PRÓLOGO

Una Vez, cuando estaba en noveno grado, tuve que escribir un trabajo sobre un

poema. Una de las líneas era: "Si tus ojos no estuvieran abiertos, no sabrías la

diferencia sueño y vigilia." No había significado mucho para mí en ese

momento. Después de todo, había sido un chico en la clase que me gustaba, así

que ¿cómo podría prestar atención a un análisis literario? Ahora, tres años más

tarde, entendí el poema perfectamente.

Porque últimamente, realmente me pareció que mi vida estaba al borde de ser

un sueño. Había días en que pensé en despertaría y descubriría que los eventos

recientes en mi vida no había sucedido realmente. Seguramente debo ser una

princesa en un sueño encantado. Y si lo fuera, cualquier día este sueño, -no,

pesadilla- terminaría, y tendría a mi príncipe y final feliz.

Pero no hubo final feliz que encontrar, al menos no en el futuro previsible. ¿Y

mi príncipe? Bueno, eso fue una larga historia. Mi príncipe había sido

convertido en un vampiro, un Strigoi, para ser específicos. En mi mundo, hay

dos clases de vampiros que existen en el secreto para los humanos. Los Moroi

son vampiros vivientes, vampiros buenos que usar la magia elemental y no

matan al buscar la sangre que necesitan para sobrevivir. Strigoi son vampiros

muertos vivientes, inmortales y de mente retorcida, que matan cuando se

alimentan. Los Moroi nacen. Los Strigoi son hechos - por la fuerza o por

elección propia- atraves de individuos malvados.

Y Dimitri, el hombre que amaba, había sido “hecho Strigoi” en contra de su

voluntad. El había sido convertido en una batalla, una misión de rescate épica

en la cual yo también había sido parte. Strigoi habían secuestrado Moroi y

dhampirs de la escuela a la que asistía, y habíamos acudido con varios más para

salvarlos. Dhampirs son mitad vampiros y mitad-humano dotados con fuerza

humana y resistencia, además de los reflejo y sentidos de un Moroi. Dhampirs

entrenan para a convertirse en guardianes, la élite de guardaespaldas que

protegen a los Moroi. Eso es lo que soy. Eso es lo que Dimitri había sido.

Después de su conversión, el resto del mundo Moroi lo había considerado

muerto. Y en cierta medida, lo era. Aquellos que son convertidos Strigoi

pierden todo sentido de la bondad y de la vida que habían tenido antes. Incluso

si han convertidos por elección, eso no es importante. Todavía se habrían

convertido en malvados y crueles, tal como todos los Strigoi. La persona que

habían sido desapareció, y honestamente, era más fácil imaginarlos en el cielo o

en la otra vida que acechando la noche y tomando a sus víctimas. Pero yo no

había podido olvidar a Dimitri, o aceptar que esencialmente estaba muerto. El

era el hombre al que amaba, el hombre con quien había estado tan

perfectamente sincronizada que era difícil saber dónde yo terminaba y el

comenzaba. Mi corazón se negaba a dejarlo ir - aunque fuera técnicamente un

monstruo, el estaba todavía allí afuera en alguna parte. Asimismo, no me había

olvidado de una conversación que él y yo una vez tuvimos. Ambos acordamos

que preferíamos estar muertos –verdaderamente muertos- que caminar el

mundo como Strigoi.

Y una vez que tuve mi tiempo de duelo sobre la bondad que él había perdido,

yo había decidido que debía cumplir sus deseos. Incluso si él ya no creía en

ellos. Tenía que encontrarlo. Tenía que matarlo y liberar su alma de ese estado

oscuro y no natural. Yo sabía que era lo que el Dimitri que yo amaba hubiera

querido. Aunque matar Strigoi no es fácil, sin embargo. Son increíblemente

rápidos y fuertes. No tienen piedad. Yo ya había matado a varios -bastante

loco para alguien que recién cumplió dieciocho años. Y yo sabía que ir en busca

de Dimitri sería mi mayor desafío, tanto físico como emocional.

De hecho, las consecuencias emocionales habían salido a la luz tan pronto como

tomé mi decisión. Ir tras Dimitri significaba alterar un poco las cosas en mi vida

(y eso sin contar el hecho de pelear con el podría resultar en la perdida de mi

vida). Yo todavía estaba en la escuela, sólo a unos meses antes de graduarme y

convertirme en guardián de tiempo completo. Cada día en el que seguía

alrededor de la Academia de St.Vladimir significaba un día más en el que

Dimitri seguía allí afuera, viviendo en el estado que nunca habría querido. Lo

amaba demasiado para permitirlo. Así que tuve que dejar la escuela y caminar

entre los seres humanos, abandonando el mundo en el había pasado casi toda

mi vida.

Partir también significaba el abandono de otra cosa-o más bien, de una persona:

mi mejor amigo, Lissa, también conocida como Vasilisa Dragomir. Lissa era

Moroi, la última de una línea real. Me habían programado para ser su guardián

cuando nos graduáramos, y mi decisión de cazar a Dimitri había casi destruido

ese futuro con ella. No había tenido más remedio que dejarla.

Aparte de nuestra amistad, Lissa y yo teníamos una conexión única. Cada

Moroi se especializa en un tipo elemental de magia tierra, aire, agua o fuego.

Hasta hace poco, habíamos creído que sólo existían esos cuatro elementos.

Entonces descubrimos un quinto: espíritu.

Ese era el elemento de Lissa, y con pocos usuarios de espíritu en el mundo, casi

no sabíamos nada al respecto. En su mayor parte, parecía estar vinculado a

poderes psíquicos. Lissa ejercía increíble- compulsión- la capacidad de ejercer

su voluntad en casi todo el mundo. También podía curar, y es ahí donde las

cosas se pusieron un poco extrañas entre nosotros. Veamos técnicamente yo

morí en el accidente de coche que mató a su familia. Lissa me trajo de vuelta

desde el mundo de los muertos sin darse cuenta, creando enlace psíquico entre

nosotros. Desde entonces, siempre he sido consciente de su presencia y

pensamientos. Siempre podría decir lo que pensaba y sentía cuando ella estaba

en problemas. También habíamos descubierto que yo podía ver fantasmas y

espíritus que aún no habían dejado este mundo, algo que encontré

desconcertante y luchaba para bloquear. Todo ese fenómeno se llama ser

“shadowkissed”.

Nuestra lazo ha sido la elección ideal para proteger a Lissa, ya que de

inmediato se si ella está en problemas. Había prometido protegerla toda mi

vida, pero ahora Dimitri, alto, guapo, feroz Dimitri había cambiado todo. Me

había enfrentado con esa horrible decisión: seguir protegiendo a Lissa o liberar

el alma de Dimitri. Elegir entre ellos había roto mi corazón, dejando un dolor en

mi

pecho y lágrimas en mis ojos. Mi despedida con Lissa había sido agonizante.

Habíamos sido mejores amigas desde el jardín de niños, y mi partida fue un

shock para ambas. Para ser justos, ella nunca lo vio venir. Yo mantuve mi

romance con Dimitri en secreto. Él era mi instructor, siete años mayor que yo, y

había sido asignado para ser su tutor también. Por mucho que, él y yo nos

habíamos esforzado en luchar contra nuestra atracción, sabiendo que debíamos

de concentrarnos en Lissa, más que nada, y que también tendríamos una buena

cantidad de problemas sobre nuestra relación estudiante-profesor.

Pero, el mantenerme lejos de Dimitri-a pesar de que yo había accedido a ello-

me había hecho tener una gran cantidad de resentimiento hacia Lissa.

Probablemente debí haber hablado con ella sobre el tema y explicarle mi

frustración por haber tenido toda mi vida planeada. No parecía justo, que de

alguna manera, mientras que Lissa era libre de vivir y amar a quien ella

quisiera, Yo siempre tendría que sacrificar mi propia felicidad para garantizar

que estuviera protegida. Sin embargo ella era mi mejor amiga y no podía

soportar la idea de molestarla. Lissa era especialmente vulnerable porque el uso

de espíritu tenía desagradables efectos secundarios y conducía a la locura. Así

que me senté en mis sentimientos, hasta que finalmente estallaron, y yo deje la

Academia-y a ella- para siempre.

Uno de los fantasmas que había visto-Mason, un amigo que había sido

asesinado por Strigoi-me había dicho que

Dimitri había regresado a su tierra natal: Siberia. El alma de Mason había

encontrado la paz y dejó este mundo poco después, sin darme ninguna otra

pista acerca de dónde, en Siberia Dimitri podría haber ido. Así que tuve que

prepararme a ciegas, haciendo frente a un mundo de seres humanos y un

idioma que conocía a fin de cumplir la promesa que había me había hecho a mí

misma.

Después de unas semanas por mi cuenta, por fin había llegado a San

Petersburgo. Aun seguía mirando, todavía

tambaleante, pero decidida a encontrarlo, aunque aun temerosa al mismo

tiempo. Porque si yo realmente llevaba acabo este demente, si yo

verdaderamente me las arreglaba para matar al hombre que amaba, eso

significaría que Dimitri realmente desaparecería de este mundo. Y

honestamente no estaba segura de poder seguir adelante en un mundo en así.

Nada de esto parece real. ¿Quién sabe? Tal vez no lo es. Tal vez sea realmente le

está sucediendo alguien más. Tal vez es algo que me imagine. Tal vez pronto

me voy a despertar y encontrar todo arreglado con Lissa y Dimitri. Y estaremos

todos juntos, y él estará allí para sonreírme y abrazarme y decirme que todo va

a estar bien. Tal vez todo esto realmente ha sido un sueño.

Aunque no lo creo.

CAPITULO 1

Alguien me estaba siguiendo.

Era un poco irónico, considerando que yo había estado siguiendo a otros

durante las semanas pasadas. Por lo menos no era un Strigoi. Lo hubiera

sentido. Un reciente efecto de ser Shadow-kissed era la habilidad de sentir a los

no muertos - a través de ataques de náusea, desafortunadamente. Aun así,

apreciaba el sistema de temprana advertencia de mi cuerpo y estaba

complacida de que mi seguidor de la noche no fuera un demente y vicioso

vampiro. Había peleado con suficientes de ellos recientemente y quería una

noche libre.

Suponía que mi seguidor era un dhampir como yo, probablemente uno del

club. Esta persona se movía un poco menos discreta de lo que esperaría de un

dhampir. Sus pasos eran claramente audibles en contra el pavimento de las

oscuras calles por las que estaba caminando, y una vez que alcancé una mirada

de la figura entre las sombras. Aun así, considerando mis acciones aceleradas

de esta noche, un dhampir era la probablemente el culpable.

Todo había comenzado más temprano en el Nightingale. Ese no era el

verdadero nombre del club, sólo una traducción. Su nombre real era algo en

ruso que estaba lejos de mi habilidad de pronunciación. De regreso En Estados

Unidos, el Nightingale era bien conocido entre los ricos Moroi que viajaban al

extranjero, y ahora pude entender el por qué. Sin importar la hora del día, la

gente en el Nightingale se vestía como si fueran a asistir a un baile imperial.

De hecho, todo el lugar parecía algo sacado de los viejos días de la realeza

Rusa, con paredes de mármol cubiertas con oro y molduras. Me recordaba

mucho al palacio de invierno, una residencia real de la época cuando en Rusia

aun reinaban zares. Lo había visitado cuando llegue a St. Petersburgo.

En el Nightingale, candelabros elaborados llenos de velas reales brillaba en el

aire, iluminando la decoración de oro, de modo que, incluso en condiciones de

poca luz, todo el establecimiento brillaba. Había un gran comedor lleno de

mesas cubiertas de terciopelo, así como un salón y un bar donde las personas

podrían mezclarse. Más tarde por la noche, una banda se alistaba allí, y las

parejas se o cubaban la pista de baile.

No me había molestado con el Nightingale cuando recién llegué a la ciudad un

par de semanas antes. Había sido lo suficientemente arrogante para pensar que

podría encontrar de inmediato a un Moroi que podría dirigirme a la ciudad

natal de Dimitri, en Siberia. Sin alguna otra pista sobre dónde en Siberia había

podido ir Dimitri, ir en dirección de su ciudad natal, donde él había crecido era

mi mejor oportunidad de acercarme a él. Sólo, que no sabía

donde era eso, lo cual era la razón por la que yo estaba tratando de encontrar a

un Moroi que me ayudara. Había algunas comunidades Dhampir en Rusia,

pero apenas unas cuantas en Siberia, lo que me hizo creer que los Moroi locales

estarían familiarizados con su lugar de nacimiento. Lamentablemente, resultó

que los Moroi que vivían en ciudades con humanos eran muy buenos en

mantenerse ocultos. Revise lo que pensaba que eran probablemente lugares de

reunión Moroi, sólo para volver con las manos vacías. Y sin esos Moroi, no tenía

respuestas.

Por lo tanto, comenze apostar por el Nightingale, lo que no fue fácil. Era difícil

para una chica de dieciocho años mezclarse en uno de los clubes más elitistas de

la ciudad. Pronto descubrí que la ropa cara y grandes propinas eran lo

suficiente para abrirme camino. El personal de servicio había llegado a

conocerme, y si pensaban que mi presencia era extraña, no lo decían, y eran

felices dándome la mesa de la esquina que siempre me pedía. Creo que

pensaban que era la hija de un magnate o de político. Cualquiera que fuera mis

antecedentes, tenía el dinero para estar allí, que era lo único que les importaba.

Aún así, mis primeras noches habían sido desalentadoras. El Nightingale tal

vez había sido un lugar de reunión de elite para los Moroi, pero también era

frecuentado por seres humanos. Y al principio, había parecido que eran ellos los

clientes frecuentes del club. Las multitudes se hacían más grandes como la

noche avanzaba, y mirando a través de las mesas y los que se encontraban en el

bar, no había visto a ningún Moroi. Lo más notable que había visto era una

mujer con larga cabellera rubia platinada que entraba en la sala de estar con un

grupo de amigos. Por un momento, mi corazón se detuvo. La mujer estaba de

espaldas a mí, pero se parecía tanto a Lissa que yo estaba segura de haber sido

localizada. Lo extraño era que no sabía si sentirme emocionada u horrorizada.

Echaba tanto de menos a Lissa, pero al mismo tiempo no la quería envuelta en

este peligroso viaje mío. Entonces la mujer se volteo hacia mí. No era Lissa. Ella

no era ni siquiera una Moroi, sólo una humana. Poco a poco, mi respiración

volvió a la normalidad.

Finalmente, hace casi una semana, tuve mi primer avistamiento. Un grupo de

mujeres Moroi había venido por un almuerzo tardío, acompañado de dos

guardianes, un hombre y una mujer, que se sentaban de forma leal y tranquila

en la mesa al mismo tiempo que sus “cargas” chismoseaban y se reían del

champán de la tarde. Esquivar a los guardianes había sido la parte más

complicada. Para aquellos que sabían qué buscar, Moroi eran fáciles de

detectar: más altos que la mayoría de los seres humanos, pálidos, y delgados.

También tenían una manera peculiar de sonreír y sostener sus labios con el fin

de ocultar sus colmillos. Dhampirs, con nuestra sangre humana, parecíamos. . .

bueno, humanos.

Eso era sin duda mi aspecto para el inexperto ojo humano. Yo media alrededor

1.70, y considerando que Moroi tendían a ser irreales, teniendo cuerpos de

modelo de pasarela, el mío era atlético y con curvas en el pecho. La genética de

mi desconocido padre turco y demasiado tiempo en el sol

me habían dado un ligero bronceado, con el pelo largo y casi negro y ojos

igualmente oscuros. Pero aquellos que crecieron en el mundo Moroi podrían

detectarme como Dhampir a través de un examen detenido.

No estoy segura de lo que era, quizá un instinto que nos llevaba a reconocer

nuestra propia especie y la mezcla de sangre Moroi.

Independientemente, era imperativo parecer humana a la vista de los

guardianes, de modo que hice sonar sus alarmas. Me senté a traves de la sala en

mi rincón, recogiendo más caviar y fingiendo leer mi libro.

Que quede registrado que pienso que el caviar es asqueroso, pero parecía estar

en todas partes de Rusia, en particular en los lugares bien. Eso y sopa de

remolacha. Casi nunca terminaba mis alimentos en el Nightingale y de

inmediato visitaba McDonald's, aunque los restaurantes McDonald's de Rusia

eran un poco diferentes de lo que había crecido en los EE.UU. Aun así una chica

tiene que comer.

Así que se convirtió en una prueba de mis habilidades, el estudiar a los Moroi

cuando sus guardianes no estaban observando. Ciertamente, los guardianes

tenían poco que temer durante el día, ya que no habría un Strigoi en el sol. Pero

era la naturaleza del guardián el observar todo, y sus ojos continuamente

barrían la habitación. Yo había tenido la misma formación y conocía sus trucos,

así que me las arregle para espiar sin ser detectada.

Las mujeres volvieron mucho, normalmente a última hora de la tarde. St.

Vladimir tenía un horario nocturno, pero Moroi y dhampirs viviendo entre los

seres humanos se manejaban en un horario diurno algo intermedio. Durante un

tiempo, consideré acercarme a ellos, o incluso a sus guardianes.

Algo me detenía. Si alguien sabría dónde una ciudad donde los dhampirs

vivían, sería Moroi hombre. Muchos de ellos visitaban las ciudades Dhampir

con la esperanza de obtener fácilmente a chicas Dhampir. Así que me prometí a

mí misma esperar una semana más y ver si alguno muchachos venia. Si no,

tendría que ver qué tipo de información a las mujeres podían darme.

Al fin, un par de días atrás, dos chicos Moroi habían comenzado a aparecerse.

Ellos tendían a venir más tarde por la noche, cuando los realmente fiesteros

llegaban. Los hombres eran unos diez años mayores que yo y muy apuestos,

vestidos con trajes de diseñador y corbatas de seda. Se paseaban como gente

importante, y habría apostado un buen dinero que a que eran de la realeza, en

lo particular porque cada uno venía con un guardián. Los guardianes eran

siempre los mismos, hombres jóvenes que vestían trajes

para mezclarse, pero que aún vigilaban cuidadosamente la habitación con esa

astuta naturaleza de guardián.

Y había mujeres, siempre mujeres. Los dos Moroi eran terribles en el coqueteo,

continuamente haciéndolo con cada mujer a la vista, incluso humanas. Pero

nunca iban a casa con alguna humana. Eso era un tabú todavía firmemente

arraigado en nuestro mundo. Moroi se habían mantenido

separados de los seres humanos durante siglos, por temor a la detección de una

raza que se había vuelto tan abundante y poderosa.

Sin embargo, eso no significa que los hombres se fueran a casa solos. En algún

momento de la noche, las mujeres Dhampir se presentaban, eran diferentes

cada noche. Venían vestidas con trajes de corte bajo y mucho maquillaje,

bebiendo demasiado y riéndose de todo lo que los chicos decían -que

probablemente no era tan divertido. Las mujeres siempre llevaban el cabello

hacia abajo, pero de vez en cuando, levantaban sus cabezas de una forma que

mostraban su cuello, que tenían muchas marcas. Eran bloodwhores, dhampirs

que dejan que los Moroi beban su sangre durante el sexo. Esa también era un

tabú, aunque todavía ocurría en secreto.

Seguí deseando conseguir uno de los hombres Moroi solo, lejos de la mirada

vigilante de sus guardianes para que pudiera interrogarlo. Pero era imposible.

Los guardianes nunca dejaban a sus Moroi desatendidos. Incluso intente

seguirlos, pero cada vez que el grupo abandonaba el club, casi inmediatamente

abordaban una limusina por lo que me era imposible seguirlos a pie. Era

frustrante.

Finalmente decidí que esta noche tendría que acercarse al grupo y arriesgarme a

ser detectada por los dhampirs. Yo no sabía si alguien de vuelta a casa me

estaba buscando, o si al grupo le importaría quien era yo. Tal vez sólo tenía una

opinión muy elevada de mí misma. Definitivamente era posible que nadie

estuviera realmente preocupado por una fugitiva con deserción escolar. Pero si

alguien estaba buscándome, mi descripción, sin duda, había sido distribuida

entre los guardianes de todo el mundo. Incluso

aunque yo tenía ya dieciocho años, no me podría pasar por encima de algunas

de las personas que conocía y que me regresaran de nuevo a los EE.UU., y no

había manera de que pudiera regresar hasta que hubiera encontrado Dimitri.

Entonces, justo cuando estaba considerando mi movimiento en hacia el grupo

de Moroi, una de las mujeres Dhampir dejo la mesa para caminar hacia el bar.

Los guardianes la observaron, por supuesto, pero se mostró confiado sobre su

seguridad y estaban más atentos a los Moroi. Durante todo este tiempo, yo

había estado pensando que los hombres Moroi

serian el mejor camino para obtener información sobre un pueblo de dhampirs

y blood whores, pero ¿qué mejor manera de localizar el lugar que pedir

información a una blood whore?

Me acerqué casualmente al bar desde mi mesa, como si también fuera a tomar

un trago. Me mantuve hasta que la mujer esperó a que el camarero la atendiera

y la estudie en mi periferia. Era rubia y llevaba un vestido largo cubierto en

lentejuelas plateadas. Yo no podía decidir si hacía que mi vestido negro

satinado pareciera de buen gusto o aburrido. Todos sus movimientos, incluso la

forma en que se paraba eran graciosos, como una bailarina. El camarero estaba

atendiendo a otros, y yo sabía que era ahora o nunca. Me incline hacia ella.

"¿Hablas Inglés?"

Saltó en sorpresa y me miró. Era mayor de lo que esperaba, su edad, inteligente

ocultada por el maquillaje. Sus ojos azules me evaluaron rápidamente,

reconociéndome como una Dhampir. "Sí," dijo con cautela. Incluso esa unica

palabra llevaba un fuerte acento.

"Estoy buscando un pueblo. . . una ciudad donde muchos dhampirs viven, en

Siberia. ¿Sabes de lo que estoy hablando? Tengo que encontrarlo. “

Una vez más, estudió conmigo, y yo no pude leer su expresión. Ella podría

haber sido un guardián por todos lo que reveló su rostro. Tal vez se había

entrenado en un momento en su vida.

"No", dijo sin rodeos. "Olvídalo". Se dio la vuelta, su mirada de nuevo en el

camarero mientras este le hacía alguien más un cóctel azul adornada con

cerezas.

Le toque el brazo. "Tengo que encontrarlo. Hay un hombre. . ". Me ahogue en la

palabra. Ahí va mi genial interrogatorio. Sólo de pensar en Dimitri hacia que mi

corazón palpitara en mi garganta. ¿Cómo podría yo explicárselo a esta mujer?

Que yo estaba siguiendo una larga pista, buscando al hombre que yo más

amaba en el mundo, un hombre que se había convertido en stigoi y a quien

ahora necesita matar? Incluso ahora, podía imaginar perfectamente la calidez

de sus ojos marrones y la forma en sus manos solían tocarme. ¿Cómo podría

hacer lo que me había tomado cruzar un océano para hacer?

Concéntrate, Rose. Concéntrate.

La mujer Dhampir me miró. "No vale la pena", dijo, confundiendo el

significado. Sin duda, ella pensó que yo era una muchacha enferma de amor,

persiguiendo a algún novio, lo que, en cierta manera era. "Eres demasiado

joven... no es demasiado tarde para que puedas evitar todo eso. "Su cara podría

haber sido impasible, pero había una tristeza en su voz. "Ve a hacer algo más

con tu vida. Mantente lejos de ese lugar. "Sabes dónde está!", Exclamé,

explicando también que yo no iba allí para ser una blood whore. -Por favor,

tienes que decirme. Tengo que llegar! "

"¿Hay algún problema?"

Tanto ella como nos volvimos y miramos la cara dura de uno de los guardianes.

Maldición. La mujer Dhampir tal vez no era su prioridad principal, pero

habrían notado si alguien la acosaba. El guardián era sólo un poco mayor que

yo, le di una dulce sonrisa. Puede que estuviera desgarrándome el vestido como

esta otra mujer, pero yo sabía que mi falda corta hacia grandes cosas por mis

piernas. Sin duda, incluso un guardián no era inmune a eso? Bueno, parece que

lo era. Su dura expresión mostró que mis encantos no estaban funcionando.

Aun así, pensé en podría probar mi suerte con él también en conseguir

información.

"Estoy tratando de encontrar un pueblo en Siberia, un pueblo donde lo

dhampirs viven. ¿Lo conoces? “Él no parpadeó. "No." Maravilloso. Ambos

estaban haciéndose los difíciles. "Sí, bueno, tal vez tu jefe lo sepa?" Le pregunté

modestamente, esperanzada en sonar como una aspirante a blood whore. Si lo

dhampirs no querían hablar, tal vez uno de los Moroi lo haría. "Tal vez él quiera

compañía y hablar conmigo".

"Él ya tiene compañía," el guardián respondió de manera uniforme. “No

necesita nada más." Mantuve la sonrisa. "¿Estás seguro?" yo susurre. "Tal vez le

debiéramos preguntar." "No", respondió el guardián. En esa única palabra,

escuché el reto y la orden. Atrás. No dudaría en tomar a nadie que él

consideraba una amenaza para su amo, incluso una humilde chica Dhampir.

Consideré presionar un poco más sobre mi caso, pero rápidamente decidí

seguir la advertencia y retroceder.

Le di un indiferente encogimiento de hombros. "Su pérdida".

Y sin otras palabras, regrese casualmente a mi mesa, como si el rechazo no fue

gran cosa.

Todo el tiempo contuve la respiración, casi esperando que el guardián me

sacara del club por mi cabello.

Eso no sucedió. Sin embargo, al momento que cogía mi abrigo y dejaba algo de

dinero sobre la mesa, lo vi mirando me, con ojos cautelosos y calculadores.

Dejé el nightingale con ese mismo aire despreocupado, dirigiéndome hacia la

calle ocupada. Era un sábado por la noche, y había un montón de otros clubes y

restaurantes cerca. Fiesteros llenaban las calles, algunos vestidos tan

elegantemente como los usuales en el nightingale, otros eran de mi edad y

vestidos de ropa de casual. Filas se prolongaban a las afueras de los clubes,

música dance demasiado fuerte y pesada por el bajo. Restaurantes con Fachada

de cristal mostraban elegantes comensales y ricas mesas. Mientras caminaba

entre la multitud, rodeada de conversación en Ruso, me resistí el impulso de

mirar detrás. No quería plantear cualquier sospecha si ese Dhampir estaba

viendo.

Sin embargo, cuando di la vuelta a una calle tranquila que era un atajo de

regreso a mi hotel, pude oír el suave sonido de los pasos. Al parecer había

despertado la suficiente alarma para que el guardián decidiera seguirme.

Bueno, no había manera de que me iba a dejar atrapar. Yo podría ser más

pequeña que él-y tener vestido y zapatos de tacón, pero había peleado con

muchos hombres, incluyendo Strigoi. Podía manejar a este tipo, sobre todo si

utilizaba el elemento de sorpresa. Después de caminar por este barrio durante

algún tiempo, conocía sus vueltas y revueltas. Así que cogí mi ritmo y seguí

unas cuantas curvas, una de ellas me llevó a un oscura y desierto callejón.

Temerosa, sí, pero un buen lugar para una emboscada. En silencio me safe de

mis tacones altos. Eran negros con correas de cuero, pero no eran ideales para

una pelea, a menos que planeara en picarle el ojo alguien con un tacón. En

realidad, no era una mala idea. Pero aun no estaba tan desesperada. Sin ellos el

pavimento estaba frío por debajo de mis pies descalzos, ya que había llovido

antes durante el día.

No tuve que esperar mucho. Unos momentos más tarde, escuché los pasos y vi

la sombra de mi perseguidor aparecer en el suelo, emitida por la vacilante luz

de una farola en la carretera adyacente.

Mi acosador se detuvo, sin duda, búscandome. En serio, pensé, este tipo era

descuidado.

Ningún guardián en búsqueda habría sido tan evidente. Tendría que haberse

movido sigilosamente y no revelarse tan fácil. Tal vez el entrenamiento de

guardián aquí en Rusia no era tan bueno como en el que yo había crecido. No,

eso no podía ser verdad. No con la forma en que Dimitri había eliminado a su

enemigos. Le llamaban un dios en la Academia.

Mi perseguidor tomó unos pasos más, y fue cuando hice mi movimiento. Salté,

con los puños listos.

"Muy bien", exclamé. "Yo sólo quería hacer algunas preguntas, así que dé

marcha atrás o bien-"

Me quedé helada. El guardián del club no estaba allí.

Era una humana.

Una chica, no mayor que yo. Era de mi estatura, con cabello corto rubio oscuro

y abrigo azul marino que parecía caro. Debajo de este, pude ver pantalones de

vestir agradable y botas de cuero que parecía tan caros como el abrigo. Más

sorprendente aún fue que la reconocí. La había visto dos veces en el

nightingale, hablando con los hombres Moroi. Había asumido que era

solamente otra de las mujeres con las que les gustaba coquetear y con prontitud

dejaban. Después de todo, ¿qué ayuda era una humana para mí? Su rostro

estaba cubierto en parte por la sombra, pero incluso en poca luz, pude ver su

molesta expresión. Eso no era exactamente lo que yo esperaba. "Eres tú, ¿no es

así?", Preguntó. Me asombre más. Su inglés era tan estadounidense como el

mío. "Tú eres la que ha estado dejando a la cadena de cuerpos de Strigoi

alrededor de la ciudad. Te vi en el club esta noche y sabía que tenías que ser tú.

"

"Yo. . . "No hay palabras en mis labios. No tenía idea de cómo responder. Una

humana hablando casualmente sobre Strigoi? Era inaudito. Esto era casi igual

de sorprendente que el de encontrar a un strigoi aquí. Nunca había

experimentado algo como esto en mi vida. Ella no parecía preocuparse por mi

estado de sorpresa.

"Mira, no puedes hacer eso, ¿de acuerdo? ¿Sabes la molestia que es para mí para

hacer frente a eso?

Esta pasantía es ya bastante mala sin ti haciendo un lío. La policía encontró el

cuerpo que dejaste en el parque, sabes. Ni siquiera puedes imaginar lo que tuve

que hacer para cubrirlo".

"¿Quién. . . ¿quién eres? "Le pregunté al fin. Es cierto. Yo había dejado un

cuerpo en el parque, pero, qué era lo que se supone que debía hacer? Arrástralo

de regreso a mi hotel y decirle al botones que mi amigo había bebido

demasiado?

"Sydney", dijo la muchacha con cansancio. "Mi nombre es Sydney. Soy el

Alquimista asignado aquí ".

"¿El qué?"

Ella suspiró, y yo estaba bastante seguro de que ella puso ojos de asombro. "Por

supuesto. Eso explica todo ".

"No, no realmente", le dije, finalmente recuperando mi compostura. "De hecho,

creo que eres tú la que tiene que dar muchas explicaciones. "

"Una actitud también. ¿Eres una especie de prueba que enviaron para mí? ¡Oh, .

Eso es!. "

Ahora me empezaba a enojar. No me gustaba ser burlada. Ciertamente no le

gustaba ser burlada por una humana que hacía parecer sonar que el que yo

matara Strigoi era una cosa mala.

"Mira, yo no sé quién eres ni cómo sabes de esto, pero no voy a quedarme aquí

y "

La Náusea regreso y me puso tensa, mi mano de inmediato fue por la estaca de

plata que guardaba en mi bolsillo de la chaqueta. Sydney todavía llevaba esa

expresión molesta, pero se mezclaba con confusión ahora con el abrupto cambio

en mi postura. Era observadora, se lo reconocía.

"¿Qué pasa?", Preguntó.

"Vas a tener otro cuerpo que atender", le dije, al mismo tiempo que el Strigoi la

atacó.

CAPITULO 2

Traducido por Nissie.

Ir tras de ella en lugar fue equivocado por parte de la Strigoi. Yo era la

amenaza, debería haberme neutralizado primero. Nuestra posición había

puesto a Sydney en su camino, por lo cual tenía que eliminarla antes de poder

llegar a mí. La agarró del hombro, tirando hacia él. Era rápido .ellos siempre lo

eran, pero yo estaba en mi juego esta noche.

Una patada lo dejó contra la pared de un edificio vecino y liberó a Sydney de su

alcance. Gruñó al impacto y cayó al suelo, aturdido y sorprendido. No era fácil

salir del alcance de un strigoi, no con sus rayos-reflejos rápidos. El abandono de

Sydney, y centró su atención en mí, ojos de color rojo intenso y los labios hacia

atrás para mostrar sus colmillos. Lo esquive y el intento un golpe pero lo volví a

esquivar. Su siguiente golpe me agarró por el brazo, y me encontré, apenas mi

equilibrio. Mi estaca aun se sujetaba de mi mano derecha, pero necesitaba una

apertura hacia su pecho. Un Strigoi inteligente hubiera evitado un ángulo de

una manera que fuera a su corazón. Este tipo sólo estaba haciendo un trabajo

regular, y si pudiera seguir con vida lo suficiente, probablemente conseguiría

una apertura.

En ese momento Sydney se acercó y lo golpeó en la espalda. No fue un golpe

muy fuerte, pero lo asustó. Era mi apertura. Corrí tanto como pude echándole

encima todo mi peso. Mi estaca le atravesó el corazón mientras chocaba contra

la pared. Era tan simple como eso. La vida-o vida de los no muertos- lo que sea,

se perdió . Dejó de moverse. Tiré de mi estaca una vez que me asegure de que

estaba muerto y vi su cuerpo desplomarse en el suelo.

Al igual que con todos los Strigoi que había matado últimamente, tuve una

momentánea sensación surrealista. ¿Qué pasaba si hubiera sido Dimitri? Traté

de imaginar la cara de Dimitri en este Strigoi, trate de imaginarlo yaciendo ante

mí. Mi corazón se retorció en mi pecho. Por una fracción de segundo, la imagen

estaba allí. Y después se había ido. Este solo fue un Strigoi al azar.

Pronto me sacudí la desorientación y me recordé que tenía cosas importantes

de las cuales preocuparme por aquí. Tenía que ver por Sydney. Incluso con una

humana, mi naturaleza de protección no podía dejar de

salir a relucir "¿Estás bien?"

Ella asintió, pareciendo temblorosa sacudida, pero sin heridas. "Buen trabajo,"

ella dijo. Parecía como si fuera por forzada para parecer confiada. "Nunca he...

En realidad nunca he visto uno de ellos asesinados. . . ".

No me podía imaginar porque debía de haberlo visto, pero entonces, no me

explicaba como ella sabía de estas cosas en primer lugar. Parecía que estaba en

shock, así que la tomó del brazo y empecé a conducirla lejos de allí. "Vamos,

vamos a donde hay más gente". Strigoi rondando cerca del Nightingale no era

una idea tan descabellada. ¿Qué mejor lugar para acechar a un Moroi que en

uno de sus lugares de reunión? Aunque, era de esperarse que la mayoría de los

guardias tendrían el suficiente sentido de mantener sus cargos de fueran de

callejones como este.

La sugerencia de la huida permitió a Sydney salir de su aturdimiento. "¿Qué?",

Exclamó. "Lo vas a dejar a él también aquí?”

Tiré mis manos hacia el aire. "¿Qué esperas que haga? Creo que tal vez puedo

moverlo detrás de esos botes de basura y

luego dejar que el sol lo incinere. Eso es lo que usualmente hago. "

"Correcto. ¿Y si alguien se presenta para sacar la basura? O sale de uno de esas

puertas? "

"Bueno, difícilmente lo puede arrastrar. O prenderle fuego. Una barbacoa de

vampiro tiende atraer un poco de atención, ¿no te parece? "

Sydney, sacudió la cabeza con exasperación y se acercó al cuerpo. Hizo una

mueca mientras miró al Strigoi y metía su mano en su bolso de cuero de gran

tamaño. De este saco un pequeño frasco. Con un movimiento hábil, vertió el

contenido del frasco sobre el cuerpo y luego rápidamente

dio un paso atrás. Cuando las gotas habían golpeado al cadáver, humo amarillo

comenzó a salir. El humo lentamente se esparció, extendiéndose

horizontalmente en lugar de vertical, hasta que en capullo a el Strigoi

completamente. Entonces se contrajo, hasta que no fue nada más que una pelota

del tamaño de un puño. En unos pocos segundos, el humo desapareció por

completo, dejando un montón de polvo inocua detrás.

"De nada", dijo Sydney rotundamente, todavía dándome una mirada de

desaprobación.

"¿Qué demonios fue eso?", Exclamé.

"Mi trabajo. ¿Puedes por favor, llámame la próxima vez que esto suceda? "Ella

comenzó a alejarse.

"¡Espera! No puede llamarte, no tengo idea de quién eres. "

Ella miró hacia atrás y se quito su pelo rubio de la cara. "¿Vamos? No estás

hablando en serio verdad? Pensé que a todos les enseñaban sobre nosotros

cuando se graduaban.

"Oh, bien. Es gracioso. . . porque no me gradué. “

Los ojos de Sydney se abrieron aun mas. " Mataste a una de esas. . Cosas. . .

pero nunca te graduaste?

Me encogí de hombros, y ella se quedó en silencio durante varios segundos.

Por último, suspiró de nuevo y dijo: "Creo que tenemos que hablar".

Reunirme con ella tuvo que ser la cosa más extraña que me había sucedido

desde que llegue a Rusia. Yo quería saber por qué ella pensaba que debería

estar en contacto con ella y cómo había disuelto el cadáver del strigoi. Y al

tiempo en que volvíamos a calles ocupadas y dirigiéndonos a una cafetería que

a ella le gustaba, se me ocurrió que si ella sabía sobre el mundo Moroi, podría

haber una oportunidad en que ella también supiera dónde estaba la aldea de

Dimitri.

Dimitri. Allí estaba de nuevo, haciéndose estallar de nuevo en mi mente. No

tenía idea de si realmente rondaría cerca de su ciudad natal, pero yo no tenía

nada más a donde seguir a este punto. Una vez más, esa sensación extraña

vino hacia mí. Mi mente ponía la cara de Dimitri sobre la de ese Strigoi que

acababa de matar: piel pálida,

ojo con anillos rojos. . . .

No, me dije con severidad. No te centres en eso todavía. No entres en pánico.

Hasta que me enfrenta el Strigoi Dimitri, yo ganare más fuerza al recordar al

Dimitri que amaba, con los ojos de color marrón oscuro, las manos cálidas,

feroz abrazo. . . .

"¿Estás bien. . . um, cualquiera que sea tu nombre? "

Sydney me miraba extrañamente, y me di cuenta de que habíamos llegado a un

alto frente a un restaurante. No sabía qué aspecto yo llevaba en mi cara, pero

debió haber sido suficiente para elevar su atención. Hasta ahora, mi impresión

de cuando caminamos había sido que quería hablar conmigo lo menos posible.

"Sí, sí, bien", le dije bruscamente, poniendo cara de guardián. "Y yo soy Rose.

¿Es es el lugar? "

Lo era. El restaurante era brillante y alegre, aunque muy lejos de la opulencia

del nightingale.

Nos deslizamos en una sillón de cuero negro-y me refiero de cuero plástico

falso - y estaba encantada de ver que en menú había comida tanto

estadounidenses como rusa. Las listas estaban traducidas al inglés, y casi me caí

la baba cuando vi el pollo frito. Me estaba muriendo de hambre después de no

comer en el club, y el pensamiento de la carne frita era un lujo, después de

semanas de platillos de McDonald's.

Una camarera llegó, y Sydney ordenó en ruso fluido, mientras que yo solo

señale al menú. Huh. Sydney estaba llena de sorpresas. Teniendo en cuenta su

actitud dura, yo esperaba que me interrogara de inmediato, pero cuando la

camarera se fue, Sydney se mantuvo callada, simplemente jugando con la

servilleta y evitando contacto visual. Fue tan extraño. Definitivamente, ella

estaba incómoda a mí alrededor. Incluso con la mesa, entre nosotros, era como

que si pudiera alejarse lo suficiente. Sin embargo, su indignación de antes no

habían sido fingida, y parecía decidía a que yo siguiera las cualquiera que

fueran las reglas que ella seguía.

Bueno, podría haber estado jugando tímida, pero yo no dudaba al tocar temas

incómodos. De hecho, era mi especie marca personal.

"Entonces, ¿estás lista para decirme quién eres y qué está pasando?"

Sydney, levantó la vista. Ahora que estábamos en una luz más brillante, pude

ver que tenía los ojos marrones. También noté que tenía un tatuaje interesante

en la mejilla izquierda. La tinta parecía de oro, algo que nunca había visto antes.

Se trataba de un elaborado diseño de flores y hojas, y solo era realmente visible

cuando inclinaba la cabeza en ciertas maneras para que el oro se reflejara en la

luz.

"Ya te lo dije," ella dijo. "Soy un alquimista".

Y yo te dije, que no sé lo que es eso. ¿Es una palabra Rusa?" No sonaba como

una.

Una media sonrisa se dibujaba en sus labios. "No. Supongo que nunca has oído

hablar de la alquimia tampoco? "

Sacudí la cabeza, y ella apoyó su barbilla con la mano, los ojos mirando a la

mesa otra vez. Tragó saliva, como si estuviera preparándose, y luego un

torrente de palabras salió. "En

la Edad Media, existían personas que estaban convencidas de que si se

encontraban la correcta fórmula o magia, podrían convertir el plomo en oro.

Como era de esperarse, no podían. Esto no impidió que siguieran persiguiendo

todo tipo de cosas místicas y sobrenaturales, y eventualmente si encontraron

algo mágico. "Ella frunció el ceño. "Vampiros".

Me acordé de mis clases de historia Moroi. La Edad Media fue cuando

realmente nuestra gente comenzó alejarse de los seres humanos, escondiéndose

y manteniéndose a ellos mismos. Ese fue el momento en que los vampiros

realmente se convirtieron en mito a lo que se refiere el resto del mundo, e

incluso a los Moroi

se les considero como monstruos de valor para cazar.

Sydney verifico mis pensamientos. "Y fue entonces cuando los Moroi

comenzaron alejarse. Tenían su magia, pero los seres humanos están

comenzando a superarlos en número. Todavía lo hacemos. "Eso casi trajo una

sonrisa a su rostro. Algunos Moroi tienen problemas para concebir, mientras

que los humanos parecen tenerla demasiado fácil. "Y los Moroi hicieron un

acuerdo con los alquimistas. Si los alquimistas ayudaban a los Moroi y

dhampirs para mantener a sus sociedades en secreto de los seres humanos, la

Moroi nos daría esto. "Ella tocó el tatuaje de oro." ¿Qué es eso?", Le pregunté.

"Quiero decir, aparte de lo obvio". Ella lo acarició suavemente con los dedos y

no se molestó en ocultar el sarcasmo cuando hablaba.

"Mi ángel de la guarda. Es realmente de oro y "-hizo una mueca y dejó caer la

mano-" sangre Moroi, encantada con agua y tierra. "

"¿Qué?" Mi voz salió demasiado alta, y algunas personas en el restaurante se

volvieron hacia mí.

Sydney siguió hablando, con un tono mucho más bajo y muy amargo.

"No estoy emocionada al respecto, pero es nuestra" recompensa "por ayudarlos

a ustedes. El agua y la tierra se unen a nuestra piel y nos dan los mismos rasgos

que los Moroi tienen, bueno, un solo un par de ellos. Yo casi nunca me enfermo

y vivire una vida larga ".

"Creo que suena bien", le dije con incertidumbre.

"Quizás para algunos. No tenemos otra opción. Esta «carrera» es una cosa de

familia-que se transmite.

Todos tenemos que aprender sobre Moroi y dhampirs. Trabajamos con

conexiones entre los seres humanos que nos permiten cubrirles desde que

podemos movernos libremente. Tenemos trucos y técnicas para deshacernos de

los cuerpos de Strigois -como la poción que viste. A cambio, sin embargo,

queremos permanecer al margen de ustedes tanto como podamos, por lo cual a

la mayoría de dhampirs no se les dice acerca de nosotros hasta que se gradúen.

Y a los Moroi casi nunca. "Ella se detuvo abruptamente. Supuse que la lección

había terminado.

La cabeza me daba vueltas. Nunca considere algo como esto, espera o Si? La

mayoría de mi educación había hecho hincapié en los aspectos físicos de ser un

guardián: vigilancia, combate, etc.

Sin embargo, de vez en cuando había oído vagas referencias de aquellos en el

mundo humano, que ayudarían a ocultar a un Moroi o sacarlos de las

situaciones extrañas y peligrosas. Yo nunca había pensado mucho acerca de ello

u oído sobre el término Alquimista. Si me hubiera quedado en la escuela, tal

vez lo habría hecho.

Esto probablemente no era una idea que debería haber sugerido, pero mi

naturaleza no podía evitarlo. "¿Por qué mantener el encanto para ustedes? ¿Por

qué no compartirlo con el mundo de los humanos? "

"Porque hay un elemento adicional a su poder. Este nos impide hablar de su

clase en una manera que los pongan en peligro o los exponga a ellos.

Un encanto que los detiene de hablar. . . sonaba sospechoso, a compulsión.

Todos los Moroi podía utilizar un poco de compulsión, y la mayoría podría

poner algo de su magia en objetos para darles ciertas propiedades. La magia

Moroi había cambiado con los años, y la compulsión se consideraba

como algo inmoral ahora. Suponía que este tatuaje era viejo, un viejo hechizo

que había descendido

a través de los siglos.

Me repite el resto de lo que Sydney había dicho, más preguntas dando vueltas

en mi cabeza. "¿Por qué. . . por qué quieres mantenerte alejada de nosotros?

Quiero decir, no es que yo esté buscando convertirme en tu mejor amiga o

algo por el estilo. . . ".

"Porque es nuestro deber para con Dios, para proteger al resto de la humanidad

de criaturas malignas de la noche."

Distraídamente, su mano se fue a su cuello. Que estaba cubierto sobre todo por

la chaqueta, pero que mostraba brevemente una cruz de oro.

Mi reacción inicial fue de malestar, ya que no era muy religiosa. De hecho,

nunca estuve totalmente a gusto con los que eran muy creyentes. Treinta

segundos más tarde, el impacto del resto de sus palabras se hundió.

"Espera un minuto", exclamé, indignado. "¿Estás hablando de todos nosotros-

dhampirs y Moroi? Todos somos criaturas malignas de la noche? “Sus manos se

alejaron de la cruz, y ella no respondió.

"No somos como lo Strigoi", yo respondí.

Su rostro se mantuvo suave. "Moroi beben sangre. Dhampirs son sus

descendientes no naturales y de humanos. "

Nadie me había llamado antes de antinatural, a excepción de la vez que pulse

salsa kétchup en un taco. Pero en serio, ya no había salsa, ¿qué otra cosa podía

hacer? "Moroi y dhampirs no son malvados ", le dije a Sydney. "No como los

Strigoi".

"Hey, eso no es lo que yo-"

La comida llegó justo entonces, y el pollo frito fue suficiente para distraerme de

la indignación de ser comparado con un strigoi. Sobre todo lo que hizo fue

retrasar mi respuesta a sus pretensiones, y entonces mordí la corteza dorada y

me derretí allí.

Sydney había ordenado una hamburguesa con queso y papas fritas y mordía

los alimentos con delicadeza.

Después de terminarme una pierna de pollo entera, finalmente fui capaz de

reanudar la discusión. "No somos

como los Strigoi en absoluto. Los Moroi no matan. No tienes por qué tener

miedo de nosotros. "De nuevo, no estoy interesado en suavizar las relaciones

entre seres humanos. Ninguno de mi clase lo estaba, no con la manera en que

los humanos tendían a ser felices y dispuestos a experimentar con todo lo que

no entendían.

"Cualquier ser humano que aprende acerca de ustedes, inevitablemente,

aprender acerca de los Strigoi", dijo. Ella estaba jugando con sus papas fritas,

pero sin comerlas en realidad.

"Conocer sobre los Strigoi podría permitir a los seres humanos protegerse, sin

embargo." ¿Por qué diablos estaba

jugando el papel de abogado del diablo aquí?

Terminó de jugar con una fritura y la dejó caer en el plato. "Tal vez. Pero hay un

montón de

personas que estarían tentados por la idea de la inmortalidad, incluso al costo

de servir a Strigoi

a cambio de ser convertidos en criaturas del infierno. Te sorprenderías de cómo

muchos humanos responden cuando se enteran de los vampiros. La

inmortalidad es muy atractiva- apesar del mal que lleva con él. Una gran

cantidad de humanos que aprenden sobre Strigoi tratará de servirles, con la

esperanza de que algún día los conviertan. "

"Eso es una locura-, me detuve. El año pasado, habíamos descubierto evidencia

de ayudar que humanos ayudaban a Strigoi. Ellos no podía tocar una estaca de

plata, pero los humanos si, y algunos habían utilizado las estacas

para acabar con las guardias puestas por Moroi. Esos seres humanos habían

sido prometidos con inmortalidad?

"Y así," dijo Sydney, "por eso es mejor que simplemente nadie sepa de ninguno

de ustedes. Estás ahí, todos ustedes-y no hay nada que hacer al respecto. Haces

tú parte para deshacerse de los Strigoi, y nosotros hacemos la nuestra y

salvamos al resto de mi clase ".

Me mordí un ala de pollo y contuve el significado implícito de que estaba

salvando a los de su clase de gente como yo. En cierto modo, lo que decía tenía

sentido. Podía admitir que era necesario que alguien dispusiera de los cuerpos

de los strigoi. Humanos que trabajan con Moroi era ideal. Estas personas serían

capaces de moverse libremente en todo el mundo, sobre todo si tenían los

contactos y conexiones que ella decía tener.

Me quedé inmóvil, recordando mis primeros pensamientos cuando había

llegado junto con Sydney. Me obligué a tragar y luego tome un trago de agua.

“Tengo una pregunta. ¿Tienes contactos en toda Rusia? “

"Desafortunadamente", dijo. "Cuando los alquimistas cumplimos 18 años,

somos enviados a una pasantía para obtener experiencia de primera mano en el

comercio de conexiones. Hubiera preferido quedarme en Utah”.

Eso fue más loco que le me había dicho antes, pero no la forcé. "¿Qué clase de

conexiones tienes exactamente?”

Ella se encogió de hombros. "Hacemos un seguimiento de los movimientos de

una gran cantidad de Moroi y dhampirs. También conocemos a funcionarios

gubernamentales de alto rango-entre los seres humanos y Moroi. Si ha habido

un avistamiento entre los seres humanos, por lo general podemos encontrar a

alguien importante que puede pagar a alguien de lo que sea o por lo que sea. . .

. Todo se esconde bajo la alfombra”.

Seguir los movimientos de una gran cantidad de Moroi y dhampirs. Me apoyé

cerca y baje mí de voz. Todo parecía depender de este momento.

"Estoy buscando un pueblo. . . un pueblo de dhampirs en Siberia. No sé su

nombre. "

Dimitri sólo había mencionado su nombre una vez, y lo había olvidado. "Esta

algo cerca de. . . Om?

"Omsk", me corrigió.

Me incorporé. "¿Lo conoces?"

Ella no respondió de inmediato, pero sus ojos la traicionaron. "Tal vez".

"Lo conoces!", Exclamé. "Tienes que decirme dónde está. Tengo que llegar allí ".

Ella hizo una mueca. "¿Vas a ser. . . una de esas? "

Así que los alquimistas sabían sobre blood whores. No me sorprendí. Si Sydney

y sus colaboradores sabían

todo sobre el mundo de los vampiros, sabrían de esto también.

"No", dije con soberbia. "Sólo tengo que encontrar a alguien".

"¿Quién?"

"Alguien".

Eso casi la hizo sonreír. Sus ojos castaños estaban pensativos mientras comía

una papa frita.

Ella sólo le había dado dos mordidas a su hamburguesa y se enfriaba

rápidamente. Me hizo quererla comer en un principio.

"Ya vuelvo", dijo bruscamente. Se levantó y caminó hacia un rincón de la

cafetería. Saco un teléfono celular de esa bolsa mágica de ella, le dio la espalda a

la habitación e

hizo una llamada.

Había terminado mi pollo en ese momento y la ayudó con algunas de sus papas

fritas, ya que parecía que no haría nada con ellas. Mientras comía, reflexionaba

sobre las posibilidades delante de mí, preguntándome si encontrar la ciudad de

Dimitri sería realmente así de simple. Y una vez que estuviera allí. . . sería más

simple entonces? ¿Estaría el allí, viviendo en las sombras y cazando presas?

Y cuando lo encarara, ¿podría realmente conducir mi estaca hacia su corazón?

Esa imagen no deseada vino a mí otra vez, Dimitri con los ojos rojos y -

"Rose?"

Parpadeé. Estaba fuera de este mundo, y Sydney había regresado. Ella se metió

de nuevo en su lugar en frente de

mí. "Así que, parece- hizo una pausa y miró hacia abajo. "¿Has comido algunas

de mis papas fritas?"

No tenía idea de cómo lo sabía, ya que había aun muchas. Yo apenas las había

probado. Calculando que el robar papas fritas contaría como una prueba más

de ser una malvada criatura de la noche, simplemente le dije, "No."

Ella frunció el ceño un momento, considerándolo, y luego dijo: "Sé donde esta

ciudad. He estado allí antes. "

Me incorporé. Maldición. Esto en realidad iba a suceder, después de todas estas

semanas de búsqueda. Sydney, me daría donde estaba este lugar, y yo podría ir

y tratar de cerrar este capítulo horrible en mi vida.

"Gracias, muchas gracias-"

Ella levantó una mano para silenciarme, y entonces me di cuenta de lo

miserable que se veía.

"Pero no voy a decir dónde está."

Mi boca abierta. "¿Qué?"

"Te voy a llevar yo misma."

CAPITULO 3

TRADUCIDO POR NISSIE

Espera-¿QUÉ? ", Exclamé.

Eso no estaba en el plan. Eso no estaba para nada en el plan. Yo estaba tratando

de moverme a través de Rusia en lo mas de incógnito posible. Además, en

realidad no gustaba la idea de tener alguien tras mis talones – en lo particular

alguien que parecía odiarme. No sabía cuánto tiempo me tomaría en llegar a

Siberia -un par de días, pensé- y no podía imaginar pasarlos escuchando a

Sydney hablar de lo poco natural y malvada que era yo.

Tragando mi indignación, intente razonar. Después de todo, yo estaba pidiendo

el favor aquí. "Eso no es necesario ", le dije, forzando una sonrisa. "Es amable de

ti ofrecerte, pero no quiero causarte molestias. “

"Bueno", respondió secamente, "no hay nada de eso. Y no es que yo sea

agradable. Ni si quiera es mi elección. Es una orden de mis superiores ".

"Todavía suena como una molestia para ti. ¿Por qué no solo me dices dónde

está y te olvidas de lo demás?

"Obviamente no conoces a la gente para quien trabajo".

"No es necesario. Ignoro la autoridad todo el tiempo. No es difícil una vez te

acostumbras a ello ".

"¿Sí? ¿Cómo está funcionando para ti en la búsqueda de este pueblo? ",

Preguntó irónicamente. "Mira si quiere llegar allí, esta es la única manera”.

Bueno, era la única manera de llegar si utilizaba a Sydney para obtener

información. Aun podía volver acechar el Nightingale. . . pero me había tomado

tanto tiempo conseguir una ventaja.

Mientras tanto, ella estaba aquí en frente de mí con la información que

necesitaba.

"¿Por qué?", Le pregunté. "¿Por qué tienes que ir también?"

"No puedo decírtelo. Es secreto: Me lo ordenaron. “

Genial. La mire, tratando de averiguar lo que estaba pasando aquí. ¿Por qué

alguien quien deja en manos humanas el mundo Moroi le interesaría de donde

estaba una adolescente Dhampir? No creí que Sydney tuviera otras intenciones,

a menos que fuera muy buena actriz. Aun así,

claramente la gente a la que respondía tenía una agenda, y no me gustaba jugar

en el plan de nadie.

Al mismo tiempo, estaba ansiosa de seguir adelante con esto. Cada día que

pasaba era otro en el que no encontraba a Dimitri.

"¿Qué tan rápido podemos partir?" Le pregunte finalmente. Sydney, era solo un

inicio. No demostrado ninguna capacidad de búsqueda antes. Seguramente no

sería tan difícil de su abandonarla, una vez que estuviéramos lo suficientemente

cerca de la ciudad de Dimitri.

Se Miraba decepcionada de mi respuesta, casi como si hubiera esperado que lo

rechazara y así estaría libre de esto. Ella no quería venir conmigo más de lo que

yo quería que ella lo hiciera.

Abriendo su bolso, sacó su teléfono celular una vez más, hablo con alguien por

un par de minutos, y finalmente obtuvo algunos horarios de tren. Ella me

mostró el plan para el día siguiente.

"¿Te sirve?"

Estudié la pantalla y asentí. "Yo sé dónde está esa estación. Puedo estar allí ".

"Bien." Se levantó y echó algo de dinero sobre la mesa. "Nos vemos mañana."

Comenzó alejarse y luego miró hacia mí. "Oh, y puedes tener el resto de mis

papas".

Cuando llegué por primera vez a Rusia, me quedé en albergues juveniles. Sin

duda tenía el dinero para quedarse

en otros lugares, pero quería permanecer fuera del radar. Además, no lujos no

eran lo primordial en mi mente. Cuando empecé a ir al Nightingale, me

encontré que no podía regresar a una casa de huéspedes con mochilas, mientras

que yo vestía ropa de diseñador.

Así que ahora me aloja en un hotel de lujo, con tipos que siempre sostenían las

puertas abiertas y un vestíbulo con piso de mármol. Ese lobby era tan grande

que creo que un albergue entero podía caber en él. Tal vez dos albergues. Mi

habitación era grande y demasiado exagerada, y estaba agradecida de llegar a

ella y quitarme los tacones y el vestido. Me di cuenta con una pizca de

remordimiento que tendría que dejar atrás los vestidos que había comprado en

San Petersburgo. Quería mantener mi equipaje ligero mientras atravesaba el

país, e incluso si mi mochila era grande, no había mucho que pudiera llevar. Oh

esta bien. Los vestidos le harían el día alguna empleada de limpieza. El único

adorno que realmente necesitaba era mi Nazar, un colgante que parecía un ojo

azul. Había sido un regalo de mi madre, que a su vez había sido un regalo de

mi padre. Siempre lo llevaba alrededor de mi cuello.

Nuestro tren hacia Moscú partió al final de la mañana, y después abordaríamos

un tren transnacional a Siberia. Quería estar bien descansada y lista para todo.

Una vez en mi pijama, me acurruqué en la cama y espere que el sueño llegara

pronto. En cambio, mi mente giraba con todas las

cosas que habían ocurrido recientemente. La situación Sydney fue un giro

extraño, pero que yo podría manejarlo. Mientras nos mantuvimos en transporte

público, no podría llevarme en las garras de sus misteriosos superiores. Y sobre

lo que había dicho acerca de nuestro tiempo de viaje, tomarían sólo un par de

días más para llegar a la aldea. Dos días parecían demasiado largos e

increíblemente cortos.

Eso significaba que bien podría confrontar a Dimitri, en unos pocos días. . . ¿Y

luego qué? ¿Podría hacerlo?

¿Me atrevería a matarlo? Y aun cuando decidiera que podría, de hecho tendría

la habilidad para dominarlo? Las mismas preguntas que me había estado

preguntando por las dos últimas semanas siguieron rondando en mi cabeza una

y otra vez. Dimitri me había enseñado todo lo que sabía, y con mejorados

reflejos Strigoi, sería verdaderamente el Dios con el que siempre bromeaba. La

muerte era una real posibilidad para mí.

Pero el preocuparme no era muy útil ahora, mirando el reloj en la habitación,

descubrí que había estado despierta durante casi una hora. Eso no era bueno.

Tenía que estar en condiciones óptimas. Así que hice algo que sabía que no

debía hacer, pero que siempre conseguía que mi mente se alejara de

preocupaciones -En gran medida porque se trataba de estar en la mente de otro.

Deslizarme dentro de la cabeza de Lissa requiere sólo una pequeña cantidad de

mi concentración. No sabía si podría hacerlo cuando estábamos lejos, pero

descubrí que el proceso no era diferente que si estuviera de pie justo a mi lado.

Era ya tarde por la mañana de vuelta en Montana, y Lissa no tenía clases hoy,

ya que era sábado. En el tiempo que llevaba fuera, había trabajado muy duro

para levantar paredes mentales entre nosotras, casi puede bloquearla

completamente y a sus sentimientos. Ahora, dentro de ella, todas las barreras

estaban bajas, y sus emociones me llegaban como un maremoto. Estaba

enojado. Muy enojada.

"¿Por qué se cree que sólo puede tronar los dedos y hacerme ir a cualquier lugar

que ella quiera, en cualquier momento

que lo quiera?”Lissa gruñó.

"Porque ella es la reina. Y porque hiciste un pacto con el diablo”.

Lissa y su novio, Christian, estaban sentados en el ático de la capilla de la

escuela. Tan pronto como reconocí los alrededores, casi salto fuera de su cabeza.

Ambos habían tenido demasiados "romántico" encuentros aquí, y yo no quería

quedarme en caso de que la ropa saliera volando. Por suerte, o quizá no-sus

sentimientos me dijeron que no habría sexo hoy, no con su mal humor.

Fue una especie de ironía, en realidad. Sus papeles se invirtieron. Lissa era la

furiosa, mientras que

Christian se mantuvo sereno y tranquilo, tratando de aparentar tranquilidad

por ella. Se sentó en el suelo,

apoyado contra la pared, mientras ella se sentó frente a él, las piernas de el

separadas sus los brazos la rodeaban.

Apoyó su cabeza sobre su pecho y suspiró.

Durante las últimas semanas, he hecho todo lo que me ha pedido! 'Vasilisa, por

favor, muéstrale a estos miembros de la realeza el campus. "Vasilisa, por favor,

súbete a un avión este fin de semana para que yo pueda presentarte a algunos

funcionarios aburridos de la Corte. "Vasilisa, por favor se voluntaria para los

estudiantes más jóvenes. Se ve bien. "" A pesar de la frustración de Lissa, no

podía evitar divertirme. Imitaba la voz de la reina Tatiana a la perfección.

"Tu hubieras hecho esa última tarea de todos modos", señaló Christian.

-Sí. . . el punto es hacerlo yo. Odio que trate de imponer todo en mi vida

últimamente.

Christian se inclinó y la besó en la mejilla. "Como dije, hiciste un pacto con el

diablo. Eres su querida ahora. Quiere asegurarse de que la estás haciendo

quedar bien".

Lissa frunció el ceño. Aunque Moroi viven dentro de países humanos y estaban

sujetos a los mismos gobiernos, también eran gobernados por un rey o una

reina que venían de una de las doce Familias reales Moroi. La Reina Tatiana -

una Ivashkov- era la actual gobernante, y había tomado un particular interés en

Lissa, como último miembro con vida de la familia Dragomir. Como tal, Tatiana

había hecho un acuerdo con Lissa. Si Lissa vivía en la corte después de

graduarse de St. Vladimir, la reina se encargaría de que asistiera a la

Universidad de Lehigh en Pennsylvania. Lissa era una cerebrito y pensaba que

el vivir en

la casa de Tatiana valdría la pena al asistir a una semi-grande y prestigiosa

universidad, en lugar de las diminutas donde usualmente acuden los Moroi

(por razones de seguridad).

Como Lissa fue descubriendo, las ataduras a ese trato ya estaban en marcha

ahora.

"Y yo simplemente me siento y lo tomo," dijo Lissa. “Solo sonrió y digo Sí, su

majestad. Cualquier cosa que usted

desee, su majestad. “

"Entonces dile que el acuerdo se acaba. Tendrás dieciocho en un par de meses.

De la realeza o no, no estás bajo ninguna obligación. No la necesitas para asistir

a una escuela grande. Vamos a irnos, tú y yo.

Vamos a cualquier universidad que desees. O no vamos a la universidad.

Podemos huir a París o algo así y trabajar en un pequeño café. O vender mal

arte en las calles. “

En realidad, esto hizo reír a Lissa, y se arrimó más a Christian. "Correcto.

Totalmente puedo verte teniendo paciencia en esperar a la gente. Te

despedirian en tu primer día. Parece que la única manera en vamos a sobrevivir

es si voy a la universidad para mantenernos ".

"Hay otras maneras de llegar a la universidad, sabes."

"Sí, pero ninguna de son tan buenas", dijo con nostalgia. "No es tan fácil, por lo

menos. Esta es la única

manera. Sólo deseo poder tener todo esto y enfrentarme un poco a ella. Rose lo

haría ".

"Rose se habría hecho arrestar por traición la primera vez que Tatiana le pidiera

hacer algo”.

Lissa sonrió tristemente. -Sí. Ella lo habría hecho. "La sonrisa se convirtió en un

suspiro. "La extraño mucho."

Christian volvió a besarla. "Lo sé." Esta era una conversación familiar para ellos,

uno que nunca

envejecía, porque los sentimientos de Lissa para mí nunca se desvanecían. "Ella

est{ bien, sabes. Dondequiera que esté, est{ bien. “

Lissa miro perdidamente a la oscuridad del ático. La única luz provenía de una

vidriera que hacían parecer al lugar entero como un país de hadas. El espacio

había sido limpiado recientemente por Dimitri yo. Había sido sólo un par de

meses atrás, pero ya el polvo y las cajas se

acumulaban una vez más. El sacerdote de aquí era un buen tipo, pero una

especie de coleccionista de basura. Lissa no noto nada de esto. Todos sus

pensamientos estaban centrados en mí.

"Espero que sí. Me gustaría tener una idea sobre donde está. Sigo pensando que

si algo le pasara a ella, si ella-"Lissa no pudo terminar el pensamiento. "Bueno,

sigo pensando que yo lo sabría de alguna manera. Que lo sentiría. Me refiero, a

que sé que el lazo es solo en una dirección. . . nunca ha cambiado. Pero yo

tendría que saber si algo le pasara a ella, ¿verdad? “

"No sé", dijo Christian. "Tal vez. Tal vez no. "Cualquier otro chico habría dicho

algo más dulce y reconfortante, asegurándole que sí, que de hecho que lo

sabría. Pero era parte de la naturaleza de Christian el ser brutalmente honesto.

A Lissa le gustaba eso de él. Igual que a mí. No siempre lo hacia un amigo

agradable, pero al menos ya sabía que no te estaba dando por tu lado.

Ella suspiró de nuevo. "Adrian dice que está bien. El visita sus sueños. Daría

cualquier cosa por poder hacer eso. Mi curación es cada vez mejor y tengo la

cosa del ya un poco dominada. Pero no los sueños todavía”.

Saber que Lissa me extrañaba casi me dolía más que si ella me hubiera borrado

de su corazón. Yo nunca quise hacerle daño. La amaba como a una hermana y

no soportaba el saber que sufría por mi culpa ¿Cómo habían terminado las

cosas tan mal entre nosotros?

Ella y Christian continuaron sentados en cómodo silencio, aprovechando la

fuerza y el amor el uno del otro. Tenían lo que Dimitri y yo habíamos tenido, un

sentido de esa unidad y familiaridad en el cual las palabras no eran necesarias.

Él pasó los dedos por el cabello de ella, y aunque yo no podía verlo tan bien a

través de sus ojos, podía imaginar la manera en que el cabello claro que brillaba

en el arco iris de la luz de las ventanales. El removió varios mechones largos de

cabello detrás de la oreja de ella y después alzo su cabeza hacia atrás, llevando

sus labios a los suyos. El beso comenzó ligero y dulce y después poco a poco se

intensificó, el calor se extendiendose desde su boca a la de ella.

Uh-oh, pensé. Puede que sea el momento de salir después de todo. Pero ella lo

terminó antes de que yo tuviera que irme.

"ya es tiempo", dijo ella con pesar. "Tenemos que irnos."

La mirada en los ojos azules cristalinos de Christian, decía lo contrario. "Tal vez

este es el momento perfecto para enfrentarte a la reina. Deberías quedarte solo

aquí, sería una gran manera de construir un car{cter”.

Lissa le dio un codazo ligero y luego le beso la frente antes de levantarse. "Eso

es no es lo qué tu quieres que yo diga y no intentes jugar conmigo. "

Salieron de la capilla, y Christian murmuró algo sobre querer hacer algo más

que jugar que le valió otro codazo. Se dirigían hacia el edificio de

administración, que estaba en el corazón del campus. Aparte de las primeras

señales de primavera, todo parecía tal como la había dejado, al menos desde el

exterior. Los edificios de piedra permanecían grandes e imponentes. Los árboles

altos y antiguos continuaban vigilantes. Sin embargo, dentro de los corazones

de los trabajadores y estudiantes, las cosas habían cambiado. Todo el mundo

lleva cicatrices del ataque. Mucha gente había sido asesinada, y mientras que las

clases seguían funcionando otra vez, a todo el mundo aun estaba de duelo.

Lissa y Christian llegaron a su destino: el edificio de administración. Ella no

sabía el motivo de su convocatoria, sólo que Tatiana había querido que

conociera a un miembro de la realeza que acaba de llegar a la Academia.

Teniendo en cuenta cuántas personas Tatiana la obligaba a conocer

últimamente, Lissa no pensó demasiado en esto. Ella y Christian entraron en la

oficina principal, donde encontraron a la Directora Kirova sentada y

conversando con un Moroi ya de edad y una chica aparentemente de nuestra

edad.

"¡Ah, señorita Dragomir. Ahí está usted. “

Me había metido en problemas con Kirova mucho mientras había sido

estudiante, pero al verla me hizo sentir un poco de nostalgia. Ser suspendido

por iniciar una pelea en clase parecía mucho mejor que viajar a través de Siberia

para encontrar a Dimitri. Kirova tenía aun la misma apariencia dura que

siembre había tenido, los mismos lentes que se equilibraban al final de su nariz.

El hombre y la chica se levantaron, y Kirova señalo hacia ellos.

"Ellos son Eugene Lazar y su hija Avery. Kirova volvió hacia Lissa. "Ellos son

Vasilisa Dragomir y Christian Ozera".

Su mirada fue calculadora. Lazar era un apellido de la realeza, pero no era una

sorpresa ya que Tatiana había convocado esta sesión. Sr. Lazar le dio a Lissa

una amplia sonrisa y le estrechó la mano.

El parecía un poco sorprendido de conocer a Christian, pero mantuvo la

sonrisa. Por supuesto, ese tipo de reacción de

no era tan inusual para Christian.

Las dos maneras de convertirse en Strigoi eran por elección o a la fuerza. Un

Strigoi podría convertir a otra persona

-Moroi, humanos, o Dhampir bebiendo de su sangre y dando a su vez sangre

de Strigoi a ellos. Eso era lo que había sucedido con Dimitri. La otra forma de

convertirse en Strigoi era exclusiva para los Moroi-y era por elección propia.

Los Moroi que eligieran deliberadamente matar a una persona bebiendo de su

sangre también eran convertidos en Strigoi. Por lo general, los Moroi solo

bebian pequeñas y no letales cantidades de sangre de humanos dispuestos a

donarla. Sin embargo, beber demasiada destruyendo una vida a la fuerza?

Bueno, eso convertía a los Moroi al lado oscuro, quitándoles su magia elemental

y transform{ndolos en los retorcidos “muertos vivientes”.

Eso fue exactamente lo que los padres de Christian habían hecho. Por propia

elección habían matado y convertido en Strigoi para conseguir vida eterna.

Christian nunca había mostrado ningún deseo de convertirse en Strigoi, pero

todo el mundo actuaba como si estuviera a punto de hacerlo. (Es cierto, su mala

actitud, no siempre ayudaba.) Muchos de su

familia cercana -a pesar de ser de la realeza- habían sido injustamente

rechazados también. Él y yo nos habíamos unido

para matar una buena cantidad de Strigoi durante el ataque, y algunos chismes

de eso rondaban mejorando su reputación.

Kirova nunca fue de las que perdieran el tiempo con formalidades, por lo que

fue directo al punto. "El Sr. Lazar ser{ el nuevo director de aquí”.

Lissa aun seguía sonriendo amablemente, pero su cabeza de inmediato giro

hacia Kirova.

"¿Qué?

"Yo me voy a retirar de la posición", explicó Kirova, con voz plana y sin

emoción suficiente para competir con

cualquier guardián. "Aunque todavía estará al servicio de la escuela como

maestra".

"Usted va a enseñar?" Christian preguntó incrédulamente.

Ella le lanzó una mirada seca. "Sí, señor Ozera. Es para lo que originalmente fui

a la escuela. Estoy segura de que si me esfuerzo lo suficiente, puedo recordar

cómo hacerlo ".

"Pero ¿por qué?", Preguntó Lissa. "Usted hacen un gran trabajo."

Era más o menos cierto. A pesar de mis diferencias con Kirova-por lo general

porque yo rompía las reglas- todavía tenía respeto por ella. Lissa también.

"Es algo a lo que había pensado en volver hacer por algún tiempo", explicó

Kirova. "Ahora parece el mejor momento y el Sr. Lazar es un administrador

muy capaz”.

Lissa era bastante buena en la lectura de personas. Creo que era parte de los

efectos secundarios del manejo de espíritu, junto con hacer a sus usuarios muy,

muy carismáticos. Lissa pensó que Kirova estaba mintiendo, y yo también lo

pensé.

Si hubiera sido capaz de leer la mente de Christian, estoy segura que él se sentía

de la misma manera. El ataque a la Academia había enviado a montón de gente

a entrar en pánico, miembros de la realeza en particular, aunque el

problema que había dado lugar al ataque había sido ya arreglado desde hace

tiempo. Suponía que la mano de Tatiana

tenia algo que ver aquí, lo que obligó Kirova apartarse y tener alguien de la

realeza ocupando su lugar, haciendo que los otros miembros de la realeza se

sintieran mejor.

Lissa no permitió mostrar sus pensamientos, y se volvió hacia el Sr. Lazar.

"Bueno, es un placer conocerlo. Estoy seguro de que va a hacer un gran trabajo.

Hágame saber si hay algo que pueda hacer por usted. "Ella jugaba el papel de

princesa a la perfección. Ser amable y dulce, era uno de sus muchos talentos.

"En realidad", dijo el Sr. Lazar, "si hay algo." Tenía una voz profunda, del tipo

que llena una habitación.

Hizo un gesto hacia su hija. "Me preguntaba si podría mostrarle a Avery los

alrededores y ayudarle a encontrar su camino aquí. Ella se graduó el año

pasado, pero me asistirá en mis funciones. Estoy seguro de que

ella preferiría mejor pasar el tiempo con alguien de su misma edad. “

Avery sonrió, y por primera vez, Lissa realmente le prestó atención. Avery era

hermosa. Impresionante. Lissa era hermosa también, entre ese cabello hermoso

y los ojos de color jade verde que eran usuales en su familia. Pensaba que era

cien veces más guapa que Avery, pero junto a esa otra chica, Lissa se sentía

común. Avery era alta y delgada como la mayoría de Moroi pero tenía algunas

curvas sexys.

Ese tipo de busto, como el mío, era codiciado entre Moroi, y su largo cabello

castaño y sus ojos gris-azulado completaban el paquete.

"Prometo no ser demasiada molestia", dijo Avery. "Y si tu quieres, puedo darte

algunos consejos sobre la vida dentro de la corte. He oído que vas a mudarte

allí".

Al instante, las defensas de Lissa se activaron. Se dio cuenta de lo que estaba

pasando. No sólo Tatiana había derrocado a Kirova, sino que había enviado a

un guardia para Lissa. Una hermosa, perfecta compañera para poder espiar a

Lissa e intentar entrenarla al nivel de Tatiana. Las palabras de Lissa fueron

perfectamente educadas mientras hablaba, pero había definitivamente un toque

de frialdad en su voz.

"Eso sería fantástico", dijo. "Estoy muy ocupada por el momento, pero tratare

de hacerme un tiempo”

Ni el padre de Avery, ni Kirova parecía darse cuenta del subtexto en sus

palabras, pero algo brilló en los ojos de Avery que le dijo a Lissa que el mensaje

había sido captado.

"Gracias", dijo Avery. A menos que me hubiera equivocado, hubo rasgos de

verdadera lástima en su rostro. "Estoy segura que se nos ocurrirá algo. "

"Bien, bien," dijo el Sr. Lazar, totalmente ajeno al drama de chicas. "Tal vez le

puede mostrar Avery las habitaciones de invitados? Se quedara en el ala este. “

"Claro", dijo Lissa, deseando poder hacer otra cosa menos eso.

Ella, Christian y Avery comenzaron alejarse, pero en ese momento, dos chicos

entraron en la habitación. Uno era un

Moroi, un poco más jóvenes que nosotros, y el otro era un Dhampir en sus

veinte, supuse que era guardián, por la forma de su mirada y rasgos duros.

"Ah, ahí están," dijo el Sr. Lazar, haciendo señas a los chicos. Apoyó su mano

sobre el hombro del chico. "Este es mi hijo Reed. Esta en tercero de preparatoria

y asistirá a clases aquí. Esta muy emocionado por ello."

En realidad, Reed parecía todo menos emocionado. Era sin duda el chico más

fuera de la realidad que jamás había visto. Si alguna vez tenía que desempeñar

el papel de un joven descontento, podría haber aprendido todo sobre este de

Reed Lazar. Tenía la misma apariencia física y características de Avery, pero

estaban marcadas por una mueca que parecía unida permanentemente a su

cara. El Sr. Lazar les presentó a los demás a Reed. Su única respuesta de a esto

fue un simple, "Hola."

"Y este es Simon, guardián de Avery", continuó el Sr. Lazar. "Por supuesto,

mientras que estemos en campus, no necesita estar con ella todo el tiempo. Ya

saben cómo es eso. Sin embargo, estoy seguro de que lo verán por los

alrededores”.

Yo esperaba que no sucediera. No parecía tan completamente desagradable

como Reed, pero tenía una cierta naturaleza rara que parecía extrema inclusive

dentro de los guardias. De repente, sentí algo de lástima por Avery. Si él era su

única compañía, me gustaría también hacer amistad con alguien como Lissa

desesperadamente. Sin embargo Lissa, aclaro que no sería parte de los engaños

de Tatiana. Con poca conversación, ella y Christian acompañaron a la casa de

invitados y con prontitud se fueron. Normalmente, Lissa se habría quedado

para ayudarle a Avery a instalarse y ofrecerse acompañarla a comer más tarde.

No esta vez. No con segundas intenciones en marcha. Volví a mi propio cuerpo,

de vuelta al hotel. Yo sabía que ya no debía preocuparme por la vida en la

Academia y que incluso debería sentirse mal por Avery. Sin embargo, acostada

en cama y mirando hacia la oscuridad,

No pude evitar sentir una petulante y sí egoísta satisfacción sobre este

encuentro:

Lissa no estaría yendo de compras por una nueva mejor amiga en un futuro

cercano.

CAPITULO 4

*TRADUCIDO POR NISSIE*

EN CUALQUIER OTRO MOMENTO de mi vida, Me hubiera gustado explorar

Moscu. Sydney había planeado nuestro viaje de manera que cuando nuestro

avión aterrizara, tuviéramos unas pocas horas antes de que tuviéramos que

abordar el siguiente con destino a Siberia. Esto nos dio algún tiempo libre para

pasear cerca y cenar, aunque ella quería asegurarse de que estuviéramos de

regreso a la estación antes de que obscureciera. A pesar de mis reclamos

haciendo alusión de mis marcas Molnija, ella no quería correr ningún riesgo.

No importaba a mí cómo pasamos nuestro tiempo de descanso. Así que con tal

de que me acercara a Dimitri, eso era rodo lo que importaba. Así Sydney y yo

caminamos sin rumbo, disfrutando el panorama y hablando muy poco. Yo

nunca había estado en Moscú. Era una ciudad bella, próspera y llena de gente y

comercio. Podría haber pasado días solo de compras y probando diferentes

restaurantes. Lugares de los cuales había oído hablar toda mi vida: el Kremlin,

la Plaza Roja, el Teatro Bolshoi, estaban al alcance de mi mano. A pesar de lo

genial que era todo, en realidad trate de apagar las luces y sonidos de la ciudad

después de un momento porque todo me recordó. . .bueno, a Dimitri.

El solía hablarme sobre Rusia todo el tiempo y había jurado que me encantaría

estar aquí.

"Para ti, será como un cuento de hadas," me había dicho una vez. Fue durante

una práctica antes de clases a finales del otoño pasado, justo antes de la primera

nevada. El ambiente era neblinoso, y había cubierto todo con una capa de rocío.

"Lo siento, compañero", le respondí, tratando de alcanzar quitar mi cabello de la

espalda para hacerlo una coleta. Dimitri siempre había amado que usara mi

cabello suelto, ¿pero en la práctica de combate? El pelo largo era una mala

desventaja. "Borg y música pasada de moda no forman parte de mi final feliz en

mi cuento de hadas."

Él me había dado una de sus raras muecas, esas donde solo arrugaba un poco

las esquinas de sus ojos. "Borscht (nissie: esto es una sopa típica de la Europa

oriental y consiste en verduras y remolacha), no Borg. Y he visto tu apetito. Si

tuvieras demasiada hambre suficiente, la comerías ".

"¿Así que el morirse de hambre es necesario para que este cuento de hadas

funcione?" No había nada que amara más que bromear con Dimitri. Bueno,

aparte de tal vez besarlo.

"Estoy hablando de la tierra. Los edificios. Ir a una de las grandes ciudades, es

como nada que hayas visto. Todo el mundo en los EE.UU. tiende a construir de

la misma manera siempre, siempre en grandes bloques gruesos. Hacen lo que es

rápido y fácil. Pero en Rusia, hay edificios que son como piezas de arte. Son arte

- incluso algunos de los edificios comunes de todos los días. Y lugares como el

Palacio de Invierno y la Iglesia Troitsky en San Petersburgo. Aquellos te quitan

el aliento “.

Su rostro resplandecía con la memoria de los lugares que había visto, esa

alegría que hacía a sus hermosos rasgos divinos. Creo que podría haber

nombrado puntos de referencia durante todo el día. Mi corazón ardía dentro de

mí, sólo de verlo a él. Y luego, tal como siempre hacia cuando me preocupaba

que pudiera yo ponerme cursi o sentimental, hice una broma para cambiar de

dirección la atención y ocultar mis emociones. Lo había cambiado de nuevo en

el modo de negocios, y habíamos vuelto al trabajo.

Ahora, caminando por las calles de la ciudad con Sydney, desee poder volver

atrás y borrar esa que le hice a Dimitri y escucharlo hablar más sobre su patria.

Hubiera dado cualquier cosa por tener a Dimitri aquí conmigo, de la forma en

la que solía ser. El había estado en lo cierto acerca de los edificios. Algunos aun

eran copias de cualquier otro que encontrarías en los EE.UU. o en cualquier otro

lugar del mundo, pero algunos de ellos eran exquisitos pintados con colores

brillantes, adornados con extrañas cúpulas en forma de cebollas. Por momentos,

realmente me pareció como algo de otro mundo. Y mientras tanto, continúe

pensando que debía haber sido Dimitri el que estuviera aquí a mi lado,

señalando las cosas y explicándomelas. Deberíamos estar en una escapada

romántica. Dimitri y yo pudimos haber comido en exóticos

restaurantes y luego por la noche salir a bailar. Podría haber usado uno de los

vestidos de diseñador que tuve que dejar en el hotel de San Petersburgo. Así es

como debió haber sido. No se suponía que estuviera yo con una humana

enojona.

"Su real, ¿no? Como algo salido de una historia”.

La voz de Sydney, me sobresaltó y me di cuenta de que habíamos llegado a una

parada en frente de nuestra estación de tren. Había unas cuantas en Moscú. El

eco de mi conversación con Dimitri envió escalofríos por mi columna-en gran

parte porque era totalmente cierta. La estación no tiene las cúpulas en forma de

cebolla, pero aun así parecía algo sacado de un libro de cuentos, como una

combinación entre el castillo de la Cenicienta y la casa de pan de jengibre. Tenía

un techo abovedado y grandes torres en los extremos. Sus paredes blancas se

intercalaban con parches de ladrillo de color marrón y mosaico verde, casi

haciéndolo parecer rayado. En los EE.UU., algunos podrían haberlo llamado a

los colores “chillones”. Para mí, era hermoso.

Sentí lágrimas que empezaban a surgir de mis ojos mientras me preguntaba lo

que Dimitri hubiera dicho sobre este edificio. Probablemente lo habría amado al

igual que amaba todo lo demás aquí. Consciente de que Sydney esperaba mi

respuesta, me trague mi dolor y jugó a la adolescente frívola.

"Tal vez algo sobre una historia de una estación de tren."

Ella arqueó una ceja, sorprendida por mi indiferencia, pero no me cuestiono.

¿Quién podría decirlo?

Tal vez si usaba el sarcasmo, ella finalmente se molestaría y me abandonaría.

De alguna manera, dudé que fuera tan afortunado. Estaba muy segura de que

su miedo a sus superiores bloqueaba cualquier otro sentimiento que pudiera

tener hacia mí.

Teníamos asientos de primera clase en el tren, que resultaron ser mucho más

pequeños de lo que esperaba.

Había una cama combinación de cama / banco de cada lado, una ventana, y un

televisor en lo alto de la pared. Supuse que ayudaría a pasar el tiempo, pero a

menudo tuve problemas en entender la televisión rusa - no sólo por el idioma,

sino también porque algunos de los programas eran francamente extraño.

Aun así, Sydney y yo cada uno tendríamos cada quien nuestro propio espacio,

aunque la habitación fuera más apretada de lo que nos hubiera gustado.

Los colores me recordaron mucho los mismos patrones de fantasía que había

visto en toda la ciudades. Incluso

el pasillo afuera de nuestra cabina era de colores brillantes, con la alfombra de

felpa en color rojo y amarillo y un corredor verde azulado y amarillo que iba

por la mitad. Dentro de nuestra habitación, las bancas estaban cubiertas de

cojines de ricos terciopelos de color naranja, y las cortinas hacían juego en tonos

oro y melocotón, hecha de tejido grueso y pesado con relieve en un patrón de

seda. Entre todo eso y la mesa ornamental en medio de la cabina, era casi como

viajar en un mini palacio.

Ya era de noche a la hora en que el tren salió de la estación. Por alguna razón, el

Transiberiano siempre salía de Moscú por la noche. No es fuera tan tarde aun,

pero Sydney dijo que quería dormir, y yo no quise irritarla más de lo ya estaba.

Así que apagamos todas las luces, a excepción de una pequeña lámpara de

lectura junto a mi cama. Había comprado una revista en la estación de tren, y

aunque no podía entender el lenguaje, las imágenes de maquillaje y ropa

atravesaban todas las barreras culturales. Pase las páginas tan silenciosamente

como pude, admirando tops y vestidos de verano y me preguntaba cuándo -si

alguna vez- podría empezar a preocuparse por ese tipo de cosas otra vez.

Yo no estaba cansada, cuando me acosté, pero el sueño me tomo de todas

formas. Estaba soñando sobre esquí acuático

cuando de repente, las olas y el sol se disolvieron a mí alrededor apareciendo en

una habitación llena de estanterías y libros. Mesas con modernas computadoras

y había una calma que impregnaba el lugar. Estaba en la biblioteca de la

Academia de St. Vladimir.

Gemí. "¡Oh, vamos. Hoy no. “

"¿Por qué no hoy? ¿Por qué no todos los días? “

Me volví y me encontré mirando el hermoso rostro de Adrián Ivashkov. Adrián

era un Moroi, el sobrino de la reina y alguien a quien había dejado atrás en mi

vida anterior, cuando tome esta misión suicida. El tenia hermosos ojos verdes

que hacia desmayar a la mayoría de las chicas, particularmente desde que

combinaban con su pelo castaño y de estilo desaliñado. También estaba algo

enamorado de mí y el era la razón por la cual yo tenía tanto dinero en este

viaje. Lo había convencido dulcemente de dármelo.

"Era cierto," lo admití. "Supongo que debería estar agradecida de que sólo te

aparezcas una vez por semana".

Él sonrió y se sentó en una de las sillas de madera. Era alto, como la mayoría de

los Moroi, con algo de musculatura también. Los chicos Moroi casi nunca eran

así de musculosos. "La ausencia hace que el corazón fracase, Rose. No quiero

que me des por sentado ".

"No estamos en peligro de eso, no te preocupes."

"No supongo que me dirás dónde estás?"

"No".

Aparte de Lissa, Adrián era el único otro usuario de espíritu conocido vivo, y

entre sus talentos estaba la capacidad de aparecerse en mis sueños - a menudo

sin ser invitado- y conversaba conmigo. Tomé como una bendición que

sus poderes nunca lo hicieran saber dónde estaba yo.

"Me matas, Rose,", dijo melodramáticamente. "Cada día es una agonía sin ti.

Vacío. Espero por ti, pregunt{ndose si es que aun sigues viva. “

Habló de una manera exagerada, era característica de él. Adrian rara vez

tomaba las cosas en serio y tenía un porte frívolo. El uso del espíritu tenía una

tendencia a hacer que de la gente que lo usaba inestable y aunque el luchaba

contra ello, no era inmune. Sin embargo, debajo de ese melodrama, sentía una

parte de verdad. No importaba la superficial apariencia que me diera, a él

realmente le importaba.

Me crucé de brazos. "Bueno, claramente aun estoy viva. Así que supongo que

me puedes dejar dormir de nuevo."

"¿Cuántas veces te lo he repetido? Sigues dormida".

"Y sin embargo, inexplicablemente, me siento agotada nada mas de hablar

contigo".

Esto lo hizo reír. "Oh, te echo de menos." Esa sonrisa se desvaneció. "Ella

también te echa de menos".

Me puso rígida. Ella. Ni siquiera necesitaba decir su nombre. No había duda de

a quién se refería.

Lissa.

Incluso diciendo su nombre en mi mente me causaba dolor, sobre todo después

de verla la pasada noche.

Elegir entre Lissa y Dimitri había sido la decisión más difícil de mi vida, y el

tiempo que pasaba no lo había hecho más fácil. Puede que lo haya elegido a él,

pero estar lejos de ella era como haberme cortado un brazo, sobre todo porque

nuestro lazo garantizaba que nunca estuviéramos realmente separadas.

Adrian me lanzó una mirada sagaz, como si pudiera adivinar mis

pensamientos. "¿Vas a verla?"

"No", le dijo, negándome a reconocer que la había visto apenas la noche

anterior. Haciéndolo pensar que realmente estaba libre de todo eso. "Esa ya no

es mi vida."

"Correcto. Tu vida ahora es sobre misiones peligrosas de vigilante ".

"Tú no entenderías nada que no fuera sobre mujeres, bebida, y cigarros."

Sacudió la cabeza. "Tú eres la único a la que quiero, Rose."

Desafortunadamente, le creía. Hubiera sido más fácil para ambos de nosotros si

él pudiera encontrar a alguien más. "Bueno, puedes seguir sintiéndote de esa

manera, pero tendrás que seguir esperando".

"¿Cuanto más?"

Me preguntó esta vez, y todas las veces. Siempre hice hincapié en que sería un

largo tiempo y que él estaba desperdiciando su tiempo. Pensando en Sydney

como mi posible guía, dudé esta noche. "No lo sé".

La esperanza floreció en la cara de Adrian. "Eso es la cosa más optimista que me

has dicho hasta ahora".

"No le des demasiada importancia. "No lo sé" podría ser un día o un año. O

nunca. “

Su sonrisa pícara volvió, e incluso yo tenía que admitir que era linda. "Voy a

desear que sea solo un día”.

Pensando en Sydney trajo una pregunta a mi mente. "Oye, ¿has oído hablar de

los Alquimistas?

"Claro", dijo.

Típico. "Por supuesto sabes de ellos."

"¿Por qué? ¿Te has tropezado con alguno de ellos? “

"Algo así".

"¿Qué hiciste?"

"¿Por qué crees que hice algo?"

Se echó a reír. "Los alquimistas sólo se aparecen cuando hay problemas, y tu

lleva los problemas a donde sea que vayas. Pero ten cuidado. Son fanáticos

religiosos ".

"Eso es algo extremo", le dije. La fe de Sydney no parecía ser algo malo.

"Simplemente no los dejes que te conviertan." Me guiñó un ojo. "Me gustas

siendo pecadora."

Empecé a decirle que Sydney probablemente pensaba que yo estaba más allá de

toda salvación, pero él puso fin al

sueño, enviándome de vuelta a dormir.

Excepto que en lugar de regresar a mis propios sueños, me desperté. A mi

alrededor, el tren hacia ruidos mientras atravesábamos los campo de Rusia. Mi

lámpara de lectura seguía encendida, la luz era demasiado brillante para mis

ojos somnolientos. Me acerqué para apagarlo y me di cuenta que la cama de

Sydney estaba vacía. Pensé que probablemente estuviera en el baño. Sin

embargo, me sentí incómoda. Ella y su grupo de alquimistas eran todavía un

misterio para mí y de repente me preocupa que ella pudiera estar llevando a

cabo algún plan siniestro. ¿Acaso estaba ella afuera reunión con algunos

agentes encubierta? Me decidí a buscarla.

Admití que no tenía ni idea de dónde la pudiera encontrar en un tren de ese

tamaño, pero la lógica nunca me había

detenido antes. No había razón para que lo hiciera ahora. Afortunadamente,

después de ponerme mis zapatos y al salir de nuestra cabina, descubrí que no

tenía que buscar muy lejos.

El pasillo estaba lleno de ventanas, todos envueltos en esas lujosas cortinas, y

Sydney se encontraba de espaldas hacia mí, mirando el exterior, una manta

alrededor de ella. Tenía el pelo desordenado por el sueño y parecía dorado en la

pobre iluminación.

"Hey. . . "Comencé vacilante. "¿Estás bien?"

Se volvió ligeramente hacia mí. Una mano sosteniendo la manta, y la otra

jugando con la cruz alrededor de su cuello. Recordé los comentarios de Adrián

sobre religión.

"No puedo dormir", dijo sin rodeos.

"¿Es. . . ¿Es por mí?”

Su única respuesta fue el regresar a la ventana.

"Mire", le dije, sintiéndome impotente. "Si hay algo que pueda hacer. . . Quiero

decir, aparte de volver y cancelar este viaje. . ".

"Estaré bien", dijo. "Es solo que es muy extraño para mí. Trato con ustedes todos

el tiempo, pero en realidad nunc a lo he tratado realmente, ¿sabes? “

"Probablemente podríamos conseguirte una habitación solo para ti, si te ayuda

eso. Podemos encontrar una camarera,

y tengo el dinero”.

Sacudió la cabeza. "Es sólo un par de días".

No sabía qué más decir. Ser acompañada por Sydney era un gran incomodo

pero ayudaría en mis planes, aunque yo no quería que sufriera. Al verla jugar

con la cruz, traté de pensar en algo reconfortante que decirle. Hablar sobre

nuestros puntos de vista de Dios podría haber sido una manera de acercarme a

ella, pero de alguna manera, No creía que el explicarle la batallas diarias que

sostenía con Dios y la duda reciente que tenia sobre su existencia me ayudaría

con lo la mala reputación de criatura de la noche.

"Está bien – finalmente le dije. "Hazme saber si cambias de opinión".

Volví a mi cama y me sorprendentemente me quede dormida con rapidez, a

pesar de preocuparme el que Sydney estuviera de pie en el corredor toda la

noche. Sin embargo, cuando me desperté en la mañana, ella estaba acurrucada

en su cama, profundamente dormida. Al parecer, su cansancio había sido más

fuerte que incluso su miedo hacia mí y había decidido descansar.

Me levanté en silencio y me cambie la camiseta y pantalones deportivos con los

que había dormido. Estaba hambrienta por un desayuno y me figure que

Sydney podría dormir más tiempo si yo no estaba allí.

El restaurante estaba en el vagón de al lado y se veía como algo salido de una

vieja película. Elegantes ropas de color cubrían las mesas de latón y madera

oscura, junto con pedacitos de vidrio de colores brillantes, que le daban a todo

el lugar una sensación de antiguo. Se parecía más a un restaurante que

encontraría en las calles de San Petersburgo que el de un vagón restaurante de

tren. Pedí algo que me recordó vagamente a pan francés, salvo que este tenía

queso encima. Se acompañaba de un salchichón, que parecía encontrar en todas

las partes a donde fuera.

Estaba a punto de terminar cuando Sydney entro. Cuando yo la conocí esa

primera noche, asumí que sus pantalones de vestir y blusa habían sido para

entrar al Nightingale. Pero estaba descubriendo que realmente era su estilo

normal. Ella me pareció una de esas personas que no poseían jeans o camisetas.

Ella había estado desarreglada anoche de pie en el pasillo, pero ahora estaba de

regreso en un pulcro pantalón negro y suéter de color verde oscuro. Yo llevaba

puesto jeans y una camisa térmica gris de manga larga y me sentí fachuda a su

lado. Tenía el pelo peinado con estilo, aunque con aspecto un poco

desordenado, que sospechaba nunca desaparecía, no importara lo mucho que lo

intentara. Al menos yo tenía mi cola de caballo que lucía elegante el día de hoy.

Se sentó frente a mí, y ordenó una omelet cuando el camarero paso, una vez

más hablo en ruso.

"¿Cómo sabes eso?", Le pregunté.

"¿Qué, de Ruso?" Ella se encogió de hombros. "Tuve que aprenderlo mientras

crecías. Y algunas otros idiomas ".

"Wow". Yo había tomado cursos introductorios de algunos idiomas pero era

muy mala en todos ellos. No había pensado mucho en ello en ese momento,

pero ahora, debido a este viaje y a Dimitri, realmente deseaba haber aprendido

ruso. Supuse que no era demasiado tarde, y había cogido algunas frases desde

mi estancia aquí, pero aun así. . . era una tarea de enormes proporciones.

"Debes de aprender un montón de cosas para este trabajo", pensé, imaginando

lo que significa el ser parte de un grupo secreto que cruzaba líneas

internacionales e interactuaba con todo tipo de gobiernos.

Algo más me pasó por la mente. "¿Y qué hay acerca de eso que usaste en el

Strigoi? ¿Eso desintegro el cuerpo? “

Ella sonrió. Casi. "Bueno, te dije que los alquimistas comenzaron como un

grupo de personas que traban de hacer pociones. Esa fue una sustancia química

que hemos desarrollado para deshacerse de los cuerpos de Strigoi rápidamente

".

"¿Podrías utilizarlo para matar a uno?", Le pregunté. Pensando que el matar a

un Stigoi disolviendo líquido en el sería mucho más fácil que las maneras

habituales: la decapitación, quemarlos o clavarles una estaca.

"Me temo que no. Sólo funciona en los cad{veres. “

"Que chafa", dije. Me preguntaba si había otras pociones que tendría bajo la

manga, pero imaginé que debía racionar mi cantidad de preguntas a Sydney

para el resto del día. "¿Qué vamos a hacer cuando lleguemos a Omsh?"

"Omsk", me corrigió. "Vamos a conseguir un coche y manejar el resto del

camino."

"¿Ha estado allí? ¿En ese pueblo? “

Ella asintió. "Una vez".

"¿Cómo es?"-Pregunté, sorprendida de escuchar una nota de nostalgia en mi

propia voz. Aparte de mi búsqueda para encontrar a Dimitri, había un pedazo

de mí que sólo quería aferrarse a todo lo que pudiera de él. Quería saber todo lo

que no conocía acerca de el. Si la escuela me hubiera dado sus posesiones, me

hubiera dormido con ellas cada noche. Su habitación había sido limpiada

bastante rápido. Así que ahora sólo podía reunir los pedazos que pudiera de él,

no importaba que tristes fueran esta recolección de pedazos de información

porque lo mantendrían conmigo de alguna manera.

"Es como cualquier otra ciudad Dhampir, supongo."

"Nunca he estado en alguna".

El camarero le sirvió su omelet a Sydney y ella se detuvo con el tenedor en el

aire. "¿En verdad? Pensaba que todos ustedes. . . Bueno, no lo sé”.

Sacudí la cabeza. "He estado en la Academia de toda mi vida. Bueno, más o

menos. “Mis dos años entre los humanos no era realmente relevante.

Sydney mastico pensativa. Estaba dispuesta a apostar que no terminaría su

omelet. De lo que había visto esa primera noche y mientras esperaba por el tren

el día de ayer, parecía que difícilmente comía algo.

Era como si subsistiera de aire solamente. Tal vez era otra cosa sobre ser

Alquimista. Lo más probable es que fuera sólo una cosa de Sydney.

"El pueblo es mitad humano y mitad dhampir, pero los dhampirs se mezclan.

Tienen toda una sociedad secreta a la cual los humanos son totalmente ajenos".

Siempre me imaginé que existía una subcultura, pero yo no tenía idea de cómo

encajaría en el resto de una ciudad. "¿Y?", Le pregunté. "¿Cómo es esa

subcultura?"

Dejó el tenedor en el plato. "Digamos que es mejor que te prepares".

CAPITULO 5

*TRADUCIDO POR NISSIE*

El resto del viaje pasó sin incidentes. Sydney nunca perdido por completo ese

malestar que parecía alrededor mío, pero a veces, mientras trataba de entender

la televisión rusa, se tomaba el tiempo para explicarme lo que estaba

sucediendo. Había algunas diferencias culturales entre estos programas y

aquellos con los que habíamos crecido, así que teníamos eso en común. De vez

en cuando mostraba una pequeña sonrisa sobre algo que ambas encontrábamos

divertido, y realmente sentí que era alguien de quien podría ser amiga. Sabía

que no había manera de remplazar a Lissa, pero creo cierta parte de mí deseaba

llenar el vacío de la amistad que se había abierto cuando la dejé atrás.

Sydney durmió durante el día, y me puse a pensar que padecía de insomnio

con patrones extraños de sueño. También continuó con su raro hábito

alimenticio, apenas tocando sus comidas.

Ella siempre me dejaba comerme las sobras y se aventuraba más con la cocina

rusa. Yo había experimentado con ella a mi llegada por primera vez, y era

bueno tener ahora la orientación de alguien que, no siendo local, sabía mucho

más acerca de este país que yo.

En el tercer día de nuestro viaje, llegamos a Omsk. Omsk era una ciudad más

grande y más bonita de lo que había esperado de Siberia. Dimitri siempre se

burlaba de que imaginara a Siberia luciendo como La Antártida fueran tan

equivocadas, y me di cuenta de que tenía razón, al menos en cuanto a la región

del sur en cuestión. El tiempo no era muy diferente de lo que habría encontrado

en Montana esta época del año, aire fresco de primavera, ocasionalmente

calentado por el sol.

Sydney me había dicho que cuando llegáramos allí, nos había conseguido un

aventón con unos Moroi que ella conocía. Muchos de ellos vivían en la ciudad,

mezclados ente la población. Sin embargo, mientras avanzaba el día,

descubrimos un problema. Ningún Moroi nos llevaría a la aldea. Al parecer, el

camino era peligroso. Strigoi

a menudo lo frecuentaban por la noche, esperando atrapar a viajeros Moroi o

dhampirs. Cuanto más Sydney lo explicaba, más preocupaba mi plan. Al

parecer, no había muchos

Strigoi en la ciudad natal de Dimitri. Según ella, ellos se escondían en la

periferia de la ciudad, pero pocos vivían

fuera de él permanente. Si este fuera el caso, las probabilidades de encontrar

Dimitri habían caído. Las cosas empeoraron a la medida que Sydney

continuaba describiendo la situación.

"Muchos Strigoi viajaban por el país en busca de víctimas y el pueblo era sólo

una zona de paso, explicó. "El camino es un poco remoto, por lo que algunos

Strigoi permanecen por un tiempo y tratan de conseguir una presa fácil. Luego,

siguen adelante ".

"En los EE.UU., Strigoi a menudo se esconden en grandes ciudades", le dije con

inquietud.

"Ellos aquí también hacen eso. Es más fácil para ellos tomen sus víctimas sin ser

notado. “

Sí, esto definitivamente dificultaba mis planes. Si Dimitri no residía en esta

ciudad, yo iba a tener algunos serios problemas. Yo sabía que a los Strigoi les

gustaban las grandes ciudades, pero de alguna manera, me convencí a mí

misma que Dimitri regresaría al lugar donde se crió.

Pero si Dimitri no estaba allí. . . bueno, de repente, la inmensidad de Siberia me

golpeó. Había escuchado que Omsk

ni siquiera era la ciudad más grande de la región y encontrar al menos un

Strigoi aquí podría ser difícil.

¿Buscarlo en ciudades que podrían ser más grandes? Las cosas se pondrían

muy, muy feas, si mi corazonada resultaba equivocada.

Desde que me decidí a encontrar a Dimitri, de vez en cuando tenía momentos

de debilidad en los que medio esperaba nunca encontrarlo. La idea de él como

Strigoi aun me atormentaba. También era usualmente visitada por otras

imágenes. . . Imágenes de la forma en que él había sido y los recuerdos del

tiempo que pasamos juntos.

Creo que mi recuerdo más preciado era de justo antes de que lo hubieran

convertido. Fue uno de esos momentos cuando yo había absorbido demasiada

obscuridad debido al espíritu inducido de Lissa. Había estado fuera de control,

incapaz de controlarme. Tenía miedo de convertirme en monstruo, miedo de

matarme como otra guardián shadow-kissed lo había hecho antes.

Dimitri me había regresado a ser yo misma otra vez, prestándome su fuerza.

Ahí me di cuenta de lo fuerte que era nuestra relación, lo perfectamente que nos

entendíamos. En el pasado me había mostrado escéptica sobre la existencia de

almas gemelas, pero en ese momento, supe que era verdad. Y con esa conexión

emocional había llegado una física. Dimitri y yo finalmente habíamos cedido a

la atracción. Habíamos jurado nunca hacerlo, pero...nuestros sentimientos eran

demasiado fuertes. Mantenerse alejados el uno del otro cada uno resultaba casi

imposible. Habíamos tenido sexo, y había sido mi primera vez.

A veces me sentía segura de que esa sería mi única vez.

El acto en sí había sido increíble, y había sido incapaz de separar el placer físico

del emocional. Después, habíamos permanecido juntos en esa pequeña cabaña

tanto tiempo como nos atrevimos, y eso también había sido sorprendente.

Había sido uno de los pocos momentos en el que sentía que él era

verdaderamente mío.

"¿Recuerdas el encanto de lujuria que nos hizo Víctor?" Le pregunte,

apretándose más contra él.

Dimitri me miró como si estuviera loca. "Por supuesto".

Víctor Dashkov era un Moroi de la realeza, uno que había sido amigo de Lissa y

de su familia. Poco sabíamos que secretamente había estudiado el espíritu por

años y había identificado a Lissa como una usuaria de espíritu

incluso antes de que lo supiera. La había torturado con todo tipo de juegos

mentales que realmente la hicieron creer que se estaba volviendo loca. Sus

planes habían culminado en su secuestro y el la torturo que ella accedió a

curarlo de la enfermedad que le estaba matando.

Víctor estaba ahora en la cárcel de por vida, tanto por lo que le había hecho a

Lissa y por sus planes de traición y rebelión en contra el gobierno Moroi. El

había sido uno de los pocos que sabian acerca de mi relación con Dimitri, algo

que me había preocupado demasiado. Incluso había favorecido nuestra relación

mediante la creación de un encanto de lujuria - un collar impregnado de tierra y

compulsión. El encanto estaba lleno de peligrosa magia que había hecho que

Dimitri y yo nos rindiéramos a nuestros instintos más básicos. Nos habíamos

detenido en el último momento, y hasta aquella noche en la cabaña, había

creído que nuestro encuentro inducido por ese encanto había sido lo más físico

que podíamos tener.

"No me di cuenta que podía ser mejor", le había dicho a Dimitri después de

haber dormido juntos. Me Sentí un poco tímido al hablar de ello. "Pensé en ello

todo el tiempo. . . lo que pasó entre nosotros. "

Se volvió hacia mí, tirando de las sabanas hacia arriba. La cabaña estaba frío,

pero la cama tenia mantas calientes. Supongo que pudimos habernos vestido,

pero eso era lo último que quería hacer. Estar presionada piel con piel se sentía

demasiado bien.

"Yo también".

"¿De verdad?" Le pregunté, sorprendida. ", Pensé. . . No lo sé. Pensé que eras

demasiado disciplinado para eso. Pensé que habías tratado de olvidarlo. "

Dimitri se rió y me besó el cuello. "Rose, ¿cómo podría olvidar estar desnudo

con alguien tan bella como tú? Me quedé despierto muchas noches, repitiendo

cada detalle. Me dije a mí mismo una y otra vez que estaba mal, pero tú eres

imposible de olvidar. "Sus labios se movieron a mi clavícula, y su mano acaricio

mi cadera. "Estás grabada en mi memoria para siempre. No hay nada, nada en

este mundo pueda cambiar eso”.

Y eran los recuerdos como este que hacían tan difícil el comprender esta

búsqueda para matarlo, incluso si fuera Strigoi. Aun así. . . al mismo tiempo, era

precisamente a causa de los recuerdos como ese que tenía que acabar con él.

Tenía que recordarlo como el hombre que me había amado y abrazado en la

cama. Tenía que recordar que ese hombre no quería ser un monstruo.

No estaba muy entusiasmada cuando Sydney me mostró el coche que había

comprado, sobre todo desde que yo le había dado

el dinero para ello.

"Nos vamos en eso?", Exclamé. "¿Crees que pueda llegar tan lejos?" El viaje era

al parecer de siete horas.

Ella me miró sorprendida. "¿Hablas en serio? ¿Sabes qué clase de coche es este?

Es un Citroën 1972.

Estas cosas son increíbles. ¿Tiene alguna idea de lo difícil que habrá sido

conseguir esto en el país soviético de aquella época? No puedo creer que ese

tipo realmente me lo vendido. Es un tonto”.

Sabía muy poco de la era soviética, y aún mucho menos sobre coches clásicos,

pero Sydney acarició la brillante

capota roja como si estuviera enamorada. ¿Quién lo hubiera adivinado? Era una

fanática de coches. Tal vez era valioso y yo no lo podía apreciar. Yo estaba más

a favor de coches elegante y deportivos. Para ser justa, este coche no tenía

abolladuras o estaba oxidado, y aparte de esa fachada anticuada, parecía limpio

y bien cuidado.

"¿Funcionará?", Le pregunté.

Como si fuera posible, su expresión se hizo aún más incrédula. "¡Por supuesto!"

Y lo hizo. El motor cobró vida con un zumbido y con la forma en que aceleró,

empecé a comprender su fascinación. Ella quería conducir, y estaba a punto de

discutir que había sido mi dinero el que lo compró. Pero al ver esa expresión en

su cara, decidí no interponerme entre ella y el coche.

Estaba contenta de que partiéramos de inmediato. Ya era tarde. Si el camino era

tan peligroso como todo el mundo afirmaba, no nos gustaría estar allí para

cuando anocheciera. Sydney estuvo de acuerdo, pero dijo que podíamos viajar

antes de la puesta del sol y luego pasar la noche en un lugar que ella conocía.

Arribaríamos a nuestro destino por la mañana. Cuanto más lejos condujéramos

de Omsk, más remoto se volvía el terreno. Mientras los estudiaba, empecé a

entender el amor de Dimitri hacia esta tierra. Tenía una imagen árida, era cierto,

pero la primavera estaba convirtiendo las llanuras a verdes, pero había algo

hermoso al ver todo esto jamás antes tocado, salvaje. Me recordaba a Montana

en algunos aspectos, aunque de cierta manera también era único.

No pude evitarlo y use el enamoramiento de Sydney sobre el coche como medio

de conversación. "¿Sabes mucho sobre coches? ", le pregunté.

"Algo", dijo ella. "Mi padre es el Alquimista de la familia, pero mi mamá es un

mecánico".

"¿De verdad?" Le pregunté, sorprendida. "Eso es... inusual. "Por supuesto, yo no

era nadie para hablar acerca de roles de género. Teniendo en cuenta que mi

vida era dedicada a combatir y matar, tampoco podía afirman tener un trabajo

tradicionalmente femenino.

"Ella es muy buena y me enseñó mucho. No me hubiera importado hacer lo

mismo para ganarme la vida. ¿Tampoco me hubiera molestado ir a la

universidad. "Había una tono amargo en su voz. "Creo que hay un muchas

otras cosas que desearía poder hacer".

"¿Por qué no puedes?"

"Tenía que ser la próxima Alquimista de la familia. Mi hermana. . . Bueno, ella

es mayor, y normalmente es el hijo mayor el que tiene que hacer el trabajo. Pero

ella no... Vale la pena ".

"Eso es duro."

"Sí, quizá. Pero ella no podría manejar este tipo de cosas. Cuando se trata de

organizar su brillo labial, es imparable. ¿Pero gestionar con los tipos de redes y

personas a las que tratamos?

No, ella nunca sería capaz de hacerlo. Papá dijo que yo era la única capaz de

hacerlo. “

"Eso es un cumplido, por lo menos."

"Supongo".

Sydney se veía tan triste ahora que me sentí mal por haberlo mencionado. "¿Si

pudieras ir a la universidad, que estudiarías? "

"Arquitectura griega y romana".

Decidí entonces que era una buena cosa que yo no estuviera detrás del volante,

porque probablemente me habría salido de la carretera. "¿En serio?"

"¿Sabes algo al respecto?"

"Um, no."

"Es increíble." Su expresión triste fue sustituida por una de admiración - se veía

casi de igual de enamorada como lo estaba del coche. Comprendí entonces por

qué le había gustado la estación de tren.”Se lo adjudique a su ingenio...Bueno,

es irreal. Si los alquimistas no me envían de vuelta a los EE.UU. después de

esto, espero que me asignen a Grecia o Italia ".

"Eso sería genial."

"Sí que lo sería”. Pero sonrisa se desvaneció. "Pero no hay garantías de que

obtendrás lo que deseas, no en este trabajo". Se quedó en silencio después de

eso, y yo decidí que haberla persuadido a esta pequeña conversación ya era

victoria suficiente. La dejé con sus propios pensamientos de coches clásicos y

arquitectura, mientras mi mente

se desviaba hacia mis propios temas. Strigoi. Deber. Dimitri. Siempre Dimitri. . .

De hecho, Dimitri y Lissa. Siempre fue una cara o cruz sobre quien me causaba

más dolor. El día de hoy, al mismo tiempo en que el coche me deslumbraba, era

Lissa quien ganaba, en gran parte gracias a la reciente visita de Adrian en mi

sueño.

Temprano por la noche en Rusia significaba que era de mañana en Montana.

Por supuesto, desde la escuela funcionaba en horario nocturno, era

técnicamente de noche para ellos, a pesar de la luz del sol. Eran casi el toque de

queda, y todo el mundo tendría que regresar a sus dormitorios pronto.

Lissa estaba con Adrián, en su habitación en la casa de huéspedes. Adrian,

como Avery, se había graduado, pero

como el único otro usuario de espíritu conocido, había llegado para quedarse

indefinidamente en la escuela y trabajar con Lissa. Acaban de pasar una larga

noche de trabajo agotador sobre los sueños y se sentaron en el

piso frente, uno frente al otro. Con un suspiro, Lissa se derrumbó y se hacia

atrás, estirando sus brazos sobre

con la cabeza.

"Esto es inútil", se quejó. "Nunca voy a aprender."

"Nunca te he tomado por desertora, prima." La voz de Adrian era impertinente

como siempre, pero me di cuenta de que el también estaba cansado. Ellos no

eran realmente primos, era solamente un término que los miembros de la

familia real utilizaban en ocasiones.

"Simplemente no entiendo cómo hacerlo".

"No sé cómo explicártelo. Yo sólo pienso en ello, y. . . bueno, sucede." Se

encogió de hombros y sacó los cigarrillos que siempre llevaba. "¿Te importa?"

"Sí," dijo. Para mi sorpresa, los volvió a guardar. ¿Qué diablos pasa? El nunca

me ha preguntado si me importa que el fume –que por cierto si me importaba.

De hecho, la mitad del tiempo, juré que lo hacía para fastidiarme, lo que no

tenía sentido. Adrian ya había pasado la edad donde los chicos trataban de

atraer a las chicas haciéndolas enojar.

El trató de explicar el proceso. "Sólo pienso en lo que quiero y. . . No lo sé.

Expando mi mente hacia ello. “

Lissa se sentó y se cruzó de piernas. "Se parece mucho a lo que Rose describió

acerca de cómo leerme".

"Probablemente el mismo principio. Mira, te tomó un tiempo aprender a leer

auras. Esto no es diferente. Y no eres la única con problemas de aprendizaje. Yo

apenas estoy pasando la etapa de curar arañazos, mientras tu puedes resucitar

a los muertos, lo que- llámame loco - es más fuerte." El hizo una pausa." Por

supuesto, algunos dirían que de verdad estoy loco".

Al mencionar las auras, ella lo estudio y convocó a la habilidad de ver el campo

de la luz que brillaba en torno a todo ser viviente. Su aura entró en función,

rodeándolo en un brillo dorado.

Según Adrián, el aura de ella era la misma a la de él. Ningún Moroi tenía ese

tipo de aura color oro puro. Lissa

y Adrian se imaginaban que era exclusivo de los usuarios de espíritu.

Él sonrió, adivinando lo que ella estaba haciendo." ¿Cómo se ve?"

"Igual que siempre".

"¿Ves que bueno eres ahora? Solo ten paciencia con los sueños."

Lissa deseaba tanto el caminar dentro de los sueños de la misma manera que el

podía. A pesar de su decepción, me

alegraba de que no pudiera. Las visitas de Adrian en mis sueños ya eran lo

suficientemente difíciles para mí. Si la viera a ella. . . bueno, no estaba

completamente segura, pero haría difícil mantener esta actitud indiferente y

dura que tenia aquí en Rusia.

"Sólo quiero saber cómo esta ella," dijo Lissa en voz baja. "No puedo soportar el

no saber." Era la misma conversación que tuvo con Christian.

"La vi el otro día. Ella está bien. Y la veré otra vez pronto"

Lissa asintió. "¿Crees que lo hará? ¿Crees que puede matar a Dimitri?

Adrian tardó mucho tiempo en contestar. "Creo que ella puede. La pregunta es

si él la matara en el proceso".

Lissa se estremeció, y yo estaba un poco sorprendida. La respuesta era tan

contundente como las que Christian le daba.

"Dios, desearía que ella no hubiera ido tras él."

"Desear es inútil ahora. Rose tiene que hacer esto. Es la única forma de

recuperarla." El hizo una pausa." Es la única manera de que pueda seguir

adelante".

Adrian me sorprendía algunas veces, pero esta se llevaba el premio. Lissa

pensaba que era tonto y suicida ir tras Dimitri. Sabía que Syndey estaría de

acuerdo si le dijera la verdad sobre este viaje. Pero Adrian. . . un chico tonto y

superficial, Adrian entendía. Al estudiarlo a través de los ojos de Lissa, me di

cuenta de que realmente lo entendía. No le gustaba, y podía escuchar el dolor

en sus palabras. Yo le importaba. El que yo tuviera sentimientos tan fuertes

hacia alguien más causaba dolor. Y aun así. . . el verdaderamente creía que yo

estaba haciendo lo correcto, lo único que podía hacer.

Lissa miró el reloj." Tengo que regresar antes del toque de queda.

Probablemente debería estudiar para mi examen de historia."

Adrian sonrió. "El estudio está sobrevaluado. Sólo encuentra a alguien

inteligente a quien copiar".

Ella se puso de pie." ¿Estás diciendo que yo no soy inteligente?"

"Claro que no." Él también se levantó y fue a servirse una copa en el bien

surtido bar que tenia. La auto-medicación era su manera irresponsable de

afrontar los efectos secundarios del uso de espíritu y si él había estado el

espíritu durante toda la noche, le gustaría el entumecimiento que le causaban

sus vicios. "Eres la persona más inteligente que conozco. Pero eso no significa

que tengas que hacer trabajo innecesario."

"Puede tener éxito en la vida aun sin trabajar”.

“Copiando le a los dem{s no te llevara a ninguna parte".

"Como sea", dijo con una sonrisa. "Yo copie durante toda la escuela, y mira qué

bien me va hoy en día."

Lissa le hizo una mueca, le dio un rápido abrazo de despedida y se marcho.

Una vez fuera de su vista, su sonrisa se perdió un poco. De hecho, sus

pensamientos tomaron un giro oscuro. El mencionarme revolvió sus

sentimientos. Estaba preocupada por mí- muy preocupada. Le había dicho a

Christian que se sentía mal por lo que había pasado entre nosotros, pero él no

supe el significado de esas palabras hasta ahora. Estaba atormentada por culpa

y confusión, continuamente reprendiéndose a sí misma por lo que había hecho.

Y sobre todo, me extrañaba. Ella tenía el mismo sentimiento que yo hice- como

sin una parte ella había sido separada.

Adrian vivía en el cuarto piso, y Lissa opto por las escaleras en lugar del

ascensor. Aunque todo el tiempo, su mente giraba con preocupación.

Preocupaciones acerca de si alguna vez dominaría el espíritu. Preocupada por

mí y porque no estaba sintiendo los oscuros efectos dl uso de espíritu, lo que le

hacía preguntarse si yo los estaba

absorbiendo, así la guardián Anna lo había hecho. Ella había vivido siglos atrás

y estaba unida a St.Vladimir, el mismo por quien la escuela había sido

nombrada. Ella absorbía por el los efectos desagradables de espíritu, y eso la

había vuelto loca.

En el segundo piso, Lissa podía distinguir los sonidos de los gritos, incluso a

través de la puerta que separaba la escalera del pasillo. A pesar de saber que no

tenía nada que ver con ella, ella vaciló, la curiosidad la dominó. Un momento

después, con cuidado abrió la puerta y entró al corredor. Las voces venían de

de la esquina. Ella cautelosamente miró a su alrededor – sin que fuera

realmente necesario. Reconocía las voces.

Avery Lazar estaba en el pasillo, con las manos en las caderas mientras miraba

a su padre. El estaba en la puerta de lo que parecía su habitación. Sus posturas

eran rígidas y hostiles, la ira crujía entre ellos.

"Voy a hacer lo que yo quiera", ella gritó. "No soy tu esclava".

"Eres mi hija", dijo él, en tono sereno y condescendiente. "Aunque a veces me

gustaría que no lo fueras”.

Ouch. Ambas Lissa y yo estábamos sorprendidas.

¿Entonces por qué estás haciendo que me quede en este infierno? Déjame

volver a la corte!"

"¿Y dejar que me sigas apenando? Apenas salimos de ahí, sin dañar demasiado

la reputación de esta familia. De ninguna manera te voy a enviar allí sola y

dejarte hacer Dios sabe qué."

"Entonces envíame con mamá! Suiza tiene que ser mejor lugar que este".

Hubo una pausa. "Tu madre esta. . . ocupada".

"Oh, que bien," dijo Avery, con voz cargada de sarcasmo. "Esa es una forma

educada de decir que no me quiere. No me sorprende. Acabaría interfiriendo

entre ella y ese hombre con el que se acuesta."

"Avery!" Su voz sonó en voz alta y enojada. Lissa se estremeció y retrocedió.

"Esta conversación se ha terminado. ¡Vuelve a tu habitación y trata de ponerte

sobria antes de que alguien te vea! Te espero en el desayuno mañana, y también

espero que seas respetuosa. Tenemos visitantes importantes".

"Sí, y Dios sabe que tenemos que guardar las apariencias".

"Vete a tu cuarto", repitió el. "Antes de que llame a Simon y haga que te arrastre

hasta allí."

"Sí, señor," ella sonrió falsamente. "Enseguida, señor. Cualquier cosa que usted

diga, señor."

Y con eso, el cerró la puerta. Lissa, estaba escondida detrás de una esquina y no

podía creer que él le hubiera dicho esas cosas a su propia hija. Por unos

momentos, hubo solo silencio. Luego, Lissa escucho el sonido de los pasos-que

venían hacia ella. Avery pronto dio la vuelta a la esquina y se detuvo delante de

Lissa, dándonos un buen vistazo de ella.

Avery llevaba un apretado vestido corto de algún tipo de tela azul plateada. Su

cabello colgaba largo y silvestre, y las lágrimas que salían de sus ojos azul gris

habían destruido el maquillaje que llevaba. El olor de alcohol se hizo inminente.

A toda prisa paso su mano sobre los ojos, obviamente avergonzada de ser vista

así.

"Bueno", dijo tajante. "Creo que escuchaste nuestro drama familiar."

Lissa se sintió avergonzada por haber sido sorprendida espiando. Yo - Lo

siento. Yo no quería. Solo pasaba por aquí".

Avery se echó a reír. "Bueno, no creo que importe. Probablemente todo el

mundo en el edificio nos oyó."

"Lo siento", Lissa repitió.

"No lo hagas. Tú no hiciste nada malo."

-No. . . Quiero decir, siento que él. . . tu sabes, dijera esas cosas de ti."

"Es parte de ser una " buena familia". Todo el mundo tiene esqueletos en su

armario. "Avery se cruzó de brazos y se apoyó contra la pared. Incluso molesta

y sucia, era hermosa. "Dios, algunas veces lo odio. No te ofendas, pero este

lugar es tan aburrido. He encontrado algunos chicos de segundo año con los

que platique, pero. . . eran bastante aburridos. Lo único que tenían a su favor

era su cerveza. “

"¿Por qué?. . . ¿Por qué tu padre te trajo aquí? "-preguntó Lissa. "¿Por qué no

est{s. . . No sé, en la universidad? “

Avery se echó a reír de nuevo. "Él no confía en mí lo suficiente. Cuando

estábamos en la Corte, me involucre con este chico totalmente apuesto que

trabajaban allí, no era de la realeza por supuesto. Papá se asustó y tuvo miedo

que la gente se enterara. Así que cuando consiguió el trabajo aquí, él me trajo

para vigilarme - y torturarme. Creo que teme que me escape con un humano si

voy a la universidad. "Ella suspiró. "Juro por Dios que si Reed no estuviera

aquí, solo huiría y punto."

Lissa no dijo nada durante mucho tiempo. Se había salido con la suya evitando

todo este tiempo a Avery.

Con todas las órdenes que últimamente la reina le estaba dando a Lissa, esta

parecía ser la única forma de que Lissa luchara para detener ser controlada.

Pero ahora, se preguntaba si se había equivocado acerca de Avery.

Avery no parecía una espía de Tatiana. Ella no parecía alguien que quisiera

moldear a Lissa en un molde real. Sobre todo, Avery parecía una triste chica

herida, cuya vida estaba fuera de control. Alguien quien era controlada igual

que Lissa lo era últimamente.

Respirando profundamente, Lissa se aventuro con las siguientes palabras."

¿Quieres comer mañana conmigo y con Christian? A nadie le importará si

vienes a nuestro almuerzo. No puedo prometerte que ser{ muy emocionante... “

Avery volvió a sonreír, pero esta vez, la sonrisa fue menos amarga. "Bueno, mis

otros planes eran emborracharme yo sola

en mi cuarto". Ella saco de su bolsa una botella de lo que parecía ser whisky.

"Tengo unas cosas para mi sola”.

Lissa no estaba del todo segura de qué tipo de respuesta era esa. "Así que. . . ¿Te

veré en el almuerzo? “

Avery vaciló. Pero poco a poco, un débil resplandor de interés apareció en su

rostro.

Concentrándose, Lissa trato de observar su aura. Tenía un poco de dificultad al

principio, probablemente debido a la práctica de esta noche con Adrian. Pero

cuando finalmente fue capaz de obtener un dominio del Aura de Avery, vio

que era una mezcla de colores: verde, azul y oro. No era común. Actualmente

estaba rodeada de rojo, como usualmente sucede con las personas que están

molestas. Sin embargo, ante los ojos de Lissa, ese rojo se desvaneció.

"Sí," dijo Avery al fin. "Eso sería genial."

"Creo que esto es lo más lejos que podemos llegar hoy."

Al otro lado del mundo, la voz de Sydney, me empujo fuera de los

pensamientos de Lissa. No sabía cuánto tiempo había estado soñando

despierta, pero Sydney se había salido de la carretera principal y nos conducía a

un pequeño pueblo que encajaba perfectamente con mis antiguas imágenes de

Siberia. De hecho, decir "pueblo" era una exageración. Había unas cuantas casas

dispersas, una tienda, y una gasolinera. Tierras de cultivo se extendían más allá

de las casas, y vi más caballos que coches. Las pocas personas que se

encontraban afuera miraban a nuestro coche en asombro. El cielo se había

vuelto naranja intenso, y el sol se hundía más y más en el horizonte. Sydney

estaba en lo cierto. Era casi de noche, y necesitábamos estar fuera del camino.

"Estamos a sólo un par de horas de distancia como máximo", continuó. "Hemos

hecho un buen tiempo y deberíamos estar ahí muy temprano por la mañana.

"Ella se dirigió al otro lado de la aldea, lo que nos tomó como un minuto y se

detuvo delante de una casa blanca con un granero al lado. "Aquí es donde nos

vamos a quedar. "

Salimos del coche y nos acercamos a la casa. "¿Son ellos amigos tuyos?"

-No. Nunca los he visto. Pero nos están esperando".

Más misteriosas conexiones de alquimista. La puerta nos fue abierta por una

humana amistosa de unos veintitantos años que nos instó a entrar rápidamente.

Ella sólo sabía unas palabras en inglés, pero las habilidades de traducción de

Sydney nos ayudaron todo el tiempo. Sydney era más extrovertida y

encantadora de lo que hasta ahora había visto de ella, probablemente debido a

que nuestros anfitriones no eran unos vampiros despreciables.

Uno no pensarías que viajar en auto durante todo el día sería tan cansado, pero

me sentía tan agotado y estaba ansiosa de emprender nuestro comienzo

mañana temprano. Así que después de la cena y un poco de televisión, Sydney

yo nos dirigimos a la habitación que había sido preparada para nosotros. Era

pequeña y simple, pero tenía dos camas individuales, cubiertas con unas

mantas gruesas y peludas. Me acomodé en la mía, agradecida por su suavidad

y calidez, y

me pregunte si soñaría con Lissa o Adrian.

No lo hice. Sin embargo, me desperté rodeada de una ligera sensación de

náusea, esa náusea que indicaba que había un Strigoi cerca.

CAPITULO 6

*TRADUCIDO POR NISSIE*

Obligue a cada parte de mi cuerpo estar despierto y alerta. No había luces de

ciudad que brillaran a través de la ventana, y me tomó varios segundos poder

ver algo en el oscuro cuarto.

Sydney estaba acurrucada en su propia cama, su rostro inusualmente en paz

mientras dormía.

¿Dónde estaba el Strigoi? Definitivamente no en nuestra habitación. ¿Estaba en

la casa? Todo el mundo había dicho que el camino a la ciudad de Dimitri era

peligroso. Aun así, yo habría pensado que los Strigoi irían tras Moroi o

dhampirs, aunque los humanos eran parte importante de su dieta también. Al

pensar en la agradable pareja que nos había recibido en su casa, sentí una

opresión en el pecho. De ninguna manera iba a dejar que les ocurrirá algo a

ellos.

Me deslice en silencio fuera de la cama, tome mi estaca y salí de la habitación

sin inquietar a Sydney. No había nadie más despierto, y tan pronto como estuve

en la sala, la náusea desapareció. Muy bien. El Strigoi no estaba dentro, lo que

era una buena cosa. Estaba al aire libre, aparentemente de lado de la casa que

estaba cerca de mi habitación. Todavía en silencio, me moví fuera de la puerta

principal de la casa y di vuelta en la esquina, tan silenciosa como la noche

alrededor de mí.

La náusea creció más fuerte mientras me acercaba al establo, y no pude evitar

sentirme satisfecha. Estaba a punto de sorprender a este Strigoi que pensó que

podría colarse en un pequeño pueblo de humanos para la cena.

Allí. Cerca de la entrada del granero, pude ver una larga sombra en

movimiento. Te tengo, pensé. Prepare mi estaca y empecé avanzar hacia

adelante

- Y entonces algo me golpeó en el hombro.

Me tropecé, atónita, y mire a la cara de un Strigoi. Por la orilla de mi ojo, vi la

sombra que estaba en la materializarse en otro Strigoi avanzando hacia mí. El

pánico se apodero de mí.

Había dos, y mi sistema secreto de detección no había sido capaz de notar la

diferencia. Peor aún, habían conseguido atraparme.

Un pensamiento de inmediato cruzó por mi mente: ¿Qué pasa si uno de ellos es

Dimitri?

No fue así. Al menos, desde esta distancia no lo parecía. Era una mujer. Todavía

no tenía una buena lectura del segundo. Ese otro se acercaba por el otro lado,

moviéndose rápido. Tenía que hacer frente a esta amenaza inmediata, me

acerque a la mujer con estaca, con la esperanza herirla, pero ella me esquivó

rápidamente, apenas la vi moverse. Ella tiro un golpe hacia mí de una manera

casi casual. Yo no fui lo suficientemente rápida para reaccionar y volé hacia el

otro Strigoi - un tipo que no era

Dimitri.

Respondí con rapidez, saltando y lanzando patadas. Sostuve la estaca, creando

una distancia entre nosotros, pero no se veía bien cuando la mujer se acercó por

detrás y me agarró, sacudiendo mi cuerpo contra el de ella. Lancé un grito

ahogado y sentí sus manos en mi garganta. Me di cuenta que probablemente

rompería mi cuello. Era una forma rápida, una sencilla técnica que los Strigoi

usaban para luego arrastrar sus víctimas y alimentarse.

Luché, empujando sus manos como pudiera, pero cuando el otro Strigoi se

inclinó sobre nosotros, sabía que era

inútil. Me habían sorprendió. Había dos de ellos y eran fuertes.

El pánico se apodero nuevamente de mí, una abrumadora sensación de miedo y

desesperación. Siempre sentía miedo al luchar con un Strigoi, pero este temor

estaba llegando a un punto de ruptura. Era desenfocado y fuera de control, y

sospechaba que tenía toques de locura y oscuridad que había absorbido de

Lissa. Los sentimientos explotaron dentro de mí y me preguntaba si me

destruirían antes de que el Strigoi lo hiciera. Estaba en verdadero peligro de

morir aquí y de dejar que murieran Sydney y los otros. La rabia y la angustia de

ese pensamiento eran asfixiantes.

Entonces, de repente, fue como si la tierra se abriera de golpe. Formas

translúcidas, brillando suavemente en él

la oscuridad surgieron de todas partes. Algunos parecían gente normal. Otros

eran horribles, con rostros demacrados y cadavéricos. Fantasmas. Espíritus. Nos

rodearon, su presencia poniendo mi pelo de punta y enviando un dolor de

cabeza a través de mi cráneo.

Los fantasmas se volvieron hacia mí. Esto ya me había ocurrido antes, en un

avión, cuando las apariciones habían amenazado con consumirme. Me preparé,

tratando desesperadamente de reunir la fuerza para construir barreras que me

cerraran del mundo del espíritu. Era una habilidad que había tenido que

aprender, una que usualmente funcionaba sin ningún esfuerzo. La

desesperación y pánico de esta situación había roto mi control. Precisamente en

ese terrible momento cuando mi sangre se congelaba, de nuevo egoístamente

deseaba que Mason no hubiera encontrado la paz y dejado este mundo. Me

habría sentido mejor si su espíritu estuviera aquí.

Entonces me di cuenta que yo no era su objetivo.

Los fantasmas estaban rodeando a los dos Strigoi. Los espíritus no tienen

formas sólidas, pero en cada lugar que me tocaban lo sentía como hielo. La

mujer Strigoi de inmediato empezó a agitar sus brazos para defenderse de ellos,

gruñendo de rabia y algo casi parecido a miedo. Los fantasmas no parecían ser

capaces de hacerles daño, pero al parecer les eran demasiado molestos y los

distraían.

Entonces le clave mi estaca al Strigoi hombre antes de que me viera venir.

Inmediatamente, los fantasmas a su alrededor se trasladaron a la mujer. Ella era

buena, lo admitía. A pesar de luchar para defenderse de los espíritus, era capaz

de esquivar mis ataques bastante bien. Un golpe de suerte de su parte hizo que

viera estrellas ante mis ojos y me envió a la pared del granero. Aun tenía ese

dolor de cabeza que era inducido por los fantasmas y el que mi cabeza se

estrellara con el granero no ayudo de mucho. Tambaleando, me levante todavía

mareada, una vez más me acerque a ella y inducida por dolor de cabeza,

y continúe con mis esfuerzos para conseguir una oportunidad de llegar a su

corazón. Se las arregló para mantener su pecho fuera de mi alcance, al menos

hasta que un fantasma particularmente aterrador la tomó por sorpresa. Su

momentánea distracción me dio mi oportunidad y le clave mi estaca a ella

también. Cayó al suelo - dejándome sola

con los espíritus.

A los Strigoi los fantasmas claramente los habían querido atacar. En mi caso, la

situación era muy similar a la del avión. Parecían fascinados conmigo,

desesperados por llamar mi atención. Sólo que con docenas de fantasmas

rodeando, bien podría haber sido un ataque.

Desesperado, trate construir la barrera de nuevo para bloquear a los fantasmas

una vez más, tal como lo había hecho todo este tiempo. El esfuerzo era atroz. De

alguna manera, mis emociones fuera de control habían llamado a los espíritus y

mientras yo estaba más tranquila ahora, ese control era difícil de conseguir. Mi

cabeza me continuó pulsando. Apretando los dientes, enfoque hasta el último

gramo de mi fuerza en el bloquear a los fantasmas.

"Váyanse", susurré. "Ya no los necesito más".

Por un momento, parecía que mis esfuerzos serían inútiles. Luego, lentamente,

uno a uno, los espíritus comenzaron a desvanecerse. Sentía como el control que

había tenido antes volvía a su lugar. Pronto, no había nadie más que yo,

acompañada de la oscuridad, el granero y Sydney.

Note que estaba allí, justo antes de desplomarme en el suelo. Ella estaba

corriendo fuera de la casa en pijama, con el rostro pálido. Se arrodilló a mi lado

y me ayudó a sentarme, lucía aterrorizada. "Rose! ¿Estas bien?"

Me sentía como todos los desechos de la energía en mi cerebro y el cuerpo había

sido chupado. No me podía mover.

Sentí como si cada pizca de energía de mi cerebro había sido absorbida. No

podía moverme. No podía pensar.

"No", le dije.

Y entonces me desmayé.

Soñaba de nuevo con Dimitri, sus brazos alrededor de mí y su hermoso rostro

inclinado hacia mí, cuidándome como lo había hecho tantas veces cuando yo

estaba enferma. Recuerdos de los momentos pasados vinieron a mí, ambos

riéndonos de una broma. Algunas veces, en estos sueños, e me llevaba lejos.

Otras veces, estábamos viajando en coche. En ocasiones, su rostro comenzaba a

tomar esa imagen terrible de Strigoi que siempre me atormentaba. Entonces,

rápidamente me le ordenaba a mi mente borrar esos pensamientos.

Dimitri me había cuidado tantas veces y siempre había estado allí cuando lo

necesite. Había sido en ambos sentidos. Es cierto que el no acababa en la

enfermería tanto como yo. Esa era mi suerte. Incluso cuando él estaba herido,

no lo reconocía. Y mientras yo soñaba y alucinaba, imágenes de una de las

pocas veces en que yo había sido capaz de cuidar de él venían a mí.

Justo antes de que la escuela hubiera sido atacada, Dimitri había participado en

una serie de pruebas conmigo y mis compañeros estudiantes, para ver cómo

reaccionamos a los ataques sorpresa. Dimitri era tan duro que era casi imposible

de superar, aun así resulto con algunos moretones. Me había topado en el

gimnasio una vez durante estas pruebas, me sorprendí al ver una cortadura en

su mejilla. No era fatal, pero había una buena cantidad de sangre saliendo de

ella.

"¿Te das cuenta que te estás desangrando a muerte?" Exclame. Era una

exageración.

Se tocó la mejilla, estaba distraído y parecía darse cuenta de la herida por

primera vez. "Yo no diría eso. No es nada."

"No es nada hasta que tengas una infección!"

"Sabes que eso es muy poco probable", dijo obstinadamente. Eso era cierto. Los

Moroi – fuera de contraer una rara enfermedad, como Víctor -casi nunca se

enfermaban. Nosotros los dhampirs habíamos heredado eso de ellos, al igual

que el tatuaje de Sydney que le daba protección. Sin embargo, yo no iba a dejar

que Dimitri continuara sangrando.

"Vamos", le dije, señalando el pequeño cuarto de baño en el gimnasio. Mi voz

había sido firme, y para mi sorpresa, el obedeció.

Después de mojar una toalla, suavemente limpie su rostro. Al principio él

siguió protestando, pero al final se mantuvo en silencio. El baño era pequeño, y

estábamos a solo unos pocos centímetros uno del otro. Podía oler su aroma

limpio y embriagador mientras estudiaba cada detalle de su rostro y fuerte

cuerpo. Mi corazón se aceleraba dentro de mi pecho, pero se suponía que

debíamos de comportarnos, así que trate de aparentar estar firme y

concentrada. El estaba extrañamente tranquilo también, pero cuando coloque su

cabello detrás de sus orejas para limpiar el resto de su cara, se estremeció. Mis

dedos que tocaban su piel habían enviado ondas de choque a través de todo mí

cuerpo, y el lo había sentido también. Tomo mi mano y la retiro. "Suficiente",

dijo, con voz un poco ronca. “Ya estoy bien".

"¿Estás seguro?", Le pregunté. Él aun no había liberado mi mano. Estábamos

tan, tan cerca. El pequeño baño parecía a punto de estallar con la electricidad

que se formaba entre nosotros. Sabía este momento no duraría, pero no quería

dejarlo ir. Dios, a veces era tan difícil ser responsable.

"Sí", dijo él. Su voz era suave, y yo sabía que él no estaba molesto conmigo.

Tenía miedo, miedo de lo poco que se necesitaría para encender un fuego entre

nosotros. Tal como era, me sentía caliente por todas partes, sólo por tocar su

mano. Tocarlo me hizo sentir completa, como la persona que siempre debí ser.

"Gracias, Roza."

Me soltó la mano, y salimos de allí, ambos a hacer nuestras cosas propias de

ese día. Pero la sensación de su piel y su pelo se quedaron conmigo durante

horas. . . .

No sé por qué soñé con esa memoria después de haber sido atacada cerca del

establo. Me pareció extraño que soñara con cuidar de Dimitri cuando yo era la

que necesitaba cuidados. Supongo que en realidad no importa el recuerdo que

fuera, siempre y cuando se tratara de él. Dimitri siempre me hizo sentir mejor,

incluso en mis sueños, dándome fuerza y determinación.

Pero mientras me encontraba delirando y moviéndome dentro y fuera de la

conciencia, su rostro reconfortante ocasionalmente tomaba esos ojos rojos y

colmillos. Gemí, luchando por alejar esa imagen de mí. Otras veces, el no lucía

para nada como Dimitri. Se había convertido en un hombre al que no conocía,

un Moroi mayor, con cabello oscuro y ojos astutos, llevaba joyas de oro brillante

en el cuello y orejas. Yo grite llamando a Dimitri de nuevo, y finalmente su cara

volvía, segura y maravillosa.

Hubo un momento, en que la imagen cambió de nuevo, esta vez a una mujer.

Evidentemente ella no era Dimitri, pero había algo en sus ojos marrones que me

recordaba a él. Ella era mayor, de unos cuarentaitantos tal vez, era Dhampir.

Coloco un paño frío sobre mi frente y me di cuenta de que ya no estaba

soñando. Mi cuerpo me dolía, y estaba en una cama desconocida, en una

desconocida habitación. No había señales de algún Strigoi. ¿También los había

soñado?

"No trates de moverte", dijo la mujer con un perceptible acento ruso. "Te dieron

unos golpes fuertes”.

Mis ojos se abrieron justo cuando la memoria de lo que había pasado en el

establo volvía a mí, los fantasmas que había llamado. No había sido un sueño.

"¿Dónde está Sydney? ¿Está bien?"

"Ella está bien. No te preocupes." Algo en la voz de esa mujer me dijo que podía

creerle.

"¿Dónde estoy?"

"En Baia."

Baia, Baia. En algún lugar de mi cabeza, ese nombre me era familiar. De

repente, lo supe. Hace mucho tiempo, Dimitri lo había mencionado. Él sólo

había mencionado el nombre de su pueblo natal una vez y a pesar de que lo

había intentado, no había sido capaz de recordarlo. Sydney, nunca me dijo su

nombre. Pero ahora estábamos aquí. En el hogar de Dimitri.

"¿Quién eres?", Le pregunté.

"Olena,", dijo ella. "Olena Belikova".

CAPITULO 7

*TRADUCIDO POR NISSIE*

Era como la mañana de Navidad. Usualmente yo no estaba relacionada con

Dios o fe, pero en este momento lo estaba seriamente reconsiderando.

Aparentemente después de que me desmayé, Sydney había hecho algunas

llamadas frenéticas y alguien que ella conocía en Baia nos había traído aquí -

arriesgándose a la oscuridad- rescatándonos y dejándonos en un lugar donde

yo pudiera ser tratada. Eso era sin duda la razón por la cual había tenido

sensaciones vagas de estar en un coche durante mi delirio, así que no todo

había sido parte del sueño.

Y luego, de alguna manera, de todos los dhampirs que viven en Baia, había sido

traída a la casa de la madre de Dimitri. Eso era suficiente para hacerme

considerar la posibilidad de la existencia de fuerzas mayores en el universo.

Nadie me dijo exactamente cómo sucedió, pero pronto entendí que Olena

Belikova tenía una reputación de dones de curación- y ni siquiera me refiero un

tipo de magia para curación. Ella tenía formación médica y era la persona a la

que otros dhampirs e incluso algunos Moroi - acudían si es que querían evitar la

atención de los humanos. Aún así. La coincidencia era misteriosa y no podía

dejar de pensar que había algo que yo no entendía.

Pero por ahora, no me preocupé demasiado del cómo y porqué de mi actual

situación. Estaba demasiado ocupada mirando a mis alrededores y a sus

habitantes. Olena no viva sola. Todas las hermanas de Dimitri – que eran tres -

vivían en la casa también, junto con sus hijos. El parecido en la familia era

sorprendente. Ninguno de ellos se veía exactamente como Dimitri, pero en cada

rostro, podía verlo. Los ojos. La sonrisa. Incluso el sentido del humor. El verlos

alimentaba el vacio que Dimitri me había dejado desde su partida y al mismo

tiempo empeoraba las cosas. Cada vez que veía a cualquiera de ellos con mi

visión periférica, yo pensaba que estaba viendo a Dimitri. Era como una casa de

espejos, con reflejos distorsionados de él en todas partes.

Incluso la casa me daba escalofríos. No había señales evidentes de que Dimitri

había vivido allí, pero continuamente pensaba: Aquí es donde el creció. El

caminó por estos pisos, tocó estas paredes. . . .

Mientras caminaba de habitación en habitación, tocaba las paredes también,

tratando de extraer su energía. Lo imaginaba sentado en el sofá, en casa durante

el descanso de la escuela. Me pregunté si se deslizaba por la baranda cuando

era pequeño. Las imágenes eran tan reales que tenía que seguir recordándome a

mí misma que él no había estado aquí en años.

“Te has recuperado increíblemente", Olena me dijo la mañana siguiente

después de que me habían traído a ella. Observó con aprobación mientras yo

comía un plato de blini. Eran pancakes ultra delgados apilados en capas con

mantequilla y mermelada. Mi cuerpo siempre requería de una buena cantidad

de alimento para mantener su fuerza, y pensé que mientras yo no estuviera

masticando con la boca abierta ni nada de eso, no tenía razón para sentirme mal

por comer tanto. "Pensé que estabas muerta cuando Abe y Sydney te trajeron "

"¿Quién?" Le pregunté entre bocado y bocado.

Sydney se sentó a la mesa con el resto de la familia, apenas tocando la comida

como de costumbre. Parecía claramente incómoda por estar en un hogar

dhampir, pero cuando por primera baje de mi cuarto esta mañana,

definitivamente vi un poco de alivio en sus ojos.

"Abe Mazur," dijo Sydney. A menos que me equivocara, algunas de las otras

personas sentadas en la mesa intercambiaron miradas. "Es un Moroi. Yo. . . Yo

no sabía que tan mal herida estabas anoche, así que lo llamé. El acudió junto

con sus guardianes. Fue quien te trajo aquí”.

Guardianes. Plural. "¿El es de la realeza?" Mazur no era un nombre real, pero

eso no siempre era un signo seguro del linaje de una persona. Y aunque ya

estaba empezando a confiar en las redes sociales de Sydney y sus conexiones

con gente poderosa, no podía imaginar por qué uno de la realeza se saldría

desviaría de su camino por mí.

Tal vez les debía un favor a los alquimistas.

"No", dijo ella sin rodeos. Fruncí el ceño. ¿Un Moroi no-real con más de un

guardián? Muy extraño. Era evidente que ella no iba a decir nada más sobre el

tema, al menos no por ahora.

Tragué otro bocado de blini y volví mi atención a Olena. "Gracias por

cuidarme"

La Hermana de Dimitri, Karolina, se sentó a la mesa también, junto con su bebé

y su hijo Paul. Paul tenía unos diez años y parecía fascinado conmigo. La

hermana adolescente de Dimitri, Viktoria, también estaba allí.

Parecía ser un poco más joven que yo. La tercera hermana Belikov se llamaba

Sonia y se había ido a trabajar antes de que me despertara. Tendría que esperar

para conocerla.

"¿De verdad mataste a dos Strigoi tu sola?" Me preguntó Paul.

"Paul", reprendió a Karolina. "Esa pregunta no se hace."

"Pero es muy emocionante", dijo Viktoria con una sonrisa. Su cabello castaño

tenía toques de color oro, pero sus ojos oscuros brillaban tal como los de Dimitri

cuando estaba emocionado y eso alteró mi corazón.

Una vez más, tuve la sensación de que Dimitri estaba aquí pero no realmente

aquí.

"Ella lo hizo", dijo Sydney. "Yo vi los cuerpos. Como siempre. "

Tenía esa expresión atormentada, y yo me reí. "Por lo menos esta vez los dejé

donde pudieras encontrarlos. "Mi humor repentinamente se esfumo. "¿Alguien

. . . alguno de los humanos se dio cuenta de algo? "

"Me deshice de los cuerpos antes de que alguien los viera", dijo ella. "Si alguna

persona escuchó algo. . . Bueno, lugares boscosos como ese están siempre

llenos de supersticiones e historias de fantasmas. Ellos no tienen evidencia real

de vampiros, pero aun así siempre algunos que creen en la existencia de cosas

sobrenaturales y peligrosas. Que poco saben".

Ella dijo: "historias de fantasmas" sin ningún cambio de expresión. Me pregunté

si había visto alguno de los espíritus de anoche pero finalmente decidí que lo

más seguro era que no lo había hecho. Había llegado cerca de la final de la

pelea, y si las cosas no habían cambiado, nadie más podía ver los espíritus que

excepto los Strigoi y yo.

"Has de tener un muy buen entrenamiento”, dijo Karolina, cambiándose de

posición para que el bebé se apoyara en su hombro. "Probablemente estarás

aun en la escuela".

"Acabo de salir", le dije, ganándome otra mirada escrutadora de Sydney.

"Eres americana", dijo Olena con total naturalidad. "¿Qué es lo que te trajo

aquí?"

"Yo. . . Estoy buscando a alguien ", dije después de vacilar por un momento.

Tenía miedo de que me presionaran para saber detalles o que ella pensara que

quería ser blood whore, pero en ese momento, la puerta de la cocina se abrió y

la abuela de Dimitri, Yeva, entró.

Ya se había asomado antes y me había asustado demasiado. Dimitri me había

dicho que ella era una clase de bruja, y ahora lo creía. Parecía que tenia cien

años y era muy delgada, era un milagro que el viento no se la llevara. Apenas

medía cinco pies de altura, y su cabello cubría su cabeza en mechones

irregulares de color gris. Pero fueron sus ojos los que realmente me asustaron.

El resto de ella puede que haya sido frágil, pero esos ojos oscuros eran agudos y

alertas y parecían meterse en mi alma.

Incluso sin la explicación de Dimitri, la habría tomado por bruja. Ella también

era la única de la casa que no hablaba inglés.

Se sentó en una de las sillas vacías, y Olena rápidamente fue a servir más blini.

Yeva murmuró algo en ruso que hizo a los demás sentirse incómodos. Los

labios de Sydney formaron una pequeña sonrisa. Los ojo de Yeva ojos estaban

fijos en mí mientras hablaba, y mire alrededor pidiendo una traducción.

"¿Qué?", Le pregunté.

"La abuela dice que no nos estas diciendo toda la verdad sobre por qué estás

aquí. Ella dice que entre más lo demores, peor será ", explicó Viktoria. Y

después le dìo a Sydney una mirada de disculpa. "Y ella quiere saber cuándo se

va la alquimista."

"Tan pronto como sea posible", dijo Sydney secamente.

"Bueno, el por qué estoy aquí. . . Es una una larga historia. “¿Podría dar una

respuesta más vaga?

Yeva dijo algo más, y Olena respondió con lo que sonaba como un castigo. Pero

ella se dirigió hacia mí con suavidad: "No le hagas caso Rose. Ella está en uno

de sus días malos. ¿El por qué estás aquí es tu propio asunto, aunque estoy

segura de que Abe quiera hablar contigo en algún momento." Ella frunció el

ceño ligeramente y recordé de las miradas extrañas de los demás hace solo unos

momentos. “Debe asegurarte de agradecerle. Parecía muy preocupado por ti."

"Me gustaría verlo a él también", murmuré, curiosa acerca de este bien

protegido, Moroi quien me había traído y parecía poner a todo el mundo

intranquilo. Deseosa de evitar hablar más del por qué yo estaba aquí, me

apresuré de cambiar el tema. "También me gustaría ver más de Baia. Nunca he

estado en un lugar como este antes, me refiero donde tantos dhampirs viven."

Viktoria respondió. "Definitivamente te puede dar un paseo, si estás segura de

sentirte bien. Pero si no es así, no tiene por que ser de inmediato”.

Ella creía que estaba de paso, que no era del todo incorrecto. Honestamente, ya

no estaba segura de lo que estaba haciendo, ahora que parecía probable que

Dimitri no se encontrara en esta zona. Miré en Sydney de manera interrogante.

Ella se encogió de hombros. "Haz lo que quieras. Yo no iré a ninguna parte."

Encontré su respuesta un poco desconcertante. Ella me había traído aquí tal

como sus superiores le habían indicado, pero ¿ahora qué?

Bueno, esa preocupación tendría que esperar para después.

Tan pronto como terminé mi comida, Viktoria prácticamente me arrastró hacia

la puerta, como si yo fuera la cosa más emocionante que había pasado por aquí

en algún tiempo. Yeva no me había quitado la mirada de encima por el resto de

la comida, y aunque ella nunca dijo nada mas, su mirada sospechosa

claramente me decía que no creía ni una palabra de lo que yo había dicho.

Invité a Sydney al paseo, pero ella declinó la invitación, optando por encerrarse

en una habitación para leer acerca de los templos griegos o quizá para llamadas

telefónicas que controlaban al mundo o lo que fuera que ella hiciera.

Viktoria dijo que el centro de la ciudad no estaba lejos de donde vivían y era

una corta caminata. El día era claro y fresco, con suficiente sol para hacer un día

muy placentero.

"No tenemos muchos visitantes", explicó. "Salvo por los hombres Moroi, pero la

mayoría no se quedan mucho tiempo. "

No Añadió más, pero me preguntaba acerca de sus implicaciones. ¿Estaban

estos hombres Moroi en busca de algún tipo de diversión con las mujeres

Dhampir? Yo había crecido pensando que el que estas mujeres dhampirs, que

habían elegido no convertirse en guardianes eran una vergüenza y sucias. Las

que había conocido en el Nightingale ciertamente habían cumplido con el

estereotipo de blood whore, pero Dimitri me había asegurado que no todas las

mujeres Dhampir eran así. Después de conocer a las Belikovs, yo le creía.

Cuando nos acercamos al centro de la ciudad, pronto descubrí otro mito roto.

La gente siempre habló sobre que las blood whore vivían en campamentos o en

las comunas, pero este no era el caso aquí. Baia no era enorme, no como San

Petersburgo o incluso Omsk, pero era una verdadera ciudad con una gran

población de humanos. No tenía nada de campamento rural o asentamiento

agrícola. Todo el ambiente era sorprendentemente normal y cuando llegamos al

centro de la ciudad, lleno de pequeñas tiendas y restaurantes, parecía como

cualquier otro lugar del mundo donde la gente vivía. Moderno y ordinario, sólo

con una pequeña sensación de pueblo pequeño.

"¿Dónde están todos los dhampirs?" Me pregunté en voz alta. Sydney, había

dicho que había una secreta subcultura Dhampir, pero no vio señales de ella.

Viktoria sonrió. "Oh, ellos están aquí. Tenemos un muchos negocios y otros

lugares de los cuales los seres humanos no saben nada." Aunque yo podía

entender que los dhampirs pasar inadvertidos en las grandes ciudades, pero eso

no podría aplicarse aquí. "Y muchos de nosotros simplemente vivimos y

trabajamos con los seres humanos." Ella asintió con la cabeza señalando a lo que

parecía una farmacia. "Ahí es donde Sonya trabaja ahora."

¿Ahora?"

"Ahora que ella está embarazada". Viktoria puso loa ojos en blanco. "Te llevaría

a conocerla, pero últimamente está de mal humor todo el tiempo. Espero que el

bebé llegue pronto”.

Ella dejo el tema así, y me pregunte de nuevo sobre la dinámica de dhampirs y

Moroi por estos rumbos. No la volvimos a mencionar y nuestra conversación se

mantuvo relajada e incluso burlona. Viktoria era agradable y en sólo una hora,

compaginamos, como si nos hubiéramos conocido desde siempre. Tal vez mi

conexión con Dimitri me unía a su familia también.

Mis pensamientos fueron cortados cuando alguien llamo a Viktoria por su

nombre. Nos volvimos y vimos a un muy guapo Dhampir cruzar la calle. Tenía

el pelo de bronce y ojos oscuros, su edad alrededor de la mía y la Viktoria.

El dijo algo que parecía ser muy convencional. Ella le sonrió y luego me hizo un

gesto, presentándome en ruso. "Este es Nikolai," me dijo en inglés.

"Gusto en conocerte", dijo el también cambiando el idioma. Él me dio una

rápida evaluación en la manera en que lo hacen los chicos, pero cuando se

volvió a Viktoria, era evidente quien era el objeto de sus afecciones. "Deberías

llevar a Rose a la fiesta de Marina. Es este domingo por la noche". El vaciló,

tornándose un poco tímido. "Vas a ir ¿no es así?"

Viktoria se volvió pensativa, y me di cuenta que era totalmente ajena al

enamoramiento de él. "Voy estar ahí, pero...” Se volvió hacia mí. "¿Seguir{s tu

aquí?"

"No lo sé", le dije con sinceridad. "Pero si todavía estoy aquí claro que iré. ¿Qué

clase de fiesta es?"

"De una amiga de la escuela Marina", explicó Viktoria. "Simplemente vamos a

reunirnos y celebrar antes de volver."

"¿A la escuela?" Le pregunté estúpidamente. De alguna manera, nunca se me

había ocurrido que los dhampirs de aquí asistían a la escuela.

"Estamos de vacaciones", dijo Nikolai. "Por la Pascua".

"Oh." Era finales de abril, pero no tenía idea de que día caía la Pascua este año.

Ya había perdido la noción del tiempo. No era Pascua aun, por lo que las

vacaciones deberían ser una semana antes de Semana Santa. En St. Vladimir las

vacaciones eran después de ella. "¿Dónde está tu escuela?"

"Esta a tres horas de distancia. Aún m{s remota que esto”. Viktoria hizo una

mueca.

"Baia no es tan malo", bromeó Nikolai.

"Es fácil para ti decirlo. Eventualmente te irás y veras lugares nuevos y

excitantes ".

"¿Tu no puedes?", Le pregunté.

Ella frunció el ceño, repentinamente incómoda. "Bueno, yo podría. . . pero no es

cómo lo hacemos aquí, al menos no en mi familia. La abuela tiene algunas...

fuertes opiniones sobre los hombres y las mujeres.

Nikolai será un guardián, pero yo me quedaré aquí con mi familia."

Nikolai de repente me miró. "¿Eres un guardián?"

"Ah, bueno." Ahora yo era la incómoda.

Viktoria habló antes de que se me ocurriera que decir. "Ella mató dos Strigoi a

las afueras del pueblo. Ella sola."

Él parecía impresionado. "Eres una guardián."

"Bueno, no... . He matado antes, pero no hecho ningún juramento." Me di la

vuelta y levante mi pelo para mostrarles mi cuello. Además de mis marcas

Molnija también tenía el pequeño tatuaje de estrella que significaba que había

estado en una batalla. Ambos se quedaron sin aliento, y Nikolai dijo algo en

en ruso. Dejé caer mi cabello y los mire de nuevo. "¿Qué?"

"Eres. . ". Viktoria se mordió los labios, los ojos me contemplaban mientras

buscaba lo que quería decir.

"¿No estás prometida? No sé la palabra en Inglés".

"¿No prometida?", Dije. "Supongo. . . pero, técnicamente no todas las mujeres

aquí lo son?"

"Incluso si no somos guardianes, todavía recibimos las marcas que muestran

que completamos nuestra formación. Sin juramento, y para que alguien pueda

matar a tantos Strigoi sin lealtad a una escuela. . ". Viktoria se encogió de

hombros. “Lo llamamos ser no prometido y es una cosa extraña por aquí".

"También es extraño de donde yo vengo", dije. Aunque nunca lo había visto y

no teníamos un término exacto para definirlo. Simplemente era una cosa que

no se hacía.

"Me tengo que ir", dijo Nikolai, con ojos enamorados de Viktoria. "Pero nos

vemos en la fiesta de Marina” ¿Tal vez antes?"

"Sí", ella aceptó. Se despidieron en ruso, y luego saltó de regreso a la calle, con

la facilidad y gracia atlética que los guardianes a menudo adquirían con el

entrenamiento. Me recordaba un poco a Dimitri.

"Debí de haberlo asustado," dije.

"No, él piensa que eres asombrosa".

"No tan asombrosa como él piensa que eres tú".

Ella levantó las cejas. "¿Qué?"

"Le gustas. . . Quiero decir, realmente le gustas. ¿No te das cuenta?"

"Oh. Sólo somos amigos. “

Me di cuenta por su actitud que lo decía en serio. Él le era completamente

indiferente, lo que era una lástima. El era guapo y agradable. Al ver marchar a

Nikolai, me recordó al asunto de los guardianes. Estaba intrigada por las

diferentes actitudes de por aquí. – Tú dices que no puedes. . . pero, ¿quieres ser

un guardián?"

Ella vaciló. "Nunca lo he realmente considerado. Tengo el mismo entrenamiento

en la escuela, y me gusta ser capaz de defenderme. Pero prefiero usarlo en

defensa de mi familia que en los Moroi. Supongo que suena. . ". Se detuvo de

nuevo a pensar en la palabra correcta.". . . Sexista? Sin embargo, los hombres se

convierten en guardianes y las mujeres se quedan en casa. Sólo mi hermano se

marchó."

Estuve a punto de tropezar. ¿Tu hermano? "Le pregunté, manteniendo mi voz

lo más firme posible.

"Dimitri", dijo. "El es mayor que yo y ha sido ya guardián por algún tiempo. De

hecho el está en los Estados Unidos. No lo he visto en mucho tiempo ".

"Huh."

Yo me sentía terrible y culpable. Culpable porque le estaba ocultando la verdad

a Viktoria y a los otros.

Horrible, porque al parecer nadie aun se había tomado la molestia de

comunicarle las noticas a su familia. Sonriendo a sus propios recuerdos, no se

dio cuenta de mi cambio de humor.

"Pablo se ve igual que él cuando tenía su edad. Te debería enseñar fotos de él,

también tengo algunas recientes. Dimitri es bastante guapo.

Estaba segura de que si ver las fotos de Dimitri como un niño pequeño me

romperían el corazón. Y como fue, entre más Viktoria hablaba de él, mas

enferma me sentía. Ella no tenía idea de lo que había ocurrido, y a pesar de que

habían pasado un par de años desde que lo había visto, estaba claro que ella y

el resto de la familia lo amaba demasiado. No es que eso fuera una sorpresa. (Y

en verdad, ¿Quién no podía querer a Dimitri?) Estando con ellos sólo una

mañana me había mostrado lo unidos que estaban. Yo sabía por las historias de

Dimitri que estaba loco por ellos también.

"¿Rose? ¿Estás bien? "Viktoria me miraba con preocupación, probablemente

porque no había dicho nada en los últimos diez minutos.

Habíamos dado la vuelta de regreso y casi llegábamos a su casa. Viendo la a

ella, tan abierta conmigo, su rostro amistoso y ojos tan parecidos a los de

Dimitri, me di cuenta que tenía otra tarea por delante antes de ir tras Dimitri,

dondequiera que él estuviera. Tragué saliva.

"Yo... sí. Creo. . . Creo que necesito sentarme contigo y el resto de tu familia."

"Muy bien", dijo, con preocupación en su voz.

Dentro de la casa, Olena estaba en la cocina con Karolina. Parecía que estaban

haciendo planes para la cena de esta noche, lo que era sorprendente

considerando que acabábamos de terminar un gran desayuno. Definitivamente

podría acostumbrarme a la forma en que se comía por aquí. En la sala, Paul

estaba construyendo una elaborada pista de carreras con Legos. Yeva estaba

sentada en un sillón y parecía ser un típico estereotipo de abuela mientras tejía

un par de calcetines. Excepto que la mayoría de las abuelas no parecían que te

pudieran incinerar con tan solo mirarte.

Olena estaba hablando con Karolina en ruso, pero cambió a inglés cuando ella

me vio. "Ustedes volvieron antes de lo que esperaba ".

"Paseamos por la ciudad", dijo Viktoria. Y. . . Rose quería hablar contigo. Con

todos nosotros."

Olena me lanzó una mirada tan perpleja y preocupada como la de Viktoria.

"¿Qué está pasando?"

El peso de todos esos Belikov hizo que mi corazón latiera más rápido en mi

pecho. ¿Cómo iba hacer esto? ¿Cómo podría explicar algo de lo que había

hablado en semanas? No podía soportar hacerles esto a ellos- ni a mí -. Cuando

Yeva me miró, hizo las cosas mucho peor. Tal vez había captado con su

sentido místico que algo grande estaba a punto de suceder.

"Deberíamos sentarnos", les dije.

Paul se quedó en la sala, por lo que estaba agradecida. Yo estaba segura de que

no podría decir lo que tenía que decir con un niño -que aparentemente era igual

a Dimitri -, mirándome.

"Rose, ¿qué pasa?", Preguntó Olena. Se veía tan dulce y bueno. . . maternal, que

casi me hizo llorar. Siempre había estado molesta con mi madre por no estar

cerca de mi o por no hacer un buen trabajo como mamá, Siempre l comparé con

la imagen idealizada de una madre, una madre que se parecía mucho a la de

Dimitri. Me di cuenta que las hermanas de Dimitri parecían igualmente

preocupadas, como si yo fuera alguien que habían conocido de siempre. Esa

aceptación y la preocupación hicieron que mis ojos se llenaran de lágrimas aún

más, ya que tan solo acababan de conocerme esta mañana. Yeva tenía una

expresión muy extraña, como si hubiese estado esperando algo como esto desde

un principio.

-Bueno. . . la cosa es, que la razón por la que vine aquí, a Baia, era para

encontrarlos a ustedes”.

Eso no era del todo cierto. Ya que había venido a buscar a Dimitri. Nunca pensé

demasiado acerca de encontrar a su familia, pero ahora me daba cuenta que era

bueno haberlo hecho.

"Ver{n, Viktoria estaba hablando de Dimitri hace unos momentos”. Los ojos de

Olena se iluminaron cuando mencione el nombre de su hijo. “ Y. . . Yo lo

conocí… Yo lo conozco. El solía ser un guardi{n en mi escuela. Mi mentor, en

realidad."

Karolina y Viktoria se iluminaron al mismo tiempo. "¿Cómo está?", Preguntó

Karolina. "Han pasado tanto tiempo desde la última vez que lo vimos. ¿Sabes

cuándo va a venir de visita?"

Yo no podía pensar en cómo responder a su pregunta, así que seguí adelante

con mi historia antes de que perdiera mi fuerza en frente de todos esos rostros

de amor. Como las palabras salieron de mi boca, era casi como si alguien más

las estuviera diciendo y yo estuviera observar desde la distancia. "Hace un mes.

. . nuestra escuela fue atacada por Strigoi. Un ataque muy fuerte. . . fue un

enorme grupo de Strigoi. Nosotros perdimos a mucha gente-y Moroi dhampirs,

por igual. “

Olena exclamó en ruso. Viktoria se inclinó hacia mí. "St. Vladimir?"

Me detuve en mi historia, sorprendida. "¿Han oído hablar de él?"

"Todo el mundo ha oído hablar de él", dijo Karolina. "Todos sabemos lo que

pasó. ¿Esa era tu escuela?

¿Tu estabas allí esa noche?"

Yo asentí.

"No es de extrañar porque tienes tantas marcas Molnija", respiró Viktoria

maravillada.

"¿Y ahí es donde ahora esta Dimitri?", Preguntó Olena. "Perdido el rastro de su

última misión."

"Um, sí. . ". Mi lengua se sentía gruesa en mi garganta. No podía respirar. "Yo

estaba en la escuela la noche del ataque, "reafirmé. "Y también Dimitri lo estaba.

Él fue uno de los líderes en la batalla. . . y la forma en que luchó. . . el fue. . . fue

tan valiente. . . y. ".

Mi voz se estaba quebrando, pero para este punto, los demás me estaban

entendiendo. Olena contuvo la respiración y de nuevo murmuró en ruso. Pude

entender la palabra "Dios". Karolina se quedó helada, pero Viktoria se inclinó

hacia mí. Con esos ojos que eran tan parecidos a los de su hermano y me

miraban fijamente, tan fijamente como si el mismo me estuviera empujando

para decir la verdad, no importaba cuán terrible fuera.

"¿Qué pasó?" Preguntó ella. "¿Qué le pasó a Dimitri?"

Miré lejos de sus rostros, mis ojos vagando por toda la sala. En la pared del

fondo, vi una estantería llena de libros de cubiertas de cuero. Tenían letras de

oro en relieve. Era una casualidad, pero de repente recordé a Dimitri

mencionándomelos. Mi madre colecciona novelas de aventuras, me había dicho

una vez. Las cubiertas eran tan hermosas, y las amaba. Si yo era cuidadoso, ella

me dejaba leerlas en ocasiones. La idea de un Dimitri joven sentado delante de

esa biblioteca, cuidadosamente pasando las páginas- y, ¡oh, y claro que él era

cuidadoso- , casi me hizo perderme. ¿Habrá sido este lugar donde el desarrollo

su amor su amor por las novelas del oeste?

Me estaba perdiendo. Me estaba distrayendo. Yo no iba a ser capaz de decirles

la verdad. Mis emociones estaban creciendo demasiado, mis recuerdos me

inundaban mientras luchaba en pensar en algo -cualquier cosa – que no

implicara esa horrible batalla.

Luego miré a Yeva de nuevo, y algo acerca de su expresión misteriosa,

inexplicablemente, me animó. Tenía que hacer esto. Me volví hacia los demás.

"Él luchó con valentía en la batalla, y después, el ayudó a dirigir una misión de

rescate para salvar a algunas personas quienes los Strigoi habían capturado. EL

fue realmente sorprendente también en eso, solamente que. . . él. . ".

Me detuve de nuevo y me di cuenta que las lágrimas rodaban por mis mejillas.

En mi mente, estaba repitiendo la terrible escena en la cueva, con Dimitri tan

cerca de la libertad y después capturado por strigoi en el último minuto.

Sacudiendo ese pensamiento, volví a respirar hondo. Tenía que terminar esto.

Se lo debía a su familia.

No había manera amable de decirlo. "Uno de los Strigoi allí... bueno, el venció a

Dimitri”.

Karolina hundió el rostro en el hombro de su madre, y Olena no hizo ningún

esfuerzo por ocultar sus propias lágrimas. Viktoria no lloraba, pero su rostro

estaba completamente inmóvil. Ella estaba trabajando duro para mantener

sus emociones bajo control, tal como Dimitri lo hubiera hecho. Ella buscó mi

cara, necesitando asegurarse.

"Dimitri está muerto", dijo.

Fue una declaración, no una pregunta, pero estaba mirándome en busca de

confirmación. Me preguntaba si podían leer algo en mi, algún indicio de que

aún había más en la historia. O tal vez sólo necesitaba la certeza de esas

palabras. Y por un momento, pensé en decirles que Dimitri había muerto.

Era lo que la Academia les hubiera dicho, lo que los guardianes les hubieran

dicho. Sería más fácil para ellos. . . pero de alguna manera, no podía soportar

mentirles, incluso si se trataba de una mentira reconfortante.

Dimitri hubiera querido toda la verdad, y su familia también.

"No", dije, y por un momento, la esperanza surgió en todos sus rostros, al

menos hasta que hablé otra vez. "Dimitri es un Strigoi".

CAPITULO 8

*TRADUCIDO POR NISSIE*

Las reacciones fueron encontradas entre los miembros de la familia de Dimitri.

Algunos lloraban. Otros estaban aturdidos. Y algunos otros - específicamente

Yeva y Viktoria - simplemente tomaron las noticias y sus rostros no

demostraban sus sentimientos, justo como Dimitri lo habría hecho. Eso me

molesto casi tanto como las lágrimas, me recordaban demasiado a él. De todos

ellos, Sonya - quien estaba embarazada y que vino a casa poco después de que

les di la noticia- tuvo la reacción física más intensa. Corrió llorando a su

habitación y

no salió más.

No les tomo mucho tiempo a Yeva y Olena para entrar en acción. Hablaban con

rapidez en ruso, claramente planeando algo. Hicieron llamadas telefónicas, y

Viktoria fue enviada a dar recados. Nadie parecía que me necesitase, así que yo

básicamente vagaba por la casa y trataba de permanecer fuera de su camino.

Me encontré a mi misma estudiando los estantes que había visto antes,

corriendo mis manos a lo largo de los libros encuadernados en cuero. Los

títulos estaban en cirílico (nissie: alfabeto ruso), pero no importaba. Tocarlos e

imaginar que Dimitri los había sostenido y leído de alguna manera me hizo

sentir más cerca de él.

"¿Buscas una lectura poco de luz?" Sydney se acercó y se detuvo junto a mí. Ella

no había sido

alrededor de antes, pero había oído las noticias.

"No les entiendo nada, a ninguno de ellos", contesté. Hice un gesto a los hacia

los escurridizos miembros de la familia. "¿Qué está pasando aquí?"

"Están planeando el funeral de Dimitri", explicó Sydney. "Mas bien, su servicio."

Fruncí el ceño. "Pero él no está muerto"

"Shh." Ella me cortó con un gesto firme y miró con recelo a los demás. "No digas

eso."

"Pero es verdad", le susurré.

Sacudió la cabeza. "No para ellos. Aquí. . . en estos pueblos. . . no hay ese

“estado intermedio”. Est{s vivo o est{s muerto. Ellos no van a reconocer que

sea uno de. . . esos." No pudo evitar el disgusto de su voz. "Para todos los

efectos y propósitos, el está muerto para ellos. Van a llorar por él y a seguir

adelante. Tu también deberías." Yo no me ofendí con su actitud demasiada

franca porque yo sabía que ella no lo había dicho con el propósito de

molestarme. Era sólo su manera de ser.

El problema era que ese estado intermedio era muy real para mí, y no había

manera de que pudiera olvidarlos. Todavía no.

"Rose. . . “Comenzó Sydney después de varios segundos de silencio. No se

atrevió a mirarme a los ojos. "Lo siento ".

"¿Quieres decir, por Dimitri?"

-Sí. . . No tenía ni idea. En realidad no he sido muy amable contigo. Quiero

decir, no voy a actuar como si ya me sentía mejor acerca de salir con los de tu

clase, porque ustedes nos son. . . humanos, obviamente. Pero. . . No lo sé. Aún

tienen sentimientos, ustedes aman de igual manera y sienten dolor. Y mientras

veníamos hacia aquí, guardabas esta horrible noticia y yo no te facilité las cosas.

Así que me disculpo por eso. Y siento mucho haber pensado lo peor de ti."

Al principio, pensé que estaba hablando de el pensar que yo era malvada, pero

después lo entendí. Ella había creído todo este tiempo que yo venía para ser

una blood whore y ahora creía que el decirles la noticia a la familia de Dimitri

era mi único propósito. No me molesté en corregirla.

"Gracias, pero no podía haberlo sabido. Y honestamente, si yo estuviera en tu

lugar. . . No lo sé. Probablemente actuaria de la misma manera".

"No", dijo ella. "No lo harías. Tú siempre eres amable con la gente. “

Le di una mirada incrédula. "¿Ha estado viajando con alguien más en estos

últimos días?

De vuelta a casa, tengo una reputación por no ser siempre tan agradable. Tengo

una mala actitud, y lo acepto".

Ella sonrió. "Sí, la tienes. Pero también les dices a las personas las palabras

correctas cuando es necesario. Contarle a los Belikovs lo que paso. . . Bueno, eso

fue duro. Y no importa lo que digas, puede ser cortés y a tu manera hacer sentir

bien a la gente. La mayoría del tiempo".

Estaba un poco asustada. ¿Era así como los demás me veían? A menudo

pensaba en mí misma como una volátil- perra reina feliz y trate de pensar en

mi comportamiento con ella en estos últimos días. Había discutido mucho con

ella, pero entre todo los otros que habíamos conocimos, supongo que había sido

amistosa con ella.

"Bueno, gracias", le dije, sin saber qué decir en realidad.

“¿Ya viste a Abe? ¿Cuando caminaste por la ciudad?"

"No", le dije, dándome cuenta que me había olvidado de mi misterioso

salvador. "¿Debería haberlo hecho?"

"Me imaginé que él te encontraría."

"¿Quién es él? ¿Por qué vino por nosotras cuando le dijiste que yo estaba

herida?"

Sydney vaciló, y pensé que iba a conseguir algo más del trato silencioso de los

alquimistas.

Pero después de mirar a su alrededor con inquietud, ella dijo en voz baja, "Abe

no es de la realeza pero es un tipo muy importante. Tampoco es ruso, pero

visita el país mucho, siempre por negocios-tanto legales como ilegales. Creo que

él es amigo de todos los Moroi importantes, y la mitad del tiempo, parece

como si controlara a los alquimistas también. Sé que está involucrado en el

proceso de hacer nuestros tatuajes. . . pero sus actividades va mucho más allá

de eso. Tenemos un nombre para él a sus espaldas. . .

Zmey ".

"¿Zma qué?" Casi no había escuchado la palabra. Sonaba como ZZ-may.

Ciertamente no era nada que hubiera escuchado antes.

Ella mostro una pequeña sonrisa debido a mi confusión. "Zmey significa

serpiente en ruso. Pero no cualquier serpiente."

Sus ojos se estrecharon mientras pensaba en una mejor explicación. "Es un

término que se utiliza en muchos de los mitos.

A veces se utiliza para nombrar a las serpientes gigantes que luchan con héroes

de batalla. También existen algunas historias acerca de los brujos con sangre de

serpiente a los que también se les llama así. ¿La serpiente en el Jardín del Edén?

¿Quién hizo caer a Eva? Fue también llamada Zmey ".

Me estremecí. Eso era muy extraño, pero hizo que yo entendiera algo. Los

alquimistas supuestamente tenían vínculos con dirigentes y autoridades, y Abe

aparentemente ejercían una gran influencia en ellos. ¿"Abe es el que quería que

vinieras conmigo a Baia? ¿La razón por la cual los Alquimistas te hicieron venir

aquí?"

Una vez m{s, hizo una pausa, y luego asintió. “Sí. . . cuando les llamé esa noche

en San Petersburgo, me dijeron que se había iniciado un ¡a búsqueda por ti. Abe

dio órdenes a través de los alquimistas para que yo me quedara

contigo hasta que el pudiera reunirse con nosotros aquí. Aparentemente el te ha

estado buscando en nombre de alguien más".

Sentí mucho frio. Mis temores se estaban realizando. Las personas estaban

buscándome. Pero, ¿quién? Si Lissa hubiera iniciado una cacería, lo habría

percibido cuando visitaba su mente. Tampoco creía que fuera Adrian, no de la

forma desesperada en que se mostraba al no tener idea de mi paradero.

Además, parecía aceptar mi necesidad de esta búsqueda.

Así que ¿quien me estaba buscando? ¿Y por qué razón? Esta Abe sonaba como

una persona de alto rango -alguien involucrado en negocios turbios -, alguien

que bien podría estar conectado a la reina o a otros igual de importantes. ¿Le

habría sido ordenado el buscarme y llevarme de vuelta? ¿O -teniendo en cuenta

cuánto me odiaba la reina- quizá había sido ordenado asegurarse de que yo

no volviera? ¿Estaba tratando con un asesino? Sydney ciertamente parecía

mirarlo con una extraña mezcla de temor y respeto.

"Tal vez yo conocerlo," dije.

"Yo no creo que vaya hacerte daño. Quiero decir, si él lo quisiera, ya lo habría

hecho. Pero ten cuidado. El está siempre jugando varios juegos a la vez, trata

con suficientes secretos para rivalizar con los alquimistas ".

"¿Así que no confías en él?"

Ella me dio una sonrisa triste al mismo tiempo en que se alejaba. "Lo olvidas, yo

no confío en ninguno de ustedes."

Cuando ella se fue, decidí ir afuera, lejos del dolor y de las cosas que sucedían

dentro de la casa. Me senté en el escalón superior del porche trasero, viendo

jugar a Paul. El estaba construyendo un fuerte para algunas de sus figuras de

acción. Aunque el era consiente del dolor de su familia, era difícil para él estar

demasiado afectado por la "muerte" de un tío que sólo había conocido un par de

veces. La noticia no significaba demasiado como el resto de nosotros.

Con tanto tiempo en mis manos para el resto del día, me decidí a hacer una

rápida visita a Lissa. Tenía una especie de curiosidad por saber cómo las cosas

andaban con Avery Lazar.

Aunque las intenciones de Lissa eran buenas, aun tenía algunas dudas sobre

llevar a Avery a almorzar con ellos. Y, sin embargo, se quedo felizmente

sorprendida al ver que Avery encajaba a la perfección, encantando a Adrian y

Christian. Era cierto que Adrian se impresionaba casi por cualquier.

Christian era más duro de roer, pero incluso él parecía realmente agradarle,

probablemente porque ella continuamente le hacía bromas a Adrian. Cualquier

persona que pudiera bromear a costa de Adrian tenía un puesto en lo alto de la

lista de Christian.

"Así que explícame esto" dijo Avery, jugando con su tenedor. " Tu simplemente

te quedas en la Academia todo el día? ¿Estás tratando de revivir la

preparatoria?"

"No hay nada que revivir", dijo Adrian con altanería. "Yo reinaba plenamente

en mi preparatoria. Era apreciado y adorado, no es que esto sea una sorpresa.”

Junto a él, Christian casi se atraganta con su comida.

"Así que. . . estas tratando de revivir tus días de gloria. Ya ha sido un tiempo

desde eso, ¿no?"

"De ninguna manera", dijo Adrian. "Yo soy como un buen vino. Me pongo

mejor con la edad. Lo mejor está por venir".

"Parece que eso pasa de moda después de un tiempo," dijo Avery, al parecer, no

convencida sobre el comentario del vino. "Estoy totalmente aburrida, y hasta

pase parte del día ayudando a mi papá".

"Adrian duerme la mayor parte del día", señaló Lissa, tratando de mantener

una cara seria. "Así que en realidad no tienen que preocuparse por encontrar

cosas que hacer."

"Hey, paso una buena parte de mi tiempo ayudándote a desentrañar los

misterios del espíritu", le recordó Adrian.

Avery se inclinó hacia delante, con curiosidad en toda su cara bonita. "Así que

es realmente real? He oído historias sobre el espíritu. . . acerca de cómo puedes

curar a la gente"

Le tomo a Lissa un momento para responder. No estaba segura de que algún

día se acostumbrara a vez que la gente supiera de su magia. "Entre otras cosas.

Todavía estamos trabajando en ello."

Adrian estaba más dispuesto que ella a discutirlo, probablemente con la

esperanza de impresionar a Avery y le proporciono un rápido resumen de

algunas habilidades del espíritu, como el aura y la compulsión. "Y", el agregó,

"puedo visitar a las personas en sus sueños."

Christian levantó una mano. "Detente. Ya siento venir un comentario acerca de

cómo las mujeres sueñan contigo. Y sabes acabo de comer."

"Yo no iba a ir allí", dijo Adrian. Pero parecía desear haber que el pensando en

esa broma el primero. Yo no pude dejar de divertirme un poco. Adrian era tan

temerario y frívolo en público. . .

y luego, en mis sueños, me había mostrado ese lado preocupado y serio de él. Él

era más complejo de lo que la gente le daba crédito.

Avery miró al piso. "Cielos, yo solía pensar que el uso del aire era genial.

Supongo que no lo es”. De pronto una pequeña brisa removió su él hacia atr{s,

dándole un aspecto como si estuviera posando para una sesión de fotos en traje

de baño. Le dio al grupo una sonrisa deslumbrante. Lo único que faltaba era un

fotógrafo.

El sonido de la campana los hizo a todos ponerse de pie. Christian se dio cuenta

que había dejado su tarea en otro salón y se apresuró a recuperarla, después de

besar a Lissa por supuesto.

Adrian salió igual de rápido. "Los profesores comienzan a lanzarme miradas si

es que me quedo una vez iniciadas las clases". Y después les dio a Lissa y Avery

una especie de reverencia. "Hasta la próxima vez, señoritas.

Avery, a quien no le importa nada lo que los profesores pensaban, acompañó a

Lissa a su próxima clase.

La cara de la chica mayor era pensativa. "Así que. . . realmente estas con

Christian, ¿verdad?” ¿Era en serio?

Si Avery hubiera visto la mitad de las cosas que yo les había visto hacer a

Christian y Lissa a través de nuestro lazo, no habría necesidad de preguntar.

Lissa se rió. "Sí, ¿por qué?"

Avery vaciló, aumentando la curiosidad de Lissa. -Bueno. . . He oído que estas

involucrada con Adrian."

Lissa casi se detuvo. "¿Dónde escuchaste eso?"

"En la corte. La reina estaba diciendo lo feliz que estaba en que ustedes fueran

pareja y cómo siempre ustedes están juntos."

Lissa gimió. "Eso es porque cada vez que voy a la corte, lo invita también a él y

luego nos envía ambos hacer cosas para ella. No es mi elección. . . Bueno, quiero

decir, no me malinterpretes No me molesta pasa tiempo con él, pero la razón

por la que siempre estamos juntos allí es porque Tatiana nos obliga ".

"Parece que le agradas, porque ella habla de ti todo el tiempo, de cómo tienes

un gran potencial y de lo orgullosa que está de ti."

"Creo que está orgullosa de manipularme. La ira allí es una molestia. Ella ignora

por completo el hecho de que estoy saliendo con Christian y toma cualquier

oportunidad para insultarlo." La Reina Tatiana, como tantas otras personas, no

podía perdonar a los padres de Christian por convertirse en Strigoi por decisión

propia.

"Lo siento," dijo Avery, parecía sentirse arrepentida. "Yo no tenía intención de

tocar un tema delicado. Yo solo quería saber si Adrian estaba disponible, eso

era todo."

Lissa no estaba molesta con Avery. Su enojo era hacia la reina, de la forma en

que ella asumía que todos se comportarían de la manera que ella deseara y

danzaran si es que ella lo ordenaba. El mundo de los Moroi ha sido gobernado

por un rey o una reina desde el principio de los tiempos y, a veces, Lissa

pensaba que ya era tiempo un cambio. Ellos necesitaban un sistema en el que

todos tuvieran una misma igualdad, fueran o no de la realeza. Incluso los

dhampirs.

Cuanto más pensaba en ello, más sentía su temperamento elevarse, ira y

frustración quemándose, que me era más familiar a mí que ella. La hacía querer

gritar a veces, querer caminar directo a Tatiana y decirle que el acuerdo se

cancelaba. Ninguna universidad lo merecía. Tal vez incluso le diría a Tatiana

que era el momento para una revolución, tiempo para darle vuelta al pasado de

los Moroi.

Lissa parpadeó, sorprendida de encontrarse temblando. ¿De donde había

venido esa emoción? Una cosa era estar molesta con Tatiana, pero esto. . .? Ella

no había una ira tan desatada y fuera de control desde que comenzara a usar el

espíritu. Con una respiración profunda, trató de utilizar algunas de las técnicas

de relajación que había aprendido de manera que Avery no notara en lo que

casi se había convertido.

"Yo sólo odio que la gente habla de mí, eso es todo", dijo Lissa al fin.

Avery no parecía haberse dado cuenta de la cólera de Lissa. "Bueno, si te hace

sentir mejor, no todo el mundo eso acerca de ti. Conocí a una chica. . .¿Mia? Sí,

creo que ese era su nombre. “No es de la realeza ". Con ese tono despectivo de

Avery sugería que no se rodeaba de muchos “no miembros de la realeza”,

"comunes" Moroi."Ella sólo se rió a la idea de que Adrian y tú estuvieran juntos.

Dijo que era ridículo."

Lissa casi sonrió. Mia había sido rival de Lissa alguna vez, además de una

egocéntrico Brat. Pero después de que un Strigoi mató a su madre, Mia había

desarrollado una actitud fuerte y determinada que a Lissa y a mí nos gustaba

muchísimo. Mia vivía en la Corte con su padre, entrenándose en secreto para

ser capaz de luchar con un Strigoi algún día.

"Oh", dijo de repente Avery. "Hay esta Simon. Debo irme. “

Lissa miró al otro lado de la sala y vio al duro guardián. Simón tal vez no era

tan sombrío como el hermano de Avery ,Reed, pero aún tenía ese mismo

aspecto rígido y severo que había visto Lissa cuando lo conoció por primera

vez. Sin embargo Avery parecía llevarse bien con él.

"Está bien," dijo Lissa. "Nos vemos más tarde".

"Por supuesto," dijo Avery, empezando a girar.

"Oh, y ¿Avery?"

Avery miró a Lissa. ¿Sí?"

"Adrian está disponible."

La única respuesta de Avery fue una sonrisa rápida antes de que se dirigiera a

reunirse con Simon.

De vuelta con los Belikovs en Baia, el servicio funerario estaba en marcha.

Vecinos y amigos, todos dhampirs, poco a poco llegaron, muchos trayendo

alimentos. Era mi primer vistazo a la comunidad Dhampir, aunque todavía no

me parecía tan misteriosa como Sydney me había dado a entender. La cocina se

volvió en un salón de banquetes, con todos los mostradores y mesas cubiertos

de platos. Algunos eran platillos que yo conocía, y había muchos postres,

galletas y pasteles cubiertos de frutos que olían a recién horneados. Algunos de

los otros platillos nunca los había visto y no estaba segura de quererlo hacer

otra vez. Había un tazón de viscosa col que en lo particular no quería volver a

ver en mi camino.

Pero antes de comer, todos salieron y se reunieron en semicírculo en el patio

trasero. Era el único lugar que podía acomodar a tantas personas. Un sacerdote

apareció en ese momento, era humano.

Eso me sorprendió un poco, pero supuse que al vivir en una ciudad de

humanos, los dhampirs asistirían a una Iglesia de humanos. Y para la mayoría

de los seres humanos, los dhampirs lucían como ellos, por lo que el sacerdote,

sin duda pensaba que estaba haciendo un servicio en una casa común. Un

puñado de Morois que se encontraban en la ciudad también estaban presentes y

ellos también podría pasar m{s o menos como humanos”humanos p{lidos” si

es que eran discretos con los colmillos. Los humanos no esperaba ver lo

sobrenatural, sus mente rara vez consideraban esa opción, incluso cuando

estaba delante de ellos.

Todo el mundo quedó en silencio. Ya era la puesta del sol, con fuego de color

naranja en el cielo occidental, y las sombras cayendo sobre nosotros. El

sacerdote realizó un servicio fúnebre en ruso, cantando con una voz que en el

patio oscuro, sonaba sobrenatural.

Todos los servicios de iglesia a los que yo había asistido eran en Inglés, pero

pude ver cómo este tenía el mismo sentir. De vez en cuando los presenten se

persinaban. No sabía las señales, así que simplemente observaba y esperaba,

dejando que la triste voz del sacerdote llenara mi alma. Mis sentimientos por

Dimitri se agitaron dentro de mí como una tormenta que crecía, y trabaje para

no dejarlos salir mi corazón.

Cuando el servicio por fin terminó, la tensión que había sumergido al grupo se

dispersó. La gente se movió de nuevo, abrazando a lo Belikovs y estrechando la

mano del sacerdote. El se fue poco después.

A eso les siguieron los alimentos. Los platos se servían y todos se sentaban

donde podían encontrar un espacio, ya fuera dentro de la casa o en el patio

trasero. Ninguno de los invitados me conocía, y la familia de Dimitri estaba

demasiado ocupada como para prestarme demasiada atención ya que trataban

de que todo el mundo se sintiera cómodo. Sydney se quedó conmigo la mayor

parte del tiempo y mientras estábamos rodeadas de conversaciones, su

presencia me resulto confortante. Nos sentamos en el piso de la sala, apoyando

nuestro cuerpo en la pared cerca de la biblioteca. Dejo sin probar la mayoría de

su comida, como siempre lo hacía, lo que me hizo sonreír. Había algo

tranquilizador en ese hábito que me empezaba a ser conocido.

Cuando la cena termino, la gente continuó conversando en pequeños grupos.

Yo no podía entender nada de lo que decían, pero continuaba escuchando su

nombre: Dimitri, Dimitri. Me recordó al silbido incomprensible que los

fantasmas hacían durante sus visitas. Era opresivo y asfixiante, la fuerza de su

nombre pulsaba en mi corazón. Dimitri, Dimitri. Después de un tiempo, creció

demasiado dentro de mí. Sydney había salido por un rato, así que yo decidí

tomar un poco de aire fresco. Algunas personas habían encendido una fogata en

el patio trasero y estaban sentados a su alrededor, aun hablando sobre Dimitri,

de modo que me dirigí hacia el patio del frente.

Caminé por la calle, sin intención de ir muy lejos. La noche era cálida y clara,

con la luna y las estrellas resplandeciendo en la noche que me cubría. Mis

sentimientos eran confusos, y ahora que estaba lejos de los demás, me permití

dejar salir un poco de esa emoción que me recorría, dando como resultado unas

lágrimas silenciosas resbalando por mis mejillas. Cuando ya estaba a una par de

casas de distancia, me senté en la acera, descansando un poco y disfrutando de

la quietud a mí alrededor. Sin embargo mi paz no duró mucho, mis oídos

siempre atentos captaron el sonido de voces provenientes de la casa Belikov.

Tres figuras aparecieron. Uno era alto y delgado, definitivamente un Moroi, y

los otros eran dhampirs. Los continuaba observando hasta que se detuvieron

delante de mí.

Sin molestarme con formalidades, me quedé donde estaba, mirando a los ojos

oscuros de un Moroi. Este grupo no había estado en el funeral, pero si reconocía

al Moroi de alguna parte. Le di una irónica media sonrisa.

"Abe Mazur, me supongo."

CAPITULO 9

*TRADUCIDO POR NISSIE*

"Creía que era un sueño", dije.

Todos permanecieron de pie, los dhampirs alrededor del Moroi en una especie

de formación para protección. Abe había sido la cara extraña que había visto

cuando estaba entrando y saliendo de mi estado de inconsciencia después de la

batalla del establo. Él era mayor que yo, su edad se acercaba a la de Olena.

Tenía el pelo negro y barba, y el cutis mas bronceado que le había visto a un

Moroi. Era igual al de esas personas que tienen piel bronceada que por laguna

razón están enfermas y palidecen. Había algo de pigmento en la piel, pero

era subrayada por una palidez intensa. Lo más asombroso de todo era su ropa.

Llevaba un largo abrigo oscuro que gritaba ser costoso, combinado con una

bufanda de cashmere color rojo carmesí. Debajo de él, pude ver un poco

de oro, una cadena que combinaba con el arete de oro que llevaba en una de sus

orejas. Mi primera impresión de tal extravagancia habría sido de un pirata o

proxeneta. Un momento después, cambié de opinión.

Había algo en él me dijo que era el tipo de hombre que rompió rótulas para

salirse con la suya.

"¿Un sueño, yo? Eso," el Moroi dijo, con una leve sonrisa," no es algo que

escuche muy a menudo. Bueno, no exactamente. "Recapacitó. "De vez en

cuando yo me aparezco en las pesadillas de la gente."

No era ni estadounidense ni ruso y no pude identificar el acento.

¿Estaba tratando de impresionarme o de intimidarme con su gran mala

reputación? Sydney no le había tenido miedo, era muy cautelosa con él.

"Bueno, supongo que ya sabes quién soy," le dije. "Así que la pregunta ahora es,

¿qué está haciendo usted aquí? "

"No", dijo, con una sonrisa mas rígida. "La pregunta es, ¿qué estás haciendo tu

aquí?"

Hice un gesto hacia la casa, tratando de parecer casual. "Asisto a un funeral."

"Eso no es por lo que viniste a Rusia".

"He venido a Rusia para informarles a los Belikov que Dimitri había muerto, ya

que nadie se molestó en hacerlo".

Esto se estaba convirtiendo en la explicación más útil que podía dar sobre el

porqué yo estaba aquí, pero al mismo tiempo en que Abe me observaba

detenidamente, un escalofrío recorrió por mi cuerpo, un poco parecido al que

tuve cuando Yeva me miró. Al igual que esa vieja loca, el tampoco me creía, y

de nuevo sentí el esa vibra peligroso de su personalidad jovial.

Abe, sacudió la cabeza, y la sonrisa había desaparecido por completo. "Esa

tampoco es la verdadera razón. No me mientas, pequeña niña. “

Sentí que mi pelos ponerse de punta. "Y usted viejo, no me interrogue. No, a

menos que esté listo para decirme por qué usted y sus amigos se arriesgaron al

manejar por esa carretera para recogernos a Sydney y a mí”. Los dhampirs se

pusieron rígidos al escucharme decir hombre viejo, pero para mi sorpresa, Abe

en realidad volvió a sonreír, aunque la sonrisa no le llegó a sus ojos.

"Tal vez solo estaba siendo caritativo."

"No es lo que escuchado sobre usted.

Usted fue quien se encargo de que los alquimistas enviaran a Sydney aquí

conmigo. "

"¿Oh?" Él arqueó una ceja. "¿Ella te dijo eso? Mmm. . . Que comportamiento tan

malo de su parte. A sus superiores no les va a gustar eso. En lo absoluto".

Oh, maldición. Había hablado sin pensar. Yo no quería meter a Sydney a en

problemas. Si Abe era algún tipo de Moroi tipo El Padrino, ¿Cómo lo llamó?

Zmey? ¿La serpiente? Yo no duba de que podría hablar con los otros

alquimistas para hacer su vida aún más miserable.

"La obligue a que me lo dijera", mentí. "Yo. . . la amenacé en el tren. No fue

difícil. Ella tiene miedo de mí ".

"No dudo que así sea. Todos ellos están asustados de nosotros, unidos por

siglos de tradición y escondiéndose detrás de sus cruces para protegerse, a

pesar de los regalos que reciben de sus tatuajes. En muchos sentidos,

obtienen los mismos beneficios que ustedes los dhampirs- excepto por el asunto

de la reproducción -. "El miró a las estrellas al mismo tiempo que hablaba, como

una especie de filósofo meditando sobre los misterios del universo. De alguna

manera, eso me hizo enojar más. Estaba tomando esto como una broma, cuando

claramente tenía algo tramado. No me gustaba ser parte de los planes de nadie,

en lo particular cuando yo no sabía nada de esos planes.

"Sí, sí, estoy segura de que podríamos hablar de los alquimistas y cómo es que

los controla por el resto de la noche," lo interrumpí. "Pero aun me falta saber

que quiere de mí."

"Nada", dijo simplemente.

¿Nada? Se ha tomado todas estas molestias para traerme junto con Sydney

además de seguirme hasta aquí y todo por nada".

Dejo de mirar al cielo, y había un destello peligroso en sus ojos. "Tu no eres de

mi interés. Yo tengo mis propios negocios que atender. Vengo en nombre de

otros que están interesados en ti."

Me puse rígida y un verdadero temor se apoderó de mí. Maldición. Había una

búsqueda enfocada en mí. Pero, ¿quién?

¿Lissa? ¿Adrian? ¿Tatiana? Una vez más, ese último nombre me puso nerviosa.

Los otros me buscarían porque yo les importaba. Sin embargo, Tatiana. . .

Tatiana tenía miedo de que yo huyera con Adrian. Y una vez más pensé

que si ella me quería encontrar, sería para asegurarse de que no regresara. Abe

me parecía del tipo de persona que podría hacer desaparecer a la gente.

"¿Y qué quieren esos otros? ¿Me quieren de nuevo en casa? "Le pregunté,

tratando no parecer asustada. "¿Realmente pensó que sólo podría venir aquí y

arrastrarme de regreso a los EE.UU.?"

Esa sonrisa secreta de Abe regresó. "¿Crees que podría arrastrarte de vuelta?"

Bueno", me burle, nuevamente sin pensar, " usted no. Sus chicos aquí podrían

hacerlo. Bueno, tal vez. Probablemente soy capaz de vencerlos."

Abe, se echó a reír muy fuerte por primera vez, un sonido rico y profundo lleno

de sincera diversión. "Vives a la altura de tu temeraria reputación. Es

encantador. “Genial. Abe probablemente tenía un archivo completo sobre mí.

Es probable que supiera hasta lo que me gustaba desayunar. "Voy a hacer un

trato contigo. Cuéntame por qué est{s aquí, y te diré por qué yo estoy aquí. “

"Yo ya se lo dije."

En un instante, la risa se había ido. Dio un paso más cerca a donde yo estaba

sentada, y vi a sus guardianes ponerse tensos. "Y yo dije que no me mientas.

Tienes una razón para estar aquí. Necesito saber cual es".

"¿Rose? ¿Puedes venir aquí?"

Al volver mi mirada hacia la casa Belikov, la voz clara de Viktoria resonó en la

noche. Echando un vistazo detrás de mí, la vi de pie en la puerta. De repente, yo

quería alejarla de Abe. Había algo letal debajo de esa llamativa alegre

apariencia de él, y yo no quería pasar ni un minuto más con él. De prisa,

empecé a retroceder hacia la casa, casi esperando que sus guardianes vinieran a

secuestrarme, a pesar de sus palabras. Los dos chicos se quedaron donde

estaban, pero sus ojos me miraban cuidadosamente. La sonrisa peculiar de Abe

regresó a su rostro.

“Siento no poder quedarme a charlar", le dije.

"Está bien", dijo el con elocuencia. "Encontraremos tiempo para hacerlo más

adelante."

"No lo creo probable," dije. Se rió, y yo me apresuré a seguir a Viktoria dentro

de la casa, solo sintiéndome segura hasta que cerré la puerta. "No me gusta ese

tipo".

"¿Abe?", Preguntó. "Pensé que era tu amigo."

"Difícilmente. El es una especie de mafioso, ¿verdad?"

"Supongo", dijo ella, como si no fuera la gran cosa. "Pero él es la razón por la

que estás aquí".

"Sí, sé que él acudió a recogernos."

Viktoria sacudió la cabeza. "No, me refiero aquí. Mientras estabas medio

consciente en el coche, no parabas de repetir Belikov, Belikov. Abe imagino que

nos conocías. Es por eso que te trajo a nuestra casa."

Eso era asombroso. Había estado soñando con Dimitri, así que por supuesto, yo

había dicho su apellido. Pero no tenía idea de que así fue cómo vine a parar

aquí. Me imaginé que era porque Olena tenía formación médica.

Luego Viktoria agrego lo más sorprendente de todo. "Cuando él se dio cuenta

de que no te conocíamos, el te iba a llevar a otro lugar- pero la abuela dijo que

debíamos mantenerte aquí. Supongo que había soñado que vendrías. "

"¿Qué?" Yeva, ¿la loca espeluznante que me odiaba? "¿Yeva soñó conmigo?"

Viktoria asintió. "Es el don que tiene. ¿Estás segura de que no conoces a Abe? Es

demasiado importante para estar aquí sin alguna razón."

Olena se acerco a nosotras antes de que pudiera responder. Ella me tomo del

brazo. "Te hemos estado buscando. ¿Por qué tomó tanto tiempo? "Esta pregunta

estaba dirigida a Viktoria.

"Abe estaba…"

Olena sacudió la cabeza. "No importa. Vamos. Todo el mundo está esperando."

"¿Para qué?" Le pregunté, dejando que me llevara por toda la casa hacia el patio

trasero.

"Se suponía que yo te lo diría", explicó Viktoria. "Esta es la parte donde

cada uno se sienta y recuerda a Dimitri contar historias sobre el."

"Nadie lo ha visto en tanto tiempo, no sabemos qué le ha ocurrido

recientemente," dijo Olena.

"Necesitamos que no los digas".

Me estremecí. ¿yo? Me resistí, sobre todo cuando salimos afuera y vi a todas

esas caras alrededor de la fogata. Yo no conocía a ninguno de ellos. ¿Cómo

podría yo hablar de Dimitri? ¿Cómo podría revelar lo que estaba en mi

corazón? El mundo me parecía borroso, y pensé que me desmayaría. Por un

momento, ninguno de ellos se fijó en mí. Karolina hablaba, el bebé en sus

brazos.

De vez en cuando había una pausa, y los otros se reían. Viktoria se sentó sobre

una manta en el suelo y me llevó a su lado. Sydney se unió a nosotros un poco

más tarde.

"¿Qué está diciendo?" Susurre.

Viktoria escuchó a su hermana por unos momentos y luego se inclinó hacia mí.

"Ella está hablando de cuando Dimitri era niño y cómo el solía rogarle a ella y

sus amigas que le dejaran jugar con ellos. Tenía alrededor de seis años y ellos

ocho y no lo querían para nada a su alrededor". Viktoria se detuvo de nuevo

para tomar la próxima parte de la historia. "Por fin, Karolina le dijo que él

podría jugaba si es que se casaba con sus muñecas. Así que Karolina y sus

amigas disfrazaron a él y a las muñecas, hubo bodas una y otra vez. Dimitri se

caso por lo menos diez veces."

Yo no pude evitar reírme mientras me imagine al duro y sexy Dimitri dejando

que su hermana mayor lo disfrazara. Probablemente habría tomado a su boda

con una muñeca tan en serio como lo hacía con su cargo de guardián.

Otra gente hablaba, y yo trataba de seguir el ritmo de las traducciones. Todas

las historias eran sobre la bondad de Dimitri y su fortaleza. Aun cuando no

estuviera luchando contra los no-muertos, Dimitri siempre había estado ahí

para ayudar a aquellos que lo necesitaran. Casi todo el mundo podía recordar

algún momento en el que Dimitri se acercó a ayudar a los demás, saliéndose

con la suya para hacer lo correcto, incluso en situaciones que lo ponían en

peligro. Eso no fue una sorpresa para mí. Dimitri siempre hacía lo correcto.

Y fue esa actitud lo que me había hecho amarlo tanto. Yo tenía un carácter

similar. Yo también acudía cuando alguien me necesitaba, aun cuando no

debía. Algunos me llamaban loca por hacer esto, pero Dimitri me entendía.

Siempre lo había hecho y parte de lo que habíamos trabajado tanto era en cómo

controlar mi impulso de correr al peligro con uso de razón y cálculo. Tenía la

sensación de que nadie más en este mundo me entendería de la manera en que

él lo hizo.

No me di cuenta de las lágrimas que corrían por mis mejillas hasta que vi a todo

el mundo mirarme. Al principio, pensé que me creían loca por llorar, pero

después me di cuenta que alguien me había hecho una pregunta.

"Ellos quieren que nos hables sobre los últimos días de Dimitri", Viktoria dijo.

"Dinos como era. Lo que hacía."

Usé mi manga para limpiarme la cara y desvié mi mirada, centrándome en la

fogata. Yo había hablado en frente de otros antes sin haber dudado, pero esto

era diferente. "Yo. . . No puedo ", le dije a Viktoria, mi voz tensa y suave. "No

puedo hablar de él."

Ella me apretó la mano. "Por favor. Ellos necesitan oír acerca de él. Ellos

necesitan saber. Sólo dinos algo. Cualquier cosa. ¿Cómo era él?"

"El. . . el era tu hermano. Tu lo conoces."

"Sí," dijo suavemente. "Pero queremos saber lo qué piensas de él".

Mis ojos estaban en fuego, viendo cómo las llamas bailaban y pasaban de

naranja al azul. "El. . . era el mejor hombre que he conocido. "Me detuve para

reunir fuerza, y Viktoria utilizo la oportunidad para traducir mis palabras al

ruso. "Y él era uno de los mejores guardianes. Quiero decir, él era joven en

comparación con muchos de ellos, pero todo el mundo sabía quién era el. Todos

sabían de su reputación y mucha gente confiaba en él para pedirle consejos. Lo

llamaban un dios. Y cada vez que hubo una pelea. . . o peligro. . . siempre era el

primero en ofrecerse a ir. El nunca dudo. Y hace un par de meses, cuando

nuestra escuela fue atacada. . ".

Sentí atragantarme. Los Belikov había dicho que sabían del ataque, que todo el

mundo sabía de eso y por sus caras supe que era cierto. No tenía la necesidad

de profundizar sobre esa noche, sobre los horrores que había visto.

"Esa noche", continué, "Dimitri corrió a enfrentar a los strigoi. Él y yo estábamos

juntos cuando nos dimos cuenta de que nos estaban atacando. Yo quería

quedarme y ayudar, pero él no me dejó. Me dijo que huyera, que corriera

alertar a los demás. Y él se quedó atrás, sin saber cuántos Strigoi tendría que

pelear mientras yo iba en busca de ayuda. Todavía no sé cuántos luchó, pero

eran muchos. Y lo derrotó el solo”.

Me atreví a mirar a las caras a mí alrededor. Todo el mundo estaba tan callado y

quieto que me preguntaba si aun respiraban. "Fue muy duro", les dije. Sin

darme cuenta, mi voz se había convertido en un susurro. Tuve que repetir las

cosas más fuerte. "Fue muy duro. Yo no quería dejarlo, pero sabía que tenía que

hacerlo. Él me enseñó muchas cosas, pero una de las cosas más importantes era

que teníamos que proteger a otros. Era mi deber el advertirles a todos los

demás, aunque yo sólo quería quedarme con él. En todo momento, mi corazón

me decía, 'Date la vuelta, date la vuelta. Ve con él! "Pero yo sabía lo que debía

hacer - y también sabía que parte de él solo estaba tratando de protegerme-. Y si

los papeles se hubieran invertido. . . bueno, yo también lo hubiera hecho

dejarme".

Yo suspiré, sorprendida de haber revelado gran parte de mi corazón. Me

cambié de nuevo a solo negocios. "Incluso cuando los guardianes se le unieron,

Dimitri nunca retrocedió. Él acabo con mas Strigoi que cualquier otro de ellos".

Christian y yo en realidad habíamos matado a la mayoría. "El. . . era increíble".

Les dije el resto de la historia que le había dicho a los Belikovs. Sólo que esta

vez con más detalles, diciéndoles claramente cuán valiente y fuerte él había

sido. Las palabras me lastimaban al mismo tiempo que hablaba y sin embargo. .

. fue casi un alivio poderlas sacar. Yo había guardado los recuerdos de aquella

noche muy cerca de mí. Eventualmente, tuve que decirles acerca de la cueva. Y

eso. . . fue lo peor.

"Rastreamos a los Strigoi hasta una cueva. Esta tenía dos entradas, y llegamos a

ellos por ambas partes. Algunos de nosotros quedaron atrapados, ya que había

más strigoi de lo que esperábamos. Perdimos a personas. . . pero habríamos

perdido a muchos más si Dimitri no hubiera estado allí. Él nunca

no se iría hasta que todo el mundo estuviera afuera. No le importaba el riesgo

en que se encontraba. Sólo sabía que tenía que salvar a otros. . ."

Lo había visto en sus ojos, esa determinación. Nuestro plan había cambiado a

retirarse tan pronto como todos estuviéramos afuera, pero tenía la sensación de

que él se habría quedado a matar a todos los Strigoi que pudiera encontrar.

Pero el también seguía órdenes también, finalmente, el comenzó su retirada

cuando los demás ya estaban a salvo. Y en aquellos últimos momentos, justo

antes de que el Strigoi lo mordiera, Dimitri había encontrado mis ojos con una

mirada tan llena de amor que era como si toda la cueva se hubiera llenado de

luz. Su expresión me había dicho lo que antes habíamos hablado: Podemos

estar juntos, Rose. Pronto. Ya casi estamos allí. Y nada nunca podrá separarnos.

. . .

No mencione esa parte, sin embargo, cuando terminé el resto de la historia, los

rostros de los reunidos eran severos, pero llenos de admiración y respeto. Cerca

de la parte de atrás de la multitud, me di cuenta de que Abe y sus guardianes

escuchaban también. Su expresión era ilegible. Dura, pero no enojada ni de

horror. Pequeñas tazas comenzaron a circular a través del grupo, y alguien me

dio una. Un Dhampir que no conocía, uno de los pocos hombres presentes, se

puso de pie y alzó su copa al aire. Él habló en voz alta y

con reverencia, y oí el nombre de Dimitri varias veces. Cuando terminó, el

bebió de la copa. Todos los demás también lo hicieron, por lo que seguí su

ejemplo.

Y casi me ahogo.

Era como el fuego en forma líquida. Tomó toda mi fuerza y tuve que tragarlo

para no escupirlo encima de los que me rodeaban. "¿Que. . . Qué es esto?"

Pregunté, tosiendo.

Viktoria sonrió. "Vodka".

Miré al vaso. "No, no lo es. He probado el vodka antes ".

"No vodka ruso."

Aparentemente no lo había hecho. Me forcé a terminarme la bebida, por respeto

a Dimitri, a pesar de que tenía la sensación de que si él estuviera aquí, estaría

negando con la cabeza hacia mí. Pensé que mi turno siendo el centro de

atención terminaría después de mi historia, pero aparentemente no sería así.

Todo el mundo me preguntaba preguntas. Querían saber más acerca de Dimitri,

más de cómo había sido su vida recientemente. También querían saber acerca

de mí y Dimitri como pareja. Todos parecían haber descubierto que Dimitri y

yo

estábamos enamorados y no les molestaba. Me preguntaron acerca de cómo nos

conocimos, ¿cuánto tiempo habíamos estado juntos?. . .

Y todo el tiempo, la gente continuo llenando mi vaso. Decidida a no quedar

como un idiota otra vez, seguí bebiendo hasta que por fin pude pasarme el

vodka sin toser o escupir. Cuanto más bebía, más fuertes y animadas se

convertían mis historias. Mis piernas comenzaron a hormiguear, y parte de mi

sabía que esto era probablemente una mala idea. Está bien, todos en mi lo sabía.

Finalmente, la gente comenzó a irse. No tenía idea de la hora que era, pero

supuse que era la medianoche. Tal vez más tarde. Me mantenía de pie, aun que

cada vez me resultaba más difícil. El mundo se tambaleó y mi estómago no

estaba muy contento conmigo. Alguien alcanzó me tomo por el brazo y

me estabilizó.

"Tranquila", dijo Sydney. "No te apresures." Poco a poco y cuidadosamente, me

llevó hacia la casa.

"Dios", me lamenté. "¿Usan eso como combustible de cohetes?"

"Nadie te hizo seguir bebiendo".

"Hey, no me des un sermón. Además, tenía que ser cortés."

"Claro", dijo ella.

Logramos entrar a la casa y luego tuvimos la imposible tarea de conseguir subir

por las escaleras al cuarto que Olena me había dado. Cada paso era una agonía.

"Todos sabían sobre Dimitri y yo", dije, preguntándome si sobria habría dicho

algo de esto. "Pero yo nunca les dije que estábamos juntos."

"No tenias que hacerlo. Está escrito en toda tu cara."

"Ellos actuaron como si yo fuera su viuda o algo así."

"Bien lo podrías ser." Llegamos a mi habitación y ella me ayudó a sentarme en

la cama. "No muchas personas se casan por aquí. Si estás con alguien por

suficiente tiempo, ellos creen que es casi lo mismo a estar casado".

Suspiré y perdí mi mirada hacia ninguna parte en particular. "Lo extraño tanto."

"Lo siento", me dijo.

"¿Alguna vez me sentiré mejor?"

La pregunta pareció tomarla por sorpresa. "Yo. . . No lo sé ".

"¿Alguna vez has estado enamorada?"

Sacudió la cabeza. "No."

Yo no estaba seguro de si eso la hacía suertuda o no. No estaba segura de si

todos los días de luz que había tenido con Dimitri valía la pena el dolor que

sentía en este momento. Un momento después, sabía la verdad. "Por supuesto

que lo valen."

"¿que?", Preguntó Sydney.

Me di cuenta de que había pensado en voz alta. "Nada. Sólo hablando conmigo

misma. Debería dormir un poco ".

"¿Necesitas algo más? ¿Vas a ponerte enferma?"

Evalué a mi estómago revuelto. “No, pero gracias."

"Esta bien." Y en su típica forma brusca, se fue, apagando en su camino las luces

y cerrando la puerta.

Yo habría pensado que me dormiría enseguida. Honestamente, quería que así

fuera. Mi corazón se ha abierto a Dimitri demasiado por esta noche y yo quería

que el dolor se fuera. Quería oscuridad y olvido. En su lugar, tal vez porque era

un masoquista, mi corazón decidió terminar el trabajo y abrirse completamente.

Fui a visitar a Lissa.

CAPITULO 10

*TRADUCIDO POR NISSIE*

Todos habían congeniado tan bien con Avery durante el almuerzo que el grupo

se había reunido una vez más esa noche y había sido algo alocada. Lissa estaba

pensando en ello la mañana siguiente, cuando se sentó en su primera clase,

Inglés. Ayer por la noche se habían quedado hasta muy tarde, escabulléndose

entre el toque de queda. La memoria trajo una sonrisa a la cara de Lissa, incluso

ahogó un bostezo. No pude evitar sentir un poquito de celos. Sabía que Avery

era la responsable de la felicidad de Lissa, y me molestaba un poco. Aun así. . .

la nueva amistad de Avery también me hacía sentir menos culpable

de dejar a Lissa.

Lissa volvió a bostezar. Era difícil concentrarse en “La letra escarlata”, mientras

luchaba contra una ligera resaca. Avery parecía tener un suministro

interminable de licor. Adrian de inmediato lo había aprovechado, pero Lissa se

había resistido un poco. Ella había abandonado sus días de fiesta ya hace algún

tiempo, pero finalmente ayer, había sucumbido y bebido más vino de lo que

debería. No era exactamente como mi situación con el vodka, aunque

irónicamente ambas excediéndonos, a pesar de estar separadas por millas y

millas de distancia.

De repente, un agudo sonido inundo el aire. La cabeza de Lissa se alteró, junto

con la de todos los demás en la clase. En un rincón de la habitación, una

pequeña alarma de incendios brillaba y gritaba la advertencia. Naturalmente,

algunos estudiantes comenzaron a festejar mientras que otros pretendían tener

miedo. El resto simplemente se mostraba sorprendido y esperó.

El instructor de Lissa también parecía un poco sorprendido, y después de un

análisis rápido, Lissa decidió que esto no era un simulacro. Los maestros por lo

general dirigían esa clase de ejercicios, y la Sra. Malloy no llevaba la habitual

expresión que los maestros adoptaban cuando trataban de averiguar que tanto

tiempo el simulacro reduciría sus lecciones.

"Levántense y salgan!," dijo la Sra. Malloy molesta, tomando su portapapeles.

"Ya saben a dónde ir."

El procedimiento del simulacro de incendio era bastante estándar.

Lissa siguió a los otros y se encontró en su paso con Christian. "¿Tu planeaste

esto?" Bromeó ella.

“No. Ojal{ lo hubiera hecho. Esta clase me está matando."

¿A ti? Dímelo a mí, tengo el peor dolor de cabeza de mi vida. “

El le dedico una sonrisa. "Que sea una lección para ti, señorita alcohólica."

Ella le hizo una mueca y le dio un golpe en respuesta. Llegaron al punto de

reunión en el patio y se unieron a la línea que los otros estaban tratando de

formar. La Sra. Malloy llegó y comprobó la asistencia de todos,

afortunadamente nadie se había quedado atrás.

"Yo no creo que esto sea planeado", dijo Lissa.

“Estoy de acuerdo", dijo Christian. "Lo que significa que incluso si no hay un

incendio, puede que les tome un tiempo."

"Bueno, entonces. No hay porque seguir esperando, ¿no?"

Christian y Lissa se volvieron en sorpresa a la voz que provenía de sus espaldas

y vieron a Avery. Llevaba un vestido púrpura y zapatos de tacón negro que

parecían totalmente fuera de lugar especialmente por la hierba mojada del

lugar.

"¿Qué estás haciendo aquí?", Preguntó Lissa. "Imaginé que estarías en tu

habitación."

"Lo que sea. Es tan aburrido allí. Tenía que venir a liberarlos".

"Tu hiciste esto?", Preguntó Christian, un poco impresionado.

Avery se encogió de hombros. "Te lo dije, me aburría. Ahora, vámonos mientras

todavía esta caótico”.

Christian y Lissa intercambiaron miradas. "Bueno", dijo Lissa lentamente,

supongo que de todas maneras ya tomar la asistencia”. . .

¡De prisa! ", Dijo Avery. Su entusiasmo era contagioso y lleno de energía, Lissa

corrió tras ella con Christian a su lado. Con todos los estudiantes mezclados,

nadie se dio cuenta de su huida a traves del campus hasta que llegaron a la

parte exterior de la casa de huéspedes. Simon estaba apoyado contra la puerta,

y Lissa se tensó. Habían sido descubiertos.

"¿Todo listo?"Le preguntó Avery.

Simon, sin duda era del tipo fuerte y silencioso, el hizo un gesto rápido como

única respuesta antes de volver a su rigidez. Se metió las manos en los bolsillos

de su abrigo y se marchó. Lissa quedó asombrada.

"Simplemente. . . ¿nos va a dejar ir?" Simón no estaba en el campus como un

profesor, pero aún así. . . no necesariamente significaba que debía dejar a los

estudiantes saltarse las clases a causa de un incendio falso.

Avery sonrió con picardía al verlo partir. "Hemos estado juntos durante un

tiempo. Tiene mejores cosas que hacer que hacerle de niñera"

Ella los dirigió adentro, pero en vez de ir a su habitación, cortaron camino

hacia una sección diferente del edificio y fueron a un lugar que yo conocía bien:

la habitación de Adrian.

Avery golpear la puerta. "Hey, Ivashkov! Abre”.

Lissa golpeó se puso una mano sobre su boca para ahogar sus risas. "Ay va tu

cautela. Todo el mundo nos va a oír”.

"Necesito que él me escuche," Avery argumentó.

Ella siguió golpeando la puerta y gritando, y finalmente, Adrián respondió. Su

cabello sobresalía en ángulos extraños, y que tenía círculos oscuros bajo sus

ojos. Había bebido el doble que Lissa la noche anterior.

"¿Qué. . .? Él parpadeó. "¿No deberían ustedes estar en clase? Oh, Dios. No me

he dormido demasiado, ¿o lo hice?"

"Déjanos pasar", dijo Avery, permitiéndose el paso. "Tenemos refugiados de un

incendio".

Ella se lanzo sobre su soda, haciéndose sentir en casa mientras él seguía

mirando. Lissa y Christian se le unieron a ella.

"Avery activó la alarma de incendio", explicó Lissa.

"Buen trabajo," dijo Adrian, dejándose caer en una silla acolchonada. "¿Pero por

qué tuvieron que venir aquí? ¿Es este el único lugar que no está quemándose?"

Avery movió sus pestañas hacia él. ¿No estás feliz de vernos?"

Él la miró especulativamente por un momento. "Siempre feliz de verte."

Lissa era normalmente bastante mojigata sobre este tipo de cosas, pero esto la

divertía.

Era tan salvaje y tonto. . . Era un pequeño descanso de todas sus

preocupaciones recientes. "No les va a llevar mucho tiempo el averiguarlo,

¿sabes? Podrían ya estar dejando entrar a todo el mundo".

"Pude ser," dijo Avery, poniendo los pies sobre la mesa de café. "Pero se de

buena fuente que otra alarma se va activar en la escuela una vez que abra las

puertas de nuevo ".

"¿Cómo demonios hiciste eso?", Preguntó Christian.

"Es un secreto".

Adrián se talló los ojos y estaba claramente entretenido por esta situación, a

pesar de su brusco despertar. "No puedes tirar de las alarmas de incendio todo

el día, Lazar."

"En realidad, tengo informes de que una vez que aclaren todo de la segunda

alarma, una tercero va a sonar”.

Lissa se echó a reír, aunque mucho de ello se debió más a las reacciones de los

chicos que a los anuncios de Avery. Christian, en ataques de rebelión antisocial,

había puesto a la gente en fuego. Adrian pasaba la mayor parte de sus días

borracho y como fumador empedernido. Para que una chica linda de sociedad

como Avery los asombrara, algo realmente extraordinario tenía que pasar.

Avery se veía muy contenta por haberlos impresionado.

"Si el interrogatorio ya termino", dijo ella, "¿no vas a ofrecerle a tus invitados

algo refrescante?

Adrián se levantó y bostezó. "Bien, bien, niña insolente. Voy a hacer café."

"¿Con piquete?" Ella inclinó la cabeza hacia el bar de Adrián.

"Tienes que estar bromeando," dijo Christian. "¿Acaso aun tienes hígado?"

Avery se acercó al gabinete y cogió una botella de algo. Se lo entregó a Lissa.

"¿Juegas?"

Incluso la rebeldía de Lissa tenía límites. El dolor de cabeza aún latía en su

cráneo.

"Ugh, no."

"Cobardes", dijo Avery. Se volvió a Adrián. "Bien, Sr. Ivashkov, será mejor que

lo tomes. A mí siempre me ha gustado un poco de café con mi brandy.

No mucho tiempo después de eso, me deslice fuera de la cabeza de Lissa y

regrese a la mía, volviendo a la oscuridad y a los sueños ordinarios. Duro muy

poco, ya que unos golpes me sacudieron pronto hacia la conciencia.

Mis ojos se abrieron, y un profundo dolor punzante se disparó detrás de mi

cráneo, sin duda los efectos secundarios de un vodka tóxico. La resaca de Lissa

no era nada comparada a la mía. Empecé a cerrar los ojos, queriéndome

nuevamente hundir en un sueño y dejar que este sanara lo peor de mi dolor.

Entonces, escuché los golpes de nuevo y el ruido era aún peor, mi cama se

sacudió violentamente. Alguien la estaba pateando.

Al abrir los ojos de nuevo, me volví para encontrarme mirando a los ojos de

oscuros y astutos de Yeva. Si Sydney conocía mas dhampirs parecidos a Yeva,

podía entender por qué ella pensaba que los nuestra raza éramos protegidos del

infierno. Frunciendo los labios, Yeva pateó la cama de nuevo.

"Esta bien", Grite. "Estoy despierta, ¿de acuerdo?"

Yeva murmuró algo en ruso, y Paul se asomó detrás de ella, traduciendo. "Ella

dice no estás despierta hasta que estas realmente fuera de la cama y de pie".

Y sin ninguna otra advertencia, esa vieja sádica siguió pateando la cama. Me

levante bruscamente y todo el mundo giró a mi alrededor. Ya lo había dicho

esto antes, pero esta vez lo decía de verdad, nunca iba a volver a beber. Nada

bueno salía de eso. Los cobertores lucían tentadores para mi agonizante cuerpo,

pero varios golpes más de las botas de Yeva realmente me hicieron levantarme

de la cama.

"Esta bien ¿Ya está contenta? Estoy levantada. "La expresión de Yeva no

cambió, pero al menos detuvo las patadas. Mire a Paul. "¿Qué está pasando?"

"La abuela dice que tienes que ir con ella."

¿Dónde?"

"Ella dice que no necesitas saber."

Empezaba a decir que yo no iba a seguir a esa vieja loco a ningún lugar, pero

después de darle una mirada a su cara de miedo, lo pensé mejor. Yo no dudaba

que podía transformar a la gente en sapos.

"Bien", dije. "Estaré lista para ir una vez que me duche y cambie mi ropa".

Paul tradujo mis palabras, pero Yeva sacudió la cabeza y volvió a hablar. "Ella

dice que no hay tiempo”, el explicó. "Tenemos que irnos ahora."

"¿Puedo al menos cepillarme los dientes?"

Ella permitió esa pequeña concesión, pero al parecer un cambio de ropa estaba

fuera de discusión. Me daba igual ya que con cada paso que daba me hacía

sentir mareada, y de todas formas probablemente me habría desmayado

haciendo algo tan complicado como vestirme o desvestirme. Al menos la ropa

no olía ni nada, tan sólo estaba arrugada donde me había quedado dormida.

Cuando bajé las escaleras, vi que nadie más estaba despierto, excepto Olena.

Estaba lavando los platos sobrantes de la noche anterior y se mostró

sorprendida de verme levantada. Ya éramos dos. "¿Es temprano para ti, ¿no?",

Preguntó.

Me di la vuelta y vi el reloj de la cocina. Me sorprendí. Solo habían pasado

cuatro horas desde que me fui a la cama."¡Dios mío. ¿Al menos ya ha salido el

sol?"

Sorprendentemente, ya lo había hecho. Olena se ofreció a hacerme el desayuno,

pero una vez más, Yeva reitero que no teníamos tiempo. Mi estómago parecía

querer y detestar los alimentos todo al mismo tiempo, así que no podía decir si

mi abstención fue buena o no.

"Lo que sea," le dije. "Vamos y acabemos con esto."

Yeva entró en la sala y regresó unos minutos después con una bolsa grande.

Ella me la entregó. Yo me encogió de hombros y se la tomé, colgándola por

encima de mi hombro. Claramente había cosas dentro de ella, pero no estaba

tan pesada. Después se dirigió a la otra habitación y regresó con otra bolsa.

Tomé esta otra también, y la colgue sobre el mismo hombro, balanceando

ambas bolsas.

Esta era más pesada, pero mi espalda no se quejó demasiado.

Cuando ella se fue por tercera vez y volvió con una caja gigante, empecé a

ponerme furiosa. "¿Qué es esto?"

Le pregunté, al mismo tiempo que la tomaba. Se sentía como si hubiera ladrillos

en ella.

"La abuela te necesita para llevar algunas cosas", me dijo Paul.

"Sí", le dije con los dientes apretados. “Me lo imaginé hace ya cincuenta libras."

Yeva me dio una caja más, apilándola sobre la otra. No era tan pesada, pero

para este punto, honestamente ya no importaba. Olena me lanzó una mirada

compasiva, sacudió la cabeza, y regresó en silencio a sus platos, al parecer, no

iba a discutir con Yeva.

Yeva partió después de eso y yo la seguí obedientemente, tratando de contener

las cajas y al mismo tiempo no dejar caer las bolsas de mi hombro. Era una

carga pesada, una que mi cuerpo de resaca en realidad no quería, pero yo era lo

suficientemente fuerte que pensé que no sería un problema llevarlas a la ciudad

o donde quiera que ella me estuviera conduciendo. Paul corría a mi lado, al

parecer para hacerme saber si Yeva encontraba algo por el camino que quisiera

que yo llevara también.

Parecía que la primavera se aparecía en Siberia mucho más rápido que como

ninguna vez en Montana. El cielo estaba claro, y el sol de la mañana estaba

calentando las cosas sorprendentemente rápido. No era caluroso como el

verano, pero definitivamente lo suficiente para notarlo. Habría hecho de la

caminata, algo muy incómodo para un Moroi.

"¿Sabes a dónde vamos?" Le pregunté a Paul.

"No", dijo alegremente.

Para alguien tan viejo, Yeva podía avanzar a un ritmo bastante bueno, y me

encontré teniéndome que dar prisa para mantener mi paso con ella y con mi

carga. En un momento, miró hacia atrás y dijo algo que Paul tradujo como:

"Esta bastante sorprendida de que no puedas moverte más rápido".

"Sí, bueno, yo estoy un poco sorprendida de que nadie más puede llevar esto."

El tradujo de nuevo: "Ella dice que si de verdad eres una famosa asesina de

Strigoi, entonces esto no debería ser un problema".

Yo estaba llena de alivio cuando por fin vimos el centro del pueblo. . . sólo que

lo pasamos y seguimos caminando.

"¡Oh, vamos!," le dije. "¿Dónde diablos vamos?"

Sin ni siquiera voltear a verme, Yeva recitó algo. "La abuela dice que el tío

Dimka nunca se hubiera quejado tanto, "dijo Paul.

Nada de esto era culpa de Paul, él era sólo el mensajero. Sin embargo, cada vez

que él hablaba, realmente lo quería dar una patada. No obstante, seguí

cargando mi peso y no dije nada más por el resto de la caminata. Yeva tenía

razón hasta cierto punto. Yo era una cazadora de Strigoi, y era cierto que

Dimitri nunca se hubiera quejado de las locuras de una anciana. Hubiera

cumplido con su deber pacientemente.

Traté de llamarlo en mi mente y sacar fuerza de él. Pensé en la cabaña de

nuevo, de la forma en que se sentían sus labios sobre los míos y del maravilloso

aroma de su piel cuando me acercaba presionándome contra él. Podía oír su

voz una vez más, susurrando en mi oído que me amaba, que yo era hermosa,

que yo era la única. . . El pensar en él no borro la incomodidad de mi viaje con

Yeva, pero la hizo un poco más soportable.

Caminamos durante casi una hora más antes de llegar a una pequeña casa, y yo

estaba a punto de caer en alivio, empapada en sudor. La casa era de un piso,

nada lujosa, con paredes despintadas color marrón.

Las ventanas, sin embargo, estaban rodeadas por exquisitas, y muy estilizadas

persianas color azul superpuestas con un diseño blanco. Era el mismo uso de

colores llamativos que había visto en los edificios en Moscú y San Petersburgo.

Yeva llamó a la puerta. Al principio sólo había silencio, y me entró pánico,

pensando en que tendríamos que darnos la vuelta y regresar.

Finalmente, una mujer abrió la puerta, una mujer Moroi. De unos treinta años,

muy bonita, con pómulos sobresalientes y cabello rubio. Ella exclamó con

sorpresa al ver a Yeva, sonriéndole y saludándola en ruso. Mirando por encima

de Paul y yo, la mujer rápidamente se hizo a un lado y nos permitió el paso.

Ella cambió a inglés tan pronto como se dio cuenta de que yo era

estadounidense. Todas estas personas bilingües eran sorprendentes. No era

algo que yo veía muy a menudo en los EE.UU. Señaló a una mesa y me dijo que

dejara todas las bolsas y cajas sobre ella, lo que hice con alivio.

"Mi nombre es Oksana," dijo ella, dándome la mano. "Mi esposo, Mark esta en

el jardín y nos acompañara en breve. "

"Me llamo Rose", le dije.

Oksana nos ofreció sillas. La mía era de madera y con respaldo recto, pero en

ese momento, se sintió como un cama. Yo suspire aliviada y limpie el sudor de

mi frente. Mientras tanto, Oksana desempaquetó las cosas que había llevado.

Las bolsas estaban llenas de sobras del funeral. La caja contenía algunos platos

y ollas, Pablo explicó que habían sido prestados por Oksana hace algún tiempo.

Oksana finalmente llego a la última caja, y para mi sorpresa estaba llena de

ladrillos de jardín.

"Tienen que estar bromeando", dije. Al otro lado de la sala, Yeva parecía muy

satisfecha.

Oksana estaba encantada con los regalos. "¡Oh, Mark estará feliz de tener

estos!” Ella me sonrió. "Es muy amable de tu parte haberlos cargado hasta

aquí."

"Estoy feliz de ayudar", le dije secamente.

La puerta trasera se abrió, y un hombre entró, Mark presumiblemente. Era alto

y de buena constitución física, su cabello gris, indicaba una edad mayor a la de

Oksana. Se lavó las manos en el fregadero de la cocina y luego se unió a

nosotros. Casi me quede sin aliento cuando vi su cara y descubrí algo más

extraño que la diferencia de edad. El era un Dhampir. Por un momento me

pregunté si él era alguien más y no su esposo, Mark. Pero ese era el nombre con

el que Oksana nos presentó, y la verdad me golpeó: un Moroi y dhampir como

pareja casada. Era cierto que nuestras dos razas se mezclaban todo el tiempo.

¿Pero matrimonio? Eso era muy escandaloso en el mundo Moroi.

Traté de mantener la sorpresa fuera de mi cara y comportarme lo más

educadamente posible. Oksana y Mark parecían muy interesados en mí,

aunque ella llevo la mayor parte de la conversación. Mark simplemente

observaba, con curiosidad sobre todo su rostro. Mi cabello estaba suelto, así

que mis tatuajes no podrían haber mostrado mi estado de “no prometida”. Tal

vez sólo estaba preguntándose cómo una chica americana se encontraba en

medio de la nada. O Tal vez pensaba que yo era una nueva recluta de las blood

whore.

Para mi tercer vaso de agua, empecé a sentirme mejor. Fue alrededor de ese

momento en que Oksana dijo que deberíamos comer, y para entonces mi

estómago estaba preparado para ello. Oksana y Mark prepararon la comida

juntos, rechazando cualquier oferta de ayuda.

Observar trabajar a la pareja fue fascinante. Nunca había visto un equipo tan

eficiente. Nunca se cruzaban en su camino y nunca necesitaban hablar de lo que

tenía que hacer después. Ellos sólo lo sabían.

A pesar de la remota ubicación, los contenidos de la cocina eran modernos, y

Oksana puso un plato de una especie de patatas en el microondas. Mark estaba

de espaldas a ella mientras buscaba algo en el refrigerador, pero tan pronto

como ella apretó el botón de empezar, el dijo, "No, necesita tanto tiempo".

Yo parpadeé sorprendida, mirándolos una y otra vez. Él ni siquiera había visto

cuanto tiempo ella había seleccionado. Entonces, lo entendí. “Ustedes tienen un

lazo", exclamé.

Ambos me miraron con igual sorpresa. Sí. ¿No te lo dijo Yeva? “preguntó

Oksana.

Le lancé una mirada rápida a Yeva, quien de nuevo estaba luciendo esa molesta

auto-satisfecha mirada en su cara. "No. Yeva no ha sido muy comunicativa esta

mañana."

"Casi todo el mundo aquí lo sabe," dijo Oksana, volviendo a su trabajo.

Entonces. . . entonces tu eres una usuaria del espíritu”.

Eso la hizo detenerse de nuevo. Ella y Mark intercambiaron sorprendidas

miradas. "Eso", dijo ella, "no es algo que sea ampliamente conocido. "

"Mucha gente piensa que no te has especializado, ¿no?"

"¿Cómo lo sabes?"

Yo lo sabía porque era exactamente como había sido para Lissa y yo. Historias

de lazos siempre habían existido en el Folclore Moroi, pero el cómo se formaban

esos lazos siempre habían sido un misterio. En general se creía que

"Simplemente sucedía." Tal como Oksana, Lissa en había sido considerada

como una Moroi sin especialidad. Una que no tenía ninguna habilidad especial

con algún un elemento. Nos dimos cuenta, por supuesto, que un lazo solo se

formaba con los usuarios de espíritu, cuando estos les salvaban la vida a otros.

Algo en la voz de Oksana me dijo que no estaba del todo sorprendida de que yo

lo supiera. Yo no podía entender cómo se había dado cuenta, sin embargo, yo

estaba demasiado sorprendida por mi descubrimiento para decir cualquier otra

cosa. Lissa y yo nunca había conocido a otra pareja que estuviera unida con un

lazo. Los únicos dos quien sabíamos fueron los legendarios Vladimir y Anna. Y

esas historias estaban cubiertas por siglos de historia incompleta, lo que hace

difícil diferenciar la realidad de la ficción. Las únicas otras pistas que teníamos

sobre el mundo del espíritu eran la Sra. Karp, un ex maestra que se volvió loca

y Adrian. Hasta ahora, el había sido nuestro más grande descubrimiento, un

usuario de espíritu que fuera más o menos estable – dependiendo como lo

miraras-.

Cuando la comida estuvo lista, la plática sobre el espíritu nunca llegó. Oksana

llevó la conversación, manteniendo el entusiasmo en los temas y saltando entre

las lenguas. Los estudié a ella y Mark mientras comíamos, en busca de

cualquier signo de inestabilidad. No vi ninguno. Parecían perfectamente

agradables, gente normal y corriente. Si yo no hubiera sabido lo que sé, no

habría tenido ningún motivo para sospechar algo. Oksana no parecía

deprimida o trastornada. Mark no había heredado esa oscuridad vil que a veces

se filtraba en mí.

Mi estómago agradeció la comida, y lo último de mi dolor de cabeza

desapareció. Sin embargo en algún momento, una extraña sensación se extendió

sobre mí. Era desconcertante, como un aleteo en mi cabeza, y una ola de calor y

luego hielo me atravesó. El sentimiento desapareció tan rápido como llego, y yo

esperaba que eso fuera lo último de los efectos nocivos vodka.

Terminamos de comer, y me puse de pie para ayudar. Oksana sacudió la

cabeza. "No, no hay necesidad. Deberías ir con Mark."

"¿Como?", Le pregunté.

El se secó la cara con una servilleta y luego se levantó. “Sí. Vayamos al jardín."

Comencé a seguirlo, pero hice una pausa para mirar a Yeva. Yo esperaba que

me castigara por abandonar los platos sucios. En cambio, no encontré ninguna

pista de petulancia o desaprobación. Su expresión era. . .

de conocimiento. Casi expectante. Algo acerca de eso me causo un escalofrío, y

recordé las palabras de Viktoria: Yeva había soñado con mi llegada.

El jardín a donde me llevó a Mark era mucho más grande de lo que esperaba,

rodeado por una cerca y forrado con árboles alineados. Nuevas hojas colgaban

de ellos, bloqueando lo peor del calor. Muchos arbustos y flores

ya estaban en floreando y por aquí y allá los brotes jóvenes estaban bien en

camino a la adultez. Era hermoso, y me preguntaba si Oksana le había echado

una mano con él. Lissa era capaz de hacer crecer a las plantas con el espíritu.

Mark me hizo un gesto para que me acercara a un banco de piedra. Nos

sentamos uno junto al otro y un silencio cayó.

"Entonces," dijo. "¿Qué quieres saber?"

"Wow. Tu no pierdes el tiempo."

"Yo no veo el caso. Debes de tener un montón de preguntas. Haré todo lo

posible para responderlas ".

"¿Cómo lo supiste?", Le pregunté. "Que soy también shadow-kissed. Lo sabías,

¿verdad?"

Él asintió con la cabeza. "Yeva no los dijo"

Ok, eso definitivamente era una sorpresa. "¿Yeva?"

"Ella puede percibir cosas. . . cosas que el resto de nosotros no podemos.

Aunque no siempre sabe lo que está percibiendo. Ella sólo sabía que tenía una

sensación extraña de ti, y ella sólo se la sentido antes alrededor de una persona.

Así que ella te trajo a mí."

"Parece que podría haber hecho sin que yo tuviera que cargar cosas del peso de

una casa".

Esto le hizo reír. "No lo tomes como algo personal. Ella te estaba probando.

Quería ver si tú eras un partido digno para su nieto. "

"¿Cuál es el punto? Ahora está muerto." Yo casi se ahogo con las palabras.

"Es cierto, pero para ella, sigue siendo importante. Y, por cierto, ella piensa que

eres digna para el."

"Bueno si que tiene una forma peculiar de demostrarlo. Quiero decir, aparte de

traerme aquí para conocerte.

Volvió a reír. "Incluso sin ella, Oksana habría sabido lo que eras tan pronto

como te conoció. Ser shadow-kissed tiene un efecto en el aura ".

"Así que se puede ver el aura también", murmuré. "¿Qué más puede hacer? Ella

debe ser capaz de curar, o no serías shadow-kissed. ¿Tiene súper compulsión?

¿Puede caminar en los sueños?"

Eso lo cogió desprevenido. "Su compulsión es fuerte, sí. . . pero, ¿a qué te

refieres con caminar en los sueños?"

"Me refiero a que si ella. . . ella puede entrar en la mente de otros, cuando están

dormidos. En cualquier mente, no solamente la tuya. Y entonces puedan tener

conversaciones, como si estuvieran juntos. Mi amigo puede hacerlo".

La expresión de Mark me dijo que eso era nuevo para él. ¿Tu amigo? ¿Al que

estas unida?"

No. . . otro usuario de espíritu".

¿Otro? ¿A cuántos conoces?"

"Tres, técnicamente. Bueno, cuatro ahora contando a Oksana".

Mark se volvió, mirando distraídamente en un racimo de flores de color rosa.

"Tantos. . . eso es increíble. Yo sólo he conocido a otro usuario de espíritu, y eso

fue hace años. Él también estaba unido a su guardián. Ese guardián murió, y

eso lo hizo pedazos. Aun que todavía nos ayudo cuando Oksana y yo

estábamos tratando de entender las cosas."

Yo me preparaba para mi propia muerte todo el tiempo, y temía por Lissa. Sin

embargo, nunca se había ocurrido como seria para ella, debido a nuestro lazo.

¿Cómo afectaría a la otra persona? ¿Cómo sería tener un enorme agujero, donde

una vez habías estado íntimamente ligada a otra persona?

"El nunca mencionó lo de caminar en sueños," Mark continuó. Se rió de nuevo,

líneas amigables se alinearon en las arrugas alrededor de sus ojos azules. "Pensé

que estaría ayudándote, pero tal vez estés aquí para ayudarme a mí.

"No lo sé", le dije, dudosa. "Creo que ustedes tienen más experiencia en esto que

nosotras."

"¿Dónde está tu compañera de unión?"

"En casa, en EE.UU." Yo no tenía que decirle mucho, pero de alguna manera,

tenía que decirle toda la verdad.

"Yo. . . La dejé".

Él frunció el ceño. " dejarla como. . . solo por un viaje? O hacia dejarla como

abandonarla?"

Abandonada. La palabra fue como una bofetada en la cara, y de repente, todo lo

que pude imaginarme fue ese último día, cuando la había dejado allí, llorando.

"Yo tenía cosas que hacer", le dije, evasivamente.

"Sí, lo sé. Oksana me lo dijo."

"Te dijo qué?"

Ahora, el vaciló. "Ella no debió haberlo hecho. . . . Trata de no hacerlo".

"¿Hacer qué?", Exclamé, inquieta por razones que no podía explicar.

"Ella, bueno. . . rozo tu mente. Durante el almuerzo."

Me acordé de pronto del cosquilleo en mi cabeza, el calor rodándome. "¿Qué

significa eso exactamente?

"Un aura puede decirle a un usuario de espíritu sobre la personalidad de

alguien. Pero Oksana puede cavar más, alcanzando una especie de lectura y

obteniendo información más específica acerca de una persona. A veces puede

atar esa habilidad junto con la compulsión. . . pero los resultados son muy, muy

poderosos. Y eso está mal. No es justo hacer eso con alguien a quien no estás

unido."

Me tomó un momento para procesar eso. Ni Lissa ni Adrian podían leer los

pensamientos de otros.

Lo más cerca que Adrian podía venir a la mente de alguien era en sueños. Lissa

no podía hacerlo, ni siquiera en mí. Yo podía sentirla, pero lo opuesto no era

posible.

"Oksana pudo sentir. . . Oh, no sé cómo explicarlo. Hay algo de imprudencia en

ti. Estás en algún tipo de búsqueda. Hay venganza escrita en toda tu alma. "De

repente se acerco a mí y me levantó el cabello, estudiando mi cuello. "Tal como

lo pensaba. No estás prometida".

Moví la cabeza hacia atrás. "¿Por qué es eso tan importante? Toda la ciudad allí

está llena de dhampirs que no son guardianes. "Yo todavía pensaba que Mark

era un buen tipo, pero el ser sermoneada siempre me irritaba.

"Sí, pero ellos han elegido establecerse. Tú. . . y otros como tú. . . se convierten

en una especie de vigilantes. Estás obsesionada con la caza de Strigoi, sin pensar

en lo bueno y malo que esta caza trae sobre nosotros. Eso sólo puede traer

problemas. Lo veo todo el tiempo ".

"Todo el tiempo?" Le pregunté, sorprendida.

"¿Por qué crees que los números de guardianes están disminuyendo? Se van

para tener casas y familias. O van como tú, siguen luchando pero sin

responderle a nadie, a menos que estén contratados como guardaespaldas o

cazadores de Strigoi ".

"Dhampirs de alquiler. . . "De repente empecé a comprender cómo un no-real,

como Abe había conseguido sus guardaespaldas. Supongo que el dinero puede

hacer que todo suceda, "Nunca he oído nada parecido eso ".

"Por supuesto que no. ¿Crees que los Moroi y otros guardianes desean que esto

se conozca ampliamente? ¿Crees que lo colgarían en frente de ti como una

opción?"

"Yo no veo qué tiene de malo la caza de Strigoi. Siempre estamos a la defensiva,

nunca a la ofensiva, cuando se trata de Strigoi. Tal vez si más dhampirs fueran

en busca de ellos, no serían un gran problema".

"Tal vez, pero hay diferentes maneras de hacerlo, algunas, mejores que otras. Y

cuando alguien anda por el mundo como tú lo estás haciendo, con un corazón

lleno de dolor y de venganza. Esa no es una de las mejores maneras. Te hará

descuidado. Y la sombra que tienes por ser shadow-kissed sólo complicará las

cosas."

Crucé los brazos sobre mi pecho y mire fríamente hacia delante. "Sí, bueno, no

es que pueda hacer mucho acerca de eso”.

Se volvió hacia mí, una vez más con expresión de sorpresa. "¿Por qué no solo

haces que de tu compañera de unión que cure esa oscuridad en ti?"

CAPITULO 11

*TRADUCIDO POR NISSIE*

Me quedé mirando a Mark por varios segundos. Finalmente, estúpidamente, le

pregunté, "¿Has dicho. . . sanar?"

Mark me miró en igual sorpresa. "Sí, por supuesto. Si ella puede curar otras

cosas, ¿Por qué no esto también?"

"Porque. . ." Yo fruncí el ceño. "Eso no tiene ningún sentido. La oscuridad. . .

todos los efectos negativos secundarios. . . los que vienen de Lissa. Si ella los

pudiera curar, ¿por qué no se curaría ella misma?"

"Porque cuando está en ella, está demasiado arraigado. Demasiado ligado a su

ser. Ella no puede curarlo de la manera en que ella cura otras cosas. Pero una

vez que la unión lo ha introducido dentro de ti, es como cualquier otra

enfermedad."

Mi corazón latía fuerte en mi pecho. Lo que el sugería era ridículamente fácil.

No, era simplemente ridículo, punto. Después de todo lo que Lissa y yo

habíamos pasado, no había manera de que ella pudiera sanar de esta forma, la

rabia y la depresión igual que curaba un resfriado o una pierna rota. Víctor

Dashkov, a pesar de sus planes malvados, tenía muchos conocimientos sobre el

espíritu y nos lo había explicado. Los otros cuatro elementos son de naturaleza

física, pero el espíritu provenía de la mente y el alma.

Para utilizar esa cantidad de energía mental, para ser capaz de hacer cosas tan

poderosas, eso no podía hacerse sin tener efectos secundarios devastadores.

Nosotras habíamos estado luchando contra esos efectos secundarios desde el

principio, primero con Lissa y luego en mí. No podían solo desaparecer.

"Si eso fuera posible", dije en voz baja ", entonces todo el mundo lo habría

hecho. La Sra. Karp, no habría perdido la razón. Anna no se habría suicidado.

Lo que estás diciendo es demasiado fácil".

Mark no sabía de quién estaba hablando, pero estaba claro que no importaba lo

para lo que él quería expresar.

"Tienes razón. No es para nada fácil. Se requiere un cuidadoso equilibrio, un

círculo de confianza y de fuerza entre dos personas. Nos tomó a Oksana y a mi

mucho tiempo aprenderlo. . . muchos años difíciles. . ".

Su rostro se oscureció, y pude imaginar lo que esos años habrán sido así para

ellos. Mi tiempo corto tiempo con Lissa había sido bastante malo. Ellos habían

tenido que vivir con esto más tiempo que nosotras. Tuvo que haber sido

insoportable algunas veces. Poco a poco, sorpresivamente, me atreví a darle

crédito a sus palabras.

"¿Pero ahora ustedes están bien?"

"Hmm." Hubo un destello de una irónica sonrisa en sus labios. "Yo no diría que

estamos perfectamente bien. Hay mucho que ella puede hacer, pero de alguna

manera hace la vida manejable. Ella toma descansos tanto como los podamos

manejar, ya que toma mucho de ella. La absorbe, y limita su poder ".

"¿Qué quieres decir?"

Se encogió de hombros. "Ella todavía puede hacer otras cosas. . . curación,

compulsión. . . pero no a los niveles que tendría si no estuviera ella siempre

sanándome. "

Mi esperanza se tambaleó. "Oh. Entonces. . . Yo no podría. Yo no podría hacerle

eso a Lissa."

"¿Comparado con lo que ella te está haciendo? Rose. Tengo la sensación de que

ella estaría de acuerdo en que esto sería más justo".

Volví a pensar en la última que estuve con ella. Pensé en cómo la había dejado

allí, a pesar de me rogaba no hacerlo. Pensé en lo decaída que había estado

debido a mi ausencia. Pensé en cómo ella se había rehusado a curar a Dimitri

cuando yo pensaba que aún podía haber esperanza para él. Ambas habíamos

sido malas amigas.

Sacudí la cabeza. "No lo sé", dije en voz baja. “no sé si ella lo haría."

Mark me dio una mirada larga, pero no me obligo a decir más. Miró hacia el sol,

casi como si pudiera decir el tiempo tan solo al verlo. Probablemente podría. El

tenía esa apariencia de poder sobrevivir en el desierto si quisiera. "Ellos se

preguntarán qué nos ha pasado. Pero antes de irnos. ."

Metió la mano en el bolsillo y sacó un pequeño anillo de plata. "Aprender a

curarse tomara tiempo. Lo que más me preocupa ahora es tu estado de ánimo

que parece ser el de un vigilante y la oscuridad sólo lo va a empeorar. Toma

esto."

Me extendió un anillo. Dudé por un momento y luego lo tome. "¿Qué es?"

"Oksana lo infundió con espíritu. Es un encanto de curación."

Una vez más, un choque se apoderó de mí. Moroi encantaban objetos con

elementos todo el tiempo. Las estacas estaban encantados con los cuatro

elementos físicos, haciéndolos letales para los strigoi. Víctor había encantado un

collar con la magia de la Tierra, utilizando la base de la naturaleza de la tierra

para convertir al collar en un encanto de la lujuria. Incluso el tatuaje de Sydney

era un tipo de encanto. Supuse que no había razón por la cual el espíritu no

podría encantar objetos también, pero nunca se me había ocurrido,

probablemente porque los poderes de Lissa eran aún muy nuevos y

desconocidos.

"¿Qué es lo que hace? Quiero decir, ¿qué tipo de curación?"

"Ayudara con tu estado de ánimo. No puede deshacerse de él, pero va a

disminuirlo, te ayuda a pensar más claramente. Debe mantenerte lejos de

problemas. Oksana hizo estos para mí, me ayudan mucho entre cada curación

"Comencé a regresárselo, pero él sacudió la cabeza. "Guardarlo para cuando te

sientes fuera de control. La magia no durará para siempre. Se desvanece al

igual que cualquier otro encanto."

Me quedé mirando el anillo, de repente mi mente se abría a todo tipo de nuevas

posibilidades. Unos momentos más tarde, lo me metí en el bolsillo de mi abrigo.

Paul asomó la cabeza por la puerta trasera.

"La abuela quiere irse ahora", me dijo. "Ella quiere saber por qué te estás

tardando tanto y me pidió preguntarte por qué harías esperar a alguien tan

viejo como ella y hacer sufrir a su espalda".

Me acordé de lo rápido que Yeva había estado caminando, mientras yo luchaba

por mantenerme en pie con mi carga. Su espalda no me había parecido tan

enferma, pero de nuevo recordé que Paul solo era un mensajero y me guarde mi

comentario.

"Está bien. Voy para allá." Cuando él se fue, sacudí la cabeza. "Es difícil ser

digna." Me acerque a la puerta, luego le di a Mark una mirada, mientras

pensamiento aleatorio se me ocurrió.

"¿Me estás diciendo que irme por mi cuenta es malo. . . pero tu tampoco eres un

guardián".

Él me sonrió de nuevo, una de esas tristes e irónicas sonrisas. "Lo solía ser.

Entonces Oksana me salvó la vida. Fuimos unidos por un lazo y eventualmente

nos enamoramos. No podía soportar estar separado de ella después de eso, y

los guardianes me habrían asignado a otro lugar. Tuve que irme ".

"¿Fue difícil dejarlos?"

"Mucho. Nuestra diferencia de edad lo hizo aún más escandaloso. "Un

escalofrío me recorrió el cuerpo. Mark y Oksana eran la personificación de las

dos mitades de mi vida. Luchaban contra un lazo por ser shadowkissed, como

Lissa y yo lo hicimos, y también sufrían la condena de los demás debido a su

relación, igual a la que Dimitri y yo tuvimos. Mark continuó, "Pero a veces,

tenemos que escuchar a nuestros corazones. Pero aunque yo me marché, no

estoy ahí temerariamente yendo tras Strigoi. Soy un hombre de edad que vive

con la mujer que ama y cuida de su jardín. Hay una diferencia, no lo olvides.

Mi mente se tambaleaba cuando regresé a la casa Belikov. Sin los ladrillos, el

camino de vuelta había sido mucho más fácil. Me había dado la oportunidad de

reflexionar sobre las palabras de Mark. Me sentí como si hubiera recibido un

curso de toda una vida en una conversación de una hora.

Olena se paseaba por la casa, haciendo sus tareas normales de la cocina y

limpieza. Mientras personalmente nunca quise pasar mis días haciendo ese tipo

de tareas domésticas, tengo que admitir que había algo reconfortante en tener a

alguien que siempre estuviera por ahí, lista para cocinar y preocupada por mí

diariamente. Yo sabía que era un deseo puramente egoísta, ya que sabía que

mi propia madre estaba haciendo cosas importantes con su vida. No debía

juzgarla. Aún así, Olena me hizo se sentir querida y cuidada ya que me trataba

como a una hija, cuando ella apenas me conocía.

"¿Tienes hambre?" Preguntó de forma automática. Creo que uno de los mayores

temores en su vida era el que alguien pudiera pasar hambre en su casa. La falta

de apetito permanente de Sydney, había sido una imparable preocupación para

ella.

Escondí una sonrisa. "No, comimos con Mark y Oksana."

"Ah, ¿ahí es donde fueron? Son gente buena."

"¿Dónde están todos?", Le pregunté. La casa estaba inusualmente tranquila.

"Sonia y Karolina están en el trabajo. Viktoria está en la casa de una amigo, pero

ella estará feliz de que hayas vuelto."

"¿Qué hay de Sydney?"

"Se fue hace un rato. Dijo que iba a volver a San Petersburgo."

"¿Qué?", Exclamé. "¿Se fue? ¿Así como si nada? "Sydney tenía un carácter

contundente, pero esto era brusco, incluso para ella.

"Los alquimistas. . . Bueno, ellos siempre est{n en movimiento”. Olena me

entregó un pedazo de papel. "Ella dejó esto para ti."

Tomé la nota y de inmediato la abrí. La escritura de Sydney era nítida y precisa.

De alguna manera esto no me sorprendía.

Rose,

Siento mucho haberme ido tan rápido, pero cuando los alquimistas me piden

que salte. . . bueno, yo salto.

Conseguí que me lleven de regreso a ese pueblo granjero donde nos quedamos

para que pueda recoger al “hurac{n rojo”, y luego me voy a San Petersburgo.

Al parecer, ahora que has sido entregada en Baia, no necesitan que me quede

más tiempo.

Me gustaría poder decirte más acerca de Abe, y de lo que él quiere de ti. Incluso

si se me permitiera, no hay mucho que decir. En cierto modo, el es un misterio

para mí como lo es para ti. Como te he dicho, muchos de los negocios que tiene

son ilegales, tanto con seres humanos y Moroi. La única vez que él se involucra

directamente con la gente es cuando se relaciona a esos negocios, o si es un caso

muy, muy especial. Creo que tú eres uno de esos casos, y aunque él no intente

hacerte daño, tal vez quiera usarte para sus propios fines. Podría ser tan simple

como querer contratarte como guardaespaldas. Tal vez él quiera usarte para

que lo lleves a otros. Tal vez esto es parte del plan de otra persona, alguien que

es aún más misterioso que él. Tal vez le está haciendo un favor a alguien. Zmey

puede ser peligroso o amable, todo dependiendo de lo que el necesite de ti.

Nunca pensé que a Dhampir me importaría lo suficiente como para decirle,

pero ten cuidado. No sé lo que tengas planeado ahora, pero tengo la sensación

de que los problemas te siguen donde quiera que vayas. Llámame si hay algo

en lo que te pueda ayudar, pero si vuelves a las gran ciudad a cazar Strigoi, no

dejes ningún más cuerpos sin atender!

Te deseo lo mejor,

Sydney

P.S. "El huracán rojo" es el nombre que le di al coche.

P.P.S. Simplemente porque me agradas, no quiere decir que ya no creo que eres

una malvada criatura de la noche. Lo eres.

Su número de teléfono celular estaba añadido en la parte inferior, y no pude

dejar de sonreír. Ya que habíamos venido a Baia con Abe y sus guardianes,

Sydney, tuvo que dejar el coche detrás, lo que la había traumatizado, casi tanto

como los strigoi. Esperaba que los alquimistas le permitieran quedarse con él.

Sacudí la cabeza, divertida, a pesar de sus advertencias acerca de Abe. El

Huracán rojo.

Mientras me dirigía a mi cuarto en el piso de arriba, mi sonrisa se desvaneció. A

pesar de su actitud abrasiva, yo iba a extrañar a Sydney. Ella no era

exactamente una amiga, ¿o sí?, Pero en este breve tiempo, la había llegado a

considerar como una constante en mi vida. Ya no tenía muchos esos hoy en día.

Me sentía a la deriva, sin saber qué hacer ahora. Había venido aquí para traer la

paz a Dimitri y sólo acabe trayendo dolor a su familia. Y si lo que todos decían

era verdad, yo no iba a encontrar muchos Strigoi aquí en Baia.

De alguna manera, no podía imaginar a Dimitri, vagando por las carreteras y

fincas en busca de una presa ocasional.

A pesar de que fuera strigoi, y me mataba el pensar en esas palabras, Dimitri

tendría un propósito. Si él no iba a volver a los lugares familiares de su ciudad

natal, entonces, tendría que hacer otra cosa, algo importante, de importancia

para los strigoi por supuesto. El comentario de Sydney en la nota había

verificado lo que

seguía escuchando una y otra vez: los Strigoi estaban en las ciudades. ¿Pero

cuál de ellas? ¿A dónde iría Dimitri?

Ahora yo era la que no tenía un plan. Y por encima de todo, yo no podía dejar

de escuchar las palabras de Mark.

¿Estaba realmente en una loca misión de venganza? ¿Estaba tontamente

apresurándome a mi muerte? ¿O estaba yo tontamente corriendo hacia. . . nada?

¿Estaba condenada a pasar el resto de mi vida vagando?

¿Sola?

Sentada en mi cama, sentí que mi estado de ánimo decaía y sabía que tenía que

distraerme. Yo seguiría siendo demasiado susceptible a las emociones oscuras

mientras Lissa utilizara el espíritu, no tenía necesitaba alentarlas.

Me puse el anillo que Mark me había dado, con la esperanza de que me trajera

algún tipo de claridad y tranquilidad. No sentí ninguna diferencia, así que

decidí buscar la paz en ese mismo lugar donde siempre la encontraba: la mente

de Lissa.

Ella estaba con Adrian, y los dos estaban practicando el espíritu de nuevo.

Después de algunos tropiezos iníciales en el camino, Adrian estaba

demostrando un estudio rápido de la curación. Ese había sido el primero de los

poderes que Lissa manifestó, y a ella siempre le irritaba que él tuviera más

progreso en lo que le enseñaba que viceversa.

"Me estoy quedando sin cosas que puedas sanar", dijo, depositando algunas

plantas pequeñas en una maceta sobre la mesa.

"Al menos que comencemos amputarnos extremidades o algo así."

Adrian sonrió. "Yo solía bromear acerca de eso con Rose, del cómo la iba a

impresionar, curando amputados o algo igualmente absurdo."

"Oh, y estoy segura de que tenía una respuesta muy inteligente para cada vez

que lo hacías".

"Sí, sí, la tenia." Su rostro era cariñoso al recordar la memoria. Había una parte

de mí que siempre estaba increíblemente curiosa de oírlos hablar de mí. . . sin

embargo, al mismo tiempo me sentía mal por el dolor que mi nombre parecía

causar.

Lissa gemía y se tendió en el piso alfombrado. Estaban en salón del dormitorio,

y el toque de queda se aproximaba rápidamente. "Quiero hablar con ella,

Adrian."

"No puedes hacerlo", dijo. Había una seriedad inusual en su voz. "Sé que

todavía te visita y eso es lo más cercano que tendrás a hablar con ella. Y,

honestamente, eso no es tan malo. Puedes decirle exactamente cómo te sientes."

"Sí, pero quiero oírla hablar de nuevo como lo haces tú en sus sueños."

Esto le hizo sonreír de nuevo. "Ella hace me hace mucha platica, créeme".

Lissa se enderezó. "Hazlo ahora".

"¿Hacer qué?"

"Ve a visitar a sus sueños. Tú siempre tratas de explicármelo, pero de hecho yo

nunca lo he visto. Déjame verlo."

El fijo la mirada "Eso suena a voyerismo".

"Adrian! Quiero aprender esto, y hemos intentado todo lo demás. A veces

puedo sentir la magia que te rodea. Solo hazlo, ¿de acuerdo?"

Él empezó a protestar de nuevo, pero luego se comió su comentario. Después

de estudiar su rostro por un momento. Sus palabras habían sido fuertes y

exigentes, muy poco habituales de ella. "Est{ bien. Lo intentare”.

La idea de que Adrian tratara de entrar en mi cabeza mientras yo estaba

mirando a través de la mente de Lissa era muy surrealista. No sabía muy bien

qué esperar de él. Siempre me preguntaba si tenía que estar dormido o al menos

tener los ojos cerrados. Al parecer no era necesario. En lugar de eso, solo perdió

su mirada a la nada, su mente vagaba, al igual que su mente se alejaba del

mundo a su alrededor. A traves de los ojos de Lissa, pude ver parte de la magia

que irradiaba de él y de su aura, y ella trató de analizar cada momento.

Entonces, sin previo aviso, toda la magia se desvaneció. Él parpadeó y sacudió

la cabeza.

"Lo siento. No puedo hacerlo ".

"¿Por qué no?"

"Probablemente porque ella está despierta. ¿Aprendiste algo mientras me

mirabas?"

Solo un poco. Probablemente hubiera sido más útil si en realidad hubieras

hecho la conexión. "Una vez más, Lissa usaba ese tono petulante.

"Ella podría estar en cualquier parte del mundo, sabes, en cualquier horario."

Sus palabras se ahogaron por un bostezo. "Tal vez podemos tratar en diferentes

momentos del día. La he estado recibiendo. . En realidad, cerca de este hora. O a

veces la puedo encontrar muy temprano en el día."

"Entonces ella puede estar cera," dijo Lissa.

"O en un horario diurno de humanos en alguna parte del mundo."

Su entusiasmo cayó. "Si, también podría ser eso. "

"¿Cómo es que ustedes nunca parecen estar trabajando?"

Christian entró en la habitación, divirtiéndose mirando a Lissa sentada en el

suelo y Adrian tirado en el sofá. De pie detrás de Christian alguien quien yo no

había pensado en ver tan pronto. Adrian, quien podría detectar a mujeres a una

milla de distancia, también se percató inmediatamente de la recién llegada.

"¿De dónde sacaste la “Jailbait" (Nissie: no lo traduzco porque no encuentro la

palabra correcta en español, es una expresión para decir que alguien es muy

joven y que el tener una relación sentimental con ella puede resultar en cárcel

por ser menor de edad y el chico ser mayor de edad), preguntó.

Christian le disparó una mirada de advertencia a Adrian. "Esta es Jill". Jill

Mastrano se dejó mostrar ante ellos, sus ojos verdes claros muy abiertos

mientras miraba a su alrededor. "Jill, estos son Lissa y Adrian."

Jill es una de las últimas personas que yo esperaba ver aquí. La había hace

poco más de un mes. Ella estaba en noveno grado, lo que significaba que estaría

de este lado del campus en el otoño. Ella tenía la misma complexión súper

delgada que la mayoría de los Moroi tenía, pero se combinaba con una altura

que era impresionante incluso para los estándares de vampiros. La hacía verse

realmente delgada. Su cabello le caía en rizos y a la luz lucia un color café, sería

hermoso cuando ella aprendiera a peinarlo de la manera adecuada. Por ahora,

estaba un poco en desorden, y su impresión general – aunque simpática- era

una poco rara.

"H-Hola-dijo ella, mirando a todos los rostros. En lo que a ella se refería a ella,

estos eren celebridades Moroi. Ella casi se desmaya cuando conoció por vez

primera a mí y a Dimitri, debido a nuestras reputaciones. Por su expresión, ella

estaba en un estado.

"Jill quiere aprender a utilizar su poder para el bien en lugar del mal", dijo

Christian con un guiño exagerado. Esa era su manera de decir que Jill quería

aprender a pelear con su magia. Ella me había expresado su interés, y yo le

había dicho que debía hablar con Christian Me alegré de que tuvo el coraje de

seguir mi consejo. Christian también era una celebridad en el campus, aunque

fuera un poco infame.

"¿Otra recluta?", Preguntó Lissa, sacudiendo la cabeza. "¿Crees que esta vez la

puedas mantener?"

Jill le dio a Christian una mirada de asombro. "¿Qué significa eso?"

"Después del ataque, muchas personas dijeron que querían aprender a luchar

con la magia," explico Christian. "Así que me encontraron, y trabajado juntos. . .

una o dos veces. Pero después, todo el mundo desapareció en cuanto las

practicas se endurecieron, y se dieron cuenta que tenían que seguir

practicando."

"No ayuda que seas un profesor cruel", señaló Lissa.

"Y ahora tienes que reclutar a los niños," dijo Adrian solemnemente.

"Oye", dijo Jill indignada. "Tengo catorce años". Inmediatamente, se ruborizó

por haberle hablado con tanta audacia. A él le pareció divertido, como tantas

otras cosas.

"Lo siento, fue mi error", dijo. "¿Cuál es tu elemento?"

"Agua".

"El fuego y el agua, ¿eh?" Adrian busco en su bolsillo y sacó un billete de cien

dólares.

Lo mostro inmediatamente. "Cariño, te voy a proponer un trato. Si usted puede

hacer que un cubo de agua aparezca sobre la cabeza de Christian, te doy esto ".

"Yo te doy diez más", dijo Lissa.

Jill lucia sorprendida, pero yo sospechaba que era porque Adrián la había

llamado "cariño." Yo tomaba a Adrian por sentado tantas veces que era fácil

olvidar que realmente era un chico apuesto. Christian empujó a Jill hacia la

puerta.

"No les hagas caso. Solo están celosos porque los usuarios de espíritu no

pueden entrar a la batalla del mismo modo que nosotros."

Se arrodilló a la altura de Lissa que estaba el suelo y le dio un beso. "Estábamos

practicando en la sala de estar del piso de arriba, pero ahora tengo que

acompañarla de vuelta a su dormitorio. Nos vemos mañana".

"No tienes que hacerlo", dijo Jill. "Puedo volver allí sola. No quiero ser ninguna

molestia”.

Adrián se levantó. "No lo eres. Y si alguien va a ser el caballero de brillante

armadura aquí, ese seré yo. Te llevaré de vuelta y dejaremos a los tortolitos en

su nido de amor." Le ofreció a Jill su brazo. "¿Nos vamos?"

"Adrian", agrego Lissa, con una nota aguda en su voz.

"¡Oh, vamos!," dijo él, poniendo los ojos en blanco. "Tengo que volver de todos

modos, ustedes no me sirven de nada una vez que el toque de queda llega. Y,

honestamente, dame algo de crédito aquí. Incluso yo tengo límites”.

Lissa le dio una mirada significativa, una que le dijo que era una idiota para

pensar que se iba aprovechar de Jill. Lissa sostuvo la mirada por unos instantes

y se dio cuenta que estaba siendo sincero. Adrián era un canalla a veces y nunca

había ocultado su interés en mí, pero acompañar a Jill no era parte de ninguna

seducción. Él realmente estaba siendo amable.

"Muy bien", dijo Lissa. "Nos vemos más tarde. Encantada de conocerte, Jill.

"Yo también lo estoy", dijo Jill. Se atrevió a dedicarle una sonrisa a Christian.

"Gracias de nuevo."

"Mas vale que te presentes a nuestra siguiente practica", advirtió el.

Adrian y Jill comenzó a salir por la puerta, al mismo tiempo en que Avery

entraba por ella.

"Hola, Adrian." Avery le dio una mirada a Jill "¿Quién es tu jailbait?"

"Pueden dejarme de llamarme así?", Exclamó Jill.

Adrian señaló a Avery en forma de broma. "Hush. Me ocuparé de ti más tarde,

Lazar."

"Eso espero", dijo con voz seductora. "Voy a dejar la puerta abierta."

Jill y Adrian se fueron, y Avery se sentó junto a Lissa. Parecía lo suficiente

animada para estar borracha, pero Lissa percibió a alcohol. Lissa rápidamente

aprendió que una parte de Avery solo era vivaz y despreocupada,

independientemente de si estuviera intoxicada.

"¿De verdad invitaste a Adrián a tu habitación?", Preguntó Lissa. Hablaba en

broma, pero se había preguntado si en secreto algo estaba pasando entre ellos.

Y sí, ya éramos dos las que nos preguntábamos lo mismo.

Avery se encogió de hombros. "No lo sé. Quizás. A veces nosotros platicamos

cuando ustedes ya se han ido a dormir. No te vas a poner celosa, ¿verdad?"

"No", se rió Lissa. "Sólo era curiosidad. Adrian es un buen chico".

"¡Ah, sí?", Preguntó Christian. "Define bueno”.

Avery levantó la mano y comenzó a contar con los dedos. "Es asombrosamente

guapo, divertido, rico, emparentado con la reina. . .”

"¿Ya tienes elegiste los colores para la boda ?", Preguntó Lissa, sin dejar de

reírse.

"Todavía no", dijo Avery. "Todavía estoy probando las aguas. Me imaginé que

sería una algo fácil para el toque de Avery Lazar, pero él es un poco difícil de

leer."

"Realmente no quiero escuchar esto," dijo Christian.

"A veces actúa como un chico de una sola noche y otras como un loco

romántico". Lissa intercambió una mirada con Christian que Avery no percibió

mientras hablaba. "De todos modos, no estoy aquí para hablar de él. Estoy aquí

para hablar de ti y de mí

reventar fuera de aquí. "Avery lanzó su brazo alrededor de Lissa, que casi se

cayó.

"¿Fuera de dónde? ¿Del dormitorio?"

"No. De la escuela. Nos vamos de fin de semana salvaje en la Corte Real."

"¿Qué, este fin de semana?" Lissa se sentía como si estuviera tres pasos atrás, y

no la culpé. "¿Por qué?"

"Porque es la Pascua. Y su majestad pensó que sería 'encantador' si pudieras

unirte a ella para las vacaciones." el tono de Avery fue grande y agudo. "Y,

desde que he estado saliendo contigo, papá ha decidió que tengo buen

comportamiento".

"Pobre ingenuo", murmuró Christian.

"Así que él dijo que puedo ir contigo". Avery miró a Christian. "Supongo que

también puedes ir. La reina dijo que Lissa podía llevar un invitado además de

mí, por supuesto."

Lissa miró a la cara radiante de Avery y no compartía su entusiasmo. "Odio ir a

la corte. Tatiana solo sigue hablando de lo que piensa que es útil para mí.

Siempre es aburrido y miserable". Lissa no añadió que una vez había

encontrado divertida a la Corte, cuando yo había ido con ella.

"Eso es porque aun no has ido conmigo. Va a ser súper! Yo sé donde están todas

las cosas buenas.

Y apuesto a que Adrian también vendrá. Él conseguir lo que quiera. Será como

una cita doble."

Poco a poco, Lissa comenzó a reconocer que esto podría ser divertido. Ella y yo

habíamos logrado encontrar un poco de las "cosas buenas" que se escondían

debajo de la superficie pulida de la vida de la Corte. Cada visita después de esa

había sido como ella lo describía –seria y ocupada-. Pero ahora, acompañada

de Christian y la silvestre Avery, tenía potencial.

Hasta que Christian lo arruinó. "Bueno, no cuenten conmigo", dijo. "Si sólo

puedes llevar a una persona, lleva a Jill ".

"¿Quién?", Preguntó Avery.

"Jailbait", explicó Lissa. Ella lo miró con asombro. "¿Por qué yo llevaría a Jill? La

acabo de conocer".

"Porque es realmente está decidida aprende a defenderse. Deberías presentarle

a

Mia. Las dos son usuarias de agua ".

"Genial", dijo Lissa irritada. "Y el hecho de que odies la Corte no tiene nada que

ver?"

Bueno. . ".

"¡Christian!" Lissa se había enojado. "¿Por qué no puedes hacer esto por mí?"

"Porque odio la forma en la bruja de la reina me mira", dijo.

Lissa no encontraba esto convincente. "Sí, pero cuando nos graduemos, voy a

estar viviendo allí y entonces tendrás que ir."

"Sí, bueno, entonces dame unas pequeñas vacaciones primero".

La irritación de Lissa creció. "Oh, ya veo cómo es. Tengo soportar tu mierda

todo el tiempo, pero tú no puedes ni por un momento".

Avery miró entre ellos y luego se levantó. "Los voy a dejar para que resuelvan

esto a su manera. A mí no me importa si Christian o Jailbait van, siempre y

cuando estés tú ahí. "Ella miró hacia a Lissa. "Por qué vas a ir, ¿no?"

“Sí. Iré." La negativa de Christian había despertado a Lissa.

Avery sonrió. “Eso es genial. Voy a irme de aquí, pero será mejor que ustedes se

besen y se contenten para cuando me haya ido."

El hermano de Avery, Reed apareció de repente en la puerta. "¿Están listos?", Le

preguntó ella. Cada vez que el hablaba, siempre salía como una especie de

gruñido. Avery miró a los otros con una mirada triunfante.

"¿Ven? Mi galante hermano galante, me viene acompañar de vuelta antes de

que las encargadas de los dormitorios comiencen a gritarme que me vaya.

Ahora Adrian tiene que encontrar una forma nueva y emocionante para probar

su caballerosidad”.

Reed no se veía muy galante o caballeresco, pero supuse que era amable de su

parte el venir para acompañarla a su habitación. Su tiempo había sido

misteriosamente perfecto. Tal vez ella tenía razón acerca de que no era tan mala

como la gente pensaba.

Tan pronto como Avery se había ido, Lissa se dirigió a Christian. "¿Es en serio

eso de que lleve a Jill en tu lugar?"

"Sí," dijo Christian. El trató de descansar en su regazo, pero ella lo rechazó.

"Pero estaré contando los segundos hasta tu regreso ".

"No puedo creer que pienses que esto es una broma."

"No lo hago", dijo ella "Mira, no tenía la intención de molestarte, ¿ok? Pero, en

realidad. . . No quiero tratar con el drama de la Corte. Y sería bueno para Jill. "Él

frunció el ceño. "Tu, no tienen nada contra ella, ¿verdad?"

"Ni siquiera la conozco", dijo Lissa. Aún estaba molesta, más de lo que yo

habría esperado, lo que era extraño.

Christian tomó las manos de Lissa, con cara seria. Esos ojos azules que ella

amaba la suavizaron un poco. "Mira, no estoy tratando de molestarte. Si es

realmente tan importante. . ".

De inmediato la ira de Lissa se esfumó. Era brusco, como un interruptor. "No,

no. Voy a llevar Jill, aunque no estoy segura de que ella deba estar con nosotros

y hacer lo que Avery tiene en mente."

"Dale a Jill a Mia. Ella la cuidara el fin de semana. “

Lissa asintió con la cabeza, preguntándose por qué él estaba tan interesado en

Jill. "Está bien. Pero estas haciendo esto porque no te cae bien Avery, ¿verdad?"

"No, me agrada Avery. Ella te hace sonreír también."

"Tu me haces sonreír."

"Por eso he añadido en el 'también'." Christian besó la mano de Lissa. "Has

estado tan triste desde que Rosa se fue. Me alegro de que platiques con alguien

más, no quiero decir que tu no puedas obtener todo lo que necesitas de mí."

"Avery no es un reemplazo de Rose", dijo Lissa rápidamente.

"Lo sé. Pero ella me la recuerda ".

"¿Qué? Ellas no tienen nada en común."

Christian se enderezó y se sentó a su lado, apoyando su cara contra su hombro.

"Avery es como Rose solía ser antes de ustedes se fueran. "

Ambas Lissa y yo, nos detuvimos a reflexionar sobre eso. ¿Estaba en lo cierto?

Antes de que los poderes de Lissa se hubieran comenzado a mostrar, ella y yo

habíamos vivido un estilo de vida lleno de fiestas y diversión. Y sí, la mitad del

tiempo yo era la que venía con las ideas locas para pasar un buen momento y

meternos en problemas.

"Nunca habrá otra Rose", dijo Lissa con tristeza.

"No", estuvo de acuerdo Christian. Y le dio un breve beso en la boca. "Pero

habr{ otros amigos”.

Yo sabía que él tenía razón, pero no pude evitar sentir una punzada de celos.

Tampoco podía dejar de sentir una pequeña cantidad de preocupación. El breve

repunte de la irritación de Lissa, había salido en cierto modo de la nada. Yo

podía

entender que quisiera que Christian la acompañara, pero su actitud había sido

un poco como el de una bruja (bitch) y sus casi celos de Jill habían sido extraños

también. Lissa no tenía ninguna razón para dudar de los sentimientos de

Christian,

ciertamente no de alguien como Jill. Los cambios de humor de Lissa me

recordaron mucho a los viejos tiempos. Ella estaba obviamente muy cansada,

pero en cierta manera – tal vez por el instinto de nuestro lazo- me dijo que

algo andaba mal. Fue una sensación fugaz, una que no pude retener, como agua

deslizándose a través de mis dedos. Sin embargo, mis instintos habían estado

en lo cierto en el pasado, y decidí que estaría observando a Lissa con más

frecuencia.

CAPITULO 12

*TRADUCIDO POR NISSIE*

Estar con Lissa me dejaba con más preguntas que respuestas, y así, sin un curso

de de acción, simplemente continúe mi estancia con los Belikovs durante los

siguientes días. Caí en su rutina normal, sorprendida por lo fácil que era. Traté

de hacerme útil, haciendo cualquier tarea que me dejaran hacer e incluso yendo

tan lejos como para cuidar al bebé (algo en que no me sentía cómoda, ya que mi

entrenamiento como guardián, no me dejaba mucho tiempo para trabajos

después de la escuela como el de niñera). Yeva me miró todo el tiempo, sin

decir nada, pero siempre parecía no aprobarme. No estaba segura si quería que

me fuera o si era simplemente la manera en que ella siempre

miraba a los demás. Sin embargo los otros nunca me cuestionaron. Estaban

encantados por tenerme cerca y lo hacían evidente en cada oportunidad.

Viktoria estaba especialmente feliz.

"Me gustaría que pudieras asistir a la escuela con nosotros", dijo con nostalgia

Viktoria una noche. Ella y yo habían pasado mucho tiempo juntas.

"¿Cuándo vuelves?"

"El lunes, justo después de Semana Santa".

Sentí un poco de tristeza. No importaba si yo aun estaba aquí o no, la echaría de

menos de todas maneras. "Oh, ¿En serio? No me daba cuenta que sería tan

pronto”.

Un breve silencio cayó entre nosotras, entonces ella me dio una mirada de reojo.

"¿Has pensado. . .digo, has pensado en venir a la escuela, a St. Basil con

nosotros?"

Me quedé mirándola. "¿St. Basil? Tu escuela lleva el nombre de un santo

también? "No todos las escuelas lo tenían. Adrian asistió a una escuela de la

Costa Este llamada Alder.

"El nuestro es un santo humano", dijo con una sonrisa. "Podrías inscribirse allí.

Terminar tu último años, estoy segura de que te dejarían entrar".

De todas las opciones locas que había considerado en este viaje y créanme,

había pensado en muchas, esta fue nunca se cruzó por mi mente. Yo había

olvidado la escuela. Estaba segura de que no había nada más que pudiera

aprender, bueno, después de conocer a Sydney y Mark, era obvio que aun me

faltaban algunas cosas. Pero teniendo en cuenta lo que yo quería hacer con mi

vida, no pensaba que otro semestre de matemáticas y ciencias haría mucho por

mí. Y en lo que se refería a mi entrenamiento de guardián, todo lo que tenía que

hacer era prepararme para los exámenes finales de este año. Y dudaba que esas

pruebas y desafíos ni siquiera se acercaran a lo que yo ya había experimentado

con Strigoi.

Sacudí la cabeza. "No lo creo. Creo que ya he terminado con la escuela.

Además, todos estaría en ruso."

"Ellos lo traducirían para ti." Una sonrisa maliciosa iluminó su rostro. "Además,

las patadas y puñetazos trascienden la barrera del idioma". Su sonrisa se

desvaneció a una expresión más reflexiva. "Pero en serio. Si tú no vas a terminar

la escuela, y si no vas a ser un guardián. . . Bueno, ¿por qué no te quedas aquí?

Quiero decir, en Baia. Podrías vivir con nosotros ".

"Yo no voy a ser una blood whore", le dije inmediatamente.

Una mirada extraña cruzó su rostro. "Eso no es lo que quería decir."

"No debí haber dicho eso. Lo siento." Me sentí mal por el comentario. Aunque

seguía escuchando rumores sobre las blood whore en la ciudad, yo sólo había

visto una o dos, y sin duda las mujeres Belikov no eran de ellas. El embarazo de

Sonya era un misterio, pero trabajar en una farmacia no parecía tan sórdido. Me

había enterado un poco más sobre la situación de Karolina. El padre de su

hijo era un Moroi y aparentemente tenían una conexión real. Ella no se había

dejado humillar para estar con él, y él no la había usado. Después de que el

bebé nació, ambos decidieron separarse, pero había sido amistoso. Karolina

ahora aparentemente salía con un guardián que la visitaba cada vez que tenía

vacaciones.

Las pocas blood whore que había visto en la ciudad se ajustaban el estereotipo.

Su ropa y maquillaje gritaba sexo fácil. Los moretones en su cuello demostraban

claramente que no tenían ningún problema en que sus parejas bebieran de su

sangre durante las relaciones sexuales, lo que básicamente era

la cosa más vulgar que una Dhampir podía hacer. Solo los humanos le daban

sangre a los Moroi. Mi raza no lo hacía. Si lo permitían, en particular durante

relaciones sexuales, bueno, tal como lo dije, era muy vulgar. Lo más sucio de lo

sucio.

"A mi madre le encantaría que te quedaras. Podrías conseguir un trabajo. Y ser

parte de nuestra familia ".

"Yo no puede tomar el lugar de Dimitri, Viktoria," dije en voz baja.

Ella extendió la mano y me dio un apretón tranquilizador. "Lo sé. Nadie espera

que lo hagas. A nosotros nos agradas por ser tú, Rose. El que estés aquí se siente

bien, hay una razón por la que Dimka te eligió para estar con él. Tu encajas

aquí”.

Traté de imaginar la vida que ella describía. Sonaba. . . fácil. Cómoda. Sin

preocupaciones. Solo viviendo con una familia amorosa, riendo y saliendo

juntos cada noche. Podría seguir con mi propia vida sin tener que vigilar a otra

persona todo el día. Tendría hermanas. No habría luchas a menos que fuera

para defendederos. Podía renunciar a este plan para matar a Dimitri, el que yo

sabía que me mataría también, ya fuera físicamente o espiritualmente. Podría

elegir el camino racional, dejarlo ir y aceptarlo como muerto. Y,. . . y si yo

hiciera eso, ¿por qué no volver entonces a Montana? ¿Volver a Lissa y a la

Academia?

"No lo sé", le dije finalmente a Viktoria . "No sé lo que voy a hacer".

Fue justo después de la cena, y ella miró al reloj vacilante. "Yo no quisiera

dejarte ya que no tenemos mucho tiempo juntas, pero. . . Yo tengo que

encontrarme con alguien pronto. . .".

"Nikolai?" Yo me burlé.

Sacudió la cabeza, y yo traté de ocultar mi decepción. Lo había visto algunas

veces, y él me había parecido más y más agradable cada vez. Era una lástima

que Viktoria no pudiera tener algún sentimiento por él.

Sin embargo ahora me preguntaba si podría haber algo que la detuviera, o más

bien alguien.

"¡Ok, suéltalo!," le dijo con una sonrisa. "¿Quién es él?"

Ella mantuvo la cara en blanco en una imitación bastante buena de Dimitri. "Un

amigo", dijo ella evasivamente. Pero me pareció ver una sonrisa en sus ojos.

"¿Alguien de la escuela?"

"No." Ella suspiró. "Y ese es el problema. Lo voy a extrañar mucho".

Mi sonrisa se desvaneció. "Puedo imaginarme."

"Oh." Parecía avergonzada. "Eso es estúpido de mí. Mis problemas. . . bueno, no

son nada en comparación a los tuyos. Quiero decir, tal vez no podre verle por

un tiempo. . . pero volveré hacerlo. Pero, Dimitri se ha ido. No lo volverá a ver

nunca más."

Bueno, eso podría no ser del todo cierto aunque no se lo dije. En su lugar, solo

le dije, "Sí".

Para mi sorpresa, ella me dio un abrazo. "Yo sé lo que es el amor. Pero perderlo

así. . . No lo sé. No sé qué decir. Todo lo que puedo decirte es que estamos aquí

para ti. Todos nosotros, ¿de acuerdo? No puedes sustituir a Dimitri, pero

realmente te queremos como una hermana."

El que me llamara hermana me sorprendía y me reconfortaba al mismo tiempo.

Ella tenía que prepararse para su cita después de eso. Se apresuró a cambiarse

de ropa y maquillarse, definitivamente la cita era con alguien más que un

amigo, después se dirigió hacia la puerta. Estaba contenta de que ella no

pudiera ver las lágrimas que sus palabras habían llevado a mis ojos. Había

pasado mi vida como hija única. Lissa había sido lo más cercano que tenía a una

hermana. Siempre pensé en Lissa de esa manera, una hermana que ahora había

perdido. Pero escuchar a Viktoria llamarme una hermana. . . Bueno, movió algo

en mí. Algo que me dijo que yo realmente tenía amigos y no estaba sola.

Me dirigí a la cocina después de eso, Olena pronto se unió a mí. Yo estaba

revolviendo los alimentos.

¿Era Viktoria a quien oí salir?", Preguntó.

"Sí, ella fue a ver a un amigo." Para mi crédito, mantuve mi expresión neutral.

De ninguna manera iba a echar de cabeza a Viktoria.

Olena suspiró. "Yo quería que ella hiciera un mandado para mí en la ciudad."

"Yo lo haré", le dije con entusiasmo. "Después de comer algo".

Ella me dio una sonrisa amable y me dio unas palmaditas en la mejilla. "Tienes

un buen corazón, Rose. Puedo ver por qué Dimka te amaba".

Fue increíble, pensé, cómo aceptan mi relación con Dimitri por aquí. Nadie

comento sobre nuestra edad o la relación maestro-alumna. Como le había dicho

a Sydney, era como que si yo fuera su viuda o algo así, y las palabras de

Viktoria sobre mi permanencia se repetían en mi cabeza. La forma en que Olena

me miraba realmente me hacía sentir como si yo fuera su hija, y una vez más,

experimenté esos sentimientos traidores de mi propia madre. Ella

probablemente se hubiera escandalizado si supiera de mí y de Dimitri. Ella lo

hubiera llamado inadecuado y dicho que yo era demasiado joven. ¿O no lo

hubiera hecho?

Tal vez estaba siendo demasiado dura.

Al verme frente al armario abierto, Olena sacudió la cabeza en tono de

reproche. "Pero necesitas comer primero ".

"Sólo un bocadillo," le aseguré. "No te tomes ninguna molestia".

Ella terminó cortado pedazos grandes de pan negro que había cocido antes ese

mismo día y poniendo un tira de mantequilla, porque sabía que me encantaba

ponérsela a mis rebanadas. Karolina se habían burlado sobre que los

estadounidenses podrían verse afectados si sabían lo que tenía este pan, así que

nunca hice preguntas. Era de alguna manera dulce y amarga al mismo tiempo,

y me encantaba.

Olena se sentó frente a mí y me observo comer. "Este era su favorito cuando era

pequeño."

"¿Dimitri?"

Ella asintió. "Siempre que estaba de vacaciones de la escuela, lo primero que

hacía era pedir este pan. Prácticamente tenía que hacerle su propio pan cada

vez debido a la manera en que cómica. Las chicas nunca tanto ".

"Los chicos siempre parecen comer más." Ciertamente, aunque yo podría

mantenerme al día con la mayoría de ellos. "Y él es más grande y alto que la

mayoría ".

"Es cierto", ella pensó. "Pero finalmente llegue a un punto donde lo hice cocinar

su propio pan. Le dije que si él iba a comer toda mi comida, era mejor saber

cuánto trabajo se invertía en ello."

Yo me reí. "No me puedo imaginar a Dimitri horneando el pan."

Y sin embargo, tan pronto como las palabras salieron de mi boca, lo

reconsidere. Yo siempre relacionaba a Dimitri con intenso y feroz, era su

personalidad de sexy- Dios de la batalla la que venía a mi mente. Y aun así

había sido su dulzura y delicadeza mezclada con mortífera lo que lo hacía tan

maravilloso. Las mismas manos que manejaba una estaca con tal precisión eran

las mismas que cuidadosamente cepillaban el pelo de mi cara. Los ojos que

astutamente podrían detectar cualquier peligro en el área, me miraban

maravillados y llenos de adoración, como si yo fuera la mujer más bella y

sorprendente del mundo.

Suspiré, consumida por ese dolor agridulce en mi pecho que se había vuelto tan

familiar ahora. Qué estupidez, emocionarse tan solo por un tipo de pan. Pero

así era él, y yo me ponía emocional cada vez que pensaba en Dimitri.

Los ojos de Olena estaban sobre mí, dulces y compasivos. "Lo sé," dijo ella,

adivinando mis pensamientos.

"Yo sé exactamente cómo te sientes."

"¿Se vuelve mas fácil?", Le pregunté.

A diferencia de Sydney, Olena tenía una respuesta. “Sí. Pero tú nunca serás la

misma".

Yo no sabía si tomar consuelo de esas palabras o no. Después de que termine de

comer, ella me dio una breve lista de compras, y me puse en camino hacia el

centro de la ciudad, feliz de estar fuera y en movimiento.

La inactividad no me convenía.

Mientras estaba en la tienda, me sorprendió encontrarme con Mark. Había

tenido la impresión de que él y Oksana no venían a la ciudad muy a menudo.

Habría pensado que ellos creaban sus propios alimentos y vivían de la tierra. Él

me dio una cálida sonrisa. "Me preguntaba si aún estabas por aquí".

"Sí". Levanté mi cesta. "Sólo hago algunas compras para Olena."

"Me alegro de que aun estés aquí", dijo. "Parece más. . . en paz ".

"Tu anillo está ayudando, creo. Al menos con la paz. No ha hecho diferencia por

cualquier decisión que vaya a tomar”.

Él frunció el ceño, cambiando la leche que tenía en una mano a la otra. "¿Qué

decisiones?"

"¿Qué hacer ahora? ¿A dónde ir? "

"¿Por qué no quedarse aquí?"

Era extraño, tan similar a la conversación que había tenido con Viktoria. Y mi

respuesta fue la misma. "Yo no sé lo que haría si me quedara aquí".

"Conseguir un trabajo. Vivir con el Belikovs. Te aman, sabes. Encajas

perfectamente con su familia".

Ese cálido sentimiento regreso y de nuevo me imagine estableciéndome aquí

con ellos, trabajando en una tienda como esta o atendiendo mesas. "No lo sé",

dije. Yo era un disco rayado.

"Yo no sé si eso es correcto para mí".

"Mejor que la alternativa", advirtió. "Mejor que andar sin ningún propósito real,

arrojándote a ti misma en la cara del peligro. Esa no es opción en absoluto."

Y aun, estaba la razón por la que había llegado a Siberia en el primer lugar. Mi

voz interior me regañó. Dimitri, Rose. ¿Has olvidado a Dimitri? ¿Has olvidado

que viniste aquí para liberarlo? como él lo hubiera querido ¿Es realmente eso lo

que él hubiera querido? Tal vez habría querido que yo estuviera a salvo. Yo solo

no lo sabía, y sin más ayuda de Mason, mis opciones eran aún más confusas. El

pensar en Mason, me recordó algo que había totalmente olvidado.

"Cuando hablamos antes. . . Bueno, hablamos de lo que Lissa y Oksana podían

hacer. Pero, ¿qué hay de ti?"

Mark entrecerró los ojos. "¿Qué quieres decir?"

"¿Alguna vez. . . alguna vez te has encontrado con fantasmas?"

Pasaron algunos momentos, y luego el exhalo. "Yo esperaba que eso no te

hubiera sucedido a ti."

Me sorprendió cuánto alivio sentí al saber que no estaba sola en mi experiencia

fantasmal.

A pesar de que ahora entendía que haber muerto e ido al mundo de los muertos

me hizo un objetivo de los espíritus, seguía siendo una de las cosas más

espeluznantes sobre ser shadow-kissed.

"¿Ocurrió sin que lo quisieras?", Le pregunté.

"Al principio. Luego aprendí a controlarlo."

"Yo también." De pronto recordé el granero. "En realidad, eso no es del todo

cierto."

Bajando aun más la voz, me apresuré a recapitular lo que me había sucedido en

mi viaje con Sydney.

Nunca lo había hablado con nadie.

"Nunca debes hacer eso otra vez", dijo con severidad.

"Pero yo no quería! Simplemente sucedió."

"Entraste en pánico. Necesitabas ayuda, y una parte de ti llamo a los espíritus

que te rodean.

No lo hagas. No está bien, y es fácil perder el control ".

"Yo no sé ni cómo lo hice".

"Como he dicho, fue la falta de control. Nunca dejes que el pánico tome lo mejor

de ti."

Una mujer mayor nos pasó, con un pañuelo sobre la cabeza y una cesta de

verduras en sus brazos. Esperé hasta que ella se fuera antes de preguntarle a

Mark," ¿Por qué pelean por mí?"

Porque los muertos odian a los Strigoi. Ellos no son naturales, ni vivos ni

muertos, sólo existentes en un estado en medio de algo. Así como nosotros

percibimos el mal, también lo hacen los fantasmas".

“Pareciera que podrían ser una buena arma".

Esa cara, normalmente relajada y abierta, frunció el ceño. "Es peligroso. Las

personas como tú y como yo ya caminamos al borde de la oscuridad y locura.

Llamar abiertamente a los muertos sólo nos acerca a caer sobre ese borde y a la

pérdida de nuestras mentes." Él miró su reloj y suspiró. "Mira, me tengo que

ir, pero estoy hablando en serio, Rose. Quédate aquí. Mantente alejada de los

problemas. Lucha contra los Strigoi solo si vienen a ti, pero no los vayas a

buscar a ciegas. Y definitivamente deja a los fantasmas solos”.

Eran muchos consejos como para obtenerlos en una tienda de comestibles, un

montón de consejos que no estaba segura de poder seguir. Pero le di las gracias

y le envié mis saludos a Oksana antes de pagar e irme también. Me dirigía

hacia el barrio de Olena, cuando di una curva y casi me tropiezo con Abe.

Estaba vestido en su habitual forma llamativa, vistiendo ese abrigo caro y una

bufanda color amarillo oro que hacia juego con el oro de su joyería. Sus

guardianes caminaban cerca, y se inclinó casualmente frente a una pared de

ladrillos de algún edificio.

"Así que es por esto que viniste a Rusia. Para ir al mercado como cualquier

campesina".

"No", le dije. "Por supuesto que no."

"¿Entonces, solo andas de turista?"

"No. Sólo estoy siendo útil. Deja de tratar de sacarme información. No eres tan

inteligente como tú crees que eres."

"Eso no es cierto", dijo.

"Mira, te ya te lo he dicho. He venido aquí para comunicarle a lo Belikov la

noticia. Así que vuelve y ve a decirle a quien sea para quien trabajes, que eso es

todo."

"Y yo te dije antes, que no me mientas", dijo. Y una vez más, vi esa extraña

mezcla de peligro y humor.

"No tienes idea de los paciente que he sido contigo. De cualquier otra persona,

yo habría obtenido la información que necesitaba esa primera noche."

"Que suertuda soy." Respondí, ¿Y ahora qué? ¿Vas a llevarme a un callejón y

golpearme hasta que te diga por qué estoy aquí? Estoy perdiendo el interés en

toda esta temible rutina de mafioso, sabes".

"Y yo estoy perdiendo la paciencia contigo", dijo él. El humor se había ido, y

mientras estaba frente a mí, yo no pudo evitar notar con inquietud que él estaba

mejor constituido que la mayoría de los Moroi. Muchos Moroi evitaban las

peleas, pero no me habría sorprendido si Abe hubiera maltratado al igual de

personas que sus guardaespaldas. "Y honestamente ya no me importa por qué

están aquí. Sólo tienes que irte. Ahora".

"No me amenaces viejo. Yo me iré cuando a mí se me dé la gana." Era gracioso,

yo le acababa de jurar a Mark que no sabía si podía quedarme en Baia, pero si

era presionada por Abe, yo sólo quería enterrar mis pies aquí "Yo no sé de lo

que tratas de alejarme, pero no te tengo miedo." Eso tampoco era del todo

cierto.

"Deberías tenerlo", me respondió amablemente. "Puedo ser un buen amigo o un

enemigo muy malo. Puedo hacer que valga la pena que te vayas. Tal vez

podamos hacer un trato."

Había un emocionado brillo en sus ojos mientras hablaba. Me acordé de Sydney

describiéndolo, manipulando a otros, y tuve la sensación de que esto era para lo

que él vivía, negociar, comerciar con tratos para conseguir lo que él quería.

"No", le dije. "Voy a irme cuando yo esté lista. Y no hay nada que tu o quien sea

para quien trabajes puede hacer al respecto".

Con la esperanza de parecer atrevida, me di la vuelta. Él extendió la mano y me

agarró del hombro, sacudiéndome de regreso, casi haciéndome tirar mis

compras. Empecé a impulsarme hacia adelante en modo de ataque, pero su

guardianes estaban allí en un instante. Yo sabía que no llegaría lejos.

"Tu tiempo aquí se acaba", susurró Abe. "En Baia. En Rusia. Vuelve a los

EE.UU. te daré lo que necesites, dinero, pasajes de primera clase, lo que sea."

Salí de su alcance, retirándome con cuidado. "No necesito de tu ayuda o tu

dinero, Dios sólo sabe de dónde venga." Un grupo de personas doblo la esquina

de la calle, riendo y hablando, y yo me alejé más, Abe no comenzaría una

escena con testigos presentes. Me hizo sentir más valiente, lo que

probablemente era estúpido de mi parte. "Y yo ya te lo dije: me iré cuando se

me dé la gana."

Abe, levantó los ojos a los otros peatones, y él también se retiró con sus

guardianes. Esa escalofriante sonrisa estaba en su rostro. "Y yo ya te dije. Puedo

ser un buen amigo o un enemigo muy malo. ¡Vete de Baia antes de que

descubras cual pueda ser".

Se dio la vuelta y se fue, para mi gran alivio. Yo no quería que el viera el miedo

mucho que sus palabras habían dejado en mi cara.

Me fui a la cama temprano esa noche, de repente sintiéndome antisocial. Me

quedé allí durante algún tiempo, hojeando otra revista que no podía leer, y

sorprendentemente me encontré cada vez más cansada. Creo que los

encuentros con Mark y Abe me habían agotado. Las palabras de Mark acerca de

quedarme me había golpeado demasiado cerca de casa después de mi

conversación con Viktoria. Las amenazas reveladas por Abe habían despertado

todas mis defensas, poniéndome en guardia contra él o quien fuera para quien

trabajara para hacerme salir de Rusia. ¿En qué momento?, me pregunté, ¿el

realmente perderá la paciencia y dejara de tratar de negociar?

Me quedé dormida y el sentido familiar de un sueño de Adrian se estableció

alrededor de mí. Había pasado mucho tiempo desde que esto había sucedido, y

yo realmente había pensado que él me había escuchado cuando le había pedí

que se mantuviera alejado. Aunque, yo siempre le decía eso. Este había sido el

más largo período sin una de sus visitas, y aunque odiaba admitirlo, yo le

echaba de menos.

El escenario que había elegido esta vez fue un pedazo de la propiedad de la

Academia, una zona boscosa cerca de un estanque. Todo era verde y floreciente,

y la luz del sol brillaba sobre nosotros. Yo sospechaba que la creación de Adrian

no coincidía con el clima verdadero de Montana en esos momentos, pero él

tenía el control. El podía hacer lo que quisiera.

"Pequeña Dhampir", dijo, sonriendo. "Tanto tiempo sin verte".

"Pensé que ya habías acabado conmigo", le dije, sentándome en una piedra

grande y lisa.

"Nunca tendré suficiente de ti", dijo él, metiendo sus manos en los bolsillos y

paseando alrededor de mí.

"Aunque. . ., para ser sinceros, tenía la intención de permanecer lejos esta vez.

Pero, bueno, tenía que asegurarme de que todavía estuvieras con vida."

"Viva y contenta."

Él me sonrió. El sol se reflejaba en su pelo castaño, lo que le daba un tono

dorado castaño.

"Bien. Realmente luces muy bien. Tu aura es mejor que lo que jamás te he visto."

Sus ojos se deslizaron de mi cara hasta donde mis manos descansaban en mi

regazo. Frunciendo el ceño, se arrodilló y recogió mi mano derecha. "¿Qué es

esto?"

El anillo de Oksana estaba en el. A pesar de la falta de ornamentación del anillo,

el metal brillaba intensamente en la luz. Los sueños eran tan extraños. A pesar

de que Adrian y yo no estábamos exactamente juntos, el anillo me había

seguido y mantuvo su poder lo suficiente como para que el pudiera sentirlo.

"Un encanto. Está impregnado de espíritu".

Igual que yo, al parecer esto era algo que él nunca había considerado. Su

expresión se tornó impaciente. "Y sana, ¿no es así? Es lo que está alejando la

oscuridad de tu aura".

"Solo un poco", dije, inquieta por su fijación en él. Me lo quité y lo metí en mi

bolsillo. "Es temporal. Conocí a otro usuario de espíritu y un Dhampir shadow-

kissed ".

Más sorpresa se registro en su rostro. "¿Qué? ¿Dónde?"

Me mordí los labios y sacudí la cabeza.

"¡Maldita sea, Rose! Esto es grande. Tú sabes cómo Lissa y yo hemos estado

buscando otros usuarios de espíritu. Dime dónde están".

"No. Tal vez más tarde. No quiero que ustedes vengan por mí.” Por lo que yo

sabía, ellos ya estaban buscándome, usando a Abe como su agente.

Sus ojos verdes brillaban con enojo. "Mira, imagina por un momento que el

mundo no gira alrededor tuyo, ¿ok? Esto se trata de Lissa y yo, sobre

entendiendo esta magia loca dentro de nosotros. Si hay gente que nos pueda

ayudar, necesitamos saber".

"Tal vez más tarde", repetía fríamente. "Me moveré en breve, entonces te diré".

"¿Por qué siempre eres tan difícil?"

"Porque te gusto de esa manera."

"En este momento No tanto."

Era el tipo de broma que Adrian generalmente hacia, pero en ese momento,

algo al respecto me molestaba. Por alguna razón, tuve la más pequeña, pequeña

sensación de que de repente no era tan entrañable a él como de costumbre.

"Intenta ser paciente", le dije. "Estoy segura de que ustedes tienen otras cosas en

que pensar. Y Lissa parece muy ocupada con Avery." Las palabras salieron

antes de que pudiera evitarlo, y algo de la amargura y la envidia que me había

invadido observándolos la otra noche se notaban en mi tono.

Adrian arqueó una ceja. "Señoras y señores, ella lo admite. Has estado espiando

a Lissa. Lo sabía."

Miré a otro lado. "Solo quiero saber si está viva también." Como si yo pudiera ir

a cualquier parte del mundo y no saberlo.

"Ella lo está. Vivo y contenta, como tú. Em. . . sobre todo bien." Adrian frunció

el ceño. "A veces tengo esta extraña vibración de ella. No parece del todo bien y

su aura parpadeará un poco. Nunca dura mucho, pero aun me preocupa." Algo

en la voz de Adrián se suavizó. "Avery se preocupa por ella también, así que

Lissa está en buenas manos. Avery es muy asombrosa”.

Le di una mirada mordaz. "¿Asombrosa? ¿Te gusta o algo así? “No me había

olvidado del comentario de Avery sobre dejar la puerta abierta para él.

"Por supuesto que me gusta. Ella es una gran persona."

"No, quiero decir cómo. ¿No te gusta?”

"Oh, ya veo", dijo, poniendo los ojos en blanco. "Estamos lidiando con las

definiciones de primaria que tiene 'gustar' ".

"No está respondiendo a mi pregunta."

"Bueno, como dije, ella es una gran persona. Elegante. Sobresaliente. Hermosa".

Algo en la forma en que el dijo "hermosa" me molestaba. Aparté los ojos otra

vez, jugando con el Nazar azul alrededor de mi cuello mientras trataba de

analizar mis sentimientos. Adrian los adivino primero que yo.

"¿Estás celosa, pequeña Dhampir?"

Me volví hacia él. "No. Si yo fuera a estar celosa por ti, me habría vuelto loca ya

hace mucho tiempo, teniendo en cuenta todas las chicas con las que coqueteas."

"Avery no es la clase de chica con la que solo juegas."

Una vez más, escuche ese afecto en su voz. No debería de molestarme. Tendría

que estar feliz de que él se interesara en otra chica. Después de todo, yo había

estado tratando de convencerlo de que me dejara sola. Parte de las condiciones

para que él me diera dinero para este viaje, implicaban la promesa de darle una

oportunidad justa en citas amorosas cuando yo volviera a Montana. Si él

estuviera con Avery, sería para mí una cosa menos de que preocuparse. Y

honestamente, si hubiera sido cualquier otra chica excepto Avery,

probablemente no me hubiera importado. Pero de alguna manera, la idea de

que ella lo encantara era demasiado para mí. ¿No era suficientemente malo que

yo perdiera a Lissa por ella? ¿Cómo era posible que una chica pudiera tan

fácilmente tomar mi lugar? Ella me había robado a mi mejor amiga, y ahora el

hombre que había jurado de arriba abajo que yo era la única a quien él quería

estaba realmente considerando sustituirme.

Estás siendo un hipócrita, una voz grave dentro de mí dijo. ¿Por qué te sientes

tan perjudicada sobre alguien entrando en sus vidas? Tú los abandonaste. A los

dos, Lissa y Adrian. Tienen todo el derecho a seguir adelante.

Me puse de pie furiosa. "Mira, ya he terminado de hablar contigo por esta

noche. ¿Me dejas salir de este sueño?

No te voy a decir donde estoy. Y no estoy interesada en escuchar acerca de lo

maravillosa que es Avery y mejor que yo ".

"Avery nunca actuaría como una presumida", dijo él. "Ella no se ofendería tanto

de que alguien realmente se preocupa de ella. Ella no me negaría la

oportunidad de aprender más sobre mi magia solo porque estuviera paranoica

de que alguien podría arruinar su intento loco para superar la muerte de

novio."

"No me hables a mí sobre ser una mocosa", le respondí. "Tu eres tan egoísta y

centrado en ti mismo como de costumbre. Siempre se trata de ti incluso este

sueño. Me retienes en contra de mi voluntad, sin importar si yo quiero o no,

solo porque te divierte."

"Bien", dijo, con voz fría. "Voy a terminar con esto. Y terminare todo entre

nosotros. No voy a volver a venir ".

"Genial. Espero que decir esta vez lo digas en serio".

Sus ojos verdes fueron lo último que vi antes de que me despertara en mi

propia cama.

Me senté, jadeando. Mi corazón se sentía como si fuera ha romperse, y casi

pensé que podría llorar. Adrian tenía razón que había actuado como una

mocosa. Lo había atacado cuando no lo merecía. Y sin embargo. . . No había

sido capaz de evitarlo. Echaba de menos a Lissa. Incluso a Adrian. Y ahora

alguien más estaba tomando mi lugar, alguien quien no se alejaría, como yo lo

había hecho.

No voy a volver.

Y por primera vez, tuve la sensación de que el realmente no lo haría.