ALZANDO SU VOZ, ROMPIENDO EL
SILENCIO
RHV HONDURAS
Estudio de caso realizado por Carmen Manaute
Mayo 2013
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Agradecimientos
Nuestro más sincero agradecimiento a todas las mujeres y hombres que han compartido su tiempo, sus
reflexiones y sus historias durante la realización de este estudio de caso:
José Ramón Ávila Director Ejecutivo de ASONOG Jesús Garza Coordinador General de Programas ASONOG Fátima Bueso Contadora de ASONOG Silvia Pineda Administradora general ASONOG Dilcia Larreinaga Facilitadora local ASONOG Álvaro Padilla Responsable del programa de participación ciudadana ASONOG Karen Girón Facilitadora de enlace ASONOG Mayra Benítez Ex facilitadora local ASONOG Iris López Ex Encargada de planificación programa participación ciudadana ASONOG Concepción Aguilar Ex responsable del programa de participación ciudadana ASONOG Basilia Alfaro Red de mujeres de Candelaria Justina Martínez Red de mujeres de Candelaria María Félix Vázquez Red de mujeres de Candelaria Elena Pérez Red de mujeres de Candelaria María Jesús García Red de mujeres de Gualcinse Herodita Simeón Red de mujeres de Gualcinse Sofia Vásquez Red de mujeres de Gualcinse Consuelo Gómez Red de mujeres de Gualcinse Juana García Red de mujeres de Gualcinse Hilaria García Red de mujeres de Gualcinse María Isabel Simeón Red de mujeres de Gualcinse Evedia Amaya Red de mujeres de Erandique Fanny Bejarano Red de mujeres de Gualcinse Delay García Red de mujeres de Gualcinse Karla Diaz Red de mujeres de Gualcinse Amada Martínez Red de mujeres de Piraera Lourdes Cruz Red de mujeres de Gualcinse Rubenia Martínez Red de mujeres de Gualcinse Mayra Martínez Red de mujeres de Gualcinse Yadira Martínez Red de mujeres de Gualcinse Trinidad Gómez Red de mujeres de Gualcinse Francisco García EROC Ingrid García Regidora de Erandique y vicepresidenta de la Red de Mujeres Cupertino Morales Vicealcalde de Gualcinse Jerónimo Gómez Secretario del Juzgado de Paz de Piraera Mirna de Jesús Coello Presidenta de la red de Mujeres de Piraera Rosa Lidia Presidenta del grupo de Mujeres de Quelepa Lucia Bonilla Ex presidenta de la red de mujeres de Candelaria Bernardo Gonzales Alcalde Piraera José Carmen Melchor Agricultor Favio Díaz Presidente CCT Gualcinse Mirian Carcamo Oficina municipal de la mujer de Erandique Deysi Martínez Oficina municipal de la mujer de Piraera Claudio Escobar Oficial de proyecto del Programa de ciudadanía activa y justicia de género de
Oxfam Honduras Maritza Gallardo Coordinadora programa Ciudadanía Activa y Justicia de Género de Oxfam
Honduras Yolany Figueroa Oficial de proyecto Oxfam Honduras Henry Castro Oficial de finanzas Oxfam Honduras Mónica Ropain ONU Mujer Honduras Amaia Ugarte Prieto ONU Mujer Honduras
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Contenido
Introducción .................................................................................................................................. 4
1. Raising Her Voice en Lempira ................................................................................................ 4
2. Iniciando el camino: el cambio personal ............................................................................... 5
2.1. El compromiso personal: rompiendo barreras .............................................................. 7
2.2. La semilla de la capacitación ......................................................................................... 8
2.3. El poder de la unión: la red de mujeres ...................................................................... 10
2.4. Espacios de Liderazgo .................................................................................................. 12
3. Los frutos de la unión: de lo individual a lo colectivo .......................................................... 13
4. Espectadores del cambio ..................................................................................................... 16
5. El camino por andar ............................................................................................................ 17
ACRÓNIMOS
ASONOG Asociación de Organismos No Gubernamentales CCT Comités Ciudadanos de Transparencia CEM-H Centro de Estudios de la Mujer-Honduras DFID Department for International Development (Departamento para el Desarrollo
Internacional del Reino Unido) EROC Espacio Regional de Occidente INAM Instituto Nacional de la Mujer INE Instituto Nacional de Estadística OMM Oficina Municipal de la Mujer ONG Organización No Gubernamental ONU-Mujeres Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el
Empoderamiento de las Mujeres Oxfam GB Oxfam Gran Bretaña RHV Raising Her Voice (Alzando su Voz) Visitación Padilla Movimiento de Mujeres por la Paz “Visitación Padilla”
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Introducción
Durante demasiado tiempo, las mujeres han sido forzadas a permanecer al margen tanto en
el liderazgo político como en la seguridad en las zonas de conflicto, la protección contra la
violencia o el acceso a los servicios públicos. Ahora las mujeres deben pasar al centro de la
escena como lideresas promotoras y agentes de cambio. (ONU MUJER)
En la lucha por la igualdad las mujeres aún tienen que derribar barreras a muchos niveles, a
nivel personal, social y por supuesto político. Piedras en el camino que les dificultan avanzar
en la senda de la igualdad y el reconocimiento de sus derechos y que programas como Raising
her Voice -RHV- ayudan a ir sorteando.
Este estudio de caso nos ha dado la oportunidad de visibilizar los pasos avanzados gracias al
trabajo realizado por Oxfam Honduras con la Asociación de Organismos No Gubernamentales
(ASONOG) en 4 de municipios de la Mancomunidad CAFEG (Candelaria, Gualcinse, Piraera,
Erandique) en el marco del programa RHV que ambas organizaciones vienen implementando
desde septiembre de 2008.
Un estudio que nos permite mostrar historias de cambio personal, social y político de las
mujeres con las que ASONOG ha estado trabajando durante 5 años y una reflexión sobre cómo
se han producido esos cambios desde la perspectiva y la voz de las propias mujeres que los
han experimentado.
Para la realización del estudio se ha utilizado una metodología diseñada para fomentar la
plena participación y liderazgo de las mujeres en el
proceso de contar esta historia. Durante 5 días,
gracias al apoyo de Oxfam honduras y de ASONOG,
se ha mantenido contacto con un total de 49
personas a través de entrevistas, 3 talleres y charlas
informales con las mujeres integrantes de las redes
de Gualcinse, Piraera, Erandique y Candelaria, en el
Departamento de Lempira, con las personas que las
han acompañado en ese cambio y con organismos e
instituciones que han comenzado a oír su voz.
Nuestro agradecimiento a todas y todos por
compartir sus reflexiones y opiniones y en especial a las mujeres de la red por su generosidad
al mostrarnos parte de sus vidas.
1. Raising Her Voice en Lempira
El Departamento de Lempira forma parte de la Región Occidental de Honduras, al oeste del
país, una zona eminentemente agrícola cuyos habitantes se dedican en su mayoría al cultivo
del café, el maíz, el arroz y el tabaco. Se trata de una región tradicionalmente postergada que
presenta uno de los mayores índices de pobreza del país y que se encuentra entre las zonas de
más baja calificación en el Índice de Desarrollo Humano de Honduras.
Taller con mujeres de las redes municipales
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En esta área del país se desarrolla uno de los proyectos de RHV, un programa desarrollado por
Oxfam Gran Bretaña con el apoyo financiero del Departamento para el Desarrollo
Internacional de Reino Unido -DFID- que durante los últimos cinco años se ha desarrollado en
17 países. RHV es un programa dirigido a promover los derechos y las capacidades de las
mujeres pobres para asegurar que la toma de decisiones, las políticas y los gastos públicos
reflejen y respondan a sus necesidades e intereses. En Honduras RHV ha implicado a tres
contrapartes locales, CEM-H, Visitación Padilla y ASONOG, permitiendo el desarrollo de
acciones en los departamentos de Lempira, La Paz, Intibucá, y zonas urbano-marginales de
Tegucigalpa. Se trata de acciones dirigidas a promover la ciudadanía activa de las mujeres para
que ejerzan su derecho a participar en procesos de toma de decisiones en el ámbito público, a
través de capacitaciones en torno a sus derechos, la creación y el fortalecimiento de
organizaciones y redes de mujeres y el fomento de la capacidad de incidencia de estas redes
sobre los gobiernos locales.
Este estudio de caso se centra en el trabajo realizado en el Departamento de Lempira por una
de las contrapartes en el programa, ASONOG. Dos han sido las razones principales que nos
llevaron a seleccionar el trabajo desarrollado en esta zona dentro del abanico de RHV en
Honduras: por una parte porque ha sido ejecutado por una entidad con una sólida experiencia
en el campo de la participación ciudadana pero sin la especialidad en materia de género que
presentaban las otras contrapartes del programa en el país; este hecho brindaba la
oportunidad de explorar a su vez el aprendizaje institucional que desarrollar un proyecto
centrado en participación de mujeres podía representar para la organización, así como el
cambio interno que podía conllevar. Por otra, porque se tuvo en cuenta el hecho de que la
situación de partida de las mujeres de la zona era muy débil en cuanto a organización y nula en
cuanto a capacidad de incidencia, ello permitía observar de una manera más clara los cambios
acontecidos a raíz de la intervención de RHV y analizar el proceso de cambio producido.
En el caso de Lempira los esfuerzos del programa se han centrado en 4 municipios, Candelaria,
Erandique, Gualcinse y Piraera. Dos han sido las estrategias fundamentales desarrolladas, por
una parte capacitar y sensibilizar a las mujeres sobre sus derechos y capacidades personales y
colectivas, sobre políticas y presupuestos públicos y, por otra, tejer redes y organizar a las
mujeres tanto a nivel comunitario como municipal; redes que con el paso del tiempo se han
ido constituyendo en un eficaz altavoz para ellas y una herramienta de incidencia ante los
gobiernos municipales.
2. Iniciando el camino: el cambio personal
Se ha producido un cambio de visión en las mujeres con respecto a su entorno, como
portadoras de derechos y con mayores capacidades para desenvolverse en los diferentes
ámbitos
(Álvaro Padilla Coordinador Enlace del Programa de participación ciudadana en ASONOG)
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Valores como seguridad, autoestima,
valoración personal, conocimiento de sus
derechos y conciencia de los mismos,
confianza en las capacidades personales y
colectivas, sentimiento de responsabilidad
y pérdida del miedo se repiten de manera
constante en las conversaciones con las
mujeres de la red de la Mancomunidad
CAFEG.
A pesar de los obstáculos identificados por
ellas, y aún presentes en el camino,
(machismo, baja autoestima, distancia de las comunidades, las cargas familiares, el propio
conformismo o la falta de recursos económicos entre otros) prácticamente todas las mujeres
de la red afirman haber experimentado un crecimiento personal que las ha animado a
participar de los asuntos que les afectan, a mantenerse organizadas, a hablar de sus derechos
y reivindicarlos, y en definitiva a alzar la voz. “Siento que es un gran apoyo el que nos han
dado, la mujer antes estaba como dormida, ahora la mujer ya despertó” (Amada Martínez, Red
de mujeres de Piraera).
Con realidades familiares y personales distintas el crecimiento experimentado es también
diverso al igual que el impacto provocado en las mujeres y en su entorno. A algunas mujeres su
participación en RHV las ha impulsado a estudiar, a avanzar en su crecimiento personal o a
aprovechar su participación en las redes impulsadas por RHV para emprender juntas un
proyecto productivo, que además se traduce en generación de ingresos para el hogar y mitiga
en cierto sentido la sensación de posible abandono de obligaciones reproductivas que puedan
tener sus maridos. Realidades y personas distintas, cada mujer tiene su particular y única
historia de cambio y de crecimiento, aunque, como ilustran historias como la de Mª Jesús y o
Amada, todas con un denominador común, la pérdida del miedo.
Mª Jesús García tiene 52 años, lleva 30 años casada y tiene 7 hijos. Vive en una aldea del
Municipio de Gualcinse y actualmente es Vicepresidenta de la Red municipal de mujeres de
Gualcinse y Tesorera de su Grupo comunitario. Trabaja
en casa en los oficios domésticos y haciendo y
vendiendo pan y tamales que hace con el grupo de
mujeres de su comunidad. Su marido es agricultor. Una
mujer activa a la que su participación en el proyecto le
ha aportado seguridad, capacidad y también ingresos a
la economía familiar, “antes yo pasaba la vida en la
cocina, no pasaba de la puerta, ahora no tengo pena ni
miedo de hablar en público, trabajo con niños en mi
comunidad, soy monitora de peso, colaboro en la caja
rural, en una cooperativa, y ahora estoy formando un grupo de 20 personas, hombres y
mujeres, para desarrollar un proyecto productivo con el apoyo de un fondo de agricultura; ya
Mª Jesús García con su esposo en su casa
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no le tengo miedo a desempeñar distintos cargos, incluso me han ofrecido ser regidora 2ª en
las próximas elecciones, yo no quería pero el candidato me dijo que por el compromiso que
tengo con la red, era la persona idónea para defender los derechos de las mujeres”. Su
participación activa en RHV le ha posibilitado por una parte tener sus propios ingresos y pagar
los gastos de su casa y, por otra, sentirse responsable de los asuntos de su comunidad, de
involucrar a otras mujeres, de traer proyectos productivos al grupo y en definitiva de
movilizarse.
El caso de Amada Martínez es diferente, con 40 años, separada y madre de tres hijos la
participación en el proyecto le ha ayudado en su proceso de valoración personal tras un duro
proceso de separación de su esposo. Su ingreso en la red de mujeres de Piraera se produce
animada por la facilitadora de ASONOG en la zona, encontrando en el grupo un apoyo y una
terapia para superar la situación en la que se encontraba, “por mi experiencia con mi esposo yo
tenía muchos miedos como mujer, me sentía que no valía nada, una mujer casada, con hijos,
separada de su esposo… yo decía que no valía nada”. Con las reuniones de la red se fue
animando, conoció historias de superación personal que le ayudaron a creer en sus
capacidades, a creer en sí misma, y que la animaron entre otras cosas a reclamar a su esposo la
mitad de los bienes que le pertenecían y a seguir estudiando. Desde su separación ha
estudiado bachillerato y promotora social y su intención es seguir estudiando, “mi sueño es
estudiar leyes, ya tengo mis 40 años, a veces pongo mi edad como barrera pero cuando veo la
necesidad que hay en mi vida y en la de otras
pienso que todavía estoy a tiempo, que yo puedo”.
La evolución personal de mujeres como Amada y
Mª Jesús ha sido posible por la combinación de
dos elementos principales: la capacitación y la
organización facilitada a través de RHV unidos un
elemento esencial: el compromiso y la voluntad
de las mujeres de superar sus barreras.
2.1. El compromiso personal: rompiendo barreras
Como ponen de manifiesto los muchos testimonios recogidos, la participación de las mujeres
de Lempira en las actividades del proyecto RHV no siempre ha sido fácil. Ellas tienen muy
presentes los muchos obstáculos que tienen que enfrentar en su vida diaria y que han tenido
que sortear para participar plenamente en este proyecto. Dificultades de diferente índole que
han conseguido superar a base de compromiso.
En primer lugar la asistencia a las capacitaciones y
reuniones ha supuesto una carga adicional a las
obligaciones que ya desempeñaban debiendo hacer un
esfuerzo extra para compatibilizarlo con sus
compromisos tanto familiares como laborales. Como
pone de manifiesto José Ramón Ávila, director de
“Venir a las capacitaciones es
un sacrificio pero se hace
porque es también un
beneficio”.
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ASONOG, “el Occidente de Honduras es una de las zonas postergadas del país, y en las zonas
en las que se ha trabajado con RHV son zonas aisladas, en las que se conocieron antes los
aviones que los carros. Es muy reciente que la gente haya empezado a salir; para colmo son
pueblos maiceros en los que hay una mayor presión de trabajo de las mujeres en la casa
porque hay que hacer tortillas, es un trabajo adicional para las mujeres. Hay que resaltar el
esfuerzo que para una mujer de estas zonas significa participar, levantarse a las 3 de la
mañana dejar hecha la alimentación de sus hijos y sus esposos, salir con sus hijos al hombro,
subir a un vehículo no tan cómodo y salir a caminar 2 horas a participar en una reunión en la
que se está formando”. Las propias mujeres comentan que “siempre se desatiende el hogar
pero lo que haces es planificarte para poder aprender y trabajar en casa, siempre hay tiempo
para todo”. En algunos casos recurren a pagar a otra persona para que se ocupe de su casa o
de su trabajo. Es el caso, por ejemplo, de Mª Jesús García de la red de mujeres de Gualcinse
que en varias ocasiones ha contratado a otra persona para que la sustituya en su trabajo en la
microempresa de café en la que participa, “lo hago cada vez que voy a la capacitación y así le
doy trabajo a otra persona”.
En segundo lugar el compromiso de las mujeres las ha ayudado también a enfrentarse a un
escollo adicional a la participación en estas actividades, especialmente al comienzo: las
reticencias familiares. Como afirma María Consuelo, de la red de mujeres de Gualcinse “mi
familia me pregunta que qué hago, que por qué pierdo el tiempo”. Según Iris López y
Concepción Aguilar de ASONOG, “La cultura machista era súper fuerte, y también el mismo
temor de las mujeres a denunciar o a organizarse porque sus esposos se lo impedían así que
desarrollamos estrategias para empezar a bajar el nivel de incomodidad”.
Entre estas estrategias ha sido de gran utilidad el trabajo de sensibilización y capacitación
desarrollado con los hombres, “se han ido sensibilizando de la importancia de que sus mujeres
participen, han entendido que no van a nada malo” afirma el director de ASONOG. A lo largo
de diferentes jornadas, la organización ha trabajado con hombres y mujeres invitándoles a
participar en actividades puntuales de formación o de sensibilización junto con sus esposas.
Esta asistencia de los hombres a actividades en las que se habla de los derechos de las mujeres
ha sido valorada positivamente por todas las mujeres entrevistadas. Por un lado ellas sienten
que les facilita su participación en las reuniones y capacitaciones ya que el hecho de que sus
maridos sepan dónde van les hace vencer sus reticencias iniciales a que salgan de sus casas y
que respeten su participación. Por otro lado porque a través de estas sensibilizaciones los
hombres están empezando a conocer los derechos de las mujeres, a tener mayor conciencia
de sus capacidades y a empezar a valorarlas. Incluso, afirman algunas, el hecho de ser
conocedoras y conocedores de sus derechos contribuye a que sus maridos las maltraten
menos pues empiezan a tener miedo a ser denunciados.
2.2. La semilla de la capacitación
La semilla de la capacitación y la sensibilización ha resultado fundamental en la generación de
cambios tanto en mujeres y hombres. Contar con los recursos de RHV ha contribuido a mitigar
dos importantes obstáculos tanto estructurales como prácticos que limitan la participación de
la gente: la pobreza de las participantes y las distancias entre las comunidades. Con el
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proyecto se han intentado “ofrecer las condiciones mínimas para facilitar la participación, para
proveer la movilización, la alimentación, los materiales, la posibilidad que pudieran llevar a sus
niños....” (Alvaro Padilla, ASONOG). Se facilitaban vehículos para los desplazamientos desde las
comunidades y se cubrían los gastos de alimentación de todas y todos las/os asistentes
durante las reuniones y formaciones.
Las principales beneficiaras de las formaciones han sido las integrantes de las redes
municipales de mujeres pero también han participado en ocasiones los esposos de las mujeres,
las coordinadoras de las Oficinas Municipales de la Mujeres, o los trabajadores/as de las
alcaldías.
En la mayoría de los casos las formaciones han tenido lugar de manera independiente a nivel
de cada municipio con actividades puntuales conjuntas para las redes de los 4 municipios. Para
facilitar el aprendizaje en mujeres particularmente pobres y desfavorecidas ASONOG ha
diseñado metodologías prácticas y de fácil aprendizaje que garantizaran la posibilidad de
réplica como elemento clave para la sostenibilidad del proceso. El recurso a ejemplos prácticos
y a situaciones reales ha permitido así ir creando un ambiente propicio al aprendizaje y al
intercambio entre las mujeres participantes, además de contribuir a su motivación y
autoestima. “Ellas nos han capacitado no sólo teóricamente sino también a través de mensajes
que a uno le llegan, a veces sobre el problema que uno está viviendo, y te identificas. En los
grupos también hemos tenido intercambios y vienen personas de otros lados que tal vez han
sufrido más que una y cuando ellas toman la palabra y dan a conocer lo que ellas han vivido
eso nos motiva a seguir adelante, es bien bonito” (Amada Martínez, Red de Mujeres de
Piraera).
Con las capacitaciones se han trasladado conocimientos en materia de derechos de las
mujeres, violencia contra las mujeres, políticas y presupuestos públicos y formulación de
proyectos. Pero de manera especial se ha logrado aumentar su autoestima y sus capacidades
de liderazgo y, como veremos más adelante, también las de monitoreo e incidencia.
Las acciones de capacitación de RHV se han visto reforzadas por la articulación de la agenda de
violencia de las redes de mujeres con un espacio de incidencia nacional como la Campaña
nacional contra los Femicidios, que ha involucrado a una serie de mujeres líderes de la
mancomunidad CAFEG (y a algunos hombres) promoviendo su participación en diferentes
acciones de sensibilización sobre violencia y su asistencia a encuentros regionales y nacionales
en los que se abordaban estas cuestiones. Estas acciones han venido a fortalecer la conciencia
de estas mujeres como sujetas de derechos y a fomentar la denuncia de los casos de violencia.
“Ahora hay mujeres que se dirigen al público, han perdido el miedo. El cambio que he notado es
que se saben defender solas, que conocen las leyes que nos amparan en asuntos de violencia.
Los hombres tienen miedo de tocarlas porque saben que los denuncian, van a la oficina
municipal de la mujer y lo resuelven allí o en casos más serios vamos al juzgado de paz.” (Mirna
de Jesús Coello, Presidenta de la red de mujeres de Mujeres de Piraera).
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2.3. El poder de la unión: la red de mujeres
“Vemos a las mujeres organizadas rompiendo barreras, con interés de participar en la
comunidad, y cómo más mujeres se van involucrando”
Yolany Figueroa, Oxfam Honduras
Un tercer ingrediente fundamental en el cambio
experimentado en las mujeres es el componente
organizativo. El sentirse parte de un grupo ha generado
en las mujeres sentimientos de solidaridad, de
capacidad, de confianza y apoyo mutuo. “La
pertenencia al grupo ha ayudado a todas las mujeres,
especialmente a las madres solas” (Taller con mujeres
de la red). El grupo es un refugio, un apoyo y un
impulso para tomar decisiones personales y colectivas
donde las mujeres se sienten comprendidas, aconsejadas y respaldadas por otras mujeres y
capaces de reivindicar sus derechos.
RHV ha facilitado y ha posibilitado la creación, en unos casos, y el fortalecimiento en otros, de
organizaciones informales de mujeres y su agrupación en redes de mujeres de ámbito
municipal, fomentando las relaciones y la participación de organizaciones de diferentes
comunidades con los grupos existentes en las cabeceras municipales, “Antes eran raros lo
grupos que había y eran mixtos con hombres y mujeres; desde la llegada de ASONOG, se
organizó la red de mujeres municipales y se organizaron más grupos comunitarios que
organizaron más municipios” (Taller con mujeres de la red).
El proceso de formación de los grupos comunitarios y posteriormente de la red ha sido
laborioso y participativo. Ha supuesto un trabajo de acompañamiento sistemático y
personalizado por parte de ASONOG y la puesta
en práctica de métodos orientados al
empoderamiento. La formación de los grupos
comunitarios comenzaba con la identificación
de lideresas en las diferentes comunidades a las
que se formaba primero y se acompañaba casa
por casa después, para informar a otras
mujeres de la comunidad y animarlas a participar en el grupo. “Esta metodología lleva más
tiempo y más recursos, no es lo mismo decir voy a organizar que capacitar para que ellas
organicen pero es una innovación del proyecto que se hace para instaurar capacidades en ellas
y que puedan dar continuidad a su organización” (Alvaro Padilla, ASONOG).
Con las mujeres interesadas de cada comunidad se organizaban asambleas comunitarias en las
que se les informaba con detalle sobre lo que es la red, para qué sirve, como formar parte de
la misma… Posteriormente en cada asamblea eligía de 1 a 3 delegadas (dependiendo del
tamaño del grupo) para que las representara en la red municipal. Los grupos comunitarios
Cuando llegó ASONOG yo acompañé a
Dilcia, la facilitadora, de casa en casa para
que las mujeres se animaran a participar.
(Mª Jesús García, Red de Mujeres de
Gualcinse)
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conformados se integran a su vez en una red de segundo nivel, el grupo municipal, en el que
también se incorpora el grupo de mujeres formado en ese municipio. Esa red municipal
convoca asambleas de manera periódica y a ellas acuden las delegadas de los grupos
comunitarios pudiendo asistir además todas las mujeres que lo deseen.
Si bien los grupos de mujeres y las redes municipales son grupos que no cuentan con un marco
legal explicito definido en la legislatura vigente, ni personería jurídica propia, si tienen una
estructura definida con órganos de gobierno que se renuevan cada 2 años y un reglamento de
funcionamiento interno elaborado y votado por las mujeres, en el que se contemplan
amonestaciones y multas para las delegadas que no asistan a las reuniones. Estas
amonestaciones, tienen la finalidad de asegurar que las mujeres asuman su responsabilidad.
“Tal vez ahora con el reglamento interno a ver si se nos desbarata más el grupo o se nos
arregla al aplicarlo. Las multas son de 50 lempiras (equivalente a 2.5 de dólares americanos)
para el grupo que no asiste a las reuniones de la red municipal y 10 lempiras (equivalente a 0.5
de dólares americanos) a la mujer que fue electa y no fue. Así lo hemos aprobado y lo vamos a
aplicar” (Mª Jesús García, Red de Mujeres de Gualcinse).
Además cada red municipal de mujeres cuenta con una agenda de trabajo elaborada a partir
del proceso formativo y de espacios de reflexión. Las agendas se articulan en torno a los 8 ejes
temáticos establecidos en el II Plan de Igualdad y equidad de género del gobierno de
Honduras, adaptados a su contexto local. “La agenda es una planificación de 5 a 10 años y en
ella se siguen los 8 ejes que nos preocupan”, afirma Ingrid García, Regidora en Erandique y
vicepresidenta de la red de mujeres de su municipio. Como informa Mª Jesús García de la red
de Gualcinse, “la agenda de la red tiene varias actividades: solicitar ayuda en aspectos
prácticos como el aprender a conducir vehículos, motocicleta, capacitación de repostería,
sastrería, como también aspectos estratégicos dirigidos a mejorar condiciones de salud,
educación, ambiente, desarrollo económico, defensa de derechos y participación política de las
mujeres entre otros. Está organizada por capítulos que siempre benefician a la mujer”. Las
agendas recogen por tanto las demandas de las mujeres y son la hoja de ruta para el trabajo
de incidencia en sus respectivas alcaldías.
En definitiva las organizaciones de mujeres han sido un instrumento muy útil que ha facilitado
la formación, la reflexión y el debate entre las mujeres, la organización de acciones de
sensibilización, el surgimiento y desarrollo de liderazgos, proporcionando un espacio esencial
para desarrollar la capacidad de incidencia de las mujeres en los gobiernos municipales.
Además de todo lo anterior la experiencia ha abierto la puerta a aprovechar las estructuras
organizativas creadas para promover nuevas intervenciones y proyectos de diferente índole y
con diferentes financiadoras. En especial muchas de ellas están desarrollando en este
momento algún tipo de proyecto productivo con capital semilla aportado por las alcaldías o
con el apoyo de otros financiadores locales como el PRAF1.
1 El Programa de Asignación Familiar, PRAF, nace en el año 1990 como un programa de compensación social del
Gobierno de la República de Honduras con el objeto de satisfacer las necesidades prioritarias que sufren los grupos
sociales marginados en el área rural y urbana del país.
12
2.4. Espacios de Liderazgo
Además de los cambios personales mencionados, las actividades de capacitación y el trabajo
de fortalecimiento de las organizaciones han resultado útiles para identificar y canalizar
liderazgos de mujeres que ya tenían la semilla de la participación y que de alguna manera
destacaban en sus comunidades y a las que RHV les ha proporcionando el espacio y los
recursos para formarse, y desarrollar sus capacidades. “Las mujeres de los municipios ahora
tienen confianza en mí, si yo las convoco para una reunión ellas vienen, tengo poder de
convocatoria. Tengo reconocimiento, sienten que soy persona honesta, transparente,
responsable. Hace 5 años no tenía todo esto. A mi me hubiera gustado ser alcaldesa y hoy me
siento con las capacidades,” (Basilia Alfaro, Red de Mujeres de Candelaria).
Este trabajo de fortalecimiento y desarrollo de liderazgos dentro de los grupos de mujeres ha
permitido que algunas de ellas salten a la política. A través de su participación en las redes
creadas algunas han empezado a destacar en sus respectivas comunidades y municipios, a
hacerse oír, a estar más presentes en la defensa de los intereses colectivos. Su capacidad de
movilizar y de organizar ha hecho que algunos partidos les ofrezcan ir en sus listas para las
elecciones municipales o que se les posibilite su participación en otras organizaciones como las
comisiones ciudadanas de transparencia o el EROC2.
En cuanto al perfil de las mujeres lideresas, en general según las personas entrevistadas, es el
de una mujer casada mayor de 35 años, lo que en un contexto en el que la esperanza de vida
para las mujeres es de 73 años3, supone una edad relativamente madura. De hecho existe una
preocupación recurrente en las conversaciones mantenidas sobre la falta de mujeres jóvenes
líderes, “hay poca gente joven y eso me preocupa ¿qué va a pasar cuando nosotros ya no
estemos?”, (Lucia Bonilla, Red de mujeres de Candelaria). Las reflexiones sobre esta falta de
participación son muchas y variadas, “no sé, tal vez son falta de ganas de salir adelante o tal
vez porque no han vivido una experiencia como la que una ha vivido, que les falta llegar a
donde una ha llegado para tomar las iniciativas que una ha tomado… quizás eso es” (Amada
Martínez, red de mujeres de Piraera), “Las jóvenes son activas, emprendedoras pero faltan
mujeres jóvenes líderes, las líderes suelen ser más mayores, quizá por las experiencias vividas”.
(Ingrid García- Regidora de Erandique y Vicepresidenta de la Red de Mujeres). Con
independencia del motivo, todas las mujeres coinciden en la necesidad de lograr involucrar a
2 EROC es una instancia de concertación y articulación entre sociedad civil (grupos organizados a nivel de municipio,
como CCT, redes de mujeres, jóvenes…) y gobiernos locales de los municipios integrados en las mancomunidades de
los departamentos de Lempira, Ocotepeque y Copán, en la región occidental de Honduras.
3 Dato del INE hondureño 2011- http://archivo.elheraldo.hn/Ediciones/2011/10/10/Noticias/Los-hombres-viven-
menos-anos-que-las-mujeres
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las jóvenes para que puedan coger el testigo y dar continuidad a la red, tal vez, sugieren, a
través de un programa específico dirigido a mujeres jóvenes que las motive.
3. Los frutos de la unión: de lo individual a lo colectivo
“Cambios han habido, las mujeres tenemos más oportunidades, se nos toma más en cuenta,
ya no somos invisibles.”
Basilia Alfaro, Red de mujeres de Candelaria
El trabajo realizado en las esfera personal (generación
de capacidades, aumento del conocimiento y
empoderamiento personal) y social (fortalecimiento
de estructuras de organización, creación de
capacidades de incidencia y de trabajo en red) ha
permitido generar entre las mujeres de la red una
conciencia y compromiso con lo público y una
capacidad de incidencia y seguimiento de las
cuestiones que a nivel municipal les afectan.
Una parte importante del trabajo de capacitación ha girado en torno a la familiarización de las
mujeres con los espacios formales de participación municipal existentes reconocidos por la Ley
de Municipalidades de 1993 y la ley de participación ciudadana de 2006: la creación de
Oficinas Municipales de la Mujer, la asignación
efectiva del 2% del presupuesto municipal para
proyectos de mujeres o la participación en los
cabildos abiertos. Este conocimiento ha
permitido a las redes de mujeres adecuar de
manera estratégica sus agendas de trabajo
para aumentar su labor de incidencia en la
creación y efectivo funcionamiento de los
espacios que les son legalmente reconocidos.
Comenzando por el trabajo en relación con las Oficinas Municipales de la Mujer –OMM–, éstas
son instancias ubicadas en las Municipalidades que tienen como objetivos principales
promover la formación de las mujeres para potenciar sus capacidades, la sensibilización sobre
igualdad de género y derechos de las mujeres así como apoyar y participar en la organización
de redes de mujeres con el objetivo de que tengan participación activa en su comunidad. En la
zona de intervención de RHV en Lempira hay 3 OMM, en Erandique desde 2008 y en Piraera y
Gualcinse desde 2009. Al frente de cada OMM se encuentra una coordinadora cuyo sueldo en
algunos casos, como Piraera, sale del 2% del presupuesto municipal dedicado a las mujeres. En
la elección de la coordinadora y dependiendo del Municipio, las redes de mujeres han jugado
un papel fundamental interviniendo en su selección, es el caso por ejemplo de Gualcinse.
Las mujeres tienen capacidad propositiva
para incidir ante el gobierno local u otras
instancias. Cuentan con su agenda
estratégica que responde a las
necesidades de las mismas. Se ha perdido
el temor a hablar en público y ser tomada
en cuenta en diferentes espacios (Taller de ASONOG)
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Las OMM han recibido equipamiento del Instituto Nacional de la Mujer –INAM- y algunas
capacitaciones, que sin embargo no resultan suficientes para muchas de las entrevistadas “en
las capacitaciones del INAM nos instalaron un sistema en la computadora, en la maleta nos
dieron un manual de leyes y para dar capacitaciones pero no hemos recibido ni una llamada de
su parte, estamos solas”. A pesar de que se han producido avances en la implicación de las
autoridades locales y el INAM, las OMM presentan importantes carencias que están siendo en
parte disminuidas por las redes municipales de mujeres que las apoyan y acompañan en
muchas actividades y, también, por el programa RHV ya que las coordinadoras de las OMM
participan de muchas de las capacitaciones y acciones realizadas en el marco del programa.
Las redes municipales de mujeres y las OMM trabajan de la mano, de hecho, como afirma
Cupertino Morales, Vicealcalde de Gualcinse, “su contacto con la red de mujeres es a través de
la OMM. Todas las actividades se realizan a través de ellas”. El plan de acción de la OMM se
elabora anualmente, “en enero, yo me presento con la directiva donde llevamos el plan de
acción con la agenda para que la aprueben y una hoja donde se comprometen para dar la
ejecución de ese plan”, comenta Daysi coordinadora de la OMM de Piraera, “el plan de acción
se elabora con las redes, siendo los temas principales la violencia doméstica, los derechos
mujeres y enseñarle como trabajar en grupo para que trabajen el capital semilla que se
entrega con cargo al 2 % del presupuesto municipal”.
Entre otras cosas la apertura de las OMM ha facilitado la canalización de las denuncias de
violencia de género que hasta entonces se hacían únicamente a través de los juzgados de Paz,
llevados mayoritariamente por hombres. “Hay mujeres que nunca han hablado por temor;
ahora las mujeres van a demandar, cuando son violentadas van a la OMM donde son
asesoradas, de ahí la pasan con el juez de paz y entre el juez y la OMM arreglan sus cosas, le
ponen la pensión alimentaria que le tienen que dar… eso es una gran ayuda para la mujer”
(Amada Martínez, red de mujeres de Piraera).
Otro punto en el que han trabajado las redes municipales de mujeres es el tema del
presupuesto municipal. Si bien por Ley se establece la obligación de las Alcaldías de destinar
un 2% de su presupuesto a proyectos que beneficien a mujeres este compromiso no se estaba
cumpliendo por parte de los Alcaldes y los testimonios recogidos coinciden en que la presión
ejercida por la red de mujeres ha resultado fundamental para lograr que sea una realidad. El
destino que se da a este dinero es muy diferente de unos municipios a otros: así en unos casos
se destina a cubrir el sueldo de la coordinadora de la OMM y en otros, sin embargo, se destina
a capital semilla para proyectos productivos de los grupos comunitarios de mujeres. Como
afirma Ingrid García Regidora Erandique, “los grupos comunitarios están preocupados por el
capital semilla porque en las aldeas miran más el aspecto económico; no lo ven como una
necesidad de formación. Con el capital semilla quieren abrir microempresas aunque el 2% es
muy poco dinero en capital semilla”. En todos los casos, los fondos se gestionan a través de las
OMM y las mujeres representadas en las redes de mujeres son las que deciden su destino.
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Un tercer espacio de incidencia de las redes de mujeres
son los cabildos abiertos, unas instancias de
participación de la ciudadanía en decisiones del
gobierno municipal, “en el cabildo abierto todas las
personas inscritas votan y deciden. Los temas que se
llevan al cabildo se deciden en las sesiones de
corporación que son públicas y se propone y se vota. Los
temas se proponen unos por la corporación y otros
surgen del público que está en la sesión” (Cupertino
Morales, Vicealcalde de Gualcinse). Aunque no en todos los municipios hay cabildos
específicos de mujeres, como comenta el Alcalde de Pirarera actualmente “la mayor parte de
los asistentes a los cabildos son mujeres” por lo que las decisiones se toman en base a sus
votos. La inexistencia de Cabildos abiertos específicos para mujeres, tal y como reconocen las
mujeres de la red, se debe más al hecho de que ellas no lo han solicitado aún que a una falta
de voluntad política de las alcaldías. La opción de propuesta de temas para los cabildos ya
existe y el hecho de que las mujeres asistan de manera masiva a ellos asegura que su voz es
oída y tomada en cuenta en los asuntos públicos.
A pesar de los avances logrados en la participación política de las mujeres desde las
organizaciones sociales, hay una serie de barreras socioculturales que aún impiden su plena
participación política. “Hay actitudes negativas de los hombres hacia la participación de las
mujeres, se está intentando cambiar esa actitud a través de acciones y espacios diversos como
cabildos abiertos, charlas y exposiciones que se hacen en las sesiones de corporación donde se
enfocan estas cosas. Pero tenemos el problema de que si bien es cierto la mujer puede
entender todo esto es necesario que al hombre se le dé un tratamiento para que pueda
entender igual que la mujer de que se trata todo esto. A veces se puede malentender si no
tenemos la mente abierta, cualquier cambio en la sociedad provoca un malestar en cualquier
sector, eso es normal. Pero en general la situación no anda mal, hay bastante aceptación del
proyecto, hay un terreno fértil para poder trabajar en ese sentido” (Cupertino Morales,
Vicealcalde de Gualcinse).
Si bien los logros alcanzados son indiscutibles no obstante, todas las personas entrevistadas
reconocen que aún quedan muchos retos de futuro, “las mujeres han fortalecido su voz ante la
sociedad y las autoridades locales, han logrado la creación de OMM, han logrado acceso al 2%
del presupuesto, espacios de participación (cabildos abiertos). Pero falta aún lograr que sus
demandas sean priorizadas en planes, programas y proyectos de desarrollo local. A día de hoy
son incluidas pero no priorizadas” (Equipo de Oxfam Honduras).
Otro reto sin duda es esta participación en los espacios políticos “informales” que se está
logrando poco a poco se traduzca en una participación política plena de las mujeres tanto a
nivel nacional como local. A nivel nacional a pesar de los progresos alcanzados en la legislatura
2006-2009 en la que se llegó a alcanzar una representación de alrededor del 25% de mujeres
en el Congreso Nacional, en la actual legislatura (2010-2013), el porcentaje de mujeres en el
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Congreso Nacional ha disminuido a cerca de un 20%. Este retroceso también se observa a nivel
municipal pasando de un 8% de mujeres alcaldesas a un 5,7% en las elecciones de noviembre
de 2009.4 Aunque en los Municipios objeto del estudio de caso no hay ninguna alcaldesa si se
ha logrado ampliar la participación en puestos de decisión de las mujeres durante el período
de ejecución del programa5.
Participación mujeres 2008 Participación mujeres 2012
• Almotilia Enamorado, Regidora
• María de Jesús García, Comisionada Municipal
• Rosa Elvira Cruz, Regidora
• Basilia Alfaro, Vicealcaldesa
• Consuelo Gámez , Voluntaria de salud AINCE
• María de Jesús García, Voluntaria de salud AINCE y Presidenta de la Red municipal Gualcinse
• Teodora Sánchez, Coordinadora departamental de proyectos FHONDIL y Junta municipal de salud, Asesora Red de mujeres
• Fanny Suyapa Bejarano, Agente postal de HONDUCOR y presidenta de la Red municipal de Erandique
• Francisca Rivera, Regidora
• Mary Eneida Amaya, Presidenta CCT
• Fátima Vásquez, Miembra CCT
• Honoria Martínez , Miembra CCT
• Iris Alemán, Directora distrital de educación
• Sergentina Madrid, Regidora
• Alba Cruz, Abogada Defensora de la niñez
• Basilia Alfaro, Secretaria del Juzgado y miembra de la junta directiva de desechos sólidos de la zona, asesora Red de mujeres
• Mirza Sánchez, Regidora
• Teodolinda García, Juez de Paz
4. Espectadores del cambio
“El tema de género se trataba únicamente en el programa de participación ciudadana,
teníamos un documento de política de género muy bonito pero realmente no había
transversalización de género en la entidad. Los resultados logrados por las mujeres nos han
motivado a estandarizar el tema”.
(Director de ASONOG)
ASONOG es una entidad civil de coordinación fundada en 1988 e integrada por 15 diferentes
Organismos No Gubernamentales que trabajan en la región Occidental de Honduras. Según su
plan estratégico 2009-2013 se trata de una red que potencia el trabajo de sus afiliadas e
implementa y coordina procesos de incidencia y desarrollo en sus diferentes dimensiones,
posicionada como una instancia de propuesta alternativa desde lo local.
El golpe de estado de 2009 y los efectos que tuvo a nivel político, económico y social en el país,
sumado a la crisis financiera mundial que viene impactando dramáticamente en la reducción
4 Objetivos de Desarrollo del Milenio Honduras 2010
5 Fuente: Alcaldías Municipales de Erandique, Gualcinse, Candelaria y Piraera.
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de recursos a todos los niveles y la necesidad de hacerle frente a los retos que depara este
nuevo contexto, generó que ASONOG iniciara a partir de 2011 un largo proceso de
reestructuración interna que ha desembocado no solo en un cambio de estructura sino
también de enfoque a la hora de abordar el trabajo. Así se ha pasado de un enfoque de
programas con bajo perfil de coordinación y articulación, a otro más global donde los distintos
programas se integran y coordinan entre sí, ofreciendo una visión más institucional en todas
sus intervenciones. Este cambio de visión interna se ha producido en paralelo a la ejecución
del RHV, al día a día del trabajo con las mujeres, al acompañamiento en su crecimiento
personal y el fortalecimiento organizativo y a los logros alcanzados por las mujeres en las
municipalidades. Ser espectadores del cambio ha provocado en ellos un aprendizaje y un
cambio de visión en su política de género y en sus intervenciones.
Para ASONOG su participación en RHV ha venido a contribuir significativamente al
fortalecimiento de sus propias capacidades y experiencia en la temática de género. Aunque la
institución no partía de cero, ya que había desarrollado iniciativas con mujeres tanto en la
mancomunidad CAFEG como en otras mancomunidades de la Región, con RHV se profundizó
en el trabajo de promoción, organización y fortalecimiento de las Redes de Mujeres a nivel
municipal y se promovió una reflexión interna que ha desembocado en una visión de la
temática de género como un elemento transversal a todos los programas de la entidad. La
incidencia de las redes de mujeres en el ámbito de la municipalidad, los logros alcanzados y la
evolución observada en ellas ha permeado en ASONOG provocando un cambio de su visión.
5. El camino por andar
La fortaleza de las mujeres, la tenacidad de las mujeres y la sabiduría de las mujeres son el
recurso más desaprovechado de la humanidad. El desafío consiste en mostrar cómo este
recurso puede ser utilizado de una manera efectiva que nos beneficie a todos y a todas.
(Michelle Bachelet)
Las mujeres de la red tienen claro el camino a seguir “lograr la organización de más mujeres.
Retos que van paso a paso, primero organizar y sensibilizar, si ellas no saben para qué se van a
organizar, no lo hacen; ellas quieren salir adelante, dejando el miedo, estar en una
organización, tomar decisiones” (Taller con mujeres de la red).
Los avances logrados en las redes de mujeres y los cambios generados en las propias mujeres
así como la metodología desarrollada en las
capacitaciones son una garantía de continuidad de cara
al futuro. Todas las mujeres entrevistadas afirman
sentirse capacitadas para continuar formando y
sensibilizando a otras mujeres, ampliando la red y
haciendo incidencia si bien el elemento económico es
una preocupación constante para muchas de ellas. Como
afirma Ingrid García, Regidora en Erandique y
vicepresidenta de la red de mujeres de su municipio, “nos sentimos emocionalmente
preparadas pero es más complicado a nivel económico”. Porque a pesar de que la estrategia de
Uno de los logros es que ellas
perdieron el miedo a hablar, no
solo se quedan con el
conocimiento, lo transmiten a su
familia y a su comunidad.
(ASONOG)
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formación de formadoras que está desarrollando ASONOG les ofrece a las mujeres “una caja
de herramientas que les va facilitar el desempeño” la pobreza continúa siendo un escollo a la
participación. En los últimos años RHV ha contribuido a que estas organizaciones y estas
mujeres puedan participar sin menoscabo económico para ellas pero de cara al futuro, sigue
existiendo la dificultad económica para movilizarse a las reuniones y capacitaciones, para
cubrir gastos de desplazamiento y manutención o para la compra de materiales.
Para cubrir estos costes existiría la opción de trabajar para garantizar que los municipios
dedicaran a ellos parte del 2% del presupuesto municipal destinado a las mujeres. “Quizá
habría que pedir más dinero a la Alcaldía o destinar ese 2% del presupuesto municipal que nos
corresponde a capacitación” afirma Ingrid García, “e intentar que a través de otras partidas
municipales también se beneficie a las mujeres”. Esta opinión es compartida por el Vicealcalde
de Gualcinse, “se deja la libertad para que la OMM pueda decidir pero desde la Alcaldía
estamos incidiendo para que sean proyectos que lleven a cultivar a la mujer como persona y a
capacitarla”. Pero en este punto no existe unanimidad entre las propias mujeres de las redes
municipales y por lo general se inclinan por solicitar que estos fondos se dediquen sobre todo
a capital semilla para proyectos productivos.
Al reto de seguir creciendo y avanzando como personas y como organizaciones se unen dos
retos de futuro, por un lado el salto a lo nacional, el encontrar cauces de participación de las
mujeres rurales en la política nacional y, por otro, la participación de mujeres jóvenes en las
redes de mujeres que actualmente es reducida. Se trata de cuestiones aún no resueltas en las
que seguir trabajando para continuar avanzando en el camino de la igualdad.
“ASONOG dejó sembrada una semilla dentro de nosotros y nosotras tenemos que
hacerla crecer, dar a conocer a las demás lo que hemos aprendido, aumentando
las capacitaciones y avanzando en el camino” (Taller mujeres de la red)