SUZANNEJILL LEVINE
EL ESPEJO D E AGUA
" Los espejos , brillando como aguas apretadas , hacían pensar en un reguerode claras cha rcas ".
La última niebla'
"¿ Cuál es el origen de nu estro primer sufrimiento ? Yace en el hecho de q uedudamos hablar. .. Nació en el momento en que acumulamos silencio. Sinembargo, el arroyo nos enseñará a hablar , a pesar de tr istezas y recuerdos,nos enseña rá la euforia a través del 'eufuisrno ', la energía a través del poema . Se repi tirá incesan te sobre la hermosa pa labra circular q ue fluye por lasrocas. "
Gas ta n Bachelar d, L 'ena et les rEues.'
Teoría
La metáfora de! espej o se ha reflejado a lo largo de la hist or iadel a rte occid ental. El espejo y la lámpara (1953 ), de M . H .Abrams, por ej emplo, es un estudio de tod a la poesía neoclásica, romántica y moderna. Pierre Mabille examina el espejo en Le miroir du merveilleux (1940), un ensayo sobre el surreal ism o (y fuente del concepto ca rpentieria no de " lo realmaravilloso " ) Mabille nos da un punto de vista bilat eral delespej o tanto como obj eto (" una maravilla " -un mundo invertido donde las ca tegorías de la lógica racional se han tr astorn ado - y un vehículo de " admiración" -uno " ve" a tr avés del espejo) al igual qu e como metáfora de la obra de artesurrea lista : donde uno pu ede percibir el mundo " al revés" ."
En el contexto de la novela latinoamericana, Cien años desoledad es un notable ejemplo de la metáfora de! espejo: aquíaparece como símbolo de la literatura auto-consciente, particularmente de la ficción mar avillosa y fantástica,' C ardaMárquez parece esta r de acuerdo con Mabille en que " laverdadera meta de la jornada maravillosa consiste en la exploración tot al de la realidad universal"! al afirmar que lanovela " ideal" no sólo cuestiona las realidades sociopolíticas sino que penetra en la realid ad hasta el punto de" t rastrocad o" tod o para mostrar "el otro lado" - para ellector de A través del espej o de Lewis Carroll, esta obs ervaciónes probablemente un dejá vu. El manuscrito de! mago-gitanoMe!quiádes es el "espej o" vivo de la historia de la famil iaBuendia ; aq uí no sólo e! espejo sino imágenes sintagmát icascomo el hielo y el vid rio seña lan los múltiples actos de la lectura : en los espejos , uno se ve a sí mismo, pero uno ve el objeto -e! hie!o- y uno ve a través del vidrio.'
Siguiendo el concepto del lector como escritor en Borges,se podría ver estos tres ac tos como formas complementariasdel pr oceso de leer / escr ibir :" 1} Mien tras el escritor se ve reflejado en e! texto , el lect or también se ve reflejado; 2) el escritor (o e! lector ) ve la ficción, el mundo, como una opa ci-
dad , un objeto ; 3} el escrito r (o lector) ve a través del texto(el mundo) los significados posibl es, las interpretaciones, lastr aduccion es: el espejo en este caso se convierte en una transparencia. El arte es el espejo : de la conciencia del poeta , dela rea lidad. La pa labra ref lexión, como la contemplación o laespecul ación (especulum ), no pu ede sino reflejar e! siemprepresente espejo.
El espejo literal y metafórico se ha convert ido en un emblema femenino, esta tuido por la mitología -los mitos deNarciso y de Acrc ón- y por los estereotipos cotidianos. Elconcep to femenino del espejo co nsiste tradicionalmente enuna perspectiva negati va : la muj er como Imagen , como unOt ro, co ntem plado o pro yectado por el Yo masculino, hasido objeto de discusión crítica por part e de pensadoras femini sta s - desde Simane de Beau voir hasta Julia Kristeva.La bú squeda del Yo sano y serio q ue se encuentra oculto delotro lado del espejo ha sido c1tem a central de The Maduiomanin the Att ic, un estudio recient e sob re las escritoras de lenguainglesa del siglo XlX :9 la mujer necesita sa lir del espejo, irmás allá del espejo . Sólo hace fa lta recorda r los arquetiposde las Musas pa ra poder entende r la conj unción del Arte yde la Mujer baj o el signo del espejo del poe ta , una antiguaidea ren ovada por los román ticos y los surrea listas, la BelleDame Sa ns Merci convirtiéndose en Nadja , la ama nte real ymetafóri ca del artista .
El conce pto del espejo fem enino, discu tido en El segundosexo de Beauv oir, ha sido resumido en otro estudio ferninisamás reciente :
Al igua l qu e Virginia Woolf. .. Simone de Beauvoir estáinteresad a en el espejo , metá fora y realidad, como clave dela condición femenina . La mujer se preocupa por su imagen; el hombre, a su vez, necesit a la pro longac ión aumenta da de su autoimagen que le brinda la mujer. La diferencia yac e entre la orientación act iva y pasiva .. . En la mujer,particularmente, la imagen se iden tifica con el ego.. . Lamujer convirt iéndose en un obje to a sab iendas , cree qu een realidad se ve a sí misma en el espejo . La reflexión, aligual que ella , es un hecho pas ivo, una cosa. Par a los hombres la situació n es más compleja . A la muj er siempre se leha com pa ra do con el agua porque, entre ot ras cosas, ellaes el espejo en el cua l el hombre - Narciso - se contempla :se inclina ante ella , de buena o ma la fe. Pero en cualq uiercaso lo qu e él pide es buscar lo máximo que pueda ya qu eel inter ior de su existencia es vacío y porque además sedebe proyectar en un obje to pa ra encontrarse a sí mism o. "IO
Aquí se ve a la mujer como objeto pasivo: "el oscuro objeto
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del deseo " ; ella es la reflexión, la imagen dialéct icament eopuesta al hombre como contemplador, un actor inse rta do enla realidad. T ambién ella encarna las alegres ag uas mate rnales en las cuales nace el hijo de Edipo, y el estanque sombrío de la autorreflexión donde el perenne Na rciso se adormece. Ella empieza a concebirse como Imagen, ya qu e se vetal y como el hombre la ob serva; es alienada de sí mismadentro de una jerarquía represiva.
El cisma entre el Yo y la Imagen de la mujer en la literatura latinoamericana ha sido retratado por la novelista mexicana Elena Garra, cuya olvidada obra maestra Recuerdos delporvenir (1963 ) an t icip a a Cienaños de soledad (1967) no sólo enla concepción del tiempo circular y del incesto, yen su " rea lismo mágico " , sino también en la presencia del espejo. Esees el único vehículo para el autoconocimient o del personajede una mujer enviudada recientemente, después de a ños deun matrimonio convencional. Ella se da cuenta de la desaparición de su personalidad en el matrimonio, lo que int erpretacomo pérdida de su imagen. La viuda no pu ede recordar cómo lucía antes de ese periodo oscuro de su vida:
" ¡Q ué curioso, no sé qué ca ra tenía de casa da! " les confiaba a sus amigas . "¡Niña, ya no te contemp les más en elespejo! " le ordena ban los ma yores cuando era pequeña ;pero no podía impedirlo: su propia imagen era la ma nerade reconocer al mundo .. . Cuando se casó, J ustino acaparólas palabras y los espejos y ella atravesó unos años silenciosos y borrados en los que se movía como una ciega, sinentender lo que sucedía a su a lred edor. La única memoriaque tenía de esos años era qu e no tenía ninguna. No habíasido ella la qu e at ravesó ese tiem po de temor y sile nc io . "!
La frase " no sé qué cara tenía " en realid ad significa " no séquién era " : este pa saje yuxtapone la alienac ión del Yo con laalienación del lenguaje. No sólo nuestra propia imagen sinotambién nuestras pala bras pertenecen a O tro -en es te caso ,al hombre.
Sin embargo, al considerar la existencia del espejofantasma como algo exclusivament e femen ino, se reduce, sesimplifica un problema más complejo . Como lo sug iere J acques Lacan en sus trat ados psicoanalí ticos sobre la imaginación y la fase del Espejo, el Yo - el Ego- existe sola me ntecomo una imagen que cualquier sujeto concibe a través delpr imer encuentro con el Espejo, es decir, con la reflexión deél o de ella. Antes de esta fase, el suj eto sólo exper iment a unaserie de sensaciones incap aces de definir el yo masculino ofemenino de los otros; por ende, es inconsciente de su real idad físico-psíqui ca como un todo. A través de una primeraimpresión del yo en la fase especular , el sujet o puede a nt icipar, imaginar o profetizarlo." Si la imagen pr ecede o despl aza al yo entonces el concepto de Beau voir de la mujer comoImagen (en efecto , Beau voir menciona su familiaridad con lateoría de Lacan acerca de la naturaleza especulativa delEgo), 13 es dec ir , la condición de la mujer es simplemente unavariación de la del hombre. Con esto, cla ro, volvemos circularmente a la problemática de la exist encia de la mujer bajola sombra del hombre.
Aunque el hombre es una sombra en la caverna plat ónica,también posee la ilusión de una acción, de la conte mp lación.Pero para la mujer , en un sistema tradiciona l, " el silen cio estota l.. . son prisioneras de los espejos " , como afirma M onique Wittíg.!' Para el hombre (hombre y humanid ad son sinónimos en el uso coloquial ) la inmersión en el espejo lleva a
la a utoconcie ntizac ión, la soleda d, la muerte narcisista , perotambién imp lica la búsqueda del Otro, el intento por encontrar el propio Yo, una anti cipación imaginar ia de lo desconocido , la búsqueda de lo imaginario por medio de las invenciones artísticas - que si no son la reali dad, son " realidades " . Estos aspectos positivos de la experiencia especulativaaparentemente no está n al alca nce de la mujer, a menos quela estructura de nuestro sistema de valores y de lenguajecambie -para romper el " silencio " habl ando- porque es elhabla en sí misma la que tiene que alte rarse.
La fragm entación del lenguaje, la destru cción del códigopatriarcal se experimenta en Le corpslesbien de Monique Wi ttig : aquí aparece la metáfora de la frag mentaci ón, del cue rpo y del mit o de la mujer como un todo, como emb lema de ladestru cción del control masculino sobre el cuerpo de la mu je r.!' O bvia mente la precursora más importante en la frag mentación del discurso falocéntrico es Gertrude Stein; elcuerpo femenino como metáfora de la escritura , a partir deStein, ha sido analizado por otras escri toras de hoy: si ellenguaje pa tria rca l es el divisor nom ina l de la realidad en componentes, afirma Rachel Blau du Plessis , el discurso femeni no debe trat a r de instalar su pluralismo , su fluidez sobre larigidez meta fórica masculin a. Se basa plenamente en la ana tomía : el cuerpo femenino es multi-poroso, multi-orgásmico,yen este sen tido antije rárquico: el pluralismo, la flexibilidady la fluidez aquí apa recen como virtudes dominantes de lapsiquis.!"
Praxis
Esta intu ición ace rca de la fl uidez como parámetro esencialde un posible lenguaje femenino es mu y relevante pa ra lasnovelas y cuentos de María Luisa Bombal, cuyos textos parecen impr egnados de lluvia, de nieb la y de pozos . Su novelaLa última niebla (1935) ofrece una síntesis del espejo fantástico y femenino. Este texto saturado de niebla pare ce confirmar el arque tipo de la mujer como ag ua-espejo de Na rciso ,con sus imágenes obsesivamente acuosas . Pero el agu a,como cua lquier símbolo, seña la múltiples connotaciones: elocéano sugiere la matri z de la madre Natura leza, el agua ca yendo (río, cascada, lluvia ) podr ía tener un tono masc ulino,como sugiere Octavio Paz: " La nube, una imagen multivalent e, indecisa (como la niebla, yo a ña diría) entre el agua yel aire, expresa admirablemente la naturaleza ambivalentede los signos y los símbolos. " 11 Mientras la mujer reprimidade la novela de Bomba l ejemp lifica la mujer presa ante el espejo, la lectura pluralista de este texto (o text ura) puedemost rar la (re)creación de la mujer no sólo como obje to vistosino como sujeto observador: la muj er como Poeta, es decir,Hacedora .
El argumento nebuloso de Laúltima nieblatrata de las frustra cione s de una mujer de clase media dentro de su matrimonio convenciona l, en su papel limitado de esposa de un terra teniente en una provincia de Chile. En este drama el lector puede enco ntrar obvios paralelos con Thirése Desqueyrouxde Francois Mauriac, uno de los modelos literarios de Bomba!. La vida sórdida, repre siva, de una provincian a de clasemedia en Francia , los efectos que ocasiona en T eresa, la atmósfera de la ca mpiña france sa, pa recen encontrar eco en lavisión provincian a que ofrece Bomba!. Pero los paralelos entre el moralista Mauriac y la fantasiosa Bomb al terminanaquí, ya que la novelista chilena exp lora , al igual que suscontemporá neos y colegas Bioy Casares y Borges, lo fantá s-
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tico en lo cotidiano. En efecto, La invenciónde lv/arel (1940) deBioy Casares, donde el narrador de un diario se enamora deuna mujer que existe sólo en ot ra dimensión, puede considerarse como una 'versi ón mascul ina de la novela de Bombal.
La última niebla, como Otravuelta de tuerca de Henry Jameso Le voyageur sur la terre de J ulien Green, se convierte en undrama de percepción: el protagonista femenino desconocido, a través de una narración en primera perso na, en la cualse contradice a menudo, narra un a serie de acontecimientosen los cuales imagina o experimenta encuentros con unamante. La repre sentación de los acontecimientos en Bombal sigue el modelo del sistema de percepción en el discursonarrativo fantástico definido por T odorov." Las percepciones siempre se encuentran acompañad as por medios de visión, tales como los espejos, las venta nas, el agua como espejo o como la metafórica ventana de la nieb la, que sirven paradójicamente para deformar la visión o por lo menos deformar la " copias pragmáticas" de la realidad concebida por lavista y las per cepciones ."
En el primer encuentro con el amante -en la oscuridad,en la niebla y en la ciudad (donde la aventura erótica es másfactible que en el campo)- lo que primero obse rva en la luzde la calle es una sombra húmeda sobre la ace ra, una sombra que al principio cree ser su propia sombra, pero que es lasombra de otra persona unida a la suya propia (p. 48). El siguiente encuentro se produce cuan do se está ba ñando en unestanque : hay varias escenas claves en que ella se baña en elestanque oscuro del bosqu e, señalando la inmersión arquetípica femenina dentro del agua de su propia sensualidad, yenla contemplación narcisista de su cuerpo como objeto, dondelas plantas acuáticas la aca rician como un ama nte. Es interesante observar que mientras ella intenta equiparar estascaricias con las de un amante!", estas plantas acuáticas,como el agua oscur a y suave, parecen brazos más femeninosque masculinos. Las plantas acuáticas son, desde la mitología, femeninas Náyadas (de la ninfa Náyade, hermana acuática de Narciso) cuyas caricias incestu osas son vitales perofatales para el hermano que caiga en su ab razo eterno.
Inmersa en este estanque mit ológico, la protagonista, unacazadora eróti ca , observa en medi o de la niebla un carruajeque se acerca. Cuando los cab allos se aprestan a beber aguadel otro lado del estanque, ella percibe a través de la ventanadel carruaje la cara de su amado, supuestamente observándola y sonriéndose con ella. El pozo se convierte no sólo en ellugar donde ella se ve a sí misma, sino tam bién donde puedever a otros. De nuevo él desaparece y ella se queda pensandosi el incidente realmente ocurrió o si fue un sueño.
Finalmente, los extraños incidentes de la novela se resuelven con una explicación psicológica: ella se imaginabacosas yal final permanece alIado de su marido en la niebla inmóvilde su estancamiento, de su " alienación", como lo han señalado varios cr íticos."
La novela de Bombal parece seguir el paradigma de la narrativa fantástica (según Todorov) : La última niebla no sóloencaja dentro de la temática del Yo, por ejemplo, del sujetocomo censor dubitativo de la real idad, sino también dentrode la temática del Otro que se centra en la sexua lidad comotransgresión de los límites normales de la experiencia, comoen el caso del adulterio, del incesto, del sadomasoquismo ode la necrofilia. La última niebla pos tul a un posible adulterio,presenta a la mujer en un estado de sensualidad exacerbaday finalmente muestra su preocupación por la muerte y el suicidio. La protagonista se reconoce a sí misma como el objetoreflejado en los espejos, acariciado por las aguas, y como una "
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reflexión - eco de Rebeca de du Maurier- sobre la primeramujer de su marido, que murió ahogada en las profundidades del pozo - como la mu erte o el suicidio de Ofelia. Enefecto, las fantasías o experiencias eróticas de la protagonista reflejan las de su apas ionada y adúltera cuñada Reina,que trata de suicida rse. La protagonista siente y actúa comouna sombra de esta " reina " .
Cuando se funden los tem as del Yo y del Otro, según Todorov, se present a a menudo una transgresión; así pasa en lahistoria de Bombal: si el amante percibido es imaginario, nopuede existir un adulterio verdadero, y viceversa. Cuando laprotagonista habla de su amante imaginario como si fuerareal , su marido Daniel la rechaza bruscamente como si estuviera loca (p. 67). Las dos dimensiones, la real y la sobrenatural, chocan mutuamente pero no se funden totalmente en
-la versión fant ástica de Bombal. Al final de la relación fantástica (como observa Todorov) o se da una explicación racional, como en La última niebla, o se produce una vacilacióninfinita, una incertidumbre que nunca se resuelve, como un"Tlün, Uqbar, Orbis Tertius " de Borges, o en La invencióndeMOTel de Bioy Casares.
Sin embargo, definir la novela de Bombal según la teoríade Todorov sería reducirla. " Además, dentro de la dialécti
.ca del Yo y el Otro discutida por Beauvoir, se pueden señalar ciertas inversiones femeninas en el mundo fantástico deBombal : el Yo es la mujer, un sujeto que proyecta el amantemasculino como el oscuro objeto de deseo. Aunque la protagonista insiste en el hecho de que es él quien la contempla, ytal cosa le produce "vibraciones", es la conciencia de ella loque la hace vibrar. La flora acuática que la envuelve es un aspecto activo de la sensualidad femenina , aun cuando sea elabrazo metafórico del hombre.
La niebla y el agua que dominan no sólo esta novela sinotoda la obra de Bombal se han definido como símbolos de laalienación; así, se ha comentado el hecho de que la niebla, lapresencia de " nubes" suspendidas sobre la protagonista,significa su incapacidad de despertarse de un mundo de sueños y asirse a la reali dad. Es decir: hasta ahora los críticos deBombal se han conformado con interpretaciones muy limitadas -por ejemplo, cuando Amado Alonso (que, en su prefacio a la segunda edición de La última niebla, elogia la estructura poética de esta nar ración) habla del mundo de Bombalcomo algo demasiado hermético, solipsista.
En su ensa yo poético sobre el agua, Gaston Bachelardofrece un juicio crít ico que bien podría aplicarse afirmativamente al sueño brumoso de Bombal. Según Bachelard, "lapoesía no expresa las divagaciones peligrosas de una psiquissolipsista, sino la constante recreación de la naturaleza y laexperiencia a través del lenguaje humano." 25 El agua o laniebla que parecen " desmaterializarlo" todo, como sostienela narradora de Bombal (p. 78), en realidad materializa através de los procesos imaginativos la imaginación o, comodice Bachelard, "la materia (aquí el agua, uno de los cuatroelementos) es el inconsciente de la forma ".24 Las aguas femeninas, sensuales de Bombal se pueden ver como aguas dinámicas, de lo desconocido, y como tales representan unasalida hacia otra dimensión.
Así, la niebla se convierte en una metáfora de la naturaleza reflexiva , ambigua, del género humano y, además, del género literario. Bombal la refleja en cada nivel de su relato :los personajes son fantasmas, espejos el uno del otro. Lostres personajes femeninos -la narradora, la esposa muerta,Reina - son uno solo, así como los tres personajes masculinos -Daniel, su hermano Felipe , el amante imaginario-
son ecos mutuos. De ahí que las escenas constantemente serepiten o se oponen, y de ahí, también, que la carta de laprotagonista a su amante imaginario refleje el libro que losencierra, contradictorio y apasionado. Y el agua, espejo narcisista del mundo, se convierte en la superficie reflexiva de lacual habla Bachelard, ya que el lago del poeta ve y tambiénsueña." El agua, entonces, se convierte en parámetro activodel texto de Bombal : la presencia del poeta parece verse simbolizada en el estanque que sueña, que quizá se toca .
Notas
1. María Luisa Bombal , La última niebla (2a . edición, Chile: EditorialNascimento, 1941.) Todas las citas están tornadas de esta edición .
2. Gaston Bachelard, L 'eau el les réves (París: LibrairieJosé Corti, 1963).3. Tzvetan Todorov, The Fantastic: A Structural Approachloa Iiterary Genre
(Ithaca, Cornell University Press, 1975), pp. 121-122.4. -Ver El espej o hablado, de S.J. Levine (Caracas: Monte Avila Editores,
1975).5. Todorov, p. 5.6. Josefina Ludmer, Cien años de soledad: una inurpretacián (Buenos Aires:
Editorial Tiempo Contemporáneo, 1972) p. 117.7. Ludmer, p . 97.8. E. Rodríguez Monegal, "Borges: el lector como escritor", Triquarlerly
25 (otoño 1972) , pp . 102-143.9. Sandra Gilbert y Susan Gubar, The Madwoman in Ihé Attic (New Ha
ven : Yale University Press, 1979), pp. 15·16. (El título se refiere a la mujerloca en la buhardilla en Jane Eyre de Charlotte Bronte .)
10. Patricia Spacks, The Female lmagmation (New York: Avon Books,1976), pp . 23-24 .
11. Elena Garro, Los recuerdos delporvenir (Mexico: Joaquin Mortiz, 1963,2a edición 1977), pp . 27-28.
12. Jacques Lacan, "Imaginary", " Mirror Stage", French Freud: Structural Studies in Psychoanalysis (Tale French Studies, no. 48, 1972), pp. 191194.
13. Simone de Beau voir, The Second Sex (New York: Vintage Books,1974), p. 303.
14. Monique Wittig, Les GuérilliTeS (Paris : Minuit, 1969), p. 40.15. Véase Lynn Higgins, " Nouvelle Nouvelle Autobiographie : Monique
Wittig 's Le Corps Lesbien, Sub-Stance (No. 14, 1976), pp . 160-165.16. Véase Rache! Blau de Plessis, "Washing Blood", Feminisl Studies
(Vol. 4, no. 2, June 1978) ; "Psyche, or Wholeness," Massachusells Review(Vol. XX, no. 1, Spring 1979); "For the Etruscans : Sexual DifTerence andArt istic Production : the debate over a female aesthetic" (ms.)
17. Octavio Paz " Agua siempre se escribe en plural ": Diaaitics (Winter78), p. 48.
18. Todorov , 121-122.19. Gilbert Durand, Les Structures Antropologiques de l'lmaginaire (Greno
ble: Presses Universitaires Francaises, 1960), p .20. La referencia de Durand a Bachelard me llevó a estudiar L 'eau el les rhies.
20. Linda Levine compara las caricias de una planta con las de un hombre en " María Luisa Bombal from a Feminist Perspective", Reoista Interamericana, vol. 4, no. 2, verano 1974), pp . 150-152.
21. Véase Margaret Carnpbell, "The Vaporous World of María LuisaBombal ", Hispania(XLIV, setiembre 1961); también Ian Adams, Three Aulhors o/ Alienation (Austin : Texas University Press , 1975).
22. E. Rodríguez Monegal, en " Borges: una teoría de ia literatura fantástica " (Revisla Iberoamericana, vol. XLII , abril-junio 1976, no. 95) señalaque la teoría de Todorov, formulada sin considerar las obras de Borges, hasido superada por" la poét ica de lo incierto"del crítico francés Irene Bessiere,
23. G. Bachelard, On Poetic Imagination andRevene (New York: Bobbs Merrill, 1971), p. XXXV.
24. Ibid, 70.25. 1bid, 77.
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