar y mantener su acceso
individual al poder.El análisis del Cuadro 3 es consistente con estos hallazgos,
Hay un fuerte énfasis en las actitudes y en las habilidades que
se refieren a la capacidad de interaccionar con otros, como
puede verse en la segunda y tercera columna . La primera
columna indica la importancia dada a la función intelectual, lacual pareciera no marcar diferencias entre hombres y mujeres.
Las debilidades descritas por las participantes fueron las
siguientes : sensibilidad hacia la amistad y la falta de amistad,
especialmente cuando hay envuelta conductas traicioneras
de quienes se creían amigos o amigas : y sensibilidad a la falta
de reconocimiento del trabajo de una . Habría que pregun-
tarse si estas son realmente debilidades . La lealtad, la amis-
tad y la necesidad de reconocimiento son valores sociales y
todas las personas debieran sentirse decepcionadas cuando
ellos están ausentes . Sin embargo, es obvio que el manejo
que los hombres tienen sobre situaciones de esta naturaleza
suele ser bastante diferente . Margaret Henning y Anne Jardim
i,mielia Marquez de Peres
(1978 : p . 35) explican que esta diferencia proviene de la
forma como niños y niñas aprenden sus roles de género,dentro de la cultura androcentrista, que hace a los hombres
recibir el impacto de estas decepciones con un mayor grado
de tolerancia y con un nivel de percepción más impersonal.
Las debilidades o limitaciones también fueron asociadas
al estilo utilizado por las mujeres para comunicar sus desa-
cuerdo con algo o alguien . Ellas mencionaron : la intoleran-
cia, el autoritarismo, las dificultades de comunicación y la
dureza en el tono y los comentarios . Por ejemplo : Osiris dijo
que ella era muy directa en sus comentarios y su tono de voz
era fuerte cuando ella no estaba de acuerdo con alguna
medida . Beatriz reconoció que ella era una persona muy
agresiva y autoritaria, pero que había tratado de controlar su
conducta . Melinda mencionó que, algunas veces, ella tenía
problemas en comunicarse con otras personas.
UN FACTOR DETERMINANTE : LA PERSONALIDAD
MATERNA
Este grupo de mujeres profesionales ha mostrado una fuerte
personalidad y alta autoestima, características que están alta-mente relacionadas con los valores y patrones asimilados duran-
te el proceso de socialización . Generalmente, uno o varios
adultos fueron sus modelos, o ejercieron una fuerte influencia en
el desarrollo de sus personalidades. Durante las entrevistas, la
mayoría de las participantes indicó que !as personas con la
MUJERES EJECUTIVAS PANAMEÑAS LA CARA OCULTA DEL TRIUNFO
mayor influencia en sus vidas habían sido sus madres . Sólo unaquinta parte indicó que había sido el padre y una proporción
menor manifestó que habían sido ambos padres . Aún en loscasos en que el padre fue señalado como la persona más
influyente, las participantes manifestaron que sus madres tenían
personalidades fuertes y dominantes. Es sorprendente notar
cdmo las madres imprimieron en las participantes la conciencia
sobre la importancia de progresar, aunque la mayoría de ellas
eran amas de casa de hogares tradicionales . Ellas no traspasa-
ron el umbral del hogar, pero ayudaron a sus hijas a cruzarlo a fin
de obtener logros profesionales.
De acuerdo con Roberto Kertesz (1973), la escuela psicoló-
gica de análisis transaccional describe y analiza cómo los men-
sajes y argumentos de vida son transmitidos a los niños y niñas a
través del proceso de socialización . La asunción básica es que
los padres envían mensajes a los hijos e hijas, desde la más tierna
infancia sobre valores sociales, patrones culturales y autoesti-
ma . Los niños guardan esos mensajes en sus mentes, como se
guarda un archivo en la memoria de una computadora . Los
mensajes delinean un programa para la vida adulta, el cual es
llamado "argumento" . Cuando la gente está dispuesta a ana-
lizarse a sí misma, puede reconocer esos mensajes y por ende su
"argumento' de vida a fin de tomar las decisiones pertinentes
para introducir los cambios necesarios en sus vidas.
En una clasificación muy gruesa, los argumentos para la
vida futura de un individuo son tres : el de ganador, que es la
persona programada para triunfar; el no-ganador, que es la
persona que siempre está cerca del triunfo pero no llega a
R̀,;;Q 11
Amelia Márquez de Pérez
realizarlo; y, el perdedor, quien es la persona programada
para fracasar . Debiera estar claro que ser un ganador y ser
feliz son dos cosas diferentes. Pueden, en ocasiones, coincidir,
pero en otras, el "argumento" para ser un ganador es parte
de "juegos psicológicos negativos" como el "ser perfecto".
Este juego en su más profunda expresión puede cortar la
posibilidad de disfrutar las cosas sencillas de la vida diaria . La
gente envuelta en este juego nunca está satisfecha con sus
logros; ellos son trabajadores incansables y siempre están a la
búsqueda de faltas en las acciones de otros . Basado en este
marco, el argumento que pareció prevalecer para las partici-
pantes de este estudio fue el de ganador, pero la capacidad
de ser feliz fue diferente entre ellas.
La motivación de surgir y ser profesionales de prestigio
creó las condiciones para que algunas participantes utilizaran
provechosamente el proceso de expansión de la clase me-
dia, llevado a cabo durante las décadas del 60 y del 70 . Las
oportunidades de movilidad social se expandieron y mucha
gente, levantada en hogares de obreros, encontraron las
oportunidades de estudiar y alcanzar posiciones gerenciales
que de otra manera jamás hubieran logrado. Esas participan-
tes, pertenecientes a los hogares más pobres en su origen,
reconocieron que ellas no " hubieran ido a ninguna parte en
sus carreras si esta expansión social no hubiera ocurrido".
Para ellas, la obtención de un grado universitario fue el resul-
tado de un enorme sacrificio de sus padres, pero también el
resultado de los programas de becas ejecutados por los go-
biernos de la época .
NAA
MUJERES EJECUTIVAS PANAMEÑAS : LA CARA OCULTA DEL TRIUNFO
El ambiente psicosocial en la familia, con una participa-ción relevante de las madres, generó en estas mujeres, la
motivación de ser excelentes estudiantes . El apoyo familiarles dio la confianza y la seguridad de alcanzar sus metas por
encima de las dificultades . Ese acervo familiar fue uno de los
más importantes factores en moldear fuertes personalidades,
capaces de enfrentar cualquier reto.
¿Podrían las madres de estas participantes en el estudio
ser consideradas como feministas? La respuesta es sí . Ellas
construyeron nuevos modelos de relaciones de género en la
mente de sus hijas y contribuyeron a alterar los roles tradicio-
nales, sin la etiqueta del feminismo y sin contar con altos
niveles de educación . Ellas imprimieron en sus hijas la fuerza
para enfrentar las dificultades y una nueva comprensión del
trabajo de la mujer fuera del hogar como un derecho de la
mujer a la independencia . Ellas implícitamente ofrecieron
una importante contribución para modificar los papeles de la
mujer en la sociedad . Estas madres han demostrado que ser
una ama de casa no es sinónimo de ser conformista con elstatus quo . Sus posibles insatisfacciones con sus roles tradicio-
nales las impulsaron a ayudar a sus hijas a perseguir diferentes
objetivos para su vida futura.
EXPERIENCIAS CRÍTICAS Y LOGROS PERSONALES
El grupo de mujeres profesionales seleccionadas para
este estudio ha enfrentado retos y desafíos a través de toda su
Nexperiencia de vida . Los momentos críticos reforzaron su auto
Amelia Márquez de Pérez
confianza para bregar con situaciones difíciles y para superar-las exitosamente . Esos momentos críticos frecuentemente
implicaron la toma de serias decisiones personales que afec-
tarían sus familias en algún grado, Algunos ejemplos fueron:
Mantener una decisión para ser consistente con el princi-
pio de justicia, aunque eso significara ser destituido y afec-
tar su familia económicamente.
Tomar lo decisión de un divorcio, a pesar de lo difícil que
era y percatarse veinte años después cuán dolorosa había
sido esa decisión, a pesar de que era la decisión correcto.
Romper un compromiso matrimonial por los diferencias
culturales que asignaban o la mujer una concepción de
subordinación muy severo.
Regresar o su país, a pesar de los riesgos y amenazas,
porque sus hijos estaban allí.
Asumir la entera responsabilidad por una decisión política
errada, vivir con ese error y evaluar la situación vigente
para poder tomar una nueva decisión.
Con respecto a los logros personales, las participantes
identificaron los logros profesionales con prioridad . Sólo unadécima parte de ellas incluyó logros familiares . Quizá, ésta esuna de las formas que permiten diferenciar a las mujeres de
carrera de las amas de casa tradicionales . De acuerdo alparadigma tradicional, el logro primario de una mujer es for-
mar su propia familia . En este estudio, la prioridad ha sidootorgada a los logros profesionales y de trabajo . Las respues-
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